Populismo w Effort

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El populismo es el resultado de la larga etapa de transformaciones de la sociedad brasileña a partir de 1930. Como estilo de gobierno, siempre sensible a las presiones populares, o como política de masas que busca conducirlas manipulando sus aspiraciones, el populismo sólo puede ser comprendido dentro del contexto del proceso de crisis política y desarrollo económico que inaugura la revolución de 1930. El populismo expresa el período de crisis que atraviesan a la vez la oligarquía y el liberalismo, siempre muy ligados en la historia del Brasil; y también expresa la democratización del Estado que debió apoyarse en algún tipo de autoritarismo, sea el autoritarismo institucional de la dictadura de Vargas (1937-1945), sea el autoritarismo paternalista o carismático de los líderes de masa de la democracia de posguerra (1945-1964). El populismo fue también una de las manifestaciones de la fragilidad política de los grupos urbanos dominantes, cuando éstos intentaron reemplazar a la oligarquía en los puestos de mando político de un país tradicionalmente agrario y dependiente en un momento en el cual parecían existir posibilidades de desarrollo capitalista nacional. Expresa, sobre todo, de manera acabada, la emergencia de las clases populares en el seno del desarrollo urbano e industrial de la época y la necesidad, sentida por algunos de los nuevos grupos dominantes, de incorporar a las masas al juego político. Resultado de un período de crisis, por un lado, y permeado por las peculiaridades de esta época, por otro, el populismo es un fenómeno político con aspectos frecuentemente contradictorios. A veces resulta difícil, para aquellos que vivieron, de una manera o de otra, los problemas políticos de esta época histórica, presentar una visión de conjunto del movimiento populista que pueda dar cuenta de toda su diversidad. Desde 1945 hasta 1964, muchos líderes de renombre nacional (tres presidentes y algunos gobernadores de estado) buscan asegurarse la adhesión popular en los centros más urbanizados del país. Cada uno de ellos tiene su "estilo", su política propia casi siempre poco explícita y su ideología menos explícita aún y muchas veces confusa. Las diferencias, a veces las contradicciones, que existen entre ellos son tales que es difícil desentrañar un significado fundamental común, más allá del interés que todos tienen en conquistar los votos populares y en manipular sus aspiraciones.

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populismo en brasil

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El populismo es el resultado de la larga etapa de transformaciones de la sociedad brasilea a partir de 1930. Como estilo de gobierno, siempre sensible a las presiones populares, o como poltica de masas que busca conducirlas manipulando sus aspiraciones, el populismo slo puede ser comprendido dentro del contexto del proceso de crisis polticadesarrollo econmico que inaugura la re!olucin de 1930. El populismo expresa el perodo de crisis que atra!iesan a la !e" la oligarquael liberalismo, siempre mu ligados en la #istoria del $rasil%tambi&n expresa la democrati"acin del Estado que debi apoarse en alg'n tipo de autoritarismo, sea el autoritarismo institucional de la dictadura de (argas )193*+19,-., sea el autoritarismo paternalista o carism/tico de los lderes de masa de la democracia de posguerra )19,-+190,.. El populismo fue tambi&n una de las manifestaciones de la fragilidad poltica de los grupos urbanos dominantes, cuando &stos intentaron reempla"ar a la oligarqua en los puestos de mando poltico de un pas tradicionalmente agrariodependiente en un momento en el cual parecan existir posibilidades de desarrollo capitalista nacional. Expresa, sobre todo, de manera acabada, la emergencia de las clases populares en el seno del desarrollo urbano e industrial de la &pocala necesidad, sentida por algunos de los nue!os grupos dominantes, de incorporar a las masas al 1uego poltico.2esultado de un perodo de crisis, por un lado,permeado por las peculiaridades de esta &poca, por otro, el populismo es un fenmeno poltico con aspectos frecuentemente contradictorios. 3 !eces resulta difcil, para aquellos que !i!ieron, de una manera o de otra, los problemas polticosde esta &poca #istrica, presentar una !isin de con1unto del mo!imiento populista que pueda dar cuenta de toda su di!ersidad. 4esde 19,- #asta 190,, muc#os lderes de renombre nacional )tres presidentesalgunos gobernadores de estado. buscan asegurarse la ad#esin popular en los centros m/s urbani"ados del pas. Cada uno de ellos tiene su 5estilo5, su poltica propia casi siempre poco explcitasu ideologa menos explcita a'nmuc#as !eces confusa. 6as diferencias, a !eces las contradicciones, que existen entre ellos son tales que es difcil desentraar un signi7cado fundamental com'n, m/s all/ del inter&s que todos tienen en conquistar los !otos popularesen manipular sus aspiraciones. 8nclusi!e, estamos tentados de emitir un 1uicio fragmentarioa concebir el populismo m/s como un fenmeno de naturale"a personal que socialpoltica. 6os bruscos cambios de orientacin poltica de lderes como (argas o 9anio :uadros, por e1emplo, pueden dar la impresin de que el populismo es nada m/s que unasuerte de 5oportunismo esencial5 de algunos lderes, una ambicin desmesurada de poder asociada a una capacidad casi ilimitada de manipulacin de masas.Esta concepcin ;que parece traducir la esencia del punto de !ista de algunos liberales de la clase media, perple1os frente a la orientacin que tom el proceso poltico despu&s de 19,-;< puede tener su grado de !erdad. =uc#os #ombres de i"quierda ;que tambi&n son #ombres de clase media; tienen una !isin seme1ante. >os parece, sin embargo, que no se puede caracteri"ar un estilo de r&gimen poltico 'nicamente como manipulacin% rimen que, de todas maneras, se confunde en muc#os sentidos con la #istoria de $rasil en el curso de los 'ltimos treinta aos. El populismo, sin ninguna duda, sir!i para manipular a las masas, pero esta manipulacin nunca fue absoluta. 4e otro modo, estaramos obligados a aceptar la concepcin liberal de la elite que, en de7niti!a, !e en el populismo una suerte de aberracin de la #istoria, alimentada por la emoti!idad de las masasla ausencia de principios de los lderes.En realidad, la comple1idad poltica del populismo pone de relie!e la comple1idad de las condiciones #istricas dentro de las cuales se produce. Elpopulismo fue una manera determinanteconcreta de manipulacin de las clases populares, pero de la misma manera represent un medio de expresin de sus inquietudes.El populismo puede signi7car al mismo tiempo una forma de organi"acin del poder para los grupos dominantes , a la !e", la principal forma de expresin poltica del ascenso popular en el proceso de desarrollo industrial urbano% esto es, un mecanismo a tra!&s del cual los grupos dominantes e1ercan su dominacin , a la !e", un medio de amena"ar potencialmente esa dominacin. ?i este estilo de gobiernode comportamiento poltico es esencialmente ambiguo, se debe ciertamente por una parte a la ambi!alencia personal de los polticos di!ididos entre el amor #acia pueblo el amor #acia las funciones gubernamentales. @ero el populismo tiene racessociales m/s profundasla restitucin de su unidad en tanto fenmeno socialpoltico plantea un problema a quien estudie la formacin #istrica del $rasil en el curso de los 'ltimos treinta aos.La crisis de la oligarqua y las nuevas clases6a re!olucin de 1930 es el punto de inAexin entre dos &pocas. Este mo!imiento dirigido por #ombres de clase mediapor algunos 1efes olig/rquicos )entre ellos el mismo Betulio (argas. abre la crisis del sistema de poder olig/rquico, establecido desde los primeros aos de la 2ep'blica )1CC9.consagrado por la Constitucin liberal de 1C91.Dna de las particularidades del proceso de transformacin poltica desencadenado por la insurreccin de 1930 parece #aber sido que las !erdaderas fuer"as socialeslos moti!os reales de su comportamiento no siempre fueron mu claros. ?in embargo, podemos sealar algunos de sus rasgos m/s !isibles. En primer lugar, se trata de la decadencia de los gruposolig/rquicos en tanto factor de poder. ?e !ieron obligados a abandonar las funciones de dominacin poltica que cumplieron #asta 1930 de manera ostensiblecasi exclusi!a, para pasar a subsistir en las sombras )aun cuando ellos est/n presentes en el nue!o r&gimen, en el /mbito regional o municipal en numerosos estados. #asta 19,-, fec#a en la que obtienen una representacin pri!ilegiada en el Congreso. @or otro lado, se obser!a a partirde 1930 una tendencia a la ampliacin institucional de las bases sociales delEstado.?obre este punto que nos interesa m/s, con!iene mencionar primero la participacin de las clases mediasde los sectores de la burguesa ligados a la industriali"acin en el proceso que condu1o a la crisis del r&gimen olig/rquico. 6a participacin poltica de las clases populares tiene muc#o que !er con las condiciones en las que se instala el nue!o r&gimencon la incapacidad de las clases mediasde los sectores industriales de reempla"ar a la oligarqua en las funciones del Estado.6os sectores industriales fueron tal !e" los maores bene7ciarios de los cambios polticos que se produ1eron despu&s de 1930. ?in embargo, sera ilusorio suponer que tu!ieron un rol importante en los acontecimientos que condu1eron a la crisis de la oligarqua. El mo!imiento de la 3lian"a 6iberal contra el antiguo r&gimen fue esencialmente el resultado de una transaccin entre algunos grupos urbanos de clase mediaalgunos sectores agrarios que conser!aban una posicin di!ergente en el interior delsistema olig/rquico. 63 burguesa industrial, como fuer"a poltica indi!iduali"ada, estu!o pr/cticamente ausente de los procesos re!olucionarios.3nali"ando las condiciones iniciales de la industriali"acin del $rasil, Celso Eurtado obser!a que no existen, en esta &poca de crisis de la economa agraria, condiciones que #ubiesenpermitido la aparicin de un conAicto abierto entre los intereses agrcolaslos intereses industriales en gestacin. Es cierto que la poltica econmica del gobierno re!olucionario, consecuencia de las repercusiones internas de la gran crisis de 19F9, tu!o como uno de sus resultados el estmulo del desarrollo industrial. Eurtado obser!a, sin embargo, que la reorientacin de la economa brasilea #acia la industria depender/ menos de una poltica consciente de industriali"acinque de ciertas circunstancias estrec#amente asociadas a los efectos internos de la crisis. 6a crisis de la economa agraria es, en primer lugar, un simple reAe1o de la disminucin de los estmulos del mercado externola poltica gubernamental consisti, en lo esencial, en transferir #acia el con1unto del pas las p&rdidas pro!ocadas en el culti!o del caf&, nuestro principal producto de exportacin. Esta poltica permiti la defensa del ni!el de empleotambi&n de la demanda interna en un momento en que se reduca la capacidad para importar. 3dem/s, esta poltica cre indirectamente condiciones fa!orables para las in!ersiones en el mercado interno, sobre todo para las in!ersiones en la industria.o solamente el mo!imiento de 1930 fue fundamentalmente un cambio en la estructura. de poder operada 5desde arriba5 , en este sentido, capa" de actuar antes que las masas populares, sino que la misma participacin de estas 'ltimas en el 1uego poltico se #ar/tambi&n 5desde arriba #acia aba1o5. Lsta, una de las condiciones #istricas del 5r&gimen5de la poltica5 populista !igente en los decenios siguientes, es tambi&n uno de los problemas que es necesario examinar a continuacin.Con!iene antes interrogarnos acerca de la ausencia de clases populares en el proceso re!olucionario. Es sabido que esta 5ausencia5 no signi7ca de ning'n modo una posicin de indiferencia en relacin a los acontecimientos.6a 3lian"a 6iberal, lo mismo que el tenentismo en los aos precedentes, conquist ampliamente las simpatas populares. @or otro lado, las clases populares, en 1930a'n antes, son percibidas como problema por los grupos dominantesJ ellas estar/n presentes en sus c/lculos polticos antes despu&s de la insurreccin. En este sentido, la descripcin que #ace uno de los me1ores int&rpretes de la &poca de la 3lian"a 6iberal en la fase electoral )pre+insurreccional. es mu claraJ 56a 3lian"a 6iberal era una suerte de puerto para todos los inconformismostodas las esperan"as. El pobre, el millonario, el obrero, el funcionario, el comunista, la feminista, todos podan tener con7an"a en la accin del candidato que ellos designaban5 M@or qu&, en efecto, suponer que las masas populares no miraban con simpata a un mo!imiento que se presenta, en de7niti!a, como la encarnacin de la nacin en su luc#a contra un r&gimen poltico cua actitud en relacin a las rei!indicaciones populares era esencialmente represi!aN 56a agitacin obrera es una cuestin que interesa m/s al orden p'blico que al orden social5 as se expresaba el 'ltimo presidente de la oligarqua que #aba gobernado de 19F0 a 1930. 6a actitud de la 3lian"a 6iberal, tal como se encuentra de7nida en su plataforma electoral, tena una orientacin totalmente diferenteJ se buscaba transferir los conAictos sociales de la esfera policial a la del derec#o social. 4eca Bet'lio (argas a en el ao 1930, de7niendo una poltica de incorporacin de las masas populares que ser/ en adelante uno de los leit+moti! de su gobierno, que 5si nuestro proteccionismo )se re7ere al proteccionismo del Estado. fa!orece a los industriales, se impone igualmente el deber de audar al proletario con medidas que le aseguren un confort relati!o, estabilidadauda cuando est& enfermo o anciano5% acional 6ibertadora )3>6.los sectores de derec#a encuentran expresin en el integralismo, el mo!imiento de estilo fascista que trata de conquistar las simpatas de (argas.6a estabilidad del nue!o r&gimen slo ser/ alcan"ada con la derrota de estos dos mo!imientos.6a insurreccin del 3>6 en 193- dar/ a (argas la posibilidad de consolidarsepersonalmente como 1efe de gobierno apo/ndose en las fuer"as interesadas en combatir la amena"a comunista. Dna !e" estabili"ada la dictadura en 193*, (argas liquida, en los aos siguientes, el mo!imiento 5integralista5 que, al no poder participar en el gobierno, intenta un putsc#.Con!iene llamar la atencin sobre un dato de base econmica que nos parece fundamental en el proceso de estructuracin del r&gimen que surgir/despu&s de la fase de inestabilidad. 6a derrota poltica de las oligarquas en 1930 no afect de manera decisi!a el control que ellas conser!aban sobre los sectores principales de la economa. =/s exactamenteJ las derrotas sufridas por la oligarqua de ?/o @aulo entre 1930193F pudieron conmo!er las races del r&gimen poltico del cual era el principal sost&n, pero no pudieron #acer ol!idar que la exportacin de caf& continuabacontinuara siendo el elemento central de la situacin econmica. 6os grupos olig/rquicos que ocupan las nue!as posiciones de mando son relati!amente marginales respecto de la economa de exportacin5sus intereses particulares no podran ser!ir de orientacin a una reorgani"acin global de poder. @or otro lado, los tenentes perdieron r/pidamente las posiciones de inAuencia obtenidas en las primeras etapas del mo!imiento re!olucionario que les #aban permitido e1ercer un control casi absoluto sobre las regiones del nortenoreste del pas. En estas condiciones, el nue!o gobierno no podr/ m/s que mo!erse siempre en un contexto comple1o de compromisosconciliaciones entre intereses diferentesa !eces contradictorios. 4e ninguno de los grupos participantes ;las clases medias, los grupos menos !inculados a la exportacina los sectores interesados en la agricultura del caf&; se podra decir que e1erce con exclusi!idad el poder o que #a asegurado una #egemona poltica. @or otra parte, ninguno de estos grupos est/ en condiciones de presentar sus propiosintereses particulares como expresin de los intereses generales de la nacinJ las clases medas porque son socialmente dependientes, los intereses del caf& porque perdieron las funciones de dominio que e1ercan antes de 1930porque se encuentran profundamente afectados por los efectos internos de la crisis de 19F9, los dem/s grupos agrarios porque est/n menos !inculados a las acti!idades de exportacin fundamentales en el con1unto de la economa.Este equilibrio inestable entre los grupos dominantes , esencialmente, la incapacidad de cualquiera de ellos de asumir, como la expresin del con1unto de la clase dominante, el control de las funciones polticas, constitue uno de los rasgos rele!antes de la poltica brasilea en el curso de los 'ltimos aos. En estas condiciones de compromiso e inestabilidad se forman algunas de las caractersticas m/s conocidas de la poltica brasilea en ese momento% entre ellas, componentes de lo que se con!ertir/ en esencial en el populismo, la personali"acin del poder, la imagen )mitad real mitad mtica. de la soberana del Estado sobre el con1unto de la sociedad la necesidad de la participacin de las masas populares urbanas.@or otro lado, esta situacin de compromiso signi7ca que las personas que e1ercen las funciones gubernamentales a no representan en forma directaa los grupos que e1ercen #egemona sobre ciertos sectores fundamentales de la economade la sociedad. 6a nue!a estructura poltica es profundamente diferente de la anterior por lo menos en un aspectoJ a no constitue la expresin inmediata de la 1erarqua socialeconmica, a no es m/s la expresin inmediata de los intereses de una sola clase social como lo #aba sido el r&gimen olig/rquico.5 En esta nue!a estructura, el 1efe de Estado asume la posicin de /rbitroall se encuentra una de las fuentes de su fuer"a personal. @or otro lado, esta persona tiende a confundirse con el Estado mismo en tanto institucin. ?in embargo, una situacin de este tipo no podra ser durablela mani7esta inestabilidad de los primeros aos del nue!o r&gimen re!elaba claramente la precariedad de ese equilibrio entre intereses diferentesa !eces contrarios. 6a dictadura sir!i para consolidar el poder personal de (argas e imponer la soberana del estado a las fuer"as sociales presentes.Condicionadas desde el comien"o por la crisis interna de los grupos dominantes, las masas populares urbanas penetran en la poltica brasilea. Ellas representan la 'nica fuente social posible de poder personal autnomopara el gobierno , en cierto sentido, se transformar/n en la 'nica fuente posible de legitimidad para el Estado mismo. El 1efe de Estado comen"ar/ a actuar como /rbitro en una situacin de compromiso que, inicialmente formada por los intereses dominantes, deber/ contar desde a#ora con un nue!o socioJ las masas populares urbanas, la representacin de las masas en este 1uego estar/ controlada por el mismo 1efe de Estado.En tanto /rbitro, &l decide en nombre de los intereses de todo el pueblo% esto signi7ca que tiende, aun si esto no es siempre posible, a optar por las soluciones que despiertan menor resistencia o maor apoo popular. Esta tendencia no es simplemente !irtualse manifest de una manera socialmente signi7cati!a con (argascon casi todos los dem/s 1efes de Estado desde 1930 #asta 190,. 3parece as en la #istoria del $rasil el fantasma popular que ser/ manipulado por (argas durante !einte aos. 3 tra!&s de los mecanismos de manipulacin que las funciones gubernamentales le aseguran dadas las condiciones de crisis interna entre los mismos grupos dominantes, (argas encontrar/ la manera de responder a todo tipo de presiones sin someterse, de manera exclusi!aduradera, a los intereses inmediatos de ninguno de ellos. 4e este modo el nue!o r&gimen no es m/s olig/rquico, si bien la #egemona socialpoltica de las oligarquas no #a sido !erdaderamente afectada en el /mbito localregional en los que se encuentran de cierta forma representados en el Estado. ?e trata sin duda alguna de un Estado burgu&s sin que pueda #ablarse, sin embargo, de una democracia burguesa tal como ella es concebida en la tradicin europea.?i fuera necesario designar de alg'n modo esta forma particular d& estructura poltica, diramos que se trata de un Estado de Compromiso que es al mismo tiempo un Estado de =asas, expresin de la prolongada crisis agraria, de la dependencia social de los grupos de clase media, de la dependencia socialeconmica de la burguesa industrialde la creciente presin popular.4e este modo, una de las fuentes de la capacidad de manipulacin de los grupos dominantes sobre las masas se encuentra en su propia debilidad en tanto clase, en su di!isin internaen su incapacidad de asumir en nombre propio las responsabilidades de Estado. 8ncapaces de legitimar por s mismos la dominacin que e1ercen, estos grupos dominantes necesitar/n recurrir a intennediarios ; primero (argas,luego a los lderes populistas de la etapa democr/tica; que puedan establecer alian"as con los sectores urbanos de las clases dominadas. Lstos son los lmites del populismo. @rimero, la e7cacia del lder populista en las funciones gubernamentales depender/ del margen de compromiso que exista ocasionalmente entre los grupos dominantesde su #abilidad personal para resol!er los conAictos como /rbitro, encamando la imagen de la soberana del Estado frente a las fuer"as sociales en conAicto. En segundo lugar, la manipulacin populista estar/ siempre limitada, por parte de las masas popularespor la presin que ellas pueden e1ercer espont/neamentepor el ni!el creciente de sus rei!indicaciones.Presin popular y ciudadanaEl condiciona miento del ascenso poltico de las clases populares por el Estado tambi&n sufri la interaccin de factores ligados al propio comportamiento popular. El Estado no + in!ent5 una nue!a fuer"a social 'nicamente para responder a las necesidades de su 1uego interno. Dna nocin como &sta no tiene ninguna base #istrica a pesar de que pueda tener alg'n sentido si el an/lisis del ascenso popular se reali"a 'nicamente desde el punto de !ista de los grupos dominantesde su crisis interna.Con!iene entonces !ol!er sobre la idea !a mencionada de la pasi!idad de las clases populares en el r&gimen populista. ?i nos re7ri&ramos a la tradicin europea de la luc#a de clases, deberamos sostener que una acti!aparticipacin poltica implica una conciencia com'n de intereses de clasesde capacidad de autor representacin poltica. ?eguramente ser/ necesario,entonces, concluir que todas las clases sociales del $rasil fueron polticamente pasi!as en los aos posteriores a la re!olucin de 1930. Es 1ustamente la incapacidad de autor representacin de los grupos dominantessu di!isin interna lo que permiti la instauracin de un r&gimen poltico centrado en el poder personal del @residente.Es dudoso que se pueda, sin maor examen,aplicar a las relaciones entre las clases en $rasil ;como en cualquier otro pas dependienteperif&rico de 3m&rica 6atina; los esquemas interpretati!os procedentes de la tradicin europea del siglo P8P. 2especto del $rasil, Mcmo podra anali"arse la participacin poltica de clases sociales sin tener en cuenta gran #eterogeneidad interna de cada una de ellasN Q esa #eterogeneidad no es un atributo exclusi!o de las clases dominantes, es particularmentenotoria en las clases que deberamos designar tericamente como proletarios, en!a de proletari"acin5 o 5asimilables al proletariado5J obreros industriales, obreros agrcolas, obreros urbanos no industriales, traba1adores urbanos porcuenta propia, traba1adores rurales sin salario, pequeos asalariados de comerciode ser!icios p'blicos, etc. Entre estos sectores ; en el interior de alguno deellos; existen diferencias marcadas con relacin a las condiciones de !ida,las relaciones de traba1o, la 5situacin ecolgica )diferencias regionales, campo+ciudad, capital+interior .. etc. 3dem/s, ninguno de estos sectores podraser considerado comoun grupo polticamente #omog&neo, a excepcin qui"/s de los obreros industriales enrelacin a su comportamientosindical. Ciertamente, se puede #ablar de clases populares o de masas populares .expresiones !agas pero 'tiles para captar la #omogeneidad posible de este gran con1unto de gente que ocupa los escalones socialeseconmicos inferiores de los di!ersos sectoresdel sistema capitalista !igente en $rasil. ?e puede diferenciar, dentro de este !astocon1unto, el sector urbano de las masas populares,cuos rasgos particulares son sus !nculos con la economa urbanasu presencia politica>o obstante seria toda!a ilusorio intentar interpretar directamente, en t&rminos de comportamiento de clase, seg'n la tradicin europea, el comportamientopoltico de los sectores urbanoslas obreros industriales. 6as relaciones polticas que las clases populares urbanas mantu!ieron con elEstadocon otras clases en los 'ltimos aos de la #istoria del $rasil, fueronrelaciones esencialmente indi!idualesel contenido de clase en estas relaciones no se mani7esta de manera directa. Eueron, podra decirse, relaciones indi!iduales de clase el aspecto espec7co de las relaciones es el encubrimiento de su contenido de clase, de tal manera que la posible signi7cacin clasista all presente no puede ser entendida sin que se pase primero por sus expresiones indi!iduales. Es en el ni!el de las relaciones indi!iduales que con!endra estudiar el populismo si queremos comprender su signi7cacin como manipulacinpoltica de claseJ M#asta qu& punto los intereses reales de las clases populares fueron satisfec#os efecti!amente por los lderes#asta qu& punto &stas sir!ieron pasi!amente de 5masa manipulable5 de los grupos dominantesN M:u& signi7cacin puede atribuirse, por e1emplo, a las iniciati!as del Estado respecto de la legislacinlaboralN (argas, apoado en el control de las funciones polticas, 5otorga5 a las masas urbanas una legislacin que comien"a a formularse en los primeros aos de gobierno pro!isorioque se consolida en 19,3. 6a legislacin est/ limitada a los sectores urbanosJ ellos poseen la maor capacidad de presin sobre el Estadouna tradicin de luc#a% son igualmente los sectores disponibles para la manipulacin poltica, puesto que, a pesar de que las reglas del 1uego electoral estaban suspendidas desde 193*que fueron una de las primeras conquistas de la re!olucin de1930, continuaron teniendo una existencia !irtual. @or otro lado, la restriccin de la legislacin laboral a las ciudades tiene la !enta1a de satisfacer a las masas urbanas sin interferir con los intereses de los grandesterratenientes.El contenido social de la manipulacin e1ercida sobre la legislacin laboral !a m/s all/ del mero 1uego personal del 1efe de Estado, aun si &ste se presenta ante las masas como un 5donador5un 5protector5. E!identemente, fue sobre actos de esta naturale"a que (argas constru su prestigioobtu!o la con7an"a necesaria para #ablar en nombre de las masas populares, inclusi!e sobre aquellos temas ;tales como la poltica econmica; respecto de los cuales ellas #aban permanecido a1enas #asta entonces. Dna !e" establecida la legislacin laboral, su reglamentacin pasaa constituir una funcin permanente del Estado.Esto #ace que se trans7era en cierta medida al Estado el prestigio que las masas #aban conferido a (argas. Esta transferencia representa uno de los elementos importantes de la poltica populista en general, tanto en el perodo de la dictadura como en la fase democr/ticaJ el lder ser/ siempre alguien que tenga a el control de una funcin p'blica ;un presidente, un gobernador, un diputado, etc.;, es decir que, por su posicin en el sistema institucional de poder, tiene la posibilidad de +donar5, sea una le fa!orable a las masas, sea un aumento de salario o, por lo menos, una esperan"a de das me1ores. @ero por otro lado, una !e" que se #a establecido la legislacinlaboral como derec#o, cuando un asalariado rei!indica la puesta en pr/ctica de una disposicin legal precisa, aquella relacin original de + donacin5 ) por lo tanto de dependencia. desaparece. 6o que cuenta de a#ora en m/s, es el ciudadano que rei!indica sus + derec#os5 de #ombre libre en las relaciones de traba1o. 6o que esta relacin paternalista entre ldermasas contiene esencialmente, desde el punto de !ista poltico, es, a pesar de la asimetra tpica de todo paternalismo,el reconocimiento de la ciudadana de las masas, el reconocimiento de su igualdad fundamental dentro del sistema institucional. 6a me1or prueba de esta igualdad es esta relacin de identidad que las masas establecen con el lder, ciudadano de otra clase social que se encuentra en las funciones de Estado.6a manipulacin populista es una relacin ambigua, tanto desde punto de !ista social, como desde el poltico. 4esde punto de !ista poltico, es por un lado, una relacin de identidad entre indi!iduos, entre el lder que 5dona5los indi!iduos que constituen la gran masa de asalariados% , por otro lado, es una relacin entre el Estado como institucin,ciertas clases sociales. 4esde el punto de !ista social, la legislacin laboral es, por una parte, un mecanismo regulador de las relaciones entre ciudadanos, entre empleadoresasalariados% , por otra, un mecanismo regulador de las relaciones entre clases sociales. En el populismo, el rasgo caracterstico de estas relaciones se encuentra en el #ec#o de que las relaciones entre indi!iduos de clases sociales diferentes tienen m/s importancia que las relaciones entre estas mismas clases concebidas como un todo socialpolticamente #omog&neo. Esto signi7ca que en el populismo las relaciones entre las clases sociales se mani7estan, preferentemente, corno relaciones entre indi!iduos. 4e a# que el poltico populista #aa tenido siempre poco inter&s en ofrecer a las clases populares que &l dirige, la oportunidad de organi"arse, a menos que esta organi"acin implicara un control estricto delcomportamiento popular, como se dio durante el perodo de la dictadura, con el mo!imiento sindical organi"ado de manera semicorporati!a.6a introduccin de la organi"acin, aun con 7nes exclusi!amente rei!indicati!os, #abra ocasionado la posibilidad de una ruptura en la relacin de identidad entre ldermasas, como de #ec#o se obser! en los 'ltimos aos del gobierno de Boulart.6a rei!indicacin de la ciudadana, o sea, la rei!indicacin de la participacin poltica en condiciones de igualdad, es uno de los aspectos fundamentales de la presin popular reali"ada sobre el Estado en los 'ltimosaos. >o nos referimos solamente a la signi7cacin 1urdico+ poltica de la ciudadana. El ascenso de las clases populares en el plano poltico est/ ntimamente asociado a su irrupcin en los planos socialeseconmicos. Enefecto, a ba1o la dictadura la concesin de la ciudadana a tra!&s de los derec#os sociales se !e complementada, en sus efectos polticos, por la intensidad de los procesos de urbani"acinde industriali"acin. Entre 19F019,0, el proletariado industrial aument de F*-.-1F a *C1.1C- para alcan"ar, en 19-0,1.F-0.C0*. En el curso de estos mismos aos, la poblacin de la ciudad de ?/o @aulo, primera base del populismo !arguista, asciende de -C*.0*F en 19,0 a F.FF*.-1F en 19-0. 3dem/s de ?ao @aulo, otras ciudades crecen a un ritmo muc#o m/s acentuado que el de sus estados o regionesR6a masa de migrantes rurales que obtienen los nue!os empleos, creados por el desarrollo urbano+industrial, dan el primer paso #acia la conquista de su ciudadana socialpoltica. El ingreso de los migrantes internos en la !ida urbana inaugura su con!ersin en ciudadanos socialespolticamente acti!osdisuel!e los !nculos tradicionales de lealtadde sometimiento a los potentados rurales o a los 1efes polticos de las pequeos municipios. Estas nue!as masas presionan para lograr su propio ascenso social.En $rasil se dice, exagerando un poco, que el #ombre que consigue migrar del campo a la ciudad #ace su Sre!olucin indi!idual5 pero, una !e" m/s, no nos apresuremos a interpretar este proceso 5a la manera europea5.Esta incorporacin de las masas populares a la !ida urbana, no signi7ca la atomi"acin de las clases obreras, el debilitamiento de sus antiguos la"os desolidaridad en ra"n del aumento de su capacidad de consumode la difusin de t&cnicas de manipulacin ideolgica.?i en Europa se puede #ablar de una relati!a despoliti"acin de las clases obreras, en un pas como el $rasil, el proceso de masi7cacin tu!o resultados mu diferentesJ este conlle!a una posibilidad de participacin poltica, participacin que, a pesar de la manipulacin populista, signi7ca muc#o, simplemente porque su condicin anterior #a sido la de no participacin. 4e #ec#o, una triple presin es e1ercida por las masas de migrantes internosJ presin para acceder a los empleos urbanos% presin tendiente a ampliar las posibilidades de consumo )logradas por las nue!as masas urbanas e igualmente por las antiguas.,la presin que apunta a la participacin poltica dentro de los marcos institucionales.?e trata siempre de formas indi!iduales de presin,aqu encontrarnos otrolmite a la idea de manipulacinJ ella supone al menos una satisfaccin relati!a de los !erdaderos intereses de las clases populares, sin la cual el apoo concedido a los lderes procedentes de otras clases sociales no #ubiera persistido. En efecto, la manipulacin de las masas entr en crisisJ &sta abri la !a a una!erdadera mo!ili"acin poltica popular, exactamente cuando la economa urbano+industrial comen"aba a agotar su capacidad de absorcin de nue!os migrantescuando se restringan los m/rgenes de la redistribucin econmica. Es en &sta fase cuando la tem/tica de las reformas estructurales comien"a a #acerse popular.6a imagen, si no el concepto, m/s apropiada para comprender las relacionespopulistas entre las masas urbanasciertos grupos representados en el Estado es la de una alian"a )t/cita. entre sectores de diferentes clases sociales. 3lian"a en la cual, e!identemente, la #egemona coincide siempre con los intereses de las clases dominantes, no sin de1ar de satisfacer ciertas aspiraciones fundamentales de las clases popularesJ rei!indicacin del empleo, me1ores posibilidades de consumoderec#o de participacin en losasuntos de Estado.El Estado en crisis6a presin popular es, ciertamente, el #ec#o poltico nue!o de la etapa democr/tica que se inicia en 19,-. 6a continuacin del mismo esquema de poder !igente durante la dictadurael descubrimiento poltico electoral de la presencia de las masas populares, signi7can la frustracin de7niti!a de las esperan"as liberales de la clase inedia que, desde antes de 1930, deseaba establecer una democracia pluralista al estilo cl/sico. 6a To!en democracia brasilea tendr/ como sustento el =8?=H compromiso social !igente antes de 19,-J ella funda su legitimidad sobre las masas urbanassobre sus 1efes, los lderes populistas. 6a amarga perple1idad de ciertos grupos de la clase media )generalmente grupos de la D4>, Dnin 4emocr/tica >acional. es mu ?igni7cati!a. En 19-0, una re!ista liberal describe en los t&rminos siguientes la campaa electoral que termin con la eleccin de (argas como @residente de la 2ep'blicaJ + El 3 de octubre, en 2io de 9aneiro, medio milln de miserables, analfabetos, mendigos #ambrientosandra1osos, espritus reprimidos1ustamente decepcionados,indi!iduos a los que el abandono de los #ombres #aba con!ertido en seres groseros, malos!engati!os, descendieron de las colinas de la ciudad, de los morros, embaucados por el canto de la demagogia !ociferada desde !entanasautom!iles, para !otar a la 'nica esperan"a que les quedabaJ aaqu&l que se proclamaba padre de leas pobres, el mesas+c#arlat/n...5. 5@or primera !e" en la #istoria del $rasil las masas urbanas, aparecen libremente en el escenario poltico. 6ibertad relati!aslo posible dentro delos lmites de una estructura de poder cua composicin de fuer"as permanece, en sus aspectos esenciales, igual que la del perodo precedente.4e todos modos, una !e" terminada la dictadura, termina tambi&n el monopolio e1ercido por (argas sobre la manipulacin de la opinin popular, no obstante que contin'e siendo #asta su muerte en 19-,, el gran 1efe del populismo al cual todos los dem/s lderes estu!ieron !inculados con la 'nicaexcepcin de 9anio :uadros. En los primeros aos de !ida democr/tica reaparece la 7gura de 6uis Carlos @restes, de a#ora en m/s lder del @artido Comunista, dotado de todo el prestigio que le con7ere su pasado de teniente re!olucionario.@ero el @C, que lleg a ser en esos momentos uno de los grandes partidos del $rasil fue declarado ilegal en 19,*, con una e!idente p&rdida de inAuencia sobre las masas.6a continuidad del mismo esquema de poder se expresa, por e1emplo, en el #ec#o de que el sistema de partidos Uque adem/s tu!o mu poca autonoma en relacin al E1ecuti!o+ se basaba sobre dos grupos creados por (argas al t&rmino del r&gimen dictatorial, agrupaciones que no #acen m/s que traducir, en el nue!o lengua1e poltico, el compromiso social sobre el cual se apoaba la dictadura. El @?4 )@artido ?ocial 4emocr/tico. deba ser la expresin de los sectores conser!adores !inculados a la acti!idad agraria%efecti!amente consigue mantener por muc#os aos un control de laclientelade!arias /reas rurales del pas% el @G$ )@artido Grabal#ista brasileiro., muc#o menos e7ca" en relacin a sus ob1eti!os de mo!ili"acin popular, funcion sobre todo como un aparato personal de su fundador. El tercer gran partido. la D4> ) Dnin4emocr/tica >acional., se #aba formado durante la campaa a fa!or del derrocamiento de la dictadura, apo/ndose principal aunque no exclusi!amente, en grupos urbanos de clase media. Este partido mantu!o durante casi todo el perodo democr/ticouna lnea poltica de oposicin al sistema @?4+@G$al populismo en general)aunque en la fase 7nal #aa participado en la campaa de 9anio :uadros para la presidencia de la 2ep'blica.se caracteri"ara, r/pidamente, como un partido de derec#a.3 pesar de los seme1an"as con el perodo anterior, &sta es la etapa en que se #ace m/s claro el enfrentamiento entre las fuer"as sociales en el gran compromiso que sir!e de sustento al Estadoes tambi&n la etapa en que ese compromiso entra en crisis.6os golpes de Estado se presentan desde los primeros aos de democracia como un recurso al cual la derec#a amena"a recurrir para reparar la p&rdidade su gra!itacin electoralpara neutrali"ar los mecanismos institucionalesque abren paso a la presin popular. 6a oposicin de la derec#a a la toma depoder por (argas en 19-0, la crisis de19-, que termina con su suicidio, las di7cultades manifestadas a la toma de poder de Vubitsc#eI en 19--, la renuncia de 9/nio :uadros en 1901, la oposicin ci!ilmilitar a la toma de poder de Boulart como sucesor de 9anio:uadros, son algunos de los episodios caractersticos de una inestabilidad que pareca marcar el 7n del escenario poltico surgido en 1930.En los 'ltimos aos de este perodo democr/tico, en particular despu&s de la renuncia de 9anio :uadros, la presin popular sobre 8a estructura de las instituciones se #ace cada !e" m/s fuerte. 3 pesar de los importantes cambios que se produ1eron a partir de 1930 )en particular en los