Multiculturalismo-anneleyniers

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Curso en línea CENART Arte contemporáneo y actual Módulo V Identidad Tema 1 El multiculturalismo: ¿reconocimiento o asimilación de identidades? Según el texto de Anna María Guasch, «El multiculturalismo», en: El arte último del siglo XX. Del posminimalismo al multiculturalismo. Madrid, Alianza Editorial, 2005, pp 557-579. Entrega de Anne Leyniers Portada del catalogo de la exposición, Magiciens de la Terre, Centre Pompidou, 1989

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Curso en línea CENART

Arte contemporáneo y actual

Módulo V Identidad

Tema 1 El multiculturalismo:

¿reconocimiento o asimilación de identidades?

Según el texto de Anna María Guasch, «El multiculturalismo»,

en: El arte último del siglo XX. Del posminimalismo al multiculturalismo.

Madrid, Alianza Editorial, 2005, pp 557-579.

Entrega de Anne Leyniers

Portada del catalogo de la exposición, Magiciens de la Terre, Centre Pompidou, 1989

¿En qué consiste el discurso colonizador? El discurso llamado del “colonizador” es el primero que surgió cuando hubo voluntad, al nivel de las artes, de considerar la totalidad del planeta en un afán de internacionalización y un espíritu de globalización.

El inicio de esos intentos, que iban a revolucionar las mentalidades, la geopolítica, las modalidades en las artes, tanto al nivel de las temáticas, de las fuentes de inspiración y de las técnicas utilizadas, como al nivel de la organización de eventos y su concepción, de la selección de obras y su curaduría, del discurso sobre el arte a través de los catálogos de exposición, y en fin también en la concepción del artista, en los grupos participantes, en su calidad de incluidos, antes excluidos, periféricos, extraños o marginados, los “otros”.

← Jivya Soma Mashe, Harvest dance, India, siglo XX

Fue a raíz de esta tendencia persistente, aunque con una voluntad de superar los prejuicios establecidos o arrastrados en las mentalidades, siendo esto justamente lo que animó a emprender esas exposiciones de nuevo índole, que iban de la mano con la asimilación de textos filosóficos sobre identidad y de estudios antropológicos como los de Claude Levi Strauss. Varias ideologías, teorías y reflexiones se entrecruzaron a través de términos, con todos los contenidos y los significados que implican, como globalización, universalización, occidentalización, etnicidad, multiplicidad, alteridad u otredad.

← Alfredo Jaar, La géographie ça sert d'abord à faire la guerre, Chili USA, 1989

Surgió el deseo, desde las artes tradicionalmente incluidas en las grandes exposiciones internacionales de las capitales de las artes, en los circuitos de las bienales, de incorporar otras artes, o más bien todas las expresiones, en razón de una crisis de esta hegemonía de las artes de la cultura occidental, donde surgía desde dentro una necesidad de reubicar las artes de las culturas colonizadas, resultado de la historia y de las políticas de los siglos anteriores.

Los artistas y organizadores, los intelectuales, las nuevas generaciones del mundo occidental de esta época crecieron en un mundo en vía de internacionalización, multiculturalidad, multietnicidad, identidades polifacéticas del individuo mismo y de las sociedades en transformación en el mundo. La apertura de las fronteras, la descolonización, el mestizaje, el turismo y los viajes, las profesiones con movilidad, las misiones humanitarias y filantrópicas, los intercambios culturales y comerciales, fueron algunas de las causas y resultados, entre otras manifestaciones, de este flujo creciente de población y de ideas a lo largo y ancho del planeta.

Una necesidad era el reconocimiento del “otro” múltiple, luego su capacidad transgresora y su alteridad. Identidad / otredad, eran temas fundamentales, y por supuesto muy abordados desde diversos enfoques, y en particular, desde las artes.

↑ Norval Morisseau, Artist with thunderbird vision, 1977, Canada

Se contemplaron entonces, para incorporarlas, las artes de las culturas colonizadas, de las minorías marginalizadas, de las áreas periféricas (como China por ejemplo) y de las áreas aisladas del sistema occidental, para poder empezar el largo y complicado camino del reconocimiento del “otro”.

↑ Ulay, Orchestre de femmes, 12 tapis tressés au Maroc, Alemaña, Paises Bajos, 1989

↑ Gu Dexing, sin título, Instalación plastico de récupéración , 1989, China

Cleitus Dambi, Nick Dumbrang, Ruedi Wem, Peinture de la maison des hommes de Govenmas, 1988, Papouasie Nouvelle Guinée →

Pero en un primer tiempo, la esperada “convivencia de códigos culturales contrapuestos quedó reducida a una confrontación estética que presupuso en todo momento la superioridad de la cultura occidental sobre las no occidentales” comenta Anna María Guasch (p.563). Efectivamente, todo estaba por construirse en el sentido de la nueva geografía del arte, considerado desde el punto de vista de la tradición estética de la historia del arte occidental, en mentes y a través de estructuras occidentales, que deseaban ir más allá del concepto de museo de las culturas o de antropología, del documental, en lo que concierne el «otro», para realmente intentar abarcar una nueva geografía de las artes, desde su esencia, en espacios compartidos. Sin embargo, como el movimiento inició a partir de una reflexión y una iniciativa occidental, es entendible que cargaba con los criterios y las referencias propias de la cultura contemporánea occidental. Era el resultado de su propia introspección en realidad, siendo atraída desde tiempos remotos por el “otro”, desde diferentes enfoques y en base a varias situaciones de contacto. Los movimientos de población, los viajeros renacentistas, el espíritu expansivo del mundo barroco, el orientalismo y el romanticismo, el arte de los viajeros etnógrafos o costumbristas y en fin la apertura total y el interés en todo tipo de alteridad y de innovación de los vanguardistas, modernos y contemporáneos. Era ineluctable que el paso siguiente fuera hacía una mundialización de las artes, pero la propuesta inicial debía crecer y enriquecerse con múltiples experiencias y matices.

Claes Oldenburg, From the entropic library, 1989, USA

Posteriormente, con la integración, la multiplicación de plataformas, el estudio de las otras culturas y el acercamiento a los demás pueblos, la imitación, la aculturación, la asimilación, la uniformización del mundo y la emergencia de la diversidad al mismo tiempo, surge una manera diferente de conceptualizar las artes, de apreciar las diversas manifestaciones y la variedad de posturas. Se trata de un cierto eclecticismo multicultural.

Como cita la autora, “Es a la vez una ilusión y un error histórico el pensar que por el simple hecho de organizar una exposición conjunta se pueda hablar de igualdad en la arena cultural”. (Según Ganvin Jantjes, Red rags to a bull, en: The other story, London, 1889).

Neil Dawson, Globe, Nouvelle Zélande, 1989

¿En qué consiste el discurso descolonizador? Se construyen, desde las regiones, los países y las culturas de la exclusión, unas manifestaciones que permitan aglutinar las diferencias, las resistencias, las minorías, las periferias, las expresiones consideradas o que se consideran no occidentales. Anna María Guasch habla de una implosión del primer mundo en el tercer. La instrumentalización se hace a través de unas exposiciones que reúnen la producción de una multitud de artistas identificados como del tercer mundo o mundo en desarrollo. Así, se han generado las bienales periféricas, ampliando la cobertura geográfica con Sidney, La Habana, Estambul, Johannesburgo, Kwangju, Dakar, Taibei y Santa Fe, y otros. Es un intento de «vertebrar y articular una cultura de la diferencia no occidental, de descentramiento y desfiguraciones no excluyentes, diluyendo las fronteras en experiencias intersubjetivas y colectivas». Surge la noción del «uno» en oposición o complementariedad al «otro», en este caso la cultura occidental. De esta manera, ocurre una distanciación , un desplazamiento y una multiplicación de los centros reconocidos como generadores de arte y de cultura a través de manifestaciones internacionales. Por otro lado, la intención de los artistas africanos instalados en espacios occidentales es liberar su arte de la etiqueta de exotismo y primitivismo, asimilado al arte naïf o al objeto ritual étnico. Por su parte, los artistas chicanos de los Estados Unidos se diferencian conformándose en el «uno» adentro del «todo», un subgrupo en el interior de grupo. Se requiere que el multiculturalismo sea un reconocimiento del otro, lo cual implica interés, acercamiento y conocimiento. El panorama se amplia, se diversifica, como la noción misma de identidad vista como un mosaico de elementos ensamblados y variables que conforman un ser. Átomos y moléculas.