Martín Kohan, Las Fronteras de La Muerte

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7/23/2019 Martín Kohan, Las Fronteras de La Muerte http://slidepdf.com/reader/full/martin-kohan-las-fronteras-de-la-muerte 1/21  Las fronteras de la muerte Martín Kohan Directo al punto El narrador de El Matadero lo establece apenas el relato comienza: prefiere callar antes que ser difuso («Tengo muchas razones para no seguir ese ejemplo, las que callo por no ser difuso! " # $i no quiere ser difuso es porque quiere ir directo al punto, sin demorarse en introitos que no sean imprescindibles# %hora bien: &cu'l es ese  punto en El Matadero &%d)nde se supone que quiere llegar sin demoras El punto adonde se dirige la narraci)n, * el punto donde culmina, es sin dudas el episodio del unitario# +ero lo cierto es que el episodio del unitario no aparece sino despus de unas cuantas p'ginas- e incluso esos otros episodios que de alguna manera lo anticipan * lo introducen (el de la muerte del ni.o, el del ingls del saladero! demoran bastante en aparecer en el relato# Es así que la /oluntad de ir al punto de la manera m's inmediata /a encontrando, sin que pueda por eso decirse que El Matadero resulte difuso, di/ersas capas de mediaci)n# En cierto modo el relato a/anza buscando esa palabra directa, que es ante todo la palabra política, * cuando la encuentre, o crea encontrarla, la pondr' en boca del personaje del unitario para que luego la asuma tambin el  propio narrador, * uno * otro digan de manera directa lo que acerca del gobierno de 0osas tienen para decir# +ero ha* algo de la eficacia de esa palabra directa que El Matadero nunca alcanza a capturar, * no solamente porque las parrafadas de contenido político que declaman el unitario * el narrador puedan ser lo menos eficaz del relato desde un punto de /ista literario# Esa palabra es siempre menos directa de lo que quisiera- * tambin en esto la inmediatez (la de una palabra capaz de desencadenar una acci)n o de modificar un hecho! se busca * se desencuentra# $i la concreci)n de una palabra se /erifica en su poder de alteraci)n de lo real, toda  palabra literaria es difusa# 1 si bien el narrador de El Matadero quiere callar lo necesario para llegar directo al punto, no puede eludir esas capas de mediaci)n que, aunque en un sentido puedan constituir una especie de obst'culo, en otro no son sino la materia con la que el cuento est' hecho# 2o parad)jico es que esa eficacia que el narrador de El Matadero desearía pero no alcanza, ni alcanza tampoco a insuflarle al unitario, sí la detentan los federales que aparecen en el relato# 2as palabras de los federales sí son directas * desencadenan acciones * reacciones en la realidad que el relato representa: Es emperrado * arisco como un unitario# 31 al oír esta m'gica  palabra todos a una /oz e4clamaron3: 5Mueran los sal/ajes unitarios6 (7"8!

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 Las fronteras de la muerteMartín Kohan

Directo al punto

El narrador de El Matadero lo establece apenas el relato comienza: prefiere callarantes que ser difuso («Tengo muchas razones para no seguir ese ejemplo, las quecallo por no ser difuso!"# $i no quiere ser difuso es porque quiere ir directo al punto,sin demorarse en introitos que no sean imprescindibles# %hora bien: &cu'l es ese

 punto en El Matadero &%d)nde se supone que quiere llegar sin demoras El puntoadonde se dirige la narraci)n, * el punto donde culmina, es sin dudas el episodio delunitario# +ero lo cierto es que el episodio del unitario no aparece sino despus de unascuantas p'ginas- e incluso esos otros episodios que de alguna manera lo anticipan * lointroducen (el de la muerte del ni.o, el del ingls del saladero! demoran bastante enaparecer en el relato# Es así que la /oluntad de ir al punto de la manera m's inmediata/a encontrando, sin que pueda por eso decirse que El Matadero resulte difuso,di/ersas capas de mediaci)n# En cierto modo el relato a/anza buscando esa palabradirecta, que es ante todo la palabra política, * cuando la encuentre, o crea encontrarla,la pondr' en boca del personaje del unitario para que luego la asuma tambin el

 propio narrador, * uno * otro digan de manera directa lo que acerca del gobierno de0osas tienen para decir# +ero ha* algo de la eficacia de esa palabra directa que ElMatadero nunca alcanza a capturar, * no solamente porque las parrafadas decontenido político que declaman el unitario * el narrador puedan ser lo menos eficazdel relato desde un punto de /ista literario# Esa palabra es siempre menos directa delo que quisiera- * tambin en esto la inmediatez (la de una palabra capaz dedesencadenar una acci)n o de modificar un hecho! se busca * se desencuentra# $i laconcreci)n de una palabra se /erifica en su poder de alteraci)n de lo real, toda

 palabra literaria es difusa# 1 si bien el narrador de El Matadero quiere callar lo

necesario para llegar directo al punto, no puede eludir esas capas de mediaci)n que,aunque en un sentido puedan constituir una especie de obst'culo, en otro no son sinola materia con la que el cuento est' hecho#

2o parad)jico es que esa eficacia que el narrador de El Matadero desearía pero noalcanza, ni alcanza tampoco a insuflarle al unitario, sí la detentan los federales queaparecen en el relato# 2as palabras de los federales sí son directas * desencadenanacciones * reacciones en la realidad que el relato representa:

Es emperrado * arisco como un unitario# 31 al oír esta m'gica palabra todos a una /oz e4clamaron3: 5Mueran los sal/ajes unitarios6

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9### M's de repente la ronca /oz de un carnicero grit):

35%llí /iene un unitario6 3* al oír tan significati/a palabra todaaquella chusma se detu/o como herida de una impresi)n subit'nea#

+uede que al narrador de El Matadero, o a su autor mismo, o al personaje del unitario,no les falte una palabra «significati/a# 2o que es seguro que les falta es una palabra«m'gica# El mundo al que quisieran afectar les queda así irremediablemente lejos# 1algo de esa lejanía deja su huella en el relato: si este te4to fue escrito por EstebanEche/erría apro4imadamente entre "878 * "8;<, * «los sucesos de mi narraci)n

 pasaban por los a.os de =risto de "87###, &por qu luego dice: «$ucedi), pues, enaquel tiempo, una llu/ia mu* copiosa (7"", el subra*ado es mío! &+or qu in/enta

en el discurso una distancia temporal que en realidad no e4iste, *a que entre laescritura del te4to * los hechos narrados no pueden haber pasado m's que unos pocosa.os &>o ha* algo de esto que queda *a determinado por la frase con la quecomienza el cuento: «% pesar de que la mía es historia### (7"<! &>o ha* algo dein/enci)n de una distancia hist)rica en El Matadero, como la ha* en %malia de ?osM'rmol, donde se apela al gnero de la no/ela hist)rica para contar hechos que en/erdad son pr'cticamente contempor'neos

En el caso de El Matadero de Eche/erría, el efecto es doble# +orque el cuento ha sidoescrito ciertamente cerca de los hechos, como palabra inmediata# +ero no habría de

ser leído sino mucho despus, unos treinta a.os despus, es decir cuando esadistancia temporal que en el relato quedaba in/entada se había tornado efecti/amentee4istente en la realidad# ?uan María @utirrez public) hacia "8A< este relato queEsteban Eche/erría había dejado indito# +ara entonces, «los a.os de =risto de"87### *a resultaban efecti/amente un «aquel tiempo# %sí, las capas de mediaci)nreaparecen tambin en este ni/el: tambin en lo que hace a la escritura * la

 publicaci)n del cuento, El Matadero debi) renunciar a la eficacia política de la palabra inmediata# Tambin en este ni/el se qued) sin poder ir directamente al punto#

Becir solamente que El Matadero se pone a distancia sería tan parcial * taninsuficiente como decir solamente que busca apro4imarse para ser directo# En /erdad,* no sin notorias tensiones, hace las dos cosas a la /ez# $e acerca * se separa, seaparta * se apro4ima, se /e alternati/a o simult'neamente atraído * repelido# Cace lasdos cosas: da un paso adelante * un paso atr's, como lo hace el que tantea, el quequiere /er pero no se decide, el que siente curiosidad pero recela, el que se horroriza

 pero tambin se fascina con eso mismo que lo est' horrorizando# &1 qu otra cosa, sino la cultura popular, es la que puede suscitar esta ambi/alencia en un escritor comoEsteban Eche/erría &Du si no la cultura popular, asumiendo bajo su mirada, aligual que bajo la mirada de $armiento, la forma de la barbarie, puede moti/ar este

sentimiento ambi/alente de atracci)n * repulsi)n +ara Esteban Eche/erría, como para cualquier otro burgus rom'ntico por otra parte, la cultura popular adquiere esedoble signo: recelo ideol)gico * seducci)n esttica# >o obstante, en El Matadero esta

(7"!

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cuesti)n asume una infle4i)n particular- porque la cultura popular se despliega en ElMatadero bajo su forma m's crispada e intensa: la de la /iolencia# 2as razones que

 puedan e4istir para asomarse a /er, buscando inmediatez, o para ponerse a sal/o,tomando distancia, duplican sus intensidades cuando de la /iolencia popular se trata#

Violencia rural, violencia suburbana

El Matadero es, en este sentido, una de las representaciones m's e4asperadas que laliteratura argentina ha*a hecho de la /iolencia popular en el siglo FGF, * una de las/ersiones m's dram'ticas acerca de las dificultades que se ofrecen al prop)sito

 político de neutralizarla * de ponerla bajo control# Esa dramaticidad est' dada, en buena medida, por la disposici)n espacial con la que el relato pone en escena suhistoria de /iolencia * muerte# El Mataderose.ala la peligrosa cercanía de la /iolencia

 popular respecto del espacio de la ciudad# Esa /iolencia rHstica de la barbarie federal,que m's bien corresponde al 'mbito rural, aquí se encuentra 3sin perder del todo lasmarcas de aquel entorno3 inquietantemente pr)4ima de Iuenos %ires, * pasa afuncionar como/iolencia suburbana#

2a disposici)n espacial en el relato de Eche/erría en Hltima instancia equi/ale a la perplejidad de $armiento en Jacundo, teniendo que dar cuenta 3con su tan prolijocomo eficaz esquema de ci/ilizaci)n * barbarie, prolongado, como es sabido, en laoposici)n entre ciudades * campa.as3 de que la manifestaci)n m's e4trema de la

 barbarie (es decir, 0osas! /iniera a alojarse precisamente en Iuenos %ires7# +ero esa

circunstancia, que a $armiento le plantearía un problema l)gico en cuanto a suscategorías de an'lisis, a Eche/erría le plantea un problema específicamente narrati/o:&c)mo contar los desbordes de la /iolencia popular, cuando esa /iolencia se ubica enlas orillas de la ciudad *, por eso mismo, al desbordarse, la amenaza

¿Narrar o describir?

El costumbrismo espantado de Esteban Eche/erría (/ariante particular del

costumbrismo rom'ntico * del realismo! rechaza la alternati/a de narrar o describir:aquí se trata de narrar * describir# 1 m's concretamente: se trata de describir (elespacio popular! para poder así narrar (la /iolencia popular!# sa es la funci)n quecumple el croquis dentro del te4to# Eche/erría detiene el relato de la matanza de los

 primeros no/illos que llegan al matadero para ofrecerle al lector «un croquis de lalocalidad# En tanto la /iolencia popular se ha trasladado a los espacios urbanos *suburbanos, ese croquis adquiere un sentido eminentemente t'ctico: esimprescindible conocer la posici)n del otro * el terreno del otro# 1 como se trata de laciudad, es imprescindible conocer cu'les son e4actamente los límites entre el

territorio propio * el territorio ajeno, una delimitaci)n de zonas que se /uel/efundamental para no dar pasos en falso en el espacio de la ciudad# 2a /iolencia

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 popular urbana o suburbana responde aquí a una di/isi)n por zonas, así comoresponder', m's adelante, a las pertenencias barriales#

2a /iolencia popular supone otras fronteras, dispuestas en el interior del espacio de laciudad * sus orillas# El croquis proporciona ese saber t'ctico (un saber del que elunitario que aparece en el final al parecer carece, porque de contar con l se habría

sal/ado!# 2os datos que suministra el croquis se refieren a la ubicaci)n del mataderosegHn los puntos cardinales (se ubica al sur de la ciudad, al este prolonga una calle, aloeste tiene una casilla!, segHn las calles que lo delimitan, segHn su forma(rectangular!, segHn su relie/e topogr'fico (una gran pla*a con decli/e al sur!, segHnsus accidentes (un zanj)n por el que corre agua en tiempos de llu/ia!#

Este croquis representa el primer intento de establecer algHn tipo de regularidadespacial sobre la irregularidad de la /iolencia popular ;# 2a /iolencia militarsistematizada, la que enfrenta a un ejrcito regular con otro ejrcito regular, permitela planificaci)n (es decir, permite hacer planes estratgicos, * permite hacer planosdel terreno de combate!: la Cistoria de $an Martín del general Mitre incluir'minuciosos mapas desplegables que granean cada batalla# 2a /iolencia popular,desplazada al suburbio, resulta bastante menos sistem'tica, * bastante m's urgente:no permite estrategias, sino t'cticas- no deja dise.ar un plano, apenas si deja esbozarun croquis#

El derecho a circular

Eche/erría describe para poder narrar# Gntroduce el croquis en el relato cuandoad/ierte que sin una buena descripci)n * situaci)n espacial, lo que /a a contar no

 podr' entenderseL# +ero esa detenci)n descripti/a no pretende conjurar todomo/imiento, sino m's bien poner orden * regularidad, * sobre todo límites, a lasformas de circulaci)n por el espacio de la ciudad * de sus bordes# +or cierto, entre losderechos que se reclaman ante la represi)n rosista, se cuenta el derecho a la librecirculaci)n (junto con el derecho a hablar libremente * a respirar libremente!: «Duiz'llegue el día en que sea prohibido respirar aire libre, pasearse * hasta con/ersar conun amigo, sin permiso de autoridad competente (7";, el subra*ado es mío!# Estereclamo en fa/or de la mo/ilidad tiene tambin un aspecto econ)mico, * el inters

 por la libre circulaci)n se con/ierte en inters por la libre circulaci)n mercantil# 2agran inundaci)n que el relato comienza refiriendo pro/oca el aislamiento de la ciudad* tambin del matadero, impide el flujo comercial * termina desencadenando unasuba de precios: «2o que hace principalmente a mi historia es que por causa de lainundaci)n estu/o quince días el Matadero de la =on/alecencia sin /er una solacabeza /acuna 9#### 2as gallinas se pusieron a seis pesos * los hue/os a cuatro reales* el pescado carísimo (7"7!# Es significati/o que, en este caso, la«autoridadcompetente (o sea, 0osas! sí se ocupe de garantizar la circulaci)n de ganado,

resol/iendo 3incluso a contramano de los principios cuaresmales3 la situaci)n dedesabastecimiento * suba de precios# +ero el derecho a pasearse libremente, que el

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narrador siente amenazado, no suscita tan prontas medidas por parte del poder político# El ir * /enir entre el matadero * la ciudad se limita en principio a los/ínculos que e4isten entre el gobierno * los sectores populares: alguna /ez acudieronal matadero la esposa de 0osas * su hija Manuela (no el gobernador, pero sí susmujeres! * despus de un banquete los carniceros proclamaron a Encarnaci)n Ezcurra

 patrona del matadero# 2uego, en el momento en que transcurre el relato, son loscarniceros los que se trasladan hasta el lugar en que est' 0osas, para ofrecerle el primer no/illo que se ha matado una /ez restablecida la circulaci)n de los animales *resuelta la peque.a crisis inflacionaria que la inundaci)n había ocasionado#

El Matadero dispone entonces, inicialmente, por medio de un croquis, la definici)nde los espacios * de sus límites# 2uego se plantea el problema de los modos decircular en esos espacios: establece así, por una parte, que los desplazamientos entreel matadero * la ciudad responden al sistema de ofrendas, patrocinios * gratitudes quee4presa la identificaci)n política entre el poder rosista * las clases populares# 1

establece tambin, * tambin en trminos políticos, que la libre circulaci)n no est'garantizada# na /ez definidos estos espacios, * una /ez definidas las formas decirculaci)n por estos espacios, Eche/erría puede comenzar a narrar lo que de /erashace principalmente a su historiaN#

De paseo a la muerte

Ca* /arias historias en El Matadero# 2a que lle/a al desenlace * a la m'4ima

crispaci)n en la representaci)n de la /iolencia popular es e/identemente la delunitario, cu*a des/entura consiste en haberse internado en el territorio de losenemigosA# =omo decíamos, prescinde riesgosamente de ese saber sobre los espaciosurbanos * suburbanos que el narrador mu* prontamente se asegur) con su trazado delcroquis de la localidad# El unitario circula por el espacio de la ciudad como si en ellano hubiera fronteras políticas, como si la presencia de la /iolencia popular en los

 bordes de la ciudad, o in/adiendo la ciudad, no hubiese alterado *a el sistema delímites, con/irtiendo con ello al simple paseo en incursi)n temeraria#

El unitario /a, por otra parte, un tanto distraído# %nda sin apuro («trotaba haciaIarracas! * no parece estar prestando atenci)n, tanto es así que los carniceros delmatadero alcanzan a distinguirlo antes de que l ad/ierta su presencia, escandalosasin embargo: «mientras salían en borbot)n de aquellas desaforadas bocas lasanteriores e4clamaciones, trotaba hacia Iarracas, mu* ajeno de temer peligroalguno (7", el subra*ado es mío!# 2a des/entura del paseante distraído esanticipada en el relato por el episodio del ingls: tambin el ingls hace lo que *a nose puede hacer, circular libremente, * tambin lo hace en un imprudente estado dedistracci)n: «=ierto ingls, de /uelta de su saladero, /adeaba este pantano a la saz)n,

 paso a paso, en un caballo algo arisco,* sin duda iba tan absorto en sus c'lculos que

no o*) el tropel de jinetes ni la gritería (7"O, el subra*ado es mío!# El ingls, comoel unitario, se desplaza lentamente (el unitario /a al trote, el ingls /a paso a paso!,

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est' distraído, no o*e los gritos# El ingls, como el unitario, se mete en territorioenemigo sin darse cuenta * sin tomar recaudo alguno# El ingls pasa un mal rato * esobjeto de la di/ersi)n de los federales# Tambin con el unitario querr'n di/ertirse losfederales, pero esta /ez la cosa /a a pasar a ma*ores#

$on los bienes de la economía ganadera (el ingls, no lo ol/idemos, /ol/ía de su

saladero, * estaba haciendo c'lculos! los que tienen asegurada la circulaci)n, pero nolas personas: las personas quedan sujetas a la di/isi)n política de los espacios que la/iolencia popular, ligada al rosismo, ha impuesto sobre la ciudad# >o con/ienecircular sin atender a los signos de esa di/isi)n de espacios# Tampoco con/iene andardistraído# En esta Iuenos %ires premoderna del rosismo no ha* masas urbanas en lasque pueda perderse un flPneur: se trata de la cultura popular, /iolenta * politizada, node las masas# En esta Iuenos %ires premoderna de economía ganadera el paseante no

 puede circular por las calles tal como las mercancías circulan en el mercado# En laciudad moderna, en el +arís del $egundo Gmperio en Iaudelaire, el transeHnte tiene

que prestar atenci)n por el ritmo * la intensidad del tr'nsito urbano, * estar listo alsobresalto8# En esta Iuenos %ires premoderna, en la Iuenos %ires del segundogobierno de 0osas en Eche/erría, el transeHnte tiene tambin que prestar atenci)n,

 pero en este caso tiene que hacerlo por la presencia amenazante de la /iolencia popular suburbana, para cu*os sobresaltos nunca habr' de estar suficientemente listo#

Una violencia excesiva

2a delimitaci)n de zonas dentro de la ciudad, determinada por la pro4imidad de la/iolencia popular, indica cu'les son los lugares en los que no con/iene a/enturarse(no, al menos, en estado de distracci)n: ni absorto en los propios c'lculos, ni mu*ajeno de temer peligro alguno!# +ero adem's de poner límites a la posibilidad deentrar en determinados lugares, se propone poner límites a la salida# El croquis inicialtiene, en este sentido, el objeto de«delimitar la zona de lo inmundo, recortarla,aislarla, para poder narrarla con intensidad, pero sin desbordesO# En efecto, la/iolencia popular es, tambin en un sentido estrictamente espacial, e4cesi/a *desbordante, difícil de contener# El Matadero tematiza el peligro de internarse en su

territorio, pero tambin alude a la amenaza del desborde hacia la ciudad# 2a crisis dedesabastecimiento, causada por la inundaci)n en el matadero, pro/oca otrainundaci)n, metaf)rica en este caso, sobre la ciudad: la ciudad se «inunda de pobresmendicantes: «Multitud de negras rebusconas de achuras, como los caranchos de

 presa, se desbandaron por la ciudad como otras tantas arpías prontas a de/orar cuantohallaran comible (el subra*ado es de Eche/erría!# 2a reacti/aci)n del flujocomercial detiene el flujo de pobres que in/ade la ciudad (la con/ierte en unacontrolada comisi)n de carniceros, que acude a 0osas a obsequiarle el primer no/illosacrificado!# +ero es e/idente que la miseria * la /iolencia que habitan el espacio del

matadero, inmediato a la ciudad, pueden estar a cada momento listas a derramarsefuera de su 'mbito#

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Esta es, sin dudas, una de las cla/es del episodio del toro que se suelta en elmatadero# $e trata del primer hecho de /iolencia que termina con la muerte de uninocente, como luego suceder' con el unitario (el toro pro/oca el bruscodesprendimiento de un lazo, * un ni.o que miraba la escena muere degollado!# Es unhecho de /iolencia desbordada que termina en una muerte accidental, * en este

sentido funciona en el relato como una prefiguraci)n del episodio con el unitario#+ero, desde el punto de /ista de la disposici)n espacial, el episodio del toro in/ierte aldel unitario# El unitario, al igual que el ingls, penetra en el territorio de los federales,* desata su /iolencia# En el caso del toro, en cambio, se trata de una /iolencia que, *adesatada, adquiere una tremenda fuerza centrífuga, * amenaza con salirse delmatadero# +or eso en el primer caso los federales e4claman: «5%llí /iene ununitario6, * en el segundo caso 3simtricamente, aunque a la in/ersa3e4claman: «5%ll' /a el toro6 (7" * 7"O, el subra*ado es mío!# El drama que se

 plantea con el episodio del toro (antes, incluso, que el de la muerte del ni.o, que no

 parece afectar de manera perdurable a la gente del matadero, aunque sí afecte alnarrador "<! es la espeluznante posibilidad de que el toro escape del matadero * lancesu furia incontenible en direcci)n a la ciudad# Es así que los federalesad/ierten:«5%lerta6 @uarda los de la puerta (7"O!, * a juzgar por esta rimain/oluntaria se diría que es el narrador, m's que sus personajes, quien ha perdido lacalma ante la sola idea de que un toro furioso irrumpa en la ciudad#

2a conjura narrati/a de este peligro terrible es, una /ez m's, el croquis: ese mismocroquis que el narrador había dispuesto en el comienzo del te4to, /uel/e a aparecerahora, cuando el relato plantea la urgente necesidad de ponerle límites a la /iolencia

animal que brota del matadero * amenaza con e4tenderse: «El toro, entre tanto, tom)hacia la ciudad por una larga * angosta calle que parte de la punta m's aguda delrect'ngulo anteriormente descripto, calle encerrada por una zanja * un cerco de tunas,que llaman sola por no tener m's de dos casas laterales (7"O, el subra*ado es deEche/erría!# +ara su tranquilidad, el narrador ha dejado a mano el mapa de la zona:cuenta con las formas, las referencias * los nombres necesarios para fijar la posici)nde lo que est' pasando# Esta /ez la utilidad del croquis consiste en e/itar una salida,antes que en hacer una ad/ertencia acerca de una entrada# En uno o en otro sentido,sin embargo, se trata siempre de establecer los límites que permitan separar 'mbitos

(los 'mbitos han quedado demasiado cerca *, como se /io, cuando de 0osas se trata,se comunican demasiado bien!# Esos mismos límites deberían contener los desbordesde la /iolencia, que en el caso del toro es una /iolencia animal, pero que luego ser'tambin la /iolencia popular, *a que el narrador de El Matadero no cree necesariodistinguir una cosa de la otra#

Agua o barro

2a definici)n de espacios en El Matadero in/olucra no s)lo el trazado de formasgeomtricas * límites di/isorios, sino tambin un espectro de materias * te4turas: noes s)lo una geografía, sino tambin una topografía# 2a relaci)n entre circulaci)n *

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contenci)n se resuel/e en gran parte a tra/s de dos elementos que atra/iesan elrelato: el agua (que corre! * el barro (que estanca!""# %sí, por ejemplo, sucede con lainundaci)n de la que se habla en la primera parte del relato: la detenci)n de todaacti/idad * el aislamiento se deben al estancamiento del agua * al barro# 2as aguasturbias del 0iachuelo de Iarracas, empujadas por la creciente del 0ío de la +lata, se

con/ierten en «un lago inmenso- es decir, se detienen * se estancan# «2os caminosse anegaron, dice el narrador, «* las calles de entrada * salida a la ciudad rebosabanen acuoso barro (7""!# Esa mezcla de agua * barro impide que en el mataderocontinHen las acti/idades- * luego ser' «a pesar del barro que los corrales del %lto/ol/er'n a llenarse de «carniceros, achuradores * curiosos (7"L!#

$i las fronteras de la /iolencia condicionan en El Matadero las posibilidades decirculaci)n libre, el barro dificulta la mo/ilidad * el desplazamiento, *a no por lae4istencia (m's o menos t'cita! de un límite que no se puede o no con/ienetransponer, sino por la manera en que las condiciones del suelo frenan a quien quiere

mo/erse# $e dice por ejemplo de los animales: «Estos corrales son en tiempo dein/ierno un /erdadero lodazal en el cual los animales ape.uscados se hunden hasta elencuentro * quedan como pegados * casi sin mo/imiento (7"L37"N!"# Es elnarrador de El Matadero, en definiti/a, quien logra imprimir mo/imiento a lasescenas del relato, *a que puede pasar de la detenci)n del croquis a la din'mica deuna mirada que barre im'genes como si se tratara de un tra/elling, o puede pasar dela distancia panor'mica a la focalizaci)n de un detalle, multiplicando perspecti/as#Esta combinaci)n de lejanía * pro4imidad en el enfoque narrati/o e4presa aquellatensa articulaci)n de atracci)n * repulsi)n que el mundo popular suscitaba# Eso en

cuanto a la mirada que el narrador dirige al espacio del matadero# na /ez dentro deese espacio, el mo/imiento o la inmo/ilidad dependen del modo en que se pise sobreagua o sobre barro#

% estos dos elementos, agua * barro, que corresponderían a la naturaleza"7, se agregaun tercero, de signo político: la sangre# 2a sangre corre o se estanca, en el matadero,casi tanto como el agua# Tambin la sangre, al fin de cuentas, hace barro en elmatadero («aquel suelo de lodo regado con la sangre de sus arterias, 7"N! *complica la posibilidad de desplazarse («all' una mulata se alejaba con un o/illo detripas * resbalando de repente sobre un charco de sangre, caía a plomo, 7"A!# 2asangre, que es el signo de las acti/idades propias del matadero pero tambin de la/iolencia de los federales, queda así inscripta entre el agua que corre * el barro queestanca# Quelta lodo, impide o dificulta los mo/imientos# +ero a la /ez puede serla/ada * arrastrada por el agua que corre: «un zanj)n labrado por la corriente de lasaguas plu/iales 9### cu*o cauce recoge, en tiempo de llu/ia, toda la sangre seca oreciente del Matadero (7"L!# 2a sangre queda, como cada elemento * cada episodiodel relato, puesta entre la mo/ilidad * la detenci)n, entre la contenci)n * el desborde#En el matadero sí parece hacer falta que la sangre llegue al río (o, m's modestamente,al zanj)n por el que corre el agua de las llu/ias!, para poder así ser la/ada, para dejar

de ser barro que frena o charco que resbala, * ponerse ella misma a circular#

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El toro, el inglés, el niño, el unitario

Esta tensi)n entre mo/ilidad * detenci)n, entre contenci)n * desborde, defineentonces el orden# espacial en El Matadero, *a sea con el croquis que pone límites o

con la combinaci)n de los elementos primarios de este uni/erso (agua, barro *sangre!# Be hecho, los cuatro episodios que /an articulando el desarrollo del relato (lafuga del toro, el chasco del ingls, la muerte del ni.o, la muerte del unitario! seresuel/en, al menos en parte, en estos trminos#

En el caso del toro, por ejemplo, la estampida impre/ista * el peligro indecible de quese lance hacia la ciudad, consisten en un pasaje brusco de la inmo/ilidad del

 barro («no había demonio que lo hiciera salir del pegajoso barro donde estaba comocla/ado, 7"8";! a la mo/ilidad descontrolada * al parecer incontenible- es decir queconsiste en un salirse * despegarse del barro# 1 no es el barro lo que /a a detener la

carrera furiosa del toro lanzado, no es el freno de un suelo que patina o que impidedesplazarse# El toro no es frenado, sino acorralado: lo detienen los límites delmatadero (recordemos que el narrador ha /uelto a apelar al croquis!, porque se meteen una calle sin salida# El episodio conclu*e con la aparici)n de la sangre (Matasietehunde su daga en la garganta del toro! * con la e4hibici)n de la sangre, con/ertida enespect'culo: Matasiete cla/a su daga, «mostr'ndola en seguida humeante * roja a losespectadores (7<!#

El episodio del toro se desarrolla entonces entre el barro (del que se sale! * la frontera(en la que se detiene!# El episodio del ingls transcurre sobre estos mismos

elementos, pero dispuestos de otro modo: comienza con el cruce de un límite (elingls, absorto en sus c'lculos, se mete sin darse cuenta en el espacio del matadero! *conclu*e en el barro# El ingls, como /imos, se mue/e despacio, * la causa de esalentitud no es otra que el barro (est' /adeando un pantano!# Este episodio no terminacomo un hecho de sangre, sino como un hecho de barro: no termina en muerte, sinoen humillaci)n# El ingls cae al barro porque el paso del toro sobresalta a sucaballo, «dejando al pobre hombre hundido media /ara en el fango (7<!# 2osanimales (toro * caballo! se despegan del barro, mientras el ingls queda hundido enl, * quieto# +ero los federales de a caballo tambin se mue/en en el barro, porque

/an en persecuci)n del toro, * al pasar junto al ingls lo salpican con el barro"L# $etrata de una acci)n humillante, desde luego, sobre todo porque /a a acompa.ada de

 burlas *«carcajadas sarc'sticas- pero al mismo tiempo tiene algo de un estremecedor  poder de creaci)n: con las patas de los caballos, dice el narrador, amasan en barro elcuerpo de ese hombre, s)lo que lo que crean es un hombre con la apariencia de undemonio (antes el demonio era el toro! * no un «hombre blanco pelirrubio (7<!"N#En el infierno de la /iolencia popular, son demonios, * no hombres, lo que se crea,amasando con barro los cuerpos miserables#

El episodio del ni.o se deri/a, al igual que el del ingls, de la estampida del toro, pero esta /ez sí el incidente termina en sangre# 2a relaci)n entre lo m)/il * lo inm)/ilse resol/ía en aquel caso con la separaci)n entre el jinete (quieto en el barro! * su

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caballo (que da un brinco * echa a correr!# na separaci)n sin dudas deplorable desdeel sistema de /alores de esta cultura popular, para la cual el buen jinete debe cabalgarcomo si fuese un Hnico cuerpo lo que lo une a su caballo# +ero la separaci)n entre lom)/il * lo inm)/il que se produce en el caso del ni.o es toda/ía m's gra/e, porquecercena su propio cuerpo: «se /io rodar desde lo alto de una horqueta del corral,

como si un golpe de hacha la hubiese di/idido a cercn, una cabeza de ni.o cu*otronco permaneci) inm)/il sobre su caballo de palo, lanzando por cada arteria unlargo chorro de sangre (7"O!# Tambin aquí ha* un caballo, pero es de palo, * por lotanto se queda quieto- como quieto se queda el tronco del ni.o, porque es su cabezasolamente la que rueda (no se trata de cualquier muerte: se trata de una muerte pordegollamiento, se trata de una muerte que tiene el signo de la /iolencia federal!# 2amo/ilidad corresponde a la cabeza, que rueda, * a la sangre, que sale en chorros# +eroesa sangre acabar' tambin por detenerse, con/ertida en charco: «Bel ni.o degollado

 por el lazo no quedaba sino un charco de sangre (7<!# =omo *a se /io, los charcos

de sangre complican los mo/imientos en el matadero# 1 son, adem's, la Hltima huellaque queda de lo que fue la muerte# Eso hasta tanto no sean alcanzados * borrados porel agua que corre#

Este juego dram'tico entre lo m)/il * lo inm)/il, que regula los acontecimientos quese narran en El Matadero, marca todas las peripecias del unitario que se introduceinad/ertidamente en el espacio de la /iolencia popular# En principio, es el unitario elque se mue/e (aunque lo hace, como el ingls, sin prisa! * los federales los que sequedan quietos: «toda aquella chusma se detu/o como herida de una impresi)nsubit'nea (7", el subra*ado es mío!# =laro que de inmediato esa relaci)n se

in/ierte: la impronta de la /iolencia popular, desbordante e incontenible, pasa a ser lamo/ilidad, * la cla/e de su eficacia pasa a ser su poder de inmo/ilizar a su /íctima (la/iolencia es entonces una forma m)/il que tiende a dejar a su objeto inm)/il!#0educir al unitario es reducirlo a la inmo/ilidad: «Matasiete lo arroja de los lomosdel su*o tendindolo a la distancia * sin mo/imiento alguno- «su caballo###

 permanecía inm)/il no mu* distante- «con la rodilla izquierda le comprimía el pecho * con la siniestra mano le sujetaba por los cabellos- «dos hombres le asieron,uno de la ligadura del brazo, otro de la cabeza- por fin el juez del matadero ordenaque lo tengan «bien atado sobre la mesa, * refuerza esa orden diciendo: «'tenlo

 primero (7"O37;!#

2a /iolencia popular, puesta en mo/imiento, acti/ada en un mo/imiento difícil decontener, atenta contra el derecho a pasearse del unitario, le impide circularlibremente, lo despoja de su propio mo/imiento# 2a aplicaci)n de la /iolencia

 popular sobre su cuerpo consiste inicialmente en comprimirlo, en sujetarlo, atarlo,asirlo, en dejarlo inm)/il"A# +ero el cuerpo del unitario asume una mu* e4tra.acondici)n en este relato: puede quedarse quieto por fuera, pero se mue/e por dentro#E4teriormente se /e inmo/ilizado por la aplicaci)n de la /iolencia, pero esa /iolenciano lo alcanza interiormente, donde sí llega la mirada del narrador para ad/ertirnos de

la persistencia del mo/imiento: «su espina dorsal era el eje de un mo/imiento parecido al de la serpiente, dice, * repara en «el mo/imiento con/ulsi/o de sucoraz)n (77 * 7!#

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%plicada a la fiereza del toro, que resulta su equi/alente, la /iolencia popular seencuentra con un cuerpo compacto * Hnico (aquí no podemos decir «unitario!,donde puede hundirse una daga# $obre el ingls se produce *a una separaci)n: elcuerpo del jinete se separa del cuerpo del caballo# En el caso del ni.o, no ha* uncuerpo que se separe de otro, sino partes del cuerpo que se di/iden entre sí: el cuerpo

se di/ide en partes# Tambin el cuerpo del unitario se di/ide, pero esta /ez no en partes, no por efecto de cercenamiento (el unitario no morir' degollado, aunqueamenacen con degollarlo!# El cuerpo del unitario se di/ide entre el e4terior(inmo/ilizado por la /iolencia federal! * el interior (que sigue en mo/imiento!#

El final del cuento es conocido: el cuerpo del unitario re/ienta en «un mo/imiento brusco# «0e/ent) de rabia el sal/aje unitario, dice uno de los federales (7;!# Elcuento de Eche/erría resuel/e así, bajo una forma brutal de literalidad, lo que alguna/ez ser' una met'fora de la /iolencia física: al unitario lo re/ientan# $e diría que lafuriosa tensi)n entre ese cuerpo maniatado por fuera * bullente por dentro s)lo podía

terminar de esa manera: con una e4plosi)n de tal fuerza interior hacia afuera# $)loentonces puede ese cuerpo quedar completamente quieto# +ero tambin los federalesse quedan quietos en su estupefacci)n, como cuando en el comienzo del episodio lo/ieron aparecer: «2os sa*ones quedaron inm)/iles * los espectadoresestupefactos (7;!#

En otra cosa se igualan el cuerpo cercenado del ni.o * el cuerpo re/entado delunitario, objetos por igual de la /iolencia del matadero: los dos pro/ocan un torrentede sangre# 2a sangre en chorros, la sangre torrencial, e4presa una Hltima forma demo/imiento en este cruce complicado entre quietud * mo/ilidad# =orre sangre# +ero

la sangre del unitario, a diferencia de la del ni.o, no se estanca en forma de charco# >o corresponde al charco ni tampoco al agua estancada del lago que se habíaformado durante la inundaci)n# 2a sangre del unitario corresponde al agua que corre,* no *a a la que corre por la zanja del matadero en tiempos de llu/ia * que puedela/ar la sangre, sino 3m's intensamente3 a la de un río de sangre que corre: «Tenía unrío de sangre en las /enas, es lo que dice uno de los federales (7;!# Ese río desangre, que se ha salido de cauce, acaba con la relaci)n entre agua * sangre que sedefiniría como norma en el matadero: el agua que corre * la/a la sangre seca# %quí esla sangre la que corre, * corre como un río# Esta sangre *a no puede ser e4hibida,

como lo había sido la del toro# Esta sangre no permite tal espect'culo# Es m's: estasangre conclu*e con el espect'culo que los federales estaban teniendo con el unitario(por eso la escena tenía «espectadores!# =on ella termina el espect'culo, * con ellatermina el cuento: s)lo cabe un p'rrafo final con la moraleja política que enuncia elnarrador#

a parte ! el todo

El trazado del croquis requiere una perspecti/a que, adem's de distanciada, cobrecierta altura: no es otra la /isi)n que se tiene del matadero si se lo contempla desde laciudad: «2a ciudad 9### echaba desde sus torres * barrancas at)nitas miradas al

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horizonte como implorando la misericordia del %ltísimo(7""!# +or un lado,entonces, las alturas, «las barrancas del %lto * los ruegos al %ltísimo, la ciudad, laci/ilizaci)n- por el otro, lo bajo * las bajezas, «todas las bajas tierras que por bajasse inundaron, el matadero, la barbarie, el mundo popular# 2os espacios de ElMatadero no solamente se distinguen con fronteras bien trazadas, tambin se /en

 jerarquizados o rebajados en la /erticalidad de lo alto * lo bajo# En la medida en queen el narrador predomina una espeluznada a/ersi)n, la perspecti/a se aleja * se ele/a(se escribe sobre el matadero, desde la ciudad!- pero cuando en su oscilaci)nambi/alente es la otra parte la que predomina, la de la atracci)n, el enfoque narrati/ose acerca al matadero * se hunde en l, un poco como todo lo que ha* allí puedellegar a hundirse en el barro, * corre el riesgo de salpicarse no menos que los

 personajes de ese mundo, a los que /emos salpicados con agua, con barro o consangre#

2os que salen o amenazan con salir del matadero (la comisi)n de carniceros, las

negras rebusconas, el toro embra/ecido! indican cu'l es su afuera: 0osas, la ciudad(0osas en la ciudad, contrasentido l)gico para el esquema de ci/ilizaci)n * barbarieen el sentido *a se.alado!# 1a sabemos lo que el matadero representa para la ciudad,en tanto que suburbio: lo bajo (en la literalidad del prefijo «sub!, lo marginal, lodemasiado pr)4imo# 2a relaci)n que guarda, no *a con 0osas, sino en un sentido m'samplio con el rosismo, con la federaci)n rosista como sistema político, reconocealgunos matices# El matadero es a /eces un todo en sí mismo * a /eces la parte de untodo que lo inclu*e, lo cual no resulta para nada menor en un relato que se constru*edefiniendo primero un determinado espacio * luego considerando los diferentes

modos de entrar o salir de l# =uando se define al matadero como «simulacro en peque.o del país («$imulacro en peque.o era ste del modo b'rbaro con que se/entilan en nuestro país las cuestiones * los derechos indi/iduales * sociales, 7"8!,se apunta a una especie de puesta en abismo (una parte m's peque.a que, adentro deltodo, representa al todo!- cuando se lo define como«aquella peque.a repHblica pordelegaci)n del 0estaurador (7"N!, se lo concibe m's bien como una miniatura, unatotalidad e4terior * autosuficiente que reproduce otra totalidad, s)lo que en una escalamenor#

$i los carniceros del matadero /an a 0osas, pero las mujeres de 0osas /an al

matadero, &qu es entonces lo que se irradia sobre qu: el matadero sobre lafederaci)n, o la federaci)n sobre el matadero 2as dos cosas# +asan las dos cosas, *así se complejiza la cuesti)n de la e4terioridad de ese espacio * la relaci)n entre la

 parte * el todo# El foco bien puede ser la federaci)n * el matadero lo irradiado: «hande saber los lectores que en aquel tiempo la Jederaci)n estaba en todas partes, hastaentre las inmundicias del matadero (7"L!- pero tambin a la in/ersa, el matadero serel foco de irradiaci)n * la federaci)n lo que se /e irradiado: «el foco de la federaci)nestaba en el matadero (es la Hltima frase del cuento- su conclusi)n final, podríadecirse- 7;!#

%l igual que en Jacundo, 0osas es lo que permanece fijo: no precisa mo/erse * no semue/e# El poder totalitario le concede el don de una /isi)n total, aun en la quietud"8#

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+ero todo lo otro sí se mue/e: los carniceros, las negras, las mujeres federales, el toro,el ingls, el unitario, el narrador del cuento# &=u'l es el adentro * el afuera, entonces,en este sistema /ariable de focos * ra*os, partes * todos Esa es una de las cuestionesfundamentales en El Matadero# >o /a*a a pasar como le pas) al unitario, que creíaque estaba afuera * estaba adentro#

Animales

El Matadero e4hibe la misma inclinaci)n a las separaciones tajantes que $armientotenía para dictaminar: ac', la ci/ilizaci)n- all', la barbarie# +ero en Hltima instancia lorecorren las mismas tensiones * ambigRedades que a los te4tos de $armiento# 2os dosmundos se.alados no se tocan, * si se tocan no se comunican, * si se comunican no seentienden# %sí es en El Matadero: se pretende trazar un corte tan dr'stico entre

ambos, que nada de lo que e4iste en uno podría traspasarse al otro# % eso se refierenIeatriz $arlo * =arlos %ltamirano cuando hablan de «dos mundos sin fisuras que loscomuniquen"O: a una oposici)n irresuelta de contrarios, sin que ha*a posibilidadalguna de síntesis# En efecto: basta con detenerse en el registro lingRístico de los

 personajes del matadero * compararlo con el registro que emplea para con ellos elunitario, para ad/ertir que, *a en el sentido específico del intercambio /erbal, no secomunican# 2as palabras se /en tan claramente delimitadas como se procura que loestn los espacios mediante las fronteras que establece el croquis# +ero si en lasdescripciones del cuento esas fronteras se destacan * se /uel/en notorias, en las

narraciones del cuento se las puede sobrepasar o se las pasa por alto# 1 entonces,entre los dos mundos escindidos sin fisuras, algo no obstante puede filtrarse *traspasar, aun entre las palabras#

Ese algo es, por ejemplo, un recurso capital: la animalizaci)n# Es decir, una formaespecífica de la agresi)n, una de las armas predilectas de la lucha simb)lica (nada que

 presuponga, en nombre de ese traspaso, algHn tipo de circularidad o de prstamocultural en un sentido que no haría sino atenuar la intensidad de los conflictos entreestratos culturales diferenciados: lo que se /e en El Matadero es conflicto puro, sindisminuciones ni relati/ismos, sin ninguna matizaci)n en cuanto a pensar

/erticalmente a las culturas * poner a una por encima de la otra# +uro conflicto, por lotanto, puro intercambio de hostilidades desde posiciones desde todo punto de /istainconciliables!# 2a animalizaci)n es un mecanismo cultural de hostigamiento queaparece en todas las /oces, tanto de un lado como del otro# $i la animalizaci)n delotro («poner en su cuerpo o lengua al animal! es parte del «desafío del monstruo<,ha* que ad/ertir que en el te4to de Eche/erría ese desafío es doble, que circula en losdos sentidos, o en todo caso que no ha* desafío que se quede sin su rplica de igualcar'cter * de igual tenor#

2o que primero puede /erse en el cuento es lo que resultaba, a priori, m's pre/isible:

que el unitario * el narrador animalizan a los federales# Bespus de todo, se es elsentido buscado en la imagen de un matadero: mostrar que ese mundo de animales se

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corresponde e4actamente con el mundo federal# Es así que el narrador homologa oentre/era con insistencia a los federales con perros: dice que los perroseran «inseparables ri/ales de las negras rebusconas de achuras- que «algunosenormes mastines peleaban por las presas «entremezclados con los muchachos, lasnegras * las mulatas achuradoras- que el toro debía destinarse a los perros, pero el

 juez permiti) que se concediera a los pobladores hambrientos- que los federales a una/ieja «la rodeaban * azuzaban como los perros al toro- o que las peleas entremuchachos merecen esta comparaci)n: «porci)n de perros, .acos *a de la forzosaabstinencia, empleaban el mismo medio para /er quin se lle/aría un hígado en/ueltoen barro (7"8!# El unitario, puesto a e4pla*arse en las /ehemencias de sus alegatos,amplía el espectro posible para poner en pr'ctica el recurso de laanimalizaci)n: «Esas son /uestras armas, infames# El lobo, el tigre, la panteratambin son fuertes como /osotros# Beberíais andar como ellos en cuatro

 patas (77!#

Casta aquí, lo que era de esperar: el narrador, o su prolongaci)n en el personaje delunitario, animalizan a los federales# +ero ocurre que los federales tambin actHananimalizando al unitario, *a sea para insultarlo («+erro unitario!, paraamenazarlo («degRllalo como al toro! o para caracterizarlo sin m's(«Est' furiosocomo un toro montaraz!# 1 ha* que notar que en los federales el mecanismo adem'ses doble: pueden animalizar lo político (haciendo del unitario un perro o un toro!,

 pero tambin pueden politizar la animalidad, porque la comparaci)n la hacen tambinen sentido in/erso: hablan del toro * dicen: «Es emperrado * arisco como ununitario (7"8!# 2a imagen del toro emperrado como un unitario condensa las tres

figuras: toro, perro * unitario# +ero adem's anticipa lo que, en efecto, ha de sucederen el final del relato: el unitario muere de /eras emperrado (emperrado en no dejarsedesnudar!# 2a palabra de los federales /uel/e a tener así cierta efecti/a pro*ecci)n enlo real: pasa de la /iolencia /erbal a la /iolencia física# +orque cuando el unitario diceque los federales deberían andar en cuatro patas, define justamente eso, lo quedebería ser, pero no lo que es- mientras que los federales, indicando que el toro seemperra como un unitario, dicen lo que es * anticipan lo que ser'#

Due unitarios * federales intercambien de este modo las /ariantes de la animalizaci)nno conduce, con todo, sino a la constataci)n del car'cter compartido * re/ersible del

 procedimiento en cuesti)n# Es tal /ez m's inesperado /erificar que el narradoranimaliza no solamente a los federales, sino tambin al propio unitario# >o lo hace,desde luego, de un modo tan frontal como en los otros casos, ni con otro fin que el deacentuar su condici)n de /íctima de la /iolencia de los federales# +ero de hecho lohace: tambin l, al igual que los federales, superpone al unitario * al toro# +or unlado, los hace entrar en escena de un modo semejante:

3%ll' /a 3grit) una /oz ronca interrumpiendo aquellos desahogosde la cobardía feroz3# 5%ll' /a el toro6

9### Mas de repente la ronca /oz de un carnicero grit):(7"O!

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35%llí /iene un unitario6 3* al oír tan significati/a palabra todaaquella chusma se detu/o como herida de una impresi)n subit'nea#

2a ronca /oz, el grito, la interrupci)n, la manera de e4clamar: el toro * el unitario seinscriben igual# Tambin se describen igual, cuando de su furia se trata: se hablade «miradas encendidas (el toro! * «una mirada de fuego (el unitario!- del toro sedice que «su lengua### arrojaba espuma * del unitario que«echaban fuego sus

 pupilas, su boca espuma# El toro es muerto cuando «brot) un torrente de la herida-el unitario, cuando «un torrente de sangre brot) borbolloneando de la boca * lasnarices del jo/en# %parecen igual, se enfurecen igual, se mueren igual#

Due el narrador del cuento animalice al unitario como antes lo ha hecho con losfederales, * como antes lo han hecho los propios federales, puede entenderse en parte por la condici)n ambi/alente que no deja de notarse en l# +ero tambin es necesarioad/ertir otro aspecto que responde a la representaci)n de la /iolencia popular# Elmatadero es el espacio de los animales * de los federales, * en especial de losfederales 3/iolencia mediante3 /istos como animales# +ero esa /iolencia, como quedadicho, est' siempre amenazando con rebasar los límites del matadero * desbordarsem's all'# Eso mismo pasa con el recurso de la animalizaci)n: debi) acotarse a losfederales del matadero, pero se e4tendi) m's all' de esos límites inicialmente

 pre/istos# En el matadero, los animales est'n cercados# +ero 3el del toro es unejemplo3 siempre pueden romper ese cerco * a/anzar sobre la ciudad# %sí el toro, asíla /iolencia# 2a animalidad del matadero (foco de irradiaci)n! amenaza cone4pandirse * animalizarlo todo#

"odo el año es carnaval

En el matadero imperan la /iolencia, la muerte, la /ulgaridad, lo repugnante# +erotambin impera la alegría# 2a mirada de Esteban Eche/erría no omite esta dimensi)n

 jubilosa del mundo popular, * es así que en el cuento se menciona la «algazara,las «groseras carcajadas o «una tremenda carcajada, una«risa estrepitosa, «lase4clamaciones chistosas o que «la risa * la charla fue grande# =on todo lo que en elmatadero puede /erse de brutal, la risa es lo que predomina (al menos hasta que se

 produce la muerte del unitario!: una risa ligada con la desacralizaci)n * la in/ersi)nde jerarquías, en el sentido específico en que Mijaíl Iajtin lo propone paracaracterizar a la cultura popular en la Edad Media * el 0enacimiento", como puede/erse con particular nitidez en el episodio del ingls del saladero# En ese episodio se/erifica una caída literal de lo alto a lo bajo, una in/ersi)n material por la que lo

rubio * blanco se /uel/e moreno por acci)n del barro, la degradaci)n burlonadel «miserable cuerpo que pierde altura * adquiere «la apariencia de un

(7"!

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demonio#«na hora despus, cuando de la fuga del toro no quedaba m's que lacharla de una «poca chusma * de la muerte del ni.o «no quedaba sino un charco desangre, la risa carna/alesca aplicada al ingls embarrado no cede: «2a a/entura delgringo e4citaba principalmente la risa * el sarcasmo#

Esta risa carna/alesca lo recorre todo, incluso el episodio siniestro del

unitario («+obre diablo: queríamos Hnicamente di/ertimos con l, 7;!, * hace quetodo asuma la forma e4hibiti/a del espect'culo: así la discusi)n sobre si el toro estoro o no/illo («cada cual hacía alarde espont'neamente de su ingenio * de suagudeza e4citado por el espect'culo, 7"8!, la resoluci)n de ese dilema («3%quí est'nlos hue/os 3sacando de la barriga del animal * mostrando a los espectadores, dosenormes testículos, 7<!, la muerte del toro a manos de Matasiete («con su enormedaga en mano, se la hundi) al cabo hasta el pu.o en la garganta, mostr'ndola enseguida humeante * roja a los espectadores, 7<! o aun la acci)n /iolenta sobre elcuerpo del unitario («en un minuto cort'ronle la patilla que poblaba toda su barba por 

 bajo, con risa estrepitosa de los espectadores, 77!: todo se ofrece a los ojos de losespectadores, todo es a su manera un espect'culo festi/o#

El episodio mismo del unitario es leído por Ieatriz $arlo en trminos de esa clase derepresentaciones carna/alizadas de la justicia que aparecen en la cultura popular de laEdad Media# En efecto, tiene todos los elementos que son propios de la in/ersi)ncarna/alesca# +ero es tambin, * este punto resulta decisi/o, una acci)n que forma

 parte de la esfera judicial oficial# El «juicio al unitario, sin dejar de asumir esaimpronta carna/alesca, cuenta tambin con la sanci)n oficial de la presencia del juez#El «?uez del Matadero es un «personaje importante que «ejerce la suma del poder

en aquella peque.a repHblica por delegaci)n del 0estaurador# Este «terrible ?uez loes de /eras, * por delegaci)n de 0osas, por lo que el «juicio del unitario escarna/alesco, sí, pero a la /ez es oficial: es carna/alesco * oficial al mismo tiempo#

2a cultura popular adquiere así, en El Matadero, este rasgo fundamental: siendo,como es, carna/alesca, no se opone a la cultura oficial, sino que se integra a ella# 2aoposici)n se.alada por Iajtin aquí no se /erifica- aquí lo carna/alesco, con todo loque ha* en l de in/ersi)n o de degradaci)n, con toda su dr'stica imposici)n de lo

 bajo * lo corporal, se superpone estrictamente con la cultura oficial, no es sucontracara festi/a o par)dica# >o puede decirse entonces que la cultura popular

carna/alice el mundo oficial- en todo caso lo que se /erifica 3no sin recelo3 es que elrosismo oficializa esos desbordes * rebajamientos que son propios del mundo popular carna/alesco# 1 es eso, en definiti/a, lo que de /eras aflige * perturba a Eche/erría:que no puedan distinguirse el carna/al de esta cultura * la legitimidad oficial de esta

 política# Ca* un festejo de los carniceros, por ejemplo, que cuenta con la presencia deEncarnaci)n Ezcurra, la consagra * a la /ez recibe la sanci)n de su nombre: «loscarniceros festejaron con un esplndido banquete en la casilla a la heroína, banqueteal que concurri) con su hija * otras se.oras federales 9###, ellos la proclamaronentusiasmados patrona del Matadero, estampando su nombre en las paredes de la

casilla (7"N!# 2o que pase en esta casilla de ahora en m's (el «juicio del unitario, por lo pronto! se har' bajo ese nombre, ser' oficial, * la fundaci)n de este car'cteroficial no es otro que un festejo popular# $)lo entonces una fiesta del pueblo se torna

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cabalmente una fiesta del monstruo: cuando lejos de in/ertir una ceremonia oficial, laencarna#

 >o por nada los sucesos narrados en El Matadero transcurren durante la cuaresma#$on cosas propias del carna/al: las risas desacralizadoras, la corporalidad, lo sucio, lo

 bajo en el lugar de lo alto- s)lo que no se los ubica en ese período bien delimitado en

que transcurre el carna/al, sino en un período igualmente delimitado pero de signoe4actamente contrario: días de contenci)n * contrici)n# En estos días rige laabstinencia, no la permisi/idad (aunque no se cumpla con lo primero * aparezca losegundo!# Be manera que, tambin en lo que hace a la temporalidad, el carna/al delmatadero se inscribe en el nHcleo de aquello a lo que debería re/ertir * con lo que enrealidad coincide# El carna/al no es aquí lo otro de la cuaresma: lo que ha* es algo asícomo un carna/al cuaresmal, o una cuaresma carna/alesca (carna/alesca, pero nocarna/alizada!#

2a delimitaci)n de un tiempo es una característica significati/a en el an'lisis que plantea Iajtin: por una parte, porque pone un trmino a la corrosi/idad e/entual de lacultura popular, * habilita la hip)tesis de que el carna/al funciona como una forma dedescompresi)n * por lo tanto como un mecanismo de poder- por otra parte, porquecontrasta con otro de los rasgos de estas pr'cticas carna/alescas, que es la supresi)nde las fronteras espaciales# $i las fronteras en los espacios est'n o no /igentes * son ono son efecti/as es una de las cla/es desde la que puede leerse todo El Matadero# 2oque sin dudas parece descartarse es que las fronteras temporales tengan ahí ma*orincidencia# >ada de lo que ocurre en el matadero promete ser transitorio (un pococomo el nombre de Encarnaci)n Ezcurra en las paredes de la casilla, «donde se estar'

hasta que lo borre la mano del tiempo, 7"N!- la Hnica forma de concebirlo comoacabado es in/entando, literariamente, una distancia temporal que de /eras locon/ierta en un hecho del pasado#

En El Matadero ha* fr'giles límites espaciales (&pasar' todo esto del suburbio a laciudad, así como pas) del campo al suburbio!, pero no ha* límites temporales, nifr'giles ni s)lidos# >o e4iste, por lo tanto, nada que pueda pensarse como unaestrategia de poder para descomprimir tensiones * reforzar su dominaci)n,desacti/ando los riesgos con los que el mundo popular podría amenazar al mundooficial# %quí el mundo popular es oficial, * en eso consiste, precisamente, la

amenaza, para todo aquel que no pertenezca ni a lo uno ni a lo otro#

Nacional ! popular

+or supuesto que ha* una forma legítima de integraci)n de lo popular en lo oficial, *es cuando cuenta con el fundamento de los /alores de la nacionalidad# 2a identidadnacional contiene * consagra al menos una zona del uni/erso popular, que en elfuturo, para la %rgentina, ser'n el gaucho /uelto emblema * Martín Jierro como

 poema nacional# Entonces sí se producir' este tipo de construcci)n cultural que%ntonio @ramsci reclamaba, en su caso, para una Gtalia a la que percibía rezagada en

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este proceso, una construcci)n por la que se dispone una cultura «nacional3popular#Ese momento de inclusi)n es tan importante para la definici)n de una identidadnacional como para la estabilizaci)n de esa forma de poder que @ramsci defini) entrminos de hegemonía#

 >o es esto, sin embargo, lo que se dirime en El Matadero# 1 no porque importe poco:

nada, se diría, importa m's# +ero la incorporaci)n de lo popular a la esfera oficial delEstado3naci)n no puede resol/erse en las condiciones imperantes entre "878 * "8;<(desde este punto de /ista, el tema de El Mataderosería ante todo esa imposibleincorporaci)n!# +or empezar, porque no se est' hablando toda/ía de un Estadonacional unificado ni consolidado, sino de un Estado pro/incial que no se afirma entrminos nacionales como lo ir' haciendo con la constituci)n de "8L7, la unificaci)nterritorial de "8N * la federalizaci)n de "88<# 1 por otra parte, porque los /aloresnacionales a consagrar como fundamento de ese Estado3naci)n son toda/ía objeto dedisputa# El Matadero pone en escena esta disputa, * al mismo tiempo inter/iene en

ella# %sí lo hace la ironía de este p'rrafo: «Duiz' llegue el día en que sea prohibidorespirar aire libre, pasearse * hasta con/ersar con un amigo, sin permiso de autoridadcompetente# %sí era, poco m's o menos, en los felices tiempos de nuestros beatosabuelos que por desgracia /ino a turbar la re/oluci)n de Ma*o, no menos que ladeclaraci)n inicial de que no se /a a narrar a la manera de«los antiguos historiadoresespa.oles de %mrica (7";3L * 7"<!#

2a afirmaci)n de un paradigma reconocido de /alores nacionales es condici)n de posibilidad para que lo popular (un determinado segmento de lo popular! puedaintegrarse * /ol/erse oficial# El Matadero se enfrenta a un hecho inadmisible: que

dicha integraci)n pueda efectuarse sin la mediaci)n de lo nacional como cifra de lahegemonía# Tambin esta alternati/a supone una forma de lo monstruoso#

a muerte del unitario

2a /erdadera crispaci)n, no obstante, comienza con la aparici)n de la /iolencia# 2a particularidad de estas articulaciones o desarticulaciones entre lo popular * lonacional, lo carna/alesco * lo oficial, resulta siempre inquietante- pero es cuando la

/iolencia irrumpe en medio de ese estado de cosas que la inquietud se agudiza * tornaen dramatismo# El chiste * la tragedia, la fiesta * el horror, se comunican en ElMatadero por un continuo, * ese lazo de continuidad es precisamente la /iolencia (la/iolencia que desencadenar' el horror est' *a latente, pero /isible, en lo que toda/íaes fiesta!# %sí actHan, por ejemplo, los muchachos del lugar- es su risa, * nosolamente su agresi)n (o en todo caso su risa, porque est' cargada de agresi)n!, laque requiere la inter/enci)n ordenadora del juez: «%lguna tía /ieja salía furiosa en

 persecuci)n de un muchacho que le había embadurnado el rostro con sangre, *acudiendo a sus gritos * puteadas los compa.eros del rapaz, la rodeaban * azuzaban

como los perros al toro * llo/ían sobre ella zoquetes de carne, bolas de estircol, congroseras carcajadas * gritos frecuentes, hasta que el ?uez mandaba restablecer elorden * despejar el campo (7"A!#

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El proceder de estos muchachos del matadero, en cu*as bromas *a ha* sangre, fundelo que es juego * lo que es /erdadero ataque# Be hecho, al obser/arlos se nota la m's

 plena continuidad entre la manera en que juegan a pelear * la manera en que peleande /erdad: «+or un lado dos muchachos se adiestraban en el manejo del cuchillotir'ndose horrendos tajos * re/eses- por otro cuatro *a adolescentes /entilaban a

cuchilladas el derecho a una tripa gorda * un mondongo que habían robado a uncarnicero (7"A38!# =omo se /e, casi no ha* transici)n (apenas el bre/e ne4o del punto * coma! entre la pelea que tan s)lo se aparenta para en /erdad adiestrarse * la pelea que de /eras se mantiene para disputar el botín de un robo# $e puede pasar perfectamente de una cosa a la otra, del juego * la risa al horror m's absoluto (&noson *a «horrendos, acaso, los tajos que se tiran esos dos que apenas si se est'nadiestrando en el manejo del cuchillo!#

El matadero entero funciona, desde este punto de /ista, como el episodio del torosuelto * el ni.o muerto# % prop)sito del animal cla/ado en el barro, todo

es «dicharachos, «e4clamaciones chistosas * obscenas, «ingenio * «agudeza:todo es risa# +ero de repente (tan de repente como el toro se zafa * sale disparado!esta risa muta en tragedia: el lazo del que tira el toro se suelta * en su latigazo cercenala cabeza del ni.o que miraba# Es un accidente, sí, pero en el matadero los accidentes

 parecen ser la regla, * no lo que quiebra la regla# $)lo un accidente e4plica un pasotan directo de la risa al horror- pero ese paso, directo siempre, constitu*e una de lasnormas del matadero (/ale decir, del mundo de la /iolencia popular!# Be pronto larisa, de pronto el horror, de pronto 3por qu no3 la risa otra /ez# El episodio del ni.olo demuestra: ocurre por accidente, pero el matadero es un 'mbito en el que esta clase

de accidentes parece estar siempre pasando o a punto de pasar (a raíz de esta muertetan terrible, el narrador del cuento cambia su tono- en el sitio donde aconteci), sinembargo, nada parece haberse modificado mucho: el cuerpo del ni.o *a est' en elcementerio, de su muerte no queda m's que un charco de sangre, todo se muestralisto para que las cosas sigan igual que siempre# Es decir que, con esta muerte, ElMatadero ha sufrido un cambio, pero el matadero no!#

2a cabeza del ni.o cortada por el lazo del toro que se solt) permite /er uno de losaspectos con que Iajtin caracteriz) a la cultura carna/alesca: la prdida de todaseparaci)n entre el espacio de los actores * el espacio de los espectadores# En el

carna/al que Iajtin caracteriza no ha* un corte tajante entre los que actHan * los quecontemplan# +ues bien, el ni.o en el matadero, que tan s)lo miraba lo que estaba

 pasando con el toro, acaba siendo el protagonista principal del suceso# =laro que estaimposibilidad de mantenerse en una posici)n tan s)lo contemplati/a era en Iajtin unsigno del car'cter festi/o del carna/al renacentista- en el cuento de Eche/erría, encambio, es un hecho tr'gico, o mejor dicho la prueba de que bajo el dominio de la/iolencia popular, toda circunstancia festi/a puede /ol/erse tr'gica en apenas uninstante7#

En el episodio mortal del ni.o, el paso de la risa al horror es instant'neo# En el delingls, que no llega a ser mortal, no pueden distinguirse la burla * la agresi)n física,

 porque el maltrato corporal es la base del di/ertimento de los personajes populares

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del relato# El episodio del unitario se constru*e a partir de los dos precedentes, el delni.o accidentado * el del ingls burlado, * en esta direcci)n adquiere su significaci)nesa muerte# >o puede decirse que los federales ha*an querido matarlo, m's bien seles muri)# >o lo quieren matar- de hecho, cuando el juez aparece * ad/ierte que lotienen maniatado, inter/iene para que la amenaza de degRello («BegRllalo,

Matasiete: quiso sacar las pistolas# BegRllalo como al toro, 7! no se /erifique: «3 >o, no lo degRellen 3e4clam) de lejos la /oz imponente del ?uez del Matadero, que seacercaba a caballo (7!# El juez actHa una /ez m's para contener * poner orden (*alo /imos hacer lo propio con los muchachos que se di/ertían con la /ieja!- ordena queno se d muerte al unitario (* esto porque, efecti/amente, no quiere darle muerte! *que lo conduzcan a la casilla del matadero (el lugar donde se aplica la le* bajo elauspicio de los nombres del poder político federal, que lucen inscriptos en las

 paredes!#

+or estas razones, * porque en el matadero la tragedia es indisociable del

di/ertimento, puede considerarse que el juez no falta a la /erdad cuando dice delunitario: «+obre diablo: queríamos Hnicamente di/ertirnos con l * tom) la cosademasiado a lo serio (7;!# &+or qu no admitir que, en efecto, no había en estos

 personajes otra finalidad que la de di/ertirse, si la risa * la di/ersi)n en este 'mbitono se oponen a la tragedia, sino m's bien la llaman Es como dice el juez: ellosquerían Hnicamente di/ertirse con el unitario * el unitario no supo ceder en suirreductible seriedad# +ara que una muerte horrible se produzca en el matadero no esindispensable que sus personajes abandonen la actitud festi/a: el caso del ni.o, queconstitu*e una regla, así lo demuestra# Tambin la muerte del unitario brota del

di/ertimento (porque la di/ersi)n de los federales, la di/ersi)n popular, *a es/iolenta!- los federales s)lo quieren di/ertirse * el unitario no sabe adoptar alrespecto la actitud m's con/eniente# Es eso lo que conclu*e el juez «frunciendo elce.o de tigre (es decir ponindose, por fin, serio!, * es eso lo que hace del unitarioun «pobre diablo (Hltima deri/aci)n de la secuencia del demonio: *a no el «demoniounitario de la inundaci)n, por ejemplo, o el toro que /a «furioso como un demonio,o el ingls embarrado «con la apariencia de un demonio- sino el «pobre diabloquese perdi) por terco!#

El unitario no sabía reír: tenía, en el matadero, todas las de perder# El juez se lo había

ad/ertido («sonriendo toda/ía, sin fruncir el ce.o!, pero el unitario no supo escuchar o no pudo hacer caso: «35=alma6 3dijo sonriendo el juez3, no ha* queencolerizarse (7!# El unitario no obstante se encoleriza:«El jo/en, en efecto,estaba fuera de sí de c)lera (7!# 1 es eso lo que, literalmente, le pasar' porcolrico: se saldr' fuera de sí# 2a risa popular, cargada de /iolencia, se habr' cobradootra /íctima, sin precisar para eso la /oluntad de matar, bast'ndole nom's con la/oluntad de di/ertirse, la muerte pone fin a la broma, pero formando parte de ellatoda/ía# 2a tragedia es parte de la risa popular#

S S S

&Du es lo que se le opone, en El Matadero, a la /iolencia federal >o otra /iolencia,ciertamente, sino la ampulosa /erborragia del que intenta contrarrestar atropellos con

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argumentos (el unitario del matadero, no menos que el narrador de El Matadero,e4hiben la m's plena confianza en la racionalidad comunicati/a, una confianza pormomentos irreal en el poder de la persuasi)n# =laro que ambos e4hiben igualmentesus límites, aun a su pesar: el unitario agota sus parrafadas m's elocuentes sincon/encer a nadie * el narrador esgrime una moraleja final tan inapelable como

ineficaz, dado que el cuento queda sin publicar * a nadie llega en ese momento!# 2a/iolencia federal carece entonces, en el relato de Eche/erría, de una /iolencia que sele contraponga- no ha* m's que una sola /iolencia, por lo tanto: la /iolencia de losfederales# En este sentido parecería cumplirse, al menos en primera instancia, lacl'sica definici)n de Ma4 eber, segHn la cual el Estado moderno monopoliza el usode la /iolencia legítima# $)lo que la categoría fuerte de la definici)n de eber no esla de monopolio, sino la de legitimidad- lo /erdaderamente significati/o es que unEstado moderno sea capaz, no *a de monopolizar la /iolencia, sino de legitimar esa/iolencia * aun de legitimar ese monopolio#

El Estado rosista en la /ersi)n de Eche/erría (que lejos est' de funcionar como unEstado moderno! bien puede monopolizar el uso de la /iolencia- lo que de ningunamanera puede hacer, en todo caso, es legitimar esa circunstancia# El de se.alar estafalta de legitimidad es uno de los objeti/os primordiales de El Matadero, no menosque de los otros grandes te4tos de la literatura antirrosista, que denuncian igualmentela falta de principios que autoricen * /aliden el uso de la fuerza en la acci)n políticadel Estado# El cuento de Eche/erría toca, sin embargo, dentro de ese marco general,un aspecto ciertamente particular: que la /iolencia de los federales, objetada como

 pr'ctica de gobierno, es ni m's ni menos que la /iolencia popular#

2a consternaci)n que esto pro/oca (aunque en El Matadero, /ale insistir, al igual queen Jacundo, casi no ha* horror sin fascinaci)n! lle/aría a pensar en una urgentenecesidad de eliminar la /iolencia popular# Es cierto que esos desbordes constitu*en,ante todo, una temible amenaza (el matadero puede desbordarse hacia la ciudad, eldi/ertimento puede desbordarse hacia la muerte!# +ero no habría que suponer por eso,sin embargo, que la respuesta a esa amenaza consista en un simple af'n de supresi)n#Dueda claro que un Estado moderno no puede admitir la persistencia de las formas

 premodernas de la /iolencia popular, pero esto no implica que se propongameramente eliminarlas# >o es la supresi)n de la /iolencia popular, sino su

incorporaci)n, lo que se /erifica en el proceso de consolidaci)n del aparato estatal#2a /iolencia popular no constitu*e, para el Estado, un objeto a aniquilar, sino unobjeto a asimilar, pre/ia neutralizaci)n de lo que pueda haber en ella de e4cesi/o oinmanejable: una incorporaci)n cabal presupone, necesariamente, la regularizaci)nde esa /iolencia, su domesticaci)n en cierto modo, la imposici)n de un mtodo * uncontrol, la posibilidad de acti/arla o detenerla, de limitarla en el tiempo * en elespacio, dirigirla en tal o cual direcci)n, hacia tal o cual objeto#