LOCUS C. CRISTOLOGÍA › Cristologia.pdfSergio de Constantinopla, Ciro de Alejandría y el papa...

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514 LOCUS C. CRISTOLOGÍA CRISTO, EL MEDIADOR DE LA SALVACIÓN Nuestra salvación fue lograda completamente por Cristo, el Dios-Hombre, en sus dos estados de humillación y exaltación. Por lo tanto, esta parte de la dogmática está dividida en tres partes principales. 1 1. La persona del Redentor; él es el Dios-hombre 2 2. Los dos estados de su existencia: la humillación (exinanición) y la exaltación 3 3. La obra de Cristo como Mediador y sus oficios de profeta, sacerdote y rey 1. La persona del Redentor La materia será presentada bajo tres títulos. A. Las dos naturalezas de Cristo. B. La unión de las dos naturalezas. C. La comunicación de propiedades (idiomas - cualidades y acciones) 1 1 A. Las dos naturalezas 1 I. Cristo es verdadero Dios. Nota. Para una presentación de la abundancia de testimonio bíblico sobre este punto vea la sección sobre la Santa Trinidad, I, 6 (páginas 178-185). Vea también las controversias monarquianas y arrianas (páginas 202-203). Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad. II. Cristo es verdadero hombre. 1 1. Esta verdad se presenta en términos generales. Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

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    LOCUS C. CRISTOLOGÍA

    CRISTO, EL MEDIADOR DE LA SALVACIÓN Nuestra salvación fue lograda completamente por Cristo, el Dios-Hombre, en sus

    dos estados de humillación y exaltación. Por lo tanto, esta parte de la dogmática

    está dividida en tres partes principales.

    1 1. La persona del Redentor; él es el Dios-hombre

    2 2. Los dos estados de su existencia: la humillación (exinanición) y

    la exaltación

    3 3. La obra de Cristo como Mediador y sus oficios de profeta, sacerdote y rey

    1. La persona del Redentor

    La materia será presentada bajo tres títulos.

    A. Las dos naturalezas de Cristo.

    B. La unión de las dos naturalezas.

    C. La comunicación de propiedades (idiomas - cualidades y acciones)

    1

    1 A. Las dos naturalezas

    1 I. Cristo es verdadero Dios. Nota. Para una presentación de la abundancia de testimonio bíblico sobre

    este punto vea la sección sobre la Santa Trinidad, I, 6 (páginas 178-185). Vea

    también las controversias monarquianas y arrianas (páginas 202-203).

    Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.

    II. Cristo es verdadero hombre.

    1 1. Esta verdad se presenta en términos generales.

    Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;

    y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

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    1 Timoteo 2:5 Pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre.

    Hebreos 2:14,17 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él

    también participó de lo mismo (μετέσχεν τῶν αὐτῶν) para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, ... Por lo cual debía ser

    en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

    Note las comparaciones entre Adán y Jesús, el segundo Adán:

    Romanos 5:15-19 Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la

    transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el

    caso de aquel uno que pecó, porque, ciertamente, el juicio vino a causa de un solo

    pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en

    vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la

    justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la

    justificación que produce vida. Así como por la desobediencia de un hombre muchos

    fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán

    constituidos justos.

    1 Corintios 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es

    el Señor, es del cielo.

    2. Esta humanidad incluye un alma humana, con una voluntad humana.

    Mateo 20:28 Como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

    Juan 12:27 Ahora está turbada mi alma, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora?

    Pero para esto he llegado a esta hora.

    Juan 10:17,18 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar.

    Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

    Mateo 26:38,39 Entonces Jesús les dijo: —Mi alma está muy triste, hasta la muerte;

    quedaos aquí y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como

    yo quiero, sino como tú”.

    3. Varias herejías rechazan esta humanidad.

    1 2 a) Los gnósticos docéticos, que enseñaron que lo divino no se uniría con

    la carne, de modo que Cristo sólo parecía ser hombre (su cuerpo un

    fantasma, su sufrimiento sólo aparente).

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    Ignacio de Antioquía (m. 107): Sed sordos, pues, cuando alguno os hable aparte de

    Jesucristo, que era de la raza de David, que era el Hijo de María, que

    verdaderamente nació y comió y bebió y fue ciertamente perseguido bajo Poncio Pilato, fue verdaderamente crucificado y murió a la vista de los que hay en el cielo

    y los que hay en la tierra y los que hay debajo de la tierra; el cual, además,

    verdaderamente resucitó de los muertos, … X. Pero si fuera como ciertas personas que no son creyentes, sino impías, y dicen que Él sufrió sólo en apariencia, siendo

    ellos mismos mera apariencia, ¿por qué, pues, estoy yo en cadenas? Y ¿por qué

    también deseo enfrentarme con las fieras? Si es así, muero en vano.

    Verdaderamente estoy mintiendo contra el Señor. (cf. 1Co 15,15).

    Ireneo ( m. ca. 200): Saturnino… declara que el Salvador no nació, fue incorpóreo

    y sin forma, afirmando que se vio como ser humano sólo en apariencia. (Adversus haereses l.xxiv.12-2).

    Tertuliano (m. 220): No sufrió nada quien no sufrió en verdad; y un fantasma no podía sufrir en verdad…. Ahora, si se niega su muerte debido a la negación de esta

    carne, no habrá seguridad de esta resurrección. Asimismo si se anula la

    resurrección de Cristo se destruye también la nuestra. (Contra Marción, ANF III,

    328). 1

    2 b) Apolinaro quien enseñó que el Λόγος toma el lugar del espíritu humano de modo que no hay una naturaleza humana completa. El

    Verbo se hizo carne, pero no se hizo plenamente humano. Cristo tuvo

    psuche humano pero no pneuma. Cirilo de Alejandría se opuso a él. 3 4 Apolinaro (m. 390): El Verbo mismo se hizo carne, sin haber asumido una mente

    humana—es decir, una mente mudable, que está esclavizada a los pensamientos

    sucios—sino que existe como una mente divina inmutable y celestial. (Carta 2). Gregorio de Nisa (m. 394) en oposición: La mente, que es la naturaleza propia del

    hombre, lo distingue de los animales irracionales… El hombre es necesariamente

    racional y no es un hombre si le faltara esta capacidad. (Contra Apolinaro, p. 14).

    c) Los monotelistas, que enseñaron que a Jesús le faltaba una voluntad

    verdaderamente humana, puesto que la única voluntad era la del Λόγος. Sergio de Constantinopla, Ciro de Alejandría y el papa Honorio contra

    Sofronio de Palestina, papas Martín y Agato y el Concilio de 680.

    Sergio (m. 638): Porque la doctrina salvadora de los santos padres claramente enseña que la carne animada intelectualmente del Señor nunca hace su movimiento

    natural aparte de, y por ímpeto propio contrario a la dirección del Verbo de Dios

    hipostáticamente unido a ella, sino sólo en el tiempo y la manera y la medida en

    que desea el Verbo de Dios, así como nuestro cuerpo es movido por nuestra alma racional. (Carta a Honorio).

    Concilio de Constantinopla (680): Asimismo predicamos dos voluntades naturales en Cristo, y dos operaciones naturales indivisas, inconvertibles, inseparables, sin

    mixtura, conforme a la doctrina de los santos padres, y las dos naturalezas no son

    http://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/lp.htm#mo

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    contrarias (como afirman los impíos herejes) ni mucho menos. Pero su voluntad humana sigue la voluntad divina y no resiste ni es renuente sino más bien sujeta a

    su voluntad divina y omnipotente.

    d) Los padres ortodoxos se opusieron a la negación de la plena humanidad.

    Gregorio Nazianzeno: τὸ ἀπρόσληπτον ἀθεράπευτον.

    Cyrilo de Jerusalén: Εἰ φαντασία ἦν ἡ ἐνανθρώπησις, φαντασία καὶ ἡ σωτηρία.

    4. Cristo es una persona.

    a) La naturaleza humana no fue personal.

    Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de

    verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

    Agustín: El Verbo no asumió una persona humana, sino una naturaleza humana.

    (De Fide ad Petrum, ch. 17, MPL 40, 772)

    b) La naturaleza humana fue recibida en la personalidad del Logos. ἅμα σάρξ, ἅμα Λόγου σάρξ. Aceptamos el misterio divino.

    Gerhard: En Cristo hay ἄλλο καὶ ἄλλο, puesto que su esencia o naturaleza divina es otra cosa que su esencia o naturaleza humana. Pero no hay ἄλλος

    καὶ ἄλλος, puesto que no hay dos personas, una persona divina y otra persona humana, sino que él es un Dios-hombre y por lo tanto una Persona. (Exeg. 1.4 par. 34).

    Credo de Atanasio: 28-34: Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos

    que nuestro Señor Jesucristo, hijo de Dios, es Dios y hombre. Es Dios

    engendrado de la sustancia del Padre antes de los siglos, y es hombre

    nacido de la madre en el siglo: perfecto Dios, perfecto hombre,

    subsistente de alma racional y de carne humana; igual al Padre según la

    divinidad, menor que el Padre según la humanidad. Mas aun cuando sea

    Dios y hombre, no son dos, sino un solo Cristo, y uno solo no por la

    conversión de la divinidad en la carne, sino por la asunción de la

    humanidad en Dios; uno absolutamente, no por confusión de la sustancia,

    sino por la unidad de la persona.

    Fórmula de Concordia, D.S., VIII, 6: Creemos, enseñamos y confesamos que si

    bien el Hijo de Dios ha sido desde la eternidad una persona divina particular, distinta e íntegra, y por ende Dios verdadero, esencial y perfecto junto con el

    Padre y el Espíritu Santo; no obstante, cuando vino el cumplimiento del tiempo,

    asumió también la naturaleza humana en la unidad de su persona, no de manera que ahora existieran dos personas o dos Cristos, sino de manera tal que Cristo

    Jesús es ahora, en una sola persona y simultáneamente, verdadero y eterno Dios,

    engendrado del Padre en la eternidad, y verdadero hombre, nacido de la muy

    bendita virgen María, como está escrito en Romanos 9:5: “De los cuales, según

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    la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos”.

    Ibid., 11: También creemos, enseñamos y confesamos que una vez ocurrida la

    encarnación, no es que cada naturaleza en Cristo subsista por sí misma de suerte que cada una sea o constituya una persona por separado, sino que están unidas

    de un modo tal que forman una persona sola en la cual existen y subsisten

    simultáneamente y personalmente tanto la naturaleza divina como la asumida naturaleza humana. Esto quiere decir que ahora, después de la encarnación,

    pertenecen a la persona íntegra de Cristo no sólo su naturaleza divina, sino

    también la naturaleza humana que él asumió; y quiere decir además que así como la persona de Cristo o el Hijo de Dios encarnado, es decir, la persona del

    Hijo de Dios que asumió la carne y se hizo hombre—así como esta persona no

    es completa sin su divinidad, así tampoco lo es sin su humanidad. Por lo tanto,

    Cristo no está constituido por dos personas distintas, sino que es una persona sola, no obstante el hecho de que en él se encuentran dos naturalezas distintas,

    no mezcladas en su esencia y propiedades naturales.

    III. La naturaleza dual de Cristo indica una doble generación.

    1. Fue engendrado del Padre desde la eternidad.

    Juan 1:14,18 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de

    verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito (μονογενοῦς) del Padre. …A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo (μονογενὴς θεός), que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.

    Juan 3:16 De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito (τὸν υἱὸν τὸν μονογενῆ), para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

    2. Fue concebido por el Espíritu Santo.

    Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.

    Lucas 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a

    nacer será llamado Hijo de Dios.

    Mateo 1:20,23 Pensando él en esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le

    dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es

    engendrado, del Espíritu Santo es…. “Una virgen (ἡ παρθένος) concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel” (que significa: “Dios con nosotros”).

    John Schaller: Aunque es vano especular sobre la naturaleza del acto de generación del Espíritu Santo, sin duda se puede describir por sus efectos como la segregación de una

    de las células germinales vivas en la virgen; su purificación de toda mancha de pecado

    hereditario; la propagación y trasplantación de un alma de la sustancia del alma de la

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    madre; y el desarrollo sucesivo del cuerpo del niño. Sin embargo, María fue la verdadera madre de Jesús, así como él es verdadero hombre. (Christology, p. 54).

    3. Nació de la virgen María.

    Gálatas 4:4-5 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,

    nacido de mujer y nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos.

    Romanos 1:3 Evangelio que se refiere a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne.

    Romanos 9:5 A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

    4. Cuando decimos que Cristo es de María es el de del material (materiale).

    Cuando decimos que Cristo es de Spiritu Sancto es el de de poder

    (potentiale).

    5. Los teólogos liberales rechazan la encarnación y el nacimiento de una virgen.

    Tillich: La afirmación de que Dios se ha hecho hombre no es una afirmación paradójica

    sino sin sentido. (ST, II, p. 94).

    Braaten: El interés prioritario de la dogmática es interpretar el nacimiento virginal

    como un símbolo y no como una intervención caprichosa en el curso de la naturaleza. Las investigaciones científicas en la frecuencia de partenogénesis en el mundo de la

    naturaleza no vienen al caso. No contribuyen nada a una mayor comprensión de la

    realidad reveladora que señala el relato del nacimiento de Jesús. Es posible sostener el nacimiento virginal como un hecho biológico y perder su propósito. También es

    posible alcanzar el mismo propósito sin referencia al nacimiento virginal, como lo

    prueban las obras de Pablo y Juan al no mencionarlo. Es importante, entonces, no dejar

    que el relato se estanque en la biología, sino leerlo como un símbolo que da testimonio a la verdad del kérigma. (Christian Dogmatics, I, p. 546).

    IV. Cristo estuvo sin pecado en su naturaleza humana (ἀναμαρτησία).

    1. La Escritura enseña esta verdad.

    Lucas 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el

    poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a

    nacer será llamado Hijo de Dios.

    Juan 8:46 ¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué

    vosotros no me creéis?

    1 Pedro 2:22 Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca.

    2. Sus tentaciones le causaron una lucha dolorosa, pero quedó sin la

    contaminación del pecado. De hecho, como verdadero Dios, no puede pecar,

    sin embargo sus tentaciones fueron muy reales.

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    Mateo 4:1-11 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por

    el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Se

    le acercó el tentador y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan

    en pan. Él respondió y dijo: —Escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad,

    lo puso sobre el pináculo del Templo y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, tírate abajo,

    pues escrito está: “A sus ángeles mandará acerca de ti”, y “En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra”. Jesús le dijo: —Escrito está también: “No

    tentarás al Señor tu Dios”. Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró

    todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: —Todo esto te daré, si postrado me adoras. Entonces Jesús le dijo: —Vete, Satanás, porque escrito está: “Al

    Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás”. El diablo entonces lo dejó, y vinieron

    ángeles y lo servían.

    Hebreos 4:15 No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras

    debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

    Hebreos 2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para

    socorrer a los que son tentados.

    2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que

    nosotros seamos justicia de Dios en él.

    ________ Santiago 1:13 Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios,

    porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie.

    Francis Pieper: ¿Pudiera ser posible que Cristo según su naturaleza humana cometiera

    pecado? Negamos enfáticamente esta posibilidad. No por razón de la falta de pecado en

    la naturaleza de Cristo en sí, porque Adán también fue creado sin pecado y sin embargo

    sucumbió a la tentación, sino porque la naturaleza humana de Cristo nunca existió como una persona por separado, sino desde el principio constituye una persona con el

    Hijo de Dios. Suponer que el hombre Cristo podría pecar es suponer que el Hijo de

    Dios, con el cual el hombre Cristo constituye una persona, podría pecar. Los que suponen la pecabilidad del hombre Cristo con esto renuncian, si están conscientes de

    esto o no, la encarnación del Hijo de Dios, la unio personalis de Dios y hombre, y

    sustituyen por ella una unio mystica. Algunos objetan que la impecabilidad excluiría

    poder ser tentado, haría de la tentación de Cristo una batalla fingida. Sin embargo, Mat. 4:1ss describe una verdadera batalla. (CD, II, p. 76).

    Alfred Edersheim (d. 1889) (de modo más especulativo): La posición del primer Adán fue de ser capaz de pecar, no de ser incapaz de pecar. El segundo Adán también tiene

    una naturaleza capaz de no pecar, pero no incapaz de pecar. Esto explica la posibilidad

    de “tentación” o asalto contra él. … El segundo Adán, moralmente sin caer, aunque voluntariamente se sujetó a todas las condiciones de nuestra naturaleza, fue, con una

    naturaleza humana pecable, absolutamente impecable, como era también el Hijo de

    Dios—una naturaleza pecable, sin embargo una persona impecable.

    (Life and Times of Jesus the Messiah, Bk. III,Ch. I, p. 137).

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    3. Aunque la naturaleza humana de Cristo no estaba en sí sujeta a la muerte

    puesto que Cristo no tuvo pecado, sin embargo porque voluntariamente

    asumió nuestro pecado, también tomó nuestra muerte.

    Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida

    eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

    Romanos 8:3 Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,

    enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.

    Juan 10:17,18 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar.

    Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

    Filipenses 2:8: Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

    Pieper: El resultado inmediato de la falta de pecado de la naturaleza humana de Cristo fue su inmortalidad. Según la Escritura, la muerte es el resultado directo del pecado

    (Gén. 2:17; 3:17–19; Rom. 5:12; 6:23). Cristo murió porque quiso morir. John 10:18:

    “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo”, es decir, como el Redentor de

    los hombres, en pago por sus pecados. 1 Cor. 15:3: “Cristo murió por nuestros

    pecados.” La muerte de aquel que en sí es inmortal es el rescate (λύτρον Mat. 20:28; ἀντίλυτρον, 1 Tim. 2:6) que compró la vida para todos los que están condenados a morir. (II, p. 77). Adolf Hoenecke: Jesús no muere, sino entrega su vida a la muerte. Y es una parte de su

    poder divino que sujetara su naturaleza humana deificada a la muerte. (ELD III, p. 72).

    [???]

    B. La unión de las dos naturalezas.

    1 I. La unión de las dos naturalezas en Cristo es sumamente íntima e indisoluble.

    1. El sujeto de la acción de la unición es el Logos ἄσαρκος. Esta acción no es recíproca. La naturaleza divina es la que asume, la naturaleza humana es

    la asumida. Divina natura est assumens, humana assumpta. (Otros

    nombres por la unición—asumir la carne—encarnación—concepción.)

    Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;

    y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

    Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también

    participó (μετέσχεν) de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.

    2. El sujeto de la unión resultante es el Logos ἔνσαρκος.

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    Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.

    Gálatas 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido

    de mujer y nacido bajo la Ley,

    1 Timoteo 3:16 Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue

    manifestado en carne (ἐν σαρκί), justificado en el Espíritu (ἐν πνεύματι), visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

    3. El acto de la unición no es recíproca; sólo la naturaleza divina fue activa. La

    unión que resulta es recíproca.

    4. La unión es real, no sólo verbal como un título de honor (nominalis), ni lógica

    (como sustancia y accidente)—ni relativa como dos personas muy íntimas

    pero separadas—ni συνάφεια (puestas sencillamente lado a lado).

    5. La unión es personal, resultando en una persona, no como la unión de

    personas como la unión mística o la unión de las personas en el matrimonio.

    6. La unión no es una unión natural (como cuerpo y alma) sino es la de dos

    naturalezas; no es esencial (resultando en una nueva esencia); no accidental

    (como la blancura y lo dulce en la leche); ni una de sólo juntarse (συνάφεια).

    Confesión de Augsburgo, III, 1-2: Asimismo se enseña que Dios el Hijo se hizo hombre, habiendo nacido de la inmaculada virgen María, y que las dos naturalezas, la

    divina y la humana, están tan inseparablemente unidas en una persona de modo que son

    un solo Cristo, el cual es verdadero Dios y verdadero hombre.

    Fórmula de Concordia, E, VIII, 15: Por consiguiente, creemos, enseñamos y

    confesamos que el Hijo del hombre ha sido elevado de hecho y en verdad a la diestra de

    la omnipotente majestad y el poder de Dios según su naturaleza humana; porque el hombre aquel fue asumido en Dios cuando fue concebido por la obra del Espíritu Santo

    en el seno de su madre, y su naturaleza fue unida personalmente al Hijo del Altísimo.

    Hollaz: Hay una unidad de naturaleza, pero no es natural; es personal, pero no de

    personas; porque es llamada personal no en virtud del punto del cual comenzó

    (terminus a quo), como si fuera hecha de dos personas, sino por causa del

    resultado (terminus ad quem), que resulta en una persona. (Examen, Part III, p. 106).

    7. Varias herejías rechazan la unión.

    a) Nestorio dividió la persona y se opuso a la palabra θεοτόκος. Nestorio: No puedo adorar a un Dios que nació, fue muerto y supultado. (Mansi,

    IV, 1028, 1197).

    Nestorio: Si alguien dice que aquel que es Emanuel es Dios el Verbo y no más

    bien que es Dios con nosotros, es decir, que habitó en la naturaleza que es como la nuestra al unirse con nuestra sustancia (massa), que recibió de la virgen María;

    si la santa virgen también se declara la madre de Dios el Verbo, y no más bien de

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    aquel que es Emmanuel, y que este Verbo de Dios mismo se convirtió en carne [ésta es una deducción de Nestorio mismo] que recibió para manifestar su deidad,

    vivir en ella como un hombre en su casa, sea anatema. (Anathematism I).

    Zuinglio: En lo dicho en Lucas 24:26: “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?” el término ‘Cristo’ designa sólo la

    naturaleza humana; sólo la naturaleza humana podía sufrir y morir, pero no la

    naturaleza divina. En los pasajes Mateo 26: “el Hijo del hombre será entregado para ser crucificado”, y Mateo 20: “el Hijo del hombre será entregado a los

    principales sacerdotes y a los escribas”, el hijo del Hombre representa la

    naturaleza humana, porque ella podía ser entregada y muerta, pero la naturaleza divina de ningún modo lo podía ser”. (Respuesta de Zuinglio a Lutero, reimpreso

    en St. L. XX:1195).

    Francis Pieper: Es cierto, Nestorio no tuvo la intención de negar la una Persona en Cristo. Resintió amargamente la acusación de Cirilo de que percibiera a Cristo

    sólo como a un hombre. Pero de hecho disolvió la unio personalis. Cuando dijo

    que María no dio a luz al Hijo de Dios y que los judíos no crucificaron al Hijo de Dios, sino más bien que el Hijo del Hombre fue sólo el instrumento de Dios en su

    nacimiento y crucifixión, reveló claramente que en su mente el hombre Cristo ni

    en su nacimiento ni en su crucifixión fue recibido en la Persona del Hijo de Dios, sino que se quedó distinto y separado de esta persona divina. Enseñó una

    conexión (συνάφεια) entre Dios y hombre en Cristo, que dejó el Ego del hombre

    Cristo separado y distinto del Ego del Hijo de Dios. Con esta συνάφεια el Hijo de Dios obra por medio del hombre Cristo sólo como por su instrumento y habita

    en el hombre Cristo sólo como en su templo. (CD, II, p. 93).

    Lutero: Cristo es Dios y un ser humano en una persona. Todo lo que se dice de él como un ser humano también se tiene que decir de él como Dios, es decir,

    “Cristo ha muerto”, y, como Cristo es Dios, se deduce que “Dios ha muerto”, no

    Dios en aislamiento (der abgesonderte Gott) sino Dios unido con la humanidad (On the Councils and the Church, Weimar Vol. 50, 590. 3-4). Esta obra también

    aparece en LW, Vol. 41. En las páginas 95-100 Lutero admite que los papas y

    otros enemigos de Nestorio y Eutiques habían distorsionado sus puntos de vista,

    pero fueron condenados con razón por negar la comunicación de idiomas. Lutero critica casi tanto a los concilios como a Nestorio y Eutiques.

    b) Eutiques mezcló las dos naturalezas (Monofisitas; Monotelistas).

    Eutiques: Confieso que nuestro Señor nació de dos naturalezas antes de la unión;

    pero después de la unión confieso una naturaleza. (Mansi, V, 744).

    Petición de los monofisitas a Justiniano (532): Así como un ser humano ordinario,

    compuesto de varias naturalezas (como alma y cuerpo, etc.) no se divide en dos naturalezas porque un alma es unida por composición a un cuerpo para hacer una

    naturaleza y persona del ser humano, así también Dios el Verbo, que su unió

    personalmente con y fue unido por composición con una carne que posee un

    alma no puede estar “en dos naturalezas” debido a su unión con un cuerpo. (En McGrath, Christian Theology Reader, p. 149).

  • 524

    c) El Concilio de Calcedonia (451 DC) resolvió la formulación ortodoxa que

    rechazó los dos errores:

    ἀσυγχύτως (inconfuse)—ἀτρέπτως (immutabiliter)—ἀδιαιρέτως

    (indivise)—ἀχωρίστως (inseparabiliter). Juan de Damasco después agregó: ἀδιαστάτως (indistanter).

    II. En la unión de las dos naturalezas en Cristo sucede una comunicación de cada

    una a la otra.

    Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y

    vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.

    Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.

    Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la

    muerte, esto es, al diablo.

    Hechos 17:31 Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por

    aquel varón a quien designó, acreditándolo ante todos al haberlo levantado de los muertos.

    1. La naturaleza humana es la naturaleza del Hijo de Dios: Dios es hombre. Salmo 110:1 Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus

    enemigos por estrado de tus pies”.

    Mateo 22:42-45 ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: —De David. Él les dijo: —¿Cómo, pues, David en el Espíritu lo llama Señor, diciendo: “Dijo el Señor a

    mi Señor: siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”?

    Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su hijo?

    2. La naturaleza divina es la naturaleza del Hijo del Hombre: Este hombre es

    Dios.

    Marcos 15:39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: —¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!

    Isaías 9:6 Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios fuerte”, “Padre eterno”,

    “Príncipe de paz”.

    Jeremías 23:5-6 Vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y

    reinará como Rey, el cual será dichoso y actuará conforme al derecho y la justicia en la

    tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el

    cual lo llamarán: “Jehová, justicia nuestra”.

  • 525

    Mateo 1:20-23 Pensando él en esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es

    engendrado, del Espíritu Santo es. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,

    porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Todo esto aconteció para que se cumpliera

    lo que dijo el Señor por medio del profeta: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel” (que significa: “Dios con nosotros”).

    Mateo 16:13,16 Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: —¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? … Respondiendo

    Simón Pedro, dijo: —Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

    Lucas 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder

    del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer

    será llamado Hijo de Dios.

    Lucas 2:11 Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el

    Señor.

    1 Corintios 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el

    Señor, es del cielo.

    3. Esta comunicación se expresa en palabras como: περιχώρησις, immeatio, permeatio, penetratio. No deja lugar para un extra separationis ni un extra

    excessus (extra Calvinisticum). Mentzer: Aquellos que dicen que después que sucedió la encarnación el Logos estuvo y

    existe fuera de la carne, con el color que sea que lo pinten, disuelven para ellos la unión

    hipostática, puesto que destruyen su definición. (Disp. Theol. De praicipuis controv. En

    Adadem. Giess. T. I. p. 36).

    Gerhard: [Los actos naturales] le pertenecen naturalmente conforme a su esencia; [los

    actos personales] le pertenecen personalmente conforme a su estado de existencia; por ej., el hierro no se quema ni brilla naturalmente en virtud de su esencia, pero se dice

    correctamente que se quema o brilla cuando es calentado debido a la naturaleza particular

    de su existencia. (Exeg. I IV, par. 121).

    4. Note que en las proposiciones personales (propositiones personales) tanto el

    sujeto y el predicado se expresan por nombres concretos, no abstractos (Dios

    es hombre; este hombre es Dios, no la divinidad es humanidad o la

    humanidad es divinidad).

    1 a) Note un cambio en el uso de los términos concreto y abstracto. El uso moderno: el abstracto es el nombre de una idea, por ej., cualidad,

    acción, relación, etc., concreto es el nombre de una cosa material,

    visible o tangible. El uso antiguo: abstracto es la cosa como tal (la

    deidad en sí, la naturaleza humana en sí; lo concreto son las

    naturalezas divina y humana como aparecen unidas en la persona de

    Cristo).

  • 526

    Baier: Los abstractos, que significan las naturalezas como tales, no pueden predicarse igualmente una de la otra, aunque están unidas dentro de una persona,

    sin embargo son diferentes una de la otra. (Compendium, IIIa, p. 39).

    b) Para ilustrar este punto, considere este pasaje. Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de

    verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre. [Note que este

    pasaje no dice que la naturaleza divina se hizo corpórea.]

    Note: “Cristo es verdadero Dios (o, verdadero hombre)” no es una

    propositio personalis (χριστοτόκος).

    5. Note que las proposiciones personales (propositiones personales) expresan

    una realidad (propriae). No son palabras vacías (nude verbales) o sólo

    figuras retóricas (tropicae). No dicen la misma cosa en el sujeto y predicado

    (identicae o univocae), ya que no hay una verdadera conexión entre sujeto y

    predicado (accidentales).

    Nestorio: No te jactes, judío, no a Dios sino a un hombre has crucificado. (Historia Tripartita, XII, 4).

    6. Así Cristo en su naturaleza humana es un Hijo de Dios natural, no

    adoptado—aunque no lo es en una forma natural (naturaliter) mediante un

    nacimiento físico.

    Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos

    nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? _____

    Efesios 1:5 Por su amor, nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de

    Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.

    Gálatas 4:5 Para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la

    adopción de hijos.

    Romanos 8:15,23 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez

    en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos:

    “¡Abba, Padre!”. Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos,

    esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

    La controversia adopcionista del tiempo de Carlomagno transfirió el estado

    de Hijo de la persona a la naturaleza (un nestorianismo modificado.

    Alcuino se opuso a Elipando de Toledo y Felix de Urgellis.

    Felix (Urgellis) a Alcuino: Confesamos y creemos que Dios de Dios, el Hijo, fue engendrado del Padre antes de todos los tiempos sin ningún comienzo... no por

    adopción sino por nacimiento, no por gracia sino por naturaleza… pero para la

    salvación de la raza humana… asumió un cuerpo visible de una virgen. Según la

  • 527

    tradición de los padres confesamos y creemos que él, hecho de una mujer, hecho bajo la ley, fue el Hijo de Dios, no por nacimiento, sino por adopción, y no por naturaleza sino

    por gracia. (Quenstedt se refiere a esto, TDP, III, s. 2 q. 8. p. 216).

    C. La comunicación de atributos

    Notas preliminares.

    1. Un idioma (que incluye no sólo cualidades sino también acciones) es el

    nombre para un atributo común sólo a la especie y que se encuentra en

    cada individuo normal en esa especie.

    2. Puesto que Dios es absolutamente uno, su naturaleza y atributos realmente

    son idénticos— mientras que en un ser humano son distintos.

    3. En realidad no hay diferencia entre la comunicación de las naturalezas y la

    comunicación de los atributos. Quenstedt: Una característica del fuego nunca se convierte en una característica del

    hierro; aunque cuando se unen hierro y fuego, el fuego penetra el hierro en tal forma

    que comunica a él el poder para encenderse y brillar. (TDP, Part III, Cap. III, Sección I, Subsección I, Tesis LII, Note II, p. 92).

    4. Hay pasajes bíblicos que atribuyen los idiomas de cualquier naturaleza a la

    persona de Cristo (vea χριστοτόκος). Los que hablan de un verdadero intercambio comunmente se agrupan bajo tres categorías.

    1 2 a) Genus idiomaticum: Todos los atributos de cualquier naturaleza se

    atribuyen a la persona de Cristo, designado o por un nombre personal,

    o por un concreto de cualquier naturaleza.

    3 b) Genus maiestaticum: Las perfecciones verdaderamente divinas se comunican a la naturaleza humana considerada en sí.

    4 c) Genus apotelesmaticum Cristo desempeña todos los actos oficiales

    (ἀποτελέσματα) según las dos naturalezas, cada naturaleza en íntima comunión con la otra contribuye lo que es particular de ella, en una

    acción indivisa.

    1) Genus Idiomaticum

    Todos los atributos de cualquier naturaleza se atribuyen a

    la persona de Cristo, designado o por un nombre personal o

    por el concreto de cualquiera de las naturalezas.

    1. El sujeto puede ser el nombre de la persona como tal.

    Genus idiomatum

    Es el Dios-Hombre

  • 528

    a) Esto se llama alternatio (ἀντίδοσις), puesto que el sujeto y el predicado se pueden trasponer sin alterar

    la verdad de lo dicho.

  • 529

    La

    persona

    de

    Cristo

  • 530

    Romanos 9:5 A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios

    sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

    2 Corintios 13:4 Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Y

    también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios

    para con vosotros.

    1 Pedro 3:18 Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por

    los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero

    vivificado en espíritu.

    1 Pedro 2:21 Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por

    nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas.

    Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

    1 Corintios 10:4 [Los israelitas] tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.

    b) A veces partículas de distinción (particulae diacriticae) se pueden usar

    para indicar a cuál naturaleza en Cristo este atributo pertenece

    esencialmente.

    Romanos 9:5 A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la

    carne (ὧν οἱ πατέρες καὶ ἐξ ὧν ὁ Χριστὸς τὸ κατὰ σάρκα), vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

    1 Pedro 2:24 Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo (ἀνήνεγκεν ἐν τῷ

    σώματι αὐτοῦ) sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados! 1 Pedro 4:1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne (Χριστοῦ οὖν

    παθόντος σαρκὶ), vosotros también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado.

    1 Pedro 3:18 Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por

    los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne

    (θανατωθεὶς μὲν σαρκὶ), pero vivificado en espíritu (ζῳοποιηθεὶς δὲ πνεύματι). [??]

    2. El sujeto puede ser algo concreto de la naturaleza divina con un atributo de la

    naturaleza humana en el predicado.

    a) Esto se conoce como appropriatio (ἰδιοποίησις), puesto que la naturaleza divina se apropia un atributo humano.

  • 531

    Hechos 3:15 Y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

    1 Corintios 2:8 La cual ninguno de los poderosos de este mundo conoció, porque

    si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria.

    Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por

    todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

    Hechos 20:28 Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el

    Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

    Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive

    Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

    b) Note también los siguientes pasajes.

    Juan 1:18 A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.

    Juan 8:36 Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.

    3. El sujeto puede ser algo concreto de la naturaleza humana con un atributo de

    la naturaleza divina en el predicado.

    a) Esto se conoce como communicatio divinorum (κοινωνία τῶν θείων) puesto que se comunica un atributo de la naturaleza divina a la naturaleza

    humana.

    1 Corintios 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

    Juan 8:57-58 Entonces le dijeron los judíos: —Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: —De cierto, de cierto os digo: Antes que

    Abraham fuera, yo soy.

    Juan 6:62 ¿Pues qué, si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba primero?

    b) Asimismo, se atribuyen atributos humanos a la persona de Cristo.

    Mateo 17:12 Pero os digo que Elías ya vino, y no lo conocieron, sino que

    hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá a manos de ellos.

    Marcos 8:31 Comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del hombre

    padecer mucho, ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, ser muerto y resucitar después de tres días.

  • 532

    4. Estas proposiciones son recíprocas (reciprocae). Se pueden intercambiar

    sujeto y predicado sin alterar la verdad de lo dicho.

    5. El alloeosis de Zuinglio destruye la comunicación de los atributos.

    a) Zuinglio quisiera sustituir por el sujeto la naturaleza a la cual se aplica el

    predicado: “La naturaleza humana de Cristo murió por nosotros”.

    Zuinglio (comenta sobre Juan 6:55): La carne propiamente dicha es la de la

    naturaleza humana en él, pero mediante un cambio (alloeosis) se pone la

    naturaleza divina en su lugar. Por el mismo motivo por el cual es el Hijo de Dios, por eso es alimento para el alma. (Amica Exegesis, Opp. III, 525, citado en Pieper

    II, p. 137). Juan 6:55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

    1 b) La idea expresada en los términos de distinción (particulae diacriticae) se convertiría en una de separación.

    2 Formula of Concord, D.S., VIII, 21: Así lo explica en forma detallada el Dr. Lutero en su “Confesión Mayor acerca de la Santa Cena” refutando la blasfema

    alloeosis de Zuinglio, quien había enseñado que una naturaleza debe tomarse y

    entenderse por la otra, enseñanza que Lutero condenó al abismo del infierno por tratarse de un artificio del diablo. [cf. F. C., D.S., VIII 38-43].

    Richard Muller: La enseñanza luterana es una verdadera communicatio mientras

    que la reformada, que queda sólo en el nivel de una communicatio in concreto, se llama con exactitud antidosis onomaton, un mutuo intercambio o reciprocidad de

    nombres más bien que una tranferencia o comunicación de propiedades.

    (Dictionary, p. 74).

    6. Ilustración: ¿Cómo sufrió el Hijo de Dios? ¿Cómo fue crucificado Dios?

    No en el abstracto (abstracto), la Deidad en sí, sino mediante su unión con

    la naturaleza humana en Cristo. Por lo cual:

    1 2 • hypostatice—Cristo murió como una persona 1 • appropriative—la persona sufrió según su naturaleza humana. Vea

    Cirilo (Alex) ἀπαθῶς ἔπαθεν. 2 • voluntarie—vea Ireneo: ἡσυχάζοντος τοῦ Λόγου. El Verbo descansó

    permitiendo que la naturaleza humana fuera muerta.

    3 • permissive (potuisset repellere). 1 • effective dupliciter—sosteniendo la naturaleza humana: dando valor

    infinito a esta muerte.

    2 • Si sola humanitas est passa, ergo non persona, ergo non Filius Dei. Si sólo la naturaleza humana sufrió, la persona no ha sufrido, el Hijo de

    Dios no ha sufrido.

  • 533

    2) Genus Maiestaticum

    I. Las perfecciones verdaderamente divinas se comunican a la naturaleza humana

    considerada en sí.

    1. Este genus, también llamado αὐχηματικόν los padres griegos lo describen como

    βελτίωσις, προσθήκη μεγάλη, περύψωσις, μετάδοσις, δόξασις, μετάληψις θείας ἀξίας, μετοχὴ θείας δυνάμεως, θέωσις, ἀποθέωσις, θεωποίησις.

    2. Este genus no es recíproco (reciprocum), tampoco hay un genus tapeinotikon

    correspondiente. La humanidad se eleva, la deidad no se rebaja.

    Malaquías 3:6 Porque yo, Jehová, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido

    consumidos

    3. Si la unión de la naturaleza divina con la humana se admite, no se puede

    consecuentemente dudar de la comunicación de los atributos divinos a la

    naturaleza humana de Cristo.

    a) Las dos cosas superan grandemente el entendimiento humano.

    b) Es una conclusión del mayor al menor (Conclusio a maiore ad minus).

    c) Negar el genus maiestaticum prácticamente anula la unión de las

    naturalezas.

    4. La naturaleza divina tiene los atributos divinos en forma esencial;

    la humanidad de Cristo los tiene como un regalo.

    Hunnius: La misma majestad no pertenece a las dos naturalezas de la misma forma,

    sino se atribuye a la divinidad en una manera muy superior a la humanidad. El Logos es omnipotente por su mismo ser, la naturaleza humana porque lo ha recibido; el Logos

    por naturaleza, la naturaleza humana por gracia; el Logos en sí, la naturaleza no en sí,

    sino en la persona del Logos, en cuya comunión es asumida. (Libelli, IV. p. 54). Fórmula de Concordia, D.S., VIII, 9: Asimismo creemos, enseñamos y confesamos que

    las siguientes propiedades: El ser todopoderoso, eterno, infinito, ubicuo; el estar

    presente por sí mismo naturalmente, es decir, según las propiedades de la naturaleza y su esencia natural, y el saber todas las cosas: Que éstas son propiedades esenciales de la

    naturaleza divina, que no llegarán a ser por siempre jamás propiedades esenciales de la

    naturaleza humana.

    II. La Escritura enseña el genus maiestaticum.

    1. La Escritura enseña esta verdad.

  • 534

    Filipenses 2:6 Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.

    Mateo 28:20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy

    con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

    Juan 3:34 Porque aquel a quien Dios envió, las palabras de Dios habla, pues Dios no da

    el Espíritu por medida.

    Salmo 45:2,7 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se ha

    derramado en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre… Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de

    alegría más que a tus compañeros.

    2. Se aplica a la naturaleza humana de Cristo como tal (in abstracto). 1 Juan 1:7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con

    otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

    Juan 6:55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

    Fórmula of Concordia, T.D., VIII, 51-52: Pues tanto la Sagrada Escritura como los antiguos Padres, basándose en ella, atestiguan en forma incontrastable que la naturaleza

    humana en Cristo, a causa y por el hecho de haber sido unida personalmente con la

    naturaleza divina de Cristo, y glorificada y exaltada a la diestra de la majestad y el

    poder de Dios una vez depuestos su forma de siervo y su estado de humillación, recibió también ciertas prerrogativas y excelencias adicionales, y que sobrepasaban sus

    propiedades naturales, esenciales y permanentes, a saber: Prerrogativas y excelencias

    especiales, sublimes, grandes, sobrenaturales, inescrutables y celestiales de majestad, gloria, poder y señorío sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino

    también en el venidero (Ef. 1:21). De ahí resulta que en el ejercicio del oficio de Cristo,

    la naturaleza humana en Cristo es usada juntamente con la divina, en su medida y a su

    manera, teniendo también su poder y eficacia, no sólo a base de y conforme a sus propiedades naturales y esenciales o sólo hasta donde alcanza la capacidad de las

    mismas, sino ante todo a base de y conforme a la majestad, gloria, poder y señorío que

    recibió por medio de la unión, glorificación y exaltación personales. Y todo esto, hoy día ni siquiera los adversarios pueden o deben negarlo. Lo único que les queda es

    entregarse a discusiones y contiendas afirmando que no se trata más que de dones

    creados o propiedades finitas como en el caso de los santos, que la naturaleza humana en Cristo recibió como donación y adorno. Además, partiendo de sus propios

    pensamientos y empleando sus propios razonamientos y demostraciones, intentan

    medir y calcular de qué puede o debe ser capaz o incapaz la naturaleza humana sin

    quedar aniquilada.

    Fórmula de Concordia, D.S., VIII, 13: A propósito de la majestad a la cual Cristo ha

    sido exaltado según su humanidad: Tal exaltación y majestad la recibió no a partir de su resurrección de entre los muertos y ascension al cielo, sino en el instante en que fue

    concebido en el seno materno y hecho hombre, o sea, cuando se produjo la unión

    personal entre la naturaleza divina y la humana.

  • 535

    III. La Escritura nombra cuatro atributos específicos que se comunican:

    omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, honor. Aunque éstos son

    atributos transitivos, no se excluyen los inmanentes (intransitivos,

    quiescentes, absolutos). Los atributos intransitivos de Dios son ser infinito,

    eterno, inmutable, etc.

    Juan 6:62 ¿Pues qué, si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba primero?

    Quenstedt: Se dice con toda la razón: todos los atributos divinos se comunican a la naturaleza humana, asimismo que algunos se comunican y ninguno se comunica. 1)

    Todos se comunican en cuanto se trata de la inhabitación y posesión; 2) algunos son comunicados al menos en cuanto se trata de predicación y enunciación inmediata como los operativos que tienen un actus primus [presencia] y secundus [ejercicio], tales como

    omnipotencia, omnisciencia, etc., pero no los inoperativos, tales como la eternidad, la

    infinidad, etc. 3) Ninguno se comunica en el sentido de transferencia de un sujeto a otro.

    (TDP, III. s. 2. q. 10. F. 228).

    Adolph Hoenecke: Así se puede decir bíblicamente: la humanidad de Jesús tiene

    omnipotencia, omnipresencia, eternidad, inmensurabilidad, infinidad y además: La naturalza humana de Jesús es omnipotente, omnipresente, omnisciente; mas no: la

    naturaleza humana es infinita, eterna, inmensurable (ELD III, p. 89).

    Omnipotencia

    1. Poder humano limitado.

    Juan 4:6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del viaje, se sentó

    junto al pozo. Era como la hora sexta.

    Lucas 22:43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo.

    Juan 18:12 Entonces la compañía de soldados, el comandante y los guardias de los

    judíos prendieron a Jesús, lo ataron.

    Lucas 23:33 Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

    2. Se comunica la divina omnipotencia.

    Juan 5:19,21,26,27,29 Respondió entonces Jesús y les dijo: —De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Todo lo

    que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente, Como el Padre levanta a los

    muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida, Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y, además, le

    dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del hombre. y los que hicieron lo

    bueno saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de

    condenación.

    Mateo 28:18 Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo

    y en la tierra.

  • 536

    Juan 10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para

    ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

    Hebreos 2:8,9 Todo lo sujetaste bajo sus pies. En cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no le sea sujeto, aunque todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

    Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de

    gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentara la muerte por todos.

    Salmo 8:6,7 Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo.

    1 Corintios 15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.

    Efesios 1:22 Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre

    todas las cosas a la iglesia.

    Daniel 7:13,14 Miraba yo en la visión de la noche, y vi que con las nubes del cielo

    venía uno como un hijo de hombre; vino hasta el Anciano de días, y lo hicieron

    acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca

    pasará; y su reino es uno que nunca será destruido.

    Mateo 11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo

    quiera revelar.

    Juan 13:3 Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos.

    Isaías 9:6 Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su

    hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios fuerte”, “Padre eterno”, “Príncipe de paz”.

    Mateo 9:6 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados—dijo entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu

    casa.

    Note el testimonio de sus milagros.

    Juan 2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria;

    y sus discípulos creyeron en él.

    Note los atributos divinos predicados aún a abstractos de la naturaleza

    humana. Juan 6:55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

    1 Juan 1:7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

  • 537

    Omnisciencia

    1. Conocimiento humano limitado.

    Lucas 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los

    hombres.

    Marcos 13:32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en

    el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

    2. La divina omnisciencia comunicada.

    Mateo 9:2,4 Y sucedió que le llevaron un paralítico tendido sobre una camilla. Al ver

    Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: —Ten ánimo, hijo; tus pecados te son

    perdonados. … Conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: —¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

    Lucas 5:22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, les preguntó: —¿Qué pensáis en vuestros corazones?

    Juan 2:24,25 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos; y no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues él sabía lo que hay en el

    hombre.

    Hechos 1:24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cual de estos dos has escogido.

    Note en los siguientes tres pasajes que la habilidad de conocer los

    pensamientos es claramente un atributo divino.

    Jeremías 11:20 Pero tú, Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas

    la mente y el corazón, déjame ver tu venganza sobre ellos, porque ante ti he expuesto

    mi causa.

    Salmo 139:2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos

    mis pensamientos. _____

    Juan 1:48 Le dijo Natanael: —¿De dónde me conoces? Jesús le respondió: —Antes que

    Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.

    Juan 11:4,11 Jesús, al oírlo, dijo: —Esta enfermedad no es para muerte, sino para la

    gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. … Dicho esto, agregó:

    —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.

    Mateo 16:21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era

    necesario ir a Jerusalén y padecer mucho a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.

    Juan 3:31,32 El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra es

    terrenal y habla de cosas terrenales. El que viene del cielo está por encima de todos, y de lo que ha visto y oído testifica, pero nadie recibe su testimonio.

  • 538

    Juan 1:18 A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del

    Padre, él lo ha dado a conocer.

    Juan 3:13 Nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.

    3. La unidad de la conciencia: ¿cómo puede existir en la misma persona

    simultáneamente un conocimiento limitado e ilimitado?

    Compare: el conocimiento humano en el estado de sueño; cuando se trata

    de recordar algún nombre no lo puede hacer; la amnesia curada.

    Omnipresencia

    Cristo tiene al menos cuatro modos de presencia

    Fórmula of Concordia, D.S., VII, 97-103 cita a Lutero: Dios tiene y conoce diversas maneras

    de estar en un cierto lugar, no sólo la única manera de que hablan los fanáticos en su impertinencia y que los filósofos llaman local o espacial.

    Además, el cuerpo de Cristo, que es uno solo, tiene una triple manera, o tres diversos modos, de estar en un lugar:

    1. El modo inteligible, corporal, tal como Cristo andaba sobre esta tierra corporalmente,

    cediendo y ocupando espacio (circunscrito por un determinado espacio) de acuerdo con su estatura. Este modo lo puede usar aún ahora, si así le place, como lo hizo después de la

    resurrección y lo hará nuevamente en el Postrer Día, como dice San Pablo en 1 Timoteo 6:15:

    “La cual se mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores”, y en Colosenses 3:4: “Cuando Cristo vuestra vida se manifieste”. En modo tal él no está en

    Dios ni con el Padre ni en los cielos, como sueñan aquellos espíritus insanos, puesto que Dios

    no es un espacio o lugar corporal. Y a este modo de ser corporal aluden los textos bíblicos que hablan de cómo Cristo deja el mundo y va al Padre, y a que hacen referencia los fanáticos.

    2. El modo ininteligible, espiritual, en que no ocupa o cede espacio, sino que penetra a través

    de toda cosa creada, a su entera voluntad, así como mi vista—para usar un ejemplo aproximado—penetra y está en el aire, en la luz o en el agua, sin ocupar ni ceder espacio; o

    así como el sonido atraviesa el aire o el agua o una tabla o un muro; y está en ellos, sin

    ocupar ni ceder espacio; o como la luz y el calor atraviesan el aire, el agua, vidrio, cristal, y están en ellos, sin que tampoco ocupen ni cedan espacio, y así podríamos citar muchísimos

    ejemplos más. Ese modo de ser lo usó Jesús al salir del sepulcro cerrado y sellado, al ir a sus

    discípulos estando las puertas cerradas, así está en el pan y vino en la santa cena, y así creen que nació de su madre, la santísima virgen María, etc.

    3. El modo divino, celestial, en el cual Cristo es una sola persona con Dios. Según ese su

    divino y celestial modo de ser, todas las criaturas le han de resultar, sin duda alguna, mucho más penetrables y presentes que según el segundo modo: porque si según el segundo modo, él

    puede estar en y con las criaturas de manera tal que ellas no lo sienten, tocan, circunscriben ni

    comprenden, ¡cuánto más maravillosamente ha de estar en todas las criaturas según ese sublime modo tercero, de manera tal que ellas no le circunscriben ni comprenden, sino que

  • 539

    antes bien, él las tiene presentes delante de sí, las circunscribe y comprende. Pues este modo de ser de Cristo, según el cual él es una persona con Dios (esa forma de presencia que él tiene

    a raíz de su unión personal con Dios) es menester que lo pongas fuera, muy fuera de las

    criaturas, tan fuera como está Dios, y por otra parte debes ponerlo tan profunda e íntimamente

    en las criaturas como Dios está en ellas. Porque él es una persona inseparable con Dios; donde está Dios, allí necesariamente tiene que estar también él; de lo contrario, nuestra fe es

    falsa. ¿Quién podrá explicar empero, o imaginarse cómo sucede esto? Sabemos muy bien que

    es así, que él está en Dios, fuera de todas las criaturas, y que es una sola persona con Dios; mas cómo sucede, no lo podemos saber. Es un misterio que sobrepasa todo lo natural y todo

    entendimiento, tambien el entendimiento de los ángeles en el cielo; sólo Dios lo conoce y

    comprende. Y como es incomprensible para nosotros y sin embargo del todo cierto, no nos cuadra negar estas palabras de Jesús, a menos que podamos comprobar de manera fehaciente

    que el cuerpo de Cristo no puede estar en absoluto allí donde está Dios, y que tal modo de ser

    (tal presencia) es una ficción. ¡Incumbiría a los fanáticos comprobarlo! Pero se abstendrán de

    hacerlo.

    Con esto no quiero negar que Dios tenga y conozca otros modos más cómo el cuerpo de

    Cristo está en un lugar. Sólo quiero indicar cuán estúpidos son nuestros fanáticos al no conceder al cuerpo de Cristo más que el modo de ser primero, inteligible. Pero ni siquiera

    pueden comprobar que este primer modo está en pugna con nuestro entendimiento. Yo por

    mi parte no abrigo la menor duda de que Dios en su poder ilimitado puede hacer que un cuerpo esté simultáneamente en distintos lugares, aun en forma corporal y comprensible.

    ¿Quién querrá demostrar que Dios es incapaz de ello? ¿Quién vio jamás un limite en su poder?

    Verdad es que los fanáticos tienen un concepto tan bajo de Dios; pero ¿quién dará crédito al

    pensamiento de estos hombres, y con qué argumentos confirmarán ellos su opinión?

    1 1. Presencia circunscrita – un lugar y un espacio como un cuerpo humano (praesentia circumscriptiva).

    Lucas 2:7,46 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en

    un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. … Aconteció que tres días después lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores de la Ley,

    oyéndolos y preguntándoles.

    Mateo 9:20 En esto, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años se le

    acercó por detrás y tocó el borde de su manto,

    Mateo 8:23 Entró él en la barca y sus discípulos lo siguieron.

    2. Presencia no local – en un lugar pero sin ocupar espacio, como los

    ángeles (praesentia definitiva).

    Lucas 4:30 Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.

    Juan 8:59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió

    del Templo y, atravesando por en medio de ellos, se fue.

    Juan 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana,

    estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por

    miedo de los judíos, llegó Jesús y, puesto en medio, les dijo: —¡Paz a vosotros!

  • 540

    3. Presencia divina, presencia que llena, una presencia no limitada por

    medidas finitas de lugar y espacio, (praesentia repletiva). Juan 3:13 Nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que

    está en el cielo.

    Efesios 1:23 La cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

    Efesios 4:10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los

    cielos para llenarlo todo.

    Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en

    medio de ellos.

    Mateo 28:20 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy

    con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Jeremías 23:24 ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos donde yo no lo vea?

    ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

    4. Presencia sacramental (Praesentia sacramentalis). Mateo 26:26,28 Mientras comían, tomó Jesús el pan, lo bendijo, lo partió y dio a sus

    discípulos, diciendo: —Tomad, comed; esto es mi cuerpo. … porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para perdón de los pecados.

    5. La presencia divina no es invalidada por la ascensión de Cristo al cielo y su

    regreso para juzgar ni por su sesión a la diestra (sessio ad dextram).

    a) Note cómo la Biblia habla del regreso de Jesús. Juan 16:16 Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis,

    porque yo voy al Padre.

    2 Tesalonicenses 2:8 Y entonces se manifestará aquel impío, a quien el Señor

    matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida. (τῇ

    ἐπιφανείᾳ τῆς παρουσίας αὐτοῦ). 1 Timoteo 6:14 Que guardes el mandamiento sin mancha ni reprensión, hasta la

    aparición (τῆς ἐπιφανείας) de nuestro Señor Jesucristo.

    Tito 2:13 Mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación

    gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

    b) Note cómo la Biblia habla de la diestra de Dios.

    Salmo 20:6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo atenderá desde sus

    santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. Salmo 77:10 Entonces dije: Enfermedad mía es esta; traeré, pues, a la memoria

    los años de la diestra del Altísimo.

  • 541

    Hebreos 1:3,4 Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su

    sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo

    efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a

    la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles cuanto que heredó más excelente nombre que ellos.

    Hebreos 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad

    en los cielos.

    Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual

    por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se

    sentó a la diestra del trono de Dios.

    Hechos 2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del

    Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

    Hechos 3:21 A este, ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los

    tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus

    santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

    Efesios 1:19-23 Y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros

    los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa. Esta fuerza operó en

    Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo

    nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero. Y

    sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en

    todo.

    Grudem: Por otro lado, cuando hablamos de la naturaleza humana, podemos decir que ascendió al cielo y ya no está en el mundo. Pero con respecto a su

    naturaleza divina, podemos decir que Jesús está presente en todas partes. Así

    podemos decir que las dos cosas son ciertas acerca de la persona de Cristo—ha vuelto al cielo, y también está presente con nosotros. (Systematic Theology, p.

    558, 559).

    c) La diestra de Dios está en todas partes (Dextra Dei est ubique).

    Fórmula of Concordia, Ep., VII, 12: La segunda: La diestra de Dios a la cual

    Cristo está puesto de hecho y en verdad según su naturaleza humana, se halla en

    todo lugar, y así él rige y tiene en sus manos y debajo de sus pies todo lo que está

    en el cielo y en la tierra, como lo declara la Escritura (Ef. 1:21); y a esta diestra no ha sido puesto ningún humano ni ningún ángel, sino únicamente el Hijo de

    María; por este motivo él puede hacer todo esto que acaba de decirse.

    1 6. Enseñamos la presencia sacramental (praesentia sacramentalis) no por la presencia divina (praesentia repletiva), sino debido a la promesa de Cristo.

    Cuando los sacramentarios en forma nestoriana negaban la divina

  • 542

    presencia de Cristo a la naturaleza humana, y así trataron de forzar su

    propia interpretación de las palabras de institución, se señaló la falacia de

    su argumento.

    Formula of Concord, Ep., VII, 10: Las razones empero sobre las cuales nos basamos en

    esta controversia con los sacramentarios son las que el Dr. Lutero ha establecido en su

    Confesión Mayor respecto a la santa cena.

    Honor divino

    1. El honor divino se atribuye a Cristo en su naturaleza humana.

    Juan 5:22,23 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que

    todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre,

    que lo envió.

    Filipenses 2:9-11 Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un

    nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla

    de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese

    que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

    Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve

    contigo antes que el mundo existiera.

    2. Excluir la naturaleza humana de Cristo de la adoración divina es

    nestorianismo.

    a) En una controversia originalmente ocasionada por el odio hacia la

    adoración católica de la hostia y las celebraciones de Corpus Christi,

    la Iglesia Reformada fue más allá de la Escritura en sus

    condenaciones y también acusó de idólatras a los luteranos debido a

    cualquier adoración divina que se rendía a la naturaleza humana de

    Cristo (horrendae idolatriae crimen).

    Isaías 42:8 ¡Yo, Jehová, este es mi nombre! A ningún otro daré mi gloria, ni a los ídolos mi alabanza.

    Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: ¡Maldito aquel que confía en el hombre, que

    pone su confianza en la fuerza humana, mientras su corazón se aparta de Jehová!

    Catecismo de la Iglesia Católica: El culto de la Eucaristía. En la liturgia de la

    misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo bajo las especies de pan

    y de vino, entre otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos profundamente en señal de adoración al Señor. “La Iglesia católica ha dado y continúa dando

    este culto de adoración que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente

    durante la misa, sino también fuera de su celebración: conservando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren

    con solemnidad, llevándolas en procesión” (MF 56). (Par. 1378).

  • 543

    Muller: Debido a su punto de vista sobre la communicatio idiomatum, o la comunicación de las cualidades propias, los escolásticos luteranos arguían a

    favor de un cultus vere divinus de Cristo según su naturaleza humana. Los

    reformados, por contraste, mantenían un cultus mediatorius, o adoración

    mediatorial, debido a la humanidad de Cristo en su unión con la naturaleza divina (Dictionary of Latin and Greek Theological Terms, p. 86).

    Quenstedt: La carne de Cristo no se debe adorar por separado, o como una persona separada, sino como una naturaleza hipostática, que existe en la persona

    del Hijo de Dios. (TDP, III, f. 296). Lutero: Asimismo, aquí en el sacramento y en todo corazón creyente se debe

    dejar libre, para que podamos estar seguros que no dio ningún mandato acerca de

    adorarlo en el sacramento ni en el corazón creyente. Además, ésa no es la razón

    porque está presente allí. Sin embargo, no se debe negarle tampoco tal adoración y culto, sino darla libremente, si se presenta el tiempo y la ocasión apropiada para

    ello, u omitirla. Por esa razón decimos ahora que no se debe condenar a la gente

    ni acusarla de herejía si no adoran al sacramento, porque no hay ningún mandato para hacerlo y no es la razón por la cual Cristo está presente como leemos que los

    apóstoles no adoraron el sacramento puesto que estaban sentados a la mesa y

    comiendo (Mt. 26:20,26). Por otro lado, no se debe condenar y acusar de herejía a quienes adoran el sacramento. Porque aunque Cristo no nos ha mandado

    hacerlo, tampoco lo ha prohibido y muchas veces lo ha aceptado. Libre, debe

    quedarse libre, según la persona esté dispuesta en su corazón y tenga oportunidad.

    Por tanto ambos partidos deben ser culpados cuando toman una posición en cualquiera de estos dos lados y se pelean sobre este asunto y se condenan

    mutuamente; y los dos pierden la vía media. (LW 36:294). Sin embargo, puedes ver que la adoración de este sacramento es peligrosa si no

    se inculcan la palabra y la fe; tanto que realmente pienso que sería mejor seguir

    el ejemplo de los apóstoles y no adorar, que seguir nuestra costumbre y adorar.

    No que sea malo adorar, sino sencillamente porque hay menos peligro en no adorar porque la naturaleza humana tiende tan fácilmente a resaltar sus propias

    obras y pasar por alto la obra de Dios, y el sacramento no permitirá eso. (LW

    36:296).

    b) La Iglesia Católica Romana y la Ortodoxa distinguen niveles de

    adoración.

    Adoración (Latria) — sólo a Dios.

    Veneración (Dulia)—a los santos y ángeles.

    Super-veneración (Hyperdulia)—al hombre Jesús (y a María)

    Catecismo de la Iglesia Católica: “Todas las generaciones me llamarán

    bienaventurada” (Lc 1, 48): “La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano” (MC 56). La Santísima Virgen “es

    honrada con razón por la Iglesia con un culto especial. Y, en efecto, desde los

    tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de ‘Madre de

    Dios’, bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades... Este culto... aunque del todo singular, es esencialmente diferente

    del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al

    Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente” (LG 66); encuentra su

  • 544

    expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios (cf. SC 103) y en la oración mariana, como el Santo Rosario, “síntesis de todo el Evangelio” (cf.

    Pablo VI, MC 42). (Paragraph 971).

    Timothy Ware: Entre los santos la Bienaventurada Virgen María tiene una posición especial, a quien los ortodoxos veneran como la más exaltada de

    las criaturas de Dios, “más que a querubines y más que a los serafines”.

    Note que la hemos denominado “la más exaltada de las criaturas de Dios”. Los ortodoxos, como los Católico Romanos, veneramos u honramos a la

    Madre de Dios, pero en ningún sentido consideran los miembros de

    ninguna de las dos iglesias a ella como una cuarta persona de la Trinidad, ni le asignan la adoración que se debe sólo a Dios. En la teología griega la

    distinction es muy marcada: hay una palabra especial, latreia, reservada

    para la adoración a Dios, mientras que para la veneración de la Virgen se

    usan términos completamente diferentes (duleia, hyperduleia, proskynesis) (The Orthodox Church, p. 157).

    3) Genus Apotelesmaticum

    1 I. Cristo hace todos sus actos oficiales (ἀποτελέσματα) según ambas naturalezas; cada naturaleza en íntima comunión con la otra contribuye lo

    que es particular a ella, en la una acción indivisa (incluyendo los dones del

    genus maiestaticum).

    Fórmula of Concordia, S.D., VIII, 51: De ahí resulta que en el ejercicio del oficio de Cristo, la naturaleza humana en Cristo es usada juntamente con la divina, en su medida y

    a su manera, teniendo también su poder y eficacia, no sólo a base de y conforme a sus

    propiedades naturales y esenciales o sólo hasta donde alcanza la capacidad de las mismas,

    sino ante todo a base de y conforme a la majestad, gloria, poder y señorío que recibió por medio de la unión, glorificación y exaltación personales.

    1. Los actos oficiales de Cristo son los que con frecuencia se resumen en sus

    títulos y descripciones, tales como Salvador, Mediador, Rey, Sacerdote,

    Profeta, Señor, Pastor, y por sus acciones como se demuestran después.

    Lucas 2:11 Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.

    Juan 1:29 Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: ¡Este es el Cordero de

    Dios, que quita el pecado del mundo!

    1 Timoteo 2:5,6 Pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres:

    Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

    Efesios 5:2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

  • 545

    1 Corintios 15:3,4 Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo

    murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó

    al tercer día, conforme a las Escrituras.

    Gálatas 1:4 [Cristo] se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente

    siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.

    1 Juan 3:8 Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

    Isaías 53:10 Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá descendencia, vivirá por largos días y la

    voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

    2. Si se dice en verbos o en estos títulos, el acto oficial (apotelesm) siempre se

    presenta como un acto sin división, en que participan las dos naturalezas.

    1 Pedro 4:1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también

    armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne, terminó con el

    pecado.

    1 Pedro 2:24 Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que

    nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis

    sido sanados!

    Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también

    participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.

    1 Juan 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

    Hechos 20:28 Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu

    Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

    3. Decir que la naturaleza humana “no puede hacerse el órgano” para la divina

    omnipotencia, omnipresencia, etc. (Hodge) es una separación nestoriana de

    las naturalezas de Cristo

    Note. “Órgano” en este caso no es un instrumentum separatum, sino un

    personaliter coniunctum, es decir, Cristo no es un instrumento en la forma en

    que lo es una persona inspirada o poseída.

    Génesis 3:15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente

    suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.

    Génesis 22:18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto

    obedeciste a mi voz.

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    Gálatas 4:4,5 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin

    de que recibiéramos la adopción de hijos.

    1 Juan 3:8 El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el

    principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

    1 Juan 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que

    Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.

    1 4. La obra de nuestra redención en todas sus fases así es verdaderamente teantrópico; y el genus apotelesmaticum se funda en las dos genera

    anteriores. Hollaz: La base remota de esta comunicación es la unidad de la persona de Cristo y la

    comunión de las naturalezas divina y humana en Cristo. La base próxima es la

    comunicación de atributos de la primera y la segunda clase. (Examen, De pers. Christo, qu 67).

    Fórmula of Concordia, S.D., VIII, 46-47: Segundo: En lo concerniente al ejercicio de

    su oficio por parte de Cristo, la verdad es la siguiente: La persona actúa y opera no en,

    con, mediante o según una naturaleza sola, sin en, según, con y mediante ambas

    naturalezas, o como lo expresa el Concilio de Calcedonia: Una naturaleza obra en comunión con la otra lo que es propiedad individual de cada una. Consecuentemente,

    Cristo es nuestro Mediador, Redentor, Rey, Sumo Sacerdote, Cabeza, Pastor, etc., no

    según una naturaleza sola, ya sea la divina o la humana, sino según ambas

    naturalezas—doctrina ésta que se expone con más detalles en otro lugar.

    II. Mantener firme el genus apotelesmaticum es de suma importancia práctica para

    nuestra fe.

    1 1. Escuchemos a Lutero sobre este punto.

    Lutero: Asegúrese de comprender esta doctrina en tal forma que deje intacta la persona de Cristo y le asigne las funciones de cada naturaleza a él a pesar de la diferencia entre

    estas naturalezas. Porque según la naturaleza divina, no nació de un ser humano, ni

    heredó nada de la virgen. Es cierto que Dios es el Creador y el hombre es la criatura. Pero aquí se han unido los dos en una persona, y ahora Dios y hombre son un Cristo.

    María tuvo un hijo, y los judíos crucificaron una persona que es Dios y hombre. De

    otro modo, si fuera sólo un hombre, como los otros santos, sería incapaz de liberarrnos

    siquiera de un pecado ni extinguir ni una gotita del fuego del infierno con toda su santi