Poemas japoneses

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Lectura previa del título séptimo de nuestra colección de_Sastre: Poemas japoneses de Amy Lowell

Transcript of Poemas japoneses

AMYLOWELL

POEMAS JAPONESES

colección [de_Sastre]

Grupo palimpsesto

2.0

una traducción de [Eva Gallud

Jurado]

©Poemas japoneses1ª Edición. Sevilla (España), 2013.

ISBN: 978-84-940286-9-4Depósito Legal: SE 1602-2013

©Eva Gallud Jurado, de la traducción y las notas.©Eva Gallud Jurado, de la ilustración de portada:

Utagokoro (Sentimiento poético)

Esta edición se encuentra bajo licencia Creative Commons (CC)

Reconocimiento-NoComercial 3.0.

Grupo palimpsesto 2.0 SL

C/Rosario Vega 8Librería Especies de Espacios

41010 - Sevilla

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Nota biográficaPoemas japonesesNotas culturales

Breve nota sobre poesía japonesa

Selección, traducción y notas EVA GALLUD JURADO

NOTABIOGRÁFICA

En 1917, un admirador ja-ponés escribió una carta a Amy Lowell trasmitiéndole el placer que había sentido gracias al po-der descriptivo de sus evocacio-nes de Japón y para preguntarle cuántos años había vivido allí. Este admirador ignoraba que el Japón de Lowell se construyó por completo en Sevenels, la mansión familiar de las afueras de Boston.

Amy Lowell (1874–1925), nacida en Boston, pertenecía a una honorable familia de Brookline, Massachusetts. Entre sus es-tancias en Europa junto a su familia, acudió a escuelas privadas y a los diecisiete años comenzó a educarse a sí misma a través de los siete mil volúmenes de la biblioteca fa-miliar. En 1910 publicó su primer poema en la revista Atlantic y su primer poemario, A Dome of Many-Coloured Glass, apareció en 1912. Este primer libro adolecía, según los críticos, de los típicos fallos de una prime-ra obra: temas convencionales, formas tra-dicionales y las limitaciones propias de un poeta solitario que no tiene contacto con otros profesionales de este arte. Lowell se convirtió en una entusiasta discípula de la poesía. En 1913, tras leer varios poemas fir-mados por “H.D. Imagiste”, pensó que su propia poesía se hallaba en la misma línea literaria. Este nuevo estilo poético había sido llamado Imagismo por su principal de-fensor: Ezra Pound. El Imagismo bebía de los estilos poéticos inglés y estadounidense para crear un nuevo movimiento literario anglo-americano que llevara la expresión poética a su forma más pura y directa. Entre sus filas se encontraban Pound, Ford Ma-dox Ford, H.D. (Hilda Doolittle) y Richard Aldington, entre otros, divididos entre am-bas orillas del Atlántico. Decidida a apren-der más sobre este movimiento, Lowell via-jó a Londres con la intención de conocer a Pound. Tras establecer una amistad con él

y otros miembros del grupo, a su regreso a los Estados Unidos, Lowell se propuso convertir la poesía imagista en un éxito económico y de crítica y comenzó a viajar frecuentemente entre ambos países. En el verano de 1914, Pound abandonaba for-malmente el movimiento adentrándose en el Vorticismo y Lowell se convirtió en la editora de la antología anual del movi-miento, en la que anteriormente había par-ticipado con sus poemas.

A partir de 1913 el estilo de Lowell, influido por su contacto con los imagistas, se decanta por lo que ella llama “cadencia no rimada”, un estilo sin métrica que con-sideraba apropiado para la lengua inglesa y que se basaba en los ritmos naturales del habla. Junto a su amigo y colega John Gould Fletcher, Lowell introdujo este esti-lo de verso, llamado también prosa polifó-nica, en la poesía estadounidense.

Son muchos los que dicen que el inte-rés de Lowell por el lejano oriente provenía directamente de su contacto con Pound, y es obvio que el orientalismo era un ele-mento clave del modernismo literario en las primeras dos décadas del siglo XX, pero la fascinación de Lowell por la cultura oriental era anterior a su contacto con los imagistas.

Durante la década de 1880, su herma-no, Percival Lowell, viajó extensamente por el lejano oriente. Sirvió como secreta-rio y consejero en una misión diplomática

coreana y pasó largas temporadas en Japón, escribiendo libros sobre religión, psicología y comportamiento. Sus textos están llenos de observaciones y discusiones académicas sobre distintos aspectos de la vida japonesa. Durante sus viajes, Percival escribía cartas a su hermana en hermosos papeles japoneses, le enviaba estampas e ilustraciones.

“El correo traía cartas y un constante flujo de imágenes, estampas y kakemo-nos* llegaba hasta mí, y supongo que afectaron mi imaginación pues en la in-fancia la imaginación es plástica… Ja-pón parece entrelazado con mi memoria más temprana. [Aquellos libros y pin-turas] durante mi infancia crearon un Japón tan vivo en mi imaginación que no puedo darme cuenta de que nunca he estado allí.”**

Además de las cartas de su hermano, la casa de Lowell recibía frecuentes visitas de invitados orientales y Boston por entonces era el núcleo de los estudios sobre el arte del lejano oriente. A esto habría que sumarle la

* kakemono: 掛け物 pintura o caligrafía que se cuel-ga de la pared, en sentido vertical y realizada generalmente sobre papel o seda.

** DAMON, S.F. Amy Lowell: A Chronicle. Handem, Conn.: Archon Books, 1966, p. 55.

larga y duradera amistad de Amy con Flo-rence Ayscough, poeta, traductora y sinó-loga criada en Shanghai. Ambas aunaron los conocimientos y esfuerzos lingüísticos de Ayscough y los poéticos y literarios de Lowell para realizar la ardua tarea de tra-ducción de los poetas clásicos chinos y que finalmente vio la luz en 1921 bajo el título Fir-Flower Tablets, publicado por Houghton Mifflin Company.

Lowell volvía la vista a Japón frecuen-temente, desde su primer libro en 1912, Dome of Many-Coloured Glass, hasta What’s O´clock y Ballads for Sale, publicados en 1925 y 1927. Vívía en una constante “adulación de todo aquello que fuese oriental”***. Los poemas japoneses que iban apareciendo se apropiaron de los escenarios y motivos nipones tan lejanos para una poeta ameri-cana de principios de siglo que, de hecho, nunca había estado en Japón.

Los poemas que aparecen en el pre-sente libro pertenecen en su mayoría a la serie Lacquer Prints incluida en el volumen Pictures of the Floating-World (Pinturas del mundo flotante, traducción literal del tér-mino japonés ukiyo-e o estampa japonesa) publicado en 1919 por Macmillan. En ellos Lowell combina su interés por la cultura Edo con un imagismo desbordante y un

*** Íbid, p.329.

fino sentido del detalle que resultan en poe-mas marcadamente fieles a sus temas japo-neses. No obstante, en estos y otros poemas sobre Japón, Lowell no es inmune en oca-siones a los excesos estilísticos o los lapsus conceptuales de sus contemporáneos Ficke o Fletcher, cuyos poemas japoneses se en-contraban entre sus fuentes, aunque su tra-bajo sobre este tema es más sólido que el de sus contemporáneos.

Aunque Lacquer Prints se publicó en 1919 por primera vez como una serie de poemas, estos ya habían aparecido de forma indivi-dual en más de treinta revistas, algunos ya en 1912. Estos poemas breves utilizan abier-tamente temas japoneses. En el prefacio a una versión posterior ampliada Lowell ob-serva que “algunos de los temas son pura-mente imaginarios, algunos están tomados de leyendas o acontecimientos históricos, otros deben su origen a las vívidas y realis-tas estampas a color de los maestros japone-ses [del ukiyo-e], pero todos son característi-cos de un rincón del mundo, y en su mayor parte, de una época: el siglo XVIII.”**** Como ella misma explica, en Lacquer Prints ha in-tentado conservar la brevedad y la suge-rencia del hokku y mantenerla dentro de su esfera natural aunque no pretende cumplir

**** LOWELL, A. Pictures of the Floating World. Boston/New York: Houghton Mifflin Company, 1925.

las reglas silábicas de la poesía japonesa. Ya en 1917, en su ensayo Tendencies in Mo-dern American Poetry, Lowell hablaba de la importancia de la sugerencia en la poesía moderna: “Los poetas modernos cada vez le deben más a los japoneses por compren-der el valor de este efecto.”***** Sus poemas tienen detalles precisos y son más legibles hoy en día que gran parte de los versos “de estilo japonés” de aquella época.

Amy Lowell, a quien se le concedió el Premio Pulitzer de poesía a título póstumo en 1926, hizo florecer Japón en la imagina-ción literaria popular de los Estados Uni-dos y Gran Bretaña más que ningún otro poeta de la época. La primera edición de Pictures of the floating world, donde apare-cen los poemas de Lacquer Prints se vendió por adelantado antes de su publicación en septiembre de 1919, y dos ediciones más durante aquellas Navidades. Los poemas japoneses de Lowell se encontraban entre los más populares e influyentes de su épo-ca y continúan siendo hoy en día las repre-sentaciones más eruditas de la tradición japonesa en la poesía inglesa.

***** LOWELL, A. Tendencies in Modern American Poetry. New York: MacMillan, 1917, p. 337.

NOTAA LA EDICIÓN

En esta edición, las notas culturales que acompañan a cier-tos textos, van tras el cuerpo de poemas para no ensuciar la lectu-ra con voluminosos apéndices a pie de página. Así, los textos a cuyo títu-lo acompañe la marca [•] lleva-rán asociada una nota cutural al final del texto principal.

[•]

POEMAS JAPONESES

Calles•(Adaptado del poeta Yakura Sanjin, 1769)

Mientras deambulaba a través de las ochocientas ochocalles de la ciudad,no vi nada tan hermosocomo las mujeres de las Casas Verdescon sus ceñidores hilados en oroy sus vestidos de largas mangas,coloreados como el grano de la madera.Cuando caminan,los bordes de sus vestidos se abren y revoloteany los forros de rojo sangre brillan como afilados dientesde hojas del arceen otoño.

Por mensajero

Una nochecuando había luna clarame sentéa escribir un poemasobre los arces.Pero el destello de luz de lunasobre la tintame cegóy solo pude escribirlo que recordaba.En los pliegues del poemaescribí tu nombre.

Circunstancia

Sobre las hojas de arcebrilla rojo el rocíopero sobre la flor de lototiene la blanca transparencia de las lágrimas.

Ángulos

La lluvia es oscura contra el cielo blancoo blanca contra el follaje de eucaliptos.Pero en el estanque es una lámina de ámbar y malvapor los crisantemosamontonados en su borde.

Vicario

De pie bajo el saucesobre el río,con mi pajizo vestido de seda bordado con morados crisantemosno miro las brillantes aguasque observo fijamentesino tu retratoque he mandado pintaren mi abanico.

Cerca de Kioto•

Cuando cruzaba el puente de Ariwara no Narihiravi que sus aguas estaban púrpurasde las hojas flotantes de los arces.

Desolación

Bajo las flores del ciruelo hay ruiseñorespero el mar se oculta tras una neblina blanca como clara de huevoy están callados.

Lamento de Yoshiwara

Dorados pavos realesbajos cerezos en flor,pero en todo el ancho marni un barco.

Rayo de sol

El estanque está orlado con las hojas aceradas de los iris.Si lanzo una piedra al agua tranquilade súbito se tensaen ondas y ondasde afilado hilo dorado.