Martes 10 de marzo de 2015|Publicado en edicin impresaEl escenarioJuego y poltica, el gran negocio de estos tiemposPorCarlos Pagni|LA NACIONVer perfil

Entre los muchos negocios por los que ser recordado el kirchnerismo, el de los juegos de azar ocupa un lugar extraordinario. Es difcil encontrar una actividad que, desde el ao 2003, haya evolucionado ms que la instalacin de tragamonedas. No debe sorprender, por lo tanto, que esa explotacin controvertida est ocupando la agenda negra de la campaa electoral. En el centro de todas las disputas est, como siempre,Cristbal Lpez, que junto a Lzaro Bez ha sido uno delos nios mimadosde la "dcada ganada".El territorio ms rentable de Lpez es la ciudad de Buenos Aires. All funcionan el gran casino del Hipdromo de Palermo y las dos salas flotantes de la Costanera sur. El empresario kirchnerista, socio de la Presidenta, se qued tambin con la recoleccin de apuestasonline, al cabo de una licitacin escandalosa.Cristbal Lpez, en el centro de la polmica por su crecimiento econmico al comps del kirchnerismo.Foto:ArchivoLpez suele hacer grandes negocios cuando la poltica roza el ltimo minuto. Cinco das antes de dejar el poder, en 2007, Nstor Kirchner le prorrog, con la firma de su hermana Alicia y del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernndez, la concesin del hipdromo hasta el ao 2032. Venca en 2017. Implacable con las corporaciones, Kirchner oblig a Lpez a agregar 1500 maquinitas como contraprestacin.Seis aos ms tarde, el 9 de diciembre de 2013, Lpez consigui que la legislatura portea, con una mayora formada por el Pro y el kirchnerismo, lo eximiera del impuesto a los ingresos brutos a cambio de un incremento en el canon que paga a Lotera. El beneficio se aprob a libro cerrado, en el ltimo minuto del ao legislativo.Ahora que el poder se encamina hacia un nuevo atardecer, Lpez reaparece. Antes de que se vaya Cristina Kirchner consigui que Lotera Nacional licite los cinco bingos porteos. El 4 de octubre pasado, bajo el ttulo "Lo que Lpez espera de Macri", LA NACION inform que el amigo de la Presidenta haba avisado a los concesionarios de esos bingos: "Me voy a quedar con todo, gratis". La profeca se va cumpliendo. El 20 de enero Lotera comunic a esos empresarios que las salas seran concursadas. Al da siguiente, el Boletn Oficial public la decisin.La competencia est provocando una tormenta a raz de dos problemas. El primero es que Lotera est obligada a consultar al Instituto del Juego porteo, segn lo que establece el convenio del 30 de octubre de 2003, suscripto entre ambas dependencias. Los abogados de la entidad se lo recordaron a su presidente, Roberto Lpez, que aprob la documentacin ad referndum de lo que opinara el instituto, a cargo de Alejandro Garca Lira, un funcionario de Pro. Lira no contest, y el 7 de enero Lotera le dio 72 horas para hacerlo. Como el silencio continuaba, y contra cualquier precepto jurdico, Lpez supuso un consentimiento y avanz con la licitacin.El segundo problema es que el pliego prev la apertura de nuevos bingos, algo que est prohibido por ese acuerdo del ao 2003. Las ofertas se abrieron hace una semana y dos de las empresas que se presentaron estn relacionadas con Cristbal Lpez. Si el Lpez de Lotera terminara concediendo los bingos al Lpez de los casinos -ambos parecen la misma persona-, el amigo de la Presidenta terminara administrando todo el juego de la ciudad. La furia de Cristina Kirchner est garantizada. Ella detesta los monopolios.Los concesionarios de Bingo Caballito hicieron una presentacin ante el Instituto del Juego, para que Garca Lira se pronuncie sobre las irregularidades, que significan un avasallamiento sobre la ciudad. Hasta ahora Lira sigue mudo. Es la estrategia que us cuando la empresa Gtech se quej por el favoritismo de Lotera en la licitacin del juegoonline, con el que tambin se qued Lpez.Foto:ArchivoLa polmica es inoportuna. Mauricio Macri, que siempre ha negado un entendimiento entre su socio Nicols Caputo y Cristbal Lpez, est en plena campaa electoral. Tal vez no le convenga que los negocios porteos de un empresario principal del kirchnerismo irrumpa en la disputa entre Horacio Rodrguez Larreta y Gabriela Michetti. O en la que l mismo mantiene con otros candidatos a la presidencia de la Nacin.Ese peligro ya apareci. Hace una semana, Sergio Massa propuso la estatizacin del juego. El proyecto tiene picarda. Un presidente slo podra estatizar las salas nacionales. Es decir, el casino de Palermo, los dos barcos y los bingos que licita Lotera. En otras palabras, los negocios de Lpez en el distrito de Macri.Massa sabe a quien hiere con esa propuesta. No slo obliga a Macri a pronunciarse, das antes de la competencia que los aliados de ambos en la UCR disputarn en la convencin de ese partido. Tambin debera definirse Daniel Scioli, cuya promesa de continuidad del kirchnerismo incluye los favores al rey del juego. El ao pasado Scioli apadrin a Cristbal Lpez en la compra del 50% del casino de Tigre, el feudo de Massa. Lo hizo, segn explic a otros empresarios, "por la paz en el sector". La legisladora Mnica Lpez, que responde a Massa, acaba de presentar un proyecto en la legislatura bonaerense para estatizar tambin el juego provincial.La jugada del candidato del Frente Renovador perturba, de pasada, a Martn Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora que prefiri permanecer cerca de Scioli. Insaurralde, que prosper como secretario de Jorge Rossi, ex titular de Lotera, es un aliado de varios representantes del negocio. Entre ellos, el dueo de bingos Daniel Mautone y Federico Achval, socio de Lpez. Sin embargo, quiz la sangre no llegue al ro: Massa, Cristbal e Insaurralde comparten como asesor a Csar Mansilla, un agente de prensa tan costoso como ecumnico.Las vctimas de Massa estn bastante claras. En cambio, sus beneficiarios son menos evidentes. Entre ellos tal vez est la Iglesia, la nica institucin que predica contra el juego. A pesar de la indiferencia de Jorge Bergoglio, el Episcopado recibi a Massa hace una semana.Massa propuso estatizar el juego, una idea que apunta sobre todo a Cristbal Lpez.Foto:Archivo/Ricardo Pristupluk / LA NACIONTambin deben de festejar otras figuras, a las que el candidato no es ajeno. Por ejemplo, Jos Luis Manzano y Daniel Vila, a quienes Lpez derrot en la puja por la compra de mbito Financiero. El diario se integr al emporio del rey del juego, que tambin controla el banco Finansur. Un detalle que al intransigente Axel Kicillof, siempre atento a las confabulaciones entre medios y mercados, le ha pasado inadvertido.La pelea entre el zar de las tragamonedas y el grupo Vila-Manzano tiene ramificaciones. Ademsde mbito Financiero, Lpez compr el diario rosarino El Ciudadano. El socio de Cristina Kirchner explota en Rosario un gigantesco casino, rodeado por la villa de emergencia donde operan Los Monos, los traficantes de drogas de Santa Fe. Casino, villa, narcos: una estampa del proyecto nacional y popular.La estrategia de Lpez en la ciudad de Buenos Aires y en Rosario es de manual. En su libroLa era de la informacin, Manuel Castells describe cmo los que desarrollan negocios controvertidos suelen blindarse detrs de empresas periodsticas. El amigo de la Presidenta sigue esos pasos: compr diarios, radios y canales donde tiene sus casinos. Una nueva verificacin de lo que Martn Sabbatella llama democratizacin de la palabra o pluralidad de voces.Los movimientos de Lpez en el ao electoral exceden el campo de los medios. Sus empresas han sido sospechadas de prestarse al lavado de dinero de la corrupcin. Todava no est claro el papel de Val de Loire,la sociedad radicada en Nevada, en los negocios vinculados a los Kirchner.Estos detalles sern pronto curiosidades del pasado. La verdadera incgnita es el destino de la "industria" del juego en el porvenir de la democracia. Dicho de otro modo: se trata de descifrar si la poltica argentina perfeccionar una formidable maquinaria que, a escala internacional, suele ser usada para procesar los fondos de la corrupcin. Es una cuestin frente a la que todo candidato debera pronunciarse antes de referirse alnarcotrfico..