PreVenCiÓn: Lo que hay que saber sobre el cáncer testicular · no se realizaba chequeos de salud...

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Viernes 3 de noviembre de 2017 Esta es una iniciativa de la Fundación Arturo López Pérez y El Mercurio para profundizar el conocimiento de la enfermedad, su prevención, diagnóstico y tratamiento a través de la publicación de artículos quincenales. Más información sobre el tema en www.educacion.emol.com Juntos contra el cáncer Más de 600 pacientes son diagnosticados cada año con esta enfermedad que se presenta principalmente entre los 15 y los 39 años de edad. Lo que hay que saber sobre el cáncer testicular E l cáncer de testículo representa el 3,1% de todos los cánceres que afectan a los hombres chilenos. Según Globocan 2012, el número de casos nuevos por año supera los 600. Más del 90% de los tumores cancerosos de testículo se presentan en células especiales llamadas células germinales, las cuales producen los espermatozoides. Los dos tipos principales de tumores de las células germinales en los hombres son los seminomas y no seminomas. Los primeros tienden a crecer y a propagarse más lentamente. La edad promedio para los pacientes con seminoma es de 35 años, mientras que para los no seminoma es de 29 años. Gracias al avance en los diagnósticos y tratamientos, es uno de los tumores más curables, incluso en fase metastásica. El doctor Camilo Sandoval, jefe del equipo de urología del Instituto Oncológico FALP, explica que “en pacientes que presentan un cáncer testicular que solo afecta al órgano, existe una capacidad de mejoría por sobre el 95%” . Por eso, la detección temprana es decisiva. Entre los factores para presentar este cáncer, cuentan que un testículo no haya descendido en la infancia antes de los 24 meses de vida (criptorquidia), antecedentes de tumores testiculares en familiares de primer grado (padre/hermanos) o referencias de un tumor previo o infertilidad. Cuando el feto se desarrolla en el vientre materno, estos órganos se ubican dentro del abdomen. Antes o justo después del nacimiento bajan al escroto. De no suceder así, el niño corre el riesgo de sufrir de cáncer en alguno de los testículos en la edad adulta. El urólogo recomienda que desde los primeros meses de vida el pediatra constate que los testículos hayan bajado. “Se estima que los hombres que presentaron criptorquidia en la infancia tienen 40 veces más riesgo de desarrollar cáncer en la juventud, incluso después de que ese testículo fue operado y puesto en su lugar” , advierte. Las manifestaciones principales de la enfermedad son el crecimiento indoloro del testículo, es decir, que solamente se siente como un endurecimiento. Otro signo es el crecimiento anormal Hace 7 años, el profesor Pedro Maureira no se realizaba chequeos de salud en forma frecuente, ni menos se practicaba con regularidad el autoexamen testicular. Tenía 33 años y la vida pasaba rápido. Hasta que en los exámenes preoperatorios para una intervención de vesícula arrojaron niveles anormales y así recibió el diagnóstico de leucemia premielocítica aguda. Tras haber iniciado el tratamiento, se sumó un dolor e inflamación en la parte baja del addomen y tras una ecografía supo que tenía otro tumor. Esta vez en el testículo. “Cuando recibí este segundo diagnóstico pensé: no tengo vuelta. No puedo luchar contra dos cosas a la vez. Pero me sobrepuse y me operé, para luego reiniciar el segundo ciclo de quimioterapia. Estuve al menos 6 meses entrando y saliendo del Instituto Oncológico para los tratamientos, hasta que finalmente pude vencer el cáncer e incorporarme a mi vida normal, manteniendo hasta hoy controles periódicos con los especialistas” . Escuchar la palabra cáncer fue fuerte para el docente. Confiesa que fueron instantes en que no comprendía las respuestas que el médico daba a sus interrogantes. Lo escuchaba hablar, pero no creía lo que estaba ocurriendo. Pese a ello, se propuso enfrentar la enfermedad y empezó el tratamiento. Los malestares y efectos secundarios fueron importantes: naúseas, ganas de vomitar y pérdida de peso sin que las drogas tuvieran el efecto esperado hasta probar con varios medicamentos. “Pese a que sentía un fuerte cansancio no escuchaba las señales que el organismo me estaba enviando. Después de esta experiencia aprendí que hay signos que hay que atender y no pensar que se trata de una molestia que va a pasar sola. Tomé conciencia de mi cuerpo y de que la vida es frágil. Cambié mis prioridades y valoro cada uno de los momentos. El cáncer hay que vivirlo, enfrentarlo y sacar lecciones para nosotros mismos y para quienes están cerca nuestro” . “TOMÉ CONCIENCIA DE MI CUERPO Y DE QUE LA VIDA ES FRÁGIL” Gracias al avance en los diagnósticos y tratamientos, es uno de los tumores más curables, incluso en fase metastásica. CÁNCER TESTICULAR: DIOMEDIA Pedro Maureira fue diagnosticado con leucemia y durante el tratamiento un dolor en la parte baja del abdomen reveló otra difícil noticia: además tenía un tumor en uno de sus testículos. PREVENCIÓN: en pabellón con biopsia del área sospechosa. Existen varios factores que influyen en el grado de agresividad de la enfermedad. El primero de ellos es el grado de avance y de metástasis al momento del diagnóstico, lo cual se determina con imágenes con TAC o RM de tórax, abdomen y pelvis. “Otro factor a considerar es el criterio histológico; es decir, las características de las células observadas bajo un microscopio, ya que podemos reconocer distintos orígenes celulares, con diversos niveles de agresividad, y diferentes grados de compromiso del testículo. Es un factor pronóstico también cuando existen tumores con distintos tipos de células malignas, ya que corresponden a tumores heterogéneos que pueden requerir diversos tratamientos para su control” . Esta enfermedad tiene como opciones de tratamiento la cirugía, quimioterapia y radioterapia. Con frecuencia, quienes sufren cáncer de testículo tienen problemas de fertilidad antes de someterse al tratamiento oncológico. “En esos casos o si el manejo oncológico afecta la capacidad reproductiva, es importante que el paciente consulte con su médico tratante sobre la criopreservación de espermios para conservarlos y utilizarlos en el futuro” , concluye. el escroto o dolor local (27%), ginecomastia o agrandamiento de una o ambas glándulas mamarias (7%) y dolor lumbar (1%). El Dr. Camilo Sandoval indica que no hay que esperar que desaparezca solo; por supuesto, puede ser una enfermedad benigna, pero eso lo tiene que decidir el especialista. Es frecuente que los pacientes asocien la aparición del tumor testicular con algún golpe o trauma previo al diagnóstico. “Este punto ha sido revisado, pero es solo coincidencia, ya que un golpe en esa zona motiva al paciente a realizarse un autoexamen testicular. Una vez que perciba un hallazgo anormal en comparación con el órgano colateral. Si bien se presenta como una masa más grande que un testículo normal en un solo lado, en el 1% a 2% de los casos se puede presentar como tumores bilaterales al mismo tiempo. En los casos menos frecuentes, el síntoma principal es dolor en en alguno de sus testículos, es necesario que consulte con su urólogo para iniciar un estudio” . Este contempla una completa historia clínica, un examen físico y la realización de una ecotomografía testicular doppler bilateral. Cuando persiste la duda, se realiza una exploración quirúrgica

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Viernes 3 de noviembre de 2017

Esta es una iniciativa de la Fundación Arturo López Pérez y El Mercurio para profundizar el conocimiento de la enfermedad, su prevención, diagnóstico y tratamiento a través de la publicación de artículos quincenales. Más información sobre el tema en www.educacion.emol.com

Juntos contra el cáncer

Más de 600 pacientes son diagnosticados cada año con esta enfermedad que se presenta principalmente entre los 15 y los 39 años de edad.

Lo que hay que saber sobre el cáncer testicular

E l cáncer de testículo representa el 3,1% de todos los cánceres que

afectan a los hombres chilenos. Según Globocan 2012, el número de casos nuevos por año supera los 600.

Más del 90% de los tumores cancerosos de testículo se presentan en células especiales llamadas células germinales, las cuales producen los espermatozoides. Los dos tipos principales de tumores de las células germinales en los hombres son los seminomas y no seminomas. Los primeros tienden a crecer y a propagarse más lentamente.

La edad promedio para los pacientes con seminoma es de 35 años, mientras que para los no seminoma es de 29 años.

Gracias al avance en los diagnósticos y tratamientos, es uno de los tumores más curables, incluso en fase metastásica. El doctor Camilo Sandoval, jefe del equipo de urología del Instituto Oncológico FALP, explica que “en pacientes que presentan un cáncer testicular que solo afecta al órgano, existe una capacidad de mejoría por sobre el 95%”.

Por eso, la detección temprana es decisiva. Entre los factores para presentar este cáncer, cuentan que un testículo no haya descendido en la infancia antes de los 24 meses de vida (criptorquidia), antecedentes de tumores testiculares en familiares de primer grado (padre/hermanos) o referencias de un tumor previo o infertilidad.

Cuando el feto se desarrolla en el vientre materno, estos órganos se ubican dentro del abdomen. Antes o justo después del nacimiento bajan al escroto. De no suceder así, el niño corre el riesgo de sufrir de cáncer en alguno de los testículos en la edad adulta.

El urólogo recomienda que desde los primeros meses de vida el pediatra constate que los testículos hayan bajado.

“Se estima que los hombres que presentaron criptorquidia en la infancia tienen 40 veces más riesgo de desarrollar cáncer en la juventud, incluso después de que ese testículo fue operado y puesto en su lugar”, advierte.

Las manifestaciones principales de la enfermedad son el crecimiento indoloro del testículo, es decir, que solamente se siente como un endurecimiento. Otro signo es el crecimiento anormal

Hace 7 años, el profesor Pedro Maureira no se realizaba chequeos de salud en forma frecuente, ni menos se practicaba con regularidad el autoexamen testicular. Tenía 33 años y la vida pasaba rápido.

Hasta que en los exámenes preoperatorios para una intervención de vesícula arrojaron niveles anormales y así recibió el diagnóstico de leucemia premielocítica aguda. Tras haber iniciado el tratamiento, se sumó un dolor e inflamación en la parte baja del addomen y tras una ecografía supo que tenía otro tumor. Esta vez en el testículo.

“Cuando recibí este segundo diagnóstico pensé: no tengo vuelta. No puedo luchar contra dos cosas a la vez. Pero me

sobrepuse y me operé, para luego reiniciar el segundo ciclo de quimioterapia. Estuve al menos 6 meses entrando y saliendo del Instituto Oncológico para los tratamientos, hasta que finalmente pude vencer el cáncer e incorporarme a mi vida normal, manteniendo hasta hoy controles periódicos con los especialistas”.

Escuchar la palabra cáncer fue fuerte para el docente. Confiesa que fueron instantes en que no comprendía las respuestas que el médico daba a sus interrogantes. Lo escuchaba hablar, pero no creía lo que estaba ocurriendo. Pese a ello, se propuso enfrentar la enfermedad y empezó el tratamiento. Los malestares y efectos secundarios fueron

importantes: naúseas, ganas de vomitar y pérdida de peso sin que las drogas tuvieran el efecto esperado hasta probar con varios medicamentos.

“Pese a que sentía un fuerte cansancio no escuchaba las señales que el organismo me estaba enviando. Después de esta experiencia aprendí que hay signos que hay que atender y no pensar que se trata de una molestia que va a pasar sola. Tomé conciencia de mi cuerpo y de que la vida es frágil. Cambié mis prioridades y valoro cada uno de los momentos. El cáncer hay que vivirlo, enfrentarlo y sacar lecciones para nosotros mismos y para quienes están cerca nuestro”.

“ToMé conciencia de Mi cuerpo y de que La vida es frágiL”

Gracias al avance en los diagnósticos y tratamientos, es uno de los tumores más curables, incluso en fase metastásica.

CánCer testiCular:

Dio

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pedro Maureira fue diagnosticado con leucemia y durante el tratamiento un dolor en la parte baja del abdomen reveló otra difícil noticia: además tenía un tumor en uno de sus testículos.

PreVenCiÓn:

en pabellón con biopsia del área sospechosa.

Existen varios factores que influyen en el grado de agresividad de la enfermedad. El primero de ellos es el grado de avance y de metástasis al momento del diagnóstico, lo cual se determina con imágenes con TAC o RM de tórax, abdomen y pelvis.

“Otro factor a considerar es el criterio histológico; es decir, las características de las células observadas bajo un microscopio, ya que podemos reconocer distintos orígenes celulares, con diversos niveles de agresividad, y diferentes grados de compromiso del testículo. Es un factor pronóstico también cuando existen tumores con distintos tipos de células malignas, ya que corresponden a tumores heterogéneos que pueden requerir diversos tratamientos para su control”.

Esta enfermedad tiene como opciones de tratamiento la cirugía, quimioterapia y radioterapia. Con frecuencia, quienes sufren cáncer de testículo tienen problemas de fertilidad antes de someterse al tratamiento oncológico.

“En esos casos o si el manejo oncológico afecta la capacidad reproductiva, es importante que el paciente consulte con su médico tratante sobre la criopreservación de espermios para conservarlos y utilizarlos en el futuro”, concluye.

el escroto o dolor local (27%), ginecomastia o agrandamiento de una o ambas glándulas mamarias (7%) y dolor lumbar (1%).

El Dr. Camilo Sandoval indica que no hay que esperar que desaparezca solo; por supuesto, puede ser una enfermedad benigna, pero eso lo tiene que decidir el especialista.

Es frecuente que los pacientes asocien la aparición del tumor testicular con algún golpe o trauma previo al diagnóstico.

“Este punto ha sido revisado, pero es solo coincidencia, ya que un golpe en esa zona motiva al paciente a realizarse un autoexamen testicular. Una vez que perciba un hallazgo anormal

en comparación con el órgano colateral.

Si bien se presenta como una masa más grande que un testículo normal en un solo lado, en el 1% a 2% de los casos se puede presentar como tumores bilaterales al mismo tiempo. En los casos menos frecuentes, el síntoma principal es dolor en

en alguno de sus testículos, es necesario que consulte con su urólogo para iniciar un estudio”. Este contempla una completa historia clínica, un examen físico y la realización de una ecotomografía testicular doppler bilateral.

Cuando persiste la duda, se realiza una exploración quirúrgica