Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a...

18
LOS MOTiVOS de AURORA

Transcript of Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a...

Page 1: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

Los motivosde AurorA

Page 2: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía
Page 3: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

erich hAckL

LOS MOTIVOSDE AURORA

trAducción de José oveJero

Page 4: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

sensiBLes A LAs LetrAs, 58

título original: Auroras Anlaß, 1987Primera edición en hoja de Lata: enero del 2020segunda edición: febrero del 2020

© diogenes verlag, 1987© de la traducción: José ovejero, 2019© de la imagen de la portada: Puri salví, 2019© de la fotografía de la solapa: Gustav eckart© de la presente edición: hoja de Lata editorial s. L., 2020

hoja de Lata editorial s. L.Avda. Galicia, 21, 4.º e, 33212 Xixón, Asturies [españa][email protected] / www.hojadelata.net

edición: hoja de Lata editorial s. L.diseño de la colección: trabayadores culturales Glayíu

isBn: 978-84-16537-58-7depósito legal: As 03156-2019impreso en imprenta mundo, cambre, A coruña [españa]

La traducción de este libro se rige por el contrato tipo propuesto por Ace traductores.

cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transfor-mación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvolas excepciones previstas por la ley. diríjase a cedro (centro español de derechosreprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

hoja de Lata emplea tipos de papel que garantizanel manejo ambientalmente apropiado, socialmentebenéfico y económicamente viable de los bosquesdel mundo.

Page 5: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

un recurso terrible contra las personas extraordina-rias consiste en hundirlas tan profundamente dentrode sí mismas que solo puedan volver a emerger conuna erupción volcánica.

GuntrAm vesPer, Al norte del amor yal sur del odio

Page 6: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía
Page 7: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

1

U n día, Aurora rodríguez comprendió que teníaque matar a su hija. entró en el dormitorio,sacó de la mesilla de noche una pistola que

había comprado meses atrás por si debía proteger la vidade hildegart, cargó el arma, quitó el seguro y se dirigiósin titubear a la habitación de la hija. cerró suavementela puerta a sus espaldas, tanteó en la oscuridad para en-contrar la lámpara, que estaba junto a la cama, sobre unamesita baja atestada de libros y periódicos, y realizó cua-tro disparos. Los dos primeros proyectiles, mortalesambos según el ulterior dictamen de los forenses, atra-vesaron el corazón de hildegart; los dos últimos los dis-paró desde tan cerca que quemaron la piel de la sienderecha y chamuscaron un rizo de los cabellos castañosde su hija. Antes de abandonar la habitación, Auroraapagó la luz y subió las persianas. entonces introdujo lapistola en el bolso, se vistió y salió de su casa.

en la escalera se encontró con Julia sanz, la criada,que media hora antes había salido a pasear los perros

9

Page 8: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unospocos días antes, debía dejar a los perros esa mañanaal cuidado de la señora carbayo orenga. Julia sanz noconcedió mayor importancia a las palabras de la mujer,ya que supuso que se iba con su hija a mallorca, unviaje que habían mencionado últimamente con fre-cuencia. solo preguntó si la vecina había recibido el di-nero que le correspondía por ocuparse de los animales(cuatro pesetas al día). Aurora rodríguez asintió y aca-rició a los perros antes de proseguir su camino. encuanto abrió la puerta de la casa, a Julia sanz le llamóla atención el fuerte olor a pólvora.

Aurora rodríguez se dirigió sin demora al bufetede un abogado al que conocía bien y confesó su crimen.completamente atónito, el abogado, un destacado po-lítico socialista radical que pocos meses después seríanombrado ministro de Justicia, accedió a acompañarlaal Juzgado de Guardia, donde Aurora rodríguez se en-tregó a las autoridades.

A pesar de sus dudas sobre la veracidad de la au-toinculpación —dudas alimentadas por lo notorio dela estrecha y armónica relación entre Aurora y su hijahildegart—, el juez fue a la casa de la mujer, acompa-ñado por el forense que estaba de servicio. Allí se en-contraron ya con dos policías, a los que había llamadola criada que, muy trastornada, sollozaba sin parar.

Aurora rodríguez fue internada después de los pri-meros interrogatorios en la cárcel de mujeres de Qui-

10

Page 9: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

ñones, en el centro de madrid; era hija de Aurora car-balleira, una maestra que sin embargo no ejerció jamássu profesión. La madre, de acuerdo con las declaracio-nes realizadas durante el juicio, nunca le dio muestrasde cariño; había muerto veintinueve años antes, des-pués de lo cual Aurora fue la única de los cuatro her-manos que se quedó en la casa familiar. Allí pasó lostres años siguientes en compañía del padre, hasta quela muerte se llevó también a su último pariente cercano.

este, abogado y procurador de los tribunales, es-taba muy considerado en Ferrol, importante ciudadportuaria en el noroeste del país, aunque sus vecinosno podían negar que tendía a hacer afirmaciones algoexcéntricas. Por ejemplo, parece que en las tertulias enlas que participaba con sus amigos y conocidos en elcasino de su ciudad había expresado comprensiónhacia las ansias de libertad de los pueblos de Latinoa-mérica que se encontraban bajo administración espa-ñola. también había adoptado una postura sobre laguerra naval contra los estados unidos que de nin-guna manera podía compartir la mayoría de los ciu-dadanos, mucho menos los ediles y los notables de laciudad. es cierto que consideraba que aquella potenciaenemiga suponía un peligro no solo para la seguridadnacional, también para la humanidad en su conjunto,pero al mismo tiempo señalaba que sus simpatías norecaían sobre la armada española, sino sobre los gran-des héroes libertadores maceo y rizal. cuando por esemotivo sus contertulios le acusaban de falta de patrio-

11

Page 10: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

tismo, él respondía que todos los grandes hombres dela historia, daba igual de qué origen, siempre habíanpuesto la libertad por encima de las mezquinas dispu-tas entre naciones.

Además, no entiendo que se defienda con tal vehe-mencia la razón de estado precisamente en Galicia,una de las regiones más pobres y deprimidas. Y sonprecisamente los hijos de esta tierra, sus agricultores ypescadores, quienes sirven a la patria como carne decañón frente al enemigo.

entonces los otros hombres callaron, y también en-mudeció Francisco rodríguez. intuía vagamente quese había atrevido a pisar un terreno en el que era acon-sejable la cautela.

cuando en 1898 los restos de la derrotada flota es-pañola atracaron en Ferrol, después de la pérdida de lascolonias de ultramar cuba y Filipinas, Aurora pudoacompañar a su padre al muelle. se mantuvo temerosay en silencio ante los altos costados de los buques, y tuvouna sensación extraña cuando Francisco rodríguez sequitó el sombrero ante aquellas figuras demacradas yandrajosas. salvo ellos y unas mujeres vestidas de negro,campesinas del interior que aguardaban desesperadasver aparecer a uno de sus hijos, nadie había ido a recibira quienes regresaban de la guerra.

de desagradecidos está el mundo lleno, dijo elpadre. Que Aurora se grabase bien ese día en la me-moria; porque ella viviría tiempos, o al menos así loesperaba, en los que los humillados obtendrían justi-

12

Page 11: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

cia. en los que tendrían que rendir cuentas los ban-queros que se habían enriquecido con esa guerra, losobispos que bendijeron los buques, y los almirantesque daban sus órdenes a la Armada estando ellos a cu-bierto en madrid.

La muchacha buscaba la cercanía del padre. Fran-cisco rodríguez había renunciado a dirigir los asuntosde su propia casa para permitirse el ocio necesario, alterminar su jornada, para reflexionar sobre sus idealesrespecto a cómo mejorar el país. La madre era impa-ciente, dura y malhumorada. se afanaba por llevar unavida acorde con el modelo de otras familias, como lasde médicos, oficiales de alto rango y terratenientes. Losdomingos obligaba a sus cuatro hijos a ir a misa, encar-gaba a los criados tareas que antes no le habían pare-cido engorrosas, prohibió desde muy niñas a las doshijas, Aurora y Josefa, diez años mayor, que saltasen ocorriesen, y solo permitió ir a la escuela al más pe-queño, un varón, y eso porque un colegio privado demucho prestigio había abierto sus puertas en la ciudad.A los demás les dio clase en casa una pariente lejana,cuyos padres se habían arruinado con una especulaciónfallida. sin embargo, los conocimientos y las destrezaspedagógicas de la joven eran más bien escasos, y ade-más no se atrevía a poner coto a las travesuras de losdos mayores. con ella aprendió Aurora lo que aprendíatoda niña de buena familia: leer y escribir, las cuatro re-glas de aritmética, bordar y tocar el piano, y unos pe-nosos rudimentos de francés.

13

Page 12: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

un día se la llevó a su pueblo una criada con la queAurora tenía mucha confianza. era la festividad de sanPedro, patrón del pueblo, y había baile en la plaza,adornada con guirnaldas y banderitas de colores. Lacriada sabía que entre la multitud se encontraba suprometido. Por eso pidió a su madre, no sin rogarleque estuviese muy atenta, que se quedara un rato conAurora. entonces se fue a bailar. La madre cumplió elencargo. intentó entretener a Aurora, que examinabade reojo el único cuarto de la vivienda. Pero a la niñale costaba entender a la mujer; apenas conocía el ga-llego, tan denostado en casa. Le asustaba la curiosidadde los otros niños y le resultaban poco familiares la po-breza del entorno, los sacos de paja, el suelo de barroapisonado con las gallinas correteando por él, así quemuy pronto le entraron ganas de ir a ver bailar a la hijade la mujer.

después de que le indicasen la dirección, se dirigióa la plaza del pueblo. Pero por mucho que se esforzabano conseguía distinguir a la chica entre la gente bai-lando. cuando estaba a punto de romper a llorar y decorrer de vuelta a la casa, su mirada recayó sobre unapareja besándose apasionadamente en un rincón. solocuando el joven llamó la atención de la muchacha conun toquecito, se dio ella cuenta de la presencia de Au-rora. se sonrojó, se soltó del abrazo y tomó a la niñade la mano.

Ya de regreso en casa, Aurora rodríguez contó ino-centemente durante la comida el baile y lo de los besos

14

Page 13: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

en la aldea. Los hermanos mayores rieron por lo bajo yel padre, como de costumbre, no prestó atención. Perola señora carballeira despidió a la chica ese mismo día.

en otra ocasión, cuando el hermano mayor de Au-rora comenzó a rondar por las habitaciones del servi-cio y a acurrucarse bajo la escalera para mirar debajode las faldas, la señora convenció a su marido de ofre-cer dinero a la cocinera para que introdujese al jovenamo en las prácticas amorosas. La chica, de la que sesabía que había tenido varios amantes, pero que ase-guraba estar sana, consultó con sus padres. ellos con-sintieron con la condición de que Francisco rodríguezprocurase trabajo en un carguero que fuese a cuba auno de los hijos, necesitado de emigrar a América por-que las propiedades de la familia apenas bastaban paramantener al primogénito. el padre de Aurora hizo loque le habían pedido y también consiguió a la chicauna licencia para vender tabaco en el juzgado al que éliba todos los días. Los padres de la muchacha se des-hicieron en agradecimientos. él retiró con embarazola mano que le estrechaban. Lo ocurrido le pareció unaprueba de la decadencia y la agonía del país.

en la biblioteca, el hombre anotó en una libreta: laspenurias de las clases desfavorecidas son insoportables.solo la rabia ciega, la violencia desatada, la sangre y elfuego pueden cambiar su situación. Pero eso ni se lespasa por la cabeza porque tienen que dedicar toda suenergía a sobrevivir. Porque se han dejado aprisionarpor la falsa moral de las clases pudientes y porque solo

15

Page 14: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

buscan su beneficio personal sin darse cuenta de queesto los hunde aún más en la miseria. Los privilegiadosviven cómodamente. vemos cómo todo se tambalea,pero cualquier cambio nos asusta. estamos insatisfe-chos pero somos cobardes.

después se embebió en la lectura de la Revue duMonde Latin, cuyo último número acababa de llegarle.en un artículo firmado por un tal valentí Almirall, ob-viamente un catalán, encontró un pasaje que le parecióuna acertada descripción de los males españoles: Puededecirse que la nación vive en una completa negación, enuna verdadera orgía de ideas negativas. Preguntad a lamayoría de los españoles si son monárquicos: os respon-derán que no. Preguntadles si son republicanos: os respon-derán que tampoco. ¿Qué son, pues? No quieren saberlo.Les basta con la negación. El antiguo fatalismo musulmánse adueña de nuevo de nosotros. El campesino vegeta mi-serablemente, sin hacer el menor esfuerzo para salir de laignorancia, de la rutina, de la pobreza. El hombre de laciudad vive del campesino, mientras que este apenaspuede vivir de la tierra. El progreso aún no ha llegadoaquí. El movimiento intelectual es casi nulo.

huyendo de su madre, cuyas reglas le parecíancontradictorias e injustas, Aurora fue a parar a la bi-blioteca del padre. no sentía como sus hermanostemor alguno a los oscuros lomos de los libros ni al si-lencio de aquella habitación alta y angosta. Además, labiblioteca comunicaba con el despacho de Franciscorodríguez, separada de él tan solo por una puerta de

16

Page 15: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

doble hoja, donde por las tardes tenía su consulta ju-rídica. Así, gracias a las conversaciones en el cuarto deal lado, Aurora nunca tenía la sensación de estar sola.Pero lo estaba.

un día, Aurora debía de rondar los siete años, supadre recibió a una señora. Aunque al principio la hijaestaba entretenida vistiendo y desnudando una mu-ñeca, la voz excitada de la mujer despertó enseguidasu interés.

Francisco rodríguez conocía desde hacía muchoal marido de la señora Balboa, propietario de la mayorferretería de la ciudad, y al principio pensó que se tra-taba de una visita privada. Pero la expresión seria dela mujer le reveló que no se encontraba allí para haceruna invitación ni para preparar el mercadillo de laAsociación de Beneficencia cristiana, de la que erapresidenta. él prometió acceder al ruego de no contara nadie, ni siquiera a su esposa, el contenido de su con-versación y le recordó que estaba obligado a ello porel secreto profesional.

La mujer titubeó antes de revelar, en voz baja peroaudible desde la habitación contigua, que se encon-traba allí para iniciar los trámites de divorcio de su ma-rido. el abogado se quedó demasiado sorprendidocomo para responder de inmediato. Así que la mujerse apresuró a añadir que su decisión era irrevocable.Que confiaba en el señor rodríguez más que en nin-gún otro abogado de la ciudad y deseaba encomendarlela realización de las diligencias que fuesen oportunas.

17

Page 16: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

el padre de Aurora le preguntó si era conscientede la transcendencia de su decisión. La señora Bal-boa asintió y repitió que la había tomado después depensárselo mucho y que era inamovible. no se le es-capaban las consecuencias materiales pero no lasconsideraba un obstáculo, en particular porque laherencia de sus padres que le había correspondidopor ley le garantizaba unos ingresos satisfactoriospara ella y para su hija. Francisco rodríguez le pre-guntó el motivo por el que deseaba disolver su ma-trimonio. como la mujer dudaba, le aclaró que nopreguntaba por curiosidad: sin conocer los motivosno podría serle de mucha ayuda.

La señora Balboa comenzó entonces a sollozar yconfesó entre lágrimas que había perdido cualquierafecto hacia su marido. solo sentía miedo, rechazo yodio cuando él se le acercaba. el asco la inundabacuando se tumbaba sobre ella. siempre se había sen-tido un objeto que se cogía cuando se deseaba y se de-jaba de lado cuando había cumplido su función.

después de unos instantes, Francisco rodríguezpreguntó si había otras razones más concretas.

¿es que no son suficientes?el padre de Aurora le aseguró que la entendía

muy bien pero debía comprender que la legislaciónvigente sobre divorcios no contemplaba tales moti-vos. si pretendía mantener la demanda en el juzgado,la señora Balboa tenía que contar con que le atribu-yesen la culpa.

18

Page 17: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

¡me da igual!, dijo la mujer, con tal de que se apruebeel divorcio.

el padre de Aurora preguntó si había pensado ensu hija. se levantó, sacó un libro de una estantería ylo abrió. el código civil vigente desde 1889 no con-templa tales argumentos, por honorables que sean.Artículo 73. La sentencia de divorcio producirá los si-guientes efectos: primero, la separación de los cónyu-ges. Segundo: quedar o ser puestos los hijos bajo lapotestad y protección del cónyuge inocente. el abogadocerró el libro: así es la ley. Para evitar que la mujer vol-viese a estallar en llanto, añadió rápidamente que, porsupuesto, él ignoraba si el marido insistiría en obtenerla patria potestad para la hija de ambos. de no ser elcaso, se podría encontrar una solución satisfactoria,nombrando, tras la renuncia del padre, a un tutor cer-cano a la señora Balboa que no se inmiscuyese en laeducación de la hija. Pero la mujer negó con un gesto.no se había precipitado al tomar la decisión de acudiral señor rodríguez. Previamente había tenido nume-rosas disputas con su marido, el cual había terminadoanimándola con sarcasmo a que presentase la de-manda de divorcio, y anunciado que él tenía la inten-ción de exigir la patria potestad. Aunque solo fuesepara causar dolor a la mujer.

mientras Aurora abrazaba con fuerza la muñecaen el cuarto contiguo, su padre se encogió resigna-damente de hombros. Lo siento, dijo. ¿Qué va ahacer?

19

Page 18: Los motivos de AurorA · 2020-06-09 · de su señora. Aurora rodríguez le dijo que no iba a re-gresar y que ella, Julia, tal como habían acordado unos pocos días antes, debía

Aguantar ese infierno. no pienso renunciar a rosa.cuando más tarde Francisco rodríguez entró en

la biblioteca, su hija tenía a la muñeca en sus brazos.Qué muñeca más bonita, dijo él. ¿cómo se llama?

rosa, dijo Aurora. Y me pertenece solo a mí.

20