Myrtia, nº 26 (2011) - InterClassica - Investigación y...

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ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414 Myrtia, nº 26 (2011) Rocío Carande Herrero y Daniel López-Cañete Quiles (eds.), PRO TANTIS REDDITVR, Homenaje a Juan Gil en Sevilla. Sevilla, Facultad de Filología y Departamento de Filología Griega y Latina de la Universidad de Sevilla, 2011, 457 pp. Ya hace tiempo que dije que para mí el meridiano de la Filología Latina en España es el meridiano de Sevilla, y en buena medida por el magisterio que allí ha ejercido y sigue ejerciendo el Prof. Juan Gil, nuestro flamante Académico de la Española. Treinta son los filólogos clásicos de la escuela hispalense, una brillante constelación y no sólo de latinistas, en buena parte discípulos directos de Juan Gil, los que se han sumado al particular homenaje que, aparte de los varios otros que ha venido recibiendo como coronación a su ejecutoria universitaria, entendían que merecía en su propia casa, en la que por tantos años ha sido el padre académico o el hermano mayor de todos ellos. Tras un afectuoso Prólogo de los editores, que es también un breve resumen del curriculum científico del homenajeado, nos encontramos con su apabullante Bibliografía, cuyos más de 250 epígrafes llenan cumplidamente “20 páginas 20” del libro. Una Bibliografía, además, del amplísimo espectro que todos sabemos, desde la Lingüística indoeuropea a la Historia medieval y moderna de España y a la de América y demás tierras de descubrimiento, pasando, claro está, por las Filologías griega, latina, mediolatina, románica y humanística. En fin, una obra científica que ha sido posible por la concurrencia en grado excepcional de tres cualidades: inteligencia, curiosidad y laboriosidad. Por ello puede decirse que Juan Gil, aunque sea, sobre todo, uno de los nuestros, también lo es de muchos otros que trabajan en campos fronteros y también muy alejados de los nuestros. Es fácil dar un censo temático de este erudito volumen, pues temática (y, por cierto, muy equlibrada) es también su ordenación. En el ámbito de la filología griega tenemos, en primer lugar, el trabajo de J. M. Jiménez Delgado dedicado a esclarecer el valor de algunos signos de la escritura micénica. M. Brioso se ocupa luego de un asunto tan viejo como actual: el de los encuentros que le acaecen al viajero antiguo en esa prolongación de la real, y tal vez más interesante, que es la geografía mítica. E. A. Ramos Jurado trata del referente imprescindible que para la filosofía griega siempre representó el antiguo Egipto, tal vez la única civilización extranjera a la que los helenos nunca osaron llamar “bárbara”. Ya en el ámbito lingüístico, y en particular de la lingüística del texto, R. Martínez Vázquez investiga los adverbios conjuntivos en la prosa de Tucídides. De problemas textuales del Fedro platónico, aunque con una

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    Myrtia, n 26 (2011) Roco Carande Herrero y Daniel Lpez-Caete Quiles (eds.), PRO TANTIS REDDITVR, Homenaje a Juan Gil en Sevilla. Sevilla, Facultad de Filologa y Departamento de Filologa Griega y Latina de la Universidad de Sevilla, 2011, 457 pp.

    Ya hace tiempo que dije que para m el meridiano de la Filologa Latina en

    Espaa es el meridiano de Sevilla, y en buena medida por el magisterio que all ha ejercido y sigue ejerciendo el Prof. Juan Gil, nuestro flamante Acadmico de la Espaola. Treinta son los fillogos clsicos de la escuela hispalense, una brillante constelacin y no slo de latinistas, en buena parte discpulos directos de Juan Gil, los que se han sumado al particular homenaje que, aparte de los varios otros que ha venido recibiendo como coronacin a su ejecutoria universitaria, entendan que mereca en su propia casa, en la que por tantos aos ha sido el padre acadmico o el hermano mayor de todos ellos.

    Tras un afectuoso Prlogo de los editores, que es tambin un breve resumen del curriculum cientfico del homenajeado, nos encontramos con su apabullante Bibliografa, cuyos ms de 250 epgrafes llenan cumplidamente 20 pginas 20 del libro. Una Bibliografa, adems, del amplsimo espectro que todos sabemos, desde la Lingstica indoeuropea a la Historia medieval y moderna de Espaa y a la de Amrica y dems tierras de descubrimiento, pasando, claro est, por las Filologas griega, latina, mediolatina, romnica y humanstica. En fin, una obra cientfica que ha sido posible por la concurrencia en grado excepcional de tres cualidades: inteligencia, curiosidad y laboriosidad. Por ello puede decirse que Juan Gil, aunque sea, sobre todo, uno de los nuestros, tambin lo es de muchos otros que trabajan en campos fronteros y tambin muy alejados de los nuestros.

    Es fcil dar un censo temtico de este erudito volumen, pues temtica (y, por cierto, muy equlibrada) es tambin su ordenacin. En el mbito de la filologa griega tenemos, en primer lugar, el trabajo de J. M. Jimnez Delgado dedicado a esclarecer el valor de algunos signos de la escritura micnica. M. Brioso se ocupa luego de un asunto tan viejo como actual: el de los encuentros que le acaecen al viajero antiguo en esa prolongacin de la real, y tal vez ms interesante, que es la geografa mtica. E. A. Ramos Jurado trata del referente imprescindible que para la filosofa griega siempre represent el antiguo Egipto, tal vez la nica civilizacin extranjera a la que los helenos nunca osaron llamar brbara. Ya en el mbito lingstico, y en particular de la lingstica del texto, R. Martnez Vzquez investiga los adverbios conjuntivos en la prosa de Tucdides. De problemas textuales del Fedro platnico, aunque con una

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    orientacin basada en el estudio de las modalidades sintcticas, trata E. Ruiz Yamuza. Como puente entre la filologa griega y la latina parece servir el artculo de S. Ramos Maldonado sobre el concepto de vrtice desde Aristteles a Nebrija. D. Lpez-Caete replantea y reorienta- con agudeza el enigma prosopogrfico del Rufo y la Lesbia de Catulo. L. Molero Alcaraz, centrndose en Virgilio, estudia la semntica bifronte del trmino fama: lo que se dice de uno, pero tambin la estima que se tiene de uno. La contribucin de F. Navarro Antoln explora, dentro del ideario y el imaginario antiguo, la a veces incierta frontera entre humanidad y animalidad. De crtica y exegesis textual trata el amplio trabajo de F. Socas, evidente y fructfero parrgon de su reciente y excelente traduccin de la Anthologia Latina. Derivando ya hacia la temtica histrica, aunque centrado especialmente en la epgrafa, nos encontramos con el artculo de J. Gonzlez sobre el estatuto jurdico de las tierras de los pueblos dediticii. Por su parte, J. A. Correa, que codo con codo con el homenajeado llev los estudios de Filologa Latina en Sevilla a su cnit ya comentado, se ocupa de algunas denominaciones de las marcas de alfareros de la Btica. Y de epigrafa, y en especial de la versificada, tratan ya de manera primordial, las contribuciones siguientes. M. Limn Beln estudia la ordinatio en los CLE de la Lusitania, y R. Carande un incierto commaticum emeritense. C. Arias Abelln hace un anlisis constrastivo del vocabulario de la epigrafa pagana y la cristiana. B. Segura Ramos nos proporciona una noticia actualizada sobre los testimonios antiguos acerca de la provincia de la Dacia. En fin C. Fernndez Martnez estudia algunas caractersticas propias de la epigrafa cristiana frente a sus precedentes paganos.

    El apartado de filologa medieval se abre con el artculo de J. Mellado sobre un asunto muy suyo: el III Concilio de Toledo. A la liturgia de la misa visigtico-mozrable concierne el trabajo de P. Riesco Chueca. T. Vila Vilar introduce un intermedio bizantino con su investigacin sobre el historiador Jorge Acropolites; y E. Falque, distinguida editora del Tudense trata de una versin castellana de su Chronicon y de su posicin en la tradicin latina de la obra.

    Naturalmente, en un homenaje al Prof. Gil no poda faltar una seccin de estudios de Humanismo, parcela de nuestros estudios en los que l sembr tan generosamente. La abre el estudio de J. Pascual Barea sobre fuentes no conocidas (Po II y J. Ammannati) de la poesa latina del buen maese Rodrigo. A. Prez Vega, con su habitual originalidad, aparte de darnos noticia de un ejemplar desconocido del Apuleyo de Lpez de Cortegana conservado en la BN de Madrid, aventura una ingeniosa hiptesis sobre el nombre del inmortal Don Quijote. M. Rodrguez-Pantoja estudia las versiones y parfrasis del Mempsigamos de Erasmo; en tanto que B. Macas estudia un nuevo captulo de la polifactica actividad de Arias Montano: sus relaciones con el humanista Hrcules Ciofano. J. Sols de los Santos nos brinda una

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    primicia: la partida de bautismo del cannifo F. Pacheco, tal vez el mejor poeta latino de la escuela humanstica sevillana. J. Maestre identifica las races de una traduccin indita de Horacio en la, segn Menndez Pelayo, muy mediocre, pero, al fin y al cabo la primera en castellano, de J. Villn de Biedma. My interesante, por novedoso, nos parece el artculo de P. Toribio Prez sobre un texto latino indito de Isaac Newton, que, como es sabido, no slo se ocup de cuestiones de fsica, acerca del hereje Arrio, al que, al parecer, consideraba como una especie de protomrtir del papismo. Cierra el volumen el estudio de M. A. Rbade Navarro sobre la Medeia de la poetisa contempornea portuguesa Sophia de Mello, modelada sobre Ovidio.

    En fin, un homenaje copioso, docto y, como ya decamos, equilibrado, que rinde cumplida, aunque no completa cuenta, del intenso y extenso magisterio del Prof. Juan Gil en sus ya cuarenta aos de avecindamiento y magisterio en la mgica Sevilla.

    Jos Luis Moralejo

    Universidad de Alcal

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    Alicia Esteban Santos, Iconografa de la mitologa griega. El ciclo troyano. Dhyana Arte, Madrid, 2010.

    La obra que nos ocupa est dividida en cinco volmenes, cada uno de los

    cuales trata de una parte de la vasta leyenda mtica que conocemos como ciclo Troyano. Estas partes dan subttulo a cada uno de los volmenes, a saber, Los antecedentes de la Guerra de Troya, En la guerra (Episodios de la Ilada), La cada de Troya, El regreso de Agamenn (historia de una familia sangrienta) y El regreso de Ulises (Episodios de la Odisea). De este modo, consigue abarcar el ciclo completo sin olvidar los mitos ms ignorados comnmente, como pueden ser los orgenes remotos de Troya o la historia de los Tantlidas.

    El objeto de la obra es, en primer lugar, relacionar la iconografa antigua con los diferentes episodios del ciclo Troyano; en otras palabras, poner cara a los personajes de estos mitos (y no cualquier cara, sino la que les ponan los griegos segn las pocas). Como un objeto secundario, pero derivado del primero y a la vez consecuencia de l, est el de hacer que el lector aprenda a reconocer estos mitos en la iconografa que pueda encontrar por su cuenta.

    La realidad es que esta lectura aporta una profunda introduccin al arte antiguo, pues, siempre en un estilo de lo ms sencillo, esquemtico a veces, la autora aporta pinceladas de las tcnicas artsticas ms repetidas para representar las escenas mitolgicas. Estamos hablando del gesto tpico de rapto o de matrimonio, de afliccin, de sorpresa, etc. en los que tanto insiste, o las diferentes vestiduras, posturas, complementos o smbolos que caracterizan a cada personaje. Esta es una de las razones por las que la obra resulta un manual ideal para quienes gusten de tener una visin global de la mitologa clsica; pues quiz normalmente el acercamiento a esta materia se hace exclusivamente desde la literatura y su faceta visual es, por desgracia, la ms ignorada hoy en da.

    As, donde reside el valor de la obra es en los anlisis artsticos de carcter expositivo de las muestras iconogrficas ms representativas, porque en ella culminan todas las pistas que se van dando a lo largo del libro. Esto es lo que la diferencia de un manual de mitologa ilustrado, pues queda explicada la tcnica decorativa correspondiente y en ese sentido, como decamos antes, capacita al lector para entender otras expresiones artsticas antiguas de tema mitolgico que no aparezcan en el libro.

    Cabe destacar la variedad, originalidad, adecuacin y cantidad de las muestras iconogrficas escogidas. Proceden de museos de Estados Unidos, Espaa, Francia,

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    Alemania, Italia o Rusia, y no se trata nicamente de pinturas en cermica; aunque menos frecuentes, los relieves, las esculturas tanto antiguas como modernas- y otras imgenes (como la roca en el monte Spilo, en Turqua, que es relacionada con Nobe) aportan dinamismo al discurso y demuestran la omnipresencia de la mitologa en el arte pictrico.

    Las muestras de cermica son en su mayora de los siglos VI, V y IV a. C., pero se han recogido tambin algunas de siglos anteriores muy significativas- y posteriores, con lo que se recorren todos los periodos de la historia de la pintura antigua. Aunque en ocasiones la autora se lamenta de que no exista una gran cantidad de imgenes que ilustren un episodio, lo cierto es que esto es compensado por la abundancia aportada en otros.

    La materia de la obra es fundamentalmente la iconografa; pero, si bien en otros manuales implica menor presencia de fuentes literarias, no es as en el que nos ocupa. Un gran acierto de la obra es la inclusin de numerosos pasajes extrados de los textos clsicos sobre mitologa de diferentes gneros como son la poesa pica, la poesa lrica y la poesa dramtica-, en los cuales se apoya constantemente. En general, y como queda sealado en el primer captulo de cada volumen, los episodios que trata la obra son los narrados en los poemas picos correspondientes al ciclo Troyano: Ilada, Odisea, Ciprias, Etipida, Pequea Ilada, Iliupersis y Nostoi; en las tragedias Agamenn, Coforos y Eumnides de Esquilo, Electra, Ayante y Filoctetes de Sfocles, y Troyanas, Hcuba, Andrmaca, Helena, Ifigenia en ulide, Ifigenia entre los Tauros, Electra y Orestes de Eurpides; y en la poesa lrica de Semnides, Hiponacte, Teognis, Safo, Alceo, Estescoro, bico, Baqulides y Pndaro. Una pequea introduccin literaria acompaa adems a las manifestaciones ms importantes de entre todas ellas, dando cuenta de la formacin filolgica de la autora. Adems, para cada episodio se especifica en qu obra se puede consultar y se ejemplifica con uno o ms pasajes.

    Precisamente en la eleccin de los pasajes y en los comentarios a estos se aprecia por otra parte la proyeccin filolgica del manual. Valorar de importancia las escenas tpicas de la Ilada o las rheseis de las tragedias requiere el conocimiento de las literaturas y de las lenguas clsicas que se adquiere desde un punto de vista filolgico. As, para un mayor aprovechamiento del manual es recomendable conocer previamente los mitos, pues de ellos en esta obra solo se ofrecen resmenes, cuyo objetivo parece ms hacer recordar lo ledo que introducir al lector en la mitologa clsica. Estar familiarizado con los textos clsicos tambin es aconsejable, al menos para deleitarse con los pasajes al rememorarlos, pero no es imprescindible.

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    En resumen, se trata de una obra sumamente til al lector interesado y entendido en mitologa clsica que haya ledo mucho y haya visto poco, sujeto que por unas u otras causas abunda.

    Leticia Martn-Fuertes Universidad Autnoma de Madrid

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    Myrtia, n 26 (2011) Ana Vicente Snchez-Jos A. Beltrn Cebollada (directores), Grecia y Roma a escena. El Teatro grecolatino: actualizacin y perspectivas. Madrid, Liceus, 2010, 398 pp., ISBN 978-84-9822-866-3.

    Unas Jornadas sobre Teatro en Grecia y Roma antiguas celebradas en la Universidad de Zaragoza en la primavera de 2006 fueron el embrin del presente volumen, que, como tantos otros, constituye el fruto perdurable de la efervescencia intelectual que suele acompaar a eventos de esta ndole. El libro que reseamos aporta en primer lugar el buen criterio de unos directores que, conscientes de no estar inaugurando una nueva senda sino de estar incrementando un estado de la cuestin ya bien descrito en la bibliografa disponible (sirven de ejemplo, para la Comedia, y en el caso de Roma, los dos volmenes monogrficos sobre Plauto -Madrid, 1998- y Terencio -Granada, 2006- impulsados por Andrs Pocia, as como las dos visiones de conjunto publicadas por l junto con Aurora Lpez en Frncfort -2000- y Madrid -2007-), han conseguido dos cosas remarcables: ante todo, facilitar al lector -azar infrecuente en un solo volumen- el anlisis simultneo (o, si se prefiere, histricamente sucesivo) de los gneros dramticos que, surgidos en Grecia, son asimilados e incluso diversificados posteriormente por la cultura romana, y por aadidura prestar una justa atencin a aspectos generales de teatralidad (lo cual, de por s, es todo un desafo si se tiene en cuenta nuestra percepcin casi exclusivamente literaria de la escena grecolatina).

    El libro consta de diez captulos (cinco dedicados a Grecia y cinco a Roma) ms un apndice, y contiene -muy tiles- dos ndices (uno analtico, otro de obras y pasajes) y dos cuadros cronolgicos (uno referido a la poca antigua, otro a hitos en la transmisin y recepcin de este precioso legado).

    Proceder, pues, a comentar por su orden -resumindolas- las principales posiciones tericas defendidas en esta obra miscelnea y colectiva que nos brinda con impecable cuidado editorial y formal la coleccin de Cultura y Filologa Clsicas LICEUS, dirigida por Antonio Alvar. Es pertinente que as sea, pues no puede haber -y tampoco la hay aqu- divulgacin (o alta divulgacin) sin crtica o reevaluacin de la teora, esfuerzo que compete tanto a los autores de los estudios como, eventualmente, a quienes se aproximen al conjunto en calidad de notarios o reseantes. Comienzo por decir que, en trminos globales, la actualizacin bibliogrfica, la documentacin y conocimiento de las obras de referencia, es correcta: ello es una garanta para quien, no familiarizado con el Teatro Clsico, acuda a este libro con la pretensin de iniciarse en esta parcela o, incluso, con la de convertirlo en manual.

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    Tras una completsima introduccin centrada en las relaciones entre democracia y poltica en el Teatro ateniense (pp. 17-50), el dilema que sigue planteando Laura Sancho [meramente teatro o tambin poesa tico-poltica?] recibe, a mi entender, un tratamiento en especial acertado cuando la autora se hace eco de la presencia en la escena de elementos carnavalescos (pp. 39-40), cuestin trascendental a la que -para el caso de la Comedia plautina, por cierto- dedic su Tesis doctoral el Profesor Trajan Diaconescu; creo que la investigacin debe insistir an ms en este pormenor.

    El temor a un alicorto resumen para tan apasionante asunto posiblemente explique la ambicin temtica del captulo de Jos Vela dedicado a la Tragedia griega (pp. 51-96), que no ha querido renunciar a nada (Teatro musical europeo y Teatro espaol incluidos). Alabo la adhesin del autor a los postulados de Adrados sobre el agn como origen comn de la Tragedia y la Comedia, pero echo de menos un mayor aprovechamiento de ello para la explicacin del sentido dialctico (o de oposicin de contrarios) que es por igual inherente, en el plano estructural y en el argumental, a lo que Lesky denomina conflicto trgico y a lo que Leo o Frnkel razonan en trminos de farsa cmica (con enredo llevado a la anttesis y que precisa un desenlace); de hecho, la universalidad y el carcter imperecedero del mensaje de la Tragedia griega estn de forma ntima ligados a la equiparacin en ella -como acontece en los dramas wagnerianos- de las criaturas escnicas a grandes abstracciones o conceptos en pugna.

    Vicente Ramn firma un trabajo consagrado a la Comedia Antigua (pp. 97-129), con mencin obligada a Aristfanes. Se trata de un texto bien pensado y elegantemente escrito que, sin embargo, adolece de uno de los peligros ms corrientes en obras monogrficas a cargo de varios autores: la repeticin de generalidades, el solapamiento de consideraciones que se encuentran aqu y all retardando siempre el asalto al aspecto principal, que aqu -entiendo- es el gran Aristfanes. A mi juicio, la potica aristofnica, descrita sin duda con sutil exactitud, merecera un espacio algo ms generoso aun a riesgo de limitar la extensin de los pasajes aportados para el comentario. Personalmente, hubiera preferido la ejemplificacin con citas ms breves y hubiera apelado -como criterio prioritario- a un desmenuzamiento ms pedaggico de los procedimientos lingsticos y pardicos de Aristfanes; en esta ltima direccin y slo en sta, echo de menos siempre y en todo lugar (es un vaco clamoroso) la vinculacin con el cmico romano Plauto, mucho ms aristofnico de lo que a simple vista parece. Es muy de agradecer en la exposicin de Vicente Ramn, al mismo tiempo, todo lo relativo al contexto no aristofnico de la Comedia Antigua (otros autores, teora literaria y dramtica subyacente, etc.).

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    Mucho agradecer el lector el empaque terico de la seccin de Jordi Sanchis dedicada a la Comedia Media y a la Comedia Nueva griegas (pp. 131-162), sobre todo por lo necesarios que se hacen estos contenidos para entender la evolucin de los moldes cmicos postclsicos y helensticos hacia una Comedia romana -principalmente palliata- que, de manera conspicua en las peripecias argumentales, reproducir los esquemas propios del emergente drama aburguesado. Se observa la pericia del autor en el hecho de no haber descuidado referencias a la continuidad de los tipos dramticos, al uso de un lenguaje paratrgico en la Mse, al declive de la invectiva en la Na y, de un modo especial, a peculiaridades lingsticas y recursos pardicos (son preciosas y esclarecedoras las notas 21 sobre hetera, 36 sobre derivados cmicos y 37 sobre sustantivos en acumulacin). Retornando al particular de la continuidad en Roma de los precedentes helensticos (sobre todo menandreos), creo que hubiera valido la pena cotejar sumariamente -por su extraordinario valor para el asunto de las tcnicas de agrandamiento o reduccin de escenas de los originales- los hallazgos papirolgicos de 1968 relativos a ciento trece versos de la comedia El doble engao (egregiamente editados) con los vv. 494-562 de las Bacchides de Plauto. Resultan asimismo tiles los apuntes de Sanchis sobre el humorismo, moralismo y humanismo de Menandro, la caracterizacin psicolgica de sus personajes y las implicaciones filosficas de las piezas conservadas.

    Vuelve en parte al mismo peligro de repeticin y solapamiento de contenidos que sealbamos a propsito del captulo sobre la Comedia Antigua el trabajo de Ana Vicente sobre la puesta en escena en el Teatro griego (pp. 163-194), aunque es cierto que esta aportacin aade, a una serie de informaciones de obligada recurrencia, mritos como una loable claridad al tratar del coro o una oportuna crtica en torno al uso de las mscaras (se deja el campo abierto a la posibilidad de representaciones sin ellas y en pro de una expresin facial a la cual los textos parecen prestar una creciente atencin -como quiz fuera relativamente usual en poca romana, en la que las personae seran a veces simples recuerdos de una tradicin que ya no se consideraba de preceptivo cumplimiento-).

    Ya en el bloque dedicado al Teatro en Roma, Francisco Pina trata de sus relaciones con la poltica y la sociedad de cada momento (pp. 195-213). Este captulo describe con gran acierto cmo las representaciones teatrales constituyeron para los romanos un factor primordial de cohesin social y de autoafirmacin poltico-religiosa, todo ello dentro de un modelo de organizacin centrifugante y expansivo. De un alto valor didctico hubiera resultado, no obstante, al referirse Pina al origen y posicin social de los actores, la mencin del caso paradigmtico de Plauto (en la latinidad arcaica) para el desarrollo en la Historia del Teatro de la figura del cmico total que ana las facetas de actor, director y empresario -posiblemente desde una

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    posicin moral de marginalidad-, o del no menos paradigmtico de Terencio (en la latinidad preclsica), ya en el seno de un modelo ms literario y en cierto modo de mecenazgo, para entender la profesionalizacin de la figura del autor -separada de la de actor- y el paulatino deslizamiento del Teatro verdadero hacia una especie de letargo o sopor creativo en los siglos del Imperio.

    Un gran inters reviste la seccin consagrada por Ana Isabel Magalln al drama trgico en Roma (pp. 215-251), el cual, salvo la aportacin de Sneca en los tiempos imperiales, es para nosotros poco ms que un problemtico mosaico de fragmentos y de no menos penosas imprecisiones. No obstante, la Profesora Magalln ha conferido a su tema toda la alta dignidad que ste posee en trminos de teora e historia literarias, pues es cierto a la vez que acompaa a la literatura fragmentaria un irresistible encanto -todo ah acaba teniendo un carcter y un sentido casi milagrosamente orgnicos-, y resulta necesario que el fillogo -la buena filloga que es, en este caso, la Dra. Magalln- posea en trances de semejante tenor un acumen que le permita, aunque sea en un primer estrato divulgativo, recomponer con xito las piezas del mosaico disperso. As pues, recapitulacin y actualizacin alcanzan en este captulo un satisfactorio equilibrio: la influencia etrusca, los pioneros, la tragedia praetexta, la tradicin indirecta de los grandes (Enio, Pacuvio, Acio), la crisis del gnero en poca de Augusto; y asimismo la peliaguda cuestin de la Tragedia en Sneca (detrs de cada tragedia hay numerosos subtextos, como si se tratase de un palimpsesto -p. 236-; la representabilidad de estas tragedias -p. 238-; la impronta filosfica de estas tragedias, aunque en puridad no se trate de escritos filosficos -p. 241-). Se aprecia un vaco llamativo en la bibliografa para el tragedigrafo Pacuvio: el valioso estudio de Ester Artigas Marco Pacuvio en Cicern (Barcelona, 1990).

    No puedo mostrarme ms de acuerdo con Jos A. Beltrn en la conveniencia de repetir la perogrullada (p. 253) [en Filologa Clsica, las perogrulladas son perentoriedades] de que todo en el estudio de la literatura grecolatina es -o se establece-, y como a m me gusta decir tambin, segn el estado actual de nuestros conocimientos. Sirve tal obviedad de manera concreta, aqu, para tratar del desarrollo y auge de la palliata en Roma (pp. 253-280), un universo en el que un canon magnfico pero incompleto -el representado por Plauto y Terencio- ha conducido a saber muy poco de otras grandes figuras del gnero (como el con toda justicia destacado Cecilio Estacio o el omitido Turpilio -citado ms adelante por Gonzalo Fontana en su captulo sobre Terencio-). Jos A. Beltrn no olvida, por supuesto, otras modalidades escnicas en el recuento de la Comedia (togata [Titinio, Afranio], atellana [Pomponio, Novio] y mimo [Dcimo Laberio, Publilio Siro]), expone con tino los problemas y lmites conceptuales de la contaminatio (es todo un acierto la nota 14), refiere con precisin cmo la palliata supone la continuidad de la Comedia

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    Nueva en trminos de argumentos y tipologa dramtica, y elabora una correctsima sntesis de cuanto sabemos acerca de Plauto (comenzando por su obligada consideracin, ya en poca romana, como el primer gran problema filolgico y de crtica textual de la literatura latina). Ha visto bien Beltrn cmo Plauto significa el triunfo del enredo sobre la sutileza psicolgica -no por ello inexistente-, y no ha pasado por alto la exuberancia de la mayor de las genialidades del de Srsina: la lingstica, ello sin demrito de esa otra singularidad de su tcnica que es la denominada ruptura de la ilusin escnica (el actor hablando -e interpelando- en lugar del personaje estereotipado). Es muy sugestivo, en fin, el subapartado 3.8 sobre ecos plautinos en el Teatro, la filosofa y el espectculo de masas moderno y contemporneo.

    Nadie negar a Terencio, a pesar de la odiosa comparacin a que suele sometrsele cuando se intenta parangonar su genio con el de Plauto, la indudable aportacin de su talento a un refinamiento -o helenizacin- de la palliata, su firme preferencia por una Comedia no tan histrinica y su valiente regreso -tutelado por un grupo de aristcratas- a la Comedia Nueva en lo que sta tena de construccin literaria y psicolgica. A todo ello se aplica Gonzalo Fontana en su trabajo sobre la evolucin del gnero cmico (pp. 281-311), cuyos dos mritos principales son haber puesto de relieve el valor de Terencio como modelo de latinidad y haber explicado con claridad meridiana el carcter experimental de su Teatro (el cual, efectivamente, se tornaba difcil para un pblico acostumbrado a la aparatosidad de las farsas plautinas: Terencio tiene como objetivo concentrar toda la atencin en la intriga y en el carcter de los personajes con el fin de provocar en el pblico el efecto de lo vivido -p. 287-) [a este propsito, se antoja brillante la explicacin de Fontana acerca de cmo el parsito, figura anodina en las tramas de Plauto que era asimismo -aado- el reflejo de un desarraigo absoluto en el plano social, asume en Terencio un protagonismo dramtico anlogo al del esclavo facttum]. Se destaca igualmente la voluntad pedaggica del Teatro de Terencio, no en vano jalonado de sentencias morales, aunque hay que precisar que en ello las comedias de Plauto no le van precisamente a la zaga. Prosigue y concluye Gonzalo Fontana su estudio con una pertinente visin panormica de la togata, la atellana y el mimo.

    El ltimo captulo propiamente dicho del libro que nos ocupa, firmado por Jos A. Beltrn, versa sobre la puesta en escena en el Teatro romano (pp. 313-338). Es ste ante todo un trabajo desmitificador, pues solemos -a pesar de que los datos histricos contradicen nuestras fantasas- imaginar para la dramaturgia de altos vuelos que supo legarnos Roma ya en poca republicana un conjunto de instalaciones y de medios que slo pudieron adquirir verdadero relieve en la transicin del viejo rgimen al Imperio y en los siglos sucesivos (curiosamente, cuando quiz el Teatro ya no era lo

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    que fue). Retorna el Profesor Beltrn al controvertido asunto del uso o no de mscaras en las representaciones (pp. 326-328), brindndonos una completa sntesis de las distintas teoras puestas en juego; en efecto, al lado de constataciones a favor del uso progresivo y generalizado de las mscaras, subsisten incgnitas que abonan -si no lo contrario- dudas fundadas incluso para las pocas de Plauto y Terencio. Jos A. Beltrn aporta asimismo noticias relativas al estatuto de actores y pblico en el Teatro romano; sobre la preparacin cultural del pblico, y una vez hecha la consabida distincin entre una minora ilustrada y la masa bulliciosa y acrtica, agradecer el lector las observaciones efectuadas acerca de aspectos de los textos dramticos que posiblemente estn indicando que el gran pblico no estaba tan hurfano de cultura como en general se postula (entre los cuales me atrevo yo a aadir el buen conocimiento de la lengua griega que exigen los juegos de palabras motivados por las polisemias inherentes a los nombres parlantes de los personajes).

    El libro se cierra, temticamente, con un apndice firmado por Manuel Martn (pp. 339-345) sobre el Teatro romano y el prestigio del monumento pblico provincial, til para comprender la trascendencia de los edificios de espectculos en la conformacin de una conciencia ciudadana en los territorios imperiales; es un broche de oro perfecto para un volumen que ha vuelto a demostrar que el Teatro fue uno de los signos de civilizacin seeros del mundo grecorromano, pensado ste tanto en s como en lo tocante a la pervivencia de que ha gozado entre nosotros.

    Matas Lpez Lpez Universidad de Lleida

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    Myrtia, n 26 (2011)

    Marcos Martnez Hernndez, SFOCLES. Erotismo, Soledad, Tradicin. Ediciones clsicas. Madrid, 2011. 240 pginas. Pocos aos despus de la celebracin del XXV centenario del nacimiento de Sfocles, se publica este libro en el que Marcos Martnez, continuando una de sus lneas de estudio, que inici en su tesis doctoral La esfera semntico-conceptual del dolor en Sfocles (Madrid, 1981. 2 volmenes), rene una serie de trabajos sobre el dramaturgo griego, tanto propios como ajenos, publicados entre 2000 y 2010, adems de varias pginas inditas. La obra se centra en tres cuestiones poco tratadas por la filologa ms actual: erotismo, soledad y tradicin. Su contenido se divide en seis apartados, precedidos de un prlogo (9-13) en el que Marcos Martnez hace una presentacin de toda la obra, tanto de temas como de organizacin, permitiendo al lector tener una idea de lo que se tratar en las pginas siguientes. El primer apartado, A modo de introduccin (15-32), recoge un trabajo del propio autor, publicado en las Actas del XI Congreso Espaol de Estudios Clsicos (vol. I, Madrid, 2005, pgs. 141-151); el segundo captulo, Erotismo (33-116), se divide, a su vez, en tres secciones: I. Aspectos erticos en la vida de Sfocles (35-46), II. Fragmentos (47-70) y III. Obras (71-116). Este segundo apartado es el de ms extensin de toda la obra. Despus encontramos el captulo Soledad (117-160), formado por un epgrafe dedicado al mito de Filoctetes (119-142) y otro al motivo de la isla desierta en Sfocles y al gnero de la robinsonada (143-160); el cuarto captulo, Tradicin (161-202), lo constituye un artculo dedicado al estudio de la figura de Sfocles en Plutarco; el apartado Varia (203-224) est formado por 4 epgrafes diferentes: 2500 aos de Sfocles (205-207), Sfocles en La Laguna (208-209), Un libro esencial sobre Sfocles (210-220) y una resea de Electra, de Luis Gil (221-224); un completo compendio de referencias bibliogrficas (225-239) constituye el ltimo apartado, que da cierre a la obra. Como afirma el autor, el libro pretende (y logra) tocar tres aspectos fundamentales de la obra de Sfocles, el poeta de la condicin humana universal, alguno de ellos poco conocido.

    El primer apartado, A modo de introduccin, comienza con la enumeracin de los eventos realizados para conmemorar los 2500 aos transcurridos desde el nacimiento del dramaturgo ateniense (que para algunos, sin embargo, se situara en el 496 a.C. en lugar de en el 495 a.C.). Tras algunos prrafos sobre su vida y sus obras encontramos varios puntos interesantes dedicados al tratamiento de Sfocles en la Antigedad, en Espaa en general y por parte de Lasso de la Vega en particular, en su obra Sfocles (Elsa Garca Novo, Fernando Garca Romero, Felipe Hernndez

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    Muoz y Marcos Martnez Hernndez (eds.). Ediciones Clsicas. Madrid, 2003), que recoge los estudios de tema sofocleo del profesor publicados entre 1971 y 1992.

    El segundo captulo, Erotismo, se divide en tres subapartados titulados Sofokles erotiks I, II y III. El primero de ellos se centra en la vida del autor griego y presenta una enumeracin de varios estudios sobre este tema, siguiendo con un pequeo resumen de Historia de la literatura ertica griega, obra en la que Marcos Martnez trabaja actualmente. Despus se aborda el tema del erotismo en el teatro griego, punto en el que encontramos algunas afirmaciones un tanto llamativas (y, en mi opinin, muy cuestionables) y trminos que no quedan bien definidos. En concreto me refiero al comentario de la pgina 40, con motivo de la cita de Ateneo. Tan vehemente era la dedicacin a los asuntos amorosos y de tal manera nadie consideraba vulgares a las personas erticas que incluso Esquilo, que era gran poeta, y Sfocles llevaron a los teatros por medio de sus tragedias temas amorosos, el primero el de Aquiles hacia Patroclo, el segundo el de los muchachos de Nobe; por ello tambin algunos llaman a la tragedia Pederastia. Y los espectadores aceptaban de buen grado tales argumentos, a lo que Marcos Martnez aade: Esta ltima frase es muy ilustrativa para confirmar la tesis de P. Brandt, segn la cual una de las caractersticas ms llamativas del erotismo griego es la naturalidad con la que la gente aceptaba la audicin o contemplacin de los temas sexuales ms escabrosos, entre ellos los homoerticos, al considerar la pederastia no como un vicio, sino como otra forma de amor []. Las perversiones sexuales, desgraciadamente tan de moda en nuestra sociedad actual, eran muy raras en la Grecia antigua. Estoy de acuerdo en definir la pederastia (en el sentido actual de la palabra) como una perversin sexual, pero en este contexto, donde se est utilizando el trmino para definir relaciones tales como la de Aquiles y Patroclo, no queda bien claro. Adems se puede apreciar un juicio bastante negativo de las relaciones homosexuales, pues se refiere a los temas homoerticos con el adjetivo escabrosos, que puede ser la opinin defendida por P. Brandt, pero que el autor demuestra apoyar con su explicacin. Por otro lado, el anlisis del erotismo en la vida de Sfocles se basa en el estudio de fuentes como Cicern y, sobre todo, Ateneo. El subapartado II estudia el erotismo en los fragmentos atribuidos al autor ateniense, siguiendo las 14 categoras establecidas por Cassanello (Lessico Erotico della Tragedia Greca, Mara Teresa Cassanello y Giulio Guidorizzi, Universidad de Urbino, Roma. 1996, 6-7) segn 4 puntos fundamentales: 1) los dioses y el amor, 2) motivos erticos, 3) la mujer y 4) el vocabulario ertico. En este epgrafe encontramos numerosos puntos, ejemplificados todos ellos con citas de autores antiguos (Ateneo, Plutarco, Estobeo, etc.) y acompaados de bibliografa publicada en las ltimas dcadas, lo que permite ampliar la informacin proporcionada por el autor. El ltimo epgrafe se centra en el estudio del erotismo en

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    las obras de Sfocles segn algunos ejes fundamentales: adulterio, concubinas, incesto, tringulo amoroso, bodas trgicas, esposas (su muerte, la buena esposa y su papel en la obra sofoclea), los distintos tipos de amor, la homosexualidad y la androginia (categora mal denominada, a mi entender, puesto que se trata en ella el caso de Tiresias, que experiment un cambio de sexo, por lo que debera denominarse transexualidad). Bajo mi punto de vista, la idea de la relacin hombre-mujer en el anlisis del erotismo que se lleva a cabo est excesivamente presente a lo largo de todo el apartado del erotismo, lo cual sorprende, debido a la conocida relacin del mundo griego con la homosexualidad (este tema slo aparece tratado en Filoctetes, pues ninguno de sus personajes es una mujer).

    El captulo Soledad se divide en dos secciones. La primera de ellas estudia el mito de Filoctetes y su tratamiento en el teatro griego clsico (el captulo forma parte del libro Sfocles hoy. Veinticinco siglos de tragedia, de J. Pelez y L. Roig (eds.). Crdoba, 2006, pg. 63-85) y la segunda, la relacin de esta obra con el gnero de la robinsonada, del que esta tragedia sofoclea se considera precursora (siendo sus caractersticas principales el desarrollo de la historia en una isla desierta, el motivo de la cueva, la cualidad de salvaje del protagonista, el contacto con la naturaleza, la soledad, etc., caractersticas que aparecen en la tragedia de Sfocles). Este ltimo estudio pertenece a la obra de J. Garca-Santiago Talavera (ed.), Charisterion Francisco Martn Garca oblatum (Cuenca, 2004, pgs. 289-307). Al centrarse este segundo captulo exclusivamente en esta tragedia, echamos en falta un estudio ms profundo de la soledad en las dems obras de Sfocles (y quiz, aunque no tan importante, en los fragmentos) ya que muchos otros personajes sofocleos (Antgona es un claro ejemplo de ello) se encuentran solos, fsica o emocionalmente, en numerosas ocasiones, como bien afirma el autor en el prlogo (pgina 11), donde dice que en cada tragedia sofoclea siempre encontramos la soledad del hroe o herona que tiene que tomar sus decisiones aislado de todos los que le rodean.

    El cuarto captulo, Tradicin, es un estudio de las citas de Plutarco sobre el tragedigrafo griego. Este anlisis pertenece a la obra de M. Jufresa y otros (eds.), Plutarc a la seva poca: paideia i societat (Barcelona, 2005, pgs. 85-100) y a Phlouski. Studia philologia in honorem Rosae Aguilar ab amicis et sodalibus dicata, de A. Bernab e I. R. Alfageme (eds., Madrid, 2007, pgs. 165-173), aunque el autor no deja claro qu pginas del artculo corresponden a cada una de las obras mencionadas. Muchas de las citas usadas en el anlisis contienen tan slo el nombre del autor ateniense, por lo que no aportan muchos datos de inters, como s lo hacen, en cambio, las clasificaciones que aparecen a lo largo de todo el epgrafe, as como las concretas alusiones a los pasajes de Plutarco de los que se extraen las notas. Tanto ste

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    como el captulo anterior, me parece, destacan por su brevedad en comparacin con la profundidad y el detalle del estudio del apartado primero.

    El quinto captulo, Varia, contiene 2 artculos sobre congresos dedicados a la figura de Sfocles, 2500 aos de Sfocles y Sfocles en La Laguna (que, a mi entender, no aportan informacin de relevancia). El primero fue publicado en el diario tinerfeo La Opinin (3 de enero de 2004) y el segundo en el diario, tambin de Tenerife, El Da (el 18 de diciembre de 2003). A continuacin encontramos 2 interesantes reseas, la primera de Sophocle, de Jacques Jouanna (Pars, Fayard, 2007), publicada en los Cuadernos de Filologa Clsica, Estudios griegos e indoeuropeos, 20 (2010), pgs. 295-301, y la segunda de Electra, edicin bilinge de Luis Gil (Dykinson, Madrid, 2010), redactada por el autor del libro que nos ocupa; si bien lo dice as en el prlogo, no aparece su nombre de nuevo especificado en la resea, un despiste que, a mi juicio, puede hacer que el lector olvide de quin es su autora, ya que sta se sita en la parte final del libro.

    En resumen, nos encontramos ante una obra que constituye una herramienta de trabajo muy til pero que adolece, a mi juicio, de cierta falta de unidad a causa de la reunin de diferentes trabajos que quiz no tienen tanto en comn como puede parecer y en los que se echa en falta algn tipo de conexin interna entre ellos. Destacan adems las diversas formas de anlisis de cada uno de los apartados, debido, sin duda, a su diferente autora. Este pequeo defecto, sin embargo, suele estar presente en la mayora de los trabajos de este tipo, que se ven compensados por la gran variedad de temas que se tratan y los diferentes puntos de vista que se aportan, sin restar utilidad ni importancia a la obra (como tampoco lo hacen varios fallos tipogrficos que encontramos en la redaccin: MARC0S, Sfocles, etc.), sobre todo para los amantes de la tragedia griega (que no deben estar necesariamente instruidos en el estudio del griego clsico, pues todas las citas aparecen en castellano), a los que puede aportar valiosa informacin y una extensa bibliografa con la que ampliar sus conocimientos que, junto con el numeroso conjunto de obras citadas a lo largo del libro, suponen uno de los principales puntos fuertes de la obra.

    Cristina Novillo Galn Universidad Autnoma de Madrid

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    Myrtia, n 26 (2011) Demstenes: discursos ante la asamblea. Edicin de Felipe G. Hernndez Muoz, Editorial Akal/Clsica, Madrid, 2008, 317 pp. ISBN 978-84-460-1807-0

    A menudo tendemos a considerar a Cicern como el mximo representante del gnero oratorio, llegando incluso a insertar citas de este autor para dar un mayor prestigio a nuestros escritos, pero leyendo sus manuales de oratoria o, simplemente, el ttulo de algunos de sus discursos, comprobamos su admiracin y predileccin por el gran representante de este gnero en Grecia: Demstenes. A lo largo de los siglos no encontramos una opinin nica con respecto a nuestro orador , cuya figura aparece incluso en la oscarizada El discurso del rey: en vez de ello ha seguido patente la batalla de la palabra que libraron Demstenes y Esquines, de tal manera que segn la poca se sentir predileccin por uno o por el otro, librando, como ya he dicho, una batalla sin cuartel en la que a da de hoy (y como ya hiciera el Cid Campeador segn cuenta la leyenda) parece haber ganado Demstenes pese a haber muerto tiempo ha, pero cuyas secuelas quedan muy patentes en la historia moderna como la lucha de la palabra contra el poder del tirano.

    La traduccin de este libro nos presenta los llamados Discursos ante la Asamblea; concretamente incluye los discursos Sobre las agrupaciones, En defensa de los magalopolitas, Sobre la libertad de los rodios, tres Olintacas, tres Filpicas y Sobre la paz, encuadrados en el grupo de Discursos autnticos cuya autora demostnica es casi indiscutible; y otros como Sobre la organizacin de las finanzas y una Cuarta Filpica, encuadrados entre los Discursos dudosos debido a que no hay consenso sobre su originalidad. Felipe G. Hernndez Muoz, catedrtico de filologa griega en la Universidad Complutense de Madrid y miembro honorfico de la Sociedad demostnica de Peania (Grecia) ha dedicado gran parte de su produccin al estudio de la oratoria, la retrica y la crtica textual. Este volumen forma parte de la coleccin Akal/Clsica y dirigido en un primer lugar al estudiante de las lenguas clsicas, pero debido a su contenido podramos abarcar perfectamente a un pblico interesado por la historia y las humanidades en general.

    El objetivo del traductor, como el mismo afirma, ha sido el de ofrecer una traduccin tan literal como sea posible y tan literaria como sea necesaria (p. 55), pero sobre todo siempre teniendo en cuenta que es una obra retrica, por lo que la oralidad es una base muy importante para la puesta por escrito de esta traduccin a una lengua que no es la original. Con ese detalle de fondo, podemos perder la sonoridad que una lengua como el griego nos podra ofrecer en boca de Demstenes, sin perder de vista los juegos de palabras y las aliteraciones que se pierden en su mayor

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    parte con el trasvase de una lengua a otra, hecho por otro lado inevitable. Pero esto queda en un segundo plano al leer una traduccin como esta, minuciosamente planificada e incluso ensayada para que su fluidez represente la vivacidad que el propio Demstenes nos ofrece. Esto lo consigue no solo calcando las estructuras sintcticas (como los quiasmos), sino sobre todo gracias a los signos de puntuacin, planificado incluso para presentar un estilo ms pausado en los primeros discursos hasta alcanzar uno ms fluido en los de madurez. Otro punto destacable de esta traduccin es el orden que el traductor decide seguir en estos discursos, lejos del de las traducciones habituales y ms cercano a la cronologa original. De esta forma no solo vemos la evolucin progresiva de su estilo, sino sobre todo la angustia cada vez mayor de un orador que ve cmo el poder de Filipo va creciendo cada vez ms y Atenas no hace nada para evitarlo, de tal manera que poco a poco se va dando cuenta de la imposibilidad de hacer frente al poder macedonio de la manera convencional, persuadiendo por ejemplo a la Asamblea al principio de las Olintacas de mandar un contingente armado para defender la ciudad de Olinto, y acabando por intentar convencer a ese mismo auditorio de contratar los servicios de piratas ms que para impedir el avance de Filipo sobre Grecia para al menos retrasarlo hasta que renan los recursos suficientes y conseguir un mayor apoyo de aliados. De esta manera, con un Demstenes transformando continuamente sus propuestas militares, somos testigos del continuo desasosiego que este hecho le causa al orador, que es testigo de cmo la Asamblea ateniense carece de la iniciativa necesaria para adelantarse a los planes de Filipo (lo cual ser continuamente aprovechado por el macedonio para ir poco a poco aumentando su zona de influencia); una Asamblea a la que apela el orador para que emule los virtudes pasadas en su lucha contra el persa, y as todos sus discursos, detrs de la capa superficial de patriotismo antimacednico, esconden una reivindicacin de la libertad frente a la tirana, una reivindicacin de los valores democrticos de los que todo ateniense se senta orgulloso y que Demstenes crea en peligro en esos tiempos.

    Esta traduccin, por tanto, es una gran adaptacin al castellano de uno de los autores que llev a la oratoria a su cnit, pues el traductor ha aprovechado al mximo los recursos que la propia lengua castellana le proporciona, como es su fluidez y rapidez (rapidez de la que se seguirn quejando la mayora de los estudiosos de nuestra lengua en el mundo anglo-germnico), sin perder de vista la lengua griega en ningn momento; una traduccin de la que disfrutar tanto el estudiante de lenguas clsicas por su forma (gracias a un numerossimo apartado de notas de estilo del orador) como el estudiante de historia o el aficionado al mundo clsico en general, y todo ello con un amplsimo aparato bibliogrfico bastante actual. Se aade, adems, la novedad de que

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    se han seguido nuevas ediciones del texto griego1 y la aportacin de nuevas lecturas de manuscritos, lo que convierte esta traduccin en un texto imprescindible para el estudio y disfrute de la obra de Demstenes.

    Jaime Gutirrez Moreno Universidad Autnoma de Madrid

    1 DILTS, M. R. (2002 y 2006) Demosthenis orationes (vols I-II), Oxford.

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    Myrtia, n 26 (2011) Antonio Moreno Hernndez, (Coord.), Julio Csar: textos, contextos y recepcin. De la Roma Clsica al mundo actual, Universidad Nacional de Educacin a Distancia, Madrid, 2010, 558 pp., ISBN: 978-84-362-6043-4.

    Resear una obra colectiva es una tarea ardua y ms an si tenemos en cuenta el nutrido grupo de investigadores de primera lnea que ha contribuido en la misma.

    El profesor Antonio Moreno Hernndez ha coordinado esta magnfica obra que supone una visin multifocal de la obra y vida de Julio Csar, desde el siglo I a.C. hasta nuestros das y desde varios mbitos.

    El conjunto de artculos que integran este volumen, tiene su origen en el Coloquio Internacional celebrado en Madrid entre los das 19 y 21 de noviembre de 2008, organizado por la Universidad Nacional de Educacin a Distancia, para presentar y debatir sobre las contribuciones actuales sobre la figura de Julio Csar en diversos campos, tales como la Filologa, la Historia Antigua, el Derecho Romano o la Historia del pensamiento poltico, y su recepcin en la tradicin cultural occidental desde perspectivas diversas. Esta propuesta se incardina en las actividades de un equipo de investigacin del Departamento de Filologa Clsica de la UNED, que se est encargando, desde 2001, del estudio de la recepcin textual y literaria de la obra de Julio Csar en Espaa. De esta manera se foment el contacto con otros grupos de investigacin y el dilogo con otras disciplinas que se vienen ocupando de la figura de Csar, cristalizando en el volumen que presentamos, en el que se agrupan las contribuciones en seis grandes captulos, ms un cuidado y exhaustivo apndice sobre las bases bibliogrficas para el estudio de la recepcin textual y literaria de Csar en Espaa, a cargo del coordinador de la obra.

    Partiendo de una breve pero enjundiosa Introduccin elaborada por el profesor Moreno Hernndez, en la que resalta la plena actualidad de la figura de Julio Csar y hace un recorrido por las distintas aproximaciones al personaje, adems de expresar su agradecimiento a todos aquellos relacionados con la gnesis de esta obra y exponer sumariamente la estructura de la misma, llegamos a los seis captulos que la integran: 1. LA OBRA DE CSAR Y SU INTERPRETACIN.

    Eustaquio Snchez Salor: El gnero historiogrfico de los Commentarii. Los Commentarii de Csar.

    Adrian Goldsworthy: Nostri-Caesar, the Commentaries, and understanding the Roman Army.

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    Csar Chaparro Gmez: Las arengas militares en la obra de Julio Csar. Yann Le Bohec: Le sige de Munda en 45 avant J.C. (Bell. Hisp. 32, 1-3;

    33, 1; 36, 4-5; 41, 1-2). Pere Quetglas: El camino que lleva a Otogesa. Jess Luque Moreno: Gallias Caesar subegit o Caesar Gallias subegit?

    2. LA TRADICIN TEXTUAL DE LOS COMMENTARII.

    Antonio Moreno Hernndez: En los albores de la crtica del texto de Csar: El prefacio de Giovanni Giocondo a la edicin aldina de los Commentarii (Venecia 1513).

    Ana Jos Garca Villena: El manuscrito Leidensis Voss. Lat. F 90 en la tradicin textual del Bellum Gallicum de Csar.

    Manuel Isidro Guijosa: igo de valos y el texto del Bellum Gallicum de Csar en un escriptorio milans.

    3. HISTORIA, POLTICA, DERECHO. Gregorio Hinojo Andrs: Visin e intuicin polticas de Csar. Su

    proyeccin posterior. Manuel Jess Garca Garrido: Iulius Caesar, legislator et orator. Javier Cabrero-Pilar Fernndez Uriel: Poltica belicista de Csar en

    Hispania.

    4. EN TORNO A CSAR EN LA LITERATURA LATINA. Jos Carlos Fernndez Corte: Csar en los lricos latinos: Catulo y

    Horacio. Dulce Estefana: Presencia o ausencia de Csar en la Eneida. En torno a

    Eneida I 286-296. Juan Lorenzo Lorenzo: Una imagen de Csar deformada por Lucano en los

    talleres de retrica.

    5. MODALIDADES DE RECEPCIN DEL RENACIMIENTO. Virginia Brown: Julius Caesar in Renaissance Literary Biography. Jos Ignacio Velzquez Ezquerra: Julio Csar a travs de la literatura

    francesa: entre el Csar de Grvin y La mort de Csar de Voltaire. Antonio Ballesteros Gonzlez: Las obras romanas de Shakespeare como

    paradigma de subversin poltica en la Inglaterra isabelina: el ejemplo de Julius Caesar.

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    Javier Moraleda Daz: Las notas crticas de Pedro Chacn al Bellum Gallicum de Julio Csar.

    M Victoria Fernndez-Savater Martn y Matilde Conde Salazar: El retrato de la puente (de Csar) y el modo de edificarla en la interpretacin de los comentarios Humanistas.

    Genoveva Garca-Alegre Snchez: Unas anotaciones escolares a los Commentarii de Csar (1574): la enseanza del latn del prncipe Felipe, futuro Felipe III.

    Ana Martnez Arancn: Csar, ejemplo y aviso para prncipes. En torno a su recepcin en el pensamiento poltico del Barroco espaol.

    6. APUNTES SOBRE CSAR EN EL MUNDO CONTEMPORNEO.

    Antonio Cascn Dorado: Tres autores en busca del personaje Julio Csar: Wilder, Brecht, Warner.

    Clara Calvo: Commemorating Shakespeare and Wartime Europe: Julius Caesar in 1916.

    Maria Wyke: How to Like the Gallic War: Julius Caesar and an American Education.

    APNDICE. Antonio Moreno Hernndez: Recepcin textual y literaria de la obra de

    Julio Csar: bases bibliogrficas para el estudio de su pervivencia en Espaa: 1. Obras y repertorios generales. 2. Estudios monogrficos sobre la recepcin de Csar en la cultura

    occidental. 3. Los textos latinos: tradicin textual y estudios crticos.

    3.1. Estudios generales. 3.2. Estudios sobre tradicin manuscrita e impresa antigua en

    Espaa. 4. Traducciones en Espaa. 5. Estudios sobre traducciones y comentarios en Espaa (ss. XV y XVI). 6. Aproximacin a la recepcin en la literatura espaola.

    6.1. Estudios generales y repertorios bibliogrficos. 6.2. Estudios monogrficos.

    Los trabajos reseados, que analizan la obra y la figura de Julio Csar, desde

    varios puntos de vista y con gran originalidad, aportando unas sugerentes conclusiones y estados de la cuestin, plasman con rigor, abandonando los tpicos, la

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    actuacin y vida del personaje en su contexto, el de la Roma antigua, cuya trayectoria queda marcada decisivamente por su intervencin. Pero las contribuciones de los investigadores, como se habr podido observar, tambin estudian la repercusin y trascendencia que su presencia recurrente ha representado en la historia de la cultura occidental hasta la actualidad, como una fuente inagotable de proyecciones en terrenos tan variados como el arte, la literatura, la poltica o el derecho. Tal ha sido esta omnipresencia, que el profesor Moreno Hernndez trae a colacin una afirmacin de Mommsem en la que sostena la imposibilidad de hacer una exacta descripcin de Csar, habida cuenta de la dificultad de rastrear al personaje histrico bajo el cmulo de proyecciones que desde la Antigedad acompaan a su figura. A esto podemos aadirle el que, incluso, cada poca ha generado su propio Julio Csar.

    As pues, esta doble perspectiva entre el significado de Csar en su propio tiempo, objeto todava de visiones enfrentadas, y su trascendencia y utilizacin posterior, ha conformado una suerte de controvertido referente poltico y cultural sujeto a apreciaciones en muchos casos opuestas, pero que muestran su fabulosa capacidad para suministrar claves de interpretacin aplicables en momentos diversos de la historia y en contextos muy diferentes, con un efecto multiplicado de sentido que arranca desde la Roma antigua. Ello nos lleva a hacer nuestro, en este caso, aquello que afirmaba Umberto Eco, al hablar del bosque de inextricables senderos que constituye todo texto de la Antigedad, que se hallaba formalmente cerrado pero semnticamente abierto, es decir, sujeto a complejas, diversas y variadas interpretaciones.

    Y es en esta multiplicidad de perspectivas en la que se desarrollan los artculos que integran la obra que presentamos. As, algunos de los trabajos analizan la figura del dictador, odiado y amado a la vez, pero que a partir de su vida y de su asesinato ha personificado, sin parangn con otra figura en la historia, los problemas de la libertad, del poder y de los lmites de ambos, y esta cuestin concreta ha derivado tambin en una atraccin y una propensin a la autoidentificacin con la figura de Csar por parte de Carlos V o Napolen. Por su parte, otro grupo de las contribuciones se centran en una de las versiones del personaje, en ese Julio Csar idealizado desde las postrimeras del Medioevo hasta el Renacimiento, en ese hombre de accin sensible al poder de la palabra, el prototipo del caballero de armas y letras. Y, en relacin con lo que acabamos de exponer, no debemos soslayar que Csar fue un escritor que dio carta de naturaleza a un estilo que, bajo un barniz de sencillez, elegancia y concisin, fue capaz de ser complejo y rico en matices, mostrando una verosmil, que no autntica, visin de la realidad, as como una seleccin y modo de narrar los acontecimientos que sirvieran a sus intenciones. Sin embargo, la importancia de su obra ha tenido un mayor recorrido an, ya que, desde el Renacimiento, se convirti en uno de los principales modelos de la enseanza del latn, con lo que pas a desempear tambin

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    un papel en la educacin, aunque no han sido pocas las crticas a la adecuacin, para el aprendizaje elemental del latn, de sus textos, y ser a estos aspectos a los que se dediquen otros de los trabajos reseados.

    La presente obra aparece en un momento muy oportuno, habida cuenta de que el inters que en estos ltimos aos ha despertado la figura de Csar se ha visto corroborado por otros dos acontecimientos de gran magnitud: la exposicin desarrollada en Roma, entre octubre de 2008 y mayo de 2009, centrada en sus proyecciones en todos los mbitos de la cultura, con un excelente catlogo editado por G. Gentili y que ha podido contar con la colaboracin de destacados especialistas, y, por otra parte, la preparacin, a cargo de Miriam Griffin, de una actualizacin cientfica integral de Julio Csar, que se materializ en un A Companion to Iulius Caesar, publicado en Oxford en 2009, con treinta aportaciones sobre aspectos diversos de los estudios cesarianos.

    Estamos, pues, ante una excelente aproximacin a la figura de Julio Csar, un libro de conjunto basado en aportaciones de varios autores, que expone una gran serie de elementos relativos al personaje de una forma coherente, abarcando muchos de sus aspectos y gran parte de su dimensin, publicacin que debera emplearse como estmulo y acicate para continuar investigando sobre su obra y su figura en muchos otros campos, habida cuenta de las mltiples formas de pervivencia que adopta en la tradicin literaria y en mbitos tan diversos como la educacin, el arte, el pensamiento poltico o la msica.

    Por ltimo, debemos resaltar un aspecto que consideramos muy importante y es que la presente obra no slo interesar al erudito o al especialista, sino tambin al lector que quiera indagar en la vida y obra de Csar, puesto que los temas reunidos ponen a disposicin del estudioso y del pblico en general un amplio abanico de interesantes estudios, que permiten acceder a investigaciones que, por lo general y si no fuera por magnficas iniciativas como sta, se van dispersando en publicaciones nacionales o internacionales de difcil acceso, a lo que habra que aadir lo de agradecer que consideramos que es la lucidez y precisin de las aproximaciones a la figura y los textos de Julio Csar, conjugando el rigor cientfico con la claridad en las exposiciones, que facilitan al lector la comprensin de la obra.

    Alfonso Lpez Pulido

    IES-SIES Carpe diem (Chinchn-Colmenar de Oreja), Madrid

  • Reseas 363

    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Myrtia, n 26 (2011)

    Lee Fratantuono, A Commentary on Virgil, Aeneid XI, Collection Latomus, Bruxelles 2009, 340 pages.

    Lee Fratantuono explains in the preface that this book began life as a doctoral thesis at Fordham University in New York City in the spring of 2001. He dedicates his work to Professor Blaise Nagy of the College of Holy Cross, to whom he offers his sincere expressions of respect and filial affection. The author has written a very learned and interesting commentary, from which we can all learn much about Virgils literary style. There is also useful information concerning contemporary and later poets, and ancient Realien. The discussions of various debated textual problems are very well balanced. I would now like to make the following observations on the text of the poem.

    On page 37 (note 44) F. quotes Propertius I,20,39, where Hylas is mentioned. For Hylas cf. my Studies in the Text of Propertius (Athens 2002), page 29.

    On page 92 F. discusses sidus. Virgil describes the shipwreck of the Greeks, which was caused by Minerva. Translate as follows: the stars (sidus) and the Euboic cliffs, and avenging Caphereus know the bane (triste) of Minerva (Minervae). Cf. Lewis-Short, s.v. triste: a sad thing, a pest, bane. F. notes that Minerva lurks behind much of Book XI, in however subtle and quiet a fashion. Note that sidus is a collective singular: cf. Lewis-Short, s.v. sidus I: Poet., collect.: nec sidus fefellit (Aen. 7,215).

    On page 94 F. mentions Proteus. Virgil states that Menelaus wandered to the remote shore of Proteus: diversum ad litus ... Protei. For diversus = remote cf. my Studies, page 13.

    On page 116 F. discusses in medium. I would like to suggest that consulite in medium means take counsel as regards a mediator: cf. Lewis-Short, s.v. medius: one who stands or comes between, a mediator.

    On page 117 F. discusses the meaning of largus. Drances is said to be lavish of aid for bitter men (amaris / largus opum). Cf. Aen. 10,900: hostis amare.

    On page 119 F. suggests that Drances was illegitimate: cf. line 341 incertum de patre ferebat (he said that he was uncertain about his father): cf. Lewis-Short, s.v. incertus II,B: With de and abl.

    On page 120 F. discusses mussant. Translate as follows: All confess they know what course fortune brings, but the people are afraid to speak.: cuncti se scire fatentur / quid fortuna ferat populi sed dicere mussant. For the position of sed cf. Aen. 6,19: progeniem sed etc.

  • 364 Reseas

    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    On page 124 F. discusses line 259. Translate as follows: Let him give up the rights which are peculiar to a king, and grant them to his native land: cedat ius proprium regi patriaeque remittat. Cf. Lewis- Short, s.v. proprius I, B: Opp. alienus, etc., ones own, peculiar,. special.

    On page 126 F. discusses line 370. Translate as follows: Make known boldly that your heart is unfavourable to the enemy: aude atque adversum fidens fer pectus in hostem. Drances urges Turnus to make a speech:cf. lines 380 ff. Cf. also Lewis-Short, s.v. fero II,B,7: Of speech, to report, relate, make known.

    On page 190 F. discusses the character of Camilla. According to Virgil, Camilla is habilis, i.e. capable, since she is able to fight like a man. Cf. Aen. 7, 803 ff. Cf. also Lewis-Short, s.v. habilis II: = capax ... apt, expert, skilful.

    On page 192 F. comments on the meaning of prima. Metabus states that his daughter is holding an excellent (prima) weapon (tela), i.e. a spear: cf. Lewis-Short, s.v. primus II, B. Note the use of falsa anaphora. At Aen. 11, line 505 prima means first, whereas at Aen. 11,558 prima means excellent: cf. my Studies, page 164 (note 1). Note also that tela is a poetic plural: cf. my Studies, page 142.

    On page 211 F. discusses the words alta crura, which describe the legs of a horse. It is possible that alta means noble in this passage.

    On page 217 F. discusses pulsant. The Amazons are said to disturb the streams of the Thermodon: flumina Thermodontis / pulsant. Cf. Lewis-Short, s.v. pulso II,A: disturb ...urbes rumoribus. Ennius states that the Muses disturb Olympus: Musae quae pedibus pulsatis Olympum. For the Amazons cf. my Studies, page 105.

    On page 221 F. discusses apertum. Virgil describes the breast of Euneus as candid: cf. Lewis-Short, s.v. apertus B,2: Of character ... frank, candid ... pectus (Cic. Lael. 26,97).

    On page 225 F. discusses ignotis armis. Virgil states that the hunter Ornytus bears vulgar arms: cf. line 682 agrestisque manus armat sparus. Cf. also Lewis-Short, s.v. ignotus I,B: In partic, pregn. (for ignobilis, II), of low birth or condition, low-born, base, vulgar.

    On page 234 F. discusses lines 713-4. Translate as follows: and he rushes away in flight with those men who have turned (conversisque), and he tires (fatigat) with a whip (habenis) his horse, which is swift due to his iron spur. Cf. Aen. 11,121 conversique.

    On page 239 (note 204) F. mentions Heinsius. It should be noted that Heinsius used manuscripts in order to correct the text of Propertius: cf. my Studies, page 166 (note 1).

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    On page 256 F. states that Chloreus horse is the cataphract. For the golden trappings of the cata-phract cf. my Studies, page 100.

    On page 258 F. mentions the variant reading sonat. Propertius states that Loves quiver rattles (sonat) as he moves: cf. my Studies, page 50.

    On page 261 F. discusses the meaning of femineo. Virgil stresses that Chloreus was an effeminate man. Thus Camilla is said to have burnt with desire for the spoils of booty because of an effeminate man: femineo praedae et spoliorum ardebat amore. Cf. Lewis-Short, s.v. femineus II: womanish, effeminate. Chloreus was a priest of Cybele,and he was dressed in effeminate clothing. For Dindymus and Cybele cf. my Studies, page 113.

    Conclusion. This is an excellent commentary. Dr Fratantuono should be congratulated on the production of a valuable tool of research,which offers many fascinating insights into Virgils poetry. We look forward eagerly to further monographs of such high quality from the Latinists of New York City.

    Heather White Universidad de Londres

  • 366 Reseas

    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Myrtia, n 26 (2011)

    Jennifer Ingleheart, A Commentary on Ovid, Tristia, Book 2, Oxford 2010, 448 pages.

    Jennifer Ingleheart states in the preface that this book began life as a D. Phil.

    thesis at Oxford. She thanks her supervisors, Stephen Heyworth and Adrian Hollis, for their generosity and kindness. Dr Ingleheart has written an introduction, in which she explains the literary background to Ovids Tristia. She also adds a note on the manuscript tradition of the text: cf. page 28. The Latin text is then printed together with an English translation. I would now like to make the following observations on the text of the poem.

    On page 74 I. mentions Teuthras. Propertius refers to Teuthras at 1,11,11. I have recently argued that we should print the variant reading Titanis instead of the reading Teuthrantis in this passage. For the variant Titanis cf. Burmans note ad loc. For Titanis = Circe cf. Ovid, Met. 14,14. Cf. moreover, my Studies in the Text of Propertius (Athens 2002), page 22. Burman used manuscripts in order to correct the text of Propertius: cf. my Studies, page 16 (note 3).

    On page 89 I. notes that Ovid plays on the etymology of Augustus name. Propertius was also interested in etymologies: cf. my Studies, page 78. At 2,34,53 Propertius mentions Stygias ... erumnas (Stygian cares, i.e. death). The variant reading erumnas was preserved for us by Burman.

    On page 199 I. discusses the words novissima .../ ...terra. It is possible that novissima means most strange. Cf. Lewis-Short, s.v. novus B,l, quoting Virgil, Aen. 3,59 nova monstra.

    On page 216 I. discusses the words nostros ...iocos. At Propertius 4,8,22 Cynthia is said to have dared to excite foreskins through her rude jokes: ausa per impuros frena movere iocos. Cf. Lewis-Short, s.v. frenum II,c,2: In anatomy: frenum, the ligament which attached the inside of the foreskin to the glans.Cels. 7,25,2.

    On page 238 I. comments on the word hirsutius. Ovid refers here to women. He states that if a woman takes up the Annals of Ennius,she is not (nihil) more hairy due to them (illis), i.e. she is not more like a man. Ovid explains that the woman will read how Ilia became a mother,i.e. she will be interested in sex. Cf. Lewis-Short, s.v. nihil: (Adverb) B,I: not at all. I. notes that the most literal meaning of hirsutus is shaggy, hairy,and that it is often applied to manliness. Similarly, Propertius states that girls are not interested in the sort of serious

  • Reseas 367

    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    discussions about the nature of the universe and death which engage men:cf. my Studies, page 77 f.

    On page 262 I. comments on the words pagina prima. It should be noted that prima means here excellent: cf. Lewis-Short, s.v. primus II,B. Ovid means that his poetry is excellent: cf. Habis 36, 2005, page 210.

    On page 312 I. notes that Itys mother, Procne, is portrayed as a mourning nightingale. According to some ancient sources, Itys was turned into a pheasant. Thus at Odes 4,12,5 Horace states that Itys makes a nest (nidum ponit Itys).

    On page 329 I. discusses lines 419-420. The variant reading saxa provides good sense. We should translate as follows: There are those stones (saxa) due to the monuments of learned men, and through the gifts of our leaders public achievements are obvious. Ovid is referring to the building of public libraries. According to the scholiast on Horace, Epist. 1,3,17 there was a statue of Augustus in the guise of Apollo in the Palatine bibliotheca: cf. my Studies, page 70 (note 1).

    On page 331 I. discusses Ennius poetry. Ovid states that Ennius is mighty in art (maximus arte) due to his genius (ingenio), whereas Lucretius sets forth the rude (rudis) causes (causas) of scorching fire.

    On page 351 I. notes that custodes idem was conjectured by Francius and Bentley. It should be noted that Bentley used manuscripts in order to correct the text of Ovid: cf. Amores 3,3,20 laesos v.l., Bentley (cf. Kenneys apparatus ad loc). For Francius cf. my Studies, page 165.

    On the same page I. discusses the role of custodes in love poetry. At 2,29 A,41 Propertius states that he was shut out by the guardian of so pure a love: sic ego tam sancti custode excludor amoris. He means that he has been rejected by Cynthia,and that he has become an exclusus amator: cf. my Studies, page 69. Note that the variant reading excludor was preserved for us by Burman.

    On page 354 I. mentions the hazards presented to the lover by the barking guard-dog, and quotes Horace, Epode 5,57-8 adulterum / latrent Suburanae canes. Horace is referring here to the prostitutes of the Subura: cf. Myrtia 24, 2009, page 348. At Epode 5,41 ff. Horace refers to the prostitutes of Naples. Thus the words masculae libidinis ... otiosa ... Neapolis mean Naples, which has leisure for male lust. Cf. meretrix Neapolitis (Afran. 136 Ribbeck). Cf. also Cumana meretrix in Hollis, Fragm. Rom. Poetry, page 89.

    On page 383 I. comments on the postponement of -que. For the fact that que was often misplaced by the poets cf. my Studies, page 148.

    On page 391 I. discusses the six books of Ovids Fasti. Perfect sense can be restored to the transmitted text if we translate lines 547 ff. as follows:

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    However, so that you may not believe that all my work is often (saepe) lax, I have given six grand sails to my ship. And I have written the same number of books of the Fasti,and each book has an end with its own month. And that law (scriptum) which was recently under your name and which was consecrated to you,my verse (sors mea) violated (rupit). And I have produced a regal work (opus), which was written for the tragic buskin.

    Note that we should place commas after saepe,in line 548, and after ego, in line 549. Note also that -que has been misplaced: cf. my Studies, page 148.

    On page 394 I. discusses verbal repetition. For repetition in Ovid cf. Mus. Phil. Lond., 10, 1996, page 51, quoting Met. 2,324 f. fumantiaque ... / fumantia. Cf. also J. Moore-Blunt, A Commentary on Ovid Metamorphoses II, Amsterdam 1977, page 5 f. Moore-Blunts commentary was written under the supervision of Prof. Giangrande, in his research school at London University.

    On page 401 I. mentions Heinsius. It should be noted that Heinsius used manuscripts in order to correct the text of Propertius: cf. my Studies, page 166 (note 1).

    Conclusion. This is an excellent book. Dr Ingleheart has written a very

    interesting and informative monograph,which contains many fascinating insights into Roman literature.She should be thanked by us for providing such a useful commentary, and her supervisors should be congratulated on the success of their pupil.

    Heather White Universidad de Londres

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Myrtia, n 26 (2011)

    Katharina Volk, Manilius and his Intellectual Background, Oxford 2009, 314 pages. Katharina Volk explains in the preface that she decided to write a book about

    Manilius Astronomica when she discovered that it had not yet been the subject of an English-language monograph. She states that she has been helped by many friends and colleagues, but that her chief inspiration was G.P. Goolds excellent Loeb edition of the poet.

    On page 1 V. mentions the fact that not a single contemporary or later Roman writer mentions Manilius. I would like to point out,however, that Manilius is alluded to by Propertius. At 2,32,11 ff. Propertius states that Cynthia cares nothing for the pleasures of Rome. According to Burman,the following text for line 14 was supplied in the margin of an early edition: flumina suspenso quaeque Anione cadunt. Burman explained that there is an allusion here to the fact that the Anio was conveyed to Rome in an aqueduct. For a description of aqueducts cf. Manilius 4,259-265. The words suspenso ...Anione = suspendere rivos at Manilius 4,265: cf. my Studies In The Text Of Propertius (Athens 2002), page 71. For the aqueduct called Aqua Virgo cf. G.I.F. 2003, page 261. According to legend, the source of the Aqua Virgo was discovered by a little girl: cf. Sir Paul Harvey, The Oxford Companion To Classical Literature (Oxford 1969), s.v. Aqueducts. Rutilius Namatianus mentions streams suspended on airy arches: cf. line 97 aerio pendentes fornice rivos. Water from the Anio supplied the aqueducts called Anio Vetus and Anio Novus.

    At Propertius 4,1, 147 ff. Horos warns the poet to beware of the constellation of the Crab. According to Manilius (2,453 ff. ) the Crab rules the human heart (pectus). Propertius is warned by the astrologer Horos to beware of the Crab, because Propertius was known to be a victim of the god Amor: cf. my Studies, pages 129 ff.

    On pages 2-3 V. discusses the history of the text of Manilius. She notes that Manilius was edited by Scaliger and Bentley, as well as by A.E. Housman, who devoted several decades of his life to his famous editions of the Astronomica. More recently the manuscript tradition of Manilius poem has been studied by Reeve and Flores.

    On page 138 V. explains that Scaliger and Bentley considered that Manilius poem was written when Augustus was the ruler of Rome. She states that humanist manuscripts and early editions were often given titles such as Marci Manilii poetae clarissimi astronomicon libri V ad Caesarem Augustum. V. adds that the only clear reference to a historical event useful for dating purposes is found in I. 898-903, where

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Manilius mentions the disastrous Roman defeat in the Battle at Teutoburg Forest in AD 9.

    According to Karl Lachmann, however, Manilius wrote his poem for the emperor Tiberius at some time after 14 AD. V. explains that Lachmanns thesis led to a fierce controversy that continued throughout the nineteenth and twentieth centuries. Scholars are still divided between those who favour an Augustan date for the poem, and those who argue that the poem was written during the reign of Tiberius. On page 139 V. discusses I. 7-10. I would like to suggest that Augustus is said to rule the scale of Libra (orbem), which obeys Augustus laws (Augustis parentem legibus). Cf. Lewis-Short, s.v. orbis l: Of the scale of a balance: instabilis natat alterno depressior orbe. Tib. 4,1, 44. Augustus is said by Ovid (Met. 15,832 ff.) to provide laws, and thus to direct the ways of men .Cf. also Virgil,Aen. 12,725 where Jupiter is said to weigh the fate of men in the scales of the balance.

    On page 147 V. notes that Augustus was born on 23 September 63 BC, shortly before sunrise. She adds that at this moment, the sun was in Libra.

    On page 148 V. discusses Vergil, Georgics 1.32-5. Vergil connects Augustus with Libra, i.e. the scales of Justice. On page 153 V. discusses 4.547-52. V. argues that this positive description of the monarch born at the rising of Libra (Chelae) is a clear reference to Augustus, who, as we have seen, had the sign in the ascendant at his birth. Augustus is said to hold the scales of life and death as a judge, and to put his yoke on the lands and to impose his laws.

    On page 154 V. discusses 4. 763-6. Manilius refers here to the island of Rhodes. I would like to suggest that Manilius means that Tiberius is going to rule the scales of Libra (orbem): Rhodos hospitium recturi principis orbem. Thus Manilius states that Rhodes is the abode of the man who is going to rule the scales. V. notes that Manilius is alluding to Tiberius sojourn on the island from 6 BC to AD 2. Tiberius was given tribunicia potestas and appointed legatus Augusti: cf. Habis 33, 2002, page 125.

    On page 156 V. discusses A.P. 9,287, where Tiberius is said to be the future Zeus, i.e. the emperor. Tiberius was adopted by Augustus and named as his successor.

    On page 157 V. quotes 4. 773-7. In this passage, Manilius states that Libra was the sign of the foundation of Rome. She adds that Rome holds the decision over all things and raises and lowers the peoples placed in her scales (lancibus).

    Manilius adds that Caesar has now founded the city in a better way, and directs the scale of the balance (orbem) that hangs on his commands.

    On page 158 f. V. notes that Romes birthday was traditionally believed to be 21 April, in keeping with the story that Romulus founded the city at the time of

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    the spring festival Parilia. The festival of the Parilia was mentioned by both Propertius and Ovid: cf. my Studies, page 118.

    On page 168 V. notes that Augustus was given the titles pater patriae and princeps. For these two titles cf. Nisbet-Hubbards note on Horace, Odes 1,2,50.

    On page 172 V. states that she has argued that the Astronomica was composed in the last years of Augustus reign,that is, between AD 9 and 14.

    On page 250 (note 59) V. discusses the constellation Lyra, which is mentioned by Manilius at 1.329-30: nunc sidera ducit/ et rapit immensum mundi revolubilis orbem (now it is leading the stars and carries along the enormous sphere of the turning heavens. V. suggests that this may be a further allusion to the music of the spheres, which was often associated with the sound of the heptachord lyre. It is also possible that orbem refers to the scales of Libra. Thus Manilius means that the constellation of the Lyre carries along with it the scales of Libra. Aratus mentions the Lyre together with the Phantom and the Claws (Chelae = Libra) at Phaenomena 612 ff.

    Conclusion. This is a very learned and interesting book. Katharina Volk has

    studied all the literary and astronomical background to the poem in great detail, and provides the reader with a comprehensive introduction to Manilius poetry. Her discussion of the dating of the poem is very informative and well argued. The author should be congratulated on the production of a fascinating tool of research, from which we can all learn much about this important area of classical scholarship.

    Heather White Universidad de Londres

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Myrtia, n 26 (2011) Paolo Asso, A Commentary on Lucan, De Bello Civili IV. Introduction, Edition, and Translation, Berlin / New York, 2010, 333 pages.

    Paolo Asso has written a new commentary on Lucans Bellum Civile (Book IV). In the introduction, he provides the reader with information about Lucans life, and the literary background to the poem. He also discusses syntax and rhetorical devices. He points out that he has followed Housmans text, and adds that he has been greatly helped by the work of Renato Badali: cf. page 34 (note 117). The Latin text is then printed, together with a critical apparatus, and an English translation. The commentary is very learned, and the bibliography is useful. I would now like to make the following observations on the text of the poem.

    On page 25 A. discusses Lucans use of anaphora. For repetition in Lucan cf. P. Barratts outstanding commentary on Lucan Book V (Amsterdam 1979). Barratts Ph.D. thesis was produced under the supervision of Prof. G. Giangrande,in his research school at London University.

    On page 60 A. notes that Heinsius read rutris at line 294. It should be noted that Heinsius used manuscripts in order to correct the text of Propertius: cf. my Studies in the Text of Propertius (Athens 2002), page 166 (note 1).

    On page 126 A. mentions the Nabataeans. For the golden shore of Nabathaea (Nabatharumque aurea ripa) cf. my Studies, page 148. The reading Nabatharumque was preserved for us by Burman.

    On page 135 A. states that the mundi pars ima must be Antarctica. I would like to suggest that pars ima means the meanest part: cf. Lewis-Short, s.v. infimus (2): Trop, lowest, meanest, basest, in quality or rank.

    On the same page A. discusses the words medios ignes. I would like to add that ice is said to ease the heat which is in the middle of the constellations: cf. Lewis-Short, s.v. medius I,A: With gen.

    On page 173 A. discusses the gold of the Astures. I would like to point out that the variant reading Assyrii makes good sense. Lucan refers to a miner of Assyrian (i.e. Parthian ) gold. For Parthian gold cf. my Studies, page 149.

    On page 185 A. discusses the word murra. It should be noted that the variant reading gemmaque makes good sense. Lucan has made use of hendiadys. Thus he states that they did not drink from golden cups: non auro gemmaque bibunt. Cf. Lewis-Short, s.v. gemma 2,a: A drinking-vessel, goblet or cup.

    On page 199 A. discusses Vulteius speech,in which he tries to persuade his men to give up their lives. I would like to suggest that we should translate as follows: Life is short (vita brevis). It abounds for nobody who has the opportunity (tempus) to seek death for himself, and the glory of death is not less, soldiers. The glory (laus)

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    of courage (animi) is equal for all men (omnibus) to meet death which is close at hand, and to lose those years which you expected, and to cut short a moment of remaining life, provided that you summon death by your own act.

    On page 206 A. discusses the reading nobilium. I would like to suggest that we should translate as follows: Thus the enthusiasm of noble men (nobilium) excited all the hearts of the youths.

    On page 241 A. comments on the words Inachiis ... undis. Lucan is referring to the hydra. Luck suggested the alteration argis: cf. the critical apparatus on page 82. Textual alteration is, however, not necessary. Hercules attacked the hydra in the countryside, not in the town. Similarly at Propertius 2,26 A, 47 the correct reading is in arvis: cf. my Studies, page 64.

    On page 252 A. discusses Jubas kingdom. I would like to suggest that we should translate as follows: Atlas, near to Cadiz, limits the very long kingdom (quae sunt longissima regna) due to the western cardinal point, and (et) Hammon limits in the middle (medio) of the kingdom the neighbours (confinis) of the Syrtes. Lucan adds that the hot region of the huge kingdom separates the Ocean and the inflamed men (calentis) of the zone. Cf. Lewis-Short, s.v. caleo II,A: To glow in mind, to be roused, warmed, inflamed.

    On page 259 A. discusses the alteration Arzux. It should be noted, however, that the manuscript reading Afer makes good sense: cf. G.I.F. 2006, page 321.

    On page 266 A. discusses line 719. I would like to point out that the variant reading videri makes good sense. We should translate as follows: Juba feared only one thing, to be seen (videri) by a dangerous (incauto) enemy. Cf. Lewis-Short, s.v. incautus II.

    On page 289 A. discusses the adjective nobile. I would like to suggest that nobile means here notorious: cf. Lewis-Short, s.v. nobilis II,A: In a bad sense, notorious. Curio was corrupted by ambition, and the desire for money. Thus Lucan states that he sold Rome: cf. 4. 824 hic vendidit urbem.

    Conclusion. This is an excellent book. The author should be congratulated

    on the production of a very interesting and useful commentary, which contains many fascinating insights into Lucans poetry. We look forward eagerly to the production of further monographs of such high quality from Paolo Asso. Finally it should be noted that the University of Michigan at Ann Arbor continues to support the production of valuable research work on Latin Sprachgebrauch and textual criticism in exactly the same manner as indomitably championed in England by Prof. Giangrandes school of research.

    Heather White Universidad de Londres

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    Myrtia, n 26 (2011)

    Francesca Mestre and Pilar Gmez (Eds.), Lucian of Samosata. Greek writer and Roman citizen, Universitat de Barcelona, 2010, 290 pgs. Nos encontramos ante una obra colectiva, que recoge la mayora de los trabajos presentados, segn escribe Francesca Mestre en el Preface, en el coloquio internacional Lucian of Samosata, Greek writer and Roman citizen, celebrado en la Universidad de Barcelona los das 16, 17 y 18 de noviembre de 2006. En total son diecisis artculos, divididos segn su contenido en dos partes, una que recoge los que se ocupan de Luciano como escritor y otra en la que se encuentran los trabajos que estudian su posicin como ciudadano romano. A ellos se han aadido, nos informa Francesca Mestre, tres nuevas colaboraciones, la primera, presentada por las editoras como Opening Lecture, de Carles Miralles sobre su trato con el escritor de Samosata, Del meu tracte amb Lluci, (pp. 19-25), acompaada de su versin en lengua inglesa (pp. 27-34). La segunda, cerrando las comunicaciones presentadas, debida a Llus Gonzlez y Laia Bofill, titulada Edicions conservades al fons antic de la BUB, pp. 237-250, en el apartado Lucian in the Library of the University of Barcelona. Una tercera, aunque no se nos dice expresamente, debe ser la Introduction, en ingls, elaborada por Pilar Gmez, con un til resumen de los trabajos publicados en este volumen. Sobre su contenido, queremos resaltar, en primer lugar, el acierto por haber incluido los trabajos de Carles Miralles y Llus Gonzlez y Laia Bofill, que explican, sobre todo el del profesor Miralles, la aparicin en la Universidad de Barcelona de un grupo importante de personas interesadas en Luciano y, en general, en los escritores en griego bajo el Imperio romano. El profesor Alsina, a quien muchos estudiosos espaoles de la cultura griega recordamos con admiracin y afecto, fue maestro, creemos, de una u otra manera, de todos los profesores a los que se debe la realizacin del importante coloquio internacional aqu reseado, y, por tanto, es justamente reconocido y sealado en la presentada como Opening Lecture por su discpulo Carles Miralles como el principal promotor de estos estudios en esa Universidad. Recordamos, por cierto, en estrecha relacin con lo aqu expuesto, las continuas y valiosas contribuciones en los numerosos Congresos y Simposios nacionales e internacionales sobre Plutarco - otro gran escritor griego bajo el dominio romano - , celebrados en distintas ciudades de toda Espaa, entre ellas Barcelona, debidos a los mismos profesores de esa Universidad catalana. Es igualmente pertinente el trabajo de Gonzlez y Bofill sobre las dos ediciones, en griego, del siglo XVI, en Venecia y Basilea, de las obras de Luciano, sus traducciones, tambin antiguas y algunas

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    ISSN 0213-7674 Myrtia 26 (2011), 339-414

    acompaadas del texto griego, siglos XVI al XVIII, al latn, entre las que destacan algunas de Erasmo de Rterdam, Toms Moro y Felip Melanchthon, y las cuatro versiones a lenguas modernas: dos en francs, siglo XVII, una en italiano, siglo XVI, y otra en castellano, siglo XVIII, que han ayudado, sin duda, a los estudiosos de la Universidad de Barcelona a un ms fcil y riguroso acercamiento a la obra del gran escritor de Samosata. La publicacin que reseamos es, por tanto, una aportacin y puesta al da de los dos aspectos que han venido interesando a los estudiosos de Luciano. As, tenemos, como hemos sealado anteriormente, una primera parte titulada Lucian the writer, en nueve trabajos, pp. 37-141, sobre aspectos filosficos, como Luciano e lo scetticismo del suo