Nanu nanu Mr. Williams

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¡NANU NANU, MR. WILLIAMS! Hay seres humanos increíbles que solo con hablar logran arrancar la tristeza de tu corazón, de esos que te alegran el día con solo una expresión de su rostro, aquellos que de la nada crean un mundo de fantasía que se imprime en tu mente y retorna para esbozar una sonrisa iluminando un día gris; ese tipo de hombre era el querido Robin Williams. Han pasado días ya de su trágica partida y aún hoy no puedo evitar sentir un nudo en la garganta al saber que se ha ido así, de tan inexplicable manera, tan dolorosa forma para alguien que llenó de risas y luz mis días como la de millones de personas que disfrutaron de su genialidad, su talento y su arte. Quiero por momentos pensar que es una cruel broma maquinada por él, que algún noticiero dirá que todos caímos redonditos, que era una noticia falsa…quiero creer porque el mundo sin él es más triste y oscuro ahora. Jamás lo conocí en persona, no puedo juzgar los motivos de su partida, sería mezquino y muy de mala entraña centrarme en un aspecto del final de su vida e ignorar lo maravilloso y enorme actor que fue. Lo quiero recordar, Sr. Williams, como el alocado extraterrestre Mork que cuando era joven veía en la tele (yo pensaba: si así son los alienígenas pues que nos invadan ya!), prefiero tenerlo en la memoria como la primera personificación de carne y hueso del ídolo de mi añorada infancia Popeye ( yo fui al cine con mi viejita y me encanto!!), como el locutor atrevidamente irreverente Adrian Cronawer de Good morning, Vietnam, su primera nominación al Oscar o como el

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¡NANU NANU, MR. WILLIAMS!

Hay seres humanos increíbles que solo con hablar logran arrancar la tristeza de tu corazón, de esos que te alegran el día con solo una expresión de su rostro, aquellos que de la nada crean un mundo de fantasía que se imprime en tu mente y retorna para esbozar una sonrisa iluminando un día gris; ese tipo de hombre era el querido Robin Williams.

Han pasado días ya de su trágica partida y aún hoy no puedo evitar sentir un nudo en la garganta al saber que se ha ido así, de tan inexplicable manera, tan dolorosa forma para alguien que llenó de risas y luz mis días como la de millones de personas que disfrutaron de su genialidad, su talento y su arte.

Quiero por momentos pensar que es una cruel broma maquinada por él, que algún noticiero dirá que todos caímos redonditos, que era una noticia falsa…quiero creer porque el mundo sin él es más triste y oscuro ahora.

Jamás lo conocí en persona, no puedo juzgar los motivos de su partida, sería mezquino y muy de mala entraña centrarme en un aspecto del final de su vida e ignorar lo maravilloso y enorme actor que fue.

Lo quiero recordar, Sr. Williams, como el alocado extraterrestre Mork que cuando era joven veía en la tele (yo pensaba: si así son los alienígenas pues que nos invadan ya!), prefiero tenerlo en la memoria como la primera personificación de carne y hueso del ídolo de mi añorada infancia Popeye ( yo fui al cine con mi viejita y me encanto!!), como el locutor atrevidamente irreverente Adrian Cronawer de Good morning, Vietnam, su primera nominación al Oscar o como el profesor que todos deseábamos tener, revolucionario y quien nos dejo una frase para siempre Carpe diem ( aprovecha el momento) de la inolvidable película La Sociedad de los poetas muertos; yo no podía creer que aquel marciano loco tuviera un registro dramático tan polifacético, alto y su segunda nominación al Oscar no correspondida me pareció absolutamente injusta.

¡Quién diría entonces que recién empezabas a calentar motores!!...Tantos personajes siguieron: el loco mendigo enamorado de The Fishing King me arranco más de una lágrima y risa pues eso hacías tú, mostrabas un mundo donde se fundían las alegrías , las tristezas, las angustias naturales y preocupaciones cotidianas del ser humano sin maquillaje, sin anestesia tal como somos y vivimos; por eso los que amamos

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el cine nos identificamos con tus personajes, como aquel ruso disidente que se mete a una tienda y pide asilo en USA de Un ruso en New York.

Eres el actor que más veces representó un médico y que mejor lo hizo como el sensible, constante, acucioso y muy observador de Awakenings- con otro grande Robert de Niro-, tu actuación fue muy tierna y noble, dando a reconocer la labor de un médico cuando sigue su instinto científico y corazón . Patch Adams -con la que dicen te conocen todos más- para mí fue una nueva demostración de cuanto amor hay en la práctica médica, pero con el que me más me siento feliz es con el médico ruso emigrado a USA tan hilarante que atiende el parto y se desmaya de la impresión en 9 meses.

Jacob the liar poco conocida quizás pero sencillamente encantadora porque es sensible como tú mismo lo fuiste; tu filosófica actuación de androide en El hombre Bicentenario que resulta muy bella y conmovedora , hasta ahora la recuerdo y me emociona; tu versión de política en El hombre del año donde representas al candidato político que deseamos tener; Maten a Smoochy confieso que cada vez que la veo en tele la veo otra vez- aunque ya la haya visto creo 7 veces mínimo pues con Edward Norton haces una dupla muy graciosa-; La jaula de las locas (en su versión americana) siempre es motivo de risas y jolgorio en casa por esas escenas desconcertantes, haces desternillar de risa con Nathan Lane en el restaurante; Sra. Doubtfire fue una forma de hablarnos de paternidad preciosa y muy original. Sinceramente, hasta tus actuaciones en roles secundarios pequeños y sencillos como en Hamlet resultaban destacadas, resaltabas en forma tan natural.

La lista de tus actuaciones es amplia y diversa, tanto como la brillantez y genialidad que demostrabas en cada una. El Oscar llego con Good Will Hunting y de nuevo demostraste que no había límites que no pudieras batir en actuación seria. Pocos comediantes han logrado tremendo éxito.

Pero si con personajes en vivo eras un genio en la animación con voces ha sido un campo en que desarrollaste hitos en la animación como el genio de la lámpara en Aladino -que innegablemente eras tú!! …todo energía , una fuerza de la naturaleza, con un sentido del humor inagotable o en Happy feet, una de las partes que más me gusta es la que hacías tú siendo la voz y personalidad del pingüinito festivo y travieso, con tintes de latino enamoradizo y alborotado.

Tu lado humano era tan noble que sabía que siendo amigo del ya fallecido Christopher Reeve – con quien compartiste almuerzos donde había mucha hambre y poca comida jóvenes, cuando aún estudiaban arte- estuviste a su lado cuando ya condenado a su silla de ruedas, necesitaba tanto de reír y salir adelante.

Tus demonios internos, te jugaron sucio, te atormentaron siempre, nos quitaron muy pronto el privilegio de haber nacido en una época donde pudimos conocer tu brillantez, apagaron las luces de tu escenario antes de lo que hubiéramos querido tus millones de admiradores, no sabes cuánto lamento eso.

Ahora que te has ido, aun con la gran tristeza agobiando por tu precoz partida, desearía poder darte las gracias por las risas que me arrancaste en momentos difíciles, por las que volveré a tener al volver a ver cada una de las piezas de arte que nos has dejado y que seguro recordaré siempre.

Infinitas gracias por haber personificado médicos de esa forma tan especialmente humana y bondadosa, yo que soy médico le agradezco especialmente mucho eso; pero sobre todo, gracias por haber dejado a lo largo de tu vida ese legado de tu arte en el cine y televisión, que pena que no pudimos devolver ese amor y felicidad que entregaste para ayudarte a salir adelante y no perderte.

Solo nos resta pensar que si existe un mundo mejor espero que estés ahí mas tranquilo, más en paz, feliz, haciendo reír a todos como hacías acá…y ya que te fuiste sin despedirte, Mr. Williams, haré de cuenta que te fuiste a Ork, que estas preparándote escondido ensayando para un nuevo papel; quizás contándole a Orson lo irracional y raros que somos los humanos pero que te amamos mucho y solo dejaste un cartel pegado en la puerta de tu camerino diciendo: “NANU NANU”.

Te extrañaremos tanto, Nanu Nanu querido Robin Williams.

Iliana Romero

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