POR UNA NUEVA EDUCACIN Y POR UNA NUEVA DEMOCRACIA PARA CHILE

La nueva educacin la deben definir las mayoras.

Asistimos a una movilizacin de magnitud histrica, que supera reivindicaciones gremiales y expresa el rol cada vez ms protagnico que los chilenos exigen tener en la definicin del destino del pas. Hoy nuestro anhelo es construir un sistema pblico/estatal de educacin, gratuito, de calidad, democrtico, plural, sin lucro, al servicio del pas, que produzca ms conocimiento, cultura y solidaridad en pos de un desarrollo integral, justo y sustentable para Chile. Pero para implementar esta nueva educacin para nuestro pas, los ciudadanos se deben hacer presentes en la toma de decisiones, superando las barreras que impone esta democracia excluyente y antipopular.

Las diversas propuestas que el gobierno ha puesto a disposicin de los estudiantes no han respondido - ni respondern a futuro - a los sueos, anhelos y necesidades de las mayoras de nuestro pas en educacin. No terminarn con el lucro, ni con el endeudamiento, ni tampoco permitirn alcanzar la anhelada educacin gratuita. Pensar que ello es posible, significara confiar en las buenas intenciones de aquellos que han lucrado y negociado con nuestra educacin por ms de cuatro dcadas. Y este movimiento no est para esperar aquello. Debemos ser nosotros, los chilenos y chilenas, la inmensa de la poblacin la que decida que educacin quiere para sus hijos y para las futuras generaciones.

La movilizacin estudiantil nos presenta la siguiente encrucijada: o encaramos con una iniciativa de democracia real el dilema de la resolucin de estas luchas o dejamos todo en maniobras tradicionales y partidarias de negociacin. Maniobras que terminarn, sin lugar a dudas, fortaleciendo el carcter neoliberal del actual modelo educacional.

Por lo anterior, es que exigimos la realizacin de un Plebiscito Nacional en educacin. De esta forma, todos los chilenos y chilenas podremos incidir en las orientaciones que deber asumir la reforma educacional, permitiendo a su vez que en el futuro otros conflictos y aspiraciones sociales puedan alcanzarse por esta va ciudadana. La incapacidad de este Gobierno para atender las demandas y propuestas del movimiento estudiantil, no es sino la incapacidad de esta democracia para representar los intereses y sueos de las mayoras.

Es importante aclarar que la apuesta por un plebiscito nacional va ms all de un medio para resolver un conflicto puntual o alcanzar una demanda especfica. Surge desde una conviccin bsica: no es posible esperar transformacin alguna en favor de las chilenas y chilenos por parte del sistema poltico, as, tal cual est. La nica forma en que es posible propiciar la educacin y el pas que los actores sociales reclamamos, es irrumpiendo de lleno en el escenario poltico, rearticulando y ensanchando las espaldas del movimiento popular chileno. El plebiscito debe ser una herramienta para abrir una brecha en el cerrado sistema que hoy tenemos, un punto de entrada desde el cual las grandes mayoras podamos irrumpir en la disputa poltica, sin pedir permiso a partido ni caudillo alguno.

Sabemos que el plebiscito es solo un instrumento como otros y que en s mismo no permite la construccin de un tejido social que dispute poder a la clase poltica. Es necesario que aquel proceso social, en este momento expresado bajo diversas consignas

e intereses que responden a un cambio del modelo poltico, econmico y social actual, se fortalezca y vea en el plebiscito una posibilidad para superar la lgica peticionista que ha guiado a los movimientos sociales desde los noventas, de cara a la ciudadana, de tal manera que sea la sociedad en su conjunto quien decida qu hacer con su destino.

Ya nos cansamos de que una pequea lite de polticos de la Derecha y la Concertacin defina el rumbo de nuestra educacin y a la vez, engorde sus bolsillos a costa de los sueos de millones. La educacin y el conocimiento son aspectos fundamentales para el futuro de Chile y su desarrollo no puede quedar en manos de unos pocos. Es hora de construir un proyecto educativo para Chile alternativo al modelo impuesto por los empresarios, es hora de que la mayora decida entre ambos, hora de avanzar hacia una nueva educacin y una nueva democracia.

Consideraciones tcnicas para el plebiscito.

Para entender como sera posible implementar tcnicamente un plebiscito nacional, debemos realizar una breve revisin a la Constitucin Poltica de la Repblica de 1980 (en adelante CPR 80) actualmente vigente.

El diseo antidemocrtico de la CPR 80 cuenta con dos instituciones bsicas: el sistema binominal y los qurum contra-mayoritarios. Con el sistema binominal se asegura que el Congreso est siempre compuesto primordialmente por dos coaliciones (Alianza por Chile y Concertacin), sin que ninguna tenga mayora holgada. Por otro lado, los qurum contra-mayoritarios (para reformas constitucionales: 3/5 2/3 segn la materia que se modifica; leyes orgnico constitucional: 4/7) exigen a la mayora parlamentaria negociar con la minora, en otras palabras, otorgan un derecho a veto a las minoras polticas. Estas dos instituciones se protegen entre s: con el sistema binominal nunca vas a alcanzar la mayora parlamentaria que te permita hacer modificaciones constitucionales y con los qurum contra-mayoritarios nunca vas a poder eliminar el sistema binominal sin el acuerdo de la minora.

En pocas palabras, la CPR 80 impide modificaciones en los temas ms importantes para el pas que estn regulados en leyes orgnicas constitucionales (Enseanza, Medio Ambiente, Previsin, etc.) y hace que la expresin de los chilenos en las urnas se reduzca a un acto testimonial y decorativo. En definitiva, una democracia de carcter antipopular y excluyente, en la que la voz de la gran mayora de los chilenos se torna impotente ante los consensos adoptados y defendidos entre unos pocos.

En este contexto, la participacin popular en general, y el plebiscito en particular, son vas de expresin ajenas al espritu de la Constitucin. Ello no obsta a que en el captulo primero de la CPR 80, denominado bases de la institucionalidad, en su artculo 5 se exprese que la soberana reside esencialmente en la Nacin. Su ejercicio se realiza por el pueblo a travs del plebiscito (entre otras). De esta manera se traza la primera distincin fundamental: el plebiscito es un instrumento del pueblo para ejercer su soberana, lo que le otorga carcter decisorio y vinculante respecto al Estado; a diferencia de las diversas formas de consulta que se contemplan en algunas leyes, las que son meras consultas no vinculantes para la autoridad (como, lamentablemente, ocurre hoy en materias de alto inters ciudadano como es la Ley Ambiental y la Ley Indgena).

Habiendo hecho esta diferencia, la CPR 80 contempla dos instancias que pueden dar origen a un plebiscito:

a) por un lado, en los proyectos de reforma constitucional, cuando existe divergencia entre el Congreso y el Ejecutivo (artculo 128 CPR 80).

b) en los Municipios, ya sea por iniciativa del alcalde, del consejo municipal o de los vecinos de la comuna, esta forma de plebiscito es nicamente vinculante para el propio Municipio y puede tratarse slo de materias de competencia comunal, establecidas en la Ley (artculo 118 CPR 80). La norma que impide otro tipo de plebiscito, que no sean los anteriores, es el artculo 15 inciso segundo CPR 80, segn el cual slo podr convocarse a votacin popular para las elecciones y plebiscitos expresamente previsto en esta Constitucin. Esta norma significa que para realizar un plebiscito distinto a los mencionados se requiere cambiar la Constitucin, para lo cual es necesario un qurum contra-mayoritario, lo que significa que la minora siempre podr vetarlo.

Por tanto, la propuesta de plebiscito nacional, para su implementacin tcnica requiere eliminar las trabas legales que prohben su realizacin, como una forma genrica de expresin popular y soberana, lo que se traduce en la derogacin del inciso segundo del artculo 15 CPR 80, para lo cual se requiere 3/5 del Congreso. Una vez eliminada la prohibicin de realizar plebiscitos, debe promulgarse una ley que regula la forma en que estos deben convocarse, con qu requisitos, plazos, materias, etc.

Es importante sealar en este punto, ciertas cuestiones a propsito de la idea de realizar el plebiscito en educacin, ya que hoy vemos como diversos actores polticos del mundo tradicional estn tambin planteando la misma idea. El plebiscito que debisemos proponer se caracteriza con colores propios en dos mbitos:

a) fondo; lo que se debe plebiscitar es el proyecto de educacin para Chile creado por el movimiento social educacional, a travs de los Acuerdos Sociales u otras instancias, y no por las lites polticas, ya que de otra manera estaramos legitimando las posiciones de minora de la clase poltica en estas materias.

b) forma; la definicin de qu educacin queremos involucra a sectores de la poblacin que se encuentran fuera de los registros electorales por no encontrarse inscritos o por ser menores de edad (secundarios). Por lo anterior, debemos pensar en un mecanismo plebiscitario que en ningn caso los excluya, por ejemplo, que puedan votar desde cierta edad (15 16 aos) y que la participacin se encuentre abierta a toda la ciudadana, est inscrita o no en los registros electorales.

A modo de conclusin.

Ha quedado claro en los ltimos meses que las transformaciones que el sistema educacional de nuestro pas requiere no sern realizadas por la derecha ni por la concertacin. Para alcanzar una educacin pblica, gratuita, de calidad, de acceso universal, democrtica, sin lucro, al servicio del desarrollo integral del pas debemos involucrar al movimiento a cada vez ms chilenos y chilenas y hacerlos protagonistas de su creacin, diseo y definicin. Somos nosotros, las mayoras, las que debemos tomar en nuestras manos el desafo que la historia nos pone por delante, crear una nueva educacin y nueva democracia para nuestro pas.