Politika Nr 6

POLITIKAPOLITIKA 1Año II - Edición Digital Nº 6 (01.07.2011)

POLITIKA“Hacerse su propia opinión deja de ser un comportamiento de esclavo” (Jean-Jacques Rousseau)

POLITIKA

En este número:

POLITIKAPOLITIKA 1

Sonríe: Small Brother te está mirando...(Armen Kouyoumdjian) ......................................................................... Pág. 2

El Club de los perplejos(Alejandro Kirk)........................................................................................ Pág. 4

En “la noche de las páginas vanas” murió la prensa chilena(Arturo Alejandro Muñoz)...................................................................... Pág. 5

La exitosa nacionalización justifica la renacionalización(Julián Alcayaga) ..................................................................................... Pág. 6

La mano de hierro(Armando Uribe Echeverría) ................................................................. Pág. 7

La Polar no es una anomalía, es el sistema(Roberto Pizarro) .................................................................................... Pág. 8

BILDU y otros actores secundarios que agitan el reino de Juan Carlos(Danilo Aravena) ........................................................................................ Pág. 9

Indignados: lemas para una revolución(Redacción) ............................................................................................... Pág. 10

No sólo el pueblito de Astérix...(Luis Casado) ............................................................................................ Pág. 11

O inventamos, o erramos(Salvador Muñoz) .................................................................................... Pág. 12

La Copia Feliz(Palomo) .................................................................................................... Pág. 13

Año II - Edición Digital Nº 6 (01.07.2011)

El gobierno nos espía en internet

POLITIKAPOLITIKA2 Año II - Edición Digital Nº 6 (01.07.2011)

P

Sonríe: Small Brother te está mirando...

Armen KouyoumdjianAnalista Internacional

ara los que no se han enterado esta nota trata de un contrato que el gobierno de Piñera le adjudicó a una firma de “estudios de opinión”, gracias al cual espera conocer en tiempo real las reacciones del público de cara a sus políticas. ¿Qué tiene de raro? dirá Ud., lo mismo ha-cen con los detergentes y las marcas de cerveza. El tema ha sido ignorado fuera de Chile: no he visto ninguna refe-rencia en la prensa internacional, lo que habla muy mal de sus corresponsales en Santiago. Incluso en Chile se ha tocado muy poco y, como se verá, hay aspectos extraños y desagradables en algo que puede revelarse totalmente inútil.

El proceso de adjudicación

El primer aspecto curioso tiene que ver con la extraordi-naria premura con la que se solicitaron ofertas, se exa-minaron las dos que llegaron (la de BrandMetric, el ga-nador, cuya oferta de 14 páginas tenía un precio de 30 mil dólares, y la de Ingesmart que pidió 35 mil), y se ad-judicó el contrato. La redacción de la licita-ción fue hecha el 18 de marzo y publicada el 22. Se dieron solo diez días para presen-tar ofertas, y las pli-cas fueron abiertas el 1º de abril. El contra-to fue adjudicado el 25 de abril, y las par-tes firmaron el 12 de mayo. Sorprenden-te. Las prestaciones contratadas por un período de 12 meses, y prolongables por 12 meses más, requie-ren la capacidad para analizar el “tono” (sic) de los comentarios, dividiéndolos en positivos, negativos y neutrales. Aun cuando la pren-sa dice que el monitoreo está limitado a los comentarios que circulan en las “redes sociales”, el contrato menciona “Internet” en general. Pero… ¿no se supone que el acce-so a Facebook y Twitter está protegido por una contra-seña? Aun peor: la empresa adjudicataria pretende ser capaz de situar el origen del comentario “con una preci-sión de algunos metros”. Esto ya es siniestro, pero si le

sumas que el soplonaje sobre los comentarios debe ser entregado al gobierno antes de 15 minutos de su emi-sión… El sistema de soplonaje está bajo la jurisdicción de la Ministro Secretario General de Gobierno, la Pro-paganda Abteilung Gauleiterin Frau Ena von Baer cuyo subsecretario firmó el contrato. Curioso porque según Pablo Matamoros, -webmaster del Gobierno por US$ 52 mil al año-, la idea surgió en los dominios del incurable Chicago Boy Cristián Larroulet. Por razones burocráticas está involucrado el Ministerio de Telecomunicaciones, y no hace falta decir que el Ministro del Interior Hinzpeter también debe estar muy interesado en el sistema. Mata-moros admitió que ya están haciendo algo similar con un equipo de tres personas.

¿Quién o qué es BrandMetric?

Aunque algunos documentos la sitúan en Alhue (Melipi-lla), BrandMetric tiene su sede en Santiago, en calle Eins-tein 1143, comuna de Recoleta. Su RUT es el 76.096.575-8, y su sitio web (www.brandmetric.com) no menciona

el nombre de nin-gún responsa-ble de la firma. Fue creada en el 2006 (o el 2009…) por un tal Carlos Orre-go que le vendió la empresa a Se-bastián Gumucio Aninat (RUT N° 8.322.080-6) en enero del 2010. Gumucio, que parece ser el pa-trón de Brand-Metric, ingeniero eléctrico de la

UC, fue asesor del Decano adjunto de la universidad Ar-cis, y actualmente está ligado a las empresas Matteria, Mattsa y Legoocom, todas del rubro electrónico, y todas domiciliadas en la calle Einstein 1143, de Recoleta. El Sr. Gumucio es un hombre muy ocupado. La tercera pata de BrandMetric es un ingeniero de transportes llamado Guillermo Guerrero Trincado, quien ocupó varios cargos en el MOP hasta que se fue con algunos colegas a crear una consultora del área de transportes: Nueva Vía. Por

Baratito, y tal vez no muy eficaz

El sistema de soplonaje está bajo la jurisdicción de la Ministro Secretario

General de Gobierno, la Propaganda

Abteilung Gauleiterin Frau Ena von Baer…


otra parte Guerrero es Gerente General de Mainsoft (www.mainsoft.cl), que vende e instala software en grandes empresas y otras institucio-nes. Mainsoft fue creada en 1993, o sea que estaba en actividad cuando Guerrero era funcionario público. Tiene filiales en Argentina and Perú. De los tres mencionados Orrego es el único diplomado en ciencias de la computación (UC y universidad de Illinois – EEUU). Aparte dos Blogs destinados a estudios de la opinión pública (Orbitando.com y Tenden-cias Políticas) participa en dos empresas de software: Microsystem e Inflexa (al parecer con los mismos socios).

Lo que ya se ha hecho para espiar

En Chile y otros sitios el espionaje y la invasión de la privacidad borra-ron en una década los derechos que se habían logrado en medio siglo. Con la excusa de las Torres Gemelas la seguridad en los aeropuertos y el transporte aéreo son una pesadilla. El “Profiling”, la metodología más estúpida jamás inventada para prevenir riesgos, hace estragos. Los manifestantes son filmados y fotografiados. Solo Dios sabe cuántas co-municaciones telefónicas y por Internet están siendo monitoreadas. En Chile hay (o hubo) dos centros de intercepción de telecomunicaciones basados en Santiago (que no están vigilando el Alto Comando perua-no…). Uno estuvo en los subterráneos del Edificio Diego Portales (ac-tual Gabriela Mistral).

La debilidad del sistema

Cuando surgió la controversia, Gumucio denunció la “paranoia” que ge-neraba el contrato de soplonaje, aun cuando admitió: “No tengo idea de lo que el gobierno hará con la información”. Haciendo a un lado el ca-rácter Big-Brother de todo el tema, examinemos algunas de sus limi-taciones prácticas. Primero: 30 mil dólares es una miseria para tales propósitos y ya es sospechoso que BrandMetric haya pedido tan poco.

¿Quién va a hacer el trabajo y su supervisión? Los tres socios tienen tan-tas otras actividades que durante el día deben cambiar de gorrita más frecuentemente que María Dolores Pradera. ¿Cuánto tiempo le dedi-can a BrandMetric? Una vez que funciona el software (los que saben de esto se imaginan lo que quiero decir), todavía hay que compilar y procesar la información, preparar un informe, reunirse con el “clien-te”, etc., etc. Por otra parte, el blanco del soplonaje excluye a quienes no están conectados vía Internet. Si no hay cifras confiables, es claro que una sólida minoría no tiene acceso regular a Internet. No veo a las modestas dueñas de casa yendo al cibercafé a expresar sus opiniones con relación a las preocupaciones del gobierno. El mismo problema existe en Chile con los sondeos de opinión que, exceptuando a los del CEP, consisten en llamadas a teléfonos fijos excluyendo de facto a la población más modesta. Por si fuese poco, los computadores son es-túpidos. Describirlos como una “inteligencia artificial” es un insulto a la razón. Mi nombre, Armen, suele ser confundido en Google por Car-men. ¿Por qué el software es incapaz de distinguir entre un nombre de cinco letras y otro de seis? Luego está el tema de la interpretación de la información. Calcular un porcentaje es una ardua tarea en Chile, de los economistas top a los periodistas, y de las cajeras a los analistas. En un país que cree que una tasa mensual del 2% da un 24% anual… Una receta para el desastre. Un gobierno tambaleante se acaba de comprar otro problema político que pudiese haber evitado: aparecer como un amenazante espía para los usuarios de Internet. También demuestra su ineptitud al pensar que necesita monitorear la opinión pública cuando le bastaría con mirar las masivas manifestaciones desde las ventanas de los ministerios. Finalmente, la única audiencia que logra es la de los hackers extranjeros. Si pudieron entrar en los sitios más secretos de los EEUU y Gran Bretaña, los porosos sistemas chilenos van a ser pan comido. P


E

…cuando se inauguraba el primer

gran monumento a Salvador Allende,

en la comuna de San Joaquín, un

integrante del grupo musical Napalé

tomó el micrófono y (…) dijo calmo

y sin estridencias: “¡Gobierno social ahora, Abajo los

políticos!” Frente a él, mirando pero no todos oyendo, estaban sentados

precisamente ellos, los políticos…

l domingo 26 de junio, cuando se inauguraba el primer gran monumen-to a Salvador Allende, en la comuna de San Joaquín, un integrante del grupo musical Mapalé tomó el micrófono y en lugar de la frase habitual dijo calmo y sin estridencias: “¡Gobierno social ahora, Abajo los políticos!”. Frente a él, miran-do pero no todos oyendo, estaban sen-tados precisamente ellos, los políticos, que protagonizaron casi toda la ceremo-nia llena de melancolía y emociones del pasado. Debe ser por eso, por la melan-colía, que el formato del acto fue igualito a cualquier reunión de la izquierda que hubiese tenido lugar hace 50, 40, 30, 20, 10, 5, 1 años, o incluso dos meses atrás, antes del 9 de mayo de HidroAysén: una pareja mixta de presentadores dice: “sa-ludamos la presencia del diputado Fula-no, la senadora Zutana, el ex mi-nistro tal y cual”, y así largamente la cadena de celebridades que se sientan adelante y que nos subra-yan que el mundo se divide entre los importantes y los demás, que aun en ese mundillo hay una je-rarquía que respetar. Ellos y ellas, las celebridades, tienen siempre ese aire ocupado y distante que sin embargo encuentra un respiro para un saludo aquí y otro allá, por-que son sensibles, hasta llegar a la primera fila de sus pares, donde se relajan. Siempre hay alguien que los guía hacia una ubicación des-tacada, y para los que llegan tarde siempre hay alguien que tiene que pararse para que se sienten ellos. Y ellos aceptan con un aire de “por favor, no se preocupen”. La pareja lee alternadamente un libreto que mez-cla arengas y anticipa lo que luego dirán los discursos de rigor, cuya participación y orden de intervención sin duda se ne-goció adecuada y arduamente en los días previos. Es como los noticieros de radio y TV: el presentador relata la noti-cia, el reportero la repite, y luego un en-trevistado dice lo mismo. En la tribuna, el único que no habla es el escultor, que no sólo trabajó mucho, sino gratis, pero no puede explicar sus motivos. Es de los nuestros. A un costado de la limpia ave-nida las Industrias, casi esquina Salvador Allende, en una casita amarilla un letrero evidencia los cambios acaecidos en esta zona proletaria desde los tiempos de los combativos e ineficaces cordones indus-triales: “Peluquería Canina”. La senadora Isabel Allende recuerda impecablemen-

te la obra de su padre, en especial el me-dio litro de leche y la nacionalización del cobre. Impecablemente también dice que renacionalizar el cobre es una tarea pendiente. Dice que Chile merece una educación pública gratuita y de calidad, que las universidades no pueden ser un negocio más, y la salud aún menos, que Chile necesita un nuevo ordenamiento jurídico. Qué curioso -pienso- segura-mente para todo eso sería necesario estar en el Gobierno, y esta señora hace menos de dos años estaba exactamente allí, en el Gobierno, y por más tiempo que toda la dictadura. Pienso que Sal-vador Allende, y luego Pinochet, hicie-ron en un sólo día más cambios que los 20 años de Concertación: la lista de los tres años de Gobierno Popular, descri-ta por la senadora Allende, es simple-

mente estremecedora. Isabel Allende transmitió el saludo nada menos que de Michelle Bachelet, y luego los presen-tadores leyeron un sentido mensaje de Ricardo Lagos, que no pudo asistir por “encontrarse en Europa”. Un detalle: in-formaron que “nuestros estudiantes” no vinieron porque “están ocupados”. En la tarde me voy a hacer imágenes a algu-nos liceos ocupados. Voy sólo y en bici-cleta, con un trípode y una cámara. Les pido permiso y acceden. La lente recorre las pancartas, los muros derruidos, des-cuidados, de las viejas escuelas públicas, del mismo tamaño que hace 50 años, con el mismo equipamiento: una foto de la razón de una rebelión. Me sorprendo, como siempre, al revisar en casa lo que la lente -como si fuera autónoma- vio. Los muchachos dicen que los agreden

grupos neonazis en la noche, que pasan y tiran piedras, y a veces tratan de entrar. Le pido a uno que me avise cuando eso ocu-rra, para difundir las imágenes, y me dice que no, que eso daría una mala imagen al país, “porque así es esta sociedad”.

- ¿Sabes quién era Allende? - pregunto.

- El mejor presidente de Chile - responde.

Recuerdo parado allí que cuando a los 12 años participé en mi primera toma, era en apoyo a la mítica huelga de los profesores, de no sé cuántos meses, la misma que des-embocó en la gran reforma educacional de Eduardo Frei. No fue gratis, como tam-poco, en esa misma época, lo fue la refor-ma universitaria. Pero era distinto: en ese tiempo había una estrategia políticamen-te articulada, los partidos representaban a quienes estábamos allí por diferentes

motivos. El mío, sin duda difuso, pero firme: para que todos lo supieran me amarraba un pañuelo rojo al cuello. No sólo queríamos una educación mejor, democrática, sino también una sociedad digna de ese nombre. Hoy es lo mismo, pero los partidos no están. Ninguno (¿menos mal?). Leo que Joaquín Lavín, acorralado, recurre a lo menos imaginativo del repertorio: vacaciones anticipadas. Supone que al grito de “vacaciones” los dirigentes secundarios se queda-rán solos frente a los carabineros. No sabe Lavín que estos estudiantes no son como los que él conoció toda su vida, que al grito de “vacaciones” em-pacan sus skis y corren a Portillo o Pu-cón, o al retiro de los Legionarios de Cristo. Estos de acá no tienen adón-

de ir: entre la dictadura y la Concerta-ción los metieron en un callejón sin salida, del que sin embargo acaban de encontrar una, y que además que le sirve a todo Chi-le. Ellos no quieren apenas un carnet de transporte, quieren la nacionalización del cobre y una nueva Constitución. Quieren ser ciudadanos. Lo mismo que quieren los “ambientalistas”, los gays, los deudores habitacionales, los esclavos de La Polar y similares, los que ganan una cagada y viven estresados y asustados. O sea, casi todos y todas. Menos, claro, el club de los perplejos, que no entiende un carajo y se unen -izquierda y derecha- en esti-mar “peligroso” el antipartidismo de los que protestan. Temen al caos porque a lo mejor saben física y saben que del caos emerge siempre un orden nuevo, ojalá mejor.

El Club de los perplejos

Alejandro KirkPeriodista

P


H

Veinte horas después de producido el

plebiscito de octubre de 1988, asesores

de Pinochet y representantes de la naciente Concertación

decidieron traicionar la voluntad popular.

Una prensa servil, chabacana y vana,

fue el acuerdo principal que arrancó

sonrisas, firmas y repartijas entre los ex

enemigos.

ay formas y formas para dar muerte a un ente, un pueblo, una idea, un sistema. No siempre será necesario utilizar las armas al momento de ani-quilar a una persona o a un país, pues también resulta útil aprovechar la in-genuidad de la víctima para hacer con ella el lazo que asfixiará al inocente. Y en política, esta última alternativa es la más socorrida, agre-gando que por lo general la víctima fa-llece feliz, haciendo fe en las promesas de bondad, lealtad y honestidad que su agresor explicita.

Hace ya 77 años, en la madrugada del 30 de junio de 1934, más de quinientos alemanes fueron asesinados por quie-nes habían sido -has-ta horas antes- sus “leales compañeros de partido”. De una sola plumada, con el apoyo de crimina-les como Himmler, Goering y Goebbels, el entonces novel führer y Canciller Adolf Hitler logró dar forma a su de-cisión totalitaria, eli-minando a balazos, machetazos y/o navajazos a sus principales adversarios y oponentes al interior del Partido Na-cionalsocialista. La Historia recogió esa masacre bautizándola como “la noche de los cuchillos largos”.

En estricto rigor, el ejemplo anterior -de una forma igualmente brutal- fue apli-cado también Chile, a mediados de la década de 1970, a través de la inefable participación de una casta militar que, como es ya habitual en nuestro país, no se distinguía por su amor a la patria ni menos aún por su interés de defensa del patrimonio nacional. Miles de chile-nos fueron asesinados salvaje y cobar-demente por elementos militares que, en honor a la verdad, sirvieron como

cipayos de los intereses extranjeros, específicamente a aquellos sitos en el mundo norteamericano y que ejercían paternidad de amo sobre el empresa-riado criollo.

Terminado el genocidio, y afinada la venta del país a manos foráneas, se produjo la asociación de intereses con-formada por quienes -supuestamen-

te- habían sido, más que adversarios políticos, enemigos de clase. Pocas horas después de que el pueblo chileno entregara su triunfante opinión en el plebiscito de octubre de 1988, aseso-res del dictador derrotado se reunieron con representantes de la nueva coali-ción democrática a objeto de “rayar la cancha” en materias económicas, ju-diciales y de relaciones exteriores. En ese encuentro, cuya primera parte se efectuó en los vetustos salones del Club de la Unión en Santiago, los noveles vencedores -agrupados en un bloque llamado Concertación de Partidos por la Democracia- acordaron jurar fideli-dad al respeto a ultranza del modelo económico impuesto a sangre y fuego desde las oficinas de Milton Friedman,

así como establecer barreras de con-tención a cualquier intento político que quisiese llevar el ‘progresismo tibio’ hacia confines más populares y social-mente justos.

En ese primer encuentro, aquella mis-ma noche, se abrochó la promesa con-certacionista de evitar a todo trance la existencia de una prensa realmente li-

bre e independiente, ya que ella bien po-dría alimentar en la gente algunas espe-ranzas de un mundo mejor. “Una buena prensa -buena, en cuanto a servir nues-tros intereses- es aquella que ofrece al público exclusiva-mente variadas pági-nas llenas de humo, vanidad y miscelánea vana”, habría ase-gurado en la citada reunión uno de los principales asesores del dictador Pino-chet, el empresario Ricardo Claro, amigo personal del gene-ral golpista y que 17 años antes facilitó a los sediciosos varias naves de la Compa-ñía Sudamericana de

Vapores que él presidía, a objeto de que fueran usadas como “embarcaciones de interrogatorios, torturas y muerte” por la Armada de Chile.

Años después, algunos periodistas de medios independientes bautizaron aquella jornada como “la noche de las páginas vanas”, ya que allí feneció -en los hechos concretos- la posibilidad de contar con una prensa libre, honesta y asertiva, la que fue trocada (sin pudor ni arrepentimiento de los concertacionis-tas) por la prensa ‘oficial’ que hoy cono-cemos y que, dicha sea la verdad, fue, es y seguirá siendo respaldada y cobija-da por tiendas políticas que insisten en mentir asegurando ser ‘progresistas, patriotas y democráticas’.

En “la noche de las páginas vanas” murió la prensa chilena

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Arturo AlejandroMuñoz

Profesor y escritor.


E

La exitosa nacionalizaciónjustifica la renacionalización

l 11 de julio se cumplen 40 años de la Nacionalización de la Gran Minería del Cobre, efectuada por iniciativa del Presidente Allende y aprobada por la unanimidad del Congreso Nacional siete décadas después de iniciada la explotación minera a gran escala por empresas norteamericanas.No fue un proceso puramente chileno. Tras el derrumbe del colonialismo y el auge del movimiento de Países No Alineados, la XVII Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Resolución 1803 – el 14 de diciembre de 1962 – denominada “Resolución sobre Soberanía Permanente de los Recursos Naturales”. Ella reconoce “el derecho inalienable de todo Estado a disponer libremente de sus riquezas naturales en conformidad a sus intereses nacionales y en el respeto a la independencia económica de los Estados. La nacionalización, la expropiación o la requisición deberán fundarse en razones o motivos de utilidad pública, de seguridad y de interés nacional, los cuales se reconocen como superiores al mero interés particular o privado, tanto nacional como extranjero”.La legitimidad de la nacionalización es indiscutible, y constituye el mayor éxito económico de toda nuestra historia. Desde 1971 hasta el año 2010, la empresa estatal Codelco le entregó más de sesenta mil millones de dólares al erario nacional, lo que es muy superior al impuesto a la renta de primera categoría que han pagado absolutamente todas las empresas privadas de todo tipo que existen o existieron en Chile en el mismo período de tiempo, incluyendo las transnacionales mineras, forestales, bancos, compañías de seguros, AFP, empresas industriales, agrícolas, pesqueras, etc.A pesar del éxito innegable de la Nacionalización de la Gran Minería, la dictadura y los gobiernos de la Concertación legislaron expresamente para que las mineras extranjeras llegaran a controlar más de dos tercios de la producción nacional de cobre. En el año 1973 no alcanzaban al 10% de la producción nacional, y a sólo un 17% en 1989. Como queda en evidencia, la desnacionalización se produjo a partir de 1990 cuando el gobierno de Patricio Aylwin promulgó la Ley Nº 18.985, que liberó de tributación a las mineras extranjeras cambiando la “renta presunta” por “renta efectiva”. Con este privilegio, -que la dictadura no concedió-, las transnacionales mineras aumentaron la producción muy por encima de la demanda mundial de cobre, provocando el colapso del precio del cobre que cayó de 1,5 dólares la libra

en 1989, a sólo 0,6 dólares en 1999. Las pérdidas para el país excedieron los 100 mil millones de dólares, incluyendo la evasión tributaria de las mineras extranjeras, como lo establece un informe del S.I.I. Dicho informe demuestra que hasta el año 2003, -exceptuando a la Minera Escondida-, las empresas mineras no pagaron ni un peso de impuesto a la renta, y se llevaron cerca de 30 millones de toneladas de cobre. Al valor

actual del metal rojo el pillaje equivale a 270 mil millones de dólares.Tenemos pues dos poderosas razones para Renacionalizar la Gran Minería: 1º. La nacionalización de 1971 fue el mayor éxito económico de la historia de Chile. 2º. La explotación minera por empresas extranjeras dejó en los últimos treinta años cientos de miles de millones de dólares de pérdidas a nuestro país. Cada año que pasa perdemos casi 20 mil millones de dólares.Otra razón de carácter económico para renacionalizar la gran minería es la fabulosa dimensión de esta riqueza. Chile posee cerca del 50% de las reservas mundiales de Cobre, mineral que tiene un valor estratégico y económico de extrema importancia para la humanidad, solo superado por el petróleo. El valor presente

de las reservas de Cobre supera la colosal cifra de 3 billones de dólares, es decir más de 3 millones de millones de dólares. No es admisible que tal extraordinaria riqueza quede en manos de empresas extranjeras que poco o nada aportan a nuestro país.

Otra razón para renacionalizar la gran minería es la experiencia y el conocimiento que gracias a la nacionalización de 1971 alcanzaron nuestros profesionales y trabajadores del cobre. Los chilenos no necesitamos ni técnicos ni profesionales extranjeros, ni tampoco capitales foráneos para explotar nuestras riquezas mineras.Finalmente, no existe ningún impedimento internacional, constitucional o legal, para renacionalizar nuestras riquezas básicas. La Constitución de 1980 dejó vigente la Ley de la Nacionalización del Presidente Allende, y gracias a ello la gran minería puede ser recuperada por simple decreto presidencial, sin pagar un centavo por los yacimientos nacionalizados, e indemnizando solo las instalaciones. Para eso nos sobran dólares.

En septiembre de 1983, en repudio a la actual ley minera, Rado-miro Tomic publicó a su costa en El Mercurio un inserto donde sostuvo: “Más temprano que tarde el cobre volverá a ser chileno”. Diez años antes, nuestro Presidente mártir, al despedirse de su pueblo, sentenció: “...Más temprano que tarde, de nuevo se abri-rán las grandes alamedas...” Ese momento ha llegado.

… la desnacionalización se produjo a partir

de 1990 cuando el gobierno de Patricio Aylwin promulgó la

Ley Nº 18.985 (…) Las pérdidas para el país excedieron los

100 mil millones de dólares, incluyendo la evasión tributaria

de las mineras extranjeras…

Julián AlcayagaEconomista

www.defensadelcobre.cl

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R evisando docu-mentos sobre la Segunda guerra mundial, acerca de un regimiento de la Waffen SS, -la decimo-séptima SS-Panzergre-nadier division Götz von Berlichingen-, me quedé mirando su emblema: la mano de hierro. Es una referencia directa al mer-cenario manco del siglo 16 que usaba una prótesis con mano de hierro, al cual Goethe dedicó una conocida tragedia. Hasta que recordé donde había visto la misma mano de hierro: en el siniestro emblema de la DINA. La estilización del dibujo no deja ninguna duda al respecto. De ahí la pregunta: ¿Cómo renace en Chile el emblema de esa siniestra división nazi culpable, entre otras barba-ridades, de la masacre de Maillé: 124 civiles asesinados el 25 de agosto de 1944, en una pequeña comuna rural fran-cesa? ¿Por admiración? La decimoséptima SS-Panzergre-nadier division tampoco fue un ejemplo de virtud: la Götz von Berlichingen fue formada, entre otros, con oficiales y suboficiales que habían servido en los Einsatzgruppen del frente del Este -encargados de eliminar físicamente a los judíos- y operó en campos de concentración y exterminio con el mismo fin. El emblema de la DINA es por lo tanto la reivindicación explícita de una herencia.

Cristián Labbé, notorio ex agente de la DINA e inamo-vible alcalde de Providencia, acaba de presentar nada menos que una nueva (?) edición de un ensayo filosófico titulado “En busca del orden: breve historia de las ideas políticas en Occidente”. ¿Se agotó la primera edición, del 2000, que no llevaba la palabra “breve”, así como la segunda, del 2004? Ena von Baer, ministra y vocera del gobierno, presentó la nueva edición el 22 de junio. El úl-timo número de POLITIKA puso en evidencia una serie de documentos públicos que demuestran la pertenencia de los ascendientes de Ena von Baer a la SS (desde tem-prano), su afiliación al partido nazi, y su participación en experiencias genéticas en los campos de concentración. Nadie elige su ascendencia, pero si se acepta celebrar las elucubraciones de un ex agente de la DINA, se acep-ta por lo menos parte de la herencia que éste reivindica. Así lo entendió el agrio Hermógenes Pérez de Arce, que se precipitó a la presentación para hacer declaraciones a la prensa, entre las cuales esta pregunta trascendental: “¿Quién tiene tiempo hoy para leer a Platón?”

No he leído el libro de Labbé, pero temo que la inclina-ción natural de un coronel de ejército, ex agente de la DINA reciclado en política, sea tratar los conceptos fi-losóficos como trataban en la DINA a los inocentes que secuestraban en sus prisiones secretas: amedrentán-dolos, violándolos, electrocutándolos, vejándolos. Ins-tructor de interrogadores en la DINA, Labbé fue reco-nocido por sus víctimas en centros de tortura como La

Venda Sexy, Londres 38 y Villa Grimaldi. Los que no saben, no se acuer-dan o quisieran saber, pueden leer el testi-monio espeluznante de Nieves Ayress Moreno ante el cónsul general de Chile en Nueva York, publicado por “La Na-ción” del sábado 20 de noviembre de 2004.

El título y el subtítulo del libro, “En busca del orden etc.”, parece una justifi-cación histórico-filosófica a posteriori de las concepcio-nes más represivas del uso de la fuerza pública. ¿Porqué sacar de nuevo a la luz un ensayo de esa naturaleza? ¿Por razones comerciales y propagandísticas? ¿Para susurrar a los oídos de los que miran pasmados y ate-rrados a los centenares de miles de escolares, estudian-tes, profesores y rectores que desfilan por las calles de Chile?

Si bien el gobierno ha terminado por reconocer que son muchísimos, ello no ha impedido a Carabineros seguir arremetiendo sin razón ninguna contra los manifestan-tes. El tema de la administración de la seguridad públi-ca, bien estudiado en la universidad de Edimburgo y en muchas otras partes de Europa, da para mucho más que una nota. Lo que se desprende de la actitud sistemática de Carabineros es que responde a una doctrina no muy pertinente del orden en la vía pública. En Francia hay por lo menos una vez al año manifestaciones gigantes-cas: comienzan, marchan, se terminan, sin problema ninguno. Parece que en Chile no se puede: Carabineros tiene derecho a ocupar las calles, no así los ciudadanos.

¿Será otra forma de desigualdad? En esta palabra cabe de todo. Dos ensayistas franceses independientes, especialistas en temas de prospectiva, Hervé Sérieyx y André-Yves Portnoff, acaban de publicar un libro ti-tulado “De la indignación a la acción”. Escriben que el historiador norteamericano David Landes demostró hace tiempo que en el curso de la historia ningún país ha alcanzado el desarrollo moderno sin haber inver-tido masivamente durante por lo menos medio siglo en salud y educación. La OCDE acaba de publicar su panorama 2011 de la inversión pública de sus estados miembros. Luxemburgo gasta 35.000 U$ por habitan-te, Francia y Alemania poco más de 15.000 U$, Japón poco más de 10.000, como España y Grecia. ¿Y Chile? Para vergüenza nuestra es el último de la lista: alrede-dor de 3.000 U$.

Lo que mejor se cultiva en Chile no es la fruta ni el vino, sino la desigualdad. No cabe la menor duda: en los últi-mos 35 años la mano invisible del mercado a la chilena ha tenido también un guante invisible, de hierro, y con el puño apretado.

La mano de hierro

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Armando Uribe Echeverría

Profesor asociado, Universidad de Cergy-Pontoise (Francia)

Instructor de interrogadores en

la DINA, Labbé fue reconocido por sus víctimas en centros de tortura como La

Venda Sexy, Londres 38 y Villa Grimaldi.


L a Polar planificó una estafa que revela la codicia de los capitalistas chilenos y prueba que las instituciones funcionan, pero sólo para la minoría expoliadora. Sus ejecutivos maquilla-ron la contabilidad de la empresa con el propósito de mostrar cifras azules en los balances financieros y así pro-mover la compra de acciones del público, mientras ellos las liquidaban a buenos precios en el mercado. Ha sido un escán-dalo nacional, que ha afectado a accionistas, pensionados de las AFP y cientos de miles de clientes.

Los ejecutivos de La Polar han tenido un comportamiento delincuencial. Pero no son los únicos responsables. La clase política es la principal respon-sable ya que en vez de desa-rrollar iniciativas y legislar para favorecer con crédito bancario razonable a las familias bajos ingresos, convirtió a los retails en cuasi bancos, permitiéndo-les fijar tasas de interés usureras con cero regulación. Ello tuvo dos impac-tos sociales graves. Por una parte, los costos del crédito del retail han encarecido la vida de los pobres; por otra parte, ese sistema de crédito ha debilitado la posición competitiva del comercio minorista, aumentando su mortandad.

El auge del retail en Chile se encuentra estrechamente vinculado al negocio financiero y nada tiene que ver con la venta de productos. Comenzó como herramienta para potenciar ventas, convirtiéndose posteriormente en un negocio autónomo. Las ganancias financieras mediante las tarjetas de crédito son el componente más im-portante de los ingresos totales de las compañías de retail, y operan sobre las familias de más bajos ingresos.

En el caso de la Polar el negocio finan-ciero se convirtió en una perversión, ya que no sólo expolió con tasas de interés usureras, sino que utilizó a sus

clientes morosos como instrumentos para transformar una compañía vir-tualmente en quiebra en una empresa próspera. En efecto, La Polar realizó repactaciones automáticas unilate-rales de las deudas con sus clientes, incluyendo sobre-intereses, mora, gastos de cobranzas, etc. Así, la con-

tabilidad transformaba cifras rojas en azules, se posponía la deuda anterior mediante la repactación, y se mostra-ba un crédito nuevo. Es la “contabili-dad creativa”, fraude inventado por los ejecutivos de Enron y Worldcom, en los EE.UU., para inflar ganancias, engañar al público y accionistas.

El directorio de la Polar dice que no advirtió las anomalías existentes, pero nadie le cree. Su responsabilidad es ineludible, como lo es también la de Price Waterhouse Coopers (PWC), au-ditora externa de la multitienda, que visó de forma irresponsable todos los estados financieros, sin observar pro-blema alguno. Por su parte, la Super-intendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), aunque no fiscaliza en terreno a los emisores de tarjetas no bancarias, le corresponde revisar los informes preparados por la audito-ra externa, vale decir PWC. La SBIF sa-bía perfectamente el elevado endeu-damiento de los clientes de la Polar, pues aparece destacado en su propia

página web y, por tanto, actuó con es-casa rigurosidad al dar visto bueno a lo obrado por la auditora externa.

La Polar pudiera no ser la única empre-sa que presenta anomalías de carácter fraudulento, ya que la perversa lógica del sistema de las tarjetas de crédito se encuentra presente en todo el retail

e incluso en supermercados y farmacias. Al mismo tiempo, sin mecanismos de control adecua-dos, el respeto a los consumido-res descansa en la “responsabi-lidad social empresarial”, la que en el sistema capitalista chileno deja mucho que desear. Por tanto, una investigación rigu-rosa bien podría destapar casos similares al de La Polar en otras empresas del retail.

El ex presidente de Chile, Ricar-do Lagos, decía “hay que dejar a las instituciones funcionar”. Se equivocaba. Porque el conjunto de la institucionalidad anda mal y hay que cambiarla. Hay que

modificar un sistema financiero que ha promovido las tarjetas de crédito no bancarias y que al mismo tiempo no tiene capacidad de controlarlas, sobre todos cuando las cifras de la SBIF revelan que a fines de 2010 sólo el 23% de las tarjetas eran bancarias y el 77% restante correspondían al retail. Y éstas están destinadas a las perso-nas más pobres del país, precisamen-te aquellas que no pueden acceder a créditos de consumo en la banca. Las tasas de interés por esas tarjetas son cuatro veces más de las que cobran los bancos. El volumen del negocio y su impacto social debió haber in-teresado mucho más a gobiernos y parlamentarios. Las sanciones para quienes cometen delitos financieros gravísimos también debieran haber concentrado su interés. Lamentable-mente no ha sido así y ahora se viven las consecuencias. Los directivos de La Polar deben responder ante la ley y la clase política ante la sociedad. Los primeros por fraude; los segundos por negligencia.

La Polar no es una anomalía, es el sistema

En el caso de la Polar el negocio financiero

se convirtió en una perversión, ya que no sólo expolió con tasas

de interés usureras, sino que utilizó a

sus clientes morosos como instrumentos

para transformar una compañía virtualmente

en quiebra en una empresa próspera.

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Roberto PizarroEconomista


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Todo eso le sirve de pretexto a la

derecha retrógrada y represiva, y a algunos

social-liberales, para sugerir acuerdos entre

el PSOE y el PP que muestren “un país y una clase política

unida que (…) sería bien recibida por los

mercados”…

n mi nota anterior hice men-ción a BILDU, coalición electoral vasca integrada entre otros por Eusko Alkar-tasuna. EA es un partido de sesgo so-cialdemócrata escindido del Partido Nacionalista Vasco. (El PNV, de claro perfil socialcristiano, fue expulsado de la Internacional Democratacristiana a pedido del Partido Popular cuando este último era presidido por José Ma-ría Aznar, ese que le declaró la guerra a Irak junto a Tony Blair y W. Bush). Además de EA, BILDU está integrado por Alternativa, pequeña organización de la izquierda nacionalista vasca, y un gran número de independentistas. BILDU obtuvo un gran resultado en las elecciones municipales del 22 de mayo, logrando cerca de un 30 % del voto ciu-dadano, eligiendo un millar de concejales y muchos Alcaldes. De ahora en adelante BILDU dirige la Alcal-día de San Sebastián (185 mil habitantes) y la Diputación Pro-vincial de Guipúzcoa, provincia con 706 mil habitantes y un pre-supuesto anual de 4 mil millones de euros.

La inquietud de los binominales

Estos resultados in-quietan a la derecha española y a sectores del PSOE que insisten en pedirle al Ejecutivo la ilega-lización de la coalición vasca, a pesar de que todos sus concejales y dirigen-tes han declarado que están en contra de la violencia terrorista como medio para alcanzar los objetivos indepen-dentistas. Si como se prevé las próxi-mas elecciones generales las gana el PP, se complicarán las relaciones entre la Administración Central y la coalición independentista. Sobre todo si BIL-DU no hace un llamado abierto a ETA a poner fin de una vez y para siempre a las acciones violentas. Por otra parte BILDU ha prohibido la entrada a los re-cintos municipales de los escoltas que protegen a concejales del PSOE y del PP, y en San Sebastián hizo retirar la fotografía de Juan Carlos que es consti-tucionalmente el Jefe de Estado. Todo eso le sirve de pretexto a la derecha re-trógrada y represiva, y a algunos social-liberales, para sugerir acuerdos entre

el PSOE y el PP que muestren “un país y una clase política unida que (…) sería bien recibida por los mercados” (cual-quier parecido no es coincidencia…). Como dice el proverbio popular: “a re-unión de pastores ovejas muertas”.

¿Y el 15-M?

Mientras tanto continúan las movili-zaciones de los “Indignados del 15-M”. Las multitudinarias manifestaciones del domingo 19 han dado paso a asam-bleas en barrios y pueblos a todo lo lar-go y ancho del territorio. Se iniciaron marchas desde puntos distantes de la capital, que llegarán a Madrid alre-dedor del 23 de julio para culminar en una gran manifestación con Indigna-dos provenientes de otros países de

Europa. El movimiento 15-M está en un momento crucial para su futuro y para convertirlo en un referente y en un instrumento útil para las demandas de millones de ciudadanos. Su ima-gen y aceptación por la ciudadanía es inmejorable. El apoyo popular llega al 64%, mientras un 71% lo considera un movimiento pacífico (83% de votantes del PSOE y 54% de votantes del PP). Un 79% de los ciudadanos consultados les encuentra plena razón y las dos pe-ticiones del movimiento más apoyadas (89%) son: que los delitos de corrup-ción no prescriban y que las grandes empresas no puedan realizar despidos colectivos mientras estén obteniendo beneficios. También recibe una muy mayoritaria aceptación la petición que los bancos devuelvan el dinero públi-co recibido para solventar la crisis que ellos mismos provocaron. Sin embargo es exagerado decir que el 15-M tiene en jaque al Poder y al Estado español.

Todo se puede y se debiera andar pero por ahora el sistema, sus instituciones nacionales y plurinacionales (UE, Par-lamento y Banco Central europeos, OTAN) están incólumes, prestos a in-tervenir política, económica y militar-mente si fuese necesario para mante-ner la cohesión y la supervivencia no de Europa, sino de los mercados. Con el beneplácito de quienes mandan y dis-frutan del sistema, políticos incluidos.

Para terminar dos apuntes:

1.- Hace unos días el gobierno de Ro-dríguez Zapatero abandonó uno de los pilares de su tan cacareada refor-ma laboral: la creación de un fondo para la financiación de los despidos de los trabajadores. El motivo: “Ele-

varía las cotizaciones que debían pagar los empresarios”. Por el contrario el Ejecutivo propondrá, como me-dida de reactivación económica, la amplia-ción de los horarios comerciales…

2.- Bibiana Aído, ac-tual Secretaria de Estado para la Igual-dad, fue nombrada Asesora Especial de ONU-Mujeres, or-ganismo que dirige Michelle Bachelet. Bi-

biana Aído, de 34 años, fue Ministro de Igualdad hasta la remo-delación del gobierno realizada en oc-tubre del 2010. Eso parece justificar su nombramiento aduciendo que la nom-brada “tiene una distinguida carrera de servicio público”.

Al nombramiento citado hay que agregar el de Bernardino León, Jefe del Despacho del Presidente, de-signado delegado de la UE ante las “democracias emergentes en Medio Oriente”, y la fracasada candidatu-ra del ex canciller Miguel Moratinos como Director de la FAO. Lo que per-cibe el ciudadano español de a pié es que los botes salvavidas han sido arriados por el actual gobierno. Pero solo para sus colaboradores. En cuan-to a Bachelet, todos entienden que entre progresistas (?) “una mano lava la otra y las dos lavan la cara” (aunque esta última sea muy dura). P

Danilo Aravena Sociólogo, Profesor

Honorario de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,

Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

BILDU y otros actores secundariosque agitan el reino de Juan Carlos

Desde España, donde cualquier parecido no es coincidencia


C omo en mayo del 68, la acción de los Indignados del 15-M ha sido generosa en creatividad para expresar el pensamiento de millones de ciudadanos cansados del sometimiento y la explotación. Algunos ejemplos:

“No somos anti-sistema, el sistema es anti-nosotros”

“Me sobra mes a final de sueldo”

“No hay pan para tanto chorizo”

“¿Dónde está la izquierda? al fondo, de la derecha”.

“Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”.

“Se alquila esclavo económico”

“Se puede acampar para ver a Justin Bieber pero no para defender nuestros derechos”

“Error 404: Democracia not found”

“Error de sistema. Reinicie, por favor”

“Esto no es una cuestión de izquierda contra derechas, es de los de abajo contra los de arriba”

“Vivimos en un país donde licenciados están en paro, el presidente de nuestro gobierno no sabe inglés...y la oposición tampoco”

“Mis sueños no caben en tus urnas”

“Políticos: somos vuestros jefes y os estamos haciendo un ERE”(ERE: expediente de regulación de empleo = despido)

“¡Nos mean y dicen que llueve!”

“No falta el dinero. Sobran ladrones”

“¿Qué tal os va por España”?- Pues no nos podemos quejar. O sea, que bien ¿no? No, que no nos podemos quejar.”

“No es una crisis, es una estafa”

“No apagues la televisión... Podrías pensar”

“Manos arriba, esto es un contrato”

“Ni cara A, ni cara B, queremos cambiar de disco”

“Rebeldes sin casa”

“Democracia, me gustas porque estás como ausente”

“Nosotros buscamos razones, ellos victorias”

“Cuando los de abajo se mueven, los de arriba se tambalean”

Indignados:lemas para una revolución

Redacción

POLITIKAPOLITIKA

La revolución de mayo del 68 en Francia nos dejó frases inolvidables. Entre ellas una que parece dedicada a Hinzpeter y a Lavín: “El agresor no es el que se rebela, sino el que reprime”. La moral pacata recibió un duro golpe con un graffiti que le dio la vuelta al mundo: “Amaos los unos sobre los otros”. La acción de los estudiantes produjo: “La barricada cierra la calle, pero abre el camino…” Y no podemos olvidar la genial reivindicación del hedonismo: “La felicidad es una idea nueva”.

P


L

Hacen falta un par de revoluciones. Que

le devuelvan a los pueblos la soberanía

perdida, sus derechos ciudadanos, la

potestad sobre la economía para

ponerla al servicio del ser humano.

a crisis financiera que Velasco y Bachelet dieron por muerta hace un año sigue viva. Ben Bernanke, patrón del Ban-co Central de los EEUU, no sabe qué hacer y lo confiesa. Consultado en una conferen-cia de prensa acerca de las razones que explican la abulia de la economía yanqui, declaró: “No tengo la menor idea”. El Tita-nic planetario se hunde y nadie sabe qué hacer. Atmósfera de fin de reino: en los países del tercer mundo las esta-fas financieras terminan por apare-cer a la luz pública. La Polar es una de ellas. Quienes manejan la manija le dan el último manotazo a la caja antes de desaparecer. Sin embar-go… hay pueblitos que resisten. Tra-ni por ejemplo, un villorrio italiano de Puglia (Italia), cuyo fiscal acusa a la agencia de calificación Moody’s de manipular los mercados. Tras un año de investigación, -que incluyó las audiciones del ministro Giulio Tremonti y del nuevo presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi-, el fiscal Michele Ruggiero llegó a la conclusión que Moody’s es responsable de manipulación ilegítima de los mercados, abuso de mercado, tráfico de influencias y divulgación de noticias falsas destinadas a perturbar el mercado financiero. Nada menos. El fiscal Ruggiero está analizando los informes de Moody’s sobre la deuda y el sistema bancario que provocaron un terremoto en la Bolsa italiana. Il Procuratore sospecha que los ana-listas de la agencia “no basaron sus informes en datos reales”, que utili-zaron argumentos “que no ofrecían bases sólidas para alterar o depreciar el valor de las acciones”, e impugna la pobre valoración del sistema banca-rio italiano que contribuyó a hundir casi todos los títulos de la banca. Si Ruggieri se convence de que Moody’s ha actuado de forma “sistemática-mente incorrecta”, podría pedir la expulsión de la agencia del mercado italiano. Lo que no han osado hacer los políticos europeos. Puede que los griegos, -inspirándose en Miltia-des, Leónidas y Temístocles-, imiten a los italianos en la resistencia a la dictadura de los mercados manipula-dos, si se me perdona el pleonasmo.

El FMI y la UE han repactado varias veces la deuda griega usando el mo-delo de negocio de La Polar que se resume en la máxima “Donde te pillo te cago”. Solo que si el gobierno de Papandreu repta, el pueblo griego lucha. Esa es la incógnita. ¿Qué ha-rán los pueblos? ¿Se dejarán esquilar como ovejas, o resistirán? Christine

Lagarde, nueva regente del FMI, se apresta a imponer la dura ley de los mercados financieros aun cuando sabe que no hará sino empeorar la si-tuación. Como La Polar, el FMI repac-ta deudas imponiendo condiciones leoninas y usureras sin resolver nada. Solo gana tiempo antes de la próxi-ma crisis, aplastando los derechos de pueblos hasta ahora soberanos. La UE prepara un plan B y amenaza: si la repactación es rechazada por los helenos, Grecia quedaría privada de todo apoyo financiero internacional. Habida cuenta de los resultados ob-tenidos hasta ahora, podría ser algo positivo para los griegos. Como quie-ra que sea, el relojito de la bomba de tiempo sigue su cuenta atrás. Hasta los más ortodoxos defensores del euro temen que el pillaje operado por un sistema financiero rufián termi-ne por matarlo. Poco a poco se abre paso la idea rechazada en los albores de la moneda única: que en vez de “única” fuese “común”. Es decir que cada país conservase su propia mo-neda, y pudiese hacerla flotar libre-mente contra el euro. Gran Bretaña,

que no adhirió al euro, ha devaluado la libra esterlina en un 30%, evitándo-se los problemas de “competitividad” que confronta Grecia. Pero estamos lejos de tanta racionalidad y sigue dominando la imbecilidad libremer-cadista y neoliberal. Lo importante es salvar a Grecia, aunque se mueran los griegos. Para ser aun más preciso,

es necesario salvar a los acreedores privados de Grecia, esos que crea-ron la crisis con sus especulaciones irresponsables, fueron salvados con dinero público, y ahora aprovechan la oportunidad de degollar a sus sal-vadores. La factura por el total va di-rigida al pueblo griego. O según sea el caso a los irlandeses, portugueses, españoles, belgas, italianos o chile-nos. Los griegos resisten. Trani, en el talón de la bota italiana, resiste. Los trabajadores franceses, que mani-festaron y manifiestan por millones, resisten. ¿Será suficiente? No. Hacen falta un par de revoluciones. Que le devuelvan a los pueblos la soberanía perdida, sus derechos ciudadanos, la potestad sobre la economía para po-nerla al servicio del ser humano. Para ello son insuficientes las movilizacio-nes que hemos visto hasta ahora. Fal-tan las estructuras políticas, las pro-puestas programáticas, la insolencia que nace del derecho, y la ambición y el coraje indispensables para cam-biar la servidumbre voluntaria por la libertad asumida. Para eso aun falta. Tal vez no mucho, pero falta.

No sólo el pueblito de Astérix...

P

Luis Casado


E

El descontento hacia el sistema político

dejó de traducirse en apatía e indiferencia,

y se transforma en lucha por recuperar

la soberanía secuestrada.

l llamado de Simón Rodrí-guez, escrito hace más de doscientos años, tiene una actualidad pasmo-sa. La crisis de los sistemas políticos liberal-representativos ha derivado en una crisis profunda de la política. Los partidos no representan el tejido social del presente. Los ciudadanos se cansaron de ser meros espectadores de la democracia, exigen participar en las decisiones de su país. La institucio-nalidad vigente ya no puede contener esta crisis. Paradojalmente, al reali-zarse el principal objetivo del modelo de democracia gremialista instaurado en Chile por la UDI y la dictadura (pri-var de actividad política a las grandes mayorías y vaciar políticamente a la

sociedad civil y a las organizaciones sociales), su institucionalidad sufre su peor crisis. Longueira, Chadwick, Novoa y el resto de los Guzmán-boys no entienden por qué está ocurriendo esto. Ellos cumplieron fielmente el papel que tenían que jugar para alejar a la ciudadanía de la política. Aliados a la Concertación, fueron tremenda-mente efectivos en desmovilizar a las organizaciones sociales, despolitizar a la sociedad civil y tecnificar los es-pacios político-estatales de esta seu-do democracia. Aún cuando pudiera leerse que la actual desafección de los partidos políticos y de los políticos es una gran victoria del gremialismo, na-die osa plantearlo así. El descontento hacia el sistema político dejó de tra-ducirse en apatía e indiferencia, y se transforma en lucha por recuperar la soberanía secuestrada. Esto es lo que desconcierta a los gremialistas y a los poliburócratas de la Concertación.

Esto es lo que nutre nuestras esperan-zas. No obstante, preocupa el discurso de los nacientes movimientos: niegan y reniegan de la política y los políticos como si estos partidos fuesen la única forma de asociación ciudadana. Como si lo que estamos haciendo no fuese político. Ahí asombra lo profundo que caló la política gremialista. Todo lo que hacemos es política. Los que han ido más lejos han sido los españoles del 15-M. Ellos reivindican la política rescatando el Republicanismo demo-crático y crean nuevas formas de ex-presión y de acción. El actual desafío de la Izquierda es de gran envergadu-ra. Tenemos que interpretar correcta-mente los cambios que han afectado a

Chile en los últimos años, y proponer un proyecto programático adecuado a nuestra realidad. Tenemos que con-seguir mayor cohesión entre los múl-tiples grupos, movimientos y partidos que la componemos. Construir nuevos espacios de acción política que acojan las dinámicas que se manifiestan en nuestra sociedad. Darwin decía de las especies que no son las más fuertes ni las más inteligentes las que sobrevi-ven, sino las más proclives al cambio. Hasta hoy nadie ha podido refutarlo. ¿Por qué los movimientos planetarios que exigen Democracia Real no se identifican con la Izquierda? Manuel Delgado, -profesor de la Universidad de Barcelona-, confesó en un discur-so en la Plaza de Catalunya temer que estas movilizaciones se sumen a una larga lista de movimientos ciudada-nistas. Para Delgado, el ciudadanismo genera pequeñas o grandes burbujas de lucidez e impaciencia colectivas,

que operan espasmódicamente con-tra ciertas circunstancias considera-das inaceptables. Hidroaysén y Punta de Choros son buenos ejemplos de aquello. En estas iniciativas hay ejer-cicios de apropiación del espacio pú-blico que pueden ser espectaculares, que ponen el acento en la creatividad (como hacen hoy nuestros estudian-tes) y que toman prestados elemen-tos procedentes de la fiesta popular o de la performance artística. Son mo-vilizaciones derivadas de campañas específicas, para las que pueden esta-blecerse mecanismos e instancias de coordinación provisionales que luego se desactivan, hasta la próxima opor-tunidad en que nuevos o viejos temas la vuelvan a reactivar poco menos que desde la nada. Cada oportunidad movilizadora crea así una experiencia intensamente vivida, una exaltación en la que las pesadillas cotidianas, -sumisión, dependencia, servilismo-, se desvanecen por unos momentos o incluso días. Sin embargo, estas mo-vilizaciones pueden limitarse a gran-des convulsiones colectivas inspira-das y orientadas por una mera crítica ética del orden económico y político, sin cuestionar el “sistema”. Por consi-guiente, afirma Delgado, el problema de estas movilizaciones es que suelen ser efímeras, y se desvanecen en la nada cuando los medios de comuni-cación dejan de atenderlas. ¿Cómo potenciar estas nuevas expresiones ciudadanas sin caer en las fallidas uto-pías del siglo XX, y evitar al mismo tiempo la efímera espontaneidad que ha impedido hasta ahora articular las luchas del siglo XXI? A mi modesto pa-recer tenemos que hacernos cargo de todas las críticas que merece la políti-ca, y aportar las respuestas que le de-vuelvan toda su pertinencia. Nuestras organizaciones tienen que ser espejos de la sociedad a la que aspiramos. Si no somos capaces de desarrollar radi-calmente la democracia en nuestras organizaciones, garantizar la libertad y promover la solidaridad. Si nues-tras organizaciones no hacen sino reproducir el sistema imperante, la Izquierda chilena terminará, como la Concertación, en el campo de las de-rechas. Nuestro proyecto debe apun-tar a devolverle a la sociedad el poder de decisión sobre su propio destino.

O inventamos, o erramos

P

Salvador MuñozPresidente de Partido de Izquierda

PAIZ



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Editor general: Luis Casado.

Colaboradores: Roberto Pizarro - Armando Uribe Echeverría - Armen Kouyoumdjian - Arturo Alejandro Muñoz Danilo Aravena - Palomo - Alejandro Kirk - Julián Alcayaga - Salvador Muñoz.

Diseño gráfico: Editorial Latinoamericana.


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Politika Nr 6

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