7/23/2019 Lo Ms Olvidado Del Olvido

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Lo ms olvidado del olvido

Autor: Isabel Allende

Ella se dej acariciar, silenciosa, gotas de sudor en la cintura, olor a azcar tostaden su cuerpo quieto, como si adivinara que un solo sonido poda hurgar en los recuerdos yecharlo todo a perder, haciendo polvo ese instante en que l era una persona como todas

un amante casual que conoci en la maana, otro hombre sin historia atrado por su pelode espiga, su piel pecosa o la sonajera profunda de sus brazaletes de gitana, otro que labord en la calle y ech a andar con ella sin rumbo preciso, comentando del tiempo o detr!co y observando a la multitud, con esa con!anza un poco forzada de los compatriotaen tierra e"traa# un hombre sin tristezas, ni rencores, ni culpas, limpio como el hielo, quedeseaba sencillamente pasar el da con ella vagando por libreras y parques, tomando cafcelebrando el azar de haberse conocido, hablando de nostalgias antiguas, de cmo era lvida cuando ambos crecan en la misma ciudad, en el mismo barrio, cuando tena catorcaos, te acuerdas, los inviernos de zapatos mojados por la escarcha y de estufas dpara!na, los veranos de duraznos, all en el pas prohibido$ %al vez se senta un poco sola ole pareci que era una oportunidad de hacer el amor sin preguntas y por eso, al !nal de latarde, cuando ya no haba ms prete"tos para seguir caminando, ella lo tom de la mano lo condujo a su casa$ &omparta con otros e"iliados un apartamento srdido, en un edi!ciamarillo al !nal de un callejn lleno de tarros de basura$ 'u cuarto era estrecho, un colchen el suelo cubierto con una manta a rayas, unas repisas hechas con tablones apoyados edos hileras de ladrillos, libros, a!ches, ropa sobre una silla, una maleta en un rincn$ (lella se quit la ropa sin prembulos con actitud de nia complaciente$

)l trat de amarla$ *a recorri con paciencia, resbalando por sus colinas y hondonadasabordando sin prisa sus rutas, amasndola, suave arcilla sobre las sbanas, hasta que ellase entreg, abierta$ Entonces l retrocedi con muda reserva$ Ella se volvi para buscarlo

ovillada sobre el vientre del hombre, escondiendo la cara, como empeada en el pudomientras lo palpaba, lo lama, lo fustigaba$ )l quiso abandonarse con los ojos cerrados y ladej hacer por un rato, hasta que lo derrot la tristeza o la verg+enza y tuvo que apartarlaEncendieron otro cigarrillo, ya no haba complicidad, se haba perdido la anticipadurgencia que los uni durante ese da, y slo quedaban sobre la cama dos criaturadesvalidas, con la memoria ausente, otando en el vaco terrible de tantas palabracalladas$ (l conocerse esa maana no ambicionaron nada e"traordinario, no habapretendido mucho, slo algo de compaa y un poco de placer, nada ms, pero a la hora deencuentro los venci el desconsuelo$ Estamos cansados, sonri ella, pidiendo disculpas poesa pesadumbre instalada entre los dos$ En un ltimo empeo de ganar tiempo, l tom lacara de la mujer entre sus manos y le bes los prpados$ 'e tendieron lado a lado, tomado

de la mano, y hablaron de sus vidas en ese pas donde se encontraban por casualidad, ulugar verde y generoso donde sin embargo siempre seran forasteros$ )l pens en vestirse decirle adis, antes de que la tarntula de sus pesadillas les envenenara el aire, pero la vi

joven y vulnerable y quiso ser su amigo$ (migo, pens, no amante, amigo para compartalgunos ratos de sosiego, sin e"igencias ni compromisos, amigo para no estar solo y parcombatir el miedo$ -o se decidi a partir ni a soltarle la mano$ .n sentimiento clido blando, una tremenda compasin por s mismo y por ella le hizo arder los ojos$ 'e in lacortina como una vela y ella se levant a cerrar la ventana, imaginando que la oscuridapoda ayudarlos a recuperar las ganas de estar juntos y el deseo de abrazarse$ /ero no fueas, l necesitaba ese retazo de luz de la calle, porque si no se senta atrapado de nuevo e

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mujer se incorpor$ 'u brazo delgado se recort contra la bruma clara de la ventanabuscando a tientas el interruptor$ Encendi la luz y se quit uno a uno los brazaletes dmetal, que cayeron sin ruido sobre la cama$ El cabello le cubra a media la cara cuando ltendi las manos$ %ambin a ella blancas cicatrices le cruzaban las muecas$ 0urante uinterminable momento l las observ inmvil hasta comprenderlo todo, amor, y verla atadcon las correas sobre la parrilla elctrica, y entonces pudieron abrazarse y llorahambrientos de pactos y de con!dencias, de palabras prohibidas, de promesas de maanacompartiendo, por !n, el ms recndito secreto$