Otto Friedrich Bollnow Introducción a la filosofía del ... · PDF...

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  • Otto Friedrich Bollnow Introduccin a la filosofa del conocimiento*

    ds 2. El replanteo de una filosofa del conocimiento

    29 1. El planteo hermenutico 31 2. El planteo antropolgico 32 3. La tarea de una filosofa del conocimiento

    1. El planteo hermenutico

    Pero, qu consecuencias trae esto para una teora del conocimiento abordada con pleno sentido? Todo intento de obtener una certeza incontrastable del conocer mediante el retroceso hasta un fundamento asegurado de una vez para siempre ha resultado vano. Estamos inextricablemente ya-ah dentro del todo de nuestra comprensin del mundo, y obtener un punto fuera de ese todo es tan imposible como alcanzar, en el dominio de la ciencia fsica, un punto firme exterior al sistema del universo. En lo sucesivo nos atendremos a este resultado, que no debemos volver a perder de vista: el principio de la imposibilidad de lograr un punto arquim-dico en el conocimiento. Pero significa esto que debemos desistir de toda certeza en el conocimiento y que estamos a merced de meras opiniones subjetivas? No; slo significa que debemos colocarnos conscientemente dentro del todo de la comprensin heredada del mundo y de la vida, que debemos orientarnos por ella, y que en ella (no en un comienzo vlido de una vez para siempre, sino en una iluminacin paulatina, siempre renovada y en constante examen crtico) tenemos que fundamentar de manera cada vez ms firme todo conocimiento aislado. Cierta vez dijo Humboldt, refirindose a la labor del historigrafo, que este, para entender, deba haber entendido desde siempre;1 y lo mismo vale para el conocimiento en general: todo lo que yo quiero conocer es, de algn modo, ya conocido. En consecuencia, el conocimiento no es por principio una construccin comenzada desde abajo, sino una correccin y una precisin continuas de lo que hasta ahora se conoce insuficientemente. Es preciso tener siempre presente esa estructura de correccin. Por lo tanto, el conocimiento no puede construir el todo partiendo de las partes, por un camino artificial, seguro, que progrese en forma unidimensional; debe partir del todo

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    * Die originale Paginierung wurde beibehalten. 1 W. von Humboldt, Gesammelte Schriften, Kniglich Preuischen Akademie der Wissenschaften, ed., 1* parte, Werke, vol. 4, pg. 48.

  • que al comienzo es dado en forma todava difusa, y aportar luego a las partes, dentro de l, una mayor precisin. Este proceso es, entonces, necesariamente circular. En esto fracasa de antemano toda la teora tradicional del conocimiento. No vale la pena que nos pongamos a considerar sus distintas ramificaciones, puesto que hemos dilucidado el problema bsico. En cambio, hay otro dominio donde esa problemtica del crculo ha sido investigada a fondo desde hace mucho tiempo: el de las ciencias filolgicas, en la in-terpretacin de textos, y en general el de las ciencias del espritu. Se nos impone entonces una tarea: trasponer al conocimiento en general los mtodos desarrollados por las ciencias del espritu como asunto propio de una ciencia particular, y aun problemtica en cuanto a su pretensin de exactitud. El modelo elaborado por ellas para un dominio parcial y estrecho debe aplicarse a una teora del conocimiento que satisfaga las demandas de la ciencia actual. Lo que hasta el presente se haba considerado un problema parcial se convierte en el problema fundamental de todo conocimiento. El mtodo empleado por las ciencias del espritu se ha denominado con el viejo concepto de hermenutica, que en nuestros das ha vuelto a cobrar actualidad. Puede decirse que la hermenutica se ha convertido en el principio bsico del conocimiento. En este sentido, Dilthey haba desarrollado ya una vasta doctrina de la comprensin; abarcaba la vida humana en total, por ms que l originariamente la concibiera con relacin a las ciencias del espritu. Pero lo que en Dilthey permaneca an en parte indeterminado, fue llevado a su consumacin por Heidegger, quien, como herme-nutica de la existencia humana, lo desprendi de cualquier dominio particular de objetos para trasladarlo a la vida humana en total. Heidegger muestra que ese crculo metdico que a juicio de muchos invalidaba las ciencias del espritu tiene su fundamento necesario en la complexin de ser del hombre.2 Y cuando Gadamer define su gran obra Wahrheit und Methode (Verdad y mtodo) con el subttulo Grundzge einer philosophischen Hermeneutik (Rasgos fundamentales de una hermenutica filosfica) ,3 no alude a una disciplina filosfica especial, sino que adopta la denominacin de hermenutica para designar la filosofa en total o, al menos, aquella rama que estudia el conocimiento. Todo conocimiento sera entonces, por su naturaleza, hermenutico. Habla-

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    2 M. Heidegger, Sein und Zeit, Halle, 1927, pgs. 153, 314 y sig. 3 H.-G. Gadamer, Wahrheit und Methode. Grundzge einer phi-losophischen Hermeneutik, Tubinga, 1960.

  • mos de una teora hermenutica del conocimiento cuando este hecho se sostiene como primordial.

    2. El planteo antropolgico

    Hoy carecemos de tal fundamentacin hermenutica del conocimiento. Ello explica, tambin, el difundido sentimiento de insatisfaccin respecto de la teora del conocimiento: como se la identific con los intentos tradicionales de hallar un fundamento arquimdico, debi aparecer necesariamente como una empresa inconsistente y descaminada desde su planteo, que no mereca esfuerzo alguno. Ahora bien, para seguir el nuevo camino, el hermenutico, debemos retomar, en otro sentido, las objeciones y dificultades mencionadas a modo de introduccin. Todas sealaban la imposibilidad de fundar el conocimiento en el dominio de un pensamiento autnomo puro; ms bien, se lo debe referir a una dimensin previa: la vasta trama de la vida humana. Solo a partir de all se lo comprender. Por eso una teora del conocimiento verdaderamente slida debe remitirse a esa trama de vida, y solo desde ella refundar el conocimiento. Ese era, en forma todava indiferenciada, el antiguo planteo de la filosofa de la vida, que inquira por la funcin de las operaciones cognoscitivas en el conjunto de la vida humana. Hemos desechado ese concepto de la filosofa de la vida, sospechada de irracionalismo difuso. No obstante, es el mismo que el planteo antropolgico moderno retoma en forma ms precisa.4 Se trata de comprender la naturaleza y la posibilidad del conocimiento desde sus supuestos antropolgicos. Todo el saber acerca del hombre que desde entonces acumularon la psicologa y la psicopatologa, la etnologa y la sociologa y, en general, las distintas ciencias antropolgicas, pero tambin la historia en sus diversas ramas, debe recocerse y ponerse en relacin con los novsimos desarrollos filosficos; as, ha de investigarse ese saber en su importancia para el conocimiento. Desde luego, cumplir esto en detalle importa recorrer un largo y arduo camino, en modo alguno fcil, que conduce, desde la inmediatez de la vida, y pasando por otros muchos puntos de partida que an deben explorarse con mayor precisin, hasta las formas diferenciadas del conocimiento cientfico moderno. Para fijar este planteo hablamos de una fundamentacin an-

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    4 Cf. O. F. Bollnow, Das Wesen der Stimmungen, Francfort, 1941; 4* ed., 1968, cap. I, Begriff und Methode der philosophischen An-thropologie. Del mismo autor, Die anthropologische Be-trachtungsweise in der Pdagogik, en Neue Pdagogische Be-mhungen, Essen, no 23, 1965.

  • tropolgica de la teora del conocimiento o, ms brevemente, de una teora antropolgica del conocimiento. Esta sera, entonces, una doctrina que introducira el conocer en la totalidad de la existencia humana, poniendo al servicio de la comprensin del conocimiento la riqueza acumulada por las ciencias antropolgicas particulares. En la realizacin de un programa semejante, tan exhaustivo, deben distinguirse an dos tareas. Una es la que acabamos de sealar: la filosofa debe interrogar sistemticamente a las ciencias antropolgicas particulares acerca de su aporte para la comprensin del proceso del conocimiento. Ahora bien, antes de acometer esa vasta empresa debe elucidar su problemtica, cumpliendo en s misma esa reversin antropolgica, cuestionndose antropolgicamente a s misma en el empeo de comprender, en su funcin vital ms profunda, los conceptos rectores que la teora tradicional del conocimiento admiti como obvios. En primer lugar debe preguntar: Qu es en realidad una percepcin, una intuicin, una experiencia? Cmo se originan en la trama de la vida humana y qu funciones han de cumplir en ella? Ser preciso, entonces, partir de esas reflexiones generales. Cassirer se propuso reunir, en un todo, los aportes de las ciencias del hombre a la doctrina del conocimiento; su vasto esfuerzo, por los resultados que logr alcanzar, seguir siendo un mo-delo. Pero en definitiva no llev a buen puerto porque omiti plantearse esa pregunta previa, y entonces no pudo superar el mundo de conceptos forjados por la ciencia natural moderna.

    3. La tarea de una filosofa del conocimiento

    Contra este planteo se alza una objecin: Qu se ha ganado con estas fatigosas consideraciones? Qu sentido tienen las reflexiones filosficas o hermenuticas para el problema del conocimiento? En la teora tradicional esta cuestin no se planteaba: se pretenda asegurar un conocimiento correcto desarrollando para ello mtodos seguros, sobre todo en la ciencia, y quiz principalmente en el sentido negativo de descubrir las fuentes del error y de intentar, mediante la crtica (como Kant haba denominado a su filosofa), la obtencin de un conocimiento incuestionable. Pero si aplicamos a nuestra problemtica ese punto de vista de asegurar

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  • el conocimiento, debemos reconocer que hemos ganado poco, y aun hemos perdido mucho. La esperanza de construi