Lima de Aqui a Cien Años

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  • Lima de aqu a cien aos. Primera parte

    Julin Manuel del Portillo Carlos Bonifaz Ureta (compilador)

  • LIMA DE AQU A CIEN AOS.

    PRIMERA PARTE

    Primera edicin

    Enero, 2012

    Lima - Per

    Julin Manuel del Portillo &Carlos Bonifaz Ureta (compilador)

    PROYECTO LIBRO DIGITAL

    PLD 0415

    Editor: Vctor Lpez Guzmn

    http://www.guzlop-editoras.com/[email protected] [email protected] facebook.com/guzlopstertwitter.com/guzlopster428 4071 - 999 921 348Lima - Per

  • PROYECTO LIBRO DIGITAL (PLD)

    El proyecto libro digital propone que los apuntes de clases, las tesis y los avances en investigacin (papers) de las profesoras y profesores de las universidades peruanas sean convertidos en libro digital y difundidos por internet en forma gratuita a travs de nuestra pgina web. Los recursos econmicos disponibles para este proyecto provienen de las utilidades nuestras por los trabajos de edicin y publicacin a terceros, por lo tanto, son limitados.

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    Entre las ventajas del libro digital se tienen: su accesibilidad (se puede leer en cualquier parte que tenga electricidad), su difusin globalizada (mediante internet nos da una gran independencia geogrfica), su incorporacin a la carrera tecnolgica y la posibilidad de disminuir la brecha digital (inseparable de la competicin por la influencia cultural), su aprovechamiento a los cambios de hbitos de los estudiantes asociados al internet y a las redes sociales (siendo la oportunidad de difundir, de una forma diferente, el conocimiento), su realizacin permitir disminuir o anular la percepcin de nuestras lites polticas frente a la supuesta incompetencia de nuestras profesoras y profesores de producir libros, ponencias y trabajos de investiga-cin de alta calidad en los contenidos, y, que su existencia no est circunscrita solo a las letras.

    Algunos objetivos que esperamos alcanzar: Que el estudiante, como usuario final, tenga el curso que est llevando desarrollado como un libro (con todas las caractersticas de un libro impreso) en formato digital. Que las profesoras y profesores actualicen la informacin dada a los estudiantes, mejorando sus contenidos, aplicaciones y ejemplos; pudiendo evaluar sus aportes y coherencia en los cursos que dicta. Que las profesoras y profesores, y estudiantes logren una familiaridad con el uso de estas nuevas tecnologas. El libro digital bien elaborado, permitir dar un buen nivel de conocimientos a las alumnas y alumnos de las universidades nacionales y, especialmente, a los del interior del pas donde la calidad de la educacin actualmente es muy deficiente tanto por la infraestructura fsica como por el personal docente. E l pe r sona l docente jugar un r o l de tu to r, f ac i l i t ador y conductor de p r oyec tos

  • de investigacin de las alumnas y alumnos tomando como base el libro digital y las direcciones electr-nicas recomendadas. Que este proyecto ayude a las universidades nacionales en las acreditaciones internacionales y mejorar la sustentacin de sus presupuestos anuales en el Congreso.

    En el aspecto legal: Las autoras o autores ceden sus derechos para esta edicin digital, sin perder su autora, permitiendo que su obra sea puesta en internet como descarga gratuita. Las autoras o autores pueden hacer nuevas ediciones basadas o no en esta versin digital.

    Lima - Per, enero del 2011

    El conocimiento es til solo si se difunde y aplica Vctor Lpez Guzmn Editor

  • ur[b]esRevista de ciudad, urbanismo y paisaje

    Universidad Nacional de IngenieraFondo Editorial

    g e c u pGrupo de Estudios de Ciudad, Urbanismo y Paisaje

    Facultad de Arquitectura, Urbanismo y ArtesUniversidad Nacional de Ingeniera

  • Director fundador / Founding editor: Wiley Ludea UrquizoEditor ejecutivo / Executive editor: Doraliza Olivera MendozaAsitencia de edicin / Assistant editor: Marcos Aquino Casabona, Mara Huamn GarcaTraduccin / Translation: Fiorella Pugliesi AcevedoDiseo y Diagramacin / Design: Talasua DiseadoresCorreccin / Correction: Pilar Garavito FarroVersin electrnica / Electronic version: Pablo Herrera Polo

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    Esta edicin de ur[b]es no hubiera sido posible sin la invalorable ayuda de la Universidad Nacional de Ingeniera y el Fondo Editorial. En especial, nuestro reconocimiento al seor rector, Ing. Roberto Morales Morales; al seor primer vicerrector, Ing. Aurelio Padilla Ros; al seor segundo vicerrector, Arq. Luis Cabello Ortega y al Lic. lvaro Montao Freire, jefe del Fondo Editorial-UNI.

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    ur[b]es es una publicacin del Grupo de estudios de ciudad, urbanismo y paisaje

    (GECUP) del Taller de Investigacin en Urbanismo - Grupo 2 de la Facultad de

    Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniera. Se publica

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    ur[b]es is a publication of: The group of studies of city, urbanism and landscape (GECUP) of the atelier on investigation in urbanism Group 2, which takes place in the faculty of Architecture, Urbanism and Arts in the university Universidad Nacional de Ingenieria. This journal is published in the city of Lima. The articles are the authors exclusive responsability and do not necessarily commit the opinion of the Chairman and the Advisory Board of the journal.

    CONSEJO ACADMICO / ADVISORY BOARD

    Prof. Dr. Silvia Arango, Universidad Nacional de Colombia. Prof. Dr. Martha Barriga, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Prof. Dr. Jrgen Bhr, Christian Albrechts Universitt, Kiel. Prof. Dr. Harald Bodenschatz, Technische Universitt Berlin. Prof. Dr. Jorge Cabrejos Moreno, Universidad de Guanajuato. Prof. Jos Canziani Amico, Universidad Nacional de Ingeniera. Prof. Dr. Miriam Chion, Clark University. Prof. Dr. Carlos De Mattos, Pontificia Universidad Catlica de Chile. Prof. Oscar Fernndez Crdenas, Universidad Ricardo Palma. Prof. Dr. Lilian Fessler Vaz, Universidad Federal do Rio de Janeiro. Prof. Dr. Tilman Harlander, Universitt Stuttgart. Prof. Hans Harms, Techsniche Universitt Hamburg-Harburg. Prof. Dr. Eberhard Kross, Ruhr Universitt Bochum, Prof. Dr. Mnica Lacarrieu, Universidad de Buenos Aires. Prof. Dr. Jos Ignacio Lpez Soria, Universidad Nacional de Ingeniera. Prof. Dr. Pablo Macera DallOrso, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dr. His. Natalia Majluf, Museo de Arte de Lima. Prof. Msc. Augusto Ortiz de Zevallos, Universidad Nacional de Ingeniera. Prof. Dr. Anbal Quijano, Binghamton University, New York. Prof. Arq. Victoria Ramos Cebreros, Universidad Nacional de Ingeniera. Mag. Urb.Gustavo Riofro,Centro de Estudios y Promocin del Desarrollo-DESCO. Prof. Msc. Juan de Dios Salas, Universidad de Los Andes, Mrida. Prof. Dr. Ruth Shady, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Prof. Dr. Roberto Segre, Universidad Federal do Rio de Janeiro. Prof. Dr. Max Welch Guerra, Bauhaus-Universitt Weimar.

  • AbstractLima de aqu a cien aos, is the novel Julin Manuel de Portillo published in Limas daily newspaper El Comercio throughout the years 1843-1844. It is the first piece of writing which opens in Peru a tradition of utopic thinking in urbanistic and architectonic content which was thought a discourse of the second decade of the 20th century. This novel innovated wih utopic imaginary in terms of city and cultural landscape. Due to its length, the publication of Lima de aqu a cien aos will be done in two parts. In this opportunity five chapters of the six that compose the novel are published. Key words: Lima. modernity. urban novel. urban utopia.

    ResumenLima de aqu a cien aos, la novela por entregas de Julin Manuel de Portillo, publicada por el diario El Comercio de Lima entre 1843 y 1844, es la primera obra que inaugura en el Per una tradicin de pensamiento utpico de contenido urbanstico y arquitectnico, que se crea apenas discurso intermitente surgido en el pas slo a partir de la segunda dcada del siglo XX. Esta novela es el grado cero de la imaginera utpica en trminos de ciudad y paisaje cultural. Debido a su extensin, la publicacin de Lima de aqu a cien aos se har en dos partes. En esta oportunidad, se publica las cinco primeras entregas de las seis que componen la novela.Palabras claves: Lima, modernidad, novela urbana, utopa urbana.

    LIMA DE AQU A CIEN AOSPrimera parte

    Julin Manuel del Portillo

    Carlos Bonifaz Ureta (compilador)*

    * La compilacin de esta novela de Julian Manuel del Portillo, que es la primera que se hace en el Per, se produce en el marco del trabajo de investigacin que realizo bajo la direccin del Prof. Dr. Wiley Ludea Urquizo como parte del proyecto de investigacin Utopa y ciudad en el Per republicano, en el Taller de Investigacin en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniera.

    ** Estudiante de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Na-cional de Ingeniera. E mail: [email protected]

    ur[b]esVol. 3, Lima, enero-diciembre 2006, pp. 267-298

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  • Sobre esta seccin

    Con este nmero, la revista ur{b}es se hace de una nueva seccin Documentos/Sources. Su contenido y propsito: poner en conocimiento pblico aquellos documentos de valor histrico relacionados con los temas de la ciudad, el urbanismo y paisajismo peruanos. Esta seccin aspira a difundir informacin de diverso formato, extensin y contenido (artculos, informes tcnicos, trabajos universitarios, entre otros), producida en perodos anteriores a la segunda mitad del siglo XX. Existe una produccin cientfica peruana de excepcional importancia completamente des-conocida incluso en el Per. Trabajos como la serie de informes producidos por diversos profesionales para el Ministerio de Fomento y Obras Pblicas entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, constituyen una autntica contribucin al pensamiento urbano latinoamericano. Acontece lo mismo con una numerosa serie de artculos publicados en la prensa peruana de los primeros aos de la Repblica, dedicados a los temas de la higiene y el desarrollo urbano. Podra afirmarse lo mismo respecto de muchos trabajos acadmicos de la poca producidos para indagar las condiciones de la vivienda y la ciudad peruana. En esta oportunidad, se publica la novela Lima de aqu a cien aos de Julin Manuel del Portillo, publicada como folletn por entregas en el diario El Comercio de 1843. La primera referencia que tuve del personaje y su novela fue hace catorce aos en ocasin de mis in-vestigaciones de archivo sobre el origen y desarrollo de las urbanizaciones privadas en Lima durante el perodo 1821-1919. Entonces, incorpor su presencia y propuesta como parte de una preliminar historia del discurso peruano sobre el futuro en materia urbanstica. En la actualidad, la novela empieza a ser releda desde distintas perspectivas. Desde la literatura, Marcel Velzquez (Ajos & Zafiros, n 6, diciembre, 2004) y Christian Bernal Mndez y Penlope Vilallonga Natteri (Ajos & Zafiros, n 7, diciembre, 2005) sostienen que Lima de aqu a cien aos es una de las primeras novelas del Per republicano. Desde otro campo de inters temtico, Natalia Majluff haba registrado su existencia en su texto sobre la escultura y el espacio pblico de Lima entre 1850 y 1879 (Instituto de Estudios Peruanos, 1994). Y no hace mucho, Daniel Salvo reconoce que la novela de Julin M. del Portillo es una autntica obra fundacional de la literatura de ciencia ficcin en el continente (Ajos & Zafiros, n 6, diciembre, 2004). Cul es la importancia de esta novela decimonnica que discurre en mundos imaginarios de Lima y el Cusco para los propsitos de ur{b}es? La novela de Julin M. del Portillo posee otro mrito indiscutible: es la primera obra que inaugura en el Per una tradicin de pensamiento utpico de notacin urbanstica y ar-quitectnica, que se crea apenas discurso intermitente surgido en el pas slo a partir de la segunda dcada del siglo XX. Lima de aqu a cien aos es el grado cero de la imaginera utpica en trminos de ciudad y paisaje cultural. Por diversas razones, el futuro como discurso o estado de esperanza no ha sido en el Per una forma cotidiana de vivir el pas. Inmersos casi siempre bajo una especie de fatalismo prendado de pasado recursivo, en el Per categoras como fantasa, ficcin o utopa se han hecho de un sentido sospechoso de evasin o enajenacin cultural. Aparecen como senti-miento culposo. Soar puede ser un pecado, como imaginarse ciudades fantsticas.Julin M. del Portillo se imagina Lima hacia 1943, cien aos despus, como una gigantesca urbe de arquitecturas y paisajes que evocan acrpolis y un megacanal martimo con barcos anclados casi al pie de la actual plaza Mayor. Lima cuenta con 300 000 habitantes, mientras el Cusco con 5 millones. El cielo limeo est atravesado por coches areos: un extrao futurible imaginado en 1843. Y, Cusco, se encuentra poblado de arquitecturas fantsticas como una biblioteca de ms de 12 millones de libros y una pirmide de 3 kilmetros de alto y 225 pisos, entre otros objetos descomunales.

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    Julian M. del Portillo

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  • Probablemente con seales de la imaginera de Etienne-Louis Boule y la fantasa urbana neoclsica de Joseph Gandy, no hay dudas que Julin M. del Portillo, masn y activista poltico, consigue con esta obra revelar no slo una singular imaginera utpica, sino tam-bin poner en cuestin los paradigmas con los que la naciente Repblica del Per aspiraba a construir un nuevo pas. Utopa crtica desde el punto de vista social y urbanstico.Lima de aqu a cien aos aparece en 1843, en tiempos en que Julio Verne preparaba recin sus primeros relatos como Martn Paz (1850), una fantasa inspirada en las pinturas de Ignacio Merino. Cinco semanas en globo, el primer gran xito literario de Verne, se vera recin publicada en 1863.Julin M. del Portillo es casi un completo desconocido en los crculos acadmicos. No se cuenta an con informacin detallada de su biografa personal, salvo las referencias de l encontradas en las fuentes del Parlamento Nacional o la Sociedad de Beneficencia Pblica de Lima; por lo que es dificil establecer con certidumbre el origen de su vocacin literaria y visin fantstica de la realidad y el futuro. Es posible que haya tenido en Lima contacto con un fourieriano militante como el exiliado chileno Francisco Bilbao, de una activa vida poltica entre Lima y Santiago. Y, probable-mente, posturas como las de Robert Owen, Claude Henri, conde de Saint-Simon, y las del propio Charles Fourier, entre otros socialistas utpicos o reformadores sociales del siglo XIX europeo, no le hayan sido ajenas. Pero stas son apenas deducciones por confirmar.Lo concreto es que con Julin M. del Portillo, el pensamiento utpico de contenido urba-nstico se hace tradicin en el Per. Con l, se origina una secuencia de futurible que entre utopas-utpicas y utopias-distpicas ha conseguido hilvanar una historia de planteamientos de una gran densidad conceptual y especulacin figurativa como las de Pedro Paulet, el grupo del Plan Piloto de Lima de 1947, hasta las visiones negras del futuro como las del grupo limeo Cultopa. Esta es una historia que recin se escribe. Una primera lectura global de esta historia fue el tema del seminario Ciudad y Utopa en el Per Republicano, que impart en 1999 en el marco de la maestra de Renovacin Urbana de la Universidad Nacional de Ingeniera. Una primera aproximacin en detalle a la figura de Julin M. del Portillo fue asignada en el 2005 a Luis Cruzzati, estudiante del curso de Arte y Ciudad en el Per del siglo XIX, que imparto en la maestra de Arte Peruano y Latinoamericano de la Universidad Nacional de San Marcos. En la actualidad, Carlos Bonifaz Ureta, estudiante del Taller de Investigacin en Urbanismo que dirijo en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Ingeniera, es quien desarrolla con diligencia lo que esperamos se constituya en el primer registro detallado de nuestro principal personaje, as como la primera inter-pretacin visual de su futurible limeo.De las primeras indagaciones, sabemos que Julin M. del Portillo naci en Lima el 9 enero de 1818 y muri en la misma ciudad el 5 de abril de 1862. Con esta informacin, puede deducirse que la novela fue escrita aproximadamente cuando el autor contaba con la edad de 25 aos.La compilacin y edicin del texto completo de Lima de aqu a cien aos para la presente publicacin corresponden a Carlos Bonifaz Ureta. (Wiley Ludea Urquizo)

    Del compilador

    Lima de aqu a cien aos fue publicada como una novela de folletn por entregas. Bajo el recurso de una serie epistolar apareci a travs de seis entregas. Las cartas dirigidas entre Lima y el Cusco revelan la existencia de dos personajes: Artur (personaje que representa

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    Lima de aqu a cien aos

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  • al propio Julin M. del Portillo) y su amigo Carlos de A., quienes dan cuenta con detalles de los cambios acontecidos en sus respectivas ciudades, tras cien aos de instalarse en el futuro. Las fechas de aparicin de las seis entregas mencionadas es la siguiente: primera entrega (El Comercio n 1213, 1 de julio de 1843), segunda entrega (El Comercio n 1216, 4 de julio de 1843), tercera entrega (El Comercio n 1241, 1 de agosto de 1843), cuarta entrega (El Comercio n 1242, 2 de agosto de 1843), quinta entrega (El Comercio n 1244, 4 de agosto de 1843). La sexta entrega aparece como fascculo independiente impreso en los talleres de El Comercio con fecha 21 de enero de 1844. Debido a su extensin, la publicacin de Lima de aqu a cien aos se har en dos partes. En esta oportunidad se publica las cinco primeras entregas. La trascripcin se ha hecho respe-tando escrupulosamente los errores ortogrficos y tipogrficos de la publicacin original. Sobre el autor, puede afirmarse que hasta nuestro encuentro con sus referencias personales, se desconoca completamente el lugar, la fecha de su nacimiento y muerte, as como otros datos sobre su biografa.Julin Manuel del Portillo, como ya se ha mencionado, naci en Lima el 9 enero de 1818. El nombre completo de registro en la partida de bautizo fue: Julin Manuel Gaspar del Portillo Rodrgues. Sus padres fueron: Don Manuel Portillo y Barrio; natural del Seoro Vizcaya, reino de Espaa; y Doa Manuela Nicolasa Rodrgues y Morales, natural de Lima (archivo del Arzobispado de Lima, Libro 18 Folio 74V). En vida contrajo matrimonio con doa Enriqueta Prieto, con quien tuvo un hijo llamado Juan Godofredo Ismael Portillo Prieto (Archivo General de la Nacin).Su primera obra literaria, El Inventario, data de 1842 y fue publicada en El Comercio (n 1040, n 1042). A la edad de 25 aos publica su novela por entregas: Lima de aqu a cien aos. Adems public otras dos obras: La Novena de la Merced (1846) y El hijo del crimen (1848).La controversia sobre su verdadero nombre se origina debido al cambio de Julin por Julio, tras su incorporacin como miembro de la masonera o gran Logia peruana. Algunos de sus escritos aparecen rubricados con el segundo nombre como Apuntes para la historia de la masonera peruana (1854).Su actividad poltica lo lleva a ser convocado por la Convencin Nacional del presidente Ramn Castilla. Representa a Lima como parlamentario en el congreso de la Repblica durante los aos de 1855-1857.Julin M. del Portillo fallece en Lima el 5 de abril de 1862 a los 44 aos de edad a causa de un aneurisma (libro de defunciones Sociedad de Beneficencia Pblica de Lima). En el acta de defuncin est registrado con el nombre de Julio Manuel del Portillo. Su tumba se encuentra actualmente en el cementerio Presbtero Maestro en el cuartel San Martn B-69. (Carlos Bonifaz Ureta, compilador)

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  • Fig. n 1. Cartula del fascculo independiente publicado como la sexta y ltima entrega de la novela. Imprenta de El Comercio, 21, enero de 1844. Restauracin digital de Carlos Bonifaz Ureta.

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    Lima de aqu a cien aos

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  • FOLLETN. (*)

    Lima de aqu a cien aos

    PARTE PRIMERA.Lima 1 de Junio de 1943.

    Amigo mo y compaero de suerte.Cuando aquella noche en que reunidos lamentbamos solos la suerte de la patria y la nuestra, nos arrebat de este mundo ese jenio sublime y poderoso que por cien aos ha paralizado nuestra existencia terrestre, fue sin duda porque las suplicas fervientes y verdaderas que dirigamos al cielo llegaron al trono del Eterno, y apiadado de nuestro dolor, nos quiso reservar para ver por nosotros mismos la suerte feliz que desde entonces estaba reservada nuestra patria. Cuan feliz ha sido nuestro destino amigo mio. Quien hubiera pensado ahora cien aos que Lima sufriera en tan corto periodo una tan mjica transformacion? Quien hubiera credo que deberia tan pronto llegar el dia en que la palabra querr se borrara del Diccionario de la Academia Americana, y la palabra revolucion infamase al que tan solo la pronunciare? .... fiel nuestro compromiso voy describirte el estado en que he encontrado esta nuestra lima, esta nuestra patria querida, que caus en un tiempo amargos llantos mas de un jenio sublime que hoy reposa en la tumba, no dudo que por tu parte me correspondas describiendome la vez el estado en que has encontrado la antigua capital de los Incas, ese Cuzco, el que tu alma est ligada por tan dulces recuerdos! Figurate que al volver entrar en el goce de la existencia material me encon-tr bordo de un buque bastante hermoso y elegante del que la jente hablaba lengua inglesa; lo primero que pregunt fu donde nos dirijiamos. -Como! no sabe U. que dentro de tres das entraremos en el puerto de Lima! Me dijo un hombre de unos cuarenta aos con quien entr en conversa-cion. -Que fortuna! con que dentro de tres dias ver la mansa y tranquila baha del Callao? -Que Callao es ese seor, si hacen mas de cuarenta aos que no es puerto; U. habra estado muchos aos ausente de lima sin duda? -Cien aos!... Al decir yo esto, la luz do la vitacora reflej sobre mi cara, y comparando mi partner la fecha de que yo hablaba con la joven que demostraban ser se crey insultado; pidiome satisfaccion, la que me fue facil darle refiriendole nuestra suspensin extraordinaria de vida; lo que que habiendose tranquilizado le supliqu tuviese la bondad de contestarme todas las preguntas que pudiera hacerle, lo que aceptado por l comenz por preguntarle.-Cual es ahora el puerto de lima? -El puerto de lima, me dijo, es hacen mas de 40 aos Lima: el arte y la constancia en el trabajo, les ha probado, al fin los americanos del mismo modo que al grande hombre, que para el hombre nada hay imposible. -y donde est ese puerto?

    (*) Primera entrega. Publicado en El Comercio de Lima, n 1213, sbado 1 de julio de 1843.

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  • -En la portada da de Montserrat; un hermoso canal conduce con 1a ayuda de un pequeo buque de vapor los mas grandes buques hasta delante de la ciudad, y los pequeos entran por si solos; cuando lleguemos podr U. por s mismo ver el aspecto tan bello que presenta y el movimiento tan grande que hay en l. -Que me dice U.! la verdad que creo que he de estar viendo y aun no lo he de creer, me deja U. atonito. -Pues no se admire U. tan pronto porque esta obra por maravillosa que U. parezca, no lo es tanto como otras muchas que U. ver. _y diga me U. que nacin debemos todo esto, es la Inglaterra acaso. -A ninguna, al resultado del sufrimiento que enseo al fin; los americanos que la paz y la unin son las nicas fuentes de la felicidad con tal que se renen al trabajo y la perseverancia; en cuanto la Inglaterra ya lleva veinte y cinco aos que yace en el olvido, lstima, pas tan fecundo en industria. -Pero qu olvido es ese, pues que no esta tan poderosa como siempre? -Ignoro si debajo del mar que la cubri ejerce algn imperio; en cuanto nosotros los de sobre el mar, solo hablamos de ella como por recuerdo, y la tenemos colocada entre Pompeya y Herculanum. -Pobre! quien lo hubiera dicho; que la reyna de los mares, la antigua Albion, la fiera Inglaterra, iria ahogar el eco de su voz en el fondo de ellos. y por ventura la Francia se ha hundido tambien?-No seor, la Francia sigue a la sombra de un gobierno bien establecido una marcha majestuosa, y sin haberse vuelto elevar la altura del grande imperio Romano exita la envidia de las naciones por su industria, su pros-peridad y su inalterable paz-De modo que tanto la felicidad de Amrica cuanto la de Francia las atribuye U. a la paz y al trabajo. -No solo la de estas dos sino tambien la de la Rusia que hoy es la primera nacion del mundo: los tres ltimos emperadores que ha tenido han lamen-tado las ideas liberales, y entrando por medio de 1a industria y el comercio en un contacto directo con la China y las demas naciones del mundo, esas masas de salvajes no hace mucho, son hoy las que asombran al mundo con su poder y sus conocimientos, estoy seguro que en el puerto de Lima encontraremos por lo menos seis y ocho buques rusos.Ni me atrev preguntar mas y me baj mi camarote, porque casi no quera creer todo lo que oia y senta mi cabeza flojear, por fortuna el sueo se apoder de mi y dorm perfectamente; al dia siguiente sub sobre cubierta las ocho de la maana y lo primero que vi fue una joven que se divertia en dejar ajitar por el fuerte N. E. que reinaba sus lindos crespos de bano. -Oh! Dios mio! para qu habeis dado al corazon del hombre ese poder de amar al primer instante, aun antes de pensar, si le l1abeis negado el poder de hacerse amar del objeto que lo inspira? Fu la primera expresion de mi alma al ver la belleza de esta jven; figrate amigo que el bano se eclipsara junto al brillo de sus crespos, y el marfil empalideciera puesto en contraste con esas perlas que ella encierra en un circulo de coral: en sus mejillas hay un suave colorido de jazmin y rosa y su frente virjinal resplandece pura como el sol; no has visto ala una vez, amigo mo, una de esas vrjenes de Byron, de esas que de un modo lnguido y suave parecen contemplar el cielo? pues tal es la expresin de su mirada! Dulce y suave encanto de la vida, es para el hombre que se le presente durante la existencia la potica contemplacin de una beldad rara.

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  • No me atrev ni saludarla, pero en el interior de mi corazn jur amarla eternamente......... Dos dias despues un marinero nos anunci la tierra, y esta noticia que antes hubiera sido para mi tan agradable, me afliji porque sabia que iba perder de vista al dolo de mis pensamientos. A las dos de la tarde divisamos claramente la tierra y las cinco y media entramos con una lijera brisa en el gracioso puerto de Monserrat, en el que nuevas impresiones esperaban tu amigo. Maravillado qued la verdad al ver tan linda obra del hombre, y repitiendo las palabras del ingles dije: vea U. el resultado de la paz y del trabajo! Multitud de buques de diversas naciones entre los que flotan orgullosos muchos balleneros rusos adornan un hermoso estanque que toma desde Monserrate hasta muy cerca del Puente; y aunque la hora era ya algo avan-zada el movimiento comercial era tan grande que sobrepasaba al que hace un siglo admirbamos juntos en el antiguo puerto de Burdeos. Mi primer pensamiento fue el de bajar tierra, el que realiz al momento, porque aun no habiamos echado la ancla al agua cuando multitud de botes se disputaron el honor de conducirnos. Puedo asegurarte, amigo mio, que solo las torres de la Catedral que al mo-mento conoc, pudieron hacerme reconocer este sitio que fue en un tiempo el lugar favorito de mis meditaciones; entonces era tan solitario y triste y bien se podia vivir en el sin que alma viviente lo supiese: hoy apenas se puede caminar distraido porque se sufriria un fuerte encuentro ya sea con los de pie, bien con la multitud de coches, birlochos, caballos que lo atraviesan sin cesar. Mi intencin era la de dirijirme la plaza para comer ya fuese donde Copola en la Bola de Oro; por fortuna alc la vista y medida que camino fui leyendo unos tablones enormes, en unos decia tench hotel, en otros english hotel, en otros caf de Paris, por ultimo vi uno que decia hotel ruso, y me decid entrar en l. Dificil me seria pintarte la magnificencia de este establecimiento, sin embargo contando con tu bondad por mi pobre estilo descriptivo har un esfuerzo para drtelo a conocer. La puerta es tan grande que dos coches pueden entrar un tiempo en un patio hermossimo, cuyo piso formado de piedras grandes perfectamente picadas igualadas es tan suave como era duro el que tenamos en otro tiempo en todos nuestros patios, la derecha hay una puerta de mamparas sobre la que se lee Billar para caballeros; la izquierda otra igual sobre la que dice Billar jeneral; al frente de la calle hay tres puertas igualmente de mamparas; en la del medio se lee Entrada jeneral. En la de la derecha Sala de seoras, en la de la izquierda Sala de caballeros: yo lo primero que hice fu entrar la sala de seoras, pues como tu sabes en todas las cosas de este mundo siempre prefiero aquellas que tienen mas relacion con ellas: encantado qued al penetrar en ella; los muros son de madera de cedro en la que estan embutidas unas hermossimas lunas de reflejo, las que hacen aparecer esta sala tan grande como la que mas en el famoso Versaille: el techo es un cielo raso blanco con sus molduras doradas y sus adornos en relieve, el piso de madera encerada: las mesas de nogal pulido y su covertor de mrmol de venitas con su filete de oro, las que estn rodeadas de taburetes de caoba con asiento de terciopelo carmes, y si esto rene algunas seoritas elegantes formando el complemento, y servidas por jvenes aseados, intelijentes y politicos, vers que el tal hotel ruso en una nueva maravilla.

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  • En fin, com perfectamente y por un prcio acomodado y sali para dirijirme la plaza; oh! amigo mo, cual fu mi sorpresa al ver el alumbrado! que luz Dios mo! que armonia y sencillez en la disposicin de los fanales, los que colocados de tres en tres en cada calle y colgados al medio por unas cadenitas que atraviesan de una acera otra parece que duran hasta las cinco de la maana; te acuerdas, Carlos, de los indecentes y tristes faroles del siglo en que nacimos, que mas bien parecan lmparas sepulcrales que luminarias de hombres; pues admrate mas al saber que estos de ahora son infinitamente mas baratos! Consecuencia del orden y del trabajo, y nada mas amigo mio! tu sabes que siempre fui sensible de los pies y que no pasaba dia que no im-precase sobre ese enlozado fantsticamente caprichudo, que en otro tiempo no nos dejaba caminar y que parecia deseoso de detener nuestra marcha; pues, amigo mio, otros tiempos y otras cosas, tienes Lima mas cmoda en su piso que la mejor ciudad del mundo aejo; unas veredas de maderas, perfecta mente iguales, elevadas de un pi sobre el centro de la calle, y con sus columnitas de tres en tres varas de distancia para impedir el desvio de los carruajes, te facilita el modo de correr toda la ciudad en un momento y con la misma comodidad que sobre el mas suave tapiz de Persia: es preciso confesar que si el ocupar nuestra alma en ideas elevadas y poticas procura nuestro ser distracciones inefables, no por eso es menos agradable la vez, una buena mesa, un buen alumbrado, un piso suave y cmodo y todas aquellas o pequeeses que son casi indispensables esta nuestra pobre naturaleza, sobre todo al hombre que desde la cuna mama con la educacin la molicie de las grandes ciudades. En fin, contine caminando con aquel desembarazo que procura al cuerpo una luz clara y un piso agradable y mir hasta la antigua calle de las Mantas de la que no pueda hoy ni aun el nombre, pues todo el jirn que abraza la distancia desde el puerto hasta la plaza llene hoy el nombre de calle del puerto, el que se ve repetido en cada esquina en cada esquina en una tablilla negra con letras blancas: al entrar la plaza lo nico que conoc fue la matriz que se me present soberbia con sus erguidas torres y la pila que parece encorvarse bajo el peso de la ancianidad, de todo lo dems no queda ni sombra; el palacio aunque colocado en el mismo sitio, merece hoy con justicia este nombre, pues sobre las ruinas del lugar que as se llamaba antiguamente, se ha elevado hoy un edificio bello y majestuoso, edificado segn el estilo compuesto del da que yo creo participa mas del griego que ningun otro; en sus cuatro frontispicios hay reunida la elegancia aquella majestuosidad que debe anunciar todos el santuario donde reposan nuestras leyes y donde como una recompensa honorable de la patria reside el ciudadano bastante benemrito para reci-bir la noble mision de hacerles dar puntual cumplimiento; al recordar la antigua ribera y fierro viejo no pude menos que exclamar: oh tiempo de costumbres! cuanto deseara que los que amn un tiempo pudieran gozar en mi compaa tan dulces impresiones, Te acuerdas Carlos de aquella hermosa galeria que se hallaba al medio del Palacio Real en Paris? De aquella galera que encantaba y sorprendia todo extranjero? pues amigo mo con recodarla tienes una idea clara de los portales modernos de Lima; el lujo, la comodidad y el buen gusto se hallan ahi reunidos, y al pasear por ellos no se tiene que estraar nada absolutamente.... En la esquina de uno de ellos se eleva una columna redonda de piedra en cuyo extremo hay un crucero formado por letras de fierro que contienen los nombres de las cuatro direcciones que desde ese punto se pueden tomar, nombres que se prolongan hasta sus estremos: mas abajo se leen una porcion de anuncios impresos sobre toda clase de asuntos: entre los

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  • que se distinguen dos cuadros de caoba, el uno encierra el aviso del teatro de comedias, en l le para esta noche Las Amazonas vengadas, tragedia en verso por el seor C. L. joven limeo; en el otro (el aviso de la opera) le La Nueva Julieta imitacin sobre un tema favorito de Rossini por el seor L. C. [que tambin es del pas): al recordar aquellos cartelones llenos de disparates con que adornaban los actores en otro tiempo nuestros antiguos portales, dignos mas bien de exitar la curiosidad de habitantes de aldeas y ver esos cuadritos tan sencillos y elegantes, esclam: el progreso es jeneral. Alucinado con los dos convites de espectaculos me puse meditar cual me dirigira: por fin la msica tuvo mas imperio sobre mi corazn y me puse en camino (despus de haber preguntado donde era el local) por la calle de La Paz [antes Mercaderes] hasta la plaza de los italianos [antiguamente segunda plazuela de San Juan de Dios] donde se eleva majestuoso el bello edificio que los limeos tienen dedicado las mas tiernas musas; toda la plazuela estaba cubierta de carruajes de todas formas y tamaos; el edificio se halla hcia al frente de la plaza y lo ocupa todo l; sobre seis gradas de piedras de un pie de alto cada uno se elevan unas hermossimas columnas rostrales con sus magnificos capiteles, las que sostienen unos remates del estilo griego, sobre las que reposan doce estatuas de piedra blanca, en el centro se ve Apolo rodeado por ambos lados de sus hermanas y los estremos se hallan la derecha Minerva la izquierda Mercurio. Penetrado de admiracion entr en el interior, tomando antes un billete de asiento de orquesta; el teatro estaba lleno de jente y la seal se dej or al momento en que yo encontraba; una orquesta grandiosa comenz encan-tarme con su acento divino, y nada vi, mis sentidos todos se concentraron en uno solo; que acentos tan suaves, que meloda tan armoniosa, en ella encontraba la variedad enerjica de Rossini, la suave melodia de Bellini, los caprichos de Donizetti la gravedad sentimental de Behetowen y un uno se que se tard mucho en comprender, un no se que fue enviado desde el Ciclo a la inspiracin americana un no se que en fin con que Dios la naturaleza, la influencia del clima o de las costumbres ha puesto a todas las acciones, pensamiento y producciones de las diferentes nacionales del mundo.La orquesta concluy su introduccin y con el telon levantado la escena apareci mis ojos clara y radiante como una fantasa de Schuberts...., sali Julieta y una triple salva de aplausos arranc de su pecho acentos de amor y de ternura! Oh! amigos que un tiempo am, porque yaceis tranquilos en la tumba, porqu no os levantais para venir admirar conmigo esta bella Julieta, limea por la sangre y por el corazon!... pero, mi buen Carlos, per-doname, no puedo decirte mas sobre la musica, mi pluma vacila al recordar las impresiones que senti en esta noche, en fin el primer acto concluy y por cinco minutos no cesaron ni los aplausos ni las coronas que desde los palcos arrojaban sobre el lugar que acababa de magnetizar Julieta con sus asuntos, con sus lgrimas de amor! Bajado que estuvo el telon me puse examinarlo, su fondo era blanco y sus estremos imitan perfectamente una colgadura de terciopelo retenida por cordones de seda, en el centro est Apolo de pie, la derecha izquierda hay dos carros de concha, en el uno se halla Minerva sentada majestuosamente y rodeada de una aureola de luz - en el otro reposa inclinado el Tiempo circundado de densas nubes. Los palcos, son unas hermosas galerias en anfiteatro, cuyas separaciones solo llegan hasta medio cuerpo, lo que me permiti admirar con libertad ese jardin florido de nuestro suelo, ese conjunto de gracias y juvetud; aqui aparecian refuljentes trenzas formadas por hilos de oro, alli el bano

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  • Fig. n 1. Plano de Lima con las obras ms importantes descritas por Julin M. del Portillo. Interpretacin libre de Carlos Bonifaz Ureta. Concepto: Wiley Ludea Urquizo. Dibujo: Carlos Bonifaz Ureta, Lima 2007.

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  • eclipsaba con su brillo en risos ondulantes, por aqu se admira las perlas, mas all se adora el coral; por todas partes est esparcido el jazmin y la rosa, pero no, qu digo! este bello cuadro tiene sus bellos claros de alabastro; y sus ligeras sombras de mbar! ... Mi corazn latia en el pecho al ver tan cerca de mi tantos tesoros..... tantos tesoros, si, pero entre todos ellos yo no veo la Diosa de mis creencias, y este recuerdo ahoga en gran parte mi placer. En fin el 2. acto empieza y la divina Julieta vuelve magnetizar los co-razones con sus gracias y su voz...... desde entonces nada v, nada v, una emocion secreta se apoder de mi y solo me abandon cuando el frio, la obscuridad y el silencio me hicieron ver que estaba solo, felizmente no habian todavia cerrado el Teatro, sal y me dirij as al caf de Pars donde tom un cuarto para dormir, lo que hice en el momento pues estaba agoviado por las emociones del dia. Al da siguiente salt de la cama cuando las 7 sonaban en la Catedral, me puse mis vestidos y me acerqu a la ventana, el movimiento del puerto ya habia empezado; en mi observacion descubr otra cosa mas, esta fu un telgrafo!... El que he sabido que comunica al Callao y despus San Lorenzo desde donde el guarda del faro que hay ahora en la isla anuncia los buques que estn la vista. A las 10 me llamaron almorzar lo que hice en una mesa redonda en que se hallaba reunida una sociedad escojida, los oficiales de los buques de guerra rusos, franceses, chinos, espaoles y N. Americanos, esta fu perfectamen-te servida y me hizo recordar al famoso Very; continuacin mont en el primer Omnibus que pas [pues los hai, ni mas ni menos que en Paris) y no teniendo yo direccion determinada me dej llevar por l, fui observando paises nuevos que siguen la distancia que antes era murallas desde Mont-serrat hasta Guadalupe y que hoy se llama calle de la Independencia dos jvenes de los que venian en el Omnibus hicieron parar la puerta de un gran edificio, sobre el que le en grandes letras Biblioteca Nacional, esto exit mi curiosidad y me decid entrar en l, dificil me seria explicarte, mi buen Carlos, la emocion de orgulloso placer que sent al ver este santuario de los pensamientos de los siglos pasados, este santuario que los Limeos han elevado al saber; en l reposan las ideas grabadas de los mas antiguos sabios en un compartimiento destinado sus obras; en otras se admiran las obras de los defen sores del romanticismo moderno, por ltimo hay uno esclusivo para los autores nacionales, en este lo primero que vi fu Historia del Per, desde la conquista hasta nuestros dias; con la precipitacion que se arroja sobre una fuente aquel que despues de un viage de algunas horas sobre un arenal caluroso v llegado el momento de apagar la sed que lo devora, me apoder de esa joya para mi tan preciosa, que iba en fin naturalizarme de nuevo por medio del conocimiento de los sucesos con el pais donde v la primera luz y donde por primera vez am. Tom pues el primer volumen y me sent delante de unas mesitas destinadas para los lectores, recorr rpidamente hasta el ao de 842 poca para nosotros demasiado conocida. Dos horas le sin cesar durante las que mi corazon latia con tanta fuerza que crei morir, oh! amigo mio que guerras! que revoluciones! que traiciones! qu ventas! qu intrigas! qu asesinatos graves! qu infamias en fin!!!....;la sociedad destruida, las leyes despreciadas, las tropas desmora lizadas, el crimen en el solio, y las virtudes encadenadas!!! Podr yo referirte lo que he leido de un modo mas claro? oh! no, antes de concluir mi brazo quedara helado! en mi proxima te remitir la obra para que tu mismo la leas, por ahora me contraer referirte como ya tengo un amigo.

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  • Absorto por el interes que me inspiraba tal lectura el tiempo corria veloz-mente; solo me sac de ese estado el ruido prolongado que ajitaba un hombre que dio vuelta por todo el salon; tal seal concluy su lectura un anciano que leia cerca de mi, se dispuso marchar y al parar cerca de mi me dijo: -Amigo, ya es hora de irnos, son las cuatro, y la Biblioteca va cerrarse. -Mil gracias seor por la advertencia pues es cosa que ignoraba. -A!.. donde se v U.? lo llevar en mi coche si U. gusta. -Oh! no seor, mil gracias; vivo en el Caf de Paris. -Pues ese es mi camino, porque tengo la costumbre de dar diariamente un paseo en el puerto antes de comer, ese continuo movimiento industrial que all admiro me rejuvenece cada da, con que vmonos sin cumplimientos. A tan amable oferta, no pude resistir y colocado dentro del hermoso coche de ese bondadoso anciano nos dirijimos hcia Montserrat. Por la conversacin qued l informado de cuanto poda desear saber con respecto mi; y yo qued sabiendo de que el tenia ms de 100 aos y que haba influido en un tiempo en los negocios del Estado, al pasar por delante del Caf de Pars el coche hizo alto, mi nuevo amigo me dijo:-Caballero, qudese U. en su casa; yo vivo en el nmero 67 de la calle Unin, a donde podr U. ir con toda confianza cuando guste, adios. y el cocho se alej. Sub mi cuarto, y me puse meditar sobre los sucesos del dia, poco despus dieron las 4, hora en que sale el correo que debe llevar la presente; dignate contestarla enteramente, que yo por mi parte te ofrezco continuar de un modo igual al que he comenzado. Adios amigo, te saluda hasta Agosto tu invariable

    J.M. de P.

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  • (*) Segunda entrega. Publicado en El Comercio de Lima, n 1216, martes 4 de julio de 1843.

    1. PARTE. (*)

    Cuzco de aqu a cien aosContestacin a mi amigo y compaero de suerte D. J. M. de P.

    Cuzco 1 de Junio de 1943. Mi amigo y compaero. A las seis y media de esta tarde solamente ha llegado el correo con tu carta de hay, hora muy tardia, ocasionada por una terrible borrasca que ha estraviado al coche areo en las altas rejiones, que por poco lo obliga hacer escala en la luna, pero ha llegado sin novedad. Poco nada me sorprende, amigo, la descripcion que me haces de la tras-formacion de Lima, de esa tu querida patria. Muy al contrario, veo que son pocos los progresos que han hecho los Limeos, en estos cien aos que nos separan de aquella noche, en que reunidos los dos lament bamos la suerte de la patria. Que tiempos aquellos, mi amigo, en los que se despreciaba el roman ticismo y se relegaba al romntico una cobacha de San Andrs!!! Gloria al Todopoderoso, que apiadado de nosotros y de nuestros terribles aprietos, nos arrebat de este mundo, para reservar nos la vista de la suerte feliz que guardaba esta patria!No puedo dejar de creer que hemos nacido bajo una misma constelacion; pues el mismo dia que volviste la existencia material bordo de un buque ingles, me encontr repentinamente en un buque de vapor chino, cuya tri-pulacin hablaba lengua Quichua. Como podr describirte mis sensaciones al volver la vida? Ni la pluma del celebrrimo poeta, contemporneo nuestro, D. Anjel Fernndez de Quiones fuera capaz de pintarlo. Fuera de mi, pregunto al capitn qu rumbo era el que seguiamos. iComo! no sabe U. que hoy entramos en el canal de Mayro, y maana en el Cuzco! Qued absorto; pero al poco rato, reflexionando el trascurso de cien aos que habia pasado en la inmensidad, esta consideracion me hizo incrdulo. Efectivamente una hora despues, entramos en un magnifico canal de una legua de ancho, que tan pronto atravesaba frtiles llanuras, como pasaba por debajo de jigantescos cerros. En la cima de los Andes, se veia el continuo movimiento de los brazos telegrficos; hasta los cerros estaban cultivados, y una poblacin rica industriosa, parecida un enjambre de avejas, cosecha ba un tiempo los dones de Baco y Ceres. Pero, lo que mas llam mi atencion, fu una pirmide de mas de tres mil metros de alto, que se v cuarenta leguas de distancia, coronada por una estatua de cien codos que te quiero describir luego. Antes de entrar en la ciudad, pasamos por debajo de las piernas de un coloso, que deja muy atrs el de Rodas y luego fondeamos en el Cuzco. Fuera obra de otros cien aos, el describirte los innumerables edificios de esta ciudad, su suntuosidad y elegancia; te bastara saber que Balbec era una aldea en comparacin; que las casas particulares son otros tantos palacios, con columnas de porfiro y alabastro, todo en ni orden ejipcio y chino, mil veces superior tu griego, Corno lo sabes, se habia restablecido

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  • el imperio do los Incas, y el actual Emperador Portanqui Inca, ha realizado las maravillas de las Mil y una noches. Una sola lmpara, de cien varas de dimetro, suspendida en lo alto de la pirmide, alumbra toda la ciudad, iguala la luz del da. En la actualidad la ciudad de los Incas podr tener arriba de cinco millones de habitantes y treinta leguas de circunferencia.En vano he buscado fondas para alojarme, ya no las hay; todos los viajeros se apean en el hotel Quijotesco, de mas de doce cuadras de largo sobre tres cuadras de fondo, en el que viven costa del Estado. La biblioteca tiene doce millones de tomos; ciento ochenta teatros apenas dan abasto la curiosidad pblica. Tal es la armonia, y tal los acentos melodiosos de nuestra msica, unida la china, rusa y omaguasina, que todas las noches se mueren de placer mil y mas personas. La concurrencia en los paseos pblicos es tan grande, que los coches, calesines, birlochos, caballos y caballeros pedestres, no caben en ellos; alli se reunen todos los elegantes y seoras muy lujosas; alli ostentan ellas sus trajes de raso; unas, de color del pensamiento; otras, de color de la fiebre amarilla; estas, de color del juicio; otras, de color del amor; todos colores definibles ahora indefinibles hace un siglo. Deseoso de conocer la causa de un adelantamiento tan estupendo, me dirij un anciano que paseaba al pie de la pirmide. Este me mir atentamente, pas la mano los ojos, en ademan de quitarse una nube que lo impeda ver, volvi mirarme con atencin y exclam de este modo: -iTaita de mi corazon! de donde apareceis despues de una ausencia tan larga? Bien os conozco; pero vos no conoceis en mi vuestro nieto y ahijado Carlitos? En efecto, lo consider mi turno, y pesar de estar mis ideas algo trastor-nadas, record esas facciones que la vejez haba desfigurado; le abr los brazos y lo estrech tiernamente contra mi pecho; mis lgrimas se soltaron de gusto y nunca he conocido la felicidad tan lo vivo como en ese momentoMi nieto me llev al interior de la pirmide, dicindome que esa era su morada; me present a su familia, que consistia en doce hijos y cuarenta y un nietos, quienes di mi bendicion.En seguida, ped a mi Carlitos la razon de una trasformacion tan inaudita y me habl en estos trminos: El Emperador mi amo me ha nombrado guarda de esta pirmide. Desde el da que habis desaparecido de este suelo, con vuestro ilustre amigo D. J. M. de P. Los peruanos no quisieron echar al olvido la memoria de ese famoso varon, y con ese objeto empezaron levantar las bases de esta nunca bien ponderada piramide, obra gigantesca que eclipsa cuantas maravillas ha producido la mente humana; cuyo lado las pirmides de Ejipto fueron unos pigmeos. Trescientos mil hombres han trabajado diariamente en esta obra, que se ha concluido al cabo de treinta y cinco aos. La estatua que domina este portento representa vuestro amigo, est fundida en bronce. Apenas la colocaron en la extremidad de la pirmide, cuando una especie de frenes, comunicado sin duda por el espritu que la aviva, se apoderaba de los que alcanzaban verla para dedicarse las artes y se hicieran constantes en el trabajo. De esa fecha data nuestro bienestar social; de alli data nuestro dio a las guerras y revoluciones; entonces en fin se vieron los militares hacerse frailes y los frailes hacerse militares. Seguidme, os conducir a las galerias, desde donde podreis ver los jeroglficos que contiene, y la inscripcion que est al pi de la esttua; como el dia no alcanza para ir hasta la cima nos

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  • alojaremos en el hotel del Perro Oriental, que est medio camino.La pirmide tiene doscientos veinte y cinco pisos galerias; cada galeria se halla adornada con muchos grupos esculpidos en mrmol. En unos y otros representan signos analgicos los hechos memorables y los amores del hroe en cuya memoria se eriji la pirmide. En unos, se ve un jven, con sus largos cabellos y unos dientes sobresalientes, sentado en una esplndi-da mesa, junto una duquesa cuando menos y una princesa real cuando mas; en otros, se le v en ademan de recibir un perro oriental de manos de la misma duquesa princesa. Finalmenle son tantos los geroglficos que hay,que temo fastidiarte con su relacion, aunque mas que mi te interesa conocerlos, por ser t, parte interesada. Despues de una penosa subida de tres horas, no tuvimos valor de seguir adelante. Pasamos la noche en el hotel cuya descripcion es tan maravillosa que me la reservo para otra carta. El dia siguiente, madrugamos temprano y seguimos nuestra subida. Lle-gamos al pie de la esttua las cuatro horas de haber emprendido nuestra marcha. Alli se lee la siguiente inscripcion: Los Peruanos agradecidos dedican esta obra la memoria de su inmortal reformador, economo-politico, lejislador, astrlogo, profeta, condecorado con la medalla de San Andres, primo del clebre Leon Africano esparterizado, miembro de las academias de Bedlam y Charenton, co rresponsal de las de Pekin, San Petersburgo, Tobolsk Ispahan, benemrito del Parnaso, amante de color bano y famoso por sus apetitos anglofbicos, que naci en el ao de la gracia de 1817 en la ciudad de Lima (a) de los Reyes.Mi nieto al bajar me dijo: Vuestro amigo, este nuestro bienhechor, tenia, como la sabeis, la cabeza muy volcanizada; por lo tanto, han creido que el mejor medio de representarla era, ponin dole en la cabeza la lmpara que alumbra toda la ciudad. Adios, mi antiguo compaero, queda tu carta contestada, como me lo reco-miendas, ya ves que por ac es turnos mas adelantados que en Lima. Aguardo tu carta de agosto y en contestacion te describir los demas monumentos. Hasta tanto, adios, mi viejo compaero. Tu afectsimo.

    Carlos de A.

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  • Fig. n 2. Imagen de Lima evocada por Julin M. del Portillo. Interpretacin libre de Carlos Bonifaz Ureta. Dibujo: Carlos Bonifaz Ureta, Lima 2007.

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  • FOLLETN. (*)

    Lima de aqui a cien aosSEGUNDA CARTA.

    Julio 3 de 1943. Mi querido Carlos. Loco de gusto por haber en fin recibido tu contestacion, tomo la pluma para agradecerte esacta y precisa noticia que me das sobre el Cuzco, asi como sobre Ayacucho, ciudad de primera importancia en nuestra historia y la que todo peruano debe amar, si recuerda que la sangre derramada en su suelo fue la que sell nuestra independencia y la que sacandonos del ver-gonzoso estado de colonos, igual nuestra suerte la de todas las naciones libres: quiero examinar bien ambas noticias y mi opinin sobre ellas te la remitir en mi prxima. Veo con placer que piensas dar un salto Arequipa, y si lo realizases te pido la seccin de tu diario de observaciones, porque esa ciudad enrjica industriosa ocupa en mi corazon un lugar que muy pocas le podran disputar. Por esta vez me contraer exclusivamente Lima pues que la cadena de los sucesos me ha atado tan fuertemente ellas; y ampliamente provisto de material continuar cuando deje satisfechas tus dudas sobre la Inglaterra. No te disimular que me fue bastante extrao el que tu que ya conoces pu-dieses creer mi noticia sobre la Inglaterra hija puramente del deseo de reirme un rato, y temeroso de que el que me lo haba dicho me hubiese engaado, vol bordo del buque que me trajo para pedirle una explicacin. -Ved lo que me dijo: Muy cierto y positivo es que lo que le dije Ud; la Inglaterra hacen aos que no es mas que una isla cuyo pequeo influjo no puede por ningun caso compararse con la Inglaterra de Guillermo ni de Victoria y lejos de que en esto deba U. encontrar algo de sorprendente, solo debe U., me parece al menos, considerarlo muy natural; para ello con abrir la historia de las naciones quedar U. plenamente convencido; y si no digame U. donde est esa magna Babilonia, donde Atenas, donde Cartago, donde la hija querida de Romulo?? ..... en la nada!!! y cuantas y cuantas enteramente en el olvido, cuantas que la historia misma quizs no ha podido eternizar!!! Las naciones, amigo mio, son como los hombres, tienen su infancia dbil y vacilante, su juventud llena de fuerza y lozania, su edad media adornada por el saber y la enerja, esta es la poca de sus glorias ..... despues llega la vejez dbil y achacosa, ella sigue la muerte .... la nada .... el olvido!!! Vea Ud. pues mi amigo, si hubo no razon para que Albion despues de haber tenido infancia, juventud y edad media, tuviese vejez y muerte. Las razones que para ello hubo son demasiado conocidas: la Rusia decretando en 1842, la emancipacin de sus siervos, haciendo tratados de amistad y comercio interior con la China en 1843, y en la Francia en este mismo ao, fue la que elevandose si misma decret con la emancipacion de sus esclavos la cada del imperio britanico: con que asi mi buen amigo, otra vez venga U. bordo para tomar una copa juntos, pero nunca para dudar de lo que le he dicho.

    (*) Tercera entrega. Publicado en El Comercio de Lima, n 1241, martes 1 de agosto de 1843.

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  • Ya ves, Carlos querido, que no fue gana de reirme el referirte, con sencilla naturalidad los sucesos de los tiempos: jams la desgracia escit en m la sonrisa; jams tom personas sealadas para hacerlas objeto de mis burlas; la nacin inglesa siempre excitar simpatias todo corazn noble, su re-cuerdo siempre para mi ser venerando; y como podia ser de otro modo? no es ella la que dando ejemplo de magnanima equidad contribuy sola con enerjicos esfuerzos a la estincion del comercio de negros, la que di libertad independencia esa gran parte de la especie humana? Queden pues tus dudas satisfechas, amigo querido, y no vuelvas a desconocer el caracter de tu amigo. Por principio esta mi segunda carta me ocupar hablandote sobre la pobla-cion de Lima: tu sabes que cuando en el delicioso valle del Rimac se fund la ciudad de los reyes (ahora Lima) el 18 de Enero de 1535, solo cont por habitantes doce espaoles que se hallaron presentes, que esta se aument considerablemente de un modo que puede llamarse rapido, a favor de la emigracion espaola las Indias; y que en el apojeo de su grandeza durante el dominio espaol, su poblacion se haba elevado mas de 60,000 almas; tampoco ignoras cuanto fue decimada por las guerras de la independencia, ni el calamitoso estado que las guerras civiles la habian reducido en el ao de 1840! Cual debe ser ahora tu sorpresa al saber que Lima cuenta hoy 300,000 habitantes! yo mismo te confesar que primera vista esto tiene algo de maravilloso, y que parece en efecto realizar los fantasticos cuentos de las Mil et une nuits; pero si se toma en consideracion las causas que ello han contribuido, nada te parecer mas natural; tratar de convencerte. Figrate que continuas guerras civiles, se sigui una paz octaviana, que los talentos ocupados en la intriga, se ocuparon con preferencia en la creacion de obras tiles al bien jeneral, que el amor la molicie y los vicios fue reemplazado por el amor al trabajo y las virtudes civicas; que un gobierno paternal ilustrado dict leyes liberales que sin perjuicio de la patria escit en los extranjeros de las diferentes naciones del mundo, el deseo de venir confundir sus afectos con los nuestros, alentar nuestras virtudes con las suyas, y damos el ejemplo de industria, actividad, rden y economia; y vers que despues de estas transformaciones morales y politicas, que mas al tiempo que al jenio es dado hacer, y que entre nosotros ya por fortuna han tenido lugar, cuan facil te ser comprender que Lima cuenta 300,000 habitantes, y que estos pueden ya considerarse como una base de salidas esperanzas para sus glorias futuras! la verdad que lloro haber aun nacido, creo Lima llamada por el destino ocupar al mundo, con sus grandezas, creo que las producciones de sus hijos ocuparn maravillosamente algun da al orbe todo; si lo creo; pero en la remota posteridad, cuando ya las cenizas de nuestros despojos hayan atravesado el aire y servido fomentar la vejetacin de las plantas avivar el aliento de nuevas jeneraciones! oh! y porque no me reservo el destino para entonces, cuan reliz hubiera sido! Convencido como debes quedar del aumento tan considerable que Lima ha tenido en poblacion, debes ahora encontrar muy natural el que te diga que tambien se ha aumentado territorialmente La ciudad tal cual la conocimos no bast los 50 aos de reformas para la poblacion y no siendo posible edificar casas ms altas por los temblores, fue preciso aumentarla en su estension; diez aos des pues no bastaron ni los ba-rrios de la Independencia. (antiguas murallas de Montserrat hasta Cocharcas) ni los de la calle del libertador que eran la prolongacin de los primeros, y que llegando hasta el Cercado, hacan de l un arrabal de Lima; al mismo tiempo se haban ido elevando casas nuevas en el camino del Callao, y cinco

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  • aos despus este se hallaba unido Lima por una calle hermosa y elegante la que le dieron el nombre de calle de Paris el dia en que con reja solemnidad el Callao fue bautizado con el nombre de Ciudad de Santa Rosa, queriendo hacer de este modo los limeos un recuerdo carioso la tierna virjen que para elevarse, mansiones mas relices floreci en su suelo. Cuando te dirij mi primera qued algo indispuesto y solo pude salir la calle tres dias despues, me puse caminar con direccion al puente con-tinuando mi paseo hasta la alameda de los Descalzos que hoy se llama alameda del Paraso, nombre que la verdad merece por lo mucho que la han embellecido; mi paseo fue delicioso, mi corazn resinti impresiones bien agradables; la tarde estaba hermosa, el cielo se hallaba claro, un ze-firillo suave agitaba blandamente los arboles y hacia sus hojas producir un ruido sordo serian acaso palabras de amor que unos otros se dirijan? que sabemos! el autor de la naturaleza al damos la intelijencia y la facilidad de discurrir y comprender se reserv el conocimiento de ciertas cosas para nosotros inintelijibles ser acaso esta una de ellas...., en uno de los bancos de la alameda se hallaba sentada una joven de hermosa presencia; en su frente se leia el candor, en sus ojos la intelijencia, palpitaria su pecho de amor? que s yo; la v, la admir y di un suspiro; siguiendo mi camino....no era ella la que yo buscaba!!! Mas lejos se hallan los Descalzos, lugar santo de llanto y de arrepentimiento, varias cruces vi en su entrada, una fuente a su derecha,es acaso la de la agua de la vida? quizs! Quizs! pocos momentos llegaron ecos mis odos, ah! ....,son los misticos cantares, ...,es la oracin!!! volvi sobre mis pasos y me dirij a la opera, se daba la Somnam-bula Americana, Entr y me coloqu en una luneta; aun no era tiempo;, me distraje examinan do mas detenidamente la sala; es hermosa y grandiosa, creo podr contener cinco mil personas; poco poco esos cuadros vacios y sin vida se fueron animando, por aqui una cabeza romana aparecia con sus finos perfiles, por otro lado se encontraban mis ojos con los de alguna bella griega picante andaluza; todo era gusto, todo distracciones cual mas agradable. Dios mo! piedad!.. ..no la veis? si, ella es mi compaera de viaje... y salt de gozo al ver entrar en un palco aquella en quien tanto pensaba!!! Cuan bella est! oh! amigo mo! al verla me siento volver la vida del alma! Podr trazarte acaso un cuadro perfecto de su anjelical belleza; ah! Imposible....es ella tan bella, yo la amo tanto! mi pluma desgraciaria esos perfiles tan delicados que Dios se complaci en formar, y de las que solo un anjel del cielo podria delinear la perfeccin, jamas los pinceles de Rafael crearon tan divina criatura!!! jams el imortal Canoba concibi belleza tan perfecta! mi alma creeria profanarla si mis labios impuros pronunciase, ni siquiera su nombre, y sin embargo tu desearas que te lo diga: el que los hombres le han dado jams lo escribir; en mi corazn la llamo Angel de cndida pureza, Angel de amor y de bondad, bajo estos nombres la amo, bajo estos pienso a cada instante en ella reconocela tu por Delia, sea este su nombre en nuestra correspondenciaLa musica con acentos suaves y melodiosos ocup poco momentos despues mi atencion; que fantasia tan hermosa la que el compositor, jnio musico de Amrica, habia dado por introduccin su Somnmbula! concluida sta, salieron los personajes y entre ellos Clorinda y Teresa; limeas adora-das, y adorables por su talento y por sus gracias; la una conquist con la dulzura, la otra convenci con la enerjia, cada cabatina era un estrpito de aplausos, cada duo un diluvio de coronas; que digna recompensa! jams Augusto hizo un acto de justicia mas adecuado! Jams la voz del pueblo fue mas soberana! El primer acto concluy, Dlia! m Dlia querida por qu no vuelves hcia m tus ojos bellos? paciencia! ....indiferente cuanto pase, desde aqu yo

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    Julian M. del Portillo

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  • te contemplar.... mas no..... con aquel enojo temerario que solo la pasion del hombre diera me levant y al salir le diriji un saludo; gracias, mil veces gracias, me lo has contestado....yo no lo olvidar. Sali fuera y no me atrevi volver entrar, me fui mi cuarto confundido, y animado por el temor y la esperanza; tres das despus recibia de manos de un criado suyo la tarjeta que en los pases civilizados se manda al com-patriota que vuelve despues de una larga ausencia.Esa noche m sueo fue ajitado, temprano me vest; sal caballo y di un paseo por la calle de Paris (antes camino del Callao), las diez volv mi cuarto y almorz. A las doce un solecito de invierno, alumbr debilmente la tierra y sec en pocos momentos el aguacero de la noche que aun humedecia el piso; me anim salir. envuelto en mi paltot y con un habano en los lbios, me diriji la plaza; admir sus mejoras, el piso camada que la circunda, las columnas rostrales, que sirven de base los fanales de la noche, la arboleda que separa el centro del camino de los carruajes, todas estas cosas ocupa-ron agradablemente mi atencion; v entrar alguna Jente la catedral y la imit; el interior de la iglesia ha sido restaurado y en el cuidado de las cosas destinadas al culto se observa mas aseo que en otro tiempo; una reforma de grande impor tancia mis ojos he notado, esta es los asientos destinados las seoras, semejantes los que se ven en todos los templos de Europa; al verla me he complacido de ver destruida entre nosotros aquella costumbre tan horrible que esponia la principal sellara estar arrodillada los pies de su cocinero, recibir un porrazo en la frente con la bota claveteada de algun marinero, sin contar otras molestias que no dejan de merecer mi consideracion. Algo conmovido como era natural estarlo al ver innovaciones tan utiles: segui caminando hasta cerca del altar mayor; el sonido de una campanilla iriendo mis oidos me hizo arrodillarme, distraido inclin la cabeza; ah! Car-los! ah! amigo mo! que casualidades tan felices suele haber en la vida del hombre! Quien me podra decir que en esa maana, que en ese momento me iba encontrar de rodillas sobre la tumba de Pizarro!!! ... restos del jenio sublime, reposad tranquilos en medio del silencio en que yaces, el nombre de aquel que llevasteis queda inmortal entre nosostros; su alma enrjica y avida de anchar los limites del mundo conocido conservar en las futuras jeneraciones del Per, un recuerdo que jamas se borrar, una fama que ningun otro eclipsar, un renombre que esculpiendose en nuestra historia, ser tan eterno como el mundo!!!....Sorprendido, atnito, confuso por la multitud de ideas que tan rara in-esperada descubierta me causara, me puse caminar maquinalmente, sali de la iglesia. atraves la plaza y el puente y me encontr sin saberlo en una magnfica calle orillas del rio que me dijeron llamarse calle de Liverpool, (antiguo tajamar) la que esta ocupada por comerciantes, y embellecida por la hermosa alameda que forma sus limites cerca del agua, dejando un espacio de catorce varas para la libre circulacin de los carruajes; en seguida me meti en un bote y en un momento me hall del otro lado, la puerta del Hotel de Paris donde vivo, sub mi cuarto, me vari el vestido y de lebita y guantes me encamin al nmero 67 de la calle de la Unin (antigua calle desde Bodegones hasta Juan Simon) donde mi nuevo amigo me haba dicho que podria buscarlo. Llegado que fui la casa, entr admir de paso su sencillez y elegancia; un criado me anunci, el anciano en persona sali recibirme. -Pensaba en U. en este momento. me dijo. -Honor es este seor, del que no me considero digno.

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  • -Nada de eso; pues estaba contndole mi bisnieto la casualidad de nuestro encuentro, y la rareza de la historia que U. conocerme, la que espero, que me esplicar. -Esta ser para mi una satisfaccin; sobre todo si ella me d derecho para suplicar U. me aclare muchas dudas. -Con gran gusto lo har siempre: mira Lus (le dijo su bisnieto) de que nos siguen el coche. Y que las cinco y media lo preparen; pasear hoy con el seor. Sali corriendo Luisito que es un gallardo muchacho de 14 aos, y pocos momentos volvi. Mi amigo, se coloc en un silln la Voltaire; me ofreci otro cerca de l, Luisito se apoder de un banquito. me ofreci un cigarro y estando de este modo me dijo: -Mi amigo, mi edad la etiqueta es fastidiosa, as es que lo primero que de U. exijo es entera confianza; hoy comer U. con nosotros, y esta ser ocasin para presentarlo mi familia, la que est prevenida en favor de U. ella vive en los altos, yo ocupo los bajos con Luis, solo las horas de comer nos reunimos y por la noche; el dia ellas lo consagran sus ocupaciones; ver U. una familia de la que la natural amabilidad le gustar; hgase U. su amigo, ellas lo presentaran sus buenas relaciones. y en poco tiempo no necesitar U. de venir tertuliar con el centenario. -Siempre ser muy agradable para mi la bondad que se digna U. dispen-sarme y le.... -Muy bien, muy bien; propsito dgame U. que dudas son aquellas que desea U. que yo le aclare! -Muy mal me espliqu al decirle U. que me aclarase dudas, debi suplicarle que me refiriese los sucesos ocurridos en mi pas durante mi ausencia, asi como las causas que ellos contribuyeron. -Mire U. Artur contestar esa pregunta es empresa mas que ardua, sin embargo el deseo de demostrarle U. mi cario me har emprenderla: entretanto no olvide U. que soy viejo y gastado ya por los aos y por los acontecimientos. que mi lenguaje es cortado, el eco de mi voz fatigante, y mis palabras revestidas de aquella acritud que aunque anexa casi siempre la verdad, es la ms desagradable al odo. Dicho esto, el anciano parecia reconcentrarse en si mismo con la vista clavada en el cielo que al traves de los cristales veia permaneci algun rato silencioso; despues sac su caja, aspir una pequea dosis de Macuba, y dirijiendose m me dijo: Concluir.

    * La 1a. carta se halla en el numero 1213 de este peridico. NOTA-Pintar con la mayor exactitud que sea posible el cuadro que present el Per mediados del siglo XIX tratando las cosas bajo un punto de vista general sin individualizarlas, es el objeto que se ha propuesto el autor de este folletin; distraer el nimo del que lo lea y vea en l tantas desgracias, el fin de los adornos; las mejoras y reformas de positiva utilidad para el pais pintan los ardientes votos de mi corazon. EL AUTOR

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    Julian M. del Portillo

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  • (*) Cuarta entrega. Publicado en El Comercio de Lima, n 1242, mircoles 2 de agosto de 1843

    FOLLETN. (*)

    Lima de aqui a cien aosSEGUNDA CARTA.

    Julio 3 de 1943.Amigo Artur, desgraciada y muy desgraciada fue por largo tiempo esta patria donde hemos nacido; cuando la subita desaparicion de U. ya era el Per un cadaver yerto y horrible al que roian los huesos una multitud de aves de rapia, a las que ni el ftido hedor que exhalaba ni la presencia de su deudor las atemorizara, tal era la ferocidad de esta especie de animales que mientras mas habian comido mas comian; si se les amenazaba, entonces devoraban.... Las revoluciones y los pronunciamientos so jeneralizaron tanto, que ya se les veia vender diariamente en la plaza junto con las provisiones de boca; asi es que junto con las cargas de camotes, de yucas y otras legumbres llegaban las cargas de proclamas, de actas populares, de pasquines y de planes; uno y otro se distribuia, se leia, circulaba y producia su efecto: una cocinera compraba medio de mantequilla y la reciba envuelta en una proclama del jeneral, del coronel, del mayor del capitn tal tal; tal era amigo mio, el grado de degradante humillacion al que la cadena de los desordenes habia reducido el antiguo, el brillante imperio de los hijos del Sol!!.... Un pronunciamiento era la cosa mas fcil de hacerse; se pona la cabeza de l un jefe militar aunque fuese tan solo teniente; y el primer paso que daba era convidar tomar las once veinte treinta personas afiliadas y afectar esta clase de desayuno; el espiritu (nada santo) circulaba en los vasos, pasaba los cerebros iluminaba sus almas; estas prorrumpian en patrioticas esclamaciones sirviendose para ello de sus lenguas que ya eran de fuego-Entonces se firmaba la acta, redactada seis meses antes, la que ninguno leia, por ser improvisacion de los nobles y jenerosos deseos que animaban toda la junta; en la que nunca faltaban dos mas padres de familia respetables, uno mas prrocos y algunos alcaldes (dicen que en una ocasion ciertas monjas quisieron agregarse, pero que fue inadmisible su propuesta); fuerte ya el jefe de la revolucion, con su acta, ponia en movimiento su jente; unas las despachaba trabajar por la causa, otros calentar los departamentos, villas, pueblos &a.&a. -Al mismo tiempo se publicaba un bando y dos proclamas; la una se dirijiaa al pueblo, la otra al ejrcito. En la primera se cantaban las virtudes y fasaas del grande Santo que acababan de canonizar y proclamar; los pueblos las leyan, veian todo lo que pasaba y seguian tranquilamente su camino. -Oh peruanos del siglo XIX cuan santos, cuan buenos erais!! la lectura de vuestras desgracias siempre causar dolor y exitar simpatas en todo el mundo!!. ... En la segunda proclama se dirijia el jefe los soldados, [aunque el ejrcito fuese un solo cuadro incompleto] y les decia cuanto la patria agradeceria esa Reforma, cuanto los pueblos la suspiraban, cuanto en lo sucesivo las leyes serian buenas y cuanto obedecidas; en fin las virtudes, servicios la patria y valor del Santo recien retocado, era lo ultimo: por final conclua con esto cosa parecida:

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  • Soldados, en vuestro valor confia la patria; sed firmes hasta el ultimo mo-mento, y triunfad morid al lado de vuestro-jeneral, capitan sarjento &a.!Al siguiente dia salia otro Bando; este exigia un emprestito voluntario, y la entrega de todo pertrecho; el segundo articulo pedia todos los caballos sus dueos; el tercer articulo era una orden para que los dueos de los cabaltos se dejasen amarrar, pues de lo contrario saldran los amarradores hacerlo callar y plazar; esto le llamaban los jefes partidas de reclutamiento, los muchachos leba. Mientras tanto la intriga continuaba, los emprestitos se hacan efectivos; los hombres se quedaban sin armas para defenderse; las mugeres sin maridos, las madres sin hijos, las hermanas sin hermanos, los campos sin labradores, la industria sin labrar, los pueblos sin jente!!! -Ay amigo! por Dios basta!!!.. .. pero, y los pueblos del Per que hacian, en que pensaban, donde estaban sus almas, en que ocupaban sus brazos? ... -Sus almas! ... en suspirar durante el dolor ... en reirse una vez habr pasado; sus brazos ... en cargar con el fusil de guerras siempre injustas y patricidas; en arrancar el pan de boca del hijo del pobre artesano, para engordar con l los caballos del palacio; en desnudar al hombre honrado para vestir al soldado perfido que lejos de ser el sostn de la patria se convertia en su mas limpio asesino; en deshonrar la patria sosteniendo luchas infames, injustas y degradantes; luchas que presentaban al Per ante las naciones cultas como de un Ente-Pueblo, juguete de los caprichos de unos cuantos ambiciosos, que jams supieron lo que es amar, pues no amaron su patria, jams lo que es respetar, pues hallaron sus leyes; jams lo que son virtudes, porque ninguna tuvieron; jams lo que es honor, pues solo cometieron deshonras. - Toqueme U. el corazn y vea como palpita amigo mo! es tan horroroso todo lo que U. dice ... -Pues aun no lo digo todo Artur, peores cosas hay que contar. -Pero, qu no haban hombres que se sacrificasen por los demas; no habia uno siquiera que ensease los pueblos que SU APATIA era la causa prin-cipal de sus desgracias? no habia peruanos que amasen los peruanos? -Bien, muy bien, Artur; pero aunque los hubiese, que quiere U. que hicieran solos, ni tampoco como les era dado ensear los pueblos? - y la prensa seor, por Dios, era por ventura desconocido entonces el poder de su majica influencia? -iLa prensa! Artur, Artur! como se conoce que ha estado U. ausente mas de cien aos y que cuando su desaparicion aun era un muchacho! La prensa! pobre del que entonces lo hubiera hecho; mas valor se nece-sitaba entonces para escribir en el Per, y sobre todo un peruano, que el que tuvieran los denodados guerreros que combatieron el atemorizante ejercito de Jerjes! -y por qu? qu les podra haber sucedido? -Pequea cosa la verdad! recibir por contestacion cosas verdaderas, falsedades; por recompensa la moderacin, insultos y en abundancia; por premio los buenos deseos. burlas, calumnias, desaires, enemistades, sin contar otras muchas cosas; desde luego, esto que digo U. lo tengo de la esperiencia; dos peruanos intentaron en diversas epocas decir la verdad, y ambos recibieron lo que acabo de referir, en seal de agradecimiento. -Pero quiz herian algunas personas, y estaria natural que se defendiesen. Herir!!!....oh Artur....mucho los conoc, no eran capaces; el uno era un jnio potico que deseaba ver su patria tan bella y hermosa cual su imajinacin

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  • Fig. n 3. Imagen del Cusco evocado por Julin M. del Portillo. Interpretacin libre de Carlos Bonifaz Ureta. Dibujo: Carlos Bonifaz Ureta, Lima 2007.

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  • la contemplaba; el otro era un muchacho de buen corazn, incapaz de tener aquella dosis de perversidad que es necesaria para concebir insultos. y entonces por qu lo hicieron, por qu lo hacian? -Nada; por rerse, porque era entonces la pasion dominante; sabia U. que un hombre se habia arruinado, otro se hallaba deshonrado, otro habia sido insultado pblicamente, y se los figuraba U. sumerjidos en la meditacion que el deseo de reparar la fortuna, recuperar el honor perdido y vengar una ofensa deben inspirar naturalmente los hombres de honor: pues no seor; clsico y muy clsico error era el figurarse esto; encontraba U. al arruinado ostentando un lujo escandaloso, y rindose; al deshonrado, lo vea U. conversar sobre la delicadeza del honor y con la sonrisa en los lbios; al befado referir las proezas que hizo en Madrid, Leon, Paris y otras ciudades, y concluye rindose de sus gracias y asegurando la sociedad que ya habia variado y que su filosofia le habia enseado despreciar esas cosas y rerse de todo.-De modo que la filosofia del pensamiento y la experiencia, haba sido reemplazada da por una filosofia que llamarmos ... risible ... -Despreciable!! es como debe llamarse, Artur! -Pero bien: ya que los particulares no podian hacer nada, por que no lo hacian los militares? qu acaso no haba tampoco militares buenos y honrados? -Si los habia, valerosos y honrados, animaos por los mejores deseos sacrifi-carse por la patria! pero qu podan hacer unos cuantos, envueltos como se hallaban en una atmsfera corrompida sin f y sin pundonor;... ser vctimas estriles, sacrificadas en el altar del capricho por manos criminales!!! -oh amigo! la patria se hallaba ya en un estado del que ningun poder humano podia sacarla: los hombres desesperados jemian en aptico silencio; las jvenes nacidas la sombra de tantas desgracias se marchitaban antes de vivir, cual flores delicadas destruidas por el ardor de los trpicos cuando les falla el refrijerante roco del cielo: los extranjeros mismos se compadecian sinceramente de ver tan horrible y tan calamitoso cuadro: ya no quedaba en fin la mas remota esperanza de poder sacar la patria del negro abismo en que sus hijos la precipitaran- y enlutada y llorosa esperaba tranquila el momento en que su nombre desapareciera de entre las naciones!!!. ... -Por Dios!....basta seor!!! basta ....-Oiga U. Artur.... Asi como al hombre le es casi imposible adivinar al con-templar el cielo durante la noche, cual ser su aspecto en el venidero das as en la mayor parte de las cosas sus clculos y previsiones estn sujetas error; tal fu lo que sucedi con respecto todos aquellos que con dema-siada justicia se hicieron sobre nuestra patria; la mano del Jnio Divino que del caos sac el maravilloso mundo -con un soplido lo vari todo....una maana el cielo amaneci puro, elevado y sereno; la estrella de la maana estaba mas brillante que nunca; el aire era suave y esparcia por el espacio perfumes balsmicos: los hombres. sentian una dulce conmocion y se reian con el corazon:- En medio de este trnsito sbito de los elementos y de las cosas, un eco son al odo de nuestra madre patria y con acento divino le dijo. No llores, no llores mas hija querida de Pizarro, cesen tus lamentos, rsguese tu negro velo; aparezca en tus ojos la sonrisa renazca en tu corazn la esperanza; tus desgracias han cesado. el Eterno te proteje....vas en fin ser feliz!!!,,) Una densa nube cubri la estatua de la patria, un hay!.... se dej or en los aires; pocos momentos despues la nube se aclar, la triste viuda habia desaparecido -en su lugar se vi una hermosa joven cuya mirada enrjica y sublime parecia anunciar las naciones sus futuras glorias! Desde ese da amigo Artur empez para el Per la era de su felicidad; los hombres se animaron y pensaron, los partidos se concentraron en uno solo

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  • -La Patria, esta era la seal de union entre sus hijos y de la que iban salir los admirables frutos que hoy U. sorprenden. Diciendo esto mi amigo vino un criado anunciar que las seoras me es-peraban y que la comida estaba pronta. -En efecto [dijo el anciano] que el apetito me habia indicado ya la hora; sabe U. Artur que estoy cansado ... por hoy se contentar U. con lo que he dicho, y en la prxima visita continuar est bueno as? Oh seor U. me averguenza con sus bondades.-Dejmonos de bondades y deme U. el brazo, por que esto de subir escaleras no tiene nada de agradable mi edad, y ya amigo no me basto mi solo Apoyados del brazo subimos la escalera que era bastante cmoda y espa-ciosa, y entramos en el Salon. -Un amigo mio, un amigo que quiero es el que les presento UU. seoritas; se llama el Sr. Arturo; traten lo corno UU. saben que se trata las personas que merecen aprecio. Una sonrisa de amable bondad fu el saludo que recib de toda esa respetable familia: la viznieta de mi amigo seora de unos 40 aos, y en cuyo rostro quedaban aun seales de antigua belleza, nos dijo: -Creo que lo mejor que debamos hacer es irnos al comedor. Entnces mi amigo su apoyo del brazo de su viznieta, me dijo que ofreciese Julia q era hija de esta, y en la que admir al instante los quince aos y la belleza; y de este modo marchamos. Llegados la mesa, mi amigo ocup la cabecera, su derecha me coloc mi, en seguida su viznieta, y despus de esta Luisito; mi frente se hallaba Julia despues seguia su abuela, seora sexagenaria y en cuyo rostro se lee una austeridad relijiosa llevada al exeso, por ltimo se hallaba Don Prspero, amigo de la familia, en cuyo semblante nada pude leer primera vista -en frente de mi amigo se coloc poco des pues su hija, seora octogenaria, pero que conserva aun aquella enerjia y robusts con que la naturaleza recompensa en la vejz las virtudes de la juventud, con ella vino ngela hermana de Julia, criatura divina, contando diez primaveras, ojos vivos intelijentes, caracter jocoso y amable; la sent su lado, despus he sabido que el amor que la tiene es delirante, y que casi nunca se separa de ella. Los primeros platos se pasaron en aquel silencio que desde Salomon hasta nuestros dias, se observa en las mesas; cuando lleg el turno del asado mi amigo me ofreci una copa, la que aceptada y tomada generalmente nos anim todos. Que tal le parece U. ese vino Arturo? me dijo mi amigo -exelente seor, es de los mejores que se pueden tomar. - y de donde le parece U. que es? -A juzgar por su color y por su gusto, me parece de aquellos madera que con grande esmero se imitan en Francia; lo que hay de cierto es que es magnfico. -Pues ni es madera ni es de Francia; las vias de que se ha hecho son pe-ruanas, el lugar donde estas crecen se llama Pisco; el vino tiene el nombre de su dueo -E1ias. -Peruano! Pisco Elias! oh! venga por Dios otra copa y sirva ella para brindar por la continuada prosperidad de la patria!!! -Pues si seor, es del pais, y en el dia tiene el mayor aprecio, no hay casa donde no se tome, y en los principales cafees es el mas usado; en el de Moran que es el que est mas la moda, no hay quien no pida una copa

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    Lima de aqu a cien aos

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  • del vino Elias despues de haber tomado un bao tibio: tirado media do-cena de balazos al blanco; es tan tnico y tan sano -venga otra copa para mi tambin. -En hora buena; sea esta la salud del centenario. -Alegres ya favor de tres copitas, la conversacion se anim; y pude exami-narlo todo con mas desembarazo: en el adorno y aso del comedor admire aquella sencillz elegante que distingue los que siempre fueron de clase elevada; tan distinta de aquella ostenta escandalosa con que se cubren antiguas pequeeses. Julia llam mi atencion, talla Svelte y delicada, cara expresiva y tierna, ojos sentimentales intelijentes, boca graciosa y picarona fu lo que en ella admir; un traje de tornasol y una pellerina de raso negro, eran los unicos adornos que saliendo del elegante establecimiento de los SS. Lasarte y Ro-driguez, servan para aumentar sus gracias. El resto de la comida se pas del modo mas agradable, y cuando hubimos concluido pasa mos al salon para tomar el delicioso Mok. La noche la ocupamos en conversar con las seoras, bailar y or cantar Julia: dulces y suaves eran sus acentos, enrjicas sus notas graves; no ser por su traje de tornasol y su sonrisa de Angel, la habria tomado por la Diana de Soidas volviendo de la caza en algun campo de la Grecia antigua. A las 10 me retir despues de recibir las amistosas demostraciones con que me dej encantado esta amable familia, y amando mas mi amigo por haberme proporcionado tan util y tan digna amistad. Pocos momentos despues llegu mi cuarto; y dando rienda suelta la pluma paso hacerte saber todo lo que hasta el dia he podido investigar sobre esta nuestra patria que tan de veras amamos; y por cuya perpetua felicidad debemos sacrificarlo todo, aunque sea el amor propio aunque sea la vida. Recibe, pues, querido Carlos, los recuerdos de tu amigo y compaero, y esperando mi prxima (la que ignoro cuando te la podr remitir) dignate no olvidar tu siempre consecuente - Arturo.

    J. M. de P.

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    Julian M. del Portillo

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  • (*) Quinta entrega. Publicado en El Comercio de Lima, n 1244, viernes 4 de agosto de 1843.

    FOLLETN. (*)

    Cuzco de aqui a cien aos

    SEGUNDA PARTE

    A mi amigo y compaero D. J. M. de P. (hoy Arthuro)

    Cuzco, Julio 4 de 1943.Mi distinguido amigo y compaero. Que felicidad la nuestra de haber sobrevivido en esta poca, en que el coche aereo lleva de la estremidad de un polo al otro las noticias con la velocidad de un rayo! He recibido tu carta de ayer por esta via, y no por la via Lactea como erradamente lo supusisteis en una esquela que recib de ti. Ciertamente la vista de las maravillas de tu Lima, y mas que todo, tu hallazgo en esa ciudad de aquella joven que primera vez vistes en la cubierta de tu buque ingles, que se divertia en dejar ajitar por el fuerte N.E. sus lindos crespos de bano, de tu Delia en fin, han hecho flojear un tanti