¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

77
1 ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

Transcript of ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

Page 1: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

1

¿Los retos del siglo XXI: el

papel de la pedagogía?

Page 2: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

2

Ponencia

La escuela rural unidocente y multigrado en Centroamérica: su evolución

en el proceso pedagógico.

Ligia Angulo Hernández1

Nancy Torres Victoria2

David Morera Herrera3

La presente ponencia es producto del actual proyecto de investigación

de la División de Educación Rural de la Universidad Nacional de Costa Rica,

auspiciado por la Coordinación Cultural Educativa Centroamericana (CCEC).

El proyecto se ubica geográficamente en la región de Centroamérica.

Se estudian las escuelas unidocentes y multigrado de cinco países: Nicaragua,

Honduras, El Salvador, Guatemala y Costa Rica. La metodología de la

investigación se ha soportado sobre todo en el análisis a manera de síntesis

de los insumos derivados de las investigaciones finalizadas en el mes de

diciembre del 2007, en el marco del “Proyecto para el Mejoramiento Cualitativo

de la Educación Básica en las comunidades rurales de Centroamérica:

Aportes desde la educación superior” (PADES), auspiciado por Plan 1 Ligia Angulo Hernández: Académica de la Universidad Nacional de Costa Rica. Unidad académica:

División de Educación Rural. Grado profesional: Maestría en Educación con énfasis en Docencia. Cargo actual: Profesora de la División de Educación Rural, Coordinadora del Proyecto Red Regional de Educación Rural y de la Comisión de Autoevaluación para el Mejoramiento. Ultimas publicaciones: Libro: La formación de los docentes para la Básica: Énfasis en ruralidad en Centroamérica y República Dominicana. 2 Nancy Torres Victoria: Académica de la Universidad Nacional de Costa Rica. Unidad académica:

División de Educación Rural. Grado profesional: Máster en Planificación Curricular. Cargo actual: Profesora de la División de Educación Rural, Coordinadora del Proyecto El Proceso Pedagógico de la escuela unidocente y multigrado en Centroamérica financiado por la CCEC. Ultimas publicaciones: Libro: La formación de los docentes para la Básica: Énfasis en ruralidad en Centroamérica y República Dominicana. 3 David Morera Herrera: Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica. Unidad académica:

Planificación y Promoción Social. Grado profesional: Licenciado en Sociología. Egresado de la Maestría centroamericana en Sociología. Cargo actual: Profesor de la UCR y de la facultad de Planificación y Promoción Social de la UNA. Ultimas publicaciones: Libro: La formación de los docentes para la Básica: Énfasis en ruralidad en Centroamérica y República Dominicana.

Page 3: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

3

Internacional, la Universidad de Utrecht de Holanda y la Universidad Nacional

de Costa Rica. Para el estudio de las escuelas unidocentes y multigrado en la

región se enfatiza en los aportes pedagógicos del modelo de la escuela

unidocente.

Objetivo general

Analizar los antecedentes, la situación actual y las potencialidades del

proceso pedagógico en la escuela unidocente y multigrado en el contexto rural

centroamericano, a partir de los estudios de investigación realizados en la

materia, para los casos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua,

Costa Rica.

A continuación y desglosado en categorías de análisis se explican los

principales hallazgos de la investigación.

Integración acerca del tema de Políticas Educativas

En Centroamérica no hay un solo Estado, son cinco países con su

respectiva armazón jurídica, organización política e institucional y por ende

educativa, pero no obstante, se percibe una tendencia regional a la

integración, que remite fundamentalmente al ámbito de los acuerdos

comerciales. En realidad se trata de una integración aún endeble, que no

implica en la actualidad una integración política, ni monetaria. Cabe advertir

que en materia educativa, es donde quizá está más rezagado este proceso de

integración, por lo que hace falta potenciar un modelo educativo para la región.

Es notoria la ausencia de planificación regional en el campo educativo,

y específicamente, en torno a la educación rural, salvo algunas excepciones,

que en todo caso representan esfuerzos aislados en la región. En este campo

debe reconocerse el rol de la Coordinación Cultural Educativa

Centroamericana (CCEC) que procura jugar un papel de rectoría en la región,

a partir de los Ministerios y Secretarías de Educación, no obstante se carece

Page 4: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

4

de los recursos, instrumentos jurídicos, y en ocasiones, voluntad política, para

avanzar hacia una mayor integración en este campo.

Tendencias generales en la región

Decir que no hay políticas integradas, no quiere decir que no haya

tendencias con cierta regularidad en la región, pero estas tendencias más que

surgidas de un proceso integrado de reflexión regional, en buena parte se

sustentan en “mega proyectos” que organismos internacionales generan para

la región.

Algunas de las tendencias en materia educativa en la región se pueden

sintetizarse en: Énfasis en la cobertura, no necesariamente en la calidad, a)

énfasis en las competencias, b) Se concibe a la educación como un mercado

transfronterizo que exige de una docencia en continua acreditación, c)Se

prima una educación de contenido “técnico” en función del mercado laboral,

que privilegia por ejemplo la enseñanza del inglés y la computación, como

habilidades que responden al modelo actual de acumulación de capital.

Desconcentración y Descentralización

Otra tendencia que merece especial atención en la región es la llamada

“desconcentración” o “descentralización” de la gestión local. Estos aspectos no

implican la “descentralización” de las decisiones políticas sustantivas,

definiciones que se quedan concentradas aún en las altas autoridades

centrales, dejando con frecuencia en las comunidades la responsabilidad solo

de generar los recursos para el funcionamiento de las escuelas, como ocurre

en buena parte con la municipalización de la educación. Estas políticas que

implican “desconcentración” sin recursos suficientes, ni traslado de decisiones

políticas medulares, afectan especialmente a la escuela rural y unidocente

que, debido a su ubicación, lejos de los centros de poder, tiene mayores

problemas de acceso a los recursos.

Page 5: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

5

Por ejemplo, una importante parte de la infraestructura de centros

educativos unidocentes y multigrado ha sido asumido por las comunidades

como parte de su gestión administrativa. La compleja administración de los

fondos públicos se hace casi imposible de ejecutar cuando se trata de centros

educativos que se ubican distanciados de los centros de poder.

Presupuesto

Se reconoce que la región recibe e

invierte importantes recursos para la

educación, pero hay que indicar que el

problema de presupuesto no es solamente

un problema cuantitativo de recursos, sino

remite a los criterios y prioridades con los

que se da la asignación de los recursos disponibles. Es decir, la clave es

cómo se reparten los recursos. Ese análisis pormenorizado del presupuesto

excede las pretensiones de nuestra investigación, basta por ahora resaltar que

todo problema presupuestario es un problema político. Bajo esa tesis, nos

llama la atención de que por regla general en la región no existen rubros en el

presupuesto destinados específicamente a la educación rural. No hay

discriminación positiva hacia los centros educativos rurales, por lo que las

escuelas rurales no tienen un rubro presupuestario específico. Por eso, es

muy importante, no solo revisar el porcentaje del PIB que se invierte en

educación sino también, cómo se distribuyen estos recursos.

Formación docente

Con respecto a planes de formación dirigidos específicamente a la

educación rural, éstos no existen, salvo el caso de Costa Rica que tiene a nivel

universitario desde hace más de veinte años, una instancia cuyo objeto de

estudio es la educación rural y la formación de futuros docentes para las zonas

Page 6: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

6

rurales. En el área de capacitación de docentes rurales, sí es posible ubicar

experiencias importantes como los casos de Guatemala, El Salvador y

Honduras.

Si bien es cierto que La División de Educación Rural de la Universidad

Nacional de Costa Rica, es la única instancia en Centroamérica, que a nivel

universitario, forma docentes para el trabajo en las zonas rurales, no obstante,

hay que advertir que no existen datos de que estos docentes preparados para

trabajar en el contexto educativo rural, efectivamente se orienten y se inserten

a laborar en éstas zonas. Una recomendación que en este sentido sería

importante tener en cuenta para las instituciones de educación superior, es

que si bien, no en todas no es posible instaurar espacios dedicados

especialmente a la educación rural, este tema sí debería tener un lugar

destacado y visible en los currículos de formación ya que el número de

escuelas en la región no es un número insignificante.

El modelo pedagógico de la escuela multigrado y unidocente:

El modelo pedagógico deviene o se emparenta con la corriente de

escuela activa o escuela nueva, misma que genera una ruptura con el modelo

tradicional de enseñanza y aprendizaje y en el que confluyen y se desarrollan

posteriormente diversos enfoques cuyo denominador común es la revaloración

del rol del estudiante, mediante la metodología de trabajo colaborativo. Bajo

esta concepción, la educación está concebida como proceso de acción social

activo e involucra la comunidad como motor de esa acción. Este fundamento

pedagógico se empalma muy bien con la realidad de las comunidades rurales,

donde la escuela rural juega un rol como centro vital de la comunidad, allí se

realizan las rifas, las vacunaciones, las concentraciones, las charlas, las

reuniones. La naturaleza de la escuela rural, facilita que el proceso de

enseñanza y de aprendizaje esté más centrado en la práctica, la experiencia,

el análisis de los problemas locales, de manera que el estudiante esté

visualizado como un agente activo.

Page 7: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

7

Aprendizaje entre pares

La dinámica propia del modelo de

la escuela unidocente y multigrado

implica relaciones más horizontales que

propician aprendizajes y diseños de

estrategias metodológicas por parte del

docente y en algunos casos, mejorados

por parte de los mismos estudiantes,

que generan habilidades para la

interacción de carácter más democrático y socializante. Estudiantes de

diferentes grados, de diferentes grupos etáreos, con diferentes niveles de

desarrollo del conocimiento, deben esforzarse por trabajar en grupos y obtener

resultados de equipo. El docente circula alternativamente por los grupos,

supervisando el trabajo que realizan los estudiantes, antes de esto le han

señalado cuál o cuáles son las inquietudes que deberán presentarle, quién lo

hará, en qué momento etc. Todo este tipo de discusiones desarrolla capacidad

para consensuar, capacidad de escucha activa, autonomía, capacidad de

desarrollar la empatía, capacidad para la interacción positiva entre las y los

estudiantes y sobre todo el buen control de grupo.

Proceso formativo desigual y combinado

Por otro lado, el hecho de que haya una diversidad desigual y

combinada en los procesos de aprendizaje, genera un salto en la calidad en

dicho proceso. Es decir, la interacción de sujetos con diferentes niveles de

capacidades y de desarrollo cognitivo implica la generación de nuevas

interacciones que conducen a ampliar las áreas de interés y de acción de las y

los estudiantes.

Cuando un estudiante de tercer grado, tiene la oportunidad de gestionar

y consensuar su interacción con uno de sexto grado, esta recibiendo un

Page 8: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

8

estímulo mucho más complejo que si tuviera la oportunidad de interaccionar

solo con niñas y niños de su nivel. Esto se traduce también en un proceso

pedagógico de construcción colectiva, donde la competitividad individual no es

bien vista, así como la especialización y la fragmentación de los

conocimientos. Lo anterior genera que si el estudiante que lidera un grupo no

interacciona bien con el resto de los compañeros, el grupo no avanza en los

objetivos propuestos y en las actividades de trabajo.

Es importante mencionar que el estudiante denominado como líder, no

siempre es el mismo, este puede rotar según sea el contenido o la actividad

por desarrollar. Esta dinámica escolar caracteriza un trabajo pedagógico en el

que todas y todos son responsables, se basa en el trabajo en equipo que

fomenta acciones de compañerismo, comprensión y ayuda mutua entre los

compañeros.

En síntesis, algunas de las ventajas de esto proceso pedagógico son

los siguientes: a) el conocimiento es más diverso e integrador, b) es una

construcción colectiva, c) siendo una construcción colectiva, potencia la

autonomía, porque el estudiante aprende a valerse por sí mismo en grupo, e

individualmente, porque no está siempre en función del docente que está al

frente. Esto redunda en una mayor horizontalidad del proceso. El docente

aunque quisiera estar controlando al estudiante no lo puede hacer por su

multiplicidad de roles y funciones, la decisión de aprender es del estudiante.

Es importante así mismo develar las desventajas del modelo que recarga de

funciones administrativas al docente que debe atender los dos ámbitos el

pedagógico y el administrativo, y en algunas ocasiones este último se lleva

buena parte del tiempo de planificación del docente.

Modelo y práctica pedagógica

Hay que aclarar que, la práctica en algunos casos, no tiene mucho que

ver con la teoría que supone el modelo pedagógico analizado. La práctica de

las y los docentes es básicamente empírica, está acompañada de manera

Page 9: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

9

insuficiente por parte de los Ministerios de Educación Pública. Las escuelas

unidocentes y multigrado carecen de políticas específicas, materiales de texto,

recursos didácticos, se hace necesario la formación o capacitación

permanente que guíe el quehacer de este grupo de docentes.

Esto se evidencia en el hecho de que las escuelas unidocente y

multigrado son consideradas como una modalidad en la educación primaria,

en la cual se aplican los mismos principios curriculares que para el currículo

nacional base, de manera que no se propicia una adecuación del currículo al

contexto unidocente y multigrado rural, aunque se destaca la importancia y la

utilización de la flexibilidad curricular.

Por otra parte, es imprescindible actualizar y potenciar los recursos

pedagógicos y de apoyo existentes para las escuelas unidocentes y

multigrado, incluyendo las opiniones, inquietudes y la experiencia de las y los

docentes que trabajan en el campo, así como de las y los estudiantes y padres

y madres de familia. Nos referimos a recursos particulares tales como el

sistema de fichas didácticas, bibliotecas, ludotecas, rincones de aprendizaje,

mobiliario, gobiernos escolares, etc. Asimismo es pertinente revisar y adecuar

los sistemas de valuación para el ámbito unidocente y multigrado.

Desarrollo comunitario y escuela

unidocente y multigrado

La escuela unidocente y multigrado

tiene un impacto sobre el desarrollo

comunitario, cantonal, municipal, un

impacto en el desarrollo social, que no se

evalúa por parte de la administración regional, central ni local. No hay

seguimiento de los egresados para investigar cuántos logran estudiar en la

secundaria, a cuáles trabajos ingresan, cuántos ingresan y se egresan de la

universidad. No se mide no se da seguimiento a la proyección de la escuela

multigrado y unidocente.

Page 10: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

10

El trabajo de la escuela multigrado y unidocente es un trabajo complejo.

Se debe trabajar estrechamente con la comunidad, responder a las múltiples

demandas que sobre la escuela se generan, como ser centro de acopio,

refugio en los momentos de catástrofes, centro de vacunación. Una verdadera

política de desarrollo rural debería involucrar recursos para la educación

utilizando la capacidad instalada, en conjunto con padres y madres de familia,

con el fin de reevaluar el sentido de la educación de ellas y ellos y de sus hijos

e hijas.

En el discurso oficial, la integración y articulación de la inter y

multiculturalidad está implícita para favorecer el desarrollo de lo local rural. No

obstante, y teniendo en cuenta que, es en las zonas rurales donde en la

mayoría de los casos, se encuentran ubicados los grupos étnicos que han sido

objeto de mayor discriminación y quienes ven más vulnerados sus derechos,

siguen perdurando la inequidad en la asignación de recursos.

Las condiciones de las y los docentes

Un factor que con frecuencia se olvida es el análisis de la situación de

las y los docentes. La dignificación salarial y profesional docente en la escuela

multigrado y unidocente, de la mano con el compromiso de mejorar la calidad

de los procesos educativos, es una cuestión clave. Otorgar una formación

específica en el modelo pedagógico para las y los docentes que se

desempeñan en ese contexto, debe ir acompañada de una mejor

remuneración, en virtud de las particularidades y el recargo que supone para

la docencia en el desarrollo del modelo y la práctica pedagógica en la escuela

unidocentes y multigrado.

Referencias Bibliográficas

Durán, S. (2007) Estudio sobre La Escuela Multigrado en Nicaragua entre 1971 y 2006. Universidad Nacional de Costa Rica Universidad de Utrecht y Plan Internacional. Managua, Nicaragua.

Page 11: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

11

Rodríguez, R. y otros (2007) Escuelas unidocentes y multigrado a

Escala Nacional en Centroamérica. Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de Utrecht y Plan Internacional. Guatemala.

Torres, N. y Zamora J. C. (2007) Estudio sobre La Escuelas Multigrado y unidocente en Costa Rica: semillero de la educación rural. Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de Utrecht y Plan Internacional. Heredia, Costa Rica.

Angulo L, Carvajal V, Cerdas Y, Garita N, Herrera D, van Kampen P. y Torres, N. (2008). Formación y capacitación docente para la educación general en Centroamérica y República Dominicana, con énfasis en al ruralidad. Plan Internacional- Universidad Nacional de Costa Rica- CIDE-DER- Proyecto Mejoramiento de la Educación General Básica en Centroamérica: Aportes desde la Educación Superior (PADES) - Universidad de Utrecht, Holanda. EDUNA. San José. Costa Rica.

Castro Á. y Velásquez J. (2007) Escuelas unidocentes y multigrado a Escala Nacional en Centroamérica. Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de Utrecht y Plan Internacional. Honduras.

Page 12: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

12

Ponencia

Desafíos de la nueva ruralidad y su impacto en la educación rural

Nancy Torres Victoria4

Mirta Díaz Forbice5

Las transformaciones de las áreas rurales costarricenses son tan

profundas que, no solamente hay que hablar de cambios, sino de transición de

una sociedad agraria organizada en torno a la actividad primaria, hacia una

sociedad rural más diversificada. Se han construido nuevos límites, han

aparecido nuevos actores sociales, nuevas relaciones sociales, en fin, una

nueva sociabilidad no solo en el campo, sino en la relación con la ciudad.

Identificaremos algunos de los rasgos más característicos del proceso

en las zonas rurales costarricenses y estableceremos su relación y el impacto

en la educación rural.

El concepto de nueva ruralidad en contraposición con la ruralidad surge

en América Latina hacia finales de la década de los ochenta del siglo XX.

Sugiere una comprensión más allá de lo simplemente agrario en lo relativo al

campo. Alude a la complejidad de la organización social y a su capacidad de

cambio. “La sociedad rural campesina y de pequeña empresa capitalista

familiar estaba esencialmente en torno a la agricultura aunque con diversas

actividades conexas y consideradas complementarias” Grammont (Pág. 34)

como la elaboración de artesanía, trabajos a domicilio, la recolecta en fincas

de la región o de la localidad, entre otros.

El objetivo principal de las actividades realizadas en el campo era el

abastecimiento de insumos baratos y materia prima para la industria

4 Nancy Torres Victoria: Académica de la Universidad Nacional de Costa Rica. Unidad académica:

División de Educación Rural. Grado profesional: Máster en Planificación Curricular. Cargo actual: Profesora de la División de Educación Rural, Coordinadora del Proyecto El Proceso Pedagógico de la escuela unidocente y multigrado en Centroamérica financiado por la CCEC. Ultimas publicaciones: Libro: La formación de los docentes para la Básica: Énfasis en ruralidad en Centroamérica y República Dominicana. 5 Mirta Díaz Fórbice: Académica de la División de Educación Rural. Universidad Nacional.

Page 13: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

13

manufacturera y proveer de alimentos a las grandes ciudades. Todo esto

empezó a cambiar drásticamente a finales de los años sesenta producto de la

globalización cuando la entrada de los productos como los cereales, granos y

ganadería provenientes de los países desarrollados afecta de manera

importante los precios de la industria y la producción local que está lejos de

poder ser competitiva con estos nuevos precios.

La discusión en torno a la nueva ruralidad es sumamente compleja porque

involucra numerosos fenómenos, pero se pueden agrupar las más importantes

tendencias de acuerdo a Grammont (2008) de la siguiente manera:

1) “Desaparecen los grandes campos geográficos económicos y sociales

que dominaron el mundo capitalista, desde sus orígenes hasta la

globalización, el campo y la ciudad, como dos mundos diferenciados

aunque complementarios”. (Pág. 24) La frontera urbana se extiende y

absorbe los territorios periféricos de los pueblos y caseríos aledaños,

que se revalorizan adquiriendo nuevo valor comercial y en los cuales se

instalan condominios de casas de descanso o de casas de campo,

encerradas y cerradas a las comunidades, erizadas de antenas

parabólicas.

2) “Se habla de la urbanización del campo, porque se han incrementado las ocupaciones no agrícolas en el campo, los medios masivos de comunicación (radio, televisión, teléfono o radio de onda corta) llegan hoy hasta las regiones más apartadas” (p. 24).

Así, una de las características más destacada de la ruralidad, que era su

tradicional aislamiento en materia de comunicaciones, ahora ha dado un

giro trascendental. Se han abierto sitios comerciales que ofrecen el

servicio de Internet y la comunicación vía satelital, así que, ahora desde

el más recóndito pueblo se puede comunicar con cualquier lugar del

mundo. Esta situación representa un cambio sustancial, pues es bien

sabido que es la zona rural la mayor expulsora de migrantes tanto al

interior como al exterior del país y en este sentido, este hecho, es

posible que contribuya a mantener vivo el tejido afectivo de las familias

Page 14: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

14

cuyos miembros deben emigrar en busca de un mejor porvenir para sí

mismos y sus familias.

“Pero también hablamos de la ruralización de las ciudades, por un lado, porque las ciudades latinoamericanas parecen “ranchos grandes” debido a la falta de planificación y desarrollo urbano, por otro, debido a la reproducción de las formas de organización y penetración cultural de los migrantes campesinos e indígenas en los barrios periféricos en donde se establecen”. (Pág. 24).

La ausencia de planes sostenidos en las barriadas en las cuales se

establecen las personas migrantes, que por lo general, y debido a las redes

solidarias y afectivas que se desarrollan, conduce a que uno reciba al otro, y

así sucesivamente, por un lado, y por el otro a la falta de inversión en estos

barrios, generan verdaderos pueblos dentro de las ciudades o en sus periferias.

El censo de población realizado en 1984 determinó que el 50.9% de la

población costarricense residía en las zonas urbanas. Este porcentaje aumenta

a 59% según el censo del año 2000. Claro está que este proceso progresivo de

urbanización de la población no ocurre de manera homogénea en todo el país

3) Procesos de agro-industrialización; “Las mismas tecnologías

revolucionan la vida en el campo y en la ciudad, particularmente en el

área de las telecomunicaciones, la informática, la biotecnología, la

irradiación en la producción de alimentos (rayos x) para asegurar la

absoluta inocuidad de los alimentos y prolongar su vida de anaquel. En

un futuro próximo la nanotecnología será la tecnología que marcará el

desarrollo de la agricultura. Las empresas transnacionales marcan las

pautas de desarrollo en el campo a través del control de las cadenas

productivas y de la agricultura de contrato. Es por eso que las formas de

explotación de la fuerza de trabajo se asemejan cada vez más a la

producción agrícola e industrial de punta” (Pág. 25). De ahí que

encontramos en las zonas rurales, fincas dotadas de la más avanzada

tecnología y fincas en verdadera ruina.

Todo depende de la capacidad negociadora del finquero, de los

contactos que este pueda haber desarrollado, de si está o no conectado

Page 15: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

15

a la red de Internet, etc. Dicho de otro modo, la agricultura se ha

polarizado con una minoría de empresas competitivas en el mercado y

una mayoría de campesinos dedicados al autoconsumo, a la

pluriactividad, o a la venta de sus productos en el mercado local. Sin

embargo, el proceso de modernización de la agricultura no ha llevado a

la desaparición de los pequeños latifundios, no tanto por su arraigo a la

agricultura como tanto, por la incapacidad del mercado de absorberlos

ofreciendo alternativas laborales, y la existencia de políticas públicas

que les asegure la posibilidad de abandonar la actividad agrícola.

4)

“La población rural no agrícola adquiere mayor importancia y conforma unidades familiares plurifamiliares que se reproducen a partir de la combinación de las diferentes actividades económicas de sus miembros. Los ingresos no agrícolas adquieren mayor relevancia en las unidades de producción campesina. La estrategia de la migración en los hogares campesinos ya no es un fenómeno secundario, sino que es un mecanismo fundamental en las estrategias económicas de sobrevivencia”. (Pág. 25).

Podría decirse sin temor a equivocarse, que en Centroamérica, en cada

familia campesina hay un miembro que es migrante. Si bien en Costa

Rica, la emigración es menor que la inmigración ésta tiene el importante

impacto de las remesas que llegaron a una cifra cercana a los $600

millones en el 2008.

Costa Rica no es un país receptor de remesas, como los países del

resto de Centroamérica, pero ésta no es una cantidad despreciable. Las

zonas con mayor expulsión de migrantes, a saber: Pérez Zeledón y la

Zona de Los Santos (Dota, Tarrazú y León Cortés). Los costarricenses

en los EE. UU. Se concentran en California, Florida, Nueva Jersey y

Nueva York.

Por otro lado, al desdibujarse los límites entre lo urbano y lo rural, en los

pueblos que se encuentran en las demarcaciones más cercanas a los

grandes centros urbanos, se han instalado maquilas y fábricas que

quieren aprovechar la mano de obra campesina más barata.

5)

Page 16: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

16

“La desigualdad social, la pobreza y la marginación son ideas que sustituyen la idea del desarrollo y la integración nacional. En el actual modelo de desarrollo se debilita la idea de un proyecto-país, un modelo de país, debido a la brecha tan importante que se empieza a generar entre los grandes beneficiarios del sistema, entre los incluidos y los excluidos” (Pág. 25).

6) En los últimos veinte años no se visibiliza el modelo claramente como

antes, se avanza en la polarización extrema de las clases sociales, que

se viene expresando en los grandes conflictos sociales con ribetes de

violencia en casi todos los casos.

7) “El problema de género atraviesa todos los problemas mencionados y la

cuestión étnica se desprende de la cuestión campesina” (Pág. 25). La

participación de la mujer en las labores no agrícolas en las zonas rurales

tiene especial relevancia y esa relevancia tiende a crecer. En cuanto a

las actividades no agrícolas hay que destacar dos situaciones ya que

tiene especial relación con la mujer y su rol en la sociedad rural actual :

a) Por un lado están los hogares rurales plurifuncionales en los

cuales ya no existe ningún vínculo con la producción primaria

agrícola y trabajan en sectores de la producción o los servicios,

bien sea que el lugar de trabajo esté lo bastante cerca como para

ir y volver cada día.

b) Por otro lado están las familias campesinas que se ven

involucradas en actividades del sector secundario y terciario que

combina, en diferentes grados, la actividad agrícola de

autoconsumo con actividades artesanales, fabril a domicilio y

asalariada casi siempre en el área de los servicios.

En estas situaciones la mujer se mueve a veces por largos períodos a

veces temporalmente. Importante tener en cuenta, que las familias

campesinas, desarrollan relaciones de convivencia que involucran a diferentes

generaciones por lo que cuentan con el apoyo de sus miembros femeninos, lo

que se constituye en un valioso aporte a la hora de que, las mujeres jóvenes

deciden emplearse fuera de la unidad familiar agraria.

Page 17: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

17

De acuerdo a los datos de la CEPAL, el cambio más notable fue el

aumento de la proporción de hogares encabezados por una mujer (de un 18%

a un 25,5% del total de hogares en 1990-2003), y la caída consiguiente del

número de familias biparentales “tradicionales” encabezadas por un hombre

(del 61,6% al 49,6% de los hogares).

Además, en el decenio de 1990, aumentaron las probabilidades de que

las familias pobres tuviesen jefas de hogar, ya que la proporción de hogares

pobres encabezados por mujeres subió del 20,4% en 1990 al 33,0% en 2003.

Slon y Zúñiga (2006), utilizando un conjunto de datos de panel sobre

jefes de hogar construido a partir de las Encuestas de Hogares de Propósitos

Múltiples 2000-2002, encontraron que los hogares monoparentales con jefatura

femenina tienen menos probabilidades de salir de la pobreza que aquellos con

jefatura masculina y que la probabilidad de que un hogar no pobre caiga en la

pobreza es mayor cuando está encabezado por una mujer (tras controlar por

otros factores que influyen en el proceso de transición hacia o desde la

pobreza).

Finalmente, el tema de la violencia de género en las zonas rurales es un

tema poco desarrollado en los estudios académicos. Existe muy poca literatura

sobre este asunto. Por otro lado, las instancias y mecanismos de apoyo, ayuda

y sanción a las situaciones de violencia de género no se encuentran ni cerca, ni

funcionan de una manera satisfactoria en estas áreas como para que se pueda

acudir a ellas en caso de agresión.

8) “La conservación del medio ambiente es una exigencia cada vez más

apremiante que ha empujado algunas instituciones a buscar nuevas

metodologías para la definición de políticas públicas” (Pág. 25). La

ciudad que fue en antaño el referente ideológico de la modernidad en

contraste con el atraso de lo rural, ahora aparece como fuente de los

más serios problemas ecológicos y del medio ambiente (escasez de

agua, contaminación de ríos, grandes montañas no reciclables de

basura no clasificada, entre otros).

Page 18: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

18

Frente a esta situación “lo rural” se revaloriza por representar un modelo

ideal de identidad con los bienes de la comunidad y por su modelo de

consumo. No es raro actualmente ver grandes construcciones de

condominios y casas de campo en los alrededores de las grandes

ciudades, situación que ha llevado a revalorizar y a dolarizar las

economías de los pequeños pueblos que venden en dólares sus

terrenos al mejor postor. En Guanacaste, considerada como la despensa

y base de la seguridad alimentaria del país, (se cosecha el arroz, el frijol

y la explotación de ganado vacuno y porcino) viene siendo vendida a

pedazos debido a que posee hermosas costas al océano Pacifico ante la

mirada impávida de los organismos del Estado que se declaran

incapaces de frenar este fenómeno.

Las luchas de los actores y las organizaciones sociales en torno a la

defensa de las fuentes de agua, las nacientes de los ríos, en fin, a su

derecho al agua, ha sido una constante en las regiones costeras

costarricenses donde las grandes transnacionales hoteleras han

desarrollado mega proyectos que amenazan el derecho humano de las

comunidades rurales a ser abastecidas con agua potable.

Por otro lado, la ciudad que ha venido siendo la fuente de los problemas

ecológicos más graves que vive el planeta (contaminación, escasez de agua,

violencia, hacinamiento etc.) acaba siendo el lugar donde las personas se ven

así mismas solas, en medio de una multitud de individuos aislados. Frente a

este panorama lo rural, toma un nuevo sentido, y pasa a representar un nuevo

ideal identitario para convertirse en modelo de vida y de consumo.

No se puede omitir que esta situación se presenta en caso de que ese

espacio rural cuente con todas las condiciones para el desarrollo de las nuevas

opciones y las poblaciones puedan contar con las comodidades mínimas como

por ejemplo, contar con agua potable, luz eléctrica, vías de comunicaciones,

estructura educativa entre otros. Ya que en esta nueva tendencia, se desea

gozar de los beneficios que otorga el campo, pero no de sus privaciones.

Page 19: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

19

Cabe la aclaración que los lugares rurales donde priva la pobreza

extrema no es apta para el desarrollo y afianzamiento de este tipo de

tendencias, pues el temor a compartir el espacio de convivencia con gente en

extrema pobreza provoca una amenaza latente que aleja esas posibilidades.

La educación rural

Una investigación realizada por Defensa de Niñas y Niños Internacional

(Organización no gubernamental dedicada a la defensa y promoción de los

derechos humanos de niños, niñas y adolescentes), mostró que el acceso a la

educación entre la población de 5 a 17 años se ve limitada principalmente por

dos factores que actúan de manera combinada: la zona de residencia y la

condición socioeconómica. Además se sabe que la incidencia de pobreza en

Costa Rica es sensiblemente más alta en las zonas rurales, lo cual significa

que las personas en condición de pobreza y residentes en las zonas rurales

tienen menores posibilidades de acceder a la educación que otros grupos

sociales.

Según datos del XIII Informe del Estado de la Nación en Desarrollo

Humano Sostenible durante el 2006 “el 20,2% de la población se encontraba

en condición de pobreza y el 5,3 % en pobreza extrema. El PIB creció en ese

año un 8,2% per cápita con respecto al año anterior, sin embargo el ingreso per

cápita promedio de los hogares sólo creció en un 2.4% y el ingreso per cápita

en 3.9 %. Manteniéndose el nivel de pobreza por décimo tercer año

consecutivo por encima del 20%.

Con respecto a la escolaridad de las personas según la pertenencia a

los 5 quintiles de clasificación del Ingreso per cápita, mientras que las

personas ubicadas en el primer quintil tenían un promedio de 5,4 años de

escolarización, las del V quintil tenían 11.96 años de escolaridad, lo que

provocaba que la tasa de desempleo abierto del I quintil fuera de 13,54 y la del

V Quintil 1,63. Es por demás evidente la relación inversa entre educación y

pobreza.

Escuelas rurales en Costa Rica

Page 20: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

20

Son escuelas rurales, en primaria instancia, las que son clasificadas

como tales por parte del Ministerio de Educación (este trabajo se basa en los

datos oficiales, aunque cuando se considera que en ellos existen

contradicciones o deficiencias éstas se hacen ver explícitamente); el cual a su

vez considera rurales las escuelas que se ubican físicamente dentro de los

límites de un distrito que ha sido previamente clasificado como rural.

Del total de las escuelas de primaria que existen en Costa Rica, según

datos del 2007 que son 3.730, son rurales 2.990. Es decir, el 80 % de las

escuelas costarricenses son rurales.

Escuelas unidocentes

En Costa Rica se consideran administrativamente como escuelas

unidocentes aquellos centros educativos de I y II ciclos cuya matrícula inicial no

sobrepasa los 50 estudiantes. Estas escuelas se dividen en dos subgrupos: las

que tienen entre 1 y 30 estudiantes; y las que tienen entre 31 y 50 estudiantes;

matriculados al momento de iniciar el ciclo lectivo. Ambos subgrupos se

contabilizan como escuelas unidocentes, a pesar de que en el segundo caso se

nombra un docente adicional o “maestro de apoyo”.

El siguiente esquema puede ilustrar la organización de un aula

multigrado:

Fuente, elaboración propia a partir de observación de aula

El funcionamiento tradicional de las escuelas unidocentes era el

siguiente si existían niños para todos los grados el maestro o la maestra los

Page 21: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

21

atendía a unos en la mañana de 7 a 10.30 y a otros en de 10.30 a 1.30,

aproximadamente (dos grados en un turno y tres en el otro), lo que ocasionaba

que los niños tuvieran casi la mitad de lecciones que los niños de escuelas

urbanas, ocasionándose una disminución de la calidad de la educación que

recibían.

Gracias al esfuerzo conjunto de maestros, padres y madres y agentes

gubernamentales esa situación cambió en los últimos años, la mayoría de las

escuelas unidocentes trabajan con horario ampliado, o sea que los niños

asisten todos de 7 am. a 1.30 pm, aumentándose notablemente la permanencia

de los niños y niñas en las aulas. Se incorporan en muchas de ellas lecciones

de inglés y clases de computación. En el ámbito de lo administrativo el docente

rural debe cumplir con todos los requisitos y realizar todas las funciones de un

director de escuela.

Las tareas administrativas en no pocas ocasiones ocupan mucho tiempo

del docente ya que hay que sacar estadísticas por grado y por nivel, elaborar

informes y proyecciones de matrícula, informar sobre promoción, diseñar y

formular el proyecto institucional, capacitar y organizar las tareas de la junta de

educación, mantener la junta activa, todo esto además de las actividades de

docencia en los seis grados.

Queda claro, que la práctica pedagógica del docente rural es una

práctica compleja, llena de desafíos y de retos frente al trabajo con la

comunidad, con los grupos y en los aspectos administrativos, lo que conlleva a

afirmar que este trabajo no debería ser desarrollado por cualquier maestro o

maestra sino por aquellos que cumplan con un perfil acorde a los desafíos que

encontrará en su práctica.

Los cambios producidos en las zonas rurales por el impacto de las

políticas imperantes demanda de este educador un compromiso muy fuerte

con la comunidad a la que pertenece la escuela, porque es en algunos casos

la única persona con estudios suficientes como para enlazar esa comunidad

con las posibilidades de desarrollo que mejoren el nivel de la vida de los

vecinos.

Page 22: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

22

Por lo tanto el radio de acción del docente no puede limitarse a lo que

ocurre en su aula, sino, y de manera muy especial, debe convertirse en un

motor de desarrollo de su entorno en cuanto a ampliar las posibilidades de

educación a jóvenes y adultos que han quedado excluídos del sistema,

vincular a la comunidad con posibilidades de nuevas fuentes de ingreso que

permita elevar el ingreso económico de las familias, lo cual repercutirá en un

mejor desarrollo humano. También hay factores que atentan contra el trabajo

del maestro o maestra, como el status de maestro interino que ocasiona una

alta tasa de movilidad de una escuela a otra, las condiciones de vida difíciles

en ciertas zonas, la desmotivación provocado por el aislamiento en el que se

encuentran, entre otras.

Un esquema del modelo pedagógico actual de la escuela unidocente y

multigrado en Costa Rica propuesto desde la Asesoría de escuelas

unidocentes es el

siguiente:

Fuente: Elaboración propia a partir de información obtenida por especialistas del MEP

Como bien se observa, la función del docente no se circunscribe al

campo cognitivo dentro del aula; sino que también deben estimular el desarrollo

Page 23: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

23

social, afectivo y ético del niño y liderar acciones vinculadas con la promoción

de la comunidad.

En el ámbito del aula, es facilitador de aprendizajes, y es su misión

propiciar ambientes gratos para el desarrollo de la sensibilidad, la socialización

sana de los y las estudiantes. Debe analizar la pertinencia de los contenidos

culturales que pretende comunicar y perpetuar, favorecer la formación de un

sentido de identidad personal y cultural, y de un sentimiento de arraigo y de

pertenencia de los habitantes con respecto al contexto rural en que viven.

Entre los mayores retos actuales de las y los educadores rurales se

pueden citar que hoy en día, no se puede concebir una escuela unidocente

donde no esté presente la tecnología, el respeto por la interculturalidad, la

diversidad, el diálogo y no la imposición, porque solamente así podremos

formar los ciudadanos que el país necesita para ser sujetos que puedan,

reclamar todos sus derechos y cumplir con todos sus deberes.

También los formadores de los educadores rurales, no deben perder de

vista, que, ante la situación actual, no se puede permanecer como

espectadores frente a los cambios vertiginosos que se presentan diariamente,

y debemos a través de la educación, cerrar la brecha de la calidad de vida a la

que pueden aspirar las familias más excluidas.

Referencias Bibliográficas

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Censo Nacional de Población y de Vivienda del 2000.

Ginding T. y Oviedo L. (2008). Hogares monoparentales encabezados por mujeres y pobreza en Costa Rica. Revista CEPAL.

Grammont, H (2008) La nueva ruralidad en América Latina: Avances teóricos y evidencias empíricas. Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

Pérez, E. Farah M. y Grammont H. (2008) La nueva ruralidad en América Latina: Avances teóricos y evidencias empíricas. Bogotá, Colombia: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.

Page 24: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

24

Programa del Estado de la Nación. (2007). XIII Informe en Desarrollo Humano sostenible. San José, Costa Rica: CONARE.

Slon, P. y Zúñiga E. (Agosto, 2006) Dinámica de la pobreza en Costa Rica. Datos del panel a partir de cortes transversales. Revista de la CEPAL No. 89, 23.12-P Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe. CEPAL.

Page 25: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

25

Ponencia

Implicaciones pedagógicas del paradigma ecológico

Ma. Isabel Torres Salas6

Isa Torrealba Suarez 7

Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcelarizado, nunca pude aislar un objeto del estudio de su contexto, de sus antecedentes, de su

devenir. He aspirado siempre a un pensamiento multidimensional. Nunca he podido eliminar la

contradicción interior. Siempre he sentido que las verdades profundas, antagonistas las unas de las otras,

eran para mí complementarias, sin dejar de ser antagonistas. Nunca he querido reducir a la fuerza la

incertidumbre y la ambigüedad. Introducción al Pensamiento Complejo.

Edgar Morin.

Introducción:

Debido a que la realidad actual está en permanente cambio, se debe ser

capaz no sólo de entender este cambio en los diferentes contextos: educativo,

político, económico, social, personal, ecológico, espiritual, psicológico, cultural y

el de la identidad, sino de potenciarlo y forjar una adaptación a nuevas formas de

comprensión de dicha realidad donde la construcción del conocimiento y el rol de

6 Isabel Torres Salas, formación inicial en la Enseñanza de la Química, Máster en Psicopedagogía,

Profesora de Química en Enseñanza Media, Asesora de Química en el Centro Nacional de Didáctica, MEP, Asesora en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, Vicedecana del Centro de Investigación y Educación UNA. Actualmente académica en Educología CIDE. Principales publicaciones: La enseñanza y el aprendizaje de la química con una metodología activa, Actividades complementarias a los programas de estudio de ciencias para séptimo, octavo y noveno año, Actividades Complementarias de Estudio de Décimo Año, Propuesta Interdisciplinaria de Carta de la Tierra para cuatro disciplinas de séptimo año de la Educación General Básica 7 Isa Torrealba Suárez, tiene estudios en Biología, Gestión de la información, Gestión Ambiental,

Economía Ecológica, Sociología Rural y Pedagogía, con una Maestría en Manejo de Vida Silvestre y es candidata a Dr. en Ciencias Naturales para el Desarrollo. Actualmente labora como docente para la carrera de turismo ecológico en la UCR, sede del Pacífico. Tiene amplia experiencia en la investigación e interdisciplinariedad, con trabajos de campo para la conservación y el desarrollo rural en territorios indígenas y comunidades campesinas. Entre sus publicaciones se encuentran temas relacionados a la conservación, gestión de la diversidad biocultural, desarrollo rural e historia ambiental.

Page 26: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

26

las ciencias juegan un rol fundamental. Así, si pensamos en un ser humano

como objeto de conocimiento individual y social, pensadores como Paulo Freire,

Edgar Morin y Barasab Nicolescou indican que, a partir de nuestro propio

conocimiento, es necesario llegar a una comprensión integral del ser y superar

las barreras que nos impiden trascender para mejorar perdurablemente.

La educación, una de las responsables en comunicar los conocimientos,

permanece ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus

imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error como a la ilusión, y

no se preocupa en absoluto por hacer conocer lo que es conocer (Morin, 1999).

Esto nos llama a reflexionar en opciones trascendentales para la construcción

del conocimiento, que sean amplias, sistemáticas, flexibles y enmarcadas en una

cultura humanista. Según Morin (2000) la nueva cultura de construcción del

conocimiento debe ser genérica, alimentar la inteligencia en general, enfrentar

las grandes interrogantes humanas, estimular la reflexión sobre el saber y

favorecer la integración personal de los conocimientos para formar -personas

con criticidad, responsables de su aprendizaje y su actuación.

En este artículo proponemos que el paradigma ecológico posee calidades

internas que permiten emerger un conocimiento trascendental a través de su uso

aliado a planes de estudio innovadores, con contenidos adecuados al contexto

particular y regional de la población meta, que permitan el desarrollo de un

pensamiento crítico, holístico, interdependiente, de criterio colectivo y visión

planetaria. El enfoque ecológico supera con mucho los alcances de la ciencia

convencional, permitiendo así la emergencia de un ser humano diferente,

personas Gaianas con conciencia de pertenencia a la Tierra, a su planeta.

Llamados hacia un cambio de la humanidad teniendo una ciencia con

conciencia, hacia una nueva ciencia para la vida, con un enfoque

transdisciplinario que forje una transfomación liberadora ya se han hecho

anteriormente (por ejemplo, véase: Belsky 2002, Morin 2000, Rosa y Machlis

2002), sólo resta empujar este cambio.

La ciencia como conocimiento:

Page 27: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

27

Según Pablo Cazau (1991) la ciencia es uno de los cuatro tipos básicos

de saberes cuyo fin es aumentar el conocimiento del mundo para aprovechar

ese conocimiento con la intención de poder predecir los acontecimientos y así

dominar la naturaleza. La ciencia es el único tipo de saber que es al mismo

tiempo reflexivo –como la filosofía- y práctico –como el saber cotidiano- y su

novedad reside en lo experiencial. La ciencia es una cultura con sus propios

valores, ritos y criterios de evaluación; incluye complejas estrategias de

búsqueda del conocimiento y su proceso en cuanto a lo epistemológico,

sociológico y ético, pero no existen algoritmias infalibles.

Sin embargo, muchas veces en lugar de hacer ciencia lo que hacemos

es cientificismo, que es la aceptación del éxito de la ciencia como justificación

de su superioridad total sobre otras tradiciones culturales. Hoy, aunque

algunos estudian, retoman y reconocen prácticas y conocimientos de diferentes

grupos culturales y tratan de integrarlos a la “ciencia occidental”, no se tiene

conciencia plena de otros derechos intelectuales y del respeto que merecen

otros tipos de conocimiento.

Otro de las grandes áreas que debemos superar es efectuar una ciencia

con conciencia en el decir de Morin. Es decir, retomar el rol social e histórico

de la ciencia. Jorge Núñez (2000) debate ampliamente sobre la naturaleza

social de la ciencia y su imposibilidad de neutralidad respecto a

condicionamientos, fines y valores sociales. Ya que las teorías científicas

dependen del desarrollo histórico que las envuelven y todo conocimiento es

perfectible, Núñez aboga por una epistemología social que ve a la ciencia como

actividad social y no meramente como actividad teórica. Dennis Huffman (2005)

le apoya al indicar que hablar de una ciencia latinoamericana implica la

posibilidad de una visión crítica y universal, una alternativa dentro de nuestra

particular situación histórica. . Por tanto, partimos de los siguientes principios:

Hay muchas formas de llegar al conocimiento y la ciencia es tan sólo una de

las formas.

La ciencia cambia y evoluciona.

Page 28: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

28

La ciencia pertenece a un contexto histórico-social que la objetiviza o

subjetiviza

El “saber-hacer científico” implica subjetividad.

La ciencia no es inmune, es ideológica y ya que ha tenido un rol

preponderante en la configuración del mundo actual debemos estar alertas

por ello.

La ciencia es arte y creación.

No obstante, con la ciencia tal cual la conocemos no hemos logrado

solucionar los grandes problemas que nos aquejan cada vez con más incidencia

desde la década de los 1970s; por el contrario, al decir del sociólogo mexicano

John Saxe, vivimos una crisis civilizatoria supra-liminal, en el sentido de que la

problemática actual es tan grande, que no alcanza a ser ni siquiera percibida.

Queda invisibilizada. Pese que se ha generado una gran cantidad de

conocimiento, el mismo no ha logrado solventar problemas sociales básicos,

como el hambre y la pobreza, ni tampoco los problemas socioambientales, como

el deterioro medioambiental y el cambio climático; por el contrario, ha contribuido

a generar en parte algunos de estos problemas. Carbonell y Torrealba (2007) y

Torrealba y Carbonell (2008) indican que parte de la razón para ello es que

existe un no-aprendizaje, donde en pro de una opresión derivada de las

políticas económicas neoliberales se hace que aprendamos a no aprender; se

nos enseña a no ver lo obvio. Así, indican que para entender y ver otra

realidad, debemos desaprender nuestro no aprendizaje.

Vislumbrando un conocimiento trascendente y transformador:

Actualmente, se reconocen tres grandes niveles de ciencia entendidos

como una pirámide invertida (Habermas 1982), partiendo desde la base más

triangular con lo positivista, pasando por lo constructivista y llegando hasta la

parte más amplia con lo crítico, compatible con lo ecológico (Torrealba 2009).

Tales niveles se corresponden con las diferentes formas de abordar un

problema, sea vía lo uni-, lo multi-, lo inter- o lo trans-disciplinario, de acuerdo a

las acepciones de Basarab Nicolescu (Fig. 1).

Page 29: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

29

Figura 1: Pirámide de paradigmas o niveles de ciencia. Para pasar al nivel

superior es necesario haber pasado por el basal previo. Desde el nivel basal

previo no se percibe fácilmente el nivel superior. Tomado de Torrealba (2009).

Fuente: Construcción propia base en Van Eijk (1999), Victorino (2009) y Nicolescu

(1999)

En lo uni-disciplinario, una sola disciplina enfoca o ve un problema dado.

En lo multidisciplinario hay un problema de marco común, pero cada disciplina

tiene objetivos diferenciados dentro de ese problema; cada una se encarga de

su área. Es el enfoque de un solo problema por medio de varias disciplinas a

la vez. En lo interdisciplinario hay un solo problema y un marco de objetivos

comunes abordados por un equipo que asume en consenso a la investigación

como un todo; hay una integración con un marco epistémico común. Cuando

hay un nivel elevado de concepción de diversas disciplinas, se llega a un último

nivel de interdisciplinariedad colindante con la transdisciplina. Lo trans implica

un cambio o transformación para ubicarse en un nivel más comprensivo; se

refiere a lo que simultáneamente es entre las disciplinas, a través de las

disciplinas y está más allá de toda disciplina (Nicolescu 1999). Su fin es la

comprensión del mundo presente orientada a la complejidad real del contexto

superando los abordajes uni- y multidisciplinarios; es la máxima expresión de

interdisciplinariedad.

Lo trans se supone como un proceso educativo de comunicación entre

todos los actores y partícipes. Por lo general, implica un gran cambio. Como

aclara Arias (2009) la intención no es sacrificar la disciplina, o la especificidad,

sino superarla, debe haber una integración crítica de los avances de las

Page 30: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

30

diferentes disciplinas. Es lo que está en el lado más distante de las disciplinas

concebidas como únicas y también lo que está al otro lado o en el lado opuesto

de las mismas; en lugar de separar disciplinas, se unen de forma ecléctica, se

fusiona el episteme. La intención es la fusión de múltiples saberes para crear

propuestas de conocimiento complejas, multidimensionales y mejor adaptadas

a la realidad existente.

El paradigma ecológico-contextual como catapultador de lo trans:

El paradigma ecológico-contextual plantea una visión de conjunto, no

hay divisiones ni partes y el conocimiento no se percibe como una verdad

universal y absoluta planteada por teorías o leyes, sino que se va construyendo

y complementando a partir de los aportes que las y los estudiantes hagan

desde su punto de vista. Este paradigma toma en cuenta el rol que juega el

contexto que rodea el proceso de enseñanza y aprendizaje, cuáles son las

demandas y las características socio-económicas-culturales del entorno, para

así, poder entender o dar significado a las conductas del estudiantado. Por ello

se busca saber cuáles son las expectativas y motivaciones de cada alumno y

su contexto familiar; además, considera al estudiante de forma activa e incluye

el escenario que rodea el proceso de enseñanza y aprendizaje, el cual no

puede ser llevado a cabo sin tener en cuenta el contexto que le rodea,

promoviendo así aprendizajes coherentes y significativos para el estudiantado.

Entre sus características sobresalen la adquisición de una conciencia

humanista-ambientalista, el enfoque hacia problemas, el carácter dinámico del

conocimiento, la flexibilidad del curriculum, la participación en el proceso de

aprendizaje propio y conjunto, la inclusión el entorno social y la potenciación

del cambio, tal como se discutirá más adelante cuando se hable de los

principios pedagógicos en la parte metodológica del plan.

Principios epistemológicos

El paradigma ecológico nace como un modelo sociológico que ubica a la

educación en una propuesta de trasformación y práxis escolar. El mismo

Page 31: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

31

permite trabajar con seis principios epistemológicos para proporcionar las

bases teóricas - metodológicas, en las que se sustenta la concepción de

conocimiento:

1) La realidad es un proceso de construcción socio-histórico cultural:

La realidad es un proceso de construcción social desde la unidad sujeto-objeto

de conocimiento Berger, Peter y Thomas Luckmann 1983. Esto significa que la

realidad no es independiente del sujeto, porque el desarrollo del conocimiento

está enmarcado en la historicidad y la cultura en que se desenvuelve el ser

humano, que implica realidades subjetivas o modos de vida diferentes en este

proceso dialéctico.

2) Historicidad del sujeto y la intencionalidad del conocimiento:

El sujeto de conocimiento, en la unidad dialéctica sujeto-objeto, se constituye

en un ente socio-histórico, heredero de un pasado que condiciona su presente

y su visión de futuro González, (1996). Desde la perspectiva de conocimiento,

se da una interacción entre los conceptos conocidos o preconceptos y la

realidad entendida como construcción socio histórico que conlleva a una acción

trasformadora de ésta. Todo conocimiento, en la interacción entre el ser

humano y el contexto, conlleva una intencionalidad, la cual implica los

elementos idiosincrásicos, valorativos y políticos que condicionan la

construcción del saber del sujeto con fines emancipadores.

3) La criticidad:

Al hablar de criticidad hay que pensar en dos tendencias de pensamiento

crítico, asociadas al modelo de pedagogía en la línea dialéctica-hermenéutica

y al constructivismo social como una teoría del aprendizaje. En la primera lo

que interesa es, esencialmente, establecer las relaciones entre la estructura

económico social y el sistema cultural (simbólico), entre el poder y el

conocimiento, y el papel de la ideología en la educación y la sociedad en la

búsqueda de la emancipación de los seres humanos Boisvert, J. (2004). En la

segunda interesa el desarrollo de un nivel de pensamiento inferencial deductivo

e inductivo, la veracidad, la adecuada argumentación, la capacidad de plantear

problemas y darles solución

Page 32: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

32

4) La Creatividad:

La creatividad es la capacidad de crear y producir que tiene el ser humano,

para llegar a conclusiones nuevas y resolver problemas de formas únicas. Es

un proceso intencionado que se desarrolla en el tiempo y se caracteriza por la

originalidad, por sus posibilidades de realización concreta y no está supeditada

a ninguna área en particular de la actividad humana; sino por el contrario el

hecho creativo se abre a diferentes posibilidades, fuentes y potencialidades en

un marco bio-psico-social.

5) Dimensión antropológica.

El ser humano es un ser indudablemente biológico, al mismo tiempo, un ser

cultural, que vive en un universo de ideas y de conciencia. Es decir la

corporalidad debe verse en dos realidades, la realidad biológica y la realidad

cultural. Pero históricamente al ser humano biológico se le ha reducido al

campo de la Biología, como un ser anatómico con funciones fisiológicas y al

ser humano cultural a los departamentos de ciencias humanas, donde se

analizan sus relaciones, su mente, su psique, olvidamos que uno no existe sin

el otro.

6) Dimensión axiológica

Toda acción educativa supone elementos axiológicos o principios

fundamentales dirigidos a todo nivel: económico, social, político, ecológico,

ético, entre otros. Por ello es que la pedagogía no puede ser ajena, ni puede

sustraerse a los principios axiológicos, todo lo contrario debe favorecer la

reflexión sobre el contenido valorativo y afectivo de diferentes aspectos como:

intereses, solidaridad, experiencias de la vida cotidiana, valoración de

problemas del medio y del país, conservación del ambiente y de los recursos,

asistencia a otros, autonomía personal y visión de la sociedad en que la que

convive. Según Rodríguez y Salazar ( 1996) desarrollar sentimientos de

identidad personal y de solidaridad, es pasar de actitudes egoístas y

hedonistas a una solidaridad humanizadora de las relaciones sociales y a la

creación de ambientes democráticos y afectivos donde predomine la

Page 33: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

33

tolerancia, la seguridad, la empatía, la valoración de acciones, tareas y

conductas.

Implicaciones pedagógicas del paradigma ecológico:

Se puede decir que el paradigma ecológico es una forma particular de

explicar los hechos, situaciones y entornos educativos de acuerdo con los

principios de la ecología. Desde esta mirada según Suárez (2000) la escuela es

interpretada como un ecosistema social humano, ya que expresa en la realidad

un complejo entramado de elementos (población, ambiente, interrelaciones y

tecnología) y de relaciones organizativas que la configuran y determinan como

tal. Por su parte Bronfenbrenner (1987) establece que un ecosistema es una

realidad permanente, dinámica, con una red de significaciones, un sistema de

comunicación y tipos de encuentro entre sus miembros y el ambiente.

El enfoque ecológico supera al positivismo -enfrentado por la línea

hermenéutica dialéctica del siglo XIX- y es compatible con la teoría crítica, la cual

desde 1930 empezó a señalar las limitaciones del positivismo. En las décadas

de los 60 y 70 surgieron, en el campo de la filosofía de las ciencias, varias

concepciones epistemológicas con respecto a la construcción y evolución del

conocimiento científico, por encima de las posturas positivistas que se habían

venido dando. Los aportes de los programas de investigación de Lakatos y los

trabajos de Kuhn y Feyerabend contribuyeron a la construcción de nuevos

modos de hacer y pensar la ciencia en consonancia con una postura del ser

humano como sujeto-objeto de conocimiento científico y sus inseparables nexos

con el entorno que lo rodea, en su contexto socio-cultural y en su ambiente

natural.

Al considerar el desarrollo del ser humano como persona y objeto de

conocimiento (sujeto-objeto) enmarcado en un contexto particular histórico y

social, Ennis (1996), habla de la construcción de un conocimiento que implica

realidades subjetivas o modos de vidas diferentes y comunes, en un proceso

eminentemente dialéctico y complejo. Dado que la educación es un acto de

comunicación que construye simbólica e ínter subjetivamente la realidad, es

Page 34: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

34

necesario enfatizar la postura epistemológica hermenéutica dialéctica, que

explique la realidad construida, sin dejar de lado los aportes de las ciencias

empírico analíticas.

Adicionalmente, hoy día las ciencias están pasando por un momento de

mucha incertidumbre, es necesario trascender las inadecuadas y rígidas

estructuras metodológicas heredadas del positivismo, las cuales contravienen la

naturaleza dialéctica del comportamiento del ser humano. Desde esta

perspectiva el paradigma ecológico, también llamado emergente en el campo de

la pedagogía, viene a llenar las expectativas de la pedagogía contemporánea,

ya que va más allá de una visión holística, porque el ser humano es visto como

una totalidad bajo la perspectiva de su propia realidad y comprendida desde la

ínter subjetividad.

Consideraciones finales:

El paradigma ecológico o emergente, que hace referencia al ecosistema

como modelo, muestra la importancia de trabajar de forma integrada, que

permita comprender los hechos pedagógicos y educativos partiendo del estudio

de la realidad cultural, que considere el entramado complejo de las relaciones

humanas, que evidencie la interdependencia que existe entre las acciones de los

diferentes actores, que tome en cuenta las demandas del entorno y de

respuestas a las múltiples formas de adaptación de los individuos al contexto.

Es un modelo que abarca la teoría, la praxis y la práctica pedagógica; por tanto,

orienta la teoría a la acción. Podemos decir que nos permite abordar el hecho

educativo con una visión global, donde el ser humano es visto como una

totalidad desde la perspectiva de su propia realidad y desde la ínter subjetividad

que es concebida a la vez como compleja e interdependiente de los procesos

que se llevan a cabo en la educación. Es decir, aborda la complejidad del

cambio y la transformación de los procesos pedagógicos de forma cualitativa,

lo que permite comprender la educación como una unidad compleja de cambio

para el desarrollo de la cultura, donde se promueven y recontextualizan los

procesos de enseñanza y aprendizaje y donde todos tenemos una cuota de

Page 35: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

35

responsabilidad en esta tarea, ya que sólo en conjunto se puede crear una

sociedad sostenible, dispuesta a respetar las diversas formas de vida, cuidar la

naturaleza, promover la justicia económica y fundar una cultura de paz.

Referencias Bibliográficas

Arias, L. M. (2009). Interdisciplinariedad y triangulación en Ciencias Sociales. Diálogos, 10(1):117-136. Revista electrónica de historia, UCR, CIHAC.

Belsky, J. (2002). Beyond the Natural Resources and Environmental Sociology

Divide: Insights from a Transdisciplinary Perspective. Society and Natural Resources (Special Issue on Environmental Sociology and the Sociology of Natural Resources), 15(3): 269-280.

Berger, Peter y Thomas Luckmann 1983 La Construcción Social de la Realidad.

Buenos Aires, Amorortu Editores. Boisvert, J. (2004). La formación del pensamiento crítico. México. DF :Fondo de

Cultura Económica Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo humano, Barcelona,

Paidós. Carbonell, F. e I. Torrealba (2007). Conservación en ecotonos interculturales y

transfronterizos: Una visión integral en la Reserva de Biosfera La Amistad, Costa Rica-Panamá. Textual, análisis del meio rural latinoamericano, revista de la Universidad Autónoma de Chapingo Vol. 50: 217-242

Cazau, P. (1991). El modelo Hempel-Oppenheim de explicación científica. En:

Introducción a la investigación en ciencias sociales. Editorial Rundinuskín. Buenos Aires, Argentina.

González, O. (1996). El enfoque histórico-cultural como fundamento de una concepción pedagógica. En Tendencias Pedagógicas Contemporáneas. Edición El Poira, Ibagué, Colombia. Habermas, J. (1982). Conocimiento e interés. Edit. Taurus. Madrid, España. Huffmann, D. (2005). ¿Qué es la ciencia? Antología del curso Filosofía de la

ciencia. Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo. Programa Inter.-universitario: ITCR, UNA y UNED de Costa Rica; UNAM y UACh

Page 36: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

36

de México; UNAN de Nicaragua.Doctor de la Universidad Autónoma de Chapingo. Documento inédito. Chapingo, México.

Kunh, T. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de cultura

económica de México. México, DF México. Morin, E. (1999) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.

UNESCO. Traducción de Mercedes Vallejo-Gómez, de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia, con la contribución Nelson Vallejo-Gómez y Fracoise Girard.

Morin, E. (2000). El paradigma antológico. Texto antológico consultado en julio

03 del 2008 de http://www.ujaen.es/dep/derpen/filmoral/pdi/articulos/EL%20PARADIGMA%20%20%20%20%20%20ECOLOGICO.doc.

Nicolescu, B. (1999). La transdisciplinariedad: Una nueva visión del mundo.

Traducido del francés por Consuelo Falla. México. http://nicol.club.fr/ciret/espagnol/visiones.htm

Núñez, J. (2000). Lo que la educación científica no debería olvidar: Rigor,

objetividad y responsabilidad social. Consultado el 16 de marzo del 2005 en http:// www.campus-oei.org/salactsi/nunez05.htm

Rosa, E y G. Machlis. (2002). It´s a bad thing to make one thing into two:

Disciplinary distinctions as trained incapacities. Society and Natural Resources (Special Issue on Environmental Sociology and the Sociology of Natural Resources), 15(3): 251-261.

Rodríguez, L y Salazar L (1996) El eje de valores, afectos y competencias

sociales del diseño curricular base. Revista Sociedad. Nº 10. Venezuela. Suarez, M. (2000). Las corrientes pedagógicas contemporáneas y sus

implicaciones en las tareas del docente y en el desarrollo curricular. Revista Acción Pedagógica. Vol. 9, Nos. 1 y 2 /2000

Torrealba, I. (2009) Borrador de Tesis: “Visualizando el balance entre

conservación y desarrollo: Bases metodológicas para un modelo conceptual endógeno”. Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo. Tutor: Dr. Liberio Victorino de la Universidad Autónoma de Chapingo.

Torrealba, I. y Carbonell, F. (2008). “La Conservación Integral Alternativa

desde el Sur: Una visión diferente de la conservación”. Revista Polis, revista académica de la Universidad Bolivariana No 21. [revista en línea] Dirección web <http://www.revistapolis.cl/polis%20final/21/art15.htm>

Page 37: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

37

Torrealba, I. (2005). Trabajo final del curso de doctorado Filosofía de la

Ciencia. Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo. Programa Inter.-universitario: ITCR, UNA y UNED de Costa Rica; UNAM y UACh de México; UNAN de Nicaragua. San José, Costa Rica. Documento inédito.

Page 38: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

38

Ponencia

Filosofía para Niños y Niñas, una propuesta para favorecer el

Pensamiento Reflexivo en la Primera Infancia

M Ed. Karen Camacho V.8

M Ed. Laura Rizo C.9

A nivel educativo actualmente se ha vislumbrado una creciente

necesidad por desarrollar pedagogías innovadoras que mejoren la calidad de la

educación que reciben los niños y las niñas en cada centro educativo del país.

Esto debido que actualmente se requiere de un modelo de ciudadano y

ciudadana comprometidos, que permitan el mejoramiento de la calidad de

vida de la sociedad.

Es aquí donde nace la importancia de implementar estrategias

pedagógicas, que favorezcan el desarrollo integral de los niños y las niñas. Lo

cual nos motivo a investigar sobre metodologías y estrategias pedagógicas que

mejoraran la calidad de la educación y principalmente que respondieran a las

características, intereses y necesidades de los participantes.

Todo inicio como un caminar hacia una meta principal que era brindarles

a los niños y las niñas experiencias enriquecedoras que favorecieran su

desarrollo integral, pero sobre todo que les permitiera salir un poco de la rutina

en la que muchas veces se ve inmerso el contexto de aula. De ahí que se

seleccionó como modelo la metodología pedagógica “Filosofía para niños y

niñas”; está metodología se desarrolló por primera vez en 1969 en Estados

8 Karen Camacho Valerio, egresada de la Universidad Nacional de Costa Rica, en el presente

año concluí mi estudio de posgrado en Pedagogía con énfasis en Atención y Desarrollo Integral de la Primera Infancia, con el cual se me otorga el grado de Máster en Educación. Siempre he ejercido como docente del Nivel de Preescolar, desde hace dos años en el nivel de Transición en el Centro Educativo Universitario para Niños y Adolescentes (CEUNA). 9 Laura Rizo Cuadra, docente de Educación de Preescolar y egresada de la Universidad

Nacional. Recientemente concluido el estudio de posgrado en Pedagogía con énfasis en Atención y Desarrollo Integral de la Primera Infancia, esto en el presente año y con el cual se me otorga el grado de Máster en Educación. Actualmente ejerciendo como docente de Educación Preescolar para el Ministerio de Educación Pública y como académica de la Universidad Nacional.

Page 39: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

39

Unidos por los profesores universitarios Matthew Lipman y Ann Margaret

Sharp, debido a la necesidad que presentaban sus estudiantes de poseer

herramientas para comunicar sus pensamientos, ideas o sentimientos ya que

por haberse desarrollado en sistemas educativos represores, no contaban con

habilidades para exponer lo que deseaban, de ahí que se desarrolla la Filosofía

para Niños y Niñas, debido a que sus autores (antes mencionados) creían que

este tipo de experiencias se deben empezar a generar desde edades

tempranas para favorecer el diálogo como medio de enseñanza y aprendizaje

(Robles, 2009).

En relación con los aspectos antes señalados, se evidencia que la

metodología pedagógica Filosofía para Niños y Niñas nos va a permitir

modificar el contexto de aula de forma parcial, al igual que la jornada, pero con

la clave de que vamos a permitirnos brindar experiencias motivadoras hacia el

desarrollo del pensamiento reflexivo, la crítica y las proposición de ideas para la

solución adecuada de los conflictos.

Como sustento de lo antes mencionado Guzmán (2009), indica que la

Filosofía para Niños y Niñas,

se convierte en una propuesta educativa sistemática y progresiva que brinda a los niños y adolescentes, instrumentos adecuados para su desarrollo a partir del momento en que comienzan a interrogarse del mundo y de su inserción en él (p.1).

Para el caso preciso de la experiencia docente que se describe en el

presente artículo, es trascendental mencionar que fue desarrollada en un

centro educativo de atención prioritaria, específicamente en la comunidad de la

Carpio, en la provincia de San José.

La participación en sí de los niños, niñas, padres, madres y encargados

dentro del proceso de implementación no ha sido difícil, ya que una de nosotras

tiene varios años de trabajar dentro de esta comunidad, por lo que el apoyo y la

comprensión de cada uno de ellos y ellas fue fundamental para el éxito de cada

de etapa que se ha desarrollado al iniciar la aplicación de la metodología de

Filosofía para niños y niñas.

Page 40: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

40

Primeramente, se inició la experiencia con la expectativa de modificar el

ambiente de aula, de manera tal que le pudiera brindar a los niños y las niñas

motivación para el desarrollo de las experiencias de aprendizaje y sobre todo

enfocadas a brindar un espacio diferente al contexto familiar, comunal e

institucional en el que se desarrollaban. Además, se buscaron espacios

externos de la institución (en sus alrededores) que fueran propicios para la

puesta en común de ideas, diálogo, reflexión y el compartir entre los niños y las

niñas. Las instalaciones en sí, no tienen que tener características especiales

pero si es importante que como docentes procuremos que siempre este limpio,

con materiales motivadores, ojalá siempre elaborados por los niños y niñas, en

donde puedan sentarse cómodamente y participar de las experiencias de

aprendizaje.

Luego de verificar que cada espacio fuera adecuado se procedió a iniciar

las conversaciones con los niños y las niñas, con el propósito de conocer como

se sentían, cuáles son sus expectativas, además de identificar sus intereses y

necesidades. Este es uno de los puntos con más valor a desarrollar dentro de

la metodología de Filosofía para Niños y Niñas, esto debido a que es la manera

más adecuada de buscar su desarrollo integral siempre partiendo de que los y

las menores son los principales actores dentro del proceso.

De aquí que la primera experiencia que se desarrolló, propiamente con

los niños y las niñas, fue el conocer sus sentimientos, lo más importante para

nosotras era identificar como se sentían consigo mismos, para lo cual

realizamos una actividad inicial de diálogo, en la cual por primera vez los

pequeños y pequeñas iban a conocer como se generaban estos espacios. Se

les presentó primeramente un títere que les contó como era su vida y cómo se

sentía de estar ahí en ese jardín de niños y de compartir con cada uno de ellos

y ellas. Luego nosotras les presentamos una serie de imágenes representativas

con diferentes caritas de estados de ánimo para que cada uno pudiera verse

reflejado en ellas y escoger como se sentían, además debían compartirlo con

sus compañeros y compañeras. Luego para cerrar el círculo de diálogo se les

solicitó dibujar que los hacía sentirse de diferentes maneras.

Page 41: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

41

Esta experiencia nos permitió conocer en los niños y las niñas diferentes

situaciones personales o familiares que los aquejaban o por el contrario que los

hacían sentir muy bien. Uno de los dibujos que más recordamos es el de una

de las niñas que nos comentaba “lo más feliz que me hace es comer la comida

que me hace mi mamá”.

Posteriormente a un análisis y sistematización de la información

brindada por los niños y las niñas procedimos a vislumbrar aspectos de

importancia que debían ser tomados en cuenta para el siguiente círculo de

diálogo. Esto ya que es importante que como docentes encargadas estemos

constantemente evaluando las experiencias, para que podamos atender

adecuadamente cada una de las necesidades que puedan surgir en cada

momento de la aplicación de la Filosofía para niños y niñas, como estrategia de

innovación pedagógica. Esto porque cuando llegamos a este punto es que nos

dimos cuenta que uno de los factores más determinantes para el adecuado

desarrollo de esta metodología como innovación pedagógica es la disposición

del docente a observar, registrar, sistematizar y sobre todo a comprometerse

con las experiencias que desea desarrollar con los y las pequeñas. Es decir

que parte del éxito va a depender de la actitud del o la docente y sus deseos

reales por brindarles a ellos y a ellas una educación de calidad en un marco de

respeto y atención integral.

Otra de las experiencias desarrolladas, que se generó de la anterior, se

llamó ¿Quiénes son los niños y las niñas de la Carpio?, aquí simplemente

queríamos identificar como se visualizan ellos o ellas dentro de su comunidad.

Para la misma se les pidió iniciar un grupo de diálogo en donde comentaron

como es su comunidad y posteriormente se les pidió realizar una lluvia de ideas

en donde mencionarán quiénes y cómo eran los niños y las niñas de esa

comunidad. Luego se les pidió que cada uno efectuara un dibujo en donde se

describiera o describiera a un niño o niña que conocía que vivía en su

comunidad. Para nosotras como docentes realmente fue muy importante

darnos cuenta que la mayoría de los niños y las niñas consideraban que ellos y

ellas eran muy felices en su comunidad, que se sentían a gusto, fueron pocos

Page 42: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

42

los niños o niñas que nos dieron una respuesta negativa hacia quiénes eran

ellos o ellas.

Como en las dos actividades anteriores se había evidenciado sus

sentimientos a sí mismos decidimos, luego de sistematizar la información y en

relación siempre con los comentarios de los niños y las niñas hacia su

comunidad centrarnos en las diferentes situaciones que se viven en ella. Los

niños y las niñas desarrollaron un diálogo de mayor extensión, en esta tercer

experiencia en donde principalmente pusieron énfasis a los problemas de:

“basura”, “moscas”, “inundaciones”, “suciedad”, entre otros. De los cuales se

extrajo como tema central la contaminación ambiental.

Para iniciar el diálogo de esta actividad llevamos a los niños y las niñas

al portón de la institución en donde se les pidió observar cuidadosamente cada

uno de los elementos que estaban presentes, ya en el aula los niños y las niñas

escucharon una historia (cuentos), sobre un niño de la Comunidad de la Carpio

que veía muchos problemas en su comunidad y que quería ayudar a

resolverlos pero no sabía por dónde empezar. Al finalizar les solicitamos indicar

cuál sería el problema que ellos o ellas resolverían primero, para lo cual debían

representar la solución.

Los problemas más representativos en los dibujos de los niños y las

niñas fueron, como se mencionó en el diálogo, la contaminación al cual dieron

estrategias muy reales de cómo resolverlo, por ejemplo señalaban el colocar

mayor cantidad de basureros, el insistir en las personas de la comunidad en

colocar la basura en los recintos, el barrer las calles, entre otras.

Una de las actividades planteadas, posteriormente, se denominaba

¿cómo me siento?, ¿dónde estoy? Y ¿dónde quisiera estar?, esta actividad

nació a partir de la necesidad de conocer como se sienten los niños y las niñas

en cada uno de los diferentes contextos en donde se desarrollan. Los niños

dieron respuestas varias, sin embargo constantemente indicaban que se

sentían muy felices en el jardín de niños, dependiendo de las experiencias de

vida de cada uno señalaban si se sentían felices en su hogar, no siempre o no

del todo, al igual que en su comunidad. Esta experiencia permitió conocer la

Page 43: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

43

realidad en la que viven muchos de los niños y las niñas, identificar de una

forma más minuciosa cuáles son las diferentes experiencias que los marcan y

tratar dentro de los diferentes espacios de diálogo que se llevaron y se llevan a

cabo, de buscar soluciones o alternativas que puedan aplicar en su vida diaria

e ir modificando su experiencias de vida.

La última actividad que realizamos, fue ¿cómo me siento en cada uno de

esos lugares?, relacionada con la anterior se les presentó a los niños y las

niñas un instrumento con fotografías reales de los contextos en donde se

desarrollan y los cuales se señalaron en la experiencia anterior (escuela-familia

y comunidad) y se les pidió de forma más específica que señalarán porque se

sentían así. Esto debido a que era importante conocer e identificar cada una de

las razones que hacían que los niños y las niñas desarrollaran diferentes

interpretaciones de sus experiencias en ellos.

Es importante señalar que todavía se siguen realizando este tipo de

experiencias con el grupo preescolar, ya que como investigadoras creemos en

la importancia de la continuidad dentro de la aplicación de estas experiencias

de innovación pedagógica, las cuales luego de varios meses han logrado

arrojar información muy valiosa en donde evidencia el proceso que se ha

generado en los niños y las niñas participantes. Esto porque ellos y ellas han

mejorado sus capacidades de diálogo, sus procesos de reflexión y sobre todo

su capacidad crítica y propositiva para enfrentar las diferentes situaciones que

se les presentan.

Lipman citado por Trejos (2006) expone que la educación debe servir

para fortalecer las capacidades de razonamiento y de juicio, y también para

introducir valores y conceptos de cultura. Es por ello que realmente

consideramos que nuestra investigación se convierte en una puerta para todos

aquellos y aquellas educadoras que creen fielmente en el mejoramiento de la

calidad de la educación que se imparte en nuestro país, reconocemos su valor

como una innovación pedagógica ya que nos permitió crecer como

profesionales y identificar realmente como es necesario un cambio en la

aplicación de la pedagogía a través de la puesta en práctica de nuevas

Page 44: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

44

metodologías que respondan adecuadamente a la atención y al desarrollo

integral de los niños y las niñas durante su primera infancia. Instamos a otros

educadores y educadoras a informarse y a creer en nuestra labor, ya que es a

través de nuestro compromiso como docente que podremos mejorar las

prácticas educativas. Todo se puede realizar con esfuerzo, entusiasmo y

dedicación, las caritas que vemos todos los días en nuestras aulas se merecen

una educación de calidad.

Referencias Bibliográficas

Guzmán, I. (febrero, 2009). Filosofía para niños: apuesta hacia una reforma del pensamiento. (en red). http://www.amtroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=10 Trejos, V. (2006). El programa de Filosofía para niños y niñas del Prof. Matthew Lipman en el Hogar Niño Jesús. Enfoque histórico – cultural de la educación. (en red). http://www.inie.ucr.ac.cr/encuentro/memoria/experiencias/virginia.pdf.

Page 45: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

45

¿Los retos del siglo XXI: el

papel de la pedagogía?

Page 46: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

46

Ponencia

Aportes conceptuales a la construcción de la Pedagogía como disciplina

Francisco González Alvarado10

“Las estructuras disipativas abren las posibilidades de nuevas

lecturas sobre la pedagogía. Pues, cambiando lo que hay que

cambiar, también en los procesos educativos se producen

situaciones que amenazan con ser caóticas. Pero que contienen

entre sus propios elementos las condiciones de posibilidad para

un nuevo cambio”

Ester Díaz

Presentación

Las siguientes páginas, intentan desde una perspectiva reflexiva y

propositiva, cavilar sobre la pedagogía como disciplina científica en

construcción. Para ello, la cuestión se aborda a partir de tres componentes

interrelacionados, primeramente, se expone una mirada histórica general al

devenir de la Pedagogía como disciplina en construcción, de inmediato se

aborda el debate entre la Pedagogía y las Ciencias de la Educación, con el

objeto de visualizar y comprender los fundamentos conceptuales de la primera

como disciplina científica, por último, se ofrece una serie de valoraciones

conceptuales y epistemológicas sobre la Pedagogía, desde una perspectiva

amplia e integradora.

El devenir histórico de la pedagogía: una brevísima mirada

Al igual que otras disciplinas científicas, la pedagogía, a través del tiempo,

ha venido constituyéndose como tal, de ahí que reconozca la influencia de

10

Francisco González Alvarado: Subdirector de la División de Educología, CIDE, Universidad Nacional.

Page 47: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

47

diferentes pensadores; filósofos, sociólogos, historiadores, psicólogos,

pedagogos y de sus variados puntos de vista, los cuales, han estado

determinados y han sido determinantes, en diferentes momentos de la historia

de la humanidad y han trazado, a la Pedagogía, de manera más o menos

continua, un camino propio y complejo. En otras palabras, el cuerpo de posturas

conceptuales y metodológicas, que pueden distinguir lo que hoy, entrado el

*Master en Educación, Licenciado en la Enseñanza de los Estudios Sociales y

Bachiller en Historia por la Universidad Nacional de Costa Rica. Subdirector de

la División de Educología de la Universidad Nacional. Académico e investigador

de la UNA desde 1995.

Segundo milenio de la humanidad, se reconoce como Pedagogía. De ahí

que se haga imprescindible reconocer sus principales “tempos” y “movimientos”,

con el afán de desarrollar una discusión históricamente responsable y ofrecer las

coordenadas que faciliten la ubicación, a las cavilaciones, que dan cuerpo a este

escrito.

A pesar de que se reconoce diferentes interpretaciones sobre el devenir

histórico de la Pedagogía, el ofrecido por Velázquez (2007), resulta

especialmente relevante, principalmente por el carácter interdependiente, que le

otorga a esta disciplina, con la historia, la educación y las diversas respuestas

sociales que ha derivado. La autora, reconoce tres diferentes períodos en la

consolidación de la pedagogía como disciplina, el primero, denominado pre-

científico, otro cientificista y uno último científico. Cada uno de ellos, destaca a la

Pedagogía, con una postura epistémica diferenciada y unas características

particulares, sin que ello, suponga que en la actualidad, una postura haya

superado a otra o que se desconozca la posibilidad que en determinados

contextos políticos culturales, coexistan rasgos de un período y otro.

Transitando en perspectiva crítica, la ruta de análisis ofrecida por

Velázquez, se reconoce que, el período pre-científico de la Pedagogía, se

distingue por una perspectiva epistemológica fuertemente vinculada a la filosofía,

mas identificada con la educación que con la Pedagogía misma. Desde el punto

de vista histórico, registra dos momentos, el primero, se relaciona con la

Page 48: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

48

antigüedad clásica y remite a la agenda griega, dominada por los grandes

filósofos Platón y Aristóteles y sus preocupaciones centradas en los valores, la

política y la libertad, a través de una metodología de carácter especulativa. El

segundo, más cercano al fin del período feudal e inicios del capitalismo

industrial, donde a partir de las publicaciones sobre Pedagogía de Kant y

Herbart, inició su camino hacia la autonomía disciplinaria. En esos momentos de

la historia, recibió el impulso significativo de escritores alemanes como Cistian

Trapp y Amós Comenio, los cuales influyeron determinante en la adopción de

una postura más cercana a la didáctica y la instrucción.

Por su parte, el período distinguido como cientificista, históricamente

relacionado con el inicio de las revoluciones burguesas y el advenimiento de la

modernidad, encontró en la epistemología positivista de Augusto Comte su

principal asidero conceptual, de ahí que la búsqueda “descubrimiento”, de

conocimiento objetivo y verdadero y el establecimiento de “leyes generales”, a la

luz de las concepciones científicas derivadas de las ciencias naturales, le

imprimieran un carácter estrictamente normativo, aparece la noción de “hecho

educativo” y la Pedagogía se enfrasca en una metodología distinguida por la

observación, la experimentación y la inducción. Corresponde a este período de

la historia de la Pedagogía, la aparición y consolidación, a mediados del siglo

pasado, de la denominación de Ciencias de la Educación y su consecuente

colonización del vocablo Pedagogía, como más adelante se detallará.

Las tres últimas décadas del siglo pasado, registraron la aparición de un

nuevo período de la Pedagogía, el científico, separado teórico y

metodológicamente de la tendencia positivista, al afianzarse en una

epistemología fenomenológica-crítica y situar su preocupación básica en

asegurar la formación humana, en un sentido amplio y socioculturalmente

construida. En esta línea de pensamiento, (Fernández, 2003) “…se considera

que la escuela, como espacio cultural (política cultural), no debe de limitarse al

análisis del currículo y al desarrollo de la didáctica desde una perspectiva

meramente técnica o instrumental, sino ampliar el universo de análisis a las

Page 49: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

49

relaciones sociales y culturales que allí se expresan” (p, 75). Postura sostenida

por autores como Habermas, Morris, Giruox, McLaren y Freire, entre otros.

El marco histórico acerca del devenir de la Pedagogía como disciplina en

construcción, arriba explicitado, favorece el acercamiento, en perspectiva crítica,

a la discusión de la Pedagogía y su constitución como disciplina científica, como

en adelante se intentará desarrollar.

Pedagogía y ciencias de la educación: escenario para su discusión

Una de las clasificaciones, sobre el estatus científico de la Educación y

por extensión de la Pedagogía, que influyó con bastante ímpetu y de la cual se

derivaron otras, en el marco de lo que se ha denominado; perspectiva

epistemológica positivista, fue la propuesta de Mialaret (1977), quien apuesta por

una concepción de ciencias de la educación y ofrece una primera clasificación

sobre ellas; citado por, Hernández (2002) “establece que las ciencias de la

educación, pueden clasificarse en tres grupos si se toma en cuenta el aspecto o

dimensión de la educación en el que se ponen el énfasis, a saber; a) las que

estudian las condiciones generales o locales de la educación, entre ellas;

Sociología de la educación, Economía de la educación, b) las que estudian la

situación educativa y los hechos educativos; Psicología de la educación,

Didáctica general y, c) las que se dirigen al estudio de la evolución o de la

reflexión sobre la educación; la Filosofía de la educación y la Planeación

educativa” (p, 40-41).

Clasificaciones, como la de Mialaret y otras, identifican corrientes de

pensamiento variadas, Fernández y Sarramona, citado por Tejada (2005),

establecen cuatro grupos; en primer lugar, “…los que consideran que existe una

única Ciencia de la Educación –la pedagogía- (Planchard 1969, Manganiello

1970, Vexliard1970), en segundo lugar, otro grupo de autores, que manteniendo

la Pedagogía como ciencia general de la educación, admiten la existencia de

otras ciencias de la educación, pero de pendientes de la primera, (Nassif 1958,

García Hoz 1968). Una tercera corriente, admite la existencia de varias ciencias

relacionadas con la educación, pero independientes entre si, puesto que cada

una contempla el hecho educativo desde una panorámica propia y de acuerdo

Page 50: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

50

con ésta configura el cuerpo disciplinar de contenidos teoréticos, tecnológicos y

prácticos (Clausse1970, García Garrido 1982, Colom 1982, Quintana 1983). Y,

un último grupo, consideran Ciencia de la Educación a toda disciplina

relacionada con la educación directa o indirectamente, aunque no la tenga como

objeto de estudio” (p, 68).

Adeptos de uno u otro enfoque han esgrimido sus posturas desde

diferentes ángulos epistemológicos y conceptuales y han llegado a conclusiones

divergentes y hasta contradictorias, las más importantes giran en torno a las

siguientes; para unos la Pedagogía no es una ciencia, es una técnica o un arte.

Para otros es una ciencia teorética, práctica y aplicada, la cual, es independiente

de las otras y es la ciencia madre de la educación. Algunos la subordinan a otras

y la ubican como parte de las llamadas “ciencias de la educación”. De tal forma,

el panorama resulta complejo y pareciera revelar que el debate no ha finalizado.

Sin embargo, esta última postura, ha venido cuestionándose con mayor

rigurosidad, durante el lustro anterior, especialmente, al considerar que su visión,

ha reducido y superficializado, a la pedagogía como disciplina científica. Al

respecto señala Quintana (1997) “el saber pedagógico se reduciría a los

principios expuestos por la Psicología de la Educación, la Economía de la

Educación, la Historia de la educación, la Sociología de la Educación y otras

ciencias educacionales: a parte de ellas la pedagogía no tendría nada que decir.

La pedagogía sería un nombre vacío, una ilusión científica; un término, en fin,

que debe desaparecer” (p,66).

Siguiendo con esta misma ruta de análisis, Flores Ochoa (2005) apunta lo

siguiente; …“el objeto de la pedagogía ha sido fraccionado desde disciplinas

vecinas cuyo objeto de estudio es también el ser humano, como ser cultural – la

sociología, la psicología, la economía, la lingüística, la antropología, etc.-, bajo el

nombre de “ciencias de la educación”, las cuales se han dedicado al estudio del

proceso educativo cada una desde su propia concepción teórica y metodológica,

constituyendo como consecuencia una pluralidad de objetos de estudio que no

solo dispersa el proceso educativo sino, incluso, el ideal de un objeto pedagógico

unificado” (p, 21).

Page 51: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

51

De alguna u otra manera, ésta es la concepción y desconcierto

conceptual, que ha privado, en muchas facultades de educación, no en todas

claro está, de educación de Europa y América. Especialmente influyente en este

sentido, fue la postura adoptada en las universidades norteamericanas, donde la

terminología anglosajona, al carece del vocablo pedagogía, han empleado

irrestrictamente el de “education” de manera amplia, incluyendo bajo esta

denominación a las teorías de la educación y especialmente lo que en esos

contextos se reconoce como instrucción. Así fue, como gradualmente las

Facultades de Educación adquirieron el rango de Ciencias de la Educación y

tomaron la decisión de sustituir la tradición y enfoque de lo pedagógico.

En Costa Rica, este hecho se refleja con toda contundencia en la

disparidad de criterios adoptados por las Facultades de Educación de las

Universidades estatales y privadas, a la hora de diseñar los diferentes

programas de estudio y especialmente, en la designación que hacen en sus

títulos. No es de extrañar entonces que en unas universidades se otorgue, por

ejemplo, el certificado de Bachiller en Ciencias de la Educación con énfasis I y II,

Universidad de Costa Rica (UCR) y en otras, Bachiller en Pedagogía con énfasis

en I y II ciclo, Universidad Nacional (UNA). Inclusive, aun al interior de una

misma Facultad, prevalecen los criterios divergentes, por ejemplo, en el Centro

de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la UNA, depende de la

División Académica y su enfoque, el nombre del título, en Ciencias de la

educación o Pedagogía. Cuestión que no se reduce exclusivamente a un asunto

de terminología, sino que envuelve, como seguidamente se expone, una trama

epistémica más compleja, la cual redunda entre otras cuestiones, en las

características del modelo de formación docente que se adopte.

Sin embargo con el objeto de llevar la discusión a puerto, se hace

imprescindible reconocer que en la actualidad, las tendencias conceptuales

sobre la educación y las demandas socio-culturales que se le hacen, apuntan

sobre la necesidad de distinguir con claridad, los límites entre una postura y otra,

reconociendo el verdadero estatus de la Pedagogía como ciencia y la posibilidad

integradora, de y con otras disciplinas, como en adelante se intenta exponer.

Page 52: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

52

Quintana es contundente en afirmar, que las Ciencias de la Educación y la

Pedagogía constituyen áreas del conocimiento “diferenciadas”, mientras que las

primeras se centran en el estudio de los distintos aspectos (sociales,

económicos, culturales, históricos de la educación) como fenómeno o resultado,

es decir a través de la sociología de la educación, la economía de la educación,

la psicología de la educación, entre otras, y por medio de profesionales como

sociólogos, economistas, historiadores, no de pedagogos. La segunda, estudia el

acto educativo (la acción de educar) con sus distintas ramas y variedades,

constituyendo un corpus de “ciencias pedagógicas”.

Ahora bien, la postura de Quintana, no solo resalta a la pedagogía como

disciplina, sino que admite que la separación entre un objeto de estudio y otro,

no significa que sean mutuamente excluyentes, especialmente por la

contribución que se hace desde las ciencias de la educación y otras ciencias

sociales, al estudio de los procesos pedagógicos, al respecto señalan Quintana

(1997);

“Lo que las une es el estudio de la educación (objeto material); lo que

las distingue es el aspecto que estudian de la educación (objeto

formal). Pues la educación, en efecto, es una realidad semántica

doble, según se le considere in infieri o in facto esse; lo primero lo

estudia la pedagogía, y lo segundo las Ciencias de la educación”

(p,67).

Por ello, es que se considera que la Pedagogía, a pesar de que recurre

con frecuencia y validez a los hallazgos proporcionados por las ciencias de la

educación y otras ciencias sociales o humanas, en la consideración de Pérez

Gómez (1978) y consintiendo con Quintana, posee un objeto de estudio

diferenciado y unas formas y métodos de acercamiento distintos a ellas, como

seguidamente se intentara exponer.

Valoraciones conceptuales y epistemológicas sobre la pedagogía como

disciplina.

Page 53: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

53

En primer lugar, registra una historia en la que se recoge un debate

pedagógico sobre su objeto de conocimiento y estatus epistémico, siguiendo a

Velázquez (2007), “…la perspectiva histórica ha aportado elementos para

construcción científica de la Pedagogía y esto nos permite afirmar que la

Pedagogía seguirá en proceso de evolución, expansión, profundización e

innovación tanto en ámbitos tradicionales, como específicos e incluso en la

intersección de ambos: Procesos de Enseñanza y de Aprendizaje, Currículum,

Formación Docente, Sistemas Educativos, propuestas pedagógicas-didácticas

vinculadas al ámbito de la economía, la política, la tecnológica, la ciencia entre

otros, así como al creciente interés social por la educación” (p14).

En una línea similar, Ordóñez (2004) insiste en la necesidad de

visualizar la pedagogía desde una perspectiva amplia, menos científico-

positivista y más humanizante. Al respecto asevera; “el objeto de estudio de la

pedagogía es dinámico por que es humano, social, psicológico, político,

administrativo, biológico, etc., es decir, que la pedagogía se hace

permanentemente porque su objeto es dinámico, su verdad de hoy puede no

ser verdad el día de mañana, la verdad de aquí puede no ser verdad en otra

parte” (p, 231-232).

Este mismo autor reclama en la necesidad de romper con los

paradigmas fragmentarios positivista que han rodeado a la pedagogía e insiste

en valorar “…que el objeto de estudio de la pedagogía –la educación- es

praxológico, es decir, demanda permanente vigilancia de la relación dialéctica

entre la práctica y la teoría. Las ideas pedagógicas no son abstractas sino que

son praxológicas, esto es, se relacionan por una parte con la práctica de la

educación y, por otra, con el esfuerzo por pensar esa práctica, sistematizarla e

inclusive fundamentarla filosóficamente” (p, 305).

Postura que supera ampliamente los enfoques que resaltan el carácter

estrictamente técnico de la pedagogía, los que, han encontrado terreno fértil

para su adopción y diseminación en los planteamientos epistemológicos que

inspiran las reformas educativas en América Latina en el último lustro. Al

respecto, Villarini (2004) plantea: “El desarrollo de la pedagogía como práctica

Page 54: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

54

instrumental, sobre todo en el pasado siglo XX, llevó a que perdiéramos la

conciencia del fin humanista que debería orientarla. La formación del docente

tanto en escuelas de pedagogía como en los propios centros escolares suele

estar dominada por preocupaciones instrumentalistas o técnicas. Las

cuestiones teórico-prácticas se descuidan. El proceso reflexivo, deliberativo,

estratégico, experimental, investigativo, que debe caracterizar a la pedagogía

como práctica con un interés humanista emancipador es altamente

descuidado” (p, 3). Preocupación que pone sobre el tapete de la discusión de

el carácter transformador de la pedagogía.

En segundo lugar, puede afirmarse entonces que por medio de la

pedagogía es posible y válido analizar con suficiente rigurosidad los fenómenos

educativos, con el objeto de influir en la transformación ética y axiológica de

todas las personas, más allá del “hecho educativo”, en el sentido positivista del

mismo, esto es, trascender la explicación meramente técnico-artística y

propugnar por una visón amplia que incluya lo praxológico. Para ello, es

permitido y necesario, echar mano de diversas disciplinas, especialmente de las

ciencias sociales, las ciencias de la educación y de las denominadas ciencias

pedagógicas. Dentro de una concepción que pretende generar una visión

articuladora y estructurante de la pedagogía sobre la educación, en palabras de

Velázquez (2007); “…esta circunstancia pone en evidencia que la

interdisciplinariedad, es un elemento o nota inherente a la naturaleza misma de

la disciplina pedagógica, pues ninguna de las ciencias auxiliares, por separado,

es capaz de organizar, integrar, estructurar y sistematizar las informaciones

provenientes de la multidimencionalidad de la educación” (p, 15).

En tercer lugar, cuando se le atribuye a la pedagogía la posibilidad de

reflexionar y actuar sobre la práctica educativa, obligatoriamente se plantea la

necesidad de pensar sobre los objetos de conocimiento, esto es, las distintas

formas de representación simbólica y mental que como sujetos y colectividad se

han construido para desmenuzar e interpretar la realidad, expresado de manera

más simple, pensar en los conceptos o categorías mediante las cuales se

estructuran los conocimientos o “contenidos del aprendizaje” y las estrategias

Page 55: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

55

adecuadas para su comprensión, esto es la didáctica como disciplina

pedagógica. La pedagogía por lo tanto, en su esfuerzo por comprender esa

realidad educativa, en un sentido amplio, aborda de manera profunda,

sistemática, integral e intencionada los contenidos del aprendizaje, lo que se ha

de aprender y cómo se ha de enseñar.

Ello supone, elaborar estrategias adecuadas al contexto sociocultural, al

nivel de desarrollo cognoscitivos de los estudiantes y a la estructura de la

disciplinar en particular (la asignatura como objeto de conocimiento), de ahí que

se plantee la posibilidad de hablar de prácticas pedagógicas, formas o

procedimientos particulares, aquellas, que se preocupan por la puesta en

marcha de capacidades, habilidades y destrezas propias de cada disciplina o

asignatura. Sin que ello, de manera alguna, signifique descuidar su esencia

como disciplina teórica-práctica; la interpretación-transformación y la

emancipación-liberación.

Pozo (2001), en relación con los contenidos del aprendizaje discute; “Casi

todos nuestros aprendizajes, sean más o menos explícitos, o más o menos

sociales, suelen implicar también la adquisición de información, que en la mayor

parte de los casos es de naturaleza verbal. Parte de esa información se

constituye en conocimiento conceptual, representaciones que tienen como

consecuencia de su relación con otras representaciones…” (p, 262). Las

particularidades inherentes a estos procesos mentales, son también objeto de

estudio de la pedagogía, claro está, en consorcio con otras disciplinas, entre

otras, la psicología, antropología y de manera especial, en los últimos años con

la neurociencia.

Consideraciones finales:

De las afirmaciones anteriores interesa rescatar las siguientes

consideraciones, la primera tiene que ver con la consideración amplia, global y

compleja del objeto de estudio de la pedagogía, el ámbito de la reflexión y

teorización de los variados “contextos de aprendizaje”, de tal forma que, por

encima del mero carácter normativo, esto es la posibilidad de establecer un

Page 56: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

56

conjunto de principios orientadores de actuación, se abra espacio a la

indagación crítica de la experiencia educativa (fenómeno de estudio), lo que

obligatoriamente implica la circunscripción al análisis de la cultura y la historia

contextuada de los sujetos por medio de la investigación en un doble y

simultáneo proceso de interpretación-transformación, esto es rescatar lo

hermenéutico, por encima de lo pragmático.

La segunda, es la necesidad de recordar como indispensable el

enriquecimiento permanente de la pedagogía, a partir, de los aportes de otras

disciplinas, dada su naturaleza transdisciplinaria, concurrencia colaborativa que

facilitaría la descripción, explicación y solución de problemáticas educativas de

diversa índole.

La tercera, debe decirse que la Pedagogía, en el proceso de construcción

de su objeto de estudio, se ha articulado alrededor de diferentes tendencias o

Pedagogías, las cuales, representan distintos ángulos o puntos de vista, al

interior de la misma disciplina. Estas posturas recogen diferentes concepciones

filosóficas, históricas, socioeconómicas y políticas. Entre otras, Sevillano (2005),

reconoce, la Pedagogía social, la Pedagogía comparada, la Pedagogía

intercultural, la Pedagogía crítica, entre otras.

Referencias

Fernández, Francisco. (2003). Sociología de la educación. Madrid: Ed. Prentice Hall.

Flórez, Rafael: (2005). Pedagogía del Conocimiento. Segunda Edición,

Colombia, .Editorial McGraw Hill. Hernández R, Gerardo. (2002). Paradigmas en psicología de la educación.

México. Paidós. José M, Quintana. (1996) ¿Pedagogía o ciencias de la educación? En; Primer

congreso internacional de epistemología y educación. Editorial UNED. San José, Costa Rica.

Sevillano, María Luisa. (2005). Didáctica en el siglo XXI. Madrid, Editorial

McGraw Hill.

Page 57: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

57

Stouvenel, Maricela. (1996)¿Es la pedagogía una ciencia?. En; Primer congreso internacional de epistemología y educación. Editorial UNED. San José, Costa Rica.

Ordóñez, Jacinto. (2006) Historia de la de la Pedagogía. Editorial UNED. San

José Costa Rica. Pozo Municio, Ignacio. (2001). Aprendices y maestros. Madrid, Alianza. Tejada Fernández, José (2005). Didáctica-Currículum. Barcelona, Editorial

Davinci. Velásquez, Isabel (2007). Una aproximación al mapa disciplinar de la

pedagogía. En: Revista Iberoamericana de Educación. Número 35. Villarini, Ángel. (2004). Una aproximación crítica al tema cerebro y educación.

Tomado de: Proyecto para el desarrollo de destrezas de pensamiento: www.pddpupr.org.

Page 58: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

58

Ponencia

La Formación integral del profesional con un enfoque autotransformador

Dr. Arturo Torres Bugdud11

M.C. Esteban Báez Villarreal12

M.C. Arnulfo Treviño Cubero13

Lic. Celia Lilia Lima Torres14

En el presente artículo se argumenta un modelo para la

autotransformación integral del estudiante. Se exponen los presupuestos

teóricos metodológicos, así como las interrelaciones entre los diferentes

saberes que componen dicho modelo para lograr la citada formación, lo que

permitió determinar las principales regularidades que emergen de estas

relaciones y posibilitan su concreción en la práctica educativa. Se elabora una

estrategia que sintetiza lo teórico y lo práctico y a su vez constituye el

instrumento que permite la concreción del modelo.

1.- Argumentación de la connotación de un modelo de trascendencia

axiológica para la formación del profesional universitario

Es importante precisar que cuando se habla de formación integral

enseguida viene a la mente la idea de una persona educada que puede hablar

de cualquier tema por poseer una cultura amplia. Este elemento es importante

pero en el plano de reflexión en que se enmarca la presente investigación no

se trata solo de eso, se parte de la idea esencial acerca de que el proceso de

formación se oriente al logro de una coherencia entre el ser, el saber y el hacer

para una adecuada convivencia, desde una comprensión por cada estudiante

11 Dr. Arturo Torres Bugdud: Subdirector de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la

Universidad Autónoma de Nuevo León, México. Investigador SNI Nivel 1. 12 M.C. Esteban Báez Villarreal: Director de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. 13

M.C. Arnulfo Treviño Cubero: Sub Director Académico de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. 14

Lic. Celia Lilia Lima Torres: Profesora de la Normal de Tlaxcala, Universidad Autónoma de Nuevo León, México.

Page 59: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

59

de su responsabilidad con el desarrollo de la sociedad que vaya más allá de

saber convivir- saber trascender.

Quiere decir que la formación que el joven adquiera en la universidad

debe tener una aplicación no solo en la labor que realiza como profesional, sino

también en el compromiso con su familia y su país, con sus compañeros, y con

la humanidad entera. No se trata pues, tan solo de la incorporación curricular

de asignaturas humanísticas a las carreras científicas o técnicas, sino de que la

formación sea también realización de lo humano.

Los presupuestos teórico-metodológicos esenciales que sirven de

sustento al modelo son los siguientes:

a) La unidad de la educación y la instrucción para la formación

autotransformadora integral del estudiante

Constituye el fundamento rector del presente trabajo, a partir del cual se

concretan los restantes. El proceso formativo debe potenciar en toda su

magnitud las capacidades, actitudes y valores que hacen al ser humano más

útil para sí mismo y para la sociedad en general.

La unidad dinámica entre instrucción y educación se ha convertido en

una necesidad de la preparación de los futuros especialistas en las

universidades en las condiciones actuales. Cada día se reconoce con más

fuerza este hecho; así, Diesbach (2000) en Memorias del coloquio CETIS, en

México, planteó:

“[...] evidentemente, el conocimiento hace una contribución esencial a la

determinación de nuestro sentido de valores, porque eso ayuda a

comprobar cuál es el poder o la virtud actual de cada cosa, así para

evaluar necesitamos no estar limitados por nuestros antojos arbitrarios,

generalmente irrelevantes. De esta manera, la separación entre

conocimientos y valores no tiene sentido, salvo como una abstracción

momentánea, útil en una discusión. Los dos son inseparables,

entrelazados en un proceso que no se puede dividir, en el cual es

imposible tener uno sin el otro”.

Page 60: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

60

Relacionado con lo expuesto anteriormente, a criterios de los autores de

la presente investigación se exponen las razones que justifican la unidad entre

la educación y la instrucción.

Razones que justifican la unidad de la educación y la instrucción

1) El saber humano es formación porque implica una actitud positiva frente

a la vida y un saber actuar justamente. Si el estudiante fundamenta su

motivación por el dominio de una determinada rama sólo en los deseos de

ser alguien en la vida, sin considerar la connotación social de sus estudios,

entonces está totalmente desorientado en cuanto a preferencias en valores

sociales positivos.

2) El contenido de las diferentes asignaturas es un medio importante para el

desarrollo de habilidades de razonamiento y de reflexión crítica, lo cual

ayuda al estudiante a hacerse consciente de sus valores. De acuerdo a las

potencialidades de cada asignatura es posible instrumentar procedimientos

que le permitan a los estudiantes emitir valoraciones respecto a un objeto,

acción o persona, desde una comprensión pedagógica. El contenido es un

medio porque una verdad científica hoy, puede ser modificada mañana,

pero las capacidades adquiridas al operar con ella en el proceso docente-

educativo, perdurarán.

3) Los conocimientos científicos permiten asumir de forma consciente

valores tan esenciales como: la autenticidad, la exactitud, la creatividad y la

justicia.

4) Cada tema docente y todo tipo de actividad que se desarrolla en la

universidad poseen una estrecha relación con la escala de valores que

caracteriza a cada estudiante y al grupo, con las expectativas que

poseen de la materia, el curso, la carrera, con su trabajo futuro y su

significado para la sociedad.

5) La interdependencia entre la instrucción y la educación se materializa

cuando los componentes dinámicos del proceso (métodos, formas y

evaluación) cumplen con efectividad sus funciones y se centran en el

estudiante.

Page 61: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

61

b) El proceso de formación integral como un proceso humanista,

complejo, continuo y flexible

La formación integral compromete al conjunto de la dinámica

institucional y no sólo a los planes y programas curriculares, requiere de

compromiso ético y del esfuerzo para comprenderla e instrumentarla, pues no

existen vías únicas para lograrla.

Existe la necesidad de asumir los procesos formativos en su complejidad

donde intervienen múltiples factores y circunstancias. Si no hay reflexión sobre

esta complejidad, los procesos de “transformación” se convierten en reformas

administrativas.

En el presente estudio la complejidad y la continuidad se relacionan con

la orientación socio-humanista del proceso, ya que postula que la

modernización del mundo, tal como se da actualmente desde hace varios

siglos, debe orientarse hacia la autonomía personal y colectiva, y no hacia la

heterorregulación programada de la sociedad por expertos. Permite verificar

que hay un hilo conductor entre la formación profesional y personal que es la

ética profesional y humana.

Los autores referencian el enfoque humanista en un plano de reflexión

donde se considera el humanismo como: la comprensión del proceso de

formación del hombre en el que el desarrollo humano individual en todas sus

dimensiones adquiera un verdadero sentido al ponerse en función de toda la

humanidad, en un aquí, y un ahora.

El enfoque humanista precisa concebir que el futuro especialista que se

forma en un centro de educación superior posea desarrollados, ante todo, los

valores que lo caractericen como un profesional bondadoso, comprensivo,

tolerante, solidario, con altos sentimientos altruistas hacia todo aquello que le

rodea.

La orientación sociohumanista requiere intencionar en cada actividad

que se desarrolle en el tiempo de estudios en la universidad el aspecto

Page 62: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

62

formativo; la práctica demuestra que cuando se deja a la espontaneidad,

entonces se hace énfasis solo en lo instructivo.

c) Consideración de la trascendencia axiológica del proceso formativo

Muy relacionado con los presupuestos anteriores es obligado en esta

investigación considerar la trascendencia axiológica en el proceso formativo.

En la actualidad, a la luz de las nuevas trasformaciones que se llevan a cabo

en las universidades, resulta importante enfatizar en el carácter trascendente

que posee dicho proceso.

En el presente artículo se considera la trascendencia axiológica como

una cualidad esencial que va más allá del estudio de una determinada rama del

saber, que permite al individuo transitar del conocimiento real que posee, a

conocimientos más abstractos y a otras esferas, no solo a la profesional. La

trascendencia se logra mediante un pensamiento y una actuación

transformadora de la realidad, incluyendo al propio sujeto.

Visto el asunto en la perspectiva dinámica en que lo analizó Vigotsky, los

procesos de mediación cultural forman parte de los mecanismos de desarrollo,

con las aristas positivas y negativas potenciales que se implican en ellos; así,

por ejemplo, el doble carácter (reproductor o creativo) de los procesos de

adquisiciones en el aprendizaje social, desde el papel de las relaciones entre

vivencias y pensamiento, pone en primer plano el diseño interpretativo de

valores humanos en cualquier situación educativa social.

Para la concreción de la trascendencia, la formación del estudiante

universitario no se puede limitar al campo de la ciencia como se ha

comprendido tradicionalmente, debe tomarse en cuenta la inserción del alumno

en el contexto local y universal y las relaciones que ocurren en ese proceso de

interacción como una fuente de experiencia y crecimiento.

En la actualidad, se sustentan propuestas en las cuales el desarrollo de

competencias queda restringido a la preparación de operadores simbólicos

capaces de procesar información, de resolver problemas y responder a nuevas

situaciones de la economía, la ciencia, la tecnología marcadas por las

dinámicas macroeconómicas del capital transnacional, sin que ello implique la

Page 63: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

63

contextualización y valoración social, cultural y ética de los problemas a

resolver y de las maneras de responder a tales situaciones

Los citados presupuestos, conjuntamente con la interpretación y análisis

de las fuentes consultadas y la experiencia de cada autor como profesor

universitario, han permitido enfocar el problema de la autotranformación

integral del estudiante desde las interrelaciones que se argumentan a

continuación.

2.- Interrelaciones que permiten la concepción del modelo

El estudio de las fuentes teóricas sobre las concepciones pedagógicas

actuales acerca del proceso de formación del estudiante universitario, así como

la determinación de los principales aspectos de su caracterización en la UANL,

permitió establecer una contradicción en este proceso cuya solución puede

contribuir a su perfeccionamiento. Es la que se manifiesta entre el ser el saber

y el hacer

Se han tomado como configuraciones los diferentes saberes que

contribuyen al desarrollo del estudiante, los cuales se han enfocado desde la

perspectiva del proceso de formación del profesional en las universidades.

Para este estudio se ha determinado como contradicción fundamental la que se

manifiesta entre: el ser, el saber y el hacer, donde la totalidad desde la teoría

holístico-configuracional, la constituye el proceso de autotransformación

integral del estudiante, modelado desde la concreción de los saberes en el

proceso educativo e instructivo, con énfasis en lo axiológico. A continuación se

expone el contenido de cada configuración, su significado pedagógico así como

los requerimientos pedagógicos para su concreción. Se han delimitado en cada

configuración algunas categorías que facilitan el tratamiento pedagógico.

Diferentes saberes:

a) El saber. Se relaciona con todo el acervo cultural de una época, de una

región, de un país, que se concreta en el cometido de las diferentes disciplinas

y asignaturas docentes, así como en otras acciones de carácter investigativo y

laboral y otras actividades extensionistas. Implica no solo un sistema de

Page 64: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

64

conocimientos, sino también de valores. En el caso del presente estudio se

enfoca el saber no solo en el plano intelectual sino también en el afectivo y el

conductual; esto implica que se trata también de saber acerca de uno mismo

con inmensas potencialidades.

Significado pedagógico

Es el medio y el fin de la vida humana. El medio consiste en que el

estudiante aprenda a conocer el mundo que lo rodea y así mismo, se relaciona

por supuesto con el ser. El fin, es la necesidad personal y social de

comprender, de conocer, de descubrir.

Se han considerado dentro de esta configuración una serie de categorías, lo

que ha permitido una mayor concreción de su significado pedagógico como

son: las habilidades intelectuales, aquellas que tienen un amplio campo de

aplicación, permean toda la actividad mental y práctica del individuo.

Los métodos de autoaprendizaje, que permiten al estudiante, ya sea

bajo la guía del profesor o por su propia elección, la adquisición de modos de

pensar, sentir y actuar y que permiten adoptar una actitud en su relación con la

naturaleza, la sociedad y consigo mismo.

También para el logro de saberes a largo plazo es muy importante la

formación investigativa, que coadyuva a la comprensión de la lógica del

proceso de la investigación científica y la aplicación consecuente de los

métodos.

La creatividad es otro de las categorías esenciales del saber, como una

potencialidad exclusiva del ser humano que se consolida y desarrolla en el

proceso de la actividad y la comunicación con las demás personas y permite

descubrir nuevos enfoques, métodos, aplicar nuevas soluciones a las tareas

planteadas.

b) El hacer. Se relaciona con la posibilidad de aplicar lo aprendido a

situaciones análogas o diferentes, no solo en las esferas de actuación en la

carrera, sino también en otras esferas y planos, tanto personales como

sociales. Se manifiesta en diferentes hábitos, habilidades, valores,

competencias de índole general y específica.

Page 65: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

65

Significado pedagógico

Significa poder operar con los modos de acción aprendidos, ya sea bajo

la orientación del docente o por iniciativa propia; poderlos transferir a diferentes

situaciones. La futura actuación del estudiante como profesional depende en

gran medida de que lo sea capaz de hacer.

Dentro del hacer se consideran importantes las categorías siguientes:

Habilidades profesionales. Aquellas que caracterizan el modo de actuación de

cada profesional y le permiten desarrollar de manera eficaz los problemas y

tareas con eficiencia y rapidez.

Vínculo teoría-práctica. Es el principio que rige la actividad del estudiante que

le permite el hacer y el comprender la utilidad de lo que hace; el vínculo con la

realidad, el fin social.

c) El ser Se relaciona con el sujeto, su actitud para consigo mismo, los demás

y la sociedad en general, con las cualidades propias de su personalidad,

valores, un sentido de la vida, con un basamento biopsicosocial y que en el

nivel universitario representa a un educando que debe adquirir una preparación

profesional conjuntamente con una preparación para la vida en general.

Significado pedagógico del ser

La educación debe ser una contribución efectiva para el desarrollo total

de cada persona (ser-estudiante): cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad,

sentido estético, responsabilidad individual, autoconciencia que comúnmente

se conoce como integralidad. En el proceso pedagógico se le deben facilitar al

estudiante todos los medios, métodos y recursos que le permitan su

autodesarrollo, su autoformación.

Entre las categorías esenciales que permiten el desarrollo del ser desde

el proceso formativo se encuentran: el autoconocimiento, mediante el cual la

persona se hace plenamente consciente de las peculiaridades que la

caracterizan en lo físico, en la esfera mental, emocional y sentimental y de la

Page 66: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

66

implicación y manifestación que estas esferas tienen en las múltiples relaciones

y situaciones que impone la vida en comunidad.

Otra categoría importante son los valores. Se comprende el valor como

la preferencia del estudiante por cualidades, acciones u objetos determinados

en circunstancias específicas que sirven de guía para la acción. El valor implica

significación positiva para quien lo asume, integra los componentes: afectivo,

cognitivo e instrumental, constituyen guía para la acción y a la vez finalidades

en sí mismos.

El discernimiento, que se relaciona con el nivel de madurez personal que

permite diferenciar lo esencial de lo secundario, lo efímero de lo trascendente y

lo real de lo ilusorio.

d) Convivir. Constituye el espacio mediante el cual el estudiante (ser) puede

dar significado al saber y al hacer; es donde puede encontrar su manifestación

la coherencia entre el sentir, el pensar y el actuar. Donde los valores y

cualidades de cada uno pueden contribuir al enriquecimiento de los

compañeros mediante la tolerancia, solidaridad, respecto hacia los demás.

Significado pedagógico

La educación debe cumplir innumerables funciones, entre ellas enseñar

la diversidad de la especie humana y contribuir a una toma de conciencia de

las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos. El

modelo pedagógico adoptado es fundamental para educar en la convivencia.

Entre las categorías fundamentales del convivir se encuentra la

capacidad de relacionarse con los demás, que es la facilidad que poseen las

personas de comunicarse, aceptar a los otros como son, de ser empáticos,

serviciales, solidarios.

Saber trabajar en grupo. La capacidad que desarrolla el estudiante para

realizar tareas de diferentes índoles de manera cooperativa, autorregulando su

conducta y aportando a los demás de acuerdo con sus potencialidades, así

como aprendiendo también de sus compañeros.

Page 67: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

67

Positividad. Consiste en una actitud responsable ante la vida,

conducente a que las dificultades se sobrelleven mejor, se piense

reflexivamente lo que impulsa a la búsqueda de soluciones que es sinónimo de

ejecutividad y no de frustración ante las situaciones adversas. Una misma

causa de malestar se procesa y ejecuta de manera diferente cuando se es

optimista y positivo

Dominio de sí mismo. Es un avanzado estado de desarrollo del

estudiante, indicador de un elevado nivel de conciencia expresado en la

armonía consigo mismo y con los demás.

Cuidado y desarrollo del entorno. Constituye el sentido de

responsabilidad que permite realizar acciones concretas para el cuidado de

todo lo que nos rodea, incluido el propio hombre.

Actitud universal. Se analiza como la disposición de una persona o

colectivo, en este caso el grupo escolar, a identificarse con los problemas

actuales que enfrenta la humanidad y no con una parte de ella y en

consecuencia mostrar una actitud consecuente con este principio. Tal conducta

sobrepasa la actitud parcial, estrecha o fragmentada.

Entre estas cuatro configuraciones se manifiesta un sistema de

relaciones que presenta un gran valor pedagógico.

Esquema 1. Interrelaciones de la primera dimensión

En el esquema anterior se muestran las relaciones que los autores

consideran relevantes para el desarrollo del ser, del saber y el hacer, las cuales

se dan en unidad dialéctica. El ser es mediador y síntesis del saber y el hacer.

El sujeto, al ser consciente de esa relación esencial de saber-hacer, va

logrando mejores resultados, puede convivir mejor con los demás y consigo

Page 68: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

68

mismo. La persona conoce y hace concreto ese saber, en la medida en que él

como “ser” va creciendo. Ocurre una interrelación porque a partir de esta

dependencia él también se desarrolla y se enriquece.

Por otra parte, a partir del saber se desarrolla lo axiológico porque el

saber sin una aplicación en la vida pierde el sentido, por tanto lo axiológico

constituye un regulador del mismo en el aspecto formativo del proceso de

formación del estudiante.

Pero el sujeto no construye saberes sin “el hacer”. Lo ideal es que en

este caso el estudiante construya saberes “haciendo”, pero también a partir del

reconocimiento de un valor, o de una acción con un significado positivo. Al

hacer se nutre el “saber” pero a la vez se transforma “el ser”.

Las citadas relaciones ocurren mediante la relación sujeto-objeto y

sujeto-sujeto. En el proceso pedagógico se dan las interrelaciones entre los

estudiantes, estudiantes y profesores, estudiantes con otras personas en sus

actividades en otras esferas dentro de la misma universidad y con los

diferentes objetos que observan y estudian en el proceso formativo. De esta

forma, ellos constituyen objetos porque la universidad debe formarlos pero a su

vez cuando asumen conscientemente este proceso son también sujetos que es

la intención de la presente investigación.

De lo apuntado se infiere que el desarrollo del ser es un proceso de

trascendencia desde el saber y el hacer (desde esta contradicción dialéctica).

De estas relaciones van emergiendo una serie de cualidades como es: la

trascendencia la cual los autores definen como una cualidad de orden superior

donde lo externo y lo interno (se da entre el saber y el hacer) y se manifiesta en

unidad dialéctica en el sujeto (ser) que no se limita a una esfera determinada,

y permite la orientación personal hacia las necesidades sociales.

Otro grupo de relaciones importantes según los autores y dinamizadas

por la contradicción entre el ser, el saber y el hacer se manifiesta de la manera

siguiente:

Esquema 2. Interrelaciones de la segunda dimensión

Page 69: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

69

El convivir es condición para el “ser”, el “saber” y el “hacer”. Para que el

alumno adquiera una formación trascendente necesita de la convivencia y esto

se logra mediante un proceso instructivo y educativo que ocurre mediante la

interrelación del ser, el saber y el hacer, por tanto, el convivir es el elemento

que dinamiza lo educativo y lo instructivo. El “ser” y el “convivir” se dan en

unidad dialéctica. No puede existir el uno sin el otro, de ahí la importancia del

carácter personalizado y socializado del proceso formativo.

El saber y el hacer propician el desarrollo del ser pero que solo tiene

sentido ese desarrollo en y para la convivencia. La unidad dialéctica entre el

ser, el hacer y el convivir es lo que permite ese enfoque axiológico de lo

instructivo, su intencionalidad formativa que posibilita que emerja otra cualidad

que a juicio de los autores es de vital importancia: la autenticidad.

Cuando se toma en cuenta la contradicción que se da en los procesos

de saber y hacer dinamizados por el “ser”, entonces en la convivencia se

manifiesta una actitud consciente del estudiante que le permite una orientación

hacia el logro de los objetivos del proceso formativo y surge la cualidad

autenticidad, que los autores definen como la orientación social positiva del

sujeto que obtiene mediante el saber y el hacer en su relación con la realidad

que le rodea (convivir) que le permite una coherencia entre el sentir, el pensar,

el decir y el actuar.

El valor de la autenticidad le permite a la persona asumir la vida de

manera coherente. Una persona auténtica piensa, siente, reacciona, opina y

actúa de acuerdo a sus convicciones y su formación. Reflexionar sobre lo que

queremos ser es un aspecto esencial para el desarrollo personal y debe ir

acompañado de propósitos alcanzables.

Page 70: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

70

El mejoramiento en lo personal se logra como en cualquier otra esfera

mediante la autoproposición de metas. Para ser auténticos hace falta algo más

que imitar a otros, se requiere de un conocimiento de sí mismo

El reconocer el valor de la autenticidad posee una alta significación

pedagógica, pues permite contribuir a su desarrollo y por tanto a estimular las

acciones positivas, la responsabilidad, el buen entendimiento, el diálogo y la

convivencia.

Es importante que el estudiante se reconozca a sí mismo tal y como es y

a partir de aquí encontrar con la ayuda de sus profesores, su familia, otros

actores de su entorno y por sí mismo los medios para su perfeccionamiento.

Esta es la manera en que las personas asumen la vida responsablemente en la

realidad donde se encuentren. Es una vía importante para el estudiante asuma

de forma responsable su propia formación con un sentido autransformador.

Las relaciones que aparecen en el (Anexo 1) y que permiten el

desarrollo de la autenticidad poseen una connotación pedagógica muy

importante ya que con frecuencia se habla solamente de la relación entre el ser

y el deber ser, desestimando el valor decisivo que posee el hombre para

asumir de forma personal y de acuerdo con sus motivaciones, intereses y

necesidades, aquello que se espera y se necesita de él.

Esta relación se puede convertir en un elemento educativo de gran

significación personal y social. Ocurre cuando el estudiante (“ser”) asimila el

“deber ser” que es marcado por las exigencias sociales, se origina ese

movimiento del ser al deber ser mediante el “querer ser”, marcado por su

actuación consciente, relacionada con los objetivos formativos; entonces surge

un “poder ser” gracias a los métodos, vías y procedimientos que debe adquirir

en el proceso formativo.

La relación planteada a menudo produce contradicciones internas en los

estudiantes, ya que pueden descubrir que no son sus profesores, ni sus

padres, ni sus amigos los que pueden darle una solución efectiva a sus

problemas docentes, emocionales, etc. Para la solución exitosa de las

Page 71: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

71

diferentes situaciones conflictivas se precisa ante todo de asumir una posición

activa y consciente.

La solución de la relación contradictoria expuesta es una de las vías más

efectivas de conjugar la educación con la autoeducación; la misma depende en

gran medida del basamento pedagógico, pues las tendencias que explican la

educación como un proceso de adaptación del individuo al medio, difieren de

las que consideran la necesidad de que el estudiante asuma conscientemente

una escala de valores con una alta significación positiva.

La citada relación permite al estudiante determinar sus virtudes y sus

limitaciones tanto en la esfera cognitiva como afectiva. Por otra parte, los dos

diferentes sistemas de relaciones (dimensiones) analizadas generan una serie

de contradicciones conllevan a una cualidad que sintetiza las demás: la

autotransformación.

La autotransformación se define como la cualidad que surge desde

una posición activa y consciente del sujeto y que se logra cuando el ser y el

convivir sintetizan el saber y el hacer, y a partir de la trascendencia y la

autenticidad desarrollar su capacidad potencial.

En el presente estudio es de vital importancia esta cualidad ya que es la

resultante de un proceso formativo centrado en el estudiante. La

autotransformación según los autores es posible cuando el proceso conlleva a

que el estudiante asuma un compromiso consigo mismo y con la sociedad y se

manifiesta en todas sus esferas de actuación.

Significa que para su autotransformación el sujeto requiere de un

reconocimiento profundo de sus áreas de oportunidades y potencialidades así

como del convencimiento de que sin una debida estrategia no se pueden

alcanzar las metas propuestas.

Es importante resaltar que esta cualidad precisa de la convicción del

estudiante de la necesidad de ser mejores pero no sólo para sí mismos, sino

para poder contribuir a la transformación de la sociedad.

Por tales razones el develar un grupo de relaciones que permiten la

comprensión de las claves para el logro de los propósitos citados, constituye

Page 72: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

72

una perspectiva importante para la elaboración d e nuevos modelos que

enriquezcan la práctica educativa.

Las diferentes relaciones analizadas anteriormente conforman el modelo

propuesto por los autores el cual se presenta a continuación de manera

esquemática.

En el esquema 3 se muestran las principales interrelaciones que

conforman el modelo así como las cualidades que de ellas emergen. Pueden

existir diferentes maneras de enfocar la formación integral del estudiante con

un sentido autotransformador. Como se ha expresado en el primer capítulo,

existen diversas investigaciones relacionadas con este propósito, las cuales

aportan vías y formas válidas e interesantes. En el presente estudio se

considera como elemento esencial el papel activo del estudiante en el logro de

esa integralidad y se hace énfasis en su desarrollo humano en función de la

sociedad.

Para favorecer este papel activo del estudiante de acuerdo a los

postulados esenciales del presente estudio se argumenta un modelo de

formación que revele las relaciones fundamentales desde lo axiológico y que

dinamiza por la contradicción fundamental entre el saber, el hacer y el ser.

La trascendencia axiológica radica precisamente en que cuando se

toman en cuenta las citadas relaciones, pueden ser tratadas pedagógicamente

Page 73: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

73

y ser usadas como instrumentos importantes en el proceso no solo

transformador sino más allá, en lo autotransformador.

De esta forma, el modelo permite comprender cómo el proceso formativo

se constituye en una vía de valor incalculable no solo para la formación

profesional del estudiante sino también para su formación en otras esferas y

contextos de actuación personal y social.

En la presente tesis se conceptualiza la autotransformación integral

del estudiante como: una síntesis de la trascendencia y la autenticidad que

desde las relaciones entre el ser, el saber y el hacer para convivir se

manifiestan en una posición activa y consciente del sujeto para su

mejoramiento en todas las esferas de actuación en aras del mejoramiento

personal en función de la sociedad.

Conclusiones:

El modelo que sustenta la autotransformación integral del estudiante

universitario se fundamenta en la relación armónica y dinámica entre lo

instructivo y lo formativo, donde este último destaque con una marcada

intencionalidad que permita la consideración de los aspectos sociales y

personales con una adecuada coherencia.

La comprensión del significado pedagógico de los diferentes saberes

permite su desarrollo en el proceso formativo del estudiante, así como el

develar las relaciones más importantes que emergen de ellos , de esta forma

se posibilita su participación activa en su propia formación , sustentada en la

contradicción dialéctica entre el saber, el hacer y el ser.

El convivir constituye síntesis del resto de los saberes porque el saber, el

hacer y el ser existen para la convivencia y por ella, pero se requiere

sobrepasar los límites de convivir, y esto es posible cuando el estudiante de

forma activa contribuye, y además contribuye a la transformación de los

demás. La autotransformación se logra cuando el estudiante actúa de manera

auténtica y trascendente.

Page 74: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

74

El modelo elaborado puede ser concretado mediante una estrategia

educativa que incluya las regularidades que de él emergen y permita la

autotransformación integral del estudiante

Referencias Bibliográficas

Agudelo, M. y Agudelo J. (2002). El universo sensible, Instituto de Investigaciones sobre la Evolución Humana A.C. México, D.F.

Alcocer, G. J. (julio-septiembre 2001). El papel de la ciencia y la tecnología en el desarrollo, 2001. Ciencia UANL. vol. IV, no. 3, México.

Aldea, L. (2001). Estrategias Educativas para trabajar en Valores. Recuperado de http//www. campus- oei.org/fromvalores/htm.

Aldreen, J. (2000). Valores y virtudes. México, D.F.: Géminis

Álvarez Aguilar, Nivia. (1999). El enfoque humanista como condición para la formación de valores de los estudiantes en la Educación Superior”. XXVII Congreso Interamericano de Psicología. Caracas, Argentina.

Batista, T. (2000). Metodología para la educación en valores del estudiante universitario”. La Habana, Cuba: Tesis doctoral.

Bombino, L. (2002). La formación de valores máximo enfoque de un gran problema. Ética y sociedad. La Habana, Cuba.

Cardoso, R. (1998). La formación integral del estudiante universitario. Venezuela: Tercer Milenio.

Cardoso, R. (2001). Concepción integradora para la educación en valores del estudiante universitario en la universidad de Camagüey. Camagüey.

Delors, J. (1997). La Educación encierra un tesoro. UNESCO, México.

Diesbach, N. (2000). Hacia la formación integral del estudiante. Memorias del coloquio CETYS 2000. México.

Domínguez, I. (1996). La formación de valores en la Cuba de los años 90: Un enfoque social en La formación de valores en las nuevas generaciones. La Habana, Cuba: Ediciones Políticas.

Escoffie, M. (2002). Los valores en el espacio educativo. Recuperado de http//www.mineduc.cl/superior/index.htm.

Page 75: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

75

Estévez, N. (1999). La enseñanza basada en el uso de estrategias cognitivas. Universidad de Sonora, México.

Flores, O. (1996). Hacia una pedagogía del conocimiento. Santafé, Bogotá: Editorial Edna Suárez.

Fresan, O. (2000). La educación superior en el siglo XXI. México, ANUIES.

Fuentes, G. (2000). Modelo curricular con bases en competencias profesionales. Santafé de Bogotá.

García, C. (1996). Situación y principales dinámicas de transformación de la Educación Superior en América Latina. Venezuela: Ediciones CRESALC/UNESCO

Hernández R. (2001). Metodología de la investigación. México D.F.: Mc Graw Hill.

Herrán, A. y Muñoz, J. (2002). Educación para la universalidad. Más allá de la globalización., Madrid, España: Dilex.

Herrán, A. (2001). Hacia una orientación educativa evolucionista. Tendencias Pedagógicas.

Marín, A. (2001). Sobre la formación de valores éticos en los estudiantes en las universidades, Revista Ciencia Educación Superior. (21): 55-60.

Marzano, R. (1992). Dimensiones del aprendizaje. Guadalajara, México ITESO.

The European Higher Education Area. (1999). Joint declaration of the European Ministers of Education Convened in Bologna.

Torres, H. (1994). Nuevas tendencias en la enseñanza de la ingeniería. Revista Cubana de Educación Superior. (3): 88.

Tristá, B. (1995). La universidad latinoamericana en el fin de siglo, , México D.F.: Colección UDUAL.

González, J. (s.f.) Tuning Educational Structures in Europe, Informe final.

Tünnermann, C. (1996). La Educación Superior en el umbral del siglo XXI. Ediciones CRESALC/UNESCO.

Page 76: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

76

UNESCO: Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y acción, Revista Andrágogica, (19): 57-83, 1999.

Universidad Autónoma de Nuevo León (2000). Construyendo el futuro, Visión 2006. México D.F.

Vigotsky, L. (1998). Pensamiento y lenguaje. La Habana: Editorial. Pueblo y Educación

Villapalos, G. (1997). El libro de los valores. Barcelona: Editorial Planeta.

Page 77: ¿Los retos del siglo XXI: el papel de la pedagogía?

77