MANEJO DEL PASTOREO CON VACAS LECHERAS · de 20 a 30 días. Invierno En invierno, el pastoreo...

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Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la fuente y el autor. Comité Editor: Luis Opazo R., Periodista; Humberto Navarro, Ing. Agr. M.Sc. INIA Remehue. Casilla 24-0 Osorno, Chile. Fono (64) 450420 Fax (64) 237746 La mención o publicidad de productos no implica recomendación de INIA Remehue. Año 2009 75 MANEJO DEL PASTOREO CON VACAS LECHERAS Maximizar la producción de forraje de alta calidad por hectárea y optimizar su utilización por el ganado, son dos aspectos esenciales de la gestión técnica de una explotación lechera en base a praderas. El manejo del pastoreo influye sobre ambos aspectos y por ende, en la producción de leche por hectárea. Por una parte afecta el rendimiento y persistencia de la pradera, condicionando su capacidad sustentadora. Por otra, controla la oferta de forraje por animal y su valor nutritivo, determinando el consumo de nutrientes y el rendimiento individual. Una vez ajustada la carga animal, los dos aspectos más importantes del manejo cotidiano del pastoreo en el corto plazo son: El control del momento o frecuencia de utilización de la pradera, que determina la disponibilidad de forraje prepastoreo y, con ello, la composición morfológica (proporción de hojas, tallos, material muerto) y el valor nutritivo del forraje. El control de la intensidad de pastoreo, que determina la cantidad de residuo postpastoreo y, en consecuencia, el consumo realizado por los animales. En función de éstos, puede definirse un tercer parámetro de manejo que es la oferta de pradera por animal, la que se regula mediante la asignación de superficies, permitiendo racionar los animales a pastoreo y controlar anticipadamente el residuo de pradera (Figura 1). El momento o frecuencia de utilización determina cuándo pastorear y por lo tanto, la calidad nutritiva del forraje y la facilidad o velocidad con que éste puede ser consumido por el animal (tamaño de los bocados). La frecuencia de pastoreo puede ser controlada para cada JULIAN PARGA M. INIA Remehue Control del momento o frecuencia de utilización de la pradera

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Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la fuente y el autor.Comité Editor: Luis Opazo R., Periodista; Humberto Navarro, Ing. Agr. M.Sc.INIA Remehue. Casilla 24-0 Osorno, Chile. Fono (64) 450420 Fax (64) 237746

La mención o publicidad de productos no implica recomendación de INIA Remehue.

Año 2009

75

MANEJO DEL PASTOREO CONVACAS LECHERAS

Maximizar la producción de forraje de alta calidad porhectárea y optimizar su utilización por el ganado, son dosaspectos esenciales de la gestión técnica de una explotaciónlechera en base a praderas. El manejo del pastoreo influyesobre ambos aspectos y por ende, en la producción deleche por hectárea. Por una parte afecta el rendimiento ypersistencia de la pradera, condicionando su capacidadsustentadora. Por otra, controla la oferta de forraje poranimal y su valor nutritivo, determinando el consumo denutrientes y el rendimiento individual.Una vez ajustada la carga animal, los dos aspectos másimportantes del manejo cotidiano del pastoreo en el cortoplazo son:• El control del momento o frecuencia de utilización de

la pradera, que determina la disponibilidad de forrajeprepastoreo y, con ello, la composición morfológica(proporción de hojas, tallos, material muerto) y el valornutritivo del forraje.

• El control de la intensidad de pastoreo, que determinala cantidad de residuo postpastoreo y, en consecuencia,el consumo realizado por los animales.

En función de éstos, puede definirse un tercer parámetrode manejo que es la oferta de pradera por animal, la quese regula mediante la asignación de superficies, permitiendoracionar los animales a pastoreo y controlaranticipadamente el residuo de pradera (Figura 1).

El momento o frecuencia de utilización determina cuándopastorear y por lo tanto, la calidad nutritiva del forraje y lafacilidad o velocidad con que éste puede ser consumidopor el animal (tamaño de los bocados).La frecuencia de pastoreo puede ser controlada para cada

JULIAN PARGA M.INIA Remehue

Control del momento o frecuenciade utilización de la pradera

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período del año de acuerdo a diversos criterios, tales comoel tiempo de descanso de la pradera, la altura (cm) o ladisponibilidad de forraje prepastoreo (kg de MS/ha), y/o elnúmero de hojas nuevas emergidas por macollo. Sinembargo, ninguno de ellos reemplazará el recorrido yobservación visual de los potreros, ya que esto posibilita lamejor apreciación global del estado o condición de lapradera.Los objetivos son: Permitir el descanso suficiente de lapradera para lograr una adecuada acumulación de reservaspara un rápido rebrote, y optimizar la disponibilidad ycosecha de hojas verdes por el animal al momento delpastoreo.

PrimaveraLa primavera es el período más delicado en términos demanejo, ya que se produce cerca del 50% del forraje,sobrepasando ampliamente la capacidad de consumo delos animales. Además, el pasto madura con rapidez una vezque comienza el encañado, disminuyendo su digestibilidad.El momento óptimo de utilización es cuando la praderaalcanza entre 15 y 20 cm de altura sin disturbar (2.200 a2.600 kg de MS/ha), momento en que la mayor parte delos macollos ha alcanzado el estado entre 2 y 3 hojas.Dependiendo del tipo de pradera y de las condicionesclimáticas, se debe acelerar gradualmente la rotación desdeaproximadamente 25 días en septiembre hasta un mínimode 14 días en noviembre, reduciendo el área de pastoreoy liberando los potreros excedidos (aquéllos con más de3.000 kg de MS/ha) para destinarlos a conservación deforraje.

Verano – OtoñoLas disponibilidades de forraje prepastoreo recomendadaspara verano y otoño fluctúan entre 2.000 y 2.400 kg deMS/ha, siempre y cuando no se sobrepase los 35 días dedescanso, para evitar pérdidas importantes de calidad. Bajocondiciones climáticas favorables, la frecuencia de pastoreodebiera variar entre 20 y 30 días.En veranos muy secos, en que la pradera detiene sucrecimiento, lo más aconsejable es suspendertemporalmente el pastoreo rotativo en franjas, para evitarel sobrepastoreo y destrucción de las praderas mejoradas.Mientras dure la sequía, las vacas pueden permanecer y sersuplementadas en uno o dos potreros con pradera demenor calidad, manejados como potreros de semi sacrificio,los que posteriormente deberán ser regenerados tempranoen el otoño. Una vez finalizado el período de sequía, sedeberá retomar gradualmente el pastoreo en franjas,asignando no más de un 3 a 5% de la superficie disponiblecada día, de manera de lograr intervalos entre pastoreosde 20 a 30 días.

InviernoEn invierno, el pastoreo difícilmente representará más deun tercio de la ración de vacas lecheras en lactancia, perosu aporte es de alta calidad. En esta estación esabsolutamente indispensable suministrar una adecuadasuplementación alimenticia a los animales, de manera decompensar el déficit de pradera.Dado el lento crecimiento durante este período, no debieraesperarse una disponibilidad prepastoreo mayor a 1.800-

Figura 1. Conceptos básicos usados para el manejo de pastoreo

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2.000 kg de MS/ha, para evitar la acumulación de hojasmuertas en la base de la vegetación. Probablemente, elmejor criterio de pastoreo en esta estación sea el númerode días transcurridos entre pastoreos, el que, dependiendodel clima, debiera ser de 40 a 60 días. Esto significa que lasuperficie pastoreada diariamente por el rebaño debieraser aproximadamente 1/40 a 1/60 parte de la superficietotal disponible para pastoreo. Por ejemplo, si se disponede 100 ha, el pastoreo de 2,0 ha diarias permitirá un intervalode 50 días entre utilizaciones (100/50 = 2,0).Como el descanso previo de un potrero al momento de suutilización depende de la velocidad de la rotación anterior,es aconsejable comenzar a alargar la rotación a partir demediados de otoño, para contar con períodos de descansomás extensos en el invierno. Intentar alargar la rotacióndurante el invierno mismo es más difícil, e inclusoimpracticable en la mayoría de las situaciones, debido a lamenor producción de las praderas.Utilizaciones muy frecuentes en forma sostenida durantecualquier estación del año, no permitirán el desarrollosuficiente de las hojas para alcanzar su crecimiento máximo,ni para acumular las reservas necesarias para un rápidorebrote, perjudicando el rendimiento de materia seca.Además, alturas o disponibilidades de entrada muy bajaslimitarán el tamaño de los bocados reduciendo el consumodiario, a pesar de que se amplíe la superficie de praderaasignada por animal diariamente.Por el contrario, la utilización tardía con pasto muy altoprovocará una acumulación y envejecimiento excesivo dela vegetación. Esto limitará la penetración de luz reduciendofuertemente la población de macollos y estolones, yaumentará las pérdidas de material debido a la muerte delas hojas viejas, disminuyendo el valor nutritivo del forraje.Estas pérdidas de calidad se aceleran en primavera, debidoa que utilizaciones tardías incrementan la proporción demacollos encañados (Figura 2). Adicionalmente, aumentan

las pérdidas por pisoteo y la cantidad de material rechazadopor los animales, dificultando la utilización eficiente delforraje producido. En consecuencia, utilizaciones tardíasconducirán en general a una mayor acumulación de residuode baja calidad (con menor proporción de hojas y mayorproporción de tallos y material muerto), deteriorando laestructura productiva de la pradera a través del tiempo.Otro criterio posible de utilizar para determinar el momentode utilización, especialmente en primavera, es el númerode hojas expandidas por macollo luego de un pastoreointenso a semi-intenso. Los resultados de investigacionesdesarrolladas en Australia, sugieren que el intervalo óptimoentre pastoreos para ballica perenne, es aquél que permiteel desarrollo de dos a tres hojas verdes por macollo (Figura3). Pastoreos más frecuentes (antes de alcanzar el estadode 2 hojas) pueden restringir el rendimiento y persistenciade la pradera. Pastoreos más distanciados (posteriores alestado de 3 hojas) disminuirán el valor nutritivo yaumentarán las pérdidas por muerte y descomposición delas hojas viejas.

Figura 2. Composición morfológica de un rebrote de primavera

Figura 3. Momento de utilización en función del número de hojas expandidas por macollo.

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La intensidad o severidad del pastoreo indica cuántopastorear y regula simultáneamente el consumo realizadopor los animales y la eficiencia de utilización de la pradera.Su efectividad mejora notablemente cuando además setoma en consideración el momento o frecuencia deutilización de la pradera, ya que esta última afecta laprofundidad del pastoreo y, como ya se indicó, incidefuertemente sobre la calidad de los residuos.La intensidad de pastoreo puede controlarse a través de laaltura (cm) o de la cantidad de residuo postpastoreo (kgMS/ha). A medida que aumenta la altura o la cantidad deresiduo, aumenta el consumo de forraje por animal productode la menor presión de pastoreo, pero simultáneamentedisminuye la eficiencia de utilización de la pradera y lacalidad de los rebrotes subsiguientes. En el otro extremo,pastoreos muy intensos, además de reducir severamenteel consumo y rendimiento animal individual, dejan unresiduo muy escaso que es insuficiente para sostener unrebrote vigoroso (Figura 4).En primavera y otoño, la mejor combinación entrerendimiento por animal y rendimiento por hectárea selogra restringiendo ligeramente el consumo individual, demanera de evitar residuos excesivos. Esto significa dejar

alturas postpastoreo entre 5 y 7 cm, equivalentes a residuosde 1.400 a 1.600 kg de MS/ha.En verano se sugiere pastorear menos severamente (1.600a 1.800 kg de MS/ha de residuo) debido al déficit dehumedad del suelo. En invierno, la escasez de forraje obligaráa pastorear más intensamente, a pesar de la suplementaciónsuministrada. En general, debieran evitarse residuos menoresa 4 cm o 1.000 kg de MS/ha durante esta estación.

Para un adecuado control del momento e intensidad deutilización de la pradera en las distintas épocas del año, sedebe regular la velocidad de avance del pastoreo (velocidadde rotación) agrandando o disminuyendo la superficiepastoreada diariamente. En caso de exceso de pasto, comoocurre en primavera, es posible acelerar la rotaciónreduciendo la superficie de pastoreo, saltando los potrerosexcedidos y destinándolos a conservación de forraje.En períodos en que el aporte de la pradera se tornainsuficiente, se puede acelerar su crecimiento mediante lafertilización estratégica con nitrógeno (25 a 30 kg de N/hacada 30 a 45 días), siempre y cuando las condiciones detemperatura, humedad y fertilidad del suelo no seanlimitantes.Paralelamente, la suplementación del ganado en funciónde los niveles productivos y de la disponibilidad y calidadde la pradera, permitirá compensar el déficit de forraje ymantener las frecuencias e intensidades de pastoreorequeridas, sin comprometer la producción ni condicióncorporal de las vacas.Si por el contrario, se intenta suplir el déficit de praderaaumentando la asignación diaria de superficie, se reduciránlos períodos de descanso entre pastoreos y la disponibilidadde forraje para los pastoreos siguientes será aún másrestringida.Manejar el pastoreo en los rangos sugeridos permitiráoptimizar tanto rendimiento, persistencia y calidad, asícomo el consumo de la pradera, maximizando la producciónanimal por hectárea (Figura 5).

Control de la intensidad depastoreo

Figura 4. Etapas críticas durante el rebrote de la pradera.

Consideraciones finales de manejo

Figura 5. Disponibilidad y residuo adecuados para un máximo consumo y rápido rebrote de la pradera en primavera.