Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector...

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Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal - CLIFOR

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Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal - CLIFOR

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Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal de Honduras CLIFOR

Experiencias de Forestería Comunitaria Desarrolladas por el ICF con el Apoyo de la GIZ en Honduras: Aprendiendo de la Práctica

Esta publicación es producto de un proceso de sistematización de las experiencias de Forestería Comunitaria ejecutadas por el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre con el apoyo técnico y financiero de la cooperación alemana en el periodo comprendido

entre 1994 y 2014 en Honduras.

© Derechos Reservados

Publicado por: Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH

Agencia de la GIZ en Tegucigalpa

Apartado Postal 3739

Residencial La Cumbre, Bloque D, Casa 1, Frente a Aptos. Soles, 4to. Piso Tegucigalpa, Honduras

Tel.: +504 2235-5251 ext.121 Fax: +504 2235-5253

Internet: http://www.giz.de

Primera edición: Julio 2015

Equipo de sistematización y edición:

Marco A. Martínez y Samuel Martínez

Coordinación y revisión: Fausto Lazo y equipo GIZ-ICF

Diagramación e Impresión:

Se permite la reproducción total o parcial para uso no comercial, siempre que se indique la fuente

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ÍNDICE DE CONTENIDO

3 ÍNDICE DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN 4

CAPÍTULO 1. PROBLEMÁTICA QUE DA ORIGEN A LA FORESTERÍA COMUNITARIA 6

CAPÍTULO 2. CONCEPTUALIZACIÓN BÁSICA SOBRE FORESTERÍA COMUNITARIA 12

CAPÍTULO 3. EL MARCO JURÍDICO DE LA FORESTERÍA COMUNITARIA 15

CAPÍTULO 4. EXPERIENCIAS DE FORESTERÍA COMUNITARIA 19

CAPÍTULO 5. LA METODOLOGÍA APLICADA 39

CAPÍTULO 6. BUENAS PRÁCTICAS 44

CAPÍTULO 7. PRINCIPALES RESULTADOS E IMPACTOS 50

CAPÍTULO 8. FACTORES INFLUYENTES 52

CAPÍTULO 9. RETOS Y DESAFÍOS 55

CAPÍTULO 10. LECCIONES APRENDIDAS 58

BIBLIOGRAFÍA 62

ANEXOS 64 Anexo1: Metodología de la Sistematización 63

Anexo 2: Áreas Comunitarias en la Experiencia Piloto de Gualaco, Olancho 67

Anexo 3: Avances de los Procesos de Foresteria Comunitaria en las Trece Áreas 68

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PRESENTACIÓN

En Honduras, la Forestería Comunitaria es un concepto de intervención en el sector forestal que se ha

desarrollado a lo largo de cuatro décadas a partir de diversas experiencias ejecutadas por el Estado con

el apoyo de la cooperación internacional. Estas experiencias han sido ejecutadas por el Instituto Nacional

de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) con el apoyo de varios

países y organismos cooperantes, entre ellos la Cooperación Alemana al Desarrollo, GIZ.

Mediante la ejecución de las experiencias que aquí se presentan se ha logrado valiosos avances en los

esfuerzos de desarrollo en el sector forestal, así como en la conformación de un marco conceptual y

metodológico de utilidad práctica para la ejecución de procesos de Forestería Comunitaria en el país. Se

han obtenido múltiples aprendizajes y herramientas técnicas y metodológicas que en conjunto con el

instrumental jurídico, que con el paso del tiempo se ha venido completando, han posibilitado la

conformación de un modelo de forestería comunitaria que en el presente sustenta el marco legal y

operativo para continuar impulsando el desarrollo en las regiones forestales en que se aplica.

A partir del 2014, el Gobierno de Honduras, a través del ICF y la Cooperación Alemana iniciaron la

implementación del Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal de Honduras,

CLIFOR. Este Programa se propuso capitalizar los aprendizajes de mayor relevancia y utilidad que

podrían extraerse del pasado reciente para ponerlos en práctica y aprovecharlos durante su vigencia,

haciendo una recopilación y reconstrucción sistemática de las principales experiencias vividas en

diferentes regiones del país.

El proceso de sistematización se emprendió con el propósito de rescatar, reconstruir y documentar los

aspectos más significativos y representativos de las experiencias sometidas a estudio, y presentar los

hallazgos a través de dos productos del conocimiento extraído de la práctica. El primero es una

publicación en la que se describen y analizan la concepción, ejecución, resultados y factores influyentes

de las tres experiencias seleccionadas. El segundo es un producto de carácter metodológico cuya

principal función es exponer lo esencial de la metodología que se ha aplicado a lo largo de las

experiencias y que actualmente está siendo asumida como un modelo para la gestión de la Forestería

Comunitaria.

El producto que se presenta en este momento, “Experiencias de Forestería Comunitaria Desarrolladas

por el ICF con el Apoyo de la GIZ en Honduras”, de manera resumida describe, analiza y reflexiona sobre

lo que se ha desarrollado en esa materia desde la ejecución del Proyecto AFOCO hasta el nacimiento de

CLIFOR.

Se analizan tres experiencias: la del Proyecto Apoyo a la Forestería Comunitaria (AFOCO) implementado

en Yuscarán durante el período 1994-2004; las intervenciones realizadas en los municipios de Gualaco y

Guata en Olancho entre el 2005-2010, y la experiencia de réplica del modelo en 13 regiones del país

durante el 2010-2014, estas dos últimas apoyadas por el Programa de Fomento al Manejo Sostenible de

Recursos Naturales y Desarrollo Económico Local (PRORENA). Por la extensión de las experiencias y

brevedad del documento no se pretende realizar un análisis detallado de las experiencias, sino solamente

rescatar los elementos centrales con los cuales puedan derivarse aprendizajes que aporten a la continua

construcción y mejoramiento del modelo, cuya explicación detallada es objeto del segundo documento.

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El documento parte del análisis de la problemática que da origen a la forestería comunitaria, realiza una

descripción de los orígenes y evolución del concepto de forestería comunitaria, y hace referencia a los

principales instrumentos jurídicos en el ámbito nacional e internacional que sustentan las ejecuciones en

este campo. En la parte central del documento se hace un recorrido histórico analizando las tres

experiencias mencionadas. Posteriormente, se reconstruye la metodología que se ha aplicado en estas

experiencias, y se identifican sus principales etapas, procesos e instrumentos que son insumos valiosos

para la operacionalización del modelo. En los últimos capítulos se registran las buenas prácticas

identificadas, se hace un recuento resumido de los resultados e impactos, se identifican los retos y

desafíos y se exponen las lecciones aprendidas de estas experiencias.

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CAPÍTULO 1. Problemática que da origen a la

Forestería Comunitaria

La problemática en el manejo de los bosques puede estudiarse de diferentes maneras y desde

distintos puntos de análisis, por ejemplo, desde las perspectivas: jurídica, institucional,

socioeconómica, cultural, de las formas de manejo, de las condiciones de gobernabilidad en el

sector, entre otras. Como consecuencia de esta diversidad de enfoques en algunos casos el

análisis del problema central se ha circunscrito al uso insostenible del recurso forestal, mientras

que en otros el énfasis recae en la pobreza de las poblaciones asentadas en las áreas

boscosas, o en otras perspectivas dependiendo del enfoque conceptual o del propósito del

análisis.

La perspectiva que se ha adoptado en esta sistematización es diferenciar la problemática en tres

dimensiones: la pobreza socioeconómica de las poblaciones rurales asentadas dentro o a

inmediaciones del área de bosque, la insostenibilidad o irracionalidad de las formas de manejo

que tradicionalmente se han aplicado, y las débiles condiciones de gobernabilidad que varían de

una época a otra o de una región a otra. Ahora bien, la problemática concebida de esta manera

se vuelve más compleja de analizar y también de resolver debido a las interacciones que se dan

entre esas tres dimensiones. Por ejemplo, entre la pobreza y el uso inadecuado del bosque se

dan relaciones mutuamente influyentes, debido a la interacción reciproca sociedad-naturaleza.

La pobreza influye para que en los bosques se apliquen esquemas de manejo irracional o

insostenible, pero a su vez, el uso inadecuado de los recursos incide en la pobreza. Por un lado,

algunas formas de manejo que aplica la población como parte de su estrategia natural de

sobrevivencia alteran la estructura, procesos y servicios del ecosistema, pero por el otro, la

degradación de los ecosistemas forestales impacta directamente en disminuir la capacidad de

sobrevivencia de las comunidades.

De ahí que la aplicación de estrategias que inciden en la disminución de la pobreza en el sector

rural sea prioritario, no solo para lograr mejores condiciones de vida de la población, sino

también como un medio para conducir al país por la vía del desarrollo sostenible. De lo contrario,

el mantenimiento inalterado de las condiciones de pobreza provoca estancamiento del

crecimiento económico y de la prosperidad, lo que a su vez limita las inversiones para suplantar

los tradicionales patrones de producción indiscriminada e irresponsable por modelos propicios al

desarrollo sostenible.

Estas dos dimensiones, cuando se combinan con otros factores (por ejemplo la carencia de una

legislación adecuada o su incumplimiento), generan otra tercera dimensión consistente en la

débil gobernanza, o en poca capacidad para mantener condiciones favorables a la

gobernabilidad al interior del sector forestal. Principios básicos de este concepto de

gobernabilidad son: existencia de un adecuado marco político, jurídico e institucional, capacidad

institucional y de los demás actores para la gestión del modelo de forestería comunitaria,

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participación comprometida y responsable de los actores directamente involucrados, y

aplicación, respeto y cumplimiento transparente del marco jurídico y reglamentario aprobado. En

la ilustración 1 se perciben estas tres dimensiones interactuando como elementos centrales de la

problemática.

Según se evidencia en este esquema, esta problemática tiene múltiples causas, es decir que

cada una de las tres dimensiones es alimentada por factores o condiciones particulares que al

relacionarse entre ellas provocan una compleja causalidad. Para simplificar el análisis sólo se

hace referencia a las causas más sobresalientes:

Tala y comercio ilegal de la madera. La explotación irresponsable e indiscriminada del

recurso bosque incumpliendo las normas técnicas y la legislación impacta en grandes

pérdidas económicas y ambientales que afectan no solo a las comunidades rurales sino

además al país entero. En algunas regiones del país esta situación ha sido a su vez

causa de serios conflictos sociales entre comunidades o sectores de población. Debido a

ello el ICF se planteó en el 2012 la implementación de una Estrategia Nacional para el

Control de la Tala y Transporte Ilegal de Productos Forestales (2010-2020) con tres

ILUSTRACIÓN 1. ELEMENTOS DE LA PROBLEMÁTICA EN EL MANEJO DE BOSQUES

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Recordando su niñez en el Municipio de

Yuscarán, Don Andres Solorzano dice: “Los

bosques eran exuberantes porque nunca

habían sido explotados, nosotros éramos niños

y solo veíamos como los arboles caían, no nos

dábamos cuenta que se estaban yendo las

riquezas de la comunidad. La gente era muy

pobre, no teníamos fuentes de empleo; nos

dedicábamos al cultivo de maíz y maicillo para

consumo, vendíamos leña, y eventualmente

trabajábamos por día para los grandes

propietarios de tierra

objetivos: prevenir el aprovechamiento ilegal, fomentar el aprovechamiento legal y

controlar el aprovechamiento.

Titulación irregular de tierras. Debido a

varias razones, especialmente al

incumplimiento de la legislación y a la

débil intervención de las instituciones

responsables de esta temática, los

problemas referidos a la tenencia de la

tierra han sido en algunas etapas fuentes

de conflicto social y deterioro del bosque.

La titulación irregular de la tierra, por

ejemplo la emisión de títulos de propiedad

en áreas protegidas o el surgimiento de

títulos de procedencia irregular, es una

fuente de problemas que ha propiciado la

explotación irracional del bosque, la

ampliación de la frontera agrícola y la

ganadería extensiva.

Débiles capacidades organizativas, de

participación, de autogestión. Durante

mucho tiempo, principalmente en algunas regiones del país, la población rural ha tenido

muy poco involucramiento en procesos de aprovechamiento sostenible del bosque

debido en parte a sus escasas capacidades organizativas, a la debilidad de las

organizaciones comunitarias y en general a su tendencia a depender de soluciones

externas careciendo de una adecuada cultura de autogestión.

Débiles capacidades de producción y manejo sostenible de los recursos

forestales. Cuando las poblaciones rurales que interactúan con el bosque desconocen

el valor del recurso forestal por los bienes y servicios que proporciona y carecen de

adecuadas capacidades para aprovecharlo, sin deteriorarlo, realizan actividades

agrícolas o forestales que ponen en riesgo la sostenibilidad del recurso; por ejemplo la

agricultura migratoria, la ganadería extensiva y la extracción de productos forestales sin

cumplir la normativa técnica. Aproximadamente el 56 % de la población rural vive de la

agricultura de subsistencia en tierras de ladera. Este es solo un elemento de una débil

cultura ambiental que oriente un mejor uso de los recursos naturales.

Complementariamente, las tierras planas están ocupadas en su mayoría por latifundios.

Inadecuados esquemas de producción agrícola y forestal. En sus esfuerzos por

sobrevivir la población realiza prácticas agrícolas, ganaderas o forestales sin contar con

un modelo y cultura apropiados para un manejo eficiente y sostenido de los

ecosistemas. Esta situación se ve complementada por la carencia de métodos o

técnicas institucionalmente promovidos para posibilitar que la población adopte

esquemas de manejo racional y aprovechamiento sostenido del bosque con la

participación complementaria de varias instituciones.

Incumplimiento de la legislación nacional. A lo largo de los años se ha ido

conformando un cuerpo de leyes que en algunas etapas fue de poca utilidad para evitar

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los manejos irresponsables del bosque.

Según lo ha analizado Vallejo (2011) hay

tres condiciones que propician la

deforestación y degradación forestal: el

desconocimiento de la normativa jurídica,

las inconsistencias y contradicciones

dentro del marco jurídico y la falta de

aplicación real y efectiva de la legislación.

Falta de presencia institucional. Para

que la forestaría comunitaria se aplique

en concordancia con la ley y genere los

impactos y beneficios esperados es

necesaria la presencia activa de varias

instituciones en las áreas intervenidas.

Las debilidades institucionales para el

cumplimiento de sus responsabilidades y

atribuciones inciden en que se prolongue

o vuelva crítica la problemática. Son

varias las instituciones (por ejemplo: el

INA, SAG, SERNA, operadores de

justicia, etc.) que tienen

responsabilidades frente a esta

problemática, sin embargo algunas

manifiestan debilidades de distinto tipo

que les limitan cumplir plenamente lo que les corresponde o a actuar complementaria y

coordinadamente.

Las consecuencias de una problemática como la antes planteada también son diversas e

impactan negativamente en las comunidades, en la base misma de los recursos naturales, y en

todos los aspectos de la vida del país, por ejemplo en las finanzas nacionales, la economía y la

salud.

De manera resumida, una enumeración de las principales consecuencias es la siguiente:

Pérdida o deterioro de los recursos forestales (bosque). Las cifras sobre la

deforestación son muy variables y en ciertos aspectos pueden ser contradictorias

dependiendo de las metodologías que se utilicen para su estimación; en el documento

Visión de País 2010 – 2038 se establece que Honduras enfrenta una pérdida recurrente

de cobertura forestal a un ritmo estimado de 70,000 hectáreas por año. Sin embargo, en

el Informe del Estado del Ambiente: Geo Honduras 2014, se reporta que “al 2013 se han

perdido un total de 2.6 millones de ha de bosque en 113 años, para una pérdida anual

promedio de 23,008.8 ha/año”1. Esta condición a su vez genera otras consecuencias o

impactos negativos como disminución o deterioro de la biodiversidad, alteración del

1 En el 2014 la cobertura forestal de Honduras era de 5, 398,137 hectáreas que representan el 48% del territorio nacional. Se distribuyen así: 57.5% de bosque latifoliado, 36.3% de coníferas, 5.3% de bosque mixto, y 1.0% de mangle. Tomado de Mapa Forestal y cobertura de la Tierra de Honduras: Análisis de Cifras Nacionales.

RECUADRO 1. CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN Y

DEGRADACIÓN DE BOSQUES

Un estudio realizado por Vallejo, M. (2011) analiza

como las principales causas de deforestación y

degradación de bosques en Honduras las siguientes:

Escasas o ineficaces políticas forestales o

aplicación de otras políticas de impacto negativo.

Inconsistencias o contradicciones en el marco

jurídico, o incumplimiento de legalización.

Debilidades de funcionamiento del marco

institucional

Aplicación de técnicas agrícolas, pecuarias y

forestales inapropiadas.

Aspectos socioeconómicos como pobreza,

migración, expansión de la frontera agrícola

Limitaciones financieras, en la infraestructura y el

mercadeo

Cultura inapropiada a la sostenibilidad del bosque,

analfabetismo, débil conciencia ambiental etc.

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régimen hidrológico con efectos en la

calidad y cantidad de agua,

degradación de los suelos,

empobrecimiento de la belleza

escénica, aire, bosque, y en general

inestabilidad en los procesos

ecológicos esenciales y las funciones

ambientales que sostienen la vida.

Insuficiente producción, incluso

para la seguridad alimentaria. Como

efecto de las causas antes apuntadas,

especialmente las que se relacionan

directamente con las formas de

manejo que deterioran los recursos naturales, las poblaciones que viven dentro o

aledaño a las áreas de bosque obtienen muy bajos niveles de producción agrícola para

satisfacer sus necesidades básicas de seguridad alimentaria y para derivar ingresos

adicionales para costear el mejoramiento de la calidad de vida. La sobrevivencia de las

comunidades y sus posibilidades de disminuir la pobreza son cada vez más difíciles en

relación directa con el manejo irracional de los recursos naturales.

Carencia de oportunidades para empleo, ingresos, inversión. Cuando no existen

condiciones para que las comunidades tengan acceso legal para aprovechar y

comercializar los productos del bosque se vuelven limitadas las oportunidades de

empleo. De ahí que si este acceso se concentra en el sector privado formal, el empleo

que se genera es cuantitativa y temporalmente limitado. En consecuencia, las

posibilidades de mejoramiento de los ingresos, tanto para las comunidades como para el

municipio y el país en general, se mantienen estancadas o no crecen en proporción a las

necesidades del desarrollo, lo que impacta en constreñir la inversión en los mismos tres

niveles.

Inequidad en la distribución de los recursos forestales y beneficios. Es inherente al

concepto de sostenibilidad que la población que interactúa con el bosque logre derivar

de esta interrelación la satisfacción a sus necesidades esenciales y encontrar continuo

mejoramiento de su calidad de vida; pero también es condición que el disfrute de los

recursos y beneficios sea equitativo entre los sectores más directamente involucrados.

En algunas etapas de las intervenciones nacionales en forestería comunitaria se han

experimentado desajustes o inequidad, tanto entre sectores de población como entre

hombres y mujeres, lo que en alianza con otras variables ha contribuido a generar

momentos de crisis en el sector y a debilitar las condiciones básicas para la

gobernabilidad.

Conflictos socio ambientales. En algunas etapas de la reciente historia de la forestería

comunitaria se han vivido conflictos sociales por la temática ambiental, con mayor

prevalencia en unas regiones que en otras. Por ejemplo: la fuerte presión ejercida por

los comerciantes de madera (legales e ilegales) sobre los bosques, reclamos de las

comunidades por carencia de oportunidades, conflictos por irregularidades en la

distribución y titulación de la tierra, frecuentes denuncias de aprovechamientos ilegales o

Uno de los principios de la Estrategia Nacional

de Forestaría Comunitaria (2013) es el de

equidad e inclusión social que implica

distribución equitativa de beneficios, igualdad en

el acceso a los recursos, seguridad de acceso a

los bienes y servicios de los ecosistemas

forestales, para todos y todas las hondureñas sin

discriminar por raza, etnia, sexo, edad, religión y

posición social.

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irregulares. Estas, además de otras condiciones, en algunos momentos o regiones han

generado tensiones y conflictos entre los actores directamente vinculados con el manejo

de los bosques.

Efectos negativos sobre el cambio climático. Una de las consecuencias de la

deforestación y degradación de los bosques ha sido el debilitamiento de la capacidad de

los ecosistemas para preservar su estructura y funciones, con lo cual se ha disminuido

su capacidad de respuesta al cambio climático. En la medida en que se acrecienta la

perdida de bosques latifoliados y de coníferas cada vez más amplias regiones del

territorio van disminuyendo su resiliencia ante las condiciones adversas del cambio

climático. Debido a su fragilidad los ecosistemas, inadecuadamente intervenidos, se

vuelven más vulnerables a los efectos del cambio climático, con lo cual se intensifican

los riesgos ambientales para las comunidades.

En síntesis, en la medida en que los recursos forestales son manejados de manera insostenible

los bosques se degradan y las comunidades se empobrecen, lo que aumenta la vulnerabilidad

de todo el sistema ante fenómenos ambientales adversos como sequias, inundaciones,

incendios, plagas, etc. Es necesario que dentro de un efectivo esquema de gobernabilidad en el

sector se desarrollen capacidades de resiliencia para afrontar con éxito tales adversidades.

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CAPÍTULO 2. Conceptualización Básica Sobre

Forestería Comunitaria

Los conceptos esenciales que hoy se aplican sobre Forestería Comunitaria y que son explícitos

en el marco legal vigente, tienen como antecedente diferentes concepciones sobre desarrollo

que han venido evolucionando en las últimas décadas a nivel mundial. En los años 60, 70 y 80

los modelos de desarrollo tenían implícitas ciertas concepciones en torno al sector forestal que

distan mucho de los postulados actuales. Por ejemplo, en esta época el bosque era considerado

como un recurso explotable sin la mediación de criterios de racionalidad o sostenibilidad, en

tanto que la comunidad se concebía como fuente de mano de obra barata para la explotación del

bosque. En este período también se observó una carencia de estrategias, modelos y

herramientas en el Estado para enfrentar el problema. Ante una débil regulación por parte del

Estado los sectores de poder disponían de los mecanismos para extraer bienes y productos para

su beneficio exclusivo, a la vista de una sociedad que carecía de conciencia sobre los riesgos del

deterioro y agotamiento de los recursos naturales y que no asumía responsabilidades por sus

efectos.

En las décadas subsiguientes surgen nuevos conceptos y planteamientos que van cambiando

los paradigmas sobre desarrollo. A finales de los 80 e inicios de los 90 surge el enfoque de

desarrollo humano integral, cuyo postulado básico es el enriquecimiento de la vida humana

sobre la base del crecimiento económico. A este planteamiento se suma el reconocimiento de

que los problemas que aquejan a la humanidad en general, como el deterioro ambiental y la

diversidad de problemas sociales de carácter global se deben atender tomando en cuenta las

características de las comunidades locales. Se revaloriza, por tanto, la capacidad de

participación, organización y autogestión de las comunidades.

En este período las estrategias de lucha contra la pobreza empezaron a poner el acento en las

condiciones políticas, como la ausencia de poder y de participación en las decisiones públicas

por parte de las poblaciones afectadas por la pobreza. Surgen también nuevos valores

internacionales sobre la equidad e inclusión social y aparecen nuevos conceptos y búsquedas

sobre la sostenibilidad, que en el sector forestal representan un cambio de enfoque: de la

extracción al aprovechamiento racional y sostenible.

En lo referente a seguridad alimentaria, el enfoque evoluciona desde una concepción del

problema centrada en la disponibilidad y acceso a los alimentos a un enfoque de orden

multidimensional basado en los medios de subsistencia de las personas. Este nuevo

planteamiento integra los conceptos de vulnerabilidad y gestión de riesgos y es concluyente en

concebir la “inseguridad alimentaria como producto social y político” (Devereux, 2001)

En este escenario el cambio climático aparece como uno de los principales retos globales que

enfrenta la humanidad en este siglo. La irrefutable evidencia de estudios climáticos realizados

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durante los últimos 30 años, ha demostrado que el calentamiento global es un fenómeno inusual

y directamente atribuible a la actividad humana. Esta nueva realidad ha generado una demanda

creciente de cambios en la economía, la sociedad y los modelos de crecimiento y desarrollo

adoptados. También se ha generado una mayor conciencia sobre el grado de responsabilidad en

el fenómeno, tanto a nivel individual, comunitario, local, nacional e internacional.

Estos cambios de paradigmas influyeron gradualmente en la construcción de las concepciones

que hoy se manejan sobre forestería comunitaria en Honduras.

No obstante, son los aprendizajes derivados de las experiencias nacionales de manejo forestal

implementadas entre 1974 y 1992 los que mayoritariamente han contribuido en la adopción de

las actuales acepciones de forestería comunitaria. Los principales aprendizajes obtenidos de

este período, y que todavía hoy continúan capitalizándose se pueden resumir en los siguientes

aspectos:

Disfuncionalidad e insostenibilidad de enfoques extractivistas: Por mucho tiempo

los recursos forestales fueron explotados por el Estado a través de concesiones a

industrias forestales sin aplicación de criterios de sostenibilidad. Se generaban

convenios de usufructo, no contratos de manejo, con grupos de personas dedicados al

negocio forestal con una actitud extractivista.

Necesidad de integralidad en las concepciones y estrategias: La COHDEFOR,

concentró sus esfuerzos en el tema de aprovechamiento del recurso forestal (la

dimensión económica del proceso) pero no desarrolló estrategias sostenidas en las

dimensiones ambientales y sociales, lo que resultó en consecuencias negativas e

insostenibles en el manejo de los recursos naturales.

Necesidad de concepciones multidimensionales sobre la sostenibilidad: Lo

anterior, puso en evidencia la necesidad de concebir la sostenibilidad del recurso forestal

desde diferentes dimensiones. Una sostenibilidad asegurada no solo mediante la

generación de ingresos económicos sostenidos y su distribución equitativa en una

comunidad, sino en la generación de cohesión social alrededor del recurso bosque, así

como un sentido de pertenencia y valoración del mismo.

A partir de estas percataciones y aprendizajes se observa la voluntad en diferentes actores de

poner en práctica esas nuevas concepciones. Con el apoyo de la cooperación internacional se

formulan nuevos conceptos, estrategias y métodos que rescatan estos postulados y se

promueve su aplicación mediante la implementación de una serie de proyectos e iniciativas en

diferentes regiones del país.

Estas experiencias prácticas generaron impactos de distinto tipo, pero especialmente

aprendizajes innovadores que fueron incorporados por el Estado en la legislación aplicable al

sector forestal como es el Decreto 98-2007 y el Reglamento del SINAP (Acuerdo 921-97).

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De esta forma, en el decreto 98-2007 la Forestería Comunitaria se asume como “la relación

armónica sostenida entre las comunidades o grupos agroforestales que radican en las áreas

forestales y su medio ambiente. En el caso de áreas forestales nacionales esta relación se basa

en el uso múltiple del bosque por dichas comunidades o grupos, las cuales ejecutan las labores

necesarias para su protección y las demás actividades de manejo de dichas áreas,

beneficiándose económica, ambiental y socialmente de sus productos, bienes o servicios…”

RECUADRO 2. CONCEPTOS BÁSICOS VIGENTES EN EL MARCO REGULATORIO

NACIONAL

Sistema Social Forestal: Es el conjunto de políticas, normas, criterios, estrategias y procedimientos para el desarrollo socioeconómico de las comunidades y grupos que viven dentro o alrededor de los bosques incorporándolos al manejo forestal, aprovechamiento integral, industrialización, comercialización y la participación en los beneficios que se deriven. Asimismo, el Sistema fomentará la más amplia diversificación productiva, las artesanías, micro y pequeñas

empresas. Decreto 98-2007

Forestería Comunitaria: Es la relación armónica sostenida entre las comunidades o grupos agroforestales que radican en las áreas forestales y su medio ambiente. En el caso de áreas forestales nacionales esta relación se basa en el uso múltiple del bosque por dichas comunidades o grupos, las cuales ejecutan las labores necesarias para su protección y las demás actividades de manejo de dichas áreas, beneficiándose económica, ambiental y

socialmente de sus productos, bienes o servicios” Decreto 98-2007

Desarrollo sustentable o sostenido: Proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y con la transformación de los métodos de producción

y de los patrones de consumo sustentado en el equilibrio ecológico. Acuerdo 921-97

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CAPÍTULO 3. El Marco Jurídico de la Forestería

Comunitaria

3.1 Marco Normativo Internacional

La Forestería Comunitaria goza de un amplio respaldo jurídico tanto a nivel internacional como

nacional. En materia de derecho internacional, existe una serie de convenios, tratados y otros

instrumentos cuyo contenido respalda directa o indirectamente la promoción de la forestería

comunitaria. Cuando algunos principios y acuerdos del derecho internacional generan beneficios

al país, por ejemplo en promover la solidaridad humana, la paz y la democracia, son asumidos

mediante aprobación por el Congreso Nacional; posteriormente son ratificados por el Poder

Ejecutivo para que entren en vigor y sean parte del derecho nacional.

A continuación se enuncian cronológicamente los más relevantes y se expone brevemente el

contenido relacionado a la temática:

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo

(CNUMAD), 1992. Define el concepto de desarrollo sostenible y plantea que la

protección del ambiente y la administración de los recursos naturales deben

considerarse dentro de los esfuerzos de desarrollo socioeconómico. Establece una

Declaración de Principios Forestales para la protección, administración y uso sostenible

de los recursos forestales.

Agenda 21, 1992. Se reconoce la existencia de una estrecha relación entre la pobreza

y el deterioro ambiental. Sobre este fundamento se concibe a la agricultura sostenible

como una de las estrategias para la seguridad alimentaria. Se propone crear facilidades

para que los pobres tengan acceso a tierras, recursos naturales y a medios de

producción, así como a agua y saneamiento. La Agenda 21 se ha venido actualizando

principalmente a través de las Cumbres de Johannesburgo 2002 y la de Rio de Janeiro

2012. En esta última se ha enfatizado, por ejemplo, en un cambio de modelo hacia la

economía verde (sistemas de producción y consumo sostenibles), mejorar la equidad

reduciendo las desigualdades, en el fenómeno del cambio climático y en los

planteamientos de construir resiliencia y disminuir vulnerabilidad.

Convenio Regional para el Manejo y Conservación de los Ecosistemas Naturales

Forestales y el Desarrollo de Plantaciones Forestales, 1993. La inequidad en la

distribución de la tierra, particularmente cuando incide en relegar a los pobres a tierras

de ladera, es causa de deforestación y deterioro del suelo. Se procura que a nivel

nacional se adopten mecanismos para evitar el cambio de uso de las áreas con

cobertura forestal ubicadas en terrenos de aptitud forestal, recuperar las áreas

deforestadas, desestimular acciones que propicien la destrucción del bosque en tierras

de aptitud forestal y promover procesos de ordenamiento territorial. Se asumen como

prioridades: la rehabilitación de bosques degradados y secundarios, mediante la

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reforestación recuperar tierras degradadas de aptitud preferentemente forestal cuando

estén bajo uso agropecuario, mantener inventarios de la cobertura forestal.

Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (OIT,

1989), Honduras lo ratificó en 1994. Es el instrumento que respalda a los pueblos

indígenas para legalizar sus tierras históricas que pueden estar ubicadas en bosques o

en áreas protegidas. Cuando se aplica la legislación a este tipo de población deben

considerarse sus costumbres y disponer de procedimientos legales para asegurar

efectivo respeto a sus derechos de utilizar, administrar y conservar las tierras que

tradicionalmente han ocupado.

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC),

1994, Honduras la aprueba en 1995 mediante Decreto 26/95. Establece la importancia

del control de las emisiones que tienen efectos adversos al cambio climático. Define

actividades y compromisos orientados a la reducción de emisiones de carbono

asociadas con el uso del suelo, cambios del uso del suelo y las actividades forestales.

Promueve actividades para la mitigación y adaptación a los impactos derivados del

cambio climático.

Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. 1994,

Honduras la aprueba en 1997: Busca la prevención de la desertificación y degradación

de las tierras, promover medidas que aumenten la productividad, rehabilitación y

conservación de los recursos naturales. Plantea que en los procesos de desertificación y

sequia se adopten enfoques integrales en los aspectos físicos, biológicos y

socioeconómicos.

Convenio Internacional de Maderas Tropicales. Adoptado en 1994 y sucedido por el

convenio que entró en vigor en el 2008. Honduras es miembro productor dentro de este

convenio desde 1994. Su objetivo es “promover la expansión y diversificación del

comercio internacional de maderas tropicales de bosques ordenados de forma

sostenible y aprovechados legalmente y promover la ordenación sostenible de los

bosques productores de maderas tropicales.” Proporciona un marco legal para las

actividades de ordenación, conservación y desarrollo sostenible de los bosques de todo

tipo, y las de repoblación y ordenación de los bosques de maderas tropicales

industriales, así como la rehabilitación de las tierras forestales degradadas.

Estrategia Forestal Centroamericana, 2002. Establece una visión común para facilitar

un proceso de desarrollo del sector forestal en Centroamérica, en un plazo de 25 años.

Apunta a disminuir los índices de pobreza existentes en la región mediante la

participación de las comunidades en la conservación, manejo y recuperación de los

bosques y de los beneficios del mismo.

3.2 Marco Jurídico Nacional

En el contexto nacional también se observa una evolución cronológica del marco jurídico que a lo

largo de la historia ha marcado hitos en el sector forestal. Las principales leyes, decretos,

reglamentos, con una síntesis del contenido relacionado a la forestería comunitaria, se presentan

a continuación:

17

Ley Forestal, Decreto 85/71, 1971. Se sustenta en los principios de conservación,

restauración y propagación de los recursos forestales, uso múltiple de las áreas

forestales y aprovechamiento racional. Crea la AFE dependiente de la Secretaria de

Recursos Naturales. Plantea la obligatoriedad de los planes de manejo. Concede

participación a las cooperativas forestales.

Ley de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal, COHDEFOR. Decreto.

103/74, 1974. Define como política la estatización de los bosques, crea la COHDEFOR

y la faculta para el aprovechamiento, industrialización y comercialización de los

productos forestales. Crea el Sistema Social Forestal y propicia la incorporación de la

población campesina a las actividades silvícolas y aprovechamiento del bosque.

Ley de Reforma Agraria, Decreto 170, 1974. Es un instrumento de transformación de

la estructura agraria del país, establece los procedimientos para un adecuado control y

administración de las tierras; en el aspecto forestal se remite a la Ley de 1974.

Ley de Bosques Nublados, Decreto. 87, 1987. Establece el marco legal para proteger

los bosques nublados. Identifica las áreas protegidas de diferentes categorías, parques

nacionales, refugios de vida silvestre y reservas biológicas, y asigna la responsabilidad

por su administración a la Secretaria de Recursos Naturales.

Ley de Municipalidades, Decreto 134/90. Transfiere a las municipalidades muchas

competencias ligadas a la actividad forestal, por ejemplo: elaborar políticas de manejo y

administración directa de los bosques ejidales, y coadyuvar en la ejecución de la política

nacional forestal. Establece competencias a las municipalidades sobre la gestión de las

áreas forestales ejidales, por ejemplo: aprovechamiento, protección, administración y

normativa, participación ciudadana, reforestación, control y vigilancia.

Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola (LMDSA), Decreto

31/92. Promueve la modernización agrícola, el desarrollo agroindustrial y el

aprovechamiento racional de los recursos naturales renovables, reforestación y

aprovechamiento de las áreas forestales. Promueve el uso múltiple de las áreas

forestales, establece el Plan de Manejo como herramienta técnica obligatoria para el

aprovechamiento del bosque, y el sistema de subasta como mecanismo para la venta de

madera en pie. Propicia que a través del SSF se realicen actividades silvícolas que

incorporen a la población para que obtenga beneficios.

Ley General del Ambiente, Decreto 104/93. Establece el marco para orientar las

actividades agropecuarias, forestales e industriales enfatizando en la conservación, uso

racional y sostenible de los recursos naturales y la protección del ambiente. Crea la

Secretaría del Ambiente que posteriormente pasó a ser la Secretaría de Recursos

Naturales y Ambiente. Plantea que “el recurso forestal deberá ser manejado y utilizado

bajo el principio de protección de la biodiversidad, rendimiento sostenible y el concepto

de uso múltiple del recurso, atendiendo sus funciones económicas, ecológicas y

sociales”.

Ley de Incentivos a la Forestación, Reforestación y a la Protección del Bosque,

Decreto 163/93. Establece incentivos para que los propietarios de áreas forestales

privadas, cooperativas, empresas asociativas campesinas u otras asociaciones

18

campesinas organizadas ejecuten actividades de forestación, reforestación y de

protección de los bosques, buscando contrarrestar el proceso de deforestación.

Reglamento de Regularización de Derechos de Población en Tierras Nacionales de

Vocación Forestal, Acuerdo Ejecutivo 16/96. Define los tipos de uso en las tierras

nacionales de vocación forestal. Establece la suscripción de contratos de usufructo con

personas jurídicas, prefiriendo a las organizaciones comunitarias representativa de las

áreas nacionales de vocación forestal.

Ley de Ordenamiento Territorial, Decreto 180/03, 2003. Establece normas y principios

para regular el proceso de ordenamiento territorial y de los asentamientos humanos

promoviendo la relación armónica entre la población y el territorio, fomentando la

optimización del uso de los recursos naturales, renovables y no renovables para lograr el

desarrollo sostenible.

Ley Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre, Decreto 98-2007. Se propone el

logro de los máximos beneficios directos e indirectos de la flora, fauna, las aguas y los

suelos existentes en las áreas forestales, asegurando su protección, mejoramiento y

racionalización del aprovechamiento, industrialización y comercialización de los

productos forestales. Fomenta las Asociaciones Cooperativas Forestales. Se crea el ICF

y se le otorga mandato para que en el marco del Sistema Social Forestal fomente la

forestería comunitaria y determina que las comunidades organizadas y acreditadas

tienen preferencia en la asignación de áreas forestales para tal efecto. Las áreas

forestales en ningún caso se consideran tierras incultas u ociosas y no podrán ser objeto

de afectación con fines de reforma agraria, ni de titulación. (ver Reglamento General de

la Ley, Acuerdo Ejecutivo 031-2010, Titulo IX).

Visión de País, Plan de Nación 2010-2038, Decreto. 286-2009. Establece los grandes

objetivos de Estado para 28 años, dentro de los cuales se establece una meta (3.6) que

plantea alcanzar un millón de hectáreas de tierra de vocación forestal en proceso de

restauración ecológica y productiva accediendo al mercado internacional de bonos de

carbono.

Programa Nacional Forestal, PRONAFOR, 2010-2030. Orienta la gestión forestal de

las áreas protegidas y de vida silvestre con visión de largo plazo. Se estructura en cuatro

subprogramas: Desarrollo Forestal Económico, Desarrollo Forestal Comunitario,

Servicios Ambientales, Restauración de Ecosistemas y Cambio Climático, y Áreas

Protegidas y Biodiversidad.

19

CAPÍTULO 4. Experiencias de Forestería Comunitaria

Con la creación de la AFE-COHDEFOR en 1974 se puso en marcha el Sistema Social Forestal

(SSF) para que la población rural asentada en o alrededor de los bosques tuviera la oportunidad de participar en los esquemas de manejo forestal sostenido concebidas en ese momento. Para ello se impulsaron procesos de organización, capacitación y constitución de organizaciones agroforestales, las que inicialmente se dedicaron a actividades de protección forestal y de aprovechamiento de resina en los bosques de pino y de madera en el bosque latifoliado. Desde ese momento hasta el presente se han vivido diversidad de experiencias que han dejado aprendizajes en distintos campos y de múltiples utilidades. Muchas de las lecciones aprendidas se han ido incorporando progresivamente en los métodos, estrategias, leyes y otras herramientas. Todo esto ha contribuido a la construcción de un modelo metodológico que, aun cuando no se puede considerar acabado y perfeccionado, en la actualidad es promovido y utilizado por el Estado dado que ha demostrado funcionalidad como herramienta coadyuvante a la solución de la problemática que afecta a la forestería comunitaria. El desarrollo metodológico alcanzado hasta el presente es al mismo tiempo un pilar fundamental en la implementación del Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal de Honduras (CLIFOR), particularmente en lograr el objetivo de que la forestería comunitaria mejore la situación de la población local en los aspectos social, económica y ambiental ante los desafíos del cambio climático. En este capítulo se presentan de forma cronológica y resumida los hitos y las etapas sucedidas, que a lo largo de 40 años han configurado el actual modelo de forestaría comunitaria (Ver ilustración 2). Posteriormente se analiza brevemente las experiencias desarrolladas por el ICF con el respaldo de la Cooperación Alemana desde el año 1994 hasta el 2014.

20

ILUSTRACIÓN 2. LINEA DE TIEMPO DE LAS PRINCIPALES EXPERIENCIAS QUE HAN CONTRIBUIDO AL DESARROLLO DEL MODELO

DE FORESTERÍA COMUNITARIA

21

4.1 Síntesis histórica de las experiencias

Antes de la creación de la COHDEFOR (1974) el recurso forestal era explotado por el Estado

mediante concesiones a industrias madereras. Con la implementación del SSF se tenía la

expectativa de que la población campesina organizada se involucrara activamente en la

protección del bosque, en reducir la agricultura migratoria, los incendios forestales, el excesivo

pastoreo y la tala ilegal, derivando a la vez beneficios económicos y sociales. No obstante, “el

funcionamiento del SSF presentó deficiencias y en muchos de los casos las organizaciones

campesinas se enfocaron solo en el aprovechamiento de la madera, sin implementar las

actividades silviculturales para el manejo del bosque y sin lograr una distribución equitativa de

los beneficios en la comunidad. La poca efectividad del SSF se debió principalmente a la

ausencia de una asistencia técnica adecuada a los grupos agroforestales, no acceso a

incentivos, acceso limitado al mercado y distorsión de los precios de la madera por la actividad

ilegal” (PRORENA, 2013).

En 1983 con apoyo de la FAO, COHDEFOR implementa lo que se conoció como Áreas de

Manejo Integrado (AMI), las que eran áreas de vocación forestal manejadas por la comunidad

bajo el concepto de uso integral y racional del bosque contando con la supervisión y asistencia

de técnicos especializados. Estas iniciativas aportaron algunos aprendizajes para la

configuración del SSF y son consideradas precursoras de la posterior metodología de forestería

comunitaria.

Más adelante, en 1985 la COHDEFOR desarrolló un esquema complementario denominado

Sistema Industrial Forestal Energético y Social (SIFES) con el propósito de asegurar el uso

integral del árbol, aprovechando las materias primas residuales del madereo, de los raleos

comerciales, y en general, de trozos de diámetros menores que se procesan en un pequeño o

mediano aserradero para producir productos de mayor valor agregado como una forma de

contribuir al desarrollo comunal y a mejorar la capacidad de autogestión. También se promovía la

utilización de la leña recolectada en el bosque y los residuos de la industria como fuente

energética para producir energía eléctrica (FAO, 2007). En la práctica, el impacto del SIFES se

vio limitado por problemas técnicos, organizativos y de infraestructura, pero el mayor

cuestionamiento al esquema es que muchos de los miembros de la comunidad se veían

excluidos de los beneficios del proyecto por no tener un enfoque comunitario sino de pequeños

grupos. Al no generar los resultados esperados, el esquema se fue abandonando poco a poco.

En 1992 se aprobó la Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola (LMDSA),

que devuelve el derecho sobre el vuelo forestal a cada dueño de la tierra, con la consiguiente

responsabilidad de asumir el manejo y protección de dichos recursos. Mediante esta Ley se

establecieron los planes de manejo forestal como herramienta obligatoria para el

aprovechamiento del bosque.

En 1994 con el apoyo de la Cooperación Técnica Alemana, GTZ, surge el Proyecto de Apoyo a

la Forestería Comunitaria (AFOCO) como una de las primeras experiencias en esta temática.

22

Durante su vigencia AFOCO desarrolló un concepto y metodología ajustados a las condiciones

de su momento y características de su área de intervención. Esa metodología se considera

actualmente como uno de sus principales legados, así como el haber incidido para la adopción

de una estrategia para institucionalizar la forestería comunitaria.

Al término de 10 años AFOCO generó aprendizajes innovadores que fueron sistematizados y se

publicaron como una guía metodológica de gran utilidad durante el inicio de la intervención en los

municipios de Gualaco y Guata del departamento de Olancho y en la Biosfera del Río Plátano.

En esa nueva etapa, con el apoyo del Programa de Fomento al Manejo de los Recursos

Naturales y Desarrollo Económico Local (PRORENA) de la GIZ, la metodología diseñada por

AFOCO tuvo la oportunidad de replicarse, experimentarse y enriquecerse en un nuevo contexto

bastante diferente al del municipio de Yuscarán.

Con los avances logrados en esa nueva etapa se logró que en la nueva Ley Forestal, Áreas

Protegidas y Vida Silvestre (Decreto 98-2007) se enfatizara en el fomento a la forestería

comunitaria en el marco del SSF y se adoptara esta como política nacional. Esto se oficializó con

la aprobación de la Estrategia Nacional de Forestería Comunitaria en el 2013 y con la réplica del

modelo en diferentes regiones del país durante el 2010 y el 2014. A partir del 2014, inicia el

programa CLIFOR, que retoma todos los aprendizajes de las etapas anteriores con el fin de

consolidar el modelo de forestería comunitaria y extenderlo a nuevas regiones y áreas.

4.2 Análisis de las experiencias

A continuación se hace un análisis más detallado de los aspectos que sobresalen en las

experiencias ejecutadas, el que se hace procurando identificar sus aportes en la construcción del

modelo de forestería comunitaria. Para tales efectos se analiza la experiencia de AFOCO en

Yuscarán (1994-2004), la experiencia de réplica en las áreas comunitarias del bosque nacional

de Gualaco y Guata (2004-2010), y la implementación en trece áreas a nivel nacional (2010-

2014).

EXPERIENCIA: APOYO A LA FORESTERÍA COMUNITARIA EN YUSCARÁN

(1994-2004)

La Situación Inicial

En el análisis que el Proyecto AFOCO realizó sobre la situación inicial se destacan los siguientes

elementos:

Honduras tiene un alto potencial de desarrollo en sus recursos forestales, sin embargo la

vocación productiva de los hondureños sigue siendo agrícola y ganadera.

23

AFOCO tuvo mucha interacción con la

gente, les facilitó ir a conocer otras

experiencias dentro y fuera del país,

propiciaba análisis, reflexiones y

discusiones, proporcionó mucha

capacitación. También facilitó la

comunicación y mejora de las relaciones

entre las comunidades, especialmente

cuando estaban distanciadas por conflictos

socio ambientales. Andrés Solorzano,

Municipio de Yuscarán

Las tasas de deforestación se mantienen altas debido principalmente a: expansión de la

frontera agrícola, pobreza, inseguridad en la tenencia de la tierra, tala ilegal, enfoques

extractivistas de la industria forestal tradicional, poca atención gubernamental a la

eficiente administración del recurso forestal.

La población menos favorecida económicamente tienen limitado acceso al manejo del

bosque y sus beneficios. La mayoría de la población que habita en los bosques vive en

condiciones de pobreza, realiza la agricultura y ganadería como actividades de

subsistencia en tierras de vocación forestal.

Las organizaciones agroforestales tienen débiles capacidades para el manejo sostenible

del bosque y la población carece de una formación humana integral.

A nivel nacional se carece de un marco normativo en materia de desarrollo social

forestal.

El Enfoque

Esta experiencia se implementó bajo un concepto de forestería social para mejorar las

condiciones de manejo y utilización sostenible del bosque, bajo el principio del uso múltiple,

promoviendo a la vez el desarrollo humano integral de las comunidades. Se plantea que las

comunidades rurales son capaces de vivir del bosque sin destruirlo, además de desarrollar la

autosuficiencia de la población afectada por la pobreza.

Según lo planteado por AFOCO, la Forestería

Comunitaria trasciende de la simple utilización de

los seres humanos para la conservación de los

recursos naturales y se concibe como una vía

para promover el desarrollo integral de las

comunidades que viven en ellos. En su hipótesis

central se aduce que, sólo cuando las

comunidades logran transformar su propia

realidad y percibir beneficios económicos,

ecológicos y sociales en forma tangible es que se

hace posible obtener de ellas un compromiso de

conservación y recuperación de los recursos que

les rodean. Con este planteamiento se pretendía

superar los vicios de exclusión e inequidad que se

presentaron en experiencias pasadas y mejorar la

interacción dentro y entre las comunidades.

La Metodología de Implementación

Dentro de esta experiencia se concibe que con la Forestería Comunitaria se debe ir más allá de

las medidas clásicas de transferir tecnologías, por lo que se necesita invertir en el desarrollo

social y económico para la satisfacción de necesidades humanas, la apertura de espacios de

24

negociación en y entre las comunidades, y desarrollar las capacidades de comunicación y

autogestión de las comunidades. De acuerdo con esto, AFOCO asumió como elementos

centrales de su metodología los siguientes:

Abordaje Comunitario: Desde la etapa de socialización del proyecto y durante toda su

implementación se promueve la participación de la comunidad en su conjunto. Se

realizaron esfuerzos importantes para analizar los intereses de la comunidad, identificar su

receptividad y disposición, así como hacerles realmente partícipes de los procesos de

planificación y ejecución de acciones. De esta forma se dio un salto cualitativo respecto a

las experiencias anteriores, centradas en beneficiar a determinados grupos, hacia un

abordaje comunitario.

Desarrollo Humano Integral: la

Forestería Comunitaria no solo se

aborda para enfrentar la dimensión

económica del problema, sino que se

promueve el desarrollo humano

construyendo capacidades para el

manejo del bosque, la producción

agrícola y la organización comunitaria.

Ideas implícitas dentro de este

concepto son: toma de conciencia,

transformación del ser humano,

organización para el desarrollo,

equidad de género y manejo

alternativo de conflictos.

Manejo Comunitario de Bosques: “AFOCO promovió que las comunidades iniciaran un

manejo adecuado y participativo del bosque, cambiando los esquemas de un plan de corte

tradicional por un plan de manejo de uso múltiple y sostenible” (Pineda, 2014).

Manejo Integral de Fincas: El Proyecto promovió el establecimiento de fincas integrales

como elementos integradores de la familia, tanto para seguridad alimentaria como para

aportar al aprovechamiento sostenible del bosque.

Análisis participativo de Impactos: Consiste en analizar la evolución (tendencia) social y

económica de la comunidad en un período de tiempo definido, haciendo comparaciones

anuales antes, durante y después para identificar cambios en condiciones de vida sociales

y económicas.

Estrategia de Transferencia e Institucionalización: En la última etapa de AFOCO (2002-

2003) se realizaron procesos de socialización y capacitación de su concepto y metodología

en distintas regiones del país involucrando a actores claves: municipios, instituciones del

sector y organizaciones comunitarias.

Como resultado de esta estrategia la COHDEFOR emitió en el 2003 una resolución para

adoptar la forestería comunitaria como una estrategia institucional.

“El concepto de manejo comunitario incluye

no solo extraer madera, sino el manejo

sostenible del bosque, no solo labores de

aprovechamiento forestal sino de protección

realizadas por la comunidad, implementando

algunas prácticas forestales que posibilitan la

sostenibilidad del bosque”

Fausto Lazo, Coordinador del Programa

CLIFOR

25

Resultados e Impactos

Según lo reportado por el mismo Proyecto, sus resultados e impactos se clasifican en cuatro

categorías:

Incremento del bienestar. Esto se logró aplicando la forestería como una fuente de

generación de nuevos empleos, dado que las comunidades deben realizar labores de

protección, silvicultura, aprovechamiento forestal, resinación, transformación de

productos forestales y comercialización.

Acceso a recursos productivos. Implica la posibilidad de que las comunidades hagan un

uso legal de los recursos productivos (suelo, agua, flora y fauna) a través de la figura de

Contratos de Manejo de largo plazo. Mediante la ejecución de los Planes de Manejo se

mejora y aumenta la disponibilidad del recurso bosque en madera, leña y resina a medio

y largo plazo.

Incremento en los niveles de conocimiento. Se logra el fortalecimiento de capacidades

organizativas, de planificación, uso y manejo de técnicas alternativas de producción

agrícola y forestal, instrumentos de concertación, planificación y decisión a nivel familiar,

grupal y organizativo (desarrollo humano y organizativo).

Apropiación y empoderamiento. Se logra mejorar la participación y autodeterminación,

especialmente para que la comunidad actúe cada vez en forma más autónoma y con

menores intervenciones de actores externos. Mejora de la autogestión (capacidad de

autoayuda) y de apropiación de los procesos a nivel comunitario, disminución del

aislamiento social a las mujeres, aumento de la capacidad de solución de conflictos a

nivel familiar, grupal y organizativo.

Un análisis de los resultados de la experiencia de AFOCO realizado en el 20142 revela que los

impactos provocados por la intervención del Proyecto se relacionan con: mejora de las

relaciones entre las comunidades, mejora de la participación de la mujer, generación de fuentes

de empleo, formación y capacitación, manejo del bosque mediante la ejecución del Plan de

Manejo, suscripción de un convenio de usufructo, desarrollo e institucionalización del concepto

de Forestería Comunitaria, divulgación de la experiencia como modelo a nivel nacional,

constitución de la Fundación Yuscarán.

2 Informe: Resultados de la experiencia de Forestería Comunitaria en Yuscarán, El Paraíso. M. Pineda. 2014.

26

EXPERIENCIA: LAS ÁREAS COMUNITARIAS DEL BOSQUE NACIONAL DE

GUALACO Y GUATA, OLANCHO (2005-2010)3

La Situación Inicial

Al iniciar la intervención en Olancho, los bosques de la zona constituían cerca del 43% de la

superficie del área de tenencia nacional compuesta predominantemente por coníferas. La

problemática inicial que se presentaba en esta zona se caracterizaba por lo siguiente:

Explotación irracional del bosque por parte del Estado desde 1998 con el fin de

abastecer de materia prima su industria de pulpa y papel. La industria de la madera

también realizaba aprovechamientos forestales poco o nada sostenibles sin que esto

generara empleo u otros beneficios para las comunidades.

Los bosques se manejaban careciendo de una estrategia fundamentada en criterios de

sostenibilidad con participación de la población en tareas tanto de recuperación y

conservación como de aprovechamiento racional.

Las fuentes de agua y la seguridad alimentaria de más de 50 comunidades estaban

amenazadas por la tala legal e ilegal del bosque por parte de los comerciantes de

madera.

Los incendios forestales impactaban negativamente en buena parte de la cobertura

forestal, al grado que en el 2004 el municipio de Gualaco llegó a contarse entre los trece

municipios más afectados por incendios forestales a nivel nacional. A ello se sumaban

los daños causados al bosque por las plagas del gorgojo.

La población al no percibir ningún beneficio del bosque optaba por la agricultura de

subsistencia dedicándose principalmente al cultivo de granos básicos (frijol y maíz) y a

la ganadería extensiva.

El Enfoque

Sobre la base de los aprendizajes generados con AFOCO, por ejemplo que las comunidades

rurales son capaces de vivir del bosque sin destruirlo, mediante la experiencia de Olancho se

desarrolló con mayor profundidad el concepto de Forestería Comunitaria definiéndola como “Una

vía para promover el desarrollo integral de las comunidades que viven en ellos, basándose en el

equilibrio económico, ecológico y social”. Se confirmó el planteamiento de que cuando las

comunidades logran obtener beneficios económicos, ecológicos y sociales en forma tangible se

involucran de manera comprometida en procesos de conservación y recuperación de los

recursos que les rodean, (Cruz, 2010).

3 Una descripción detallada de esta experiencia se encuentra en el documento “Sistematización de la Experiencia de las Áreas Comunitarias del Bosque Nacional de Gualaco y Guata: Como un Ejemplo de Desarrollo Integral Comunitario y Manejo Sostenible de Recursos Naturales” PRORENA 2010

27

A partir de esta experiencia se desarrollan los tres pilares fundamentales que le sirven de

sustento teórico y metodológico a la Forestería Comunitaria: Desarrollo Humano Integral, Manejo

Integral de Bosques, y Manejo Integral de la Unidad de Producción Agrícola.

Con el Desarrollo Humano Integral se buscan cambios sustanciales de comportamiento en los

seres humanos, para que con cierto estímulo la comunidad pueda desarrollar la capacidad de

analizar su situación, determinar qué aspectos necesitan cambiar, identificar o construir

soluciones creativas a su problemática, planificar y organizarse para llevar esas soluciones a la

práctica, y finalmente evaluar sus resultados.

A través del Manejo Integral del Bosque, se busca replantear la idea que el bosque es más que

un productor de madera. Para las comunidades, el bosque es su casa, es el medio para producir

alimentos, es la fuente de agua, es el lugar de recreación, es la fuente de medicamentos

naturales, es la fuente de aire puro, el lugar de trabajo, y una fuente de productos y sub

productos necesarios para la vida de los hombres y mujeres. En atención a ello, las áreas que se

asignen o se propongan para desarrollar procesos de Forestería Comunitaria no sólo deberán

manejarse con fines de explotación forestal, sino también para disfrutar de los beneficios antes

descritos.

Finalmente, en cuanto al Manejo Integral de la Unidad de Producción Agrícola se debe

reconocer y aceptar que a pesar de que la vocación de los suelos de ladera es forestal, la

mentalidad del productor y su familia es de vocación y tradición agrícola. (Cruz, 2010)

La Metodología de Implementación

En cuanto a la metodología aplicada durante esta etapa, resaltan los siguientes aspectos:

Definición de criterios para conformación de áreas comunitarias: Se establecieron

una serie de criterios para definir el territorio que sería asignado a las comunidades por

parte del Estado, para un contrato de manejo forestal de largo plazo, de modo que éstas

tuvieran la posibilidad de derivar beneficios económicos, ecológicos y sociales en forma

justa y sin intermediación de otros actores. Estos criterios son de naturaleza social,

económica, técnica y jurídica.

Modelo organizativo implementado: Se estructuró un modelo organizativo que

garantiza la participación sostenible y equitativa de las comunidades protagonistas de

esta experiencia. Este modelo se fundamenta en las estructuras sociales reconocidas

por las comunidades (Patronatos y Consejos de Patronatos) y en conjunto conformaron

las estructuras productivas (Cooperativas Agroforestales). Cada área comunitaria está

conformada por varias comunidades de base, las cuales cuentan con sus patronatos

debidamente conformados. Cada patronato, nombra dos delegados/representantes para

conformar un Concejo Intercomunal de Patronatos que es la instancia responsable de

llevar adelante la agenda de proyectos de desarrollo social de todas las comunidades

28

que conforman el área comunitaria. El modelo define claramente cuáles son las

responsabilidades de cada parte.

En esta experiencia también se observó un proceso de integración horizontal mediante

la conformación de la Red Hondureña de Áreas Comunitarias Forestales de Gualaco y

Guata (Red-HACOFOGG).

Sistema de manejo y uso múltiple de las áreas: Este sistema incluía primeramente

una distribución biofísica de las áreas. En cada área se estimaba la proporción del

bosque mixto, del pino maduro, explotado, joven, medio o de regeneración, así como el

área destinada a la protección de microcuencas. Luego de realizar esta delimitación se

definieron tres categorías o intensidades de intervención para la protección del bosque:

protección forestal extensiva, intensiva, y protección a micro cuencas y cursos de agua.

Finalmente se establecieron las actividades silvícolas y de aprovechamiento forestal que

se realizarían en cada área.

Comercialización y alianza con los eslabones de la cadena de valor: Se estableció

el mecanismo de “venta publica” de los productos y sub productos derivados del manejo

de las áreas asignadas mediante Contrato de Manejo Forestal, a fin de que la

organización comunitaria tuviera la seguridad de recibir el mayor margen de utilidad que

el mercado ofrecía. Un mecanismo similar se utilizó para seleccionar a los prestadores

de servicios de madereo y transporte a nivel local y regional. En función de lo anterior,

las organizaciones de base establecieron alianzas con transportistas de la zona.

Ordenamiento legal de tierras: Los líderes de las áreas comunitarias comenzaron a

recibir presiones por parte de actores externos con el fin de impedir que tuvieran acceso

al usufructo de los bosques, presumiendo ser sus propietarios. Asimismo, se realizaban

procesos de titulación sin contar con la opinión de la administración forestal, pese a que

el sistema de leyes nacionales de ese entonces no permitía la titulación de sitios de

vocación forestal. Es así como el ICF emprendió un proceso de ordenamiento legal de

tierras en las áreas comunitarias.

Planificación comunitaria de gestión del territorio: Este proceso se realizó mediante

la elaboración participativa del Plan Comunitario de Gestión del Territorio. Este

instrumento cumple con la función de ordenar y priorizar las acciones que las

comunidades realizarían en torno a la educación, salud, infraestructura, ambiente,

producción forestal, agroforestal, transformación y desarrollo de la cadena de valor de

los productos y sub productos del bosque, así como los mecanismos de gobernanza en

el manejo de sus recursos naturales.

Manejo de conflictos

Desde antes de la intervención los bosques nacionales de Gualaco y Guata estaban sometidos a

intensas presiones por su explotación, lo que generaba diversos conflictos entre los actores

directamente involucrados. Dado su enfoque social la metodología de forestería comunitaria

enfrentó una evidente fuente de conflictos que se origina en la falta de visiones y valoraciones

coincidentes entre los actores respecto al bosque, su manejo y beneficios. A manera de ejemplo

29

se destacan algunas situaciones en las que se observan posiciones encontradas entre algunos

de los sectores presentes en el territorio:

Algunos actores manifiestan disposición a aprovechar el bosque aplicando esquemas

de protección y conservación, lo que va en dirección opuesta a la tendencia cultural y

prácticas extractivistas de ciertos sectores.

El interés porque la comunidad avance en sus capacidades de participación y

autogestión en el manejo del bosque es confrontado por las prácticas tradicionales de

manejo aplicadas por el Estado o por el sector privado.

Los esquemas de manejo y aprovechamiento que se fundamentan en un esquema

social-comunitario se ven enfrentados a inveterados comportamientos de

aprovechamiento individualista de los recursos.

Los esfuerzos por implementar un marco de leyes y procedimientos que mejoren el

ambiente de gobernabilidad del sector son contrarrestados por las acciones irregulares

o ilegales de ciertos actores.

Originado en estas condiciones, dentro de la experiencia de Olancho se manifestaron

conflictos como los siguientes: cortes ilegales dentro y fuera de las áreas comunitarias,

explotación del bosque por actores con poder económico o político desde fuera de las

áreas, confusa reclamación de derechos por irregularidades en la titulación de la tierra,

oposición de algunos interesados o usuarios del bosque frente a las organizaciones

comunitarias, debilidades de las instituciones competentes para hacer cumplir la legislación

y manejar efectiva y oportunamente los conflictos.

Para hacer frente a este tipo de conflictos se aplicaron diversas medidas que generaron

valiosos aprendizajes, entre ellas: fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y del

liderazgo local, capacitación tanto para el manejo de conflictos como para la gestión de las

áreas comunitarias, continuos procesos de dialogo y comunicación entre las partes en

conflicto, mecanismos de concertación, coordinación y alianzas, fortalecimiento de la

conciencia y educación ambiental.

Resultados e Impactos

De manera resumida, los logros más destacables en esta experiencia se relacionan con:

Asignación de 50,097 hectáreas de bosque a través de siete áreas comunitarias, con lo que

se benefició a cuarenta comunidades y 1464 familias. Se pueden ver los detalles en el

Anexo no. 2: Áreas Comunitarias en la Experiencia Piloto de Gualaco, Olancho.

Mejora de los ingresos por la comercialización de la madera, con lo que se ha contribuido a

mejorar las condiciones de vida de la población participante y a incrementar los impuestos

pagados a los municipios. Un estudio realizado cuando la experiencia piloto estaba próxima

a finalizar (Cruz, 2010) detalla que en el 2009 las organizaciones agroforestales asistidas

30

por PRORENA registraron un ingreso bruto promedio de L. 1,744,023 por organización, lo

cual refleja un margen bruto promedio anual de L. 482,165 por organización, resultado que

mostraba tendencia a incrementarse.

Generación de mayores y mejores oportunidades de empleo. El mismo estudio revela que se

generaron 15,929 oportunidades de empleo en labores de protección forestal, producción de

plantas, reforestación, aprovechamiento forestal y manejo de la regeneración natural en

39,542 hectareas de bosque de pino.

Implementación de diversos planes para la protección forestal: viveros, reforestación, control

de incendios y plagas, habilitación de caminos rurales, etc.

Inversiones en proyectos de infraestructura comunitaria. En las asambleas comunitarias se

tomó la decisión de que el 50% del margen bruto fuera destinado a obras de mejoramiento

comunitario (iluminación domiciliar, sistemas de agua, mejoramiento de caminos) y el 50%

restante para labores de producción y equipamiento de las empresas comunitarias, así como

para la protección forestal.

Reducción del área afectada por incendios y comercio ilegal de productos forestales. Se

logró la estabilización de área afectada por incendios forestales en menos de 1.5% del área

bajo manejo, y la reducción a 0% del área afectada por cortes y comercio ilegal.

Validación de una estrategia en un área piloto que sirvió para incorporar en la ley forestal el

articulado concerniente a la asignación y manejo de áreas con mejores condiciones de

sostenibilidad a través de la Forestería Comunitaria.

Con el proceso de asignación de áreas comunitarias se logró motivar el sentido de

pertenencia de las personas hacia las áreas de bosque en que viven.

Se obtuvieron nuevos aprendizajes en cuanto a la negociación para la valoración del

tronconaje (canon) de la madera considerando los costos de manejo, infraestructura social e

inversiones forestales. Se elaboró una metodología para el cálculo de un precio de

tronconaje más justo. Un logro importante fue haber reducido el pago de tronconaje de las

cooperativas al ICF, puesto que anteriormente se pagaba un alto precio por metro cubico

que limitaba sus utilidades.

Mejora de las condiciones para la gobernanza local en el manejo de los recursos naturales

dentro de las áreas comunitarias con la participación activa de las principales organizaciones

locales.

Estos resultados revelan que con el modelo aplicado se logran avances correspondientes con la

problemática inicial que se pretende resolver. No obstante los resultados e impactos afrontan el

riesgo de estancarse cuando se disminuyen los apoyos institucionales o de la cooperación al

concluirse el proyecto de intervención. Esto pone en evidencia la necesidad de que los actores

centrales, por ejemplo las organizaciones comunitarias y el ICF, le den continuidad a los

procesos (ver capítulo 9 de Retos y Desafíos) hasta que se logren consolidar los resultados e

impactos y se alcancen condiciones de sostenibilidad.

31

EXPERIENCIA: IMPLEMENTACIÓN DE LA FORESTERÍA COMUNITARIA EN

TRECE ÁREAS A NIVEL NACIONAL (2010-2013)4

La Situación Inicial

En la sección anterior se evidencia que dentro de la experiencia piloto ejecutada en Olancho la

población obtuvo importantes beneficios derivados del manejo del bosque, así como se logró

reducir la agricultura migratoria, los incendios forestales, el pastoreo excesivo y la tala ilegal de la

madera. Adicionalmente, también se evidencia que esta experiencia generó aprendizajes

significativos en cuanto a la progresiva conformación del modelo de forestería comunitaria que el

país venia necesitando para su aplicación a nivel nacional.

Como un evento trascendente, que propicia un marco favorable a los esfuerzos por el desarrollo

de la forestería comunitaria, en el 2008 se aprobó la Ley Forestal, Áreas Protegidas y Vida

Silvestre mediante la cual se creó el ICF y se definieron nuevas condiciones para el fomento de

la forestería comunitaria con el objetivo de alcanzar un óptimo aprovechamiento de los recursos

naturales, reducir la pobreza y elevar el nivel de vida de la población (Art. 127).

Aprovechando estas condiciones favorables el ICF adoptó la forestería comunitaria como una

política institucional de alta prioridad, y en consecuencia tomó la decisión de replicar la

metodología desarrollada hasta ese momento, implementándola en los bosques públicos de

otras zonas del país. En tal sentido, con el apoyo de PRORENA a partir del año 2010 se iniciaron

intervenciones en trece áreas comunitarias en los departamentos de Olancho, Yoro, El Paraíso,

Gracias a Dios, Francisco Morazán y Santa Bárbara.

Sobre la base de estos avances la forestería comunitaria comenzó a aplicarse como una política

pública para el manejo forestal sostenible pero también para el desarrollo de las comunidades,

mediante la generación de empleo e ingreso y la reinversión de las utilidades en proyectos de

beneficio social.

Las trece áreas en las que se replicó la metodología fueron identificadas por el ICF en distintas

regiones del país en las que se observaran condiciones favorables para el desarrollo de los

procesos de forestería. Complementariamente se hizo un amplio análisis de estas áreas en

cuanto a tipos de bosques, condiciones socioeconómicas y culturales de la población, naturaleza

jurídica de las tierras, entre otros, para la selección definitiva. Por ello entre las comunidades

participantes se encuentran diferencias en sus condiciones de desarrollo o pobreza, cultura,

educación, vocación productiva, capacidad organizacional, condiciones que han requerido de

abordajes diferenciados y que han influido en la metodología aplicada y sus resultados.

4 Para conocer más detalles de esta experiencia se recomienda consultar el documento: Forestería Comunitaria: La Mejor Manera de Contribuir al Desarrollo. Sistematización de la Experiencia de Forestería Comunitaria en 13 Áreas a Nivel Nacional, elaborado por el ICF con el apoyo de PRORENA.

32

El Enfoque

Cada una de las experiencias anteriores ha contribuido a afinar, en ciertos aspectos, o a ampliar

las concepciones y enfoque sobre forestería comunitaria, esto debido especialmente a los

ajustes que fue necesario realizar para adaptar la metodología a las diversas condiciones en las

que se aplicó. Pero es especialmente en la nueva ley forestal en donde se encuentran los

elementos centrales que definen el enfoque con que se realizaron las intervenciones en las trece

áreas.

Se mencionan a continuación algunos de los elementos que caracterizan el enfoque con que se

ha aplicado la forestería desde la ejecución de esta experiencia de las trece áreas:

Se enfatiza en propiciar una mayor participación a las comunidades, a través de sus

organizaciones, tanto en las actividades de manejo como en el disfrute de los beneficios.

Las comunidades organizadas y acreditadas ante el ICF tienen el derecho preferencial

para suscribir contratos de manejo forestal sobre los bosques nacionales, asignándoles

áreas forestales para que las manejen.

Es un principio básico, derivado de la nueva ley, el acceso y la participación de la

población en el manejo sostenible de los recursos forestales públicos, propiciando la

obtención de beneficios para mejorar su calidad de vida, en condiciones de equidad.

Se mantienen los tres ejes estratégicos que fueron comunes a las dos experiencias

anteriores: desarrollo humano integral, manejo integral del bosque, y manejo integral de

la unidad de producción agrícola.

Se enfatiza en la ejecución de proyectos sociales y productivos, financiados

principalmente con parte de las utilidades obtenidas por las organizaciones, que

beneficien a las comunidades participantes.

El área forestal se asigna a la comunidad, no a un grupo reducido.

Se asigna prioridad a regularizar la ocupación, uso y goce de los terrenos forestales

nacionales.

Se prevé la implementación de una cadena de custodia, en coordinación entre el ICF y

las organizaciones forestales, para reducir la tala ilegal de madera y aumentar la

competitividad de la madera legal.

La Metodología de Implementación

Poniendo en aplicación tanto los aprendizajes acumulados de las dos experiencias anteriores

como los elementos centrales del enfoque asumido, en estas trece áreas el proceso

metodológico se conformó con las siguientes etapas:

Promoción de la forestería: La selección de las áreas fue realizada por el ICF

considerando la demanda de las comunidades y los criterios socioeconómicos y

ambientales previamente definidos. La promoción se realizó mediante asambleas

comunitarias para que la población conociera el derecho preferencial que la ley le confiere

33

para suscribir contratos de manejo forestal sobre el bosque público y que manifestaran su

interés de incorporarse al proceso.

Organización comunitaria: Donde no existía ninguna organización se proporcionó

información y capacitación para definir la forma de organización productiva que asumiría

el compromiso ante el Estado para manejar el recurso forestal; esta organización debía

estar legalmente constituida mediante la gestión de su personería jurídica ante la

instancia correspondiente, e inscribirse en el ICF. En los casos donde ya existían

organizaciones legalmente constituidas, el ICF inició procesos de fortalecimiento

organizacional y de verificación de la representatividad de las comunidades. En las

comunidades donde existía más de una organización agroforestal, se realizó un proceso

de conciliación con las comunidades y organizaciones para identificar cuál de estas

quedaría como responsable. En las áreas donde existía más de una comunidad con

patronato, se constituyeron consejos intercomunales de patronatos que garantizaran la

representación de las comunidades y velaran por la ejecución de proyectos comunitarios, y

la distribución equitativa de los beneficios provenientes del manejo del área asignada.

Asignación del área forestal: El primer requisito era que las organizaciones estuvieran

inscritas en el SSF. Posteriormente se verificaba el número de comunidades existentes

dentro del área propuesta, límites, áreas agrícolas, áreas forestales, fuentes de agua, entre

otros. Luego de realizar una verificación sobre la situación jurídica del área, se procedía a

publicar la potencial asignación del área en al menos dos medios de comunicación escrita

de mayor circulación en el país. Simultáneamente, se preparaba una propuesta de contrato

de manejo forestal comunitario, la cual se socializaba con cada organización comunitaria

para acordar los términos. Finalmente se procedía a la firma por la autoridad superior del

ICF y los directivos representantes de la comunidad.

Elaboración, aprobación e implementación de Plan de Manejo y POAs: El Plan de

Manejo se elabora con el propósito de que las personas que habitan en el área

comunitaria asignada lo ejecuten en el periodo asignado y cumpliendo las normas

definidas por el ICF. El documento contiene los objetivos y la programación de las

inversiones para realizar las actividades silviculturales a fin de lograr la sostenibilidad

del bosque y que beneficie económica, social y ambientalmente a las comunidades.

Para la ejecución del Plan de Manejo el ICF brinda asistencia técnica, apoya la

preparación de los POA y supervisa su entera ejecución por parte de las comunidades.

A lo largo de la ejecución de este proceso se hace uso de varias herramientas técnicas, legales e

institucionales, las principales son: 1) la personalidad jurídica que da legalidad a la organización

comunitaria, 2) el Contrato de Manejo Forestal Comunitario (vigencia 40 años, con opción de ser

renovado después de una evaluación de su cumplimiento) que oficializa la asignación del área

forestal a largo plazo y describe los deberes y derechos de ambas partes, 3) el Plan de Manejo

Forestal que contempla las prescripciones silviculturales para el manejo sostenible del bosque a

largo plazo, y 4) el Plan Operativo Forestal que contempla las actividades silviculturales anuales.

34

9442.72

2629.69

4509.76

7736.11

4324.00

3732.17

6303.99

4623.19

3489.58

6409.22

873.91

730.00

2480.86

2545.65

2999.74

4274.85

764.27

800.00

2000.00

4347.32

358.04

El Encino

El Salitre

Jutiapa

El Junco

El Coyol

San Jose de Los Guares

Matagua

Agua Fria

Palmilla

El Triunfo La esperanza

Auka

Pinales de San Francisco

Brisas del Lago

Aprovechamiento Forestal

Volumen aprovechado Volumen autorizado

Resultados e Impactos

Los objetivos primordiales de la Forestaría Comunitaria enfatizan en el manejo sostenible del

bosque por parte de la comunidad y en contribuir a la reducción de la pobreza mediante la

generación de empleo e ingresos y otros beneficios. No obstante, el logro de estos resultados es

visiblemente influenciado por factores de distinta procedencia (local, institucional, nacional, de la

cooperación), los que inciden para que se observen diferentes niveles de avance entre todas las

áreas asignadas.

En las trece áreas intervenidas durante este periodo, según un estudio detallado realizado en el

2014, se encuentran tres niveles de avance: algunas áreas comunitarias han llegado hasta la

etapa de generar diversos beneficios para su membresía e invertir en la ejecución de proyectos

sociales como resultados de la ejecución de sus Planes de Manejo y POA, otras se encuentran

en un nivel de avance intermedio dado que no han ejecutado un POA o se encuentran a

mediados del proceso, y otras que realizan limitadas actividades de manejo y aprovechamiento

del área asignada por no tener su Plan de Manejo o su POA aprobados. En el Anexo 3 se

incluyen varias tablas que resumen datos valiosos para analizar los niveles de avance.

Debido a lo anterior entre las áreas se observan distintos niveles de aprovechamiento forestal, lo

que se puede identificar en la tabla siguiente:

Dependiendo del mayor o menor aprovechamiento del área asignada las organizaciones

agroforestales generan empleos e ingresos, mediante los cuales se derivan beneficios no solo

35

para las comunidades, sino además para los municipios y el ICF. A continuación un resumen de

los principales beneficios derivados por las organizaciones que han ejecutado sus POA:

A lo largo del proceso las comunidades involucradas participan en distintas oportunidades de

capacitación en cada una de las etapas del proceso dependiendo del nivel de avance en el que

se encuentren, de esa manera tanto las personas individuales como las organizaciones

comunitarias se fortalecen para crecer en capacidades organizativas, productivas,

administrativas, de manejo del bosque, de comercialización, entre otras. Debido a lo anterior, así

como por efecto de los servicios de asistencia técnica y asesoría organizacional y jurídica que

les proporciona el ICF, las organizaciones también muestran distintos niveles de desarrollo

organizacional; en tanto algunas se encuentran en un estado organizacional incipiente o primario

otras comienzan a interesarse por pasar a una etapa de desarrollo con visión empresarial.

Otro tipo de resultados alcanzados durante este periodo se relaciona con el desarrollo de la

metodología de forestería comunitaria dado que con las intervenciones en estas trece áreas se

Municipalidad ICF Comunidad

Recibe el pago de

impuesto por parte de las

organizaciones

agroforestales.

Las comunidades invierten

en la reparación y limpieza

de caminos, proyectos de

electrificación, centros

comunales y otras obras de

beneficio colectivo.

La municipalidad puede

reorientar sus inversiones

en apoyo a otras

comunidades.

Se mejoran las actividades

de protección contra

incendios, plagas y

enfermedades.

Se disminuyen los

descombros y la tala ilegal.

Se logra la participación

activa de la comunidad en el

manejo del área asignada,

aplicando criterios

institucionalmente definidos.

Se conserva la naturaleza

jurídica del sitio.

El ICF recibe un pago por el

volumen aprovechado.

Oportunidades de empleos. Los ingresos generados

contribuyen a dinamizar la economía de la comunidad.

Desarrollo de proyectos sociales y de infraestructura en beneficio de la comunidad en general y de las familias directamente participantes.

Muchas personas reciben capacitación.

Se fortalece la cohesión y unidad interna de la comunidad.

Se fortalecen las organizaciones comunitarias directamente involucradas.

Las mujeres se involucran en la ejecución de proyectos para su crecimiento y beneficio de la familia.

En algunas comunidades las familias reciben apoyo para el mejoramiento de sus viviendas o saneamiento básico.

Las comunidades disponen de herramientas para la protección del bosque.

36

ha continuado mejorando la experimentación, validación y enriquecimiento de la metodología.

Dentro de este resultado se evidencia que tanto las organizaciones comunitarias como el

personal técnico del ICF han crecido en su capacidad de manejo de la metodología, así como en

la conciencia en cuanto a los resultados e impactos y en las implicaciones de su implementación.

Estos avances alcanzados no han estado exentos de conflictos en el ámbito de las áreas

comunitarias, los que se constituyen en dificultades o retos en el plano institucional y de la

cooperación. A manera de ejemplo se presenta una tabla que resume los principales conflictos

que enfrentan las organizaciones agroforestales en el manejo de las áreas comunitarias

asignadas:

Área Comunitaria

Conflictos

El Encino

Cobro excesivo por parte de los usuarios para pasar por sus propiedades.

Amenazas por parte de usuarios a la organización agroforestal al preparar los lotes del aprovechamiento.

Algunos socios solicitan que el aprovechamiento y comercialización sea por venta directa.

Exigencia de las comunidades para hacer proyectos no planificados.

Algunos socios exigen se venda el área para recibir beneficios económicos

El Salitre Oposición de la comunidad de Talgua al aprovechamiento del bosque.

El Coyol

Algunos socios insatisfechos con los logros.

Problemas con personas no pertenecientes a la organización: los usuarios cobran tronconaje por camión, algunas personas están acotando el área, extracción de astillas de ocote por personas ajenas, condueños que venden los derechos a personas de afuera y se oponen a entrar al área de la cooperativa.

Venta de astillas de ocote con facturas de otro lugar.

San José de los Guares

Problemas con usuarios, y personas que ocasionan incendios o tala ilegal.

Personas que sueltan el ganado en las áreas de regeneración.

Producción de café sin control.

Matagua Problemas con los usuarios por la tenencia de la tierra.

Agua Fría Mineral

Oposición de los usuarios que tienen títulos, que surgieron después de la asignación.

Troncones Corte ilegal de madera por personas ajenas a la Cooperativa Troncones Palmilla

La Esperanza Problemas con usuarios

Talanga

Problemas con usuarios ya que el interés es la siembra de café y están anillando los árboles, los parceleros tienen miedo que se les quiten sus áreas de trabajo y por eso se oponen al proceso.

La comunidad de San Pedrito está dentro del área y no se tomó en cuenta al momento de la asignación ya que no habían participado en el proceso. Hay oposición ya que dos personas dicen tener títulos de propiedad dentro del área.

Oposición de un barrio de El Tablón ya que creen que el beneficio es solo para la comunidad de Talanga.

37

4.3 Contribución metodológica de las experiencias para el Modelo de

Forestería Comunitaria

En la descripción de las experiencias anteriores se evidencian importantes avances en los

distintos ámbitos en los que se ha aplicado la forestería comunitaria, así como también se

observan debilidades que deben ser superadas para lograr el pleno desarrollo del Modelo con

sus impactos y condiciones de sostenibilidad. El mejoramiento del estado actual de avances y la

superación de las debilidades representan retos importantes para el Programa CLIFOR (ver

capítulo 9 sobre retos y desafíos).

En cuanto al desarrollo metodológico del Modelo, al analizar las experiencias antes descritas se

observa evolución de la metodología nacida en el proyecto AFOCO, la que se ha mejorado y

enriquecido a través de las intervenciones en Olancho y en las trece áreas a nivel nacional. Se

ha logrado la conformación de una metodología que en el momento actual tiene las

características de un modelo, que aunque todavía no esté completo, ha sido sistematizado,

experimentado y validado de forma suficiente como para garantizar su confiabilidad.

Cada una de las experiencias, que pueden ser vistas como etapas de un mismo proceso, realizó

aportes en la construcción de este modelo.

En el caso del Proyecto AFOCO, su principal aporte es la concepción, diseño y experimentación

de su propia metodología para promover forestería comunitaria tomando como insumos la

legislación y experiencias previas a su ejecución.

El proceso realizado en Olancho ha contribuido con la validación y enriquecimiento de la

metodología, y mostró nuevas formas más efectivas de implementar la forestería comunitaria, las

que se pusieron en práctica en la etapa comprendida entre el 2010 y 2014 cuando se adopta

como estrategia nacional. Al final de esa etapa, aun cuando no todas las áreas comunitarias

llegaron al nivel de desarrollo esperado, el balance puede valorarse de manera positiva si se

toma en cuenta adicionalmente los aprendizajes generados y los avances en el desarrollo de la

metodología.

La secuencia de estas tres etapas ha conducido a una nueva etapa que está siendo

implementada por el Programa CLIFOR, en la cual se está sistematizando la metodología como

una contribución a la completa conformación del Modelo e iniciando su réplica en otras regiones

del país en busca del objetivo antes apuntado.

En la ilustración 3 se presenta una representación gráfica de lo antes descrito.

38

ILUSTRACIÓN 3. LA EVOLUCION DE LA METODOLOGIA HACIA EL MODELO

CLIFOR

2014 - 2018

• Sistematización del Modelo

• Fortalecimiento de experiencias

previas

• Incorporación del tema cambio

climático

• Replica del Modelo en otras

áreas

GUALACO

2004 - 2010

Experimentación,

validación,

enriquecimiento de la

metodología

AFOCO

1994 - 2004

Concepción, diseño y

experimentación de la

metodología

IMPLEMENTACION

13 AREAS

2010 - 2014

Adopción como

estrategia

institucional

nacional

INSUMOS:

• Ley Forestal 1974

• Ley LMDSA 1992

• Experiencias del S.S.F.

• Experiencias de las AMI

• Experiencias de otros

cooperantes: Finlandia,

Noruega, Holanda

39

CAPÍTULO 5. La Metodología Aplicada

En este capítulo se define cuál es la metodología que se ha configurado a lo largo de todo el

proceso descrito en los capítulos anteriores, entendiendo por metodología a las etapas y pasos,

así como las técnicas, herramientas, principios y fundamentos metodológicos utilizados en ese

proceso. Esta metodología se describe con mayor detalle en el segundo producto de la

sistematización “Guía Metodológica para Desarrollar Procesos de Forestería Comunitaria”.

Para el propósito de este estudio el proceso completo ha sido organizado en las siguientes cinco

etapas centrales:

1. Promoción y organización comunitaria

2. Asignación del área

3. Elaboración del Plan de Manejo Forestal y el POA

4. Manejo y aprovechamiento del bosque, que incluye la producción agrícola

5. La implementación de proyectos productivos y sociales

Cada etapa está definida en términos de entradas, procesos y salidas con el propósito de

identificar sus insumos principales y resultados, de modo que al replicar ese proceso se asegure

de disponer de los elementos esenciales y una implementación exitosa de cada etapa.

Lo anterior es descrito esquemáticamente en la ilustración 4.

40

ILUSTRACIÓN 4. LA RELACION: INSUMO-PROCESO-PRODUCTO

Promoción y organización comunitaria

Asignación del Área

Plan de Manejo Forestal y POA

Manejo y aprovechamiento del bosque

Implementación proyectos productivos y

sociales

ENTRADAS ETAPAS SALIDAS

Comunidades interesadas en la

Forestería Comunitaria

• Comunidades legalmente organizadas

• Organizaciones inscritas en el SSF

Solicitud de asignación de área • Área forestal titulada y registrada a

favor del Estado

• Firma del Contrato de Manejo Forestal

Comunitario

Comunidades con Contrato de

Manejo suscrito

Organizaciones con Plan de

Manejo y POA aprobados

Organizaciones capacitadas en

producción y procesamiento de

productos agro forestales

• Bosque manejado en forma sostenible

• Comercialización y o transformación de

productos agroforestales

• Producción para seguridad alimentaria

Organizaciones disponen de

excedentes para inversión social y

productiva

Comunidades satisfaciendo sus

necesidades y mejorando sus condiciones

de vida

41

En aplicación de la ley, el área debe estar regularizada antes de proceder a su asignación para

evitar conflictos por la tenencia de la tierra; sin embargo en la práctica se procura que los

procesos no se alarguen por lo que se toman acuerdos para que la asignación del área no

dependa de que se haya completado la regularización. Para atender los casos en los que el

proceso podría prolongarse, el ICF ha diseñado una metodología de regularización simplificada.

Al analizar internamente cada etapa se identifican pasos que ubicados en la secuencia real

conforman el proceso metodológico que se expresa en la ilustración 5.

Comunidad solicita área Promoción ICF

Solicitud inscripción

Organización

comunidad

Inscripción en el SSF

Asignación del área

Plan Manejo

POA

Ejecución PM y POA

SI

NO

Comercialización o

Transformación

Implementación proyectos productivos o sociales

Capacitación, asistencia técnica,

asesoría

Monitoreo y Evaluación

Cumple requisitos? Inscripción temporal

Completar requisitos

Organizar Consejo

Intercomunal y Organización

Productiva (cooperativa o

asociación de productores)

Agricultura

SAF y SSP

ILUSTRACIÓN 5.

PROCESO METODOLOGICO

CENTRAL

42

A lo largo del desarrollo de la metodología se han venido conformando varios servicios

institucionales que son fundamentales para que se generen los resultados e impactos con los

que se responde a la problemática que da origen a la forestería comunitaria. Estos servicios son:

por un lado capacitación, asistencia técnica y asesoría, y por el otro la necesidad de un

componente de monitoreo y evaluación para asegurar la funcionalidad y efectividad de la

metodología.

En las experiencias desarrolladas se ha identificado que las necesidades de capacitación han

sido atendidas a veces de manera desarticulada y sin la suficiente sistematicidad requerida por

un modelo de este tipo que implica una alta participación de la población comunitaria. Los

aprendizajes de las propias experiencias evidencian la necesidad de que el modelo contemple

un componente de desarrollo de capacidades en donde se maneje, de forma sistemática, un

currículo de formación, capacitación o educación alrededor de los siguientes temas:

Gestión Organizativa y Empresarial:

Cooperativismo

Contabilidad y administración cooperativa

Gestión financiera

Gestión empresarial

Manejo Integral del Bosque:

Manejo forestal sostenible

Protección forestal

Aprovechamiento forestal

Adaptación al Cambio Climático

Infraestructura para el manejo forestal

Comercialización de productos del bosque

Producción y procesamiento de productos forestales

Desarrollo Humano Integral:

Desarrollo comunitario integral

Liderazgo

Equidad de genero

Manejo de conflictos

Gestión Agroforestal:

Fincas integrales, planificación y manejo

S.A.F. y S.S.P.

Huertos familiares

Tecnologías de agricultura sostenible

43

El segundo servicio esencial para que la metodología funcione es el acompañamiento, que se

conforma de: la asistencia técnica, la facilitación de procesos y la asesoría.

Los servicios de asistencia técnica son requeridos de manera prioritaria en las siguientes áreas:

Gestión de proyectos productivos y sociales

Gestión de fincas integrales

Producción agrícola

Producción forestal

Diversificación productiva y cadenas de valor

Ejecución del Plan de Manejo y POA

La facilitación de procesos es necesaria en:

Gestión de personería jurídica

Regularización de tierras

Asignación de Áreas

Inscripción en el SSF

Contratos de manejo

Y la asesoría es demandada en las siguientes áreas:

Gestión financiera

Comercialización

Asesoría organizacional y empresarial

44

CAPÍTULO 6. Buenas Prácticas

El recorrido de la forestería comunitaria en Honduras es relativamente extenso en términos de

tiempo, es diverso en cuanto a los contextos y condiciones en los que se ha desarrollado, y muy

rico en aprendizajes si se tiene en cuenta la diversidad de ensayos y experiencias vividas. Esto

ha posibilitado que a lo largo de las tres etapas antes analizadas se hubieran aplicado prácticas

de distinto tipo, algunas de las cuales han tenido la oportunidad de consolidarse y validarse por

su funcionalidad y efectividad. Pero también, como en todo proceso dinámico influenciado por

distintos factores, en algunos momentos o entornos se observa la aplicación de algunas

prácticas que no son recomendables al no reunir los requisitos deseables dentro de la

metodología o modelo.

Las experiencias analizadas también posibilitan identificar una serie de criterios para discriminar

las prácticas por su funcionalidad, validez y efectividad. Los criterios que se han tenido en cuenta

para identificar las buenas prácticas son los siguientes:

Efectividad de la práctica en cuanto a generar las utilidades y beneficios esperados para las comunidades, para otros actores y en general para el país, en condiciones de equidad y sostenibilidad.

Contribución que con la práctica se realiza a la protección, manejo y aprovechamiento sostenible del recurso natural.

Capacidad de participación organizada, consciente y responsable de las comunidades.

Disposición de las instituciones y demás actores para involucrarse cumpliendo las responsabilidades y atribuciones que les corresponden.

Funcionalidad de las decisiones o acciones para detener o revertir la problemática original.

Posibilidad de que la practica sea fácilmente adoptada, manejada y sostenida por las comunidades y por el personal de campo que les apoya.

Que la práctica no sea concebida como una acción aislada, sino que sea parte integral del modelo.

Haciendo uso de los criterios anteriores se han identificado las prácticas que a este momento se

consideran buenas, ya sea porque cumplen la mayoría de los criterios o porque con algunos

ajustes pueden mejorarse y consolidarse. La mayoría de ellas son de aplicación específica en

algún paso particular del proceso metodológico, en tanto que otras son de aplicación general en

cualquier momento. Ver la Tabla siguiente:

Tabla 1. Buenas prácticas identificadas en el proceso de Forestaría Comunitaria

Proceso De Aplicación Especifica Generales

1. Identificación de la

45

demanda de las comunidades (promoción)

Capacitación a lo largo del proceso

Asistencia técnica y Acompañamiento a las organizaciones

2. Apoyo a las comunidades para su organización

Organización y fortalecimiento de las Cooperativas

Integración de las organizaciones en Red

Integración de los Patronatos en el Consejo Intercomunal

3. Inscripción de las Organizaciones en el Sistema Social Forestal

4. Asignación de área forestal a Organización Comunitaria

Manejo alternativo de conflictos socio ambientales

5. Elaboración de Plan de Manejo Forestal y Plan Operativo

Participación de la comunidad en el trabajo de campo

6. Aprobación de Plan de Manejo Forestal y Plan Operativo

7. Mejoramiento de la agricultura y establecimiento de SAF y SSP

8. Ejecución del Plan de Manejo Forestal y el Plan Operativo

Ordenamiento legal de tierras Protección del bosque por las

comunidades Proceso de cadena de custodia

9. Comercialización de productos forestales (maderables y no maderables)

Procedimiento de ajuste a la valoración del bosque por las inversiones de manejo forestal

Vinculación de la organización comunitaria con la industria forestal

10. Implementación de proyectos productivos y desarrollo comunitario

Identificación y priorización de proyectos por la comunidad

11. Evaluación del Contrato y Planes

A continuación una breve descripción de cada práctica para comprender en qué consiste:

Organización y fortalecimiento de las cooperativas agroforestales. La participación de la población es esencial dentro de la metodología o modelo, pero de manera organizada para que sea perdurable, creciente y con tendencia a fortalecer la cultura de autogestión y a evolucionar con visión empresarial. Las cooperativas agroforestales son estructuras productivas sin las cuales la forestería comunitaria tendría dificultades de aplicación práctica; su rol principal es la ejecución de los aprovechamientos y las actividades de

46

Con la ejecución del primer POA obtuvimos ganancias. Pudimos repartir Lps. 1140.00 a cada uno

de los 170 socios, se ejecutó un proyecto de electrificación que costó Lps 222.000.00, se pagaron

algunas deudas, se invirtió en la carretera más de Lps. 100.000.00, se pagó el costo de proteger la

fuente de agua. Esto, además de los empleos, de ayudar a algunos enfermos, y de pagar para la

protección del bosque.

Grupo focal comunidad El Encino, Olancho

conservación, protección, restauración, regeneración, reforestación y mejoramiento de los recursos naturales del área asignada bajo criterios de sostenibilidad; para ello tienen que contratar la asistencia técnica necesaria para la preparación y ejecución del Plan de Manejo y POA según la normativa forestal vigente.

Integración de las organizaciones en red. En la experiencia de Olancho se ha constituido la Red Hondureña de Áreas Comunitarias Forestales de Gualaco y Guata (Red-HACOFOGG) con el objetivo de impulsar el desarrollo integral de las áreas comunitarias mediante una integración horizontal de las organizaciones representativas de las comunidades. La Red se conforma con las juntas directivas de las cooperativas agroforestales, los Consejos Intercomunales de Patronatos, y los grupos de mujeres. De esta manera se mejora la interrelación y coordinación de esfuerzos, lo que contribuye al fortalecimiento de las organizaciones integrantes, a disponer de mayor capacidad de incidencia y a fortalecer las condiciones de sostenibilidad.

Integración de los patronatos en el Consejo Intercomunal. Las organizaciones comunitarias conocidas como Patronatos cuando se encuentran aisladas son débiles y se mantienen estancadas en el desarrollo de su capacidad de autogestión. En búsqueda de contribuir a su fortalecimiento para que tengan mayor protagonismo local y que puedan participar con efectividad dentro del modelo de forestería comunitaria, en los municipios de Olancho se adoptó la estrategia de integrarlos en Consejos Intercomunales, como instancias responsables de preparar y ejecutar la agenda de proyectos de desarrollo social de todas las comunidades que conforman el área comunitaria, velando a la vez por el cumplimiento del Contrato de Manejo Forestal.

Manejo alternativo de conflictos socioambientales. Las intervenciones en forestería comunitaria no están exentas de afrontar riesgos de conflictos sociales por el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales. Por ello es necesario disponer de una metodología para el manejo de conflictos a fin de anticiparse a ellos, manejarlos sabiamente cuando se manifiestan y propiciar un clima de armonía y equidad favorable a la implementación de los procesos de forestería. En todas las experiencias analizadas se han aplicado técnicas de manejo de conflictos que han sido útiles para solventar problemas de relaciones entre actores, eliminando con ello algunos obstáculos al avance del desarrollo de las áreas comunitarias.

Ordenamiento legal de tierras. Una de las fuentes de conflicto en las áreas de bosque

asignadas a las comunidades en la falta de claridad en cuanto a la tenencia de la tierra,

dado que esto vulnera su participación sostenible en la gestión de sus recursos. Para

solventar estas situaciones, el ICF aplica un proceso de ordenamiento legal de tierras en

47

las áreas comunitarias, amparándose en los artículos 56, 60 y 61 de la Ley Forestal

vigente (Decreto 98-2007). El proceso consiste en: 1) identificar las áreas e investigar la

naturaleza jurídica de las tierras, 2) certificar los resultados de la investigación ante las

instancias correspondientes, 3) procesamiento técnico, emisión de un acuerdo especial y

elaboración del título, 4) inscripción en el Catálogo del Patrimonio Público Forestal

Inalienable.

Proceso de cadena de custodia. Este es un instrumento desarrollado por el ICF con

apoyo de PRORENA, a través del cual se documenta y respalda el origen legal de la

madera de caoba aprovechada por las organizaciones comunitarias. Cuando se

complementa con un proceso de certificación forestal se garantiza que la madera

comercializada es de origen legal o proviene de bosques manejados con prácticas

sostenibles.

Procedimiento de ajuste a la valoración del bosque por las inversiones de manejo

forestal en las áreas cedidas bajo contrato. Debido a que un alto porcentaje del bosque

nacional se encuentra bajo manejo comunitario, el ICF adoptó un procedimiento para

valorar e incorporar parámetros concernientes a la conservación, recuperación y manejo

sostenible de dichas áreas en su metodología anterior de cálculo del precio del metro

cúbico de madera. Mediante este procedimiento se aplican ajustes por: establecimiento

de viveros forestales, plantaciones forestales, construcción de rondas cortafuego,

realización de quemas prescritas, vigilancia de la protección forestal, combate de

incendios forestales, manejo de regeneración natural y plantaciones (podas, limpiezas y

aclareos), asistencia técnica para la gestión de los Planes de Manejo, inversiones en el

acondicionamiento de la red vial, e infraestructura social-comunitaria.

Capacitación a lo largo del proceso. Debido a que la Forestería Comunitaria se basa en

la participación activa de la población, tanto para la ejecución de los procesos como para

crear condiciones de sostenibilidad, el desarrollo de capacidades es un componente

esencial. En todas las experiencias analizadas se han realizado importantes inversiones

en la formación y capacitación tanto de los miembros de las comunidades como del

personal técnico que les acompaña. Para las comunidades es necesario crear

capacidades en temas como: gestión organizativa, cooperativismo, administración,

protección y manejo integral del bosque, transformación, comercialización, mejoramiento

de parcelas agrícolas y gestión de proyectos de desarrollo comunitario. Para el personal

de campo es importante brindar capacitación en los aspectos técnicos y legales para la

gestión de la Forestería Comunitaria.

Asistencia técnica y acompañamiento a las organizaciones. Las organizaciones y

comunidades requieren de un servicio permanente de asistencia técnica, asesoría y

acompañamiento, especialmente en la gestión de su primer Plan de Manejo. Como una

buena práctica, es necesario que este servicio sea planificado en respuesta a las

48

Cuando iniciamos el proceso había muchas dificultades, no entendíamos para dónde íbamos, no teníamos capacitación, la

gente se burlaba de nosotros. Para llegar a este nivel, no fue fácil, ni aun nosotros creíamos que íbamos a llegar hasta aquí.

En el correr del tiempo ha habido fallas pero hemos aprendido a enmendarlas, la capacitación nos ha servido mucho.

Grupo focal comunidad Agua Fría, El Paraíso

necesidades reales de la población y teniendo de referencia sus planes,

complementariamente, debe ser proporcionado de manera metódica y oportuna a lo

largo de los procesos de ejecución.

Al mismo tiempo que en las experiencias se han venido consolidando las anteriores buenas

prácticas, también se ha observado el surgimiento de algunas prácticas o acciones que no son

recomendables al no reunir los criterios antes señalados. En muchos casos estas prácticas o

acciones no se han vuelto permanentes, sino que se han descartado en procura de que la

metodología o modelo continúe perfeccionándose o volviéndose más ágil, funcional y efectiva.

Es útil vigilar permanentemente el surgimiento de este tipo de prácticas para corregirlas

oportunamente y evitar que se consoliden manteniendo al modelo libre de acciones

inapropiadas. Las principales prácticas de este tipo que se han identificado son:

Impulsar iniciativas de seguridad alimentaria o producción agrícola que tienen pocas

posibilidades de permanencia o de débil impacto en cuanto a mejorar las condiciones

de vida de la población. Esto es consecuencia de no contar con una metodología para

el desarrollo sistemático de la finca integral con la cual se atiendan tres perspectivas:

seguridad alimentaria, generación de ingresos complementarios a los que se obtienen

por el manejo del bosque y articulación de técnicas agrícolas con forestales.

La atención esporádica o inoportuna a las solicitudes de apoyo que realizan las

organizaciones y comunidades, especialmente para ayudarles a resolver problemas

superiores a su capacidad, incide negativamente desestimulándoles y volviendo críticos

algunos problemas que podrían ser de rápida y fácil solución si se atendieran

oportunamente.

Asignar personal de campo para la implementación de procesos de forestería

comunitaria sin tener suficiente inducción metodológica o capacitación para el manejo

completo del modelo. Es necesario que el personal institucional se sienta motivado y

apropiado del modelo, y que esté seguro de sus competencias técnicas y metodológicas

para aplicar el modelo con mayores posibilidades de éxito.

No es una práctica recomendable que se interrumpa el apoyo y acompañamiento a las

organizaciones y comunidades cuando no han alcanzado su plena capacidad para

continuar por si solas manejando el área asignada, o cuando no están en condiciones

de evolucionar con visión empresarial.

Algunas etapas o pasos del proceso que son responsabilidad directa del ICF son

ejecutados con mucha lentitud, lo que alarga innecesariamente la aplicación de la

49

metodología, genera atrasos en la ejecución de ciertas actividades por parte de las

organizaciones y desestimula a las comunidades; por ejemplo en la aprobación de los

Planes de Manejo y POA.

El no proporcionar asistencia técnica, asesoría u otro tipo de estímulos o apoyo para

que las cooperativas avancen hacia la etapa de comercialización y transformación de

los productos del bosque se está volviendo una práctica que incide negativamente en

todos los beneficios e impactos esperados de la forestería comunitaria.

50

“antes cuando se producía un incendio, a la comunidad no le importaba que se quemaran los cerros; ahora la cooperativa y

las comunidades no permitimos los incendios, ni los aprovechamientos abusivos. Ahora hay más protección, los bosques se

están recuperando de los daños anteriores.”

Para mí el principal beneficio es la conciencia que todos estamos tomando. El beneficio del bosque no es solo el dinero, sino

el aire que respiro, el agua que tomamos. Es por el bosque que vivo yo, mis hijos y los demás.”

Grupo focal en la comunidad Agua Fría, El Paraíso

Con las ganancias se hizo lo siguiente: se repartieron Lps. 51600.00 entre todos los socios, se compró un carro, se invirtió

Lps.150.000.00 en la oficina, Lps.20.000.00 en una máquina para sacar palillos, se compró un solar por Lps. 35000.00. Se

ejecutó un proyecto social de construcción de 20 letrinas.

Grupo focal comunidad El Salitre, Olancho

CAPÍTULO 7. Principales Resultados e Impactos

Cada una de las experiencias analizadas ha generado sus propios resultados e impactos (ver capítulo 5) en respuesta a las condiciones que tuvo que afrontar en su momento. De manera complementaria, se presenta a continuación una síntesis de las principales realizaciones o logros que se alcanzan con las intervenciones de forestería comunitaria, sin considerar alguna experiencia o contexto particular.

Dimensión Ecológica

Cambios de comportamiento en la población, con tendencia a mejorar la protección y manejo del bosque.

Incrementadas y mejoradas las acciones de protección del bosque por parte de las comunidades.

Disminuida la conflictividad socio ambiental y mejoradas las condiciones de gobernanza en el sector.

Mejores condiciones para alcanzar la sostenibilidad de los recursos naturales y mantenimiento de sus funciones y servicios ambientales.

Dimensión Económica

Mayores facilidades de acceso legal para aprovechamiento y comercialización de los productos del bosque.

Generación de ingresos y empleos que benefician a la población organizada y propician crecimiento económico de las cooperativas.

Relación costo-beneficio satisfactoria para las organizaciones cooperativas. La rentabilidad de las actividades de explotación forestal contribuye a la recaudación de

impuestos municipales y a recuperar los costos operativos del ICF. Mejoras en la producción agrícola para seguridad alimentaria y para complementar los

ingresos del aprovechamiento forestal: café, granos básicos, hortalizas, etc.

Dimensión Social

51

Se mejora la capacidad local en cuanto a organización, participación y autogestión para el desarrollo comunitario.

Organizaciones cooperativas y comunitarias crecen en capacidad de gestión de la Forestería Comunitaria .

Generación de beneficios sociales que impactan en el mejoramiento de la calidad de vida, de hombres y mujeres: vivienda, salud, saneamiento básico, educación, etc.

Se contribuye a disminuir la pobreza entre las familias directamente involucradas.

Dimensión Institucional

Se dispone de una metodología validada, con suficientes herramientas y aceptación institucional para replicarla en otras regiones.

Adecuados mecanismos y herramientas institucionales de política y planificación para la gestión del modelo a nivel nacional: estrategias, planes, procedimientos, normas, etc.

Progresiva expansión del modelo a nivel nacional y afinamientos para mejorar su funcionalidad.

Marco jurídico y compromiso político gubernamental que ofrece suficiente respaldo.

Es importante destacar que al hacer una comparación entre los problemas y soluciones desde

antes de las intervenciones hasta ahora, las personas más directamente beneficiadas con estas

experiencias manifiestan satisfacción al percibir que los problemas van disminuyendo y que las

soluciones se van afianzando. Esto es particularmente observable en las organizaciones

comunitarias más avanzadas, es decir que han tenido la oportunidad de llegar hasta la etapa de

ejecución de proyectos sociales y distribución de beneficios. Antes de involucrase en la forestería

comunitaria los problemas y necesidades eran múltiples y sin perspectiva de solución. En la

actualidad, sin embargo, se considera que a pesar de no tener todos los problemas resueltos, se

han disminuido considerablemente y que se comienza a disfrutar de los beneficios. La

perspectiva hacia el futuro es también positiva respecto a que los problemas que todavía

persisten, por ejemplo en la comercialización, las demoras en los procesos, entre otros, tienen la

tendencia a resolverse.

Hemos sacado buenos beneficios: hemos tenido empleos, reparamos algunos caminos y carreteras, se ejecutó un proyecto

de electrificación, se pagó el costo de proteger la fuente de agua, ayudamos a algunas personas con necesidades en su

familia, protegimos el bosque, y nos hemos repartido algo de las ganancias.

Grupo focal comunidad El Encino, Olancho

52

CAPÍTULO 8. Factores Influyentes

Las tres experiencias estudiadas han estado sometidas a la influencia de condiciones y factores

propios del contexto en el que se vivieron y de su momento histórico. Los actores en cada experiencia lograron en su momento contrarrestar los de mayor influencia negativa y aprovechar los positivos. En general, la interacción que se da entre la metodología o modelo con su entorno influye en que este se vaya ajustando y contextualizando hasta que se vuelva adaptable, valido y funcional.

Para alcanzar la máxima funcionalidad del modelo es necesario que quienes lo apliquen reconozcan la influencia de estos factores para que al replicarlo se neutralicen los mayores obstáculos, se tome ventaja de las condiciones favorables, y en general se propicien más oportunidades de éxito. Se destacan a continuación los factores influyentes, tanto positivos como negativos, en los ámbitos: local, nacional institucional y de la cooperación internacional:

En el ámbito Local

Influencia Positiva

Existe una clara demanda e interés de las comunidades por la Forestería Comunitaria; en la medida en que esta es conocida la valoración y voluntad de participación activa crecen.

Disposición de las comunidades a organizarse y cumplir los requisitos para involucrase en el manejo del bosque. Mientras mayor es esta disposición, las posibilidades de que se alcancen los objetivos y aspiraciones de sostenibilidad también son más amplias.

Creciente conciencia de la población directamente involucrada en los procesos de forestería comunitaria en cuanto a la protección de los recursos naturales.

Influencia negativa

Obstáculos y limitantes a la comercialización. Este es un factor crítico al que todavía no se le han encontrado mecanismos efectivos a nivel institucional y nacional.

Insuficientes o inadecuadas vías de comunicación que limitan la rentabilidad del aprovechamiento comercial de los recursos del área.

Carencia de fuentes de financiamiento para algunas etapas del proceso, por ejemplo a los planes de manejo y POA, así como a los procesos de transformación, entre otros.

Las prácticas ilegales de explotación del bosque y falta de intervención oportuna y efectiva de las instituciones competentes desincentiva a las organizaciones comunitarias.

Insuficiente nivel de desarrollo organizacional y capacidad de gestión empresarial de las organizaciones comunitarias asignatarias de las áreas.

En el ámbito Nacional:

Influencia Positiva

Desde 1971 se ha venido creando y afinando un cuerpo de leyes que crean un marco apropiado para el aprovechamiento sostenible del recurso forestal aprovechando sus funciones económicas, ecológicas y sociales para beneficio de las comunidades.

53

Hemos tenido dificultades y atrasos, por ejemplo cuando a

nivel institucional los tramites se realizan de manera lenta; a

veces se han tardado un año en aprobar el POA. Para

algunas etapas necesitamos apoyo técnico oportuno, pero el

personal de campo no ha podido estar presente.

Grupo focal comunidad El Encino, Olancho

A lo largo del tiempo ha crecido el respaldo político para las actividades de forestería comunitaria.

Influencia negativa:

Todavía existen sectores que sustentan enfoques extractivitas del recurso forestal y que subestiman la validez y utilidad de la forestería comunitaria.

En los últimos años se ha constreñido el mercado de la madera, han bajado los precios en relación con los costos de producción, o se da una competencia desleal; con ello se limitan las oportunidades de aprovechamiento comercial rentable de la madera por parte de las organizaciones que tienen contrato de manejo.

En el ámbito Institucional:

Influencia Positiva

Al interior del ICF crece y se consolida el interés por continuar desarrollando el modelo de Forestería Comunitaria.

Influencia negativa

El ICF no dispone de los recursos presupuestarios suficientes para apoyar de manera integral y oportuna en las regiones forestales.

La no regularización de las áreas forestales publicas afecta directamente al modelo de forestería comunitaria. Se retrasa la etapa de asignación o es fuente de conflictos.

Aun no se ha logrado crear mecanismos perdurables y efectivos de coordinación y complementariedad entre las instituciones nacionales con atribuciones para intervenir en el sector, por ejemplo con el INA y la SAG. Es necesario corregir esta condición para que las comunidades cuenten con el respaldo suficiente.

En el ámbito de la Cooperación Internacional:

Influencia Positiva

La continuidad de la cooperación alemana desde 1994 ha contribuido al desarrollo técnico y metodológico de la forestería comunitaria, apoyando los esfuerzos nacionales de concepción, experimentación, validación y sistematización durante las tres experiencias analizadas. Atribuido a esta condición ahora se dispone de un modelo replicable a nivel nacional.

Disposición de la Unión Europea a financiar proyectos de forestería comunitaria a través del Programa de Apoyo Europeo al Sector Forestal (Eurofor).

54

La existencia del Programa CLIFOR es una nueva condición favorable que posibilitará consolidar y completar el modelo, lo que a su vez facilitará generalizar su aplicación a nivel nacional.

55

CAPÍTULO 9. Retos y Desafíos

Aun cuando a lo largo de las experiencias analizadas se ha logrado la conformación de un

Modelo el que ya se replica en algunas regiones, todavía es necesario continuar tutelando su

aplicación para que alcance el pleno desarrollo. Esto implica el surgimiento de nuevos retos y

desafíos tanto para el ICF como para CLIFOR, los que están siendo considerados en esta nueva

etapa liderada por el Programa. Se mencionan a continuación los principales:

De orden Metodológico:

Continuar desarrollando el Modelo con métodos y técnicas que faciliten su aplicabilidad y

mejoren su funcionalidad, especialmente para la atención sistemática de cada uno de

los tres ejes. Dentro de estos se destacan: la mejora de la producción agrícola, la

rentabilidad económica del manejo forestal, la incorporación de medidas de adaptación

al cambio climático, y la elevación de las competencias de los actores principales. Para

completar el Modelo con todo su instrumental metodológico implica elaborar manuales,

instructivos y otros productos para documentar las experiencias y procesos, y guiar a los

participantes al logro de los objetivos de la forestería comunitaria.

Complementar el Modelo con dos nuevas herramientas: un Sistema de Información,

Monitoreo y Evaluación del Modelo, y un Curriculum para el Desarrollo de Capacidades

en Forestería Comunitaria.

De orden Institucional:

Ampliar y profundizar la capacidad técnica, logística y metodológica del ICF, y de las

otras instituciones involucradas, para que el Modelo sea del dominio de todos y que las

comunidades puedan ser apoyadas integralmente para el cumplimiento de los tres ejes

estratégicos.

Incrementar la capacidad del personal técnico y operativo del ICF para la aplicación

creativa del Modelo y su continuo enriquecimiento.

Volver más expeditos, oportunos y funcionales los servicios institucionales de

capacitación, asistencia técnica y asesoría. Considerarlos como procesos de

acompañamiento permanente del Modelo.

Desarrollar una estrategia para facilitar el paso de las cooperativas, de su condición

actual de organización de base, al nivel de gestión empresarial.

Crear un mecanismo de involucramiento complementario de otras instituciones

directamente relacionadas con el manejo de los recursos naturales (INA, SAG, SERNA,

Policía, operadores de justicia, etc.). Aplicar alianzas, convenios u otros instrumentos

para formalizar las relaciones y compromisos institucionales.

Incidir para crear a nivel local y nacional un entorno más favorable a la consolidación de

las últimas etapas del Modelo, particularmente en cuanto a comercialización, precios,

financiamiento a las organizaciones.

56

Transferir capacidades para el manejo del modelo a otros actores locales

(municipalidades, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones comunitarias).

En el ámbito Local:

Adoptar una estrategia para la consolidación de las organizaciones comunitarias e

impulsarlas a todas (cooperativas, Red, Consejo Intercomunal) a un nuevo nivel de

desarrollo organizacional. En cada categoría de organización se encuentran las

condiciones básicas que les posibilitan arribar a un nuevo nivel de desarrollo

organizacional.

En la medida en que las organizaciones alcancen otros estadios de desarrollo, con el

apoyo institucional podrán asumir otra estrategia orientada a la ampliación de su

membresía o a la expansión de sus beneficios a más población.

Las comunidades tienen la expectativa que el Consejo Intercomunal de Patronatos

adquiera una mayor capacidad de gestión, incidencia y beligerancia. También estas

organizaciones tienen las condiciones básicas para iniciar ese proceso, si cuentan con

adecuado apoyo institucional.

Elevar el nivel de compromiso e involucramiento de otros actores locales: autoridades

locales, gobierno municipal, instituciones locales. El ICF necesita asumir una estrategia

en este sentido.

Dentro de sus cinco años de vida el Programa CLIFOR tiene significativas metas como

contribución a mejorar el manejo y aprovechamiento de los recursos forestales del Estado

hondureño buscando el mejoramiento de la situación socioeconómica de la población

participante. Por eso se propone como objetivo que con la forestería comunitaria se mejore la

situación de la población local en los aspectos social, económico y ambiental teniendo en cuenta

los desafíos del cambio climático.

Para lograr este objetivo, teniendo de partida los avances alcanzados con las experiencias

anteriores y la situación actual, el Programa se propone enfrentar desafíos como los siguientes5:

Consolidar los procesos existentes en las áreas forestales manejadas a través de la

Forestería Comunitaria.

Alcanzar 550.000 hectáreas adicionales de áreas forestales manejadas a través de la

Forestería Comunitaria.

Mejorar las debilidades institucionales del ICF (organización, personal, recursos).

Lograr la rentabilidad económica del manejo forestal en las áreas de Forestería

Comunitaria.

Lograr la adaptación al Cambio Climático en las áreas forestales de FC.

Lograr una producción agropecuaria mejorada en las áreas de FC que contribuya a la

seguridad alimentaria.

Asegurar la sostenibilidad de las medidas fomentadas.

5 Adaptado de: Programa CLIFOR, Estrategia de Intervención

57

Lograr una estrecha coordinación entre los dos grandes programas de la UE

(EUROFOR y MOSEF) en el sector forestal para lograr efectos sinérgicos.

Parte inherente a los retos es mantener, a lo largo de todos los procesos emprendidos, como

principios y temas transversales los siguientes: equidad de género, fortalecimiento de la

cohesión social, reconocimiento y respeto de los derechos de los pueblos indígenas, generación

de sinergias con otros proyectos y programas, incorporación de opciones de energía renovable

en el ámbito comunitario.

58

CAPÍTULO 10. Lecciones Aprendidas

De un recorrido tan amplio como el que se ha presentado en los capítulos anteriores son muchas

y muy diversas las lecciones que pueden extraerse, es más, cada experiencia de las estudiadas

ha generado sus propios aprendizajes. Si se desea profundizar en las lecciones específicas de

las experiencias se recomienda consultar los documentos que en su momento se elaboraron

como sistematizaciones y que se refieren en la Bibliografía.

En un esfuerzo de síntesis de los principales aspectos que pueden generar aprendizajes

teniendo en cuenta la totalidad de las experiencias, se presenta a continuación los elementos de

mayor relevancia que pueden considerarse lecciones aprendidas:

Respecto a la Metodología y Modelo

Se evidencia evolución desde la metodología primaria concebida por el Proyecto

AFOCO hasta un modelo que reúne las condiciones básicas para su réplica a nivel

nacional. En esta evolución, cada experiencia analizada ha realizado sus propios

aportes, y el modelo resultante ha tenido suficiente validación práctica. Al pasar por

estas tres etapas la metodología fue transformándose en un modelo que, cuando aún

hoy no puede considerarse totalmente desarrollado pues todavía le faltan algunos

elementos, reúne las condiciones básicas de concepción, diseño, validación y

funcionalidad para que pueda ser replicado a nivel nacional. En capítulos anteriores se

evidencia la necesidad de complementar el Modelo, por ejemplo, con un sistema de

información, monitoreo y evaluación, un curriculum para el desarrollo de capacidades,

metodologías para el tratamiento de temas todavía poco desarrollados como el de las

fincas integrales.

La metodología o modelo es muy susceptible a influencias institucionales y del entorno

socioeconómico, por ejemplo a: las condiciones de pobreza de la población, la carencia

de mecanismos nacionales para incentivar y regular el mercado de productos forestales,

la presión de algunos sectores por la explotación insostenible del recurso forestal, y a

debilidades de intervención de las instituciones estatales en el sector. Esto, que desde

cierta perspectiva puede considerarse una fortaleza porque el modelo se contextualiza

en su búsqueda de adecuación y respuesta a la realidad circundante, también puede

representar una desventaja pues lo vuelve vulnerable. Esta característica demanda

capacidad de gestión del modelo, flexibilidad y creatividad de parte del personal que lo

aplica.

Al analizar los resultados de las experiencias se constata que con la aplicación del

Modelo se generan los resultados e impactos buscados, especialmente cuando las

intervenciones cuentan con adecuado y oportuno apoyo de las instituciones y

acompañamiento de la cooperación complementando los esfuerzos nacionales. No

obstante, cuando se disminuyen los apoyos a las comunidades o se interrumpen los

procesos sin que hayan llegado a consolidarse los resultados e impactos tienen la

59

tendencia a estancarse o a debilitarse. Esto es especialmente observable en las

organizaciones comunitarias que no han alcanzado la suficiente madurez organizacional

para continuar por si solas ejecutando su Plan de Manejo.

La existencia de factores a nivel local, nacional e institucional que influyen de manera

adversa sobre el Modelo no debería considerarse como una debilidad, ni como una

condición limitante irreversible, puesto que la mayoría de esos factores (ver capítulo 8

sobre factores influyentes) pueden ser manejados por la institución rectora,

especialmente si esta es fortalecida en aspectos de personal, recursos y capacidad para

atender las áreas asignadas. Esto se corresponde con la idea anterior sobre la

necesidad de incrementar la capacidad de gestión del Modelo por parte del personal y

de participación activa de la población meta.

Mediante el análisis crítico de las tres experiencias consideradas en este estudio se

constata la prioridad de que se apliquen integralmente los tres ejes estratégicos, para la

funcionalidad, efectividad y sostenibilidad del Modelo. La falta de desarrollo del eje de

producción agrícola, por ejemplo, es una deuda que se ha prolongado en el tiempo y que

afecta los objetivos de la forestería comunitaria.

Las experiencias analizadas evidencian que cuando el Modelo es bien gestionado se

alcanzan resultados e impactos de tipo ecológico, económico y social que tienen

correspondencia directa con esas mismas dimensiones de la problemática que se

pretende resolver. Aun cuando gran parte de la responsabilidad de manejo del Modelo

corresponde al personal institucional, no puede subestimarse la participación y

protagonismo de la población organizada. Se observa que en la medida en que ambos

actores comparten responsabilidades las probabilidades de éxito son mayores.

La experiencia acumulada a lo largo de las tres etapas pone de manifiesto que para la

sostenibilidad del Modelo es crucial que se realicen inversiones para la creación de

capital social comunitario (organización, participación, liderazgo, autogestión) para el

adecuado manejo de los recursos a disposición de las comunidades (bosque, tierra,

agua) mediante una efectiva aplicación del Modelo. Pero que además se fortalezcan las

capacidades institucionales para la gestión del modelo (planificación, continuo desarrollo

metodológico, ejecución, acompañamiento). La sostenibilidad se fundamenta en un

triángulo: capital social, gestión técnico-empresarial del recurso natural, y gestión

institucional del Modelo.

Sobre la Población Involucrada

La población directamente participante se manifiesta satisfecha tanto con la posibilidad

de manejar el bosque y disfrutar de sus beneficios como con la oportunidad de tener

responsabilidades directas en la ejecución de ciertas etapas del modelo. Esto ha

impactado en cambio de actitudes y comportamientos en temas trascendentes como: los

servicios y funciones del bosque, adopción de nuevos esquemas en la relación

comunidad-bosque, la capacidad de participación y autogestión.

60

Las comunidades próximas a las áreas asignadas y que no se benefician directamente

anhelan y reclaman oportunidades similares. Es saludable considerar algunas opciones

para estas poblaciones que eventualmente podrían entrar en conflicto con las

beneficiarias si se posterga por mucho tiempo su aislamiento de las oportunidades que

ofrece la forestería comunitaria.

Las mujeres se han estado involucrando en muchas tareas de protección o de

aprovechamiento del bosque, y tienen interés y capacidad para ser parte de esquemas

de participación de mayor responsabilidad y protagonismo. No obstante, su participación

hasta ahora como socias de las organizaciones, especialmente en posiciones de

liderazgo, no ha sido tan amplia en relación con sus expectativas. Es necesario y factible

que mediante la aplicación de una efectiva metodología de equidad de género se amplíe

su participación y se fortalezca en membresía y cargos directivos. Con esta metodología

también se podría estimular el mejoramiento de las relaciones de género en el seno de

la familia.

Es evidente que la población ha ampliado sus capacidades, conciencia y compromiso,

logros que son proporcionales a su involucramiento a lo largo de todo el proceso y a su

capacidad de tomar provecho de las oportunidades que ofrece el Modelo; no obstante

aún pueden ampliarse y profundizarse esos cambios si se pusiera en marcha un

componente sistemático de construcción de capacidades dentro del Modelo.

Respecto a la Institucionalidad

Se observa que en ciertos aspectos de la aplicación de la forestería comunitaria han sido

influyentes algunas debilidades institucionales del ICF, aunque también de otras

instituciones del sector. Para el pleno cumplimiento de sus atribuciones rectoras en su

campo, el ICF requiere de un proceso de fortalecimiento de capacidades, especialmente

metodológicas para la gestión integral del Modelo, pero también de especialización

técnica y empresarial.

La integralidad del Modelo de forestería comunitaria demanda la presencia activa de

otras instituciones para completar la oferta de servicios a las organizaciones y

comunidades. Es necesario crear un entramado interinstitucional para propiciar un

entorno favorable al desarrollo de las áreas, organizaciones y comunidades.

Es evidente la necesidad de disponer de un sistema de desarrollo de capacidades

mediante el cual se cubren las necesidades básicas en todas las etapas del proceso de

forestería comunitaria, que incluya la identificación de las necesidades típicas de

formación y capacitación para tres tipos de destinatarios: población meta, actores locales

y personal institucional; pero además, el diseño curricular (programas, planes, material

didáctico), y el desarrollo de una metodología de construcción de capacidades.

Las experiencias vividas a lo largo de tantos años son una rica fuente de información y

conocimiento de todo tipo para diferentes tipos de usuarios y utilidades. Este potencial

corre el riesgo de subutilización o desaprovechamiento si no se aplican procesos de

gestión de conocimientos mediante la investigación, sistematización, comunidades de

61

práctica u otros medios de similares propósitos. No puede obviarse dentro de ese

componente la puesta en marcha de diversas oportunidades de intercambio y

divulgación de conocimientos derivados de las experiencias concretas y la transferencia

de capacidades desde la academia hacia los actores principales.

Apoyo Nacional e internacional

Todos los actores involucrados coinciden en que la cooperación internacional,

particularmente la alemana, ha cumplido un rol trascendental en todos los avances

(técnicos, metodológicos, de capacidades, etc.) alcanzados en materia de forestería

comunitaria. Ha sido clave la continuidad de la cooperación, pero también la coherencia

de sus concepciones entre las distintas etapas, aspectos que han contribuido a la

evolución del Modelo.

Cuando se analizan los avances de las experiencias algún tiempo después a la

terminación de un programa o proyecto de apoyo de la cooperación internacional, se

percibe la necesidad de una estrategia de continuidad y sostenibilidad, la que debería

comenzar a aplicarse desde antes del cierre del proyecto y mantenerse con recursos

nacionales el tiempo que fuera necesario para consolidar las intervenciones. Mediante

esta estrategia se debería asegurar: que los procesos inconclusos lleguen a su fin; que

todos los actores dispongan de las capacidades esenciales; que en cada área atendida

no se interrumpa la secuencia de productos a resultados, de estos a efectos y finalmente

a impactos; que se asegure la funcionalidad de los mecanismos de coordinación

interinstitucional para atención permanente del sector; y que los beneficios e impactos

alcanzados por las áreas más avanzadas se amplíen, profundicen y mantengan.

Existe un amplio marco jurídico internacional y nacional que es un factor favorable para

el desarrollo de la forestería comunitaria; sin embargo este ha sido desaprovechado o

utilizado de manera inapropiada en algunas experiencias o momentos históricos. En

parte esta condición es atribuible a las débiles capacidades de la población beneficiaria

o de otros actores locales para incidir en que se cumpla la legislación y normatividad,

aspecto que puede ser enmendado dentro de estrategias de información, comunicación,

capacitación e incidencia.

Con el paso del tiempo, y en parte debido a los resultados alcanzados y a la permanente

demanda y presión por parte de las comunidades, actualmente se goza de suficientes

manifestaciones de respaldo político y gubernamental a los más altos niveles. Esta es

una condición altamente favorable que debe aprovecharse como un entorno de

oportunidades para provocar en el presente un significativo impulso al desarrollo de la

forestería comunitaria y a la consolidación de su Modelo.

62

Bibliografía

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contribuir al desarrollo. GIZ, ICF, Tegucigalpa.

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Vallejo Larios, Marco. (2011). Evaluación Preliminar sobre Causas de Deforestación y

Degradación de Bosques en Honduras. Honduras: Programa Reducción de Emisiones de la

63

Deforestación y Degradación de Bosques en Centroamérica y República Dominicana (REDD –

CCAD/GIZ

64

ANEXOS

Anexo No. 1. Metodología de la Sistematización

1. Justificación de la Sistematización

El Programa CLIFOR necesita como punto de partida para sus intervenciones en terreno contar

con un estudio cualitativo sobre tres experiencias ejecutadas hasta antes de su aprobación en el

2013: las experiencias vividas desde 1994 con el Proyecto AFOCO, la de los Municipios de

Gualaco y Guata en el Departamento de Olancho, y las implementadas desde el 2010 cuando se

amplió la aplicación del proceso de Forestería Comunitaria a trece áreas en los Departamentos

de Olancho, Yoro, El Paraíso, Gracias a Dios, Francisco Morazán y Santa Bárbara.

Se necesita que a través de la sistematización se estudien estas experiencias, analizando su

concepción inicial, describiendo su ejecución, valorando sus resultados y efectos, reflexionando

acerca de los factores influyentes y extrayendo las principales lecciones aprendidas. El producto

resultante de esta sistematización habrá de servir como un registro descriptivo, analítico y

reflexivo de los elementos más relevantes que caracterizan las experiencias de ese periodo

sometidas a estudio.

Complementariamente, otra necesidad que se espera atender con esta sistematización es la

generación de una metodología o un modelo para la gestión de la forestaría comunitaria a nivel

nacional, que se derive del estudio de esas experiencias.

2. Objetivos

General:

Realizar una sistematización de las principales experiencias de forestería comunitaria apoyadas

por la cooperación alemana entre 1994 y 2013 en Honduras.

Específicos:

1. Aplicar un proceso de rescate y reconstrucción de las experiencias vividas entre el año

1994 y 2013 para llegar a obtener un producto de sistematización que recopile y sintetice los

elementos de mayor relevancia y significación durante ese periodo.

2. Teniendo como insumo principal la anterior sistematización, construir un producto de

sistematización con carácter de guía metodológica sobre el Modelo de Gestión de la Forestería

Comunitaria que se deriva de esas experiencias.

3. Ejes de la Sistematización

65

El proceso de sistematización se organizó en dos etapas, una por cada uno de los objetivos

específicos:

Etapa de rescate y reconstrucción de las experiencias 1994-2013. El eje central de la

sistematización de esta etapa es la descripción, análisis y reflexión sobre las

experiencias y los principales aprendizajes derivados.

Etapa de sistematización metodológica. El eje central es la descripción de los elementos

metodológicos principales a través de los cuales se pueden replicar nuevas

intervenciones en forestería comunitaria.

4. Productos

En correspondencia con los objetivos y ejes de la sistematización se obtuvieron dos productos:

4.1. Un producto en el que se rescatan y reconstruyen los elementos de mayor relevancia y

significación de las experiencias sometidas a estudio. Este es un documento que de manera

resumida describe, analiza y reflexiona sobre lo que se ha desarrollado en materia de Forestería

Comunitaria desde la experiencia de AFOCO hasta el nacimiento de CLIFOR.

4.2. Un producto que se concentra en los aspectos metodológicos más relevantes para

comprender el Modelo de Gestión de la Forestería Comunitaria que se deriva de las experiencias

analizadas en el primer producto. Este producto se concibe como una Guía Metodológica para

entender los aspectos esenciales de la metodología que se extrae de la experiencia práctica,

para estimular el interés y para orientar su aplicación en otras áreas de intervención del

Programa.

5. La Metodología Aplicada

Concepciones sobre la sistematización. Se aplicaron dos concepciones que se diferencian

especialmente por el tipo de productos que generan: sistematización de experiencias y

sistematización metodológica.

Sistematización de experiencias. Un proceso a través del cual se estudia, con énfasis cualitativo,

una experiencia práctica (o una serie), comprendiéndola en su totalidad, distinguiendo los

componentes que la conforman, identificando sus relaciones internas y externas y reconociendo

su funcionalidad y utilidad en la solución de la situación que le dio origen.

Sistematización metodológica. Se concentra en el estudio de los métodos, técnicas, procesos y

procedimientos a través de los cuales se ha ejecutado una intervención.

Principios Metodológicos. Los principales principios orientadores de esta sistematización son:

Se asumen algunas características de la investigación cualitativa, diferenciándose de la

evaluación e investigación cuantitativa.

66

Se aplica el principio de triangulación de técnicas y fuentes de información para estudiar

las experiencias desde diferentes perspectivas. Se han consultado tanto las fuentes de

información secundarias como primarias.

Todo el proceso estuvo a cargo del equipo de sistematización (Consultor Principal y

Asistente), con la participación del personal del Programa CLIFOR y el involucramiento

de diversas personas que han vivido las experiencias analizadas.

Proceso metodológico: Se aplicó la siguiente secuencia: recopilación y estudio de fuentes

secundarias de información, planificación y diseño de la metodología, socialización de los

fundamentos metodológicos básicos de la sistematización y del Plan, conocimiento en terreno de

las principales áreas de intervención previas al Programa, recolección de información primaria,

rescate y reconstrucción de las experiencias, preparación del primer documento de

sistematización, rescate y reconstrucción de la metodología de Forestería Comunitaria,

preparación del segundo documento, revisión y validación de los documentos, edición de los

productos, entrega, revisión y ajustes finales.

Técnicas, instrumentos y fuentes de información

Se aplicaron diversas técnicas e instrumentos para cubrir las etapas de recolección de

información, rescate y reconstrucción, análisis e interpretación y revisión y validación de

productos. A continuación una descripción resumida de las técnicas, instrumentos y fuentes:

Técnicas Fuentes de Información Instrumentos

Análisis bibliográfico y documental

Bibliografía internacional. Bibliografía nacional.

Cuadros resumen, Presentaciones ppt

Análisis de legislación

Convenios, leyes, decretos, políticas, planes nacionales.

Cuadros resumen y comparativos

Grupos Focales Personal Región Forestal Olancho. Organizaciones y comunidades participantes: Agua Fría, El Paraíso; El Encino, El Salitre y San Antonio, Olancho.

Agendas para Grupo Focal Grabaciones

Entrevistas individuales y colectivas

Personal del Programa CLIFOR. Personal del Departamento Desarrollo Forestal, ICF. Presidente FECAFORH.

Guías de Entrevista

Grabaciones

Observación de experiencias

Las mismas comunidades visitadas Guías de observación, fotografías

Recolección de testimonios

Miembros de la población meta seleccionados Guía de entrevista y grabaciones

Análisis e interpretación

Información primaria y documental recopilada Matrices, gráficos, mapas conceptuales, diagramas de sistema y proceso

Validación de productos

Revisión de avances por personal CLIFOR. Reuniones para revisar y validar versiones preliminares

Grabaciones

67

ANEXO N0 2. AREAS COMUNITARIAS EN LA EXPERIENCIA PILOTO DE

GUALACO, OLANCHO

Organización Agroforestal

Sitio Área bajo convenio ha.

Fecha de suscripción

Año que vence

Comunidades Número Familias

Cooperativa Agroforestal San Antonio

San Antonio

6,153 06/03/2011 2051 San Antonio, Los Jutes, Azacualpa.

127

Cooperativa Agroforestal Flores Nuevas

La Peña 8,238.96 06/03/2011 2051 La Peña, El Norte, El Venado, Las Joyas de Chindona, La Boca, Las Joyas de San Pedro, y San Pedro.

195

Cooperativa Agroforestal Áreas Verdes

La Ensenada

9,296.45 06/03/2011 2051 La Ensenada, Mezapa, Mocanquire y La Pimienta.

265

Cooperativa Agroforestal El Paisaje

Talquezate El Aguacate

5,669 06/03/2011 2051 El Aguacate y El Talquezate.

70

Cooperativa Agroforestal Brisas de Oro Verde

Camalotal 10,185 06/03/2011 2051 Camalotal, Las Cruces, la Pimienta, los Encuentros.

120

Cooperativa Agroforestal Boquerón Limitada

Boquerón 5,130.92 13/05/2009 2014 Boquerón, Rio Abajo, Río Arriba, Cerro de la Cruz, El Suyatal y El Portillo.

250

Asociación de Productores Agroforestales El Tesoro

El Aguacatal

5,423.21 13/05/2009 2014 Aguacatal Quebrada Galana.

437

TOTAL 7 50,096.54 1464

68

ANEXO 3: AVANCES DE LOS PROCESOS DE FORESTERIA COMUNITARIA

EN LAS TRECE AREAS COMUNITARIAS6

Ubicación de las Áreas Comunitarias

Resumen del avance en la ejecución de los Planes de Manejo y POA

Región Forest. Municipio Área

P.M. Aprob.

POA Aprob.

POA Ejec. Actividades y Resultados

Ola

ncho

Esquipulas del Norte

El Encino

Si

Si Si

Madereo, protección, pagos al ICF, pagos a la municipalidad, generación de empleos. Proyecto comunitario de electrificación de 11 viviendas. Otros rubros: leña, granos básicos, caficultura.

El Rosario El Salitre Si Si Si

Resinación, protección, generación de empleos. Proyecto comunitario de construcción de edificio sede, construcción de 30 letrinas. Otros rubros: granos básicos.

Salamá Jutiapa No No No

Al momento de preparar el Plan de Manejo no aceptaron contratar al técnico forestal.

Mangulile El Junco Si Si No

No se han apropiado del proceso, una empresa privada ejecuta el POA, los miembros de la organización participan como trabajadores.

Guayape El Coyol

Si Si Si

Madereo, Resinación, protección, pagos al ICF, pagos a la municipalidad, generación de empleos. Construcción y equipamiento de dos aulas del centro básico de la comunidad. Otros rubros: granos básicos, hortalizas.

6 La mayor parte de la información contenida en este anexo ha sido extraída del Informe de Consultoría de María Pineda (2014): Levantamiento de Información sobre Experiencias de Forestería Comunitaria en Honduras.

69

Yor

o Yoro

San José de Los Guares Si Si No

Cuentan con Plan de Manejo vigente, el POA está en proceso de aprobación. Se emplearon algunas personas para preparar el P.M. y POA.

Yoro Matagua Si Si No

Se emplearon algunas personas en la preparación del P.M. y POA. No se ha realizado los aprovechamientos planificados por conflictos de tenencia de tierra en la zona.

El P

araí

so

Danlí Agua Fría

Si Si No

El POA no se ha ejecutado pues está en proceso de aprobación. Han realizado actividades de protección sin salario. Generación de empleos por actividades de resinación. Otros rubros: caficultura, oro.

Danlí Palmilla SI No No

La resinación genera ingresos y empleos. Realizan actividades de protección y silvicultura. , pago al ICF. Proyecto comunitario de reparación de carretera.

Fra

ncis

co

Mor

azán

Marale

El Triunfo La esperanza Si Si Si

Maderero, protección, silvicultura. Pagos al ICF, pagos a la municipalidad. Generación de empleos. Construcción centro comunal de Vallecito, mejorar la bodega de cocina de La Esperanza. Otros rubros: leña, granos básicos.

Mos

quiti

a

Puerto Lempira

Auka

Si No No

Tienen un P. M. aprobado, el POA no está en ejecución. No realizan actividades de protección. Limitantes: acaparamiento de tierras, tala ilegal, área de difícil acceso. Agricultura de subsistencia.

Nor

Occ

iden

te

Atima Pinales de San Francisco No No No

Están constituidos legalmente, pero la organización tiene muchas debilidades. No tienen equipo de protección del bosque. Se carece de información y capacitación.

San Pedro de Zacapa

Brisas del Lago

No No No

P.M. y POA en proceso de aprobación. Limitadas actividades de resinación. Ejecutaron un plan de saneamiento con lo que generaron empleo, pago al ICF y a la municipalidad. Actividades de protección y silvicultura. Actividades de apoyo a proyectos sociales: cocina de la escuela, parque comunitario, madera para que 15 familias construyan sus casas.

Resumen sobre las áreas asignadas, comunidades y familias

Áreas Comunitarias Área Asignada Comunidades Familias

El Encino 9442.72 14 402

El Salitre 2629.69 5 259

Jutiapa 4509.76 5 106

El junco Mangulile 7736.11 4 213

El Coyol 4324 3 84

San José de los Guares 3732.17 2 153

Matagua 6303.99 6 202

Agua Fría Mineral 4623.19 2 130

Troncones 3489.58 4 236

La Esperanza 6409.22 10 38

Auka 126,238.83 12 638

Horconcitos 730 1 130

Talanga 873.91 1 30

Total 181,043.16 69 2621

Matriz de Producción por Área Comunitaria

70

Actividad U/m

El E

ncin

o

El S

alitr

e

El C

oyol

El t

riunf

o La

Esp

eran

za

Bris

as d

el L

ago

Auk

a

Tro

ncon

es

Pal

mill

a

Agu

a F

ría

San

Jos

e de

los

Gua

res

Total

Resinación Barril 60 20 480 560

Madereo M3 2,480.86 4,217 2,935.41 551.18

10,184.45

Aserrío PT 6000 6000

Leña Carga 50 825 50 300 50 1275

Plantas U 1200 1200

Maíz Carga 800 15 1000 800 500 300 8000 12 11427

Frijoles Carga 25 5 200 25 30 8000 8285

Arroz Carga 10 10

Tomate Libras 180,000 1,000,000 1615 100 1,181,715

Caficultura qq 100 0 1500 10,000 2000 13,600

Otros (oro) gramo 0 0 450 450

Beneficios que la Municipalidad, ICF y las comunidades han recibido o pueden recibir del

manejo del área comunitaria

Municipalidad ICF Comunidad

Recibe el pago de impuesto por

parte de las organizaciones

agroforestales.

Las comunidades invierten en la

reparación y limpieza de

caminos, proyectos de

electrificación, centros comunales

y otras obras de beneficio

colectivo.

La municipalidad puede

reorientar sus inversiones en

apoyo a otras comunidades.

Se mejoran las actividades

de protección contra

incendios, plagas y

enfermedades.

Se disminuyen los

descombros y la tala ilegal.

Se logra la participación

activa de la comunidad en

el manejo del área

asignada, aplicando

criterios institucionalmente

definidos.

Se conserva la naturaleza

jurídica del sitio.

El ICF recibe un pago por el

volumen aprovechado.

Oportunidades de empleos. Los ingresos generados contribuyen a

dinamizar la economía de la comunidad. Desarrollo de proyectos sociales y de

infraestructura en beneficio de la comunidad en general y de las familias directamente participantes.

Muchas personas reciben capacitación. Se fortalece la cohesión y unidad interna

de la comunidad. Se fortalecen las organizaciones

comunitarias directamente involucradas. Las mujeres se involucran en la ejecución

de proyectos para su crecimiento y beneficio de la familia.

En algunas comunidades las familias reciben apoyo para el mejoramiento de sus viviendas o saneamiento básico.

Las comunidades disponen de herramientas para la protección del bosque.

71

Principales Conflictos que enfrentan las organizaciones agroforestales en el manejo

de las áreas comunitarias

Área

Comunitaria

Conflictos

El Encino

Cobro excesivo por parte de los usuarios para pasar por sus propiedades.

Amenazas por parte de usuarios a la organización agroforestal al preparar los lotes del aprovechamiento.

Algunos socios solicitan que el aprovechamiento y comercialización sea por venta directa.

Exigencia de las comunidades para hacer proyectos no planificados.

Algunos socios exigen se venda el área para recibir beneficios económicos

El Salitre Oposición de la comunidad de Talgua al aprovechamiento del bosque.

El Coyol

Algunos socios insatisfechos con los logros.

Problemas con personas no pertenecientes a la organización: los usuarios cobran tronconaje por camión, algunas personas están acotando el área, extracción de astillas de ocote por personas ajenas, condueños que venden los derechos a personas de afuera y se oponen a entrar al área de la cooperativa.

Venta de astillas de ocote con facturas de otro lugar.

San José de los

Guares Problemas con usuarios, y personas que ocasionan incendios o tala ilegal.

Personas que sueltan el ganado en las áreas de regeneración.

Producción de café sin control.

Matagua Problemas con los usuarios por la tenencia de la tierra.

Agua Fría

Mineral Oposición de los usuarios que tienen títulos, que surgieron después de la

asignación.

Troncones Corte ilegal de madera por personas ajenas a la Cooperativa Troncones Palmilla

La Esperanza Problemas con usuarios

Talanga

Problemas con usuarios ya que el interés es la siembra de café y están anillando los árboles, los parceleros tienen miedo que se les quiten sus áreas de trabajo y por eso se oponen al proceso.

La comunidad de San Pedrito está dentro del área y no se tomó en cuenta al momento de la asignación ya que no habían participado en el proceso. Hay oposición ya que dos personas dicen tener títulos de propiedad dentro del área.

Oposición de un barrio de El Tablón ya que creen que el beneficio es solo para la comunidad de Talanga.

72