PALABRA DE CONFIRMACION

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Protección Contra el Engaño Por: Derek Prince En un trabajo que se ha presentado como “Edición de circulación restringida”, Derek Prince, un reconocido maestro de la palabra encara la problemática de mayor relieve hoy por hoy en las congregaciones cristianas evangélicas: el Engaño. De ninguna manera alteraremos la esencia de lo escrito por Prince. Lo único que adosaremos serán comentarios similares a los que cualquiera de ustedes podría elaborar con experiencias personales que, obviamente, corroboran lo que aquí está escrito. CAPÍTULO 1 HONREMOS AL ESPÍRITU SANTO DE DIOS Esta exposición está compuesta por tres partes. En la primera, intento analizar un problema que se ha manifestado en varios sectores de la iglesia en muchas partes del mundo. En la segunda, procuro analizar profundamente la forma cómo surgió el problema. En la tercera, abordo algunas formas que nos protegen de una nueva manifestación del problema. La verdad no es determinada por las señales y maravillas En años recientes, ha habido una explosión de señales y maravillas en el mundo entero. Algunas han sido bíblicas y muy útiles; otras extrañas y no bíblicas. Las señales y maravillas no son novedad. Las encontramos registradas en diversos pasajes de la Biblia y en diferentes períodos de la historia de la iglesia. Con todo, la actual explosión sobrepasa largamente las fronteras de cualquier iglesia o denominación particular y atrajo la atención generalizada de los medios de comunicación, tanto religiosos como seculares. Quiero dejar bien claro que no poseo prejuicios personales o temores en relación a las manifestaciones poco comunes. La verdad es que en mi vida he experimentado un gran número de señales. No me asustan. No las enfrento en forma negativa. Como ya mencioné en el librito “Tumulto en la Iglesia”, mi encuentro personal con Jesús en la 2ª Guerra Mundial comenzó de una manera nada convencional. En medio de la noche, en un cuartel del ejército británico, pasé más de una hora tirado en el suelo, con el cuerpo agitado por sollozos convulsivos y después inundado por un río de risa que fue aumentando en volumen cada vez más. A la mañana siguiente, yo era una persona completamente diferente, transformado, no por un acto de mi voluntad, sino por rendirme al poder sobrenatural que me había inundado. Fui a buscar en la Biblia diversos pasajes que hablan de la risa.