Número 172 - Junio 2010 · 2011-01-18 · en realidad saben muy poco. La medicina es el...
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TRADUCTOR-INTÉRPRETE
FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ
N ú m e r o 1 7 2 - J u n i o 2 0 1 0
4 Junio-2010 nº 172
Trata todos los temas relacionados con la metodología del entrenamiento en el Fútbol:
Preparación FísicaPreparación TécnicaPreparación Táctica
Preparación PsicológicaMetodología y Organización
Tests de Evaluación del Entrenamiento Biomecánica
Aprendizaje MotorPedagogía Aplicada
Fisiología del Esfuerzo FísicoMedicina Deportiva
Dietética…
En cada uno de los números presentamos artículos actualizadosde prestigiosos técnicos relacionados directamente
con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros.Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo"
en el reciclaje técnico para entrenadores, preparadores físicos,médicos del deporte, técnicos de fútbol en general,
estudiantes de los diversos niveles para entrenadores,futbolistas y aquellos aficionados que sientan
la belleza de este deporte y quequieran comprenderle mejor.
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PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICOQUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL
Contenido de nuestro
próximo número.50
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Tarea de entrenamiento:
“Inferioridad para defender ypara atacar”48
Firma invitada.47
Estudio y entrenamiento de
las transiciones en fútbol.
Rubén de la Barrera Fernández.
Editorial
El fútbol, un juego complejo.
Jorge Castelo.
Número 172Junio 2010
SU M A R I OSU M A R I O
Hablamos de fútbol con…
Enrique Marín.
Relación del entrenador con losmedios de comunicación.
Necesidad de aplicar
correctamente las Reglas
de Juego.
Jesús Cuadrado Pino.
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6 Junio-2010 nº 172
Jesús Cuadrado PinoDIRECTOR
Entrenador Nacional de Fútbol (Nivel III).Máster Profesional en Fútbol.Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por la Universidad Autónoma de Madrid.Máster en A. R. D. por el C. O. E.Técnico Deportivo Superior.Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).
En muchas ocasiones me he referido a
la confusión terminológica que inunda el
mundo del fútbol y que ha creado una “Torre de
Babel” que dificulta el entendimiento. Sigo abo-
gando por la necesidad de una correcta utiliza-
ción de los términos. Desde hace mucho tiempo se
emplea una frase con un significado distinto al que
se le atribuye. Me refiero a “modelo de juego”.
Ocurre que se confunde la táctica con los Princi-
pios Fundamentales del Juego. Cuando se habla de
“modelo de juego” debería hablarse de “modelo
táctico”, que es muy distinto. En fútbol, sólo hay un
juego: el propio fútbol. Sin embargo, hay diversas
formas de plasmar su dinámica: las
variantes tácticas. Pueden elegirse
unas u otras variantes tácticas para
plantear cada partido, resultando
que la repetición sistemática de las
mismas variantes produce un modelo
táctico concreto.
Todo el mundo dice que el
Barcelona tiene un modelo de
juego muy afianzado, lo que representa la clave
de su éxito. Desconocimiento. En primer lugar,
emplean mal la frase porque a lo que se refieren es
a un modelo táctico, como explico anteriormente.
En segundo lugar, se equivocan al decir que el
Barsa tiene una forma sistemática de jugar. En
realidad, el Barsa cambia sus planteamientos
tácticos según las circunstancias, emplea unas u
otras variantes. Parten de distintas formaciones,
aplican dos tipos de ataque y alternan dinámicas
de ataque diferentes. Por tanto, no tienen un único
modelo definido. Lo que ocurre es que entrenan
perfectamente las situaciones del juego en relación
a la toma de decisiones que deben tomar todos sus
jugadores con balón y, principalmente, sin balón.
Entrenan para jugar bien al fútbol ante cualquier
circunstancia. Ese es su modelo de juego: el fútbol.
Emplear bien los términos y sus significados
es fundamental, no sólo para entenderse
adecuadamente, sino porque, además, del mal
entendimiento se derivan actuaciones erróneas. Si
muchos entrenadores creen que el Barsa tiene un
modelo único, tratan de copiarlo tal como les ven
jugar en un partido, para aplicarlo en sus equipos.
Es más, pueden incluso tratar de aplicar esa forma
de jugar en los equipos de fútbol base
de sus clubes. Dos errores mayús-
culos que producirán mal aprendi-
zaje y pésimos resultados. Cada
equipo ha de aplicar las variantes
tácticas adecuadas a las caracterís-
ticas de sus jugadores y, por otra
parte, en la base deben enseñarse
los Principios Fundamentales del
Juego para que los futbolistas en
formación aprendan a jugar bien al fútbol de una
forma integral. Si el Barsa juega bien es, funda-
mentalmente, porque todos sus futbolistas saben
interpretar perfectamente las situaciones que se
les pueden presentar en el desarrollo del partido,
merced a una cultura táctica desarrollada con efi-
caces tareas de entrenamiento.
Entrenan para jugar bien al fútbol
ante cualquier circunstancia.
Ese es su modelode juego: el fútbol
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El modelo del Barsa: el fútbol
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Cuadrado.- En las apariciones de los entrenadoresante la prensa no se habla de fútbol, salvo rarísimasexcepciones. No se tratan aspectos del juego, no seanalizan situaciones competitivas. Las preguntas quelos periodistas plantean se basan en el entorno y en lotópico, pero nada tienen que ver con lo futbolístico.Siempre he creído que sería importante desgranar eljuego porque eso sería positivo para el aficionado, yaque comprendiendo aspectos del modelo de juegode su equipo, sentiría más atracción por el fútbol.Si comprende acciones y movimientos, individuales ycolectivos, le gustará más presenciar los partidos.Como sé que, además de experto periodista, eres buenconocedor del juego del fútbol y siempre muestras graninquietud por difundirlo, te planteo esta situación: ¿Esimportante hablar verdaderamente sobre el juego en lasentrevistas, o basta con plantear situaciones del entornoalejadas del fútbol?
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La labor del entrenador de fútbol es muy compleja. Sus cometidos son múltiples y
variados. Además de su esencial labor en elcampo de la táctica, de la planificación y de la
metodología, el entrenador profesional tiene queatender a los medios de comunicación en sus requerimientos sobre los aspectos deportivos
de su trabajo. Hoy día proliferan los periódicos,las emisoras de radio y las cadenas de
televisión. Ante ellos se presenta el entrenador constantemente y a través de
ellos presenta mensajes de todo tipo. Importantísimo resulta ejercer esta labor coneficacia. Para hablar sobre ello no podríamos
encontrar un interlocutor más valioso que Enrique Marín. Además de su dilatada
experiencia como periodista deportivo, conocebien el juego. Sabe comunicar perfectamente y,sobre todo, conoce en profundidad lo que quiere
comunicar. Escribe de fútbol y sabe de fútbol,coincidencia que no se produce en la mayoría de
los periodistas deportivos. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
Conversaciones sobre fútbol
Hablamos de
fútbol con…
Enrique MarínMarín:“No se trata de buscar la confrontación, sino de evitarla con inteligencia o mano izquierda, imponiendo siempre los conocimientosque diferencian a los técnicos de quienesno lo son”
Cuadrado:“Si sólo se publican aspectosalejados del juego, si sólo se relatan hechos que se producen fuera del césped, creamos aficionados a otra cosaque no es el fútbol”
Relación del entrenador con losmedios de comunicación
Enrique Marín.Licenciado en Ciencias de la Información.Ex-redactor jefe del diario MARCA y del diario AS. Actual Jefe de Deportes del diario PÚBLICO.Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).
Jesús Cuadrado Pino.
Entrenador Nacional de Fútbol.Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).Director de TRAINING FÚTBOL.Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).
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Marín.- Esto es como lo de la medicina y el
azúcar. Evidentemente, no se puede hablar del
juego en términos excesivamente técnicos pues,
además de provocar rechazo se puede aburrir al
personal. Pero claro que hay que hablar de fútbol.
Todo lo que se pueda y sepa. ¿Acaso los entrena-
dores de baloncesto no hablan de su deporte y
todos les escuchamos como si fuera la palabra
de Dios? La diferencia está en que mientras de
baloncesto son pocos los que saben (o dicen saber),
de fútbol todo el mundo cree saber mucho, cuando
en realidad saben muy poco. La medicina es el
conocimiento del juego que un técnico debe trans-
mitir, mientras que el azúcar es todo aquello
anecdótico que rodea al fútbol y que tanto interés
despierta entre periodistas y aficionados (salvo
excepciones, valga la redundancia). Una cosa no
quita la otra. Ni los entrenadores pueden renunciar
a hablar de fútbol porque parten de la base de que
no interesa, ni tampoco pueden despreciar el hecho
de que en el consumo masivo de fútbol hay condi-
mentos necesarios para alimentar la curiosidad y no
digamos ya la pasión de los aficionados.
C.- Sucede que la comprensión del juego porparte del aficionado llega a través de la prensa. Sisólo se publican aspectos alejados del juego, sisólo se relatan hechos que se producen fuera delcésped, creamos aficionados a otra cosa que noes el fútbol.
M.- Así es, y con el agravante de que si además
de no enseñar a apreciar el juego desde su cono-
cimiento y desvirtuamos su esencia destacando
únicamente lo superficial, los aficionados acaban
sumidos en una confusión que inevitablemente
desemboca en el resultadismo y el ventajismo.
Afirmar que el juego no interesa es una falacia. Otra
cosa bien distinta es que no se haga interesante o
se prefiera hablar de otra cosa por desconocimiento
o pereza. Quienes hablan en nombre de lo que inte-
resa, primero, mienten, porque esto es algo que
no se puede medir, y, segundo, lo que en realidad
haces es huir de su verdadera obligación, que es
informar y opinar con rigor, no buscando única-
mente la polémica o la provocación. Cada vez hay
más tertulias radiofónicas, algunas además televi-
sadas, en las que el periodismo se retrata como un
perfecto desconocedor del fútbol, de ahí que sólo se
venda fútbol-basura y se tome a la gente por idiota,
meros consumistas de disparates y discusiones
más propias de la barra de un bar que de un estudio
de radio o un plató de televisión.
C.- Observo que muchas preguntas que seformulan a los entrenadores en las ruedas deprensa, posteriores a cada partido, aparte de sermuy banales, suelen implicar la respuesta en símismas. “Habéis sufrido mucho para ganar”… “Eltriunfo que habéis conseguido es muy impor-tante”… “Ha costado muchísimo conseguir elprimer gol”… “Tras esta derrota, ¿el vestuarioestá desanimado?”... “Hay que levantar la cabezapara el próximo partido”… “El próximo domingoes fundamental ganar”… “El equipo ha acabadomuy cansado”...
M.- Sí, son preguntas cerradas que lo único que
buscan es reducir el discurso para hacerlo supues-
tamente más comprensible y hacer cómplice a los
entrenadores de unas observaciones que, por tópi-
cas, no aportan nada al análisis. Claro que ante el
defecto de preguntar mal, la virtud de contestar bien.
¿Cómo? Pues en lugar de otorgar, rebatir. Imponer
la argumentación donde sólo hay observaciones a
vuela pluma. Desmontar los tópicos con explica-
ciones lógicas y coherentes.
C.- Las apariciones del entrenador ante laprensa son una gran oportunidad para lanzarimportantes mensajes a los aficionados y alpúblico en general. No sé si también se puedenenviar mensajes desde ahí a los jugadores, o losmensajes al equipo sólo deben darse dentro delvestuario, sin que nada de eso salga fuera.
M.- Los mensajes que se lanzan hacia fuera
siempre o casi siempre tienen repercusión hacia
dentro y personalmente creo que ese efecto rebote
es una buena estrategia para comprometer positi-
vamente al vestuario. Manejar el discurso externo
es tan importante como tener el control de la caseta,
pues de este modo no sólo se amortiguan posibles
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injerencias, sino que se va por delante de ellas, la
única manera de controlarlas. Para que esta labor
surta efecto es importante conocer muy bien el
entorno, manejarlo con destreza y con la suficiente
sensibilidad, no para hacer demagogia, sino para
resultar creíble desde el conocimiento y respetado
desde el sentimiento.
C.- De todas formas, el entrenador puedeutilizar sus apariciones en prensa para reforzar laimplicación de sus jugadores, o de algunos deellos, a través de refuerzos públicos. En muchoscasos, se crean más impactos positivos en eljugador cuando éste lee o escucha en los mediosciertos halagos hacia él de su entrenador, quecuando el entrenador se los manifiesta particu-larmente.
M.- Eso es, aunque todos sabemos que muchas
veces el discurso público poco o nada tiene que ver
con lo que realmente se piensa y se dice off the
record. Por eso hay que tener la suficiente destreza,
para no cometer errores que, lejos de lograr su
objetivo, se acaban volviendo perjudiciales. Los
refuerzos positivos sí deben airearse, no así las
reprimendas, pues éstas pertenecen al ámbito de lo
privado. De hecho, los entrenadores que recurren a
estas últimas generalmente se ganan la enemistad
y la antipatía de sus jugadores.
C.- En la actualidad existen y actúan simultá-neamente cuatro diferentes medios de comuni-cación: prensa escrita, radio, televisión e Internet.¿Deben ser diferentes los comportamientos delos entrenadores en su aparición ante cada unode ellos?
M.- Más que los comportamientos, yo diría las
maneras de expresarse en cada uno de ellos para
que el mensaje que queremos transmitir no llegue
distorsionado por culpa de una mala utilización del
medio. Cada soporte admite el mismo contenido,
pero requiere diferentes formas de exponerlo. Por
ejemplo, mientras en la televisión son importantes la
imagen y la gestualidad, en la radio dice mucho el
tono de voz y en la prensa escrita el mensaje tiene
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Marín:“Los refuerzos positivos sí debenairearse, no así las reprimendas, pueséstas pertenecen al ámbito de loprivado”
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que ser muy directo para evitar que pueda ser,
consciente o inconscientemente, manipulado por el
periodista a la hora de editar la entrevista. Internet
aún es un terreno bastante desconocido, del que yo
aconsejo huir de momento.
C.- Observo mucho servilismo hacia la prensade ciertos entrenadores para que les favorezcanen sus entrevistas y noticias. Ese “venderse” a losmedios para que hablen bien de uno es un armade doble filo, puede ser beneficioso en primerainstancia, pero a la larga se vuelve contra elpropio entrenador.
M.- Pero da muy buenos resultados, no lo dudes.
La independencia de un entrenador tiene un alto
coste, del mismo modo que venderse a los medios
suele servir la mayoría de las ocasiones para ser
bien tratado siempre que se mantenga ese inter-
cambio de intereses. La vida del entrenador es tan
inestable que lo fácil es aferrarse al corto plazo, sin
mirar al medio, y no digamos ya al largo. Ahora bien,
el servilismo tiene sus contraprestaciones, y es que
una vez que pasas por el aro es difícil dar marcha
atrás.
C.- Ocurre que algunos entrenadores seprestan a vestirse de romano o de vaquero deloeste o de cualquier cosa, prestándose a lafotografía graciosa. Esto me parece falta depersonalidad y de profesionalidad.
M.- Los límites los marca el reportajeado, no el
reportero. Lo importante es asumir las conse-
cuencias de prestarse a eso. Cada uno es libre de
sus actos, pero esclavo de lo que éstos pueden
conllevar. Además, nunca hay que olvidar que un
entrenador representa a un colectivo, de ahí que del
mismo modo que no puede decir que no a todo,
tampoco puede ceder.
C.- En todo caso, una de las misiones delentrenador, dentro de su complejísima labor, essu relación con los medios de comunicación.Porque creo en ello, he incluido en nuestro Másteresta asignatura, que tú impartes dentro delmódulo de dirección de equipo. Además de losplanteamientos tácticos y de conceptos de juego,además de la metodología de entrenamiento, laaparición del entrenador ante los medios decomunicación es un resorte más en su trabajo.Resorte que puede utilizar en beneficio de suequipo si lo utiliza convenientemente.
M.- Por supuesto. Y yo creo que la labor que
Guardiola ha desempeñado en este sentido en el
Barcelona es modélica. Es verdad que Pep ha
tenido muchos factores a favor, como son el hecho
de haber sido ex jugador del Barça y llegar en un
momento en el que la debilidad del presidente le
dio un margen de maniobra que no siempre, por
no decir nunca, tienen los entrenadores. Guardiola
no sólo ha acaparado, sino también canalizado,
todos los conductos de comunicación con el exterior,
de ahí que el vestuario haya vivido muy bien en
su regazo, transmitiendo siempre unidad y buen
ambiente. Claro que Pep ha contado con otra
ventaja: ha ganado siete títulos. Su decisión de no
conceder entrevistas y hablar sólo en las ruedas
prensa pre y post partido (algo que aprendió de
Bielsa) se le ha respetado porque ha ganado y a los
ganadores no se les discute… hasta que pierden.
C.- Cuando se realiza una entrevista parapublicarla por escrito al día siguiente, algunasveces se manipulan las palabras del entrenador.Se cambia el sentido de las frases y se utilizantitulares que distorsionan lo que realmente se dijo.En estos casos, el periodista busca el impacto dela noticia aunque se cambie la realidad. ¿Tienenlos entrenadores recursos para poder evitar esto?
M.- Sí y no. Sí, porque está en la mano del
entrenador que la entrevista se desarrolle como
a él más le interese, midiendo bien las palabras,
matizando las ideas que se quieren transmitir,
respondiendo de manera concreta, de manera que
el mensaje sea muy claro y difícil de malinterpretar
o manipular. Y no, porque evidentemente la edición
de la entrevista depende del periodista y eso es algo
que el entrenador (a veces los jefes de prensa sí) no
puede controlar. Ahora bien, ¿cuál es la clave para
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que esto no suceda? Pues conocer al periodista que
se tiene enfrente para saber hasta dónde se puede
confiar en él. No olvidemos que la relación periodista-
entrenador, al igual que todas las relaciones, está
basada en la confianza. De ahí el sentido del ‘off the
record’, información que se da a un periodista con la
confianza que se tiene de que no va a desvelar la
fuente y va a saber manejarla de manera positiva.
C.- Se sabe que el objetivo de los medios decomunicación es proporcionar información, sinocultarla ni manipularla. Pero en algunos casos, ydentro del fútbol yo diría que en muchos casos,
los periodistas se rigen por esa máxima incorrectade “que la verdad no os estropee un titular”. Elresultado de esta mala práctica es que no llegaal gran público la realidad de los hechos, sino lavisión interesada de quien sirve la noticia. Losperiodistas crean corriente de opinión y deberíanser consecuentes con los hechos, sin cambiarlosa su antojo.
M.- Sí, pero ahí entramos ya en debates que
tienen que ver con la ética y la deontología. Es cierto
que el Periodismo se ha hecho acreedor de una
mala fama, en mi opinión merecida. Pero, claro, lo
peor que podemos hacer es aceptarla y dejarnos
llevar. “Los hechos son sagrados y las opiniones,
libres”. Esta es una máxima que se enseña en las
Facultades de Periodismo, pero que una vez que se
entra en la vida laboral pocos la recuerdan y aún
menos respetan. El rigor es algo que está en deca-
dencia y en gran medida por culpa de Internet,
donde parece que todo vale. Además, al mezclar
información y opinión es fácil caer en la tentación de
especular a la ligera, sin contrastar las informa-
ciones y anteponiendo lo que uno piensa (u opina)
al respecto.
C.- Tú sueles indicar que el entrenador ha detrabajar con los medios, no contra los medios.Creo que en la práctica eso resulta difícil por losintereses que, en muchos casos, se dan en laprensa deportiva.
M.- Sí, trabajar con los medios, no contra los
medios, pero tampoco para los medios. Se trata
de mantener una relación inteligente, sin perder la
independencia, pero entendiendo la labor de los
periodistas a nivel personal y de sus medios a nivel
general. Sólo así se puede tener una relación en la
que las dos partes salgan beneficiadas.
C.- Muchos periodistas, principalmente deprogramas de radio, llaman a los entrenadoresa cualquier hora del día o de la noche paraentrevistarles en directo en sus programas. Esmás, se da por sentado que los entrenadorestienen la obligación de atender siempre a losperiodistas a cualquier hora, se ha instaurado“la obligación” de los entrenadores de atendersiempre, en cualquier momento, a los medios decomunicación. Es más, si un entrenador esta-blece unos horarios concretos para atender a laprensa y no hace declaraciones fuera de esos
Cuadrado:“Los periodistas crean corriente de opinión y deberían serconsecuentes con los hechos, sin cambiarlos a su antojo”
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horarios, será castigado por el medio que le llamefuera de ese horario establecido por el entrenadory éste no le atienda. No todos los medios actúanasí, pero bastantes lo hacen. Ese castigo al entre-nador consiste en hablar o escribir mal de él,aludiendo a un mal desarrollo de su trabajo sinmotivo alguno, sólo para perjudicarle profesional-mente por no haberse plegado a sus caprichos.
M.- Y es que esto ocurre frecuentemente. Todo
empezó en la época de García, cuando a los prota-
gonistas (no sólo los entrenadores) se les ponía
en la incómoda situación de entrar antes en una
emisora que otra. Eso de estar conmigo o contra mí
es algo que se estila mucho en el periodismo. La
razón apunta una vez más a los intereses. Si te
portas bien conmigo, yo hablo o escribo bien de ti.
Ahora bien, si no pasas por el aro, pues prepárate
porque todo van a ser críticas. No importa la línea
argumental. No importa lo que se diga o haga, sino
quién lo diga o lo haga. En función de ello se
defiende o critica. Esto está montado así y lo único
que podemos hacer es combatirlo. Los entrena-
dores tienen que saber capear estas situaciones,
pues en cierto modo forma parte de su trabajo diario.
C.- Observo que ahora, la mayoría de losmedios de comunicación, en vez de ser relatoresparciales de los hechos, son forofos acérrimos delos equipos de sus ciudades. Más que encar-gados de relatar noticias y escribir artículos deopinión coherentes, son pregoneros interesadosde los equipos. En vez de periodistas imparciales,parecen “la voz de su amo”.
M.- Es una tendencia que busca la complicidad
del espectador, pero que en mi opinión tiene fecha
de caducidad. Vamos a ver, para forofear ya están
los aficionados. La labor de los periodistas es infor-
mar y, en función de la información que se maneja,
opinar. Es lógico que un medio y, por extensión, los
periodistas que trabajan en él, tengan una cercanía
con determinado equipo, pero de ahí a forofear…
Otra cosa es el periodismo vendido a dirigentes muy
concretos, que les utilizan como arietes de cara a
la opinión pública. Voceros que, como bien dices,
son la voz de su amo y en lugar de pensar en sus
lectores u oyentes, escriben o hablan en función de
unos intereses muy concretos.
C.- Me gustaría que indicases algunas pautasgenerales que sirvan como guía positiva a losentrenadores de fútbol en su aparición ante losdiferentes medios de comunicación.
M.- Para no extenderme demasiado, creo que
las principales, y no por orden de importancia, son
dar buena imagen, pues no debemos olvidar la
sociedad en la que nos ha tocado vivir, y a partir de
ahí ser honestos, coherentes, argumentar siempre
el porqué de las cosas y, por supuesto, con la valen-
tía necesaria para dignificar la figura del entrenador.
No se trata de buscar la confrontación, sino de evi-
tarla con inteligencia o mano izquierda, imponiendo
siempre los conocimientos que diferencian a los
técnicos de quienes no lo son. Insisto en lo que decía
antes, la desgracia de los entrenadores es que la
mayoría de periodistas y aficionados se creen que
saben tanto o más que ellos de fútbol. Y la única
forma de combatir esto es imponer los conoci-
mientos, quienes los tengan, claro…
14 Junio-2010 nº 172
Por Jesús Cuadrado Pino.
Necesidad de aplicar
correctamente las
Reglas de Juego
Recopilación de artículos publicados hace tiempo pidiendo que se
apliquen ayudas técnicas para evitar errores arbitrales que cambian
resultados
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, en su acepción dentro del contexto deldeporte, define al árbitro como: “persona que en algunas competiciones deportivas cuida de la aplicación delreglamento”. Esa es su misión y objetivo, sin duda. Por eso la única vocación de los árbitros de fútbol deberíaser que se aplicase correctamente el reglamento en cada parido. No obstante, en la práctica nos encontramoscon multitud de aspectos que desvirtúan este coherente planteamiento. Muchos dicen que forman parte deljuego y así lo demuestran en muchas de sus actuaciones. Intentan convencernos de que sus errores debentomarse como algo inherente al fútbol, cuando en realidad ellos mismos deberían luchar por utilizar los mediostécnicos de los que disponemos hoy día para que los errores se minimizasen o se eliminasen. No quiero hablarde mala intención de los árbitros, pero critico intensamente que no quieran utilizar herramientas para arbitrarmejor. No es de recibo que mientras millones de aficionados presencian por la tele una acción tal como se haproducido en realidad, el árbitro de turno tome una decisión errónea respecto a esa misma acción porque nodispone de los elementos de juicio para dictaminar correctamente en ese instante. Lo ven bien millones depersonas que no deciden y no lo puede ver bien la única persona que decide. Muchísimos años llevo abogandopor la aplicación de ayudas técnicas para el arbitraje. No se concibe que se sigan desvirtuando resultados yclasificaciones por la gran cantidad de errores arbitrales que se cometen en cada partido, en cada campeonato.Para insistir en esa necesidad de la correcta aplicación de la Reglas de Juego, presento esta recopilación dediez artículos de opinión propios, editamos con mucha antelación y repetidos ahora. (Jesús Cuadrado Pino,director de TRAINING FÚTBOL)
A R B I T R A J E
Entrenador Nacional de Fútbol.Máster Profesional en Fútbol. Máster en Alto Rendimiento Deportivo.Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol.Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.Ex-preparador físico de U. D. Salamanca y Real Valladolid.
15Junio-2010 nº 172
E
l escritor y periodista Manuel Vicent, en su
último libro, para significar los grandes
cambios y los rápidos avances tecnológicos
que se producen en el mundo, emplea la siguiente
frase: “algún día la gente dirá: ¿habéis leído queen el pasado las personas se morían?”. La frase
es ingeniosa e ilustrativa aunque un poco sorpren-
dente, pero lo cierto es que si nuestros bisabuelos
volviesen ahora al mundo, no se podrían creer la
forma en que actualmente vivimos.
Desde hace mucho tiempo estoy procla-
mando la necesidad de aplicar los medios
técnicos, acordes con los tiempos en que vivimos,
al arbitraje del fútbol profesional. Debido a la
nula ayuda externa y de medios con que cuentan
los árbitros, son lógicas las reiteradas equivo-
caciones que cometen. El juego no se desarrolla
de acuerdo a un reglamento, sino en función
de subjetivas apreciaciones
personales de un señor que
no tiene medios adecuados ni
tampoco espacio, tiempo y
visión para decidir de forma
objetiva. Los errores son
múltiples en cada partido y al
final se adulteran resultados
y clasificaciones. Es injusto
que un equipo se quede sin su
objetivo deportivo y econó-
mico, que los dos van unidos
en el fútbol profesional, por
un fallo de un árbitro, cuando a los pocos
segundos podemos observar que la decisión
arbitral no fue la correcta.
La Regla del Fuera de Juego es vital para
todo el entramado táctico y posibilita que el juego
se desarrolle de una forma coherente. Siendo una
regla fundamental, todavía no se ha llegado a su
aplicación correcta sobre el terreno de juego en el
aspecto reglamentario. Por no apoyarse en una
adecuada tecnología, se cortan y se anulan goles
que son totalmente correctos y, por otra parte, se
conceden goles en los que el jugador ha partido
de una posición antirreglamentaria.
Ante todo esto, es muy sorprendente que
en la prensa deportiva exista la figura que yo
denomino “árbitro de árbitros“. Tanto en prensa
escrita como en radio y televisión, árbitros ya
retirados, con medios audiovisuales y tecnoló-
gicos a su disposición, enjuician la labor de los
árbitros de campo que están totalmente desampa-
rados y sin ningún tipo de apoyo objetivo. Lo
razonable y coherente sería dotar a los árbitros de
medios técnicos adecuados para que su error,
humano y lógico, no se produjese. Quien diga que
esto no puede realizarse, todavía no se ha ente-
rado de que se puede ir a la luna a tomar café, que
pueden realizarse con pleno éxito trasplantes de
órganos entre los seres humanos y que la informa-
tica nos permite comunicarnos al instante con
cualquier parte del mundo a través de imágenes y
palabras.
Por todo ello, me satisface la prueba reali-
zada en el partido celebrado el pasado día uno
de junio, entre los veteranos
del Real Madrid y del Barce-
lona, en el estadio Alfonso
Pérez, de Getafe. La tecno-
logía estuvo todo el partido al
servicio del colegiado López
Nieto, que contó con la infor-
mación instantánea, a través
de un pequeño transmisor,
de Andújar Oliver y Gracia
Redondo, que utilizaron un
sistema de creación virtual
para su labor de asesores del
árbitro de campo. Se demostró que el árbitro
recibe una ayuda fundamental en jugadas dudosas
y que con este sistema las decisiones del cole-
giado son objetivas y ajustadas al Reglamento
porque están avaladas por los medios técnicos
suficientes para valorar eficazmente cada jugada.
Dentro de poco tiempo se pondrán en prác-
tica, de forma oficial, las ayudas técnicas para
arbitrar y entonces les parecerá normal a todos
aquellos que ahora son escépticos a su aplicación.
De tal forma que algún día la gente dirá: ¿habéis
leído que en el pasado los partidos de fútbol se
arbitraban por un señor que correteaba por el
campo con un silbato y que sólo contaba con su
capacidad subjetiva de observación personal para
tomar decisiones reglamentarias?
La subjetiva arbitrariedad de los árbitrosPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado el 10 de junio de 2000 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro
Fútbol: juego, deporte y espectáculo
16 Junio-2010 nº 172
A
sistimos a un nuevo cambio en el mundo del
fútbol, cambio que confirma una vez más la gran
implantación social de este juego, deporte y
espectáculo. A partir de ahora los árbitros llevarán
publicidad en sus camisetas. La empresa “quiero”,
compañía dedicada a la difusión de canales de televisión,
ha comenzado con esta estrategia
publicitaria y pagará doscientos
millones de pesetas por tempo-
rada a cambio de que los árbitros
de fútbol difundan su logotipo.
La publicidad es un aspecto
básico dentro del entramado
empresarial en el que estamos
inmersos y el dinero que emplean
las empresas en este apartado
revierte positivamente en las
personas y en las actividades
difusoras del mensaje propa-
gandístico. Pero algunas profe-
siones no pueden convertirse en
portadoras de anuncios porque
esto perjudica a su imagen y, sobre todo, al desarrollo de
su labor. La relación entre el arbitraje en el fútbol y la
publicidad, constituye un exponente máximo de este
antagonismo.
El árbitro es aquella persona que en algunas
competiciones deportivas cuida de la aplicación del
reglamento y cuyo criterio se considera autoridad, en
definitiva es un juez, cuenta con plena potestad para
sentenciar. Por otra parte, la publicidad consiste en la
divulgación de anuncios de carácter comercial para
atraer a posibles compradores. Para la buena aplicación
de su cometido, el árbitro tiene que pasar lo más
desapercibido posible porque, como muy bien hacía
constar Santiago Hidalgo, director de Grada Deportiva,
“el que un árbitro pueda creerse como parte fundamentaldel espectáculo, cuando únicamente debería ser el queimpartiera justicia en el mismo, puede ser problemáticoy altamente perjudicial”. Para ser imparcial y aplicar
unas decisiones objetivas es fundamental que el árbitro
se haga notar lo menos posible, su único objetivo es
ceñirse a la aplicación del reglamento, sin formar
parte activa de un juego que corresponde a otros. Aquí
es donde radica el problema, porque una de las
connotaciones del arbitraje es pasar desapercibido, en
contraposición a la principal connotación de la publi-
cidad que consiste en hacerse notar para atraer a la masa.
Algunos pueden pensar que este planteamiento supone
cierto inmovilismo. Nada más lejos de la realidad, lo que
sucede es que a ninguna labor se la puede dotar, o
adornar, de aspectos que perju-
diquen a su propio desarrollo. Lo
que realmente es un inmovilismo
absoluto es que no se dote a los
árbitros de los medios técnicos
con los que contamos en la actua-
lidad para que hagan correcta-
mente su trabajo.
Mala fórmula resultará de la
mezcla entre el arbitraje y la
publicidad porque supone una
dificultad añadida a las muchas
que ya tienen los árbitros para
cumplir con su cometido. De
momento, el experimento ha
comenzado en los recientemente disputados partidos de
vuelta de octavos de final de la Copa del Rey, donde se
han cometido infinidad de errores en las decisiones de
los jueces de cada partido, errores de apreciación y, lo
que resulta más grave, errores técnicos que significan el
desconocimiento del reglamento.
Es indudable y evidente, porque se constata en
cada partido de cada jornada, que los árbitros cometen
innumerables fallos, desvirtuando muchos resultados. A
partir de ahora tendrán otro lastre más que desembocará
en un aumento de errores, pero ellos se convierten en
“hombres-anuncio”, siendo portadores del logotipo de
una empresa y, al mismo tiempo, portadores de sus
continuos errores. Se trata, en realidad, de “la publicidad
en los errores”.
Los árbitros proclaman el “quiero” y el fútbol
reclama el “puedo” para que se aplique el reglamento
de forma correcta y objetiva sobre el campo. Mientras
tanto, los que han de realizar la labor de jueces depor-
tivos dentro del desarrollo del juego, “quieren pero no
pueden”, ya que no se ponen a su disposición los
recursos adecuados.
La publicidad de los erroresPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado el 20 de enero de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro
Fútbol: juego, deporte y espectáculo
17Junio-2010 nº 172
E
n un determinado centro comercial de una de
nuestras ciudades, un individuo se acerca a la
caja cuando la cajera se separa de su puesto
para atender a un cliente, la abre y coge el todo el
dinero que contiene. La acción es registrada por las
cámaras del establecimiento, observándola varios
directivos y empleados en las pantallas, en las que el
ejecutor del hecho delictivo es fácilmente reconocible.
Ocurre que el encargado de la seguridad estaba en
otra zona en ese momento y no
pudo observar personalmente
la acción. La consecuencia es
que el autor del robo manifiesto
sale a la calle tan campante y se
lleva el dinero a su casa para
gastarlo y disfrutarlo con la más
absoluta impunidad. Se argu-
menta que el único que puede
“tomar cartas en el asunto” es el
encargado de seguridad porque
este es su cometido, no importa la indiscutible
constancia del hecho, ni la absoluta identificación del
ejecutor. Además, si el dueño del establecimiento
manifiesta que le han robado, se le critica esta mani-
festación con el pretexto de que está creando polémica
y además el despistado encargado de seguridad se
ofenderá y se sentirá dañado en su ego, ya que él es el
único que puede establecer, clasificar y determinar los
hechos ilegales que se cometan en la tienda. Él es
el único juez y el único que puede dictar sentencia
por encima de la lógica de la razón y de los hechos
demostrados.
Evidentemente, nadie puede entender este
planteamiento porque es totalmente absurdo. Sin
embargo, en la aplicación de las Reglas del Juego en
el fútbol, estas situaciones se repiten constantemente.
Mientras en el mundo del derecho todos los jueces
reclaman y utilizan todos los elementos de juicio que
puedan, en el mundo del fútbol, los árbitros, teóricos
jueces futbolísticos que han de velar por la correcta
aplicación del reglamento, rechazan todos los ele-
mentos de juicio que puedan tener a su disposición y
no quieren ninguna ayuda externa que les cuente la
verdad; consideran que su mentira subjetiva está muy
por encima de la verdad objetiva.
Podemos tomar como ejemplo el gol anulado al
Barcelona en su pasado partido de Liga jugado ante el
Real Madrid. Según el Reglamento, el gol es absolu-
tamente legal, pero el árbitro no tiene elementos de
juicio suficientes para dictaminar y anula el tanto.
Constituye una paradoja lamentable el hecho de que
los millones de aficionados que seguimos el partido
por televisión tuviésemos los elementos de juicio
suficientes para ver que el gol era correcto, y los
tuvimos casi al instante de
producirse el gol, pero al único
juez que podía dictaminar no se
le facilitan esos datos objetivos
para que dictamine correcta-
mente. Como aviso para nave-
gantes quiero recalcar que esto
es sólo un ejemplo, me da igual
el Real Madrid, el Barcelona
o cualquier otro equipo, sólo
utilizo este hecho porque su
trascendencia fue muy grande. Pero en esa misma
jornada se produjeron infinidad de errores de los
jueces sin elementos de juicio, como en todas las
jornadas, como en todos los partidos, como en todos
los campeonatos.
Un argumento, tan ridículo como absurdo, que se
utiliza en estos casos es el de que los árbitros al final
reparten sus errores de una forma equitativa para
todos los equipos. Los errores no pueden repartirse, lo
único que hay que hacer es evitarlos porque en los
tiempos que corren hay suficientes medios técnicos
para que se juzgue con todos los elementos de juicio y
para que se dictamine bien. No censuro los errores
humanos de los árbitros, censuro su afán de no utilizar
los medios que les permitan arbitrar bien, porque su
único objetivo tiene que ser aplicar el reglamento y
parece que el único objetivo que quieren es tener el
poder de equivocarse para estar por encima de los
resultados, del fútbol y de los equipos. Llevo muchos
años declarando la necesidad de utilizar los medios de
los que disponemos para la correcta aplicación del
reglamento, para que los resultados deportivos de los
partidos sean reales, y estoy seguro que dentro de
algún tiempo esto se llevará a cabo. Mientras tanto,
parece que todos hemos perdido el juicio.
Jueces sin elementos de juicioPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado el 10 de marzo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro
Fútbol: juego, deporte y espectáculo
18 Junio-2010 nº 172
E
n un artículo anterior hablé sobre la “subjetiva
arbitrariedad de los árbitros” y utilicé como intro-
ducción una frase de Manuel Vicent que esquema-
tizaba de forma muy expresiva mi planteamiento. A este
gran escritor y periodista vuelvo a robarle ahora otra frase
muy ingeniosa porque sintetiza muy gráficamente lo que
quiero plantear. Como veis cito al autor para ser coherente,
precisamente ahora que están de actualidad las denuncias
por plagios y que una presentadora de televisión sigue
realizando impunemente su labor periodística después de
haber copiado a otros autores para publicar un libro firmado
por ella, aunque, evidentemente,
el programa que presenta es un
exponente máximo de ordinariez,
banalidad y grosería. La frase que
ahora quiero robarle al insigne
maestro es: “Cuando aún había febastaba con el Ángel de la Guarda,pero ahora el Papa ya no se fía.Necesita una burbuja antibala,una casulla acorazada y una mitrade plomo para hablar de amor”.
Vicent utiliza este símil para indi-
carnos que la sociedad está per-
diendo la fe y que se está acrecentando la falta de confianza
respecto a las normas éticas en las relaciones humanas.
Las normas reglamentarias que rigen el juego del
fútbol están escritas en un sencillo, simple y pequeño librito
que resulta muy fácil de estudiar, aprender y retener. La
complicación reside en aplicar ese reglamento en el campo
de juego porque no se ponen los medios técnicos adecuados
para ello y todo se deja en manos de un señor que corretea
por el campo sin ninguna ayuda objetiva, por lo que
tiene que equivocarse forzosamente, resultando que las
decisiones del árbitro no son las que corresponden, con lo
que se desvirtúa el desarrollo del juego y el resultado de los
partidos. Hace años los espectadores no teníamos a nuestra
disposición los medios audiovisuales para observar
objetivamente las jugadas y existía la fe y la confianza
en que los árbitros tomaban las decisiones correctas.
Evidentemente, ahora ya no existe esa confianza y pode-
mos observar en cada partido que los errores arbitrales
son numerosísimos. Considero que los árbitros tratan de
hacerlo bien y son los primeros en lamentar sus equi-
vocaciones, pero es imposible que no sigan con sus incon-
tables, importantes y decisivos fallos si no les dota de los
medios técnicos adecuados de los que hoy disponemos.
Pero si todavía algunos tenían fe en el correcto desarrollo
de los arbitrajes, llega un nuevo colectivo de parásitos a
nuestro deporte y erradica definitivamente esa fe. Este
colectivo está formado por unos señores que antes han sido
árbitros y que ahora, utilizando medios técnicos para
observar las acciones del juego con objetividad, arbitran el
partido desde fuera, señalándonos constantemente, con
todo lujo de detalles, los errores que cometen los árbitros de
campo. A este grupo de personajes yo quiero denominarles
“árbitros de árbitros”.
Cada partido se arbitra sobre el campo por cuatro
árbitros: el árbitro principal, los dos árbitros asistentes
–antes llamados jueces de línea- y el cuarto árbitro. Además,
cada partido es arbitrado por de-
cenas de árbitros desde los medios
de comunicación, utilizando moni-
tores, pantallas, cámaras, ordena-
dores y otros aparatos actuales para
sentenciar sobre cada una de las
jugadas. Los árbitros de campo
arbitran las acciones de los juga-
dores y los “árbitros de árbitros”
arbitran a los árbitros. Resultando
paradójico, o mejor dicho, irra-
cional, que los árbitros de campo,
siendo los que tienen capacidad
para decidir, no cuenten con medios adecuados; mientras
que los “árbitros de árbitros” tengan a su disposición todos
los medios necesarios. Utilizamos los medios que la ciencia
nos va proponiendo para mejorar la tecnología en las
empresas, para una mejor docencia en las universidades,
para viajar, para comunicarnos, para la realización de las
tareas domésticas... También utilizan medios técnicos
adecuados los árbitros retirados para, jugando con ventaja,
descubrir los errores humanos de sus colegas que están en
el campo. La estúpida actitud de importancia que muestran
estos “delatores arbitrales” resulta ridícula, porque para
realizar tal incoherente labor basta con aprenderse el
sencillo, simple y pequeño librito de las Reglas de Juego y
ver las claras imágenes que se nos muestran.
Solamente tengo un reproche para los árbitros de
campo, es el hecho de que rechacen los medios audiovi-
suales para arbitrar. Para los que arbitran a los árbitros
tengo multitud de reproches porque su labor es estéril, no
aporta ni resuelve nada y está fuera de lugar, simplemente
son unos chivatos sin utilidad práctica. Es verdad, tiene
razón Manuel Vicent, estamos perdiendo la confianza. No
se puede tener confianza en los árbitros en activo que
rechazan los medios a su alcance para arbitrar mejor y, en
cambio, sí los utilizan cuando se retiran para ser acusadores
de sus colegas. Puede que actúen así porque es una forma
de seguir en el candelero y conseguir unos ingresos extra.
Árbitros de árbitrosPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado el 19 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro
Fútbol: juego, deporte y espectáculo
19Junio-2010 nº 172
T
odo el entramado del fútbol profesional gira
alrededor del juego, el desarrollo del juego de cada
uno de los partidos de competición es el origen y el
núcleo que justifica todo. Si embargo, la periferia se ha
comido al núcleo, se da más importancia al entorno creado
por la publicidad y a la influencia social, económica y
política. La disputa deportiva de cada partido se ha
convertido en una simple justificación para montar a su
alrededor muchos negocios y operaciones mercantilistas,
existiendo mucha más trascendencia fuera del campo que
dentro de él. Hay muchos personajes y asociaciones que
están “fuera del juego”.
En lo que se refiere estrictamente a la confrontación
deportiva de los dos equipos sobre el campo, también hay
jugadores que están en fuera de juego, aunque esto es
únicamente consecuencia de la dinámica del juego en
relación a las normas que lo reglamentan. El reglamento de
juego de la Internacional Board y de la Federación
Internacional de Fútbol Asociación, en su regla XI habla del
fuera de juego y describe que “un jugador está en fuera dejuego si se encuentra más cerca de la línea de meta contrariaque el balón, salvo: que se encuentre en su propia mitad delterreno, que no esté más cerca de lalínea de meta contraria que dos desus adversarios (por lo menos), sirecibe la pelota directamente de unsaque de meta, saque de esquina,saque neutral o saque de banda, o sila recibe de un contrario que lajuega voluntariamente. Deberáser sancionado por estar en unaposición de fuera de juego sola-mente si en el momento en que elbalón toca, o es jugado por uno desus compañeros, se encuentra, ajuicio del árbitro, involucrado en eljuego activo, interviniendo en eljuego, interviniendo contra un oponente o tratando de sacarventaja al estar en esa posición”. Aunque hace pocas fechas
un pasado y afamado futbolista comentó en un medio de
comunicación que “habría que suprimir el fuera de juego
para que el fútbol fuese más vistoso”, estamos, sin duda,
ante la regla más importante de todas porque permite que
el juego tenga un desarrollo coherente. Si la táctica es el
manejo del espacio y del tiempo, esta regla permite que
estos parámetros puedan manejarse. Lo que ocurre en la
práctica es que su aplicación en el campo, por parte de los
colegiados, es arbitraria y está sujeta a constantes errores.
Todos podemos observar como en cada partido su aplica-
ción es errónea en multitud de ocasiones. Se deja seguir el
juego cuando un jugador parte desde una posición ilegal y,
sobre todo, se sanciona con fuera de juego a muchos
delanteros que parten desde una posición totalmente
reglamentaria y que por habilidad y velocidad sobrepasan a
la defensa contraria, quedándose cerca de la portería con la
única oposición del portero y teniendo controlado el balón.
Ocurre lo de casi siempre en lo referente al arbitraje: juzgan
unos señores que no tienen elementos objetivos de juicio,
supuestamente ayudados por otros desde la banda, que
tampoco tienen elementos objetivos de juicio.
Dado que la correcta aplicación de esta regla es un
factor decisivo para el resultado de los partidos, considero
imprescindible utilizar todos los medios técnicos dispo-
nibles para informar instantáneamente al árbitro de campo,
dotándole de unos elementos de juicio objetivos para que la
aplicación de esta norma reglamentaria se realice con total
acierto. Sin esta regla no habría juego, pero con su mala
aplicación sólo hay resultados irreales e injustos.
Bajo este planteamiento, quiero realizar una pro-
puesta para cambiar el contenido reglamentario de esta
regla. Respetando el enunciado de la primera parte de la
norma, y bajo las premisas descritas en ella, considero que
todo jugador que ocupe la posición antirreglamentaria
indicada está en fuera de juego y debe de sancionarse
como tal, independientemente de que intervenga directa-
mente en la acción o no; es preciso
eliminar esa impresión subjetiva
del árbitro. Se argumenta que para
que haya fuera de juego tiene que
haber “posición más influencia”,
sin embargo, está claro que en este
caso la posición siempre lleva
aparejada la influencia. El único
criterio válido para la aplicación
de la falta debería de ser la posi-
ción, ya que esa posición siempre
significa, en sí misma, una inter-
vención directa en el desarrollo del
juego. Cuando un jugador logra un
gol o finaliza una jugada lo hace
gracias a la posición que ocupaba, esa posición le permitirá
intervenir finalmente en la jugada. Además, en cualquier
caso, la posición de los atacantes contrarios es la referencia
que permite a los defensores achicar, presionar o realizar el
fuera de juego.
Pobre del delantero que sea rápido porque se le pitará
fuera de juego y agraciado aquel que se aprovecha de
su posición antirreglamentaria, aunque supuestamente
inofensiva, para marcar un gol avalado por el pueril argu-
mento arbitral de que “no intervenía en la jugada”. Los
jugadores que durante el partido infringen esta regla están
“fuera de juego”, algo natural porque es consecuencia de las
normas que se aplican para el desarrollo del partido; lo malo
es que los criterios que se utilizan para la aplicación regla-
mentaria de esta norma están “fuera de lugar”.
El fuera de juegoPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado el 26 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro
Fútbol: juego, deporte y espectáculo
20 Junio-2010 nº 172
S
eguro que no lo hacen premeditadamente,
seguro que no actúan de mala fe, pero es
evidente que los árbitros cometen innumerables
errores en cada partido de cada jornada y en todas las
categorías de competición en el fútbol. Errores
humanos que cambian resultados y desvirtúan las
clasificaciones de todos los campeonatos. Es lógico
que así suceda porque se envía a los árbitros a una
“misión imposible”, aunque en muchos casos
pretenden un protagonismo que no les corresponde,
porque su único cometido es aplicar el reglamento, sin
pretender formar parte activa del desarrollo de un
juego que pertenece a otros. Como he comentado
muchas veces, y lo vengo haciendo desde hace
muchos años, es absurdo que no se dote a los árbitros
de los medios técnicos actua-
les para que puedan ejercer su
labor con la máxima eficacia.
No es de recibo que la senten-
cia a cada jugada se aplique
de acuerdo a la subjetividad
de una falsa apreciación,
cuando en realidad debería
aplicarse bajo la objetividad
de la verdadera visión.
Dentro del conjunto de
las Reglas de Juego, la Regla
XI, relativa al “fuera de
juego”, es la más importante
porque permite que el juego
tenga un desarrollo cohe-
rente. La táctica es el ade-
cuado manejo del espacio y
del tiempo, y esta regla posi-
bilita la utilización ordenada
de estos parámetros en la dinámica de cada partido.
Pero su mala interpretación y su pésima aplicación
provocan un gran daño al desarrollo del juego y, en
muchas ocasiones, un injusto resultado en el marcador.
La interpretación arbitral es que para que un
jugador incurra en fuera de juego no tiene nada que
ver el lugar donde se encuentre, sino que su cuerpo
interfiera directamente en la visión del portero o de
algún defensor, o que tenga intención clara de tocar el
balón. Sólo así consideran que el jugador tiene
influencia. Sin embargo, la posición casi siempre lleva
aparejada la influencia. La posición, en sí misma,
significa una intervención directa en el desarrollo del
juego. Si toda la línea defensiva se adelanta para dejar
al delantero rival en situación antirreglamentaria,
la influencia del rival en nuestro juego es evidente.
También existe una clarísima influencia cuando el
rival se aprovecha de la situación antirreglamentaria
en la que estaba para, después de un rechace o un
segundo pase, intervenir en cualquiera de las facetas
del juego; aunque el colectivo arbitral denomine a esta
situación como “segunda jugada”, lo cierto es que se
trata de la “misma jugada”.
La aplicación de la regla está basada, como casi
todas, en la apreciación visual humana. En este caso
es un señor, que corretea por la banda con una
banderita en la mano, el que
tiene que dictaminar. Lógica-
mente no puede apreciar de
forma clara y objetiva todo el
contexto de la situación, por
eso casi siempre se equivoca.
En unos casos no se sanciona
la situación ilegal de un delan-
tero y en otros casos se para
el juego cuando el delantero
partía desde una posición
correcta en el instante en que
un compañero realizó el pase.
Cuando se deja seguir a un
delantero que estaba situado
antirreglamentariamente, se
está destruyendo una coor-
dinada acción táctica de los
defensores. Cuando incorrec-
tamente se señala la infrac-
ción al delantero que parte
desde una posición legal, se está cortando de raíz lo
más bonito de la acción ofensiva.
La regla XI es decisiva para el resultado de los
partidos y, sobre todo, para el desarrollo del juego.
Considero imprescindible utilizar todos los medios
técnicos disponibles para que se utilice con total
objetividad. Gran parte de la dinámica táctica del
enfrentamiento entre los dos equipos tiene su base en
esta regla, pero, incomprensiblemente, los criterios
utilizados en su interpretación y en su aplicación
son incorrectos y absurdos, están fuera del juego y
también fuera de lugar.
Fuera de juego y fuera de lugarPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado en el número 96 de TRAINING FÚTBOL, febrero de 2004
21Junio-2010 nº 172
D
iecisiete apartados componen las reglas de juego.
Diecisiete reglas que cuidan la dinámica y el
desenvolvimiento de cada partido, creando el ade-
cuado margen para las acciones de cada uno de los juga-
dores. Todas son necesarias, pero por su decisiva influencia
en el juego destaca sobre todas ellas la regla XI, la regla del
fuera de juego, que indica lo siguiente: “un jugador está enfuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de metacontraria que el balón, salvo que se encuentre en su propiamitad del terreno, que no esté más cerca de la línea de metacontraria que dos de sus adversarios (por lo menos), sirecibe el balón directamente de un saque de meta, saque deesquina, saque neutral o saque de banda, o si le recibe deun contrario que le juega voluntariamente. Deberá sersancionado por estar en una posición de fuera de juegosolamente si en el momento en que el balón toca o es jugadopor uno de sus compañeros, se encuentra, a juicio delárbitro, involucrado en el juego activo, interviniendo en eljuego, interviniendo contra un oponente o tratando desacar ventaja al estar en esa posición”.
Fundamental y decisiva resulta la primera parte del
enunciado de la regla, desde el comienzo hasta el punto
y seguido. En esta primera parte se refleja su concepto
sustancial, el que permite que el juego y las variantes tácticas
puedan desarrollarse de forma coherente en cada partido;
protege al juego y hace que las
relaciones de colaboración-oposi-
ción de los jugadores de ambos
equipos se establezcan adecua-
damente. El problema surge en
la segunda parte del enunciado,
desde el punto y seguido hasta el
final del párrafo, donde se hace
referencia a dos situaciones que
desvirtúan totalmente esta norma:
dejar a la interpretación del árbitro
la influencia en la jugada de un
futbolista que está en posición de
fuera de juego y plantearse que
estando en esa posición ilegal no
se intervenga activamente en
el juego. Estas dos situaciones
desvirtúan, repito, la regla del
fuera de juego porque con ellas se está argumentando que
para sancionar el fuera de juego tiene que haber “posición
más influencia”. Sin embargo, está muy claro que la posición
siempre implica influencia en cada una de las jugadas y, en
consecuencia, el único criterio válido para sancionar con
fuera de juego debería ser la posición. Si analizamos el juego,
aunque sea de una forma muy superficial, comprobamos que
la posición significa, en sí misma, una intervención directa en
la jugada. Siempre que un jugador logra un gol, ayuda a sus
compañeros o les sirve de referencia, es debido a la posición
que ocupa o a la posición inicial desde la que se mueve.
Además, en cualquier caso, la posición de los atacantes
rivales es la referencia que indica a los defensores dónde,
cuándo y cómo han de achicar, agrandar o mantener la
posición. Estamos hablando de un juego colectivo y la
defensa juega colectivamente en función de las referencias de
balón, posición de rivales y posición de compañeros. La
posición de un delantero rival es una referencia para los
movimientos de toda la línea defensiva. El argumento
arbitral de que “no intervenía en la jugada” resulta falso y
pueril. Como resulta también falso y pueril otro argumento
que esgrimen: “en la primera jugada estaba fuera de juego
pero en la segunda no”, cuando en realidad se trata de la
misma jugada, ya que una jugada es el conjunto de combi-
naciones que realizan los componentes de un equipo hasta
que pierden la posesión del balón porque se le roba un rival,
porque sale de los límites del terreno de juego o porque el
árbitro detiene el juego para señalar una infracción u otra
circunstancia. Ellos creen que cada toque al balón es una
jugada, pero lo cierto es que cada jugada es un conjunto más
o menos numeroso de toques de balón en forma de pases,
controles, despejes orientados, desviaciones, cambios de
orientación, etc.
Además de todas estas consideraciones, la aplicación
de esta regla va expresamente dirigida a una línea concreta,
la línea imaginaria paralela a la línea de meta trazada con la
referencia del último defensor, sin contar al portero. Esta
línea resulta absolutamente fundamental para el desarrollo
del juego porque ha partir de ella
comienza la “zona de aprove-
chamiento ofensivo para los ata-
cantes” y la “zona de vigilancia
defensiva para los defensores”.
Ahí, justo ahí, se expresa en
décimas de segundo la habilidad
de los atacantes para llegar al gol
y la capacidad de los defensores
para evitar la progresión del ata-
que rival. Ocurre que, en infinidad
de ocasiones, este momento deci-
sivo y bello del juego se maltrata y
se tira por los suelos debido al mal
enfoque provocado por la segunda
parte del enunciado de la regla.
También queda desvirtuado por
un inoportuno y equivocado toque
de silbato del árbitro o porque un linier despistado levanta
la bandera. De la misma forma que se desvirtúa en sentido
contrario, es decir, cuando un jugador incurre en claro fuera
de juego y no son capaces de verlo los encargados de
sancionarlo. La regla del fuera de juego protege al fútbol,
pero su actual aplicación le perjudica gravemente. La
primera parte del enunciado de la regla XI es básico, funda-
mental. Pero creo que es urgente revisar el segundo párrafo,
así como dotar al árbitro de los medios técnicos adecuados
para evaluar esta regla en el campo. Estamos ante una regla
de oro dentro de las normas que rigen el desarrollo del juego,
pero que queda convertida en una burda y barata bisutería
con su aplicación actual.
La regla de oro convertida en bisutería barataPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado en el número 99 de TRAINING FÚTBOL, mayo de 2004
22 Junio-2010 nº 172
E
l organismo que dicta las reglas de juego en el
fútbol, la International Board, celebra una reunión
anual para analizaras y si lo considera necesario
adaptar alguna variante al objeto de mejorar el desarrollo
del juego. Su reunión de este año tuvo lugar en Cardiff en
el anterior mes de febrero. En primer lugar, hay que
celebrar que no aprobasen la abolición del offside ni que
lo redujesen a las zonas comprendidas entre las líneas de
meta y las líneas frontales del área de penalti, como
algunos avispados habían propuesto. Hay que celebrar,
repito, que no se aceptase esa propuesta y al mismo
tiempo hay que lamentar que los que hacen dicha
propuesta, estando inmersos en una organización que rige
los destinos del fútbol a nivel internacional, desconozcan
totalmente el juego. La regla del fuera de juego es la regla
de oro, porque si la táctica es el manejo del espacio y
del tiempo con la colaboración de los compañeros y la
oposición de los rivales, esta regla permite que estos
parámetros puedan manejarse.
Sin embargo, la mejor noticia
que nos depara esta última
reunión de la International
Board es que tomasen la reso-
lución de probar en el Mundial
Sub-17 de Perú, a disputar en
septiembre, el balón con un
microchip incorporado en su
interior para acabar con las
situaciones dudosas que gene-
ran los llamados “goles fan-
tasma”. Las empresas alemanas
Adidas y Cairos AG son las que han desarrollado el
prototipo con el que se experimentará. Seguro que el
sistema tendrá ciertos fallos iniciales y será preciso
perfeccionarle posteriormente como ocurre con todas las
innovaciones técnicas, pero ya es hora de que la FIFA
acepte un sistema tecnológico para aplicar el reglamento.
Llevo más de 15 años proclamando la necesidad de
aplicar al arbitraje del fútbol profesional los medios
técnicos acordes con los tiempos que corren. Debido a la
nula ayuda externa con que cuentan los árbitros, son
lógicas las múltiples y reiteradas equivocaciones que
comenten, que desembocan en la adulteración de
resultados y clasificaciones. En cada jornada, en cada
partido, se produce una gran cantidad de errores que
influyen directamente en el desarrollo del juego y
cambian los dígitos que, en justicia, deberían reflejar los
marcadores. Para disculpar los errores arbitrales suele
argumentarse que “también los jugadores se equivocan”,
el propio presidente de la federación, Ángel María Villar,
ha comentado públicamente en varias ocasiones que “los
árbitros seguirán equivocándose, también los jugadores
profesionales fallan penaltis y comenten errores”. Resulta
patético que se asemejen los errores de los árbitros a los
errores de los jugadores. Los jugadores para realizar sus
acciones están sometidos a la oposición directa de los
rivales y el propio desarrollo dinámico del juego implica
aciertos y errores. Sin embargo, los árbitros no están
implicados directamente en las acciones propias del
juego, su labor es velar para que éste se desarrolle de
acuerdo a unas reglas establecidas.
No creo que los árbitros de hoy sean peores que
los de hace años, lo que ocurre es que la televisión y
los medios audiovisuales nos muestran con absoluta
claridad sus fallos reiterativos.
Hace muchos años algunos
partidos sólo podían seguirse a
través de la radio y con muchas
interferencias, una de las pocas
diversiones del hogar era oír en
aquellos aparatos la radionovela
“Matilde, Perico y Periquín”.
Hoy se navega por Internet, se
puede ir a la luna a tomar café, se
realizan trasplantes de corazón,
se llevan a cabo fecundaciones
con un tubo de ensayo, nos
comunicamos a través de video-conferencia, funcionan
los aparatos domésticos con una simple indicación
verbal, el GPS nos conduce a cualquier destino. Sin
embargo, como exponente de máxima incongruencia,
no se aplican los medios técnicos adecuados para que
se eliminen los errores de los árbitros en el fútbol
profesional. No se eliminarán los errores porque los
árbitros se reúnan para unificar criterios ni porque se
preparen mejor físicamente ni porque se les considere
profesionales (creo que ya lo son suficiente), seguirán
existiendo los errores constantes porque la velocidad y las
variadas acciones del juego no pueden apreciarse a
simple vista por un señor que corretea por el campo. El
quid de la cuestión es dotar al árbitro de medios técnicos
adecuados, hacer que el juez tenga elementos de juicio.
Por eso el microchip del balón es un buen comienzo, un
paso adelante. Ese puede ser el “chip” de la cuestión.
El “chip” de la cuestiónPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado en el número 109 de TRAINING FÚTBOL, marzo de 2005
23Junio-2010 nº 172
P
arece que ahora están de moda los múlti-
ples errores de los árbitros en cada uno de los
partidos de fútbol que se disputan cada semana.
No se trata de una moda, es una constante. Sus
equivocaciones se repiten invariablemente desde hace
muchos años. Sus fallos se manifiestan asiduamente
cada jornada. Llevo muchísimos años proclamando la
necesidad de aplicar los medios técnicos, acordes con
los tiempos en que vivimos, al arbitraje en el fútbol
profesional. No hacen caso de una necesidad como
esta para que cada equipo logre sus resultados en el
campo en función del desarrollo del juego y de sus
virtudes o defectos futbolísticos en su enfrentamiento
con el equipo rival. Nadie se da por aludido, el juego
no se desarrolla de acuerdo al reglamento establecido,
sino en función de subjetivas
apreciaciones personales de
un señor que no tiene medios
adecuados, ayudado por otros
señores que tampoco cuentan
con esos medios. La labor fun-
damental del árbitro consiste
en la correcta aplicación de
la reglas, pero en la práctica
sucede todo lo contrario, por
eso personalmente he estable-
cido la siguiente definición de
árbitro: un impedimento
entre el reglamento y el terreno de juego. El juego
se desarrolla a gran velocidad y son lógicos ciertos
errores de apreciación, pero es totalmente ilógico no
utilizar los medios adecuados para evitarlos. Los
árbitros quieren ser protagonistas y asentar ese
protagonismo en sus decisiones subjetivas y
equivocadas.
El árbitro es aquella persona que en algunas
competiciones deportivas cuida de la aplicación del
reglamento y cuyo criterio se considera autoridad. En
definitiva, es un juez porque cuenta con plena potestad
para sentenciar. Pero resulta paradójico que, en el caso
del fútbol, ese supuesto juez no cuente con los
elementos de juicio para decidir en consecuencia, por
ello muchas de sus sentencias son equivocadas e
injustas. Los árbitros de fútbol son jueces sin ele-
mentos de juicio. No están dotados de medios para
tomar decisiones correctas. La ineficacia para tomar
decisiones seguirá siendo protagonista aunque los
árbitros se hagan profesionales (demasiado profe-
sionales son ahora en función de las cantidades que
cobran) porque si no pueden apreciar bien, seguirán
pitando mal. La voluntad del árbitro únicamente
debería ser la exacta aplicación del reglamento sobre
el terreno de juego. Hoy contamos con medios técni-
cos adecuados, pero no quieren aplicarlos, quieren
mantener el poder otorgado sus errores. Es incon-
gruente que un árbitro cometa una equivocación en
una jugada decisiva y al mismo tiempo la correcta
circunstancia de la jugada la aprecien millones de
aficionados que siguen el partido por televisión.
Pero lo cierto es que prevalece su decisión errónea.
Siempre vale la subjetividad de la falsa apreciación
y nunca la objetividad de la verdadera visión. El
resultado es que se falsean
resultados y clasificaciones,
con los perjuicios e injusticias
derivados de ello.
Todavía hay muchas opi-
niones contrarias a la utiliza-
ción de medios técnicos para
eliminar errores de aprecia-
ción. Suele utilizarse el argu-
mento de que “al final loserrores se reparten de formaequitativa entre todos los equi-
pos”, lo que resulta absurdo porque los errores no
pueden repartirse, lo único que debe hacerse es
evitarlos. Otros estiman que evitando el error se
elimina la “salsa del fútbol”, como si el fútbol estu-
viese al margen del desarrollo dinámico de un juego
tan bonito como este. No obstante, el argumento que
resulta más intolerable es el que vierten los propios
árbitros y los dirigentes federativos: “los jugadorestambién se equivocan”. Olvidan que los futbolistas
están sometidos a la oposición de los rivales y que el
propio juego implica aciertos y errores. Por otra parte,
el fallo cometido por cada futbolista lleva implícito el
castigo para él y para su equipo; pero cada fallo
cometido por los árbitros perjudica a otros, no a ellos.
Ocurre que los árbitros quieren tener el monopolio del
error. No censuro sus errores humanos, sino su afán por
no utilizar las herramientas informáticas y electrónicas
que minimizarían en gran parte sus errores. Por ahora
seguirán siendo un impedimento entre el reglamento y
el terreno de juego.
Reglamento e impedimentoPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado en el número 129 de TRAINING FÚTBOL, noviembre de 2006
24 Junio-2010 nº 172
L
a aplicación fiel del reglamento es necesaria
para que cada partido de fútbol se desarrolle
adecuadamente. Las Reglas de Juego se com-
ponen de diecisiete normas que velan por ello. El
árbitro es aquella persona que en las competiciones
deportivas cuida de la aplicación de esas Reglas, su
criterio se considera autoridad. Es un juez porque
cuenta con plena potestad para sentenciar. Es incon-
gruente que en fútbol ese supuesto juez no cuente
con elementos de juicio necesarios para decidir con
certeza. Por ello muchas de sus sentencias resultan
erróneas. Llevo muchos años indicando la necesidad
de utilizar los medios técnicos adecuados para poder
aplicar bien el reglamento. En realidad, los árbitros de
fútbol son jueces sin elementos de juicio. No emplean
medios técnicos para sentenciar con
veracidad. La pretensión de los árbi-
tros debería ser la exacta aplicación
del reglamento, sin embargo, re-
nuncian a las ayudas tecnológicas
e informáticas que lo asegurarían.
Quieren seguir con el protagonismo
que les otorgan los errores que
cometen de forma involuntaria
(creo), pero inevitable por la veloci-
dad y circunstancias del juego.
Ahora quieren añadir otros dos
árbitros más. Les llaman “jueces de
gol”. Se trata de situar un árbitro
cerca de cada una de las dos porte-
rías con la finalidad principal de
controlar si el balón traspasa, o no,
la línea de gol o el plano imaginario de la portería
correspondiente. De momento se ha probado en la
Europea League, anteriormente llamada UEFA. Si al
final se lleva a cabo, lo único que se conseguirá es que
serán seis señores los que se equivocarán. Nos ame-
nazan con otra incongruencia. Esto no es nuevo, ya
se utilizó en los años treinta. Estos “jueces de gol”
se seguirán equivocando inevitablemente y, como
pueden entrar en el área de penalti, pueden suponer un
estorbo. Espero que no se lleve a cabo esta equivocada
idea. Con los medios que contamos en la actualidad,
esto se podría realizar de forma efectiva situando un
chip en el balón y una célula que cubra el plano de la
portería, de tal forma que cuando el balón traspase
totalmente ese plano se produzca automáticamente un
sonido concreto.
Si cristaliza la idea, las imágenes televisivas demos-
trarán las muchas equivocaciones que cometerán estos
nuevos árbitros. Se concederán goles que no son, se
anularán goles que sí son. Es inevitable, porque la
velocidad del juego y la capacidad de percepción
humana, exigida en el instante, no
casan bien. Más árbitros sin ele-
mentos de juicio. Es incongruente
que un árbitro cometa una equivo-
cación en una jugada decisiva y, al
mismo tiempo, la acción correcta la
aprecien millones de aficionados
que siguen el partido por televisión.
Pero siempre vale la subjetividad
de la falsa apreciación y nunca la
objetividad de la verdadera visión.
El resultado es que se falsean re-
sultados y clasificaciones, con los
perjuicios e injusticias derivados
de ello. Cualquier acción de juego
puede ser observada en el instante
por medios técnicos adecuados.
También, por supuesto, el instante
del gol. No se pierde ni un ápice de tiempo si se utilizan
bien. La salsa del fútbol no es la discusión irracional
sobre las decisiones arbitrales, sino el desarrollo del
juego derivado del enfrentamiento entre dos equipos
que tratan de superar al rival, o neutralizarle, con la
habilidad individual y, sobre todo, colectiva que otorga
el modelo de juego de nuestro deporte.
Otro juez más, sin elementos de juicioPor: Jesús Cuadrado Pino
Publicado en el número 164 de TRAINING FÚTBOL, octubre de 2009
25Junio-2010 nº 172
26 Junio-2010 nº 172
El fútbol,
un juego complejo
El fútbol es un juego fácil de entender, princi-palmente en lo que se refiere a sus objetivos,a las variadas formas de intervenir sobre el
balón y a las relaciones básicas entre compañerosy adversarios en las fases ofensiva y defensiva.Su aparente simplicidad esconde un fenómenoque se asienta en una lógica compleja, en virtudde la contextualidad que envuelve cada instante/momento del juego, fruto de innumerables fuentesde incerteza, tales como los compañeros, losadversarios, el balón, etc. Desde estas formas deincerteza radicadas en un universo de posibili-dades de respuesta de dominio estratégico, tácticoy técnico, se desarrolla toda una aleatoriedad,imprevisibilidad y transitoriedad de situación asituación, que induce a múltiples decisiones,acciones e interacciones plausibles.
Independientemente de nuestros paradigmas,ideas, convicciones y concepciones, la verdad esque hemos asistido, a lo largo de los tiempos, auna constante evolución del juego del fútbol, evo-lución marcada, por un lado, por la formación delos jugadores jóvenes -que deriva de la lógica
interna del juego del fútbol-, y, por otra, por elestudio de los altos niveles de rendimiento quenos muestran los equipos y selecciones de élite enlos torneos más prestigiosos. A pesar de estaevolución, el análisis del fútbol se ha descom-puesto en parcelas más o menos amplias, conuna mayor concentración de estudio en deter-minadas áreas, y por la utilización de variablesque no siempre se ajustan a lo que es la realidaddel juego. De todos modos, es normal estaparcelación en el estudio, y, por otro lado, no esmenos cierto que tal pluralidad de abordajesrefleja una enorme vitalidad.
El paradigma físico y
condicional
Pese a la realidad del juego, lo cierto es quelos estudios sobre fútbol comenzaron por la líneamás “fácil” y visible, o sea, por la valoración deestadísticas, buscando la relación causa/efectoa partir de cifras. El análisis del fútbol ha sido
Entrenador Nacional de Fútbol.Doctor en Ciencias del Deporte.Profesor de Metodología del Entrenamiento en la Universidad de Lisboa.Ex-entrenador adjunto del Benfica y del Sporting de Lisboa.Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).
Por Jorge Castelo.
T Á C T I C A
Uno de los autores que más ha incidido en el análisis del juego en fútbol, y más ha desarrollado (y siguehaciéndolo) una metodología de entrenamiento específico, es Jorge Castelo. Este técnico portugués, granentrenador y profesor, ha publicado interesantes libros que recomiendo a todos aquellos que quieranseguir formándose como técnicos de fútbol para progresar en su trabajo. Presentamos en este número unasconsideraciones suyas que pueden servir como inicio para una posterior y más profunda comprensión de ladinámica de las acciones tácticas de los equipos en cada partido. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAININGFÚTBOL)
27Junio-2010 nº 172
colonizado durante mucho tiempo por los para-digmas biológicos, o sea, las capacidades físico-condicionales de los jugadores, creándose mo-delos diseñados con la intención de saber, entreotras cosas: las distancias recorridas y susintensidades, en función de las misiones tácticas;las capacidades de absorción máxima de oxígenoy sus diferentes niveles en función de intensi-dades del esfuerzo; las capacidades de seguirtrabajando aún en estado de fatiga, y las formasde recuperación; la posibilidad de descomponerlos diferentes factores de preparación, desde laperspectiva de que mejorando cada uno de ellosmejorarán todos en cierta medida.
En todo caso, son criterios de análisis propiosde deportes individuales, en los que las tareas adesenvolver no son significativamente influen-ciados por tantas circunstancias como sucede enel fútbol (compañeros, rivales en oposición directay simultánea, balón, arbitraje, meteorología, etc.).Este enfoque de estudio, seguro en el sentido deque es relativamente fácil y los instrumentos demedida son cada vez más precisos, no atienderealmente a la esencia del juego; luego, por muyfiable que sea estadísticamente, no tiene granutilidad práctica. Ni siquiera estadísticas técnico-tácticas, basadas en frecuencias y cantidades,tienen gran extrapolación al juego real.
El paradigma estratégico y
táctico
La aproximación más importante al juegoderiva del análisis de los aspectos relativos a lacontextualidad situacional de cada momento, elcual es generado por aspectos de orden estra-tégico y táctico. De esta forma de análisis nacenpropuestas para analizar el juego real desde laconfrontación “juego” (contexto) versus “jugador”(decisión y acción). Desde ahí sí podremos des-cifrar el juego y crear renovadas metodologíasde entrenamiento, que creen adaptaciones real-mente útiles para la mejora del rendimiento. Elfútbol tiene un problema esencial, y es de natu-raleza informacional acerca de lo estratégico y lotáctico, ya que el jugador ha de saber siempre quéhacer en aras del colectivo, para a partir de ahípoder decidir y ejecutar ajustadamente. Informa-ción, conocimiento, decisión y acción, esto es loque marca la pauta de la evolución de los juga-dores y equipos. Por tanto, el estudio del juego delfútbol ha de ser efectuado teniendo en cuenta sucomplejidad y las múltiples interrelaciones quepresenta un juego tan “abierto” y vitalista.
Juego de dimensiones
estratégicas y tácticas
En el juego del fútbol, los jugadores estánagrupados en dos equipos en una relación deconfrontación, denominada de rivalidad deportiva.Durante ella, los equipos luchan por la posesióndel balón, con el objetivo de introducirlo el mayornúmero posible de veces en la portería adversariay evitar que suceda en la propia, con vistas aganar el partido. Los jugadores se enfrentan enforma directa y deliberada, intentando que susacciones e interacciones desorganicen en todomomento al rival, y que las de éste no desorga-nicen a su propio equipo.
Dos dimensiones para un
mismo fin
Los equipos se enfrentan colectivamente,planificando y coordinando sus acciones res-pectivas en relaciones antagónicas de ataque-defensa. El juego se desenvuelve a través desituaciones problemáticas y contextuales, en lasque se impondrá el equipo cuyos jugadores:respondan eficazmente a las constantes modifi-caciones en que están inmersos (que nacen dela combinación regularidad-aleatoriedad) y seorganicen mejor colectivamente. Para concretarloeficazmente usan dos dimensiones, una de ordenestratégico y otra de orden táctico.
Del lado de la concepción:
la estrategia
La planificación estratégica presupone un con-junto de operaciones lógicas integradas en arasde que la organización dinámica del equipo sealo más afinada y eficaz posible. La preparación
“La aproximación más importanteal juego deriva del análisis de los aspectos relativos a la contextualidadsituacional de cada momento”
28 Junio-2010 nº 172
estratégica, más que establecer detalles pun-tuales y temporales en la funcionalidad del equipo,debe atender a la creación de contenidos deentreno que recreen las condiciones, particulari-dades y diversidades propias del juego futbolísticoreal. Desde luego, siempre habrá ajustes, dadoque es imposible abarcar y controlar todas lassituaciones del juego, pero sí es factible crearun marco general que nos permita un mínimo decertidumbre. Un ejemplo concreto puede ser uncórner en el que los rivales colocan dos jugadoresen nuestro primer palo, lo cual puede obligarnos aciertas modificaciones; ello es compatible connuestras pautas generales, y de hecho en losentrenamientos se puede y debe trabajar para quelos jugadores entiendan las variabilidades y desa-rrollen su capacidad para enfrentar situacionespuntuales diversas.
Del lado de la ejecución:
la táctica
Presupone la existencia de una concepciónunitaria para el eficaz desarrollo, durante lacompetición, de una forma específica de jugar(denominada normalmente modelo de juego). Latáctica tiene carácter operativo, y está enfocadaa desarrollar nuestro juego organizada y eficaz-mente, desbaratando a la vez la organización delrival. Factores de índole táctica son: las variabi-lidades meteorológicas (lluvia, viento, etc.), lascondiciones del terreno de juego (tipo, estado,dimensiones, etc.) el resultado numérico puntualdel tanteador, el momento temporal del partido,las modificaciones tácticas del rival (substitu-ciones, cambios de funciones tácticas de susjugadores, etc.). Todos estos factores determinanque haya que aplicar, para nuestro equipo, varia-ciones adaptativas (cambio de misiones tácticas,substituciones, etc.).
Dos dimensiones en una
misma respuesta motora
Las respuestas a las situaciones de juego sebasan en las acciones individuales, (que debensiempre enmarcarse en un proyecto colectivo), ypor los imponderables que advienen de la aleato-riedad, imprevisibilidad y transitoriedad del propiojuego. Las acciones individuales y colectivas noson un fin en sí mismas, pero son los medios para
que los jugadores y el equipo materializan susintenciones tácticas y aptitudes estratégicas, enla busca de una meta común. El desarrollo delas acciones de respuesta a los problemas queplantean las situaciones de juego tiene objetivos:
1.- Inmediatos: para lo que la toma dedecisión es básica (“decidir bien y deprisa”)
2.- Puntuales: porque se desarrollan especí-ficamente para una situación (“las situaciones serrepiten, sin ser idénticas”)
3.- Limitados en el tiempo: debido a la rápidatransitoriedad de una conjetura de juego a otra(“decidir bien y deprisa”, otra vez).
Este hecho obliga a los jugadores a apelarconstantemente a las tradicionales dimensionesdel juego:
1. Estratégica. La toma de decisiones se debesometer a los objetivos generales del equipo enla competición, e incluso, más específicamente,teniendo en consideración los acontecimientos yconsecuencias del desarrollo de un partido dado.Esto significa que aspectos como tiempo de juego,resultado, lesiones, arbitraje, etc., han de sertomados en cuenta por cada jugador y el equipoen conjunto para elaborar respuestas adaptadas.
2. Táctica. Que envuelve la toma de deci-siones en un marco más o menos amplio, siendocondicionada por: las acciones del equipo rival(marcajes, presión, etc., que reducen el abanicode nuestras posibles respuestas), las acciones delos jugadores de nuestro equipo (apoyos-rupturasque aumentan el abanico opcional del poseedor)y la capacidad técnica específica del atacanteposeedor (ya que éste no debe optar por ejecu-ciones que exceden sus capacidades).
29Junio-2010 nº 172
3. Técnica. Se define como “la producción derespuestas motoras efectivas y adaptadas ala situación de juego”. Existe multiplicidad de pro-cedimientos técnicos, en función de ser o no elposeedor del balón, la distancia a las porterías, elestar o no en la zona central del juego, la tempo-rización táctica del momento, etc.
4. Fisiológica. Cada acción motora se soportapor la activación corporal, lo cual implica un gastoenergético, sabiéndose que en el fútbol alterna-mos intensidades de esfuerzo y que no es posibleuna recuperación plena entre esfuerzos y duranteel partido.
5. Psicológica. Dimensión que depende, enun sentido amplio, de la voluntad, los afectos y lasemociones de los jugadores. Actualmente, lapredisposición mental para actuar se considerafundamental para el rendimiento, muy especial-mente en las competiciones de élite.
Juego abierto, dinámico y
complejo
El juego de fútbol es un todo que no se reducea la suma de sus partes. Ello presupone que eltodo manifiesta cualidades que no contiene cadaparte aislada. Desde esta perspectiva, el fútbol sedesarrolla subordinado al concepto de sistema,definido por el conjunto de elementos (partes) y suinteracción dinámica, que resulta de la asociaciónde esos mismos elementos, para conseguir un findeterminado.
Apertura y finalidad del
sistema
El juego futbolístico se relaciona con la diná-mica de su entorno (medio), esto es, efectúa inter-cambios (esencialmente de carácter informativo)con el exterior. Este intercambio es constantee implica el continuo enriquecimiento del jugador,dada su capacidad de aprender de las nuevassituaciones.
1. Cada momento de juego se desarrolla deun estado organizacional a otro. El juego sedesarrolla a través de un conjunto de rupturasentre estados organizacionales, rupturas quesurgen de las limitaciones de cada estado mo-mentáneo del sistema dado. Ello deriva del hecho
de que las acciones de los elementos de cadaequipo buscan, simultáneamente, dos objetivos:mantener la organización interna de su equipopese a las renovaciones y mutaciones contex-tuales y romper la organización interna del rivalintentando llevarle al desorden por medio deacciones motoras variables. La acción de loselementos de cada equipo es fuente recíprocade perturbaciones, siendo caracterizada “poruna sucesiva alternancia de estado de orden ydesorden, estabilidad e inestabilidad, uniformidady variedad” (Garganta, 2001). En otras palabras,el juego se desarrolla en la frontera del dese-quilibrio/desorden y el equilibrio/orden. Aún más,es el desequilibrio el que alimenta en realidadal sistema, el cual se mantiene en un aparenteequilibrio y continuidad, en un estado de “steady-state”, a la vez firme y frágil. El fútbol es un juegode desequilibrios, de dinamismo estabilizado, desistemas que nunca llegan al equilibrio; en suma,de situaciones que “casi” se repiten cíclicamente,que se parecen muchísimo, pero nunca sonidénticas.
2. Cada momento del juego contiene en símismo acontecimientos inéditos. “Atreverse”implica perder el equilibrio momentáneamente. Unequipo que no “se atreve” nunca gana. En cadamomento de desequilibrio, el sistema recurre aprocesos espontáneos de reorganización (auto-regulación), expresando nuevos patrones estruc-turales y comportamentales. Cualquier pertur-bación, por mínima que sea, afecta al estadogeneral del sistema, y la consecuencia final esque, cuanto más capacidad de adaptación alcambio tenga un sistema, más opciones tiene apredominar, a sobrevivir. Siendo el fútbol carac-terizado por su apertura sistemática, donde cada“momento” es novedoso, marcado (no confundir
30 Junio-2010 nº 172
con “determinado” absolutamente) por el pasado,cada momento influye en el futuro, pero provocasimultáneamente la aparición de acontecimientosinéditos, que no son derivados necesaria y especí-ficamente del pasado. Según este postulado, elfútbol forma una complejidad específica y pluridi-mensional. En el juego, “un acontecimiento casualpuede cambiar el curso del juego, proyectándoloen una nueva dirección” (Garganta & Cunha eSilva, 2000). Según las teorías del caos, un siste-ma, en determinados momentos, es particular-mente sensible a las variaciones, y un pequeñocambio puede originarle incluso el cambio total.Un suceso pequeño en nuestra vida puedetransformarla por completo; una derrota o unasecuencia de ellas pueden hacernos cambiar elparadigma que habíamos mantenido. No es tantola magnitud del suceso lo que importa, sino lascondiciones existentes en el sistema, lo que va ahacer que repercuta más o menos poderosa-mente. Desde este enfoque, los ejercicios espe-cíficos de entrenamiento deben ser moldeadospara que amplifiquen las regularidades funcio-nalmente significativas, y, a la vez, construyansituaciones de juego dinámicas que impliquen einduzcan a los jugadores a ser cada vez más
capaces a adaptarse a numerosas y variadassituaciones contextuales. Si lo conseguimos,nuestros jugadores y equipo van a ser capaces,por un lado, de mantener un funcionamiento asu-mido y continuamente coordinado y firme, y, porotro, asimilar y reaccionar ante los cambioscontextuales que les plantee cada situación encada partido.
Dinámica y auto-regulación
del sistema
Como estamos viendo, el fútbol es un fenó-meno que se proyecta en una cadena de estados,los cuales tienen carácter de orden-desorden,estabilidad-inestabilidad, equilibrio-desequilibrio,uniformidad-variabilidad, previsibilidad-imprevi-sibilidad, etc. Su espectacularidad y fascinaciónradican en su variedad contextual, lo que le da unalógica interna propia, producto de la interaccióndel Reglamento de Juego y de las solucionesoperacionales estratégicas, tácticas, técnicas,físicas, psíquicas...., y que le identifican y distin-guen como deporte.
31Junio-2010 nº 172
1. Variaciones de la organización en elinterior de ciertos límites. Cada equipo funcionacomo un sistema, con su peculiar orden/desorden,que procura imponer las características de sumodelo de juego a las propias del rival. Dentro deesta lucha de regularidades, se crea un desordencontrolado, en el cual cae en desorganización totalaquel grupo cuyos límites de asimilar desorden sevean superados. Tal como para caminar preci-samos dar pasos que suponen desequilibrarnosmomentánea y sucesivamente, yendo del apoyosobre dos pies al apoyo sobre uno, así, poranalogía, el juego del equipo, para progresarhacia sus fines, ha de ir transitando por desequi-librios momentáneos y sucesivos. Por ejemplo, elhecho de que un lateral se proyecte desde supuesto y sobrepase al exterior en posesión, paradar un “2 vs. 1”, es un desequilibrio/desorden enbusca de una nueva situación que desorganice, asu vez, al rival, mientras que se supone que nues-tro equipo realiza simultáneamente acciones queprevean una posible pérdida de balón, para queello no derive en un contraataque rival fructífero.En otras palabras, las acciones de doblar, desdo-blar, permutar, bascular....no son sino accionesestratégico/tácticas que posibilitan una auto-regulación del equipo, manteniendo los presu-puestos de orden táctico. Cuando el desequilibrio,el desorden, la variabilidad, se mantienen enparámetros aceptables por la organización diná-mica del equipo, la auto-regulación funciona parareponer el cuadro potencial de desarrollo de laacción del juego, sea ésta de ataque o de defensa,de acuerdo con nuestro modelo de juego. Cuandoesas variabilidades perduren un cierto tiempo,surge la tendencia a la desorganización, que, si nose convierte rápidamente en una nueva organi-zación, es decir, si se convierte en un desordenirreversible, puede derivar en verse superado porel rival, aunque es cierto que no todos los goles encontra provienen de un desequilibrio; así, cuandonos marcan en un saque directo. Pero, en general,son los desequilibrios no evolucionados los quenos conducen a ser desbordados. En definitiva,como dice Garganta, 2001: “el ser humano no estámentalmente pertrechado para lidiar con situa-ciones de confusión total o de absoluta aleato-riedad”. También, “tanto jugador como equipotienen la capacidad de auto-organizarse, auto-regularse y auto-transformarse, dando sentido ala estructura a partir de la aleatoriedad de lasituación” (Garganta & Cuna e Silva, 2000). Enconsonancia con el tipo de perturbación que sufrael sistema al pasar a la inestabilidad, “surge otrotipo de organización, resultante de las reacciones
que se procesan en situaciones de desequilibrio”(Garganta, 1997).
2. Reacciones en condiciones de dese-quilibrio. Son muchos los momentos del juego enlos que se observa un aparente desorden en laorganización del equipo y en las interrelacionesdesarrolladas por los jugadores. Se manifiestanen la variabilidad, inestabilidad y transitoriedad delas diferentes situaciones. No obstante, exhibensimultáneamente una constante tendencia alorden, a través de la utilización de procesos tác-ticos sistemáticos de auto-regulación (permuta-ciones, dobladas, desdobles, etc.). Uno de losejemplos más característicos se puede observaren situaciones de balón parado, en las que lamayoría de los jugadores suelen estar en situa-ciones y misiones muy diferentes a las habituales,y, sin embargo, todo está previsto, incluso laposibilidad de que el equipo ejecutor falle y lasituación derive en una nueva, de contraataquepor parte del equipo que en ese momento estásiendo castigado, y además con muchos juga-dores rivales de corte defensivo implicados enel saque, lo cual le convierte en especialmentefrágil ante dicho contraataque. Por ello es tanimportante que en los entrenamientos insistamosen la reproducción del mayor número posible desituaciones y que se ajusten a las contextua-lidades reales. El sistema mejor preparado paraenfrentarse y adaptarse a los desequilibriosmomentáneos y sucesivos es el que sobrevive.
Complejidad y multiplicidad de
elecciones del sistema
Cada jugador representa una línea de fuerza,con múltiples orientaciones en función al balón,porterías, compañeros y rivales. Los cambios deposición suponen una alteración estructural, por loque el desarrollo del juego determina un grannúmero de interacciones establecidas por loselementos del sistema, no siendo posible prever elcomportamiento de éste a partir de las simplespropiedades de sus partes.
1. Cantidad y calidad de la información.Cada situación de juego establece niveles decomplejidad derivados del número de interac-ciones posibles para cada momento. Cuandomayor sea la complejidad de la situación, másinformación necesitará el jugador para descifrar, ydecidir y ejecutar en consecuencia.
32 Junio-2010 nº 172
2. Múltiples opciones de solución. Lacantidad y calidad de las opciones que le presen-ten los compañeros irá en beneficio de la eficaciade la acción, que siempre se pone en cuestióna partir de las limitaciones que imponen lasacciones rivales.
Juego con una lógica
Si consideramos que cada modalidad depor-tiva comporta en sí misma un “carnet de identidad”propio, conteniendo su “impresión digital” indivi-dualizada e intransferible, fácilmente nos aperci-bimos de que cada deporte tiene una lógica defuncionamiento, una razón de ser y de existir.Dicho de otra forma, en las diferentes disciplinasdeportivas cada actitud, cada comportamientoobservable en competición tiene un significado yun contexto que la proporciona.
A. Repercute en el organismo de formadistinta. Todas las modalidades deportivas se
expresan por acciones motoras específicas ydiferenciadas, denominadas de procedimientostécnicos o táctico-técnicos. Esta especificidadcomportamental repercute diferenciadamente enel organismo de sus practicantes, a los que llevaa diferentes formas de control motor y diferentesrepresentaciones internas de la acción. Cadacomportamiento se basa en mecanismos cog-nitivos, en fuentes energéticas y en factoresafectivos, que son desencadenados por cadasituación específica.
1. Acción motora versus una orquestra.Podemos comparar la acción motora con unaorquesta auto-organizada, dialogando con lavariabilidad de las situaciones. Para que laorquesta, dentro de toda la posible libertadinterpretativa, se desempeñe correctamenteen “una melodía cinética y armoniosa en sumás elevada expresión” (Pérez y Bañuelos,1997), se precisa que cada interviniente(sistemas músculo-esquelético, fisiológico,cognitivo, etc.) sepa cumplir su función,interviniendo a tiempo y correctamente. Para
33Junio-2010 nº 172
ello es fundamental que haya sesiones deensayo (entrenamientos). Si hay desco-nexiones, habrá que insistir con más/ mejoresensayos (ejercicios/entrenamientos).
2. Acción motora versus una partitura. Noes posible ejecutar un vals con partituras derock, pero es cierto que un buen músico puedeejecutar con apreciable corrección, siempreque cuente con la partitura adecuada. De lamisma manera, alguien que puede ser exce-lente atleta, por ejemplo, no podrá jugarcorrectamente al fútbol, por su carencia deprograma motor específico (“partitura”). Susensayos/ entrenos han ido orientados a saltar,correr, lanzar, pero no a jugar. En el programamotor es donde está contenida la informaciónnecesaria para la realización de acciones ysecuencias específicas. Son necesariasmuchas prácticas, muchas horas, muchainformación, para que podamos jugar especí-ficamente bien al fútbol, de la misma maneraque los músicos deben practicar continua-mente, conjuntarse y contar con partiturasespecíficas a cada interpretación.
B. Se basa en una lógica individualizada eintransferible. Estamos de acuerdo en que correrno será la mejor forma para entrenar natación. Deigual manera, jugar al balonmano no es la mejormanera de mejorar en fútbol. Veamos dos aspec-tos que surgen a partir del análisis: por un lado, anecesidades específicas corresponden mediosde entrenamiento específicos; por otro, a nece-sidades iguales pueden corresponder mediosespecíficos diferentes.
1. Necesidades específicas, medios entre-namiento específicos. Un jugador de cual-quier deporte con balón (balonmano, balon-cesto, fútbol, etc.) utiliza la carrera paradesplazarse. Pero esas “carreras”, o másexactamente desplazamientos ofensivos ydefensivos, no tienen nada de semejanza en elplano cognitivo, motor y contextual con lasacciones motoras de los atletas de carreras.Nos podremos pues preguntar ¿se puedenasimilar y ejercitar los aspectos críticos delfútbol a través de ejercicios atléticos? ¡Esobvio que no! Las carreras en fútbol sondesplazamientos variados en ritmo, dirección,intensidad, y, sobre todo, con contenidosestratégicos y tácticos. Incluso, analizandoejes biomecánicos, vemos que las accionesno presentan afinidades con el atletismo, ya
que nacen de situaciones y requerimientosespecíficos. Y, si hay algún principio delcomportamiento humano que haya sido bienestudiado, éste es sin duda que sólo es posiblellegar a elevadas efectividades en cualquieractividad, a través de entrenamientos alta-mente específicos.
2. Necesidades iguales, medios específicosdiferentes. Comparando un saltador de alturacon un jugador de balonvolea, veremos quecoinciden en la necesidad una alta potenciamuscular, particularmente en los miembrosinferiores. Sin embargo, el dominio técnicoque es determinado por sus especialidadesdeportivas establece diferencias contextuales,específicas de su deporte, sin entrenar lascuales ninguno puede llegar a altos rendi-mientos. La especificidad del entrenamientoes determinante para alcanzarlos, porquela resonancia funcional del organismo deldeportista depende no sólo de tiempos eintensidades, sino también, y sobre todo, delcarácter específico de las situaciones deentrenamiento y de sus condiciones norma-tivas (denominadas condicionantes estruc-turales del ejercicio de entrenamiento o cons-treñimientos de la tarea). Por tanto, sólo unaacertada selección de medios de entrena-miento, que traduzcan situaciones específicasdel juego en el plano estructural y temporal,dará lugar a un aprendizaje y perfecciona-miento evidente y duradero.
C. Se desenvuelve en un todo organizado.Un equipo de fútbol es un todo organizado, y sólode esta manera se consiguen objetivos, queserían muy difícilmente viables sin la coordinacióndel grupo.
Atribución de misiones
tácticas individuales
Es fundamental que el entrenador atribuyafunciones-misiones tácticas individuales, pararesponsabilizar a cada jugador de la concreciónde los objetivos del grupo. La atribución demisiones individuales debe tener en cuenta lossiguientes aspectos:
(a) Ser claras. Hemos de asegurarnos de ellodurante el entrenamiento, porque son frecuenteslas situaciones en que el entrenador tiene clara la
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asignación, y el jugador parece entenderlo, peroluego, en la competición, se evidencia unaconfusión.
(b) Evitar la sobreposición. Para evitarlo, elentrenador ha de entrenar persistentemente hastaque cada y todos los jugadores entiendan susrespectivas misiones.
(c) Integrarlas. La atribución individuada nopuede crear el sentimiento de que cada jugador esúnicamente responsable de su misión esencial.Un defensa central ha de sentirse partícipe yresponsable de su tarea, del desempeño de suscompañeros de sector, y, por fin, del de todo elequipo.
En definitiva, cada jugador es productor yresponsable de sus decisiones y acciones, y,conjuntamente con sus compañeros, productor yco-responsable del proyecto colectivo (modelo dejuego).
Visión conjunta de las
diferentes misiones tácticas
atribuidas
Es fundamental entender la importancia decómo las misiones individuales se influencianrecíprocamente; tendemos a ver acciones aisla-das o secuencias de pares de acciones, en vez deidentificar la interferencia mutua de los compor-tamientos. Sobrevaloramos el impacto de lasacciones individuales, perdiendo la capacidadde análisis del funcionamiento colectivo. Muchasveces, no obstante y acertadamente, sabemos verque un jugador “no es brillante”, pero su actuaciónes imprescindible para el funcionamiento regulary eficaz del equipo; este tipo de jugadores,consiguen interpretar el juego y saben cómoparticipar de forma continua, posibilitando juntoa los demás una acción colectiva. También, enciertos momentos de la competición, es normalque algunos jugadores tengan que colaborardesempeñando misiones para los cuales no estánespecialmente dotados y/o no son las suyashabituales. Si hemos conseguido un sentimientode co-responsabilidad, esos jugadores van aponer todo su interés y motivación en aras desuperar sus limitaciones y ser eficaz; saben queseguramente no podrán destacar como de cos-tumbre, pero lo asumirán en beneficio del interéscolectivo. Estamos hablando de compromiso, enel cual los términos son absolutos: o se da todo loque se tiene, para el bien común, o no se da nada.
Se perfecciona sobre una
metodología específica de
entrenamiento
Cada especialidad deportiva tiene su lógicay objetivos fundamentales, lo que implica laconstrucción de una metodología de entrena-miento con una identidad propia, una idea deconjunto basada en medios de enseñanza/entrenamiento específicos.
1. Atender a la realidad del juego. En elfútbol predomina el factor táctico de la acción.Cada secuencia del juego genera una dinámicaindividual y colectiva en dirección de una u otraportería, que puede invertirse a cada momento.Esta constante transición deriva de la granvariabilidad, imprevisibilidad y aleatoriedad deljuego, siendo muy dependiente del azar. Estavariedad y complejidad del juego induce enocasiones a que algunos puedan pensar que nocompensa reflexionar, sistematizar y aplicar elentrenamiento de forma coherente. Pero lo ciertoes que esa aleatoriedad sólo favorece a losequipos que se preparan para ella, y que asísacan partido de la continua renovación desituaciones contextuales. De ahí viene la frase deque para tener suerte hay que entrenar mucho ypersistentemente.
2. Atender a la especificidad de los mediosde entrenamiento. Atender la especificidad es elúnico marco potencial para la metodología deentrenamiento de cualquier deporte. No hay querebuscar y copiar ejercicios derivados de la lógicafuncional de otros deportes, aunque, en un aná-lisis superficial, “parezca” haber similitudes, lascuales siempre son aparentes y carentes devalidez operativa de ámbito biológico y metodo-lógico. “Observen el juego, y éste les enseñará loque deben hacer” (Cramer, 1987). Partiendo de lalógica interna o del modelo de juego adoptado,podemos analizar los factores fundamentales de
“Partiendo de la lógica interna o delmodelo de juego adoptado, podemosanalizar los factores fundamentalesde entrenamiento a desarrollar”
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entrenamiento a desarrollar. La práctica diariadebe tener un enfoque prioritario no sobre unadivisión analítica y mecánica de los denominados“factores de juego” (técnico, físico, psicológico,etc.), sino sobre las situaciones reales de juego,construidas a partir de diferentes niveles decomplejidad y especificidad. A partir de ellas losjugadores tienen que percibir y recopilar infor-maciones y a tomar decisiones para respondercorrespondientemente a las contextualidadessituacionales.
Juego de decisiones/acciones
En la competición no gana quien tiene unaperspectiva eminentemente fisiológica, a travésde la cual desarrolla desplazamientos rápidos(espacio/tiempo), ni quien salta más alto (fuerzarápida), ni quien corre durante más tiempo (resis-tencia de larga duración); no ganan tampoco losequipos cuyos jugadores ejecutan accionestécnicas de alto nivel pero carentes de un análisisválidos de los problemas planteados por unaactividad colectiva de actitud estratégica eintención táctica, ocultando o disfrazando de estemodo la incapacidad para leer las situaciones deljuego.
A. La decisión de carácter cognitivo nobasa todas las respuestas motoras. Esprobable un modelo eminentemente cognitivo nosea el responsable de todas las acciones motorasrealizadas, porque la elevada variabilidad y alea-toriedad de las situaciones de juego, con la altavelocidad a la que se desarrollan, parece quehacen imposible que siempre se pueda procesarcognitivamente la toma de decisión y la acciónsubsiguiente.
1. Control de la acción motora. La emer-gencia temporal para la resolución de muchasde las situaciones de juego lleva a los juga-dores a ejecutar acciones que se sustentanen automatismos y experiencias motorasanteriores. Este accionamiento depende de lascapacidades momentáneas de los jugadorespara iniciar la acción con un mínimo y suficientecontrol motora, aunque es claro que siempreexiste un grado de automonitorización delcomportamiento, que nos hace conscientes deacontecimientos motores inesperados.
2. Adaptación de la acción motora. Lareorganización de la acción motora es una pro-piedad funcional, no mecánicamente específica.
Cada situación de juego no es resuelta deforma predeterminada, pero sí mantiene unacomplicidad entre el organismo del jugador y lasituación, a través de constantes ajustes yadaptaciones. La acción motora de respuestaproviene de la interacción de múltiples factores,y no simplemente de los mecanismos de lamemoria y del conocimiento.
B. La decisión no resulta de la linealidad deprocesos. El juego futbolístico, abordado comoun sistema dinámico, no varía de forma lineal conel tiempo. La no linealidad significa que la formaen que el equipo desarrolla su modelo de juego,frente al modelo del rival, altera la direccionalidaddel juego, tanto como las circunstancias y conje-turas situacionales. Esta variabilidad, imprevi-sibilidad y aleatoriedad origina la mutabilidadde los comportamientos táctico-técnicos. En unsentido individual, los patrones de respuesta sonformas de resolución de los problemas, que, alser interiorizados por el jugador, pasan a formarparte de su experiencia y le caracterizan espe-cíficamente. El término “acción” es una relaciónfuncional entre jugador y contexto situacional.
1. Fases de la decisión-acción. Cada jugador,ante un contexto situacional concreto del juego,intenta entender e intervenir teniendo en consi-deración:
(1) lo que va a suceder en torno a él, detec-tando índices pertinentes para tomar unadecisión
(2) lo que hay que hacer ante esascircunstancias
(3) establecer un proyecto de acción
(4) ejecutar la acción motora, sin perder devista la posibilidad de que no resulte exitosa.
36 Junio-2010 nº 172
(5) Prever el nuevo contexto situacionalsubsiguiente.
(6) Continuar activo en la nuevacontextualidad
2. Constreñimientos de la decisión-acción.De un conjunto de aspectos que limitan ladecisión-acción, elegimos los siguientes:
(1) la selección activa del contexto situa-cional en el que el jugador está inmerso.Hay que dotar a los jugadores de un marcoperceptivo y de análisis de situaciones queles permitan una mejor toma de decisión ysaber prever las posibilidades de alteración.
(2) la experiencia anterior con respecto a esecontexto o a otros similares. No es posibledescifrar una situación en abstracto, porquela calidad del conocimiento archivado en lamemoria delimita las posibilidades de tratarcon una situación dada. Ejercicios especí-ficos le dotan de esas experiencias.
(3) la probabilidad de encontrar índicespertinentes y desechar otros. La percepciónno es neutral ni objetiva, pero sí limita laeficacia de nuestra acción. Hay que dotar aljugador, desde sus inicios, de conocimientodel juego, y crearle, a través de la espe-cificidad del entrenamiento, mecanismospara que descarten con rapidez solucioneserróneas y elija entre las correctas.
3. Reglas de la decisión-acción. Para quejugador y equipo se adapten correctamente alas situaciones cambiantes del juego, se utilizaun conjunto de reglas de decisión táctica (prin-cipios de juego). La resolución de situacionesevidencia la necesidad de pensar y actuar, utili-zando múltiples funciones cognitivas y motoras,adaptándose a las situaciones. Jugador ysituación se determinan mutuamente, y paraactuar correctamente se precisan reglasheurísticas tácticas (principios del juego),construidas en un proceso de interacción, ycuya aplicación es limitada en el tiempo y elespacio, debido a la fugacidad de las situa-ciones del juego. Por ello es tan importanteorganizar la información y los comportamientosen “reglas decisionales”, para conseguir“funcionamientos automáticos”. Estos meca-nismos heurísticos rellenan lagunas infor-mativas, basándose en lo que ya sabemospor experiencia, y funcionando “automática einconscientemente”, y, aunque a veces nosllevan a cometer errores, con frecuencia nos
permiten reaccionar con rapidez, economía yen tiempo útil.
4. Continuidad de la decisión-acción. Losjugadores mantienen una actividad mental ymotora casi ininterrumpida. Inmersos en situa-ciones cambiantes, han de decidir actuar y, almismo tiempo, prever las consecuencias de suacción, para anticiparse al futuro desarrollo deljuego.
La decisión que comienza en
el sistema efector (el músculo
con memoria)
Desde una perspectiva cognitiva, para lamayoría de las situaciones de juego, la reflexiónprecede a la acción, y cada situación precisade una nueva solución, aunque no siempre unadecisión implica una actuación, ni una acciónprocede de una reflexión: el jugador, dependiendode la complejidad situacional, puede tener quedecidir haciendo, hacer es decidir. Luego, lacuestión que se nos plantea es ¿cómo el jugadordecide las acciones motoras a realizar, conside-rando que resuelve actuando? (Araújo, 2003).
1.- Decide haciendo o haz decidiendo. En lacompetición gana quién tenga básicamente lacapacidad de actuar mientras interpreta cuálesson los índices pertinentes para un momento dadoy/o para el futuro (anticipación). Este compor-tamiento táctico-técnico debe concordar con lainterpretación mental y adaptado a las posiblesalteraciones puntuales que se van sucediendo yque no hubieran sido tomadas en cuenta en elinicio de la acción, pero que hay que ir incorpo-rando, mediante reestructuraciones, gracias auna constante redifinición de la lectura situacional.Las componentes físicas (velocidad, fuerza yresistencia) son la base que las soporta, pero noen relaciones de primacía, sino correlacionadascon el carácter táctico-estratégico característicode las acciones futbolísticas.
2.- Esperar o actuar. No se puede esperarindefinidamente a tener una información exhaus-tiva y completa de una situación dada, muchasveces hay que ser capaces de actuar y, simultá-neamente, incorporar nueva información. Así, esinevitable que cometamos bastantes errores,pero aún así, a través de reestructuracionesy correcciones del programa motor y cognitivo,la experiencia será significativa: cuanto más
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novedosa sea la situación, y aunque no podamosresolverla con total eficacia, más informaciónnovedosa acumulamos para el futuro.
3. Nada es para siempre, nada es per-manente. La toma de decisiones es una elecciónentre muchos actos motores posibles. Todo loque decidamos y hagamos, cuenta. Incluso, dadala variabilidad del juego, muchas veces unadecisión/acción poco ajustada, provoca nuevassituaciones que, posiblemente, podemos retornara nuestro favor. Las situaciones contextualesmudan sin cesar, y por ello incluso los errorespueden ser reversibles. Es muy importante porello decidirse siempre a actuar.
Decisión de carácter individual
y colectivo
Cuando tomamos una decisión y actuamos,trazamos un destino para la situación de juego, lacual puede convertirse en más o menos favorable,descifrable y controlable. Las respuestas eviden-ciadas por los diferentes jugadores de ambosequipos, para cada situación, es de enormeriqueza individual y colectiva. Es importantereferirnos a las fronteras entre ambas esferas.
1.- Quien observa y quien ejecuta. Paracualquier acción de juego existen siempre dosversiones, la del observador y la del ejecutor.Para el que ve, el jugador ejecutante es el quedetermina su propia conducta; para el ejecutante,la propia viene limitada por el abanico opcionalque le ofrezcan los compañeros –por un lado- ypor las maniobras contrarrestantes que ejecutansus rivales –por otro-. Es importante entender quées una elección individual y cómo se ejerce.Desde una visión tradicional, el jugador esun agente independiente y auto-determinado,escogiendo racionalmente las acciones en funcióndel contexto. Pero para una visión sistémica,jugador y contexto se determinan mutuamente, a
través de la construcción de decisiones/acciones,en un proceso de interacción limitada en el tiempoy el espacio, y cuya racionalidad es tambiénlimitada por la capacidad del proceso de infor-mación mutua, aunque el jugador, en últimainstancia, siempre será el que decida. “Somosnosotros mismos a causa de los otros, y es partirde la visión de los otros que nos asumimos comonosotros mismos”, Jean P. Sartre.
2.- El comportamiento individual puede noser determinado por el propio. El compor-tamiento individual resulta de una conjugaciónde criterios y contextos de acción únicos, en elsentido de que pertenecen a un jugador, y a nadiemás. El ejemplo extremo sería el lanzamiento deun penalti o un libre directo. Incluso, la lectura deuna situación específica de juego es una actividadmental puramente individual, pero también esclaro que esa lectura está influenciada pordiferentes factores. Independientemente de lavoluntad y sapiencia de un jugador, éste jamáscontrolará todo el proceso, ya que éste es interde-pendiente con el abanico de opciones presentadopor los compañeros. A mayor número de opcionesproporcionadas al ejecutante, menos co-res-ponsabilidad tendrá los compañeros, si acasosurgiera el fallo; por contra, si le presentan pocasopciones de solución, más co-responsables hande sentirse de un hipotético fallo. Somos unequipo, y el compañero directamente implicadosólo podrá elegir entre lo que los compañeros leofrezcan, entre lo que el contexto permita.
Decisión y construcción
de medios de
enseñanza/entrenamiento
El hecho de que jamás seremos capaces deentender y solucionar correctamente absolu-tamente todo lo que sucede a nuestro alrededor,en la vida y en el deporte, no debe inducirnos ala pasividad. Al revés, por ello mismo es tannecesario ir avanzando en el conocimiento indi-vidual y colectivo, y por ello debemos diseñarejercicios de entrenamiento que permitan que elproceso de asimilación y adaptación nunca seinterrumpa, obedeciendo a las necesidades de losjugadores y a la realidad contextual de la compe-tición. La lógica interna del juego condicionará lanaturaleza y contextualidad de la decisión, eimplica un conjunto de exigencias de control yregulación del comportamiento motor del jugador.
“La toma de decisiones es unaelección entre muchos actos motores posibles”
38 Junio-2010 nº 172
Las relaciones decisión/acción son:
(1) construidas a través del entrenamientosistemático
(2) activadas con base a procesos depercepción y cognición propias de los jugadores
(3) modificadas por la continua alteracióncontextual y la necesidad de adaptarse.
Veamos cuatro situaciones
defensivas:
1.- En la presión sobre el atacante. Porejemplo, un defensa acude velozmente apresionar a un atacante que recibe el balón, peroéste lo vuelve a pasar a un atacante no muycercano; el defensa ha de cambiar la dirección decarrera, para poder seguir estando en zona activa,bien para ocupar espacios, bien para marcar a unotro atacante que pueda dar opción a que lacirculación rival de balón continúe, “esperando” oincluso “provocando” una situación que haga quepuedan intervenir directamente y con ventajatáctica.
2.- En la progresión del ataque en elespacio de juego. El equipo atacante desarrollasu construcción de avance, y los defensas, porcuestiones operacionales, no consiguen llegar atiempo a los puntos deseados. En esas situa-ciones han de replantearse la situación y hacerse“fuertes” posicionalmente en un nuevo lugar,demorando la intervención, y esperando/provo-cando volver a tener, al menos teóricamente,
ventaja posicional. Ello es mucho más acertadoque dejarse llevar por la impulsividad e insistir ensu primera idea, la cual, visto que no es ya viable,hay que renovar. En competición no es raro verjugadores muy voluntariosos, pero poco reflexivoso coordinados con sus compañeros, que correncontinuamente, pero a destiempo, quedando enposiciones inútiles y/o incluso arrastrando al errora sus compañeros; estas conductas, empeñadaspero inadaptadas, nos llevan a la desorganizacióny al agotamiento físico y mental. Es incluso mejormantener la posición básica y evaluar la situacióncon calma que desplazarse sin control.
3.- En la emergencia de la situaciónde juego. Pero si en vez de ser una situación“normal”, como pudiera ser el caso anterior, nosencontramos en emergencia, esto es, el rival va arematar su ataque ventajosa e inmediatamente,procede una decisión/acción contraria a la antespropuesta: aquí, ante la irremisibilidad del rematerival, con grandes posibilidades de hacernos gol,hay que actuar, aunque sepamos que muy posi-blemente no vamos a llegar en el momento quehubiéramos deseado: aunque no lleguemos atiempo de interceptar un pase de gol, de antici-parnos al rival, el hecho de llegar a rozarlo, acargarlo, puede ser decisivo para evitar un tanto ypasar a una nueva situación, que si no totalmentefavorable a nosotros, al menos nos permite demo-rar el remate rival inapelable, y quizá podamosseguir obstaculizando a los contrarios hasta quefinalmente se conjure el peligro.
4.- En la alteración del ángulo de ataque.Existe un conjunto de reglas tácticas básicas,que propician una gestión más eficiente de lassituaciones en las que se verifica la rápidaalteración del ángulo de ataque. Veamos trescriterios fundamentales: el de la distancia, el de laanticipación y el de la misión táctica:
a) Distancia. El defensa más próximo alatacante que va a recibir el balón es el que debemoverse con rapidez para contenerlo, indepen-dientemente de la misión táctica que el defensorestuviera cumpliendo antes del pase rival aesa nueva zona de juego. Esta forma de enten-dimiento dentro de un equipo es clave parafuncionar ordenadamente y garantizar un repartoracional de las tareas defensivas.
b) Anticipación. Cuando un defensa anticipacorrectamente una acción ofensiva rival, y semueve en consonancia, incluso aunque no fuerael más próximo a la zona del balón, el resto delos compañeros ha de dejarle intervenir, y
39Junio-2010 nº 172
reconfigurarse táctica y organizativamente enfunción del compañero que anticipa.
c) Misión táctica. En el caso de marcajes muyespecíficos (individuales) atribuidos detallada-mente por el entrenador, los defensas encargadoshan de saber “resistir la atracción del balón”, ypese a que éste pueda pasar cerca de ellos, hande mantener la marcación estrecha del rivalasignado directamente. Sin embargo, hay doscontextualidades situacionales en las que esjustificable una alteración en el comportamientode los marcadores individuales:
(1) emergencia; evidentemente, no tiene sen-tido que un defensor esté pegado a un atacanterival cuando otro rival, al que tiene cerca, está apunto de rematar a gol
(2) posibilidad de permuta de misión táctica;cuando un equipo está bien organizado pararesponder a variaciones situacionales, es posibley aceptable que un marcador específico aban-done puntualmente el marcaje, sabiendo que otrocompañero lo tomará, y pase a una acción quepermita:
(a) la posibilidad de recuperar inmediatamenteel balón, o
(b) que otro compañero se beneficie, dealguna manera, de esa alteración, o
(c) temporizar el ataque rival, o
(d) sorprender así al equipo rival.
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40 Junio-2010 nº 172
Estudio y entrenamiento
de las
transiciones
en fútbol
T Á C T I C A
Introducción
Para la realización de este proyecto final medecanté por los dos momentos que, pienso,son los más importantes en el fútbol actual.
Hablo del momento en el cual un equipo pierde laposesión o, por el contrario, consigue recuperar elmóvil. Elijo este tema porque considero que anteuna organización defensiva posicional siempreresulta complicada la consecución de las condi-ciones necesarias para tener la posibilidad decrear situaciones de gol y, por el contrario, quétenemos que hacer para estar preparados antelas más que probable pérdida de balón en larealización de un ataque posicional.
Análisis del contexto
El análisis del contexto de estudio que voya explicar en este punto va dirigido a lo queposteriormente iré desarrollando en el proyecto
sobre los momentos de transición en el fútbol. Enun partido de fútbol nos encontramos con más omenos 120 secuencias de juego. El encade-namiento de estas secuencias puede clasificarseasí:
27 %: secuencias de una fase de juego (ofensiva o defensiva)
23 %: secuencias de dos fases de juego (ofensiva-defensiva)
24 %: secuencias de tres fases de juego (ofensiva-defensiva-ofensiva)
26 %: secuencias de cuatro o más fases de juego.
Por lo tanto, hablamos de un deporte queresponde a un modelo de tipo dualista funcional:atacar-defender.
Trabajaré con el Montañeros Banco Gallegojuvenil, equipo militante en la Liga Nacional Juvenildel cual soy entrenador.
En el desarrollo del juego, los instantes en que se producen los cambios de rol defensa-ataque yviceversa, son esenciales para el rendimiento del equipo. Hablamos de las transiciones. Si un equipo lasejecuta con eficacia, tiene un alto porcentaje a su favor en la lucha táctica frente al adversario. De estosimportantes instantes del juego trata el documento que nos presenta Rubén de la Barrera Fernández.Lo ha confeccionado bajo su experiencia práctica como entrenador de un equipo de Liga Nacional Juvenil,aportando aspectos interesantes para la reflexión y el entrenamiento. (Jesús Cuadrado Pino, director deTRAINING FÚTBOL)
Entrenador Nacional de Fútbol.Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
Por Rubén de la Barrera Fernández.
41Junio-2010 nº 172
Perfil jugadores Escasa cultura y poca disciplina táctica. Carencias a nivel táctico-estratégico poco ayudado por el corto periodo preparatorio y la edad cronológica de los jugadores (la mayoría de primer año juvenil)
Entorno Dentro de A Coruña, el Montañeros B. G. es una referenciaen el fútbol gallego. Año para formar jugadores y ganarfundamentos, lo cual permitirá ganar partidos
Medios Básicos. Campo césped artificial, en ocasiones medio campo
Recursos humanos Un entrenador (Nacional)Un preparador físico (no me gusta esa nomenclatura)Un entrenador porterosUn delegado
Inicial: pérdida balón
Intermedia: organización defensiva
Final: recuperación balón
Inicial: recuperación balón
Intermedia: construcción ataque
Final: finalización ataque
Fase defensiva
Fase ofensiva
Transición defensiva
Dinámica de juego
Transición ofensiva
Fase ofensiva Fase defensiva
Cada fase consta de diferentes subfases.
42 Junio-2010 nº 172
Definición del problema: origen
y causas
Particularmente, creo que un equipo equili-brado posicional, numérica y espacialmente deforma permanente, va a dominar los momentos detransición. Grandes equipos son los que dismi-nuyen el tiempo entre recuperar el balón y atacar,así como entre perderlo y defender (J. Ferreira). Siatendemos a esto, podemos llegar a considerarque las dos grandes fases del juego (ataque ydefensa) han de estar ligadas y relacionadas, esdecir, articuladas. Para conseguirlo es necesarioun proceso de entrenamiento sistemático, unarutina de hábitos y actitudes. Tenemos casosrecientes en los que se demuestra que los equiposque dominan estos momentos tienen muchas másposibilidades de ganar un partido de fútbol, yaque, aparte de las situaciones de balón parado, lamayor parte de goles que se obtienen se producenen momentos de transición.
Establecer hipótesis y posibles
soluciones
Hasta no hace mucho (y opino que todavía noestán suficientemente desarrolladas) se dejabande lado las transiciones y el proceso iba orientadoexclusivamente a la organización defensiva yofensiva. No debemos olvidar que el procesodefensivo empieza cuando el equipo tiene elbalón, y el proceso ofensivo cuando no lo tiene.Normalmente solemos escuchar: “este partidoestá roto”… “cuántos ataques ininterrumpidos”…“esto es un correcalles continuo”… Casi siempreque esto se produce, suele ganar el equipo conmayor “pegada”. Debemos entrenarlo.
“Un equipo equilibrado posicional,numérica y espacialmente de forma permanente, va a dominar los momentos de transición”
Luis Casais y Eduardo
Domínguez
Mourinho, José
Quinta, Rui
Amieiro, Nuno
J. Ferreira
Establecen que las subfases del proceso ofensivo y
defensivo tendrán diferentes características en función del
modelo de juego de cada equipo: orientarla a una defensa
organizada presionante, o bien hacia una organización
defensiva de contención.
Considera las transiciones como los momentos más
importantes (la zona en el fútbol).
Realza la importancia de que se ataque contemplando la
pérdida del balón.
Debemos entender el partido como un flujo continuo, no algo
seccionado ni dividido.
Grandes equipos son los que disminuyen el tiempo entre
recuperar y atacar, así como entre perderlo y defender
Concepto y marco teórico al problema de estudio
43Junio-2010 nº 172
Objetivos
Transición defensiva:
- Desde el punto de vista individual: rápidoproceso mental de atacar a defender
- Desde el punto de vista colectivo: de laamplitud a la reducción de espacios
- Ajustar comportamientos técnico-tácticosindividuales y colectivos de carácter defensivo:
• balance defensivo
• recuperar balón
• evitar progresión.Reorganizarse continuamente
- Si la pérdida es imprevista optar por unposicionamiento combinado fraccionado: unos seorientan sobre balón, otros sobre portería, etc.
- Dentro de la actividad ofensiva asegurarequilibrio posicional: vigilancias ofensivas y desdo-blamientos.
Transición ofensiva:
- Equilibrio ofensivo en defensa
- Cambio proceso mental (defensor-atacante)
- Progresión de balón hacia portería contraria:fundamental el equilibrio entre rechace defensivo yposibilidad de ataque rápido o contraataque
- El que recupera balón nunca inicia transición(salvo recuperaciones cerca de portería contraria orecuperar por interceptación un pase largo rival)
Contenidos: procedimiento,
actitudes, valores
Para mantener relación con lo anterior (con losobjetivos) no me canso de repetir la articulaciónque debe existir entre ataque y defensa.
Cuando el equipo defiende:
• Óptima estructura defensiva
• Jugadores que no participan directamente(equilibrio ofensivo)
• Por lo tanto, formación de sucesivas líneasdefensivas
• Equipo escalonado, equilibrado
Cuando el equipo ataca:
• Equilibrio posicional
• Saber cuánta gente se encuentra por detrásde línea del balón, cuántos en la línea y cuántospor delante
• Desdoblamientos y vigilancias ofensivas
• Las vigilancias ofensivas las relacionaremoscon los apoyos dorsales. Si tras recuperación rivalpuedo intervenir o tras recuperación inmediatay en la que no haya continuidad, formar línea depase
• Agresividad a la hora de cerrar los espaciosde forma colectiva
• Solidaridad colectiva
Actividades
Soy partidario de la instauración “mental” de unmodelo de juego para posteriormente desarro-llarlo, de lo general a lo particular, en el campo.Explicando individual y colectivamente el conjuntode principios que, coordinados en espacio y tiempo,originarán ese flujo continuo que Nuno Amieiro citóantes. Personalmente, opto por realizar trabajos deorganización defensiva + transición ofensiva, ysituaciones de organización ofensiva + transicióndefensiva. Es decir, como mínimo articulo dossecuencias de juego.
Metodología y recursos
He utilizado el mando directo para posterior-mente dar paso al descubrimiento guiado. Elmando directo me ha permitido marcar las pautasa seguir, los objetivos que se han de desarrollary cumplir para obtener un máximo rendimientoindividual y colectivo en competición. Una vez asi-milados grandes principios de juego, parar elentrenamiento y preguntar a los jugadores quépensaban sobre ciertas acciones de juego que seestaban produciendo, conocer sus sentimientos.Si el equipo se encuentra articulado intrasecto-rialmente, intersectorialmente, si estamos prepa-rando correctamente la defensa del contraataque,si los jugadores superados por balón vigilan, etc.Queremos que los jugadores sean pensantes, quecon mi ayuda sepan lo que queremos ser y dóndequeremos llegar. El segundo método de ense-ñanza, orientado a la toma de decisiones colec-tivas, o sea, al entrenamiento de la táctica. Quediferencien si hago ataque o contraataque, sipierdo, presiono o repliego, si mi equipo estádesplegado pero desequilibrado posicional-mente… que aprendan a tomar decisiones.
Control y evaluación
De sobra es conocida la importancia de esta-blecer los parámetros de control dentro del procesode planificación. Lo que importa es la valoracióncualitativa que haces a nivel individual y colectivodel modelo de juego. A nivel condicional, valorar sicada jugador está preparado para desarrollar surol dentro de la organización colectiva (modelo).
• Evaluación subjetiva: juicio que el entrenadorhace del jugador y del equipo. La observacióncomo medio.
• Evaluación objetiva: el juicio del entrenadorno modifica resultados. Es lo que resulta de lasestadísticas.
Hacer una ficha para cada partido haciendoconstar:
Transición defensiva Equipo desplegado pero organizado y equili-brado posicionalmente
Transición ofensiva - Se toman decisionescorrectas a la hora de realizar ataques o contraataques
- ¿Abrimos líneas de pase tras recuperación?
Realización
El trabajo que se va a realizar es el siguiente:
- Pretemporada: de lunes a viernes, máspartido el sábado.
• Puntualmente se jugarán dos partidos porsemana y se descansará algún día entresemana.
• Doble sesión debido a contratiempo laboralúnica y exclusivamente una única semana(semana del 25 agosto).
• Sesiones de una hora 30 minutos.
• Todas las sesiones están orientadas aldesarrollo de la dimensión táctico-estratégica,que será la que oriente todo el proceso deentrenamiento-competición.
44 Junio-2010 nº 172
“Lo que importa es la valoracióncualitativa que haces a nivel individual y colectivo del modelode juego”
• ¿Cómo lo hacemos?
2 primeras semanas: Organización defensiva + Transición ofensiva
2 segundas semanas: Organización ofensiva + Transición defensiva
• A partir de ahí iremos ajustando todo lo queconcierne a la organización colectiva, a lo quequeremos jugar.
Personalmente apuesto por el conocimiento,asimilación y desarrollo de todas las posibilidadesen los momentos de transición, y que los jugadoresy el equipo las dominen.
- Del ataque a la defensa:
1. Organización defensiva presionante
2. Organización defensiva de contención
Desarrollar y trabajar la defensa circunstancialen la que habrá que hacer frente a un ataque rivalimprevisto, muchas veces en inferioridad numéricay espacial.
- De la defensa al ataque:• Ataque posicional
• Ataque directo
• Ataque rápido
• Contraataque
Sesión tipo
Por todo lo dicho anteriormente, el modelo deentrenamiento está supeditado al modelo dejuego, aceptando ciertas alteraciones estratégicascircunstanciales en función del equipo rival.
SEMANA TIPO
Cualquier microciclo del periodo competitivo,pues intentamos crear un patrón similar entre unoy otro.
1º.- Organización defensiva colectiva zonal +transición defensa-ataque
• identificar los momentos, zonas de presión ytransición defensa-ataque. El equipo con balóncircula de forma pasiva (contrario), el que trabaja(el equipo), reconoce cualquier circunstancia pro-picia a presión, roba, retira de la zona de presióne intenta buscar profundidad aprovechando es-pacios libres que los contrarios desocupan aldefender y los creados por el propio equipo.
2º.- 6 contra 8 en tres cuartos de campo contres porterías
• El equipo rojo comienza atacando pudiendohacer gol en una de las dos porterías laterales. Sipierden posesión, el jugador más cercano realizatemporización y el resto repliega cerrando carrilcentral orientando ataque rival sobre pasilloslaterales.
3º.- 9 contra 9, más dos pivotes ofensivos,sobre todo el campo
• Cuando se pierda la posesión, repliego apropio campo para iniciar organización defensivade contención. Si tengo jugadores en campo con-trario el gol vale doble.
4º.- 11 contra 11 en todo el campo
Se comienza a jugar con un balón, mientras elentrenador tiene otro en la mano. Cuando el entre-nador incorpora ese balón, el otro queda anulado.
45Junio-2010 nº 172
“El modelo de entrenamientoestá supeditado al modelo de juego”
46 Junio-2010 nº 172
Resultados del estudio
El mejor dato que vamos a obtener es el resul-tado positivo de la buena organización colectiva enel campo.
En un contexto táctico-estratégico, el resultadose demora ya que el entrenamiento táctico es unentrenamiento de tomas decisionales colectivas.Si bien, el equipo no sufre ante pérdidas de balónya que, aunque desplegado, siempre se encuentraequilibrado posicional, numérica y espacialmente.
El equipo asimila y tiene claro cuando debeatacar rápido, cuando debe contraatacar o cuandodebe buscar ataques más largos, una vez recu-perado el balón.
Conclusiones relevantes
1.- Momentos que consideramos másimportantes en el fútbol.
2.- El equipo, debido a la especial atención quese dedica a esto, crece a nivel cualitativo. Se creaun equipo inteligente.
3.- Como se dominan los dos momentos,aunque no dispongamos de balón, tenemos elcontrol del juego.
4.- El equipo se cierra rápido cuando pierdebalón y se abre cuando lo recupera.
BIBLIOGRAFÍA
O desenvolvimento do jogar, segundo aperiodizaçao táctica. Marisa Silva (MCSports).
Defensa en zona en el fútbol. Nuno Amieiro(MCSports).
Mourinho: ¿Por qué tantas victorias? (MCSports).
Apuntes táctica Nivel 3. Colegio Gallego.Profesor: Julio Díaz.
Apuntes alto rendimiento en fútbol. EduardoDomínguez – Luis Casais.
Revista Training fútbol. Febrero 2006.Transiciones defensa-ataque y ataque-defensa.Miguel Ángel Lotina y Eduardo Domínguez.
Módulo 2 del Curso de Especialista en Táctica yDirección de Equipos de Fútbol. Profesor: JesúsCuadrado Pino.
47Junio-2010 nº 172
E
n la aplicación de la metodología de entrenamiento es evidente la necesidad de
concordancia entre los contenidos y los objetivos. El diseño de cada una de las
tareas y la forma de ejecutarlas ha de garantizar que se afiancen los factores de
rendimiento que pretendemos. Por otra parte, sabemos que un mismo objetivo puede
conseguirse a través de métodos distintos. De la misma forma que aplicando un
método concreto podemos conseguir, simultáneamente, varios objetivos. Este hecho
nos permite el manejo de unos contenidos de entrenamiento que aprovechen al
máximo el tiempo de trabajo. Podemos realizar acciones, esfuerzos y tareas que
desarrollen, al mismo tiempo, varios elementos tácticos, técnicos y físicos. La idea es
aprovechar el tiempo de entrenamiento empleando tareas que produzcan dos objetivos
diferentes. La buena mezcla de volumen, intensidad y complejidad produce un
buen trabajo; pero la calidad del entrenamiento también ha de contemplar el
aprovechamiento efectivo del tiempo que le dedicamos.
Bajo esta idea, expongo dos ejemplos muy concretos de cómo llevarla a cabo.
Primer ejemplo: conjugar el calentamiento con los movimientos tácticos colectivos
que utilizamos en el equipo dentro de nuestro modelo de juego, en vez de hacer las
típicas carreras previas y la clásica movilidad articular. Segundo ejemplo: combinar
la práctica de las acciones a balón parado con las tareas de velocidad de reacción.
Existen más modos de aprovechar las tareas para buscar, al tiempo, diversos objetivos.
Pero valgan estos dos ejemplos como punto de partida en mi exposición. En el primer
caso posicionamos en el campo al equipo dentro de la formación que empleamos y
nos movemos a ritmo progresivo con los movimientos tácticos de nuestro juego, con
ello calentamos y afianzamos nuestro modelo de juego (podemos incluir estiramientos).
En el segundo caso se trata de ensayar las acciones a balón parado en cuanto a
posicionamiento de los jugadores, tanto ofensiva como defensivamente, al tiempo que
hacemos movimientos de velocidad de reacción, con lo que, además, conseguimos que
los jugadores estén más concentrados y ejerciten una velocidad de reacción específica
como respuesta a estímulos visuales, que son los que se producen mayoritariamente
durante el juego.
Considero que en todos los casos es metodológicamente importante emplear estas
tareas que buscan diversos objetivos, porque es evidente que de esta forma, en
cualquier situación, con el mismo tiempo empleado conseguimos más cosas. Pero
esto cobra más importancia en el último tercio de campeonato (cuando ya se lleva
mucho volumen de trabajo acumulado), en las vísperas de cada partido (donde las
sesiones han de ser suaves) y en aquellos equipos donde no se disponga del tiempo
que se desearía para entrenar (equipos modestos con jugadores que han de dedicarse
a otras actividades). Todos los entrenadores tenemos que valorar la conveniencia de
aprovechar al máximo el entrenamiento en función del equipo que tenga cada uno, así
como los medios, posibilidades y horarios de los que disponga. Aunque en todas
las situaciones, y en todos los equipos, es muy efectivo emplear tareas y modos de
entrenamiento que nos conduzcan, simultáneamente, a dos o más destinos.
Firma invitada
Aprovechamiento del tiempo en el
entrenamiento
Alfonso Barasoain Carrilero
Entrenador Nacional de Fútbol.Máster Profesional en Fútbol.
48 Junio-2010 nº 172
Nuestro ejercicio del mes Revista TRAINING FÚTBOL nº 172TAREA DE ENTRENAMIENTO
Autor: Jens Bangsbo.
Responsable de entrenamiento de la Condición Física en la Juventus.
Birger Peitersen.
Docente en el Instituto de Ciencias del Deporte de Copenhague.
Título: “Inferioridad para defender y para atacar”.
OBJETIVOS:
Aprovechar el espacio en amplitud y ofreciendo muchas líneas de pase al compañero
en posesión del balón (cuando estamos atacando 10 contra 5 rivales).
Organizarse defensivamente para aprovechar la superioridad numérica teniendo
verdadera superioridad posicional (cuando estamos defendiendo 10 contra 5 rivales
que tratan de mantener el balón).
Cuando jugamos 5 contra 10 rivales, presionar bien sobre balón para tratar de robar
(cuando estamos defendiendo) y realizar buena amplitud en ataque para tratar de
reducir en lo posible la gran inferioridad numérica que tenemos (cuando estamos en
posesión de balón).
Consideraciones:
Puede jugarse con toques libres o con un máximo de tres toques de balón para cada
jugador.
Ocasionalmente, puede jugarse con dos balones, lo que debe medirse bien porque
esto aumenta muchísimo la intensidad de la tarea.
EXPLICACIÓN Y DESARROLLO
La tarea se desarrolla sobre el espacio comprendido entre la línea de medio
campo y la línea frontal del área de penalti con su prolongación hasta las líneas de
banda (ver gráfico).
En ese espacio juegan tres equipos (A, B y C) de cinco jugadores cada uno.
Se trata de mantener la posesión de balón, cambiando las funciones de los tres
equipos, de tal forma que vayamos alternando las superioridades e inferioridades
numéricas: 10 atacando contra 5, 10 defendiendo contra cinco.
Todos los jugadores tienen que atacar y defender en superioridad, y también
atacar y defender en inferioridad, cambiando a los equipos (A, B ó C) que actúan
en inferioridad.
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Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO
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Hablamos de fútbol con… Juan Carlos Unzué.
Técnica y táctica del portero.Juan Carlos Unzué.
Preparador de porteros del F. C. Barcelona.
Jesús Cuadrado Pino.Entrenador Nacional de Fútbol.Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).Director de TRAINING FÚTBOL.Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol.
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Factores de rendimiento en fútbol.
Por Jesús Cuadrado Pino.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Máster Profesional en Fútbol.
Máster en Alto Rendimiento Deportivo.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol.
Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.
Ex-preparador físico de U. D. Salamanca y Real Valladolid.
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Análisis de equipos rivales en el fútbol.
Por Luciano Santana Martel.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Preparador Físico del Universidad de Las Palmas C. F.
Scouting colaborador con diversos equipos profesionales.
Defensa de las acciones a balón parado.
Por Mario Simón Matías.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
. Firma invitada
Tarea de entrenamiento: “Marcar espacio defensa-ataque”