Manual de Gerencia Política

download Manual de Gerencia Política

of 311

Transcript of Manual de Gerencia Política

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    1/311

    NDINATIONAL

    DEMOCRATIC

    INSTITUTEFOR INTERNATIONALAFFAIRS

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    2/311

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    EDICINYCOORDINACIN: JAVIER MELNDEZ Q.

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    3/311

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    ii

    Citando la fuente correspondiente, este trabajo puede ser reproducido parcial o ntegramente parapropsitos no comerciales. Las opiniones, o conclusiones expresadas en este documento pertenecenpor completo a los autores y no representan en forma alguna el pensamiento del Instituto NacionalDemcrata.

    El Instituto Nacional Demcrata para Asuntos Internacionales (NationalDemocratic Institute for International Affairs NDI) es una organizacin nogubernamental con sede en Washington D.C. y oficinas en ms de 40 pases.Es la expresin concreta de la solidaridad internacional del Partido Demcratade los Estados Unidos y su propsito fundamental es el desarrollo deprogramas que ayuden a promover, mantener y consolidar institucionesdemocrticas alrededor del mundo. En sus programas el NDI se relacionacon todos los sectores polticos por igual, y es observador oficial de las tresgrandes internacionales: la Internacional Liberal, la Internacional Socialistay la Internacional Demcrata Cristiana.

    Website http://www.ndi.org

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    4/311

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    iii

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    5/311

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    iv

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    6/311

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATAPrefacio

    v

    PREFACIO

    El Instituto Nacional Demcrata para Asuntos Internacionales (NationalDemocratic Institute for International Affairs NDI), tiene por misinapoyar actividades que buscan fortalecer el sistema democrtico. Por ello,cuando dirigentes polticos de un pas asumen ese compromiso y solicitannuestro asesoramiento, el NDI trabaja con ellos sobre una basemultipartidista para apoyarlos en su esfuerzo por construir partidosms representativos, democrticos, transparentes y ticos. Por esta raznel NDI concentra su trabajo en tres reas fundamentales: los aspectosadministrativos y tcnicos de la gestin partidaria; la democracia interna; ylas relaciones con otras instituciones de la democracia, incluyendo los demspartidos, las autoridades electorales, los tres poderes del Estado y los mediosde comunicacin.

    Con esta perspectiva, se ha elaborado esta Gua para la Gerencia Poltica,dentro de las actividades desarrolladas por el Programa de Liderazgo y

    la Red de Partidos Polticos del NDI, con el apoyo de la FundacinNacional para la Democracia (National Endowment for Democracy - NED).Los materiales presentados son colaboraciones de los representantes departidos polticos, especialistas y cursantes que han estado vinculados a lasactividades del NDI, y a quienes agradecemos profundamente su colaboracin.El apoyo de los equipos funcionales del NDI ha sido tambin significativo.

    Este documento est organizado en seis secciones. La seccin 1 analiza eltema de la consolidacin democrtica, el estado de los partidos polticos enla regin, y los retos que se les presentan en las actuales circunstancias. Laseccin 2 da herramientas para el desarrollo organizacional de los partidospolticos, con atencin al mejoramiento de las prcticas internas. La parte 3

    de este manual trata sobre la responsabilidad de los partidos polticos con larenovacin interna para responder efectivamente a los desafos de moderni-zacin, democratizacin y transparencia de sus estructuras. En la seccin 4se analiza la importancia de los medios de comunicacin en la cultura pol-tica y se dan pautas para la construccin de relaciones efectivas entre losoperadores polticos y los medios de comunicacin. La seccin 5 trata sobrelos componentes generales de una negociacin poltica, y finalmente, en laseccin 6 son tratados los temas de la transparencia y la rendicin de cuentasdesde le gestin poltica.

    Este documento no agota las propuestas para la organizacin y gerencia deun partido poltico, y su aplicacin efectiva desde luego radica en la capaci-dad y habilidad que usted tiene para adaptarlo a su realidad especfica. Como

    fuente de informacin este manual puede ser complementado con otras fuen-tes alternativas. Nuestro sitio www.ndi.org/partidos puede facilitarle estalabor. El NDI espera y agradece sus comentarios y sugerencias.

    Gerardo Le ChevallierDirector para Amrica Latina y el CaribeMarzo, 2002.

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Prefacio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    7/311

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    vi

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    8/311

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    vii

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Indice

    Indice

    INDICEPREFACIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . vii

    PENSANDO LOS PARTIDOS POLTICOSLos partidos politicos en Amrica Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

    La democracia en desequilibrio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

    ORGANIZACINY DESARROLLO DE PARTIDOS POLTICOSOrganizacin y funcionamiento interno de los partidos polticosen Amrica Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

    Organizacin y desarrollo de los partidos polticos . . . . . . . . . . . . 47

    La comunicacin dentro del partido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

    Captacin de afiliados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

    La capacitacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67Recaudacin de fondos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

    Ampliar la base: mujeres y jvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

    Efectos nocivos del voto preferencial en la cuota femenina, larepresentacin proporcional de las minoras y la estabilidad delsistema de partidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

    Mujeres en cargo de direccin poltica: papel poltico,base de apoyo y estrategia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

    Sistema de cuotas como un mtodo para aumentar larepresentacin de las mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

    Jvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107Planificacin estratgica en laorganizacin y desarrollodel partido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

    Control y seguimiento del plan estratgico: los indicadoresestratgicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115

    Evaluacin de programa y medicin de resultados . . . . . . . . . . . . . 119

    RENOVACINYMODERNIZACINDELOSPARTIDOSPOLTICOSLa modernizacin de la accin poltica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

    La reforma de los partidos polticos: el caso de la Democracia

    Cristiana chilena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131La experiencia irlandesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143

    Implementando reformas de partidos en Asia del sur: retos yestrategias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    9/311

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    LACOMUNICACINENLA POLTICAHacia una estrategia democrtica para las comunicaciones . . . . . . 165

    El mensaje en la agenda partidaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

    La entrevista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179

    NEGOCIACINPOLTICAEl arte de negociar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193

    Recomendaciones para una negociacin partidariaeficaz y eficiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207

    TRANSPARENCIAYRENDICINDECUENTASCampaas electorales y financiamiento de partidos polticos . . . . 217

    Financiamiento de la poltica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

    Presupuesto participativo: dilemas y posibilidades de la gestin

    democrtica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241Controlando la corrupcin hacia una estrategia integrada:Voluntad poltica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255

    Controlando la corrupcin hacia una estrategia integrada:El rol de la administracin pblica en la lucha contra la corrupcin 265

    Controlando la corrupcin hacia una estrategia integrada:Parlamentos: herramientas y tareas para controlar la corrupcin . . 283

    Controlando la corrupcin hacia una estrategia integrada:Construyendo coaliciones para combatir la corrupcin . . . . . . . . . 293

    Indice

    viii

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    10/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos1

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    LOS PARTIDOS POLTICOSEN AMRICA LATINA

    MANUEL ALCNTARA SEZ* Y FLAVIA FREIDENBERG**

    El argumento principal del artculo es mostrar que los partidos y sistema departidos de Amrica Latina son ms estables de lo que en trminos generales sesuele sostener.

    A pesar de la hostil percepcin de los electores sobre los partidos, los sistemasde partidos presentan ciertos niveles de estabilidad en Amrica Latina, ms all decasos como Venezuela y Per, que parecen ser ms la excepcin que la regla. Serealiza una tipologa de cuatro escenarios en la que se compara la oferta partidistaen la eleccin fundacional post-transicin y en la ltima eleccin legislativa realizadaen cada sistema.

    Se analizan tres caractersticas sistmicas de los sistemas de partidos a finesdel siglo XX: el formato numrico del sistema de partidos (lo que muestra ciertatendencia al multipartidismo); el nivel de polarizacin ideolgica (relativamentealto) y el apoyo social que los mismos reciben (variable que debe ser matizada pora consideracin de una serie de indicadores).

    * Universidad de Salamanca. Director del Proyecto de investigacin sobre Partidos Polticos y gobernabilidad en Amrica Latina (Ref. Sec 97-148), financiado por la Comisin Interministerial de Ciencia y Tecnologa de Espaa.* [email protected]

    ** Universidad de Salamanca. Becaria del Programa de Formacin del Personal Investigador (FPI) del Ministerio de Educacin y Cultura de Espaa,adscrita al Proyecto de investigacin sobre Partidos Polticos y gobernabilidad en Amrica Latina (Ref. Sec 97-148), financiado por la ComisinInterministerial de Ciencia y Tecnologa de Espaa.*[email protected]

    PALABRASCLAVE

    Partidos Polticos Sistema de

    partidos

    Amrica Latina

    Polarizacin

    Latinobarmetro,nmero efectivo departidos.

    Resumen

    1

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    11/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos2

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    El avance irrestricto de la democracia en los ltimos tiempos ha supuesto untriple proceso. La necesidad de articular reglas de juego asumidas por lamayora y que a la vez compusieran espacios organizativos mnimos en dondese llevara a cabo la competicin poltica. La incorporacin de la movilizacinsocial a travs de formas de participacin y de representacin. Y, finalmente,

    la creacin de canales de seleccin del personal poltico que liderara ygestionara la poltica cotidiana. Estas tres facetas se refieren a temasrecurrentes de la literatura de las ciencias sociales y aluden, en unaterminologa ms tcnica, a la institucionalizacin del rgimen poltico, a laintermediacin entre las demandas societales y el poder, y a laprofesionalizacin de la poltica.

    En un marco de poliarqua, en el que predomine la libre e igualitariacompetencia por el poder mediante reglas conocidas y asumidas por la mayoraa travs de procesos electorales peridicos, la institucionalizacin, laintermediacin y la profesionalizacin son elementos indispensables. Estosvienen siendo desempeados por los partidos polticos, como claros ejes queentrelazan de una manera estable y previsible a la sociedad con el rgimenpoltico. Independientemente del modelo de partido del que se parta, lasfuncionesdesempeadasde articulacin y de agregacin de intereses, delegitimacin, de socializacin, de representacin y participacin, y deformacin de una elite dirigente, con mayor o menor intensidad, siguen siendovitales para el sistema poltico1 .

    Esta situacin es comn para todos los sistemas polticos democrticos. Sinembargo, las diferencias existentes entre aquellos cuyo desarrollo es de larga

    data y que han conseguido un notable grado de consolidacin y los msrecientes son notorias. El papel venturoso de los partidos polticos se liga asu operatividad funcional, y sta est enormemente condicionada por la vari-able tiempo y ello es ms importante an para el mbito de la competicininterpartidista. Es decir, la vida de un partido, siguiendo cierta comparacinbiolgica, requiere de la existencia de ciertas condiciones que estn ligadasa la idea de pervivencia. La rutinizacin de los procedimientos, la alternanciaen sus liderazgos, desprendindose de iniciales adherencias caudillescas, lamoderacin de sus ofertas programticas, la identificacin clara y diferenciadapor parte de un electorado mayor o menormente fiel, son aspectos de unproceso que se liga indefectiblemente al tiempo. Sin embargo, ya se sabe

    que ste es un factor que en muchas ocasiones en poltica es escaso. Msan, los procesos de transicin a la democracia estn habitualmente impelidosde una necesidad de urgencia, de quemar etapas lo ms rpidamente posible,

    1 Una revisin profunda de la literatura muestra que se han consensuado una serie de funciones bsicas ejercida por los partidos. Entre las funciones quese destacan cabe sealar: la de proporcionar poder a los dirigentes (Weber, 1922/1944); la de competencia electoral (Weber, 1922/1944; Downs, 1957;Sartori, 1976/1992); la de reclutamiento de elites para hacer operativo el sistema poltico (Sartori, 1976/1996; Von Beyme, 1982/1986); la de socializacinpoltica porque brindan informacin bsica y explicaciones a los ciudadanos acerca de cmo comprender la realidad (Alcntara, 1997) y la de representaciny articulacin de intereses de grupos sociales (Lipset y Rokkan, 1967; Cotarelo, 1985). Todas estas funciones las desarrollan de una u otra maneraindependientemente de la concepcin de partido que se sostenga; ya sea como organizaciones para el reclutamiento de votos electorales segn Weber(1922/1992:9); partidos de integracin de masas (Duverger, 1951/1992); como empresas electorales, siguiendo los trminos de Panebianco (1982/1990);partidos catch all como ha sealado Kirchheimer (1980) o la ms reciente caracterizacin como partidos cartel desarrollada por Katz y Mair(1995) .

    I. IntroduccinLos partidos sonimportantes

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    12/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos3

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    de encontrarfrmulas mgicas que conspiran contra la propia idea de que lainstitucionalizacin de la poltica no es cosa de un da.

    La personalizacin de la poltica, la aparente verticalidad en el proceso detoma de decisiones partidista y las denuncias de que los partidos son

    oligarquas que representan cada vez menos a los ciudadanos han llevado amuchos a desestimar la importancia de los partidos como instrumentos delsistema poltico, poniendo en duda la capacidad movilizadora y derepresentacin de estas agrupaciones. Aunque en principio pareciera que nohay incentivos para que los partidos desarrollen estrategias organizativaspara forjar lazos fuertes con el electorado, ni tampoco estructuras que densustento a los dirigentes partidistas; existen suficientes razones que ayudana sostener que los partidos continan siendo instrumentos bsicos del juegopoltico y estructuras de intermediacin necesarias para el funcionamientodel sistema.

    Los electores an los reconocen como referentes a pesar de los sentimientosantipartidistas de las elites, de la apertura de muchos regmenes polticospara la participacin de sectores independientes y de la desconfianza quemuchos ciudadanos manifiestan tenerles. Se critica a los partidos, sepromueven modos de representacin alternativos, pero hasta el momento nose han propuesto otras formas de democracia que puedan operar sin el con-curso de los partidos, por lo que estos continan siendo los que articulan lacompetencia electoral, crean un universo conceptual que orienta a losciudadanos y a las elites en cuanto a la comprensin de la realidad poltica,ayudan a concertar acuerdos en torno a polticas gubernamentales (muchasveces de manera coyuntural, como alianzas fantasmas y hasta por polticasespecficas, pero lo hacen), establecen acciones para la produccin legislativa;proveen de personal a las instituciones y hacen operativo al sistema poltico.Adems, y como objetivo principal, al querer ganar elecciones2 , cuentancon estrategias organizativas para movilizar apoyos que les permitan triunfaren esas elecciones (o conservar esos apoyos ya conseguidos en oportunidadesanteriores)3 . Y todo ello no es poca cosa.

    El universo partidista, siguiendo pautas nacionales, es tan rico en AmricaLatina que resulta extremadamente complejo realizar una clasificacin de

    los partidos en la regin siguiendo criterios relativos a su momento

    II. Los antecedenteshistricos en

    Amrica Latina

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

    2 Los partidos quieren ganar elecciones y, como ha sostenido Downs (1957/1992: 96), formulan polticas para ganar las elecciones; no ganan las eleccionespara desarrollar polticas. Si bien es cierto que ni las organizaciones partidistas ni los polticos que las integran tienen como nica meta conseguir votos,ya que en un mismo partido conviven personas con intereses y objetivos diversos, la movilizacin del apoyo electoral con la pretensin de incrementar suscuotas de poder se presenta como el objetivo principal de los polticos y sus organizaciones. Puede haber partidos que busquen desarrollar polticasacordes a su visin del mundo; que les interese ejercer la oposicin y hasta otros que no les preocupe la arena electoral sino que prefieran mantener supropia supervivencia como actor relevante dentro del sistema poltico. Es ms, puede haber polticos que busquen alcanzar alguna combinacin de estosobjetivos o que en momentos diversos tengan objetivos diferentes, es decir, que experimenten un desplazamiento de sus objetivos. An as, esta idea dever a los partidos como grupos que buscan cuotas de poder se encuentra ampliamente extendida en la literatura. Diversos autores como Weber (1922/1944), Duverger (1951), Downs (1957), Sartori (1976/1992), Kirchheimer (1980), Von Beyme (1982/1986) y Aldrich (1995) han sostenido esta premisa.3 La idea de que los partidos emplean estrategias para movilizar apoyos electorales se sostiene en la premisa que seala que los partidos buscan como metaprincipal ganar elecciones. Desde esta perspectiva, relativamente nueva en la literatura sobre el tema, el partido es visto como un sistema poltico en smismo (Katz y Mair, 1995), que tiene su propio proceso de toma de decisiones, su propio sistema electoral y actores participantes (Eldserveld, 1964). Lasestrategias son entendidas como los cursos de accin (decisiones y actividades) organizativas que los dirigentes (o estrategas) disean para alcanzar susmetas.

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    13/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos4

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    CuadroI: Tipologa de partidos polticos en Amrica Latina

    Sistema de partidos al inicio de la transicin. Partidos con mayor apoyo en laeleccin fundacional legislativa

    Sistemas de partidos en la actualidad. Partidos conmayor apoyo en la ltima eleccin legislativa

    PAIS Ao Partidos Ao Partidos

    Grupo I

    Argentina 1983 UCR-PJ 1999 UCR-FREPASO - PJ

    Chile 1989 Concertacin - Unin por el Progresode Chile

    1997 Concertacin - Unin por elProgreso de Chile

    Uruguay 1984 PC-PN-Frente Amplio 1994 PC-PN - Frente Amplio

    Per 1980 APRA - AP 2000 Per 2000- Per Posible

    Grupo II

    Bolivia 1985 MNR-ADN 1997 MNR-ADN-MIR-CONDEPA-UCS

    Brasil 1986 PFL-PMDB-ARENA/PDS/PPR 1998 PFL-PSDB-PMDB-PT-

    Ecuador 1978 CFP-ID-PCE 1998 DP-PSC-PRE-ID-MUPP-NP

    Grupo III

    Paraguay 1993 ANR-PC - PLRA 1998 ANR-PC - PLRA

    Honduras 1981 PLH-PNH 1997 PLH-PNH

    Nicaragua 1984 FSLN 1996 FSLN-ALIANZA LIBERAL

    Panam 1994 PRD-ARNULFISTA 1999 PRD-ARNULFISTA

    Grupo IV

    El Salvador 1982 ARENA-PDC-PCN 1997 ARENA-FMLN

    Rep. Dominicana 1978 PR/PRSC-MMP 1998 PRD-PLD

    Guatemala 1985 DCG-UCN-MLN 1999 FRG-PAN

    Colombia 1982 PC-PL 1998 PC-PL

    Costa Rica 1982 PLN- UNIDAD 1998 PLN- PUSC

    Venezuela 1973 AD- COPEI 2000 AD-COPEI -MVR - MAS

    Mxico 1985 PRI 2000 PRI PAN- PRD* En el caso de que hubiera dos cmaras se incluye el dato de la Cmara Baja.** El criterio de inclusin es que los partidos tuvieron una representacin mayoritaria en la Cmara.Fuente: Elaboracin propia a partir de datos extraidos de Manuel Alcntara Sez : Sistemas Polticos de Amrica Latina. Madrid: Tecnos.1999.

    fundacional, mxime si se toma el perodo de los gobiernos autoritarios delas dcadas de 1970 y 1980 como un parteaguas. En este apartado, no ob-stante, va a llevarse a cabo un breve recorrido de la reciente historia paraelucidar en qu medida las transiciones, que tanto impulsaron la reivindicacinde la democracia como nica legitimidad poltica plausible, fueron fuente de

    aparicin o, en su caso, revitalizacin, de los partidos. Analticamente esefue un momento histrico que separa profundamente a Amrica Latina delos otros casos afectados por la tercera ola democratizadora4 .

    Al inicio de los procesos de transicin a la democracia (1978-1980), AmricaLatina contaba con cuatro escenarios muy diferentes. Uno recoga a aquellospases con unas tradiciones partidistas slidas, tanto en trminos de laexistencia de maquinarias partidistas como de capacidad de las mismas paramovilizar el apoyo de importantes sectores de la poblacin. El segundo

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

    4 Tras los procesos de cambio poltico que experiment Amrica Latina en la dcada de 1970 comenzaron a proliferar los trabajos que estudiaron a lospartidos como actores principales de la transicin, donde en muchos casos las estructuras partidistas ejercan como punta de lanza de la aoradademocratizacin (Garretn, 1993; Cavarozzi, 1995; Alcntara, 1994; Dutrnit, 1998).

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    14/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos5

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    contemplaba un modelo mixto en el que partidos antiguos iban a cohabitarcon partidos nuevos surgidos del propio proceso transicional. El terceroencuadraba a los casos definidos por el mantenimiento de la existencia deorganizaciones, pero histricamente vacas poltica y socialmente hablando.Finalmente, el cuarto recoga a los pases en que sumando a la debilidad

    histrica partidista los efectos de los ltimos tiempos de los gobiernosautoritarios, apenas si se contaba con un marco mnimo de partidos (VerCuadro I).

    El primer caso, siempre tomando como referencia el transfondo de lastransiciones a la democracia, integraba a los pases del Cono Sur (Argentina,Chile y Uruguay). En ellos, el universo partidista prcticamente respetaba elmismo esquema que el previo a la quiebra de la democracia precedente:radicales y justicialistas en Argentina; socialistas, democristianos, radicalesy conservadores en Chile; y colorados, blancos y frenteamplistas en Uru-guay, eran una continuacin de la poltica nacional de inicios de la dcada de

    1970, absorbiendo valores superiores al 90 por ciento de apoyo electoral. Enun primer momento postransicional ste tambin sera el caso de Per, yaque los dos partidos que se alternaron en el poder en la dcada de 1980 y quelo usufructuaron eran anteriores al proceso autoritario (se trata del APRA yde Accin Popular), aunque posteriormente el propio sistema de partidos,como se ver ms adelante, sufriera uno de los cataclismos ms serios de laregin.

    El segundo, ms complejo, recoga a partidos nacidos a mediados del sigloXX que mantenan una estructura muy slida y sobre los que todava el nuevosistema poltico democrtico giraba. Tal era el caso del MovimientoNacionalista Revolucionario (MNR) en Bolivia y del Partido Travalhista(PT) en Brasil. Ellos convivieron con unaplyadede nuevos partidos surgidos,bien durante el perodo autoritario, bien durante la propia transicin. Son unejemplo, los casos de ADN y MIR y, ms adelante, CONDEPA y UCS enBolivia, y del PMDB, PSDB, PDT y PFL en Brasil, entre otros. Igualmentepuede incorporarse aqu a Ecuador que reproduce el sistema de partidos an-terior a la quiebra de la democracia. El PSC se cre en 1951 como MSC ycomo PSC en 1967; la DC (que es el tronco fundacional y fundamental de laDP) en 1964; la ID en 1967 y solamente el PRE en 1983, tras la desaparicinde dos lderes que dejaron un vaco de poder en la tendencia populista. Estos

    partidos convivieron en un primer momento con el CFP, PLRE y PCE, todosellos anteriores a la quiebra democrtica.

    El tercer casoacogera a Paraguay, donde la continuada presencia del fraudeelectoral moriger la existencia de Accin Nacional Republicana (PartidoColorado) y del Partido Liberal Radical Autntico. Solamente despus de lasprimeras elecciones constitucionales de 1993, el juego partidista qued msclaramente legitimado. Algo similar podra decirse de los Partidos Liberal yNacional en Honduras. Esta situacin tambin podra ampliarse al caso de

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    15/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos6

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    Nicaragua, aunque fuera parcialmente, en lo relativo al Partido Liberal, o aPanam, con el PRD y el Partido Arnulfista.

    El ltimo grupo integrara a aquellos sistemas de partidos en los que se produjoun clarsimo proceso de refundacin paralelo al proceso transicional. Esto

    parece evidente para el caso de El Salvador y Guatemala, puesto que en elprimero ARENA y el FMLN son hijos del conflicto blico e igualmente en elsegundo FRG, PAN y URNG. Asi como parcialmente para Nicaragua con elFSLN y para Repblica Dominicana aunque aqu la presencia del PRD databade la dictadura trujillista.

    Sin embargo, no todos los pases latinoamericanos entran en esta cudrupletipologizacin. Quedan fuera los tres casos que tuvieron procesostransicionales anteriores: Costa Rica, Colombia y Venezuela; y aquellos dos,Cuba y Mxico, que han vivido inmersos, todava hasta muy recientementeel segundo, en un rgimen de monopartido.

    Todo ello permite hacer una caracterizacin de los partidos en una lnea quesubraye la gran heterogeneidad reinante en Amrica Latina al alcanzar a laregin la tercera ola democratizadora. Paralelamente, y si bien el efectotransicional debe tenerse en cuenta, este hecho sugiere la necesidad deprofundizar en otras variables explicativas del desarrollo partidista, sustransformaciones y sus eventuales crisis que llevan al exterminio de unos yal nacimiento de otros.

    A lo largo del perodo de democratizacin de los sistemas polticoslatinoamericanos acontecido despus de las transiciones polticas, para unoscasos, y de continuidad, para otros, los partidos polticos de la regin hansufrido profundas mutaciones que tienen su base en aspectos tanto endgenoscomo exgenos, en cuestiones de alcance estrictamente poltico institucionalcomo en otras de contenido social o econmico.

    Los elementos endgenos se han centrado en cuestiones tradicionales comoson las relativas a liderazgos ms o menos caudillescos, a enfrentamientosentre los Poderes del Estado, al impacto de la corrupcin. Por su parte, elfactor exgeno por excelencia fue el descalabro del socialismo real y la prdida

    de un referente slido ideolgico y prctico para grandes sectores de laizquierda latinoamericana. En cuanto a las cuestiones de carcter poltico-institucional que tuvieron que ver con las modificaciones registradas en eluniverso partidista se encontraban los cambios realizados en los propios textosconstitucionales, las leyes de partidos y las leyes electorales. Ningn paslatinoamericano dej de hacer modificaciones en las mismas, con mayor omenor profundidad, durante este perodo. Finalmente, las cuestiones de otrandole no estrictamente politolgicas tambin fueron el origen de los cambiosacontecidos, bien fuera como consecuencia de la crisis econmica que asol

    III. Los cambios enlos partidos deAmrica Latinaentre 1980 y 2000

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    16/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos7

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    a la regin durante la dcada de 1980 y que enterr definitamente el modelode sustitucin de importaciones asi como la centralidad del Estado vigentescasi durante medio siglo5 , bien fuera como resultado de la aparicin de valorespostmaterialistas y de los cambios registrados en las sociedades.

    Desde una perspectiva descriptiva, sin utilizar ndice alguno de volatilidadque refuerce el argumento desde una posicin ms emprica, se constata quelos cambios producidos en los sistemas de partidos latinoamericanos entre1980 y 2000, en trminos de la continuidad de las mismas etiquetas partidistas,apenas afecta a un nmero muy limitado de casos. Salvo Brasil, Per y Ven-ezuela, los restantes pases siguen mostrando una estructura partidista muysimilar al final del perodo indicado con respecto a su inicio. El cambioradical de presupuestos programticos que ha afectado sobremanera a losviejos defensores del populismo ms activo no ha supuesto unatransformacin profunda ni en la cpula dirigente ni en las bases sociales deapoyo. Esto se muestra evidente para los casos del PJ en Argentina y del PRI

    en Mxico especialmente bajo las administraciones de Carlos Menem y deCarlos Salinas de Gortari. La relativa continuidad en la composicin de lossistemas de partidos es una nota sorprendente que contradice la visin quehabitualmente se ofrece bien de la existencia de cambios dramticos, biendel descalabro del orden anteriormente existente.

    Por otra parte, la continuidad dada permite matizar la supuesta crisis de lospartidos en la medida en que si estos siguen siendo los que eran, su propiaexistencia, gracias en definitiva a los procesos electorales, invalida la tesisgenrica del rechazo de los electores. La clase poltica sigue, por tanto,manteniendo las viejas etiquetas sin buscar otro tipo de reacomodo. Lo cual,como se ver ms abajo, no minimiza la hostil percepcin que la poblacinsigue manteniendo sobre los partidos.

    En cualquier caso es un hecho que la media de los partidos latinoamericanoses estable y que los profundos cambios acaecidos en Per y Venezuela a lolargo de la dcada de 1990 son la excepcin y no la regla. En estos dos pasespuede hablarse, sin ningn gnero de dudas, de una refundacin del sistemapartidista segn un esquema funcional para los intereses de los liderazgosbonapartistas de sus respectivos presidentes. Por otra parte, las expectativasgeneradas en otros pases con respecto al nacimiento de nuevos partidos que

    pudieran trastocar de raz los diferentes sistemas polticos se han ido viendopoco a poco defraudadas. Primero fue con el M-19 colombiano que no supomantener el tirn que le llev a posicionarse como una tercera fuerza en laconstituyente de 1991, luego con el PRD mexicano que dej de ser alternativaen las elecciones de 2000 y con el propio FREPASO argentino muy diluidoen el seno de la Alianza frente a la histrica UCR. Una situacin parecidaocurri en Ecuador con el Movimiento Unidad Pachakutik- Nuevo Pas, que

    5 Si bien Uruguay y Costa Rica son una excepcin en esta situacin.

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    17/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos8

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    si bien se posicion como la tercera fuerza en su debut electoral de 1996,alcanzando 15 escaos en el Congreso de la Repblica, an resta mostrarcual va a ser su papel y el apoyo que los ciudadanos le brindarn debido a susconstantes comportamientos que bordean el lmite del sistema.

    El largo listado de variables presentes, de acuerdo con el enunciado del prrafoanterior, requerira de un tratamiento ajeno al inters de las presentes pginasque se centra en la bsqueda de un diagnstico ms sencillo sobre la base deidentificar cules, de entre las citadas, estuvieron en el vrtice del cambio yllegaron a generar el estado actual de las cosas. Tres aparecen como las demayor fuerza explicativa por su capacidad de integrar a las restantes. Se tratadel formato numrico del sistema de partidos, su polarizacin ideolgica, ydel apoyo social que reciben. Todas ellas conforman una propuesta que giraen torno a no diferenciar el problema, en el mbito del estudio de los partidos,en dos dimensiones: la referida a los sistemas de partidos y la atinente a la

    vida interna de los partidos mismos, algo ya tradicional en los anlisispolitolgicos que conceden siempre ms atencin al primer aspecto que alsegundo, eso si, aceptando no perder de vista la retroactividad de ambasdimensiones6 .

    a) El formato numrico de los sistemas de partidos

    Una cuestin relevante se refiere al formato numrico de los sistemas departidos que intenta proyectar la cuantificacin de los mismos en el sistemapoltico. Si se toma el Poder Legislativo como mbito primordial de lacompetencia poltica una vez dirimida la contienda electoral y se analiza elnmero de partidos all existentes realizando una relativa ponderacin enfuncin de su peso diferente (esto es lo que viene a ser el concepto de nmeroefectivo de partidos7 ) se constata que Amrica Latina tiende almultipartidismo. El cuadro II, que resume los valores medios del nmeroefectivo de partidos para la dcada de 1990, indica que apenas un nmeromuy reducido de pases se acerca al bipartidismo puro que traduce con mssimpleza la lgica gobierno-oposicin (Costa Rica, Honduras y Paraguay).Por el contrario, todos los demspases estn inmersos en una situacin

    IV. Trescaractersticassistmicas de lospartidos en AmricaLatina al finaldel siglo XX

    6 El estudio de los partidos polticos ha estado concentrado en aspectos bastante distintos a los relacionados con la organizacin y funcionamiento interno.Es ms, puede sealarse que realmente en la academia no ha sido de inters estudiar lo que ocurre dentro de las agrupaciones partidistas. Adems de lostrabajos realizados desde una perspectiva histrica (Di Tella, 1993; Dutrnit y Valdez, 1994; Malamud, 1995), el enfoque dominante ha sido el que ha

    privilegiado el anlisis de los partidos en la relacin con su ambiente. En este sentido, las investigaciones han centrado su inters en la vinculacin de lospartidos con su entorno, ya sea en su vinculacin con otras organizaciones partidistas, por ejemplo, con relacin a la competencia electoral (Nohlen, 1993;Alcntara, 1996); en su interaccin en el marco del sistema de partidos y su anclaje en la sociedad civil (Mainwaring y Scully, 1995); en su relacin con lasinstituciones del sistema poltico (Mainwaring y Soberg Shugart, 1997) o, como ya se ha sealado, en cuanto promotores de la democratizacin. Con lareiterada realizacin de procesos electorales, los autores concentraron an ms su anlisis en el rendimiento electoral de los partidos y en aquellosaspectos vinculados a su participacin en los comicios, por ejemplo, la realizacin de campaas electorales y sondeos de opinin. Pero las dificultades quelas organizaciones partidistas encontraban para satisfacer las demandas ciudadanas en escenarios de crisis econmica, de apata y desencanto con laactividad poltica, condujeron a la emergencia de outsiders polticos, personalidades que si bien alcanzaban el poder de mano de los partidos, actuaban almargen de ellos (Perelli, Picado y Zovatto, 1995; Mayorga, 1995). Esto llev a muchos a referirse como a la crisis de representacin de los partidos(Manz y Zuazo, 1998) y condujo la investigacin respecto al surgimiento de nuevos mecanismos de representacin, como los (viejos y nuevos) movimientossociales, que buscaban suplantar a los partidos como estructuras de intermediacin poltica entre los ciudadanos y el Estado. Si bien colateralmente esposible encontrar trabajos que han centrado su anlisis en algn aspecto relacionado con la organizacin interna como la financiacin electoral y noelectoral ( lvarez, 1997; Fernndez Rubio, 1997;Del Castillo y Zovatto, 1998; Ramos Rolln, 1998) o la disciplina interna y la presencia de facciones(Morgenstern, 1996); los estudios de partidos como unidades de anlisis han sido escasos (Coppedge, 1994; Jimenez Polanco, 1995; Levitsky, 1997) ascomo tampoco se han desarrollado investigaciones tanto tericas como empricas de carcter sistemtico comparado entre diversos pases de la regin oentre partidos de un mismo sistema poltico que analicen la organizacin interna y el tipo de funcionamiento de las organizaciones partidistas a partir deun mismo esquema analtico de aproximacin. En este sentido, una investigacin reciente que centra el anlisis en los partidos como mini sistemaspolticos busca profundizar en la discusin del funcionamiento interno de las organizaciones partidistas. Vase, Alcntara y Freidenberg (2001).

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    18/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos9

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATALos Partidos Polticos en Amrica Latina

    7 La fragmentacin electoral puede medirse a travs de dos ndices: el de fraccionalizacin (Rae, 1977) y el del nmero efectivo de partidos (Laakso y

    Taagepera, 1979). La frmula para calcular el ndice de fraccionalizacin a partir de la propuesta de Rae es la siguiente:F = 1 - (S T

    i2)

    donde Ti=

    es el porcentaje de votos (o de escaos) de cada partido. Este ndice permite apreciar la relacin existente entre el nmero de partidos y su

    tamao, se aplica tanto al campo electoral (votos) como al legislativo (escaos) y abarca tericamente desde cero, que sera la situacin hipottica de quetodos los votantes se inclinaran por el mismo partido o que todos los legisladores pertenecieran al mismo partido, lo que supone una ausencia decompetencia, hasta uno, que es la situacin hipottica de que todos los votantes se inclinaran por distintos partidos o que todos los parlamentariospertenecieran a partidos diferentes y que, por tanto, hubiera tantas opciones partidistas como casos en competencia. El nmero efectivo de partidosproporciona la misma informacin que el ndice de fraccionalizacin sobre el sistema de partidos pero de una manera ms sencilla ya que permite apreciarmejor cuntos partidos compiten electoralmente y cuntos en el Congreso. A partir de esa frmula se puede calcular N del siguiente modo N =1/(1-F).

    8 A partir de la autoubicacin ideolgica de los afiliados de los partidos resulta factible conocer qu partidos estn ms cercanos y cules ms distantes yhasta qu punto partidos adyacentes son similares o estn cercanos unos de otros (Sartori y Sani, 1976/1992:438). Referirse a la polarizacin supone,asimismo, pensar en un modelo espacial como el propuesto por Anthony Downs (1957) para vincular la ideologa, los partidos y los votantes. Se dice quedos grupos son polos separados para indicar que sus actitudes son tan marcadamente distintas que no podran encontrarse ms distantes unas de otras(Sani y Shabad, 1986: 590). Para conocer la polarizacin del sistema de partidos pueden emplearse dos medidas: la distancia y la superposicin. Cuantomayor sea la distancia y menor la superposicin ideolgica, el sistema de partidos estar ms polarizado. A la inversa, cuanto menor sea la distancia ymayor la superposicin, ms moderado resultar el sistema.

    Cuadro II: Medias del nmero efectivo de partidos legislativosPrimera mitad de la dcada de 1990 Durante la dcada de 1990

    Bolivia 4,1 4,4Brasil 8,5 7,3Colombia 2,2 2,9Costa Rica 2,2 2,3Chile 5,1 5,1Ecuador 6,6 5,3El Salvador 3,0 3,3Guatemala 3,5 3,2Honduras 2,0 2,1Mxico 2,2 2,4Nicaragua 2,0 3,3Panam 4,3 3,8Paraguay 2,2 2,0Per 4,3 3,3

    R.Dominicana 2,8 2,9Uruguay 3,3 3,2Venezuela 3,7 4,9Total regional 3,7 3,6* Datos de la primera mitad de la dcada tomados de Manuel Alcntara Elecciones, Electores y Partidos en Amrica Latina en la dcada de 1990, enAmrica Latina Hoy 13 (mayo) : 7-16 (Madridy Salamanca: SEPLA-Instituto de Estudios de Iberoamrica y Portugal). Fuente: Elaboracin propia.

    cuyo alto nmero de partidos conlleva habitualmente dos cosas: una rotacinms variopinta a la hora de alcanzar xitos electorales y la necesidad deconformar acuerdos amplios que lleven a gobiernos de coalicin, circunstanciaque sucede fundamentalmente en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay.

    En algn momento se ha sealado lo negativo de un exceso de ofertaspartidistas para la gobernabilidad en la medida en que se confunde alelectorado que puede llegar a tener dificultades para diferenciarlas y en lapropensin a hacer ms complicada la existencia de mayoras slidas, clarasy estables. Sin embargo, tanto la tradicin electoral de incorporar larepresentacin proporcional en los comicios legislativos como la propiaheterogeneidad de las sociedades latinoamericanas reflejan una situacindistinta a ese supuesto ideal.

    b) La polarizacin ideolgica de los partidos polticos latinoamericanos

    Esta heterogeidad de las sociedades latinoamericanas recin citada se expresaen una polarizacin ideolgica8 relativamente alta entre los partidos polticos

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    19/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos10

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    presentes en el Poder Legislativo ms alejados en la escala izquierda-derecha.De acuerdo con el contenido del Cuadro III, la media latinoamericana de lapolarizacin ideolgica, segn la escala de autopercepcin, se sita en 2,5puntos y la llevada a cabo de conformidad con la escala de percepcin de losotros se establece en 4,8 puntos. Ambas dejan espacio para la inclusin de

    frmulas partidistas intermedias, siendo este propio grado de polarizacinun aliciente para la inclusin de las mismas.

    Cuadro III: Distancias en la polarizacin ideolgica entre los partidos parlamentarios ms extremos

    Argentina FREPASO-PJ 1,6 (3,2)Bolivia CONDEPA-AND 3,6 (4,0)Colombia PL-PC 1,8 (2,0)Costa Rica PLN-PUSC - (3,2)Chile PS-UDI 3,8 (6,3)Ecuador PACHAKUTIK-PSC 3,4 (3,9)El Salvador FMLN-ARENA - (8,2)Guatemala MLN-FDNG - (6,5)Honduras PL-PN - (2,6)Mxico PRD-PAN 3,1 (6,2)Nicaragua FSLN-AL - (6,8)Paraguay PEN-ANR 1,9 (1,8)Per CAMBIO90-APRA 2,1 (4,2)R. Dominicana PLD-PRSC 2,0 (2,7)Uruguay FA-PN 2,7 (4,8)Venezuela MAS-COPEI 2,0 (3,1)

    Media regional 2,5 (4,8)La polarizacin se mide en una escala en la que 1 es izquierda y 10 derecha de acuerdo con la resta de los valores medios de los partidos que se sitan en el extremo ideolgico del arco parlamentario.Sin parntesis son las distancias entre autopercepciones, en parntesis son distancias de percepciones de los otros.Fuente: Manuel Alcntara (dir.). Proyecto de Elites Latinoamericanas (PELA). Universidad de Salamanca (1994-2000).

    Como se indicaba en el apartado anterior, una excesiva polarizacin ideolgicasuele ser interpretada como una situacin que aboca a una cercana rupturadel sistema poltico. El grado de polarizacin permite presuponer lapredisposicin de la elite poltica para consensuar polticas que favorezcanla accin de gobierno (frmulas de consenso) o, por el contrario, que dificultenla accin gubernamental (disenso). La polarizacin est vinculada con la

    gobernabilidad (Alcntara, 1995: 387) como tambin es una variable de grancontenido explicativo al momento de estudiar la estabilidad del sistemademocrtico, su eficacia, actividad y viabilidad (Sartori y Sani, 1976/1992).Sin embargo, los datos de polarizacin tambin pueden tener la lectura deque traduce una situacin positiva en la que finalmente el sistema poltico hasido capaz de llevar a cabo una funcin integradora. El Salvador, Nicaragua,Chile y Mxico son los casos con un mayor grado de polarizacin. Losprimeros reflejan la integracin de la guerrilla en el sistema poltico bajo laforma de un partido. En Chile se proyecta la profunda divisin que durante

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    20/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos11

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    el largo perodo autoritario sufri su sociedad, mientras que en Mxico sereflejan las tensiones previas al histrico cambio de julio de 2000.

    Ahora bien, si en algunos pases a pesar de los niveles de polarizacin lapoltica comienza a encauzarse a travs de espacios de competencia y dilogo

    democrtico; en muchos otros la poltica parece ser un dilogo de sordos.Un ejemplo de ello parece ser Ecuador donde los estereotipos, ciertairresponsabilidad de las elites y la presencia de fracturas latentes (cleavages)que no han terminado de incorporarse en la comunidad nacional - como laregional y la tnica- llevan a un clima de tensin poltica constante. En estoscasos, la polarizacin presiona hacia la ingobernabilidad del sistema poltico.

    c) El apoyo social a los partidos polticos latinoamericanos

    Vistos los dos apartados anteriores parecera que los partidos latinoamericanos

    gozan de buena salud. Sin embargo, los distintos analistas sealan como unode sus principales problemas el rechazo que suscitan entre la poblacin, labajsima valoracin que reciben, de acuerdo con los sondeos de opinincuando se pregunta a la gente sobre diferentes instituciones y los partidosson valorados indefectiblemente en el ltimo lugar. Esta circunstancia se vereflejada tambin en el Cuadro IV y el Grfico I que traduce que apenas el 21por ciento de los latinoamericanos tiene mucha o alguna confianza en lospartidos. Pases como Venezuela, Ecuador, Argentina, Panam y Per son enlos que sus ciudadanos manifiestan menor apoyo a los partidos mientras queen lugares como Costa Rica o Mxico los partidos son mejor considerados.

    CuadroIV: Confianza en los partidos polticosPAS Mucha Algo Poca Ninguna (N)

    MediaIberoamericana

    4 17 34 41 1790

    Venezuela 5 10 27 57 1200Ecuador 5 10 30 54 1200Argentina 3 14 30 51 1264Panam 4 15 31 50 1000Nicaragua 4 12 29 49 1000Per 2 15 35 47 1045Colombia 3 14 36 45 1200Bolivia 2 18 30 42 794

    Brasil 4 16 40 39 1000Chile 3 21 35 38 1200Paraguay 6 24 34 38 600Costa Rica 9 20 25 38 1000Guatemala 4 16 45 34 1000El Salvador 5 18 40 33 1000Honduras 4 18 34 32 1000Uruguay 6 28 35 28 1199Mxico 6 28 42 22 1200Pregunta: Dira Ud. que tiene mucha, algo, poca o ninguna confianza en los partidos polticos?* Se han eliminado los no sabe/no contesta.Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del Latinobarmetro 1998.

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    21/311

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    22/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos13

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    Grfico II. El funcionamiento de los pases y el papel de los polticos

    0

    10

    20

    3040

    50

    60

    70

    80

    90

    Ecuador

    Colombia

    Honduras

    Paraguay

    Venezuela

    Guatemala

    ElSalvador

    Mxico

    MediaIbero.

    Per

    Panam

    Chile

    Brasil

    CostaRica

    Bolivia

    Argentina

    Nicaragua

    Uruguay

    S No

    partidos polticos en la tarea de representacin ciudadana. Y es cierto, todavez que hasta el momento salvo algunas excepciones9 los partidos no hanpodido ser reemplazados a la hora de representar las demandas de losciudadanos y en el ejercicio del gobierno. Por tanto, continan siendo losvnculos entre rgimen poltico y ciudadanos.

    Cuadro VI: Porcentaje medio de participacin poltica*Pas Media Voto Pas Media Voto

    Colombia 34,8 Voluntario Honduras 62,1 Obligatorio

    Guatemala 36,5 Obligatorio Ecuador 64,4 Obligatorio

    R.Dominicana 49,8 Obligatorio Venezuela 66,6 Obligatorio

    Mxico 52,2 Obligatorio Brasil 71,9 Obligatorio

    El Salvador 53,8 Obligatorio Nicaragua 74,5 Voluntario

    Paraguay 54,9 Obligatorio Argentina 80,7 Obligatorio

    Bolivia 57,5 Obligatorio Costa Rica 80,8 Obligatorio

    Per 59,3 Obligatorio Chile 84,1 Obligatorio

    Panam 61,5 Obligatorio Uruguay 89,3 Obligatorio

    * Porcentaje de voto sobre el total de la poblacin en edad legal de votar.Fuente:IDEA (1997). Voter turnout from 1945 to 1997: a global report on political participation Stokholm. International Institute for Democracy and Electoral Assistance.

    9 En este caso nos referimos a los intentos de reforma poltica realizados en Ecuador destinados a abrir la participacion a los independientes y quitar elmonopolio de la representacin a los partidos polticos. En este sentido vase Freidenberg y Alcntara (2001).

    Grfico III: Porcentaje medio de participacin poltica*

    30,0

    35,0

    40,0

    45,0

    50,0

    55,0

    60,0

    65,0

    70,0

    75,0

    80,0

    85,0

    90,0

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    23/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos14

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    Los datos sealados, adems, vienen a equipararse con los del Cuadro VII,segn el cual, el 55 por ciento de los latinoamericanos piensa que el voto esun instrumento para cambiar las cosas de cara al futuro, porcentaje que vendraa coincidir con el de la media de la participacin electoral. El voto en lamayora de los pases latinoamericanos contina siendo el instrumento pormedio del cual se eligen a los polticos y a travs de ellos a los partidos. Laspreferencias que se hacen por personas, como algunos militantes y dirigentes

    partidistas han sealado en diversas entrevistas realizadas10

    , terminanconvirtindose en apoyo a las estructuras partidistas.

    Cuadro VII: Importancia de votar* (en porcentajes)PAS La manera como uno vota puede

    hacer que las cosas seandiferentes en el futuro.

    No importa como uno vote, nohar que las cosas sean mejor en elfuturo.

    (N)

    Bolivia 46 45 764

    Colombia 49 47 1200

    Mxico 49 49 1200Guatemala 50 47 1000Honduras 50 41 1000Costa Rica 51 45 1000Chile 54 43 1200Panam 55 40 1000Media Iberoamericana 55 40 17902Paraguay 58 37 600Per 58 37 600Nicaragua 58 38 1000

    El Salvador 60 36 1000Brasil 60 37 1000Argentina 63 32 1264Venezuela 68 27 1200Uruguay 70 28 1199

    Pregunta: Algunas personas dicen que la manera como uno vota puede hacer que las cosas sean diferentes en el futuro. Otros dicen que independientementede como vote, no har que las cosas sean mejor en el futuro. Cul frase est ms cerca de su manera de pensar?*No han sido tenidos en cuenta los no sabe/ no contesta. Esta pregunta fue eliminada en el caso de Ecuador debido a un error en su aplicacin.Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del Latinobarmetro 1998.

    10 En el Proyecto de Investigacin sobre Partidos Polticos en Amrica Latina muchos de los militantes respondieron en este sentido.

    Importancia que tiene votar (%)

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    La manera como uno votapuede hacer que las c osas seandiferentes en e l futuro.

    No importa com o uno vote , nohar que las co sas s ean m ejoren el futuro.

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    24/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos15

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    V. Conclusiones

    En cualquier caso conviene analizar los datos por pases para constatar lasgrandes diferencias existentes. Tres de los cinco pases cuyos encuestadosmuestran en mayor grado que no tienen ninguna confianza en los partidos,Venezuela, Ecuador y Per, son los que en 2000 afrontaban la mayor crisispoltica de toda la regin. Como ya se mencion, Venezuela y Per refundaban

    sus canales de representacin popular y Ecuador era vctima de una inslitaespiral de inestabilidad poltica con cinco Presidentes en tres aos. Estospases han experimentado profundas crisis poltico-partidistas, al punto dellegar a refundarse en el caso de Venezuela y Per, el tipo de vnculosexistentes entre los partidos y los ciudadanos. Asimismo, resulta interesanteobservar que precisamente es en esos pases donde los ciudadanos creen enmayor porcentaje que su voto cuenta para cambiar las cosas en el futuro(Cuadro VII). Esta combinacin de crisis, cambio partidista y optimismo enel acto de votar por parte de los ciudadanos muestra una interesanteambigedad en la poltica de esos pases. Precisamente, las cifras devaloracin del voto en estos dos pases de alto nivel de crisis partidistas

    coinciden con aquellos en los que se ha dado una tradicional estabilidad delsistema de partidos como Uruguay o Argentina. Estas valoraciones tambinse manifestaron en Paraguay, Nicaragua, Brasil y El Salvador. En tanto, pasescomo Bolivia, Colombia, Mxico o Guatemala se presentan como casos enque la poblacin se divide en partes ms o menos parejas en cuanto a laposibilidad de que el voto cambie las cosas en el futuro. An as, laparticipacin electoral junto al voto continan siendo instrumentosreconocidos y valorados del sistema poltico, lo que afianza todava ms laactuacin de los partidos.

    El argumento central de este artculo radica en destacar que los partidos sonimportantes y cuentan en la vida poltica de Amrica Latina. A pesar de lospronsticos, de las percepciones generales de los ciudadanos y de algunosanlisis, la tendencia general que se manifiesta es de cierta estabilidad en laconfiguracin de los sistemas de partidos latinoamericanos. En la mayorparte de los sistemas polirquicos las elites partidistas que refundaron lasreglas del juego poltico continan siendo parte de la vida poltica de cadapas y, a travs de esos partidos, siguen haciendo operativo y legitimizandoal sistema poltico.

    Como ya se ha mencionado en las pginas anteriores, los partidos en AmricaLatina continan estructurando la competencia y dando forma a los resultadoselectorales; siguen creando el universo conceptual que orienta a los ciudadanosy a las elites en cuanto a la comprensin de la realidad poltica, ayudan aconcertar acuerdos en torno a polticas gubernamentales (muchas veces demanera coyuntural, como alianzas fantasmas y hasta por polticas especficas,pero lo hacen), establecen acciones para la produccin legislativa; proveende cuadros a las instituciones y, con todo ello, hacen operativo al sistemapoltico. Los partidos continan siendo los actores principales en la

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    25/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos16

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    estructuracin de la dinmica poltica latinoamericana, a pesar de ciertasexcepciones de sistemas puntuales y del papel que cada vez ms tienen losmedios de comunicacin de masas y algunos nuevos movimientos sociales.

    Dada la centralidad que los partidos continan teniendo resulta interesante

    pensar en la necesidad de conocer an ms como funcionan internamente.Esto conduce a cambiar la unidad de anlisis desde los sistemas de partidosa los partidos y observar el modo en que interactan los diversos actores quelos integran; sus caractersticas y su naturaleza; su participacin en losprocesos de toma de decisiones; el modo en que se produce la poltica y stase ejerce. Si los partidos continan siendo centrales en el sistema poltico,entonces habr que profundizar en su estudio. Una lnea de trabajo que surgecomo propuesta es la que centra la unidad de anlisis en las estrategias quedesarrollan para alcanzar sus metas. Al querer ganar elecciones, cuentan conestrategias organizativas (decisiones y actividades) que les ayudan a conseguirsus fines. Quizs, al profundizar en este tipo de anlisis, se conozca an ms

    el modo en que se estructuran y funcionan, lo que ayudara a reflexionarsobre sus falencias y contribuira a establecer los puntos que llevan a sudesconexin con los ciudadanos.

    ALCNTARA SEZ, Manuel. Anlisis comparado del papel de los partidosen los procesos de transicin poltica. En DUTRNIT Silvia y VALDSLeonardo (coord.).El fin de siglo y los partidos polticos en Amrica Latina.Mxico: Instituto Mora y Universidad Autnoma Metropolitana, 1994.

    ALCNTARA SEZ, Manuel. Elecciones, electores y partidos en AmricaLatina en la dcada de 1990. Amrica Latina Hoy 13 (mayo),1996: 7-16(Salamanca y Madrid: Instituto de Estudios de Iberoamrica y Portugal/SEPLA).

    ALCNTARA SEZ, Manuel. Las tipologas y funciones de los partidospolticos En Autores Varios. Curso de Partidos Polticos. Madrid: AKALUniversitaria. 37-57, 1997.

    ALCNTARA SEZ, Manuel. Sistemas Polticos de Amrica Latina. Vol Iy II. Madrid: Tecnos, 1999.

    ALCNTARA SEZ, Manuel y FREIDENBERG, Flavia. Estructura yFuncionamiento de los partidos polticos en Amrica Latina. Salamanca:Ediciones de la Universidad de Salamanca. En prensa.

    ALDRICH, John. Why Parties? The Origin and Transformation of PoliticalParties in America. Chicago and London: The University of Chicago Press,1995.

    VI. ReferenciasBibliogrficas

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    26/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos17

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    LVAREZ, Angel. E.Los dineros de la poltica. Competencia en el mercadopoltico e intervencin del Estado. Caracas: Universidad Central de Venezu-ela. Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas. Institutos de Estudios Polticos,1997.

    COTARELO, Ramn.Los partidos polticos. Madrid: Alianza, 1985.

    CAVAROZZI, Marcelo. Los partidos polticos latinoamericanos: susconfiguraciones histricas y su papel en las transiciones recientes. EnALCNTARA, Manuel y CRESPO, Ismael. (eds). Los lmites de laconsolidacin democrtica en Amrica Latina. Salamanca: EdicionesUniversidad de Salamanca, 1995.

    COPPEDGE, Michael. Strong Parties and Lame Ducks. PresidentialPartyarchy and Factionalism in Venezuela. Stanford: Stanford UniversityPress, 1994.

    DEL CASTILLO, Pilar y ZOVATTO, Daniel. La financiacin de la polticaen Iberoamrica. San Jos de Costa Rica: IIDH- CAPEL, 1998.

    DI TELLA, Tulio.Historia de los partidos polticos en Amrica Latina. SigloXX. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1993.

    DOWNS, Anthony.An Economic of Theory of Democracy. Harper and Bros,1957.

    DUTRNIT, Silvia. Coord.Huellas de las transiciones polticas. Partidos yelecciones en Amrica Latina. Mxico: Instituto Mora, 1998.

    DUTRNIT, Silvia y VALDS, Leonardo. El fin de siglo y los partidospolticos en Amrica Latina. Mxico: Instituto Mora-UAM Iztapalapa, 1994.

    DUVERGER, Maurice. Les partis politiques. Paris: Librairie ArmandColin.1951. (Edicin castellana consultada:Los partidos polticos. Mxico:Fondo de Cultura Econmica. 1992).

    ELDSERVELD, Samuel. Political Parties. An Behavioral Analysys. Chi-

    cago: Rand McNally, 1964.

    FERNNDEZ RUBIO, Delia.El financiamiento de los partidos polticos.Buenos Aires: CIEDLA, 1997.

    FREIDENBERG, Flavia y ALCNTARA SEZ, Manuel.Los dueos delpoder: Partidos Polticos en Ecuador 1978-2000. Quito: Flacso- Sede Ec-uador, 2001. En prensa.

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    27/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos18

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    GARRETN, Manuel Antonio (ed).Los partidos y la transformacin polticade Amrica Latina. Santiago: CLACSO y FLACSO- Chile, 1993.

    JIMENEZ POLANCO, Jackeline. El Partido Revolucionario Dominicano(PRD): La faccionalizacin de un partido carismtico. En LPEZ NIETO,

    L.; GILLIESPIE, R. y WALTER, M (Comp.). Poltica Faccional yDemocratizacin. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1995.

    KATZ, Richard y MAIR, Peter. Three Faces of Party Organization: Adapta-tion and Change. Ponencia preparada para elXII World Congress of Sociol-ogy realizado en Madrid entre el 9-13 julio. Mimeo, 1990.

    KATZ, Richard y MAIR, Peter. Changing Models of Party Organization andParty Democracy. The Emergence of the Cartel Party. Party Politics. 1995, 1(1), p. 5-29.

    KIRCHHEIMER, Otto. The transformation of the Western European PartySystem. In Lapalombara and Winer, M. Political Parties and Political De-velopment. Princeton: Princenton University Press, 1966.

    LAAKSO, M. y TAAGEPERA, R. Effective number of parties. A measurewith application to West Europe. Comparative Political Studies. 1979, 12, p.3-27.

    LEVITSKY, Steve. Crisis, adaptacin partidaria y estabilidad del rgimenen la Argentina: el caso del peronismo (1989-1995). Revista de Ciencias

    Sociales.1997, 6 (septiembre), p. 85-131 (Quilmes: Universidad Nacional

    de Quilmes).

    LIPSET, Seymour. M. y ROKKAN, Stein. (1967). Party, Systems and VoterAlignements.. New York: Free Press. (Versin en castellano consultada:LIPSET, S.M. y ROKKAN, S. Estructura de divisin, sistemas de partidos yalineamientos electorales. En BATTLE, A.Diez textos bsicos de CienciaPoltica. Barcelona: Airel.1992).

    MAINWARING, Scott y SCULLY, Timothy. (eds.). Building DemocraticInstitutions. Stanford: Stanford University Press, 1995.

    MAINWARING, Scott y SOBERG SHUGART, Michael. (eds).Presidencialism and Democracy in Latin America. Cambridge y New York:Cambridge University Press, 1997.

    MALAMUD, C. Partidos polticos y elecciones en Amrica Latina y lapennsula. Madrid: Instituto Universitario Ortega y Gasset, 1995.

    MANZ, T. y ZUAZO, M. (Coords). Partidos polticos y representacin en

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    28/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos19

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    Amrica Latina. Caracas: Nueva Sociedad, ILIDIS, Friedrich Ebert Stiftung-FES, 1998.

    MAYORGA, Ren.Antipoltica y neopopulismo. La Paz: CEBEM, 1995.

    MORGENSTERN, Scott. The electoral connection and the legislative pro-cess in Latin America: Factions, Parties and Alliances in theory and practice.Ph. D. dissertation. San Diego: University of California, 1996.

    NOHLEN, Dieter. Sistemas Electorales y Sistemas de partidos. Mxico: FCE,1993.

    PANEBIANCO, Angelo. Modelli di partito. Bologna: Societa Editrice ilMulino (Edicin castellana consultada:Modelos de partido. Madrid: AlianzaEditorial. 1990),1982.

    PERELLI, Carina; PICADO, Sonia y ZOVATTO, Daniel. (Comps). Partidosy clase poltica en los 90. San Jos: IDDH-CAPEL, 1995.

    RAMOS ROLLN, Mara Luisa. La financiacin de los partidos polticosen Amrica Latina: Estado actual y propuestas de reforma. EnRevista deEstudios Polticos.1998, 102 (octubre -diciembre) p 321- 337. (Madrid:Centro de Estudios Constitucionales).

    RAE, Douglas.Leyes electorales y sistemas de partidos polticos. Madrid:CITEP, 1977.

    SANI, Giacomo y SHABAD, Goldie. Adversarios o competidores? Lapolarizacin del electorado. En LINZ, Juan Jos y MONTERO, Jos Ramn.Crisis y cambio : Electores y partidos en la Espaa de los ochenta. Madrid:Centro de Estudios Constitucionales, 1986.

    SARTORI, Giovanni. Partidos y sistemas de partidos. Madrid: Alianza, 1976.(Edicin castellana consultada, 1992).

    SARTORI, Giovanni y SANI, Giacomo. Polarizacin, Fragmentacin ycompeticin en las democracias occidentales. En SARTORI, G. Partidos y

    Sistemas de Partidos. Madrid: Alianza, 1992.

    VON BEYME, Klaus.Los partidos polticos en las democracias occidentales.Madrid: Centro de Investigaciones Sociolgicas, 1986.

    WEBER, Max.Economa y Sociedad. Mxico: Fondo de Cultura Econmica,1992.

    Trabajo en prensa que ser publicado en la Revista Amrica Latina Hoy n 27 (abril)17-35 (Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca).

    Los Partidos Polticos en Amrica Latina

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    29/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos20

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    30/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos21

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    LA DEMOCRACIA ENDESEQUILIBRIO

    IVAN DOHERTY*

    Max Weber alguna vez calific a los partidos polticos como los hijosde la democracia, sin embargo, en los ltimos aos la sociedad civil,en democracias nuevas y emergentes, se ha convertido en el hijo favorito delos esfuerzos internacionales de asistencia a la democracia. La sociedad civilha sido descrita como la fuente de la democracia, lo cual es un enunciadoromntico casi exagerado. La comunidad internacional ha promovido lasorganizaciones civiles, las ha ayudado y respaldado en su expansin y

    desarrollo, a menudo basndose en las ruinas de los desacreditados partidospolticos. Este ha sido un esfuerzo bueno y necesario. No obstante, la atencincasi exclusiva dada a la sociedad civil ya no es slo algo de moda. Paraalgunos se ha convertido en una obsesin, un mantra.

    Cada vez ms, los recursos estn siendo canalizados hacia programas quedesarrollan la sociedad civil y excluyen a los partidos polticos e institucionespolticas como el parlamento. Diversos donantes privados y pblicos sientenque es ms virtuoso ser miembro de una organizacin civil que de un partido,y que participar en actividades partidistas debe esperar hasta que exista ciertonivel de desarrollo social. Hay un grave peligro en un abordaje tal. Consolidar

    las organizaciones civiles, que representan la demanda en la ecuacin poltica,sin dar la asistencia correspondiente a las organizaciones polticas que debenreunir los intereses de los mismos grupos, finalmente acabar por daar elequilibrio democrtico. Desatender los partidos polticos y parlamentos puedeamainar el proceso tan dramtico que la asistencia al desarrollo busca mejorar.Sin partidos polticos e instituciones polticas slidas que sean responsablesy efectivas, que puedan negociar y comprometerse a responder las demandasencontradas, se abre la puerta a aquellos lderes populistas que buscan pasarpor encima de las instituciones del gobierno, especialmente por cualquiersistema de controles y equilibrios y por el estado de derecho.

    En los aos 80 y 90, la sociedad civil se convirti en el centro de atencin demoda, a medida que el cambiante panorama poltico creaba nuevasoportunidades para las agrupaciones civiles de aquellos pases que emergande regmenes dictatoriales. Este nuevo encaprichamiento con la sociedadcivil puede ser atribuido a diversos factores: el papel crucial desempeadopor la sociedad civil antes de que los partidos polticos verdaderos puedan

    La Sociedad Civil nopuede Reemplazar alos Partidos Polticos

    El boom de lasociedad civil

    * Ivan Doherty es el director de programas para partidos polticos del Instituto Nacional Demcrata (NDI) y es ex secretario general del partido Fine Gaelde Irlanda.

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    31/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos22

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    operar legalmente al liderar la ofensiva contra los regmenes totalitarios enAsia y Europa Oriental; la pronta reaccin adversa hacia los partidos polticospor parte de los ciudadanos que haban vivido en sistemas unipartidistas enmuchos de estos pases; y la reaccin de aquellos que desde democraciasestablecidas, y desilusionados con los sistemas partidistas, ofrecan respaldo

    y ponan sus esperanzas en la sociedad civil como un medio de renovacinpoltica.

    Aquellos que avalan el desarrollo de la sociedad civil como una manera deinvolucrarse apolticamente con la poltica interna de un pas no llegan areconocer las limitaciones de un abordaje semejante. En primer lugar, lasagrupaciones de la sociedad civil en democracias nuevas y emergentesconstantemente lidian con lo que intrnsecamente son asuntos polticos. Porejemplo, dentro del contexto de la observacin de un proceso electoral o depropugnacin de mejores condiciones de vida, los partidos polticos siguensiendo el vehculo principal para la accin poltica y promulgacin de leyes.

    Si ellos no participan en el proceso, el avance slo ser limitado. Al dejar delado el tema de las polticas partidarias en el apuro por reforzar la sociedadcivil, se corre el riesgo de debilitar las polticas representativas y de no explotarlos medios reales de influencia poltica abiertos a la sociedad civil.

    Existen abundantes ejemplos de pases que cuentan con una sociedad civilfuerte y activa donde la debilidad o atrincheramiento de los partidos polticossirve para poner todo el sistema democrtico en peligro. En Bangladesh, apesar de la abundancia de grupos de defensa y accin de ciudadanos, laparalizacin recurrente de las polticas partidarias relega al pas y susciudadanos a una pobreza lamentablemente. Despus de haber cambiadodictaduras militares por gobiernos elegidos por el pueblo en muchas ocasionesdurante la dcada pasada, pareciera que algunos lderes polticos hanaprendido muy poco. Las dos fuerzas polticas principales de Bangladeshhan contribuido al impasse poltico continuo. La influencia ejercida pormuchos lderes polticos en adeptos y ciudadanos es utilizada constantementepara objetivos partidarios especficos, mientras que la sociedad civilpermanece de lado impotente. Del mismo modo, la tendencia a promoverdivisiones en la sociedad civil indica el reconocimiento de la amenaza realque una sociedad civil unida e independiente significa para aquellos quedesean debilitar el sistema democrtico o trastocarlo. Si no se toman acciones

    en el rea de la reforma de partidos polticos y no se crea un sistemaparlamentario ms abierto y transparente, el destino de la democracia y elbienestar del pueblo de Bangladesh continuar bajo amenaza.

    En Marruecos, miles de ONGs y grupos de defensa han estado activos pormuchos aos, pero la migracin gradual hacia una poltica democrtica surgicomo resultado de los cambios en la constitucin, los cuales permitieron quelos resultados de las elecciones se plasmen adecuadamente en la formacindel gobierno. Despus de las elecciones de 1998, por primera vez los partidos

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    32/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos23

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    polticos que recibieron la mayora de votos fueron invitados a formar partedel gobierno. Como consecuencia, los partidos que eran considerados comoanti-gobierno y haban sido la oposicin por casi 50 aos llegaron al podermarcando as el comienzo de una nueva era que anhelaba un sistema polticoms abierto y democrtico. Si bien la sociedad civil desempe un papel

    crucial en generar estos cambios, fue el compromiso de los partidos y suslderes lo que los hizo efectivos. La buena disposicin de los lderes polticospara jugar un papel constructivo cuando las condiciones no eran ideales llegen una coyuntura crtica en la historia de Marruecos. An cuando Marruecosse encuentra meramente en las etapas iniciales de una transicin democrticay el resultado no se puede asegurar, la madurez desplegada por los lderespolticos durante esos pasos iniciales ha permitido construir cimientosimportantes.

    Casi inmediatamente, los partidos polticos buscaron ayuda de la comunidadinternacional para lidiar con su nuevo clima poltico. Reconocieron lanecesidad de hacer que el parlamento sea ms democrtico y que el nuevogobierno sea ms receptivo. Los partidos carecan de experiencia paraconstruir y mantener coaliciones verdaderas y para involucrar adecuadamentea la sociedad civil en el proceso de la poltica representativa. Igualmente, sereconoci que estos cambios podan y, de hecho, sacaran a los partidos delgobierno del mismo modo que les haban conferido el mandato. A lo largode todos estos acontecimientos, la sociedad civil desempe un papel cru-cial en la sensibilizacin del pblico en cuanto a los muchos obstculos quean quedaban para tener una mayor participacin en el proceso democrtico.De hecho, se requiri una representacin ms inclusiva y receptiva. La buena

    disposicin de los partidos polticos de aceptar las reformas, con la ayudaexterna, sirvi para crear una relacin ms estable y saludable entre los lderespolticos y la sociedad civil.

    Irlanda del Norte es otro ejemplo de una sociedad civil bien desarrollada yfinanciada que fracas en el intento de llenar el vaco creado por las estancadasfuerzas polticas. Durante dcadas, la provincia de Ulster fue sacudida porconflictos internos, sus comunidades amargamente divididas y el papel desus polticos electos severamente coartado. La responsabilidad de proveermuchos de los servicios que normalmente eran provistos por los gobiernoslocales recay en ONGs y otros grupos comunitarios a travs de comits

    frecuentemente conocidos como quangos (entes semi-autnomos). Dichoscuerpos eran formalmente clasificados como entes pblicos nodepartamentales o NDPBS. Estos cuerpos eran formados por funcionariosno electos y su autoridad provena del gobierno central con muy poca oninguna rendicin de cuentas ante los ciudadanos. Estos recibieronfinanciacin pblica y llevaron a cabo un trabajo valioso en comunidades detoda la provincia. Si bien los lderes polticos lidiaban con divisionessectoriales aparentemente insuperables, y el estado de derecho se convirtien violencia y terrorismo, no se pudo progresar sino hasta que se lleg a

    Lasagrupacionesde la sociedad

    civil endemocracias

    nuevas yemergentes

    constantementelidian con lo

    queintrnsecamente

    son asuntospolticos.

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    33/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos24

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    algunos acuerdos que reconocan las diversas aspiraciones de las comunidadesNacionalista y Unionista. Estos acuerdos fueron obtenidos a travs denegociaciones entre los lderes polticos y fueron avalados por la sociedadcivil. No existe duda alguna de que la sociedad civil fue un elemento funda-mental para lograr el consenso, pero sin la participacin total de los partidos

    polticos ningn acuerdo hubiera sido posible. El eventual acuerdo de auto-gobierno (Good Friday 1998) por medio de la co-participacin en el poderfue respaldado por casi 70 por ciento del electorado en un referndum eincluy un papel que la sociedad civil desempeara a travs de la creacinde un foro civil, el cual actuara como un mecanismo de consulta de asuntossociales, econmicos y culturales.

    En ejemplos similares a lo largo del orbe desde Chile y Filipinas en losaos 80 hasta Indonesia y Serbia en los 90 los esfuerzos combinados ycomplementarios de los partidos polticos y la sociedad civil han devuelto lademocracia a muchos ciudadanos. En casi todos los casos, podra ser ms

    fcil y cmodo para la comunidad internacional brindar apoyo y aliento a lasociedad civil mientras que tiene una interaccin limitada con los partidospolticos. Sin embargo, as como cualquier transicin a la democracia requierede la movilizacin popular, tambin necesita marcos constitucionales einstitucionales. La movilizacin inicial podr estar bien orquestada por lasociedad civil pero los partidos polticos son los nicos actores que puedenbrindar el marco institucional necesario.

    No es que los partidos polticos en jvenes democracias estn desprovistosdel respaldo internacional. En los Estados Unidos, el Instituto NacionalDemcrata y el Instituto Republicano Internacional, con el apoyo del

    Na-tional Endowment for Democracy y la Agencia Internacional para elDesarrollo brindan asistencia y asesora tcnica a partidos democrticosalrededor del mundo. Ambos institutos tambin han respaldado el desarrollode organizaciones civiles, particularmente su participacin en el procesopoltico. En otros pases, esfuerzos similares han sido realizados por parte dela pblicamente financiada Fundacin Westminster para la Democracia enGran Bretaa y por fundaciones afiliadas con partidos polticos en Alemania,Suecia y Holanda. No obstante, este apoyo dado a los partidos ha sidoeclipsado por los enormes recursos otorgados a las organizaciones civiles einstituciones estatales por parte de agencias donantes, instituciones financieras

    internacionales y fundaciones privadas. Este desequilibrio en la asistenciatiene las consecuencias no planeadas de devaluar y marginar los cimientosde la democracia representativa: los partidos polticos y las legislaturas enlas que estos operan. Durante pocas de crisis se puede crear un vaco poltico,lo que invita al pblico en general a realizar peticiones directas. Los partidospolticos no son perfectos, pero ninguna otra institucin nacional puede servirtambin para impedir el surgimiento de lderes autocrticos o gobiernos pordecreto.

    Sin laparticipacin

    total de lospartidos

    polticosningnacuerdo

    hubiera sidoposible.

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    34/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos25

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    Con mucha frecuencia, la asistencia tcnica a los partidos polticos estdisponible en etapas muy tardas del proceso y en una forma tan precaria quetiene muy poco impacto en el desarrollo a largo plazo. A menudo, sta secentra en tcnicas de campaa, que en realidad siempre son los desafos msapremiantes que los partidos polticos nuevos y dbiles enfrentan. Los nuevos

    partidos continuamente luchan por montar campaas efectivas y cumplir conlas expectativas de un electorado recientemente informado. El desafo msimportante aparece en el periodo post-electoral, cuando la consolidacin delsistema de los partidos polticos presenta retos incluso ms difciles para loslderes de los partidos. Y en este punto generalmente existe muy poca ayudao respaldo de la comunidad internacional. En el apuro por realizar laselecciones, los partidos a menudo no consideran los temas de desarrolloinstitucional sino hasta que la contienda electoral acaba. Ms adelante quizsse vean forzados a aceptar un nuevo panorama poltico donde sea necesarioque estos se concentren en crear instituciones democrticas. En una etapacrucial en el desarrollo y consolidacin inicial de los partidos, los lderes y

    muchos funcionarios clave son invitados a participar en el gobierno y elproceso legislativo, permitiendo de ese modo que sus nacientes partidos seatrofien. Muchos partidos no estn suficientemente preparados para lasdemandas tanto del gobierno como de la oposicin, y no son capaces desatisfacer adecuadamente las expectativas ciudadanas. Esto slo exacerba elcinismo pblico.

    En democracias emergentes a nivel mundial, los partidos polticos son yasea demasiado dbiles, demasiado individualistas, demasiado restringidospor gobiernos opresores o demasiado corruptos y desconectados como paraganarse el respeto y respaldo del pblico. En Rumania, por ejemplo, los excomunistas permanecieron en el gobierno durante varias elecciones hastaque una coalicin de partidos de oposicin de todo el espectro poltico llegal poder en 1996. Los partidos de reforma consiguieron una victoriaarrolladora, tomando el control de ambas cmaras del parlamento y llegandoa la presidencia. Debido a la inexperiencia y las deficientes relaciones entrelos partidos, el nuevo gobierno rpidamente se paraliz y erosion su basede respaldo para ser reemplazado en el siguiente proceso electoral cuatroaos despus. Un panorama similar se podra estar dando en Eslovaquiaactualmente. Desde Rusia a Venezuela y Per a Pakistn, cuando los pases

    experimentan una crisis poltica, a menudo, el meollo del asunto es elproblemtico estado de los partidos polticos.

    Las ansiedades acerca del estado de la democracia en Rusia estn claramenteligadas con la ausencia de partidos polticos slidos y democrticos. Diezaos despus de la desaparicin de la Unin Sovitica, Rusia ha producidopartidos polticos que son ya sea slidos o democrticos, desafortunadamente,no hay muchos partidos que tengan ambas cualidades. Tal como sealaraMichael McFaul en su revisin de las seis agrupaciones que ganaron escaos

    Los fracasos de lospartidos

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    35/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos26

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    en el Duma en 1999, dos no son partidos y dos no son democrticos. Los dosque podran ser considerados como partidos polticos democrticoscomprometidos con principios liberales y el estado de derecho ganaron, en-tre los dos, 14.5 por ciento de los votos y 49 de 450 escaos en la legislatura.Los partidos polticos en Rusia son dbiles por que los polticos poderosos

    deliberadamente han querido hacerlos as. El Presidente Yeltsin se opuso alos partidos polticos y vio que no haba ventaja alguna en unirse a uno deellos al momento de dejar el Partido Comunista Sovitico. Aun cuando lgan dos elecciones, nunca dese crear una organizacin basada en unprograma duradero y en el electorado. Su sucesor, Vladimir Putin, no esmiembro de ningn partido, aunque un grupo que lo avalaba obtuvo 25 porciento en las elecciones del Duma. Actualmente, est proponiendo unalegislacin que restringira las actividades de los partidos polticos.

    Los partidos polticos en Rusia son dbiles por que los polticos poderososdeliberadamente han querido hacerlos as.

    Indonesia tambin est migrando de un pasado autoritario hacia las tierrasdesconocidas de un sistema competitivo multipartidista. Donde haba existidoun puado de partidos polticos sumisos bajo el antiguo rgimen, el nuevoorden poltico trajo consigo una variedad de partidos de todas formas ytamaos al panorama poltico. Un total de 48 partidos cumplieron con loscriterios de inscripcin, mientras que otros 93 no calificaron. Despus de laselecciones de 1999, menos de 15 partidos polticos estn representados en elparlamento, el ms importante tiene slo el 30 por ciento de los escaos. Enlas negociaciones post-electorales, Abdurrahman Wahid fue elegidopresidente por el parlamento, aun cuando su partido slo obtuvo 51 escaosen la asamblea, mientras que a la favorita Megawati Sukarnoputri, cuyopartido obtuvo 154 escaos, se le ofreci la vicepresidencia. La situacinpoltica en Indonesia es an inestable, muy pocos partidos han podido aceptarel nuevo clima poltico, y todos han fracasado en representar adecuadamentea aquellos electores que los respaldaron en las elecciones. La democratizacinse encuentra en una etapa muy delicada en Indonesia, hay todava mucho porhacer en cuanto al fortalecimiento de los partidos polticos. Al mismo tiempo,es imperativo que los ciudadanos participen en el proceso y que los partidossean ms representativos de la sociedad y ms receptivos ante sus necesidades.

    Existen tambin numerosos pases donde los partidos polticos han llegado a

    perder su mandato de funcionar debido a su propio mal manejo del sistemapoltico. En Pakistn, por ejemplo, los partidos polticos dilapidaron sucredibilidad hasta el punto en el cual el derrocamiento del orden polticoexistente por parte de los militares, en octubre 1999, aun cuando no fue bienacogido, fue aceptado. Ciertamente es una causa de grave preocupacin yresalta la crisis en los partidos polticos cuando un golpe de estado es vistopor muchos como una solucin aceptable ante partidos polticos nodemocrticos y poco receptivos.

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    36/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos27

    INSTITUTO NACIONAL DEMCRATA

    Venezuela es otro ejemplo de lo que sucede en ausencia de un sistemapartidista creble. El actual presidente intent (y fall) tomar el control delpas por la fuerza en 1992, sin embargo sigui adelante para establecersecomo una alternativa aceptable al sistema partidista que haba demostradoser dbil e incapaz. Fue elegido como presidente en 1999. Desde el final de

    la dictadura en 1959, un sistema bipartidista que representaba a losDemcratas Sociales y a los Demcratas Cristianos haba dominado la polticavenezolana. Ambos partidos eventualmente perdieron el contacto con elelectorado, mostraron escaso inters por los pobres y menos privilegiados, yno pudieron enfrentar la creciente corrupcin en sus filas. Estabandesacreditados ante los ojos de los ciudadanos, lo que permiti a Hugo Chvezsurgir del vaco poltico promoviendo una imagen de militar honesto porencima de la poltica un hombre dispuesto a actuar radicalmente contra elgobierno corrupto. Desde su eleccin, Chvez empez a centralizar anms el poder ejecutivo en sus manos enmendando la constitucin. En ladefensa de estas medidas, l seala que est buscando brindar democracia

    directa debido al fracaso de la democracia representativa. Despus deprescindir de los partidos polticos tradicionales, ha empezado ahora adesmembrar la sociedad civil, comenzando con los sindicatos.

    Existen tambin otros pases donde los partidos polticos estn prohibidos oreprimidos, y si bien se ha hecho mucho con la falta de pluralismo de partidospolticos, no hay una respuesta sencilla acerca de cmo brindar apoyo a losdemcratas en estos pases. Cualquier seal de actividad poltica representaun grave peligro para aquellos en pases tales como China, Birmania,Bielorrusia y Cuba. En junio 2000, Uganda llev a cabo un referndum paradecidir si los partidos polticos podan participar en las elecciones de dichopas, despus de haber estado prohibido por ms de dos dcadas. Elreferndum confirm el sistema llamado sin partido. El PresidenteMuseveni ha desplegado un controvertido esfuerzo para conducir la polticasin partidos polticos, alegando que estos fomentan hostilidad y discordiatnica. An as, sencillamente prohibir los partidos polticos no parece seruna solucin, ya que el resultado ms se asemeja a un sistema unipartidistadonde la competencia poltica ms efectiva es sofocada.

    La revolucin democrtica global de la dcada pasada ha demostrado que

    las personas consideran la democracia como una necesidad y un derecho a lavez, y no una mera aspiracin que debe ser sopesada o incluso eclipsada porotros intereses nacionales o econmicos. Los sistemas de gobiernoverdaderamente abiertos y democrticos no son una amenaza para el bienestarindividual o comunitario, ms bien son un medio mediante el cual la nacinpuede llegar a su mximo potencial, tanto econmica como polticamente.La democracia requiere que se hagan trabajar las estructuras democrticas:legislaturas que representen a la ciudadana y fiscalicen al ejecutivo;elecciones en las cuales los electores realmente escojan a sus lderes; poderes

    Trabajar juntos

    La Democracia en Desequilibrio

  • 8/6/2019 Manual de Gerencia Poltica

    37/311

    MANUAL DE GERENCIA POLITICA :: Pensando Los Partidos Polticos28

    NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE

    judiciales inmersos en la ley y libres de toda influencia externa; un sistemade controles y equilibrios dentro de la sociedad; e instituciones y lderes querindan cuentas al pblico.

    El respaldo y colaboracin activa de partidos polticos slidos e inclusivos

    junto con una sociedad civil vehemente deben ganar aceptacin como laecuacin perfectamente balanceada para poder lograr un sistema de gobiernoms transparente y participativo. Fortalecer las instituciones democrticasen democracias nuevas o en transicin no es cuestin de tener que escogerentre la creacin de una sociedad civil slida o la consolidacin de partidospolticos e instituciones polticas como el parlamento. El verdadero desafoes equilibrar el respaldo dado a las instituciones y organizaciones democrticasque son ms responsables e inclusivas mientas que, al mismo tiempo, secontine promoviendo y alimentando el desarrollo de una sociedad civil muybien asentada y activa.

    Los p