Por : Verón ica Vásconez V.

Ocho claves para una buena redacción en la web

Fuente: Manual de estilo de redacción en Internet.

Hay que documentarse antes de escribir

La fase previa a la redacción de una historia es importante. En la red podemos encontrar todo tipo de recursos informativos y de contexto relacionados con aquello que vamos a contar, pero debe ser verídica y atrayente.

Estructura bien lo que vas a contar

Hay que saber ordenar correctamente las ideas que se tiene y con la ayuda de los links se puede ampliar la información de palabras técnicas de difícil comprensión.

El uso de pequeños titulares informativos también puede ayudar a separar párrafos.

Una longitud adecuada

La redacción tiene que ser corta, precisa, hay que hacer párrafos cortos de cuatro a cinco líneas con dos o tres frases u oraciones por cada párrafo . Una idea por párrafo porque el lector en Internet tiene un tiempo de dos minutos para engancharse con el tema.

La puerta de entrada es un buen titular

Hay que tener ingenio y creatividad para crear un titular atractivo con el objetivo de que no pase desapercibido en los buscadores y posicionamiento de la web.

El titular es primordial para captar la atención de quien nos lee.

El enganche del primer párrafo.

No solo es importante un titular llamativo, las primeras palabras con las que se encuentre el lector tienen que ser importantes para que siga leyendo lo que viene a continuación.

Mantener la atención a lo largo del texto.

No basta con impresionar al inicio, es preciso mantener la atención durante el desarrollo de la historia que puedan resultar de interés de un solo vistazo.

Sí a la pirámide invertida. 

Construir el texto de lo más a lo menos importante es una regla que se aplica a los textos en internet. Esto no significa que evitemos mantener la tensión de la historia, pero sí que los datos más relevantes se aporten en los compases iniciales.

Elementos complementarios. 

El uso correcto de recursos multimedia como imágenes, vídeos, infografías, podcast, entre otros, hace que nuestro texto sea más atractivo, pero que siempre y cuando aporten valor y no sean un mero adorno.