Orientación espacial en niños Síndrome de Down
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Facultad de Ciencias de la SaludDepartamento de Ciencias de la Ocupación HumanaTerapia Ocupacional
Grupo N°6
“Estimulación de la Orientación espacial en niños con
Síndrome de Down (5 - 9 años) a través del Juego”.
Índice ARREGLARLO AL FINAL
Integrantes:
Fabiola Díaz Vergara
Melissa Lufí Lillo
Mirla Mellafe Aravena
Natalia Zapata Kliebs
Profesora:
Jasna Pinac
Fecha:
17 de junio 2013
Portada 1
Índice 2
Introducción 3
Glosario 6
Síndrome de Down 8
- Causas 9
- Características Cognitivas 13
- Características Físicas 18
Psicomotricidad 22
Orientación Espacial 29
El juego 38
Estimulación de la orientación espacial 47
- Protocolo de intervención 48
Integración sensorial en Terapia Ocupacional 51
Conclusión 60
Bibliografía 62
Introducción
2
La psicomotricidad corresponde a un elemento fundamental en el desarrollo de los
seres humanos. Dada la diversidad de aspectos y factores que se incluyen en ella,
no es posible realizar una investigación o una observación aislando algunos de estos
factores, ya que existe una interrelación entre ellos a lo largo de los procesos
evolutivos que van desde el nacimiento, hasta el paulatino envejecimiento. El
correcto desarrollo psicomotriz, permite una adecuada interacción del mundo interior
con el mundo exterior, favoreciendo un constante aprendizaje en el ser humano, por
lo tanto, cualquier interferencia en este proceso va a provocar algún grado de
deficiencia.
En el siguiente informe se abordarán temas relacionados a la psicomotricidad,
principalmente la orientación espacial, y algunos otros términos necesarios para
comprender ésta, tales como, esquema corporal y estructuración espacial. La
orientación espacial es la capacidad del sujeto de situarse, de orientarse y de
desplazarse en su entorno, también es la capacidad de situar, de orientar, de
organizar, desplazar o concebir los objetos del mundo cercano o lejano; con estos
elementos el sujeto puede construir un mundo real o imaginario (De Lièvre & Staes,
1993). El esquema corporal es el conocimiento acerca de si mismo, esto implica
conocer los límites del espacio, la morfología, las posibilidades motoras que se
posee, los distintos modos de expresión corporal, la percepción de los distintos
segmentos corporales y las diversas posibilidades de representación de su propio
cuerpo. Y finalmente la estructuración espacial es la capacidad que le permite poder
orientarse y desplazase en su entorno.
3
El presente trabajo de investigación busca relacionar las temáticas planteadas y
como se ven afectadas por el Síndrome de Down, la cual es una alteración genética
producida por la presencia de un cromosoma extra provocando retrasos en el
desarrollo del niño tanto mental como físicamente. Se realizará un enfoque
principalmente en las características de niños entre 5 a 9 años que poseen dicho
síndrome, ya que a esa edad estos niños deberían haber incorporado el patrón de la
marcha, el cual es necesario para poder realizar nuestra intervención.
Los objetivos de este trabajo son:
- Definir el concepto psicomotriz de orientación espacial.
- Describir el Síndrome de Down, sus causas y características.
- Relacionar el Síndrome de Down con la orientación espacial.
- Definir el rol de la Terapia Ocupacional en el Síndrome de Down mediante el
juego.
Es de suma importancia señalar el valor de esta investigación para la formación
profesional de futuros terapeutas ocupacionales, ya que permite un mayor
conocimiento en el tratamiento de una patología que aumenta cada año, y que
lamentablemente no es abordada con la extensión necesaria dentro de la malla
curricular de la carrera.
Es necesario manejar y comprender todos los contenidos abordados en el plan de
estudios de esta asignatura, para poder analizar el desarrollo de los niños con esta
4
alteración, identificar y comprender las deficiencias que presentan y finalmente
desarrollar una intervención adecuada que permita mejorar la condición de éstos.
La metodología empleada en el desarrollo de esta investigación contempla la
recolección de información en bibliografías, tanto en libros, como en revistas
especializadas, artículos y sitios web de instituciones que aporten a la temática. A
demás, la importancia radica siempre en la calidad de la información, más que en la
cantidad de esta, para poder así construir conjuntamente un informe completo y
coherente que cumpla con los objetivos planteados.
Para finalizar, hoy nacen más niños con Síndrome de Down en Chile que nunca en la
historia. Son 500 cada año y, si lo proyectamos a 20 años, serán tantos que llenarán
el Estadio Nacional (Solari, 2011). Es por esto, que existe una gran importancia de
conocer adecuadamente a estos niños y los abordajes terapéuticos efectivos, ya que
las demandas de Terapia Ocupacional que esto significará, serán en un futuro
cercano, unos de los principales objetos de trabajo.
Glosario
5
Cognición: Adquisición sucesiva de estructuras lógicas cada vez más complejas,
que subyacen a las distintas tareas y situaciones que el sujeto es capaz de ir
resolviendo a medida que avanza en su desarrollo. (Piaget, 1975)
Estimulación precoz: El conjunto de acciones tendientes a proporcionar al niño la
experiencia que este necesita desde su nacimiento, para desarrollar al máximo su
potencial psicológico. (Hernán Montenegro, 1986).
Hipotonía muscular: Hipotonía muscular: Es la disminución del tono muscular
(tensión de un músculo cuando está en estado de reposo). La hipotonía dificulta
aprender a mantener el equilibrio en determinadas actividades, también pueden
presentar un control de la cabeza escaso o bien no tener control alguno. (Joan
Montane Lozoya, 2012).
Juego: Actividad placentera, realizada por si misma, sin referencias a un propósito
ulterior o satisfacciones futuras. (Diccionario de educación, 2007).
Síndrome: Conjunto de síntomas, signos o señales que caracterizan una
enfermedad o un trastorno físico o mental. (Diccionario manual de la lengua
española, 2007).
Sensación: Se define como la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un
estímulo. (Feldman, 1999)
Percepción: La organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos,
es la actividad de los órganos sensoriales y también del cerebro. (Feldman, 1999)
6
Atención: Es el proceso por el que la mente toma posesión, de forma vivida
y clara, de uno de los diversos objetos o trenes de pensamiento que aparece
simultáneamente. Focalización y concentración de la conciencia son su
esencia. Implica la retirada del pensamiento de varias cosas para tratar
efectivamente otras. (William James, 1890).
Concentración: Es un proceso discriminativo y complejo que acompaña todo el
procesamiento cognitivo, además es el responsable de filtrar información e ir
asignando los recursos para permitir la adaptación interna del organismo en relación
a las demandas externas. (Reategui, 1999)
Memoria: Se define la memoria como un almacenamiento de informaciones
codificadas gracias a procesos de asimilación perceptiva y conceptual, que implican
una dimensión temporal. (Piaget, 1972)
Inteligencia: Capacidad de resolver problemas y/o elaborar productos que sean
valiosos en una o más culturas. (Gardner, 1983)
Lenguaje: Por el lenguaje entendemos un sistema de códigos con cuya ayuda se
designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre
los mismos. (A. R. Luria, 1977).
Terapia Ocupacional: Según la Organización mundial de la Salud (OMS), es el
conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que, a través de actividades aplicadas
con fines terapéuticos, previene y mantiene la salud, favorece la restauración de la
función, suple los déficit invalidantes y valora los supuestos comportantes y su
7
significación profunda para conseguir las mayores independencia y reinserción
posibles del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social. (OMS.)
Síndrome de Down
El Síndrome de Down es una alteración genética de la especie humana que ocurre
en el momento de la concepción, como consecuencia de la presencia de un
8
cromosoma extra, provocando retrasos en la forma en que se desarrolla un niño,
tanto mental como físicamente. No es una enfermedad o padecimiento, y se lleva
durante toda la vida.
Frecuencia:
Es uno de los defectos congénitos más comunes y afecta aproximadamente uno de
cada 800 bebés. La edad de la madre es un factor de riesgo que aumenta la
posibilidad.
Tiene directa relación con la edad de la madre, como se ve en el siguiente cuadro,
donde se presenta la frecuencia del niño Síndrome de Down según la edad materna.
Figura N°1: Tabla de frecuencia de nacimientos de niños con Síndrome de Down
según edad materna. (Repsi, N° 44)
El Síndrome de Down debe su nombre a John Langdon Down, medico británico que
describió la anomalía por primera vez en 1987.
9
Figura N°2: John Langdon Down, médico británico que describió la anomalía por
primera vez en 1987. (Revista Pediatrics, 2011)
Causas:
Jonh Landon Down 1866 describió por primera vez en forma detallada las
características físicas del Síndrome de Down. En ese entonces trabajaba en un asilo
de niños con retraso mental en Inglaterra, donde logró distinguir a un grupo de ellos
con características diferentes al resto, a los cuales denominó “mongoloides”, nombre
que uso por el parecido que tenían estos niños con las personas originarias de
Mongolia. Este insulto étnico generó gran revuelo en la época de 1960, cuando
investigadores asiáticos propusieron que el nombre se eliminaría por completo,
quedando en su lugar el de Síndrome de Down.
10
A principio de 1930, Waardeberg y Bleyer señalaron que el trastorno podría estar
vinculado en parte, a una alteración cromosómica. Luego Jerome Lejeune y Patricia
Jacobsen el año 1959, describen en niños Síndrome de Down un cromosoma de
más. En los estudios realizados a estos niños reveló la existencia de 47 cromosomas
en cada célula (en lugar de 46 normales) y en vez de dos cromosomas numero 21
normales encontró 3 de estos, dando origen al término trisonomía 21 (triplicación).
En los siguientes 3 años se describieron otras causas del Síndrome de Down: la
translocación y el mosaicismo.
Figura N°3: Cromosoma de una mujer
normal. (Pueschel, S.1991).
Figura N° 4: Cromosoma de un hombre
normal. (Pueschel, S.1991).
Trisonomía 21: Es un mecanismo de división celular defectuosa, de tal forma que
una de las dos células recibe un cromosoma extra y la otra uno menos, esto ocurre
en el par 21 los cuales parecen algo “pegados” y no se separan correctamente. Este
11
proceso es llamado no disyunción meiótica. Aproximadamente el 95% de los casos
de niños con síndrome de Down es por esta causa.
Figura N°5: Trisonomía 21 (Pueschel, S.1991)
Translocación: Significa que la totalidad o parte de un cromosoma está unida o
pegada a una parte o totalmente a otro cromosoma. En este caso lo que se produce
es una rotura de una parte del cromosoma 21, el cual va unido o translocado a otro
cromosoma 14, 21 o 22. Entre el 3 o 4% de los niños con Síndrome de Down
presentan este problema cromosómico poco usual, de los cuales un tercio de estos
niños tiene a uno de los padres como portador, a pesar de las normalidades de las
características físicas, mentales y genéticas. A esta persona se la conoce como
“portador equilibrado” o “portador de translocación”, o sea quien produjo la alteración.
Esta causa, la translocación, es la única forma de Síndrome de Down que es
consecuencia de la existencia de alguna condición genética de los padres. Los
progenitores, tienen una redistribución del cromosoma 21, la cual es llamada
“translocación equilibrada”, que tiene la característica de que no va a repercutir en su
12
salud, sin embargo esta condición es heredada al hijo incluso antes del momento de
la fertilización dentro el óvulo o del esperma de alguno de los padres.
Figuran°6: Translocación del cromosoma 21 al 15. (Pueschel, S.1991)
Mosaicismo: Esta variante suele presentarse en el 1% de los niños con este
Síndrome. Se debe a un error producido en una de las primeras divisiones de las
células. Después del nacimiento del niño, por lo general, se encuentran algunas
células con 47 cromosomas y otras con 46, esto da origen a un tipo de cuadro como
un mosaico, por lo que se denomina mosaicismo. Varios autores han descrito que
algunos niños con mosaicismo presentan signos menos notorios en sus caras,
cuerpo y extremidades que los rasgos comunes de los niños con Síndrome de Down.
Su rendimiento intelectual como media es superior al de los niños con trisonomía 21.
13
Figura N° 7: Mosaicismo. (Pueschel, S.1991)
Cualquiera de las tres causas mencionadas anteriormente que producen Síndrome
de Down tienen como responsable en común al cromosoma 21.
Características físicas de un niño Síndrome de Down
14
Desde la descripción realizada por Down en 1866 de las características físicas
observables, han aparecido ciertos rasgos que se han repetido con frecuencia en las
personas con S. D, por lo que se los considera típicos de éste síndrome. Sin
embargo, no se debe considerar a ninguno de éstos rasgos como específico de esta
alteración cromosómica.
Los niños con S. D tendrán características físicas semejantes a sus padres, como
también características comunes con otros niños con S. D. A demás, la cantidad de
rasgos típicos es variable en cada niño, ya que unos pueden presentar casi la
mayoría, mientras que otros sólo ciertos rasgos. También algunas de las
características físicas pueden ir variando en el tiempo, sin embargo, otras como el
surco palmar y la braquicefalia pueden ser observables a cualquier edad.
A continuación, se describirán los rasgos físicos típicos de este síndrome:
Cráneo: El cráneo en estos niños suele ser más pequeño, tanto en su circunferencia,
como en su diámetro anteroposterior (braquicefalia). También tienen un menor
desarrollo de los huesos de la cara, esto explica la alteración de algunos rasgos
faciales.
Ojos: Presentan ojos con fisura palpebral oblicua hacia arriba (ojos forma de
almendra), pliegue de la piel del párpado en el ángulo interno del ojo (epicanto),
manchas de Brushfield en iris.
15
Figura N°8: Pliegue del epicanto del ojo en niños con Síndrome de Down. (Libro de
anatomía A.D.A.M, AÑO ).
Nariz: Suelen tener una nariz pequeña y ancha, con puente nasal aplanado. Esta
característica, sumada al poco desarrollo de los huesos faciales, da el aspecto de
una facie plana.
Orejas: Son más pequeñas, con implantación baja, ligeramente oblicuas y tienen
conductos auditivos más estrechos. Debido a esta última característica, es que se
debe estar atento e ir controlando la audición de estos niños.
Boca: En niños con S. D, se presenta una cavidad bucal disminuida, por efecto de
que el hueso maxilar es más pequeño, el paladar resulta más estrecho y las encías
más amplias, lo que incide en que frecuentemente mantengan la boca entreabierta.
16
Sumado a esto, tienen una lengua protruyente, por lo que es habitual que tengan
fisuras en la lengua. También pueden faltar piezas dentarias.
La mayoría de los niños presentan voz gutural y grave, por la hipotonía de los
músculos del torax y de las cuerdas vocales.
Cuello: En la mayoría de los niños, se presenta un cuello corto y ancho, pueden
presentar un exceso de piel en el occipucio (parte posterior de la cabeza).
Tórax: Generalmente, la forma del tórax es normal, excepto cuando se presentan
casos donde el hueso del esternón se encuentre hundido (pecho excavado o pectus
excavatum) o prominente (pecho carinatun).
Extremidades: Presentan extremidades y dedos cortos y gordos (braquidactilia) Las
manos son planas y blandas, el meñique curvo (clinodactilia 5to dedo), pulgar
pequeño y de implantación baja.
Figura Nº 9: Manos con características físicas del Síndrome de Down. (Libro de
anatomía ADAM, año)
17
Los pies son de forma redondeada, el primer dedo está separado de los otros cuatro,
llamado pie en sandalia (espacio entre 1er y 2do ortejo), frecuentemente el tercer
dedo es más grande que los otros.
Estas características repercuten en que las actividades que pueden realizar, se vean
limitadas por su arquitectura anatómica.
Piel y cabello: A medida que los niños con Síndrome de Down van creciendo, su piel
se va resecando, y volviéndose más áspera, tendiendo a un envejecimiento
prematuro. También existe engrosamiento en las rodillas y en los surcos
transversales de los dedos de los pies.
El cabello suele ser fino, sedoso y lacio; y algunos niños presentan áreas con menos
cantidad de cabello.
Los músculos del cuerpo presentan una hipotonía, esto principalmente los de las
extremidades, cuando se llega a la adolescencia esto se hace menos aparente. Esta
característica de hipotonía muscular es muy frecuente, y por lo general todo el
cuerpo se ve afectado, tendiendo a disminuir con la edad, frente a esto, es
importante la “Estimulación Temprana”. Presentan articulaciones laxas (mayor
movilidad).
Genitales: En los hombres generalmente el pene es más pequeño, y puede no tener
uno de los dos testículos (criptorquídea). Presentan escaso vello público, en las
axilas se carece de él. En las niñas pequeñas se muestran labios mayores de mayor
tamaño, y los menores también (estos últimos no tan frecuentemente). El clítoris
18
puede tener un mayor tamaño en algunos casos. La menstruación aparece
tardíamente, y por el contrario, la menopausia es a temprana edad.
Figura Nº 10: Ojos con inclinación palpebral en niños con Síndrome de Down. (Libro
de anatomía ADAM, AÑO)
19
Características Cognitivas
Al hablar de cognición, se hace referencia a las habilidades mentales que permiten
llevar a cabo procesos como atención, percepción, memoria, razonamiento, entre
otros. Estas habilidades mentales son parte de todas las personas y se manejan
dentro de un rango de normalidad que varía según edad, sexo, estimulación, genes,
etc. y se pueden ver afectados de mayor manera en personas con alguna patología.
Los procesos cognitivos más afectados en el niño Síndrome de Down son:
- Sensación.
- Percepción.
- Atención y concentración.
- Memoria.
- Inteligencia.
- Lenguaje.
En el niño con Síndrome de Down (S. D) se encuentran déficits en los diferentes
procesos cognitivos, lo que no significa que todos los niños presenten los mismos
problemas y mucho menos en los mismos grados. Las siguientes son algunas de las
dificultades que presentan los niños con S.D.:
- Sensación: Muchos niños con S.D. presentan problemas de audición, un 78
porciento sufren déficit débil a moderada (Balkany y cols, 1979), esto se debe
tanto a problemas congénitos como adquiridos. Los problemas más comunes
son los estructurales del oído, como lo es la configuración anormal de los
huesecillos del oído medio, acumulación de cerumen que obstaculiza la
20
entrada de la información, o infecciones severas que dañan el canal auditivo.
Menos comunes son las sorderas del oído interno, es decir, producto de un
daño o malformación de los canales semicirculares y/o el nervio auditivo. La
disminución de la audición puede repercutir en el desarrollo psicológico y
emocional del niño al verse aislado de este tipo de experiencias sensoriales
del entorno, a demás una ligera pérdida de audición afecta gravemente al
desarrollo de su expresión verbal. Otro de los problemas sensoriales
presentes en los niños con S. D son los asociados con la visión, es así como
un 50 porciento presenta miopía, un 20 porciento hipermetropía, y el resto
puede presentar otros problemas como conductos lagrimales obstruidos,
estrabismo, inflamación de los bordes de los párpados (blefaritis), nistagmo,
cataratas congénitas o el desarrollo de éstas durante la vida adulta, y entre un
2 a 7 porciento puede presentar alteraciones de la córnea (queratocono).
Estos déficits sensoriales limitan aun más el funcionamiento general del niño y
le impiden la participación en importantes procesos de aprendizaje. A pesar de
las complicaciones que significan estos problemas, estos déficits pueden ser
corregidos.
- Percepción: En estudios realizados por Clausen (1968) los niños con S.D.
presentan déficit en dos áreas: las funciones discriminativas y rapidez
perceptiva. Generalmente la función discriminativa auditiva está más afectada
que la visual, es por esto que el niño responde mejor a este tipo de estímulos.
Por otro lado, el umbral de respuesta a estímulos es mucho más alto de lo
21
normal, es por eso que estos niños necesitan de estímulos mucho más fuertes
como el hablarles más alto, tocarlos más fuertes, mostrar imágenes y colores
llamativos, etc. para obtener una respuesta. A demás los niños con S. D. son
especialmente lentos en discriminación auditiva y visual, por lo que se
demoran en responder.
- Atención y concentración: El niño S. D tiene dificultad para mantener la
atención durante un tiempo prolongado, esto es debido a una limitación de la
transmisión y comunicación de muchos de los sistemas neuronales. El tener
poca atención afecta a la captación de los estímulos externos que contribuyen
al desarrollo.
La concentración dura poco tiempo, se nota a veces en la mirada superficial
que se pasea sin fijarse, teniendo una facilidad para distraerse frente a
estímulos ajenos y novedosos. El problema no es siempre de pérdida de
concentración, sino de cansancio, por lo que se fatiga muy rápidamente.
- Memoria: Aquí el niño tiene dificultades para retener la información debido a
limitaciones al captarla y procesarla (memoria a corto plazo). Las dificultades
que se presentan son mayores cuando la información es verbal que cuando es
visual, esto significa que el niño con S. D recuerda más fácilmente la
información entregada mediante imágenes que la entregada por la voz o
sonidos. También se presentan problemas al consolidar y recuperar la
información (memoria a largo plazo) teniendo dificultades para indicar con
precisión fechas, generalizar experiencias que le sirvan para situaciones
22
similares, programar sus actos futuros en corto tiempo. A demás tiene poca
memoria auditiva secuencial, lo que le impide grabar y retener varias órdenes
seguidas.
En general, está más afectada la memoria explícita que la implícita, es decir,
el uso de la información consciente que la inconsciente.
- Inteligencia: El S.D. está acompañado de un déficit intelectual, éste puede
ser percibido desde el segundo semestre de vida, ya que durante las primeras
semanas el coeficiente intelectual (CI) de los niños con S.D. suele ser similar o
igual al de los niños normales, o sea entre un 85 a 115 de CI. El CI de los
niños con S.D es variable, ya que por ejemplo, en un estudio realizado por
Oster (1953) en niños con S.D de 3 años y menores, muestra que el 30
porciento tenían CI entre 20 y 50, un 47 porciento tenía un CI entre 50 y 70 y
el restante 23 porciento tenían CI por encima del 70. Es decir, que la mayoría
de los niños con S.D. funcionan con un retraso mental leve o moderado, existe
una minoría en que el retraso es tan pequeño que se encuentra en el límite de
lo normal, y otro grupo en que la deficiencia es grave, pero éstos suelen llevar
asociados una patología de carácter neurológico o han sido aislados y
privados de enseñanza académica.
La inteligencia en el S. D. es de deterioro constante y progresivo, pero una
adecuada intervención permite mantener o aumentar el nivel de CI.
- Lenguaje: Demuestran un retraso en el inicio del lenguaje, este retraso
puede ser extremadamente variable entre unos y otros, ya que según Melyn y
23
White (1973) la mayoría de los niños con S.D. dijeron sus primeras palabras
entre los 6 meses y los 7 años, y las primeras frases entre 1 año y medio y
los once años.
Las mayores dificultades se presentan en el lenguaje expresivo o productivo
que en el comprensivo o receptivo, esto quiere decir que al niño le cuesta más
transmitir un mensaje verbal que comprender uno. A demás, el tono y la
frecuencia del lenguaje de un niño con S.D.es más alta que la de un niño
normal, esto es revertido en la adolescencia en donde se vuelve más baja que
lo normal.
En el lenguaje oral y escrito los niños pueden aprender a leer y a escribir
siempre y cuando éstos sean educados y estimulados desde muy temprana
edad, aunque lograrán primero leer y mucho más tarde a escribir, ya que el
proceso de transmitir lo que piensan de forma escrita es mucho más complejo.
El retraso del lenguaje se debe tanto a problemas auditivos como a la
característica disminución neuronal presente en el S.D.
Un niño que no escucha no atiende, o en general que tenga problemas cognitivos
difícilmente podrá progresar bien, por lo que una intervención en estos niños debe
enfocarse necesariamente en esta área.
24
Psicomotricidad
Por lo general, los niños nacen con todo lo necesario para estar satisfechos, al
menos durante la primera época de su vida. La mayor parte del tiempo los bebés
realizan actividades que sólo le agradan a ellos, en las cuales consumen mucha
energía, tales como; mover los brazos, las piernas y el tronco. En cambio, el niño S.
D., debido a su debilidad muscular, suele retrasarse en el inicio de las actividades
locomotrices (como patalear, darse la vuelta) y por lo tanto, debe esforzarse aún más
para alcanzar el resultado que el niño normal consigue con poco esfuerzo. Esto se
debe principalmente a que su psicomotricidad no es igual a la de un niño “normal”.
Para hacer énfasis en este tema, lo primero es entender claramente lo que es
psicomotricidad.
La psicomotricidad según Berruazo (1995), considera al movimiento como medio de
expresión, de comunicación y de relación del ser humano con los demás, juega un
papel muy importante sobre todo en los primeros años de vida, porque influye en el
desarrollo armónico de la personalidad, ya que la psicomotricidad no sólo permite
que el niño desarrolle sus habilidades motoras, a demás influye valiosamente en el
desarrollo intelectual, afectivo y social, favoreciendo la relación con su entorno y
tomando en cuenta las diferencias individuales, necesidades e intereses de los niños,
y éstos mismos utilizan la psicomotricidad de manera cotidiana, ya que la aplican
corriendo, saltando, jugando con la pelota, etc.
Al hablar de psicomotricidad, se está refiriendo al individuo de manera global, es
decir; abarcando lo físico, psíquico, social y cognitivo.
25
A nivel motor: Le permitirá al niño dominar su movimiento corporal.
A nivel cognitivo: Permite la mejora de la memoria, la atención/concentración
y la creatividad del niño.
A nivel social y afectivo: Permitirá a los niños conocer y afrontar sus miedos
y relacionarse con los demás.
Las áreas de la Psicomotricidad son:
Esquema Corporal
Lateralidad
Equilibrio
Espacio
Estructuración espacial
Tiempo-ritmo
Motricidad
Motricidad gruesa.
Motricidad fina.
Esquema Corporal: Es el conocimiento que la persona tiene de su propio cuerpo.
Permite que los niños se identifiquen con sus segmentos corporales, que se
expresen a través de él, que lo utilicen como medio de contacto, y el aprendizaje de
nociones como adelante-atrás, adentro-afuera, arriba-abajo. Este concepto, más
adelante será utilizado para comprender el término de orientación espacial.
Lateralidad: Es el predominio funcional de un lado del cuerpo. Mediante esta área,
el niño desarrolla las nociones de derecha e izquierda tomando como referencia su
26
propio cuerpo. Es importante que el niño defina su lateralidad de manera espontánea
y nunca forzada.
Equilibrio: Es la capacidad de mantener la estabilidad mientras se realizan diversas
actividades motrices.
Estructuración espacial: Es la capacidad que tiene el niño para mantener la
localización del propio cuerpo, la habilidad para organizar y disponer los elementos
en el espacio, en el tiempo o en ambos a la vez. Las dificultades en esta área se
pueden expresar a través de la confusión entre las letras o la escritura y para ellos
los ejercicios más utilizados son aquellos que fomentan una buena coordinación y
precisión de los movimientos.
El concepto de estructuración espacial, da paso a la comprensión de lo que es la
orientación espacial, como se profundizará más adelante.
Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de
movimientos que implican cierto orden temporal, como: rápido, lento; orientación
temporal como: antes-después.
Motricidad: Se refiere al control que el niño ejerce sobre su propio cuerpo. Es la
capacidad que tiene la persona para dominar el cuerpo en un espacio determinado, a
través de movimientos voluntarios e involuntarios. Los ejercicios son una ayuda
importante para la evolución del niño, le facilitan la propiocepción, el control, los
cambios rápidos de postura o dirección, etc. La motricidad se divide en gruesa y fina:
A. Motricidad gruesa: Está referida a la coordinación de movimientos amplios,
como: rodar, saltar, caminar, correr, bailar, etc.27
B. Motricidad fina: Implica movimientos de mayor precisión, los cuales son
requeridos en tareas donde se utilizan de manera simultánea el ojo, mano y
dedos, por ejemplo: rasgar, cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc.).
Debido a que el niño con S. D. nace sin alcanzar el desarrollo pleno, precisa de un
programa que potencie las deficiencias, es aquí donde la estimulación precoz juega
un rol importante, ya que ésta es básica para un buen desarrollo posterior del niño, y
cuando se hace referencia a un desarrollo, se hace pensando en todos los aspectos,
tanto motor, cognitivo y afectivo-social.
Algunos niños con S. D. presentan una demora considerable en el desarrollo motor
comparado con los niños “normales promedio”, lo cual se ve retrasado en un cierto
período de tiempo. Existen ciertas habilidades motrices que en algunos casos no se
llegan a realizar, pero siendo éstas mínimas, dicho retraso es debido a múltiples
factores, como son las deficiencias congénitas, problemas biológicos o ambientales.
El desarrollo motor del niño con Síndrome de Down:
El desarrollo de un niño es un proceso que ocurre de forma secuencial, con esto se
refiere a que las habilidades que se comienzan a adquirir ayudarán a que surjan las
siguientes. Estas suceden de forma progresiva, ocurriendo en primera instancia las
funciones más simples para luego llegar a las de mayor complejidad.
En general, los niños van desarrollando una secuencia de etapas bastante predecible
que consiste en voltearse, sentarse, reptar, gatear, ponerse de pie y andar (Gunilde
Schelstraete 2002). En estas etapas, existe gran variación en la edad en las que se
van adquiriendo.
28
En S.D. las etapas del desarrollo se adquieren con una variación mucho más amplia
que lo observado en niños “normales” y es mucho menos predecible que un
desarrollo normal. Es posible pronosticar que estos niños de igual manera serán
capaces de andar, gatear, etc., pero es en relación al orden en que han de conseguir
las etapas de desarrollo donde no se puede saber con exactitud cuando ocurrirán y si
estos movimientos y posturas serán las adecuadas.
El retraso del desarrollo motor es un hecho en el SD. Éste es tema de un sin número
de estudios, en los cuales coinciden que las características más significantes son las
siguientes:
Tarda mas tiempo en mantener la cabeza que el niño “normal”, esto se debe
en gran parte a la debilidad de los músculos del cuello, pero también al retraso
en el desarrollo en general.
Casi todos los niños se arrastran antes de llegar a gatear. Al niño con S. D.
puede faltarle la fuerza muscular suficiente en sus brazos, hombros y tronco
para ponerse en posición de gateo. A muchos niños les es más fácil gatear
hacía atrás , mientras que otros prefieren moverse a saltitos sobre sus nalgas.
Los niños con S. D. tardan más que los niños “normales” en mantenerse de
pie, suelen necesitar ayuda durante un periodo de tiempo más prolongado
antes de poder sostenerse solos. La debilidad de los músculos de las piernas,
brazos y tronco retrasan a menudo el poder lograr dicha posición. Para un
niño con S. D., el caminar constituye a veces un verdadero obstáculo que hay
que vencer, incluso después de dominar el estar de pie sin ayuda, mantenerse
29
sobre una pierna puede ser mas difícil. Las caracteristicas posturales que se
veían cuando estan en pie, pueden estar presentes todavía al caminar, como
lo son: las piernas separadas, rodillas apuntando hacía afuera y ligeramente
hacía atrás, y los pies planos sobre el suelo.
Los datos que se presentan en la siguiente tabla informan sobre el desarrollo motor
de los niños con Síndrome de Down y los niños que no lo poseen:
Pauta madurativa Edad (media) en meses
(niños que no poseen
Síndrome de Down).
Edad (media) +2
desviación estándar en
meses (niños con
Síndrome de Down).
Sostén cefálico 2.7 5.88
Sonrisa social 3 6
Sentarse solo 9.7 16
Angustia del 8vo mes 10 18
Rodar 12.16 17
Gateo 17.7 26.76
Pararse solo 13.3 21.96
Caminar 24 33.46
Control de esfínteres 36 50
30
diurno
Control de esfínteres anal 26 60
Figura Nº 11: Desarrollo motor en niños con síndrome de Down. (kaminker y
armando, 2008)
ANALIZAR TABLA?
Orientación espacial 31
Se debe tener claro que para todo niño su cuerpo se convierte en el canal más
adecuado de comunicación con el exterior; el cuerpo se torna en un vehículo de
estructuración de la vida mental, son sensaciones, movimientos y el reconocimiento
corporal los que facilitan un conocimiento de sí mismo.
Para comenzar a definir lo que es en sí la orientación espacial, se debe comenzar
por saber el concepto de “esquema corporal” y “estructuración espacial” que son
nociones básicas de la psicomotricidad que todo niño debe manejar a determinada
edad. Según Ballesteros (1982) el conocimiento y dominio del cuerpo es el pilar a
partir del cual el niño construirá el resto de los aprendizajes. Este conocimiento del
propio cuerpo supone para la persona un proceso que se irá desarrollando a lo largo
del crecimiento. El concepto de esquema corporal en cada individuo va a venir
determinado por el conocimiento que se tenga del propio cuerpo.
El cuerpo es el primer medio de relación que tenemos con el mundo que nos rodea;
por ello, cuanto mejor lo conozcamos mejor podremos desenvolvernos en él.
• Esquema corporal :
Es la representación que cada persona tiene de su propio cuerpo, sea en un estado
de reposo o en movimiento. Según los especialistas, el desarrollo del esquema
corporal tiene todo un proceso, depende de la maduración neurológica como también
de las experiencias que el niño tenga. Alcanza su pleno desarrollo hasta los 11 o 12
años.
Es una representación del cuerpo, una idea que se tiene sobre él y sus diferentes
partes y sobre los movimientos que se pueden hacer o no con él; es una imagen
32
mental de nuestro cuerpo con relación al medio, estando en situación estática o
dinámica. Gracias a esta representación, cada uno conoce su propio cuerpo y es
capaz de ajustar en cada momento la acción motriz de acuerdo a los propósitos.
Esta imagen se construye muy lentamente y se conforman de las experiencias que
se realizan con el cuerpo; se llega a poseer mediante ensayos y errores, ajustes
progresivos y los nuevos elementos se van añadiendo como consecuencia de la
maduración y de los aprendizajes que se van realizando.
Objetivos del esquema corporal:
● Tomar conciencia de las distintas partes del cuerpo.
● Saber localizar los distintos segmentos corporales tanto en su cuerpo como en
el de otro.
● Tomar conciencia de la vestimenta que cubre los distintos segmentos
corporales.
● Conocer las funciones de los distintos segmentos corporales.
● Conocer la simetría corporal.
● Conocer las partes y elementos que son dobles.
● Aprender a observar (espejo).
● Descubrir las posibilidades de movimiento de las diferentes partes del cuerpo.
El esquema corporal se construye de acuerdo a las leyes de maduración
neurológica:
- A partir de los dos primeros años: El niño domina primero su cabeza, luego el
tronco y después las extremidades inferiores.
33
- De dos a cuatro años: Los elementos motores y cinestésicos prevalecen
sobre los elementos visuales y espaciales.
- De cinco a siete años: De a pequeños pasos, el niño es capaz de ir
representando y tomando conciencia de su propio cuerpo y a la vez transpone
esta imagen hacia los demás.
- Desde ocho a nueve años: Traspasa con seguridad su imagen a los demás,
es capaz de trasladar progresivamente esta orientación a los objetos, lo que
permite una estructuración de su espacio de acción y disponibilidad global de
su cuerpo como conjunto organizado, llegando así a un control acabado de su
movilidad segmentaria.
Cada una de estas etapas se van construyendo conforme a las leyes céfalo-caudal y
próximo-distal, es decir, la maduración neurológica se realiza desde la cabeza a los
pies, y desde el centro del cuerpo hacia la periferia.
• Estructuración Espacial.
La Estructuración Espacial es la capacidad de la persona para lograr establecer una
relación entre los elementos elegidos para formar un todo, esta relación envuelve la
independencia de los elementos constitutivos del conjunto en una situación espacio -
temporal determinada.
La noción de estructuración espacial no es innata, sino que se trabaja, elabora y
construye mediante la acción y la interpretación de una serie de datos registrados por
los sentidos, conocidos como registros sensoriales.
34
Piaget realiza una división en tres categorías fundamentales, las cuales deben ser
operadas por los niños con el fin de capacitarse en la organización espacial, estos
tópicos son:
Relaciones topológicas: Agrupan todas aquellas relaciones cualitativas
elementales que existen entre los objetos, se puede incluir aquí la
vecindad, separación, orden o sucesión espacial, envolvimiento y
continuidad. Se puede apreciar como todas ellas se establecen a partir
de sólo dos ejes espaciales, siendo así relaciones primarias en el
espacio.
Relaciones proyectivas: Estas se sitúan en un mayor nivel de
complejidad, ya que implican en mayor medida procesos de
representación mental, pues trasladan las relaciones topológicas no ya
a diferentes objetos, sino a diferentes elementos dentro de un mismo
objeto, esas relaciones están presente en muchos de los juegos de
habilidades que a menudo se proponen en situaciones pre deportivas,
tales como problemas de puntería a dianas.
Relaciones euclidianas o métricas: Sitúan al objeto en un sistema de
referencia de tres ejes, implicando con ello conceptos mucho más
complejos como el volumen. Se fundamentan en fenómenos como la
constancia de la forma, del tamaño y de la profundidad, de tal modo
que, sabiendo que un balón de rugby tiene siempre la misma forma y
tamaño, si lo percibimos más pequeño y de forma distinta, no es que se
35
haya reducido o deformado; sino que está más lejos y en otra posición
respecto a nosotros.
De forma paralela al desarrollo de estos tres tipos de relaciones espaciales, el niño
va desarrollando su progresiva autonomía y capacidad de desplazamiento y
exploración, así como aplicando su concepción y conocimiento del espacio.
Desde este momento serán cruciales las experiencias que el niño pueda vivenciar,
puesto que a partir de las relaciones de su cuerpo con el espacio, con los objetos y
con otras personas, irá progresivamente organizando y objetivizando su percepción
espacial, que alcanzará también de forma gradual espacios cada vez mayores, e
incluso aquellos que están afuera de su alcance visual, una vez desarrollada su
capacidad de abstracción, la cual se logra aproximadamente a partir de los 11 años.
(La percepción espacio temporal y la iniciación a los deportes de equipos en
primaria: Unidades didácticas para la primaria. Ma luisa Rivadeneira, Álvaro Sicilia)
Dentro de la "Estructuración Espacial" es necesario diferenciar entre los conceptos
que lo componen. Según De Lievre & Staes estos son: La ocupación del espacio, el
conocimiento de las nociones espaciales, la organización espacial, los componentes
de las relaciones espaciales, y la base de esta investigación, la orientación espacial.
• Orientación Espacial.
36
Ésta se define como la capacidad del sujeto de situarse, de orientarse, de
desplazarse en su entorno; también es la capacidad de situar, de orientar, de
organizar, desplazar o concebir los objetos del mundo cercano o lejano; con estos
elementos el sujeto puede construir un mundo real o imaginario (De Lièvre & Staes,
1993).
Se puede entender como la capacidad de mantener la constante localización del
propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el espacio como para
colocar esos objetos en función de su propia posición. Lo anteriormente señalado
incluye un variado conjunto de manifestaciones motrices (reagrupamientos,
decisiones, localizaciones, etc.), las cuales capacitan a la persona para el
reconocimiento topográfico del espacio.
• Ejercicios de orientación en el espacio inmediato:
Las actividades que se presentan a continuación tienen como objetivo el aprendizaje
de las nociones básicas de referencia espacial: Delante - atrás; arriba – abajo;
derecha – izquierda.
Estos ejercicios se realizan para lograr identificar los términos descritos en el cuerpo
del niño. La idea es que el niño realice actividades normales, como por ejemplo: dar
la mano, comer, dibujar o peinarse, pero siempre tomando conciencia de la mano
con las que la realiza, la izquierda o la derecha.
En niños más grandes, de entre cuatro y seis años, es necesario realizar los
ejercicios frente a un espejo; es decir, cuando quiera que el niño ejecute un
37
movimiento hacia la derecha, él debe realizarlo hacia la izquierda, puesto que está
situado frente a él.
Para reforzar los conceptos de referencia espacial se puede colocar al educador de
frente al niño, cada uno con un objeto en la mano. El educador coloca el objeto en el
suelo mientras dice: “abajo”. El niño debe copiar el movimiento y repetir la palabra
“abajo”. Repetir de la misma forma para las nociones arriba, adelante, atrás,
izquierda y derecha.
Otra actividad puede ser realizar un dibujo en el suelo, puede ser un cuadrado o un
círculo. Luego, decirle al niño que se coloque dentro de él y darle las siguientes
órdenes: salta a la derecha, a la izquierda, al frente y hacia atrás.
Con el uso de papel y un lápiz. Pedirle que realice trazos de derecha a izquierda, del
centro a la izquierda, de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo.
Estas nociones se pueden integrar realmente a través de una experiencia personal
que tenga sentido para el niño; por ejemplo: pedirle que ponga la mesa: el cuchillo a
la derecha y el tenedor a la izquierda. Que recoja el juguete que está debajo de su
cama, o que alcance el cojín que está sobre su cama.
El juego
38
Según Joseph Lee, el juego es una actividad instintiva que va guiada hacia un
objetivo. A demás, dice que el juego para un niño es netamente creación; y para un
adulto va a significar recreación. “Para el adulto, el juego representa un
entretenimiento, un momento de descanso y una forma de evadir la rutina diaria.
Para el niño, el juego es un verdadero trabajo, es el medio por el cual recibe nuevas
experiencias y aprende por medio de su hacer” (Cutrera, 1985: 51- 52).
Existen numerosas investigaciones en el transcurso de los últimos años, acerca de la
importancia e influencia del juego en el desarrollo personal y social del ser humano
(Piaget 1979, Vigotsky 1966, Huizinga 1954, Scheuerl 1990, Maturana 1996, Trigo
1995-00 entre los más destacados).
Hablar de juego hoy en día es un problema serio que convoca a numerosos e
importantes investigadores de distintas disciplinas científicas con el propósito de
otorgarle la importancia que tiene en el desarrollo de la humanidad, pues en el juego
se compromete toda la motricidad de la persona, más que en ninguna otra actividad,
debido a que se produce la unidad entre el trabajo y el agrado.
El juego se convierte en un ambiente de desarrollo significativo para el niño/a porque
responde a su propia sociocultura en conjunto con sus capacidades y limitaciones, y
desde él construye nuevos conocimientos, por lo tanto el juego es, de esta manera,
un ambiente natural y virtuoso de crecimiento y desenvolvimiento. Es bastante
común encontrar en el campo de la educación y de sus ciencias la utilización del
juego como un instrumento privilegiado para la investigación acerca de la
39
implementación de nuevas alternativas de desarrollo didáctico en las distintas áreas
de la pedagogía.
El juego en el niño:
El juego es una actividad espontánea, expresiva y creadora, que le permite al niño
exteriorizar en acciones sus sentimientos y fantasías con plena libertad. Aparece a
muy temprana edad y se hace más organizado a medida que el niño va
evolucionando. A través del juego el niño ejercita su aparato locomotor, desarrolla
funciones psíquicas, ejercita los órganos de los sentidos, comienza a conocer formas
y luego aprende la función de ellas. Es la actividad principal que ocupa el niño
durante la primera infancia. Según Claperede, el juego va a significar para el niño es
deber ideal para su vida, también va a significar trabajo, a demás dice que “la
infancia sirve para jugar e imitar”. Para Jean Château (1958), el niño que no sabe
jugar, es un pequeño viejo que cuando grande no sabrá pensar.
El juego es el centro de la infancia y va a preparar distintas funciones del niño,
requiere de su atención y moviliza todas sus fuerzas. Por su seriedad se aproxima al
trabajo, ya que compromete todo su ser. El juego desempeña entonces en el niño el
papel que el trabajo desempeña en el adulto. El adulto se siente fuerte en sus obras
y el niño se siente orgulloso de sus éxitos.
Funciones del juego en el niño:
1) Preparación para el futuro, para realizar una actividad seria (teoría de Karl
Gross):
40
El mundo del juego es una anticipación al mundo de las ocupaciones serias (juego a
la mamá, a la hija), que lo prepara para la vida adulta. Por el juego el niño conquista
su autonomía, desarrolla su personalidad y hasta los esquemas prácticos que
necesitarán en la actividad adulta. No los adquiere frente a cosas concretas y difíciles
de manejar, sino frente a sustitutos imaginativos. El juego es un rodeo por lo
abstracto, cocinar con piedras es más sencillo que cocinar con la realidad. El niño
representa en su juego lúdico al adulto, le puede imitar y asimilarse a él. El juego
está íntimamente regido por el deseo de hacerse el adulto o por lo menos “el
grande”.
2) Conoce el mundo:
A partir de los 4 meses desde el nacimiento, aparece en el niño la actividad lúdica al
comenzar a controlar su cuerpo, coordina el movimiento de la vista y puede con
bastante certeza, acercar la mano a los objetos que han localizado sus ojos. A través
del juego el niño descubre, explora, experimenta el mundo y le permite conocer el
espacio y los objetos.
3) Desarrolla capacidades:
El juego es el medio a través del cual el niño puede desarrollar funciones físicas,
psíquicas y descargar excesos de energía. En el niño se encuentran juegos que son
simples ejercicios de funciones, por ejemplo al observar una guagua de 8 meses se
puede comprobar los juegos funcionales tales como: golpear con los pies su coche,
repite gorjeos, mueve sus brazos, toma los objetos y los deja caer. Ninguno de los
gestos tiene por si solo significado, parece que el niño no hace nada, pero con los
41
juegos se moldea a sí mismo, se ejercita en mover sus piernas, lo que le permitirá
caminar más tarde.
El niño al jugar desarrolla sus posibilidades y potencialidades psíquicas: memoria,
raciocinio, imaginación y creatividad. Cuando el niño llega a realizarse plenamente se
concreta de tal forma, que corta todo lazo con el mundo real y se entrega a sus
fantasías, llegar a actuar en otro mundo, a no saber quién es, y a no conocer sus
juguetes como tales. Más tarde, mientras juega puede sumergirse en un hacer de
exigencias, moverse, ejercitar la fuerza, manipular objetos con precisión que requiere
de gran coordinación y otras veces solo emplea su fuerza. También al imitar al
adulto, está desarrollando su creatividad e imaginación.
4) Posibilidad del niño para tener placer y expresar fantasía:
Los niños gustan de aventuras físicas y de las experiencias emocionales que a
través del juego pueden satisfacer. El niño encuentra placer y goce al jugar, tiende a
repetir la actividad hasta que no encuentra placer en ella. El niño comienza y deja de
forma voluntaria el juego y muchas veces no permite interrupciones.
5) Medio a través del cual desarrolla e integra su personalidad:
Los juegos tienden a la unificación de la personalidad o su integración general, en la
actividad lúdica el niño establece una relación entre el funcionamiento de su cuerpo y
su vida interior entre los movimientos físicos, las ideas y los sentimientos. A través
del juego obtiene éxito y fracaso que le hacen ir afianzando una personalidad
equilibrada para alcanzar nuevas etapas de desarrollo.
42
El juego se convierte en una posibilidad de autoexpresión, autodescubrimiento y
experimentación de sensaciones, movimiento y de relaciones a través de las cuales
llega a conocerse a sí mismo y a formar sus propios conceptos sobre el mundo. Al
obtener experiencias, la personalidad del niño crece por medio de los juegos que
inventa y de los que aprende de otros niños y con los adultos. El niño en el juego
busca afirmar su personalidad.
6) Expresar, dominar emociones, sentimientos de rabia y angustia:
En los juegos los niños exteriorizan en sus acciones la rabia o sentimiento negativos
desencadenados por las experiencias frustrantes. Sintiendo en una situación que él
domina (ya que el ambiente lúdico es creado por ellos), en donde no hay peligro de
ser castigado o rechazado, experimentan tales sentimientos con naturalidad, por
ejemplo: pueden pelear por una muñeca, pegarle, ponerla en penitencia,
amenazarla, sin temor a la censura o represalia. El juego les permite dominar la
ansiedad, sus miedos e incertidumbre, su perplejidad ante la vida, ya que todo esto
es espontáneamente explorado en los juegos libres. Como los niños viven en un
mundo lleno de restricciones, de cosas que no comprenden y que muchas veces le
inspiran temor, recurren a la actividad lúdica para conseguir cierto control sobre tales
situaciones. Cuando la ansiedad crece exageradamente surge la tendencia a una
repetición interminable del mismo juego. Al jugar el niño desplaza al exterior los
miedos, las angustias y problemas internos, dominándolos mediante la acción, repite
en el juego todas las situaciones excesivas para él, y esto le permite su dominio
43
sobre los objetos externos. El juego es una de las formas para expresar conflictos
pasados y presentes.
7) Medio para ensayar conductas sociales y para compartir con otros:
El juego es un medio fundamental en la socialización, ayuda a que el niño fije ideas
importantes como el respeto, aprende a comportarse alternando con los demás,
aceptando las necesidades del juego, aprende a respetar derechos ajenos, a
compartir materiales con los demás, la presencia de otros compañeros le permite
comprender que es importante permanecer en grupo para lograr las metas. Todo su
mundo efectivo es estimulado por el juego, en el sentido de la cooperación,
especialmente en los juegos colectivos o en equipos. El juego le permite al niño
desarrollar la perseverancia, ya que va aprender a superarse y a ser como los demás
o también a destacarse de los demás por su eficacia y el esfuerzo, y tratará de hacer
la actividad en forma perfecta. Resumiendo, se afirma que el juego es vital en la
formación de todo niño.
El juego como medio terapéutico.
El juego permite observar, evaluar y tratar niños con problemas físicos, psicológicos
y psiquiátricos.
Aspectos físicos: Permite observar, evaluar desarrollo psicomotor, tratar los retrasos,
falta de desarrollo psicomotor, lateralizaciones de las funciones físicas debido a
diferentes patologías y también problemas emocionales secundarios acontecidos por
la enfermedad.
44
Aspectos Psicológicos: Permite tratar al niño con problemas en el aprendizaje debido
a trastornos emocionales reactivos a situaciones ambientales (niños golpeados).
Aspectos Psiquiátricos: Es importante observar si el juego del niño es normal y si lo
hace de acuerdo a ciertas características:
Se considera el juego normal si:
- El niño comunica placer y goce.
- Tiende a repetirse bastante mientras produce placer y tiene un objetivo final.
- Se comienza y deja a voluntad.
- No admite interrupciones.
- Puede realizarse en el contexto de jugar solo (1 a 3 años recién le interesa jugar
con otros niños) o tener la capacidad de dejar de relacionarse con la madre.
- Da la posibilidad de reconocer diferencias en cuanto a sexo en los niños. Los
niños juegan en forma distinta a las niñas.
En el niño con trastorno psiquiátrico vamos a:
- Observar sus reacciones, expresión y control de emociones, se siente
angustiado, siente placer, alegría.
- Ver cómo controla sus sentimientos de frustración frente al fracaso, frente a
gustarle un juguete o la destrucción de él.
45
- Cuáles son sus preferencias al jugar, tipos de juego: motores, intelectuales o
expresivos.
También se va a observar la capacidad de jugar que tiene el niño:
- Si juega o no, si no lo hace sería una situación extrema de patología que puede
ser parcial o total.
- Si se relaciona mejor con objetos o busca el contacto con niños o prefiere al
adulto. Observar la calidad de la relación que establece.
- Observar y reconocer rasgos de carácter y sintomatología como: agresividad,
autismo, egocentrismo, hiperactividad, inseguridad, timidez, dependencia, etc.
Formas patológicas del juego
- El juego produce angustia.
- El juego muy repetitivo, ataque de rabia cuando se le quita, es una compulsión
(se ve en neuróticos o autistas).
- Juego muy empobrecido, se ve en niños con déficits intelectual.
- Falta de placer en niños depresivos.
- Falta de capacidad para jugar con juguetes y personas que les molesta, esto se
ve en niños seducidos sexualmente.
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- Falta de capacidad para jugar con los objetos sin emplearlos en su función, se
observa en niños autistas.
Terapia a través del juego
Actitud del terapeuta: Debe haber una comunicación constante entre el niño y el
Terapeuta Ocupacional (T.O), el niño debe percibir que el TO está interesado en su
juego, lo está observando y entendiendo.
- El niño debe percibir que el TO le permite jugar con lo que él quiera y no lo reta, y
tiene interés en él.
- El TO no debe interferir en la espontaneidad y creatividad del niño.
- El TO debe darle apoyo emocional, afecto que habitualmente le falta en su casa.
47
Estimulación de la orientación espacial (5 a 9 años)
A través de la estimulación temprana se busca fortalecer este tipo de inteligencia
llamada orientación espacial, teniendo desarrolladas las ideas espaciales en cuanto
a la situación, relación, movimiento acertero y a demás la destreza del propio
esquema corporal. Se trata de estimular a los niños desde muy pequeños, pero
siempre esos ejercicios deben ser apropiados a la edad y su desarrollo, por ejemplo,
en el caso de un bebé cuando le mueven un sonajero en su oído derecho este ya
comienza a tener conciencia del espacio.
Para estimular la orientación espacial hay que tener en cuenta una serie de
habilidades que permiten que ésta se pueda desarrollar de forma adecuada,
llamadas habilidades básicas. Estas habilidades son: esquema corporal, orientación
espacial de objetos, giro mental de figuras, razonamiento serial, comparación de
forma, tamaño y distancia, noción de dirección, coordinación óculo manual y la
memoria visual. El estimular estas habilidades de forma correcta y constante
estamos permitiendo que la orientación espacial del niño mejore sustancialmente.
Ya que en los niños con S. D. estas habilidades son adquiridas más tardíamente, y
en algunos casos de forma deficiente, es necesario estimular desde muy temprana
edad teniendo en cuenta que su desarrollo es más lento y por lo tanto, evitar la
frustración por la tardanza de los resultados.
No se debe presionar durante el proceso de aprendizaje, ya que la educación de
estos niños debe estar centrada en aspectos concretos, sistemáticos e inmediatos.
48
La orientación espacial suele no estimularse mucho en los colegios, por lo que es
necesario practicarlo en el hogar junto al niño, con o sin S. D., de forma reiterada a
través del juego, teniendo en consideración las habilidades básicas antes
nombradas.
A continuación se expondrá un protocolo de juego elaborado en base a las
necesidades de un niño con Síndrome de Down para desarrollar y fortalecer la
orientación espacial.
Protocolo de juego para niños con Síndrome de Down (5 a 9 años)
1. Nombre del juego: “ Gynkana de Postas”.
2. Tipo de actividad: Cognitivo, motor y social.
3. Número de participantes: Mínimo 4.
4. Tiempo de Duración: 10 a 15 minutos.
5. Objetivos:
Fortalecer la Orientación Espacial.
Mejorar control postural.
Fomentar el trabajo en equipo.
6. Descripción:
Se forman tres equipos.
En cada equipo se ubicarán los niños en filas.
En cada posta habrá un participante del equipo.
49
Primera Posta: El primer participante tendrá que llenar un laberinto que
se le entregará en una hoja con un lápiz (el participante tendrá una
oportunidad para llenarlo); luego debe tomar una pelota y llevarla hasta
la próxima posta pasando por arriba de un obstáculo (cajón) y entregar
la pelota al siguiente participante.
Segunda Posta: El segundo participante una vez recibida la pelota,
deberá estar con los ojos vendados y comenzar a botear con una mano
hasta llegar a la siguiente posta y entregar la pelota al próximo
participante.
Tercera Posta: El tercer participante una vez recibida la pelota, debe
pasar por entremedio de unos conos en zigzag con la pelota en las
manos, al final de los conos debe encestar el balón (una sola
oportunidad); este último participante deberá correr hasta el final de la
fila y sentarse.
El juego termina cuando todos los participantes de la fila hayan pasado
por las postas y se encuentren sentados; este será el ganador.
7. Materiales y recursos: Tres mesas, papeles con laberintos, tres lápices, tres
pelotas, tres cajones, tres pañuelos, doce o quince conos, tres aros.
8. Precauciones:
Cuidar que el terreno donde se realiza la actividad no presente relieves,
ni imperfecciones en él.
Tener un monitor por grupo para orientar a los niños.
50
9. Adaptaciones:
Si el niño no puede botear la pelota con los ojos vendados, debe gatear
empujando la pelota entre sus brazos mientras avanza.
Falta agente motivador al iniciar la actividad, y actividad de
finalización
51
Integración Sensorial en Terapia Ocupacional
Los sentidos del cuerpo, van guiando al cerebro en relación de a dónde se
encuentran las partes del cuerpo y qué es lo que están haciendo. Para esto, el
organismo cuenta con sistemas sensoriales, que son los mecanismos de entrada del
sistema nervioso. Por ejemplo, el sistema propioceptivo indica la posición de las
articulaciones y de los músculos, agregando información sobre las posiciones del
cuerpo en el espacio. Por otro lado, el sistema vestibular informa la posición de la
persona en relación con la gravedad. El sistema somatosensorial (o del tacto)
comunica donde una persona termina y a dónde inicia el exterior, los receptores de
este sistema se encuentran en la piel. También está el sistema sensorial visual, el
auditivo y el olfatorio/gustativo.
Cada uno de estos sistemas sensoriales tiene funciones distintas. La sensación
implica la transmisión de un estímulo al cerebro, estando ahí, los estímulos tienen
diversos cambios, para luego ser organizados y luego medirlos y compararlos con
experiencias anteriores, para así establecer que significan estos nuevos estímulos.
Por lo tanto, se entiende que la sensación va a relacionarse con el desarrollo
emocional y social que van a tener las personas, como también tiene relación con los
procesos que ocurren a nivel fisiológico y neurológico, y por lo tanto también influye
en el aprendizaje de las personas.
La integración sensorial se torna primordial en la interpretación de la información del
aprendizaje y también de lo que nos rodea. La Dra. Ayres definió la integración
52
sensorial como el “proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio
cuerpo y del entorno, y hace posible el uso del cuerpo eficazmente en el entorno”
(2004, p. 9). La sensación va guiando la participación de una persona con otras, y
también la relación que va a tener con el entorno y sus objetos, por lo tanto va dando
la posibilidad a las personas de ir participando en distintas ocupaciones en su vida.
La teoría de integración sensorial desarrolla por Ayres, ayuda al conocimiento y
comprensión de la relación que existe entre el sistema nervioso y la conducta que
tienen las personas, haciendo énfasis en la capacidad que tiene una persona de
procesar acertadamente la información sensorial que llega desde su cuerpo e
integrarla con la información de lo que ocurre en su entorno, para así lograr una
respuesta adaptativa al medio.
En la práctica de Terapia Ocupacional, es frecuente hacer uso de la Integración
Sensorial como Marco de Referencia, utilizada como herramienta para evaluar y
también para intervenir. Así también, es utilizada en niños que presentan diferentes
trastornos ya sea en el aprendizaje como en la conducta, alteraciones de las cuales
se puede o no tener conocimiento en un comienzo, ya que no siempre son notorias
en los niños, muchas veces sólo los padres pueden distinguirlas, o quizás un
profesional del área, pero generalmente estas alteraciones se encuentran en el
anonimato, dificultando desde un comienzo el tratamiento temprano de esta
“disfunción en los procesos de integración sensorial” (Ayres, 2005).
53
La teoría de integración sensorial que fue desarrollada por Ayres, ayuda a ir
conociendo y explicando la relación que existe entre el sistema nervioso y la
conducta que tienen las personas. Esta teoría cuenta de cinco características
básicas para formar su base (Crepeau, Cohn, Schell, 2011):
- La neuroplasticidad, o el potencial de cambio que tiene el cerebro que se está
desarrollando.
- La interacción que existe entre las áreas del cerebro corticales y las
subcorticales: La interrelación que ocurre entre la corteza y las estructuras
subcorticales va a ayudar en los procesos que tiene el cerebro para
organizarse. El sistema nervioso consta de espacios que integran la
información que viene de diferentes fuentes, estos sitios tienen neuronas
convergentes o polisensoriales (Ayres, 1972).
- “El desarrollo neurofisiológico de las funciones de integración sensorial que
ocurren en un orden natural y siguen una secuencia básica” (Crepeau, Cohn,
Schell, 2011): Los niños que cuentan con un ambiente favorable, van
adquiriendo diferentes experiencias sensoriales, que los van a ir ayudando a
tener una mejor adaptación al entorno que permanentemente le va a ir
ofreciendo nuevos desafíos. El niño al experimentar estas diversas
sensaciones, va a ir exigiendo a su cerebro que las organice, y según la
actividad y el momento en que se encuentre, puede inhibir algunas
sensaciones y a otras sí prestarle atención; experimenta sensaciones que le
imponen una demanda sobre el cerebro, para organizar los estímulos
54
entrantes en percepciones. Este mecanismo de facilitación e inhibición,
permite al cerebro organizarse (Ayres, 2005).
- La respuesta adaptativa: Como lo propone Ayres, el mayor desarrollo de la
integración sensorial que tiene una persona, va a suceder en una respuesta
adaptativa, ya que ésta va a ser una respuesta a lo que demanda una
experiencia sensorial. En esta respuesta adaptativa, se va dominando el
desafío, y junto con ello, se suma un nueva experiencia y el aprendizaje de
algo nuevo.
Lázaro y Berruezo (2009), en su “Pirámide del desarrollo humano”, la
conducta adaptativa de las personas, tiene su posición en la cúspide de esta
pirámide. Por lo que se puede concluir, que la capacidad de responder
adaptativamente a lo que el entorno va demandando, es de vital importancia
para el desarrollo del ser humano.
- Un impulso interno, que va a ayudar a cumplir y dominar un desafío,
desarrollando así la integración sensorial: En cada niño hay un impulso interno
que genera una motivación para explorar, para poder enfrentar un desafío
nuevo; gracias a este impulso interior no es necesario decirle a los niños que
deben gatear ni tampoco la forma en que se debe hacer, ni como alcanzar la
bipedestación, ni como correr, etc. El niño va indagando a su alrededor, todas
las posibilidades que tiene para ir desarrollándose, intentándolo una y otra
vez, hasta conseguir el objetivo.
55
El marco de referencia de la integración sensorial en Terapia Ocupacional, va a
basarse en 3 componentes de la práctica de esta profesión (Crepeau, Cohn, Schell,
2011), los cuales son:
1.- “Aplicación de los conceptos teóricos que sustentan la práctica basada en la
evidencia” (Crepeau, Cohn, Schell, 2011, pág. 796).
2.- Instrumentos de evaluación para analizar y hacer un exámen de la integración
sensorial de las personas en relación a sus funciones. Por ejemplo: pruebas de
integración sensorial y praxia, medidas de procesamiento sensorial, observaciones
clínicas de las funciones neuromotoras y juego (analizando la planificación motora).
3.- Estrategias para aplicar en la intervención.
¿Cómo saber si una persona presenta una disfunción de la integración
sensorial?
La investigación de la disfunción de integración sensorial, se basa en identificar
patrones y tipos de ésta alteración, utilizando pruebas de integración sensorial y
praxia (Ayres, 1989; Mulligan 1998). Y según los estudios, se propone que ésta
disfunción se relaciona con procesos de:
- Praxia: Es la planificación e ideación motora, para poder ejecutar de manera
eficaz alguna tarea motora no habitual. Al haber una alteración en la praxia,
puede existir escasa planificación de actividades nuevas, poca utilización del
cuerpo para series de acción de procedimientos motores, mínima modificación
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de una acción para favorecer los resultados, o sea, no hay buena respuesta
adaptativa.
- Modulación sensorial: Tiene relación con la autoorganización que tiene el
cerebro para poder facilitar o inhibir los estímulos que llegan a él. Cuando
existe una disfunción en este ámbito, pueden ocurrir comportamientos como
hipersensibilidad auditiva o inseguridad gravitacional, etc.
- Discriminación sensorial: Es la capacidad que tienen las personas para poder
saber con precisión y de forma eficiente en donde se encuentran los diferentes
segmentos de su cuerpo, y la relación que tiene él con el entorno, ya sea con
otras personas o con objetos. Si ocurre alteración en la discriminación
sensorial, puede ocurrir que la persona tenga una lenta reacción a los
estímulos del ambiente, escaso control de la postura, por ejemplo.
Intervención:
La intervención de la Terapia Ocupacional en el área de integración sensorial, busca
la proporción de sensaciones tanto táctiles, vestibulares y también propioceptivas.
Estás sensaciones van a promover un aumento de la conciencia corporal, tener
conciencia del cuerpo en relación a la gravedad, saber la posición de su cuerpo en
relación al entorno.
Por lo tanto, la intervención debe tratar de lograr el impulso interno, anteriormente
mencionado, así ir colaborando en el desarrollo y crecimiento neural del niño. Se
debe tener en cuenta que se debe proporcionar un “entorno terapéutico” (Ayres, 57
2005) adecuado, sino que también establecer una alianza terapéutica. Según
Parham y cols. (2007), la intervención en donde se utiliza la integración sensorial
debe tener presente algunas cualidades, y estas son (Crepeau, Cohn, Schell, 2011,
pág. 804).:
Un terapeuta calificado (conocedor de los principios biológicos y
neurológicos de la teoría de integración sensorial).
Utilización de oportunidades sensoriales (vestibulares, táctiles y
propioceptivas) diversas y apropiadas.
Posibilidad de moverse en el espacio, para ir logrando respuestas
adaptativas.
El terapeuta debe facilitar lograr el éxito de la actividad, entre otras.
La intervención está dirigida al niño, y se encuentra en un contexto de juego. El
terapeuta debe promover que el niño participe de forma activa, buscando el logro de
una respuesta adaptativa. Y los objetivos de esta intervención (Parham y Mailloux,
2005, pág. 393) son:
Aumento de la frecuencia o la duración de las respuestas adaptativas.
Potenciar las habilidades cognitivas, académicas y de lenguaje.
Mejorar autoestima y autoconfianza.
Mejorar vida familiar.
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Mejorar el desempeño ocupacional y la participación en la sociedad.
Potenciar habilidades de motricidad fina y gruesa.
El niño Síndrome de Down
Al analizar la unidad neuronal de los niños con S. D, se observa una alteración de las
neuronas y hay cambios morfológicos que van a desencadenar una disfunción
cerebral, existe una alteración importante que afecta los elementos de la
comunicación que existe entre las neuronas, llegando a una alteración de la sinapsis.
Estas características repercuten en la dificultad que éstos niños tienen para recibir,
integrar, y disponer con efectividad y rapidez de la información sensorial.
Es por esto, que en la gran mayoría de los casos de niños con S. D, no existen
disfunciones en los órganos sensitivos ni tampoco en los nervios, ya que la alteración
se encuentra en un desarrollo defectuoso de las áreas sensitivas del cerebro. El
desarrollo cognitivo en este síndrome es más lento y tiene dificultades, se caracteriza
por “una cierta viscosidad” (Inhelder, 1969), lo que quiere decir, que permanecen un
tiempo mayor de lo normal en los estadios de desarrollo, que pueden regresar
fácilmente de uno al otro; se mueven más bien por lo concreto más que por lo
abstracto, y tienen un alto grado de fatiga (cansancio) y poca tolerancia a la
frustración, por lo tanto, la intervención debe estar planificada tomando en
consideración estos aspectos.
A estos niños les es muy difícil lograr algún aprendizaje como lectura o escritura, si
no existe una educación psicomotriz que vaya promoviendo la capacidad de 59
percepción temporal y espacial, también promueva la conciencia de su propio cuerpo
y del entorno. Para que el niño empiece a percibir el espacio, es necesario que sepa
los límites de su cuerpo, y lo que lo rodea (sistema somatosensorial).
La organización espacial, es uno de los aspectos que va a incidir en que el niño con
S. D. pueda lograr el aprendizaje de la lectura y de la escritura, ya que con la
organización espacial el niño logrará moverse y dominar el entorno, pudiendo así
desplazar de forma adecuada los segmentos de su cuerpo. Esto se debe ejercitar
mediante el juego, ya que a demás de ser una actividad placentera, para estos niños
es una manera de comunicación, es una forma de causar en el niño la iniciativa de
que indague en la información del pasado, promoviendo así, que tenga una
respuesta adaptativa.
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Conclusión
El Síndrome de Down es un trastorno genético, en donde la causa es la existencia de
una alteración en el cromosoma 21. Este Síndrome provoca diversas dificultades,
como por ejemplo: grado variable de retardo mental, alteración en el tono muscular,
problemas médicos (en la audición, la vista, entre otros), lentitud en el desarrollo
motor.
En este último punto – desarrollo motor – es donde se debe colocar énfasis, ya que
éste, influye en diferentes procesos por los cuales debe pasar el niño, y al verse
retrasados en el inicio de las actividades locomotrices, deben esforzarse aún más
para lograr sus objetivos. El desarrollo psicomotriz tiene su efecto en el proceso de
formación de la personalidad, en el desarrollo intelectual, social y afectivo; le ayuda a
dominar el movimiento corporal, mejora la memoria y atención, permite a los niños ir
afrontando los desafíos del entorno, logrando así respuestas adaptativas.
Ballesteros (1982) dice que el conocimiento y el dominio que se tiene sobre el
cuerpo, va a ser el pilar desde donde el niño construirá el resto de los aprendizajes.
Aquí entran en juego el concepto de esquema corporal, el cual es el conocimiento
que se tiene del propio cuerpo, de los movimientos que se pueden hacer o no con él;
también los conceptos de orientación y estructuración espacial, los cuales son
importantes en permitirle al niño los movimientos adecuados para que el pueda
organizar el espacio.
Y la Orientación Espacial, permite a las personas situarse, orientarse, desplazarse
en su entorno; también es la capacidad de situar, de orientar, de organizar, desplazar
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o concebir los objetos del mundo cercano o lejano; por lo tanto, es algo que se debe
reforzar.
La estimulación precoz es fundamental para su desarrollo, aunque se debe tener
conciencia que conlleva muchos años, y debe haber una constancia y apoyo familiar
imprescindible, lo que va a ayudar a la futura inserción social. A través de la
estimulación temprana se busca mejorar la orientación espacial, los ejercicios deben
ser apropiados a la edad y su desarrollo, y se debe tener en cuenta una serie de
habilidades básicas que permiten que ésta se pueda desarrollar de forma adecuada.
La orientación espacial suele no estimularse mucho en los colegios, por lo que es
necesario practicarlo en el hogar junto al niño de forma reiterada a través del juego.
Y es aquí donde la integración sensorial se torna importante en estos niños, ya que
es la que permite la interpretación de la información del aprendizaje y también de lo
que nos rodea, sabiendo que la sensación es la que va guiando la participación de
una persona con otras, y también la relación que va a tener con el entorno y sus
objetos, por lo tanto, da la posibilidad de ser partícipes en distintas ocupaciones.
La intervención de la Terapia Ocupacional en el área de integración sensorial, busca
proporcionar sensaciones tanto táctiles, vestibulares y también propioceptivas, las
que van ayudando en el aumento de la conciencia corporal, tener conciencia del
cuerpo en relación a la gravedad, saber la posición de su cuerpo en relación al
entorno. La intervención está dirigida al niño, y se encuentra en un contexto de juego.
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