Mandala. Instrumento de crecimiento / mtm editores

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ISBN: 978-84-15278-02-3

MandalaInstrumento de crecimiento

Marie PréPedagogía del dibujo centrado

Dirigido a profesionales de la educación y la salud, madres y padres, asistentes, terapeutas, cuidadores y animadores de grupos que deseen iniciarse en esta práctica. De forma didáctica aprenderemos a:• Experimentar por nosotros mismos

este trabajo gráfico y esclarecer nuestros sentimientos;

• Recibir indicaciones prácticas acerca de la puesta en marcha y las aplicaciones de este instrumento de dinamización;

• Comprender y experimentar las implicaciones pedagógicas, terapéuticas y reequilibrantes;

• Entender el impacto que tiene sobre la conciencia y el crecimiento personal.

La finalidad de este libro es proporcionar a los usuarios las informaciones básicas indispensables para el buen funcionamiento de esta práctica y mostrar en qué medida el dibujo centrado, llamado también mandala, es un instrumento de recentrado y de bienestar.

El mandala es una representación organizada alrededor de un centro. Presente desde siempre tanto en la naturaleza como en todas las culturas humanas, esta forma centrada representa simbólicamente la estructura misma de la vida.

Se trata de una proyección visual de nuestra estructura interna que nos remite, en silencio, a lo esencial y que se convierte en una puerta de entrada a nuestra conciencia.

MandalaInstrumento de crecimiento

Marie PréPedagogía del dibujo centrado

Título original: Mandala. Outil de Croissance Pédagogie du Dessin Centré Marie Pré / Diffusion L’Hermitage

Título en español: Mandala instrumento de crecimiento Pedagogía del dibujo centrado

Traducción de Eva Jiménez-Julià

© de esta edición 2011: mtm editoresMassens, 57 Barcelona 932130274www.mandalasmtm.com

Primera edición: Mayo del 2011ISBN: 978-84-15278-02-3Depósito Legal: B-20257-2011Impreso en España por Gramagraf s.c.c.l.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunica-ción pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con autorización de sus titulares, salvo excepción prevista de la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Repográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

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Mandala-recentradoExperimentar y comprender esta forma gráficaAprender a utilizarla para uno mismo y para los demás

La finalidad de este libro es proporcionar a los usuarios las informaciones básicas indispensables para el buen funcionamiento de esta práctica.

Totalmente reescrita esta obra complementa y renueva la colección de álbumes de dibujos centrados* elaborados por Marie Pré, formadora pedagógica, y por el equipo de colaboradores que la ayudan en la experi-mentación de esta práctica de recentrado gráfico.

Destinado en un principio al medio escolar, el libro amplía el campo de observaciones y se dirige no solo a profesionales de la educación y padres, sino también a asistentes sociales, terapeutas, cuidadores y animadores de grupos que deseen iniciarse en la práctica del recentrado y la reeducación.

Su objetivo consiste en:• mostrar en qué medida el dibujo centrado, llamado también

mandala**, es un instrumento de recentrado y de bienestar, de uso sencillo, concreto y eficaz, adaptado al gran público y a enseñantes y terapeutas;

• explicar a los diversos usuarios las implicaciones del trabajo propuesto;• proporcionar indicaciones prácticas y líneas de investigación para su

utilización en los distintos medios de asistentes;• informar al público de los últimos avances de esta actividad y situar-

la en el marco más amplio de la reflexión pedagógica a la que está vinculada;

• proponer distintos modos de intervención y vías de comprensión para acompañar y sostener el crecimiento de la persona.

*Cfr. Collection Marie Pré www.hermitage-atelier.com ** Mandala es una palabra sánscrita que significa “círculo”.

Mandala instrumento de crecimiento

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En el libro se han tenido en cuenta las experiencias y los avances de los últi mos años y se ha reactualizado y completado el contenido de las obras anteriores.

La práctica se impone totalmente a la teoría, ya que la experimen-tación ocupa un lugar preeminente y es el fundamento de la estrategia propuesta.

Marie Pré queda a disposición del público para cualquier intercambio, propuesta de conferencias, talleres y/o cursillos de formación destinados a practicantes, acompañantes, educadores y animadores y a toda persona deseosa de implicarse en esta práctica.

Marie PréChemin des Eridolles. 17580. Bois-Plage en Ré. France05 46 09 16 03. [email protected]ón general en www.mariepre.net

IntroduCCIón 1 Elección de la terminología: ¿mandala o dibujo centrado? 3 Balance 5 Génesis de los descubrimientos 7 Simbología del mandala 8 ¿dibujo centrado en la vida cotidiana? 11

PrIMEra PartE: aProxIMaCIón PráCtICa 15 Veinte años de experiencias en diversos medios 17 distintas aproximaciones 20 avanzar con prudencia y discernimiento 21 dibujo centrado para colorear 24 taller para un periodo determinado 32 Conclusiones sobre el coloreado 34 dibujo para completar 35 Elaboración de dibujos para completar 37 El impacto de la geometría 43 utilización del esquema centrado 44 Progresión hacia la creación 50 Práctica de la creación colectiva 59

SEGunda PartE: aProxIMaCIón tEórICa 61 Instrumento regulador del equilibrio cerebral 63 La neuropedagogía 65

Índice

Los grandes ejes de la neuropedagogía 67 El potencial ilimitado del cerebro 68 organización funcional del cerebro 70 aplicaciones pedagógicas 76 Estructura horizontal: dos hemisferios asociados 81 Gestión de la información 86 aplicaciones pedagógicas 88 Para una higiene cerebral 90 Impacto positivo del mandala para una buena higiene cerebral 92 tener en cuenta la duración en el funcionamiento biológico 93 utilización práctica y razonada del mandala 96

aLGunaS rEfLExIonES a Modo dE ConCLuSIón 101 reconciliarse con su dinámica vital 103 rehabilitación de la intuición y la creatividad 104 Cruzar puertas 106

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IntroduCCIónParece llegado el momento de actualizar las primeras observaciones, que se han ido enriqueciendo a lo largo de veinte años de experimentación.

El contacto con un público cada vez más numeroso durante este largo período de tiempo nos ha permitido calibrar las posibilidades de esta novedosa actividad tanto en el campo pedagógico como en el terapéutico.

Cabe destacar el creciente impacto en la colectividad de las imágenes centradas y los interrogantes que suscitan. Desde hace algunos años asistimos a una avalancha de producción y utilización de estas formas en todos los campos y bajo diversos pretextos, lo que en nuestra opinión pone de manifiesto la evidente necesidad de sistematización y cohesión ante la difusión, la dispersión, la pérdida de sentido tan propio de nuestros tiempos.

Suele decirse que el Mandala es una representación organizada alrededor de un centro. Presente desde siempre tanto en la naturaleza como en todas las culturas humanas, esta forma centrada representa simbólicamente la estructura misma de la vida, tanto en nosotros mismos como a nuestro alrededor. Se trata de una proyección visual de nuestra estructura interna.

A imagen y semejanza de las células, esta representación vehicula “la información” de la Unidad en el seno de la diversidad. Nos remite, en silencio, a lo esencial. Es una respiración, una puerta de entrada hacia el interior y la conciencia de uno mismo, una conminación vital para nuestro tiempo.

En los últimos años, se ha dicho y escrito mucho acerca del alcance universal de estas imágenes. Remito al lector especialmente interesado en la visualización de estas imágenes al libro Mandala: viaje a la unidad


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del ser, de Bailey Cunningham, Editorial Pearson, Madrid (2003 ) que presenta, de forma amena y bien documentada, algunas de las múltiples facetas de esta actividad.

No tengo intención de volver a escribir una prolija presentación general. Aquí me limitaré más bien a dar testimonio de cuanto he com-prendido acerca del uso de este instrumento de crecimiento mientras acompañaba a las personas en esta innovadora actividad. Me propongo esclarecer los puntos esenciales a partir de nuestra experiencia empírica.

Y ello para permitir a los usuarios:

• experimentarporsímismos este trabajo gráfico y, paralelamente, esclarecer sus sentimientos;

• recibir indicacionesprácticas acerca de la puesta en marcha y las posibles aplicaciones de este “instrumento” de dinamización;

• comprenderyexperimentar en su campo personal las implicaciones pedagógicas y terapéuticas naturalmente reequilibrantes que subya-cen en esta actividad;

• avanzar en la conciencia del impacto que tiene esta forma en la con-ciencia de uno mismo y en el crecimiento de la persona.

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Elección de la terminología: ¿mandala o dibujo centrado?

Desde el inicio de estas experiencias, el término mandala, utilizado de forma generalizada para designar estas imágenes organizadas alrededor de un centro, ha provocado reacciones diversas. De origen sánscrito (India, Tíbet) y de uso corriente en los países occidentales, esta palabra hace referencia globalmente a la idea de “pensamiento contenido en un círculo”.

El gran público suele relacionar este vocablo con las religiones orientales, incluso con prácticas esotéricas, lo que no es en absoluto compatible con nuestro medio educativo clásico. Explicaré aquí lo más claramente posible qué representa en nuestra práctica con el fin de situar esta actividad radicalmente distinta en el marco pedagógico que nos es propio y evitar cualquier tipo de ambigüedad.

Sin embargo, hace ya muchos años que este término fue utilizado por el gran psicoanalista Jung, quien descubrió el papel reequilibrante de estas imágenes, soñadas o creadas espontáneamente por sus pacientes en vías de curación. Algunos docentes tuvieron la idea de experimentar este instrumento con sus alumnos, y fueron ellos quienes consagraron este término, ya europeizado por Jung. El mérito corresponde, en este caso, a los miembros del grupo R.Y.E.1 que han sabido descubrir y observar los efectos positivos en la vida cotidiana de estos dibujos re-armonizadores.

Esta palabra sencilla y de fácil memorización (hemos podido confir-mar su impacto en la memoria) ha sido utilizada de forma natural en nuestra colección de libros de mandalas para colorear, ya que se trata de un trabajo iniciado por este grupo de investigación pedagógica.

1. r.Y.E: Investigación sobre el yoga en la educación.


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Sin embargo, en los tiempos de confusión en que vivimos, es de desear que este eficaz ins-trumento de reestructuración cerebral, recono-cido por los especialistas de la gestión intelec-tual, pueda llegar también al gran público sin confusiones.

De ahí que, tras consultar con profesionales que hoy en día aplican este método con éxito, propongo emplear con la mayor frecuencia po-sible la expresión dibujo centrado, que si bien tiene menos impacto simbólico, espero que sea percibido como más neutro y por tanto más asimilable por un público no informado.

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Balance El primer libro explicativo que publiqué titulado Neuro-Pédagogie et Mandala, publicado en 1990 (Mandalas y pedagogía, mtm editores, 2.004) iba dirigido al medio docente para el recentrado de los alumnos, y acompañaba los cuadernos de mandalas para colorear.

Contenía una serie de explicaciones teóricas básicas que permitían el uso razonado de los dibujos. Desde su aparición, este trabajo ha tenido una gran difusión entre medios muy diversos: centros escolares y de reeducación física y psíquica, residencias de la tercera edad, hospitales e incluso a veces también cárceles… es decir, en todos los medios donde las personas necesitan ayuda.

Parece que esta actividad sencilla y al alcance de todos —consistente esencialmente en colorear— ha despertado el interés de asistentes so-ciales, cuidadores y educadores que los han experimentado debido a su sorprendente eficacia. La información ha ido pasando de boca en boca, sin intervención de publicidad alguna, y la difusión de la información pa-rece en constante expansión. En pocos años, estos pequeños dibujos han recorrido el mundo y han sido utilizados con éxito incluso en las escuelas más marginales y más aisladas de todos los continentes, lo que pone de manifiesto hasta qué punto esta forma centrada es una estructura común a toda la humanidad. Guiada por mi interés en seguir de forma directa la trayectoria de esta experiencia y sin haber previsto su verdadero impacto, he ido recibiendo día tras día los testimonios de personas que han ex-perimentado personalmente este nuevo instrumento y que luego lo han transferido a sus allegados y a los niños que les han sido confiados.

He asistido a su sorpresa y escuchado sus preguntas ante los resultados obtenidos.


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He aquí una muestra del tipo de testimonios recibidos con más frecuencia:

Cuando enseñaba en mi pueblo natal, había un niño de nueve años hiperacti-vo, hasta tal punto insoportable que la escuela había decidido, de acuerdo con la inspección de enseñanza, que no asistiera a clase por las tardes. ¿Pero qué hacer con él? ¿Cómo ocuparse de un niño que requería una atención constante y que inventaba todo tipo de triquiñuelas? Muy inteligente y también curioso… ¿El hospital de día? Propuse llevármelo a mi casa. Durante seis meses, todas las tardes y con una concentración impresionante, no hizo más que mandalas de gran creatividad y sin cansarse jamás. Yo anotaba su evolución en un cuaderno que presenté a una sorprendida comisión escolar … El muchacho pudo reinte-grarse a la escuela el curso siguiente… JQ

Propuse a estas personas celebrar conjuntamente unas jornadas de trabajo en las que pudimos intercambiar información sobre las distintas maneras de proceder. Me fui dando cuenta de que el público interesado en el tema era cada vez más diverso: profesores, cuidadores, psicólogos. Estas personas me han permitido descubrir fórmulas de utilización novedosas y adaptadas a sus públicos en particular.

Parece pues cada vez más urgente e indispensable precisar los distin-tos modos de utilización que se han ido desarrollando al filo de los años con la finalidad de que tengan una mayor difusión. Y esto es lo que me propongo hacer en este libro.

En él transmito mi propia experiencia y también la de mis amigos y la de los usuarios que me han hecho partícipe de sus testimonios. Soy cons-ciente de que todo cuanto se hace en la actualidad en este terreno rebasa ampliamente el marco de mi información personal.

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Génesis de los descubrimientosMaestra de preescolar, con los años había constatado que a los niños —y a menudo a los adultos— les costaba cada vez más fijar la atención, interesarse por un tema, y que estaban cada vez más dispersos y “fuera de sí mismos”. Era cada vez más frecuente que llegaran excitados, alterados, incapaces de escuchar ni interior ni exteriormente.

Buscaba una “clave” para comprender y ayudar, y la encontré al escuchar una conferencia sobre la “gestión mental”2 que trataba sobre la evocación mental:

Para memorizar cualquier recepción de información, ésta debe ser reformulada interiormente por quien la recibe según su propio modo de percepción. Esta evocación solo puede producirse en estado de receptividad, durante un tiempo de silencio y de interioridad.

He ahí pues la principal carencia de estos niños: la capacidad de acceder a la receptividad y al silencio para poder integrar la información. Se trataba pues de establecer las condiciones óptimas para que pudiera producirse este tiempo de interiorización. ¡Ante todo había que acceder al SILENCIO!

Siguiendo este hilo conductor, hallé dos personas que habían tenido en cuenta estos datos en sus trabajos: Hélène Trocmé-Fabre, investigadora en Ciencias de la Educación, y Micheline Flak, profesora y fundadora del R.Y.E. En base a los conocimientos sobre el funcionamiento cerebral, se trataba de hallar ejercicios llamados de “recentrado”: técnicas corporales y mentales que permitieran a los niños gestionar mejor el esfuerzo intelectual.

2. La gestión mentale. antonine La Garanderie. Edición francesa Editorial Bayard (1.992)


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Así fue cómo descubrí que existía toda una panoplia de propuestas que permitían acceder a la interioridad y a ese silencio tan necesario: ejerci-cios autorreguladores posturales y respiratorios, ejercicios de concentra-ción visual y… mandalas.

Al poner al estudiante en condiciones que respetan su funcionamiento biológico se le permite disminuir el estrés y optimizar sus modos de aprendizaje, decía Hélène Trocmé-Fabre.

En las páginas siguientes me propongo situar dentro del marco más amplio de la neuropedagogía esta propuesta particular, que nos invita a tener en cuenta, tanto en el ámbito escolar como en el profesional, lo que empezamos a comprender sobre los mecanismos cerebrales.

En una obra de reflexión, J’apprends donc je suis (Éditions d’Organisation), Hélène Trocmé-Fabre proponía una nueva mirada sobre la escuela y las formas de aprendizaje, nuevas estrategias pedagógicas que respetaran no solo el funcionamiento neurofisiológico, sino también la persona en su totalidad. Todavía estamos en ello.

Simbología del mandalaAnte todo vamos a explicar qué es un mandala y a describir su interés simbólico y sus aplicaciones multidimensionales.

Originariamente la palabra sánscrita “mandala” significa “círculo” y, más concretamente, “pensamiento contenido en un círculo”. Construido a partir de un punto central, la parte exterior del círculo está limitada por una periferia. Estos conceptos son esenciales. Lo que contiene un círculo es un todo, una entidad indisociable, una concentración de información, una síntesis.

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Con la palabra mandala designamos todo tipo de imágenes organizadas alrededor de un punto central, que pueden contener múltiples formas geométricas y simbólicas. Los dibujos pueden ser muy complejos —como los que pintan los monjes tibetanos, ordenados según unas reglas estrictas de composición y que hacen referencia a una tradición colectiva— o sumamente sencillos y naturales: un punto en el centro de un círculo, una flor abierta, un sol. Los niños suelen dibujar espontáneamente estas formas elementales. Es una proyección gráfica de nuestra organización interior, real y simbólica.

El ser humano ha creado imágenes centra-das desde tiempos inmemoriales y en todos los puntos del planeta: danzas rituales, decoración de objetos de uso corriente, planos de lugares de reunión y de ciudades, formas técnicas (el reloj, la rueda, el molino). Estas formas quieren expresar la belleza, el equilibrio, la cohesión, la perfección y, sobre todo, el movimiento conti-nuo de la vida.

Es divertido buscar estas formas omnipresen-tes en todo cuanto nos rodea: en la naturaleza, en los objetos, en los libros. Veremos que, sin darnos cuenta, vivimos en un bosque de manda-las. El uso de la forma centrada pone de mani-fiesto una experiencia milenaria universal que resuena en las profundidades del ser humano.


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Esta organización se manifiesta de forma constante en la naturaleza. La observamos en el mundo vegetal, en el crecimiento en tres dimensio-nes a partir de un punto germinal: las flores (rosas, girasoles, pasionarias), los árboles alrededor de cuyo tronco crecen las ramas, las hortalizas (pe-pinos, pimientos, tomates) que, al cortarlas, presentan magníficas formas centradas, así como las frutas (manzanas, cerezas, kiwis), cuya piel, carne y hueso o pepitas muestran su exacto significado.

También en el mundo animal observamos la organización de la com-plejidad a partir de un punto germinal: arañas, mariposas, erizos de mar y todos los demás seres (peces, pájaros, mamíferos) organizados simétri-camente a partir del eje vertebral.

Pensemos en la célula misma, que, metafóricamente, presenta todas las características del mandala:• el centro como el núcleo que contiene el programa (ADN);• el citoplasma como el lugar de circulación de la información y de la

transformación;• la membrana citoplasmática que mantiene la unidad del conjunto

y que garantiza los intercambios con el exterior.Observemos la organización del cosmos, el sistema solar, las estrellas, los satélites, las galaxias girando alrededor de su eje, la expansión del univer-so a partir de la explosión inicial…

Esta forma vital que es el mandala nos remite a la FORMA misma de la VIDA, del crecimiento a partir de un punto nutricio que propor-ciona energía al conjunto. Es la imagen del vaivén contante entre el interior y el exterior, del movimiento vital de todo ser que oscila continuamente entre la expansión y el retorno al centro para volver a encontrar la fuente.

Es el lugar en el que la fuerza centrífuga arrastra al niño hacia la exploración y en el que la fuerza centrípeta conduce al adulto hacia

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la introspección. Desde el siglo xiii, los rosetones de las catedrales son buena muestra de esta presencia entre nosotros.

¿dibujo centrado en la vida cotidiana?Como hemos visto anteriormente, el mandala es un instrumento de recentrado. Como su nombre indica, los ejercicios de recentrado permi-ten reencontrarse para volver a uno mismo, a la tranquilidad, para ponerse a buen recaudo de las presiones del grupo, para sentir vivir interiormente con más libertad, para reconstituir nuestras fuerzas. Entre otras cosas proponen la observación de la respiración, la escucha de los sonidos interiores y exteriores, la concentración visual, la creación de imágenes mentales y la práctica de ejercicios corporales, como por ejemplo automasaje, estiramientos y posturas de relajación.

El trabajo con el dibujo centrado se suma a estas técnicas de bienestar me-diante el recurso a las manos, a las formas y a los colores, a la creatividad.

Se trata de un instrumento de relajación dinámica a través del cual se mantienen los ojos abiertos (algo importante para las personas deprimi-das) y gracias al cual se puede permanecer corporalmente activo. Recurre a lo visual.

La expresión espontánea en una forma tranquilizadora, elegida o creada por el alumno, permite a éste expresar libremente su búsqueda del equilibrio personal. Al principio, la forma preestablecida, seleccionada en función del humor del momento, proporciona a quienes todavía no saben dibujar un trampolín para expresarse de forma tranquila y sencilla. Recurre al gesto.

A los niños les encantan los mandalas. Hemos podido constatar que suelen ser los más trastornados los que más los demandan, como si finalmente


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encontraran en ellos un verdadero espacio de libertad. ¿Quién no recuerda el agitado perío-do de la preadolescencia en que nos encanta-ba dibujar rosetones con un compás? “Es un momento mágico de las clases”, decían quienes los utilizaban. Y, ¡oh sorpresa!, resulta que a los adultos les interesa cada vez más esta actividad relajante, y disfrutan a menudo de ella con pa-sión al percibir que les proporciona bienestar.

Es evidente que la información sobre este nuevo instrumento de regulación se ha difun-dido rápidamente en todos los medios, primero en los pedagógicos y luego, de forma espontá-nea, en el campo de la psicología y de la salud. En la actualidad son numerosos los centros de acogida que se interesan por este método: hoga-res de ancianos, servicios de rehabilitación, hos-pitales psiquiátricos, cárceles. Crece la demanda por parte de estos establecimientos en busca de nuevos medios de intervención, así como la presencia de asistentes sociales que acuden a formarse para poder dirigir talleres de grupo.

Esta propuesta creativa, cuya eficacia empieza a ser gradualmente reconocida, parece ofrecer una ayuda considerable a las personas con problemas.Como profesora partidaria de las actividades creativas, me sorprendió la pasión suscitada por una acción tan sencilla como colorear. No había previsto sus efectos, ya que estos dibujos todavía

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no existían en el mercado cuando inicié la colección de libros a petición de mis colegas. Así pues, tuve que reflexionar acerca de las razones de este interés creciente y de los sorprendentes resultados que obtenían los usuarios: creo haber hallado algunos elementos de comprensión en la neuropedagogía, disciplina emergente en aquella época.

En la segunda parte de este libro desarrollaré prioritariamente este aspecto pedagógico en el sentido más amplio del término (comprensión de los mecanismos de los distintos niveles conductuales). Añadiré las observaciones que he realizado a lo largo de los últimos años en los que he hecho trabajar a tantas personas, observaciones que me han permitido establecer hipótesis de trabajo y estrategias concretas con la finalidad de sacar el mayor partido posible de esta actividad.

Este libro tiene como objetivo plasmar la aventura inesperada que me tocó vivir y compartir mis percepciones con los futuros usuarios para poder avanzar en las reflexiones y establecer unas bases sólidas.

Pronto me di cuenta de que esta actividad, lejos de ser anodina, generaba a menudo —y en determinadas condiciones que hay que men-cionar— efectos especialmente interesantes relativos a los fundamentos de la persona.

Los cambios que se producían de forma natural no se debían a la casualidad. Recibía cartas de gente deprimida que espontáneamente había dejado de tomar antidepresivos gracias a colorear dibujos.

Otros me decían que habían estado muy desequilibrados al dedi-carse sin acompañamiento a la creación proyectiva. Otros, en fin, me contaban los súbitos cambios que habían experimentado sus vidas tras un cursillo…

Recibía mucha de información y me sentía como si estuviera en un puesto de observación interesante para desarrollar esta investigación innovadora.


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No era mi propósito, pero me encontré en medio de esta aventura de forma espontánea. En el transcurso de las distintas etapas me di cuenta, progresivamente, de que se trataba de una experiencia nada desprecia-ble, ya que era muy profunda y estaba llena de sentido y de futuro para muchas personas en busca de equilibrio.

Mi comprensión progresiva, con el apoyo de lo que sabía sobre el fun-cionamiento del cerebro, vino a reforzar esta hipótesis y me trajo algo de luz. Un escenario inesperado se desarrollaba ante mis ojos, y mis estu-diantes y yo participábamos en una apasionante experiencia.

Desde este primer período muchos de ellos han permanecido a mi lado para compartir, día a día, nuestras observaciones y experiencias.

Así fue cómo nació el “Réseau Marie Pré” (Red Marie Pré), que, sin grandes pretensiones y de forma sencilla, se enriquece año a año con nuevos miembros.

Ahora pasemos a la PRÁCTICA, base esencial de nuestra reflexión.

PrIMEra PartE aproximación práctica

Veinte años de experiencias diversasdistintas aproximaciones

• avanzar con precaución• Instrucciones de trabajo

Colorear• dibujo centrado para colorear• dibujo centrado para completar

utilización del esquema centrado• organización del pensamiento

retos de la creación proyectiva • Creación de un dibujo centrado

de tipo proyectivo• otros tipos de creación

·····

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Veinte años de experiencias en diversos medios

Me quedé realmente sorprendida cuando, después de realizar los primeros dibujos a petición de mis colegas, me di cuenta, en base a los testimonios que éstos me remitieron, de su indudable eficacia para tranquilizar rápi-da mente a los niños. Los profesores no tardaron en constatar que, por poco que propusieran este trabajo a sus alumnos a principios de curso y se respetaran ciertas normas que explicaré más adelante, con esta sencilla actividad de coloreado conseguían una mayor concentración y una mejor comprensión, memorización y cohesión del grupo. Estas constataciones individuales les indujeron a transmitir la información a sus colegas de mente más abierta, quienes a su vez tuvieron la valentía de intentarlo.

Visto en perspectiva, parece evidente que el éxito de esta práctica es proporcional al desasosiego de los profesores en un mundo escolar am-pliamente cuestionado y a la necesidad vital del niño de ser reconocido como persona única y respetable, incluso en medio de sus dificultades.

Como intentaré explicar más adelante, resulta curioso constatar que el recuerdo, incluso inconsciente, de este punto inmóvil en cada uno de nosotros parece generar la vuelta a la tranquilidad y la recuperación de la confianza en uno mismo. Creo que este punto que encontramos en el centro de estos dibujos es la clave de toda esta actividad. Nos reenvía a cada uno de nosotros de forma natural a escuchar nuestro interior, generando rápidamente el silencio y la concentración, algo cada vez más excepcional en nuestro mundo.

Este retorno a uno mismo, llamado recentrado, permite hacer frente con éxito y más fácilmente a las situaciones difíciles de la vida cotidiana.


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La utilización de este instrumento aumenta año tras año, por lo que no podemos decir que se trate de una moda pasajera. Los testimonios de los usuarios me hacen más bien pensar que el mundo angustiado en que vivimos provoca en muchas personas, y sobre todo en los jóvenes, la ne-cesidad de intervenir en actividades liberadoras con las que poder entrar de nuevo en uno mismo, aislarse durante un tiempo, encontrarse a gusto, sentirse menos estresado y libre de las presiones exteriores de rendimien-to. Y, al revés, las personas solitarias encuentran en esta actividad una compañía interior que les ayuda a vivir. En todos los casos surge un sen-timiento de liberación que genera un verdadero desbloqueo psicológico.

A lo largo de estos años, ha sido interesante observar la rapidez con que se ha difundido esta información, al margen de las normas habitua-les de distribución, es decir, sin publicidad alguna. Me ha gustado que la transmisión se haya hecho de boca a oreja, alcanzando, a través de diversas oleadas, nuevos medios profesionales: en primer lugar el mundo escolar y luego los centros de educación especializada, los reeducadores (ortofonistas, gestión mental, ayuda a toxicómanos, reinserción social, etc.), los psicólogos, los hospitales, los asistentes sociales y todos los acompañantes de personas vulnerables… Simultáneamente, veía cómo se ampliaba el ámbito geográfico: los viajeros, convencidos por su propia experiencia, se llevaban los álbumes a sus países lejanos.

Pronto recibí los testimonios espontáneos de los usuarios, quienes, sorprendidos por los efectos positivos obtenidos, querían mantenerme al corriente de sus experiencias y me pedían aclaraciones complementarias. Estos contactos me ayudaron mucho a entender que en el corazón de estas formas centradas había un poder de regeneración y de reestructuración de la persona. Me llegaron numerosos testimonios espontáneos de gente que, hallándose en dificultades personales importantes (enfermedades graves, depresiones, duelos...), me contaban cómo les había ayudado

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esta sencilla actividad de coloreado. Ante estos episodios, ya no cabía duda alguna acerca de la validez de las observaciones.

Desde un principio, estos contactos conduje-ron a los “practicantes” a organizar encuentros regulares. A lo largo de los años, se han llevado a cabo intercambios, que, pese a ser distendi-dos y carecer de pretensiones, han resultado sumamente apasionantes: cada uno aporta una forma personal de utilizar el instrumento mandala en su contexto concreto y acorde a su propia personalidad.

El éxito de estas reuniones nos ha anima-do a organizar intercambios y a encontrarnos anualmente durante algunos días para llevar a cabo el trabajo en común y tener el placer de compartir con los demás observaciones y expe-riencias en los talleres experimentales.

De esta forma se ha creado una red espontá-nea que ofrece, lejos de la coraza de los contex-tos burocráticos, una participación libre y una estructura abierta que permiten, en la medida de cada uno, contribuir a la investigación colec-tiva con libertad y solidaridad.


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distintas aproximaciones“Hehechounmandala…”

¿Quésubyaceconcretamenteenestadeclaración?

Me he dado cuenta de que a menudo existe entre mis interlocutores cier-ta confusión sobre las distintas actividades que abarca esta frase.

Sin embargo, esta formulación un tanto imprecisa incluye numerosas maneras de operar, aplicables a situaciones muy diversas. Parece llegado el momento de precisar el tema, al menos a grandes rasgos, ya que los usuarios encuentran constantemente nuevos usos.

En mis cursillos de información presento los principales modos de utilización siguientes:

•coloreadosencillo•dibujoparacompletar•creacióngeométrica•creaciónproyectivalibre•esquemacentradoparatomarnotas

En cada uno de estos casos, se trata de recordar el proyecto particular que contiene, las consignas de partida, y establecer las condiciones mate-riales necesarias para obtener los mejores resultados.

Aquí vamos a completar esta información básica con observaciones recibidas y con las conclusiones que de ellas se derivan, sin olvidar que cada medio genera nuevos ajustes personalizados y que el acompañante tendrá que adaptarlos a su contexto de trabajo.

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avanzar con prudencia y discernimiento

Creo que el éxito de los dibujos centrados se debe a que son muy sencillos de realizar, ya que no hay nada más sencillo que instalarse en la esquina de una mesa con una hoja de papel y unos lápices de colores.

A menudo pienso que se trata de un instru-mento democrático por excelencia, puesto que es asequible a todos aquellos que no pueden acceder a técnicas más sofisticadas de interiori-zación (zen, yoga, etc.). Uno puede dedicarse a esta pequeña actividad de recentrado en las situaciones más cotidianas y más diversas, sobre todo cuando se encuentra temporalmente inmovilizado: en el tren, en una sala de espera o en la cama de un hospital. Es una manera muy eficaz de disipar un cansancio o un estrés pasajeros.Es también una actividad de rearmonización colectiva; así por ejemplo, los padres podrán realizarla con sus hijos, lo que les proporcionará unos momentos de asueto y de convivencia, que resultarán placenteros para todos. Los efectos beneficiosos para la armonización fami-liar son, al parecer, grandes.


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Sin embargo, antes de entrar, punto por punto, en las distintas posibi-lidades de trabajo que ofrecen las imágenes centradas quisiera llamar la atención de maestros y formadores tentados de repartir a ciegas este tipo de dibujos entre todas las personas que están a su cargo y que no se han documentado suficientemente acerca del sentido de esta actividad.

La experiencia nos ha demostrado que, pese a lo anodino de su apa-riencia, estas imágenes inciden profundamente en las personas, por lo que no pueden ser manipuladas al azar e inconscientemente.

La mejor manera de acercarse a su significado es experimentarlas uno mismo antes de proponérselas a los demás. A los adultos les costará a veces dedicarse a una actividad que, de entra-da, parece infantil. No obstante, gracias a mi propia experiencia y a la de otras muchas personas, he podido comprobar que dar este paso de humildad puede abrir una puerta al bienestar y a una mejor gestión de las propias habilidades. Sin lugar a dudas, el espíritu infantil y la capaci-dad de abandono no le son ajenos.

A lo largo de estos años también he asistido con gran sorpresa a la participación regular de personas bastante serias en esta actividad que optimiza, según afirman, sus rendimientos y que algunos médicos recetan a sus pacientes para ayudarles a superar momentos difíciles… Todo ello vino a consolidar mis ideas.

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Cualquier nuevo usuario debe recibir estas indicaciones mínimas

• El trabajo debe realizarse en silencio.• Se recomienda:

- al inicio de la jornada;- antes de un trabajo intelectual;- en momentos de depresión o de excitación;- antes de las comidas (anorexia, bulimia);- antes de acostarse, en caso de insomnio.

• El tamaño de los dibujos pueden ampliarse o disminuirse en función del tiempo disponible.

• Hay que disponer de una gama variada de colores (tintas, lápices, rotuladores, pasteles).

• Hay que elegir libremente un dibujo centrado.

• Las formas más sencillas son adecuadas para los más jóvenes, pero los adultos pueden enriquecerlas a voluntad antes de colorearlas.

• Hay que observar el estado interior antes y después del trabajo.

• El coloreado suele realizarse en varias etapas.

• Para conseguir el efecto de recentrado, hay que terminar un mandala antes de empezar otro.

CoLorEado

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