PASIÓN NATURAL.

8
60 EPS PASIÓN NATURAL. Douglas Tompkins y su actual esposa, Kristine McDivitt, se han retirado a Chile a vivir, dedicados en cuerpo, alma y dinero a defen- der la naturaleza.

Transcript of PASIÓN NATURAL.

Page 1: PASIÓN NATURAL.

60 EPS

PASIÓN NATURAL.Douglas Tompkins y suactual esposa, KristineMcDivitt, se hanretirado a Chile a vivir,dedicados en cuerpo,alma y dinero a defen-der la naturaleza.

Page 2: PASIÓN NATURAL.

EL ECOLOGISTAMULTIMILLONARIO El norteamericano Douglas Tompkins amasó una fortuna con la marca Esprit. En 1989abandonó su carrera empresarial y apostó por el paisaje. Entre fuertes críticas, hacomprado 765.000 hectáreas de Chile y Argentina para crear santuarios ecológi-cos. Quiere pasar a la historia como el mecenas de la naturaleza. Por Francesc Relea.

EPS 61FOTOGRAFÍA DE DAVID BERMAN

Page 3: PASIÓN NATURAL.

62 EPS

los mandos de suavioneta, don Doug muestra orgulloso susdominios desde el aire, la perspectiva quemás le fascina. A vista de pájaro se obser-van algunos logros de este restaurador deespacios naturales, como la plantación deárboles en peligro de extinción o la rein-troducción de especies animales autócto-nas, en una búsqueda permanente delequilibrio de los ecosistemas. Don Doug escomo llaman sus empleados chilenos almillonario estadounidense de 59 años Dou-glas Tompkins, dueño de cientos de milesde hectáreas en Chile y Argentina, que unbuen día dejó el mundo de los negociospara convertirse en uno de los ecologistasmás ricos del planeta. Amigo de políticosy personajes influyentes –los Clinton yTed Turner, entre ellos—, dedica desdehace 13 años vida y fortuna a tratar de sal-

var de los depredadores humanos todo loque está a su alcance. Difícil misión, quele ha enfrentado a políticos locales y sec-tores poderosos que no creen en la filan-tropía de un extranjero que lleva gastados80 millones de dólares en la compra de vas-tos territorios en América del Sur.

En el Chile austral, sus posesiones ro-zan las 300.000 hectáreas, en lo que se co-noce como parque Pumalín, una de las ma-yores reservas naturales del planeta en ma-nos privadas, de tamaño similar al parquenacional Yosemite de California (EstadosUnidos). Dirigentes políticos derechistas ypoderosos medios de comunicación inicia-ron una campaña contra Tompkins, quellegó a recibir amenazas de muerte. ¡La so-beranía está en peligro!, advertían los másexaltados, pero aquel extranjero sólo habíacometido el delito de comprar tierras abuen precio, el que marcaba el mercado.

Los militares chilenos le calificaroncomo una amenaza para la seguridad na-cional cuando miraron el mapa del país,largo y estrecho, y comprobaron que lastierras del “caballero americano” abarca-ban una amplia franja desde la cordillera

de los Andes hasta el océano Pacífico (lí-mites de Chile). Alguien insinuó que aquelciudadano, desconocido para la mayoríade los chilenos, estaba muy cerca de partirel país en dos si así lo decidía. Efectiva-mente, el plano mostraba que para unir to-das sus propiedades sólo le faltaban las32.000 hectáreas de la estancia Huinay, quepertenecía a la Universidad Católica deValparaíso.

Tompkins ofreció dos millones de dó-lares por aquel predio, que considerabacrucial para unir los sectores norte y surdel parque Pumalín. La operación estabaprácticamente cerrada cuando el Gobier-no del democristiano Eduardo Frei, pre-sionado por el ejército y por sectores de supartido y de la derecha pinochetista, in-tervino para bloquearla. La razón esgri-mida era la seguridad nacional. Diversasempresas extranjeras fueron tentadas porel Ejecutivo para que adquirieran Huinayy cerrarle así el paso a Tompkins. Final-mente, la española Endesa compró el pre-dio en 1998 por 2,1 millones de dólares. Lacompañía eléctrica no tenía especial in-terés en el negocio, pero ante la insistenciadel Gobierno chileno creyó oportuno en-

A

FOTOGRAFÍA: CONSERVATION LAND TRUST

Page 4: PASIÓN NATURAL.

EPS 63

trar en la operación para mejorar su ima-gen, que había quedado en entredicho porel conflicto con las comunidades mapuchesdel valle del Alto Bío-Bío, donde Endesaconstruye la presa hidroeléctrica de Ralco.

“Frei, ideológicamente, era nuestroenemigo número uno”, sostiene Tomp-kins. “Esas tierras eran de la universi-dad. El Gobierno, constitucionalmente,no puede interferir en negociaciones en-tre privados. No sólo intervinieron, sinoque además indujeron a Endesa a com-prar esas tierras. Fue un negocio sucio”.Pese a todo, la Universidad de Valparaísoimpuso a los compradores condiciones deconservación de las tierras. Endesa se vioobligada a crear una fundación a tal efec-to, que probablemente no entraba en susplanes. En la práctica ha terminado sien-do un club privado para los ejecutivos dela empresa. Tompkins no ha tirado total-mente la toalla en su lucha por incluir elterreno de Huinay en zona protegida:“Sería fantástico que cuando nosotros do-

nemos Pumalín al Gobierno chileno parahacer un parque nacional, Endesa hicie-ra lo mismo y donara su parte”.

Tompkins empezó a comprar tierrasen la zona más inhóspita de Chile, la de losfiordos, donde llueve 300 días al año, los

accesos son difíciles y la población es de1,2 habitantes por kilómetro cuadrado;continuó en la Patagonia argentina, y elúltimo sueño, en el que está dispuesto a in-vertir el resto de su vida, es crear un granparque natural en la provincia de Co-rrientes (noreste de Argentina). Hoy, Dou-glas Tompkins es propietario, a través delas fundaciones Conservation Land Trust

y Foundation for Deep Ecology, de 765.000hectáreas que “están bajo protección” enChile y Argentina (más del doble de la ex-tensión total de los 13 parques nacionalesde España). Estas tierras pasarán algúndía al Estado, siempre y cuando las auto-

ridades se comprometan a conservarlas.La avioneta se adentra en la cordillera

de los Andes, en un vuelo entre montañasque acaricia cimas y nubes bajas. Despuésde observar lagos, cascadas y glaciares queexhiben sus enormes lenguas, la Cessnaplanea sobre un fiordo que muere en unmanto verde. Entre las numerosas espe-cies de flora que allí viven destaca el aler-

RIQUEZA ECOLÓGICA. El enorme parque Pumalín alberga una riqueza extraordinaria de ecosistemas, ya que se extiende desde los Andes (aba-jo a la izquierda) hasta el Pacífico. Arriba, don Doug con la avioneta con que sobrevuela sus tierras. En la otra página, la reserva de Monte León.

El Ejército chileno le calificócomo un peligro porque su par-que podía partir el país en dos

FOTOGRAFÍA DE DAVID BERMAN Y CONSERVATION LAND TRUST

Page 5: PASIÓN NATURAL.

64 EPS

ce, árbol milenario conocido como el reydel bosque austral, en peligro de extinción.Después de aterrizar en algunas de las pis-tas diseminadas en el parque regresamosa Reñihué, el corazón del parque Pumalín,donde Tompkins y su esposa, Kristine, tie-nen su casa y la de los invitados. La ciudadmás cercana, Puerto Montt, queda a 40 mi-nutos de vuelo. En 1991 compró las 17.000

hectáreas del fundo con la intención deproteger esta zona de bosque templado llu-vioso de una eventual explotación. Sus de-tractores no le creen, y califican su actua-ción de utopía y fantasía insostenible quesólo puede llevar a cabo quien tiene millo-nes de dólares para gastar.

Es mucho dinero gastado para conver-tir Pumalín en “el mejor parque de Amé-

rica Latina”. Hoy, en este monumento a labiodiversidad, puede comprobarse que lamano del hombre no tiene por qué ser des-tructiva. Valle Vestiquero está en el extre-mo oriental del parque, a cuatro kilóme-tros de la frontera con Argentina, adondese llega por aire o tras un viaje a caballode tres días. Leonardo y Macarena, con unbebé de 15 meses, son los únicos emplea-

dos del parque en todo el valle, en el queviven también unos pocos colonos origi-narios de ciudades como Puerto Montt yTemuco y de la vecina Argentina. Su casaestá construida estratégicamente, al pie deun salto de agua que alimenta la turbina yel generador. Don Doug diseñó la casa demadera, una belleza estética perfectamen-te aislada del frío y del calor, con luz y co-

Como en un mundo feliz, las 80 familias diseminadas por elparque viven cerca de la utopía

FOTOGRAFÍA DE DAVID BERMAN

cina a leña, que calienta el agua de las du-chas y la calefacción. También dibujó losmuebles, eligió las cortinas y cuidó hastael último detalle de todas las casas que sehan construido en el parque. Todo ello enmedio del aislamiento, lejos del mundanalruido, pero con una pista de aterrizaje allado. Como en un mundo feliz, cercano alde Aldous Huxley, o a Walden, de HenryDavid Thoreau, las 80 familias disemina-das en los distintos valles del parque vivencerca de la utopía.

Tompkins trata de demostrar que todo,o casi todo, puede funcionar a la perfec-ción cuando se consigue la integracióndel hombre con el medio, el equilibrio en-tre lo humano y lo silvestre, y cuando elgusto por la estética no suplanta la belle-za natural. Biodiversidad es la palabramágica en su vocabulario, un conceptoque incluye, por ejemplo, la plantación dealerces y otras especies amenazadas; laexperiencia piloto en un valle remoto deuna pequeña agroindustria artesanal deárboles frutales, cuya producción de frutadeshidratada se transportará por vía aé-rea (la única posible); la no utilización de

Page 6: PASIÓN NATURAL.

EPS 65

perros pastores para cuidar de los re-baños porque provocan estrés a las ovejas,o el celo en la delimitación de los pastospara evitar la erosión de la tierra que pue-de ocasionar el ganado.

Como piloto de la nave, don Douglascontrola hasta el último detalle todo loque acontece en el parque. Lo conoce pal-mo a palmo –no en vano lo recorre per-manentemente por aire y por tierra–, yescucha con idéntica atención a Rodrigo,piloto de la segunda avioneta, cuando lecuenta algún problema logístico, que acualquiera de los guardaparques; a Veró-nica, la técnica forestal que le explicacómo va el semillero de alerces, o a losapicultores María Teresa y Julio, que están preocupados porque se acerca laépoca de floración y la lluvia no cesa, conlo que las abejas “no salen a trabajar”. Laproducción de miel de ulmo, árbol origi-nal de los bosques de Pumalín, es la prin-cipal actividad comercial del parque,además del turismo. Pero no un turismocualquiera. En el parque Pumalín todo

está pensado para quien quiere caminar,respirar, observar, adentrarse por parajesdesconocidos y acampar. “Quiero quevengan mochileros, gente joven, sensible,que vuelva a sus países con una mentali-dad distinta. Pero no quiero grandes au-tocares de operadores de turismo”.

Douglas Rainsford Tompkins nacióen Ohio (EE UU) en 1943, en el seno de unafamilia de clase media. Su padre, anticua-rio en Nueva York, participó en la II Gue-rra Mundial. El pequeño Douglas crecióentre aviones, con padre y abuelo pilotos.Estuvo en internados hasta los 17 años,edad en que dejó la escuela y empezó a via-jar por el mundo. Buen esquiador, parti-cipó en numerosas competiciones de pri-mer nivel en Estados Unidos, Chile y Ar-gentina, donde escaló diversos picos de lacordillera de los Andes.

A los 21 años creó en San Franciscouna empresa de material deportivo, TheNorth Face, que actualmente es uno de losgrandes negocios del sector. Junto a su

amigo Yvon Chouinard, dueño de Patago-nia, otra de las grandes marcas de prendasdeportivas, hizo diversos viajes de aventu-ra. Se casó por primera vez con Susie Rus-sell y tuvieron dos hijas. Participó en va-rios documentales sobre escalada, esquí,surf y otros deportes de aventura, y reco-rrió varias veces América, desde Califor-nia hasta Tierra del Fuego, por tierra y enavioneta.

A finales de los sesenta creó con su es-posa y un amigo la empresa de prendas de-portivas Esprit de Corps. Lo que empezócomo un pequeño negocio se convirtió rá-pidamente en una multinacional con tien-das en 60 países, que llegó a facturar 1.000millones de dólares al año.

“Yo no era el ejecutivo típico porquetampoco era una empresa típica”, recuer-da sonriente. “Era como una aventura”.Algo de la cultura hippy californiana im-pregnaba aquella compañía, en la que losempleados tenían interesantes compensa-ciones como fines de semana de esquí yviajes de rafting en África. El dueño tra-

EL CORAZÓN. El parque Pumalín es una impresionante mezcla de paisajes con horizonte muy abierto. En la imagen, el fiordo Reñihué, vistodesde Pillán. Tompkins comenzó a formar el parque a partir de esta zona, que constituye ahora el corazón de la reserva natural.

Page 7: PASIÓN NATURAL.

66 EPS

bajaba duramente ocho meses al año, ydedicaba el resto a realizar expedicio-nes por los Andes, el Himalaya, la Antártida…

“En 1985 empecé a sentirme aburri-do y me di cuenta de que los negociosya no me interesaban. Un año despuésestaba buscando cómo deshacerme dela compañía. En 1989 logré vender miparticipación en la compañía, para con-centrar todos mis esfuerzos en activi-dades ambientalistas, que era lo que re-almente me interesaba”. Tompkins sefue de Esprit separado de su mujer ycon más de 150 millones de dólares,según indican algunas fuentes. “Los ne-gocios quedan lejos de mí”, dice con in-disimulada satisfacción.Se siente libre. Tambiéndecidió mudarse del me-dio urbano (San Francis-co) al mundo rural. Buscóen Canadá, Alaska, No-ruega, Argentina, Chile.“Quería salir del PrimerMundo, quería ir a unpaís menos desarrollado”.En aquella época, Argenti-na vivía una situación difícil, bajo los efectos dela hiperinflación, y Chileempezaba a levantar cabe-za después de la prolonga-da dictadura de Pinochet.

Paradojas de la vida,su mejor escuela de la an-tiglobalización, movimien-to con el que se identificaplenamente, fue la empre-sa que fundó y siguió a ra-jatabla el dictado del mar-keting de crear una mismaimagen para todo el mun-do. De la fascinación porel marketing y la imagenaprendió que aquel siste-ma apuntaba en una soladirección: el monopolio y la culturaúnica. “Se pierde perspectiva de la rea-lidad más amplia cuando se vive en esemicrocosmos del marketing, la publici-dad y la distribución global”, confiesahoy Tompkins. Pasó una página muyimportante de su vida y abrió otra nomenos trascendente: la creación, en1990, de la Foundation for Deep Ecology,que sintetiza sus esperanzas y expecta-tivas. Tompkins empezó a dar forma ala pasión por la naturaleza salvaje quecorría por sus venas inspirado en des-tacados ideólogos del ala más radicaldel movimiento ambientalista, como elfilósofo y montañista noruego Arne Na-ess, padre de la filosofía “ecología pro-funda”, que está resumida en una pla-taforma de ocho puntos. Dos de estos

principios, especialmente los que aler-tan sobre la superpoblación del planetay “la excesiva interferencia del hombreen el mundo no humano”, han recibidolas mayores críticas de los detractoresde ecología profunda, que sostienenque esta corriente de pensamiento pre-tende el despoblamiento y la nula acti-vidad económica al propugnar extensossantuarios sin gente.

En los años que lleva de existencia,la Fundación Ecología Profunda ha or-ganizado foros y seminarios con la par-ticipación de destacados intelectuales yactivistas de la línea más radical delmovimiento ecologista, ha financiado

proyectos de defensa de la biodiversi-dad, ha subvencionado una larga listade ONG y ha editado cuatro libros dedenuncia con abundante documenta-ción gráfica sobre la tragedia de la in-dustria forestal en Estados Unidos, ladestrucción de los bosques chilenos, lasconsecuencias insostenibles de la in-dustria agrícola y el daño ecológico delos pastos extensivos en tierras públi-cas de EE UU. Como complemento deesta fundación, que marca una línea depensamiento bien definida en materiade conservación de la naturaleza,Tompkins creó en 1992 la ConservationLand Trust, dedicada a la acción. Con-cretamente, a la compra de espacios na-turales para su protección. Aquel mis-mo año se casó con Kristine McDivitt,

su segunda y actual esposa, que duran-te 12 años fue la gerente general de lamarca Patagonia. Desde su retirada dela empresa para ir a vivir a Chile, la señora Tompkins se dedica plenamentea la defensa del medio ambiente. En elaño 2000 creó la fundación PatagoniaLand Trust para la compra, restaura-ción y preservación de espacios natu-rales en la Patagonia. En noviembre pa-sado entregó al Estado argentino, a tra-vés de una fundación local, la estanciaMonte León, de 70.000 hectáreas, en laprovincia de Santa Cruz, por la quehabía pagado 1,7 millones de dólares. ElEstado se ha comprometido a convertirla estancia en un parque nacional en el

plazo de tres años.La experiencia chile-

na, con sus momentosamargos por la intensacampaña en contra, pare-ce finalmente encarriladahacia el objetivo final. Elfilántropo norteamerica-no apostó desde el princi-pio por Ricardo Lagoscomo candidato a sucedera Frei en la presidencia dela República, y algunasvoces, nunca probadas,aseguran que contribuyóa financiar la campañaelectoral del actual presi-dente. La realidad es quelas relaciones con el Go-bierno han mejorado des-de que Lagos está en el pa-lacio de la Moneda. El mi-nistro portavoz, HeraldoMuñoz, asegura que elEjecutivo no tiene quejaalguna respecto de la ac-tuación del ecologista mi-llonario en Chile. El de-creto gubernamental paradeclarar el parque Puma-

lín como santuario de la naturalezaestá listo para ser firmado después deaños de dormir el sueño de los justospor culpa del anterior Gobierno. Tomp-kins dice que en tres años espera estaren condiciones de entregar al Estado“el mejor parque de América Latina”.

Después de Chile, los Tompkinsconcentran gran parte de sus ilusionesen Argentina, donde tienen en marchael proyecto más ambicioso en la pro-vincia argentina de Corrientes, al no-reste, concretamente en los Esteros delIberá, un territorio que combina la sa-bana con los pantanales. Han compra-do unas 200.000 hectáreas en la zona,que esperan incrementar hasta las600.000 para crear dentro de 20 a 25 añosuna gran reserva natural que recupere

LA ARCADIA. Leonardo, Macarena y su hijo. Son empleados de Pu-malín en el límite con Argentina. Su vida parece una Arcadia feliz.

FOTOGRAFÍA DE DAVID BERMAN

Page 8: PASIÓN NATURAL.

la flora y fauna originales. Recostadoen el sofá de su casa en Reñihué habladel proyecto, y sus ojos adquieren unbrillo especial a medida que entra endetalles. Se apasiona cuando explicaque pretende reintroducir mamíferosextinguidos como el jaguar para resta-blecer el equilibrio del ecosistema.“Hay exceso de caimanes y carpin-chos”. La idea es traer del Pantanalbrasileño varios ejemplares del tigreamericano con la colaboración de bió-logos locales y de la World Life Conser-vation Society, que gestiona el zoológi-co de Nueva York. Antes tratarán dereintroducir el oso hormiguero desdelas provincias del Chaco y Formosa, lanutria gigante de río, el jabalí, el águi-la coronada, el loro hablador y el tapir.“Contrataremos especialistas paracada animal. Hemos hecho un estudiosobre el venado de la pampa, del quequedan sólo 200 ejemplares en Corrien-tes”. El hombre se muestra imparable.

Si tuviera que firmar un deseo,Tompkins pediría poder entregar al Es-tado cinco parques nacionales, dos enChile y tres en Argentina. “A los que mecritican les digo: esperen y vean, o ven-gan y vean”. Cuando le pregunto cómole gustaría ser recordado, admite que,“como todo el mundo”, desearía pasar ala historia por haber hecho algo de tras-cendencia. “Espero que el trabajo deconservación del medio ambiente queestamos haciendo sirva de ejemplo aotros. Éste es el grano de arena que tra-tamos de aportar en este mundo inmen-so”. Dice que el sistema natural se estáquedando exhausto. “Quienes son cons-cientes del problema son las culturas ylos pueblos más simples, más apegadosa la tierra, como los pueblos indígenas”.

No es amante de las etiquetas po-líticas –derecha o izquierda—, pero norehúye pronunciarse. De entrada, se de-fine como un “ultraconservador del me-dio ambiente”, que cree en la justiciasocial y que la brecha entre ricos y po-bres sólo conduce al desastre. “Me pre-ocupan países como Brasil, con estasdiferencias terribles entre una pequeñaélite millonaria y la inmensa mayoríade la población en condiciones de ex-trema pobreza. Eso sólo son recetaspara la revolución”. Lo dice un multi-millonario: “Para bien o para mal, heacumulado una gran fortuna; pero creoque es absolutamente indispensable,diría que obligatorio, que los más ricosdediquen parte de su riqueza al benefi-cio público. Esto es lo que hago. Kris yyo vivimos muy bien, qué duda cabe,pero no tenemos mansiones, ni jets pri-vados, ni gastamos ingentes sumas de

dinero en nuestro estilo de vida perso-nal. Hace tiempo que nos estamos des-haciendo de nuestro dinero en vez deacumular más y más”.

La figura de este multimillonarionorteamericano de aspecto saludablerompe muchos esquemas. Crítico sincompasión de la globalización, enemigode todo lo que representa George Bushy su belicismo, dice inspirarse en gen-te como el brasileño Chico Mendes (ase-sinado por los depredadores de la selva)o los miles de personas que trabajan enONG –“gente que trabaja por nada acambio”–. Y al mismo tiempo no niegasu procedencia de la clase empresarial.“Conozco perfectamente el mundo delos negocios y las multinacionales. Nolo echo de menos. Conozco a muchagente de este medio y, sin embargo, ten-go muy pocos amigos en él. No vemos elmundo con los mismos ojos. La idea delas élites adineradas me repugna. Micírculo social está formado por activis-tas, pensadores, escritores y gente delcampo. Me siento mejor y disfruto máscon ellos que con los tipos de las gran-des corporaciones. Tenemos cosas másinteresantes de las que hablar”. ●

SU REINO. El parque Pumalín abarca300.000 hectáreas de Chile, desde el surde Hornopirén hasta unos 30 kilómetrosal sur de Caleta Gonzalo. Comenzó a for-marse a partir de las 17.000 hectáreasdel fundo Reñihué, que Tompkins compró en 1991.

* Más datos sobre el parque Pumalín:www.parquepumalin.cl

INFOGRAFÍA DE BERNARD DATCHARRY