Memoria 50 Aniversario

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Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana.

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Memoria de los 50 Años del Instituto del Tabaco

de la República Dominicana

Aniversario

20121962

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4 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Memoria de los 50 años del Instituto del Tabacode la República Dominicana

Dirección Ing. Lorenzo Fernández Espinal

Redactores

Ing. Valerio Tineo

Agrón. Rafael Grullón

Ing. Tirso Ramírez

Ing. Iturbides Zaldívar

Corrector de Estilo Ing. Pablo Cabrera

Diseño y Diagramación Juan Carlos Fondeur

Portada: Juan Rodríguez

Impresión:

Año 2012

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5Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Tema Página

Presentación 7Agradecimientos 8Introducción 9I Antecedentes Hitóricos 111.1 Generales 111.2 El Tabaco en el País 12II El Cultivo del Tabaco 15III Situación Tabacalera Antes del INTABACO 163.1 Generalidades 163.2 Zonas de Producción 173.3 Prácticas Agrícolas y Asistencia Técnica 183.4 Clasificación del Tabaco 18IV Creación del Instituto del Tabaco 194.1 Acciones y Eventos Motivantes 194.2 Sedes del Instituto del Tabaco 214.3 Marco Jurídico Institucional 22• Leyes 22V Actividades Iniciales del INTABACO 295.1 Reclutamiento del Personal Técnico 295.2 Primeros Grupos Técnicos Dominicanos 30VI Actividades de Apoyo a la Producción 316.1 Censos Tabacaleros 316.1.1 Primer Censo Nacional Tabacalero 316.1.2 Otros Censos 336.2 Estaciones y Subestaciones Experimentales 346.2.1 Estaciones Experimentales 346.2.2 Sub-estaciones Experimentales 37VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades 417.1 Piloto Cubano 417.2 Plan “4” y Expansión de la Siembra 437.3 Variedades de Tabaco para Capa 447.4 Introducción de Tabaco Rubio y Burley 47VIII Las Industria y Fomento del Tabaco Rubio y Burley 498.1 Primeras Pruebas de Cigarrillos con Tabaco Rubio Dominicano 498.2 Industrias Nacionales y Desarrollo de Siembras Comerciales 508.3 INTABACO y Programas de Fomento Tabaco Rubio y Burley 51• Normas del Tabaco y Subproductos 52 IX Transferencia Tecnológica 53

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ÍNdICE

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6 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Tema Página

9.1 Establecimiento de Paquete Tecnológico 539.2 Purificación Variedades Tradicionales 549.3 Producción y Distribución de Semillas Seleccionadas 559.4 Asistencia Técnica 569.5 Mejora de Ranchos y Métodos de Curación 579.6 Introducción Sistema de Semilleros 599.7 Preparación de Suelos 619.8 Época y Distancia de Siembra 629.9 Fertilización y Práctica de Aporque 629.10 Recolección 639.11 Crédito Supervisado 64X El Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades 6510.1 Insectos y otras Plagas 6510.2 Enfermedades 68• Moho Azul: Prevención y Control 68• Plan de Acción 70• Resultados Alcanzados 71XI Estudio de Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro 7311.1 Establecimiento de Zonas Tabacaleras 7311.2 Conclusiones del Estudio 7411.3 Medidas Adoptadas 75XII Siembra, Producción y Mercadeo del Tabaco 7612.1 Evolución de la Superficie de Siembra 7612.2 Comportamiento de los Volúmenes de Producción 7712.3 Ocurrencia Fenómenos Naturales 8812.4 Precios de Finca 8912.5 Exportaciones de Tabaco 9012.5.1 Exportaciones da Tabaco en Rama 9112.5.2 Exportaciones de Cigarros 92XIII La Crisis de los 80 y el Boom del Cigarro 9313.1 La Crisis de los Años 80 9313.2 Los Proyectos de Empaque 9413.2.1 Las Asociaciones de Cosecheros 9513.2.2 La Participación del INTABACO 9613.3 El Boom del Cigarro 9713.4 Saldo de Deudas Mediante Entrega de Bonos 99XIV Lucha Contra la Piratería y Falsificaciones 100XV Santiago de los Caballeros: “Capital Mundial del Tabaco” 101XVI Principales Logros Institucionales del INTABACO 102• Galería de Fundador y Directores del INTABACO 103• Evolución del Logo Institucional 106• Cigarros 50 Aniversario INTABACO 107

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7Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

PRESENTACIóN

Esta administración al conmemorarse el quincuagésimo aniversario de la fundación de la institución ha estimado necesario y conveniente, desde el punto de vista histórico, plasmar en un do-cumento memoria, los hechos y eventos más impor-tantes y trascendentes acontecidos en el sector ta-bacalero nacional, desde sus inicios hasta la fecha.

Este compendio de narraciones y de análisis de docu-mentos, informes y datos recabados mediante entre-vistas y encuentros sostenidos con personalidades ligadas al sector tabacalero, desde antes y posterior a la creación de este Instituto, a las cuales se les re-conoce sin ambages, sus valiosos aportes en favor del desarrollo, crecimiento y modernización de este sector productivo, sean éstos, a través de la produc-ción, de la industrialización o del mercadeo de esta hoja aromática o de sus subproductos.

Al poner en manos de los usuarios el contenido de la presente publicación, pretendemos dejar un legado a las actuales y futuras generaciones, para que las mis-mas hagan buen uso de todas las informaciones y datos que se plasman en la misma, sin dejar de destacar que esto ha sido posible, gracias al esfuer-zo de todos los profesionales, técnicos y empleados en general de este instituto, labor que merece de nuestra parte, las felicitaciones más sinceras.

Con la edición y distribución del presente documen-to, las autoridades que dirigimos el Instituto del Ta-baco de la República Dominicana, cerramos un ci-clo histórico que comprende medio siglo de trabajo institucional, que sin lugar a dudas, ha repercutido positivamente en el crecimiento y la expansión de este importante sector de la vida económica del país, generador de empleos y divisas, particular-mente a todos los integrantes del sector tabacalero nacional.

Los frutos de los esfuerzos desplegados durante estas cinco décadas, no solamente han sido apre-ciados localmente, si no que los mismos han tra-cendidos fronteras a niveles que hoy día, el tabaco dominicano y los productos derivados de éste, ocu-pan un sitial preponderante por su incuestionable calidad, lo que le ha granjeado el reconocimiento internacional, de parte de naciones, organismos y consumidores, hecho que constituye sin lugar a du-das, un orgullo para nuestra nación.

Transcurridos más de 500 años desde que los euro-peos conocieron el tabaco en América, y ahora en el 50 aniversario de la creación del Instituto del Ta-baco, deseamos repetir lo que sus autoridades han expresado en más de una oportunidad, que Repú-blica Dominicana se siente orgullosa de producir uno de los mejores y más sanos tabacos del mun-do, y al ofrecerlo a la convulsionada humanidad de nuestros días, lo hacemos, no solo con el interés de buscar su expansión comercial, sino que procu-ramos imbuir en la población, el espíritu de los pri-meros habitantes de esta isla, de pasar de mano en mano, la pipa de la paz, que contiene el tabaco producido en esta tierra.

Que Dios bendiga a esta nación, y que el aroma que se desprenda de nuestro tabaco, se esparza por el mundo, y deje en cada nación, en cada ciudad, en cada aldea, y en cada hogar un mensaje de amor y buena voluntad.

Ing. Lorenzo Fernández EspinalDirector Ejecutivo

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8 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

AgRAdECIMIENTOS

a los dirEctorEs habidos desde entonces y a todo el perso-nal técnico, administrativo, obre-ro, presente o ausente, que con tantos esfuerzos y desvelos han formado y forman parte de esta Institución.

A los fabricantes, exportadores, procesadores, obreros y coseche-ros de tabaco, pues ellos, en gran medida, hacen posible la existen-cia y permanencia del Instituto.

Al Ing. Hendrick Kelner, Director General de Tabadom Holding, Inc. y al señor Eladio Díaz, Director de Producción y Calidad, por la con-fección de los cigarros del 50 Ani-versario del INTABACO.

Al hoy Ministerio de Agricultura y al Banco Agrícola de la República Dominicana, al Cosejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, al Ministerio de Industria y Comer-cio y al Ministerio de Relaciones Exteriores por haber dado su de-cidido apoyo al Instituto del Taba-co, cada uno en las áreas de su competencia.

A la Empresa Philip Morris Diomi-nicana por sus valiosos aportes para la publicación de este docu-mento.

A los señores Luis Crouch, Emilio Rodríguez (Pepe), Benedicto Al-monte, Ramón Darío Vásquez, Ge-naro García García, Andrés Bautis-ta García y Roque T. Bretón, por sus aportes hechos a través de entrevistas y conversatorios, los cuales enriquecieron el conteni-do de este trabajo, sin los cuales, esta “Memoria” hubiese resulta-do incompleta.

A la Comisión responsable de ela-borar esta memoria, la cual fue constituida mediante la Resolu-ción No. 3 de fecha 21 de febrero del 2011, basada en las faculta-des que el Acápite (b) de la Ley 165-01 atribuye al Director Ejecu-tivo del INTABACO, y que estuvo integrada por:

Sr. Florentino VerasSr. Iturbides ZaldívarSr. Ariosto MéndezSr. Rafael GrullónSr. Gaspar PolancoSr. Tirso Ramírez Sr. Valerio Tineo Sr. Rafael Taveras.

A los iniciadores del Instituto del Tabaco en 1962.

A todos, gratitud y reconocimientos sin límites.

Instituto del Tabaco15 de Junio 2012

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9Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

INTROduCCIóN

AuNquE EL PROPóSITO principal de la presente publicación, es el de destacar los principales even-tos acontecidos en esta institución pública y en el sector tabacalero nacional durante las últimas cinco décadas, periodo que abarca desde la creación del INTABACO,como organismo facultado para diseñar y poner en ejecución todas las medidas necesarias que propicien el desarrollo y crecimiento del referido sector productivo local; la misma contiene un capí-tulo de antecedentes históricos, incluido con la in-tención de refrescar conocimientos y dar a conocer algunos hechos y eventos desconocidos por muchos, pero de incalculable valor histórico.

Estos antecedentes incluyen una amplia narración de aspectos históricos verificados durante el período de colonización de estas tierras. Aunque los orígenes del cultivo del tabaco anteceden a la época colonial, fue con la ocurrencia de este acontecimiento, cuan-do aparecen informaciones sobre este cultivo y su uso en el nuevo continente. Esta recreación va des-de la llegada de los conquistadores a esta isla, hasta la fecha en que se crea el Instituto del Tabaco de la República Dominicana.

Aspectos tan significativos como el ocurrido en el 1518, en el que el Franciscano español Fray Ramón Pané envía semillas de tabaco a Carlos V Rey de Es-paña, quien dispuso que se ensayase este cultivo en la península; así como lo escrito siglos después por el libertador José Martí, a través del cual expresa que:

“el tabaco es la planta amable que da el humo com-pañero del hombre y ya con la compañía constante de todas horas, hasta en las solitarias y nocturnas, las horas de las misteriosas fecundaciones huma-nas, el hombre halló en él, consuelo del amigo, im-pulso del pensamiento y escala de la inspiración”, son plasmados como antecedentes de interés para todos los que lean este documento.

En lo referente a lo institucional, este documento memoria recoge en detalles los pormenores de los eventos que se dieron en el país con anterioridad a la creación del Instituto del Tabaco, así como tam-

bién aquellos que ocurrieron posterior a este evento, los que forman parte del desempeño de esta insti-tución, la que como organismo rector de la política tabacalera oficial, empezó sus faenas a favor del sector tabacalero a partir del 1962.

Contiene además este documento, un compendio de leyes y decretos que constituyen el marco legal institucional, instrumentos que son expuestos de manera cronológica y resaltando de ellos, algunos aspectos de interés, con el único fin de que el lector pueda formarse una idea de cómo ha evolucionado esta institución con el discurrir del tiempo. Se inclu-ye asimismo, una galería contentiva de fotografías de los funcionarios que han tenido la responsabi-lidad de dirigir esta institución desde su creación el 15 de junio de 1962. Análisis de las estadísticas de siembras y producción de tabaco, zonificación del cultivo, exportaciones y precios en finca del producto, épocas de bonanzas y de situaciones críticas en la producción de esta hoja aromática, estaciones expe-rimentales, aspectos de investigación agrícola, y de asistencia técnica, son aspectos expuestos con deta-lles y con rigor profesional, para mejor comprensión del lector o del potencial usuario de este importante documento memoria.

Finalmente, las actuales autoridades del INTABACO abrigan la esperanza de que todo este esfuerzo sea valorado en su justa intención y valor intrínseco, ex-hortándoles a las futuras direcciones que asuman el compromiso, de continuar con la labor de difundir y dar a conocer lo que hace la institución, mas en una época como la actual, que exige calidad, opor-tunidad y transparencia en la información pública que servimos a los usuarios de las mismas.

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Dibujo de una planta de tabaco, hecho en 1507 (tomado del libro “Cultivo del Tabaco Negro en la República Dominicana”. 1981. pág. 9)

El tabaco era usado por los Mayas para celebraciones rituales y reli-giosas, fue co-nocido por los occidentales en 1492 con ocasión de la llegada de Co-lón y sus expe-dicionarios.

I Antecedentes Históricos

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LOS EXPERTOS han determinado que el centro del origen del tabaco se sitúa en la zona andina, entre Perú y Ecuador, puntualizando que los primeros culti-vos debieron de tener lugar entre cinco mil y tres mil años antes de Cristo. Documentos históricos preci-san que cuando América fue colonizada, el consumo estaba extendido por todo el continente.

Fumar, o sea inhalar y exhalar el humo del tabaco, constituía una de las costumbres más arraigada en-tre los habitantes de América del Sur. Además de fumarse, el tabaco se aspiraba por la nariz, se mas-ticaba, se comía, se bebía, se untaba sobre el cuer-po, incluso hasta se utilizaba en gotas en los ojos. También se señala que empleado en ritos, se sopla-ba sobre el rostro de los guerreros antes de la lucha, se esparcía en campos antes de sembrar, se ofrecía a los dioses, se derramaba sobre las mujeres antes de una relación sexual.

El tabaco era usado por los Mayas para celebracio-nes rituales y religiosas, fue conocido por los occi-dentales en 1492 con ocasión de la llegada de Co-lón y sus expedicionarios. En cada isla que tocó el Almirante Cristóbal Colón en su primer viaje, él y su tripulación observaron con gran asombro un espec-táculo nunca visto por los europeos: El fumar.

La primera cita que hacen los descubridores sobre el tabaco, ocurre apenas dos días después de haber descubierto la primera isla, la de Guanahani, una de las Bahamas, a la que dieron el nombre de San Salvador, cuando el Almirante Don Cristóbal Colón anota en su diario el lunes 15 de octubre de 1492:

“Estando en medio del golfo de estas dos isla... fallé un hombre solo en una almadía que se pasaba de la isla Santa María a la Fernandina, y traía un poco de su pan, que sería tanto como un puño, una cala-baza de agua, un pedazo de tierra bermeja hecha

en polvo y luego amasada, y unas hojas secas que debe ser cosa muy apreciada por ellos, porque ya me trajeron en San Salvador dellas en presente”. Se cree que estas hojas secas eran de tabaco.

Otras versiones tomadas de cronistas españoles su-gieren que “tabaco”, proviene de la castellanización del lugar donde la planta fue descubierta, haciendo referencia a Tobago, una isla antillana, o la localidad mexicana de Tabasco. Sin embargo, lo más verosímil es que proceda del árabe “tabbaq”, nombre que se aplicaba en Europa desde el siglo XV a diversas plan-tas medicinales.

La variedad maya conocida como Cikar (fumar), se extendió por todo el continente gracias al comer-cio. Rodrigo de Jeréz y Luis de Torre, compañeros de Cristóbal Colón, fueron los primeros occidenta-les en conocer su existencia. Rodrigo, a su vuelta a España, fue encarcelado por la Inquisición acusado de brujería, ya que “sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca”.

La primera obra escrita, en la que se relata la for-ma nativa de aspirar el humo proveniente de rollos de hojas encendidas, es la “Apologética historia de las Indias” de Bartolomé de las Casas (1527). Pos-teriormente Gonzalo de Oviedo y Velázquez, en la

“Historia General de las Indias”, describe la planta y sus usos (1535).

Su extensión por el continente europeo fue gracias al embajador francés en Portugal, Jean Nicot de Vi-llemain 1530 - 1600, en su honor Linneo introduce la denominación de Nicotiana en su clasificación Bo-tánica. Este lo introdujo en su forma aspirada (rapé) y la popularizó al supuestamente, “curar” a Catalina de Médicis (esposa de Enrique II) de unas migrañas,

1.1 gENERALES

I Antecedentes Históricos

Antecedentes Históricos

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por lo que se le denominó “hierba de la reina”, “Ca-talinaria Nuduca” y “hierba del embajador”.

Como se puede apreciar, cuando los descubridores llegaron a América el tabaco estaba presente en cada

sitio, pero lo que no se conoce aún, es el lugar exacto donde creció por primera vez, aunque hay autores que afirman que fue desde la Hispaniola de donde fue llevado por los indígenas hacia otras islas.

1.2 EL TABACO EN EL PAÍSCuando Cristóbal Colón llega a la isla Hispa-niola no sabe lo que es el tabaco, incluso el primer regalo que recibe lo tiró por la borda. Nuestros indios eran nómadas y no había una definición social. Den-tro del culto más conocido estaba el de la “cohoba” que era un ídolo semí que tenía un plato en la cabe-za donde quemaba el tabaco y hacían sus ceremo-nias hasta caer agotados y así ellos se comunicaban con sus dioses.

En 1531 ya los españoles sembraban tabaco con objetivos comerciales. Es el primer país en el mun-do en el que se siembra el tabaco con objetivos comerciales, por europeos, destacando que los aborígenes lo tenían incluso como moneda. Aquí se sembró tabaco 50 años antes que en Cuba. Me-diante la cédula de Felipe III del 26 de agosto de 1606, la Corona Española prohíbe por 10 años la siembra de tabaco en la isla. Luego la Corona levan-tó dicha prohibición ante la caída de los impuestos derivados de la exportación. En 1730 se solicitaba a la Corona financiamiento para la cosecha, siendo esta la primera noticia que se obtenía sobre la imple-mentación de esta modalidad.

En 1770 se instala una factoría en Santo Domingo, acción que estimuló la producción del cultivo, pero se prohíbe la exportación de cigarros, a instancia del monopolio español, a la vez que se reduce la cuota de tabaco claro, como señal proteccionista a la industria de Sevilla, la única que hasta entonces

producía este tipo de tabaco. Este monopolio se preservó por más de 350 años. No obstante esto, alrededor de la Villa de Santiago se fue formando una sociedad tabaquera integrada por campesinos propietarios y comerciantes independientes, que por siglos han transmitido, con orgullo de padre a hijos, los conocimientos y experiencias que celo-samente guardaban como su mayor tesoro: la tra-dición más antigua y genuina de producir tabaco. Esta sociedad se expandió por toda la región, con efectiva incidencia en el quehacer económico, polí-tico y social, gravitando en este sentido, en el deve-nir histórico de nuestra nación.

Ya para el 1795 con el Tratado de Basilea, la isla Hispaniola pasa al dominio Francés, empezando nuestro tabaco a tener más posibilidades, al explo-tar nuevos mercados tales como Inglaterra, Holanda, Estados Unidos y Haití. Con la dominación haitiana au-menta la siembra del cultivo, así como la exportación y la producción de cigarros.

En 1870 se inicia una nueva era para la República Dominicana, con la llegada de grandes inversiones de capital, sobre todo en el Sur y el Este del país, básicamente en plantaciones de Caña de Azúcar. Sin embargo en el Cibao Central, el tabaco conti-nuó siendo el cultivo principal para un gran número de pequeños agricultores.

En 1889 una empresa holandesa se instala en la pe-riferia de Santiago, la que genera una producción a gran escala en la Finca “La Carmelia”, constituyén-dose durante tres años, como la de mayor gene-ración de empleos en la región. También y en ese mismo año, el varón “Monfardas” poseía un proyecto de fincas modelos para capacitar a los campesinos

La República Dominicana es el pri-mer país en el cual se cultivó taba-co con objetivos comerciales.

I Antecedentes Históricos

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sobre el cultivo de tabaco. De igual forma, y en aque-llos tiempos, Máximo Gómez, exilado de la guerra de los 10 años de Cuba, instaló en su finca, denomina-da “La Reforma” situada en Laguna Salada (Monte-cristi), una plantación de tabaco que permaneció por siete años. Justo es destacar que para ese entonces, productores nacionales, tales como: el General Sosa, Joaquín Díaz y los hermanos Espaillat, sembraron grandes extensiones con mano de obra asalariada.

En la primera década del siglo XX, mediante la intro-ducción de una nueva tecnología que posibilitaba la producción de cigarrillos en masa o en gran escala, el tabaco recibe un gran impulso. Ya para el 1902 se funda “La Habanera” y en 1903 Eduardo León Jimenes inicia las operaciones de “La Aurora. Estas dos empresas dominaron el mercado de tabaco del cigarro en el siglo XX, pero a pesar de sus esfuer-zos, el mercado local de cigarros no se pudo expan-dir y consolidar como un mercado suficientemente importante de exportación.

Conforme a datos que tienen como fuente al señor Enrique Dechamps, para 1907, el país contaba con 87 tabaquerías y 25 cigarrerías, mientras que para el 1916, y como resultado de la invasión Norteame-ricana, fueron atraídas varias empresas: la Tropical Tobacco, empresa que se dedicaba a la producción de cigarrillos en Santiago; la Cigar Leave Dominican To-bacco, orientada a la exportación; la General Girar, la Compañía Trading Company (Holandesa) y la Compa-ñía Dominicana de Tabaco, las cuales iniciaron proce-sos de compras que involucraban grandes volúmenes de tabaco criollo.

Para el 1911, el gobierno designa al Agrónomo Alber-to Michelen, de origen alemán, como Director General de Agricultura, quien introdujo mejoras notables en el cultivo de tabaco, principalmente en los procesos tec-nológicos característicos de una explotación moderna para esa época. Con estos fines instaló un campo expe-rimental en Jacagua, donde se instruía a los coseche-ros respecto a las ventajas de instalar semilleros y usar semillas de calidad.

En 1917 el tabaco constituía una fuente importan-te de generación de empleos directos e indirectos. Para ese tiempo, se destacaba la fabricación de se-rones, hechos de hojas de palma-cana, utilizados para empaquetar el tabaco, actividad que deman-daba mano de obras de la región. De igual manera, el transporte del tabaco en serones, se realizaba mediante recuas, formadas por manadas de vein-te animales que cargaban dos serones de sesenta kilos cada uno, las que requerían de brigadas de hombres para su manejo. Posteriormente y con la construcción del ferrocarril, disminuye el uso de las recuas, verificándose de esta manera, un cambio importante en el empacado, al utilizar el yute como materia prima para empacar el tabaco.

Durante ese mismo año, el departamento de Agri-cultura arrendó 96 tareas, ubicadas en la cercanía de Santiago, superficie que se destinó exclusiva-mente al cultivo de plántulas de tabaco, que poste-riormente eran distribuidas por toda la región, con el propósito de convencer a los agricultores sobre las ventajas de realizar semilleros para obtener una producción uniforme de tabaco en la zona. La varie-dad utilizada en esa ocasión fue el Amarillo Parado.

Ceremonia de curación con tabaco entre los indios americanos. (“Cultivo del Tabaco Negro”. 1981. pág. 15)

I Antecedentes Históricos

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Ya para el 1920, las condiciones del mercado cambiaron bastante con la intervención de las empresas Tabacalera Española y la Compañía General de Tabaco Francesa, las que establecie-ron niveles de precios que transformaron los mer-cados de esa época, de manera tal, que incidie-ron en la mejoría de los procesos de empaques, codificación, selec-ción y fermentación del producto. Tam-bién para esa época se construye un sis-tema de riego en la región occidental de Santiago, incorpo-rando nuevas tierras, con lo que se amplía la superficie dedica-da a este cultivo.

En el 1914, la empre-sa Manuel de Jesús Tavarez y Cia., con-trató los servicios del experto costarricense Luis Carballo Romero, quien dirigió intensas campañas tabacale-ras, con el objeto de mejorar el cultivo de tabaco, a través de actividades de asis-tencia técnica. Estas acciones de capaci-tación continuaron durante los gobiernos de Horacio Vásquez y Rafael L. Trujillo. Entre los cambios tecnológicos imple-mentados, cabe mencionar el de la siembra tempra-na, proceso tecnológico que indujo el cambio de la época tradicional para trasplantar las plántulas en enero y febrero. Otra modalidad tecnológica puesta en marcha, fue la de mejorar las condiciones de los ranchos de tabaco, los que acusaban deterioros que generaban mermas apreciables en la calidad de las hojas debido al secado inadecuado de las mismas.

A principios de la década de los sesenta, luego del triunfo de la Revolución en Cuba y del embargo co-mercial impuesto a ese país, vienen a República Dominicana los expertos en cultivo de tabaco, Sres. Arcenio Pérez, José Rodríguez y Napoleón Padilla. Este último fue fundador del INTABACO en el 1962.

En el 1973, el INTABA-CO realizó el estudio

“Zonificación del Taba-co en la República Do-minicana” mediante el cual las autoridades de la institución pro-curaban información sobre áreas temáticas de importancia y fac-tores de incidencia en el cultivo, como son: suelos, clima, y agua para irrigación. Los re-sultados obtenidos a través de estas inves-tigaciones permitieron determinar los efectos de estos factores en la calidad del producto. Estos estudios conclu-yeron en que tanto las condiciones del clima y de los suelos, generan cambios significativos en el contenido de ni-cotina y en los valores de combustibilidad

del producto. Asimismo, dicho estudio aportó datos con relación al manejo adecuado del cultivo, desde la siembra hasta el secado de las hojas.

Estos trabajos de investigación abarcaron 638 fin-cas productoras, que cubrían una superficie de 25,000 hectáreas en el territorio nacional.

I Antecedentes Históricos

Luis Carballo Romero

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15Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

El Cultivo del Tabaco

EL géNERO NIcoTIaNa está dividido en numerosas especies, las que a su vez se clasifican en subgrupos, siendo Nicotiana tabacum, Nicotiana rústica y Nico-tiana petunioide, los de mayor importancia. El Nico-tiana tabacum a su vez se subdivide en cinco gran-des grupos de tabaco o grupos de variedades según los métodos de curación: tabacos claros secados al sol, como el Burley; tabacos claros secados al horno (flue-cured), tipo Virginia; tabacos oscuros secados al aire, ejemplo: Amarillo Parado; tabacos orientales se-cados al aire y/o al sol, variedades turcas; y tabacos curados al humo.

Entre las particularidades de este cultivo está la de poder sintetizar la nicotina, alcaloide que al quemar las hojas del tabaco, se desprende como humo, el que al ser inhalado, proporciona una sesación pla-centera y agradable para el fumador.

El tabaco es una planta perenne que rebrota al cor-tarse. No obstante esta característica se le considera como una planta anual. Posee tallo herbáceo recto y sub-leñoso, siendo sus hojas grandes, aisladas y enteras, lanceoladas, alternas y sentadas, de forma tal que casi se abrazan al tallo, y raramente sinuosas u onduladas. De color verde pálido, aunque debe se-ñalarse que su coloración varía de acuerdo con las especies. Su porte puede alcanzar y hasta superar los dos metros de altura al florecer.

La hoja de tabaco posee una composición bastante compleja ya que contiene azúcares, ácidos orgáni-cos, hidrocarburos, proteínas, sustancias minerales, entre otras.

Por su parte sus flores son hermafroditas presentan-do forma tubular, gamopétalos, en panojas o racimos terminales, con variante en su coloración que va de verde a rojo, pasando por el amarillento y anaranja-do.

La raíz de la planta de tabaco es pivotante y presen-ta un gran número de raicillas secundarias. Su cáliz se define como tubuloso, siendo ovoideo o acampa-nado. Además posee numerosas semillas, por cierto muy pequeñas, con forma de riñón, de color marrón oscuro o color tabaco.

El tabaco es una planta de desarrollo bastante rápi-do, que florece a los 2 ó 3 meses y finaliza su ciclo vegetativo alrededor del cuarto mes en climas cálidos en algunos tabacos tipo Havanensis, y al séptimo mes en algunos tabacos flue-cured en climas templados, lo que explica el poder de este cultivo para adaptarse tanto a zonas de clima templado como de clima tro-pical.

El Cultivo del TabacoII

El tabaco pertenece a la especie botánica Nicotiana tabacum, familia Solanáceas, y su cultivo data de varios siglos, pues los cultiva-res más antiguos fueron encontrados en América del Sur, específica-mente en Brasil, Colombia, El Salvador y Perú. Su nombre fue dado en 1565, en honor a Jean Nicot.

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16 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

III Situación Tabacalera antes del INTABACO

Situación Tabacalera Antes del INTABACO3.1 gENERALIdAdES

EN LOS PRIMEROS AñOS de la década de los 60, la tecnología que se utilizaba en la producción de ta-baco en la República Dominicana era muy incipien-te, aún cuando desde centurias anteriores, a este producto se le venía considerando como uno de los más importantes en el medio rural dominicano.

El uso de prácticas agrícolas rudimentarias y la fal-ta de capital de trabajo, constituían las limitacio-nes fundamentales para producir tabaco de buena calidad. Sobre este último aspecto, es importante consignar que para la cosecha correspondiente al período 1960 -1961, solamente 549 campesinos recibieron créditos del Banco Agrícola por un monto total de RD$ 67,195.00, esto conforme a datos ex-traídos del “Estudio Tabacalero en la Republica Do-minicana”, elaborado por los Ingenieros Napoleón Padilla y Emilio Silva en 1962.

Para esa época, se estimaba que de 8,000 a 10,000 cosecheros cultivaban tabaco en una exten-

sión de 300,000 tareas. El 80% de esta superficie, se sembraba tabaco por administración, sea como propietarios o arrendatarios, mientras que el 20% restante, correspondía a sistemas de colonatos o “a medias” (aparcería). En el sistema de aparcería el dueño aportaba el terreno y los ranchos para curar o secar el tabaco, mientras que el colono o aparcero entregaba el 50% de la cosecha obtenida libre de todo gasto.

Con relación a las variedades y sus usos, se tiene que para principios de los años 60, la producción tabacale-ra dependía de la siembra de variedades con caracte-rísticas no bien definidas y muchas veces indeseables, lo cual afectaba la calidad y el rendimiento del cultivo. Estas variedades conformaban dos grupos:

1. El denominado tabaco Criollo, representado por las variedades Amarillo Parado, Amarillo Planchado y Ja-gua, entre otras. Su producción tenía como destino principal la exportación a países europeos.

El uso de prácticas agrícolas rudi-mentarias y la falta de capital de trabajo, constituían las limitacio-nes fundamentales para producir tabaco de buena calidad.

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17Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

2. El tabaco de Olor cuyo grupo estaba compuesto por las variedades Quín Díaz, Sumatra y el llamado Cubanito (no Piloto Cubano). Prácticamente la tota-lidad de la producción se exportaba a los Estados Unidos, aunque ciertas cantidades se utilizaban en la fabricación de cigarros y cigarrillos para consumo doméstico.

Sin embargo, en la zona de Yamasá y en algunas localidades de la zona Sur del país, la situación de las variedades sembradas era diferente, ya que allí predominaba la siembra de las variedades de taba-co Criollo que los agricultores nombraban “Negrito”

y “Venudo”. Su principal uso era en la fabricación de andullos. En efecto, se calculaba que de cada 104 libras de tabaco despalillado se podían confeccio-nar 4 andullos de 26 libras cada uno.

Antes de la creación formal del Instituto del Taba-co, se destacaban tres aspectos de importancia en la producción de este cultivo. El primero hace refe-rencia a las zonas dedicadas al cultivo, el segundo a las prácticas agrícolas empleadas, y el tercero a los aspectos de clasificación. Veamos en detalle los mismos.

3.2 ZONAS dE PROduCCIóN

Para el 1961, el “territorio taba-calero dominicano” estaba di-vidido en seis zonas, las cuales produjeron un total de 549,477 quintales distribuidos.

Zona Localización Producción en quintales

A Sur del país 8,926B Este del país 2,340C Yamasá, Cotuí, Cevicos 35,509D Prov. Julia Molina, Samaná, Sánchez Ramírez 11,002E La Costa Norte, Luperón, La Isabela 14,850F Cibao 363,511F Tabaco de Olor para Cigarros 13,339

Tabaco en poder de los cosecheros (Estimado) 60,000Volumen almacenado sin reportar (Estimado) 40,000

III Situación Tabacalera antes del INTABACO

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18 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

3.3 PRáCTICAS AgRÍCOLAS y ASISTENCIA TéCNICA

III Situación Tabacalera antes del INTABACO

PARA REgAR LA SEMILLA en los meses de sep-tiembre y octubre se construían los canteros con una dimensión aproximada de un metro de ancho y diez o doce metros de largo. Otro método para pro-ducir las plántulas o posturas, consistía en talar y preparar un pequeño predio de tierra virgen (tum-ba) y sin construir ningún tipo de cantero se rega-ban las semillas en la superficie plana.

El trasplante se iniciaba a partir del mes de noviem-bre y la cosecha finalizaba entre mayo y junio, mien-tras que los métodos de cultivo resultaban muy pri-mitivos, siendo el uso de fertilizantes muy escaso. Asimismo, el control de los insectos y las enferme-dades también era muy precario.

Las hojas de tabaco cosechadas eran amarradas en sartas o ristras que tenían una longitud de 3 a 4 brazas humanas, las cuales se colgaban en primi-tivos ranchos, con la finalidad de protegerlas de la lluvia y del excesivo sol. Para confeccionar las sar-

tas donde las hojas serían amarradas, se utilizaban cogollos de palma cana y fibras de tallos de matas de plátano, pero en otras zonas también era común el uso de materiales como los llamados “samo” o

“bejuco de samo” y “cogollo de palma manacla”.

EL TABACO CRIOLLO era comprado sin clasificar. Los compradores lo seleccionaban posteriormente en sus almacenes de acuerdo al largo y la textu-ra de las hojas, estableciendo tres clases: FF, F y A. Después se trató de unificar estas clases para estructurar una clase única (HS), que incluyera las tres clases en forma de hoja sueltas. El tabaco de Olor se clasificaba en FF (Capa), F (Capote), A- larga (Tripa), A-corta (Tripa), y picadura. De la FF se se-leccionaba la clase SS especial, que era una capa selecta.

Con antelación a la creación del INTABACO, un diag-nóstico del sector tabacalero reflejaba que las prác-

ticas agrícolas utilizadas en la producción eran muy atrasadas; donde la siembra de variedades mez-cladas y con características genéticas indefinidas constituían el factor limitante para mejorar la cali-dad de la hoja. También indicaba que la infraestruc-tura agrícola no era la mejor; razones por las cuales este sector sentía la necesidad de ser diversificado, mediante la introducción y siembra de otros tipos de tabaco. Es pues bajo esta situación imperante que surge la necesidad de crear el “Instituto del Ta-baco de la República Dominicana”.

3.4 CLASIFICACIóN dEL TABACO

Muestra de las sartas elaboradas por los productores, aspecto que fue mejorado con la asistencia técnica del INTABACO. (Colección Rafael Grullón).

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19Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Creación del

Instituto del Tabaco

IV Creación del Instituto del Tabaco

Mediante la Ley 5961, del 15 de Junio de 1962 se crea el Instituto del Tabaco de la República domi-nicana, entidad autónoma y con personalidad jurídica propia.

4.1 ACCIONES y EVENTOS MOTIVANTES

Para ese entonces, arribó al país un grupo de téc-nicos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el mandato de ofrecer asesoría técnica al go-bierno y sus instituciones. Como integrantes de este equipo profesional se encontraban los Ingenieros cubanos Emilio Silva, un destacado planificador agrícola, y Napoleón Padilla, quien había llegado el 23 de abril de 1962, precedido por la fama de ser un conocedor de la producción tabacalera.

El Señor Padilla recomendó al gobierno que la Re-pública Dominicana debía de aprovechar el espacio que dejaba Cuba, como suplidor de hojas de tabaco de alta calidad para la industria del cigarro en los

Estados Unidos, como consecuencia del bloqueo comercial que aún se aplica a esa vecina nación an-tillana. La propuesta del Ing. Padilla, establecía la necesidad de crear una institución responsable de armar una estructura que pudiera manejar la siem-bra, producción y procesamiento de las hojas de ta-baco, para lo cual redactó y sometió a modo de su-gerencia, un proyecto de legislación para la creación de la recomendada institución, a la que denominó

“Instituto del Tabaco de la República Dominicana”.

El Consejo de Estado aceptó la propuesta y promul-gó en fecha 15 de junio de 1962, la Ley 5961, la que fue publicada en la gaceta oficial No. 8673.

EN EL AñO 1962 el país estaba gobernado por un Consejo de Estado; no había congreso, ni Senadores, ni Diputados; sólo siete personas que forma-ban dicho Consejo.

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20 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Esta legislación en su artículo 2 establecía que el “Instituto del Tabaco de la República Dominicana”, quedaba investido como entidad autónoma, con personalidad jurídica propia, con facultades para contratar, demandar y ser demandado en su propio nombre y derecho, pudiendo además, tener su pa-trimonio propio, emitir sus propias obligaciones con la autorización expresa del Poder Ejecutivo, las cua-les en tales casos, gozarán de la garantía ilimitada del Estado. Como se colige, se trataba pues de una institución de avanzada para ese momento, formu-lada con un criterio innovador, ya que fue concebi-da como una institución del Estado para el fomento agrícola de un rubro específico, con carácter técnico y libre campo de acción, sin las ataduras propias de la burocracia estatal.

Esta herramienta, que dio vida a una nueva forma institucional, estaba rubricada con las firmas de los integrantes del Consejo de Estado: Rafael F. Bonne-lly, Presidente del Consejo; Nicolás Pichardo, Primer Vicepresidente; Donald J. Read Cabral, Segundo Vicepresidente; y Monseñor Eliseo Pérez Sánchez, Antonio Imbert Barrera, Luís Amiama Tió, y José Fer-nández Caminero, Miembros

IV Creación del Instituto del Tabaco

Napoleón Padilla, fundador del INTABACO, 1962 Rafael Bonnelly, presidente del Consejo de Estado en 1962

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21Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

4.2 SEdES dEL INSTITuTO dEL TABACO

EN Su PRIMER ARTÍCuLO, la Ley 5961 estableció como sede del “Instituto del Tabaco de la República Dominicana” la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, estableciendo en su artículo 44, la asigna-ción de un edificio situado en la zona de la Feria de la Paz, localizado específicamente entre las Avenidas Cardenal Spellman y George Washington, y calle B de este sector. Sin embargo, posteriormente, dos meses más tarde, mediante la Ley 5998 de fecha 2 de agosto de 1962, publicada en la gaceta oficial No. 8680, se dispuso el traslado de su sede a Santiago, centro de la actividad tabacalera del país, asignándole la anti-gua Mansión de Trujillo, situada en la Av. Franco Bidó No.69, hoy Avenida Juan Pablo Duarte. Con este cam-bio de sede, se produce un hecho de trascendencia histórica, pues con esta acción el Instituto del Tabaco se convirtió en la primera institución de carácter na-cional que se radicaba fuera de la ciudad capital, al menos durante el siglo pasado.

La primera estructura orgánica de dirección del Insti-tuto, estuvo conformada por las siguientes persona-

lidades: Sr. Carlino González, Presidente y Sr. Miguel Estrella, Vicepresidente; quienes una vez juramenta-dos en el organismo procedieron a la selección, por oposición como mandaba la ley, del restante personal que estipulaba este instrumento legal, recayendo es-tas responsabilidades en las personas de: Luis Carba-llo, Director Agrícola; Archivaldo Vásquez, Director Co-mercial; Ingeniero Tavares, Director Industrial, y Darío Bencosme, Director Administrativo y Legal.

En 1991 ocurre otro movimiento de su sede, pues por disposición de la Presidencia de la República, se asignó el edificio de la Juan Pablo Duarte No. 69 a la Secretaría de Estado de Cultura, institución que esta-bleció en esta edificación, a la Escuela de Bellas Artes, mientras que el INTABACO fue trasladado a una nueva edificación construida en terrenos de la Estación Ex-perimental de Quinigua, donde actualmente permane-cen sus oficinas técnicas y administrativas.

Vista frontal del edificio que alojó al INTABACO del 1962 al 1991, ubicado en la Av. Duarte # 69 en Santiago de Los Caballeros. (Cortesía de Iturbides Zaldívar)

Nuevo edificio que aloja las oficinas administrativas del INTABACO, ubicado en la autopista Joaquín Balaguer, en Quinigua, Villa González.

IV Creación del Instituto del Tabaco

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IV Creación del Instituto del Tabaco

4.3 MARCO juRÍdICO INSTITuCIONAL

Desde la creación del Instituto, con el paso del tiempo, los cambios políticos del país y el estableci-miento de varios go-biernos, dispusieron de medidas que en definitiva, alteraron el estatus legal de la institución. Desde entonces hasta hoy un total de once (11) instrumentos lega-les han modificado la estructura jurídica de la institución y ló-gicamente su siste-ma operativo.

LeyesLey No. 5961

MEdIANTE LA LEy Nº. 5961 se crea el 15 de junio de 1962, el Ins-tituto del Tabaco de la República Dominicana (INTABACO) como enti-dad autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Es de interés resaltar algunos de los motivos que indujeron al Consejo de Estado de la República a disponer de la creación de este órgano esta-tal, concebido para normar las acciones del sector tabacalero del país. Es de interés destacar que en esos momentos, el sector tabacalero nacional se encontraba en condiciones prácticamente de abandono, subsistiendo de manera precaria, precisando de definiciones y adop-ción de políticas claras que propiciaran aumentos significativos en los niveles de producción y productividad del cultivo del tabaco, por me-dio de la tecnificación y modernización de este importante rubro de nuestra agricultura.

Además, para esa época, se apreciaba el hecho de que los agricul-tores, dedicados al cultivo de esta hoja, carecían de una adecuada y oportuna protección oficial, básicamente en cuanto a la estabilización de los precios y a la disponibilidad de una fuente para el adecuado financiamiento de sus actividades productivas. Esto contrastaba con las enormes posibilidades de participación que ofrecían los mercados internacionales para la expansión del tabaco dominicano tradicional.

Conforme a lo dispuesto por la legislación de referencia, el Instituto del tabaco tendría su sede en la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, consignándose entre sus estipulaciones más importantes, la de adoptar todas las medidas que considerase convenientes para la preparación e industrialización de este rubro; así como la de esta-blecer regularización en cuanto a precios en los diversos niveles de producción y de manufactura existentes. Establecía igualmente, que el Instituto realizaría estudios de todo lo relativo a la industrialización del tabaco, con la finalidad de mantener un nivel justo y equitativo de precios razonables, que generara mayores remuneraciones a favor de la economía tabacalera nacional.

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23Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

IV Creación del Instituto del Tabaco

En ese entonces, dentro de las funciones que se les atribuían al INTABACO, se destacaba la de ser un ente regulador del sector tabacalero del país, siem-pre bajo el concepto de respeto de la libre empresa en las actividades productivas e industrial del ta-baco. En este sentido, se recalcaba que el Institu-to sólo intervendría como organismo estabilizador, regulador y en la solución de problemas de emer-gencia que afectasen al sector. Otras disposiciones contenidas en ese instrumento legal, fue la que disponía que el Instituto señalara anualmente los precios mínimos del tabaco, de conformidad con la zona de producción y el tipo de tabaco a cultivarse en la misma. Igualmente le confieren la responsabi-lidad de pignorar o comprar tabaco a los coseche-ros productores, cuando las circunstancias así lo requirieran.

Asimismo y a los fines de regular el financiamiento agrícola para este sector, se le asignó al Instituto la facultad de establecer área mínima económica para la explotación tabacalera, conforme a la zona de producción y el tipo de tabaco a cultivar. También

se le otorga faculta para planificar la producción ta-bacalera nacional en aquellos momentos en que existieran posibilidades de excedentes del producto, para lo cual establecerían cuotas de producción por zona y por cosechero.

Mediante este dispositivo legal, se propició toda una reforma impositiva en el sector, al derogarse los impuestos consignados para los cigarrillos, me-diante las leyes No. 858 del 13 de marzo de 1935; No. 794 del 19 de enero de 1945; No. 5054 del 18 de diciembre de 1958, así como el impuesto del 12% establecido a través de la ley del Presupuesto Nacional y de Gastos Públicos.

Otra medida de trascendencia dispuesta en esta ley de creación de la institución, lo constituye la crea-ción de un impuesto de RD$3.50 por millar de ci-garrillos elaborados en el país en base a materia prima criolla, y de RD$11.00 por millar de cigarrillos elaborados exclusivamente en el país en base a ma-teria prima importada.

Ley No. 5992Ley Nº 5992 de fecha 25 de julio 1962, que concede Franquicia Pos-tal y Telegráfica al Instituto del Tabaco de la República Dominicana.

Ley No. 5998A través de la Ley Nº 5998 de fecha 02 de agosto del 1962, se modi-fica el Artículo 1 de la Ley 5961 del 15 de julio de 1962, se modifica la Sede establecida para alojar las Oficinas del Instituto, establecién-dola en la Ciudad de Santiago de los Caballeros, capital de la provin-cia de Santiago, a la vez que se derogan y modifican articulados de varias legislaciones relativas al sector tabacalero y al INTABACO.

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24 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Ley No. 6026La Ley No. 6026 de fecha 10 de septiembre 1962, dispone que el Instituto del Tabaco de la República Dominicana (INTABACO) funcione como organismo dependiente de la Secretaria de Estado de Agricul-tura.

Ley No. 6162Ley Nº 6162 de fecha 14 de enero del 1963, modifica el Artículo 8 de la ley Nº. 5961 que creó el INTABACO el 15 de junio de 1962; y establece la exención de impuestos, derechos fiscales, aduaneros y de todo tipo de gravámenes a la importación de equipos, maquinarias, insumos agrícolas entre otros materiales.

IV Creación del Instituto del Tabaco

Ley No. 6169En fecha 29 de enero de 1963, se promulga la Ley Nº 6169, mediante la cual se deroga la ley Nº 6026 y restablece la ley Nº 5961 en todo su contenido y extensión, legislación esta última, que creó el INTABACO el 15 de junio de 1962.

Ley No. 6209La Ley Nº 6209 de fecha 25 de febrero de 1963, modifica el Artícu-lo único de la ley Nº 6169. En esta ocasión, al tiempo de reiterar la derogación de la ley 6026, deja en vigor la Ley 5961 con las modifi-caciones introducidas por otras leyes.

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25Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Ley No. 179La Ley Nº 179 de fecha 12 de marzo de 1964 deroga la ley Nº 5961 y dispone que los fondos que percibía el Instituto del Tabaco de la República Dominicana (INTABACO) pasen a la Secretaría de Estado de Agricultura, la cual destinaría esos fondos al fomento y cultivo del tabaco.

Ley No. 333Mediante la Ley Nº 333 de fecha 12 de mayo de 1972 se derogan y sustituyen las legislaciones siguientes: Ley Nº 190 del 16 de marzo del 1964, Ley Nº 367 del 18 de agosto de 1964 y la Ley Nº 481 del 7 de noviembre de 1964. Con esta ley, el Estado establece impuestos sobre la producción de cigarrillos a través de la aplicación de estampi-llas. Asume asimismo, por medio de instituciones autónomas, la pro-moción de la siembra del tabaco rubio en el territorio nacional. Tam-bién establece una prohibición para el otorgamiento de exenciones y exoneraciones de impuestos arancelarios o de cualquier otro tipo, aplicables a los productos y manufacturas tabacaleras, incluy endo ci-garrillos, con el objeto de proteger la industria nativa.

Concomitantemente exonera del pago de este impuesto a las expor-taciones de cigarrillos de fabricación na cional, sin importar el tipo de materia prima utilizado para su elaboración.

Ley Nº 20 de fecha 28 de diciembre de 1978, o Ley de Presupuesto de Ingresos y Gasto Público, mediante la cual se establece que los ingresos que perciba el Gobierno Central por cualquier concepto se acumularán, a partir del 1 de enero del 1979, en el Fondo General de La Nación (Fondo 100). A partir de la promulgación de esta legis-lación, los recursos ordinarios del Instituto son suplidos a través de este fondo presupuestario.

Ley No. 20

IV Creación del Instituto del Tabaco

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26 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Ley No. 165-01

Ley Nº 165-01 de fecha 18 de octubre del 2001, otorga personalidad jurídica al Instituto del Tabaco de la Repúbli ca Dominicana (INTABACO) y establece la estructura orgánica y sus atribuciones y funciones.

Mediante esta legislación, actualmente vigente, además de quedar investido de personería jurídica, el INTA BACO, tiene patrimonio propio y facultades para contratar, demandar, y ser demandado a su nombre y derecho. Asimismo, este instrumento legal le confiere la responsabilidad de tomar todas las medidas del caso, con el objeto de mantener la producción de tabaco dominicano y de proteger los intereses de todos los integrantes del sector tabacalero nacional. Dicha ley también establece que el Instituto del Tabaco de la República Dominicana tendrá su sede dentro de la jurisdicción de la provincia de Santiago de los Ca-balleros, pudiendo asimismo, establecer oficinas dentro del territorio nacional y en el extranjero si fuese necesario.

Con relación a las finanzas, dispone que las actividades del INTABACO se cubran con la especialización de un 8% de la aplicación del impuesto selectivo al consumo al tabaco y a los cigarrillos, previendo su ejecución a partir del enero del 2002.

Cabe destacar que mediante la promulgación de esta legislación, fueron derogadas las leyes Nos. 6209 y 179 de fechas 25 de febrero de 1963 y 12 de marzo de 1964, respectivamente.

Atribuciones Institucionales (Artículo 6):

a) Establecer y dirigir la política tabacalera del país.

b) Efectuar compras y almacenar tabaco cuando esta actividad sirva para estabilizar el precio y/o la produc ción de las cosechas.

c) Reunir, coordinar y conservar datos estadísticos, publicaciones y, en general, cuantos elementos de infor mación sean necesarios para la determinación de los mejores métodos de cultivo y preparación del tabaco de la producción nacional y del consumo nacional. Además, podrá recopilar datos e informes de las condiciones del comercio internacional del tabaco.

d) Solicitar de las oficinas agrícolas y de los cultivadores, manufactureros, almacenistas y exportadores del tabaco del país, todos aquellos datos que se refieran al cultivo, producción, preparación y venta del tabaco, prin cipalmente con fines de mejorar la producción nacional y que los agricultores obtengan los mejores beneficios para su producto. Asimismo, implementará las medidas necesarias para el mejoramiento de los sistemas de cultivo del tabaco y de su preparación, clasificación y empaque, tanto para consumo interno como para export ación, con el fin de propiciar el fomento y mantenimiento de su calidad en los mercados nacionales e internac ionales.

e) Velar por el cumplimiento de todas aquellas leyes, decretos, reglamentos, resoluciones y disposiciones relativas a la actividad tabacalera, en estrecha colaboración con otros organismos del Estado.

IV Creación del Instituto del Tabaco

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27Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Funciones y Facultades (Artículo 7):

a) Determinar la época de siembra de tabaco en cada zona tabacalera, de acuerdo a las exigencias del cultivo y las condiciones agro-climáticas.

b) Certificar semillas para la producción de plántulas que serán repartidas entre productores de tabaco en general.

c) Suministrar insumos y materiales al sector tabacalero, en circunstancias que así lo requieran.

d) Efectuar estudios de zonificación para enfocar la producción en las áreas de óptimas condiciones.

e) Velar por la construcción de ranchos e instalaciones adecuados para la curación de tabaco.

f) Coordinar los créditos agrícolas con las fuentes de financiamiento y asesorar e instruir a los cosecheros de tabaco en el manejo de los mismos.

g) Mantener una campaña contra las enfermedades y plagas que afectan el cultivo de tabaco y establecer las medidas necesarias para controlarlas.

h) Efectuar ensayos de cualquier tipo o variedad nueva de tabaco, con miras a establecer su cultivo a escala nacional. Al mismo tiempo, se investigaran técnicas sobre el mejoramiento de variedades, cruza-mientos y prác ticas culturales que puedan ser útiles a los productores.

i) Promover asesoramiento técnico y capacitación a los productores radicados en las áreas indicadas por el INTABACO. Asimismo, determinará el costo de cada variedad en las zonas tabacaleras.

j) Detectar los cambios experimentados en el mercado interno e internacional del tabaco.

k) Elaborar un reporte mensual de las exportaciones e importaciones de tabacos basados en las informa-ciones obtenidas del Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones (CEDOPEX), Banco Central de la República Dominicana u otro organismo o fuente que resulte competente.

l) Mantener estrechas relaciones de coordinación con todas las instituciones públicas y privadas, naciona-les o extranjeras, ligadas al cultivo, producción y mercadeo del tabaco.

m) Mantener boletines estadísticos anuales sobre el cultivo, producción y mercadeo del tabaco.

n) Promover estudios especializados y capacitación técnica en estaciones experimentales del país o en in stituciones extranjeras.

o) Estructurar un programa anual de trabajo y rendir la memoria correspondiente a cada año.

IV Creación del Instituto del Tabaco

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28 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Órganos de Dirección del INTABACO

de conformidad con el Artículo 8 de la ley 165-01, el INTABACO estará dirigido por un Director Ejecutivo, el cual será designado por el Presidente de la República, de una terna que para estos fines, le someta el Ministro de Agricultura, siendo su pe-ríodo de vigencia en dicho cargo, de tres años. El Subdirector Ejecutivo también será designado por el Poder Ejecutivo mediante el sometimiento de una terna. Dispone además y en adición a lo anterior, la constitución de un Consejo Ejecutivo y de una Junta Asesora.

El Consejo Ejecutivo estará conformado por doce (12) miembros, siendo su facultad principal la de di-rigir y orientar la política tabacalera de la República Dominicana. Este órgano de dirección será convo-cado por el Director Ejecutivo y su composición es la siguiente: El Director Ejecutivo o su representante, quien lo preside; los Gerentes Agrícola, Industrial, Comercial, y Administrativo del INTABACO; el Mi-nistro de Agricultura, el Administrador General del Banco Agrícola de la República; y un representante de los siguientes organismos: Productores de taba-co negro; productores de tabaco rubio y Burley; fa-bricantes de cigarros de las zonas francas del país; Asociación de Exportadores de Tabaco Inc.; y de un representante de los Industriales, específicamente de la Asociación Dominicana de la Industria del Ci-garrillo.

Cabe destacar con relación a los miembros de insti-tuciones del sector privado, de que cada institución incluida en este Consejo Ejecutivo deberá designar al miembro que ostentaría su representación ante este órgano de di rección.

Por su parte, la Junta Asesora estará integrada por once (11) instancias. Estas son: El Subdirector Eje-cutivo del INTABACO, el Gerente Agrícola, el Gerente Industrial, el Gerente Comercial, el Gerente Admi-nistrativo, el Asistente del Director Ejecutivo, el Ase-sor Legal, los encargados de divisiones y secciones, supervisores de campo, agrónomos del organismo y el Rector del Instituto Superior de Agricultura (ISA).

En el caso específico del Director Ejecutivo, entre las atribuciones que le consigna el referido instru-mento legal se citan las siguientes: Ejecutar todos los acuerdos que se adopten por mayoría en el Con-sejo así como las obligaciones contempladas en el mismo; coordinar las actividades administrativas de la institución; representar al INTABACO ante la co-munidad nacional e internacional; suscribir acuer-dos y contratos concernientes al buen desarrollo de las operaciones del INTABACO; convocar a concurso de oposición para los principales cargos que consti-tuyen la empleomanía técnica y administrativa de la institución; entre otras funciones.

IV Creación del Instituto del Tabaco

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29Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

ActividadesIniciales del INTABACO

V Actividades Iniciales del INTABACO

5.1 RECLuTAMIENTO dEL PERSONAL TéCNICO

CON LA CREACIóN dEL INSTITu-TO, simultáneamente comenzó la tarea de reclutar el personal técnico, labor que contó con la asesoría del ingeniero Napoleón Padilla, quien personalmente contactó a un grupo de expertos y prácticos tabacaleros cubanos exiliados en Miami.

Entre los meses finales de 1962 y principios de 1963, llegaron al país los señores Raúl Medina Sánchez, agróno mo de profesión que había sido Director de la Es-tación Experimental de San Juan y Martínez, en su natal Pinar del Río, Cuba; Ángel María Pérez, José Emilio Rodríguez Prieto (Pepe) y Arsenio Pérez Barquín. A este grupo el Instituto les asignó como asistentes a los primeros 5 agrónomos dominicanos: Hipólito Mejía Domínguez, Francisco Comprés (Pancho), Fabio Fer-mín Acosta, Fernando Marte y Ramón Darío Vázquez. Por el año 1963, también vino al país a laborar para el Instituto un genetista de origen sudamericano de apellido Ordóñez. Con juntamente con estas accio-nes, se enviaron 2 de los 5 agrónomos dominica-nos, Hipólito Mejía Domínguez y Francisco Comprés, a la Universidad de Carolina del Norte a tomar en-trenamiento sobre la producción de ta baco Rubio y Burley.

A partir de los primeros meses de 1963 arribó al país otro grupo de técnicos cubanos contratados por el In stituto, compuesto por: Justo García Montesino,

Saturnino Pérez, Narciso Sánchez, José Carmona, Prisciliano Méndez y Sigfredo Pérez. Muchos años después, en 1974, otro técnico cubano, Armando (Macho) Villar Riva dulla, quien ya para esa época residía en el país, comenzó a prestar sus servicios al Instituto, en el que permaneció durante un tiem-po considerable.

El Instituto continuó con su política de entrenamien-to y especialización del personal técnico durante los prim eros años de su creación. En esta línea de acción, en 1968 se enviaron por varios meses a la Estación Experi mental de Connecticut, a recibir en-trenamiento en la producción de tabaco para Capa a los agrónomos Ramón Darío Vásquez y Roque T. Bretón.

El productor Venezolano José Antonio Vicioso y el técnico dominicano Rafael Grullón en una jornada práctica del curso sobre tabaco Rubio en Venezuela en el año 1968.

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30 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

En 1968, un dominicano radicado en Venezuela, de nombre José Antonio Vicioso, comerciante y gran produc tor de tabaco, puso a disposición del Ins-tituto su residencia situada en el poblado de San Casimiro, y su finca ubicada en la localidad de Ca-matagua, Estado de Aragua, con la finalidad de que

técnicos dominicanos tomaran entrenamiento en la producción de tabaco Rubio y Burley. En efecto, dos técnicos fueron enviados (Ariosto Méndez y Rafael Gullón) y permanecieron allí durante varios meses, sin costo alguno para esta institución.

A RAÍZ dE Su CREACIóN hace 50 años, el Instituto del Tabaco fue paulatinamente conformando y es-pecializando en las áreas de investigación y la pro-ducción de los diferentes tipos de tabaco, a valio-sos equipos técnico-agríco las, los cuales habrían de convertirse en su eje central, idóneo para propiciar el desarrollo y modernización de la institución, y por ende del sector tabacalero nacional.

Para una adecuada documentación sobre el parti-cular, a continuación se presentan la composición de los primeros grupos de técnicos dominicanos que trabajaron en la institución, algunos de los cua-les aún trabajan en la misma, sin dejar de pedir ex-cusas por la posibilidad de que algún nombre, den-tro de las relaciones antes expuestas, hayan sido obviados por razones ajenas a la voluntad de esta institución.

5.2 gRuPOS TéCNICOS dOMINICANOS

Primer grupo (1962):

•Ramón Darío Vásquez•Fabio Fermín Acosta•Francisco Comprés•Rafael Hipólito Mejía•Fernando Marte

Segundo grupo (1963):

•Genaro García G.•Quilvio Taveras•Carlos Abreu Roca•Luis González Disla•Pedro A. Bretón•Eliseo Reinoso•José Alejandro Burgos•Roque T. Bretón•Félix Pérez•Gustavo Tirado Fermín

Tercer grupo (1964):

•Florentino Veras•Iturbides Zaldívar•Ángel Peralta (Angelito)•Leocadio Vásquez•Quintino Santana•Luis Ramírez (Bicón)•Rafael O. Tatis•Rafael de los Santos•Miguel Ant. Comprés•Pablo Mercedes•Juan Fco. Guzmán

Cuarto grupo (1965):

•Gaspar Ant. Polanco •José M. Delgadillo •Rafael de Jesús Grullón•Ariosto Méndez•Segismundo Bencosme•Ramón Santos (Fifi)•Domingo Pérez Peralta.

V Actividades Iniciales del INTABACO

Varios de los primeros técnicos que ingresaron al INTABACO del 1962 al 1965 (Foto colección Rafael Grullón).

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31Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Actividades de Apoyoa la Producción de Tabaco

VI

6.1 CENSOS TABACALEROS

Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

MúLTIPLES y VARIAdAS HAN SIdO LAS ACTIVIdAdES que el Instituto ha realizado durante estas cinco décadas de trabajo persistente y constante, a favor de la producción, procesamiento y comercialización del tabaco en el país. Las distintas administraciones que ha tenido la institución, han auspi-ciado actividades tecnológicas conducentes a mejorar las distintas varieda-des y tipos de tabaco, como forma de propiciar el mejoramiento del cultivo, y consecuentemente, de los agricultores y empresas que se dedican a la siem-bra y cosecha del cultivo de tabaco, y de su procesamiento. A continuación se incluyen algunas de estas actividades.

6.1.1 PRIMER CENSO NACIONAL TABACALERO

uNO dE LOS PRIMEROS PASOS implementados por las primeras administraciones del Instituto del Tabaco, consistió en poner su atención en conocer la realidad de toda la infraestructura destinada a la producción tabacalera en el país, pues la falta de datos estadísticos e informaciones específicas del cultivo de tabaco y del sector, impedían o limitaban la toma de decisiones adecuadas y correctas para emprender programas y proyectos de incidencia en el crecimiento de esta actividad productiva en el país. Tal es el caso sobre la disponibilidad de ran-chos para curado de las hojas de tabaco.

La situación antes expuesta, constituyó la razón principal para el diseño y realización en 1963, del

“Primer Censo Tabacalero Nacional”, el cual permi-

tió a las autoridades disponer de datos e informa-ciones que hicieron posible determinar las principa-les características del sector, y consecuentemente, conocer importantes aspectos y parámetros de me-dición sectorial con miras a que los ejecutivos de la institución, dispusieran de los elementos indispen-sables para tomar las decisiones sugeridas por esta investigación.

A través de este levantamiento, se pudo determi-nar la existencia en el territorio nacional de 67,223 fincas tabacaleras, con una superficie de total 696,945 tareas, las que generaron un volumen de producción de 980,945 quintales. Asimismo, se in-ventariaron 62,760 ranchos tipo criollo. De acuerdo a la información levantada, el tamaño promedio de

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32 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

las fincas fue de 10.37 tareas, indicativo de la pre-valencia de pequeños predios, que tenían ranchos cuya área promedio se estimó entonces en 54.4 va-ras cuadradas. Este tamaño resultaba insuficiente para la actividad de secado adecuado, ya que este tipo de estructura debería disponer, como mínimo, de un espacio de 168 varas cuadradas.

Lo anterior evidenció que se estaba ante una situa-ción realmente preocupante, la cual debía ser en-frentada con prontitud por todos los sectores que intervienen en la producción de esta hoja aromáti-ca, como forma de evitar las considerables pérdidas que se verificaban tanto en los volúmenes cosecha-dos como en la calidad del tabaco.

Otra información aportada por este censo, bastante preocupante por cierto, fue que de los 67,223 cose-cheros, el 36.5% que representaba 24,536, sembraron tabaco por primera vez, lo cual puso en el tapete, que había un auge extraordinario en la siembra de tabaco, y que la cantidad de cosecheros involucrados en la ac-tividad en esos momentos, demandaba de una exten-sa labor de asistencia técnica en procura de planificar estas actividades productivas y de garantizar la calidad del producto.

Portada de la publicación que recoge los datos del primer Censo Tabacalero Nacional realizado en 1963

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

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33Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

6.1.2 OTROS CENSOS TABACALEROSCOMO CONSECuENCIA dEL éXITO obtenido por el pri-mer censo tabacalero, las autoridades del Instituto optaron por continuar estos levantamientos, adop-tando como política institucional, la realización pe-riódica de esta importante herramienta de medición e investigación, estableciendo en este sentido, que cada cinco años se realizaria este censo sectorial nacional, cuyos datos permitirían a la institución, co-nocer en detalle la situación imperante en el sector tabacalero, y poder así, establecer los lineamientos de políticas a ser asumidas para corregir problemas detectados en procura de obtener finalmente los objetivos y metas programados para el crecimiento, desarrollo y expansión de este sector productivo.

Desde su creación hasta la fecha, lo que implica un recorrido de 50 años, la institución ha realizado ocho (8) censos tabacaleros, los cuales han permi-tido establecer correctivos y disponer de medidas de políticas sectoriales adecuadas y oportunas en beneficio de los agricultores y empresarios que se dedican al cultivo de tabaco en el país.

A continuación se presentan los resultados obteni-dos por estos levantamientos censales, destacándo-se en el siguiente cuadro, el número de productores que se dedicaban en esos momentos al cultivo de las diversas variedades de tabaco, el tareaje total sembrado y el tamaño promedio de estas explota-ciones.

Año Productores Tareas sembradas Tareas/Productor

1963 67,223 696,945 10.361973 31,398 487,142 15.521977 26,423 422,707 16.001984 19,976 289,229 14.481994 14,000 236,073 16.861998 24,330 537,246 22.082003 4,581 88,257 19.272009 5,774 126,032 21.83

Portada de la publicación que recoge los datos del más reciente censo tabacalero nacional realizado en el 2009

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

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34 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

6.2 ESTACIONES y SuBESTACIONES EXPERIMENTALES

6.2.1 ESTACIONES EXPERIMENTALES

PARA REALIZAR SuS INVESTIgACIONES, la institución dispone de varias estaciones y subestaciones experimentales, las que han sido establecidas a lo largo de estos cincuenta años; aclarando que algunas de éstas continúan ofreciendo este servicio vital para la asistencia técnica y los cambios tec-nológicos que precisa el cuidado y la preservación del cultivo, mientras que otras ya no existen. A continuación se describe un corto perfil de cada uno de estos centros.

Prácticamente con la creación del Instituto, se ad-quirió un lote de terreno con una extensión de 317 tareas, localizado en la provincia de La Vega, espe-cíficamente en la localidad de Pontón, situada a 4 kilómetros de dicha ciudad, al borde de la autopista que une al Cibao con la capital de la República. Los trabajos de construcción de las obras de ingenierías se iniciaron en 1962, siendo oficialmente inaugura-das esta edificación el 24 de febrero de 1963.

Como nota de interés histórico, se reseña en esta parte, la publicación de este acto oficial de inaugu-ración que fue destacado por el periódico El Caribe, calzada con la firma del periodista J. Rafael Khouri, enviada desde La Vega, bajo el título de “Presidente Inaugura Estación Experimental”. En esta se desta-caba que el Presidente de la República, Lic Rafael F. Bonnelly, pronunciaría el discurso central para de-jar inauguradas las instalaciones que albergarían la Estación Experimental y la Escuela de Capacitación, construidas por el Instituto del Tabaco.

Esta nota periodística agregaba además, que en la ceremonia de inauguración a celebrarse el domingo 24 de febrero del 1963, a las tres de la tarde, pro-nunciaría un discurso, el recién electo Presidente, Profesor Juan Bosch, contemplándose también en dicho acto, la intervención del actual Presidente del Instituto del Tabaco, Dr. Carlino González Batista.

Con este acto -según se informaba- los miembros del Instituto del Tabaco se unían al programa de fes-tejos conmemorativo del 119 aniversario de la inde-pendencia nacional y de la juramentación y toma de posesión del Profesor Juan Bosch, como Presidente Constitucional del país.

En la inauguración también estuvo presente el ge-netista de fama mundial, de North Carolina State College, procedente de Raleigh, North Carolina, Sr. Guy Jones, quien vino al país contratado por la insti-tución con la finalidad de organizar el laboratorio de genética y establecer un plan para el mejoramiento de las variedades locales.

La creación de la Estación Experimental y de la Es-cuela de Capacitación tenía como objetivo principal, capacitar en el cultivo a grupos de jóvenes proce-dentes de todo el país, en áreas vitales como cu-rado y el mejoramiento de las distintas variedades de tabaco, incluyendo las del tipo Rubio, Burley y Turco. Procuraba también, la realización de estudios fitopatológicos, de suelos, agua y genética y sobre selección de semillas, con el propósito de mejorar la calidad del tabaco.

En los días próximos a la inauguración ya habían sido plantadas 431,800 matas de tabaco que co-rrespondían a más de 30 variedades clasificadas

Estación Experimental “Pontón”

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

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35Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

por su procedencia como: Dominicano, Cubano, Brasileño, Turco y Rubio.

Concomitantemente con estas obras inauguradas, la institución ya había dispuesto la construcción de dos casas para curar tabaco, las que se diseñaron con capacidad de 5,000 cujes o sartas, así como también dos ranchos más rústicos, instalaciones que el Instituto puso a disposición de los agricul-tores de escasos recursos económicos. Las casas para curar fueron las primeras construidas en el país con el modelo cubano y estaban equipadas con calefacción, con la finalidad de controlar la hu-medad durante el proceso de curación.

Asimismo, se dispuso de otro local para el almace-namiento y selección de las hojas y entroje, además de construir estructuras para curar tabaco rubio. Otras edificaciones estaban destinadas a la resi-dencia del director de la estación y para alojamiento

de los becados. El edificio destinado a la instrucción estaba equipado con laboratorios para estudios de suelos, aguas, genética y otras áreas temáticas de interés.

La Estación Experimental permaneció funcionando durante unos 7 años, ya que a medida que pasaba el tiempo se fuero detectando una serie de proble-mas que resultaban muy difíciles de manejar. Uno de ellos era el referente al manto freático, pero con los años se determinó que este se encontraba muy próximo a la superficie del suelo, lo que ocasiona-ba una secuela de inconvenientes cuya solución era prácticamente imposible. No obstante estos inconvenientes, y en interés de ser justo, tanto la Estación Experimental como la Escuela de Capaci-tación llenaron sus cometidos en los primeros años de operación.

Estación Experimental “quin díaz”

Para finales del año 1963, se instaló la Estación Experimental de Quinigua, denominada hoy día como “Quín Díaz”, nombre con el cual el Instituto la designó hace varios años, en honor a la memoria de José Joaquín -Quín- Díaz (1861-1923), quien fuera el primer agricultor que dentro de una plantación de tabaco de la variedad Sumatra, seleccionó la variedad que lleva su mote y su apellido (Quín Díaz). La estación está ubicada en la lo-calidad de Quinigua, en las prox-imidades del Municipio de Villa González.

Se destaca el hecho de que mientras la Estación de Pontón se mantenía como el centro de reproducción de la variedad Pi-loto Cubano, en la de Quinigua, se iniciaban los trabajos de pu-rificación de las variedades nati-vas, donde también se montaban

Plantación de tabaco de la variedad Quin Díaz en la Estación del mismo nombre en Villa González (Memoria Anual 1969. Pag. 30)

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

variados experimentos sobre el cultivo, incluyendo la siembra de tabaco para Capa bajo toldo.

Cabe resaltar, que desde sus inicios, esta estación contaba con las principales obras de infraestructura, indispensables para manejar adecuadamente todo lo

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36 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Como consecuencia del aumento progresivo de las exportaciones de cigarros, el Instituto sintió la ne-cesidad de realizar los estudios correspondientes para detectar nuevas zonas para producir tabaco para Capa de alta calidad. Con ese propósito, en el año 2001, el Instituto estableció en el distrito mu-nicipal de Quita Sueño, una Estación Experimental con una superficie de 30 tareas y una capacidad instalada para curar el tabaco de 10,000 Cujes.

Los primeros ensayos que se hicieron en esta esta-ción, fueron en base a variedades Havanensis y se obtuvieron muy buenos resultados, con lo cual que-daba demostrado, que en Cotuí se conjugan con-diciones de clima y suelo apropiados para producir tabaco de capas oscuras de buena calidad.

relativo al cultivo del tabaco. Precisamente dentro de sus instalaciones se encuentra ubicado el laboratorio agrícola de la institución, el cual ha sido re-equipado en los últimos años, para atender adecuadamente la demanda de los usuarios de los servicios que brinda esta estación.

En la actualidad, dentro del perímetro de esta Es-tación, se encuentra la Sede principal del Instituto del Tabaco, donde precisamente funcionan las ofici-nas principales de esta institución.

Vista reciente de la Estación Experimental Quin Díaz en Quinigua, Villa González

Laboratorio Agrícola del INTABACO donde se ofrece servicios a todo el sector tabacalero.

Estación Experimental de Cotuí.

Estación Experimental de Cotuí

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

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37Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Con la misma finalidad para la cual fue creada la Estación Experimental de Cotuí en el 2001, también el INTABACO estableció en el 2002 una estación ex-perimental en la localidad de Los Jobillos, municipio de Yamasá, en la cual han sido construidas obras de infraestructuras (ranchos para el curado), con capacidad para 30,000 cujes, en cuyo proceso se utilizan nuevas tecnologías. Actualmente, la esta-ción dispone de unas 300 tareas útiles.

Las primeras pruebas fueron hechas sembrando variedades Havanensis bajo toldo y a “pleno sol”. Finalmente se concluyó, que en la zona de Yamasá existen condiciones agroclimatológicas que permi-ten producir tabaco para Capas oscuras de superior calidad, utilizando cualquiera de los dos métodos (bajo toldo ó a “pleno sol”).

Vista de la Estación Experimental de Yamasá

Estación Experimental de yamasá

6.2.1 SuBESTACIONES EXPERIMENTALES

En el 1964 se crearon estas dos subestaciones ex-perimentales, orientadas al estudio de variedades de tabaco Rubio, aunque es bueno consignar que en la de Ortega, también se hicieron algunas prue-bas con tabaco Burley. La primera estuvo ubicada en Ortega, municipio de Moca, localidad distante a 14 kilómetros de la ciudad de Santiago de los Caba-lleros. El tipo de suelo arenoso, era el predominante en esta estación

La Estación de Santa Rosa funcionó en la localidad del mismo nombre en el municipio de Moca, en una finca propiedad del Sr. Danilo Rodríguez. Allí tam-bién se plantaron algunos lotes de la variedad Piloto Cubano, pero con fines comerciales, llegándose a utilizar un sistema de riego por aspersión, el cual se consideraba muy avanzado para la época.

Vista de los primeros hornos para el curado del tabaco Rubio, construidos en la sub estación experimental de Ortega, Moca. (Memoria Anual 1970. pág. 24)

Subestaciones Experimentales de Ortega y Santa Rosa

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

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38 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Con la finalidad de determinar si en la región Sur del país, existían condiciones agroclimatológicas que permitieran la producción de tabaco Rubio de óptima calidad, fue instalada en 1963, en la comu-nidad de Los Jovillos, la Sub-estación Experimental de Azua. Esta sub-estación desempeñó un rol muy importante en la producción de plántulas.

Es de interés indicar que como en esa época, la fre-cuencia de las fuertes lluvias ocasionaban cuantio-sos daños a los semilleros de la región del Cibao y dado que en la zona de Azua predominaban con-diciones de baja pluviometría, el Instituto se fijó como norma el establecimiento de un centro de producción, para obtener en esta región del país, la plántulas que demandaban los agricultores, prin-cipalmente de la variedad Piloto Cubano, para de esta manera, cubrir cualquier contingencia que se le presentara a los cosecheros del Cibao.

Semilleros de Tabaco Negro en Azua, 1963 (Foto colección Roque T. Bretón).

Subestacion Experimental de Azua

Con la finalidad de determinar si era factible pro-ducir tabaco turco en el país, el Instituto instaló en 1963 una modesta subestación experimental en la localidad de Los Cajuiles, distante a 4 kilómetros del municipio de Sabaneta (Provincia Santiago Ro-dríguez). Inicialmente la superficie agrícola del cam-po cubría 14 tareas, aunque posteriormente la mis-ma fue aumentada a 35 tareas.

Esta subestación funcionó durante el período 1963-1968, realizándose allí ensayos con variedades de tabaco turco, pero los resultados no fueron muy pro-misorios. También fueron probadas las variedades Sumatra, Piloto Cubano, Amarillo Parado y algunas del tipo Burley. En este caso, los resultados fueron más halagadores que los obtenidos con el tabaco turco.

Subestacion Experimental de Los Cajuiles

Ensayo de variedad de tabaco turco en la subestación experi-mental de Los Cajuiles, Santiago Rodríguez. Figuran, desde la izquierda, los agrónomos Quilvio Taveras, Carlos Abreu Roca y José Alejandro Burgos. En el mismo orden, en cuclil-las, Pedro A. Bretón y Roque T. Bretón. (1963).

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

Así pues, se llegó a traer grandes cantidades de plántulas desde Azua para ser sembradas en locali-dades tan distantes como Bonao y La Vega.

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39Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

En una superficie aproximada de 100 tareas, fue instalada en 1964 una sub-estación en la localidad de Santana, a seis kilómetros del mu-nicipio de Higüey, en la que se construyeron dos ranchos tipo cubano y se realizaron trabajos de investigación, evaluando las variedades Chago Díaz, Amarillo Parado y Piloto Cubano.

Otra área importante de esta sub-estación, fue utilizada como campo demostrativo, donde los cosecheros podían aprender las prácticas agrícolas más avanzadas de la época, como el nuevo método de re-colección por pisos foliares y el encujado de las hojas de tabaco, entre otras.

Subestacion Experimental de Higüey

Con la finalidad de promocionar y mejorar las técnicas de producción y construcción de ranchos, la institución procedió a la instalación de esta subestación experimental, cuyos campos se destinaron a la selección y producción de semillas de la variedad Amarillo Parado y a realizar algu-nos trabajos genéticos.

A través de demostraciones hechas en el mismo campo de cultivo, en este centro experimental se trataba de convencer a los agricultores de la zona, sobre los beneficios que podían lograrse si éstos incorporaran mejores prácticas agrícolas y ranchos más apropiados para la curación del tabaco.

Para el año 1968, la zona de La Isabela constituía una de las más prom-etedoras para producir tabaco Criollo para exportación, pero la carencia de ranchos (solamente el 5% de los cosecheros tenía ranchos apropia-dos) y la escasa tecnología utilizada en el cultivo, constituían los factores de mayor incidencia en el desmejoramiento de la calidad del producto resultante.

Algunos años después esta subestación fue reubicada en Novillero (Lu-perón) y actualmente está establecida en Dieguito Arriba (La Isabela). Dedicada a la producción de semilla de la variedad Amarillo Parado.

Subestacion Experimental de La Isabela

En los primeros años de la década de los 70, se estableció esta sub-estación, con el propósito de destinarla de forma exclusiva, a la se-lección y multiplicación de semillas de la variedad Piloto Cubano, fi-nalidad que aún mantiene en la actualidad. Para llevar a cabo sus experimentos, ensayos y prácticas de campo, esta subestación posee una superficie de 30 tareas aproximadamente.

Subestacion Experimental de Batey I

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

La institución pro-cedió a la instalación de una subestación experimental en La Isabela, cuyos cam-pos se destinaron a la selección y produc-ción de semillas de la variedad Amarillo Parado.

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40 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

VI Actividades de Apoyo a la Producción de Tabaco

Subestacion Experimental de Hatillo y dajabón

Desde principios de la década de los 70, los progra-mas de siembra de las variedades de tabaco Rubio y Burley, los cuales eran desarrollados por el sector privado, venían mostrando una tendencia progresi-va y creciente, lo que implicaba probablemente, la necesidad de ampliar las áreas de producción exis-tentes, y de comenzar los estudios necesarios que permitieran determinar aquellas nuevas zonas que reunieran las características agroclimatológicas re-queridas por estas variedades, de manera tal, que si en algún momento la superficie de siembra tenía que ser ampliada, la disponibilidad de tierra sufi-ciente no fuera un obstáculo.

Fundamentado en lo anterior, el Instituto del Tabaco procedió a la instalación de sendas subestaciones experimentales, una establecida en 1970 en Hati-llo San Lorenzo, municipio de Santiago, en la que realizarían los estudios sobre variedades de tabaco Burley, y otra posteriormente en 1971, en la Gorra, municipio de Dajabón, donde se montarían ensayos con variedades de tabaco rubio.

Selección de plantas para producción de semillas, tabaco Burley, campo experimental de Hatillo. Las inflorescencias se cubren con fundas para evitar cruzamientos indeseados. 1972.(Foto colección Rafael Grullón)

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41Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

Introducción de NuevosTipos y Variedades

El paso de introducir la variedad Piloto Cuba-no y producir sus hojas con la misma calidad cubana, en el momento en que ese país per-día su participación en cuanto a abastecer hojas para tripa a las galeras norteamerica-nas, hicieron que dichas fábricas pusieran su atención en nuestro país.

7.1 VARIEdAd PILOTO CuBANOESTA VARIEdAd fue introducida al país en 1962 por vía del señor Raúl Medina, quien como se ha consignado anteriormente, formó parte del primer grupo de técnicos cubanos que vinieron a trabajar en el recién creado Instituto del Tabaco. De acuerdo al testimonio del Sr. José Emilio Rodríguez (Pepe),

éste manifiesta que: “Una pequeñísima cantidad de semillas vino dentro de una carta que un parien-te de Raúl le había enviado a éste desde un lugar llamado Piloto, en la provincia de Pinar del Río, de donde probablemente surgiera el nombre de Piloto Cubano para nombrar la variedad recientemente in-troducida en la República Dominicana”.

Otra versión recogida por Iturbides Zaldívar refiere, que “Raúl”, había logrado a su salida de Cuba, sacar a escondidas, porque estaba prohibido por el régi-men, un sobre con una onza de semillas de tabaco, de una variedad a la que ellos llamaban Criollo; y que esta semilla provenía de una finca llamada Pilo-to, de ahí que a la variedad se le comenzó a llamar Piloto Cubano.

Al Sr. Raúl Medina no solo le correspondió el deli-cado trabajo de multiplicar en la Estación Experi-mental de Pontón, la escasa cantidad de semillas antes referida, sino que además tuvo que dedicar sus esfuerzos para mostrar y enseñar las técnicas

Semilleros de tabaco Piloto Cubano fomentados por el INTABACO en San Víctor, Moca en el año 1964, los cuales suplían de plántulas a productores de los proyectos.

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42 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

de cultivo, el manejo y procesamiento del tabaco co-sechado.

Aunque la República Dominicana ha estado preci-samente en el mapa tabacalero mundial, desde el descubrimiento de América, no cabe duda de que Cuba había estado delante en la confección de ci-garros a manos. De manera, que este paso de in-troducir la Piloto Cubano y producir sus hojas con la misma calidad cubana, en el momento en que Cuba perdía su participación en cuanto a abastecer hojas para tripa a las galeras norteamericanas, hi-cieron que dichas fábricas pusieran su atención en nuestro país.

La introducción de la variedad Piloto Cubano contri-buyó a dar vida al legendario y poco conocido, hasta entonces en el mercado norteamericano, tabaco de Olor dominicano, porque los fabricantes descubrie-ron la gran capacidad de liga de estos tabacos, la armonía y complementación que existía entre sus

sabores, sus aromas y en su combustión. Y fue de esta manera, como vinieron firmas internacionales y nacieron otras, convirtiendo al país en el mejor productor y exportador de cigarros de alta calidad hechos a mano en el mundo.

Cabe resaltar en esta parte, el empeño y la aten-ción que durante sus primeros dos años, puso el Instituto, en todo lo relacionado con la introducción de la nueva variedad Cubana, consciente de la pri-sa con que esta tarea debía emprenderse, porque se apreciaba una carrera contra el tiempo, puesto que otros países del área con vocación tabacalera, como Nicaragua, Honduras e incluso México, tenían la intención de conseguir semillas y llegar primero a las fábricas norteamericanas para suplir la falta de las hojas cubanas.

Los Agrónomos Raúl Medina (al centro) y Rafael Grullón (a la derecha), además el obrero Francisco Jiménez en una plantación de tabaco en 1967.

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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43Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

7.2 EL “PLAN 4” y LA EXPANSIóN dE SIEMBRA

LA EXIguA CANTIdAd de semillas procedente de Cuba, introducida al país en 1962, comenzó a ser reproducida de inmediato durante la cosecha ta-bacalera 1962-1963, aprovechado que la planta de tabaco posee una capacidad de reproducción tan extraordinaria, que aún habiendo regado una pequeñísima cantidad de semillas, ya para el pe-ríodo siguiente (1963-1964), la institución esta-ba en condiciones de dar inicio a programas de siembra de cierta magnitud en proyectos que se denominaron “ Plan 4”, debido a que se sustenta-ban cuatro directrices básicas:

1) Suministro gratuito de semillas y plántulas;

2) Construcción gratuita de ranchos;

3) Financiamiento sin intereses; 4) Garantía de comercialización de la cosecha.

Los primeros proyectos se establecieron con cose-cheros de Jacagua (Santiago), San Víctor (Moca) y Caracol (Monseñor Nouel), que en esa época perte-necía a la provincia de La Vega. Allí se construyeron precisamente los primeros ranchos conforme al mo-delo cubano, fuera de las estaciones experimenta-les, y se plantaron los primeros lotes comerciales de la nueva variedad.

El desarrollo de estos proyectos continuó y se es-tablecieron otros en: Canca en Moca; Arenoso en La Vega; y Navarrete, La Canela y Villa González en Santiago. Para entonces, el Instituto creó una uni-dad de técnicos especializados en cooperativismo, los cuales comenzaron a agrupar a los cosecheros de los proyectos Pilotos, en cooperativas de produc-tores, los que a su vez, siempre con la asistencia y dirección de la Institución, formaron lo que se lla-mó “Federación de Productores de Tabaco” (FETAB), instancia que pignoraba las cosechas a los produc-tores, procesaba el tabaco, y una vez que lo comer-

cializaba, redistribuía los recursos a los cosecheros a través de sus cooperativas.

La experiencia del Instituto en los proyectos pilotos de producción de hojas con semillas cubanas, y la presencia de éstas en las fabricas norteamericanas, trajo como consecuencia que, grandes firmas como la General Cigar Company y la Consolidated Cigar Company, hicieran contactos con antiguos suplido-res cubanos, ya en el exilio, invitándolos a estable-cerse en territorio dominicano, para lo cual les ofre-cieron financiamiento con el objetivo de fomentar las siembras con semillas cubanas.

Estas empresas tuvieron tanta confianza en el por-venir que, con el nacimiento de las zonas francas, ambas trasladaron sus operaciones hacia Repúbli-ca Dominicana. Fue así como nacieron varias firmas procesadoras de hojas de tabaco Piloto Cubano, di-rigidas por cubanos, lo que convirtió al país en el primer y más importante suplidor de tripa para ciga-rros del mundo. Algo que vale la pena resaltar, es el hecho de que el establecimiento de la variedad Pilo-to Cubano en el país, arrastró consigo a la tradicio-nal variedad de tabaco de Olor dominicano llamada Chago Díaz, por el gran maridaje que se logra en la

El señor Narciso Sánchez (uno de los primeros técnicos que vino al país) en una Plantación de tabaco Piloto Cubano en Navarrete en el año 1965. (Foto colección Roque T. Bretón).

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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44 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

liga de ambas, convirtiéndola en una de las bases que sustenta la elaboración con calidad del cigarro dominicano. Por esta razón, el Instituto del Tabaco fue progresivamente introduciendo a los producto-res en su cobertura de ayuda y asesoría técnica.

Un agrónomo del Instituto del Tabaco muestra una hoja de tabaco de la variedad Chago Díaz en óptimo estado de de-sarrollo, en la estación experimental de Quinigua. Memoria Anual 1969. Pág. 30

7.2 VARIEdAdES dE TABACO PARA CAPA

OTRA MuESTRA de la gran visión que tuvo el Con-sejo de Directores de la institución, lo constituyó el hecho de que a un año de su instalación, ya se esta-ba montando en Caracol, Monseñor Nouel, la prime-ra prueba de tabaco para Capa bajo toldo, la cual sirvió de base para desarrollar todo un programa de investigaciones, pruebas y ensayos con diferentes variedades de tabaco, tipos de tela, suelos, clima y diferentes formas de curado, clasificación, fermen-tación y añejamiento. Para la cosecha siguiente (1964-1965), la empresa E. León Jimenes instaló otra prueba bajo toldo en su finca de Sabana del Puerto (Monseñor Nouel); mientras que Consolida-ted Cigar Company estableció algunos ensayos du-rante los períodos tabacaleros 1968-1969 y 1969-1970.

En 1968 las pruebas continuaron en la Estación Experimental de Quinigua, hoy Quin Díaz, donde fue plantado un lote de 25 tareas bajo toldo de la variedad Dixie Shade, la cual había sido introduci-da desde los Estados Unidos de América en 1966. También se montaron ensayos con los materiales siguientes: 9-11, 396 y 164 de procedencia norte-

Ensayos de tabaco para capa llevado a cabo por al compañía Consolidated Co., junto al INTABACO. Memoría Anual 1970, pág. 17.

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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45Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

americana, pero éstos resultaron muy susceptibles a enfermedades de las raíces.

Igualmente en 1968, el Instituto del Tabaco montó otra prueba, pero en esta ocasión en la localidad de Hatillo (Cotuí); donde se sembró sin toldo la variedad C.T.100, introducida desde Connecticut (E. U.A.).

Los experimentos de tabaco para Capa no sólo se limitaron a las zonas tradicionales productoras de otros tipos de tabaco negro. En el período 1973-1975, la empresa Gulf And Westerm realizó grandes pruebas bajo toldo en la comunidad de Pedro Sán-chez en la provincia de El Seibo, pero por motivos desconocidos esos trabajos fueron descontinuados. Asimismo, en 1974 este Instituto decidió efectuar ensayos en San Cristóbal utilizando las variedades D1, D2, D3 y D4 procedentes de Connecticut y La Florida.

Posteriormente, en 1973 el país disponía de informa-ción suficiente sobre el comportamiento del cultivo de tabaco para Capa bajo toldo en Monseñor Nouel, lo que facilitó la concertación de una alianza estra-tégica para un ensayo comercial, entre el Instituto

del Tabaco y la Compañía Culbro Tobacco, división de la General Cigar Co. Debe destacarse que en el establecimiento de la misma, el INTABACO aportaría los terrenos y la mano de obra, y la Culbro cubriría los materiales, equipos e insumos para tales fines. Este acuerdo resultó tan exitoso, que la firma Culbro lo asumió luego en su totalidad, estableciendo el primer proyecto de siembra y producción comercial de tabaco para Capa bajo toldo en el país.

El Instituto por su parte continuó explorando otras zonas donde se pudiera producir esta clase de ta-baco, instalando ensayos en San Cristóbal, Monción (Santiago Rodríguez), Navarrete y San José de Las Matas (Santiago), Sierra Prieta (La Vega), y Cotuí (Sánchez Ramírez).

Sin lugar a dudas, que todos estos trabajos de avan-zada son los que han permitido que el sector, en estos momentos, pueda mostrar importantes pro-yectos de producción comercial de Capa bajo toldo, pertenecientes a varias compañías tabacaleras, las que con financiamiento propio, producen Capa para sus respectivas fábricas. Estos proyectos están ubi-cados en El Verde (Moseñor Nouel), Sierra Prieta (La

Plantación de Tabaco para Capa bajo toldo, en Bonao, después de la tercera cogi-da (Memoria Anual 1976. pág. 18)

Variedad 9-11, utilizada para Capa de manera experimental en la estación de Quinigua en 1968. (Colección Rafael Grullón).

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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Vega), Navarrete (Santiago), Yamasá (Monte Plata) y Cotuí (Sánchez Ramírez), cubriendo una superficie anual promedio bajo cultivo de 2,500 tareas.

Además de lo antes expuesto, estos trabajos de la institución, ha permitido disponer de un gran banco de datos, cuya información se le facilita a cualquier interesado, y cuya variedad es tan amplia que inclu-ye datos sobre el comportamiento de las diferentes variedades, preferencia de suelos, clima, agua, téc-nicas de producción de plántulas, requerimientos de diferentes porcentajes de proyección de sombras de la tela por zonas del país; así como diferentes métodos para el curado y la clasificación.

En los primeros años de la década de los 80’s, los trabajos experimentales sobre variedades de ta-bacos Caperos continuaron, y, precisamente en el período 1980-1981, dos compañías privadas ase-soradas por el Instituto, realizaron pruebas en La Isabela (Puerto Plata). Estas empresas pese a que produjeron tabaco de buena calidad, confrontaron dificultades de financiamiento, viéndose obligadas

a cerrar sus operaciones.

También a partir del 1980, El Instituto llevó a cabo pruebas en la localidad de La Delgada (Villa Gonzá-lez) comparando variedades sembradas bajo toldo y a pleno sol. Bajo toldo fueron plantadas las varieda-des Habano, Americana 76, Sumatra y Connecticut D-1; a pleno sol se sembraron la Habano, Sumatra, Isabella y Broad leaf.

Durante la primera cosecha correspondiente al pre-sente siglo XXI, o sea 2000-2001, la institución llevó a cabo algunas pruebas en las estaciones experi-mentales Quin Díaz (Villa González) y Cotuí, plantan-do experimentalmente bajo toldo las variedades introducidas Corojo y C-200. En una finca privada ubicada en la comunidad de Jicomé (Esperanza), también se ensayaron bajo toldo las variedades Co-rojo, C-200, Sumatra, Camerún y Connecticut.

Ensayos de tabaco para Capa realizado por el INTABACO en San José de las Ma-tas, siembra escalonada. Diferentes etapas de crecimiento. (Memoria Anual 1976. Pág. 18)

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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47Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

7.2 INTROduCCIóN y AdAPTACIóN dE TABACO RuBIO y BuRLEy

to a las variedades siguientes: Burley 21, KY 10, KY 16 y Burley Licey, así como también de las variedades de tabaco rubio Coker 316, Coker 187, NC 75, Bell 16, Hicks Broadleaf, Mcnair 30 y Mcnair 20. Estas variedades también fueron ensayadas en San Cris-tóbal.

En lo referente a las subestaciones de Ortega y Santa Rosa, es de importancia señalar, que en el período 1964-1965, se montaron ensayos sobre aclimata-ción y comparación de variedades de tabaco Rubio y Burley, logrando sembrar algunas de las que anterior-mente habían sido probadas en Azua, trabajos éstos que continuaron durante la temporada (1965-1966).

Luego de dos años consecutivos de estudios, las eva-luaciones hechas permitían afirmar, que se habían logrado los mejores resultados de todos los trabajos realizados hasta entonces, ya que el tabaco produ-cido, reunía las características más importantes exi-gidas por la industria, pero era necesario someterlo al proceso de añejamiento correspondiente, con la finalidad de poder obtener el veredicto final, en base a muestras de cigarrillos elaborados con esta mate-ria prima.

No obstante los logros obtenidos y las experiencias alcanzadas, los ensayos con variedades Burley y

EN LOS MOMENTOS en que el país importaba gran-des volúmenes de los tabacos Virginia y Burley para la industria local de cigarrillos rubios, el Sr. Luis Car-ballo, con una vasta experiencia en tabacos domini-canos, ofrecía desde la Secretaría de Estado Agricul-tura, asistencia técnica a los cosecheros tabacaleros del Cibao. Este experto entre otras cosas, había reali-zado ensayos con tabaco rubio en su finca particular, localizada en la comunidad de La Herradura, Santia-go.

Dada la importancia que para esa época representa-ba avanzar en los conocimientos de este tipo de ta-baco, la institución seleccionó a dos agrónomos y los envió a especializarse a la Universidad de Carolina del Norte, cuna del tabaco rubio en Estados Unidos, donde se prepararon en materia de todo el proceso productivo de las variedades Burley y Virginia.

Al año siguiente se estableció la Subestación Experi-mental de tabaco Rubio en Ortega, provincia Espai-llat (en los límites de las provincias de Santiago y La Vega), donde se iniciaron las pruebas con variedades traídas de la Universidad de Carolina del Norte, con fines de determinar los niveles de adaptación que tenían con relación a los tipos de suelos requeridos, fertilización adecuada, labores culturales, métodos de curación y obviamente su potencial para la multi-plicación de semillas.

Las variedades traídas desde Carolina del Norte fue-ron: Burley 21, Ky 10 y Ky 16. De tabaco rubio se in-trodujeron las variedades Coker 316, Coker 187, NC 95, NC 75, Bell 6 y Hicks Broadleaf, entre otras. Toda estas simientes fueron multiplicadas en la Estación Experimental de Pontón y, en años posteriores, se hicieron numerosos estudios sobre este amplio ma-terial reproductivo, tanto en Pontón como en otras localidades.

Por otra parte, en la Subestación Experimental de Azua en 1963, se montaron ensayos sobre compara-ción de variedades, reportándose resultados respec-

Ensayo de variedades de tabaco Rubio en la estación experi-mental de Ortega (Memoria Anual 1971. pág. 14)

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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Rubio continuaron con mayor interés y optimismo, y para 1968 se trajeron desde Venezuela los materia-les KY 35, KY 14, KY 37, los que conjuntamente con el KY 21, KY 12 y KY 9 se probaron en la localidad de La Canela (Santiago) y en la Estación Experimental de Quinigua. Con excepción de la KY 37, la mayoría de estas variedades presentaron alta susceptibilidad a enfermedades de las raíces.

En la continuación de los trabajos sobre varieda-des de tabaco rubio, en la cosecha 1968-1969 se efectuaron ensayos en la Sub-estación Experimental de Ortega, con los cuales se procuraba determinar zonas de producción, llevando los mismos hasta la zona de Sierra Prieta (Cotuí) con estos fines.

En ambos lugares fueron probadas las variedades Hicks Broandleaf, Coker 187, y NC 2326, de las cua-les, la Coker 187 resultó ser la más favorable.

Para la cosecha 1970-1971 los ensayos continuaron en Ortega y Sierra Prieta con un mayor número de variedades. En ambos lugares fueron evaluadas las variedades NC 95, Speight 28, Coker 319, NC 2326, Coker 298 y Coker 258. Los resultados obtenidos de-terminaron que las variedades NC 95 y la Coker 298 fueron las mejores.

En lo que se refiere al tabaco Burley, durante el pe-ríodo 1970-1971 se dispusieron ensayos de las va-riedades KY 21, KY 10, KY 12, KY 35, KY 37, KY 16, KY14 y KY 21x 10. Estos trabajos se desarrollaron en la Subestación de Hatillo San Lorenzo (Santiago) y en la localidad de Maizal (Esperanza). En ambos lugares la mejor variedad, en cuanto a rendimiento, calidad y tolerancia a enfermedades, fue la KY 37. Con este he-cho quedaba demostrado que también en aquellos lugares era posible producir tabaco Burley de alta ca-lidad. En los primeros años de la década de los 70, se realizaron grandes esfuerzos para introducir más variedades de tabaco Burley y Rubio. En efecto, en 1971 se introdujeron procedentes de los Estados Uni-dos de Norteamérica, los Híbridos y variedades de tabaco Burley que se señalan a continuación: 21x9, 21x16, 21x12, 21xL8, Va 115 y Burley 49. Estos ma-teriales, conjuntamente con otros ya existentes, sir-vieron para establecer ensayos en la Subestación Ex-

perimental de Hatillo San Lorenzo, cuyos resultados finales indicaron que de todas las semillas probadas, las 21xL8 y Burley 49 resultaron ser superiores a las demás.

Además de la semilla Burley traída en 1971, también fueron introducidas siete variedades de tabaco Ru-bio entre las que se destacan: Ga-1469, Speight G-13, Speight G-41, Speight G-7, y Mcnair 13. A este grupo se le agregaron otras nueve variedades, las que fueron probadas nuevamente en la Subestación de Ortega. De este grupo se lograron los mejores re-sultados con las variedades Coker 254, NC 95, Coker 258, Ga-1469, Speight G-28, Mcnair 135, Mcnair 30 y Speight G-7.

Con el propósito de determinar si era factible la pro-ducción de tabaco Rubio en la provincia de Dajabón, en 1972 fueron hechas pruebas sobre comparación de variedades en la Subestación Experimental de La Gorra, donde se compararon catorce (14) varieda-des en el período 1972-1973. Fueron las mas des-tacadas: Coker 254, Mcnair 30, SC 66, Rean 266, Speight G-41, Coker 187, Speight G- 34, Speight G-28, Coker 258, Hicks Brodleaf y NC 2326. En general, los resultados de estos ensayos se consideraron bue-nos, demostrándose con ello, que en la llanura de La Gorra existían condiciones adecuadas para producir tabaco Rubio de alta calidad.

Posteriormente, durante el período 1972-1976, el INTABACO continuó los estudios sobre comparación de variedades de tabaco Rubio en la Subestación Experimental de Ortega, con el objetivo de detectar nuevas áreas de producción. A partir de 1976, se realizaron trabajos con variedades Burley en la Sub-estación Experimental de La Isabela (Puerto Plata), siendo probadas tres variedades: Burley 11-A, Burley 11-B y KY, con resultados muy buenos en cuanto a la calidad del producto resultante.

Como se disponía en el año 1977 de bastante infor-mación sobre las variedades, el INTABACO orientó los trabajos de investigación sobre tabaco Rubio y Burley hacia otras áreas, principalmente aquellas relaciona-das con prácticas de cultivo.

VII Introducción de Nuevos Tipos y Variedades

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49Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Las Industrias y el Fomentode Tabaco Rubio y Burley

El INTABACO hizo las primeras pruebas de cigarrillos rubios con tabaco producido en el país, en julio de 1967.

8.1 PRIMERAS PRuEBAS dE CIgARRILLOS HECHOS CON TABACO RuBIO dOMINICANO

Sin lugar a dudas, que este hecho marcaba un hito en la historia tabaca-lera dominicana, logrando ser destacado en forma amplia, por el Listín Diario de fecha 22 de julio de 1967, bajo el título de “Hacen Prueba Ci-garrillos Rubios con Tabaco Cultivado en R.D”, de la firma del Periodista Rubén Abreu Méndez. Destacaba la nota del Listín: “La primera prueba de cigarrillos Rubios hecha con tabaco cosechado en los campos del Cibao fue elaborada el pasado miércoles en la Compañía Anónima Tabacalera (CAT), por el Departamento del tabaco de la Secretaría de Agricultura”. “El

CON uNA PORCIóN IMPORTANTE del tabaco Rubio y Burley, previa-mente añejada, la cual había sido acumulada como resultado de los experimentos de campo realizados a mediados de 1967, el Instituto hizo las primeras pruebas de ciga-rrillos rubios con tabaco producido en el país, las que fueron realiza-das en el mes de julio del citado año, utilizando maquinarias y equi-pos de la Compañía Anónima Taba-calera. Este proceso estuvo bajo la responsabilidad del técnico cubano Raúl Medina, (el mismo que había introducido el tabaco Piloto) y del dominicano Rafael Grullón, ambos integrantes de la plantilla técnica de la institución.

En este sentido se hicieron varias pruebas de cigarrillos, variando las proporciones de las diferentes cla-ses de hojas, las que fueron cata-logadas con números, conforme al procedimiento establecido para su evaluación.

Tabaco añejado y empacado en cajas de cartón que fue utilizado para elaborar la primera prueba de cigarrillos.

VIII Las Industrias y el Fomento del Tabaco Rubio y Burley

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50 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Noticia publicada en el Listín Diario, el 19 Junio de 1967, resaltando la primera prueba de cigarrillos elaborados con tabaco Rubio producido en el país. (Colección Rafael Grullón)

tabaco empleado en esta prueba es del tipo Flue-Cured (Rubio) y Burley, cosechado en la Estación Experimental del Departamento del Tabaco, en Ortega, Moca”.

8.2 LAS INduSTRIAS NACIONALES y EL dESARROLLO dE LAS SIEMBRAS COMERCIALES dE TABACO RuBIO y BuRLEy.

Continuaba diciendo esta nota pe-riodística que “Los distintos Jefes de Departamentos de la Compañía Anónima Tabacalera catalogaron los cigarrillos “INTABACO” como ex-celentes, tanto la prueba INTABACO N°1 y la INTABACO N°2, con y sin filtro”.

De esta manera quedaba demos-trado definitivamente, que en la República Dominicana existían condiciones agro-climatológicas que hacían posible producir taba-co Rubio y Burley de buena cali-dad en nuestro país, hecho que sirvió de motivación para que, posteriormente, las fábricas lo-cales comenzaran a implementar sus programas de siembra a nivel comercial.

dOS EMPRESAS ASOCIAdAS, E. León Jimenes, C x A, y Philip Morris del sector privado, y la estatal Compañía Anónima Tabacalera, fueron las primeras que dedicaron sus esfuerzos al fomento comercial de tabaco Rubio y Burley. Durante el período 1969-1971, la firma E. León Jimenes seleccionó grupos de cosecheros a los cuales otorgó financiamiento, estableciendo siembras comerciales de estas varie-dades en Higüerito y Ortega, provincia Espaillat; y en Jarabacoa y Bonao en la provincia de La Vega. Más tarde, el proyecto fue expandido a zonas de Santia-go, a Santiago Rodríguez y Valverde.

En el 1978 la Compañía Anónima Tabacalera inició sus siembras con cosecheros localizados en las Pro-vincias de Santiago Rodríguez y Valverde, entrando de esta manera, a participar en la producción co-mercial de tabaco Rubio y Burley, con la finalidad de suplir sus necesidades de consumo.

Otra compañía privada exportadora de tabaco ne-gro, la KAUBECK, incursionó en la producción de tabaco Burley, durante tres cosechas consecutivas: 1978-1979; 1979-1980 y 1980-1981, llegando a producir un total acumulado de 201,750 kilos. Este pequeño proyecto se desarrolló en la provincia de Sánchez Ramírez y contó con financiamiento para productores contratados.

Con el paso del tiempo, el encarecimiento de la mano de obra y el alto costo de los combustibles fósiles que se utilizan en la curación del tabaco Rubio, por un lado, y por otro, la presencia en el mercado internacional de Zimbawe y Malawi como productores de tabacos Rubios curados con leña y con mano de obra mucho más ba-rata que la nuestra, desestimularon la producción local. Además, estaba el caso de Brasil, con producción a bajo costo, similar a la de los africanos, y con la modalidad de vender hojas ya cortadas y ligadas según pedidos.

VIII Las Industrias y el Fomento del Tabaco Rubio y Burley

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51Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Hoy día, solamente Philip Morris conserva una pe-queña producción de tabaco Burley en La Canela (Santiago) y en Pueblo Nuevo y Cerro Gordo (Valver-de). Pero ante cualquier cambio eventual en el mer-cado internacional, ya se conoce el dato sobre don-

de están las tierras, los cosecheros, las semillas, la tecnología y el personal debidamente entrenado para su manejo.

8.3 EL INTABACO y LOS PROgRAMAS dE FOMENTO dE TABACO RuBIO y BuRLEyEN LA COSECHA correspondiente al período 1977-1978, el Instituto intervino en la producción de taba-co Rubio y Burley, programa que tuvo como objetivo fundamental contribuir con la Compañía Anónima Tabacalera para que ésta, en pocos años, pudiera disponer de suficiente materia prima producida en el país, ya que se había quedado rezagada en sus pro-yectos de siembra.

El programa se desarrolló en coordinación con la Compañía Anónima Tabacalera en las comunidades de Navarrete, Banegas y La Canela, en la provincia de Santiago, mediante la siembra de tabaco tipo Burley, eligiendo para ello, suelos localizados en la provincia de Dajabón, específicamente en la localidad de La Gorra, y en la provincia de Santiago Rodríguez, en los lugares conocidos como Rincón, Pastor y Cercadillo.

La fuente de financiamiento para los cosecheros in-volucrados en este proyecto provino del Banco Agrí-cola. Para ello, fue necesario que la Junta Monetaria a través de su organismo ejecutivo, el Banco Central, aprobara una línea de crédito al Banco Agrícola por la suma de RD$675,000.00. De esta manera, el INTA-BACO se situaba en condiciones de poder realizar el programa y cumplir con las instrucciones impartidas por el Presidente de la República, Dr. Joaquín Bala-guer, quien mediante una alocución hecha el 15 de junio de 1977, puso bajo la responsabilidad de esta institución, el fomento del tabaco Rubio con el claro propósito de satisfacer las necesidades de materia prima de la empresa estatal.

La superficie sembrada fue de 2,000 tareas: 1,500 de tabaco Rubio y 500 de Burley, obteniendo en la co-secha, una producción total de 81,647 kilos, volumen

que resultó insuficiente, disminuyendo las expectati-vas creadas, pues no se produjeron los resultados esperados, ya que la productividad se vió afectada con el retraso en la llegada desde el exterior, de los equipos de curación requeridos. Para la siguiente cosecha, correspondiente al período 1978-1979, se tomó la decisión de que el programa, ya consolidado, pasara totalmente a la Compañía Anónima Tabaca-lera.

Por otra parte, con el objetivo de diversificar la pro-ducción tabacalera nacional y de tratar de conse-guir nuevos mercados de exportación, en 1984, el Instituto ejecutó un programa de siembra de tabaco Burley en pequeña escala. En esta ocasión, el Ban-co Agrícola financió el programa por un monto de RD$348,050.00, lográndose cultivar 2,026 tareas, las que estaban distribuidas entre 35 agricultores ubicados en las provincias de Sánchez Ramírez, Santiago y Puerto Plata. La producción ascendió a 154,800 Kilos, de los cuales el 65% fue exportado a los Estados Unidos de Norteamérica y el 35 % restan-te, fue mercadeado internamente.

Mediante los dispositivos del Decreto Nº 3112 de fecha 10 de marzo del 1982, el Presidente Antonio Guzmán Fernández, en representación del Gobierno dominicano, suspendió las importaciones de tabaco rubio y /o sus derivados a partir del año 1984.

Asimismo, estableció que las empresas productoras de cigarrillos solo podrían importar durante el año 1982, una cantidad máxima de tabaco rubio y/o sus manufacturas, equivalente al 50% de sus respecti-vas importaciones del año 1981. Igualmente dispo-nía que en el año 1983 dichas empresas sólo podrán

VIII Las Industrias y el Fomento del Tabaco Rubio y Burley

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52 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

importar estos productos hasta un máximo de 50% de las importaciones correspondientes al año 1982.

Sin embargo en el mismo decreto, el Poder Ejecutivo se arroga la facultad de autorizar en cualquier épo-ca, la importación de tabaco rubio y de sus manu-facturas, siempre condicionando esta medida, a la presentación en el país de causas de fuerza mayor o de eventos debidamente justificados que hayan afec-tado la producción o la existencia en las fábricas de cigarrillos establecidas en el ámbito nacional.

Esta medida estuvo sustentada en la excelente cali-dad que mostraban los tipos Virginia y Burley, estudia-dos el país, aspecto éste de significativa trascenden-cia, pues incrementó la aceptación del consumidor de cigarrillos rubio elaborado en base a materia pri-

ma local, lo que en cierta medida daba señales de la capacidad del agricultor dominicano.

Esta política mostraba el interés del Gobierno en ese entonces, en adoptar medidas para incrementar de manera progresiva, la utilización de tabaco rubio de producción nacional en la fabricación de cigarrillos del tipo rubio; consciente de que con la misma, se aumentaría considerablemente la producción de ta-baco rubio en el territorio nacional, generando nue-vos empleos en el medio rural, , propiciando la dina-mización de la economía campesina en las zonas productoras. También se fundamentaba esta deci-sión gubernamental en el evidente ahorro de divisas que tendría la nación como resultado de la aplicación de dicha medida.

Las normas para el tabaco constituyen marcos de referencia o más bien parámetros establecidos so-bre los diversos términos y definiciones utilizados en la producción y en los procesos de manufactura del tabaco. Las mismas se consideran optativas y han servido de referencia en acuerdos comerciales.

Estas normas fueron elaboradas por un grupo de técnicos y expertos del Instituto del Tabaco y repre-sentantes de las industrias tabacalera del país. Este equipo multidisciplinario estuvo coordinado por la Dirección General de Normas y Sistema de Calidad (DIGENOR). En total fueron elaboradas ocho normas para el tabaco y subproductos:

NORDOM 481: Establece especificaciones generales de calidad del cigarro con destino a la exportación, de fecha 17 de diciembre de 1998.

NORDOM 482: Establece los términos y definiciones utilizados en la producción agrícola e industrial del tabaco, de fecha 15 de abril de 1999.

NORDOM 504: Establece el método de ensayo para la determinación de la longitud de los cigarros, de fe-cha 18 de febrero de 2000.

NORDOM 505: Establece el método para la determi-nación de la humedad utilizando estufa, de fecha 18 de febrero de 2000.

NORDOM 520: Establece el método para la determi-nación de uniformidad de los colores de los cigarros en el envase a golpe de vista, fechada el 28 de julio de 2000.

NORDOM 522: Establece los métodos de ensayo para determinar la consistencia de los cigarros, de fecha 28 de julio de 2000.

NORDOM 537: Establece el método de ensayo para la determinación de la masa promedio de los ciga-rros, de fecha 29 diciembre de 2000.

NORDOM 538: Establece el método para determinar la presencia o no de mohos y plagas en los cigarros, de fecha 29 diciembre de 2000.

NORMAS DEL TABACO Y SUBPRODUCTOS

VIII Las Industrias y el Fomento del Tabaco Rubio y Burley

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53Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

IX Transferencia Tecnológica

Transferencia Tecnológica

Antes de la creación del INTABACO, la Se-cretaría de Estado de Agricultura publi-caba orientaciones técnicas a través de unas “Cartillas para los agricultores sobre el cultivo del tabaco”. Estas publicaciones estaban dirigidas ma-gistralmente por el señor Luis Carballo Romero.

9.1 ESTABLECIMIENTO dE uN PAquETE TECNOLógICOLAS dIVISIONES de Investigación y de Extensión, trabajando de ma-nera integrada, han hecho posible que los trabajos de investigación sean dirigidos hacia las necesida-des reales y a resolver los proble-mas acuciantes que los extensio-nistas tienen que enfrentar en el campo con los agricultores.

Una vez creada esta institución, las primeras tareas de investi-gación se concentran en los si-guientes aspectos: Establecer la producción de tabaco negro de semillas Cubanas; introducción y adaptación de los tabacos rubios; y el estudio y adaptación de las variedades de tabaco para capa. Una vez cumplidos estos objeti-vos básicos, el grueso de las investigaciones, sin descuido de la debi-da continuidad en el estudio de estos tabacos, se encaminó hacia las variedades de tabaco de Olor y Criollo.

De conformidad con el protocolo seguido, primero se montaban los ensayos en las estaciones experimentales, y una vez obtenidos los resultados, se establecía lo que se llamaba “pruebas de campo” o

“confirmación de datos experimentales”, en los que se involucraba a los cosecheros, mediante la realización de “días de campo”, en los que se observaba el comportamiento de los trabajos en un ambiente de producción comercial.

Fruto de estos resultados fue el llamado “Paquete Tecnológico del Cul-tivo de Tabaco”, publicado en 1975 bajo el título de “Cultivo de Taba-co Negro en La República Dominicana”. Este documento fue puesto en manos de todos los productores de tabaco, constituyéndose en la

Primera edición del manual “Cultivo del Tabaco Negro en República Dominicana”, publicado en 1975

Portada de una cartilla publicada por la Dirección General de Agricultura, en el año 1958.

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54 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

cartilla que sirvió de guía al personal técnico, para lograr eficiencia y eficacia en la facilitación de los servicios de asesoría técnica, a los cosecheros de las áreas de producción. Es basado en lo anterior que el cultivo del tabaco en la Republica Domini-cana, hoy día, es uno de los más tecnificados en el

campo. Para información general, este documento ha sido revisado y actualizado en tres oportunida-des, correspondientes a los siguientes períodos: 1975, 1982 y 2002, actualmente se trabaja en la cuarta edición.

9.2 PuRIFICACIóN dE LAS VARIEdAdES TRAdICIONALES

CON EL PASO dE LOS AñOS y de los tiempos, los productores fueron haciendo sus selecciones, mediante la observación de las características del crecimiento de las plantas y la calidad de las hojas que obtenían, y finalmente iban asignando nombres, según el origen o la procedencia de las semillas.

Con la creación del INTABACO, una de las accio-nes implementadas fue la de tomar el material nativo existente, estudiarlo desde el aspecto ge-nético, fijarlo como línea varietal y seleccionar los mejores individuos para su generalización como variedad. Después de realizar estas evaluacio-nes, se tomó la variedad Amarillo Parado como la máxima representante del Tabaco Criollo domini-cano; la Chago Díaz, cuya primera selección se le atribuye a Santiago Díaz “Chago” (1901-1983), se consignó como la principal variedad dentro de los llamados tabacos de Olor; y las variedades Punta de Lanza, Jagua y Negrito fueron clasifi-cadas como ideales para la fabricación de andu-llos.

No cabe ninguna duda de que este trabajo apor-tó sus frutos, porque aún cuando existen otras variedades locales, tanto del tipo Olor como del Criollo, actualmente las hojas de las variedades Chago Díaz y Amarillo Parado siguen siendo apre-ciadas en los mercados nacionales y extranjeros.

En los últimos años, los esfuerzos del Instituto, con relación al mejoramiento de variedades, han estado dirigidos fundamentalmente a realizar trabajos para introducir tolerancia a enfermeda-

des como Peronospora tabacina (moho azul) y Phytophthora parasitica (pata prieta), con el ob-jetivo de conseguir líneas con materiales locales tolerantes o resistentes, y obtener sus análogos androestériles, para ser usados como madre en la producción de híbridos comerciales, con otras líneas ya sean introducidas o locales y producir híbridos para diferentes usos en la industria ta-bacalera.

Por otra parte, se hacen ensayos sobre caracteri-zación de variedades criollas e introducidas, con el claro propósito de continuar con la identifica-

Campo de selección de semillas y purificación de la variedad Amarillo Parado, ubicado en la Estación Experimental de Quinigua propiedad del Instituto del Tabaco. Memoria Anual 1969

IX Transferencia Tecnológica

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55Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

ción y discriminación de posibles cultivares para su uso como tales, o como fuente de caracterís-ticas deseables en los trabajos de mejoramiento genético. También se llevan a cabo trabajos con variedades, para evaluar la interacción fenotipo-ambiente de las mismas. Se resalta en esta par-

te, el hecho de que el Instituto posee un banco de germoplasma con materiales locales introdu-cidos, como fuente de conservación de genes, para su utilización en los programas de mejora-miento de las variedades comerciales locales.

IX Transferencia Tecnológica

9.3 PROduCCIóN y dISTRIBuCIóN dE SEMILLAS SELECCIONAdAS

ANTES dE LA CREACIóN del Instituto del Tabaco, los cosecheros recolectaban, limpiaban y guarda-ban sus propias semillas para la próxima cosecha, sin apegarse a ningún criterio de selección y con-servación de las características y pureza varietal, ni de protección fitosanitaria. Luego de su creación, se ha dispuesto el establecimiento de campos de producción de semillas de variedades selecciona-das, las cuales se procesan y clasifican en función

de su peso y tamaño, en máquinas que se poseen para estos procesos. Luego este material de repro-ducción se almacena en un depósito climatizado, y finalmente se envasa en sobres, con las instruccio-nes de manejo impresas en los mismos, para distri-buirse gratuitamente entre los cosecheros.

Muestra de sobres de semillas certificadas de las que distribuye el INTABACO a los productores

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56 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

9.4 ASISTENCIA TéCNICA

uNO dE LOS PRINCIPALES retos que desde su fundación asumió el Instituto con los cosecheros de tabaco, fue cambiar la obsoleta metodología que se utilizaba en el proceso agrícola de la produc-ción, con el fundamental objetivo de mejorar la calidad y la produc-tividad del cultivo.

Sobre este particular cabe des-tacar, que la División Agrícola, uno de los estamentos superio-res dentro del organigrama de la institución, ha implementado desde el principio, un programa sistemático de asistencia técnica a los cultivadores, el cual ha dado los resultados esperados, y que todavía se mantiene en vigencia.

Este programa ha estado dirigido, fundamentalmen-te, a transformar la tecnología de producción utiliza-da anteriormente, pero sobre todo, concentrando los mayores esfuerzos en aspectos importantes, entre ellos: mejorar las condiciones de ranchos; se-lección y multiplicación de semillas; construcción de semilleros; preparación de suelo; utilización de prácticas agrícolas como la distancia de siembra, aporque, empleo y manejo de pesticidas y fertilizan-tes, recolección de las hojas y el control de plagas y enfermedades .

Los agrónomos de la institución, ofrecen asistencia técnica a los cosecheros directamente en el campo, recurriendo al uso de otros recursos como material de apoyo al programa, como son los medios audio-visuales, afiches, boletines ilustrados, hojas divul-gativas, cursos de capacitación a los productores y demostraciones de métodos y resultados.

Con propósitos educativos y de capacitación a los cosecheros de tabaco principalmente, el Instituto filmó a mediados del año 1970, una película a todo

color, en 16 mm, de una duración de 20 minutos, sobre “El Cultivo y Producción de Tabaco Negro”, de la cual, ya para 1976, se habían hecho 126 presen-taciones en 115 comunidades tabacaleras, contabi-lizando una asistencia total de 45,103 personas. En esa misma época, se inició también un programa radial que se originaba en Radio Maybá (Santiago) y se retransmitía por la Voz del Progreso, de San Fran-cisco de Macorís y Radio Mao, de Mao, cubriendo así las principales zonas tabacaleras del país, a tra-vés del cual se difundían consejos y orientaciones sobre técnicas mejoradas en el cultivo de tabaco.

Debido a la importancia que tiene la buena prepa-ración del suelo en el cultivo de tabaco, desde hace muchos años, el Instituto viene prestando ayuda a los productores tabacaleros, principalmente los de escasos recursos económicos, mediante la ejecu-ción de un programa de preparación de tierra. Esto incluye la preparación con tractores propios y priva-dos, así como la utilización de bueyes en zonas de topografía accidentada.

Desde sus inicios en 1962, el Instituto ha estado

Entrenamiento a técnicos sobre ayudas audiovisuales para mejorar los servicios de comunicación

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poniendo gran empeño en asistir técnicamente al mayor número de cosecheros. En un trabajo de “Te-sis” realizado en 1978 por Rosa Elba Mayi para op-tar por la Licenciatura en Trabajo Social (UCMM), en el cual se utilizó una muestra de 220 cosecheros de la Zona Norte, se determinó que el 91.81% de estos cosecheros, para esa época ya recibían asistencia del Instituto del Tabaco. Esta tesis versaba sobre

“La aptitud de los productores de tabaco de la zona Norte del país, con respecto a la asistencia técnica que bridaba el Intabaco, para producir tabaco”

En los últimos años, esta institución ha implemen-tado nuevos programas de apoyo a la producción y ampliado los ya existentes. Además, ha introducido cambios estructurales en la metodología de hacer extensión en el campo. En este sentido, se diseñó un manual de aplicación para ser ejecutado en cada zona tabacalera, con el título de”Programa para el Mejoramiento de los Servicios de Extensión y Capa-citación a Productores de Tabaco”.

9.5 MEjORA dE RANCHOS y MéTOdOS dE CuRACIóNCON EL uSO dE LOS RANCHOS tipo Cubano, se les enseñó a los cosecheros, que el rancho no es un al-macén para secar tabaco, sino que es la estructura donde se comienza el proceso de curación; y que su manejo, procura preservar la calidad de las hojas en dicho proceso, ya que luego de curadas se da inicio a la primera fermentación.

Los ranchos tipo Cubano son instalaciones cerradas, con puertas en los frentes y ventanas en los costa-dos laterales, de manera que, dependiendo de las condiciones del tiempo, éstas se puedan abrir y ce-rrar para controlar la humedad en el interior de los mismos. Dentro del proceso de capacitación, se les enseñó también, respecto al manejo de los ranchos tipo Criollo o Quisqueya, los cuales son abiertos, tanto en los frentes como en los laterales, aspecto éste que debe prevenirse con la orientación durante su construcción. Los cosecheros que disponían de este tipo de ranchos, recibieron entrenamiento so-bre el manejo de los mismos, en el sentido de que durante el proceso de curado, no se pueden mani-pular en su interior.

Precisamente y como parte importante de los traba-jos de investigación que implementa el Instituto, el rancho ha sido un asunto bien estudiado, logrando determinar que: el rancho abierto debe tener orien-tadas sus “Culatas” o partes frontales, siguiendo el recorrido del sol; debe además, tener la dimen-siones de 42 pies de largo por 36 pies de ancho,

conteniendo 7 aposentos de 6 pies cada uno, con 3 camadas de varas o “ranchos dentro”. Asimismo, estas recomendaciones disponen que estos ranchos deben estar distribuidos estratégicamente dentro de la plantación, estableciendo como norma que un rancho de las dimensiones citadas, tiene capacidad para curar el producto de 15 tareas; estimándose que los mismos pueden tener una vida útil de 10 años, con un cambio de cobija cada 5 años.

El estudio también abarcó el método de curado, arribando como conclusión de interés, que hasta un 30% del tabaco recolectado puede perderse, como consecuencia de la pudrición en las hojas, roturas, y pérdidas de peso, debido a su inadecuado manejo. Sobre el particular, se sugiere que para un curado ideal, deben confeccionarse sartas de 6 pies de lar-go, con 2 y 3 hojas en cada anillo y colgarlas con una separación de 6 a 8 pulgadas unas de otras. Cuando el tabaco está curado, proceso que toma de 35 a 45 días, las sartas deben descolgarse, doblar-las y confeccionar una troja sobre una tarima, en el centro del rancho, donde deberá permanecer por 8 a 10 días, hasta ser colocadas en serones para su venta.

Bastante se ha logrado con relación al mejoramien-to y construcción de ranchos. De acuerdo a los da-tos del Censo Tabacalero Nacional realizado en el 2009, se determinó la existencia de un total 9,692 ranchos, de los cuales, el 40.2% presentaban con-

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diciones adecuadas para la curación, el 43.4% se clasificaron como regulares, y el restante 16.4%, no reunía las condiciones necesarias para llevar a cabo un correcto proceso de curación. Este mismo Censo también reveló, que el 68.6% constituían ranchos tipo Quisqueya, el 10.2%, Quisqueya mejorado, el 2.2% casas cerradas y el 19.0% eran estructuras inadecuadas.

Consciente de esta problemática, el INTABACO des-de la realización del primer Censo en 1963, mantie-ne hasta los momentos actuales, un programa de apoyo a los cosecheros para construcción y/o repa-ración de ranchos y casas de curado, como forma de coadyuvar en el mejoramiento de la calidad de la hoja a los cultivadores de tabaco. Cabe destacar que a través de las acciones de este programa, se suministra a los productores, a precio de costo, y en ocasiones como donación, los materiales necesa-rios (madera, cana etc.), así como asesoramiento para el diseño y tipo de estructura que debe utilizar-se con estos fines. Ha sido y continúa siendo el pro-pósito fundamental de este programa, el que cada productor disponga de la infraestructura adecuada para curar el tabaco, de manera que le permita ob-tener la calidad deseable, además de reducir el dé-ficit existente de estas instalaciones en las zonas tabacaleras.

Desde la cosecha correspondiente al período 2004-2005 hasta la realizada en el año 2011-2012, se

han construido 684 ranchos, y reparados otros 1,103, y esto se debe a que la institución como par-te de su programación, incluye en el presupuesto de cada cosecha, una partida destinada a la adqui-sición de materiales para construcción y reparación de ranchos, por lo que cada año más productores pueden disponer de este vital servicio.

A los fines de poder contribuir con la reforestación de las zonas tabacaleras, el Instituto ejecuta un plan de fomento de siembra de especies frutales y maderables, especialmente de aquellas que pue-dan ser utilizadas por los productores, con fines económicos o de subsistencia, y en la obtención de madera para la construcción y reparación de ran-chos o casas de curado.

Fundamentado en esta política de servicio al pro-ductor, existe un acuerdo entre la Asociación para el Desarrollo Incorporada (APEDI), y el INTABACO, que establece compromisos para realizar trabajos conjuntos en la Cordillera Septentrional, en el cual participan grupos ecológicos y asociaciones de pro-ductores. Estos trabajos procuran el fomento de la siembra de árboles, la reforestación de cuencas hi-drográficas y la concienciación de los productores tabacaleros, respecto al cuidado que deben brindar a la foresta. También existen acuerdos con CODO-CAFÉ y el Departamento de Cacao del Ministerio de Agricultura con el INTABACO.

Rancho en construcción. Año 1975 Rancho en construcción. Año 2008

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9.6 INTROduCCIóN dEL SISTEMA dE SEMILLEROS

LA PRáCTICA de hacer semilleros mediante la cons-trucción de canteros, era inexistente antes de los años 30 del pasado siglo. Es pues a partir de esos años, que esta labor agrícola empieza a implemen-tarse, aunque con ciertas deficiencias, generalizán-dose en los predios y fincas tabacaleras a mediados de los años 50.

Era tradición, que para producir las plántulas o “posturas”, el cosechero regaba las semillas en un pequeño predio de tierra virgen, las que una vez ger-minadas, se es-peraba que alcan-zaren un tamaño determinado para ser trasplantadas. Con el paso de los años, la institución, ha difundido una metodología para producir plántulas en canteros, sien-do durante el pe-ríodo tabacalero 1970-1971, donde se cambia el siste-ma de hacer semi-lleros para regalar las plántulas a los cosecheros, por el de organizarlos por zonas de pro-ducción para que los mismos sean los responsables de llevar a cabo esta labor agrícola.

En este sentido y con los propósitos antes expuestos, se establecieron tres categorías de semilleros:

• Semilleros para grupos organizados por el INTABACO• Semilleros para grupos no organizados.•Semilleros oficiales.

A los dos primeros grupos, la institución les suminis-traba: equipos, insumos y asistencia técnica, mien-

tras que los integrantes aportaban la mano de obra. De esta manera los cosecheros eran capaces de ha-cer sus propios semilleros y producir las plántulas que demandaban para sus siembras. Por otra parte, los semilleros oficiales eran costeados totalmente por la institución y las plántulas se distribuían gra-tuitamente a los agricultores.

Como parte de la asistencia técnica que la institu-ción brinda a los cosecheros de tabaco, se les instru-

ye con relación a la manera en que deben adecuar los terrenos. En este sentido se orienta para que después de regadas las se-millas, se manten-ga un nivel de hu-medad adecuado en el suelo, para lo cual es necesa-rio aplicar riego a los canteros, cada vez que se consi-dere necesario, y cubrir la superficie con materiales re-comendados.

Se conoce el dato de que en 1968, el INTABACO introdu-jo desde Venezuela, la técnica de cubrir los canteros con cascarillas de arroz, método que hasta ahora ha dado excelentes resultados y ha revolucionado la producción de plántulas en República Dominicana, pues facilita el manejo de los semilleros y permite bajar los costos de producción y obtener “posturas” saludables. Esto ha provocado un cambio apreciable, pues la tradición era utilizar materiales como hojas de plátanos, pencas de palma y cana, entre otros, para cubrir los canteros.

Con el objetivo de garantizar la disponibilidad de ma-terial de siembra a los productores, en el momento

Semilleros oficiales preparados por el Instituto del Tabaco para donar las plántulas a los productores en el año 1975.

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oportuno y acorde con la programación hecha al inicio de cada campaña, el Instituto ejecuta planes de construcción de semilleros. Por una parte lleva a cabo los denominados “semilleros colectivos”, acti-vidad que se ejecuta en coordinación con asociacio-nes de productores, y por otra realiza los “semilleros oficiales”, instalados en terrenos estratégicamente ubicados, a los que se les proporciona asistencia técnica completa a los beneficiarios.

Originalmente este programa cubría al 100% de los productores, pero debido a la producción de plán-tulas en bandejas y a que varias empresas produ-cen plántulas con sus propios recursos, su alcance en la actualidad beneficia aproximadamente a un 70% de éstos. Precisamente a este conglomerado la institución le facilita la preparación del terreno donde serán construidos los semilleros, además de las semillas certificadas, los insumos y la asistencia técnica de lugar.

El método de producir plántulas de tabaco en ban-dejas bajo ambiente protegido, en el que se emplean estructuras llamadas túneles o “invernaderos”, ha venido ganando espacio en el país. El Instituto cuenta con invernaderos en los que se producen anualmente la cantidad de plántulas en bandejas que solicitan tanto productores, como compañías productoras de tabaco para capa, procesadores y fabricantes que poseen fincas de producción. Es-tos invernaderos están ubicados en las estaciones y campos experimentales que la institución posee en diferentes zonas del país, y en ellos se produ-

cen reconocidas variedades de tabaco altamente demandadas, tales como: Burley, Piloto, Papayo, y otros materiales de Olor dominicano.

Resulta de importancia señalar, que en los últimos años, el Instituto está llevando esta práctica a las fincas de los productores con la finalidad de ex-pandirla, debido a que la misma, ofrece múltiples ventajas para el desarrollo vegetativo de las plan-taciones. Con este propósito se construyen peque-ños invernaderos con tecnología apropiada, donde la institución aporta la infraestructura, los insumos y la asistencia, mientras el productor solo tiene que aportar la mano de obra.

Desde la cosecha 2004-2005 hasta la 2011-2012, el Instituto ha logrado producir 38 millones de plán-tulas en bandejas, lo que representa un promedio de 4.75 millones por cosecha.

IX Transferencia Tecnológica

En los últimos años, el INTABACO está llevando la práctica de los invernaderos a las fincas de los productores con la finalidad de ex-pandirla, debido a que la misma, ofrece múltiples ventajas para el desarrollo vegetativo de las plan-taciones.

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9.7 PREPARACIóN dE SuELO

HACE yA BASTANTE TIEMPO, donde las primeras la-bores que se hacían para preparar el suelo, consis-tían en talar, tumbar y quemar los árboles de la par-cela destinada a la siembra de tabaco, en el que una vez acondicionado el predio, la tierra era removida con un machete u otros instrumentos que permitie-ran realizar este trabajo. Esta práctica fue utilizada hasta bien entrado el siglo pasado.

Algunas referencias señalan que el primer tractor apareció en los años cincuenta, pero hasta muy en-trado el siglo XX, el uso de bueyes de arado no había sido abandonado en el campo dominicano. Sin embargo, toda-vía se emplean yun-tas de bueyes para preparar el suelo en algunas localidades donde predomina una topografía acci-dentada, y donde re-sulta imposible rea-lizar esta labor con un tractor.

La preparación de tierra es una de las facilidades que la institución ofrece a los productores desde el mo-mento mismo de su creación. Este programa se apli-ca antes de iniciar la siembra y al final de la cosecha en combinación con los programas de “Eliminación de Residuos de Cosecha de Tabaco” y “Producción de Cultivos Alternos” en todas las zonas tabacaleras, dando prioridad a los pequeños productores y a las áreas marginales.

La superficie a cubrir y la cantidad de beneficiarios guardan estrecha relación con las medidas de con-trol establecidas cada año, las que se implementan con el propósito de ajustar el tamaño de la cosecha a la cantidad de tabaco que el mercado puede so-portar, y establecer un equilibrio entre la oferta y la

demanda, para evitar de esta manera, la sobrepro-duccion e inconvenientes que esta acarrea.

Tomando en cuenta estas normativas, en la última década este servicio ha beneficiado anualmente a más de 3,000 productores y ha permitido preparar entre 50,000 y 70,000 tareas en cada cosecha.

Datos del Censo Nacional Tabacalero levantado en el 2009, revelan que del total de 5, 774 productores contactados, el 45.3% de éstos, dijo que iniciaba la

preparación de la tierra con un corte de arado, mientras que el 54.7% restan-te, señalaba que no utilizaba ese equipo para comenzar la adecuación de su terreno. Asimismo se determinó que un 51.3% usaba rastra en las labo-res de preparación. Con relación a esta misma variable, otro dato importante que aporta dicho censo,

es de que el 40.0% utilizaba bueyes para las faenas de adecuación del terreno, mientras el 60% de los 5,774 productores, manifestó que no lo hacía con animales.

Para beneficiar a los productores de zonas de ladera, en el año 2008 el INTABACO adquirió un total de 19 yuntas de bueyes con sus implementos y accesorios, las cuales fueron incorporadas a las labores de pre-paración a través de la Asociación de Cosecheros de Tabaco de la Región del Cibao. Es de justicia consignar en esta parte, el recurrente y oportuno respaldo que la institución recibe del Ministerio de Agricultura, orga-nismo estatal que facilita equipos para la preparación de terrenos a los pequeños cosecheros de tabaco, en momentos de alta demanda de estos equipos.

Uno de los tractores del INTABACO en labores de preparación de tierra en el año 2010.

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9.8 éPOCA y dISTANCIA dE SIEMBRAEN TIEMPOS PASAdOS, la siembra de tabaco se realizaba en diferentes épocas del año, acción que originaba una serie de dificultades e inconvenientes para obtener buenos resultados en la producción, como el caso relativo a la disposición de las plantas en el campo, la que se llevaba a cabo sin ningún tipo de organización y donde la siembra no se reali-zaba en hileras, lo que a su vez dificultaba la ejecu-ción de las labores dentro del tabacal.

Los estudios hechos por el INTABACO, han permiti-do definir épocas específicas de siembra para las di-ferentes zonas de producción, lográndose además, determinar las distancias más adecuadas tanto en-tre hileras como entre plantas para las principales variedades.

9.9 FERTILIZACIóN y PRáCTICA dE APORquELA PRáCTICA dEL APORquE, cuyo uso era nulo en el país, consiste en arrimar tierra al tronco de las ma-tas de tabaco, inmediatamente después de realizar-se la fertilización o el abonado. De esta manera, se estimula el desa-rrollo radicular y las plantas au-mentan su capaci-dad para absorber los nutrientes del suelo, lo que final-mente se traduce en incrementos en productividad y calidad del ta-baco. Se dispone de información de que antes de los 60, no se utilizaba abonos en el cultivo, a pesar de los esfuerzos que en este sentido desplegaba la Cámara Oficial de Comer-cio, Industria y Agricultura, de Santiago, durante las

“Campañas Tabacaleras”.

Sin embargo, con la introducción de la variedad Pilo-to Cubano, el aporque adquiere mayor importancia, pues esta variedad es una de las que mejor respon-de a la aplicación de esta práctica de cultivo. Su uso fue generalizándose, principalmente en el cultivo de

los tabacos Havanensis y caperos, ya que en los ta-bacos Criollos, por su condición de ser producidos en

“secano”, su aplicación resultaba un tanto difícil.

Durante los 50 años de existen-cia de la institu-ción, y por medio de los diferentes programas que se ejecutan, la institución ha lo-grado que el uso del aporque y la utilización de fertilizantes se hayan constitui-do en prácticas habituales dentro

de las labores del cultivo.

Estudios realizados por el Instituto en 1976, deter-minaron que el 30.9 % de los cosecheros utilizaba la práctica del aporque y ya para el 2009, ese porcen-taje se había más que duplicado, llegando a 64.0 %. Esas investigaciones señalan, que en el año 1976, el 23.25 % de los productores utilizaba fertilizantes y que para el 2009 la cantidad había aumentado a un 81.9%.

Plantación de tabaco fertilizada y recién aporcada, año 1975.

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9.10 RECOLECCIóNLOS TéCNICOS dEL INTABACO recomiendan que la recolección se realice cosechando las hojas separa-damente, de acuerdo éstas vayan madurando, par-tiendo desde la parte inferior hacia la parte superior de la planta. Por su tamaño y suculencia, las hojas son muy propensas a recibir daños durante la reco-lección y labores posteriores como el acarreo a los ranchos de curación, el amarre y la colgada de las sartas, razón por la cual las labores antes descritas deben hacerse con cuidado extremo.

Con el transcurrir del tiempo, la metodología aplica-da en la recolección del tabaco ha venido mejorando notablemente, gracias al constante asesoramiento ofrecido por la institución a los productores, con lo cual el cosechero ha dejado atrás la práctica de co-sechar en conjunto, determinándose para el 2009, que el 84.3% de los productores incorporaban esta recomendación.

Obreros realizan labor de recolección de tabaco y lo colocan en estructuras que faciliten el transporte al rancho sin producir roturas de las hojas

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9.11 CRédITO SuPERVISAdOMEdIANTE LA PuESTA EN PRáCTICA en el período ta-bacalero 1968-1969, de una novedosa forma de operar en la institución, se coordinó con el “Comi-té Nacional de Crédito Supervisado”, dos proyectos modelos de siembra en las localidades La Torre (La Vega) y El Ingenio (Santiago). Gracias a esta nueva metodología de otorgar el financiamiento, en la To-rre se sembraron 750 tareas de tabaco Criollo, va-riedad Amarillo Parado, en cultivo de secano, mien-tras que El Ingenio, fueron sembradas 800 tareas bajo riego, de las variedades Piloto Cubano y del tipo Olor, variedad Quin Díaz. El proyecto La Torre estaba conformado por seis grupos cooperativos organiza-dos por La División de Cooperativas del INTABACO.

Bajo este nuevo sistema crediticio los productores recibían financiamiento para sus cosechas y asis-tencia técnica intensiva durante todo el ciclo del cul-tivo, a través de cuatro (4) agrónomos, 2 asignados en La Torre y 2 en el proyecto El Ingenio.

Además de prestar toda la asistencia técnica, el Instituto proporcionaba gratuitamente las plántulas

necesarias y facilitaba todos los trámites para la ad-quisición de fertilizantes, insecticidas y demás insu-mos y materiales utilizados en el cultivo del tabaco. El “Comité de Créditos Supervisados”, por su parte, se encargaba de aprobar y tramitar las solicitudes de créditos hasta proporcionar toda la financiación de los proyectos.

Como consecuencia del rigor técnico con que se ma-nejaron estos proyectos, se logró que los agriculto-res enrolados en este programa, aplicaran prácticas agrícolas innovadoras, que hicieron posible aumen-tar la productividad y la calidad del tabaco, logrando de esta manera, incrementar sus beneficios.

Estos proyectos fueron tan exitosos, que de los dos iniciados a modo de ensayo en 1968-69, se evolu-ciona a diez (10) en el período 1970-1971, los que luego se esparcieron por todo el país.

Plantación de tabaco de la variedad Piloto Cubano de un agricultor dentro del programa Crédito Supervisado en la sección del Ingenio, Santiago. 1969.

IX Transferencia Tecnológica

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65Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

El Papel del INTABACO

en el Control de Plagas

y EnfermedadesLos primeros pesticidas estaban formulados en polvo, por lo que los equipos de aplicación eran espolvoreadoras manuales, viniendo luego las fórmulas líquidas, en emulsión o concentradas y los equipos pasaron a ser asperjadoras de mochila.

10.1 INSECTOS y OTRAS PLAgASANTES dE LA FuNdACIóN del INTABACO, los cose-cheros preservaban sus semilleros y plantaciones de los ataques de los gusanos de tierra, y de los gri-llos, prácticamente con las manos, lo que igualmen-te ocurría con los ataques de los gusanos verdes so-bre las hojas del cultivo. La práctica más recurrente de los cosecheros para el control de estos gusanos, era recogerlos y hervirlos en latas.

Con la instalación y puesta en marcha de las ac-ciones del Instituto, se especializaron técnicos en esta área, los que inmediatamente procedieron a investigar y a establecer los métodos de control de plagas más económicos y eficaces. A través de las gestiones realizadas en ese entonces, surgen las primeras empresas suplidoras de insecticidas, fun-gicidas y equipos de aplicación, especialmente para tabaco.

Las primeras atenciones técnicas para el control químicos, se dieron en los proyectos “Pilotos” de la nueva variedad de tabaco Cubano, pero luego, con el paso de los años, dichas aplicaciones se exten-dieron a todas las áreas de cultivo. Los primeros pesticidas estaban formulados en polvo, por lo que los equipos de aplicación eran espolvoreadoras ma-nuales, viniendo luego las fórmulas líquidas, ya en emulsión o ya concentradas y los equipos pasaron a ser asperjadoras de mochila, tanto manuales como motorizadas.

Ya para el año 1974, se disponía de información su-ficiente y amplia experiencia para manejar con éxito el control de plagas. Las casas suplidoras de agro-químicos ofertaban una variada gama de productos, asimismo para esa época, se conocían los efectos nocivos del Cloro sobre las hojas de tabaco, por lo que tanto los pesticidas como los fertilizantes a uti-

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lizarse en este cultivo, no contenían este elemen-to dañino. Se destaca el hecho ocurrido para esa época, de la integración de brigadas de asperción, las que se desplazaban hacia los predios, bajo la dirección de técnicos agrícolas, para aplicar gratui-tamente los pesticidas recomendados.

Posteriormente en 1976 y por gestiones desplega-das por las autoridades del INTABACO ante el Poder Ejecutivo, fueron asignados y puestos a disposición al inicio de cada campaña tabacalera, específica-mente cada 1ro de septiembre, fondos para la ad-quisición exclusiva de agroquímicos, los que debe-rían ser entregados gratuitamente a los cosecheros de tabaco. Estos insumos fueron: fertilizantes, des-infectantes de suelos, fungicidas e insecticidas para semilleros y fungicidas e insecticidas para el control de insectos y enfermedades en la planta.

Finalizando el año 1988, en la región Sur del país, fue detectada la presencia de un insecto, descono-cido hasta ese momento en el país, el cual era un efectivo transmisor de virus que afectaba a varios cultivos, entre los cuales estaba el tabaco. Se tra-

taba pues del insecto conocido comúnmente como Mosca blanca (Bemisia tabaci). Ya por los años 90 su presencia se había expandido a otras zonas y lu-gares, siendo evidente sus ataques en los campos tabacaleros del Cibao.

Como parte del control y manejo del insecto, las autoridades agrícolas implantaron un programa de veda o prohibición de la siembra fuera de época, para los cultivos hospederos de este insecto. La pri-mera veda se estableció en el año 1989 y sus resul-tados se consideraron como satisfactorios.

Por los años 90 también fue identificado otro nuevo insecto, causante de daños de importancia econó-mica al cultivo de tabaco. Se trata de la esperancita verde (Oecanthus niveus). Los daños que ocasiona este insecto consisten en la perforación de las ho-jas en el campo, lo que lógicamente se traduce en un desmejoramiento de la calidad.

Por medio de sus programas de asistencia técnica, el INTABACO ha contribuido de una manera desta-cada, para que los cosecheros utilicen oportuna y

Moscas blancas (Bemisia tabaci) sobre una hoja de tabaco.

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

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correctamente los variados tipos de insecticidas y fertilizantes, con el objeto de lograr un control efec-tivo de los insectos dañinos y mantener la calidad del tabaco, tratando siempre de que el medio am-biente sea afectado lo menos posible.

Con el paso del tiempo, y la efectiva y eficaz asisten-cia técnica que la institución brinda a los cosecheros de tabaco, se puede apreciar en el cuadro siguiente, como ha ido evolucionando el uso de insecticidas y fertilizantes en sus predios.

Actualmente, el INTABACO diseña programas anua-les para que los productores adquieran con facilida-des los insumos que utilizan en el manejo de plagas y enfermedades que atacan al cultivo del tabaco. La distribución se realiza a través de los técnicos encargados de cada zona tabacalera, los cuales detectan las necesidades en el campo, ofrecen las facilidades de adquisición de los insumos y les ase-soran en el correcto uso y manejo de los mismos.

Los principales insumos distribuidos son: fertili-zantes para semilleros y plantaciones; fungicidas protectores y curativos; insecticidas específicos y adherentes. Se incluye además, bombas de asper-jar del tipo mochila, manual y motorizadas. Todos estos materiales llegan a los productores a través de un programa de transferencia tecnológica y bue-nas prácticas agrícolas, como aportes significativos realizados por esta institución. En las zonas donde se produce tabaco Criollo, que suelen ser las comu-nidades más empobrecidas, los insumos se distri-buyen gratuitamente.

Años Total de Cosecheros

No. Cosecheros que utilizaron Insecticidas y

Fertilizantes

Porciento del Total

1973 31,398 8,871 28.251977 26,423 11,553 43.721984 19,976 8,822 44.162009 5,774 4,730 81.90

Entrega de fertilizantes y otros insumos a productores asociados del Cibao

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

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XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

10.2 ENFERMEdAdESLOS PRINCIPALES PATógENOS que causan gran-des pérdidas al cultivo de tabaco son hongos, bac-terias y virus. Estos agentes son capaces de provo-car daños desde la etapa inicial del semillero hasta el final de la cosecha. En algunos casos, su control no resulta fácil y en ocasiones hasta su prevención se dificulta, pues la incidencia exagerada de las condiciones climatológicas, como la humedad, la pluviometría y la temperatura, que no pueden ser controladas por el hombre, influyen en la aparición y desarrollo de múltiples enfermedades.

Sobre este particular, las orientaciones que el INTA-BACO facilita a los productores, siempre van enca-minadas a la aplicación de medidas tales como:

• Utilizar semillas provenientes de campos sanos.• Desinfectar los suelos destinados a semilleros.• Evitar una alta densidad poblacional en los cante-ros.

• Eliminar las plantas hospederas de insectos que causan daños al tabaco.

• No sembrar tabaco en áreas bajas y de pobre dre-naje.

Mediante la aplicación de fungicidas específicos, combinado con un manejo correcto, ha permitido obtener resultados aceptables en la prevención y control de enfermedades, tanto en los semilleros como en las plantaciones. Actualmente los cose-cheros poseen suficiente conocimientos sobre el control de plagas y enfermedades en el cultivo del tabaco. Resultado de la asistencia técnica propor-cionada, éstos han aprendido a conocer su compor-tamiento y tipos de daños que ocasionan, así como también muestran habilidades respecto al manejo de los productos, las dosis y formas de uso, y de los equipos adecuados.

El primer brote de Moho Azul en República Dominica-na, se verificó el día 3 de noviembre del 1980, en la cantería del cosechero Adolfo Ventura, en la sección La Canela, del municipio de Santiago. En ese enton-ces, el agrónomo Teófilo Estévez, de la Secretaría de Agricultura, tomó muestras de plántulas de esta plantación, las cuales llevó a los Ingenieros agró-nomos Isabel Abreu y Samuel Concepción, quienes comprobaron a nivel de laboratorio, la presencia de la enfermedad. Se trataba de un patógeno agresivo que atacó 25 canteros dejándolos completamente destruidos.

En todo este proceso jugaron un papel importante los afiches que distribuyó el INTABACO, dado que el citado agricultor sospechó de la enfermedad, al no-tar que los síntomas que presentaban sus semille-ros coincidían con los descritos en dichos afiches.

En consecuencia, la aparición del Moho Azul ese año, hizo cambiar la estrategia que hasta esa época había tenido la institución, para tratar el problema de las enfermedades. Por ser el Moho Azul uno de los hongos más destructivos en el tabaco, se incluye en esta parte del documento una síntesis narrativa sobre la metodología implementada y los resulta-dos alcanzados.

Cuando transcurría el año 1980, ya se tenían infor-maciones de que anteriormente, esporas de un te-mible hongo conocido como Moho Azul había diez-mado las plantaciones de tabaco de varios países de América, entre ellos Cuba, donde este patógeno había aparecido por primera vez en 1957 y reapare-cido en 1959. Luego de desaparecer por un tiempo relativamente largo, en los últimos años de la déca-da de 1970, su presencia fue detectada nuevamen-te en aquel país.

Moho Azul: Prevención y Control

Aparición de la Enfermedad

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69Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

Ante la presencia del mal en la re-gión de América Central y el Caribe, el INTABACO había decretado una alerta epidemiológica e iniciando un estudio sobre las característi-cas y condiciones del manejo de esta enfermedad. En esta línea de acción, la institución en coordi-nación con la Secretaría de Esta-do de Agricultura, elaboró un plan encaminado, en su primera fase, a crear conciencia del peligro que representaba la enfermedad y de las grandes consecuencias que podían derivarse de su penetra-ción en el país. Al efecto, se reali-zaron las actividades siguientes:

• Para mayo de 1980, se ordenó a la División de Cuarentena Vegetal de la Secretaría de Estado de Agricultura, tomar las medidas necesarias en los puertos y aeropuertos, dentro de las cuales se incluía la destrucción de todo material vegetativo procedente de países con tabaco atacado de Moho Azul.

• En junio del mismo año, fue creada una comisión en la que se incorporaron las universidades nacio-nales y autoridades relevantes en Fitopatología, con la finalidad de aprovechar sus conocimientos en la prevención y curación del Moho Azul.

• Los meses de julio, agosto y septiembre, se proce-dió a entrenar a todo el personal técnico del Institu-to, para reforzar sus conocimientos sobre el Moho Azul, enfermedad hasta entonces desconocida en el país. Conjuntamente con lo antes indicado, en junio y noviembre, se realizaron charlas, paneles y mesas redondas, de los cuales salieron importan-tes medidas.

• Fueron enviados dos técnicos a Estados Unidos, los agrónomos Leonardo A. López y Juan B. Schira, para que aprovecharan las experiencias, en el con-trol de esta enfermedad en ese país, quienes del 25 de junio al 26 de agosto de 1980, recibieron entre-namiento en la Universidad de Carolina del Norte.

En agosto del mismo año se hizo contacto con Es-paña y Alemania para aprovechar sus experiencias sobre el manejo y combate del Moho Azul.

• Desde el inicio de la cosecha se procuró coordinar con todas las instituciones ligadas al sector taba-calero, las acciones para enfrentar la enfermedad, acción que fue acompañada desde el 1ro de sep-tiembre, con una profusa información sobre la en-fermedad, utilizando los medios de comunicación: radio y prensa.

• A lo largo de toda la etapa de los semilleros, ini-ciada en septiembre, fueron distribuidos en todas las áreas tabacaleras, miles de afiches conteniendo fotos que permitían a los cosecheros identificar la enfermedad, así como consejos sobre qué hacer en caso de que la misma apareciera en los semilleros. Procurando prevenir la misma, las labores de asis-tencia técnica fueron redobladas, incrementando en más de un 400%, la cantidad de Ditiocarbamatos (fungicida preventivo), que tradicionalmente se dis-tribuía entre los cosecheros de escasos recursos.

Planta de tabaco afectada de Moho azul (Peronospora tabacina)

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70 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Plan de Acción

Confirmada la enfermedad en laboratorio, al día si-guiente comenzó a llegar a los almacenes del INTA-BACO, un nuevo fungicida patentizado y desarrolla-do por una empresa Suiza, la que a solicitud de la institución, dispuso una provisión de emergencia en el país, ya que el contingente mayor tenía previsto, llegar por vía aérea una semana después.

Se elaboró un programa de acción contando con la valiosa colaboración del Departamento de Sanidad Vegetal, de la Secretaría de Estado de Agricultura, y con la asesoría del Dr. Furney Todd, de la Universi-dad Estatal de Carolina del Norte. Además, se invitó al Dr. Gunter Hechler, especialista del Gobierno Ale-mán, quien colaboró estrechamente con el Instituto a través de diversas visitas que realizó al país.

Por disposición del Presidente de la República, fue creada una comisión, con carácter permanente, para que vigilara el curso de la enfermedad y eva-luara los trabajos que se llevaban a cabo para su combate. Esta Comisión estuvo integrada por auto-ridades y técnicos del sector agrícola, científicos, in-vestigadores y representantes del sector tabacalero nacional.

Luego de muchas ponderaciones, se elaboró un pro-grama puesto en ejecución a partir del 5 de noviem-

bre de 1980, a un costo de 2.5 millones de pesos financiado por el Gobierno.

Dependiendo de la etapa del cultivo y el grado de infección, se determinó el tipo de tratamiento a se-guir. En la etapa de semilleros, si la infección era fuerte se procedía a destruir con fuego toda la can-tería, evitando así una mayor propagación. A nivel de plantaciones se estableció una vigilancia conti-nua para descubrir a tiempo cualquier brote de la enfermedad.

El INTABACO obsequiaba los productos necesarios a todos los cosecheros con menos de 75 tareas, de ahí en adelante el propietario de la finca financiaba las siguientes. Si el caso lo ameritaba, además del producto también se le aplicaba gratuitamente utili-zando los equipos y el personal de la institución.

Conjuntamente con esta acción directa, la labor de extensión fue reforzada para llevar a los agricultores prácticas que ayudaran al control de la enfermedad. Tanto para semilleros como para las plantaciones, se tenía de antemano establecido el tipo de produc-to y la dosificación a usar en cada caso, lo que faci-litaba una acción rápida del técnico.

La estructura operativa también fue reforzada con la creación de 80 centros de control del Moho Azul, ubicados estratégicamente a nivel nacional, así como también con 200 operarios formados en bri-gadas de fumigación. Además, la cantidad obreros ayudantes de los técnicos fue aumentada.

Como parte de este accionar, se adquirieron 400 bombas asperjadoras para ser usadas por las bri-gadas y prestarlas directamente a los cosecheros, debiendo éstos garantizar su uso en sus comunida-des respectivas. Este plan de acción llegó a cubrir 484,966 tareas, las cuales en más de un 60% fue-ron asperjadas dos veces para prevención del Moho Azul.

La labor de extensión fue refor-zada para llevar a los agriculto-res prácticas que ayudaran al control de la enfermedad. Tanto para semilleros como para las plantaciones, se tenía de ante-mano establecido el tipo de pro-ducto y la dosificación a usar en cada caso, lo que facilitaba una acción rápida del técnico.

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

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71Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Resultados Alcanzados

Se debe destacar, que a pesar de los severos daños causados a nivel de semilleros cuando se presentó la enfermedad, se pudo obtener plántulas sanas y suficientes para efectuar la siembra programada de 425,000 tareas, superficie que finalmente alcanzó la cantidad de 490,000 tareas.

Tampoco se tuvo que descalificar ninguna planta-ción por Moho Azul, ya que lo sembrado se protegió debidamente, con lo que también se le llevó más conciencia al agricultor tabacalero sobre las técni-cas que debe aplicar en estas situaciones.

Sin dudas, fue una prueba de fuego para la Institu-ción y su capacidad para dar respuestas ante una enfermedad, que eventualmente podía destruir en su totalidad, la cosecha de ese año. Sin embargo, la evaluación final del ataque estableció que apenas un 2 % de la cosecha mermó por esta causa.

Unos 20 años después de haber sido detectada la presencia del moho azul por primera vez en la Re-pública Dominicana, el hongo apareció atacando con una voracidad inusual a plantaciones ubicadas en determinadas áreas. Los daños ocasionados eran tan rápidos y evidentes, que algunas empre-

sas procesadoras solicitaron al INTABACO realizar un diagnóstico de las zonas atacadas. El resultado fue que los niveles de daños habían sobrepasado lo que hasta el momento se tenía registrado desde la llegada de la enfermedad en 1980. Las plantacio-nes más afectadas eran de la variedad de tabaco Piloto, y estaban ubicadas principalmente en la pro-vincia Valverde y comunidades aledañas. Por mutuo acuerdo entre las compañías y el instituto se esta-blecieron las medidas a aplicar.

La principal recomendación consistió en alternar, y en ocasiones sustituir, las aplicaciones de las mo-léculas utilizadas para el control de la enfermedad, ya que algunos reportes indicaban resistencia del patógeno al ingrediente activo. De esta manera fue posible manejar las plantaciones con relativo éxito. Sin embargo hubo que eliminar algunas plantacio-nes severamente atacadas para evitar la disemina-ción de la enfermedad a través de la propagación de esporas. La superficie total eliminada correspon-dió a 1,245 tareas.

Plantación de tabaco bajo sistema de prevención y control de enfermedades y plagas.

XEl Papel del INTABACO en el Control de Plagas y Enfermedades

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XIEstudio de la Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro

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73Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIEstudio de la Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro

Estudio de la Zonificacióny Tipificación

del Tabaco Negro11.1 ESTABLECIMIENTO dE ZONAS TABACALERAS

LA SIguIENTE dIVISIóN en zonas tabacaleras, fue estructurada con la finalidad de que la asistencia técnica que ofrecía el INTABACO, lle-gara al lugar más distante donde se produjera la hoja, de manera tal, que se pudiese ir mejorando la calidad del tabaco para mantener las exportaciones, de acuerdo a las exigencias de los mercados. Esta descentralización por zonas de las acciones de la institución, procura-ban además la facilitación de los recursos que se invertían en apoyo a los cosecheros dispersos por toda la geografía del país.

Número Zona Localizaciónde la Zona

1 La Canela, San José de las Matas, Jánico, Sabana Iglesisas2 El Ingenio, Jacagua, Gurabo3 Mao, Santiago Rodríguez4 Samaná5 Nagua6 San Juan de la Maguana, Elías Piña7 San Cristóbal8 Moca9 Dajabón

10 Tamboril, Guazumal, Colorado11 Bonao, Sierra Prieta12 Puerto Plata13 La Vega14 Guayabal, Baitoa, San José Afuera (Santiago)15 Higüey16 Sánchez Ramírez17 Villa González18 Navarrete19 Azua20 Montecristi

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XIEstudio de la Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro

Tradicionalmente España había sido uno de los gran-des compradores de nuestro tabaco. Ya para el año 1970 el INTABACO había establecido magníficas rela-ciones de cooperación e integración técnica con Ta-bacalera Española, S.A y con SEITA, S.A., de Francia, empresas que adquirían el 60% del tabaco negro do-minicano para picadura de cigarrillos.

Las aludidas empresas extranjeras manifestaron su preocupación, en el sentido de que dentro del gran vo-lumen que compraban, aparecían núcleos de hojas de mala calidad, con una muy baja combustibilidad. Esta situación denunciada trajo como consecuencia, que en 1973 el Instituto se propusiera realizar un estudio científico sobre la zonificación y tipificación del tabaco negro dominicano, el cual se planteó como horizonte de ejecución unos 5 años. Durante ese tiempo se ana-lizaron las variables de suelos, aguas, clima y las hojas de tabaco, en puntos fijos de muestreos que compren-dían todas las zonas tabacaleras del país

Mientras se desarrollaban los trabajos del estudio de zonificación, los técnicos de la División de Investiga-ción realizaban pruebas y establecían ensayos en las estaciones experimentales, buscando definir los mejo-res métodos y procedimientos, para poner en conoci-miento a los cosecheros sobre las técnicas adecuadas para producir mejores cosechas. En 1975 se publicó un documento titulado “Cultivo del Tabaco Negro en la República Dominicana”, el cual contiene un depura-do paquete tecnológico, que describe paso por paso, cada una de las operaciones recomendadas para pro-ducir tabaco de alta calidad.

Con relación al estudio de “Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro”, su edición se dio a conocer en 1978, y en atención de las recomendaciones conte-nidas en el mismo, el país se dividió en zonas y áreas tabacaleras, donde las zonas estaban compuestas básicamente por grupos de provincias, mientras que las áreas se conformaron por provincias, municipios o secciones, sin que primara ninguna discriminación al respecto.

Una de las recomendaciones de aplicación inmediata sugerida por este estudio, fue la designación en las zo-nas y áreas, de un agrónomo, conjuntamente con su

personal auxiliar de apoyo para las faenas de campo, lo que fue implementado de acuerdo al tamaño y la cantidad de cosecheros que tuviera el área. General-mente, estos ayudantes eran personas de la propia co-munidad donde servían, con cierta instrucción escolar, y con un entrenamiento previo.

Evidentemente, el estudio de “Zonificación y Tipifi-cación del Tabaco Negro en República Dominicana”, constituyó uno de los trabajos más trascendentales que se hayan realizado en el sector agrícola dominica-no, no sólo por el rigor científico con que fue formulado, sino porque constituyó un instrumento de extraordina-ria importancia para obtener alta calidad, en un rubro agrícola cuyo producto final son las hojas, las cuales son altamente influenciadas por las condiciones en que se cultivan. De ahí que el mapa tabacalero esta-blecido por el estudio, represente uno de los aportes más importantes del Instituto del Tabaco en sus 50 años de vida institucional, hecho que trasciende nues-tras fronteras, ya que ha convertido a la República Dominicana, en el único país de América Latina que cuenta con un estudio de esta naturaleza.

11.2 CONCLuSIONES dEL ESTudIO• La producción de tabaco, en las condiciones de suelo, clima y el manejo de cultivo, imperantes en la Repúbli-ca Dominicana, conduce a la obtención de cosechas de calidades diferentes en varias zonas del país.

• Es posible delimitar las zonas donde la calidad del tabaco producido sea poco variable dentro de la zona, pero es muy probable que la calidad cambie significa-tivamente de una cosecha a otra dentro de la misma zona.

• La calidad del Tabaco, es particularmente influída por las condiciones climáticas, sobre todo por la presencia o ausencia de las lluvias y su distribución durante el ciclo vegetativo del tabaco.

• Las lluvias escasas conducen a la obtención de co-sechas con altos contenidos de nicotina, bajos valores de combustibilidad y aceptables condiciones de textu-ra, color y elasticidad de la hoja.

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XIEstudio de la Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro

• Las lluvias abundantes desmejoran la textura, el co-lor y la elasticidad de la hoja. Conducen a la obtención de tabacos con bajos valores de nicotina y medianos valores de combustibilidad.

• En aquellas zonas donde normalmente ocurre una adecuada precipitación pluvial y una buena distribu-ción de las lluvias, la calidad del tabaco sufre más las consecuencias de una sequía, que en aquellas zonas donde normalmente la precipitación pluvial es relati-vamente escasa.

• De las tres variedades de tabaco consideradas en este estudio, los valores más bajos de nicotina corres-ponden a la variedad “Chago Díaz”, que reporta un promedio de 0.99 por ciento, mientras que la variedad

“Amarillo Parado” reporta un valor promedio de 1.71 por ciento, y los valores más altos corresponden a la variedad “Piloto Cubano”, con un promedio de 2.03 por ciento.

• La nicotina y la combustibilidad se comportaron como factores estrechamente ligados a la variedad de tabaco, pero también fueron muy influenciados por las condiciones de suelo y clima en las cuales se desarro-lló el cultivo.

• No hubo suficiente evidencia para afirmar que el con-tenido de Cloro en el tabaco depende de la variedad. Los resultados del estudio permiten más bien afirmar que la cantidad de Cloro acumulada depende de las condiciones de suelo y clima en que se lleva a cabo el cultivo.

• La calidad del tabaco se puede predecir para una región definida y para una variedad determinada.

• Existen en el país cuatro zonas tabacaleras que re-únen condiciones apropiadas para asegurar que en la mayoría de los años se obtengan tabacos de superior calidad.

• En las cuatro zonas tabacaleras identificadas en el país, se producen quince tipos de tabaco negro.

• Debe esperarse que en seis de cada diez años se logren cosechas de óptima calidad.

11.3 MEdIdAS AdOPTAdASComo resultado de las sugerencias y recomendacio-nes desprendidas del estudio, las autoridades del Ins-tituto tomaron las siguientes medidas correctivas, las cuales salieron publicadas mediante la Resolución No. 31/78, de fecha 18 de junio de 1978, de la Secretaría de Estado de Agricultura y, ratificadas mediante reso-lución No. 50/99, de 28 de agosto de 1999, de la mis-ma institución. Estas se transcriben a continuación:

1. No se debe sembrar tabaco de ninguna clase, en la Región Sur, comprendida por las provincias: Peravia, Azua., San Juan de la Maguana, Barahona, Pederna-les, Elías Piña, Bahoruco e Independencia.

2. No se aconseja el cultivo de ninguna variedad de tabaco de la clase negro, en la provincia de Dajabón.

3. No se deberá sembrar tabaco de ninguna clase, en terrenos irrigados con agua del río Yaque del Norte o de pozos tubulares en las provincias de Montecris-ti, Valverde y Santiago Rodríguez; sólo se permitirá la siembra si se usan otras fuentes de agua, y siempre y cuando se utilice el riego por surco, y no el sistema de encharcamiento.

4. No se debe sembrar tabaco de ninguna clase en la Región Este, comprendida por las provincias: La Al-tagracia, San Pedro de Macorís, La Romana y El Seibo (para entonces Hato Mayor era un municipio de la pro-vincia El Seibo).

5. La variedad de tabaco “Chago Díaz” (de Olor) debe-rá cultivarse solamente en Villa González, El Ingenio, Navarrete y La Canela. En caso de que fuera necesario ampliar el área de cultivo de esta variedad, se reco-mienda el área donde actualmente se cultiva el taba-co tipo Damajagua (provincia Valverde).

6. Solamente se deberá sembrar tabaco de la varie-dad “Piloto Cubano”, en Villa González, El Ingenio, Ja-cagua, Navarrete, La Canela y Bonao.

7. En todas las demás áreas se cultivará tabaco Criollo, preferiblemente de la variedad. Amarillo Parado.

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Siembra, Produccióny Mercadeo del Tabaco12.1 EVOLuCIóN dE LA SuPERFICIE SEMBRAdALA SERIE ESTAdÍSTICA que ha sido analizada y validada para los efectos del presente docu-mento comprende el período 1969-2011, sin embargo es de significativa importancia destacar el dato aportado por el levanta-miento del primer censo tabaca-lero realizado en el país, el cual determinó que para el año 1963, la superficie de siembra de ta-baco totalizaba 696,945 tareas. Para el 1969, el área sembrada a nivel nacional de tabaco, fue es-timada en 303,875 tareas, mien-tras que para el 2011-2012 dicha superficie solo abarcaba 102,631 tareas, lo que implica un descre-cimiento en esta variable, de un 2.55% por año durante el periodo 1969-2011.

Respecto al comportamiento que exhiben los datos oficializados de esta variable para el período 1969-2011, referente a la super-ficie sembrada de tabaco negro a nivel nacional, se aprecia que en el 1969-1970, ésta totalizaba 302,990 tareas, reduciéndose a 96,933 tareas en el 2011-2012, comportamiento que indica una tendencia hacia la baja, la que

calculada en términos de creci-miento acumulativo anual, repre-senta una tasa de -2.68%.

No obstante lo antes indicado, debe destacarse el hecho tras-cendente de que sólo en el perío-do 1977-78, la superficie sembra-da de tabaco negro cubrió un área de 627,495 tareas, distribuidas en las distintas zonas producto-ras existentes. Incidió en estos re-sultados, la siembra de 525,682 tareas de la variedad Amarillo Pa-rado durante dicho período.

Al desagregar dicha información estadística por variedad de tabaco negro, se aprecia que las varieda-des Amarillo Parado y de Olor, en cuanto a la superficie sembrada durante el período 1969-2011, arrojan tasas de crecimiento de -5.48% y -1.89% respectivamente por año, al pasar éstas de 219,645 y 59,345 tareas registradas en 1969-1970, a tan solo 20,579 y 26,592 tareas en el 2011-2012.

Por su parte la variedad Piloto Cu-bano exhibe un crecimiento posi-tivo en la superficie de siembra durante el periodo que se anali-

za, el que medido en términos de tasa acumulativa anual, refleja un ritmo creciente de 1.66%, fru-to de pasar el área de siembra de 24,000 tareas en 1969-1970 a 47,871 tareas en el 2011-2012.

En el 1998 la variedad Piloto Cu-bano registra el nivel más alto, en cuanto a superficie destinada a la siembra, al sembrarse 240,267 tareas. También el tabaco de Olor, registra en ese año la mayor área de siembra, con 178,218 tareas.

En el caso especifico de la super-ficie sembrada de tabaco para Capa, la misma crece a una tasa anual de 2.42%, fruto de pasar de 900 tareas en el 1979-1980, a 1,891 tareas en el 2011-2012.

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

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XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

12.2 COMPORTAMIENTO dE LOS VOLúMENES dE PROduCCIóN

duRANTE LOS úLTIMOS cuarenta y dos años, que abarca el período (1969-1970 al 2010-2011), la producción nacional de tabaco registra un creci-miento acumulativo anual de -1.44%, resultado de pasar de un nivel de producción de 22,314,750 kilos en 1969-1970 a 12,305,340 en la cosecha 2010-2011. Similar comportamiento se verifica en el mismo período, en los volúmenes cosechados de tabaco negro, al pasar éstos, de 22,258,500 kilos en 1969-1970 a 11,916,940 kilos en la cosecha 2010-2011, mostrando de esta manera, una tasa de crecimien-to acumulativo por año de -1.51%.

Al desagregar la producción de tabaco negro por ti-pos durante el período 1969-2011, se aprecian os-cilaciones de importancia en la serie validada, con picos altos en los años 1973, 1978, 1981 y 1998, que corresponden a volúmenes records cosechados de 41,824,750 kilos, 44,688,350 kilos, 41,686,155 y 52,416,635 kilos respectivamente.

Como se indicara anteriormente, las estadísticas de producción del tabaco negro, muestran un descre-cimiento en el total cosechado durante el período 1969-2011, del orden de -1.80 % acumulativo anual, caída que se sustenta en los comportamientos simi-lares que registran los volúmenes cosechados de los tipos de tabaco Amarillo Parado y de Olor, cuyos crecimientos por año en el citado período se esti-man en -3.79% y -0.47%, respectivamente, al regis-trar 16,429,050 y 3,547,850 kilos en 1969-1970, a 3,372,960 y 2,920,005 kilos en el 2010-2011 para estos tipos de tabaco.

En el caso particular del tabaco Piloto Cubano sin embargo, éste exhibe un crecimiento positivo en esta variable, al evolucionar su producción de 2,281,600 kilos en 1969-1970, a 5,360,000 en el 2010-2011, para un ritmo de crecimiento positivo de 2.10% anual. En el caso especifico del tabaco para Capa, este exhibe un crecimiento similar al an-

terior, toda vez que de un volumen de 77,095 kilos consignados en la cosecha 1979-1980 a 263,975 kilos en el 2010-2011, para un crecimiento anual de 4.05%.

Por su parte, el tabaco Virginia (Rubio) muestra du-rante el período de análisis, un comportamiento di-ferente al mostrado por la tipología de tabaco ne-gro, toda vez que los datos de las variedades que lo conforman exhiben tasas de crecimiento positivo durante los periodos en que estas se sembraron y cosecharon. En general, la producción de tabaco Vir-ginia creció a una tasa por año de 5.89%, al pasar la misma de un volumen de 40,750 kilos en 1969-1970, a 254,100 kilos en la cosecha 2001-2002, año en que dejó de sembrarse. Este tabaco alcanzó su pico máximo de producción en la cosecha 1990-1991 al alcanzar 3,483,500 kilos.

El comportamiento de la producción de tabaco Bur-ley en el periodo analizado pasó de 15,500 kilos en el 1969-1970 a 388,400 kilos en la cosecha 2010-2011, lo que representa una tasa de crecimiento de 8.17% durante el periodo. Alcanzó su producción máxima en 1984-1985 al producirse 2,907,500 kilos, y su producción mínima en la cosecha 1997-1998 con 118,100 kilos.

En las páginas siguientes se muestran los cuadros estadísticos en los que se detallan los niveles de producción de tabaco en cada uno de los años del período 1969-2011, con el objetivo de que los usua-rios de este documento, dispongan de toda la infor-mación disponible al respecto. Como la serie con-siderada cubre un período bastante amplio, se ha considerado conveniente, esbozar algunos hechos acontecidos durante este lapso de tiempo, de ma-nera que las informaciones suplidas con relación al tabaco y sus diversas tipologías, puedan explicar y constituirse en razones para entender e interpretar, determinados comportamientos que se coligen del análisis de los datos.

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78 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

CosechaTabaco Negro Tabaco Burley y Virginia Total Nacional

Tareas Hectáreas Tareas Hectáreas Tareas Hectáreas1969-1970 302,990 19,056 885 55 303,875 19,1111970- 1971 323,620 20,353 3,459 217 327,079 20,5711971-1972 376,501 23,679 5,417 340 381,918 24,0201972-1973 484,553 30,475 7,855 494 492,408 30,9691973-1974 484,814 30,491 7,059 444 491,873 30,9351974-1975 255,124 16,045 6,600 415 261,724 16,4601975-1976 388,637 24,442 6,781 426 395,418 24,8691976-1977 440,114 27,680 6,998 440 447,112 28,1201977-1978 627,495 39,465 7,484 470 634,979 39,9351978-1979 499,972 31,444 12,430 781 512,402 32,2261979-1980 462,287 29,074 18,755 1,179 481,042 30,2531980-1981 493,752 31,053 26,914 1,692 520,666 32,7451981-1982 533,716 33,567 31,153 1,959 564,869 35,5261982-1983 437,567 27,520 42,353 2,663 479,920 30,1831983-1984 284,801 17,912 51,600 3,245 336,401 21,1571984-1985 358,352 22,538 47,321 2,976 405,673 25,5141985-1986 244,617 15,384 37,482 2,357 282,099 17,7411986-1987 337,348 21,217 27,543 1,732 364,891 22,9491987-1988 333,445 20,971 30,325 1,907 363,770 22,8781988-1989 415,255 26,116 40,573 2,551 455,828 28,6671989-1990 194,144 12,210 43,262 2,720 237,406 14,9301990-1991 291,591 18,339 38,029 2,391 329,620 20,7301991-1992 285,935 17,983 27,500 1,729 313,435 19,7121992-1993 178,900 11,251 23,000 1,446 201,900 12,6981993-1994 178,981 11,256 23,762 1,494 202,743 12,7511994-1995 242,967 15,280 17,444 1,097 260,411 16,3781995-1996 309,166 19,444 16,300 1,025 325,466 20,4691996-1997 300,454 18,896 19,697 1,238 320,151 20,1351997-1998 489,396 30,779 6,884 432 496,280 31,2121998-1999 196,937 12,385 8,578 539 205,515 12,9251999-2000 26,370 1,658 8,056 506 34,426 2,1652000-2001 48,560 3,054 7,739 486 56,299 3,5402001-2002 56,875 3,577 5,044 317 61,919 3,8942002-2003 90,480 5,690 3,500 220 93,980 5,9102003-2004 98,052 6,166 4,500 283 102,552 6,4492004-2005 123,109 7,742 4,154 261 127,263 8,0032005-2006 106,239 6,681 3,847 241 110,086 6,9232006-2007 149,569 9,407 3,750 235 153,319 9,6422007-2008 114,308 7,189 4,000 251 118,308 7,4402008-2009 128,973 8,111 3,073 193 132,046 8,3042009-2010 100,458 6,318 2,617 164 103,075 6,4822010-2011 114,021 7,171 3,613 227 117,634 7,3982011-2012 96,933 6,096 5,698 358 102,631 6,454

Evolución de la Superficie Sembrada de Tabaco a Nivel Nacional, Período 1969-2011

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Page 79: Memoria 50 Aniversario

79Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

0

100,000

200,000

300,000

400,000

500,000

600,000

700,000

800,000

0

5,000

10,000

15,000

20,000

25,000

30,000

35,000

1970 - 1979 1980 - 1989 1990 - 1999 2000 - 2012

1970 - 1979 1980 - 1989 1990 - 1999 2000 - 2012

Burley

Virginia

Evolución de la Superficie Sembrada de Tabaco Negro a Nivel Nacional

Evolución de la Superficie Sembrada de Tabaco Burley y Virginia a Nivel Nacional

Page 80: Memoria 50 Aniversario

80 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Evolución de la Producción de Tabaco a Nivel Nacional, Período 1969-2011

CosechasProducción (kg) Productividad

Negro Burley y Virginia Total general Kg/hectárea Libras/tarea

1969-1970 22,258,500 56,250 22,314,750 1,167 1621970- 1971 22,628,300 313,200 22,941,500 1,115 1541971-1972 25,710,450 400,000 26,110,450 1,087 1501972-1973 41,824,750 565,000 42,389,750 1,368 1891973-1974 32,560,700 700,000 33,260,700 1,075 1481974-1975 19,048,800 700,000 19,748,800 1,200 1661975-1976 33,471,850 549,200 34,021,050 1,368 1891976-1977 28,571,300 580,000 29,151,300 1,036 1431977-1978 44,688,350 619,500 45,307,850 1,134 1571978-1979 37,621,755 865,000 38,486,755 1,194 1651979-1980 35,403,095 2,000,000 37,403,095 1,236 1711980-1981 41,686,155 2,355,750 44,041,905 1,345 1861981-1982 31,208,520 2,825,000 34,033,520 958 1331982-1983 29,276,200 3,444,200 32,720,400 1,084 1501983-1984 21,736,395 4,809,050 26,545,445 1,254 1731984-1985 26,725,083 5,110,950 31,836,033 1,247 1721985-1986 18,600,317 4,569,750 23,170,067 1,306 1811986-1987 26,045,740 3,492,600 29,538,340 1,287 1781987-1988 26,666,180 2,479,300 29,145,480 1,274 1761988-1989 29,541,582 4,437,550 33,979,132 1,185 1641989-1990 15,387,605 5,266,700 20,654,305 1,383 1911990-1991 23,382,512 5,705,300 29,087,812 1,403 1941991-1992 20,677,595 4,675,000 25,352,595 1,286 1781992-1993 14,001,491 2,445,000 16,446,491 1,295 1791993-1994 18,866,042 2,482,950 21,348,992 1,674 2321994-1995 24,348,500 2,260,550 26,609,050 1,624 2251995-1996 33,657,500 2,703,050 36,360,550 1,776 2461996-1997 16,441,761 2,665,900 19,107,661 949 1311997-1998 52,416,635 657,550 53,074,185 1,700 2351998-1999 19,395,599 1,263,200 20,658,799 1,598 2211999-2000 2,861,128 1,149,750 4,010,878 1,852 2562000-2001 4,908,164 773,900 5,682,064 1,605 2222001-2002 5,334,546 459,400 5,793,946 1,488 2052002-2003 9,069,945 350,000 9,419,945 1,594 2212003-2004 9,832,180 562,500 10,394,680 1,611 2232004-2005 11,896,528 415,400 12,311,928 1,538 2132005-2006 11,540,394 384,700 11,925,094 1,722 2382006-2007 15,351,093 386,500 15,737,593 1,632 2262007-2008 10,581,263 460,000 11,041,263 1,484 2052008-2009 13,229,427 331,900 13,561,327 1,633 2262009-2010 9,487,045 266,950 9,753,995 1,504 2082010-2011 11,916,940 388,400 12,305,340 1,663 230

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Page 81: Memoria 50 Aniversario

81Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

0

10000000

20000000

30000000

40000000

50000000

60000000

1970 - 1979 1980 - 1989 1990 - 1999 2000 - 2011

0

500,000

1,000,000

1,500,000

2,000,000

2,500,000

3,000,000

3,500,000

1970 - 1979 1980 - 1989 1990 - 1999 2000 - 2011

Evolución de la Producción de Tabaco Negro a Nivel Nacional

Evolución de la Producción de Tabaco Burley y Virginia a Nivel Nacional

Page 82: Memoria 50 Aniversario

82 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividad

Tareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea1969-1970 24,000 1,509 2,281,600 1,511 2091970- 1971 28,000 1,761 2,332,200 1,324 1831971-1972 20,930 1,316 2,310,800 1,755 2431972-1973 19,403 1,220 1,738,000 1,425 1971973-1974 20,400 1,283 1,890,900 1,473 2041974-1975 30,000 1,886 1,801,850 955 1321975-1976 24,050 1,512 2,270,700 1,501 2081976-1977 17,400 1,094 1,001,000 914 1261977-1978 33,317 2,095 2,806,350 1,339 1851978-1979 29,319 1,843 2,217,900 1,203 1661979-1980 34,856 2,192 2,317,400 1,057 1461980-1981 45,902 2,886 3,448,500 1,194 1651981-1982 45,000 2,830 3,404,775 1,203 1671982-1983 49,709 3,126 2,062,500 660 911983-1984 29,781 1,873 1,925,550 1,028 1421984-1985 42,823 2,693 3,218,050 1,194 1651985-1986 46,775 2,941 3,856,050 1,311 1811986-1987 59,192 3,723 4,966,995 1,334 1841987-1988 42,509 3,673 3,267,000 889 1231988-1989 41,575 2,615 3,025,000 1,157 1601989-1990 25,000 1,572 2,256,650 1,435 1981990-1991 41,186 2,590 3,322,000 1,282 1771991-1992 46,557 2,928 3,300,000 1,127 1561992-1993 54,834 3,448 3,520,000 1,020 1411993-1994 32,197 2,024 2,833,325 1,399 1941994-1995 48,662 3,060 4,961,000 1,621 2241995-1996 86,930 5,467 10,224,500 1,870 2591996-1997 141,688 8,911 16,98,4,366 1,906 2641997-1998 240,267 1,511 26,429,370 1,749 2421998-1999 132,702 8,346 13,137,520 1,574 2181999-2000 15,467 972 1,701,370 1,522 2422000-2001 9,734 612 931,535 1,750 2102001-2002 8,574 539 770,000 1,428 1982002-2003 25,028 1,574 2,505,360 1,591 2202003-2004 33,984 2,137 3,364,350 1,574 2182004-2005 59,277 3,728 5,810,805 1,558 2162005-2006 52,903 3,327 5,916,845 1,778 2462006-2007 90,314 5,680 9,333,060 1,643 2272007-2008 62,589 3,936 6,058,525 1,539 2132008-2009 59,307 3,734 6,263,455 1,677 2332009-2010 44,124 2,775 4,287,855 1,545 2142010-2011 51,387 3,232 5,360,000 1,658 230

2011-2012* 47,871 3,010 - - -

Variedad Piloto Cubano (Havanensis)Siembra, Producción y Productividad, Periodo 1969-2011

*Cosecha en Proceso

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Page 83: Memoria 50 Aniversario

83Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Variedad Chago díaz (olor)Siembra, Producción y Productividad, Periodo 1969-2011

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividadTareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea

1969-1970 59,345 3,732 3,547,850 950 1311970-1971 60,120 3,781 3,628,050 959 1331971-1972 53,109 3,340 3,595,050 1,076 1491972-1973 63,887 4,018 4,314,950 1,076 1481973-1974 62,257 3,915 3,558,050 908 1251974-1975 53,684 3,376 2,688,900 796 1101975-1976 45,880 2,885 4,096,800 1,420 1961976-1977 35,000 2,201 1,980,000 899 1241977-1978 68,496 4,307 5,184,100 1,204 1661978-1979 39,730 2,498 3,311,055 1,325 1831979-1980 56,962 3,582 4,461,650 1,245 1721980-1981 57,272 3,602 4,539,315 1,260 1741981-1982 70,208 4,415 6,495,225 1,471 2031982-1983 84,184 5,294 4,317,500 815 1131983-1984 39,574 2,488 2,475,825 995 1371984-1985 64,149 4,035 3,867,600 859 1331985-1986 53,589 3,370 4,132,850 1,226 1691896-1987 54,419 3,422 3,076,700 899 1241987-1988 48,118 3,026 2,876,500 950 1311988-1989 44,444 2,795 2,858,000 950 1281989-1990 19,217 1,585 1,672,000 1,054 1461990-1991 33,924 2,133 2,497,000 1,170 1621991-1992 32,103 2,019 2,497,000 1,237 1711992-1993 23,833 1,502 2,103,750 1,401 1941993-1994 18,029 1,133 1,834,470 1,619 2241994-1995 31,754 1,997 2,227,500 1,115 1551995-1996 30,226 1,901 3,201,000 1,684 2331996-1997 49,900 3,138 6,971,030 2,221 3081997-1998 178,218 11,208 19,603,980 1,749 2421998-1999 54,840 3,449 5,429,160 1,574 2181999-2000 4,993 314 549,230 1,574 2422000-2001 6,736 423 644,655 1,524 2112001-2002 8,040 505 715,000 1,644 1962002-2003 17,301 1,088 1,788,930 1,749 2282003-2004 21,517 1,353 2,540,230 1,877 2602004-2005 28,417 1,787 3,009,050 1,684 2332005-2006 18,855 1,185 2,218,315 1,872 2592006-2007 23,515 1,478 2,442,825 1,653 2292007-2008 22,315 1,403 2,302,520 1,641 2272008-2009 24,595 1,546 2,814,185 1,820 2522009-2010 21,216 1,334 2,426,710 1,819 2522010-2011 21,270 1,338 2,920,005 2,182 302

2011-2012* 26,592 1,672 - - -*Cosecha en Proceso

Page 84: Memoria 50 Aniversario

84 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Variedad Amarillo Parado (criollo)Siembra, Producción y Productividad, Periodo 1969-2011

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividadTareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea

1969-1970 219,645 13,814 16,429,050 1,189 1641970-1971 235,500 14,779 16,668,050 1,127 1561971-1972 302,451 19,022 19,804,600 1,041 1441972-1973 401,263 25,865 35,771,800 1,383 1911973-1974 402,157 25,292 27,111,750 1,071 1481974-1975 171,440 10,782 14,558,050 1,350 1871975-1976 318,707 20,044 27,104,350 1,352 1871976-1977 387,714 24,384 25,590,300 1,049 1451977-1978 525,682 33,061 36,697,900 1,110 1531978-1979 430,923 27,102 32,092,800 1,184 1641979-1980 369,869 23,262 28,546,950 1,227 1701980-1981 390,578 24,564 33,698,340 1,372 1901981-1982 400,175 23,144 21,145,260 914 1271982-1983 310,424 19,523 22,714,800 1,163 1611983-1984 211,735 13,316 17,008,500 1,277 1771984-1985 249,953 15,720 19,512,000 1,241 1721985-1986 122,354 7,695 10,436,820 1,356 1881986-1987 221,337 13,920 17,787,540 1,278 1771987-1988 242,018 15,221 20,475,180 1,345 1861988-1989 282,694 17,779 23,615,500 1,329 1841989-1990 148,996 9,370 11,400,000 1,216 1681990-1991 215,981 13,583 17,520,000 1,290 1791991-1992 206,275 12,973 14,808,000 1,141 1581992-1993 99,333 6,247 8,330,100 1,333 1851993-1994 127,855 8,041 14,148,600 1,759 2441994-1995 161,831 10,178 17,100,000 1,680 2321995-1996 191,044 12,015 20,172,000 1,679 2331996-1997 107,722 6,774 9,371,820 1,383 1921997-1998 69,211 4,353 6,229,020 1,431 1981998-1999 7,395 465 665,580 1,431 1981999-2000 3,840 241 460,800 1,912 2642000-2001 29,960 1,884 3,127,800 1,660 2302001-2002 37,461 2,356 3,600,000 1,528 2122002-2003 45,651 2,871 4,492,080 1,565 2172003-2004 40,051 2,519 3,700,740 1,4692004-2005 32,595 2,050 2,764,740 1,349 1852005-2006 31,544 1,984 3,093,300 1,559 2162006-2007 32,367 2,036 3,192,540 1,568 2172007-2008 26,861 1,689 1,965,000 1,163 1612008-2009 37,367 2,350 3,764,400 1,602 2222009-2010 32,051 2,016 2,459,140 1,220 1692010-2011 38,785 2,439 3,372,960 1,383 192

2011-2012* 20,579 1,294 - - -*Cosecha en Proceso

Page 85: Memoria 50 Aniversario

85Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividadTareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea

1969-1970 240 15 15,500 1,033 1431970- 1971 691 43 76,000 1,767 2451971-1972 2,550 160 160,000 1,000 1391972-1973 3,868 243 260,000 1,070 1481973-1974 3,155 198 280,000 1,414 1961974-1975 2,800 176 295,000 1,676 2321975-1976 4,107 258 305,000 1,182 1641976-1977 5,922 372 500,000 1,344 1861977-1978 5,268 331 430,000 1,299 1801978-1979 7,738 487 470,000 965 1341979-1980 8,985 565 1,050,000 1,858 2571980-1981 10,447 659 972,550 1,476 2041981-1982 12,511 787 1,000,000 1,271 1761982-1983 17,800 1,120 1,353,400 1,208 1671983-1984 20,300 1,277 2,252,050 1,763 2441984-1985 26,921 1,693 2,907,500 1,717 2381985-1986 17,690 1,112 2,156,750 1,939 2691986-1987 8,922 561 931,900 1,661 2301987-1988 10,311 649 722,150 1,113 1541988-1989 15,535 977 1,641,100 1,680 2331989-1990 17,062 1,073 2,090,600 1,948 2701990-1991 16,185 1,018 2,221,800 2,182 3031991-1992 11,000 692 1,715,000 2,478 3431992-1993 10,000 629 975,000 1,550 2151993-1994 10,260 645 1,084,750 1,682 2331994-1995 9,477 596 1,114,700 1,870 2591995-1996 8650 544 1,342,150 2,467 3421996-1997 11,781 740 1,524,850 2,060 2851997-1998 1,405 88 118,100 1,342 1861998-1999 2,095 132 243,800 1,847 2461999-2000 2,796 172 376,850 2,191 3042000-2001 3,242 204 324,200 1,589 2202001-2002 2,503 157 205,300 1,307 1812002-2003 3,500 220 350,000 1,591 2202003-2004 4,500 283 562,500 1,987 2752004-2005 4,154 261 415,400 1,591 2202005-2006 3,847 242 384,700 1,589 2202006-2007 3,750 236 386,500 1,638 2272007-2008 4,000 252 460,000 1,825 2532008-2009 3,073 193 331,900 1,719 2382009-2010 2,617 165 266,950 1,618 2242010-2011 3,613 227 388,400 1,711 237

2011-2012* 5,698 358 - - -

*Cosecha en Proceso

Tabaco BurleySiembra, Producción y Productividad, Periodo 1969-2011

Page 86: Memoria 50 Aniversario

86 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividadTareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea

1969-1970 644 41 40,750 994 1381970- 1971 2,768 174 237,200 1,363 1891971-1972 2,867 180 240,000 1,333 1851972-1973 3,987 251 305,000 1,215 1681973-1974 3,904 246 420,000 1,707 2361974-1975 3,800 239 405,000 1,694 2351975-1976 2,674 168 244,200 1,453 2011976-1977 1,076 68 80,000 1,176 1631977-1978 2,216 139 189,500 1,363 1891978-1979 4,695 295 395,000 1,339 1861979-1980 9,770 614 950,000 1,547 2141980-1981 16,467 1,036 1,383,200 1,335 1851981-1982 18,642 1,172 1,825,000 1,557 2161982-1983 24,553 1,544 2,090,800 1,354 1881983-1984 31,300 1,969 2,557,000 1,298 1801984-1985 20,400 1,283 2,203,450 1,717 2381985-1986 19,792 1,245 2,413,000 1,938 2691986-1987 18,621 1,171 2,560,700 2,186 3031987-1988 20,014 1,259 1,757,150 1,395 1931988-1989 25,038 1,575 2,796,450 1,775 2461989-1990 26,200 1,648 3,176,100 1,927 2671990-1991 21,844 1,374 3,483,500 2,535 3511991-1992 16,500 1,038 2,960,000 2,851 3951992-1993 13,000 818 1,470,000 1,797 2491993-1994 13,502 849 1,398,200 1,647 2281994-1995 7,967 501 1,145,850 2,287 3171995-1996 7,650 481 1,360,900 2,829 3921996-1997 7,916 498 1,141,050 2,291 3171997-1998 5,479 345 539,450 1,563 2161998-1999 6,483 408 1,019,400 2,498 3461999-2000 5,260 331 772,900 2,335 3242000-2001 4,497 283 449,700 1,589 2202001-2002 2,541 160 254,100 1,588 2202002-2003 0 0 0 0 02003-2004 0 0 0 0 02004-2005 0 0 0 0 02005-2006 0 0 0 0 02006-2007 0 0 0 0 02007-2008 0 0 0 0 02008-2009 0 0 0 0 02009-2010 0 0 0 0 02010-2011 0 0 0 0 02011-2012 0 0 0 0 0

Tabaco Virginia (Rubio)Siembra, Producción y Productividad, Periodo 1969-2011

Page 87: Memoria 50 Aniversario

87Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

CosechasSuperficie sembrada Producción y productividadTareas Hectáreas Total (Kg) Kg/hectárea Libras/tarea

1979-1980 900 56 77,095 1,376 1911980-1981 ND ND ND ND ND1981-1982 2,050 129 163,260 1,265 1751982-1983 2,250 141 181,400 1,286 1781983-1984 3,711 233 326,520 1,401 1941984-1985 1,427 89 127,433 1,432 1981985-1986 1,900 119 174,597 1,467 2031986-1987 2,400 151 214,505 1,420 1971987-1988 800 50 47,500 950 1321988-1989 542 34 43,082 1,267 1761989-1990 700 44 58,955 1,340 1851990-1991 500 32 43,512 1,359 1921991-1992 1,000 63 72,595 1,152 1601992-1993 900 57 47,641 836 1161993-1994 900 57 49,647 871 1211994-1995 700 44 60,000 1,363 1891995-1996 966 61 60,000 983 1361996-1997 1,144 72 98,911 1,374 1901997-1998 1,700 107 154,265 1,442 2001998-1999 2,000 126 163,339 1,296 1801999-2000 2,070 130 149,728 1,248 1732000-2001 2,130 134 204,174 1,524 2112001-2002 2,600 164 249,546 1,522 2112002-2003 2,500 157 283,575 1,806 2502003-2004 2,500 157 226,860 1,445 2002004-2005 2,750 173 311,933 1,803 2502005-2006 2,887 182 311,934 1,714 2382006-2007 3,373 212 382,668 1,805 2502007-2008 2,543 160 255,218 1,595 2212008-2009 3,712 234 387,387 1,655 2292009-2010 3,067 193 313,340 1,623 2252010-2011 2,579 162 263,975 1,630 2262011-2012 1,891 119 - - -

Tabaco para CapaSiembra, Producción y Productividad, Periodo 1979-2011

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88 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

12.3 OCuRRENCIA dE FENóMENOS NATuRALESLAS SIEMBRAS dE TABACO, tradicionalmente no han sido perjudicadas considerablemente y en grandes propor¬ciones por la ocurrencia de fenó-menos naturales en los últimos años. Sin embargo, durante las campanas 1971-72, 1976-77 y 1978-79, fenómenos atmosféricos y climáticos afectaron sensiblemente al cultivo.

Con relación a la cosecha de 1971-72, ésta sufrió los embates de una intensa sequia, de grave inci-dencia, prin¬cipalmente en la zona de Villa Gon-zález y parajes aledaños, lugares en los que ya se había sembrado 26,266 tareas, este fenómeno de la naturaleza provocó la merma de un 40% en los ni-veles de cosecha estimados en principios, disminu-yendo la productividad del cultivo de 2.0 quintales a tan solo 1.2 quintales por tarea. Sin embargo, al parecer estas mermas ocurridas en esta zona tra-dicional de producción, no fueron obstáculos para que los niveles de producción nacional se incremen-taran durante este período.

Posteriormente, en la cosecha 1976-1977, la inci-dencia de una prolongada sequía, que se verificó desde el momento de inicio de los semilleros y que se extendió a lo largo de toda la época de siembra, hizo descender considerablemente los volúmenes de cosecha de esta hoja, como puede observarse en las series de datos estadísticos que se incluyen en el presente documento. Cabe resaltar sin embar-go, que en la ocasión, el INTABACO concentró es-fuerzos y recursos en otras áreas no tradicionales, principalmente en La Isabela y Luperón, propician-do el fomento de 50,000 nuevos canteros, con el propósito de suplir plántulas a aquellos agricultores que podían realizar siembras tardías, tanto en esas zonas como en otras que fueron identificadas.

Por su parte en lo que concierne a la cosecha 1978-1979, la misma fue azotada, específicamente el 31 de agosto de 1979, por uno de los más destructivos meteoros del siglo XX: El huracán “David”, fenómeno que con vientos oscilantes entre 240 y 280 kilómetros por hora, produ-jo grandes daños en los tabacos almacenados y otros importantes rubros producidos en el país. No bien ha-

bía pasado la ocurrencia de este fenómeno, cuando el país se ve nuevamente afectado por la tormenta tropi-cal “Federico”, el 4 de septiembre del mismo año, cuyos efectos acabó de rematar la producción de cultivos que quedaron parados, al mantener por más de cinco días, copiosas y abundantes precipitaciones que inundaron plantaciones y ciudades en toda la nación.

De acuerdo al informe suministrado en la ocasión por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)” en su informe de Desarrollo Humano, las pérdidas cau-sadas por estos fenómenos en conjunto se esti¬maron en 2,175 millones de dólares, lo que representaba el 40% del producto Interno Bruto de la nación.

Sobre lo antes expuesto, cabe consignar que lue-go del paso de estos dos fenómenos atmosféricos, el personal técnico del INTABACO fue instruido con la finalidad de evaluar y levantar un diagnóstico de los daños ocasionados por estos fenómenos en el sector tabacalero, determinando que un total de 2,869 ranchos fueron destruidos con un valor de RD$ 860,700.00, mientras que 7,348 quintales de tabaco que permanecían en almacenes, se dañaron estimándose en RD$183,700.00 el valor de las per-didas en este renglón.

Aunque no aparecen datos oficiales sobre los volú-menes correspondientes a la cosecha del 1968-69, se considera en esta parte por su interés histórico, exponer algunas consideraciones sobre lo acon-tecido en dicha cosecha, ya que la misma se vio afectada en gran proporción, por excesivas lluvias caídas sobre las zonas tradicionales de siembra, fe-nómeno que provocó grandes daños de importancia en un principio, a los semilleros existentes en esos momentos. Posteriormente las plantaciones que se pudieron establecer se vieron drásticamente afecta-das por la ocurrencia de un prolongado período de sequía, el cual mermó los niveles de rendimientos por tarea y la calidad del producto cosechado, y con-secuentemente, los ingresos de los productores.

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

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89Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

12.4 PRECIOS dE FINCACON RELACIóN A LOS PRECIOS en finca del tabaco, los datos que aparecen en las serie estadísti-cas de la institución, muestran tendencias alcistas, por lo menos en cuanto a las tres tipologías de tabaco negro: Amarillo Parado, De Olor y Piloto Cubano. En este sentido se aprecia que de un va-lor promedio de RD$0.77 pagado por cada kilo en la cosecha 1977-1978 el precio para el 2009-2010 se eleva a RD$61.18 por kilo, lo que refleja una tasa de crecimien-to de 14.65%.

A nivel de campo el tabaco Ama-rillo Parado se comercializa en bultos de 60 kilos y los tabacos de Olor y Piloto Cubano en bultos de 55 kilos. Segun el cuadro si-guiente el amarillo Parado pasó de RD$25.25 el bulto en el 1977 a RD$2,404.00 en el 2010, para una tasa de crecimiento anual de 15.30%. En el caso del Piloto Cubano, los precios en finca, tam-bién exhiben un apreciable ritmo de crecimiento durante el amplio período, al pasar de RD$58.46 el bulto 1977, a RD$3,897.00 en el 2010, para un crecimiento anual de un 14.02%. Similar dinámica de crecimiento se aprecia en los precios de finca de la variedad de Olor, ya que de RD$47.22 por bul-to pagado en el 1977, aumenta a RD$4,100.00 en el 2010 para una tasa de crecimiento anual de 14.96%.

Precios promedios en finca del tabaco negro. (Rd$)

* A partir del 2004, el precio promedio de la variedad Amarillo Parado incluye el tabaco para andullos.

AñosA. ParadoBultos de

60kg

OlorBultos de

55kg

Piloto CubanoBultos de

55kg

Precio Promedio(Rd$/kg)

1977-78 25.25 47.22 58.46 0.771978-79 41.06 56.47 60.05 0.921979-80 51.61 75.25 76.48 1.191980-81 43.35 72.66 78.82 1.141981-82 46.09 91.3 91.64 1.341982-83 45.52 76.21 79.4 1.181983-84 68.1 109.49 123.89 1.771984-85 55.41 147.31 160.81 2.141985-86 107.4 209.42 223.23 3.171986-87 130.25 173.72 203.44 2.981987-88 249.03 298.65 288.05 4.911988-89 170.76 367.28 376.42 5.381989-90 375.8 495.3 510.6 8.121990-91 408.45 658.89 670.45 10.221991-92 299.4 696.24 708.73 10.021992-93 376.27 717.63 904.7 11.751993-94 524.5 877.18 933.65 13.731994-95 564.1 1,242.26 1,457.17 19.201995-96 394.31 1,095.90 1,205.15 15.861996-97 600 3,000.00 2,500.00 35.881997-98 400 2,580.00 2,692.00 33.361998-99 400 1,200.00 1,990.00 21.121999-00 400 1,350.00 2,000.00 22.062000-01 620 1,500.00 1,600.00 21.882001-02 597 2,140.00 2,380.00 30.102002-03 748 2,187.00 2,190.00 30.152003-04 932.64 2,920.59 3,006.81 40.352004-05 1,270.08* 2,189.00 2,760.00 29.112005-06 1,237.43 2,783.00 3,378.00 43.522006-07 1,839.00 3,659.00 3,500.00 52.932007-08 1,916.00 3,333.00 3,474.00 51.312008-09 1,907.00 2,772.00 3,199.00 46.342009-10 2,404.00 4,100.00 3,897.00 61.18

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90 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

12.5 EXPORTACIONES dE TABACO

Las exportaciones totales de tabaco y sus derivados conforme a datos publicados por el Consejo Nacio-nal de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), en sus informes anuales el valor de este renglón ex-perimentó un crecimiento en la última década, de US$305.5 millones en el 2000 a US$445.4 millones en el 2010, lo que significa un crecimiento absoluto de US$140.0 millones. En términos de crecimiento acumulativo anual lo antes indicado representa un 3.84%.

Como se aprecia en el cuadro, el valor de los volú-menes exportados de tabaco y sus derivados, su-pera la barrera de los US$400.0 millones a partir del 2008, tendencia que mantiene en los próximos años.

En los datos anteriores es el resultado de la suma de los valores de diversos tipos y formas de tabaco exportado, lo que incluye cigarros hechos a mano, tabaco para cigarros, tabaco en rama en los tipos tripa despalillada y sin despalillar de olor, tabaco tipo capa para cigarros, tabaco orgánico en rama, desperdicios de tabaco, entre otros.

Años Valor en Millones uS$

2000 305.52001 338.72002 303.22003 287.62004 308.62005 334.12006 366.92007 393.62008 429.92009 403.12010 445.4

Valor de las Exportaciones de Tabaco y sus derivados.

Periodo 2000-2010

Fuente: Informes Estadísticos 2000-2010. Sector Zonas Francas. Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE).

Muestra de la gran variedad de cigarros hechos a mano en República Dominicana.

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91Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

Resultado del análisis de los volúmenes exportado de tabaco en rama, se aprecia una disminución duran-te el periodo que abarca la serie compilada, pues de 16.3 millones de kilos mercadeados hacia el exterior en el 1963, esta cantidad se reduce en el 2010 a 9.2 millones de kilos, para un crecimiento acumulativo de -1.2% por año.

12.5.1 EXPORTACIONES dE TABACO EN RAMA

Años Volumen (kg) Valor (uS$)1963 16,260,335 8,560,6201964 24,838,750 14,697,0931965 14,683,758 9,584,1261966 12,272,858 6,401,3121967 19,432,749 10,353,3491968 15,301,435 10,839,7841969 17,352,652 12,839,7841970 19,254,082 14,062,0661971 25,696,747 20,239,7331972 32,582,171 27,998,2621973 30,922,607 29,692,7871974 40,710,054 37,527,8831975 30,089,493 32,761,9051976 32,641,192 38,908,2751977 19,165,471 28,112,8241978 36,379,607 45,050,4271979 41,434,613 54,443,5831980 18,544,321 34,965,0711981 37,037,373 66,481,4921982 10,293,882 16,720,0151983 12,035,551 19,556,4521984 15,400,000 24,300,0001985 13,630,791 17,500,1911986 17,615,337 24,792,162

Años Volumen (kg) Valor (Rd$)1987 11,894,088 17,822,4271988 15,421,296 20,649,9231989 10,137,907 14,347,5931990 14,558,134 18,225,6591991 11,495,072 17,559,5291992 8,429,406 14,638,6101993 12,527,907 17,040,3191994 8,004,412 20,779,2061995 12,050,340 23,491,0551996 11,452,516 78,113,6221997 20,221,861 105,319,1791998 15,453,500 124,825,8681999 15,442,366 84,310,8752000 14,909,265 102,178,3122001 14,274,316 89,931,8492002 26,461,513 68,509,0762003 9,194,494 66,104,0402004 8,328,863 78,692,0332005 7,560,486 71,764,7622006 11,634,242 167,551,5762007 15,775,455 116,082,0122008 10,149,623 100,804,6852009 10,510,244 107,539,8972010 9,170,000 87,440,000

Volumen y Valor de las Exportaciones de Tabaco en Rama del 1963 al 2010

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92 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIISiembra, Producción y Mercadeo del Tabaco

12.5.2 EXPORTACIONES dE CIgARROS

LAS EXPORTACIONES de cigarros medidas en térmi-nos de valor y de volumen, registran durante el pe-riodo 1979-2010, similares ritmos de crecimiento por año, ya que el cálculo de la tasa anual acumulada, es de 12.3% y 12.7%, respectivamente, fruto de pasar los valores de los volúmenes exportados de US$9.8 millones en 1979, a US$356.7 millones en el 2010, mientras que kilos exportados de 26.9 millones re-gistrados en el 1979, pasaron a 1,099.0 millones de kilos en el 2010. Como puede apreciarse estas cifras muestran un crecimiento importante en este renglón concerniente a un subproducto del tabaco.

La barrera de los US$100.0 millones por concepto del valor exportado, se verifica a partir del 1997, a par-tir del cual dichos ingresos en divisas siempre se si-túan por encima de dicho tope, llegando incluso a los US$300.0 millones en el 2005.

Años Volumen (kg) Valor (US$)*

1979 26,959,125 9,844,4851980 27,729,735 9,611,8561981 25,254,683 9,352,1841982 17,302,958 8,897,6121983 22,291,810 11,466,9901984 25,337,348 12,848,2071985 23,644,640 11,098,7731986 17,293,376 6,192,3271987 21,273,822 7,557,5131988 21,840,709 6,891,3681989 52,400,000 17,326,0001990 53,600,000 18,051,4401991 56,041,917 18,781,7091992 52,494,300 19,810,5921993 59,835,514 22,780,6731994 73,980,340 30,711,3881995 97,176,062 56,226,1391996 125,530,320 80,622,2571997 376,889,246 243,791,4931998 360,550,000 233,386,7621999 233,550,000 200,679,8292000 238,150,000 205,341,6702001 239,221,085 213,638,9362002 360,800,000 208,900,0002003 392,000,000 213,900,0002004 455,300,000 231,800,0002005 514,500,000 300,000,0002006 646,800,000 327,600,0002007 687,200,000 274,100,0002008 719,800,000 368,500,0002009 759,900,000 391,800,0002010 1,099,000,000 356,700,000

Nota: Hasta mediados de los 70 los valores de las exportaciones se registraban en RD$ y su equivalencia era 1RD$=1US$.

Exportaciones de Cigarros (Periodo 1979-2010)

1,200

1,000

800

600

400

200

0

Mill

ones

de

kg

1979-90 1991-00 2001-10

Evolución de las Exportaciones de Cigarros 1970-2001

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93Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

La Crisis de los 80y el Boom del Cigarro

A FINALES dE LA déCAdA de los años 80, el con-sumo español era mayoritariamente de cigarrillos negros, con un balance de 80% del volumen total de tabaco negro, contra 20% de rubio, mantenien-do una tendencia de cambio de negro hacia rubio de alrededor de un 2% anual. Ya para el año 1990, cuando España fue admitida en la Comunidad Eco-nómica Europea, las reglas comunitarias obligaron a esta nación, a colocar igual tasa impositiva a los cigarrillos, medida que permitió el acercamiento en los precios al detalle de ambos tipos de cigarrillos, negros y rubios, revirtiendo rápidamente la tenden-cia y modificando de manera drástica la actitud de los consumidores, los que se volcaron al consumo de más cigarrillos rubios que negros, situándose di-cha relación en apenas dos años, en 80% rubios y 20% negros.

De importancia es destacar el dato de que para la ocasión, el mercado de tabaco negro estaba com-puesto por una reducida cantidad de países que producían para consumo y exportación, mientras

que un reducido número de países lo importaba para su consumo. Dentro de las naciones exporta-doras estaban; República Dominicana, Cuba, Co-lombia, México, Brasil, Argentina, Paraguay y Filipi-nas; en cambio los principales países compradores lo constituían: España, Francia, Holanda, Alemania Occidental, Bélgica, Dinamarca, África del Norte y Estados Unidos.

Países productores como Brasil, Colombia, México y Filipinas, utilizaban sus políticas cambiarias para hacer más baratos sus tabacos, pero también fa-vorecían la producción a través de sus políticas fis-cales crediticias, como forma de proteger este vital sector de sus economías.

Para República Dominicana la situación se presen-taba muy difícil, al depender en aproximadamente un 70% de sus exportaciones, del mercado contro-lado por España. Pero aún más, dicha situación se tornaba más grave para el tabaco criollo, pues al ingresar España a la Comunidad Económica Euro-

A PARTIR dEL AñO 1980, COMENZó A PROduCIRSE uNA gRAN VARIACIóN EN LA dEMANdA de tabaco negro. La causa fundamental de esta variación tuvo su origen en el mani-fiesto cambio verificado en los consumidores de cigarrillo negro en los países euro-peos, quienes movieron sus preferencias hacia el cigarrillo rubio, lo que sin dudas afectó sensiblemente a los importadores de tabaco criollo de origen dominicano.

13.1 LA CRISIS dE LOS AñOS 80

XIIILa Crisis de los 80 y el Boom del Cigarro

Page 94: Memoria 50 Aniversario

94 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

pea, la política que tuvo que adoptar, favorecían a sus productores comunitarios, ya que allá se apli-caban medidas proteccionistas para garantizar la permanencia de éstos en sus respectivos medio ru-ral. Precisamente con ello se privilegiaba al sector productivo de Italia, país que producía tabaco negro similar al dominicano, y lo ofrecía al 50% del posible precio promedio que regía en los mercados para de tabaco negro dominicano.

La exportación del tabaco Criollo estaba enfren-tando una fuerte competencia internacional. Se re-cuerda que la cosecha correspondiente al período 1978-1979 fue adquirida por 18 países, en orden de importancia se destacan: España, Islas Canarias, Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Argelia, Áfri-ca del Norte y Estados Unidos. Sin embargo, la co-secha 1983-1984, la compraron apenas 4 países, lo que evidencia claramente la competencia que enfrentó la República Dominicana para penetrar al mercado tabacalero mundial. Otro elemento que re-salta fue la reducción en los volúmenes comprados por España en las últimas tres cosechas, los que se estimaron en 8,000; 6,700 y 4,050 toneladas métricas respectivamente, nación que puso como pretexto en ese entonces, que Brasil y Colombia ofertaban mejores precios.

Por otra parte, cada año los exportadores de taba-co Criollo, veían crecer la inseguridad del mercado exterior, lo que los hacía ser más cuidadosos para garantizar sus márgenes de beneficios, ya que de-pendían principalmente de los ingresos por ventas y del precio que pagaban a los cosecheros. Como el ingreso por venta estaba básicamente determinado por el precio de exportación, frente al cual no tenían capacidad de regateo, recurrían al precio que le pa-

gaban al cosechero para garantizar sus ganancias. Entonces los cosecheros perdían continuamente la rentabilidad de su ocupación, al estar atrapados en-tre costos crecientes y precios inseguros.

El ingreso del exportador, también se veía afectado por la política cambiaria que adoptó el gobierno do-minicano; razón por la cual, en los últimos tiempos los exportadores habían tratado de defender sus márgenes de beneficios, procurando un tratamiento más favorable en la política cambiaria gubernamen-tal.

En un diagnóstico realizado por el Instituto sobre la situación del tabaco negro, se señalaba que en 1980, el cosechero registró un costo de RD$0.41por kilo producido y obtuvo un ingreso bruto de RD$0.86 por kilo, al vender al precio promedio de RD$51.61 el quintal, favoreciéndole un beneficio bruto de RD$0.45 por kilo. En esa época un dólar le repre-sentaba al exportador un peso y bajo esas condicio-nes el exportador registraba estadísticamente un beneficio de RD$0.02 por kilo exportado, al vender a un precio promedio de US1.60 y tener un costo total de RD$1.58 por kilo.

En el período tabacalero 1984-1985, el gobierno li-beralizó la tasa de cambio para los dólares de las exportaciones tradicionales y le fijo un recargo cam-biario del 36%. A su vez, España rebajó un 20% al precio de compra del tabaco con relación a la cose-cha anterior, pasándolo de US1.86 a US1.45 el kilo, situación que provocó, que el cosechero perdiera RD$0.42 por cada kilo producido. Ante esta reali-dad de cosecheros perdiendo y exportadores inse-guros en el mercado internacional, era ya bastante evidente el desequilibrio total del sector tabacalero.

XIIILa Crisis de los 80 y el Boom del Cigarro

13.2 LOS PROyECTOS dE EMPAquE

Los Simientos para la realización de los proyectos de empaque por parte del INTABACO y algunas asocia-ciones de productores se establecieron en el período 1978-1982 con la construcción de almacenes para tales fines y con pequeños proyectos que servirían de base a su real funcionamiento a partir de 1983.

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13.2.1 LAS ASOCIACIONES dE COSECHEROSAlgunas de las cosechas de tabaco negro realiza-das a lo largo de la década de 1980 tuvieron difi-cultades para su comercialización, originadas fun-damentalmente por la caída de los precios en los mercados internacionales, situación que repercutía en el ámbito local.

Para tratar de paliar esas dificultades que ocasio-nalmente se presentaban, surgieron entonces, los que se denominaron “Proyectos de Empaque”, los cuales eran financiados a través de créditos otorga-dos por el Banco Agrícola de la República Dominica-na a grupos organizados de cosecheros.

Con la asesoría técnica del INTABACO, los producto-res agrupados en asociaciones y cooperativas aco-piaban el tabaco de sus socios, fijándole un precio nominal. Después de su procesamiento y empaque de acuerdo a las normas internacionales, se espe-raba la oportunidad de mejores precios; mientras tanto, el tabaco permanecía pignorado por el Banco Agrícola.

Cabe destacar, que con la ejecución de estos proyec-tos se generó una gran cantidad de mano de obra,

y se eliminaron algunos eslabones en la cadena de la comercialización del tabaco, para aumentar los márgenes de beneficio de los cosecheros.

Las Asociaciones y Cooperativas iniciaron los prime-ros Proyectos de Empaque en el año 1983. Los gru-pos involucrados fueron los siguientes:

1- Unión Campesina para el Desarrollo, La Guamita (Cotuí).2- Asociación de Cosecheros de Tabaco del Cibao. Inc., (Santiago).3- Cooperativa de Ahorro y Crédito “Guayabal”, Inc., (Santiago).4- Asociación de Agricultores “El Cayal”, Inc. (Villa Vásquez).

En el 1985 participó, además, la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Unión Dominicana”, Inc., La Pen-da (La Vega). En el año 1988 se sumaron 3 nuevos grupos: La Federación Agrícola de la Costa, de Villa Vásquez; Federación Mocana de Asociaciones Cam-pesinas (Femoc), de Moca; y Cooperativa de Canca Reparación, (Moca).

Año Valor Financiado

quintales Adquiridos

Cantidad de pacas

elaboradas1983 1,527,695.00 18,141* 10,6551985 1,910,363.00 19.500** 10,7231987 4,247,374.00 17,497** 7,8011988 10,630,772.00 30,916** 16,0001989 13,000,000.00 42,348** 24,790

* Variedades Chago Díaz, Piloto Cubano y Amarillo Parado.** Variedad Amarillo Parado.

dETALLES dE LOS PROyECTOS dE EMPAquE REALIZAdOS POR LAS ASOCIACIONES dE COSECHAS.

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96 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

XIIILa Crisis de los 80 y el Boom del Cigarro

13.2.2 LA PARTICIPACIóN dEL INTABACO

EN EL 1986, EL INSTITuTO dEL TABACO PRESENTó a las autoridades agropecuarias y al

Banco Agrícola sus propios proyectos de Empaque, orientados hacia la adquisición de taba-

co de las variedades Chago Díaz y Piloto Cubano. Los cuales comenzaron a ejecutarse en

1987, mas tarde se incluyó la variedad Amarillo Parado.

AñoValor

Financiado(Rd$)

quintales Adquiridos

Cantidad de Pacas Elaboradas

1987 6,000,000.00 16,814* 33071988 3,619163.00 8,741** 53741989 9,000,000.00 23,211** 86711991 12,160,248.00 11,918** 7653

Muestra de pacas elaboradas durante los proyectos.

dETALLES dE LOS PROyECTOS dE EMPAquES REALIZAdOS POR EL INTABACO

* Variedades Chago Díaz, Piloto Cubano y Amarillo Parado.** Variedad Amarillo Parado.

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13.3 EL BOOM dEL CIgARRO

EL CONSuMO dE TABACO, en cualquiera de sus for-mas, está íntimamente ligado a la imagen del pro-ducto, la cual es creada, sostenida y reforzada por la publicidad en sus múltiples formas de efectuarse. Precisamente apoyado en el planteamiento prece-dente, resulta de interés analizar en esta parte de este documento-memoria, otro acontecimiento que cambió significativamente el curso de la producción tabacalera del país, el que por su impacto, fue lla-mado el “Boom del Cigarro”, hecho ocurrido entre los años 1994-1999.

Dicho acontecimiento en gran medida, se debió a la impresionante campaña publicitaria llevada a cabo por la revista “Cigar Aficionado”, la que comenzó a editarse en el año 1993, con tiradas trimestra-les y con un número de páginas bastante modesto al principio, y posteriormente de manera mensual, pero con una mayor cantidad de páginas por edi-ción, unas 250. La revista contenía artículos de fondo sobre la producción tabaquera en el merca-do; comentarios y recomendaciones sobre cigarros; tests, o pruebas de cigarros por tipo, a los que se les otorgaban puntaciones como valor para determinar el nivel de la fumada.

La línea central de la revista envolvía y relacionaba el acto de fumar con personas de categoría, clase y buen gusto, como forma de crear la idea al lector, de que fumar puros es un placer que produce satis-facción al gusto, pero que además, inspira respeto y admiración hacia el consumidor, colocando al ciga-rro como un artículo caro y de élite.

Cabe destacar que el éxito que en ese tiempo alcan-zó esta revista, fue extraordinario, generando un au-mento considerable en el consumo de cigarros en los mercados del mundo, como el caso del mercado de los Estados Unidos de Norteamérica; nación que de importar 139 millones de unidades en el 1994, pasó a 360 millones en 1999. Notorio es el dato de que el 75% de esos volúmenes de cigarros impor-tados procedían de República Dominicana, nación

que lideraba, y aun lidera, las exportaciones mun-diales de este rubro.

Sin lugar a dudas, que el increíble crecimiento exhi-bido en la demanda de cigarros, incidió en la instala-ción y funcionamiento de unas 100 nuevas fábricas de cigarros, muchas de las cuales fueron maneja-das por extranjeros y dominicanos que no tenían conocimiento de los delicados procesos requeridos por las hojas de tabaco, para poder presentar un puro con las exigencias que demandaba el mercado consumidor externo. Esta situación trajo consigo el hecho de que comenzaron a aparecer cigarros con tabaco sin fermentar, y sin el adecuado añejamiento, con una pésima confección y una presentación muy inadecuada, trayendo como consecuencia, un total descrédito para las nuevas marcas dominicanas.

No obstante, y en el caso particular de las fábricas tradicionales dominicanas, las mismas comenzaron a ampliar sus infraestructuras, a entrenar más per-sonal y a aumentar las áreas de siembra destinadas a este cultivo, mediante el otorgamiento de finan-ciamiento y la prestación de servicios de asistencia técnica a los cosecheros, todo esto, con la finalidad de incrementar los volúmenes de producción en sus plantaciones.

Vale la pena señalar, que aquí se cumplió el viejo dicho de que pagaron justos por pecadores, porque dentro de las fábricas nuevas, algunas de ellas es-taban siendo manejadas por técnicos con sobradas experiencias en el área, pero con la mala suerte de ser “una marca nueva”.

El impresionante volumen de cigarros despachados a los Estados Unidos desde mediados de 1997, a un ritmo de 30 millones de unidades mensuales, culminó en diciembre de ese año con la cifra de 288 millones de cigarros exportados hacia esa na-ción. Para ese mismo período, las importaciones norteamericanas ascendieron a 576 millones de ci-garros, sin embargo, el consumo sólo creció un 15%

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respecto al año precedente, lo que reflejaba que el Boom llegaba a su punto de meseta, situación que tomó de sorpresa a todo el mundo, incluyendo a las fábricas dominicanas de mayor tiempo operando en este negocio.

El mismo frenesí que ocurrió a nivel de factorías se manifestó en el campo, pues los productores de ta-baco considerados como tradicionales, aumentaron considerablemente sus respectivas áreas de siem-bra; a la vez que cambiaron el cultivo tradicional de siembra, en este caso el Tabaco Criollo, por los tipos de tabacos, de Olor y Piloto Cubano.

Asimismo y como consecuencia de lo que reflejaban los mercados, otros productores de rubros distintos al tabaco, se desplazaron a la siembra y cultivo de la hoja aromática, atraídos por las aparentes ren-tabilidades que, en ese entonces, generaba la ac-tividad productiva en las zonas tabacalera del país. Esto ocurrió, no obstante estos productores haber sido advertidos anticipadamente por la Secretaría de Estado de Agricultura, con relación a los peligros y riesgos que conllevaría incrementar la oferta local de tabaco.

El resultado de todas estas improvisaciones no se hizo esperar, pues más de 60 fábricas fueron cerra-das, quedando en los predios de estos agricultores, una producción estimada en 940 mil quintales, fun-damentalmente de tabacos de Olor y Piloto Cubano, ubicándose estas explotaciones, fuera de las zonas tradicionales de producción tabacalera.

La demanda nacional de tabacos de Olor y Piloto Cubano, tanto para materia prima de las fábricas dominicanas como para el exportador que lo pro-cesaba, se satisfacía con una oferta estimada en aproximadamente 400 mil quintales, lo que arroja-ba un excedente de la producción local, de alrede-dor de 500 mil quintales, volumen cuya colocación en los mercados se dificultaba. Esta cantidad se refería a tabaco de semilla Piloto Cubano, sembra-do básicamente en la costa de Villa Vázquez, zona donde los terrenos y el clima no eran los ideales para este cultivo, a lo que se le agregaba el mal uso de las técnicas del cultivo por parte del productor,

quien lo manejaba con tecnología del tabaco criollo. Además, los compradores rechazaban este produc-to porque generalmente contenía arena y no estaba clasificado.

Otro gran inconveniente que agudizó los problemas de esa cosecha, se refiere a que el país no disponía de una infraestructura de procesamiento adecuada para manejar un volumen tan grande en un deter-minado tiempo, debido a que el mismo represen-taba la producción más grande verificada durante las últimas 37 cosechas, de conformidad con las estadísticas existentes. A lo anterior se le agregaba el hecho de que el cosechero no tenía experiencia para manejar el tabaco almacenado de un año para otro, ya que al no haberse visto anteriormente en esta situación, desconocía los procesos y la logísti-ca para preservar y almacenar adecuadamente el producto, con el objeto de mantener la calidad del producto a mercadear.

Esta situación puso a todas las fábricas que tenían cosecheros bajo contrato, y a los procesadores que suplían algunas fábricas y que también producían bajo contrato, a que redujeran las superficies de siembra a menos de la mitad. De igual manera, los agricultores que sembraron libremente y sin contra-to, por la dura experiencia vivida, tuvieron temor de embarcarse en una nueva aventura, viéndose com-pelidos a reducir la superficie de siembra que tradi-cionalmente cultivaban.

Ante la realidad vivida por el del tabaco criollo en el mercado europeo, la que se agravó con esta úl-tima traumática experiencia, el Instituto del Tabaco en su condición de organismo con facultades para tomar las medidas pertinentes que les otorgaba la Ley 165-01 del 8 de octubre del 2001, para mante-ner la producción del tabaco dominicano, así como también para proteger los intereses de todos los integrantes del sector tabacalero nacional, tomó la decisión de solamente permitir la siembra de taba-co, en las áreas recomendadas por el estudio de zonificación, limitándose además, a los cosecheros que disponían de un contrato de compra con una casa comercial.

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13.4 SALdO dE dEudAS A LOS PROduCTORES TABACALEROS MEdIANTE LA ENTREgA dE BONOS

XIIILa Crisis de los 80 y el Boom del Cigarro

COMO CONSECuENCIA dEL BOOM, A PARTIR dE 1996 SE FuE PROduCIENdO un aumento en la demanda de materia prima para la elaboración de cigarros para la exportación. Esto provocó un alza en los precios pagados a los productores a nivel de finca y una dinamización momentánea en los canales de comercialización para suplir los requerimientos de las empresas establecidas en el país y de las nuevas fábricas que proliferaron en todo el territorio nacional.

EL INTABACO desplegó grandes jornadas de con-cienciación, a través de las asociaciones existen-tes en todas las zonas tabacaleras, con el propósito de evitar la sobreproducción. Pero en un escenario como ese, se hacía difícil la planificación de una cosecha ajustada a la capacidad del mercado. Los productores, deslumbrados por el espejismo de los altos precios, plantaron superficies que duplicaban la demanda (especialmente en la cosecha 1997-1998), provocando el taponamiento del mercado y la recesión de todo el sector tabacalero nacional.

Una muestra de la depresión del sector es la cose-cha 1999-2000, considerada como la más peque-ña de la historia institucional, sembrándose apenas unas 30,000 tareas de tabaco.

El gobierno dominicano, a través del INTABACO, de-cide entonces adquirir todo el tabaco existente en manos de los productores, a fin de limpiar los cana-les de comercialización y crear las condiciones para la recuperación del sector.

Con el propósito de refinanciar la deuda interna del Estado, incluyendo compromisos con el Banco Agrí-cola y la Secretaría de Agricultura, se crea la Ley No. 172-03 que autoriza al Poder Ejecutivo imprimir,

emitir y negociar bonos por valor de 5,140 millones de pesos, de los cuales, 140 millones estaban des-tinados al pago de la deuda con el sector tabaco.

En los años siguientes, con recursos provenientes de esta fuente, se saldó la deuda con el sector, beneficiando en el año 2007 a unos 486 produc-tores de tabaco. Entre los años 2008 y 2011 se completó el proceso y la cantidad total de produc-tores beneficiadlos llegó a 558 con el pago de RD$ 133,178,000.00, que para estos fines fueron auto-rizados.

Entidad Monto Rd$Asociación La Incorporada 48,303,000.00Pago a Cosecheros 13,190,000.00FENAPROTABACO 3,728,000.00Asocicaón Las Charcas 1,051,000.00Independientes:Cosecheros Independientes 4,982,000.00Banco Agrícola 33,207,000.00Pignoración 28,717,000.00Total 133,178,000.00

distribución de Bonos Tabacaleros

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100 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Lucha Contra la Pirateríay la Falsificación

ES uN HECHO CONOCIdO, que a partir del año dos mil, o quizás un poco antes, se fue desarrollando principalmente en algunos municipios de Santiago, un activo comercio de cigarros de bajo precio. Los

“torcedores” adquieren pequeñas cantidades de ta-baco barato de los productores, y confeccionan, en casas, patios y callejones, cigarros que venden a acopiadores, los que a su vez los preparan con anillas y empaques falsificados, imitando prestigio-sas marcas, colocándolos luego en tiendas -Gift Shop- localizadas en los diferentes centros turís-ticos del país. Obviamente que estos cigarros, con buena confec-ción, están hechos con tabaco sin el adecuado proceso y el debido añejamiento, y en muchos casos hasta con recortes de hojas, la llamada tripa corta o Short Filler.

Esta acción penalizada por la ley, atenta contra los intereses nacio-nales, ya que no sólo desprestigia la marca plagiada, sino que des-merita al país. Es por ello, que el INTABACO conjuntamente con las autoridades competentes, man-

tiene una enérgica campaña de incautación e inci-neración de productos falsificados, gestionando al mismo tiempo, la aplicación de las sanciones de lu-gar a los culpables de cometer este delito.

Incineración de cigarros incautados mediante el programa de antifalcificación y antipiratería.

Lucha Contra la Piratería y la Falsificación XIV

La Falsificación es una acción penalizada por la ley, atenta contra los intereses nacionales, ya que no sólo desprestigia la marca plagia-da, sino que desmerita al país.

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101Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Santiago de los Caballeros:“Capital Mundial del Tabaco”

ES uN HECHO INdISCuTIBLE, que la zona Norte, par-ticularmente la provincia de Santiago de los Caballe-ros, ha tenido y tiene la hegemonía en la producción, fabricación y exportación del tabaco en la República Dominicana; de las quince empresas que se dedican al procesamiento y exportación de tabaco negro en ramas, trece se encuentran radicadas en Santiago.

Cabe destacar en este sentido, que de las cuarenta y nueve (49) fábricas de cigarros que existen en el país, dentro y fuera de las zonas francas, el 84% de éstas, 41 empresas, se encuentran en la provincia de San-tiago. Asimismo, esta provincia posee el 43 % de los productores tabacaleros del país, los cuales cultivan el 48% de todo el tabaco que se produce en la nación.

Debido a la importancia que representa el tabaco para esta provincia, en el mes de abril del año 2003, la Sala Capitular del Ayuntamiento, junto a la Asocia-ción Internacional de Productores de Tabaco (ITGA), organismo al cual la República Dominicana se había incorporado como miembro en 2002, mediante la Re-solución No.2604/03, procedieron a declarar a San-tiago de los Caballeros, como “La Capital Mundial del Tabaco”. Este acontecimiento se produjo durante la realización de la Asamblea Anual de esa institución efectuada en esta ciudad.

La Sala Capitular para tomar esta resolución, consi-deró entre otros aspectos, que “Santiago de los Ca-

balleros” representa la segunda ciudad en importan-cia de la República Dominicana, la que se ubica en el centro de la región del Cibao, a unos 155 kilóme-tros al Noroeste de Santo Domingo; y que la misma produce el 80% del volumen total de exportación del tabaco. Además tomó en consideración, el hecho de que las industrias de cigarros generan alrededor de 15 mil empleos directos, solamente en los procesos de elaboración; en el procesamiento del tabaco labo-ran alrededor de 10,000 personas; y en los campos incorpora más de 150,000 agricultores y jornaleros agrícolas, que intervienen en la producción de este cultivo, aportando sus manos de obra.

En otro de los considerando de la citada resolución, se plantea la necesidad de rescatar el Museo Nacio-nal del Tabaco, destacando la importancia que esta acción tendría para el turismo regional, pues esta ac-tividad productiva tiene su importancia, tanto desde el punto de vista de generación de empleos y divisas, como para dar a conocer la calidad de los productos locales. Resalta además, que de acuerdo al Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, la manu-factura del tabaco y sus derivados, constituyen la ter-cera en importancia dentro de este sector económico, al representar el 6% del total de las empresas insta-ladas (27 empresas), con 12,107 empleados y una inversión acumulada que sobrepasa los US$169.2 millones.

XVSantiago de los Caballeros: “Capital Mundial del Tabaco”

Debido a la importancia que representa el tabaco para esta ciudad, en el mes de abril del año 2003, la Sala Capitular del Ayuntamiento, junto a la Asociación Internacional de Productores de Tabaco (ITGA), la de-claran “Capital Mundial del Tabaco”, mediante resolución 2604-03.

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102 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Principales Logros del INTABACO

Han sido múltiples y variados los logros obtenidos por el Instituto del Tabaco de la República Domini-cana durante sus 50 años de existencia. Entre esos logros se pueden destacar:

1- Introducción y adaptación de la variedad “Piloto Cubano”, cuyas hojas hoy constituyen una de las mejores tripas del mundo.

2- Introducción y adaptación de nuevas variedades de tabaco, de los tipos “Rubios” y “Burley”.

3- Introducción y adaptación de variedades de ta-baco para Capa, las cuales, actualmente se están produciendo en el país, “bajo toldo” y “a sol”.

4- Selección y purificación de variedades de tabaco negro nativas.

5- Introducción de cambios sustanciales en la me-todología sobre construcción de ranchos para el cu-rado del tabaco.

6- Realización de un estudio sobre “Zonificación y Tipificación del Tabaco Negro”, que estableció zonas de producción por tipos y calidades.

7- Determinación de nuevas zonas para producir ta-bacos de capas oscuras, como es el caso de Yama-sá y Cotuí.

8- Asistencia técnica especializada a través de transferencia tecnológica a los productores tabaca-leros con los más avanzados métodos de cultivo y curación.

9- Métodos de control de insectos y enfermedades con éxito, especialmente contra la incidencia de la

“Mosca Blanca” y el “Moho Azul”.

10- Contribuir al mejoramiento económico del sec-tor tabacalero nacional, a través de un mejor precio para la hoja, lo que se refleja directamente en el aumento del nivel de vida del cosechero de tabaco.

11- Obtención de mejor calidad de los productos in-dustriales, reconocida mundialmente, al mejorarse significativamente la materia prima.

Hay muchos otros logros que podrían enumerarse, son muchas las huellas que se dejan a lo largo de 50 años, muchas las experiencias compartidas y mucho el legado que se transfiere a la sociedad.

Muchos han sido los hombres y generaciones de fa-milias completas que han contribuido para que esta institución haya logrado transitar con éxito esta eta-pa de su existencia. Consciente de que están sen-tadas las bases para continuar dando sus mejores frutos en los años por venir, sus mejores esfuerzos en beneficio del sector tabacalero y de toda la Repú-blica Dominicana.

XVIPrincipales Logros Institucionales del INTABACO

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103Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Galería de Fundadory Directores del INTABACO

Ing. Napoleón PadillaFundador del Instituto del Tabaco

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104 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

dr. Carlino gonzález Batista1962 - 1964

dr. Luís delgado Bogaert1964 - 1965

Lic. Bienvenido Abreu g.1965 - 1966

Agrón. josé María delgadillo1970

Ing. Agrón. Francisco díaz Caraballo1970 - 1975

Agrón. Pedro Agustín Bretón1975 - 1977

Lic. Andrés Bautista garcía1983 - 1986

Agrón. genaro garcía garcía1986 - 1996

Ing. Agrón. gaspar Polanco C.1996 - 2000

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105Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

Agrón. Hipólito Mejía domínguez1966 - 1967

dr. josé Morales Rojas1967 - 1968

Agrón. César Sandino de jesús1968 - 1970

Agrón. Ariosto Méndez Zarzuela1978 - 1981

Ing. Agrón. Próspero B. jiménez1981 - 1982

getulio Santos Liranzo1982 - 1983

Agrón. Fabio Fermín Acosta L.2000 - 2004

Ing. Agrón.Adalberto E. Rosa H.2004 - 2010

Ing. Agrón. Lorenzo A. Fernández E.2010 - Actual

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106 Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

EVOLuCIóN dEL LOgO dE LA INSTITuCIóN

1962 - 2002 2002 - 2011

Actual

CERTIFICAdOS dE REgISTROS dE MARCAS

Logo actual del INTABACO Logo Indicación de Origen “Cigarro Dominicano”

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107Memoria de los 50 años del Instituto del Tabaco de la República Dominicana

CIgARROS 50 ANIVERSARIO INTABACO

Fotografía, diseño de los anillos y las cajas de los cigarros por Juan Carlos Fondeur.Cigarros elaborados por Tabadom Holding, Inc

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