Literatura de la primera mitad del siglo XX

Representantes

Marcel Proust Nació en Auteuil, Francia, en 1871. Durante su juventud, su vida social la paso en

salones de la aristocracia. A los 35 años, por su salud, se apartó de la

vida mundana, y se entrega por completo a la literatura.

Murió en París en 1922. Su obra representa la culminación de la

novela psicológica, iniciada por los narradores del Realismo.

En el siglo XX, Proust renueva la estructura de la novela:

El espacio y tiempo trastocados. Una técnica relacionada con el cine. Obra:“En busca del tiempo perdido”

Frank Kafka Nación en Praga, República Checa en 1833, dentro de

una acomodada familia judía. Su infancia fue marcada por su padre, quien era un

próspero comerciante, para el que sólo contaba el éxito material.

Estudió Derecho, pero luego ingresó a trabajar como inspector en una compañía de seguros.

Sus fracasos sentimentales también marcaron su obra. Sufrió de tuberculosis. Murió en 1924. Max Brod, amigo de Kafka organizó las ediciones de

sus escritos, en una obra póstuma titulada El castillo y El proceso.

Ideas centrales: la trágica pérdida de la personalidad individual… La angustia del ser humano al tener que vivir una vida

que no comprende …

James Joyce Nació en Dublín, Irlanda en 1882. Estudió con los jesuitas, que le proporcionaron una sólida

formación humanística. En 1920 se instaló en París. Murió en Zurich, Suiza en 1941. Pasó a la historia como el más importante renovador de la

narrativa en el siglo XX. Utiliza un procedimiento estilístico diferente e innovador

(preguntas y respuestas, características de las obras teatrales, monólogo interior, invención de nuevos vocablos).

Obras: “Dublineses”, “Exiliados”, “Retrato de un artista adolescente” , “Ulises”

William Faulkner (1897-1962)

Nació en New Albany, EEUU en 1897. Durante la Primera Guerra Mundial, ingresó como piloto a la Real

Fuerza Aérea Británica. Estudió en la Universidad de Misisipi. Ejerció durante muchos años el periodismo, mientras desarrolló su

carrera literaria. Ganó el premio Nobel de Literatura en 1949. Junto a Hemingway perteneció a la “generación perdida”, que

mostraba su rechazo hacia la sociedad posguerra, llena de injusticias , desigualdades y opresiones.

Sus personajes son seres marginados de la sociedad: vagabundos, borrachos, negros, huelguistas; todos ellos víctimas de la fatalidad económica y social.

Este grupo se caracterizan por un objeto extremado. Es considerado uno de los principales narradores contemporáneos. Casi toda su obra es ambientada en un ficticio condado llamado

Yoknapatawpha, compuesto por los recuerdos y las secuelas de la Guerra Civil en un sur pobre y perdedor.

Obras:Entre las que utiliza la perspectiva múltiple: El sonido y la furia, Mientras agonizo y Absalón. Una rosa para Emily

Ernest Hemingway (1899-1961)

Nació en Oak Park, Chicago, EEUU. El 21 de julio de 1899. De su padre adquirió afición por la caza y la pesca. En 1917, inicia su carrera como periodista en el periódico Kansas

City Star. A los 19 años se enroló en el ejército. Vivió en París y Londres, y trabajó como corresponsal en España

durante la Guerra Civil Española. En 1928 viaja a Cuba, lugar donde su literatura experimenta un

cambio: se aleja del individualismo y se compromete con la lucha humanitaria y con la unión de las personas.

Su novela El viejo y el mar, fue publicada en la revista Life en 1952, y recibiría el premio Pulitzer en 1953.

En 1954 la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura. Luego del éxito arrollador de su novela El viejo y el mar, suicida en

1961. Obras: Adiós a las armas, Por quien dobla las campanas, Fiesta.

Fernando Pessoa (1888-1935)

Nació en Lisboa, Potugal. Queda huérfano a los 5 años y luego su madre se casa nuevamente, mudándose a África del Sur, en donde aprende inglés y escribe sus primeros poemas en ese idioma.

En 1905 retorna a Lisboa y trabaja como traductor en varias casas comerciales.

En 1913, bajo cierta influencia del futurismo, escribe poemas en portugués. A pesar de su aporte para la modernidad artística, no gozó en vida del reconocimiento que merecía.

Es creador de los heterónimos, nombre fingido, con el que el autor firma su obra.

Pessoa se inventó varios personajes que escribían y firmaban diferentes tipos de poesía.

Cada heterónimo expresaba las diversas personalidades del poeta. Los heterónimos tienen su propia biografía:

Alberto Caeiro, autor de breves poemarios, poeta bucólico que propone restituir la naturaleza del mundo civilizado.

Fernando Pessoa (1888-1935) Ricardo Reis, seguidor de los clásicos y pagano por

vocación, el poeta de la disciplina y la exactitud mental. Alvaro de Campos, poeta interesado en la técnica, las

vanguardias europeas y la renovación del lenguaje poética.

Por esto se dice que Pessoa fue un “creador de creadores”.

Su obra sería reunida póstumamente en: Poesías de Fernando de Pessoa (1942)

Poesías de Alvaro de Campos (1942) Poemas de Alberto Caeiro (1946) Odas de Ricardo Reis (1946)

Paul Éluard (1895-1952) Su verdadero nombre fue Eugéne Grindel, nació en Saint-

Denis, France. Empezó a escribir en el movimiento dadaísta, fue militante de

los inicios del Surrealismo. El sueño frente a la realidad y la libre expresión del

pensamiento están presentes en los libros de esa etapa. Influido por la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra

Mundial, escribió poemas de contenido más político. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el cantor de la

resistencia francesa contra la ocupación nazi. Es considerado uno de los principales poetas del surrealismo. La primera etapa de su poesía está marcada por la exaltación

del inconsciente y el mundo onírico e irracional. Practicó la escritura automática , procedimiento técnico que

consistía en escribir libremente, sin que la razón y la autocrítica ejerzan algún control.

Paul Éluard (1895-1952)

El resultado de su practica surrealista es una acumulación de imágenes incoherentes y misteriosas, donde nos muestra con sinceridad sus emociones y sentimientos.

Es reconocido como uno de los mejores poetas líricos contemporáneos.

Su poesía registra críticamente los principales acontecimientos de la época, influenciado en la guerra civil española y a su militancia comunista.

Obras: El deber y la inquietud (1917), Poemas para la paz (1918), la rosa pública (1934) y poesía ininterrumpida (1952).