LITERATURA PREHISPÁNICA MESOAMERICANA

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LITERATURA PREHISPÁNICA MESOAMERICANA LA ESCRITURA GLÍFICA Los mayas consiguieron desarrollar una escritura glífica de carácter logosilábico, es decir que combinaron signos o glifos que representaban un concepto o pensamiento con otros que registraban sílabas fonéticas. Con ellos podían escribir textos labrados sobre piedras, o pintados sobre cerámicas o libros. Lamentablemente, estos últimos no han sobrevivido. Subsisten, en cambio, gran cantidad de textos en piedra labrada y cerámica. La escritura maya no ha sido aún totalmente descifrada. Algunos lingüistas sostienen que el sistema comprendía unos 300 signos ideográficos. Tenía, además, otros signos fonéticos e incluso un tercer tipo de signos que no se leían, sino que ayudaban a precisar el sentido de las palabras. Los "Amoxtli" se fabricaban con largas tiras de papel amate o cuero de venado plegados, que contenían dibujos picto- glíficos muy desarrollados y que permitían evocar los cantos y relatos a los que estaban capacitados para interpretarlos. Estos eran elaborados por artesanos especializados conocidos como Tlacuilos y preservados en verdaderas bibliotecas denominadas Amoxcalli. EL CHOQUE DE DOS CULTURAS Cuando los conquistadores advirtieron la influencia que sobre la ideología indígena tenían los "amoxtli" (a los que hoy conocemos como códices), se dedicaron con tenacidad a destruirlos bajo el argumento de que eran obra del demonio. Temerosos de la transmisión oral de conocimientos prohibieron también los cantos indígenas. Quien poseyera un "amoxtli" arriesgaba entonces su vida. Como la tarea evangelizadora les exigía una comunicación fluida con los indígenas, algunos frailes aprendieron los idiomas autóctonos y comenzaron a representarlos por escrito, adaptando los sonidos al alfabeto latino. Un ejemplo de esto son los Huehuehtlahtolli o "antigua palabra", conjunto de normas y consejos sobre amplios temas, desde ideales morales hasta cuestiones prácticas, que los sabios nahuas transmitían verbalmente a sus descendientes. Esta forma de literatura oral fue muy importante para la preservación de la cosmovisión y tradiciones en Mesoamérica. Los frailes comenzaron a usar entonces algunos "huehuehtlahtolli" como instrumento para la evangelización, al advertir su contenido moral y el gran impacto que tenían sobre los naturales. Para esto cambiaron las referencias a los antiguos dioses aztecas por la del dios cristiano. Esta acción permitió la supervivencia de aquella forma literaria prehispánica. Por otra parte, los nobles indígenas sobrevivientes a la invasión y sus descendientes comenzaron a producir obras escritas en náhuatl con el alfabeto latino, muchas de ellas basadas en los "amoxtli" que todavía se conservaban. Varios de éstos manuscritos permanecen anónimos, como los Ana/es históricos de la Nación Mexicana o Anales de Tlatelolco, la Historia Tolteca-Chichimeca o Anales de Cuauhtinchan, la Leyenda de los Soles y los Cantares Mexicanos. MANIFESTACIONES DE LA LITERATURA MESOAMERICANA El universo de la literatura prehispánica abarcó mitos y leyendas, himnos sagrados, distintas formas de poesía tanto lírica como épica y religiosa. También palabras destinadas a momentos de la vida cotidiana y trascendente: textos de iniciación, de bautismo, palabras fraternales o paternas,

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LITERATURA PREHISPÁNICA MESOAMERICANA

LA ESCRITURA GLÍFICA

Los mayas consiguieron desarrollar una escritura glífica de

carácter logosilábico, es decir que combinaron signos o glifos

que representaban un concepto o pensamiento con otros que

registraban sílabas fonéticas. Con ellos podían escribir textos

labrados sobre piedras, o pintados sobre cerámicas o libros.

Lamentablemente, estos últimos no han sobrevivido.

Subsisten, en cambio, gran cantidad de textos en piedra

labrada y cerámica.

La escritura maya no ha sido aún totalmente descifrada.

Algunos lingüistas sostienen que el sistema comprendía unos

300 signos ideográficos. Tenía, además, otros signos fonéticos

e incluso un tercer tipo de signos que no se leían, sino que

ayudaban a precisar el sentido de las palabras.

Los "Amoxtli" se fabricaban con largas tiras de papel amate o

cuero de venado plegados, que contenían dibujos picto-

glíficos muy desarrollados y que permitían evocar los cantos y

relatos a los que estaban capacitados para interpretarlos.

Estos eran elaborados por artesanos especializados conocidos

como Tlacuilos y preservados en verdaderas bibliotecas

denominadas Amoxcalli.

EL CHOQUE DE DOS CULTURAS

Cuando los conquistadores advirtieron la influencia que sobre

la ideología indígena tenían los "amoxtli" (a los que hoy

conocemos como códices), se dedicaron con tenacidad a

destruirlos bajo el argumento de que eran obra del demonio.

Temerosos de la transmisión oral de conocimientos

prohibieron también los cantos indígenas. Quien poseyera un

"amoxtli" arriesgaba entonces su vida.

Como la tarea evangelizadora les exigía una comunicación

fluida con los indígenas, algunos frailes aprendieron los

idiomas autóctonos y comenzaron a representarlos por escrito,

adaptando los sonidos al alfabeto latino.

Un ejemplo de esto son los Huehuehtlahtolli o "antigua

palabra", conjunto de normas y consejos sobre amplios temas,

desde ideales morales hasta cuestiones prácticas, que los

sabios nahuas transmitían verbalmente a sus descendientes.

Esta forma de literatura oral fue muy importante para la

preservación de la cosmovisión y tradiciones en

Mesoamérica.

Los frailes comenzaron a usar entonces algunos

"huehuehtlahtolli" como instrumento para la evangelización,

al advertir su contenido moral y el gran impacto que tenían

sobre los naturales. Para esto cambiaron las referencias a los

antiguos dioses aztecas por la del dios cristiano.

Esta acción permitió la supervivencia de aquella forma

literaria prehispánica. Por otra parte, los nobles indígenas

sobrevivientes a la invasión y sus descendientes comenzaron a

producir obras escritas en náhuatl con el alfabeto latino,

muchas de ellas basadas en los "amoxtli" que todavía se

conservaban. Varios de éstos manuscritos permanecen

anónimos, como los Ana/es históricos de la Nación Mexicana

o Anales de Tlatelolco, la Historia Tolteca-Chichimeca o

Anales de Cuauhtinchan, la Leyenda de los Soles y los

Cantares Mexicanos.

MANIFESTACIONES DE LA LITERATURA

MESOAMERICANA

El universo de la literatura prehispánica abarcó mitos y

leyendas, himnos sagrados, distintas formas de poesía tanto

lírica como épica y religiosa. También palabras destinadas a

momentos de la vida cotidiana y trascendente: textos de

iniciación, de bautismo, palabras fraternales o paternas,

funerarias, textos del oráculo, etc. Se pueden delinear dos

grandes grupos generales: la literatura náhuatl y la literatura

del mundo Maya.

LA LITERATURA NÁHUATL

Los Códices

Hay códices náhuatl, mixtecos, zapotecas, pero los de mayor

importancia son los primeros. Ejemplo notable de estas

recopilaciones son los códices Cantares mexicanos (1532-

1597)

La Poesía Náhuatl

Como en otras culturas antiguas, los cuícatl eran

frecuentemente acompañados por música y a veces por

danzas, lo que explica que, a pesar de las distintas formas que

podía adoptar, las exigencias del metro y del ritmo fuesen

siempre muy visibles: facilitaban su repetición y transmisión.

LA LITERATURA MAYA

Los mayas desarrollaron también una profusa tradición oral

de cantos - y relatos, la que también se conservaba en códices.

Sobresale El Popol Búho o Libro del Consejo,

correspondiente al pueblo quiché, obra narrativa que contiene

el concepto de génesis para aquella cultura y en la que

intervienen seres sobrenaturales, bestias y fuerzas cósmicas.

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El Popol Vuh

El Popol Vuh o Poj Wuh está escrito en lengua quiché. Utiliza

el alfabeto español y fue compuesto, al parecer, por uno o

varios indígenas cristianizados hacia 1554 ó 1558 en la

antigua capital de los quichés, Gumarkaaj (Utatlán), hoy

Santa Cruz del Quiché, o en Chuilá (Chichicastenango).

Descubrimiento del Popol Vuh

A esta región llegó en 1701 el sacerdote dominico Francisco

Ximénez como párroco de Santo Tomás Chuilá, (la actual

Chichicastenango). Éste demostró su admiración, amor y

respeto hacia la cultura indígena y llegó a aprender varios

idiomas locales. Se ganó la confianza de los principales

personajes indígenas de Chuilá, quienes en gratitud

concedieron enseñarle un libro que estaba en su posesión y

que había sido escrito un poco después de la Conquista: el

Popol Vuh. El padre Ximénez vio el original e hizo una

trascripción del manuscrito y una traducción del quiché al

español.

El texto transcrito y traducido por el sacerdote quedó en el

poder en la Orden de los dominicos. En el tiempo en que vivió

Ximénez su versión no fue conocida más que por algunas

personas dentro de su orden. En 1829 los dominicos fueron

expulsados del país y sus archivos pasaron a la Universidad

de San Carlos.

Estructura del Popol Vuh

El Popol Vuh se puede distinguir básicamente en tres partes:

La primera es la descripción de la creación y del origen de los

hombres. Se necesitaron cuatro intentos para crear a los

hombres. Los tres primeros fracasaron y en el cuarto los

dioses decidieron crear al hombre de maíz.

La segunda parte se refiere a un tiempo anterior a la creación

de los hombres, y trata sobre las aventuras míticas de los

dioses gemelos Hunahpú e Ixbalanqué en Xibalbá, el

inframundo maya, donde derrotan a los nueve dioses y

vuelven a renacer convertidos en el sol y el planeta Venus.

Para los antiguos mayas, cada día en que se ponía el sol y

Venus que le precedía, era el momento en que Hunahpú e

Ixbalamqué volvían a descender a Xibalbá, a recrear por el

infinito la lucha entre el bien y el mal.

La última y tercera parte es histórica. Relata la vida del

pueblo quiché desde su salida del mítico Tulán hasta los

últimos reyes quichés asesinados por las huestes españolas.

El Teatro

Existen escasos datos sobre cómo pudieron haber sido las

manifestaciones espectaculares de los pueblos precolombinos,

pues la mayor parte de ellas tenían carácter ritual. Existe, un

único texto dramático maya, descubierto en 1850, el Rabinal

Achí, que narra el combate de dos guerreros legendarios que

se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su

representación depende de elementos teatrales como el

vestuario, la música, la danza y la expresión corporal, sin

ninguna influencia de origen europeo.

Argumento del Rabinal Achí

El gran guerrero cawec de los quiché, jefe de los de Cunen y

de Chajul, del linaje de Nimá Quiché, llamado Quiché Achí,

durante 260 días y 260 noches ha estado atacando Cajiup, la

fortaleza de los Rabinal, destruyendo algunos pueblos más, la

ciudad de Balamyac y, además ha secuestrado a Cinco Lluvia,

el Ajau Hob Toj, gran señor de Rabinal, a fin de obligarlos a

continuar tributando a los gobernantes de Nimá Quiché. El

otro gran guerrero de Rabinal, llamado Rabinal Achl, rescata

a su señor Hob Tojy después captura a Quiché Achí a quien

ata a un árbol frente a Cajiup y a quien luego recrimina y

discute el por qué de su captura y prisión. En esta discusión,

ambos guerreros recitan sus propias hazañas y andanzas por

diferentes ciudades del "imperio" quiché, a la vez que uno al

otro se recriminan fechorías como la del rapto de los catorce

mancebos de Rabinal por Quiché Achí, y otras. Rabinal Achí

informa al Ajau Hob Toj sobre la captura de Quiché Achí y

éste responde que lo recibirá cuando se le rinda en vasallaje,

pero el guerrero cawec prefiere morir antes que humillarse y,

al quedar libre ataca a Rabinal Achí en señal de descontento.

Luego Quiché Achí se presenta ante el Ajau Hob Tojy todo el

cortejo gobernante, nobles, servidumbre y guerreros águilas y

tigres. Hob Toj pretende respetar el liderazgo de Quiché Achí

pero Rabinal Achí se ofende por ello, así lo hace saber a Hob

Toj y éste rectifica su parecer.

Vuelve Rabinal Achí a explicarle al guerrero cawec que Hob

Toj lo perdonaría si se le humillase pero Quiché Achí rechaza

la propuesta y, como antes, prefiere morir. Cuando se le hace

conocer su sentencia de muerte pide se le concedan sus

últimos deseos que son: probar fuerzas en combate con los

guerreros águilas y tigres, comer y beber de lo que comen y

beben sus raptores, vestirse con los atuendos de Rabinal y

bailar con música de pito y tum con U Chuch Gug, la madre

de los pajarillos verdes, quien es una doncella proveniente de

la región de Carchá. Todo esto se le concede, pero cuando

solicita 260 días y 260 noches para ir a despedirse de sus

montañas y valles en la región propiamente Quiché, nadie

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responde, aunque parece ser que va. A su regreso es ejecutado

por los guerreros águilas y tigres.

El resto de las tradiciones rituales sobreviven debido a la

fusión de las culturas autóctonas con la europea, con lo cual

muestran hasta hoy un aspecto singular que no corresponde ni

al indígena ni al español. Tal es el caso de las celebraciones

religiosas populares mexicanas de Semana Santa en

Iztapalapa y en Taxco o la celebración del Día de los Muertos.

CAPITULO 2 LITERATURA PREHISPÁNICA

ANDINA

LITERATURA QUECHUA

La literatura que alcanzó mayor desarrollo y difusión en el

antiguo Perú fue la literatura quechua. Gran parte de ésta

pertenece a la época incaica, aunque hay mitos y relatos

mucho más antiguos, como los recogidos por el padre

Francisco de Ávila en Dioses y Hombres de Huarochiri que

pertenecieron a otros pueblos prehispánicos.

Los pueblos andinos elaboraron también poemas y cantos

comunales que se utilizaban en las actividades cotidianas, en

las cosechas y carnavales; además de cuentos e historias que

servían para enseñar, moralizar o simplemente como

diversión.

La Cosmovisión en el Mundo Andino

En el mundo andino, el hombre y la naturaleza conformaban

un solo ser: todas las actividades humanas estaban

estrechamente relacio-nadas con la tierra y los elementos que

la conformaban. Según el pensamiento del hombre andino

existían tres mundos:

El Hanan Pacha era el mundo de arriba, donde moraban los

dioses y los elementos celestes

El Kay Pacha era el mundo intermedio, donde se de arrollaban

las actividades humanas.

El Ukju Pacha o mundo de abajo estaba reservado a los

muertos y a los espíritus de la tierra.

MITOS Y LEYENDAS ANTERIORES A LOS INCAS

El Perú prehispánico no sólo estaba constituido por la

población inca. Existían otros grupos étnicos que poseían sus

propias manifestaciones culturales. Los cronistas y los

extirpadores de idolatrías recogieron algunas tradiciones

míticas o leyendas fundacionales de estos pueblos, por lo

tanto, lo que conocemos, nos ha llegado indirectamente a

través de ellos. Estas leyendas fueron recogidas generalmente

en castellano, y en muy contados casos, en quechua. Algunos

ejemplos de estos mitos son los de Dioses y Hombres de

Huarochirí (sierra de Lima), recogidos por el padre Francisco

de Ávila, los mitos de Pachacamac (costa central), Naylamp

(costa norte), entre otros.

Características de la Literatura Quechua

En el mundo prehispánico, la literatura, al igual que todas las

demás manifestaciones artísticas, formaba parte integral de las

actividades cotidianas de la población. Debido a que la

agricultura era la actividad principal, las artes estaban

estrechamente ligadas a las faenas de la tierra. La literatura

quechua tuvo como características principales la siguientes:

Oral: La literatura quechua no se transmite por medios

escritos. Su transmisión se da a través de la palabra, de

generación en generación.

Anónima: Como en toda literatura oral, el concepto de

«autor» no existe. La literatura se va recreando a través del

tiempo.

Colectiva: En la literatura oral participa toda la comunidad,

mediante cantos grupales.

Agrícola. Al ser la agricultura, la actividad principal, gran

parte de la literatura quechua giraba en torno a ella.

Popular: La literatura y las demás manifestaciones artísticas

se llevaban a cabo en función de las actividades cotidianas de

la población.

Los Amautas y los Haravicus

La elaboración de la poesía quechua estuvo a cargo de dos

tipos de creadores bien diferenciados. Los Amautas eran

funcionarios destinados a la educación de la nobleza inca y

parte de sus labores era la composición de cantos

celebratorios de los hechos de los soberanos, los que se

recitaban en ocasiones especiales. Los Haravicus eran poetas

de origen popular cuyas composiciones se relacionaban con

las actividades cotidianas del pueblo: la siembra y la cosecha,

el trasquilado del ganado y las fiestas y carnavales.

El haravicu entonaba sus composiciones acompañándose de

instrumentos musicales en las fiestas populares y sus

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composiciones eran las que conservaba el pueblo. Haravicu

significa el que crea canciones.

Géneros de la Literatura Quechua

I. Lírico

La poesía lírica estaba a cargo de los haravicus y estaba

estrechamente ligada a las actividades cotidianas de la

población. La poesía lírica siempre se exp. asaba acompañada

de música. Debido a ello los versos eran de arte menor.

Además, la extensión de los cantos era generalmente breve

para que pudieran ser recordados con facilidad. La poesía

podía tomar varias formas:

Harawi: Aunque se refería al nombre general de la poesía o

"canto" quechua, la especie poética haraui (o harawi) era una

canción popular de tono intimista y nostálgico. Puede ser

amorosa, aunque este tema no es exclusivo del harawi. De él

deriva el yaraví actual.

Wawaki: Canción campesina en forma dialogada, con un tono

epigramático y gracioso.

Urpi (paloma, en quechua): Canto poético que refiere su

alusión a la ingrata amante.

Aymoray. Era un canto a la tierra dedicado a las labores

agrícolas y que se entonaba para invocar la abundancia de las

cosechas. Su tono era festivo.

Haylli: Significa «triunfo.» Era un canto de celebración y

alegría por la labor bien cumplida. Podía ser de carácter

agrícola, religioso o militar.

Huaccan Taqui: Oración para propiciar la reproducción del

ganado, y cuyos versos se acompañaban con la imitación de

las voces de los animales

Aya Taqui: Era una especie de elegía fúnebre entonado

durante los funerales. Su intensidad era proporcional a la

importancia del personaje al que estaba dedicado.

Huacaylle: Era un himno religioso.

Otras formas festivas como el taki, el huaynu (o wayno), y la

khashua, a las que el tema amoroso no era ajeno, son formas

populares que han terminado fusionándose, en la danza y el

canto, con el folklore andino.

II. Épico

La poesía épica estaba a cargo de los Amautas y de una clase

especial de Quipucamayocs, quienes manejaban unos quipus

muy diferentes a los puramente estadísticos.

La poesía épica incaica tomaba la forma de largos poemas

narrativos en verso que celebraba los hechos y hazañas de

dioses, héroes y soberanos. Estos cantos eran recitados en las

festividades públicas y tenían Intención moralizante y

educativa. Constituían además la historia oficial del Imperio.

La poesía épica podía dividirse en dos vertientes:

Poesía Didáctico-Religiosa: Eran poemas simbólicos y

metafóricos que pretendían explicar la creación del universo y

de los hombres, plantas y animales. Tenía por finalidad hacer

que la población se adecue a los preceptos éticos de la

comunidad.

Poesía Didáctico-Épica: Era la poesía oficial que tenía por

función establecer la historia oficial del Imperio. Celebraba

las hazañas de los guerreros y las conquistas de los soberanos.

Sin embargo, estos poemas no eran completamente objetivos

en el sentido histórico, incluían elementos fantásticos como la

intervención o designios le los dioses.

III. Dramático

En el mundo andino prehispánico hubo manifestaciones muy

parecidas al teatro, las que incluían el canto y la danza. Se

representaban generalmente en las plazas y su carácter era

mayormente pedagógico. ,algunas de dichas obras han llegado

hasta nuestros días como Ollantayy Uska Páucac