Los artistas y la depresión: parte 2

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Los artistasy la depresión

Aun en las más altas cimashay nubarrones

Adrián Sapetti

parte 2

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Se hicieron todos los esfuerzos para contactar a los dueños de los derechos de reproducción;cualquier omisión es involuntaria y será corregida en las ediciones futuras siempre que se

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Dedicatoria

Para Mora Sapetti, mi nieta, con el anhelo de verla creceren un mundo más creativo, pacífico y solidario.Donde el arte y la ciencia despejen en las cimas

a los negros nubarrones, para ver la luz.

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Quien sólo de Medicina sabe, ni de Medicina sabe.Hipócrates de Kos (460 a.C-370 a.C)

¿O será uno de esos seres solitarios y a la vez temerosos que sóloresisten la soledad con la ayuda de ese gran enemigo de los

fantasmas, reales o imaginarios, que es la luz?Ernesto Sábato (1911), Sobre héroes y tumbas.

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Índiceparte 2

Melancolia y desesperación . . 7

Albrecht Dürer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Pier Paolo Pasolini . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Egon Schiele . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Friedrich Nietzsche . . . . . . . . . . . . . . . . 11

César Vallejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Roberto Arlt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Thomas Mann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Edvard Munch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Wolfgang Amadeus Mozart . . . . . . . . . 19

Franz Schubert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Frédéric Chopin . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

Walt Whitman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Salvador Dalí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Pablo Neruda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Oscar Wilde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

Fiódor Mijáilovich Dostoievski . . . . . . 27

Franz Kafka . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Antón Chéjov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Jorge Luis Borges . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

Groucho Marx . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

Los malditos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

Jean Arthur Rimbaud . . . . . . . . . . . . . . 34

Paul Verlaine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

Charles Baudelaire . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Embriagados(los mareados) . . . . . . . . . . . . . . . 38

Edgar Allan Poe . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Fernando Pessoa . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Jack Kerouac . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Luca Prodan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Billie Holiday . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

Édith Piaf . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

Janis Joplin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

Dylan Thomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

Dante Gabriel Rossetti . . . . . . . . . . . . . 49

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Francis Scott Fitzgerald . . . . . . . . . . . . 51

Truman Capote . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

La desesperanza,en pocas palabras . . . . . . . . . . . . 53

Orson Welles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Ingmar Bergman . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

Carlos Gardel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

Enrique Santos Discépolo . . . . . . . . . . 57

Giuseppe Verdi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

Como cierre . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

Luigi Pirandello . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

Adrián Sapetti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

Samuel Beckett . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Al final, Leonardo . . . . . . . . . . . . . 61

Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

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Melancolía y desesperación

En esta poderosa pintura conocida como “Elprimer duelo”, que se puede admirar en Bs. As.en el Museo Nacional de Bellas Artes, se reflejael dolor por la tragedia de la muerte de Abel,yaciendo sobre el regazo de su padre Adán,mientras Eva llora sin consuelo. La palidez delcuerpo del infortunado hijo contrasta dramáti-camente con la oscuridad del suelo y con el cielogris, melancólico, que recubre el páramo. En lareferencia pictórica del gran artista francésdecadentista, inspirada en el primer asesinatomítico, ya se condensan la melancolía y la deses-peración.

“Melancolía”: del griego mélas, mélan= “negro,oscuro”, y Kholê= “bilis”; estrictamente “bilisnegra”, y de melankholía=“mal humor”

“Que eres en mi vida ansiedad, angustia, desesperación…”.

Osvaldo Farrés,

del bolero Toda una vida.

“…En la fenomenología del melancólico, elcomportamiento del paciente no concuerdacon el tenor de las auto recriminaciones. Lejosde ocultar, avergonzado, su indignidad, élinsiste en ella al punto de ostentarla. Hay cer-teza en su incertidumbre; arrogancia en sumiserabilidad; homicidio en su suicidio, en lamedida en que todo melancólico es un manía-co en potencia.”

Emilio Rodrigué

Sigmund Freud. El siglo del Psicoanálisis.

“De repente la risa se hizo llanto,silencioso y blanco como la bruma;de las bocas unidas se hizo espuma,y de las manos dadas se hizo espanto.

De repente la calma se hizo vientoque de los ojos apagó la última llama,

y de la pasión se hizo el presentimientoy del momento inmóvil se hizo el drama.De repente, no más que de repente,se volvió triste lo que fuera amante,y solitario lo que fuera contento.

El amigo próximo se hizo distante,la vida se volvió una aventura errante.De repente, no más que de repente”.

Vinicius de Moraes

(Río de Janeiro, 1913-1980)

Soneto de la desesperación.

He sido rey mientras dormía; pero al desper-tar no ha quedado nada.

William Shakespeare

(1564-1616),

de Sonetos a Mr. W. H.

Premier Deuil (The First Mourning),

William Bouguereau, (1825-1905)

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Pier Paolo Pasolini

Madre, despierta, pero nogrites, ¡silencio! Desvelado tu hijo;ha prendido la luzen el cuarto con los muros desnudos.

Su muerte, un golpe en el granero,lo ha despertado en su Infierno:un golpe del granero en su corazón,y ahora un gran silencio adentro y afuera.

El silencio con el sudor de un muertole moja la sábana y el cuerpo.

En esa agua suspiracon la voz de una vieja golondrina.

Madre, tu hijo se levanta, se ponelos zapatos, abandona el lecho.Solo por las escaleras de hielo

Albrecht Dürer(Alberto Durero)

Nacido en Nürenberg en 1471 y fallecido enla misma ciudad en 1528, fue el máximoexponente del Renacimiento alemán.

En este cuadro, Durero, pone en evidenciasíntomas típicos de la depresión: la inhibiciónpsicomotriz, la hipomimia y la akinesia delpersonaje embargado en vagos pensamientos,los objetos inutilizados tirados en el piso. Un

tubo de enema salepor debajo de la túni-ca. El perro y el ángeladormilados, el sol enel ocaso, acentúan elclima melancólico delgrabado. Hay símbo-los mágicos y esotéri-cos, como el grabadoen la piedra debajo dela campana, de incier-to significado. Comola indefinición delgénero de la figuraalada.

Si bien no tenemosdatos de que Durero fuera un depresivo -aun-que algunos teorizan que la figura humana de“Melancolía” es el propio artista-, esta obra,al igual que “Hombre desesperado”, eviden-cian una preocupación por estados del psi-quismo humano.

Melancolía (Melencolia,

en el original), A. Durero, 1514

Autorretrato de A. Durero

Hombre

Desesperado

(detalle),

A. Durero

Pasolini con su madre

8 Los artistas y la depresión

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baja entre las sombras de los sacos.

Solo bombea el agua, un chorrode agua que cae con un amargoestrépito en el arroyo; y orinabajo las estrellas de la noche lisa.

Tu hijo vuelve arriba por las escalerascaminando despacio como un ladrón.No lo sabes, pero él tieneun Loco sin Madre en el pecho.

Entra en el cuarto, el Ladrón, y sequeda espantado en la luzahora su muerte es esta luzque llena el cuarto de amarillo.

Pier Paolo Pasolini

El diablo con la madre,de poemas de La meglio gioventú.

Pier Paolo nació en Bologna en mayo del1922 y fue asesinado en el puerto romano deOstia en noviembre de 1975, a los 53 años, porun joven que había conocido pocas horas antes;su cuerpo fue encontrado por una señora dellugar y reconocido por Ninetto Davoli, su actorfetiche. Oriana Fallacci sostenía que había sidoasesinado de una manera premeditada, comoun hecho político de grupos fascistas, lo quepareciera haberse corroborado recientemente.El siguiente poema suena anticipatorio:

Querido muchacho, sí, claro, encontrémonos,pero no esperes nada de este encuentro.Si acaso, una nueva desilusión, un nuevovacío: de aquellos que hacen biena la dignidad narcisista, como un dolor.A los cuarenta años yo estoy como alos diecisiete.Frustrados, el de cuarenta y el de diecisietepueden, claro, encontrarse, balbuceandoideas convergentes, sobre problemasentre los que se abren dos décadas, toda unavida,y que, sin embargo, aparentemente son losmismos.Hasta que una palabra, salida de las gargantasinseguras,enardecida de llanto y deseo de estar solos,

revela su irremediable diferencia.Soy avaro, lo poco que poseome lo guardo apretado en el corazón diabólico.Y los dos palmos de piel entre pómuloy mentón,bajo la boca torcida a furia de sonrisasde timidez, y los ojos que han perdidosu dulzura, como un higo agrio,te parecerían el retratoprecisamente de esa madurez que te hace daño,madurez no fraterna. ¿De qué puede servirteun coetáneo, simplemente entristecidoen la delgadez que le devora la carne?Cuanto ha dado ya lo ha dado, el restoes árida piedad.

Pier Paolo Pasolini, (1964),Al Muchacho Codignola,

de Poesía en forma de rosa.

Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;que todo aquello que toco ya lo he tocado;que soy prisionero de un interés indecente;que cada convalecencia es una recaída;

Adrián Sapetti 9

Pier Paolo Pasolini