numero37

8
8 MACEO PARKER Cada concierto de uno de los mejo- res saxofonistas actuales es un 2% de jazz y un 98% de funk. El miérco- les actúa en la plaza de San Román. 3 ... DIGO DIEGO Intrussión Teatro se acerca a las múltiples facetas del autor salman- tino Torres Villarroel dentro del pro- grama Vidas y Ficciones. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005 De ciudadanos y héroes Ur Teatro presenta en la Plaza Mayor, el viernes y el sábado, la tragedia más política de Shakespeare. 4 N° 37 Suplemento de artes y letras CORIOLANO Ginés García Millán es Coriolano en el montaje de Ur Teatro

description

4 Ur Teatro presenta en la Plaza Mayor, el viernes y el sábado, la tragedia más política de Shakespeare. N° 37 Suplemento de 8 MACEO PARKER 3 ... DIGO DIEGO Intrussión Teatro se acerca a las múltiples facetas del autor salman- tino Torres Villarroel dentro del pro- grama Vidas y Ficciones. Cada concierto de uno de los mejo- res saxofonistas actuales es un 2% de jazz y un 98% de funk. El miérco- les actúa en la plaza de San Román. TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

Transcript of numero37

Page 1: numero37

8 MACEO PARKER

Cada concierto de uno de los mejo-res saxofonistas actuales es un 2%de jazz y un 98% de funk. El miérco-les actúa en la plaza de San Román.

3 ... DIGO DIEGO

Intrussión Teatro se acerca a lasmúltiples facetas del autor salman-tino Torres Villarroel dentro del pro-grama Vidas y Ficciones.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

De ciudadanos y héroes

Ur Teatropresenta en laPlaza Mayor, elviernes y elsábado, latragedia máspolítica deShakespeare.

4

N° 37Suplemento de

artes y letras

CORIOLANOGinés García Millán es Coriolano en el montaje de Ur Teatro

Page 2: numero37

la Plaza Mayor ha vivido, a estas alturas yahora que cumple años, de todo. Visitas de

jefes de Estado cuyos medallones figuran máso menos manchados en sus soportales, con-ciertos musicales, conciertos de la tuna, polí-ticos llevados a hombros tras no ser investi-dos del cargo que esperaban, manifestacionesreivindicativas... Hay imágenes para llenar li-bros enteros. Y la Plaza siempre ahí, con susfachadas, su piedra de Villamayor y ese porteentre estirado y acogedor, como si nada. Es el

lugar común. Si algo pasa, es allí. Ha funciona-do siempre como el espacio centralizado desdedonde se construye esta ciudad. Ur Teatro re-cibió el encargo de preparar un montaje para laPlaza y eligió Coriolano, quizá la obra más po-lítica de William Shakespeare, cuyo héroe, unguerrero, es elegido por todos para construirla antigua Roma. El clásico, con su habilidad ybelleza habituales, reflexiona sobre el poder,cómo se accede y cómo se mantiene uno en él.Helena Pimenta, directora de la compañía y

salmantina, y Yolanda Pallín, que ha adaptadoel texto original, ponen el acento en la cons-trucción de una ética ciudadana, de cómo sefabrican y destruyen los modelos por los quenos guiamos. Y parece muy acertado hacerloen esa Plaza en esta época de revuelos políti-cos y palabras que desvirtúan su sentido. Eneste número también, Intrussión Teatro y suacercamiento a Torres Villarroel, la simbólicavida de Eduardo Haro Ibars y los conciertos deMaceo Parker y Mercromina.N

°37

1FESTIVAL DE LAS ARTES: PUNTOFINAL AL MARATÓNFinalizado el viernes el Festival de lasArtes con el concierto de la ThieveryCorporation –el último y el de mayorasistencia de público–, deja una primerasensación: ha sido un maratón que sólohan corrido los que trabajaban en él. Elequipo del festival tiene que haberquedado exhausto, pero el público–excepto en muy contadas excepciones,casi todas con la Plaza Mayor comoprotagonista– ha visto todo ese derrochede recursos humanos, técnicos ypresupuestarios con cierta indiferencia,intentando enterarse de qué iba lacarrera y de qué equipo eran los de verde.Aquí van algunas claves de aspectos quepueden ser manifiestamente mejorablespara futuras ediciones.Promoción. El director artístico delFestival, Guy Martini, ya manifestó enestas páginas la necesidad de una mayorcomunicación con el público potencialpara dar a conocer algunos espectáculoscuya fama no es proporcional a sucalidad. Este error de base –se empezó ahablar del Festival sólo unos días antes desu comienzo– ha lastrado la mayor partede los espectáculos de pago, muy escasosde público.Saturación. Miércoles, día 13. A las ocho,la Compañía Nacional de Danza en elCAEM; a las nueve y media, el TeatreLliure en el Multiusos –por favor, quenadie haga de necesidad virtud: elMultiusos es un horrible lugar para unespetáculo teatral–; a las once, JoBithume en la Plaza: tres espectáculos enun solo día, imposible ir a los tres, niqueriendo. Ni gratis. Múltiplesactividades en los barrios, programasindependientes sumados al Festival aúltima hora; conciertos que aparecen–Suzanne Vega– como por arte de magia;Noches del Fonseca que aparecen dentroy luego salen fuera con una programaciónrecortada respecto a la inicialmentepublicada por el propio festival... noaportan claridad a quien quiere seguir unprograma. El resultado, poco público paratodo aquello que requería un esfuerzo.El público. Poca o muy poca gente hapasado por taquilla. Los espectáculosgratuitos en la Plaza –La Fura,Plasticiens, Jo Bithume– aumentan unamedia que en casos como la músicaclásica es sangrante, especialmente en laprimera mitad del festival, unas malas

fechas para motivar a un público joven.Descoordinación institucional. Ademásdel ya mencionado ‘caso Fonseca’ y eldestierro al Multiusos de Blanca Li y elLliure por estar los teatros ocupados,resulta sorprendente como laprogramación de Salamanca 2005 hatenido que retrasar una semana elestreno de su auténtico plato fuerte–producción propia, creadoexclusivamente para la Plaza–, elCoriolano, de Ur Teatro, por coincidenciade fechas. Debería suponerse un mayorentendimiento entre Ayuntamiento yJunta, que ha sido total en otrasmanifestaciones no necesariamente decarácter cultural. Este retraso haperjudicado al espectáculo de Ur, que yano podrá contar con la música en directode la Joven Orquesta Ciudad deSalamanca. Y no pensemos ya en elhipotético turista cultural que hubieraprogramado un viaje para asistir alestreno ‘mundial’. Recuerden lo delmodelo de ciudad...Puede parecer este balance negativo, perosólo constata hechos que saltan a la vistacon un mínimo seguimiento del Festival.Siempre aparecen puntos negros en unaorganización tan compleja, pero lo que seha expuesto responde más a cuestionesde concepto que deberían solventarsepara afianzar en la ciudad un Festivalcuya celebración es, sin duda, muynecesaria. Sus responsables –que, en laesfera política, ya han confirmado sucontinudad en las mismas condicioneseconómicas– deberán extraer susconclusiones, hacer sus lecturas –cuantomás objetivas mejor–, su autocrítica,reforzar sus numerosos puntos positivosy limar los negativos. Lo demás es tirar eldinero

2GOOD BYE, MCBAINAcaba de dejarnos un tipo llamadoSalvatore Lombino, nacido en 1926 enNueva York. Se le conocía más por susdiferentes sobrenombres: Evan Hunter–con el que firmó el guión de Los pájaros,de Alfred Hitchcock–, y Ed McBain, queempleó para escribir a partir de 1956 unalarga saga de novelas con la Comisaría 87como protagonista múltiple. Carella y losdemás inspectores eran policías confamilia, íntegros y capaces en una ciudadimplacable, originando un estilo seguidoen Canción triste de Hill Street ysecuelas.

Recortes Antonio Marcos

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

El Teatre Lliure con su Ricardo III en el Multiusos, un recital de poesía en el Mercado Central y

Alejando Lucas con su Doctor Chicle en Garrido, algunas imágenes de un festival que acaba de

terminar / PRIETO

Page 3: numero37

Intrussión revive al Gran Piscator

Roberto García Encinas, María A. Alameda (arriba), Alfonso Mendiguchía y Esther V. Nácar, en el local de ensayo / LADOIRE

desde que en 2002 se pusie-ra en marcha el programaVidas y Ficciones, la nómi-

na de personas y personajes sal-mantinos que han saltado desde elpapel a la calle se ha ido engor-dando considerablemente. La ideanació con el objetivo de teatralizartodo eso que compone lo que se hadado en llamar el ‘patrimonio in-tangible’ de la ciudad, una nóminade nombres históricos y creacio-nes de la ficción que ni turistas nisalmantinos tienen habitualmen-te al alcance de la vista. IntrussiónTeatro representó ya el pasadoaño la vida de Diego de Torres Vi-llarroel (Salamanca, 1963-1770) yrepite este fin de semana y el 7 deagosto en el Patio de Escuelas. Ysi se trata de ‘dar a conocer’, nun-ca mejor aplicado que a este hom-bre del siglo XVIII que ha pasado ala historia como el último pícaro,

cuyas andanzas le llevaron desdela cárcel a la Corte, del sacerdocioa las matemáticas y a desencan-tar casas embrujadas. Después deuna etapa en Madrid, cuando vol-vió a la ciudad en 1726 para ocuparla Cátedra de Matemáticas, losalumnos celebraron grandes fies-tas, «por la gran novedad de veren sus escuelas un maestro rudo,loco, ridículamente infame, de ex-traordinario genio y de costum-bres sospechosas», según el pro-pio autor.

«Al recibir el encargo de hacerun personaje histórico e investigarsobre él vimos que había sido mé-dico, astrólogo, torero, actor, dra-maturgo, novelista... esto nos da-ba bastantes posibilidades desdeun punto de vista teatral que otrosnombres que se habían barajado.Nos hemos centrado en su facetade pícaro, aunque hay varias opi-niones y versiones que dicen queigual se lo inventó todo porque es-taba muy de moda ser un pícaroen su época. A partir de ahí hemosdesarrollado, en media hora, sustrabajos como astrólogo, médico,actor, escritor...», explica RobertoGarcía Encinas, fundador de In-trussión Teatro y autor del guión.

Intrussión se distingue en susúltimos trabajos por revisar clási-cos, aportándoles un toque de co-media que es el sello de su trabajo.Somosonosomos, con dos actoresque recorren el universo de Wi-lliam Shakespeare, o su más re-

ciente Te pierdo, Miguel, sobreCervantes, son ejemplos de un es-tilo muy consolidado.

«Es un montaje que se apoyamucho en el ritmo, en el movi-miento», dice María A. Alameda,una de las dos actrices que inter-vienen en la representación. Gar-cía Encinas asegura que «creo quees el montaje más serio que tene-mos. Tiene un ritmo de comedia,pero compensado porque no que-ríamos frivolizar el personaje ni

como «un poco ‘friki’, salvando lasdistancias, algo así como el refrán‘discípulo de mucho, maestro depoco’, que no fue profeta en su tie-rra pero que tampoco salió deaquí». Roberto García Encinaspiensa que «aquí se le hizo muchola puñeta, hubo una cruzada con-tra él, le echaron de la ciudad. EnMadrid se le respetaba más, perocreo que más como una moda, quedebería ser un personaje gracio-so, divertido de tener en la corte».En una de sus mejores obras, Vi-da, su autobiografía, el mismo To-rres se define así: «Soy regular-mente apacible, de trato sosegadocon los iguales. En las conversa-ciones hablo poco, quedo y mode-rado, y nunca tuve valor para me-terme a gracioso (...) sólo me enfa-dan los embusteros, los presumi-dos y los porfiados...».

Quien firmara sus Almanaquesy Pronósticos como el Gran Pisca-tor de Salamanca sigue siendo unpersonaje contradictorio: pícaro ya la vez quizá el primer autor delas letras españolas que pudo vi-vir desahogadamente de los bene-ficios de su obra; poco valorado yposeedor de un estilo punzante yun fino humor negro. Torres Vi-llarroel, el de la avenida de los VanDyck y el instituto de San José, si-gue siendo un terreno abonado pa-ra los amantes de la literatura he-terodoxa y desconocida.

A. Marcos

tampoco que el texto fuera una lo-sa. Es un ‘Vidas y ficciones’, peroadaptado a nuestro sello». La his-toria transcurre con dos persona-jes, el Torres joven y pícaro (Al-fonso Mendiguchía) y el maduro,subido a un púlpito y recitando enlatín. Alameda y Esther V. Nácarsuponen en contrapunto cómico,interpretando a personajes queejercen tanto de cortesanas comode enfermeras.

Mendiguchía define a Torres

Intrussión Teatrorepresenta el próximo finde semana Digo Diego,una revisión en ritmo decomedia sobre la vida deuno de los escritores máscomplejos y menosconocidos de la literaturaespañola, el salmantinoDiego de Torres Villarroel.

El montaje tiene unritmo de comedia,pero compensadoporque no queríamosfrivolizar el personajeni tampoco que eltexto fuera una losa.Es un ‘Vidas yficciones’, peroadaptado a nuestrosello

Nos hemos centrado en su faceta de pícaro,aunque hay varias opiniones que dicen queigual se lo inventó todo porque estaba muy demoda ser un pícaro en su época

3TEATRO culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

Perelétegui

Page 4: numero37

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

«Cada sociedad crea ydestruye a sus héroes»

Ur Teatro representa el viernes y el sábado en laPlaza Mayor el Coriolano, una de las tragedias másinexploradas de Shakespeare. Su ubicación en esteespacio público ha hecho que su directora hayapuesto el acento en la construcción de una éticasocial y en los héroes que la propia sociedad crea,utilizando una imagen de Roma que pertenece alimaginario colectivo.

HELENA PIMENTA

Estamos acostumbrados a pre-senciar en la Plaza espectácu-los de gran formato que ponensu acento en lo visual, pero ensu Coriolano el texto es el pro-tagonista. ¿Cómo se han en-frentado a este reto?

El espacio te va condicionan-do y al principio lo vives como al-go que te agrede un poco, porquela palabra metida ahí... piensas encómo concentrarla, en cómoadaptar la actuación. Y hemosido viendo que hay un mundo vi-

Antonio Marcos

sual conformado por el espacioescénico y la Plaza detrás quetermina alimentando otra vez alas palabras. No es nada usualque un texto con esta fuerza y tanpoco frecuentado se haga en unmarco así. Esto se hace una vezen la vida. Es especialmente úni-co y nunca hemos dejado de sor-prendernos en el proceso.

¿Tiene la Plaza Mayor un pesodramático o simbólico en el es-pectáculo?

La Plaza está siempre comoreferencia. Nos costó tomar la de-cisión de montar un graderío, pe-ro esto garantiza la buena mar-cha técnica y la comodidad del es-pectador. La obra trascurre mu-cho en la plaza pública en Roma,y es como si la plaza fuera el sos-tén conceptual de la propia obra,es ella la que habla del paso de lossiglos. El escenario tiene un bajo-rrelieve que está inspirado en lasruinas romanas y funciona comola ciudad sobre la ciudad. Se es-tablece un puente entre la épocade la acción –quinientos años an-tes de Cristo–, la época de Sha-kespeare –ya en el siglo XVII– yel presente. Es un círculo quecontiene historias y que tiene unacantidad de ecos que salta eltiempo.

Éste es su séptimo Shakespea-re, ¿es el más complejo?

Desde que lo conozco más ycon más experiencia y madurezdiría que La Tempestad es el máscomplejo porque el sentido se fu-ga, entra en una dimensión casimetafísica. Pero Coriola-no es una de las tragediasmás complejas e inexplo-radas, aunque ha atraídoa todos los grandes delteatro, desde Brecht aPeter Brook. Es una tra-gedia atípica porque elhéroe es, a veces... anti-pático, y esto es muy ex-traño. Ha habido una re-sistencia a representarla–aparte de sus grandesnecesidades de reparto– porquehabía algo que no se entendíamuy bien de la dialéctica de lafunción. Cada espacio le da unavida nueva y nosotros hemos en-tendido la dificultad de construiruna ciudadanía con puntos de vis-ta distintos. El marco nos ha he-cho descubrir una parte de Co-riolano que será difícil encontraren un espacio ‘a la italiana’.

Algunos expertos la calificancomo la obra más política delautor...

Sí. Se habla de que Shakespe-are estaba intentando ser críticocon la sociedad de su época, esosiempre está ahí, incluso se cues-tiona su posicionamiento políti-co. Pero al final lo que nos queda atodos de Shakespeare es esa ca-pacidad que tiene para formular,para dar en el clavo de las pasio-nes humanas. En este caso, el fin-gimiento, el disimulo con fines po-líticos, la dialéctica, cómo se ma-nipulan unos a otros, cómo setransforma el discurso... es polí-tica en tanto que deja ver la enor-me complejidad de la creación deun discurso de la ‘polis’, de los in-tereses de la ‘polis’. Que Coriola-no sea un héroe antipático hapropiciado una lectura de que eraun líder excesivamente tiránico.Yo creo que es aristócrata en vezde tiránico. Tiene una idea muyrígida de las clases sociales, perosobre todo es un hombre cons-truido por su propia sociedad. Es-tamos hablando de una época enla que la valentía, el coraje gue-rrero, la capacidad física, el valorpara enfrentarse al enemigo, erancosas muy valiosas para la socie-dad, por lo que a esas personas selas encumbraba. Es un héroeconstruido por todos, patricios,plebeyos y militares, para salvary dignificar roma y para ser unparadigma. Y después, esa cons-trucción tan especial la destruyela propia sociedad porque él nopuede con todo lo que le han me-tido. Y creo que esto nos ofreceuna lectura muy abierta. Shakes-peare trata aquí del hombre co-mo ser social.

Coriolano es una de las tragedias máscomplejas e inexploradas, atípica porque elhéroe es, a veces... antipático, y esto es muyextraño. La Plaza funciona como sosténconceptual y nos ha descubierto aspectosque será difícil ver en otro tipo de espacio

Helena Pimenta, esta semana en Salamanca REPORTAJE GRÁFICO: PERELÉTEGUI

Shakespeare tiene lacapacidad de dar enel clavo de laspasiones humanas.Aquí es elfingimiento, eldisimulo con finespolíticos, lamanipulación

Page 5: numero37

Hemos ahondado enel aspecto de laeducación, losmodelos de los quenos servimos para serseres sociales, paraconstruir una éticacomún, y cómo nosapoyamos en ellos

Pudimos ver esta semana el Ri-cardo III del Teatre Lliure en elque la acción se trasladaba a unbar estilo años ochenta. Ustedha respetado la época original...

Por un lado, sabiendo que eldestino de este espectáculo eraun acontecimiento único, inten-tas que sea un viaje en el tiempo,encontrarnos con el origen denuestra cultura occidental. Noshemos arriesgado mucho con es-ta decisión –incluso no creo queShakespeare lo colocara con elvestuario de época en el tiempode los romanos–. Queríamoscrear una distancia y conectarcon el imaginario colectivo. Sonimágenes vinculadas a los mitos,a nuestras películas de infancia,a la imaginería religiosa, a vecesal sueño infantil de los héroes.Para nosotros esto era un granreto: qué pasa si esto que está enel imaginario empieza a hablarcon la universalidad de este tex-to, con esa poética, y empiezan apasar cosas nuevas. Queremosahondar en ese aspecto de nues-tro imaginario, que está en nos-otros, y penetrar a través de ello.El espacio de la Plaza lo permi-tía y lo fomentaba, porque en-tendemos que esta ciudad tieneun constante viaje a través deltiempo. Y después hemos puestoel acento en la construcción deun héroe en cualquier tipo de so-ciedad, en la elevación, la ascen-sión y caída de un héroe, sea dela ideología que sea. Cada épocanecesita un héroe nuevo, hastainventado, porque acaba destru-yéndose. Y todo esto nos conectacon el mundo de la educación,con los modelos de los que nosservimos para poder ser seressociales, para construir una éti-ca común, y cómo vamos apo-yándonos en esos modelos. Laconstrucción de modelos paraconstruir una ética social.

En ese proceso de elevación ycaída parece haber también undiscurso sobre la fama, algosiempre tan actual...

Claro, muy actual. El poder, latrascendencia, trascender la in-mortalidad construida, ser al-guien porque haces una cosa ex-traordinaria... En aquel momentopor ser un gran guerrero, y hoy...

en cualquier caso por renunciasinfinitas a tu propio yo. Qué es sersi eres un ser social reconocido.Y esa pregunta está ahí, total-mente. Y Shakespeare plantea to-das las contradicciones de eso...si la construcción tuya se sale deti, si son los demás los que teconstruyen la utopía, la fama, seamás o menos vulgar... ese equili-brio entre individuo y sociedad.

¿Quién sería hoy un Coriolano?Un político, un artista...

Cualquiera que centre toda suvida en una sola idea y que la de-fienda. Puedes ser apasionado,idealista, pero no comprenderque la realidad es una cosa mu-cho más dinámica, que hay mu-chas realidades, que no es defi-nible. Esto te puede llevar a unperíodo aparentemente de fama,pero en realidad está ahí la si-miente de la destrucción. Si to-do fluye, nosotros también debe-mos fluir. Es la elasticidad fren-te a la rigidez... y esto se puedeaplicar a cualquiera. Es una ac-titud que condensa cualquier ri-gidez en los planteamientos, eldejarse llevar sólo por algo y nomoverlo. Coriolano tiene enor-mes virtudes... quizá esa es lacontradicción de la vida. Mac-beth es un asesino, Ricardo III esun asesino, no tienen nobleza. Pe-ro Coriolano, para construir suvoluntad, su valentía, se exige así mismo ser sincero por encimade todo. Es una máquina de laguerra, pero tiene unos valores,no soporta la adulación. Este esel gran contraste: la mayor no-bleza unida a un defecto tremen-do, que es la rigidez. No encon-traría a alguien concreto, porqueesto lo podríamos ver en la acti-tud más pequeña y cotidiana ytambién en la más política.

5TEATRO culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

Ur Teatro recibió el pasado añoel encargo de Salamanca 2005para realizar un montaje en laPlaza Mayor. Tras elegir eltexto, planificar el montaje ypasar los dos últimos mesesde ensayos en Madrid, lacompañía lleva ya una semanade trabajo en Salamanca. Envarios turnos, se preparancoreografías y el trabajocon los actoresprincipales. Una intensatrayectoria queculminará en dos únicasnoches derepresentación, elviernes y el sábado,ambas a las 22.30.«Quizá ahora alguien lavea y quiera programarlaen un espacio similar,pero será complicado.Hemos trabajadoteniendo muy en cuentael escenario donde se vaa representar. Además,el elenco de actores esamplio y estántrabajando muchísimo»,afirma Helena Pimenta,que entre el reparto haincluido en pequeñospapeles a su hijo Dani ya su padre, Augusto,cónsul de Portugal enSalamanca.

Yolanda Pallín, autorateatral que hacosechado premioscomo el Calderón de laBarca y el María Teresade León, ha realizadouna adaptación que poneel acento en lacontemporaneidad deesta tragedia: «Alejadode los dioses, elterritorio pavoroso parael hombre es el propiohombre; y la naturalezaindómita, sus propiaslimitaciones a la hora deconstruir un mundo vivible.

Coriolano es el síntoma de uncuerpo social que, desposeídode su capacidad poética, sóloes capaz de ofrecernos elsilencio». Encabezando elreparto, Ginés García Millán,quizá el más popular por suséxitos en televisión, RamónBarea –un hombre que abarcamuchas facetas del

espectáculo– y JeannineMestre, con una sólidatrayectoria en los escenarios.Pimenta se ha rodeado de suequipo habitual de Ur para eldiseño de luces –Miguel ÁngelCamacho–, sonido –JorgeMuñoz e Iñigo Lacasa– yescenografía –el adjunto a ladirección José Tomé–.

Un año de trabajo parados noches de representación

Ginés García Millán (izquierda y foto inferior), Coriolano) y José Luis Santos (Tulo Aufidio) cabeza con cabeza en uno

de los ensayos que la compañía ha realizado durante toda la semana en el Pabellón de La Salud

El coro de soldados; sobre estas líneas,

Jeannine Mestre (sentada) flanqueada por

Paz Martín Mediano (izda.) y Concha Milla

Page 6: numero37

La receta de la tarta en la cara

Un monstruo de trece cabezas

hubo un tiempo, hasta que se fundó la Escuelade Letras de Madrid, en que se dudaba de queel arte de la escritura pudiera enseñarse. Y

es evidente que hay algo que no se puede enseñar: lagenialidad. Pero la literatura no es solo genialidad(si así fuera, los manuales de Historia de la Litera-tura serían tan breves como El principito), sino tam-bién técnica; y lo curioso es que incluso el escritorgenial necesita adquirir esa técnica. Las escuelas yfacultades de Bellas Artes no enseñarán a nadie aser Picasso, pero hasta Picasso necesitó pasar poruna de ellas para convertirse en... Picasso. Los fu-turos artistas plásticos pasan por sus facultades, y lomismo hacen los músicos, sin excepción: si usted noha estudiado en el Conservatorio podrá llegar a serun cantante multimillonario, pero no un músico.¿Por qué, entonces, se ha supuesto que el escritor nonecesitaba el aprendizaje de su oficio para conver-tirse en escritor? Pues, sencillamente, porque lasescuelas de escritura creativa no existían, y comono existían, no parecían necesarias.

Y tampoco existían libros que orientaran en laadquisición de esas habilidades que constituyen eloficio. Afortunadamente, en los últimos años hanbrotado por todas partes escuelas y talleres de es-critura creativa, así como libros, originales o tradu-cidos. La editorial Alba, que publicó hace tres añosel magnífico El guión, de Robert McKee, presentaahora Cómo orquestar una comedia, un manual nosólo para escribir comedias (como podría sugerirla incómoda e inexacta traducción del título, cuyooriginal es algo así como ‘La caja de herramientas dela comicidad’), sino para ser gracioso. De hecho, ensus primeros capítulos Cómo orquestar una come-dia parece un libro de autoayuda, pues parte de lasdificultades que casi todos tenemos para ser gra-ciosos y nos sugiere cómo vencerlas.

Vorhaus desgrana los ingredientes de la comici-dad: la perspectiva cómica, el conflicto cómico (que,

como todo conflicto dramático, puede ser del hom-bre contra su mundo, del hombre contra el hombre,o del hombre contra sí mismo), el personaje cómico,que debe poseer una profunda perspectiva cómica,es decir, una singular visión del mundo distinta dela realidad normal y que pone en marcha el perso-naje; y debe tener defectos (que lo separan de nos-otros como espectadores), humanidad (que nos loacerca) y debe ser muy exagerado. Pero hay muchomás en este libro, como el análisis de instrumentoscómicos (el choque de contextos, la respuesta sal-vajemente inadecuada, los opuestos cómicos, la ten-sión y posterior liberación, la verdad y la mentiracon efecto cómico) y, en fin, todo lo necesario, a juicioal menos de su autor, para que escribamos el guiónde una serie, dibujemos una tira cómica, o soltemosun monólogo ante cuatro mesas y una cámara de te-levisión. Por si fuera poco, además el libro de Vor-haus es divertido, y es de suponer que lo será másen su versión original, pues la traductora (JessicaLockhart, la misma de El guión) se enfrenta aquí a ladificultad de trasladar la gracia de Vorhaus sin sa-crificar nada de la información. La única pega quese le puede poner es no haber sido más decidida a lahora de sustituir referencias crípticas para el lectorespañol por otras mejor conocidas. Vorhaus ha sidoguionista de series televisivas como Head of theClass, The Sentinel, The Flash, Matrimonio con hijosy Aquellos maravillosos años, profesor de redacciónde guiones, articulista de humor en ‘Los ángeles Ti-mes’ y autor de Creativity Rules.

Si me dedicara al humor, haría aquí mías las pa-labras de Fred Rubin: «Aunque quisiera, no puedorecomendar Cómo orquestar una comedia. Son tan-tos los secretos que desvela que el día menos pen-sado me veo despedido por culpa de alguno de suslectores».

Garcimuñoz

la ciudad dondevivo es unmonstruo de

trece cabezas. O talvez de más, de mi-les, de millones, detantas como habi-tantes la pisan–pues a eso se redu-ce su vida, a pisarlas calles, plazas yparques–, o puedeque de una únicacabeza, la que exhi-be las metáforas

musculadas con sonido artificial de quetanto gusta el que reside en el monstruo deasfalto, que se llama Colson Whitehead. Sibien, podría lucir el nombre de cualquierade nosotros, lectores, a los que no deja deinterpelar recurriendo a la segunda perso-na, la misma que en voz inglesa se utilizapara generalizar, para abarcar globalmen-te al ser humano, al igual que en nuestralengua se recurre al sujeto uno. «Tu ciudadha sufrido daños», dice refiriéndose a loscambios contra los que uno nada puede ha-cer, pudiendo haber elegido la fórmula detraducción, «la ciudad de uno a sufrido da-ños». En este caso, la elección de Cruz Ro-dríguez al traducir es doblemente correcta,primero por la fórmula de interpelación di-recta ya mencionada, y en segundo lugarpor la asociación con un lenguaje extranje-

ro que cada día compone más la melaza denuestra vida, y que es la ciudad de NuevaYork.

Colson Whitehead escoge trece espa-cios y tiempos de la megápolis por su espe-cial significado: las entradas porque apa-rentemente nadie es autóctono, y ese flujoproduce una vitalidad que invita al des-aliento; el puerto donde desembarcan in-migrantes a lugares cuyos detalles nos re-miten al vacío de la existencia; la rutina deldía que comienza con no más sentido que elde estar en una ciudad un tanto variopin-ta; el supuesto oasis que es Central Park,pero que compartirá idénticas miserias alas del hormigón, de ahí que se mantenga elpulso rítmico; la enfermedad que invade alque desciende al metro, cuya percepciónfuncionará como en un sueño húmedo defiebre; el fugaz cambio que supone la lluvia,un cambio que implicará que todo ha de se-guir igual; caminar por Broadway para sen-tir que cada nimiedad que opera en tu vidate hace un ser importante, pero sin perderla conciencia de que uno es, mediocremen-te, otro más; la decadencia de Occidentereflejada en las aburridas formas de com-batir el aburrimiento, que son la playa y losparques de atracciones; el puente como ru-ta o vínculo, donde todo lo que sucede estáa mitad de camino, entre dos aguas de lavida que se ignora qué definen; el momentomás deshumanizado del día, donde White-head lleva su técnica prosística hasta el pa-

roxismo; el teatro sin objetivo de los baresnocturnos, que no se distingue en nada delresto de la vida urbana; la encrucijada re-presentada por Times Square, un lugardonde se cortan y cruzan las ideas y las co-sas al confundente ritmo que impone el trá-fico; el aeropuerto desde el que al despe-dirse uno toma conciencia de que ha vistopero no conocido. Preocupado por lo con-creto, por no interpretar, no inmiscuirse,dejando que las secuencias enumerativastengan el mismo rigor que el del ojo que ex-plora, es decir, ninguno, vagando de acá pa-ra allá, Whitehead deja al lector el arduotrabajo de construir la estructura de la ciu-dad, su argumento, su tema. Pero antes nosha legado una textura en la que el detalleaparenta ser profundo, sugiriendo una vidagobernada por el nihilismo, que se va ha-ciendo más críptica a medida que se aden-tra en esta novela de situación. Y la situa-ción es que la vida te sucede. Los fragmen-tos, cada uno de ellos valorado como se va-lora cada nota en una virtuosa pieza de jazz,diseñan estampas complejas que nos lle-van a preguntarnos: si esto es lo que nosrodea, entonces, ¿esto es vivir? Una pegaque ponerle, su prosa resulta demasiadograndilocuente, lo cual le hace perder cre-dibilidad por momentos. No parece unacierto pretender escribir como si tras ca-da frase llegara el punto final.

JOHN VORHAUS

Cómo orquestaruna comedia

Trad. de Jessica Lockhart

Alba, 2005

279 pp. / 19 euros

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005LIBROS

Ricardo Martínez Llorca

Polifilo y losjardines

Los jardines del sueño es una investi-gación apasionante sobre el libro másbello y enigmático del Renacimientoitaliano: la Hypnerotomachia Poliphi-li, publicada en Venecia en 1499. Unaprolongada pesquisa detectivesca enbibliotecas y en los parques de villas ypalacios ha conducido a la autora a des-velar las claves del relato de Polifilo:una historia de amor que es alegoría deun itinerario espiritual, de una inicia-ción a la sabiduría hermética. Con eldebate sobre la autoría del libro (¿obradel mismísimo Leon Battista Alberti?)nos adentramos en un mundo de hu-manistas y Academias, cardenales ilus-trados y príncipes terribles, o quere-llas mortales entre nobles familias. Laautora aplica las claves de la Hypnero-tomachia a la interpretación simbólicade una serie de jardines, descifrando ellenguaje secreto de grutas y ninfas,templos, esfinges, obeliscos, laberintos,fuentes en los jardines antiguos (Pa-lestrina, Zagarolo, Villa Adriana, Is-chia) y del Renacimiento y Barroco(Bomarzo, Villa d’Este, Camigliano, Co-llodi, Isola Bella) hasta culminar enVersalles.

EMANUELAKRETZULESCO-QUARANTA

Los jardines del sueño

Trad. de Miguel Mingarro

Siruela, 2005

488 pp. / 30 euros

Una Noruegacriminal

En la Noruega de finales del siglo XXbruscamente enriquecida por el petró-leo, Bjørn Pelado Blakke, Ann Dante yel Minga emprenden una violenta hui-da hacia adelante, aun sabiendo que elnuevo mundo de plástico construido so-bre las ruinas del antiguo, que se ha de-rretido como el acero en una cuba defundición, no les dará ninguna oportu-nidad. El cuchillo en la garganta, pri-mera novela del noruego Kjartan Fløgs-tad que aparece traducida al castellano,activando los mecanismos de la novelanegra con el inexcusable crimen cons-truye una crítica mordaz de la sociedadpostindustrial. Es así desde el principio.En esta novela, Fløgstad crea un espa-cio de ficción tupido de imágenes origi-nales, poblado de personajes densos eíntimamente contradictorios, con unlenguaje que se dispara en todas direc-ciones y trabaja la oralidad, el equívoco,los dobles sentidos o el lirismo.

KJARTAN FLØGSTAD

El cuchillo en la garganta

Trad. de Kirsti Baggethumy Asunción Lorenzo

Lengua de Trapo, 2005

256 pp. / 17,95 euros

N O V E D A D E S

COLSON WHITEHEAD

El coloso de Nueva York

Trad. de Cruz Rodríguez Juiz

Mondadori, 2005

200 pp. / 16,50 euros

Page 7: numero37

la vida del poeta under-ground Eduardo Haro Ibars(Madrid, 1948), hijo del pe-

riodista y director del semana-rio ‘Triunfo’ Eduardo Haro Tec-glen, letrista de grupos como Or-questa Mondragón, precursorde las reivindicaciones gays ypersonaje destacado de la bohe-mia madrileña, resume en sutrayectoria la historia españoladel tránsito de la dictadura fran-quista a la democracia.

Sin embargo, no es el resumende una historia cualquiera, sinode aquella más interior, tal vezmás secreta de cuantas configu-ran el relato colectivo con que seha escrito la transición. Una his-toria que se traslada por las ten-siones de ese momento histórico,por sus espacios emergentes,aquellos lugares donde la dife-rencia entre la realidad españolade la dictadura y las aspiracionesa la libertad de las nuevas gene-raciones se presentaba como unconflicto insalvable, un choquedoloroso.

Los pasos del caído es de estemodo el rescate de una memoriaimposible, la salvación de una vi-da escrita en ámbitos subterrá-neos, en fragmentos de existen-cia nebulosos, vida rodeada deuna leyenda oscura que difumi-na los contornos entre el rastrode ceniza de lo ocurrido y el abis-mo de lo que no pudo ocurrir. Espues una historia de rastros decarmín sobre cigarrillos (Mar-cus), como sólo lo pueden ser lashistorias de los movimientos un-derground. Memoria de cenizapara una historia de lo efímero yque, sin embargo, se nos ofrececomo más verdadera, más au-téntica. Y es que la narración quevisita estos espacios ocurre enlugares donde queda la constan-cia de que allí ocurrió algo, quehubo verdaderamente historia,tensión, emergencia.

Desfase pues entre lo precariode unas memorias, unos recorri-dos y la fortaleza de su instala-ción en el centro de una época, laviolencia de su argumento. Unahistoria que reivindica, pues, quevivir es otra cosa, que vivir en re-alidad sería aquello que este hom-bre hizo, épica de la existencia co-mo un espacio creativo. Todo ellose verifica en la capacidad queHaro Ibars parecía tener para en-carnar una época, detectar suslugares calientes y trasladarse a

ellos, para acabar, por supuesto,disuelto por el fuego tóxico conque la transición se incendiaba ensus espacios más expuestos.

El trabajo de Benito Fernán-dez (El contorno del abismo. Vi-da y leyenda de Leopoldo MaríaPanero) se dirige entonces al res-cate de esos instantes perdidosen el flujo del tiempo. Convocauna maquinaria técnica desco-munal al servicio de ese proyec-to de rescate y ensaya los dispo-sitivos más exigentes de la disci-plina biográfica para poder datarcon precisión, con ansiedad posi-tivista la inmensa derive situa-cionista que fue la vida de Eduar-do. Ese objetivismo naturalistademuestra que al implementarteórica y metodológicamente una

existencia fragmentada y deses-tructurada, al acometerla con to-do el potencial crítico de la disci-plina, ésta se revela con toda laimportancia y significación his-tórica que en realidad tiene.

De la sucesión de actos con-cretos va de este modo emanan-do un velo, un ritmo de sensacio-nes que acaba por conformar elespíritu de una época. Una de lasmayores virtudes de Benito Fer-nández es su capacidad para ins-cribir la anécdota en la historia,para verificar lo que de relevan-te hay en los hechos aislados, fu-gaces, insignificantes. Ese pers-pectivismo casi de ‘nouveau ro-man’ se completa a veces con unpunto estilístico sensacionalista,pulsión de estilo, de presencia

personal comprensible en la ri-gurosa tarea del observador ex-terno.

La generación bífidaFinalmente, en lo que a la im-

portancia del libro se refiere, de-bemos señalar la generosidad delempeño, que proporciona un ma-terial de trabajo de primera cali-dad a los estudiosos del periodo.De tanta memoria histórica pen-diente de recuperación como hayen nuestro contexto, la del un-derground transicional es sólouna de ellas. Libros como éste sonun decisivo impulso en el rescatedel imposible archivo de la épocay piedras angulares en la articu-lación de un discurso diferente,aquel donde la transición no ha-

Eduardo Haro Ibars

ya sido contada por políticos omilitares, sino que emerja de lasociedad civil, de la ciudadanía.

Frente a una historia de la vic-toria, el final de Los pasos del caí-do es la dolorosa evidencia de laencrucijada en la que se divide la,según Haro Tecglen, generaciónbífida, aquella donde unos de susmiembros alcanzan el poder yotros la muerte. La apuesta deHaro Ibars se produce por los se-gundos, relato que comienza en lacuaresma del franquismo y acabaen el miércoles de ceniza de fina-les de los ochenta. Una transiciónque fue al tiempo pasión y carna-val se diluye entre las acometidasde la industria cultural, el sida, laheroína y las exigencias del nue-vo tiempo histórico: la plena pos-modernidad hispana.

Borges, en El arrepentimien-to de Heráclito, decía «yo, quetantos hombres he sido, no he si-do nunca/ aquel en cuyo abrazodesfallecía Matilde Urbanch». Yes que en este esfuerzo de máscinco años que late bajo el librose nos trasmite la melancolía deldeseo utópico de vivir otras vidas.Tristeza, desencanto que impli-ca por igual a escritor y lector,aquel de la nostalgia de aconte-cer a una época fuerte, la de «laverdadera presencia de verdade-ras personas en un tiempo ver-dadero», como diría Debord. Unaboda al cabo imposible, aquellaque se convoca entre la pólvoradel pasado y las ruinas con queéste se ha disuelto, lejano ya en eltiempo.

Germán Labrador Méndez

EDUARDO HARO IBARS

Frente a unahistoria de lavictoria, el finales la dolorosaevidencia de laencrucijada enla que se dividela generaciónbífida, aquelladonde unos desus miembrosalcanzan elpoder y otros lamuerte

J. BENITO FERNÁNDEZ

Eduardo Haro Ibars:los pasos del caído

Anagrama, 2005

412 pp. / 20 euros

Las bodas de la pólvoray el tiempo

Eugenio, Alberto y Eduardo. Los tres muertos. Madrid, noviembre, 1982. Foto: García Alix

7LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005

Page 8: numero37

Jazz en plenatrasmutaciónm

aceo Parker es probablemen-te, junto a Wynton Marsalis,uno de los ‘jazzman’ más im-

portantes de los últimos años. Pero Ma-ceo no va de divo, ni siquiera la historiade la música ni la crítica han asimiladotodavía el impacto sonoro de este otrogran Parker del siglo XX, que ha insta-lado a la música jazz directamente enel XXI.

Frente a los rockeros que todavíasiguen adorando a figurines de maza-pán creados por el marketing y a mix-tificados tótems anclados en trilladossenderos de la guitarra, bajo y batería,he aquí un músico ejemplar, innovador,capaz de reinventar los planteamientosjazzísticos más clásicos para dotarlosde contemporaneidad. Ésta es la granvictoria estética del jazz sobre el rock:mientras el primero se transforma, sepule, se nutre de nuevas fraganciaselectrónicas y se transmuta en muy di-versos géneros y estilos, el segundo con-tinúa prisionero de sí mismo y de susvacíos fuegos de artificio.

Frente a todo eso, Maceo Parker, unmúsico elegante al igual que su banda,que cuida y pone especial cariño a lahora de hacer las cosas. A fuerza de‘groove’, es capaz de convertir sus con-ciertos en grandes fiestas que como aél le gusta decir «tienen un 2% de jazz yun 98% de puro funk». Dicen que Ja-mes Brown es el padre del funk, puesMaceo seguramente sea su primo car-nal. Él se acerca al saxo y comienza a

inventar, a crear. Su sonido, lejos de te-ner algo que ver con los 70 es de unaproducción exquisitamente elaboradaque filtra las más variadas inspiracio-nes para producir un sonido especta-cular, sólido y embriagador.

Parker dispone de una banda de mú-sicos de primer nivel, en los que el trom-bón y la trompeta sostienen el sonido deun saxo que juega con el espacio y que almás puro estilo, quiebra constantemen-te el sonido hacia arriba («get it up» sue-le gritar en sus conciertos). Ese triden-te sonoro descansa sobre una poderosabase rítmica apoyada en la guitarra y enlas virguerías de un bajo bajo subrayadocon un órgano ‘hammond’ que dotan alconjunto de fuerza y de potencia.

Maceo es un grande de esto, nació enCarolina del Norte en 1943 y toca su ins-trumento desde los ocho. Durante losaños sesenta y setenta fue uno de los

miembros más destacados de la bandade James Brown hasta que en 1992 diosu gran salto en solitario con Life on Pla-net Groove un éxito de las listas ameri-canas que se consolidó en 1998 con la lle-gada de Funkoverloaded, uno de los dis-cos de jazz más importantes de los no-venta. Ahora en 2005, llega Schools in,un trabajo más conceptual pero igual-mente arrebatador.

Hablar de Maceo Parker es hacerlode la fiebre del funk. Es un hombre tre-mendamente conocido y apreciado den-tro del circuito de festivales españolesen los que siempre deja un recuerdo im-borrable. A sus 60 años, los directos deMaceo continúan siendo una imparabledemostración de energía, siempre bajola autoridad de James Brown, pero tam-bién de otros nombres que quitan el hi-po: Marvin Gaye, Ben E. King –ambos ensus comienzos–, George Clinton, Parlia-ment y, más recientemente ha sido so-licitado para darle lustre a trabajos dePrince, Sheryl Crow o Ani Di Franco.

Maceo es pura dinamita encima deun escenario, si se necesita funk hayque llamar a Maceo y tenerlo muy encuenta. Pertenece a esa raza de músi-cos generosos, que alarga hasta la exte-nuación sus conciertos, porque entiendeque ése ha sido su modo de vida elegidoy que a él se debe. Musicalmente ha-blando, Salamanca será otra tras la ac-tuación de Maceo.

Jorge Hernández

culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 17 de julio de 2005MÚSICA

Mercromina:adiós sin heridasSalvo cambios de última hora o inciertas futurasreuniones, la gira veraniega de conciertos de Mer-cromina, que desembarcará el próximo jueves enel patio del DA2, será la última oportunidad dever en directo a la banda albaceteña. Surgida delas cenizas de Surfin’ Bichos, uno de los gruposque impulsó el desarrollo del rock alternativo encastellano abriendo un camino después transita-do con éxito por Los Planetas o Los Piratas en suúltima época, la formación ha decidido, tras unadécada de existencia, poner punto final a su tra-yectoria apelando a una «decisión sana basadaen el agotamiento natural y no en el cansancio».Curiosamente, también Chucho, la otra bandanacida de la disolución de los seminales Surfin’Bichos, ha anunciado este año su separación.

Resulta plausible la sinceridad de un grupoque admite ser incapaz de seguir haciendo can-ciones con la energía de antaño y que prefieremantener lo más alto posible el listón de su dig-nidad profesional antes de entregar un disco delque no pueda sentirse orgulloso, pero, escuchan-

do Desde la montaña más alta del mundo (Sub-terfuge, 2005), su último álbum, uno tiene la sen-sación de que a Mercromina le quedaba cuerdapara rato. Aún así, cuesta trabajo no proyectar lasombra de la disolución sobre unas canciones quesusurran versos como «ya no quedan más nari-ces; este árbol se secó» o «es lo que dicta el cora-zón y yo no puedo ir contra él». O que, en una cla-ra voluntad de autodefinición estética testimo-nial, aseguran que «muchas veces es difícil verque no todo es tan simple, que no está tan claro,que detrás de una espesa niebla se puede encon-trar un tesoro». Algo así ha sido a lo largo de estosdiez últimos años la música del grupo con nombrede antiséptico, empeñado en envolver en capas ycapas de denso e hipnótico sonido y de distorsiónguitarrera pequeñas melodías pop.

Esa concepción sonora, heredera tanto del pri-migenio muro de sonido de Phil Spector como,claro está, de las raíces estilísticas de Surfin’ Bi-chos, está presente en sus seis álbumes (Acroba-cia, Líquidos, Hulahop, Canciones de andar porcasa, Bingo y el ya citado Desde la montaña másalta del mundo), en los que se aprecia una pro-gresiva recarga instrumental que hace de sus dis-cos obras difíciles, poco accesibles en los primerosacercamientos, pero repletas de matices y brillosen las siguientes escuchas. Análoga a la de bandasde rock experimental como Mercury Rev o TheFlaming Lips, la trayectoria evolutiva de Mer-cromina supone una continúa búsqueda en lasvanguardistas posibilidades de combinación detexturas. Demasiado mayores para la generaciónindie y demasiado atrevidos para sus coetáneos,la banda liderada por Joaquín Pascual, quiencombina su labor de guitarrista, cantante y com-positor principal del grupo con la de profesor deMúsica en un instituto, ha circulado siempre almargen de casi todo. permaneciendo durantediez dignos años de carrera embarcado en unconstante proceso de investigación sonoro queojalá tenga continuación en nuevos proyectos.

Javier Sánchez Zapatero

MACEO PARKER Salamanca será una delas ciudades españolasagraciadas con lapresencia de uno de los‘jazzman’contemporáneos máscreativos del panoramamusicalnorteamericano.

Maceo pertenece a esaraza de músicosgenerosos que alargahasta la extenuación susconciertos haciendogozar al público con unsonido bailable, elegantey arrebatador