PLATAFORMA DE PROPUESTAS PARA DINAMIZAR …€¦ · resultados de la investigación, así como el...

Centre de traduction Minéfi – n° 1587ES, 17-08-05

30 de marzo de 2005

LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

PIVOTES DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Presentada por: Alain BRAVO Presidente de Réseau national de recherches en télécommunications (RNRT) Director General de SUPELEC (Escuela Superior de Electricidad y de Electrónica) Gérard ROUCAIROL Presidente de Réseau national de recherche et d’innovation en technologies logicielles (RNTL) Director de Investigación y Desarrollo de BULL Jean-Charles HOURCADE Presidente de Investigación e Innovación Audiovisual y Multimedia (RIAM) THOMSON Jean MOUNET Presidente de SYNTEC Informatique (Cámara sindical de SSII y editoriales de software) Director General de SOPRA Group Jean-Pierre CORNIOU Presidente del Club Informatique des grandes entreprises françaises -Club informático de las grandes empresas francesas (CIGREF) Director de los sistemas de información del grupo RENAULT

Miembros del Consejo Estratégico de Tecnologías de la Información (CSTI) Así como: Gérard MATHERON Micro-electronics developments for European applications (MEDEA+) Sr. Jean-Patrice SAVEREUX Union des syndicats de l’industrie des technologies de l’information, de la communication et des services associés (Alliance TICS)

PLATAFORMA DE PROPUESTAS

PARA DINAMIZAR COMPETITIVIDAD,

CRECIMIENTO Y EMPLEO

Conseil stratégique des technologies de l’information- http://www.csti.pm.gouv.fr 1

LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y

COMUNICACIÓN

PIVOTES DE LA COMPETITIVIDAD ECONÓMICA

________

PREÁMBULO

TECNOLOGÍAS INNOVADORAS:

NUEVAS OPORTUNIDADES QUE EXIGEN NUEVAS RESPUESTAS


Históricamente, Francia ha desarrollado un liderazgo tecnológico

Durante la segunda mitad del siglo XX, Francia supo invertir con pertinencia en el ámbito de las tecnologías emergentes en aquel entonces: automóvil, energía, transportes, aeronáutica y espacio, telecomunicaciones..., construyendo con ellas las bases de lo que hoy constituye los motores esenciales de nuestra economía; con ellas desarrolló empresas que figuran entre los líderes mundiales, por haber sabido adaptarse a las evoluciones más recientes de su entorno, en particular la globalización de la competencia y la constitución del espacio europeo.

Francia – y Europa - no están comprometidas con la misma determinación en la competición económica alrededor de las actuales tecnologías innovadoras

Se reconoce de manera unánime que las tecnologías innovadoras y emergentes de finales del siglo XX suponen retos clave ya desde la década actual: en particular, tecnologías de la información y comunicación y biotecnologías. Pero requieren un esfuerzo de adaptación debido al cambio operado en las reglas de la sociedad industrial que hasta ahora sirvieron de base al éxito francés: globalización de los intercambios, modalidades para compartir, transferir y proteger los conocimientos, deslocalización.

Obviamente, Francia, como Europa, todavía no se ha procurado los medios suficientes para aprovechar las oportunidades que ofrecen dichas tecnologías.

A partir de 1995 fue creciendo el desfase entre, por una parte, Francia y Europa, y, por otra, Estados Unidos y Japón (Japón, Corea, Taiwán y China e India ahora).

De hecho, las iniciativas recientes adoptadas por Francia y Europa manifiestan una voluntad de estar en el ajo para acceder a estas tecnologías. Pero aún no están a la altura de los retos: en Francia, las políticas siguen orientadas hacia las infraestructuras (actualmente ADSL). Esto es positivo pero sólo constituye una parte del esfuerzo necesario para desarrollar el mercado y la industria de las TIC; en Europa, las ambiciones, pertinentes, inscritas en la agenda de Lisboa desde 2000 todavía no han desembocado en actuaciones concretas.

No obstante, los retos económicos de las tecnologías innovadoras son esenciales:

Las tecnologías innovadoras son el campo privilegiado de retos de futuro que ya van estructurando nuestra economía.

• realzan la competitividad y el crecimiento de toda la economía; • son generadoras de creación de empleos con contenido rico en valor

añadido; • son el vector del auge científico y de la independencia industrial; • constituyen un factor atractivo de primera importancia para las elites

científicas y técnicas ofreciéndoles perspectivas movilizadoras para el futuro.

• forman parte de la peana del modelo de una sociedad por la estructuración que aportan a los intercambios humanos.

• Para terminar, dado que estas tecnologías irrigan de manera creciente las aplicaciones civiles y militares (tecnologías duales), suponen retos de independencia nacional.


Oportunidades que siguen abiertas y en las que Francia y Europa presentan ventajas

La renovación acelerada de las tecnologías innovadoras y los cambios que han generado en el paisaje industrial abren regularmente ventanas que permiten modificar las posiciones adquiridas en la competición científica, tecnológica, industrial. El ejemplo de los dragones de Asia (Corea, Taiwán) y ahora India y sobre todo China, demuestran que una estrategia debidamente orientada hacia objetivos permite volver al pelotón de cabeza de grandes países líderes. En el ámbito del software por ejemplo, los “programas libres” constituyen una ventana que permite a Europa como a Asia poner en tela de juicio el dominio norteamericano surgido en la década de los 90.

Para ello, Francia y Europa disponen de muchas y buenas cartas, y en particular:

- el espacio económico europeo que dispone de un peso económico comparable al de los Estados Unidos y permite por tanto influir en el mercado, siempre y cuando este peso se exprese de manera coherente y unificada;

- y el potencial intelectual científico y técnico que se expresa en las nuevas tecnologías como en las más maduras, debido a un nivel de excelencia académica mundialmente reconocido.

Delimitar el marco de acción para superar los bloqueos culturales

Francia, y en gran medida Europa, muestran ante todo una carencia real de apetito y ambición en cuanto a las nuevas tecnologías. Estos bloqueos, de orden institucional y cultural resultan redhibitorios en el nuevo contexto de desarrollo de las tecnologías innovadoras. El ejemplo de algunos países europeos (Países Bajos, Países Escandinavos) demuestra que estos handicaps no son una fatalidad y pueden superarse si existe una verdadera voluntad política claramente expresada y traducida en actos.

Así queda planteada la cuestión de la voluntad para Francia y Europa de organizarse rápidamente para superar estos handicaps, aprovechar las oportunidades para las que todavía tienen indiscutibles bazas y evitar perder pie de manera irreversible en la competición económica mundial.

Si Francia y Europa quieren dotarse de una dinámica ambiciosa en las tecnologías innovadoras, deben superar rápidamente los bloqueos que las ralentizan; para ello, es de urgente necesidad definir un marco de acción pragmático, adaptado a dichas tecnologías.

Este marco podrá evolucionar luego progresivamente, afinándose, sofisticándose, extendiéndose en su caso a otros ámbitos.


1. Es preciso reinventar las modalidades de una política pública de incitación y

acompañamiento a la revitalización del tejido de empresas innovadoras.

Ha desaparecido el concepto de política industrial: tal como lo ha conocido Francia en los anos 60 y 70, es obvio que ha caducado ante el nuevo orden económico mundial: normativa de la OMC, normativas comunitarias. Sin verse empero reemplazado por ninguna otra construcción conceptual e institucional, remitiéndose al juego de la iniciativa empresarial y de la libre competencia, de modo algo inocente cara a las prácticas americanas o asiáticas.

Las tecnologías innovadoras se constituyen en general sobre

un terreno industrial preexistente virgen, y en cualquier caso frágil. La creación de empresas innovadoras gracias a la transferencia de resultados de la investigación, así como el desarrollo de empresas jóvenes hasta que alcancen el tamaño y la exposición internacional que les permita ser totalmente competitivas en el mercado y autofinanciar a su vez el esfuerzo de investigación y desarrollo necesario, son mecanismos esenciales para generar un tejido industrial de calidad, denso, y equilibrado en todos sus componentes.

El excelente documento del Comité Richelieu “¿Hacia un

Small Business Act europeo?” ha demostrado claramente que si la “competitividad actual” está relacionada con la vitalidad del segmento grandes PYMES y grandes empresas (para tener una idea precisa: segmento de 250-5000 personas) también está muy relacionada con la existencia en número limitado de muy grandes empresas, que entran en el marco de campeonas nacionales o incluso europeas. Estas grandes empresas son las que hacen la fuerza de la industria norteamericana y su vitalidad, alimentando la competitividad de dicha economía; correlativamente ahí radica la debilidad europea, y en particular francesa. Es particularmente relevante esa terrible realidad en el ámbito de las tecnologías innovadoras.

Es imprescindible poner en pie una política pública que

incentive y acompañe la revitalización del tejido de empresa innovadoras. Junto con la atención que hay que seguir prestando a nuestros campeones nacionales que ya ocupan un sitio en los podios internacionales (France Telecom, Alcatel, Thomson, Thalès, Sagem,…), esa política debería apuntar como primer objetivo a regenerar un tejido bastante denso de empresas capaces de alzarse al rango de semifinalistas o finalistas (por analogía con los juegos Olímpicos) en todos los sectores críticos de las tecnologías innovadoras. Una política de ese tipo debería priorizar:

- El incremento de incentivos y acompañamientos para la creación de empresas innovadoras, partiendo de los resultados de la investigación; - Instaurar también los incentivos y acompañamientos que permitan que una cantidad suficiente de “jóvenes brotes” se desarrolle hasta alcanzar el tamaño adulto, esto es, hasta que se beneficien de la exposición internacional y de la situación comercial y financiera que les permita jugar solos en el “patio de los grandes”.

Un apoyo de esta índole se manifiesta bajo formas distintas

tanto en el Estado federal norteamericano como en los Estados asiáticos más dinámicos; el antedicho informe del Comité Richelieu contiene lo esencial de las propuestas que podrían alimentar dicha política.


Francia debe instaurar rápidamente las bases de una política de regeneración de un tejido de empresas innovadoras que permita constituir a medio plazo una base densa, equilibrada, competitiva de grandes PYMES o empresas de tamaño mediano a grande, capaces de jugar en “el patio de los grandes a escala mundial”.

Se cumpliría plenamente este objetivo poniendo en práctica las propuestas del Comité Richelieu en los principales ámbitos de las tecnologías innovadoras, especialmente el de las tecnologías de la información y comunicación.

Francia debe procurar que se comparta este enfoque a escala europea.

Algunos signos parecen indicar que ya está abonado el terreno para esa idea; es importante darle verdadera urgencia y al mismo tiempo una buena dosis de pragmatismo.

2. Francia debe asociarse a algunos países pioneros para dinamizar el espacio europeo

La constitución de un espacio europeo de Estados-naciones que constituya en sí mismo una formidable oportunidad de palanca económica e industrial, todavía se ve como una fuente de complejidad y pesantez para los procesos de decisión y puesta en marcha de políticas coordinadas. No obstante, varias iniciativas (en el marco de la iniciativa intergubernamental EUREKA: ITEA y MEDEA) han demostrado recientemente toda su eficacia, pero en vez de propagarse, parecen hoy más frágiles e incluso en regresión. Las tecnologías innovadoras funcionan en escalas de tiempo muy aceleradas; cada uno a dos años, surgen evoluciones tecnológicas cardinales que abren nuevos campos de innovación, y cada cinco a diez años se producen verdaderas revoluciones que generan una nueva composición en profundidad del paisaje industrial y económico, convirtiendo el tiempo en un factor esencial a la hora de apropiarse estas nuevas oportunidades y sacarles provecho en términos económicos e industriales.

El concepto de “grupos pioneros” parece particularmente pertinente

hablando de tecnologías innovadoras: iniciativas multilaterales concretas y correctamente orientadas permitirían valorar con la amplitud requerida las bazas indiscutibles de los países europeos más comprometidos en las tecnologías innovadoras.

Francia debe desempeñar un papel activo para que se puedan poner en pie semejantes iniciativas multilaterales. En cada país, deben asociarse estrechamente a éstas los actores institucionales, polos de investigación e industriales que gozan de posiciones de excelencia.

Este enfoque no debe entenderse como la partitura de una Europa de dos velocidades, sino que debe ser una mera forma de acelerar y dinamizar iniciativas que en cualquier caso deben seguir abiertas y fundirse progresivamente en un enfoque totalmente comunitario.


3. Es imperativo simplificar las instituciones

La integración de las tecnologías innovadoras en las estructuras institucionales francesas registra una notable diseminación, con lo cual se abordan las políticas públicas en estos ámbitos a través de puntos de vista particulares: investigación, enseñanza superior, economía, industria, impacto en la sociedad, Europa... Además, dentro de cada punto de vista, esas tecnologías se ven tratadas de manera indiferenciada respecto a tecnologías más asentadas, lo que puede dar lugar en los arbitrajes a una situación de pariente pobre incluso cuando necesitarían una atención y una prioridad particularmente apoyadas, habida cuenta de algunos retos que las caracterizan:

- la novedad de tecnologías de muy complejo acceso, combinada con la amplitud de los cambios económicos, industriales, sociales que generan, requiere un esfuerzo de comprensión que exige una intensificación del análisis estratégico y de la comunicación por parte de los responsables del mundo político, de la investigación, de la industria y de los expertos tecnológicos y económicos;

- la rapidez de las evoluciones que modifican el paisaje, generando una permanente evolución de las fronteras entre tecnologías y recomponiendo la base industrial, requiere una gran coherencia y una gran reactividad, tanto en la elaboración de estrategias públicas como en su puesta en aplicación operativa.

Simplificar la estructura de gobernación, para que pueda disponer de

todos los medios públicos de acción y dedicada a las tecnologías innovadoras, es la única manera de responder a esta exigencia de coherencia y reactividad.

El proceso de transferencia de los resultados de la investigación hacia la industria debe considerarse en su globalidad e integrar investigación, enseñanza superior, innovación, creación de empresas y el desarrollo de las mismas hasta que lleguen a la mayoría de edad.


LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

PIVOTES DE LA COMPETITIVIDAD ECONÓMICA

________

PERMANECER UN ACTOR DE PRIMER ORDEN EN

LA COMPETICIÓN ECONÓMICA MUNDIAL

CON LA AYUDA DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC)

MEDIDAS REFUNDADORAS DE UNA AMBICIÓN

PARA FRANCIA Y EUROPA


PRIMERA PARTE

LAS TIC SON UNA POTENTE PALANCA DE PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDAD EN TODOS LOS SECTORES DE LA ECONOMIA. TAMBIÉN SON UN SECTOR INDUSTRIAL PROPIO CON FUERTE CRECIMIENTO

Las TIC son pivotes del desarrollo económico de los países desarrollados

En la actualidad podemos observar en el mundo entero el vínculo que existe entre la capacidad económica de los grandes países industrializados y la inversión continua y coherente que otorgan a las tecnologías de la información.

Ahí parece radicar en su mayor parte el hecho que la economía norteamericana siga teniendo un excepcional incremento de productividad: un incremento del 2,43% durante el periodo 1995-2002, contra el 0,88% en Francia en el mismo periodo; ahí reside obviamente el vigor y la reactividad de la recuperación de la economía norteamericana.

De hecho, durante el mismo periodo, la inversión en TIC representó entre el 50 y el 60% de la inversión productiva norteamericana, contra una cifra del 10 al 15% de la inversión productiva en Francia.

El impacto de las Tecnologías de la Información en el auge económico resulta de la acción combinada de dos grandes factores:

Las TIC constituyen una palanca de productividad y competitividad para todos los sectores de la economía, mediante el desarrollo e instauración de nuevos usos.

Las TIC generan nuevos productos y servicios pero también transforman las organizaciones y los procesos. Estos cambios no constituyen una simple optimización de la situación existente, sino que inducen, en la mayoría de los casos, un cuestionamiento de ésta.

Además, estas transformaciones sobrepasan hoy el marco

empresarial para abarcar la totalidad de las relaciones entre la empresa y sus principales socios (clientes, proveedores...). Así van generando las TIC nuevos “Business Models”, más productivos, que generan diferenciación y por tanto valor económico.

Potencialmente, casi la totalidad de los sectores de la

economía están implicados.

Las TIC, palancas de competitividad para las empresas en general, debido al potencial que entrañan, también pueden hacer surgir actividades totalmente nuevas y nuevos mercados.


En tal concepto, las TIC resultan ser uno de los pocos

sectores de creación de empleos susceptibles de contrarrestar la disminución de los empleos en sectores industriales más clásicos y permitir a Francia conservar en este ámbito un saldo positivo. Habrá que priorizar por tanto los servicios, la investigación e innovación que están fuertemente presentes en las TIC y son menos vulnerables a la deslocalización.

El sector industrial de las TIC (equipos y servicios) agiliza el desempeño económico y el crecimiento.

Los retos industriales que surgieron de la competición para un liderazgo mundial en el propio ámbito de dichas tecnologías, representan una palanca de crecimiento – el sector de las TIC representa ya el 10% del PIB americano, contra unos 7% en Francia- y al mismo tiempo un potente factor de atractividad para los empleos con fuerte valor añadido –empleos científicos y técnicos, en particular en los ámbitos de investigación y desarrollo-.

En este último campo, más todavía que en la deslocalización de los empleos manufactureros, ha empezado ya la competición entre las naciones desarrolladas, o mejor dicho entre las regiones desarrolladas del mundo; competición en la que toman parte potencias emergentes como China e India. El resultado de esta competición es esencial y a nuestro parecer, todavía deja abiertas oportunidades para Europa, y en Europa, a Francia. Pero el tiempo que pasa se pone en contra de nosotros si una verdadera voluntad en este sentido no se manifiesta prontamente.

Los ejemplos norteamericano y asiático son el testimonio de una verdadera ambición política alrededor de las TIC.

En Estados Unidos, el sector industrial de las TIC, el desarrollo del uso de las mismas en la mayor parte de los sectores económicos y una vitalidad sin parangón, “aúpan” el desarrollo completo del país. Esto se manifiesta por el dominio americano indiscutido en la casi totalidad de los segmentos del sector (excepto las telecomunicaciones donde Europa todavía ocupa posiciones significativas): componentes electrónicos (INTEL, pese a las posiciones de STM, INFINEON, PHILIPS), equipos informáticos (IBM, SUN, HP, DELL, …), software (MICROSOFT, IBM Global Services, SUN, HP, BEA, ORACLE, PEOPLESOFT, con una excepción notable: SAP), servicios (IBM, CSC, EDS, …con también algunas excepciones europeas significativas en este segmento como CAP GEMINI, ATOS ORIGIN ).

Esta posición dominante es el resultado de una visión ampliamente consensual y compartida entre los poderes públicos y la sociedad civil: Estado federal y Estados de la Unión, instituciones de investigación, empresas, todos están fuertemente comprometidos y de manera concertada, en esta visión que se apoya en las TIC para renovar y consolidar el liderazgo económico e industrial de Estados Unidos.


Principalmente, la política federal norteamericana mantiene con esmero este circulo virtuoso: • con presupuestos militares que, en particular vía programas de la

DARPA, se dedican a desarrollar con diligencia las tecnologías duales, utilizadas conjuntamente en aplicaciones militares y civiles;

• con grandes programas ultimados para usos innovadores para toda la sociedad: National Health Care, Seguridad interior,

• con programas tecnológicos de investigación: nanotecnologías, ordenadores de potencia, Power Grid Computing…

En Asia, las potencias tradicionales (Japón, Corea, Taiwán) y

también las nuevas potencias emergentes (China, India) están dotadas de una estructura gubernamental que permite pilotar estrechamente el desarrollo del sector de las TIC, siendo esta estructura, en la mayoría de los casos, un Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación que coordina las políticas de investigación, enseñanza superior, innovación y desarrollo industrial.

Estos países priorizan destacadamente la inversión en esas tecnologías, con una ambición, que no únicamente se limita a dominar las tecnologías de fabricación y montaje con reducido valor añadido, lo cual valora el bajo coste de mano de obra, sino que apunta a asignarles un papel de potencia mundial para las tecnologías de fuerte valor añadido más críticas (microprocesadores, nanotecnologías, software...)

Estados Unidos, como varios grandes países asiáticos, han

hecho del desarrollo de este sector uno de los ejes centrales de su política económica como lo muestra la importancia dada al sector en las declaraciones de política general, como en los grandes planes plurianuales de desarrollo económico.

A partir de ahora, en Francia y en Europa, cualquier política económica ambiciosa, coherente y que lleve consigo una visión del futuro deberá integrar un capítulo dedicado a las tecnologías de la información y comunicación. Este es un factor esencial para el crecimiento y competitividad económica, para el auge científico y cultural, para las posiciones industriales en el escenario mundial. En Francia, el sector de las TIC debe ser declarado de prioridad nacional. Esta prioridad deberá manifestarse a la vez en un discurso movilizador y en actos coherentes con este discurso. Deberá ser compartida por los poderes públicos así como por los principales actores económicos del sector. Esta prioridad, para ser completamente movilizadora, como supo serlo el sector espacial, deberá expresarse en una forma que pueda impactar positivamente el mundo imaginario y afectivo, lo cual aún no es así.

Obviamente, procedería insistir en un modelo europeo que se distinga de la imagen norteamericana, haciendo hincapié en la puesta al servicio del hombre y de la sociedad de los nuevos usos de las tecnologías de la información y comunicación.


SEGUNDA PARTE

UNA GOBERNACIÓN SIMPLIFICADA ES INDISPENSABLE PARA CUMPLIR LAS EXIGENCIAS DE COHERENCIA Y REACTIVIDAD DE LAS TIC DEBIENDO ESTA GOBERNACIÓN ASOCIAR A TODOS LOS ACTORES. La fragmentación del paisaje nacional y europeo impone simplificación y unificación institucionales

Los fundamentos del análisis quedan expuestos en el preámbulo, aplicándose en totalidad a las tecnologías de la información. En particular, es esencial poder hacer funcionar el proceso investigación / innovación / creación de empresas / desarrollo industrial, como un único proceso fuertemente integrado que se ajuste a las evoluciones del mercado siguiendo un ciclo muy reactivo

Frente a esta exigencia, el paisaje institucional está

balcanizado, la relación entre los poderes públicos y las comunidades de la investigación o de la industria no es suficientemente consensual en cuanto a la visión ni cooperativo en cuanto a modalidades aplicables; la convergencia entre políticas nacionales y política europea tarda en manifestarse.

Francia debe tomar la iniciativa de una reorganización institucional que necesita en cualquier caso, y que, además, deberá defender a escala europea con algunos otros grandes países.

Se proponen dos medidas urgentes para concretar la nueva gobernación:

Hay que instaurar una gobernación cooperativa, apoyándose en una concertación permanente e intensa entre poderes públicos, mundo de la investigación y mundo de la industria. Debe crear una visión compartida del análisis estratégico y de las orientaciones a tomar. Este trabajo también deberá contribuir a que emerja una visión europea.


En lo que atañe al desarrollo de una visión estratégica global

coherente, con reactividad, podrían ser el CGTI y el CSTI un instrumento privilegiado para poner en práctica esta concertación, en el marco o en nexo con el organismo institucional encargado de las tecnologías de la información que antes hemos evocado.

En lo que atañe más específicamente al ámbito de

investigación, se contemplarán más adelante medidas consistentes en la ampliación del papel de las redes nacionales.

En este marco, y en lo que incumbe a potencia pública, la gobernación de las TIC deberá ser objeto de una responsabilidad claramente identificada. La creación de un organismo que reúna las distintas misiones de los poderes públicos en el ámbito de tecnologías de la información es una necesidad para la unidad de acción y de tiempo requerida. La acción de este organismo deberá integrar estrechamente la investigación y los apoyos a la innovación, a la creación de empresas, y al desarrollo industrial. Deberá disponer de todos los medios de intervención públicos en estos ámbitos.

Este organismo podrá tomar la forma de un departamento ministerial. Quizás un organismo parapúblico (agencia, oficina u otro...) con un Consejo de Administración integrado por representantes de los poderes públicos pueda parecer más pertinente, por cuanto ofrece varias ventajas: - independencia y estabilidad respecto a las evoluciones de la geografía gubernamental;

- gran flexibilidad y reactividad en la puesta en práctica;

- utilización más flexible de formas de financiamiento diversificadas.

Las misiones de este organismo incluirían los siguientes

aspectos:

- inteligencia estratégica como base de una reflexión participativa que genere una visión compartida y propuestas relativas a la política pública de las TIC;

- reevaluación permanente y objetiva de los resultados y reajustes tácticos;

- mantenimiento de una concertación permanente con los actores económicos, públicos y privados y desarrollo de intercambios sobre estos temas con las estructuras europeas y la comunidad internacional.

- implementación reactiva de la política pública concertada con los actores económicos.


Un organismo de ese tipo podría articular dichas misiones en torno a tres ejes:

- respaldar y desarrollar los usos de tecnologías de la información en las empresas, en particular todos los que creen competitividad y valor económico;

- respaldar y desarrollar los usos de las tecnologías de la información en la administración y en particular todos los que permitan mejorar la eficacia de la administración y el servicio a los ciudadanos;

- respaldar y desarrollar el sector industrial de las tecnologías de la información llevando a cabo una política de investigación que desemboque al mismo tiempo en la excelencia académica y en la constitución de un tejido industrial eficiente a escala mundial en los segmentos más innovadores y más críticos.


-


TERCERA PARTE

LAS TIC SON UN POTENTE FACTOR DE TRANSFORMACIÓN DEL APARATO PRODUCTIVO Y DE LOS SERVICIOS QUE NECESITAN LA INVENCIÓN DE NUEVOS MODELOS DE COOPERACIÓN ENTRE ACTORES ECONÓMICOS.

El beneficio esperado de las TIC se basa en una profunda transformación de los modos de cooperación e intercambio entre actores económicos.

Utilizar las TIC implica productividad y competitividad. No obstante, esta creación de valor no resulta automáticamente de la inversión en las TIC, sino que surge de la reorganización de los procesos operativos del aparato productivo facilitada por la circulación y el tratamiento de la información en tiempo real; esta reorganización no sólo se aplica a la propia empresa sino que abarca todas las relaciones e intercambios de la empresa con sus socios.

El análisis de las prácticas innovadoras, entre las que están aquellas de los actores franceses, que todavía hacen figura de excepciones, permite identificar numerosos campos de aplicación para crear valor: relaciones en tiempo real y personalizadas con los proveedores y los clientes en el proceso de venta y producción, diseño cooperativo de nuevos productos en el proceso de desarrollo, repercusión inmediata de las informaciones de mercado a los proveedores y a la gestión de las existencias en los procesos de distribución, gestión en tiempo real de las flotas de vehículos en los procesos logísticos son ejemplos de estas nuevas prácticas asociadas al uso de las TIC.

Francia y Europa registran un retraso sensible con respecto a Estados Unidos y los sectores de la economía se han lanzado de manera muy variada en dichas transformaciones

La “burbuja Internet” no debe hacernos olvidar que surgieron

actividades económicas innovadoras y provechosas, construidas en base a las ventajas generadas por las TIC: mediación bancaria, teleasistencia, créditos a los particulares (tarjetas), entre otras. Pero, mientras más del 50% de la inversión productiva norteamericana está orientada hacia las TIC, acompañándose en general por una reflexión sectorial sobre nuevos modelos creadores de valor, el ratio sólo alcanza el 10% en Francia, y la inversión productiva apunta en general únicamente la adaptación tendencial de los modelos existentes.

La evolución de los distintos sectores de la economía pone de manifiesto una relación entre inversiones TIC en el sector y


productividad, y esta evolución será tanto más fuerte si las inversiones realizadas van acompañadas de un esfuerzo real de reorganización del trabajo productivo.


Las transformaciones del aparato de producción y de los servicios se apoyan en modelos compartidos por los actores («Business Model»)

Trátese de transformar los sectores tradicionales o de crear

nuevos mercados, los directivos deben adquirir una visión estratégica clara para sacar provecho de estas nuevas oportunidades. Deben compartir esta visión con socios del sector en el que operan. De hecho, las innovaciones generadas por las TIC ponen generalmente en juego las relaciones interempresariales, renovando a veces radicalmente el modelo de actividad sectorial (“Business Model”) que, para ser eficaz, debe aplicarse de manera colectiva.

El ejemplo de Dell, actor de primera fila en el mercado de los

PC ilustra este punto: para Dell, los pedidos "disparan" el proceso completo de producción. En cuanto estén informados, los proveedores producen y entregan a Dell los componentes. Esta monta el PC y lo entrega a su cliente en menos de una semana. Este dispositivo de “justo a tiempo” se apoya en una circulación rápida de las informaciones. Los stocks de componentes se dividen por 10, suprimiéndose las existencias de PC y los invendidos. Los proveedores, que también se benefician de estas ventajas, pueden consentir precios inferiores a Dell. Dell no incrementa sus márgenes sino que aumenta su cuota de mercado. Se ha convertido en el n°1 del sector, superando a todos sus competidores.

Tales prácticas asocian redes humanas, en constante

interacción gracias a las TIC, según esquemas originales. Son el resultado de reflexiones y actuaciones concertadas en el seno de la empresa, y en colaboración con sus principales socios económicos.

Otro ejemplo de la manera con la que se concretan estas transformaciones en la realidad del tejido económico es el del SCC –Supply-Chain Council (Consejo de la Cadena de Suministro). Esta organización de origen norteamericano sin ánimo de lucro, tiene adherentes en el mundo entero, y entre éstos, hay algunas empresas de la lista “Fortune 500”. Pero también hay universidades, organismos gubernamentales, así como consultores especializados. De hecho, el objetivo de este Consejo es desarrollar y promover un modelo de referencia universal para las operaciones logísticas, con el fin de optimizar las relaciones entre los actores económicos en torno a esta función, para todos los sectores.


La elaboración y puesta en práctica de estos nuevos modelos se apoyan en una comprensión compartida de los retos estratégicos, económicos y manageriales.

Es necesario que la labor de diseño y apropiación de estos

modelos se apoye en la comprensión de lo que ocurre en otros lugares por el mundo (inteligencia económica); pero esta labor también debe tener en cuenta la realidad francesa y europea. Esto impone en particular que se acondicionen los modelos estándar importados.

Sólo una reflexión de ese tipo permitirá descubrir la forma “local” para sacar el mejor provecho de las TIC y alcanzar e incluso sobrepasar el nivel de desempeño observado en otros sitios.

Una concertación de los actores es indispensable para crear

valor en torno a los nuevos usos. Esta concertación no se reduce a intercambios institucionales: implica un verdadero trabajo para definir, explicar, apropiarse una nueva forma de “trabajar juntos” con la ayuda de nuevas herramientas. Así se opera la revolución cultural hacia la “sociedad de la inteligencia”.

Tres son las medidas urgentes que deben tomarse para permitir y dinamizar estas transformaciones La instauración de un dispositivo de animación sectorial debe favorecer la emergencia de nuevos modos de cooperación (Business Model) en el seno de los principales sectores de actividad, que el marco institucional debe favorecer. Estos modos, generados por el uso innovador de las TIC, son una nueva fuente de competitividad y creación de valor económico.

En la práctica, esta iniciativa tomaría la forma de estructuras de reflexión sectoriales, asociando profesionales de la empresa, asociaciones profesionales, investigadores, expertos de la inteligencia económica. Estas estructuras temporales permitirían en particular compartir una visión sobre la innovación que se espera de las TIC, y también la expresión de los impactos de las políticas públicas al respecto.

Estas reflexiones deberán acompañarse de un trabajo

permanente de reflexión e investigación principalmente en relación con los siguientes aspectos: • condiciones de difusión y apropiación de las TIC; • creación de valor por medio de usos innovadores; • vínculo entre innovación y estrategia a través de las TIC.

Estos trabajos también deben tener en cuenta las estructuras internacionales y sus resultados, enmarcándose así en el movimiento general de elaboración, adaptación, experimentación de los nuevos modelos.


La instauración de medidas fiscales a favor de la inversión en las TIC debe dar la señal clara de una convicción: la recuperación de inversión en las TIC es una de las más importantes en términos de competitividad y crecimiento. Estas medidas deben aplicarse en particular a las inversiones en usos innovadores.

Como ejemplo, estas medidas podrían tomar la forma: - de medidas de desgravaciones fiscales, - créditos de impuestos, extendiendo el ámbito de investigación hasta la experimentación de

usos innovadores.

Para terminar, algunos programas “clave”, enfocados a los usos innovadores en beneficio de la totalidad de la sociedad deberán respaldar el desarrollo de nuevos usos de manera específica y ejemplar. Constituyen un complemento indispensable a los programas de investigación “tecnológicos” mencionados en el capítulo siguiente, garantizándoles una ultimación en usos tecnológicos reconocidos como una prioridad por la sociedad. Como tales deben dedicar un esfuerzo de innovación importante a los contenidos, que hasta no hace mucho solían olvidarse, y no únicamente a la integración de las tecnologías. Al mismo tiempo, permitirán ilustrar la manera concreta con la que se puede realizar la transformación mediante la innovación tecnológica al servicio del hombre y del ciudadano, de la sociedad, cultura y economía. Se aplicarán en particular dichos programas a los sectores en los que sería preciso que la acción del Estado impulse y facilite la puesta en convergencia de los intereses de actores numerosos y diseminados. Por el momento, algunos temas recogen casi la unanimidad: - Seguridad y protección de la vida privada; - Salud, - Educación y acceso al patrimonio cultural, - Hogar comunicante.


CUARTA PARTE

EL ESFUERZO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN DEBE INCREMENTARSE Y ENFOCARSE PARA DINAMIZAR LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y ECONÓMICA DEL SECTOR DE LAS TIC Investigación e innovación son un motor fundamental del sector de la TIC Con el fin de dinamizar la expresión de la demanda hacia

nuevos productos, y mantener su cuota de mercado en una economía que evoluciona rápidamente, las empresas del sector TIC deben dedicar inversiones considerables a I&D: se observa habitualmente una cifra del 10 al 15% del volumen de negocio.

La investigación constituye por tanto la palanca indispensable para dinamizar y desarrollar la industria de las TIC. Debe ser guiada por los potenciales de mercado y la creación de valor. integrándose por tanto al proceso global de innovación, que asocia de manera estrechamente coordinada investigación, desarrollo industrial y encuentro de las necesidades del mercado.

Urge poner a nivel el esfuerzo de investigación e innovación en las TIC, asociando al mismo tiempo más estrechamente los organismos públicos y las empresas.

En Estados Unidos y Japón, el esfuerzo de investigación en las TIC, calculado en porcentaje del PIB, es muy superior al de Francia y en general de Europa. Las diferencias en este ámbito son mucho mayores a las que se observan en el ámbito de investigación en general, traduciendo estas observaciones la carencia dramática de prioridad orientada hacia la investigación en el sector TIC, cuando esta investigación constituye un motor esencial de una dinámica económica y cultural.

La segunda observación relevante es la parte insuficiente que toman las empresas en el consumo de los créditos de investigación en Francia; más allá de la propia cifra, se debe cuestionar la insuficiente interpenetración entre investigación pública e investigación privada.

Estados Unidos demuestran cómo la fertilización cruzada entre investigación académica y desarrollo industrial producen juntos la excelencia académica y un dinamismo industrial orientado hacia el mercado. Cabe observar en particular cómo ese dinamismo industrial alimenta un círculo virtuoso, permitiendo a las empresas reinvertir de manera masiva en la I&D una parte de las capacidades financieras que han acumulado.


Este circulo virtuoso debe reactivarse en Francia y en Europa:

para ello son necesarias todas las medidas siguientes.

El presupuesto total de I&D TIC en Francia debe incrementarse pasando de 5.000 M€ en 2003 a 8.000 M€ para el ejercicio 2006. Es necesario alcanzar una etapa significativa ya a partir del ejercicio 2005. Esto llevaría el peso de estas tecnologías a la cuarta parte del esfuerzo total de I&D, proporción que es la que se observa en Estados Unidos. La capacidad de financiamiento privado de la investigación en las TIC queda hoy estructuralmente limitada. Por consiguiente, el financiamiento del esfuerzo para el año contemplado de 2006, debe dividirse por dos aproximadamente entre financiamiento público y financiamiento privado por las empresas. Esto corresponde a un incremento de 1.500 M€ para cada fuente de financiamiento.

Liberar 1.500 M€ adicionales de financiamiento público podría ser el resultado conjunto de tres tipos de medidas:

• redistribuir el presupuesto actual de los financiamientos públicos de la investigación, correspondiente a una reducción del desequilibrio desfavorable a las TIC ya observado en el financiamiento global de la investigación;

• un esfuerzo del presupuesto del Estado que muestre su compromiso en un sector prometedor para el futuro de la economía y del crecimiento.

• la movilización de préstamos (BEI, institutos financieros), e incluso la instauración de fórmulas más innovadoras para atraer a los inversores privados (véase el ejemplo de las SOFICA en Canadá) que muestren también la convicción de toda la comunidad nacional de que se trata de una inversión esencial para el futuro, capaz de generar beneficios en términos económicos.

Es primordial que el incremento de los créditos públicos de investigación alimente en prioridad la innovación: para ello, debe dedicarse ese incremento por lo esencial a la investigación e innovación cooperativas, es decir, ultimadas y dirigidas por empresas, en colaboración con los laboratorios públicos y universitarios. Como contrapartida a este apoyo público a la I&D de las empresas, debería solicitarse a los beneficiarios que contribuyan al financiamiento (a altura de uno por uno) de dichos programas, con el fin de asegurar la parte de financiamiento privado adicional contemplada (1.500M€).


Al mismo tiempo, procederá reservar una parte (250M€) de los 1.500M€ de financiamiento privado adicional, a algunas iniciativas destinadas específicamente a incrementar el apalancamiento público/empresas, apoyar los mecanismos de transferencia de los resultados hacia la creación de valor industrial y económico, a través de la innovación, y alimentar los esfuerzos ya mencionados en página 4 para incentivar y acompañar la rentabilización de un tejido de grande PyMES o de medianas y grandes empresas innovadoras y competitivas.

• contribución a la fundación de un Instituto Europeo de Tecnologías Software (cf. infra),

• financiamiento específico de las actividades de transferencia de resultados de la investigación hacia la industria,

• ayuda a la fundación de empresas innovadoras,

• ayuda al desarrollo de las PyMES con fuerte potencial. Para terminar, cabe apuntar que un esfuerzo de ese tipo alcanzaría toda su dimensión si se viese acompañado por un esfuerzo equivalente a escalón europeo, por lo menos por parte de algunos grandes países que se enfrentan en particular a los mismos desafíos (Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Suecia, Finlandia).

La Comunidad Europea podría manifestar su apoyo a esta ambición tomando a su cargo los gastos financieros relativos a préstamos del BEI para respaldar el esfuerzo de investigación global en las TIC. Se han de definir algunas grandes líneas prioritarias de investigación e innovación en las que habrá que concentrar la mayor parte de los esfuerzos Estas opciones podrán elegirse de concierto con los actores involucrados y de modo selectivo y especializado.

El esfuerzo actual de I&D en TIC no solo es insuficiente, sino que está muy diseminado y es poco concreto, careciendo por tanto de un verdadero impacto. De ahí resulta una adición de proyectos de investigación de tamaño relativamente limitado y la casi inexistencia (pese a ITEA y MEDEA que constituyen ejemplos eficaces a nivel europeo) de grandes programas coordinados sobre los temas críticos y en un periodo plurianual largo. Una verdadera reflexión estratégica debe permitir seleccionar los temas críticos y los grandes programas de investigación que se deben lanzar.

Un primer trabajo realizado en particular por la RNRT, la

RNTL y la RIAM, permitió plantear las bases de esta reflexión. En los próximos meses, se podría ultimar esta lista con una definición más precisa y detallada.

Debe establecerse una lista que recoja una cantidad limitada de grandes temas de investigación e innovación en los que concentrar una amplia parte del esfuerzo financiero plurianual y hacia los que habrá que movilizar los polos de competencia públicos y privados de manera conjunta (ver al margen).


El enfoque propuesto encierra una visión del futuro del sector

de las TIC en Francia y en Europa compartida por los poderes públicos que organizan y dirigen el marco de su desarrollo, a la vez que por los organismos públicos de investigación y enseñanza superior y las empresas del sector. Esta visión compartida debe aplicarse a la estrategia (impacto en términos económicos y de independencia), así como a los ejes más operativos relacionados con la realidad técnica y económica del sector (intensidad del esfuerzo de investigación, prioridades y grandes programas de investigación).

Las redes de investigación (RNRT, RTL, RIAM) constituyen al respecto una estructura esencial que permite asociar estrechamente los actores públicos y privados al pilotaje de esta visión compartida. Su papel al respecto debe ser confortado y ampliado a todos los campos de investigación de las TIC. Esto debería inscribirse en el marco de un refuerzo de su complementariedad, impulsada por la llegada a madurez de la convergencia.

El papel de las redes nacionales de investigación (RNRT, RNTL, RIAM, RNMT-red de investigación en micro y nanotecnologías, RNTS-Red nacional de tecnologías para la salud) consiste en ser a la vez verdaderas plataformas de reflexión entre los actores involucrados en el sector y organizaciones eficaces para concretar la investigación y la innovación cooperativas. Con lo cual su papel y sus medios de acción deben verse confortados y ampliados. Un tamaño crítico es ahora indispensable para obtener un nivel de excelencia reconocido en el escenario internacional. Alcanzar el tamaño crítico exige hacer que trabajen juntos los equipos de investigación de los organismos públicos y de las empresas. La noción de polo de competitividad regional aporta en este sentido una primera contribución esencial, debiéndose extender esta noción al nivel nacional mediante cooperaciones organizadas entre polos que trabajan en los mismos temas. A escala europea, deben llevarse a cabo iniciativas multilaterales de cooperación en el marco de la noción europea de “polo de excelencia” propuesto por el Comisario Europeo de Investigación.

Estas agrupaciones deberían poder apoyarse a la vez en equipos de investigación privados y públicos, desarrollando así las cooperaciones y el aprendizaje de una cultura común; en particular los polos de excelencia de las universidades deberían poder contribuir a programas comunes de forma más integrada, tanto si estos polos de excelencia pertenecen a los campos científicos y tecnológicos como al campo de las ciencias económicas y humanas que son fundamentales para las TIC.

Proponemos que en paralelo al trabajo de ultimación de los temas de investigación identificados como prioritarios de que ya hablamos, se solicite hacer la propuesta de una primera lista de agrupaciones a escala regional, nacional o europea, susceptibles de


constituir para cada tema un núcleo de tamaño crítico compatible con la exigencia de excelencia, esto es, polos de competitividad.

Las nociones de integración, interoperabilidad, estandardización desempeñan un papel esencial en las TIC. Se sitúan en la intersección entre mundo de la investigación y mundo empresarial. La constitución a escala europea de plataformas de integración, interoperabilidad y estandardización es indispensable para adquirir un verdadero peso en el mercado mundial. En los ámbitos críticos, la creación de un Instituto Europeo de las Tecnologías Software así como la de una plataforma europea de integración de micro y nanotecnologías serían las iniciativas más urgentes.

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