Mito, narrativa y trastornos alimentarios

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Mito y narrativa individual: ¿un origen común? Matias Real López Octubre 2009

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Presentación por Matías real en el Seminario de Metaformación de Salud Mental en Octubre 2009

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Mito y narrativa individual: ¿un

origen común?

Matias Real López

Octubre 2009

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El Autor

• Francisco Traver Torras (Castellón de la Plana) es un psiquiatra, músico y escritor español.

• Es actualmente jefe de servicio del área de salud mental del Hospital Provincial de Castellón dela Plana, el cual dirigió de 1995 a 2001. Asimismo, fue presidente de la SPCV en el período 2000- 2002. En los últimos años ha centrado su actividad en el tratamiento de los trastornosalimentarios.

• Es autor de numerosos artículos sobre temas relativos con su especialidad y también sobre loque él denomina “neurocultura”, es decir, una confluencia transdisciplinar que rellena el huecoentre la neurobiología y la psicología social. Su área de preferencia doctrinal es el psicoanálisis, apesar de no considerarse un psicoanalista práctico. Ha publicado libros de ensayo de carácterautobiográfico (Pathos y Daimon), otros teóricos sobre la psicoterapia y los soportes de lasugestión (El buen terapeuta: mago o neurocientífico), una monografía sobre las diferencias entreperversiones y transgresiones (Un estudio sobre el masoquismo), una novela (De lo oculto y losutil) y diversos poemarios (Las voces y los grillos, La huella en el agua, Lubricatum, El reino dela espiga), siendo su publicación más reciente el libro "Mito, narrativa y trastornos alimentarios",un ensayo sobre los trastornos alimentarios explicados desde el paralelismo con la mitología.

• En su faceta musical es autor de la música de la ópera rock L’home de cotó en pel, estrenada en1974 junto a Ricardo Bellveser y otros, así como de la suite sinfónica Fadrell, estrenada en 2004.

• Como psiquiatra, se ubica en una línea freudiana no militante, aunque se define como ecléctico.Su visión particular sobre el psicoanálisis y su búsqueda de las causas del sufrimiento humano lehan llevado a investigar constantemente en diversas áreas de la cultura y la ciencia, como lafilosofía, la mitología o la antropología, siendo un defensor convencido de la multidisciplinariedady la sinergia de todos los campos del conocimiento.

• Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Traver"

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• Blogs actuales:

– Neurociencia-neurocultura

– Neurobudismo

– La nodriza de las hadas y el rey carmesí

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Neurociencia-neurocultura

• Abril 2009:

• En él cuento mi peripecia profesional al hacerme cargo de una unidad detrastornos alimentarios en mi Hospital y también una aproximación adeterminados mitos que entendí servían como cemento de unión a algunasformas de “estar en el mundo”, una idea que también persiguió el Dr Sarróa través de su conceptualización del “mitologema“, si bien el profesor Sarróinvestigó este tema desde posiciones jungianas -que ahora tendrían ungran éxito en comparación al silencio de la época en que fueronformuladas-, una investigación que llevó a cabo en los trastornos psicóticosdelirantes.

• Un mitologema es una pregunta que los humanos se hacen y que no puedeser contestada a través de la ciencia: los principales mitologemas son:

– el amor,

– el sufrimiento,

– el origen de la vida

– la muerte.

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• Los mitos son intentos explicativos de estas cuatro mitologemasprincipales; las vidas de los humanos no tienen más remedio querecorrer estos surcos designados por otros que señalan itinerarioshacia el destino de cada cual.

• Las maneras de estar en el mundo son finitas, y a veces reduciblesa un puñado de opciones.

• La salud es un acto de creación mientras que la enfermedad esprobablemente la adhesión a un guión que otros antes de nosotrosrecorrieron para señalar los peligros a la humanidad.

• Mito y destino son con frecuencia palabras que se encuentranencadenadas; la función del héroe es, pues, reescribir su propiodestino, si es necesario invirtiendo el karma de su linaje.

• Ser es pues transformar.

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1.020.000.000

Mil veinte millones de personas

mueren de hambre en el mundo

(involuntariamente)

FAO, octubre 2009

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INTRODUCCIÓN

• Alejarse de los datos, los números y lasestadísticas, de la parte masculina de la ciencia.

• Lo que nos falta por saber no procederá tantode la estadística sino de las disciplinas menoresque no han merecido hasta ahora atención porparte de la ciencia pura y dura, me refiero alanálisis de la patología mental relacionándolacon la historia de la subjetividad humana, unahistoria que está por escribir y que hacenecesario un largo y tortuoso viaje hacia lasfuentes: los mitos

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INTRODUCCIÓN

• Esta es una aproximación a los trastornos

alimentarios desde el costado humanístico,

desde el lado femenino de las cosas.

• No podía ser de otro modo cuando se está

hablando de una enfermedad de mujeres o,

mejor, de la patología interna de la femineidad:

un constructo social que reside en algún lugar

del cerebro y desde donde amenaza con

destruir a todos aquellos que no le prestan

atención.

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• Cultura-Sociedad

• Narrativa

• Motivación para el cambio

• Vínculo

• Mito

• Inconsciente

– Individual

– Colectivo

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Un espacio de narrativa para los

hambrientos• ...creía entonces que la anorexia y la bulimia eran

enfermedades que se encontraban más allá de lanarrativa,– no era posible, pues, esperar un discurso histórico del acontecer

mental del mismo modo que esperamos en los neuróticoscomunes,

• pensaba que los trastornos alimentarios y losadolescentes carecían de recursos narrativos, y quepara entender su “enfermedad” había que remitirse amodelos psicosomáticos de manera similar a lo quehacemos cuando tratamos una enfermedad como elasma o el colon irritable.

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• La narrativa tal y como dice Fernández Liria es

una definición que incluye una novedad sobre la

simple descripción.

• La narrativa debe incluir una hipótesis

explicativa acerca de qué le pasa al paciente.

• ... todos los individuos “saben” a qué se debe

su malestar

– nadie puede saber a ciencia cierta si ese

conocimiento responde a la verdad.

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• Tampoco el terapeuta cuando construye una hipótesis explicativa sabe si esa explicación es verdadera, pero el terapeuta sabe que no existen explicaciones verdaderas sino tan sólo explicaciones útiles, que suelen ser siempre las verosímiles.

• Y son útiles aquellas explicaciones que contribuyen a modificar el relato de la paciente acerca de sí misma y su sufrimiento. (psicoterapia)

• La narrativa, como el mito, no “es de verdad” ni “es la verdad”, es sólo una explicación, a veces sólo una metáfora como cuando remitimos las explicaciones al inconsciente, a la familia o al estilo cognitivo.

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• Lo más interesante del modelo narrativo

que aprendí para entender, manejar y

moldear las conductas de mis pacientes

era que no ofrecía explicaciones

esotéricas o indemostrables de las causas

del malestar.

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• Todas las especulaciones intrapsíquicas, sistémicas, familiares oprocedentes de la teoría de la conducta sólo señalan focos de conflicto,pero en ningún caso alumbrarían una explicación para todos los casos.Cada persona parece reaccionar de un modo idiosincrásico siguiendociertas guías culturales para la expresión de su sufrimiento, sólo existe unnumero finito de posibilidades de sufrir, sentir, amar o ser y todas ellas seencuentran en la cultura.

• Y hoy ponerse enferma de un trastorno alimentario es una posibilidad bienlegitimada, del mismo modo que en la Edad Media era legitimo y creíble yademás algo que gozaba de un cierto prestigio (y también de un ciertoriesgo) y que era, por ejemplo, encontrarse poseída por el diablo.

• Las enfermedades siguen guías de expresión legitimadas por la cultura enque se contextualizan, las enfermedades -sobre todo las enfermedadesmentales- siguen patrones culturales. El malestar siempre apareceenmarcado en un rótulo con sentido cultural, por esa razón los síntomas delas enfermedades se parecen tanto mientras que los pacientes quepadecen esas enfermedades no se parecen nada entre si y parecen formargrupos heterogéneos.

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• ...error conceptual más importante procedía de una manera depensar lo mórbido de una forma excesivamente médica ymasculina, lo que quiere decir lineal y congelada, como si lasentidades morbosas fueran categorías cerradas, especies aidentificar.

• Los trastornos alimentarios, en cualquier caso, son una posibilidadde expresión de que algo anda mal en el acontecer psíquico de lasadolescentes, que no es necesariamente una avería neurobiológicasino algo mucho menos tangible:– lo que anda mal es el tejido del vínculo que estas pacientes establecen

con sus figuras de apego y, más allá de eso, precisamente por la edaden que se producen estas enfermedades, la variable crítica no es tantoel vínculo infantil que establecieron con sus padres sino un defecto enla transformación de esos mismos vínculos, que en unos casos sonseguros y en otros francamente perturbados.

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Comer, vincularse, decir

– Comer es un acontecimiento social.

– Comer es un acto socializado presidido por horarios, ritmos,costumbres y rituales.

– Comer es cultura, comemos para alguien y comemos en unlugar donde alguien oficia para nosotros una ceremonia cultural.

• Niñas, hacia los 13-18 años; segmento de poblacióndonde lo importante, lo que se está escenificando, no esya el vínculo primitivo con la madre:– lo que se está negociando es desde qué lugar y hacia dónde

ese vínculo-puente se dirigirá en el futuro.

– Esta es la razón por la que la mayor parte de los trastornosalimentarios comienzan con una dieta que se emprendedespués de un choque emocional, un desengaño amoroso, unadecepción sentimental, una pérdida significativa, un cambio dedomicilio o de colegio o la traición por parte de una amiga.

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• La adolescencia es una presión ambiental para el cambio, cuyacaracterística principal en el mundo de hoy es que es cada vez másprecoz y simultáneamente más larga y complicada.

• Los niños y los adolescentes han pasado de ser adultos enminiatura a ser un segmento de mercado importante para losmercaderes y políticamente también portadores de derechos por símismos; significa que la presión por seguir siendo adolescente essimilar a la precipitación con que los niños abandonan suingenuidad natural infantil para introducirse de lleno en la voráginede la adolescencia, una época presidida por la exploración y por lacata de las primeras rivalidades y obligatorias decepciones aún enaquellos que gozaron de vínculos seguros durante su infancia.

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• La pregunta retórica: ¿qué es lo que hace a losadolescentes de hoy ser tan vulnerables? no hay que ira buscarla en la genética o en la crianza sino en lacultura.

• Una cultura que ha introducido un cambio fundamentalen las reglas del juego que regulan las interaccionesentre individuos y que es ésta:

los adolescentes de hoy han sustituido a sus figurasde apego –sus padres y familia extendida– por susiguales de un modo precoz, sin la necesariapreparación ni solidificación del vínculo anterior.

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• Lo realmente interesante desde el punto de vista simbólico es quecomer, vincularse y hablar son tareas que se hacen con laboca: la palabra es entonces un sustituto de la alimentación quepresidió los primitivos intercambios entre madre e hijo.

• Sin hablar, sin expresión verbal, un niño no podrá vincularse consus iguales. La boca es el orificio que articula la vida precisamentea causa de la respiración, posteriormente la socialización, que selogra a través de la comida, y después a través de la palabra quedesplaza la necesidad primitiva de alimentarse por otra másabstracta de hacerse entender.

• La transformación que hace del vínculo el adolescente esprecisamente esta: desplaza sus necesidades nutritivas oraleshacia la necesidad de sentirse miembro de un grupo de iguales.

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El mito y la narrativa

• ...Comencé a pensar si no se podría utilizar el mito para alumbrar a lospacientes afectos de un trastorno alimentario a seguir una determinadasenda de aprovechamiento de las lecciones que pueden aprenderse aldesglosar el mito en sus componentes principales; me refiero sobre todo alos recursos disponibles para el cambio.

• Cuando tuve que abandonar mi dedicación a los adultos y comenzar atrabajar con adolescentes, tenía mis dudas acerca de la utilidad de estatarea, hasta que me encontré con un texto de Fernández Liria (FernándezLiria 2002) del que extraje la siguiente idea:

– “de lo que se trata no es de ofrecer una explicación verdadera que oponer a laexplicación que trae el paciente sino de consensuar con él una narrativa comúnpero distinta que amplíe el abanico de opciones a seguir”.

• Aquí estaba pues la solución, ellos traen su narrativa y yo ofrezco otranarración distinta, lo que termina siendo útil no es porque sea más verdadque lo que alguien se contó a sí mismo sino porque es diferente, ademáspara que sea útil esta explicación tiene que estar lo suficientemente alejadade la suya para resultar nueva y lo suficiente cercana a su concepción delmundo para no ser sentida como ajena, impuesta o incomprensible, comosucede con frecuencia con las explicaciones psicoanalíticas.

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• ...desde luego en el tratamiento de los trastornosalimentarios no hay que fiarlo todo a la logoterapia, aldiscurso hablado centrado en las necesidades o loscomplejos inconscientes, porque aunque losadolescentes poseen un libreto emocional propio no escomún que abran ese libreto a un desconocido, máximesi lo identifican con el enemigo, y puede utilizar unapsicoterapia basada en lo verbal para no hacer ningúncambio físico.

• Lo prioritario es romper con el círculo vicioso deatracones-vómitos si se trata de una bulimia o de ganarpeso si se trata de una anorexia; no está justificadonunca esperar demasiado.

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• Mi criterio asistencial cambió desde una perspectivamédica, donde lo que se trata es una enfermedad, esdecir un sufrimiento congelado o enquistado en algunaparte del cerebro que afecta a una persona individualhacia una conceptualización más social y ecológicadonde lo que se trata es un malestar cultural quehalla su expresión en una mente individual que está,además, en evolución

• maduran durante su tratamiento y es posible asícontemplar los cambios que van introduciendo en suvida, un espectáculo fascinante que nos recuerda ladiferencia entre enfermedad, una abstracción, y elenfermo, un ser vivo en constante movimiento.

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• ...hay que atender sobre todo al bajo peso o alciclo atracón vómito, de un modo policíaco casisiempre, pero una vez conseguido con elpaciente una buena alianza terapéutica, yapodemos decir que el caso irá bien, al menos lamayor parte de ellos que han alcanzado la fasecontemplativa.

• Lo importante es pues un vínculo de seguridadal que se pueda volver en caso de apuro,presidido por la honestidad y la mutuaconfianza.

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• ...donde de lo que se trata no es tanto

curar algo a lo que nos dirige nuestra

formación médica sino apuntalar,

proponer o modelar determinadas

conductas

• Resiliencia

• ¿aceptación y compromiso?

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...en términos de malestar y no tanto de

causalidad lineal

• 1 causa

• Efecto

• Múltiples efectos

• Causa

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• Efectivamente, los trastornos alimentarios se encuentran tancosidos al engranaje cultural que hablar de causas biológicas opsicológicas de este tipo de enfermedades nos llevaba a un callejónsin salida, como si el problema de tales sufrimientos anidara en elinterior de un cerebro perturbado o de una mente especial,obviando la evidencia de que casi cualquier persona puede padeceruna enfermedad de esta naturaleza a la que algunos autores hanllamado precisamente por esta razón una enfermedad étnica(Devereux, Gordon).

• Todo señala hacia la evidencia (Gordon 1994) a que los trastornosalimentarios son una percha donde se cuelgan malestares diversos.Se trata de los malestares universales del hombre, usualmentemalestares relacionados con la temática de la separación oemancipación.

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• Pero los temas que relataban estas niñas eran lospropios de los mitos (mythos= historia pero tambiénesquema o plan), esas historias de mentira que cuentanverdades como puños precisamente porque señalan unauniversalidad en los motivos básicos del sufrimiento y unpatrón determinado para el desarrollo del psiquismohumano:– la pérdida precoz, los celos, el hijo rechazado, el hijo preferido,

los disfraces del desamor, las niñas heridas por abusossexuales o por la explotación y la parentización, esa extrañaforma de defensa que hace que los niños hagan “como si”fueran padres de sus padres, provocan a su vez desarrollosanómalos que coinciden entre sí de una forma que apela al mitoen el que se incluyen.

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• Otro tema recurrente es la madre hiperansiosa

que transmite a su hija una deficiencia y que

establece una forma de vincularse a través de la

comida como sustituto del amor que

simplemente no puede darse, bien por miedo a

resultar una mala madre o bien por incapacidad,

enfermedad o por los propios antecedentes de

la madre en su construcción o representación

de lo que es “una buena madre”.

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• ...en ellos existen lecciones morales que contienendeterminadas claves de resolución de problemas,además de una intención descriptiva con carácterteleológico, algo muy parecido a lo que Jung llamabaarquetipos,– patrones psíquicos que son en realidad diseños narrativos

estereotipados y relacionados con el tema del destino.

• Esa fue pues mi opción y mi referente teórico:– una psicoterapia basada en la construcción o interpretación

del mito o narraciones terapéuticas en los trastornosalimentarios, alejándome de mis posiciones anteriores quehabían sido sobre todo psicoanalíticas y que se tambaleaban enel contacto diario con la realidad asistencial.

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• El mito, junto con el sueño, la ficción y el trance, participa de un mismolenguaje (Dennet, 2000) y que se basa en la metáfora, semejanza ocomparación.

• No existen diccionarios de este idioma, ni un juego de sinónimos oantónimos; su traducción al lenguaje consensuado de cada uno denosotros es pues aproximativo pero intensamente intuitivo.

• Todos construimos sueños con la urdimbre de lo cotidiano, de lascavilaciones diurnas o desde la matriz de lo mítico que muchas vecesconfundimos con la patología, porque a veces lo mítico parasita a lapatología del mismo modo que a la normalidad, algo que suele sucedercuando lo histórico es insufrible.

• Este es precisamente el objetivo de este libro y su hipótesis fundamental:– lo que hay en nuestra vida, en nuestro sufrimiento, en nuestros dilemas, en

nuestro destino y también en los recursos disponibles que podemosutilizar como seres individuales para eludir el trágico desenlace del mito, ytambién cuánto hay de mito en nuestras elecciones, en nuestra conducta yen nuestra forma de pensar y ver la vida.

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• Mitos griegos y hebreos

• más influyen en la vida de los hombres nacidos en esta orilla del mediterráneo,donde hace unos 4000 años emergieran casi simultáneamente dos de los libros másimportantes acerca de la cosmología y la génesis del mundo;

– obra de Hesíodo, la Teogonía,

– una obra coral de enorme trascendencia e influencia: la Biblia, un libro que no puedeatribuirse a un solo autor, libros escritos y no libretos simplemente trasmitidos oralmente queemergieron en circunstancias muy parecidas, en entornos muy cercanos y que contienenpuntos de vista diversos acerca del tema de nuestra procedencia –origen– y destino común.

• Pero no hay que caer en la tentación de pensarlos como dos puntos de vistaabsolutamente diferentes: aunque es verdad que el dios de los griegos, Zeus, parecedistinto al Yahvé judío, sus semejanzas son más numerosas que sus diferencias:

– no podía ser de otra manera porque en realidad todas las cosmogonías son muy parecidas ylos mitos construidos sobre el origen del mundo o del periplo del hombre absolutamenteparalelos, bien se trate de mitos germánicos o nórdicos, chinos, polinesios o indios:

• todos participan con distintos nombres y distintas peripecias aleccionadoras de un“recuerdo” arcaico común a los que se añaden pliegues y repliegues de lasubjetividad humana.

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• Este parecido tiene que ver con la evolución de la concienciahumana –sólo lo consciente es humano– y sobre todo con laganancia de subjetividad, siempre arrancada al inconsciente, esegranero o almacén de posibilidades prácticamente infinito quehunde sus raíces en la noche de los tiempos, en lo arcaico y lonuminoso que ocupa su centro, la noche ancestral.

• El mito se plagia a sí mismo como un fractal, se hace más complejoal dotar a un héroe determinado de nuevas subjetividades que seañaden evolutivamente como capas de cebolla a una idiosincrasiacompartida en cualquier cultura y sobre todo:– se comporta como un poderoso atractor que le dota de una cercanía

absoluta con las gentes de hoy y con sus problemas y sufrimientos, almismo tiempo que dota a nuestra motivación de la energía necesariapara llevar a cabo un proyecto determinado señalando a veces deforma muy certera los recursos que se hallan disponibles para que elindividuo se cure a sí mismo o mitigue su dolor.

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• ¿Cómo es posible que pueblos o culturas tan alejadas compartieranpuntos de vista sobre la creación del mundo tan parecidos? Elhallazgo de Jung viene a decir que, con independencia de la lejaníao imposibilidad de comunicarse unas culturas con otras, todas ellasconstruyeron teorías muy parecidas, más o menos poéticas, más omenos sofisticadas o complejas, acerca del origen de la concienciahumana, trataron de explicar la emergencia en un simio de unaconciencia rudimentaria capaz de pensarse a sí misma.

• Jung creyó ver en esta semejanza una participación colectiva delinconsciente humano, una manifestación similar al genoma queregula el patrimonio de diversidad y de semejanzas del Sapiens.

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El mito• Un mito es una historia, pero no se trata de una narración cualquiera, y es

bastante distinta al relato o historiografía que cada Yo construye para dotarde sentido su experiencia.

• No hay que olvidar que el Yo no es un órgano, ni siquiera una funcióncerebral específica sino una metáfora que dota al individuo humano dehistoricidad, en este sentido el Yo primitivo contiene algunas diferenciascon el Yo de nuestros ciudadanos actuales:

– probablemente el Yo surgió de una necesidad administrativa: dotar a lastransacciones de una confianza en las intenciones del otro, “Yo soy el que tengolas ovejas y las vendo a …”,

– ó bien de una necesidad de filiación: “Yo soy el hijo de tal”;

– posteriormente el Yo derivó hacia una instancia podríamos decir de un ciertoconocimiento, de una necesidad ontológica: “Yo soy ese que estuvo en lascostas de Groenlandia”,

– hasta los desarrollos más complejos de la identidad que recurren tanto al relatoíntimo como a la narración de una secuencia de hechos que se conforman envivencias y que por tanto adscriben al Yo un sentido autobiográfico teñido por larepresentación que cada individuo se hace de lo vivido, un sentido que seadhiere a un inevitable conocimiento;

• todo Yo es un constructo epistemológico que nos indica cómo y de quémanera aprendemos a aprender.

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El mito

• El ser humano nace impulsado hacia algo

pero también tiene la necesidad de

representarse ese algo; esa frecuente

disonancia entre caminar y representarse

el camino que se anda está en la base del

sufrimiento mental.

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El mito• Un mito es como un cuento que señala el camino y sus obstáculos y

lo hace con frecuencia hablando de nuestros orígenes, no se ocupade un Yo individual y mucho menos de un Yo vulgar ointrascendente, habla del sino de la propia Humanidad tomada ensu conjunto y de su destino y lo hace “desde un tiempo aquel” enque ni la historia, ni el tiempo cronológico ni sus instrumentos detransmisión se habían establecido o desarrollado.

• no responde a ¿por qué? o ¿cómo? sino desde dónde (Kerenyi,1994), habla pues de lo ancestral, lo primigenio, del origen, de lamemoria de nuestra especie antes de que hubiera propiamentememoria histórica; el mito es un precursor del relato íntimoindividual y nos está hablando de los hallazgos de los primerosplanos de subjetividad que los humanos desarrollamos ennuestro trasiego con el mundo.

• La mitología se explica por sí misma y explica todo lo que en elmundo es, no porque se haya inventado para proporcionarexplicaciones sino porque tiene la cualidad de ser explicativa(Kerenyi 1994)

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El mito

• El mito tiene pues– un propósito indicativo y fundacional de la historia individual al señalar

nuestros orígenes

– y un propósito normativo que dibuja los límites y las consecuenciasde la trasgresión, pero también los efectos secundarios de la gesta: larecompensa que usualmente es una ganancia de conocimiento,prosperidad o felicidad.

• En definitiva el mito tiene un propósito moral o aleccionador, esademás noético, sirve al plan o propósito del conocimiento enestado puro, allí donde cualquier conocimiento es imposible yrepresenta un estadio –el más rudimentario– de la concienciahumana, propone determinados recursos a sus héroes y heroínas, ymetafóricamente da a entender que los dilemas con que seenfrentan los protagonistas pueden llegarse a resolver aunqueaparezcan casi siempre teñidos de fatalidad, una fatalidad que seseñala –como en la tragedia– para que no suceda en la realidad,como una advertencia.

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El cuento

• El cuento por el contrario tiene un propósitoaleccionador y desvela las dificultades de individuoscomunes con tragedias particulares y reconocibles.

• Sus peripecias no son pues como en el mito, unseñalamiento de la parte trágica que es necesario evitar;al contrario, el cuento lo que propone es que el individuodesgraciado encuentre guías de resiliencia para salir alpaso de las dificultades, casi siempre el cuento tienepues un final feliz, o al menos un final ambiguo, evitandoen todo momento el desenlace trágico del mito.

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• Antes que yo estaba el mito

• Antes del Yo estaba el mito

• Antes del subconsciente estaba el mito

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Recursos para sobrevivir

• La resiliencia puede definirse como lo contrariode la vulnerabilidad, es algo que el sujeto heridohace con su sufrimiento que le permitetrascender al dolor, supone el hallazgo dedeterminados senderos de desarrollo parapersonas que han sufrido en su vida un revésimportante, un traumatismo psicológico o unapérdida devastadora.

• Cuentos infantiles

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• Ellos mediante su testimonio señalaron a legiones deniños que, por mayor que pueda parecer nuestradesgracia individual, siempre existe un atisbo deesperanza.

• Sin embargo, no todos los niños son capaces deaprovechar las lecciones de los cuentos, suseñalamiento de recursos para escapar del dolor, y nohay que olvidar que cualquier dolor, por intrascendenteque nos parezca, en tanto subjetivo, es el único dolorque siente el niño herido: porque nadie puede sufrir másque por lo que sufre.

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• no todos los niños son capaces de utilizar la creatividad para dotar desentido al vacío existencial en que puede convertirse la existencia despuésde un trauma.

• La otra razón es que no encontraron a nadie dispuesto a realizar laconexión entre su mundo íntimo y la realidad.

• Cyrulnik (2003) ha señalado algunas estrategias exitosas para enfrentar lostraumas, estrategias de resiliencia que opone a la simple adaptación almedio; por ejemplo para un niño deprivado el robo o la delincuencia puedenconsiderarse una adaptación pero no una estrategia de resiliencia que paraCyrulnik son estas:

– El altruismo

– La ensoñación

– La creatividad

– El humor

– La sublimación

• Cualquiera no sirve para siempre ni para todos los casos porque, al margende que el niño tenga que sobrevivir a la experiencia traumática, tambiéntiene que adaptarse a la vida normalizada cuando el trauma ha cesado.

– En este sentido la ensoñación puede ser una buena estrategia en el corto plazopero cuando se constituye en una renuncia a la socialización, al transformarseen aislamiento deja de ser una estrategia de resiliencia y condena al individuo ala mitomanía.

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• El cuento se diferencia del mito en que casi siempre tiene un finalfeliz, incluso sorprendente;

• la función del cuento –aunque participa con la del mito en sucarácter aleccionador–, no pretende señalar los límites de laconducta humana, sino encontrar soluciones a dilemas humanosconcretos en una atmósfera de esperanza y sin esgrimir lasamenazas que se encuentran constantemente en el mito al señalarla dirección que deben seguir las relaciones entre los mortales y losdioses o la autoridad, la Totalidad o la comunidad.

• En el cuento puede haber amenazas – usualmente temores fóbicosarcaicos– pero siempre son resueltas por el protagonista de unmodo eficaz y a veces hasta con sentido del humor.

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Pensar, hablar, narrar

• Carácter terapéutico de la escucha en sí misma.

• No importa el propósito con el que lo escuchemosporque el simple hecho de contar la propia vida essiempre terapéutico.

• Pensar no es lo mismo que hablar y algunas personasdescubren un poco más tarde que narrar no es lo mismoque hablar,– pertenecen a niveles de complejidad distintos de la conciencia

humana.

• Lo imaginario (pensar), lo real (hablar), y lo simbólico(narrar) son los tres niveles en que está organizada lamente en relación con sus contenidos históricos, esdecir con la experiencia.

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• No hay que olvidar que la mayor parte de los desacuerdosentre personas se manifiestan al hablar, al verter opiniones ojuicios sobre la realidad, nadie se pelea por lo que piensa ensu intimidad o por aquello que calla.

• Por eso hablar gusta tanto a aquellos que carecen de vidainterior y por la misma razón puede dar miedo a otros.

• Los adolescentes no suelen hablar de sí mismos enpresencia de un adulto porque hablar es ceder una parcelaque se construyó para evitar algo doloroso o intolerable,hablar obliga a la alteridad y la alteridad puede hacerdesaparecer como por arte de magia nuestro discursointerior.

• En realidad esa es la función del otro, separar o dispersar.

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• narrar es una tarea distinta a la de hablar

• escribir añade una novedad a lo pensado o a lo dicho,por una parte supone un documento que resiste el pasodel tiempo, escribir atenta contra la temporalidad, unorden que no puede soslayarse en el pensamiento y enla verbalización donde hablamos una frase detrás deotra –sin pensar– en una perfecta sucesión de palabrasdistintas a la manera en que pensamos a solas, pero alescribir podemos dar marcha atrás, borrar, marcar ytachar, copiar y pegar hasta encontrar el mejor modo dedecir lo que queremos transmitir, escribir es un actoatemporal.

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• Narrar es por eso más terapéutico que hablar ypor supuesto que pensar en las propiasdesdichas a solas– porque escribir sobre la propia tragedia obliga a

historizar el sufrimiento de un sujeto, añadirle ladimensión del tiempo, que es precisamente lo quehay que hacer cuando alguien ha sido herido poralguna circunstancia de la vida.

• Historizar es lo contrario de repetir y repetir es loque hace el material traumático que no hapodido ser representado mentalmente.

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• Superar un acontecimiento traumático es ponersucesividad a esos instantes y convertirlos así enhistoria. La escritura es precisamente el ejercicio queconvierte las fotografías en relatos del Yo.

• Un recuerdo que no se recuerda no es un trauma, sinoel destino normal de un recuerdo banal que no se grabócon la suficiente intensidad emocional para evocarsefácilmente.

• Escribir es una forma de afrontar a solas estosrecuerdos y de poner tiempo en aquello que sucedió;esta es la razón por la que los escritores que fuerondañados prematuramente son escritores necesarios

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• Prescribir a una persona dañada que escriba sobre suexperiencia es una fórmula terapéutica para provocareste tipo de reestructuración del tiempo vivido.

• El hecho de escribir y guardar en su historia clínicaestos documentos protege a los pacientes de encontraratajos míticos donde refugiarse si su tendencia a laensoñación, al aislamiento o al embotamiento afectivosiguen adelante sin que encuentren a nadie que haga depuente con la realidad.

• Escribir la propia historia nos protege del mito. Es unahistoria que se escribió para alguien y esa es la funciónde la escritura: la recuperación de la alteridad.

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• Porque el mito y sus consecuencias trágicas

siguen vivos y disponibles en ese menú de

conductas posibles que las personas podemos

elegir después de cualquier clase de

sufrimiento;

• está vigente en el hombre de hoy y pertenece a

una comprensión del mundo común a todos los

miembros de una comunidad, pero aún más: se

encuentra en perpetua recreación.

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• Pero no solamente los mitos se van enriqueciendo o modificandocon el peso añadido de la cultura y sus inventos, sino que nuevosmitos van reemplazando la caducidad de otros.

– La gente inventa nuevos mitos aún sin saberlo, y quizá por el poder delos medios de comunicación la capacidad de penetrabilidad del mito escada vez más profunda y sobre todo más extensa en un mundo laicoque ha perdido el sentido inmanente de la vida y sobre todo que ya nocree en la existencia de Dios y mucho menos en dioses múltiples, queha sustituido el rito y los fenómenos de pase por actos administrativos ycuyas creencias compartidas, en gran parte, han sido absorbidas por laciencia, depositaria de expectativas casi milagrosas en amplias capasde la población, y que debe atender precisamente –en inferioridad decondiciones– malestares que en el mundo antiguo se dilucidabansimbólicamente desde la autoridad inapelable de sus instituciones, yque más cercanamente se modelaban en el seno de la familia: estoypensando ahora en la función de los oráculos y en las ambiguasprescripciones de las pitonisas casi siempre cargadas de sentidoterapéutico y de intenciones paradójicas. La función del oráculo separece de forma siniestra a nuestras consultas de salud mentalactuales y es una consecuencia indirecta de la secularización.

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• el mito evoluciona del mismo modo que evoluciona la conciencia humana yque también señala el camino del cambio: lo hace por anidación oyuxtaposición tal y como asegura Damasio (2006) y nunca por aposición:el conocimiento no se expande sobre la ignorancia sino sobre el prejuicio(Fernández Liria 2002) porque todos tenemos una hipótesis acerca decómo funciona el mundo y acerca de nosotros mismos;

• en realidad todos nosotros somos expertos en nosotros mismos aunquealgunas veces no lo sepamos, o a sabiendas de que nuestra concepcióndel mundo haya demostrado su ineficacia en nuestra confrontación con larealidad o resultar inútil para conseguir un estado mental compatible con lasalud.

• La narración que cada cual proporciona a su malestar es difícil de removery no se extinguirá fácilmente, antes al contrario el paciente intentaráconvencernos de que su relato coincide con la verdad esencial.

• Contar ese relato a alguien es pues condición para modificar el libreto; elsilencio, el disimulo o la negación son siempre estrategias de bajo nivel quetienen un coste excesivo para la salud mental.

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• ...en los adolescentes que padecen un trastorno

alimentario, lo que está averiado no son los

circuitos neurobiológicos que regulan el hambre

y la saciedad sino la representación misma que

el humano hace de la comida, en este caso, y

de los vínculos afectivos que relacionan la

comida con los actores principales de la

alimentación entendida de forma extendida

como todo aquello que nos fortalece y nos hace

cambiar de nivel.

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Tesis planteadas• El mito es un hallazgo de la subjetividad y que por tanto se encuentra plegado y vivo

en los conflictos del hombre moderno, y conocer el mito es una ventaja para aquelque intenta averiguar algo acerca de sí mismo, para aquel que quiere conocer haciadónde debe dirigir su vida, las raíces de sus sufrimientos, sus bucles repetitivos, sudestino o que simplemente busca perfeccionarse, crecer y seguir su propio caminode individuación sin cometer demasiados errores.

• Los dioses son un invento de los hombres, aunque un invento que es, en realidad,uno de los hitos más sublimes de la conciencia humana:

– que los dioses necesitan al hombre para vivir porque el hombre es la única conciencia de lacreación capaz de imaginarles, lo que es lo mismo que decir que en los hombres existe unachispa divina coexistiendo con la pura animalidad del instinto.

• El sufrimiento de los hombres casi siempre se debe a conflictos de los distintosplanos de la subjetividad y de las fuerzas elementales que se tejen entre elpsiquismo humano y la realidad, fundamentalmente a través de la subjetividad delotro, necesario pero al mismo tiempo enemigo potencial:

– guerra pues de dioses entre sí y epopeyas del individuo frente a los designios y simulacrosde la divinidad, un conflicto que se dilucida en el escenario de la conciencia humana y que através de sus pasiones toma forma de guerras, de conflictos o de antagonismos donde aveces pareciera como si esos dioses –aspectos propios del hombre– pelearan entre sí,dirimieran en el teatro de la conciencia sus rivalidades o ejecutaran sus venganzas. Ycuando dos dioses se pelean lo más conveniente para los mortales es alejarse.

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Hefesto (Vulcano) y Dánae:

los hijos rechazados

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Trauma y narrativa

• La mayor parte de personas que sufren un

trastorno alimentario no parecen haber

sufrido más o de distinta manera que la

población general

• Factores comunes:

– Edad y género

• Factores sociales:

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• 1. Una sociedad democrática, mediática y permeable que favorezca el intercambiode conductas entre los distintos grupos y que legitime al mismo tiempo la presunciónde que “todos tenemos derecho a todo” y que la realidad “es una especie de menúdesplegable donde sólo hace falta elegir qué opción es la que se acomoda más ymejor a nuestros deseos”. Este tipo de desarrollos sociales es ajena al campo denuestro interés sanitario y lo considero un efecto secundario de las sociedadesavanzadas, enmarañadas y democráticas.

• 2. Una adolescencia extendida, de la que ya he hablado y que se caracteriza por unaentrada más precoz en el mundo de los iguales y que paradójicamente retrasa cadavez más de forma real el acceso al mundo de los adultos. Emancipación yseparación definitiva de los padres han dejado de ser sinónimos, un adolescentepuede estar emancipado económicamente y sexualmente y permanecer conviviendocon sus padres; este tipo de conducta es una novedad cultural cuyos efectos aún nohemos estudiado convenientemente, pero es seguro que tiene que ver con lostorbellinos que afectan a los adolescentes de hoy. Esta prolongación de laadolescencia a su vez tiene dos efectos secundarios que van en el mismo paquete:

– El primero es la exposición a experiencias sexuales precoces.

– El segundo efecto y que coletea en el primero, es la necesaria confrontación con los iguales,concretamente la precocidad sexual activa igualmente los resortes de la rivalidad y de lacompetencia.

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• 3. La tercera realidad social es el valor que se adjudica a la delgadez y, por oposición, lademonización de la obesidad y los discursos del culto al cuerpo, a los rendimientos, al éxito y albrillo social basado en la apariencia. El propósito de aparentar ha desplazado al propósito de sero de encontrar una ubicación en el mundo, idea o tema-fuerza que inspiró a los adolescentes delos sesenta y setenta. Nuestra sociedad es una sociedad que diviniza el simulacro y que por tantocosifica a las personas transformándolas en productos que exhibir, vender o promocionar

• 4. Por ultimo, señalaré los discursos del género. Efectivamente la incorporación de la mujer almundo del trabajo ha propiciado crisis y bifurcaciones en la sólida estructura familiar que nos legóel siglo XIX a través de la industrialización y que sobrevivió hasta la segunda guerra mundialaproximadamente. El hecho de que un tercio de nuestras niñas pertenezcan a hogaresinsolventes por una u otra razón afectiva indica la sobredemanda que existe sobre las madres ytambién habla de la escasez de apoyos sociales con las que cuentan para la ardua tarea de lacrianza. Aunque cada vez existen más padres involucrados en estas tareas, aún existen padresque sienten que la enfermedad de uno de sus hijos no va con ellos, que son manías deadolescentes o caprichos de niñas malcriadas, un mecanismo de defensa que utilizan para noinvolucrarse. En los pocos casos en los que el padre era el interlocutor adecuado, es de señalarque eran casos puntuales donde la enfermedad de la madre o su incompetencia manifiestaimpedían su concurso. Existe una creencia compartida por amplias capas de la población (eincluso entre los profesionales) que habla de la “necesidad de cariño de estas niñas” y de larelación causal que existe entre este déficit y la enfermedad. Siempre contesto a este tipo desuposiciones con la siguiente pregunta: ¿Y quién no? ¿Quién tiene su balance de amor ydesamor a cero? En cualquier caso la deprivación afectiva sería un factor inespecífico. ¿Quétiene que ver con la compulsión a vomitar o con la negativa a alimentarse?

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• En psicopatología sólo es posible establecer una relación de causa-efecto con lo próximo; lo remoto disuelve las relaciones causalesprecisamente porque el individuo pone en juego estrategiasdestinadas a curarse a sí mismo o a amortiguar el daño recibido.

• Otra posibilidad es que lo remoto no suficientemente intenso nologre enfermar a nadie y que relacionar deprivación con enfermedadactual no sea más que un mito moderno.

• Otra explicación es la formulación a “dos tiempos” del trauma: en elcaso de la deprivación no sería la deprivación en sí misma laresponsable del sufrimiento, sino la representación que el individuologre hacerse de ella. Una persona deprivada no podrá saliradelante si no es capaz de llorar la pérdida.

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• En el caso de “traumas” sin la suficiente entidad para provocar unTEP, sólo podemos afirmar que una niña ha sufrido una toxicidadsin más; la más común y fácilmente identificable es la deprivaciónafectiva, pero no podemos concluir que la bulimia sea el efecto detal deprivación.

• Las razones de esta confusión y esta dificultad proceden de doshechos:– a) Una manera de pensar lo mental de forma lineal: a tal causa

correspondería tal efecto. Ya sabemos que esto no sucede en lacausalidad de lo mental, tal y como adelanté más atrás.

– b) Una difi cultad para entender que la causalidad más frecuente no esun episodio puntual sino una narración insidiosa que va construyéndosea través de los años, con independencia del trauma original, y quepuede dibujarse mejor con esta frase: entre el trauma y el efecto no hayun solo paso sino un numero indeterminado de pasos y de modificaciones sutiles imperceptibles.

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• La visión clásica de trauma como un

acontecimiento relevante pero puntual se

encuentra agotada precisamente porque

deja sin explicar aquellas situaciones que

por ser crónicas y que van creciendo por

anidación no constituyen un episodio

puntual objetivable y que precisamente

por esta razón suelen pasar

desapercibidos para los investigadores.

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¿Víctimas o supervivientes?

• Aquellos que han estado en el infierno y han vuelto noshan proporcionado guías de viajes interesantes para losque siempre habitamos el mundo de la superficie.Algunos no han vuelto y nada sabemos de ellos y de susufrimiento, pero otros lo han conseguido; algunos sehan convertido en víctimas y otros se han liberado deesa victimización a través de la supervivencia: deatreverse a volver a vivir a veces con el peso de habercontemplado una realidad que a nadie puede dejarinsensible: los que han contemplado de cerca el horror,el espanto o la tragedia son los mejores acompañantessi queremos acercarnos a ese lugar que llamamosinfierno.

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• Los humanos, o mejor dicho algunos humanos –los héroes– bajanal Hades, por dos tipos de razones:– para conseguir algún conocimiento que precisan para conseguir algo,

– o bien para rescatar o simplemente para conocer o reencontrarse consus parientes o amados muertos.

– Existe otra posibilidad en la vida real y es el descenso obligado por unaviolación, la cautividad, la extrema miseria, la explotación, el desiertoafectivo, la orfandad, la enfermedad precoz o el incesto doméstico;todas esta situaciones obligan a los niños a visitar el Hades a la fuerzacomo Perséfone, la madrina de los niños heridos, y a los que vuelven,los supervivientes, deberíamos llamarles muertos vivientes, obligados avivir, pues muchos de ellos no podrán recuperarse nunca de esa visita;una pequeña minoría podrá ser rescatada de su experiencia y devueltaa la sociedad.

• El Hades es pues el destino común de esa identidad de los muertosque sobrevive al cuerpo, una identidad que se conserva en aquelmundo en forma de espectros al que los griegos llamaban eidolon.

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• Los griegos poseían un Dios específico para

cada función, identificando cada una de las

tareas en que puede descomponerse el

fenómeno de morirse en segmentos donde cada

uno de ellos se encuentra a cargo de una

deidad. Hipnos adormece, Morfeo alucina en

ensueños, Tánatos separa y Hermes –el

mensajero alado– transporta por el aire. Caronte

realiza el transporte fluvial y Hades hace los

honores.

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• Causa sorpresa que mucho antes de Shakespeare losgriegos ya hubieran intuido que dormir, soñar y morireran actividades humanas similares cuando noequivalentes al menos en las primeras fases deadormecimiento, inmovilidad y ensueño; de hecho lasdeidades que ostentan cargos en esa tragedia sonhermanos y precisan del concurso del otro para prepararal durmiente, bien para el sueño corriente del que sedespierta, o bien del sueño de la muerte del que ya nose despierta pero que comparte con el anterior unasecuencia fi ja de acontecimientos. Muerte comometáfora ahora de trauma, y despertar como metáforade supervivencia o resurrección.

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• Trauma es todo aquello que atenta contra la vida,trauma es herida y daño y no debe ser confundido conlos golpes de la vida, con las ofensas recibidas o con laadversidad aunque se manifiesten a veces conreacciones similares.

• Ningún golpe duele más allá de sí mismo sino por surepresentación, el trauma es precisamente aquel golpede tal intensidad que no puede representarse, trauma espues sinónimo de lo indigerible, de aquello que superala capacidad humana de representación, pero muchasveces lo peor de un trauma es aquel acontecimientoinsidioso que ni siquiera puede decirse por inefable ycuyo dolor dejó huellas pero no palabras paranombrarse.

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• Pero lo sorprendente y lo singular del mito griego es que los vivostambién pueden descender al Hades y lo hacen como una tarea deiniciación, como una tarea de cambio -lo viejo debe morir para quelo nuevo nazca- , lo que signifi ca que Hades (Plutón) es también ladeidad del cambio, de la redención y de la resurrección. A mi juiciouna bella metáfora del cambio psicológico que se obtiene siguiendouna tarea heroica: el descenso al submundo del inconsciente, allídonde se cuecen los ensueños, en busca o al rescate de planos desubjetividad que traer al mundo de arriba para compartirlos –unavez transformados por nuestro trabajo psíquico– con la humanidad,una tarea prometeica que puede identificarse con las usuales tareasde activismo político, a favor de otras víctimas que realizan aquellosque han sido dañados.

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