Modelos Para El Tratamiento de La Depresion

19
Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 1 MODELOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN Adelina Rosas Mercado [email protected] Instituto Politécnico Nacional Una angustia, Un desconsuelo de la epidermis del alma, Un dejar caer los brazos en el crepúsculo del esfuerzo… Reniego, Reniego de todo. Reniego más que de todo Reniego a espada y fin de todos los Dioses y su negación. ¿Pero qué es lo que me falta, que lo siento faltarme en el estómago y en la circulación de la sangre? ¿Qué aturdimiento vacío me extenúa el cerebro? Cristo absurdo de la expiación de todos los crímenes y de todas las violencias Mi cruz está dentro de mí, rígida, escaldando, rompiendo Y todo duele en mi alma extensa como un Universo Pero al menos queda la amargura de lo que nunca seré La caligrafía rápida de estos versos, Pórtico partido para lo Imposible Pero al menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas, Noble al menos en el amplio ademán con que arrojo La ropa sucia que soy, sin orden, para el decurso de las cosas, Y quedo en casa sin camisa Álvaro de Campos (Fernando Pesoa)

description

depre

Transcript of Modelos Para El Tratamiento de La Depresion

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 1

    MODELOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIN

    Adelina Rosas Mercado

    [email protected]

    Instituto Politcnico Nacional

    Una angustia,

    Un desconsuelo de la epidermis del alma,

    Un dejar caer los brazos en el crepsculo del esfuerzo Reniego,

    Reniego de todo.

    Reniego ms que de todo

    Reniego a espada y fin de todos los Dioses y su negacin.

    Pero qu es lo que me falta, que lo siento faltarme en el

    estmago y en la circulacin de la sangre?

    Qu aturdimiento vaco me extena el cerebro?

    Cristo absurdo de la expiacin de todos los crmenes y

    de todas las violencias

    Mi cruz est dentro de m, rgida, escaldando,

    rompiendo

    Y todo duele en mi alma extensa como un Universo

    Pero al menos queda la amargura de lo que nunca ser

    La caligrafa rpida de estos versos,

    Prtico partido para lo Imposible

    Pero al menos me consagro a m mismo un desprecio

    sin lgrimas,

    Noble al menos en el amplio ademn con que arrojo

    La ropa sucia que soy, sin orden, para el decurso de las cosas,

    Y quedo en casa sin camisa

    lvaro de Campos

    (Fernando Pesoa)

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 2

    Resumen

    En este artculo se presentan diferentes modelos sobre la depresin y su tratamiento,

    priorizando el tratamiento psicoanaltico. La depresin y la melancola son un sustrato, en mayor o

    menor medida, de prcticamente todas las estructuras clnicas y un problema clnico demasiado

    frecuente, de all la importancia de su tratamiento. En este captulo se intenta realizar un recorrido

    por los conceptos tericos freudianos y lacanianos que son de utilidad para la comprensin de los

    mecanismos de depresin y melancola. Se menciona tambin el complejo de la madre muerta como

    un modelo que pudiera ser de utilidad en la clnica de los pacientes con trastornos alimentarios. La

    clnica de la depresin y de la melancola presentadas por Sigmund Freud, Julia Kristeva y por

    Andr Green resultan de utilidad para el tratamiento de los pacientes con trastornos alimentarios.

    Palabras clave: depresin, tratamiento, psicoanlisis, psicoterapia.

    Jess V. Cobo Gmez, (2005), en El

    concepto de depresin. Historia,

    definicin(es), nosologa, clasificacin,

    menciona que es necesario clarificar el uso de

    la palabra depresin, ya que se utiliza

    indiferenciadamente con otros trminos como

    trastornos depresivos, alteraciones del humor

    y esta indiferenciacin ha complicado los

    aspectos nosogrficos.

    La depresin es un sntoma que

    puede acompaar a otros sntomas no

    relacionados directamente con ella; pero es

    tambin un sndrome en donde el factor

    comn es la tristeza y se relaciona

    directamente con otros sntomas. En

    psiquiatra se considera tambin a la

    depresin como un sndrome depresivo sobre

    el cual se indagan sus orgenes, es decir su

    etiologa, su patogenia, su evolucin,

    resolucin y tratamiento.

    A lo largo de la historia se encuentran

    diferentes concepciones de la depresin. El

    criterio psiquitrico intenta definir de acuerdo

    con los criterios de Pinel, con el fin de

    realizar un pronstico y una teraputica

    adecuados al problema a tratar.

    Sin embargo, desde la psiquiatra y

    desde la psicologa, incluyendo el

    psicoanlisis dentro de sta, existen diferentes

    concepciones tericas que constituyen

    modelos teraputicos diversos en donde los

    autores de los mismos en ocasiones exaltan su

    propio modelo y frecuentemente denostan los

    ajenos. Por eso, a la hora de definir el

    concepto actual de depresin, se considerarn

    los principales modelos existentes dentro de

    su contexto, sin denostar ninguno de ellos y

    planteando sus ventajas y limitaciones.

    Jackson SW. (1986) menciona que en

    el siglo V y VI de nuestra era, en las islas

    griegas, para los seguidores de Hipcrates, se

    designaba el trmino de melancola a lo que

    actualmente se denomina depresin y estaba

    definida por una tristeza extrema, miedo,

    desesperacin, aversin por la comida,

    insomnio, irritabilidad e intranquilidad. La melancola se instauraba cuando el estado

    duraba mucho tiempo, la cronicidad era un

    criterio para considerarla. Rufo de Efeso a

    comienzos de dicho siglo II d.C., describe

    clnicamente esta afeccin con las siguientes

    caractersticas: una forma de locura crnica,

    no febril, con manifestacin de temores,

    tristeza, cansancio por la vida, huda del trato

    con otras personas y frecuentemente

    acompaada de una idea delirante. Tambin

    se describieron sntomas de perturbaciones

    gastrointestinales e ideacin suicida.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 3

    En el Renacimiento se tomaron como

    factores desencadenantes la influencia de

    Saturno. En los siglos XVI y XVII, las dos

    obras fundamentales fueron el A Traitise of

    melancholia de Timothy Bright (1586) y la

    Anatomy of Melancholy, de Robert Burton

    (1621). Para esta poca, ya se diferenciaba

    entre temperamento melanclico y

    melancola como enfermedad adquirida.

    Segn Galeno, haba tres tipos de

    melancola, la flatulenta, la gaseosa y la

    hipocondraca. A lo largo de los siglos la

    melancola fue asociada a la mana, furia

    extravagante, la phrenitis (actual delirio

    orgnico), el delirio ertico, el delirio

    monomanitico de fragilidad (creerse

    formado de vidrio), la melancola religiosa,

    de monomanacos como formas de

    melancola. En el siglo XIX se delimita su

    concepto y queda constreida a una forma de

    perturbacin depresiva grave. Posteriormente

    el enlentecimiento motor sustituy a la

    inclusin de ideas delirantes, de las que

    quedaron los delirios de culpa y pecado, as

    como de los delirios autoderrotistas, de

    pobreza, de enfermedades fsicas graves o

    delirios nihilistas. Jackson SW. (1986).

    Menciona Jackson (1986) tambin

    que a principios del siglo XX, se renen de

    nuevo los conceptos de mana y melancola

    en su estado de insania manaco-depresiva,

    describiendo dos tradas de sntomas

    nucleares en cada extremo.

    Cules son las causas de la

    melancola? Para Galeno, un desequilibrio de

    los humores, y esta concepcin dur

    aproximadamente dos mil aos. Un exceso de

    bilis negra en el cerebro la produca. En el

    siglo XIX Rush vuelve de nuevo a las

    hiptesis vasocntricas, basadas en las

    alteraciones de los vasos sanguneos del

    cerebro (sobre todo de las arterias). La

    etiologa de una disfuncin cerebral no se da

    sino hasta Griesinger (1817-1868) en su obra

    (Die Pathologie und Therapie der

    psychischen Krankheiten) afirma que las

    enfermedades mentales estn asentadas en

    una disfuncin cerebral. Su obra inspir a

    autores con diferentes concepciones como

    Karl Jaspers, Paul Guiraud y Sigmund Freud.

    Pinel (1745-1826) defini las

    melancolas como un delirio sobre un objeto,

    sin mana, sin furor. Las diferenci del furor

    manaco (no delirante), del delirio manaco

    con sus actuaciones extravagantes y furiosas),

    de la demencia (en la que haba supresin del

    pensamiento) y del idiotismo (natural u

    adquirido). Pinel diferenci, por un lado, las

    desviaciones del intelecto, de las desviaciones de los sentidos (o estrictamente pasionales). La melancola sera

    ms un delire exclusif que un delire generale

    (como la mana). Jackson SW. (1986).

    Un autor de gran importancia de la

    escuela alemana del siglo XIX fue Kraepelin

    quien introduce el concepto de psicosis y

    establece una lnea divisoria entre las

    enfermedades mentales, en funcin de su

    pronstico diferenciado. As se colocaban en

    grupos diversos la melancola, la mana, el

    delirio agudo y los estados agudos de

    agotamiento de las alteraciones incurables:

    locura peridica circular y delirio crnico.

    Una afeccin particular con alternancia entre

    los estados manacos y los depresivos, fue

    acuada por Kraepelin en 1899, donde utiliza

    el trmino psicosis manaco-depresiva para

    caracterizar a las formas alternantes o cclicas

    de enfermedad mental que no devienen en

    una locura sistematizada. As, diferencia

    dentro de la psicosis maniacodepresiva, los

    estados manacos de los depresivos. Jackson

    SW. (1986).

    La clasificacin de Kraepelin (1899)

    se sustentaba en tres criterios: el

    psicopatolgico, el clnico-descriptivo y el

    pronstico. De los tres, la principal

    aportacin fue el pronstico. La psicosis

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 4

    maniaco-depresiva, segn Kraepelin,

    recidiva aunque los sntomas aparezcan

    atenuados. Se define como una psicosis

    constitucional, esencialmente hereditaria,

    caracterizada por la yuxtaposicin o

    coexistencia de estados de excitacin y

    estados de inhibicin. La escuela alemana y

    la francesa describieron formas atenuadas de

    dicho padecimiento llamada distimia o

    ciclotimia, las cuales seran formas atenuadas

    de psicosis maniaco-depresiva. Jackson SW.

    (1986).

    Kraft-Ebing, utiliza el trmino de

    psiconeurosis, retomado por Sigmund Freud,

    para referirse a procesos susceptibles de

    curacin o reversibilidad. Pierre Janet (1909)

    le da el nombre de psicastenia a las patologas

    curables. La psicopatologa contempornea se

    encuentra en constante cambio, existe un

    manual de psicodiagnstico DSMIV y otro de

    diagnstico psicodinmico. La clasificacin

    de los trastornos afectivos y las depresiones

    son un hito fundamental en la psicopatologa

    contempornea.

    Schotte CK, Maes M, Cluydts R,

    Cosyns P. Cluster (1996) afirman que la

    depresin es un continuo donde la melancola

    psictica representa el extremo de mayor

    gravedad y la depresin leve el otro extremo.

    Consideran que existe un umbral melanclico. La intensidad de los sntomas es, segn ellos lo que diferencia a la

    depresin de la melancola psictica.

    En el Departamento de psiquiatra de

    la Universidad de California, un importante

    grupo de investigadores: Judd LL, Akiskal

    HS, Maser JD, Zeller JD, Endicott J, Coryell

    W, Paulus MP, Kunovac JL, Leon AC, Rice

    JA, Keller MB. han realizado diversos

    estudios sobre depresin dentro de los que

    destacan las alteraciones neurolgicas en los

    diferentes casos de depresin y una

    aportacin al modelo de continuum para la

    depresin. Utilizando medios estadsticos y

    diferentes criterios para medir la gravedad de

    la depresin hacen una importante aportacin

    al modelo del continuum y del umbral de la

    depresin mayor dentro del mismo.

    Con referencia al diagnstico de la

    depresin, Gonzlez Cseres (2009) realiz

    un estudio sobre el diagnstico rpido y

    efectivo de la depresin. Sobre el supuesto de

    que los instrumentos para medir el nivel de

    depresin como, la Escala Short-Care, la

    Escala Cornell, el test de Goldberg, el Perfil

    de Estados de Humor, el Inventario de

    Hamilton, la Escala del Centro para Estudios

    Epidemiolgicos, el Canberra Interview for

    the Elderly, la Escala de Autoapreciacin de

    Zung y el Test de Aaron S. Beck; son

    complejos, carecen de una validacin

    adecuada y de una estandarizacin en

    pacientes de las diferentes comunidades y

    tienen adems el inconveniente de basarse

    principalmente en sntomas somticos, sin

    diferenciar bien los efectos de la enfermedad

    fsica de los de la depresin. El objetivo del

    estudio fue determinar la capacidad para

    detectar la depresin a travs de tres

    preguntas orales realizadas en la entrevista

    preliminar, despus del establecimiento del

    rapport. El estudio se realiz en La Habana,

    Cuba con 590 pacientes sin antidepresivos y

    aptos psquicamente. El diagnstico realizado

    fue comparado con los resultados del Test de

    depresin de Golberg (EADAC) y las tres

    preguntas arrojaron una sensibilidad del 99%,

    lo que posibilit el tratamiento precoz. Las

    preguntas son las siguientes:

    1. Durante el pasado mes ha sentido la sensacin de estar triste y

    desperanzado?

    S. ___No.___: Otra respuesta___

    2. Durante el pasado mes ha sufrido de forma ms o menos continua una

    prdida de inters o de placer que le

    provocaba realizar ciertas

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 5

    actividades? S. ___No.___: Otra

    respuesta___

    3. Durante el pasado mes ha sentido deseos o ha pensado en dejar de

    vivir? S. ___No.___: Otra

    respuesta___

    En conclusin, existe un debate y

    lagunas en la conceptualizacin de la

    depresin neurtica. Y no existe una

    definicin en el DSMIV que la incluya. Las

    depresiones resistentes o refractarias son

    aquellas que no responden al tratamiento

    habitual aplicado en estos cuadros y su

    resistencia puede limitarse a un tratamiento o

    a un conjunto de ellos. Estas depresiones son

    tambin un reto a resolver. Adems, el campo

    de la nosologa y clasificacin de los

    trastornos afectivos, incluida la depresin

    unipolar, la bipolar y la psictica se

    encuentran en continua revisin. Los nuevos

    conocimientos en gentica, neuropsicologa,

    neuropsicofarmacologa y neuropsicoanlisis

    se encuentran influyendo considerablemente

    en los modelos de conceptualizacin y

    tratamiento clnico. Modelos genticos,

    conductuales, psicoanalticos? Todos son

    respuestas parciales a un conjunto de

    fenmenos a resolver. Sin embargo, David

    Taylor (2008), afirma en su artculo:

    Psychoanalytic and psychodynamic therapies

    for depression: the evidence base, que la

    terapia psicoanaltica breve en el tratamiento

    de la depresin, resulta ms efectiva cuando

    los parmetros utilizados para evaluar su

    eficacia se basan en criterios amplios y a

    largo plazo, en lugar de pruebas al azar cortas

    en ensayos controlados. Cuando se considera

    crticamente un amplio rango de evidencia,

    los tratamientos psicodinmicos resultan

    mucho ms fuertes de lo que se ha

    considerado generalmente. Aun considerando

    la terapia cognitivo conductual y los

    antidepresivos actuando conjuntamente y

    aunque sta muestra resultados ms rpidos,

    la terapia psicoanaltica breve resulta ms

    eficiente y de efectos ms duraderos,

    mostrando mejora aun despus de terminado

    el tratamiento.

    La depresin y la melancola son un

    sustrato de los trastornos alimentarios y en

    mayor o menor medida de prcticamente

    todas las estructuras clnicas, de all la

    importancia de su tratamiento. A

    continuacin, en este captulo se intenta

    realizar un recorrido por los conceptos

    tericos freudianos y lacanianos que son de

    utilidad para la comprensin de los

    mecanismos de depresin y melancola

    tratados por Julia Kristeva. Se menciona

    tambin el complejo de la madre muerta como

    un modelo que pudiera ser de utilidad en la

    clnica de los pacientes con trastornos

    alimentarios. La clnica de la depresin y de

    la melancola presentadas por Sigmund Freud,

    Julia Kristeva y por Andr Green resultan de

    utilidad para el tratamiento de los pacientes

    con trastornos alimentarios.

    El resto del captulo se encuentra

    conformado por tres partes:

    1. Revisin de los conceptos psicoanalticos necesarios para

    comprender a la depresin y a la

    melancola en los pacientes con

    trastornos alimentarios.

    2. Explicacin de los conceptos de melancola y depresin desde el punto

    de vista psicoanaltico.

    3. Se comentar una vieta clnica al respecto y se culminar con los

    comentarios de la autora.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 6

    1.2 Revisin de los conceptos

    psicoanalticos necesarios para la

    comprensin del problema

    Tanto Julia Kristeva como Andr

    Green toman como punto de partida para sus

    conceptualizaciones sobre el trabajo de lo

    negativo, la madre muerta, la melancola y las

    teorizaciones econmicas de Sigmund Freud

    tales como pulsin, pulsin de vida, pulsin

    de muerte, represin, denegacin, desmentida

    y narcisismo.

    Con el fin de dilucidar construcciones

    complejas como la desmentida de la

    denegacin en Julia Kristeva, es necesario

    retomar estos conceptos, as como otros

    netamente lacanianos como das ding por lo

    que se iniciar este apartado con la exposicin

    de algunos conceptos necesarios para la

    comprensin del concepto de depresin y

    melancola en Sigmund Freud y en Jacques

    Lacan, en seguida se enlazar con algunas

    aportaciones de Julia Kristeva para

    posteriormente enlazarlos con las

    particularidades que sta presenta en

    pacientes con trastornos alimentarios.

    Es necesario partir de un

    esclarecimiento de trminos, de una revisin

    de qu se entiende por pulsin, Eros y

    Tnatos, narcisismo, la cosa, duelo y

    melancola, entre otros. Eros y Tnatos ya han

    sido ampliamente tratados en el captulo III,

    denominado Pulsin de muerte y anorexia

    infantil, por lo que en este captulo se har

    mencin de los mismos someramente.

    1.2.1 Pulsin [Trieb]

    Se iniciar el captulo revisando el

    concepto de pulsin {Trieb}, Sigmund Freud

    realiz este artculo en 1915, dice:

    la pulsin nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anmico y

    lo somtico, como un representante

    {Reprsentant} psquico de los

    estmulos que provienen del interior del

    cuerpo y alcanzan el alma, como una

    medida de la exigencia de trabajo que

    es impuesta a lo anmico a

    consecuencia de su trabazn con lo

    corporal el concepto de pulsin (Trieb) es un concepto lmite entre lo

    corporal y lo psquico. (p. 117).

    El esfuerzo de una pulsin {Drang}

    es su factor de movimiento, lo que impulsa a

    la accin, es la suma de la fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa

    {reprsentieren}.

    La meta {Ziel} de una pulsin es la

    satisfaccin que nicamente puede ser

    alcanzada cuando la estimulacin interna, que

    es la fuente de la pulsin cesa, el estado de

    estimulacin es cancelado. (p.118). Y esta

    estimulacin es interna, pero en algn

    momento en la historia de la humanidad

    tambin fue externa. En el ser humano, se

    encuentran los sedimentos decantados de la

    experiencia humana que permite la

    sobrevivencia de la especie. Las pulsiones son

    el resto biopsicolgico producto de decantar

    la experiencia humana y dejar los sedimentos

    depositados en el fondo como aquellos que

    permiten la existencia del ser humano y que

    en el momento adecuado lo conducen a su

    muerte. Todas las pulsiones son por

    definicin activas, an Tnatos, la de muerte.

    El objeto {Objekt} de la pulsin es

    aquello que le permite alcanzar su meta por s

    mismo o a travs de l. Puede ser un objeto

    ajeno o parte del propio cuerpo y no se

    encuentra enlazado a la pulsin, ya que puede

    sufrir mltiples cambios de va, puede sufrir

    desplazamientos y el mismo objeto sirva al

    mismo tiempo para satisfacer varias

    pulsiones. Cuando existe una liga fuerte entre

    una pulsin y un objeto, se habla de una

    fijacin.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 7

    Fuente {Quelle} de la pulsin es el

    proceso somtico, interior a un rgano o a

    una parte del cuerpo, cuyo estmulo es

    representado {reprsentiert} en la vida

    anmica de la pulsin. (p. 118). La fuente es

    somtica y es reconocida en la vida anmica

    por sus metas. Dentro de un nmero

    indeterminado de pulsiones, Freud establece

    las pulsiones yoicas o de autoconservacin y

    las pulsiones sexuales.

    Los destinos de las pulsiones son

    varios, Freud enuncia en Pulsin y destinos de

    pulsin el trastorno hacia lo contrario, la

    vuelta hacia la propia persona, la represin y

    la sublimacin, sin embargo, para comprender

    a la melancola y a la depresin en pacientes

    con trastornos alimentarios ser necesario

    agregar a la lista la negacin, la denegacin, y

    la desmentida, ya que Freud mismo los define

    (a los destinos) como defensa contra las

    pulsiones. (Freud, S. 1915, p.122). El

    trastorno hacia lo contrario exclusivamente

    compete a la meta de la pulsin, por ejemplo

    en el sadismo-masoquismo la meta activa martirizar-mirar es reemplazada por la pasiva:

    ser martirizado-ser mirado. La vuelta hacia la

    propia persona se comprende, dice Freud si

    pensamos que el masoquismo es un sadismo

    vuelto hacia el propio yo.

    Lacan toma como base la teora de la

    pulsin de Sigmund Freud para elaborar su

    teorizacin sobre el objeto pequea a.

    Comienza en el Captulo XIV del Seminario

    XI, Los cuatro conceptos fundamentales del

    psicoanlisis, dice que el ensayo de Freud

    muestra claramente que todas las pulsiones

    son parciales respecto de la finalidad

    biolgica de la sexualidad. Las pulsiones en

    su estructura y en la tensin que establecen

    estn ligadas a un factor econmico. Y ste,

    depende de las circunstancias en que se ejerce

    la funcin del principio del placer, mismas

    que tienden a mantener el equilibrio

    homeosttico. Entonces dice Lacan, la pulsin

    es el montaje a travs del cual la sexualidad

    participa en la vida psquica de acuerdo con la

    estructura del inconsciente: de hiancia. La

    pulsin presenta un vaivn con el que se

    estructura, una reversin fundamental, tiene

    un carcter circular pero no es ni recproca, ni

    simtrica, es un movimiento de reversin que

    parte del sujeto y regresa al sujeto. As

    resemantiza y define Drang, en Freud fuente

    de la pulsin, como borde y Quelle como la

    zona ergena de la pulsin. El objeto es la

    presencia de un agujero, de un hueco, ese

    objeto perdido de la pulsin y que por

    metonimia cualquier objeto puede ocupar, es

    el objeto pequea a, relacionado con la falta

    primigenia, real, de separacin de la madre y

    con la simblica. (pp. 181-189).

    5.2.2 La represin {Verdrngung}

    Dice Sigmund Freud en La represin,

    que puede ser el destino de una mocin

    pulsional chocar con resistencias que

    pretendan hacerla inoperante, entra pues el

    estado de la represin. Ante un estmulo

    exterior sera posible la huda, pero no as

    ante una mocin pulsional ya que el yo no

    puede escapar de s mismo. (p.141).

    Toda satisfaccin pulsional es

    placentera, entonces, Por qu se reprime este

    deseo y se intenta sacarlo de la conciencia?

    Porque hay un motivo de displacer

    relacionado que cobra mayor fuerza. Freud

    ejemplifica lo anterior al citar en cinco

    conferencias sobre el psicoanlisis el caso de

    Elizabeth Von R que estaba enamorada de su

    cuado cuando muri su hermana y pens que

    podra tenerlo ahora para s. Dice que

    Elizabeth Von R. haba contrado sntomas

    histricos graves y que haba olvidado

    completamente la escena junto al lecho de su

    hermana moribunda en donde haba deseado

    la muerte de ella pues Elizabeth estaba

    enamorada de su cuado. La hermana fallece

    y surgen los sntomas histricos. Sigmund

    Freud la hizo recordar la escena egosta, y se

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 8

    reprodujo el factor patgeno junto con una

    emocin violenta. Aflor una mocin de

    deseo en oposicin con las exigencias ticas

    de su personalidad por lo que haba surgido

    un conflicto grave. La representacin que

    apareca en la conciencia como portadora de

    ese deseo irreconciliable fue reprimida fuera

    de la conciencia y olvidada junto con los

    recuerdos relacionados con ella. La represin

    es en consecuencia un dispositivo protector de

    la personalidad anmica al evitar que la

    aceptacin de la mocin de deseo

    inconciliable, o la persistencia del conflicto,

    produjeran un intenso displacer.

    La represin acta exclusivamente en

    un sistema psquico: lo consciente; la

    agencia representante de pulsin permanece en lo inconsciente y sigue

    formando retoos, organizndose, realizando

    conexiones. La represin no mantiene

    alejados de lo consciente a todos los retoos

    de lo reprimido primordial. Cuando estos

    retoos se han distanciado lo suficiente del

    representante reprimido, por las

    desfiguraciones adoptadas o por el nmero de

    eslabones intermedios, estos retoos tienen

    acceso a lo consciente. El vnculo con lo

    reprimido aparece en el proceso analtico y

    libera el contenido pulsional reprimido

    inicialmente. As los sntomas son retoos de

    lo reprimido que han alcanzado su acceso a la

    conciencia por esta va y la represin trabaja

    individualmente cada retoo de lo reprimido

    sufre un proceso de desfiguracin que lo

    conduce a un destino particular. La agencia

    representante de la pulsin puede

    descomponerse en dos fragmentos, uno de los

    cuales puede sufrir represin y el otro

    manifestarse de otra forma, como sucede en el

    caso del fetichismo, en donde una parte se

    reprime y la otra se idealiza.

    La agencia representante de la pulsin

    es una representacin o conjunto de

    representaciones investidas desde la pulsin

    con una cantidad determinada de energa

    psquica (libido, inters). La representacin

    {Vorstellung} va acompaada de algo que

    representa a la pulsin {rpresentieren}, que

    es un monto de afecto que corresponde a la

    pulsin en tanto se ha desligado de la

    representacin y se expresa en funcin del

    quantum de energa psquica como afectos.

    As, tanto la representacin {Vorstellum}

    como lo que representa a la pulsin:

    {rpresentieren} pueden tener destinos

    diferentes. As dice Freud: Desde ahora, cuando describamos un caso de represin,

    tendremos que rastrear separadamente lo que

    en virtud de ella se ha hecho de la

    representacin, por un lado, y de la energa

    pulsional que adhiere a esta, por el otro (Freud, S., 1915, La represin, p. 147).

    Cules son los posibles destinos del

    factor cuantitativo (monto de afecto) de la

    agencia representante de la pulsin? Tres, en

    el primero la pulsin es sofocada por

    completo; en el segundo, el monto de afecto

    sale a la luz como un afecto coloreado

    cualitativamente y en tercer lugar, se

    manifiesta como angustia. Como la principal

    funcin de la represin es evitar el displacer,

    cuando una representacin ha sido eficaz al

    reprimir la representacin pero no la angustia

    o el displacer, ha fracasado.

    Provoca la represin los sntomas?

    Los procesos de formacin del sntoma y los

    de la represin estn superpuestos? No, es el

    retorno de lo reprimido lo que los causa y los

    procesos son diferentes y existen diferentes

    mecanismos de formacin sustitutiva. Los

    procesos de la represin tienen en comn la

    disminucin de la investidura energtica.

    1.3 Narcisismo

    El tema del narcisismo aunque de

    relevancia para este tema, ya fue tratado en el

    captulo sobre la imagen inconsciente del

    cuerpo. Sin embargo, se agregarn en este

    apartado algunas puntualizaciones

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 9

    importantes. El trmino narcisismo aparece

    por primera vez en Freud en 1910 y adquiere

    gran relevancia en la teora psicoanaltica.

    Sigmund Freud lo define como un

    investimiento de la libido al yo y dicho

    investimiento se opone al que se realiza sobre

    el objeto de amor en donde la libido lo

    inviste. El nacimiento del yo est relacionado

    con el narcisismo. El estado previo al

    narcisismo es el llamado autoerotismo en

    donde el yo todava no existe como

    estructura.

    Lacan define al narcisismo como una

    atraccin ertica hacia la imagen especular y

    esta relacin ertica representa una

    identificacin primaria con el yo cuya

    formacin tiene un punto importante en el

    estadio de espejo. Para Lacan existen dos

    tipos de narcisismo: el de carcter ertico y el

    de carcter agresivo. El ertico est

    representado por el Mito de Narciso que

    muestra al sujeto fuertemente atrado por la

    estructura psquica de la imagen. El

    narcisismo agresivo es aquel en el que la

    imagen especular contrasta en una

    discontinuidad no coordinada con el cuerpo

    real del sujeto, de tal manera se observa una

    desintegracin en el sujeto. El narcisismo

    agresivo puede devenir en narcisismo suicida.

    1.4. Melancola y depresin

    En el prlogo de Duelo y Melancola

    {Trauer und Melancholie} de Sigmund

    Freud, James Strachey menciona que Freud

    escribi un primer borrador en febrero de

    1915 y lo remiti a Abrahams quien le envi

    amplios comentarios entre los que se

    encontraba la sugerencia de una conexin

    entre la melancola y la etapa oral de la libido.

    Posibles fijaciones orales relacionadas con la

    melancola propiamente dicha y con estados

    depresivos en pacientes con trastornos

    alimentarios se vislumbran. En una carta a

    Fliess haba intentado explicar la melancola,

    que en esos tiempos inclua estados de

    depresin en trminos neurolgicos, intento

    que fuera reemplazado por otro psicolgico.

    Strachey cita un prrafo del manuscrito N.1

    que se citar a continuacin pues establece

    relaciones entre la melancola, la neurosis y el

    complejo de Edipo:

    Los impulsos hostiles hacia

    los padres (deseo de que mueran) son,

    de igual modo, un elemento

    integrante de la neurosis. Afloran

    conscientemente como representacin

    obsesiva. En la paranoia les

    corresponde lo ms insidioso del

    delirio de persecucin (desconfianza

    patolgica de los gobernantes y los

    monarcas). Estos impulsos son

    reprimidos en tiempos en que se

    suscita compasin por los padres:

    enfermedad, muerte de ellos.

    Entonces es una exteriorizacin del

    duelo hacerse reproches por su muerte

    (las llamadas melancolas), o

    castigarse histricamente, mediante la

    idea de la retribucin con los mismos

    estados [de enfermedad] que ellos han

    tenido. La identificacin que as

    sobreviene no es otra cosa como se

    ve, que un modo del pensar, y no

    vuelve superflua la bsqueda del

    motivo. (Freud, S. 1959, p. 238).

    El sentido de culpa se encuentra

    frecuentemente en pacientes deprimidos y con

    trastornos alimentarios de una manera

    relevante y contribuye a la desinvestidura del

    yo, por no cumplir con el ideal del yo que

    expresa la norma social de amars a tu padre y a tu madre por ejemplo.

    En Ttem y Tab, los hijos, en el acto

    de devoracin consumaban su identificacin

    1 Freud, 1959, Manuscrito N, AE, 1, pg. 296.

    Citado por Strachey, J. Prlogo de Duelo y

    Melancola. Tomo XIV, Obras Completas.

    Buenos Aires: Amorrortu. p. 238

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 10

    con el padre. Existe una relacin entre este

    acto identificatorio y los trastornos

    alimentarios? Fantasas que se cumplen con

    la sobreingesta o con comer nada?

    En la melancola, una investidura de

    objeto es reemplazada por una identificacin.

    Sigmund Freud inicia su artculo diciendo que

    tratar de dar luz sobre ella haciendo uso de la

    comparacin con el duelo que es un afecto

    normal. Los factores que ocasionan el duelo y

    la melancola son coincidentes, el duelo es

    una reaccin frente a la prdida de la persona

    amada o de una abstraccin como la patria o

    la libertad. Qu sucede que en algunas

    personas se observa una melancola en lugar

    de un duelo? El duelo, aunque conlleva

    diferentes desviaciones de la conducta

    esperada socialmente, es un proceso normal,

    que despus de un tiempo pasar. Dice Freud

    que en la melancola subsiste una desazn

    intensamente dolida, el mundo exterior ha

    dejado de interesar, se ha perdido la capacidad

    de amar, la productividad es inhibida y una

    serie de autorreproches y denigraciones que

    pueden llegar a la expectativa delirante de

    castigo, se dirigen hacia el self (Freud dice al

    sentimiento de s). (p. 242).

    Comenta Freud que en el duelo todos

    los sentimientos son similares a excepcin de

    la perturbacin del sentimiento de s. En el

    duelo, el examen de realidad dice que el

    objeto ya no existe ms. El proceso que se

    desarrolla es el desinvestimiento del objeto,

    mismo que se desarrolla paulatinamente y una

    vez concluido el trabajo de duelo, el yo se

    vuelve libre y desinhibido.

    En la melancola, el objeto puede

    estar muerto o perdido, dice Freud: l sabe a quien perdi, pero no lo que perdi en

    l. Entonces, en la melancola la prdida de objeto es inconsciente, y en el duelo

    consciente, la persona sabe lo que perdi.

    En el melanclico se encuentra una

    prdida de autoestima importante, una rebaja

    en el sentimiento yoico como dijera Freud, ya

    que el mundo se ha convertido en un lugar

    pobre y vaco y ese lugar pobre y vaco es el

    yo que se denigra, considerndose indigno y

    moralmente despreciable, como si fuera

    nicamente un supery rgido y punitivo. Los

    alimentos son rechazados, existe insomnio y

    desfallecimiento, la pulsin de vida se

    debilita. (p. 244). Eros desfallece y Tnatos

    toma el mando. La anorexia y la bulimia

    como componente de la melancola toma su

    lugar y aparece.

    El melanclico ha perdido el respeto

    por s mismo, ha sufrido una prdida de

    objeto, pero expresa una prdida de su yo,

    fundamentalmente muestra desagrado moral

    hacia s mismo, ms que hacia otros rasgos de

    su personalidad. Los reproches que el

    paciente se hace corresponden con ligeras

    modificaciones, con rasgos de otra persona

    que el enfermo ama, ha amado o amara. En

    realidad, las quejas que se dirigen hacia s

    mismos, se las dirigen hacia otra persona.

    Ellos no se avergenzan ni se ocultan: todo

    eso rebajante que dicen de s mismos en el

    fondo lo dicen de otro. (p. 246).

    Y en un prrafo que resume lo

    esencial, Freud dice:

    Hubo una eleccin de objeto, una

    ligadura de la libido a una persona

    determinada; por obra de una afrenta

    real o un desengao de parte de la

    persona amada sobrevino un

    sacudimiento de ese vnculo de

    objeto. El resultado no fue el normal,

    que habra sido un quite de la libido

    de ese objeto y un desplazamiento a

    uno nuevo, sino otro distinto, que

    para producirse parece requerir varias

    condiciones. La investidura de objeto

    result poco resistente, fue cancelada,

    pero la libido libre no se desplaz a

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 11

    otro objeto sino que se retir sobre el

    yo. Pero ah no encontr un uso

    cualquiera, sino que sirvi para

    establecer una identificacin con el yo

    con el objeto resignado. La sombra

    del objeto cay sobre el yo, quien, en

    lo sucesivo, pudo ser juzgado por una

    instancia en particular como un

    objeto, como el objeto abandonado.

    De esa manera la prdida del objeto

    hubo de mudarse en una prdida del

    yo, y el conflicto entre el yo, y el

    conflicto entre el yo y la persona

    amada, en una biparticin entre el yo

    crtico y el yo alterado por la

    identificacin. (pp. 246-247).

    Melancola es, segn Chemama2 una

    afectacin profunda de deseo y se encuentra

    caracterizada por una prdida subjetiva: el yo

    mismo. Menciona que la melancola tiene una

    acepcin diferente a la de la psiquiatra y que

    el trmino elicita dos concepciones diferentes:

    la de un estado psquico y la de una entidad

    clnica.

    Como estado psquico, la melancola

    se diferencia del estado de duelo, revela las

    relaciones estrechas que existen entre el amor

    y la muerte, entre el yo y el objeto y seala

    cmo es que el sujeto se estructura en funcin

    de la falta y cmo se constituye esta

    existencia subjetiva sobre un deser (deseo de ser). La melancola como entidad clnica

    constituye una depresin profunda y

    estructural signada por una extincin de deseo

    y formada a partir de una prdida narcisista

    grave.

    Dice Andr Green al respecto en El trabajo de lo negativo que la respuesta es conocida, el yo se identifica con el objeto

    perdido y se amputa de una parte de s, el yo

    escindido, ahora est conformado en parte por

    2 Melancola, p. 268.

    el objeto desaparecido que en ltima instancia

    sera: das ding, (dira Lacan) y se vuelve

    contra s mismo. Existe una inconsciencia

    sobre lo que se disip con el sentimiento de

    prdida concomitante por lo que el trabajo de

    lo negativo llega a lmites muy amplios. Lo

    negativo ahora forma parte del propio yo y no

    es nicamente lo que acta inconscientemente

    como material reprimido por conflictos entre

    deseos y normas morales antinmicas.

    (Green, p. 81).

    1.5 La desmentida de la denegacin

    Julia Kristeva dice en Sol negro que

    la palabra depresiva es repetitiva, montona,

    vaca de sentido o inaudible antes de devenir

    en el mutismo. Por otra parte, el sentido en el

    melanclico se muestra arbitrario, parece

    congelado, desviado respecto de la cabeza y el

    cuerpo de quien habla, es evasivo, inseguro,

    casi mudo, se habla con negligencia, sin creer

    en el hablar. Con el fin de explicar la

    desmentida de la denegacin que se da en el

    melanclico hace uso de las herramientas de

    la lingstica y de la semiologa, mismas que

    ya se explicaron en el captulo VI sobre la

    imagen corporal. En seguida se retomarn

    solamente los puntos relevantes para la

    comprensin del duelo imposible del

    melanclico.

    El signo es arbitrario, el signo

    lingstico proviene de la combinacin de

    significante y significado, de forma que se

    constituyen como las dos caras de una

    moneda. El significante del signo lingstico

    est compuesto por dos partes: una imagen

    acstica y una imagen grfica, que es lo que

    se obtiene por medio de los sentidos, sta

    podra ser las letras o la palabra en s. La otra

    parte del signo lingstico es el significado,

    que es el concepto y construye el plano del

    contenido: es la idea principal que tenemos en

    la mente de cualquier palabra.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 12

    Cmo es el vnculo que une al

    significante con el significado? Es arbitrario,

    el lazo que une a ambos es inmotivado; es

    decir que el significado puede estar asociado a

    cualquier nombre y por lo tanto no existe un

    nexo natural entre ellos. Ahora, Kristeva dice

    el porqu son arbitrarios los signos. Porque el

    lenguaje se esboza por una denegacin de la

    prdida y, qu es una denegacin?: Un

    trmino propuesto por Sigmund Freud para

    caracterizar un mecanismo de defensa

    mediante el cual el sujeto expresa de manera

    negativa un deseo o un pensamiento cuya

    presencia o existencia niega.

    Aunque Freud puso de manifiesto

    este mecanismo en los Estudios sobre la

    histeria, slo en 1925, en un artculo breve

    sobre la negacin (Verneinung) lo explic en

    trminos metapsicolgicos, demostrando que,

    en una frase como "no es mi madre"

    pronunciada por un sujeto a propsito de un

    sueo, lo reprimido era reconocido de manera

    negativa, sin ser aceptado. De modo que la

    denegacin es una forma por medio de la cual

    lo que se reprime en el inconsciente surge en

    la conciencia. As el deprimido dice: perd a

    mi madre pero la volv a encontrar en los

    signos o como acept la prdida no la he

    perdido (denegacin).

    Ahora le toca el turno a La

    Verleugnung: la desmentida. sta tiene que

    ver con el examen de realidad: se desmiente

    algo objetivo, y entonces se abre una brecha

    por la cual irrumpe la alucinacin. En muchos

    textos se presenta como la contracara de la

    represin, la cara que mira al examen de

    realidad y por lo menos en un pasaje de

    Psicologa de las masas y anlisis del yo la

    desmentida aparece ligada con una mentira:

    El poeta pico desmiente la verdad, que todos cometieron el parricidio, y en la figura

    del hroe crea una bella mentira: fue l quien

    lo hizo. Por qu dice Kristeva que el deprimido desmiente la denegacin? Esto es,

    que niega un hecho objetivo (desmentida) por

    ejemplo la muerte de la madre y dice: no ha muerto, no la he perdido.

    No es verdad que l (el deprimido) no se haya dado cuenta de la muerte de su

    madre y que pretenda negarlo. En la denegacin (Verneinung) lo reprimido surge

    en el consciente a travs de la negacin No es mi madre, No ha muerto mi madre al desmentir se niega un acto de la realidad y

    hay una aproximacin a la alucinacin; pero

    si se niega (la realidad) (desmentida:

    Verleugnung), de que niego que no acepto la

    muerte de mi madre, se est ante un duelo

    imposible.

    Dice Julia Kristeva: El deprimido se repliega en el objeto real (la Cosa) de su

    prdida. La cosa es el objeto del incesto, lo que hay de ms ntimo en un sujeto, pero

    extrao, estructuralmente inaccesible,

    imaginado como el soberano Bien: su ser

    mismo y lo real es lo que escapa a la

    captacin de lo simblico. Lo real es aqu lo que vuelve siempre al mismo lugar, a ese

    lugar donde el sujeto, en tanto cogita () no lo encuentra (Lacan, SVII). Entonces el deprimido se repliega buscando el objeto del

    incesto, su esencia, el soberano Bien, dentro

    de lo que no puede decirse, pues no es

    simbolizable, en la anorexia encontramos esa

    deficiencia en la simbolizacin. La palabra se

    escapa y no puede formularse coherentemente

    en todas las ocasiones.

    Entendemos por desmentida el rechazo del significante y de los otros

    representantes semiticos3 de las pulsiones y

    los afectos (En la realidad fsica). En la desmentida se rechaza al significante, a la

    imagen acstica, (a la representacin), a las

    3 La semitica se define como el estudio de los

    signos. Un signo (del griego semeon) es todo lo

    que se refiere a otra cosa (referente), es la materia

    prima del pensamiento y por lo tanto de la

    comunicacin.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 13

    palabras y a los signos por medio de los

    cuales se manifiestan las pulsiones y los

    afectos, en la realidad fsica, por eso se da la

    carencia en la palabra. Por otra parte dice

    Kristeva: El trmino denegacin se entender como una operacin intelectual

    que conduce lo reprimido hacia la

    representacin a condicin de negarlo y, por

    ello, a participar en el advenimiento del

    significante.

    La desmentida es comn en el nio,

    pero en el adulto puede ser el punto de partida

    de la psicosis. Encuentra su prototipo en la

    desmentida de la castracin y es constituyente

    del fetichismo. En la desmentida

    (Verleugnung) se produce una escisin en el

    sujeto: por un lado el sujeto niega las

    representaciones arcaicas de las percepciones

    traumticas y por otra, el sujeto reconoce

    simblicamente el impacto de las

    percepciones traumticas e intenta ver cules

    son sus consecuencias.

    Continua Kristeva diciendo que hay

    una modificacin con relacin al objeto de la

    desmentida ya que sta recae en la inscripcin

    intrapsquica (semitica y simblica de la

    falta), falta de objeto o falta posteriormente

    erotizada como una castracin de la mujer. La

    desmentida recae sobre los significantes

    susceptibles de inscribir las marcas semiticas

    (de signos) y de transponerlas para dar sentido

    en el sujeto para otro sujeto. En la trama de

    significantes hay algunos perdidos; la

    desmentida da en el clavo, cae precisamente

    en aquellos donde se encuentra lo perdido.

    5.6 La desmentida del significante y la desmentida de la funcin

    paterna

    Al desmentir al significante se

    desmiente la funcin paterna en virtud de que

    es sta precisamente la que garantiza la

    imposicin del significante. La funcin

    paterna es hacer valer la ley simblica, es

    decir, la prohibicin del incesto que disponga

    un acceso domeado del placer sexual.

    En el establecimiento de la funcin

    paterna al padre imaginario, ya sea que se le

    vea como bueno o malo, se le atribuye la castracin, o sea, la privacin de la madre, el

    hecho de que ella no posea el falo simblico

    con el que el nio se ha identificado al

    principio. El nio choca con la falta de la

    madre y se introduce a su propia castracin.

    La funcin del padre real es permitir al nio

    tener acceso al deseo sexual, le permite al

    varn tener una posicin viril, para lo cual

    debe ser poseedor del pene real. La madre

    est prohibida para el nio porque el padre la

    posee, no porque la sexualidad sea una

    actividad inconveniente. As que para

    Kristeva, el padre del depresivo no tiene el

    poder flico atribuido a la madre. Este padre

    frgil no le brinda al sujeto una posibilidad de

    salida a travs de la idealizacin de lo

    simblico que permite tomar el camino de la

    sublimacin, para lo cual puede ser necesario

    apoyarse en el padre materno ante la

    fragilidad del propio.

    1.7 Por qu no logra el depresivo la

    elaboracin simblica de los signos?

    La evocacin, la representacin de lo

    reprimido no desemboca en una elaboracin

    simblica de los signos porque los signos no

    pueden captar las inscripciones primarias

    intrapsquicas de la prdida y liquidarlas a

    travs de la elaboracin, por lo que se repiten

    con insistencia impotentes. El depresivo no

    deja aparecer en su discurso sus afectos. Sabe

    que sufre por hallarse separado de su

    envoltura narcisstica materna, pero mantiene su omnipotencia sobre este infierno

    que no desea perder.

    Sabe que su madre no tiene pene pero

    lo aora, lo hace aparecer en ensoaciones y

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 14

    en su discurso. Entra en competencia con este

    poder flico.

    1.8 Qu hace la escisin de la desmentida?

    Descompone al signo, lo desintegra,

    separa al significante del referente y de las

    inscripciones pulsionales. Conserva la

    omnipotencia narcisstica y la destructividad y

    la angustia de aniquilacin. Con referencia al

    deseo edpico, se oscila entre la castracin y

    el fantasma de la omnipotencia flica de la

    madre y de s mismo. La desmentida produce

    escisiones por todas partes y le quita vida a

    las representaciones y a las conductas.

    1.9 Cmo es el significante paterno del

    deprimido?

    El significante paterno del deprimido

    est disminuido, es ambiguo, est

    desvalorizado y es desmentido. Este

    significante persiste hasta que el proceso de a-

    simbolizacin entra en escena y ahora

    aparecen lentos, absurdos. La escisin se

    introdujo en el propio signo y en

    consecuencia ste est a punto de extinguirse.

    1.10 Por qu queda el deprimido

    prisionero de la Cosa?

    Porque el signo, en lugar de vincular

    el afecto provocado por la prdida reniega

    tanto del afecto como del significante. El

    deprimido est prisionero del objeto del

    incesto que para l no est perdido, se hace

    presente constantemente.

    Otro modelo que es de utilidad para la

    clnica de la depresin es el concepto de

    madre muerta que expresa Andr Green y que

    se consigna a continuacin:

    1.11 El concepto de la madre muerta en

    Andr Green

    Una de las posibles situaciones

    antecedentes en las personas con trastornos

    alimentarios, especficamente anorexia

    nerviosa o bulimia es una relacin temprana

    con una madre severamente deprimida. A

    continuacin se expondr una transcripcin de

    la elaboracin realizada por Sonia Viano

    Fregni y la autora4 sobre la concepcin

    estructural que realiza Andr Green alrededor

    de dos centros dentro del pargrafo sobre el

    padre muerto y la madre muerta:

    El eje central es la prdida. En el

    primero est la angustia de castracin como

    resultado del complejo de Edipo, matriz

    simblica esencial a la que hay que referirse

    siempre y que est ligada a una prdida

    sangrienta como la del pene, de las heces o

    del hijo. Su color es el rojo.

    En segundo lugar est la prdida del

    pecho o del objeto materno: el seno, que

    simblicamente representa a la madre, o la

    madre misma incluyendo las amenazas de

    abandono o las amenazas relacionadas con la

    prdida o la proteccin del supery. (Se

    refiere Green a la prdida del ideal o de

    Dios?). Su color es el negro o el blanco como

    en el duelo. Negro como en la depresin

    grave que conduce al odio y es consecuencia

    de una angustia blanca que expresa la prdida

    narcisstica y los estados de vaco.

    El corpus terico freudiano ha

    otorgado importancia rectora para la gnesis

    del supery, al concepto de padre muerto,

    como se expone en Ttem y Tab, esto si se

    considera al mito del Edipo como un estadio

    4 Rosas Mercado A. y Viano Fregni S. (2007)

    Hoja de Control de lectura sobre la Madre Muerta

    en la ctedra de la doctora Yolanda del Valle.

    Mxico: Centro Eleia.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 15

    evolutivo con una funcin estructurante y no

    slo como un estadio evolutivo. De aqu se

    deriva la conceptualizacin de todos aquellos

    elementos de la teora lacaniana, del supery,

    la ley y lo simblico. Unidos por la

    referencial central de la castracin y la

    sublimacin como escritura de la pulsin.

    Green, plantea que no se hable de la madre

    muerta como algo Estructural, que convoque

    a la estructuracin del sujeto. Sin embargo,

    propone una concepcin estructural. Por otra,

    parte del negro siniestro de la depresin, que

    legtimamente podemos reconducir al odio de

    los deprimidos que se comprueba en el

    psicoanlisis; este odio es slo un producto

    secundario, consecuencia y no causa, de una

    angustia blanca que traduce la prdida

    experimentada en el nivel del narcisismo. La

    angustia de castracin contempla la prdida

    del pene, de las heces o del hijo, ligadas con

    la sangre. La prdida del objeto, de la madre,

    acompaada de la prdida narcisstica

    correspondiente. El negro de la depresin est

    ligado al odio que es un producto secundario

    de una angustia blanca provocada por la

    prdida narcisstica. Es importante no

    limitarse a interpretar el odio en las

    depresiones sino remontarse a la prdida del

    objeto, de la madre.

    Frente a la prdida del amor de la

    madre y la amenaza de perder a la madre

    misma, el nio lucha contra la angustia de

    muchas formas, sus signos son la agitacin, el

    insomnio o los terrores nocturnos. El yo pone

    en prctica otro tipo de defensas que Green

    menciona dentro del pargrafo del complejo

    de la madre muerta; menciona esas cinco

    defensas de manera sucinta.

    Ante la madre deprimida por la

    prdida de un objeto fuertemente investido

    por la madre como una pareja, progenitor o

    hijo, el beb despliega estas cinco defensas:

    a) Desinvestidura del objeto materno,

    afectiva, que es un asesinato psquico

    realizado sin odio y la identificacin

    inconsciente con la madre muerta,

    identificacin mimtica que se desarrolla en

    funcin de la incapacidad de poseer el objeto

    por lo que se opta por poseerlo convirtindose

    en l mismo.

    b) Prdida del sentido, el sujeto se atribuye

    la responsabilidad del cambio de situacin, de

    un primer momento en que haba una

    construccin del pecho que lo constitua como

    causa, meta y garanta del placer a un segundo

    momento en donde la intensa reaccin

    materna se asocia con una supuesta falta por

    parte del sujeto que lo lleva a dejarse morir

    por la imposibilidad de derivar la agresividad

    hacia afuera. El nio encuentra un

    responsable del humor negro de la madre: el

    padre, por lo que se crea un Edipo precoz.

    c) Desencadenamiento de un odio

    secundario, con deseos de incorporacin

    regresiva y con posiciones anales que

    pretenden dominar al objeto, mancillarlo,

    vengarse de l.

    d) Excitacin autoertica, por un rechazo a

    amar al objeto. Se busca un placer sensual

    puro, placer de rgano en caso lmite, sin

    ternura, sin piedad y no necesariamente

    acompaado de fantasmas sdicos. Se busca

    al objeto por su capacidad de desencadenar

    goce ergeno en una o varias zonas pero no

    como un objeto total que se relacionara con

    otro objeto total.

    e) Desarrollo precoz de las capacidades

    fantasmticas e intelectuales del yo, en

    funcin de que se busca la aprehensin de un

    sentido perdido. El objetivo es la preservacin

    de una capacidad para superar el desconcierto

    de la prdida de pecho por lo que se crea una

    tela cognitiva para cubrir el agujero de la

    desinvestidura.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 16

    De acuerdo con Sonia Viano,

    efectivamente el yo despliega otros

    mecanismos de defensa:

    1. La desinvestidura del objeto materno y la identificacin inconsciente con la

    madre muerta. La desinvestidura sera

    afectiva y representativa, el asesinato

    psquico del objeto, perpetrado, sin

    odio, el asesinato del alma. Su resultado ser un agujero en la trama

    de las relaciones. Ya que esta madre

    lo sigueamando no lo hace de corazn.

    2. La identificacin con el objeto en una modalidad primaria. Especular. Es la

    panormica del mimetismo. Hay conservacin al modo canibalstico.

    Inconsciente desde la partida del

    psiquismo.

    3. El desencadenamiento de un odio secundario, que moviliza deseos de

    incorporacin regresiva. Y aparecen

    los colores del sadismo.

    4. Excitacin autoertica, que se caracteriza en una reticencia en amar

    al objeto. Suelo de las

    identificaciones histricas futuras.

    Disociacin entre cuerpo y psique.

    Entre sensualidad y ternura. El amor

    se bloquea. Se desencadena El Goce.

    5. La procura de un sentido perdido, estructura el desarrollo de las

    capacidades fantasmticas e

    intelectuales del yo. Hay

    constreimiento. Est al borde del

    abismo, del vaco.

    Dentro del pargrafo el amor helado y

    sus destinos: el pecho, el Edipo, la escena

    primaria, a qu atribuye Green la

    incapacidad de amar en esta estructura y

    cmo explica el amor helado?

    Sonia Viano considera que la

    incapacidad de amar no obedece a la

    ambivalencia, a la sobrecarga de odio, sino

    que lo primero es el amor helado por la

    desinvestidura. El sujeto conserva el fro. La

    desligazn que debilita la investidura libidinal

    ertica tiene como consecuencia liberar las

    investiduras destructivas. Su amor est

    hipotecado por la madre muerta, no dispone

    de su riqueza, no tiene el usufructo.

    Es por eso que dice Green que el

    objeto est hibernando, y que la

    desinvestidura es un retiro de investidura que

    se desarrolla preconscientemente. Eros se

    debilita y Tnatos con su impulso entrpico

    entra actuante y como el amor est hipotecado

    con la madre muerta el sujeto no puede amar

    pues se anida, se convierte en su madre

    muerta, esto es impactante.

    Ahora sigue Sonia Viano,

    concluyendo, Green y Kristeva se sustentan

    en diferentes suelos epistemolgicos, pero

    partiendo de su coincidencia freudiana, la

    arista fundamental de la que se desmonta la

    problemtica, tanto de la melancola como del

    complejo de la madre muerta es el campo del

    narcisismo.

    Madre muerta, madre depresiva,

    madre ausente, madre agresiva, durante los

    primeros meses de vida, un eje central

    narcisista con un sustrato depresivo o

    melanclico. Identificacin con el vaco,

    predominio de la pulsin de muerte, bsqueda

    de la cosa, anhelo de completud; todas ellos

    son posibles factores que inciden en los casos

    que involucran depresin y trastornos

    alimentarios y que se comentan enseguida.

    En la tesis de doctorado de Isabel

    Cabetas Hernndez se considera a la

    melancola como sustrato psicopatolgico de

    la anorexia nerviosa, pero definitivamente, en

    todos los casos que he visto de trastornos

    alimentarios a lo largo de 25 aos se

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 17

    encuentra una depresin de mediana a severa.

    Los antidepresivos como la fluoxetina y

    anfebutamona disminuyen los episodios de

    sobreingesta y bulimia y apoyan el

    tratamiento. En el caso de la anorexia la

    respuesta no es rpida pues dadas las

    caractersticas descritas parece ser, que en una

    amplia proporcin de casos, se trata de

    desrdenes narcisistas severos con un sustrato

    melanclico y ncleos psicticos y obsesivos.

    La fragilidad del yo es muy pronunciada. La

    terapia familiar aunada al anlisis individual

    es de gran ayuda. La energa que entra y sale

    del sistema (Eros: entalpa) se encuentra

    estancada en el caso de la anorexia con

    sustrato melanclico con un incremento de la

    accin de la pulsin de muerte con su efecto

    desorganizador, de incremento del desorden y

    su liga con la muerte. Tnatos acta y la

    desorganizacin psquica se manifiesta en la

    palabra.

    Das ding es entonces una funcin

    primordial, un elemento extranjero, de afuera,

    hostil a veces, es eso que est perdido y se

    trata de encontrar, es un objeto perdido que no

    se encuentra, slo se aparecen ciertas

    directrices del placer que proporcion o que

    se alucin haba proporcionado. Es eso que se

    anhela, se busca y se espera, bajo la batuta del

    principio del placer. Es esa estructura que se

    expresa en la frustracin, en la satisfaccin,

    en la gratificacin, en la dependencia, en la

    completud, es el Soberano Bien que no se

    encuentra nunca, es la Madre, es el Objeto del

    incesto que siempre se busca en cada objeto y

    no se encuentra pues encontrarlo equivaldra a

    dejar de lado la Ley del Padre y desordenar el

    sistema de tal manera que la funcin

    simblica no se pueda dar y se llegue al

    desorden tantico que equivale a la entropa

    mxima, a la psicosis. El paciente con

    desrdenes alimentarios al dejar de comer o al

    comer en demasa est buscando a das ding o

    a la muerte con su tranquilidad absoluta ante

    la imposibilidad de encontrar a la cosa, al

    supremo bien que es la madre y que

    precisamente en estos casos ha resultado tan

    deficitaria.

    Referencias bibliogrficas: Abraham, K. (1926). Caracter-formation on the genital

    level of libido-development. International Journal of

    Psychoanalysis, 7: 214-222. En Hinshelwood, R.D.

    (Ed) (2004) Influential Papers From the 1920s.

    International Journal of Psychoanalysis Key Papers

    Series. Papers from the Decades. London: Karnac.

    Abdal, R. (2006). Neurociencias y psicoanlisis:

    http:www.uces.edu.ar/publicaciones/archivos/revista_su

    bjetividad/neurociencia.pdf

    Amsterdam JD. Depresin refractaria. Barcelona: JIMS;

    1993.

    Angst J, Merikangas KR, Preisig M. Subthreshold

    syndromes of depression and anxiety in the community.

    Annimo (2008-febrero). Grave el sobrepeso y la

    obesidad en Mxico. Ciencia y seguido.

    http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/paginas/464/464-

    15.pdf

    Aulagnier, P. (1994/2004). Los destinos del placer:

    alienacin, amor, pasin. Buenos Aires: Paids

    Bacon, F. (1952, Reimpreso). Novum Organon,

    Aphorisms Concerning the Interpretation of Nature and

    the Kingdom of Man. , en The Great Books, Volumen

    30, Encyclopaedia Britannica, Inc.: The University of

    Chicago, Estados Unidos de Amrica, 107-195.

    Baravalle, G., Jorge, C.H., Vaccarezza, L.E. (1998).

    Anorexia. Teora y clnica Psicoanaltica. Barcelona:

    Paids.

    Barraca M. J. (2010). Aplicacin de la activacin

    conductual en un paciente con sintomatologa

    depresiva. Clnica y salud: 2010:21(2): pp 183-197

    Bayes, T. (1763/1958, diciembre).

    Essay towards

    Braconnier, A. (1994). La amenaza depresiva. Una

    transformacin de la angustia de separacin de la

    adolescencia? Revista N y A, No 4 pp 179-180

    Cabetas H. I. (1998). Anorexia nerviosa: la melancola

    como sustrato psicopatolgico-patolgico de la

    enfermedad Madrid: Universidad de Salamanca.

    http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/S/4/S4012

    601.pdf

    Charbert, C. (1992). Bulimia perversin o melancola?

    Revista de psicoanlisis con nios y adolescentes. Vol.

    5.

    Chater, N., Tennenbaum, J.B., & Yuille, A. (2006).

    Probabilistics models of cognition: conceptuals

    foundations. Trends in cognitive sciences, 10, 287-291

    Chemama, R. (2002). Diccionario del psicoanlisis.

    Buenos Aires: Amorrortu.

    Cobo Gmez, J. (2005, 9(4)), El concepto de

    depresin. Historia, definicion(es), nosologa,

    clasificacin. Psiquiatra.com

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 18

    Depression. World Health Organization. 2007

    (consultado junio 2011)

    http://www.who.int/mental_health/management/depress

    ion/definition/en

    Eidelsztein, A. (2001). Las estructuras clnicas a partir

    de Lacan. Buenos Aires: Letra Viva Editorial.

    Volumen 1.

    Freud, A. (1958/1985). Psicoanlisis del desarrollo del

    nio y del adolescente. Paids: Barcelona.

    Freud, S. (1900-1985). La Interpretacin de los sueos.

    Segunda parte. En Sigmund Freud. Obras Completas

    Vol. V. Buenos Aires: Amorrortu.

    Freud, S. (1914).Introduccin al narcisismo. En

    Sigmund Freud. Obras Completas. Vol. XIV. Buenos

    Aires: Amorrortu.

    Freud, S. (1905/1915) .Tres Ensayos de teora sexual.

    En Sigmund Freud. Obras Completas Vol. VII. Buenos

    Aires: Amorrortu.

    Freud, S. (1915). La represin. En Sigmund Freud.

    Obras Completas Vol. XIV.

    Buenos Aires: Amorrortu

    Freud, S. (1915). Pulsiones y destinos de pulsin. En

    Sigmund Freud. Obras Completas Vol. XIV. Buenos

    Aires: Amorrortu.113.

    Freud, S. (1916-1917). XVIII Conferencia. La fijacin

    al trauma, lo inconsciente. En Obras completas de

    Sigmund Freud. Volumen XVI. Buenos Aires:

    Amorrortu. p. 256.

    Freud, S. (1917). Duelo y melancola. En Sigmund

    Freud. Obras Completas

    Vol. XIV. Buenos Aires: Amorrortu.

    Freud, S. (1920). Ms all del principio del placer. En

    Sigmund Freud. Obras Completas. Vol. XVIII. Buenos

    Aires: Amorrortu. pp. 3-62.

    Freud, S. (1925-1926/2001). Inhibicin, sntoma y

    angustia. En Obras completas de Sigmund Freud.

    Buenos Aires: Amorrortu editores Volumen XX pp 82-

    105

    Garca J. (2007, 22 de enero). Alarmantes ndices de

    muertes por anorexia y bulimia El sol de Mxico

    http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n143553.

    htm

    Garca, M., Gonzlez, A., Romera, M., Mic, J.,

    Cresp, M., Capllong, I., Arnillas, H. (1998, 2 junio).

    Estimulacin magntica transcraneal repetitiva: una

    nueva intervencin neurobiolgica buscando un lugar

    en psiquiatra. A propsito de cinco casos. Revista

    Electrnica de psiquiatra. Vol. 2.

    Green, A. (1993). El trabajo de lo negativo. Buenos

    Aires: Amorrortu.

    Green, A. (1993). El adolescente en el adulto. Revista

    de APdeBA, Vol. XV, No. 1: 39-68.

    Green, A. et al (1998). La pulsin de muerte. Buenos

    Aires: Amorrortu.

    Green, A. (2004). El complejo de castracin. Buenos

    Aires: Paids.

    Gonzlez Cceres, J.A. (2009). Pesquisa de depresin

    en atencin primaria mediante tres preguntas orales.

    Psiquiatria.com. 2009; 13(1).

    Grave, R. P., Achabou, A., Besiere, P.Vuilleumier, P.,

    & Gonzlez A.S., (20 marzo, 2008). Bayesian Models

    of Mentalizing. Accepted: 11 February 2008 / Springer

    Science+Business Media, LLC 2008.

    Hambleton, R. K., Swaminathan H., Algina, J. (1975)

    Some Contributions to the Theory and Practice of

    Criterion Referenced Testing. En Advances in

    Psychological and Educational Measurement (pp 51-

    62) Londres: Ed. N. De Gruijter

    Haza, D. M., Gonzlez J. B., y Vega V. P. (2001).

    Depresiones y terapia sistmica. Psiquiatra.com. 5(2).

    Hudson, J.I.; Lapper, P.S., y Pope, H G. Jr. (1982).

    Bulimia related to affective disorder by family and

    response to the dexamethasone supression test.

    American Journal of Psychiatry, 139(5): 685-687.

    Citado por Zukerfeld, R, (1996) Acto bulmico, cuerpo y

    tercera tpica. Buenos Aires: Paids. p. 34

    Jackson SW. Historia de la Melancola y la Depresin.

    Desde los tiempos hipocrticos a la poca moderna.

    Journal of Clinical Psychiatry 1997; 58 Suppl. 8: 6-10.

    Judd LL, Akiskal HS, Maser JD, Zeller JD, Endicott J,

    Coryell W, Paulus MP, Kunovac JL, Leon AC, Rice JA,

    Keller MB. A prospective 12 - year study of

    subsyndromal depressive symptoms in unipolar major

    depressive disorders. Archives of General Psychiatry

    1998; 55 (8): 694-700.

    Kernberg, O.F. (1980). A theory of psychoanalytic

    Psychotherapy en Internal World and External Reality

    Object Relations Theory Applied, Nueva York: Jason

    Aronson. 181-208.

    Klein, M. (1921-1945/1990). Amor culpa y reparacin.

    Melanie Klein. Obras Completas. Amor, culpa y

    reparacin. Barcelona: Paids.

    M. (1946). Notas sobre algunos mecanismos

    esquizoides. En Melanie Klein. Obras Completas.

    Envidia y gratitud. Tomo III pp. 10-33.

    Kristeva, J. (1992). Sol negro, depresin y melancola.

    Monte vila Editores Latinoamericana.

    Lacan, J. (1949). El estadio de espejo como formador

    de la funcin del yo [je] tal como se nos revela en la

    experiencia analtica en Escritos Vol. I (2003). Mxico:

    Siglo XXI editores. pp. 86-93

    Lacan, J. (2003) Escritos. Tomo I. pp. 5-55

    Lacan, J. (1998). Seminario VII. La tica del

    psicoanlisis. Buenos Aires: Paids

    Lacan, J. (2003).Funcin y campo de la palabra. En

    Escritos I. Mxico: Siglo XXI Editores.

    Lacan, J. (2003). La instancia de la letra en el

    inconsciente o la razn desde Freud. Escritos I.

    Mxico: Siglo XXI pp 473-509.

    Lacan, J. (2003). El significado del falo en: En Escritos

    II. Mxico: Siglo XXI Editores. pp. 665-675

    Lacan, J. (2004). Seminario XVII. El reverso del

    psicoanlisis. Buenos Aires: Paids.

  • Ejemplar 4. Enero-junio de 2011 19

    Lacan, J. (2004). Seminario IV. La relacin de objeto.

    Buenos Aires: Paids. pp. 181-198

    Lacan, J. (2006). Seminario X. La angustia. Buenos

    Aires: Paids. pp. 171-183

    Lassegue, C. (1873). De la anorexie hysterique.

    Archives Gnrales de Mdecine, abril, pp 385-403.

    Citado por Mahque, P. (2005-02-02) Nuevas

    tecnologas y tratamiento de los trastornos de la

    alimentacin la realidad virtual o la virtud de la realidad

    I Congreso Virtual de Psiquiatra1 de Febrero-15 de

    Marzo 2000 [citado: 2 de Febrero 2005]; Conferencia

    55-CI_A: [36 pantallas]. Disponible en:

    http://www.psiquiatria.com/congreso/mesas/mesa55/

    conferencias/55_ci_h.htm

    Lutecium. Org. Paris, Francia. Freudian and Lacanian

    psychoanalysis. http://www.lutecium.org/

    Machado, D. A. Deusen v A. (2011, 20 abr). A New

    Neurofeedback Protocol for Depression. The Spanish

    journal of psychology. Madrid: Turner; 1986.

    Ndiaye IP, Pani L, Prilipko L, Robertson MM,

    Robinson RG, Starkstein SE, Thomas P, Wang Y,

    Wong ML. Dysthymia in neurological disorders.

    Molecular Psychiatry 1996; 1 (6): 478-491.

    No subject. Encyclopedia of psychoanalysis.

    http://nosubject.com/Main_Page

    Pichot P. (1996). Evolucin del concepto de trastornos

    afectivos. En: Gutirrez M, Ezcurra J, Pichot P eds.

    Avances en trastornos afectivos. Barcelona: Ediciones

    en Neurociencias.

    Rosas Mercado, A. (2007). La fantasa kleniana en los

    procesos inconscientes de pacientes con trastornos

    alimentarios. 45 International Psychoanalytical

    Congress. Berlin: Internacional Psychoanalytical

    Association.

    Rosas Mercado, A. (2004). Sobre la verificacin

    experimental de la teora psicoanaltica. Documento

    presentado en la ctedra del doctorado en Clnica

    Psicoanaltica en la materia: Escuela Americana a cargo

    de la Dra. Celia Leiberman de Bleichmar. Mxico, D.F.

    Centro Eleia, A.C.

    Rosas Mercado, A. (2005). Trastornos alimentarios y

    perversin. Documento emitido en la ctedra del Dr.

    Norberto Bleichmar sobre Trastornos de la sexualidad.

    Mxico: Centro Eleia.

    Rosas Mercado A. y Viano Fregni S. (2007) Hoja de

    Control de lectura sobre la Madre Muerta en la ctedra

    de la doctora Yolanda del Valle. Mxico: Centro Eleia.

    Rouanet, H., Lpine, D. & Pelnard-Considre, J. (1975).

    Bayes-fiducial procedures as practical substitutes for

    misplaced significance testing: an application to

    educational data, Advances in Psychological and

    Educational Measurement. (pp 33-50). Londres: Ed. N.

    De Gruijter.

    Roudinesco, E, Plon, M, (1999/2003). Diccionario de

    psicoanlisis. Buenos Aires: Paids. Observed.

    Londres: Open Gate Press, pp v-xiii.

    Roudinesco, E. y Plon, M. (1998/2003). Diccionario de

    psicoanlisis. Buenos Aires: Paids. p.79

    Sandler, J. (Dic./1988). Internal Object Relations.

    Plenary Address, Fall Meeting of the American

    Psychoanalytic Association, New York, 860-862.

    Taylor, D., (2008).Psychoanalytic and psychodynamic

    therapies for depression: the evidence base. Advances in

    Psychiatric Treatment (2008) 14: 401-413. doi:

    10.1192/apt.bp.107.004382 2008 The Royal College

    of Psychiatrists. Consultada el 20 de abril de 2011.

    http://apt.rcpsych.org/cgi/content/abstract/14/6/401

    Taylor, G.J. (1987). Psychosomatic Medicine and

    Contemporary Psychoanalysis. International

    Universities Press. Stress and Health Series. Ed. Leo

    Goldberger. Monograph 3.

    Ungar, V. (2001). Imaginacin, fantasa y juego.

    Psicoanlisis: ApdeBA-Vol. XXIII. No.3. p. 701.

    Vaccarezza, L.E. (2002). El trabajo analtico. Madrid:

    Editorial sntesis. 226.

    Vanderlinden J. Vandereycken, W. (1999). Trauma,

    disociacin y descontrol de los impulsos en los

    trastornos alimentarios. Barcelona: GRANICA

    Vanlehn, K. & Zhendong, N. (2001). Bayesian student