Liderazgo Matemático
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Liderazgo Matemático
Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Liderazgo Matemático
Todos los derechos reservados por el autor ©2015
Primera edición
Se permite la reproducción total o parcial de la presente obra,
así como su comunicación pública, divulgación o transmisión,
mediante cualquier sistema o método, electrónico o mecánico
[incluyendo el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema
de recuperación y almacenamiento de información],
siempre y cuando esto sea sin fines de lucro
y con la condición que se señale la fuente
Registro en el Instituto Nacional de Derechos de Autor 03-2015-111910015100-01
Dedicatoria
Dedicado a todos aquellos que presienten
que dos más dos puede ser lo que uno quiera
Índice
¡Buen día! ............................................................................................................. 1
Ley de la uniformidad ........................................................................................... 4
Ley conmutativa ................................................................................................... 16
Ley asociativa ....................................................................................................... 27
Ley disociativa ...................................................................................................... 40
Despedida ............................................................................................................ 53
Acerca del autor ................................................................................................... 55
1
¡Buen día!
2
-Buenos días a todos y todas.
-Buenos días, profesor.
-Hoy ya es nuestro último día de clases.
-¡Yuuujjuuuuuu!
-Ja, ja, ja… si, ya sé… han de estar desesperados pro salir de vacaciones.
-Así es profe, ¿a dónde va ir usted?
-¡A descansar de todos ustedes!
-Ja, ja, ja, ja, ja… diga la verdad profe, ¿verdad que nos va a extrañar?
-La verdad es que sí, ¿sabe por qué?
-¡Pues porque somos el mejor grupo que ha tenido!
-Ja, ja, ja… buena esa… digamos que sí, pero también por lo mucho que aprendo
de ustedes.
-¿De nosotros?, ¡pero si es usted el que nos enseña!
-Hay muchas maneras de aprender, no solo estar sentado en un escritorio
escuchando a alguien dictar una clase. Si uno presta atención prácticamente todo
lo que nos sucede lleva lecciones que deben leerse entre líneas y que son de un
valor incalculable.
-¿Y por qué incalculable?
-Pues porque son lecciones que ustedes mismos sacan de la vida, algo así como
pepitas de oro que sacan de un río después de esforzarse mucho.
-Eso es verdad, profe, yo la otra vez viendo una película me cayó el veinte de
algunas cosas que mis jefes me decían y que yo no alcanzaba a entender.
-¿Qué película era?
-No me acuerdo del título, profe. Era de un papá que pierde a su esposa y tiene
que sacar adelante a sus hijos. Luego le consigo la película.
-Sí, te lo agradecería.
-Bueno, profe, como dice aquí nuestra compañera a lo mejor de una película de
drama puedes sacar lecciones para la vida, pero ¿de todo, todo, todo o que nos
pasa?
-¿Por qué no?
3
-¿Cómo que por qué no, profe? Pues porque hay cosas que no tienen ninguna
lección
-A ver, aquí son treinta de ustedes, ¿cuántos están de acuerdo con su
compañero? A ver, uno, dos, tres… mmmm… parece que la mayoría.
-¿Ve, profe? Tengo razón.
-El que la mayoría esté contigo no quiere decir que tienes razón, hace 500 años la
mayoría creía que la tierra era plana y no por eso tenían razón. Pero no
discutamos sobre eso, pues es la percepción personal de cada quien. Yo tengo
otra idea al respecto y es la que les acabo de expresar, pero dime, ¿cómo qué
cosa crees que no podemos sacer una lección de vida?
-¡Por ejemplo de su clase, profe!
-Ja, ja, ja, buena esa, pero ¿por qué dices eso?
-Pues porque la matemática es fría, es objetiva, es cuantitativa. Dos más dos es
igual cuatro y no dos más dos es igual a ¡ánimo y adelante!
-Ja, ja, ja… ¿y por qué no? Mira, tenemos poco menos de cuarenta, bueno, treinta
minutos, es el último día, y sí me gustaría que se llevaran algo más de esta clase
que solo ese dos más dos es igual a cuatro.
-Adelante profe.
-Bueno, tomemos por ejemplo, las leyes de las matemáticas, ¿si se acuerdan de
las leyes de las matemáticas?
-Yo sí profe: Ley de la uniformidad, ley conmutativa, ley asociativa, ley disociativa
y mmmmhhhhhh….
-Con esas está bien, no te preocupes. Veamos la primera.
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Ley de la uniformidad
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-¿Se acuerdan cuándo vimos la ley de la uniformidad?
-Mmmmhhhh… algo así de que dos es dos aquí y en china.
-Ja, ja, ja… algo así… ¿alguien se acuerda del enunciado de la ley de la
uniformidad?
- Aquí las encontré, profe.
-A ver, léelas.
-Para la suma dice que “La adición de dos números tiene un valor único o siempre
es igual”, para la resta dice que “La diferencia de dos números tiene un valor único
o siempre es igual”, para la multiplicación dice que “El producto de dos números
tiene un valor único o siempre es igual”, y para la división dice que “El cociente de
dos números tiene un valor único o siempre es igual”.
-Muy bien.
-¡Un ejemplo, profe!
-¿Qué ya no se acuerdan?
-Nomás para estar seguros profe.
-Bueno, bueno, ¿cuántos son tres manzanas más tres manzanas?
-¿Qué pasó, profe? Ni que estuviéramos tan mal.
-Ja, ja, ja… nada de eso… solo es un ejemplo, y bien, ¿cuántos son tres
manzanas más tres manzanas?
-Pues seis manzanas.
-¿Y cuántos son tres peras más tres peras?
-Pues seis peras.
-¿Ya se acordaron?
-Sí, profe: los números son números y sus operaciones siempre dan los mismos
resultados independientemente de qué identifiquen.
-Exacto. Otro ejemplo, ahora de multiplicación, si tenemos 10 bolsas con 5 kilos de
arroz cada una, ¿cuántos kilos de arroz tenemos?
-¡Pues cincuenta!
-Así es, ¿y si en vez de arroz tenemos azúcar?, o es más, ¿si no son kilos de
arroz sino litros de leche?
-Pues igual nos da cincuenta de lo que sea, profe.
6
-Exacto, esa es la ley de la uniformidad.
-A ver profe, y si tengo cinco barriles de cerveza de 20 litros cada uno, 10 kilos de
carne, 10 kilos de tortillas y 30 litros de salsa, ¿qué tengo?
-¡Ah, caray!, pues ahí mezclaste muchas cosas pero déjame ver… cinco por veinte
más 10 más 10 más…
-No, profe, así no se resuelve, ¿sabe qué tengo?
-A ver, qué tienes.
-¡Pues tengo un pachangón, profe!
-ja, ja, ja, ja… muy buena.
-Oiga profe, pero qué lección podemos sacer de la ley de la uniformidad.
-¿Lección? Más bien lecciones.
-¿Lecciones?
-Así es.
-¿Cómo cuál, profe?
-Antes de decirles les pregunto algo, el dicho “agua que no has de beber, déjala
correr”, ¿a qué se refiere?
-Pues a que si algo no tienes intensión de usarlo pues que ni lo agarres, o algo así
supongo.
-A ver, a ver, ¿no quiere decir precisamente eso de que si no vas a tomar agua
dejes que ésta corra?
-Claro que no, profe, es una metáfora, como decir “más vale pájaro en mano que
ciento volando”, esto no quiere decir que vale más un pájaro en la mano que cien
en el aire sino que hace referencia que es de mayor provecho algo que uno tiene
que cientos de cosas más que pudieran andar por ahí pero que no fueran de uno.
-Exacto muchachos, han dicho bien. Los dichos usan analogías para enseñarnos
algo, pero cada quien saca las lecciones que necesita.
-¡O que puede, profe!, porque hay unos que no les entran ni con calzador.
-Ja, ja, ja, tienes razón.
-¿Y qué de la lección que puede aprenderse de esta regla matemática, profe?
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-Como les dije, cada quien podrá sacar una lección de algo tan frío como una
regla matemática, la lección que yo saco es esta: el éxito en lo que sea siempre irá
aparejado de constancia, disciplina, esfuerzo y pasión.
-Ay, profe, ¿en serio? Eso se lo sacó de la manga, no tiene nada que ver con la
ley esa de la uniformidad.
-¿Ah, no?, ¿qué dice la ley?, ¿qué no dice los números son números y sus
operaciones siempre dan los mismos resultados independientemente de qué
identifiquen?
-Pues si profe.
-Pues aquí es igual: la constancia, disciplina, esfuerzo y pasión son esas variables
que existen por sí mismas y que independientemente de con qué se las identifique
siempre dan el mismo resultado: el éxito.
-¿A qué se refiere con éxito, profe?
-¿A qué te refieres tú?
-¿Cómo?
-Sí, mira, cada quien define el éxito. Para alguien puede ser tener mucho dinero,
pero por ejemplo, para un misionero cristiano tal vez signifique otra cosa y hasta
muy diferente de tener mucho dinero. De igual forma para otros pues significar
fama, poder, respeto, pero para otras gente podrá significar otras cosas, por eso te
pregunto qué significa para ti porque esa es la definición que te será válida.
-Pero, profe, explique un poco más eso de la constancia, disciplina, esfuerzo y
pasión como variables del éxito se vean de dónde se vean.
-Si miren, ¿recuerdan cuando dijimos que dos más dos de lo que sea, manzanas,
peras, etc., siempre darían dos?
-Sí.
-Igual con la constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, me hables de lo que me
hables, una carrera, una familia, una empresa, lo que sea, para lograr el éxito
siempre se requerirá de estas cuatro variables.
-¿Podría explicarlas, profe?
-Claro que sí. ¿Quién ha venido todos los días a clases?... bien, muy bien, eso es
constancia. ¿Quién trajo las tareas que se encargaban?... bien, bien, eso es
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disciplina. ¿A quién le costó trabajo las dos cosas anteriores y aun así las
hicieron?... ja, ja, ja, que tantos, muy bien, eso es esfuerzo. ¿Y a quién esta
materia se le hace la mejor, la más emotiva, la “uy, qué padre”?... ja, ja, ja, ¿a
nadie?, bueno si hubiera alguien que pensara así eso sería pasión.
-¿Otro ejemplo, profe? Que no sea esta materia.
-Claro que sí. Veo que siempre traes una raqueta de tenis, ¿por?
-De aquí me voy a las clases aquí en la escuela de tenis.
-Tomemos eso. ¿Cada cuánto vas a tus clases de tenis?
-Diario, de 7 a 8 por las tardes.
-¿Y nunca has faltado?
-Una vez en lo que va del curso pero fue aquella semana que me enfermé, ¿se
acuerda que le traje el justificante?
-Sí, me acuerdo, pero ¿por qué no has faltado más días? Por ejemplo para
descansar salir con tus amigos o lo que sea.
-El maestro de tenis nos lo puso de esta manera, profe: “para escuchar el mejor
sermón del año en misa, tenemos que ir todos los domingos”.
-¡Eso es constancia! Saber que hay algo que tenemos que hacer y asignarle un
compromiso de realización a prueba de todo.
-¿Y disciplina, profe?
-Va junto con la constancia, pero se refiere a que las cosas que deben hacerse se
harán sin buscar pretexto para no hacerlas. Por ejemplo, si aquí tu compañero
tiene mucha constancia y viene todos los días a sus clases de tenis, pero no hace
las rutinas, los ejercicios que le dice el maestro es igual que no viniera. La
constancia debe ir aparejada de la disciplina para que lo que buscamos dé
resultados.
-¿Y el esfuerzo?
-Obvio, muchachos y muchachas, que todo lo que vale la pena, lo que queremos
alcanzar, implica esfuerzo, ¿y esto por qué?, por la razón lógica y objetiva, como
las matemáticas, ja, ja, ja, les decía, por la razón lógica y objetiva de que lo que
queremos lograr no lo tenemos, si no lo tenemos está fuera de nuestro alcance y
para ello tenemos que ampliar nuestros límites para traer eso que deseamos
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dentro de lo que somos y de lo que tenemos. ¿O acaso creen que aquí a su
compañero no le ha costado esfuerzo aprender a jugar como juega?
-¡Pero si es re-malo para jugar, profe!
-Ja, ja, ja, ja… claro que no, yo lo he visto y es muy bueno, si no no estuviera
seleccionado.
-Bueno, profe, pero ¿y la pasión?
-¡Ah, la pasión! Ese es el ingrediente mágico. Dejemos que su compañero no lo
ejemplifique. ¿Por qué, dinos, a pesar del esfuerzo que implica ser constante y
disciplinado en la práctica del tenis sigues haciéndolo?
-La verdad, profe, es que me gusta mucho.
-¡Esa es la pasión! Hacer algo que nos guste, pero no solo que nos guste sino que
nos guste tanto que valga la pena toda la constancia, toda la disciplina y todo el
esfuerzo que tenga que ver con ello. Si les falta este último ingrediente bien
pueden ser constantes y disciplinados y estarse esforzando en ello pero no
estarán satisfechos y poco a poco se irán desgastando. La pasión es ese
combustible que nos permite seguir y seguir y seguir en la constancia, la disciplina
y el esfuerzo cuando algo nos gusta completa y totalmente.
-¡Profe!
-Sí, dime.
-¿Y qué hay de la suerte?
-¿Qué con ello?
-Pues que mucha gente ha triunfado solo a base de suerte.
-¿Tú crees eso?
-Pues sí.
-Excelente. Adelante.
-¿Qué quiere decir, profe?
-Miren, muchachos y muchachas, como les dije cuando comenzamos esta charla,
no estoy aquí para convencer a nadie, me preguntaron mis ideas al respecto y se
las comparto, pero finalmente lo que más importa es lo que ustedes piensen. Si
piensan que se requiere de constancia, disciplina, esfuerzo y pasión para triunfar
en la vida, excelente, si por el contrario creen que solo es cuestión de suerte,
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11
igualmente excelente, cada uno caminará su camino y comprobará si lo que
piensa es tal cual en la vida real.
-Está bien, profe, con esa línea de pensamiento y entendiendo lo que nos dice,
¿qué piensa usted de lo que le dije, que en ocasiones todo es cuestión de suerte y
no de constancia, disciplina, esfuerzo y pasión?
-Pues que no estoy de acuerdo.
-¿Por?
-Primero, muchachos y muchachas, habría que ponernos de acuerdo a qué le
vamos a llamar éxito o triunfo, ¿tener dinero, tener fama, tener poder?, también
recuerden que hay gente que busca cosas digamos más intangibles como paz,
tranquilidad, armonía, justicia y otras que van más allá y persiguen metas
espirituales.
-¿Entonces?
-Les propongo que definamos el tener éxito o triunfar en la vida como el sentido de
satisfacción personal que cada quien tenga respecto de lo que consigue, ¿les
parece?
-De acuerdo.
-Ahora bien, en función de eso, ¿dónde queda la suerte?
-Eso, profe.
-No niego que muchas cosas sean producto de la casualidad, o más bien
causalidad, pues todo tiene una causa, pero incluso en el caso de la suerte uno
debe estar preparado para aprovecharla. Mucha gente que he tenido éxito o a
triunfado por suerte, en realidad era gente que estuvo en el lugar y momento
preciso para aprovechar una oportunidad que se le presentaba, pero de igual
forma han de haber otros casos donde a pesar de la existencia del factor suerte,
quien lo vivió no aprovechó la oportunidad y pues simplemente no alcanzó ese
éxito o ese triunfo.
-Pero profe, sacarse la lotería no implica nada de eso ni mucho menos de
constancia, disciplina, esfuerzo o pasión.
-Miren, podemos discutir y discutir sobre este punto sin llegar a nada, como les
dije, no estoy comentándoles esto para convencer a nadie sino solo para compartir
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mis ideas. Y repito, si alguien opta por creer más en la suerte, como en este último
ejemplo que nos pones, pues que cada semana esté comprando su cachito de
lotería dejando en manos de eso toda su realización como persona, yo por mi
parte opto por lo que les dije, constancia, disciplina, esfuerzo y pasión por que por
lo menos esto me da algo que la suerte no: la capacidad de erigirme como dueño
de mi destino y de poner las riendas en mis manos.
-Oiga, profe.
-Dime.
-Y esto de la constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, ¿son ideas suyas o las ha
leído en algún lado?
-Qué bueno que preguntas eso pues yo creo que si bien uno puede usar ideas que
otros han expresado solo se es verdaderamente sincero cuando lo que dice refleja
lo que piensa y eso porque ya ha sido hecho parte de uno mismo. Pero no quiero
que se queden con la idea de que solo son ocurrencias de uno. Son ideas que he
madurado en lo que he vivido, pensado y sentido, pero que también he
corroborado con lo que la gente que ha tenido éxito o triunfado me ha dicho.
-¿Cómo quienes, profe?
-“En la vida real, el que no se rinde es un valiente”
-¿Quién dijo eso?
-Paul McCartney.
-Ah, uno de los Beatles.
-“Has de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”
-¿Y eso?
-Antoine de Saint-Exupéry
-El autor del Principito.
-“Nunca te olvides de sonreír porque el día que no sonrías será un día perdido”
-¿Quién lo dijo?
-Charles Chaplin.
-“Todo parece imposible hasta que se hace”
-¿Y esa de quien es, profe?
-Nelson Mandela
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-“Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie”, esto es
de Emily Dickinson
-¿Quién fue ella, profe?
-Una poetisa estadounidense.
-“Nadie más que uno puede liberar su mente de la esclavitud”, de Bob Marley.
-El cantante.
-“Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto”, Martin Luther
King.
-El activista que asesinaron.
-“Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que
cualquier otro talento”
-¿Quién dijo eso, profe?
-Isaac Newton
-“Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo y acabarás lográndolo”
-¿De?
-Ludwig van Beethoven
-“El éxito es la capacidad de ir de un fracaso a otro sin perder entusiasmo”
-¿Y esa frase de quién, profe?
-Winston Churchill
-Primer ministro durante la segunda guerra mundial.
-“La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”
-¿Y esta?
-Pablo Picasso.
-Ah, el pintor.
-“Quiero compartir con ustedes el secreto que me ha llevado a alcanzar mis
metas: mi fuerza reside únicamente en mi tenacidad”
-¿Y esa frase de quién es, profe?
-Louis Pasteur.
- Químico francés.
- Cuando hablamos de éxito, muchachos y muchachas, sé que todos quisiéramos
que de una u otra forma hubiera alguna manera rápida y fácil de alcanzarlo,
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afortunadamente para nosotros no existe tal camino fácil, pero el camino difícil
genera en nosotros no solo el carácter del triunfador sino gozo si es que lo que
hacemos nos apasiona. Los tiempos actuales donde los productos y servicios son
rápidos y fáciles, genera en todos nosotros una sensación de que el éxito en lo
personal o profesional guarda las mismas características, lo cual no es así. Todos
los ejemplos de grandes logros en la historia de la humanidad están matizados de
la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión en su consecución. Por más
que algunas voces quieran vender la idea del éxito instantáneo, éste no existe. Tal
vez alguien señale los golpes de suerte, como el ejemplo eso de sacarse la lotería,
como prueba de que el éxito instantáneo existe, pero no es así y por una simple
razón: el éxito no está en lo que se obtiene sino en lo que uno se transforma.
-¿En lo que uno se transforma, profe?
-Sí, miren. Analicemos esa idea. Cuando algo se te da de manera fácil ni siquiera
es valorado, pero cuando conseguir una meta u objetivo implicó esfuerzo la misma
adquiere valor. Pero en el inter hay algo mágico que sucede y es la creación de un
carácter de triunfador en la persona. Ojo con esto: Conseguir una meta fácil no le
da tiempo a la persona de desarrollar ese carácter de triunfador, le da lo que
quiere sin que se lo haya ganado, pero peor aún, sin que se haya conquistado a sí
mismo logrando la plenitud de sus capacidades.
-¿Cómo es eso profe?
-Piensa en esto: si todos nos fuera dado fácilmente realmente nunca
aprenderíamos ni creceríamos. Es por ello que todo logro que valga la pena
necesaria y forzosamente requerirá de constancia y disciplina las cuáles como
ingredientes extraordinarios generarán en nosotros la magia del cambio entre lo
que somos y lo que podemos llegar a ser. Pero esa constancia y disciplina debe
estar aderezada por un ingrediente adicional: la pasión en lo que hacemos, de otra
forma la constancia y la disciplina nos asfixiarán pues nos exigirán acciones en un
camino no disfrutable. Dalí, Picasso, Beethoven, da Vinci, todos ellos tenían algo
en común: cuando estaban enfrascados en la creación de sus obras dormían muy
poco, apenas unas horas cada día. ¿Les ha pasado que cuando estás haciendo o
por hacer algo que te apasiona en extremo puedes prescindir del sueño e incluso
15
a veces hasta de comer en forma?, entonces, ¿de dónde sale esa fuerza para
emprender acciones tan dinámicas como cuando hacemos lo que nos gusta?
-De la pasión, profe, esa que nos mencionó hace rato como parte de la
constancia, la disciplina y el esfuerzo, ¿verdad?
-Así es. Cuando haces lo que te apasiona, ustedes, al igual que los grandes
genios que hemos mencionado, se conectan con una fuerza dinámica que todos
tenemos, que es superior y que solo se activa cuando lo que enfrentamos trae una
mezcla de reto pero al mismo tiempo de gozo interno. Así que si quieres una
receta para el éxito recuerda que debes buscar aquello que te desborde de
emoción cuando lo haces y aplicar en ello el rigor de la disciplina para llegar al
dominio pleno tanto de tus potencialidades como de la meta planteada, después
de todo el éxito es la combinación de constancia, disciplina, esfuerzo y mucha,
¡pero mucha pasión!
-Así es, profe.
-Como ven, muchachos y muchachas, quienes al menos yo considero gente de
éxito, de triunfo, van en el sentido de la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la
pasión, más que la suerte, es más, no conozco ni siquiera una frase de alguien
con esas característica que se refiera a la suerte como base de su éxito.
-Profe, pero nos dijo de otras leyes matemáticas.
-Así es, esta reflexión tomó de pretexto la ley de la uniformidad pero también
tenemos la ley conmutativa
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Ley conmutativa
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-Ley conmutativa, ¿qué decía esa ley, profe?
-Ah, que muchachos, ¿qué ya no se acuerdan?
-Yo sí, profe.
-A ver, ¿qué decía?
-Qué el orden de los factores no altera el producto.
-Bueno, sí, eso aplica para la multiplicación, en el caso de la suma es parecida,
muchachos y muchachas, dice que el orden de los sumando no altera la suma.
Como pueden ver es muy parecida.
-Pero por qué dice, profe, que aplica para la multiplicación y la suma, ¿no aplica
igual para la resta y la división?
-No, para ellas no aplica tal cual. Por ejemplo, no es lo mismo 5 menos 3, que da
2, que 3 menos 5, que da -2. Igual la división, no es lo mismo 8 entre cuatro, que
da 2, que cuatro entre ocho, que da .5 Aunque si se fijan no aplica no por que no
sea una regla general sino porque, en estos casos que menciono se trata de
operaciones diferentes, repito, no es lo mismo 5 menos 3, que 3 menos 5, son
operaciones diferentes, pero si respetamos la operación de 5 menos 3 y decimos -
3 más 5, entonces sí da. Igual con la división, hay que respetar la operación, no
cambiarla y entonces sí va a dar. En el caso de la suma y la multiplicación no es
necesario esto, siempre da.
-¿Y de esta ley qué lección podemos sacar, profe?
-Me preguntan, les digo, pero antes les propongo sigamos en la línea de
pensamiento donde el éxito implica constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, ¿les
parece?
-Está bien.
-Bueno, pues en ese caso bien podemos parafrasear la ley conmutativa y decir
que el orden en que constancia, disciplina, esfuerzo y pasión se pongan no
cambia el resultado final que es del éxito.
-No me queda del todo claro, profe, ¿quiere decir que podemos ser primero
constantes, por ejemplo, aunque no disciplinados de inicio y luego serlo, o incluso
que bien podemos empezar con el esfuerzo sin tener la constancia ni la disciplina
y que luego vengan estas dos cosas?
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-Exactamente, eso es lo que quiero decir.
-¿Pero cómo?
-Miren, antes de responder a ese cómo déjenme decirles para qué, ¿sale?
-A ver
-Cómo saben uno de los beneficios de la edad es la experiencia, y pues uno como
dicen por ahí no se cuece al primer hervor, así que algo debo de haber aprendido
en estos años de vida. Una de esas cosas que he aprendido es, como dice el
dicho, que Roma no se hizo en un día, o como dice otro dicho, un viaje de mil
kilómetros empieza con un solo paso.
-¿Y eso que quiere decir, profe?
-A veces me ha tocado ver gente que desea lograr algo y que incluso sabe que
requiere para ello constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, pero cometen el error
de querer hacer todo eso de golpe y a la primera con lo que lo único que obtienen
es un desgaste innecesario, físico, mental, emocional e incluso espiritual, que
conlleva a una frustración casi obligatoria.
-Sigo sin entender, profe.
-A veces para entender algo es mejor ejemplificarlo. Veamos entonces un ejemplo.
Dime algo que te gustaría aprender.
-A tocar piano.
-Qué bueno. Imagínate que tuvieras el tiempo y el dinero para estudiar piano,
incluso comparte uno para practicar o simplemente tocar cuando quisieras en
casa.
-Va.
-Ahora imagínate que comienzas tus clases de piano y que el maestro te dice que
debes practicar en tu casa un minino de una hora diaria adicional a las clases que
con él recibes para adquirir destreza. Como nunca antes habías estudiado ni
practicado piano pues deberás genera un nuevo hábito y para ello la costumbre es
lo único que puede generarlo. Pero supongamos que a las dos semanas por equis
o ye te invitan tus amigos unos días en la playa y dejas el estudio y la práctica y
como consecuencia de eso te sientes mal por romper esa rutina y cuando
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regresas cargas con ese sentimiento que te va alejando del piano, ¿cuál sería una
mejor actitud?
-Pues simplemente retomar mis clases y mi práctica.
-Exacto. Si de inicio crees que constancia, disciplina, esfuerzo y pasión deben
estar al 100 desde el primer día y mantenerse así siempre estás pensando de una
manera poco práctica pero que además trae frustración. Como todo habrá de esas
cuatro variables algo que dé inicio tengas pero también es muy probable que otras
las vayas desarrollando conforme sigues y sigues y sigues en el intento.
-Entiendo eso, profe, pero ¿el orden no afecta?
-Para nada. Puedes comenzar con mucha pasión algo y poco a poco ir
desarrollando la constancia y la disciplina a través del esfuerzo para alcanzar lo
que te propongas. O bien puedes empezar con mucho esfuerzo por que todavía
no tienes la pasión que te motivo ni has generado una costumbre basada en la
rutina a través de la constancia y la disciplina y después generar estas dos últimas
dejando la pasión para que surja al final.
-Como que ya me queda un poco más claro, profe.
-Pero eso no es todo, mis estimados muchachos y muchachas, la ventaja de ver
esto así es que puedes comenzar la lucha por alcanzar tus metas desde
cualquiera de esas cuatro variables, constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, e ir
generando las que te falten posteriormente.
-¿Si?
-Así es. Por ejemplo, cuando escucho de ustedes que algo no quieren hacer
simplemente porque no les gusta siento que quisieran tener primero la pasión para
hacer algo para poder comenzarlo, pero la vida no es así, al contrario, habrá
muchas cosas que de inicio no les gusten y entonces deberán empezar con el
esfuerzo, o si no implica mucho esfuerzo al menos con la constancia y la
disciplina.
-¿Pero y si ya tiene uno pasión por algo?
-Pues que bueno, como les dije la pasión es esa gasolina que el motor de nuestra
vida requiere para avanzar, pero de igual forma les pasión requerirá de la
constancia, la disciplina y el esfuerzo para convertirse en algo tangible.
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-¿Algo tangible?
-Sí, miren. El ser humano está hecho de deseos prácticamente ilimitados. Todos
quisiéramos tener más, ser más, incluso vivir más. Cuando enlistamos todas
aquellas cosas que quisiéramos lograr lo lógico es que algunas nos parezcan sino
irrealizables casi imposibles, pero si valen la pena, ¿por qué no intentarlo?
-Pues sí, profe.
-Ahora piensen, ¿cuántas veces hemos escuchado la frase: "no creí que fuera
posible"? Frente a hechos o logros de otras personas que nos pasman se nos
vienen dos ideas a nuestra mente: lo fácil y realizable que parece el hecho una
vez realizado y el por qué no fuimos nosotros quienes lo hicimos.
-Así es.
-A veces pareciera que ante los retos solo estaríamos dispuestos a correr aquellos
riesgos siempre y cuando tuviéramos la certeza de conquistar. Si así fuera
¡dejarían de ser riesgos! Un riesgo implica la posibilidad de ganar o perder, si solo
intentáramos aquellos por lo que tuviéramos certeza de lograr la vida sería harta
aburrida, pero no solo eso, en realidad nunca creceríamos como personas.
-¿Y ahí es donde entra la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión?
-En efecto. Piensa en lo siguiente, ¿cómo logra un campeón de levantamiento de
pesas levantar en ocasiones hasta cientos de kilos? No es manteniéndose en
aquello que desde un inicio puede levantar sino intentando levantar cada vez más.
Al inicio tal vez no pueda, luego le costará y finalmente podrá levantar lo que se
propuso. Lo anterior se da por que ante la exigencia planteada, el cuerpo
reacciona creando músculos, fortaleciendo huesos, endureciendo tendones, hasta
que puede levantar el peso deseado. Ese mismo símil es aplicable a la natación,
la carrera de velocidad, el lanzamiento de jabalina, el salto con garrocha... y el
logro de los sueños, de las metas y los objetivos.
-¿Y si no podemos, profe?
-Inténtalo.
-¿Pero si no podemos?
-Inténtalo.
-Y si ya lo intenté y no puedo.
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-Inténtalo. Todos tenemos en nuestra vida ejemplos de cosas que logramos
después de intentarlo, cosas que creíamos al inicio que no podríamos, desde
andar en patines o bicicleta cuando niños hasta terminar una carrera profesional
cuando grandes. El intentarlo nos permite ver hasta dónde podemos llegar, pero
lo que es mejor, desarrollar con la práctica capacidades que nos van haciendo
mejores, y no mejores con relación a los demás, sino mejores con relación a
nosotros mismos. Este ser mejor abarca crecer en miras, en sueños, en confianza,
desarrollar carácter, valor, compromiso, superar nuestros miedos, obstáculos y
límites, y finalmente llegar a ser los seres de excelencia que estamos llamados a
ser. Hay quienes llevan el razonamiento del éxito hasta extremos donde no vale
intentar sino solo lograrlo, si así fuera el pesista, el nadador, o el corredor nunca lo
lograrían pues generalmente las metas que valen la pena están fuera de los
alcances de nuestras capacidades actuales. Inténtalo, pero no una, ni dos, ni tres
veces... inténtalo tantas veces como sean necesarias para que al final logres tus
metas.
-Profe, pero a veces por más constancia, disciplina, esfuerzo y pasión que uno
pueda querer imprimirle a la lucha por obtener algo hay obstáculos que casi casi
son insalvables.
-Casi.
-¿Cómo?
-Bien dijiste: casi.
-Si pues, pero igual no todo depende de uno.
-¿Cuántas veces todos ustedes en su vida se han enfrentado a obstáculos que
parecían prácticamente inalcanzables solo para verse después conquistándolos?,
peor aún, ¿qué hubiera pasado si a la primera de cambio hubiéramos dejado de
intentarlo?
-Pues que no habríamos logrado eso que nos hubiéramos propuesto, profe.
-Así es. Si los obstáculos fueran razón para desistir de algo, ¿qué sería de la
vida?, ¿qué hubiera sido de la historia? El maestro de Beethoven lo declaró en su
momento un caso perdido como compositor; el maestro de Enrico Caruso, uno de
los más grandes cantantes de ópera, decía que no tenía voz y que no sabía
22
23
cantar; los maestros de Charles Darwin lo consideraban un chico ordinario por
debajo del promedio intelectual; el editor de un periódico despidió a Walt Disney,
cuando apenas empezaba su carrera, por falta de ideas. Los maestros de Thomas
Edison decían que era demasiado estúpido para aprender cualquier cosa; el
maestro de Albert Einstein lo describió en su momento como mentalmente lento,
insociable y con sueños absurdos, de hecho en 1905 la Universidad de Berno le
rechazó una disertación doctoral por considerarla irrelevante e irreal; del gran
escultor Rodín se decía que era el peor alumno de la escuela, de hecho los
“expertos” rechazaron tres veces su solicitud de admisión a la escuela de arte; a
León Tolstoí, autor de “La Guerra y la Paz”, lo obligaron a abandonar la escuela ya
que los “eruditos” lo consideraban completamente incapaz de aprender.
-¿En serio, profe?
-Así es, pero más importante que esas historias es lo que podemos aprender para
nuestra vida hoy y aquí. Los obstáculos existen, son reales, lo único que no es real
es la percepción que de ellos tenemos, esa es subjetiva y está en función de
nosotros mismos. Piensen en esto: un obstáculo se define como tal solo y cuando
creemos que requeriremos de una gran reserva de fuerzas para conquistarlo. Para
ninguno de nosotros, ya jóvenes y adultos, una escalera se vuelve un obstáculo,
¿pero qué tal para un niño de uno o dos años?, es algo prácticamente insalvable.
¿Qué quiere decir eso?, que la definición de nuestra personalidad va a estar en la
vida en función de lo que consideremos realmente un obstáculo.
-Es que también uno va creciendo, profe.
-Así es. Es un hecho que conforme crecemos lo que considerábamos obstáculos
dejan de serlo y los retos que nos planteamos se convierten cada vez en más
ambiciosos, así es la vida, y la manera en que enfrentemos esto es la que definirá
el carácter en nuestra personalidad.
-¿Quiere decir eso, profe, que no hay obstáculos como tal?
-Cuando hablamos de obstáculos hablamos de una relación fuerzas-retos, pero
más interesante aún, la percepción que de ello tenemos. El obstáculo podrá seguir
existiendo, eso no lo podemos cambiar, lo que sí podemos cambiar es la
percepción que de él tenemos, lo cual nos pondrá en un uso eficiente de nuestros
24
recursos. ¿Qué quiere decir esto?, simplemente que nuestra mente puede trabajar
a nuestro favor o en contra nuestra. Yo creo que todos tenemos en mente
actitudes propias o de conocidos ante problemas: cuando pesimistamente se dan
por vencidos es mucho más difícil conquistar los retos que cuando se muestra una
actitud de lucha y optimismo.
-Y eso a través de la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión, ¿verdad
profe?
-Ándale. Cuando uno conquista un obstáculo, en realidad se conquista a sí mismo,
a sus miedos, a sus mediocridades, a su corta visión; cada obstáculo conquistado
por la tenacidad, el valor y el coraje nos permite crecen como personas interior y
exteriormente, nos da más recursos y herramientas para nuestra vida y nos
permite una visión de nosotros mismos, de los demás y del mundo que nos rodea
más amplia, profunda y trascendente. Es así como los obstáculos solo existen
para demostrarte que no tienes límites.
-Supongo que de todo esto también tiene referencias de gente de éxito, ¿verdad,
profe?
-“Mi grandes no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado
siempre”
-¿Y eso quien lo dijo, profe?
-Napoléon Bonaparte
-“Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande”
-¿Y eso?
-De José Ortega y Gasset.
-¿Y ese quién fue, profe?
-Un filósofo y ensayista español.
-¡Ah!
-“Si no hubiera quienes triunfan contra toda probabilidad, creo que todo el mundo
renunciaría”
-¿De?
-Stephen King.
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-“La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda es hacer feliz
a los demás”.
-¿Quién dijo eso, profe?
-Mario Moreno
-¡Cantinflas!
-“Poca gente es capaz de prever hacia donde les lleva el camino hasta que llegan
a su fin”.
-¿Y eso de quien, profe?
-J.R.R. Tolkien
-Es el que escribió El Señor de los Anillos.
-“Se triunfa con lo que se aprende”, Cocó Chanel
-¿La de los perfumes, profe?
-Así es.
-¡Ah!
-“Todos los esfuerzos que se hagan en la búsqueda de la verdad, tarde o
temprano conducirán al camino correcto”
-¿De quién, profe?
-Ramana Maharshi.
-¿Y ese quién es, profe?
-Fue un importante maestro espiritual hinduista indio.
-“No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja,
aspira, tiende siempre hacia la altura”.
-¿Y eso de quién, profe?
-Rubén Darío.
-Fue un escritor nicaragüense, ¿verdad, profe?, leímos algunas cosas de él en
secundaria.
-“A veces la vida te va a pegar en la cabeza con un ladrillo. Pero no pierdas la fe”,
eso es de Steve Jobs.
-El fundador de Apple.
-“Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas”, Woody
Allen.
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-El productor de cine, ¿verdad, profe?
-Así es. “La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto no depende de lo que
tenemos, sino de lo que somos”. Pablo Neruda.
-Otro que leímos en secundaria.
-“Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender”, de Charles
Dickens.
-A ese también lo leímos.
-Como ven muchachos, sigue la línea de la constancia, la disciplina, el esfuerzo y
la pasión.
-Y eso que todavía nos faltan la ley asociativa y ley disociativa, profe.
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Ley asociativa
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-Muchachos y muchachas, ¿alguien se acuerda de la ley asociativa?
-Creo que esa era para la suma, ¿verdad profe?
-Aplica para las cuatro operaciones básicas, no solo la suma, ¿alguien se
acuerda?
-Aquí la encontré en los apuntes, profe, dice que la suma de varios números no
varía sustituyendo varios sumandos por su suma.
-Así es, aunque esa es la redacción para la suma, pero igual aplica a la resta, la
multiplicación y la división, obvio que expresada en función de esas operaciones.
-¡Un ejemplo, profe!
-Un ejemplo, un ejemplo… eso quiere decir que no se acuerdan, ¿verdad?
-Yo sí, profe.
-A ver, un ejemplo.
-Por ejemplo, si uno tiene 2 más 3 más 5 más 1 eso nos da 11, pero igual si
primero uno suma el 2 y el 3 teniendo 5, luego suma el otro 5 y el 1 teniendo 6, y
finalmente suma el primer resultado de la suma del 2 y el 3 que era 5 con el
segundo resultado de la suma del 5 y del 1 que era 6, el resultado igualmente de
ese cinco más ese 6 da 11.
-Muy buen ejemplo.
-¿Y para las otras operaciones?
-Es lo mismo, muchachos y muchachas. Por ejemplo, en el caso de la resta
podríamos decir que la resta de varios números no varía sustituyendo varios
sustraendos por su resta.
-¿Algún ejemplo, profe?
-Que aquí su compañero que nos dio el ejemplo de la suma nos lo aplique ahora
para la resta.
-Claro que sí, profe. Mismo ejemplo, pero ahora para la resta. Si uno tiene 2
menos 3 menos 5 menos 1 eso nos da -7, pero igual si primero uno al 2 le resta el
3 teniendo -1, luego le resta al otro -5 el -1 teniendo -6, y finalmente se le resta el
primer resultado de la resta del 2 y el 3 que era -1 con el segundo resultado de la
resta del -5 y del -1 que era -6, el resultado igualmente de ese -1 y el -6 da -7.
-¿Entendieron muchachos y muchachas?
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-Más o menos, profe, ¿qué no le cambió el signo al segundo 5?
- En realidad no le cambió sino que le respetó el signo original que traía, eso lo
hizo para mantener la naturaleza original de la operación, no puedes en la primera
tener un segundo 5 con signo negativo pues es una resta y ya que desagregas la
operación en dos ese mismo 5 tener ahora signo positivo, debe mantenerse la
naturaleza original dela cuenta.
-Ah, ya entiendo.
-Pero bueno, profe, en el mismo tenor de ideas que nos ha venido comentando,
¿qué lección puede sacarse de ello?
-Siguiendo con la constancia, disciplina, esfuerzo y pasión, necesarios por lo ya
comentado ya tener éxito y alcanzar nuestras metas, podemos ahora pasar a un
nivel más concreto, más específico.
-¿Cómo es eso, profe?
-Sí, miren. Hasta ahorita hemos hablado de la constancia, la disciplina, el esfuerzo
y la pasión de una forma general, como grandes ideas que, propongo, deben regir
nuestros pensamientos y nuestras acciones en pos de lo que nos propongamos,
¿verdad?
-Sí, así, es, profe.
-Pero en realidad la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión no son sólo
ideas generales sino que son los términos en lo que nos referimos a cosas muy
concretas relacionadas con el quehacer cotidiano.
-¿Cómo es eso, profe?
-Si miren, ¿se acuerdan del ejemplo de aquí su compañero deseando aprender
piano?
-Sí.
-¿O de aquí su otro compañero aprendiendo tenis?
-También.
Pues recuerden que tocamos por encimita las acciones que ellos hacían, prácticas
y concretas, relacionadas con la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión.
-Ah, sí, profe, cómo eso de practicar cada día a tal hora y demás, ¿verdad?
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-Así es. De nada sirve que nos quedemos e incluso estemos de acuerdo con las
ideas que hemos señalado en función de la constancia, la disciplina, el esfuerzo y
la pasión si no somos capaces de llevar eso a la práctica del día a día.
-Entendemos, profe, pero ¿y dónde entra aquí la ley asociativa?
-A pues igual que los ejemplos que vimos, si tú tienes muchas acciones cotidianas
relacionadas con la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión, la suma de
ellas te seguirá dando el mismo resultado de llevarte en pos del éxito.
-Ay, profe, eso es muy lógico. Obvio que la suma de las acciones relacionadas con
la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión, si las sumas te llevarán al éxito,
¿qué no es eso lo que ha estado diciendo?
-Sí, pero no del todo. Quiero que lo comprendan a cabalidad, ¿por qué? porque
hay quienes en su deseo de lograr algo se sobrecargan creyendo que así logran
más cosas o las logran más temprano cuando no necesariamente es así, es más,
en ocasiones y el sobrecargarse va en detrimento de uno.
-Ah, caray, profe. Me perdí. ¡Y no creo ser el único! O sea que si a uno le dicen
que practique una hora diaria y en un mes será bueno para algo, si práctica más
bien dos horas ¿no logrará eso en 15 días?
-Cómo ya nos estamos bajando a niveles muy práctico ay que tener cuidado en
esta etapa para no confundirnos. Eso que dices es correcto. Igual lo que yo digo.
Solo hay que verlo en la justa perspectiva.
-A ver cómo, profe.
-Tomemos ese ejemplo que nos das, supongamos que la destreza requerida para
lo que estés pensando no solo se refiera a esa hora diaria de práctica sino
también a otro tiempo dedicado al estudio e incluso cierto tiempo dedicado a otros
ejercicios.
-¿Cómo que otros ejercicios, profe, que no la práctica de la hora es eso?
-No necesariamente. Por ejemplo, un cantante sí, claro, práctica todos los días
cierto tiempo sus canciones, pero aparte tiene que hacer otros ejercicios a otras
horas de vocalización respiración y demás.
-Ya entiendo.
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-Pero bueno, supongamos que hay, como generalmente pasa, muchas cosas que
hacer relacionadas con eso que quieres lograr, dentro de las cuales está la hora
esa que mencionabas en tu ejemplo. Ahora bien, supongamos que para avanzar
más rápido decides hacer de más o juntar dos o tres cosas para alcanzar más
pronto lo que deseas, ¿qué pasará?
-Pues, como le dije, que alcanzará en menos tiempo lo que buscaba.
-Tal vez, pero también se corre el riesgo de desgastarse innecesariamente y de
perder otras cosas de la vida.
-¿Desgastarse y perder?
-Sí, miren. ¿Por qué creen que a los cantantes, ahora siguiendo mi ejemplo, les
dan un máximo de horas para ejercitar?
-Para no forzar su voz, profe.
-Exacto, así es. Pero eso no es solo para los cantantes, también lo es para los
boxeadores, los tenistas, los nadadores, los pintores y poetas.
-¿Pintores y poetas?
-Así es. No crean que sólo el esfuerzo físico desgasta, también el esfuerzo mental
desgasta. Por eso es que se sugiere no forzar ni el cuerpo ni la mente. Además,
siguiendo el ejemplo de la ley asociativa por más que sumes y sumes y sumes, o
te sobrecargues como dijimos, lograrás lo mismo, no más ni menos.
-¿Y esa lección para que nos sirve?
-Para vivir bien, mi estimado. Para ponderar o que hacemos, para no someternos
a presiones innecesarias. Recuerden que hablamos de inicio de constancia y
disciplina, es decir de algo rutinario, repetitivo, no tanto de un esfuerzo casi
sobrehumano que nos lleve de golpe a lo que queremos.
-¿Eso quiere decir, profe, que podemos tomar un respiro mientras vamos en pos
de lo que queremos?
-¡Claro que sí!, eso es. Hombre, hasta las máquinas necesitan que se les apague
de vez en cuando para no quemarse ¡con más razón uno!
-Pero, ¿y si al detenernos perdemos de vista lo que queremos?
-Miren, muchachos y muchachas, en mi experiencia el problema no es plantearse
la meta, sino conseguirla. Esto se debe a que la meta puede deberse a cuestiones
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personales y profesionales y responder sea a necesidades o deseos de cada
quien, pero en el caso de la consecución de las mismas, esto solo se logrará a
través de estrategias, acciones y operaciones y en el largo camino es posible que
llegue el momento en que uno se sienta cansado, ante esto tomarse un respiro es
lo mejor.
-¿Pero descansar para qué o cómo, profe?
-Dos situaciones son las que dificultan ese avanzar en la consecución de las
metas: la primera es que aunque se tengan contempladas acciones para la
consecución de las metas, es posible que esas acciones no sean las correctas, lo
cual implicará reorientarlas una vez que se determine que no nos ayudan para
lograr la meta planteada, pero para entonces ya se le habrán destinado recursos.
La segunda situación se refiere a que la consecución de una meta, sobre todo
cuando son metas importantes y trascendentes, generalmente lleva tiempo,
tiempo en el cual se desarrollan las acciones y se van obteniendo resultados
parciales.
-Y aquí es donde uno puede sentirse cansado, ¿verdad profe?
-Así es. Es normal, lógico e incluso deseable, sí, así es: deseable que uno se
sienta cansado, abrumado o desilusionado al grado de querer claudicar en la
búsqueda del logro de esa meta. Pero veamos las cosas desde otra perspectiva:
Si las metas que realmente valen la pena pudieran ser obtenidas rápidamente y
con un esfuerzo mínimo, no sucedería un milagro en nosotros mismos que es el
de forjar nuestro carácter. Así como el trabajo rudo hace a la gente fuerte
físicamente hablando, las vicisitudes que experimentemos en el camino hacia
nuestras metas nos darán una fortaleza interna a toda prueba.
-Esa fortaleza interna es la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión,
¿verdad, profe?
-Así es, pero eso no quiere decir que uno deja de ser humano y no experimentará
cansancio, físico, mental emocional e incluso espiritual. Anteriormente
mencionamos que un estado anímico de desmotivación es una consecuencia
normal y lógica y así hay que verlo. Nuestro cuerpo es muy sabio, si incluso una
máquina necesita dejarse reposar so pena de que se descomponga, con más
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razón nuestro organismo. La consecución de una meta implica aplicación de
recursos y la concentración de fuerzas de nuestra parte, esto genera un desgaste
físico, pero más mental y emocional. De ahí que lo más normal para subsanar este
desgaste sea que nuestro ser detenga el flujo de recursos para recuperase, y es
ahí cuando, como se dice vulgarmente, nos venimos abajo.
-Pero usted ahorita dijo que ese estado de desánimo era incluso deseable, ¿cómo
es eso?
-Este estado anímico negativo es de alguna forma incluso deseable porque una
situación como la planteada nos trae de vuelta a la realidad, nos muestra como las
personas finitas y limitadas que somos y nos genera esa capacidad llamada
empatía de llegar a comprender a quienes caen en la batalla diaria. En otras
palabras, nos genera humildad personal.
-¿Humildad personal? ¿Y eso que tiene que ver con el éxito, profe?
-Dicen que se aprende más de una caída que de una victoria, y así es, pero
también se aprende más de un bajón anímico en el fragor de la lucha diaria que de
avanzar constantemente a la meta sin detenernos. Estos bajones nos generan
otras capacidades: como la de reflexión, introspección, incluso de valorización de
quienes están a nuestro lado en esos momentos. Nos hace uno con los demás y
nos permite compartir y compartirnos. Por otra parte, el mundo actual, exigente y
competitivo, nos ha vendido la idea de que no podemos detenernos por un
momento en nuestra lucha diaria, y no es así, el querer responder a esa idea
genera estados físicos y mentales negativos pues llevan a nuestro ser más allá de
sus límites. Es como cuando se estudia toda la noche para un examen, el
resultado no es igual que si ese estudio se hubiera espaciado en varios días o
semanas permitiéndonos asimilar de una manera integral la información.
-A mí me pasó la otra vez en Química.
-Ya ves. Pretender llegar a la meta sin detenernos en ningún momento no es
sano, normal ni lógico. Pretender que cuando venga ese bajón emocional se tirará
todo por la borda, tampoco es sano, normal ni lógico.
-¿Y no hay riesgo de perder la meta, profe?
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35
-Sí, claro que hay ese riesgo. El tomarse ese descanso es riesgoso pues pasar del
frenesí de la actividad al sosiego de la calma puede hacernos desistir de nuestra
lucha. Lo que yo recomiendo es, sí, tomarse ese descanso, pero dedicarlo a dos
grandes reflexiones: ver hacia atrás y ver hacia adelante.
-¿Ver hacia atrás y ver hacia adelante, profe?
-Por ver hacia atrás, y para que el estado negativo anímico no termine por
abatirnos, me refiero a hacer un recuento de los logros que hasta ese momento se
han tenido. Es obvio que si se ha llegado a un estado de cansancio es porque se
ha avanzado, poco o mucho pero se ha avanzado, ¿por qué no contar aquellos
pequeños logros que en el andar se han obtenido en vez de contemplar lo que aún
no se obtiene?
-¿Y ver hacia adelante?
-Por su parte ver hacia adelante se refiere a pensar y repensar las estrategias,
acciones y operaciones que contemplamos deban realizarse para continuar
luchando por nuestra meta. Esto es muy útil pues se tiene la información de lo
logrado hasta ese momento, tanto de lo que ha resultado como de aquello que no
ha tenido éxito. Con esto podemos ver lo que nos falta por hacer y evaluar las
acciones futuras.
-Cómo que me queda más claro, profe, y creo a los demás también.
-Si se fijan, dado que en ese descansar vemos hacia atrás y hacia adelante en
realidad no nos hemos detenido, seguimos en una etapa de reflexión de análisis,
de ideación, y por lo mismo estableciendo lo que haremos y llenándonos de
fuerzas para seguir nuestro andar.
-Pero, ¿y si uno de plano se detiene?
-¿Qué tires todo por la borda? Pues que cada día la meta se irá alejando.
-¿Alejando, querrá decir que quedará donde nos quedamos de ella, que no, profe?
-No, quiero decir que la meta se irá alejando cada vez más. Miren, la vida como tal
es un regalo maravilloso lleno de retos, enseñanzas y sorpresas; retos para
crecer, enseñanzas para aprender y sorpresas para gozar, siendo la conjunción de
estas tres aristas las que la hacen realmente maravillosa. Al igual que una carrera,
donde el destino final es la conquista de una meta, la vida presenta caminos con
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retos cuyos fines por tramos conducen a metas planteadas, de la misma forma,
estos retos en ocasiones pueden ser tan abrumadores que requerirán no de una,
ni dos, ni tres, sino más intentos para ser superados. En este escenario es factible
en ocasiones sentir el cansancio fatigoso del andar e incluso la frustración de no
avanzar, siendo que en ocasiones puede pasar por la mente la idea de desistir de
la búsqueda de la meta.
-De acuerdo.
-A veces este desistir es momentáneo, esto sucede cuando se requiere de tiempo
para recuperarse física, anímica o mentalmente, y decir momentáneo significa que
una vez recuperada la totalidad de la energía, uno se lanza de nuevo a la
conquista de la meta; pero en otras ocasiones la intención es desistir
completamente de cualquier intento subsecuente por alcanzar el objetivo. En
ambos casos sucede un fenómeno curioso: a diferencia del símil de la carrera
donde uno puede descansar y la meta permanece fija en el horizonte, en el caso
de las metas de la vida la meta no solo no permanece fija sino que se aleja.
-¿Cómo que se aleja, profe?
-El estar en lucha constante por alcanzar algo va generando en nosotros mismos
una condición que nos va capacitando para superar los retos planteados, pero una
vez que uno cesa en esa lucha inmediatamente comienza a avanzar el deterioro
del desarrollo logrado haciendo que lo avanzado se pierda.
-Por ejemplo, profe.
-Miren, es como cuando uno comienza a dominar un idioma, constantemente se
tiene que estar avanzando hacia el dominio del idioma mismo, pero ¿qué pasa si
se deja de practicar uno, dos o tres años? pues que el pleno dominio se vuelve
más complicado pues incluso lo que ya se dominaba comienza a ser olvidado. De
la misma forma, un atleta, como parte de su acondicionamiento físico
constantemente se somete a esfuerzos físicos que le van dando mayor capacidad,
pero al dejar de ejercitarse al cabo de unos meses todo lo logrado se pierde y
debe comenzar de nuevo si es que quiere conseguir lo deseado.
-¡Ah!
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-De la misma forma en la vida, cuando nos planteamos metas que valen la pena,
el reto de las mismas nos va imprimiendo un carácter de conducta que nos va
habilitando no solo para conseguir la meta planteada sino, ¡ojo!, incluso para vivir
la vida a plenitud. Y es en este no desistir donde los retos nos hacen crecer, las
enseñanzas nos hacen aprender y las sorpresas nos permiten gozar. Crecer en
sentido de horizontes, de visión, de carácter, de logros y alcances; enseñanzas en
sentido de lecciones, de conocimientos, de sabiduría; y sorpresas en sentido de
alegrías, tristezas y trascendencia.
-O sea que es saber cuándo descansar y cuándo reanudar nuestra marcha
-Así es.
-Y de la misma forma, como dice la ley asociativa, saber que lo requerido para
hacerse debe hacerse con mesura pues, como dice el dicho, no por mucho
madrugar se amanece más temprano.
-“Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo
que no tengo”.
Muy bueno, ¿de quién es la frase, profe?
-León Tolstoi
-Ah, el autor de La Guerra y la Paz, la leí en preparatoria.
-“Ser feliz significa poder percibirse a sí mismo sin temor”, de Walter Benjamín.
-¿Quién fue, profe?
-Filósofo, crítico literario, crítico social, traductor, locutor de radio y ensayista
alemán.
-Por eso del ver hacia atrás y hacia adelante, ¿verdad, profe?
-Así es. “Disfruta de la vida. Hay mucho tiempo para estar muerto”.
-Ja, ja, ja, muy buena esa profe, ¿de quién es?
-Hans Christian Andersen
-El autor del patito feo, ¿verdad?
-Entre otros libros. “De qué nos vale tener inteligencia, si no aprendemos a usar la
conciencia”.
-¿De?
-Rubén Blades.
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-El cantante panameño.
-“La única forma de regenerar el mundo es que cada uno cumpla con el deber que
le corresponda”, de Charles Kingsley.
-¿Quién fue, profe?
- Un novelista inglés.
-“¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de
vida?”
-¿De?
-Mafalda.
-Ja, ja, ja, buena esa, profe.
-“Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez”,
Blaise Pascal.
-Pascal, Pascal, Pascal, me suena, profe.
-Matemático francés.
-Con razón.
-“Tienes que ser una versión auténtica de ti misma, no una de segunda clase de
otro”, de Judy Garland.
-La actriz y cantante estadounidense.
-“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el
mar sería menos si le faltara una gota”, Madre Teresa de Calcuta.
-Muy bueno.
-“deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla”.
-“¿Quién lo dijo, profe?”
-Paulo Coelho.
-“En un universo infinito, muchas cosas escapan a la razón humana”, de Carlos
Ruiz Zafón.
-¿Quién fue, profe?
-Es, aún vive. Es un escritor español.
-¡Ah!
-“La esperanza es la misma vida defendiéndose”, de Julio Cortázar.
-Profe ya casi vamos a salir y todavía nos falta la ley disociativa.
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-¿Cómo que ya casi vamos a salir?, ¡todavía faltan 15 minutos! y muy bien
podemos en esos 15 hablar de ella, a menos obvio que ya quieran irse.
-¡No, profe, para nada, sigamos!
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Ley disociativa
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-Bueno, pero, ¿alguien se acuerda de la ley disociativa?
-Sí, profe, ¡es como la asociativa, pero al revés!
-A pero que vivo me saliste, ¿cómo que es lo mismo pero al revés? A ver, alguien
que sí se acuerde.
-No, profe, si sí me acuerdo, solo se lo dije así como para resumirla, pero dice que
la suma de varios números no se altera descomponiendo uno o varios sumando
en dos o más sumandos.
Ándale, ves que suena diferente.
-Oiga, profe, ¿y sólo aplica para la suma?
-No, al igual que la ley asociativa aplica también para las otras operaciones pero
siempre ¿qué?
-¡Respetando la naturaleza de la operación!
-Muy bien muchachos, y para no perder la costumbre ¿alguien tiene algún
ejemplo?
-Sí, claro cómo dijo a mi compañero: parecido al ejemplo anterior pero diferente.
Por ejemplo si tenemos 20 más 40 pues eso da 60, pero si separamos el 20 en un
15 y un 5 y si separamos el 40 en un 30 y en un 10, al sumar 15 más 5 más 30
más 10 de igual forma da 60.
-Muy bien. Exactamente. Y como ya les dije aplica para las otras operaciones solo
que respetando de igual forma la naturaleza de la misma, ¿entendido?
-Entendido, profe.
-Y de aquí, profe, ¿qué podemos sacar como lección?
-Pues si ya pudieron sacar un ejemplo, tomando como referencia el anterior pero
al revés, como ustedes mismos dijeron, ¿qué lección creen pueda sacarse de esto
igual tomando la anterior y poniéndola al revés?
-Pues si en la anterior era no pretender que por sumar, o sea cargar y cargar
acciones para lograr algo, se lograrían más cosas o antes, aquí podría ser lo
contrario, que no por dividir una acción para lograr algo en muchas y muchas
nunca se lograría la meta, ¿qué no?
-Más o menos. Miren muchachos y muchachas. En la lección anterior, como bien
resumió al final aquí su compañero, no se trata de madrugar mucho para que
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amanezca más temprano, ¿verdad? Pero esta otra lección apunta a no dilatar el
logro de un objetivo o meta posponiendo las acciones necesarias y requeridas
mientras tratamos de lograr mucha otras que creemos son prioritarias.
-¿Por ejemplo?
-Miren, les voy a dar un ejemplo real que me pasó, bueno, no a mí sino a un
conocido. Resulta que una vez un vecino mío me habló de que para adquirir mejor
condición iba a ponerse dieta y a hacer ejercicio. Como a la semana me lo
encontré y le pregunté que si como le había ido y me dijo que la dieta ya la había
empezado pero que el ejercicio aún no, ¿saben por qué?
-¿Por qué, profe?
-¡Pues porque aún no había comprado la ropa para salir a hacer ejercicio!
-¿En serio, profe?
-Así es. No digo que no deba de importaros ciertos condicionantes para hacer lo
que tenemos que hacer, pero sí que no debemos de perder de vista lo prioritario
para no desperdiciar tiempo en cosas que sean banales.
-¡Ah!
-Al igual, pero al revés diría aquí nuestro compañero, que el ejemplo anterior,
podemos tomar cualquier acción que creamos se requiere para lograr algo, sea
tocar el piano, aprender tenis, o lo que sea, y comenzar a dividirla en muchas
otras acciones o requisitos previos que si no los ponemos en perspectiva y
perdemos la vista en función de prioridades, corremos el riesgo de ponernos a
diferir el hacer o necesario y por ende el alcanzar nuestra meta.
-Y ahí se nos puede ir todo el tiempo del mundo, ¿verdad, profe?
-Así es. Cuando hablamos de metas y proyecto de vida, un factor que a veces
damos por sentado es que tendremos todo el tiempo que sea necesario para
lograr lo que nos propongamos, pero dado que esto no así, ¿en qué deberíamos
ocupar el tiempo?
-Pues en lo que realmente valga la pena.
-Bien. La vida tiene dos hechos innegables: su misma finitud ya que no dura para
siempre y lo impredecible de su conclusión ya que nunca se sabe cuándo se
acabará. Con estas dos premisas lo más lógico sería que cada uno de nosotros
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aprovechará su tiempo al máximo y viviera cada día como si fuera el último, pero
el ser humano se caracteriza precisamente por no ser un ente eminentemente
lógico sino también emocional y es cuando las cosas toman rumbos diferentes.
-¿Y qué tiene que ver aquí lo emocional, profe?
-Pues nada más y nada menos que el tema de la conclusión de la vida para la
mayoría no es un tema agradable por dos consideraciones, la primera es que no
es controlable por nosotros, con lo cual escapa de nuestras manos, y la segunda
es por lo incierto de lo que acontece sobre todo después de la conclusión de la
vida.
-Es cierto.
-Por otra parte hay quienes ven en ello, no un pretexto para sentirse mal, sino para
dimensionar correctamente las cosas ya que si la vida es finita, ¿conviene
desperdiciarla? Quiero aclarar que cuando hablo de desperdiciarla no me refiero
exclusivamente a perder el tiempo, sino más bien a utilizarlo en cuestiones que
más que darnos, nos quitan, sobre todo tiempo.
-Tiempo que no vuelve.
-Así es. Cuando hablamos de las cosas que quisiéramos alcanzar, generalmente
tenemos una idea más o menos clara de lo que deseamos, no sucede siempre así
con las acciones que necesitamos realizar para alcanzar esas metas, es así como
la claridad tanto en las metas como en los pasos hacia ellas es lo que nos
conducirá al éxito.
-¿Y cómo saber si una de esas acciones que uno cree prioritaria no lo es, profe?
-Piensen en esto. El 14 de diciembre de 1911, Roal Admunsen conquistó el Polo
Sur después de una travesía de casi tres meses desde la Bahía de Ballenas; el 29
de mayo de 1953, Edmund Hillary conquista la cima del Monte Everest, casi cuatro
semanas desde que se inicia la escalada; el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se
convierte en el primer hombre en llegar a la Luna después de una travesía de
cuatro días en el espacio.
-¿Y?
-Si bien estos logros parecen ser sorprendentes, y de hecho lo son, más
sorprendente es que las personas mediante acciones que van sumando pequeños
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avances los hagan posibles y realizables. Ejemplos como los anteriores hay de
sobra en la historia humana: grandes empresas que empiezan como un sueño,
como una idea, idea a la que posteriormente se le van adicionando acciones
concretas para hacerla realidad hasta que se convierte en una meta alcanzada.
-¿O sea que si algo que pensamos es prioritario no nos lleva a avanzar en el
camino hacia nuestra meta tal vez no lo sea?
-Así es. Nuestra vida es un espejo de la historia humana, incluso en estas grandes
hazañas. Constantemente nos trazamos metas, sueños, deseos, pero si esto no
es acompañado de acciones concretas la realización de los mismos queda no solo
a la deriva sino completamente a la suerte de uno.
-Haciendo que la meta se aleje de uno, como ahorita nos dijo, ¿verdad, profe?
-Entendamos algo, la vida es como un supermercado: uno va y ve cosas que le
gustan, pero, el gran pero, uno debe estar dispuesto a pagar el precio de las cosas
que ve en el supermercado para conseguirlas, igual en la vida, todo tiene un
precio llámese trabajo, estudio, dedicación, si uno está dispuesto a pagar el precio
que se nos pide lo que queramos pasará a ser nuestro, de otra forma solo
miraremos en el escaparate de la vida lo que hubiéramos deseado sin que nunca
lo hayamos tenido.
-Ese precio es la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión.
-Exactamente. La vida tiene retos, tiene metas, tiene sueños, de la misma forma tú
tienes todo lo necesario para conquistar ese reto, lograr esa meta o alcanzar ese
sueño, solo que se requiere que cada día des un paso hacia ello, después de todo
así como el auto necesita gasolina para avanzar, así tus metas necesitan de tus
acciones cotidianas para ser alcanzadas.
-Retos que pueden enfrentarse con constancia, disciplina, esfuerzo y pasión.
-¿Pueden?, más bien deben. Muchachos y muchachas. La vida está hecha de
retos, retos que para superarse requieren de utilizar recursos, recursos que como
el dinero son renovables o como el tiempo no lo son, pero que
independientemente de ello requieren de estrategia para que dichos recursos no
sean desperdiciados.
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-Estrategias que son esas acciones claras y concretas de las que hemos hablado
y de las cuales ni debemos sobrecargarnos ni tampoco priorizar mal.
-Así es. Las metas, más que como punto final de una serie de acciones, en
muchas ocasiones se convierte en un nuevo punto de partida que nos permite
iniciar nuevos andares en nuestra vida, en la medida que la meta establecida sea
elevada y noble, nos permitirá partir con ventaja hacia nuevos horizontes. La meta
no solo es un “qué quiero lograr” sino más bien un “por qué lo quiero lograr”, eso
es establecer un propósito, algo no solo que nos guíe sino que nos motive. La
misma palabra “propósito” hace referencia a un acto volitivo, una acción donde
tanto la mente como los sentimientos intervienen voluntaria y libremente para
conseguir un objetivo, donde hemos calculado los costos y beneficios y donde nos
sentimos lo suficientemente motivados para avanzar hacia la consecución de las
metas, es así pues que para esto requerimos tener claridad de ideas y fuerza de
corazón.
-¿Claridad de ideas y fuerza de corazón?
-Sí, miren tanto mente y sentimientos deben ir a la par ya que si solo le ponemos
cabeza a las cosas estaremos caminando por un terreno sumamente árido que
fácilmente terminará desgastándonos; por el contrario, si somos todo corazón, es
decir, sentimientos y motivación pero sin objetividad de pensamiento, corremos el
riesgo de llegar con mucho entusiasmo a lugares que no queríamos.
-¿Y en cuanto al propósito, profe?
-Propósito es trazar una meta sabiendo los qué y andar el camino hacia ella
sabiendo los porqué; y ambos, qué y por qué, son cobijados por las estrategias
que incluyen esfuerzos y recursos. Cuando hablo de esfuerzos y recursos, ojo, me
refiero tanto a esfuerzos y recursos tangibles como intangibles.
-¿Tangibles e intangibles?
-Sí. Entre los tangibles están los recursos materiales y financieros y dentro de los
intangibles los de tiempo y motivación. Todos ellos se consumen como si fuera
alimento para el alma y para el cuerpo en el camino hacia nuestra meta. En este
sentido, mientras más elevada o retadora sea esta meta, mayores recursos
tangibles e intangibles requerirá, es así que al iniciar el caminar hacia una meta
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debemos constantemente ver con que contamos en cuanto a recursos para
conseguir nuestro objetivo. Esto último, el saber con qué contamos, no necesaria y
forzosamente implica que deberemos tener todos los recursos que necesitaremos
para nuestro camino desde un principio, pero si al menos tener claridad en cuanto
a lo que se cuenta para iniciar ese caminar y en la manera en que durante el
andar se solventarán las necesidades de recursos que se vayan presentando.
-Cómo que todas las leyes matemáticas, o más bien las lecciones que hemos
sacado de ellas se relacionan, ¿verdad, profe?
-¡Ándale! No hay nada más satisfactorio que proponerse algo y alcanzarlo, y para
ello se requiere esa claridad intelectual y esa fuerza interior de la que hemos
hablado, todo ello nos permitirá eficientar nuestro andar ya que establecer un
propósito le da sentido a nuestras acciones y permite focalizar nuestros esfuerzos
y recursos.
-Que interesante la forma en que las leyes matemáticas nos han llevado a esta
reflexión, profe.
-Muchachos y muchachas, uno puede reflexionar casi de cualquier cosa, y cuando
lo haces así, yo sostengo, que lo único que haces es sacar a la luz una lección
que has aprendido. Tal vez algo que la misma vida te ha ido enseñando pero que
cuando la ves externamente a ti como que un clic en tu interior te hace reconocer
lo aprendido.
-¿Cómo es eso, profe?
-¿Por qué creen que hay gente que si hubiera estado aquí y nos hubiera oído
platicando no hubiera sacado nada en concreto?
-¡Pues porque nosotros somos muy listos, profe!
-Ja, ja, ja, no niego eso, pero esa no sería la causa.
-¿Entonces?
-Pues porque simplemente a esa persona aún la vida no lo habría llegado al punto
de aquilatar las lecciones que aquí estábamos comentando.
-Mmmmmmmmmm
-Sí, muchachos y muchachas, miren, es como cuando comenzaron ustedes a
aprender inglés. Seguro estoy que de inglés no entendía ni jota.
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-¡Y todavía algunos, profe!
-Ja, ja, ja, bueno, pero algunos sí aprendieron, ¿qué fue lo que sucedió?
-Pues que poco a poco fuimos entendiendo el idioma, profe.
-Así es. Una palabra a la vez, una frase a la vez, un párrafo a la vez hasta que un
día, ¡plop!, de repente entendían de corridito como decimos lo que leían o lo que
oían. Pues algo así le pasa a cualquier persona que no puede entender alguna
lección de vida: simplemente no le ha llegado su momento, no ha desarrollado esa
comprensión en la vida y por la vida para ello, pero le llegara la hora.
-¿Cómo que le llegará la hora?
-Así es, todos estamos llamados a ser una obra de excelencia, pero cada quien
madura a su propio ritmo.
-Pero, ¿todos lo logran, profe?
-Eso no lo sé. Miren, cuando uno reflexiona sobre la vida le vienen a la mente
imágenes como camino, recorrido, senda; lo anterior ya que las similitudes entre
un largo viaje y la vida misma son recurrentes: avanzar, tropezar, detenerse,
aprender, conocer, y conocerse. Da la misma forma reflexionar en el camino y el
caminante nos hace ver que si bien son diferentes en el fondo son la misma cosa.
-¿Una misma cosa?
-Bueno así yo lo veo. La manera en que físicamente estamos hechos es una
reflexión que podemos extrapolar a todos nuestros niveles, no nomás el físico. Si
prestamos atención veremos cómo es que los ojos, los brazos, los oídos, las
piernas, e incluso nuestra nariz, está todo diseñado físicamente para permitirnos ir
hacia adelante
-¿Físicamente?
-Por ejemplo, el americano Anthony Thornton estableció un record al caminar
hacia atrás 153.5 kilómetros, tal vez no sea mucho pero las condiciones de
hacerlo en sentido contrario es lo que le da la relevancia, y ¿saben por qué? por lo
difícil de hacer esto. Intenten en una ocasión caminar hacia atrás y lo
comprobarán, ¿saben por qué de esto?, pues porque estamos hechos para ir
hacia adelante: nuestros ojos ambos están viendo hacia adelante, nuestros oídos
se enfocan hacia adelante, nuestras piernas y brazos nos empujan hacia adelante,
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¡incluso nuestra nariz con su forma de punta rompe el aire para facilitar nuestro
avance!
-¡Es cierto, profe, no había pensado así en ello!
-De la misma forma podemos extrapolar esas observaciones a nuestra mente y
nuestra alma: la necesidad imperiosa de tener, de ser, de hacer, de crecer, todo
nos impulsa hacia adelante, a avanzar, a hacer y buscar que nuestros esfuerzos
sean fructíferos. La necesidad de ser siempre más de lo que somos radica
profundamente en nosotros mismos. El logro de metas, de objetivos, de resultados
está presente en nuestra mente; el sentirnos mejor, autorrealizados, completos
está grabado en nuestra alma.
-Es lógico.
-Solo que hay una cosa que hay que tener en cuenta: si uno solo cuida la parte
tangible del aquí y el ahora sentirá que le hace falta algo, es por ello que en
nuestro avanzar, la realización material de los objetivos de nuestra mente debe ir
de la mano de la realización trascendental de las necesidades de nuestra alma. El
darnos tiempo para nosotros mismos, el pensar, reflexionar, desarrollar la
conciencia, ayudar a los demás y sobre todo tratar de cambiar este mundo para
bien nos dará ese sentido de trascendencia y complementariedad que nuestro
espíritu necesita.
-Así es.
-De la misma forma, en ese caminar, las metas y objetivos prácticos y tangibles
que nos planteemos nos irán conduciendo cada día por el camino del logro y la
conquista que anida en nuestra mente. Claro que cuando estemos cansados,
como ya les dije, bien podemos descansar, eso podemos verlo reflejado en el
andar físico, pero una vez que se han recuperado las fuerzas viene de nuevo el
andar. De la misma forma, mientras se descansa, uno puede recapitular en todo lo
que el andar le ha traído, todo lo que le ha permitido conocer, todo lo que le ha
permitido llegar a ser; esto para valorar en su justa dimensión no solo el esfuerzo
de nuestro andar sino también los resultados, tangibles e intangibles, de los que
ya hablamos, de ello.
-De acuerdísimo, profe.
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-Con este tipo de reflexiones podemos entonces abordar esos momentos en que
querremos desistir, abandonar y retroceder y entender porque nuestra mente y
nuestra alma se resisten a ello: porque no estamos hechos para la derrota sino
para el triunfo, no estamos hechos para la mediocridad sino para la excelencia, no
estamos hechos para ser un remedo de persona sino una persona en su totalidad,
con luces y sombras pero con un andar constante hacia la autorrealización,
después de todo: todo en nuestro cuerpo está hecho para ir hacia adelante... ¡lo
mismo y con mayor razón en nuestra mente y en nuestra alma!
-Súper de acuerdo, profe.
-“¡No dependas de los demás! Sé un ser independiente. Escucha tu voz interna”
-¿De quién es esa frase, profe?
-De Osho.
-¿Quién es, profe?
- Fue un místico, orador, líder espiritual indio y fundador del Movimiento osho.
-“El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir
más sencillamente por fuera”.
-¿De?
-Ernest Hemingway.
-¡Ah!, el autor de El Viejo y el Mar, ¿verdad, profe? Lo leí en secundaria.
-Sí, entre otras obras.
-“La felicidad es mi espada, y mi alegría mi escudo”, de Martín Lutero.
-¿El reformador?
-Así es.
-Quien lo dijera.
-“Lo que cuenta no es mañana, sino hoy. Hoy estamos aquí, mañana tal vez nos
hayamos marchado”
-¿De quién es, profe?
-Lope de Vega.
-¿Fue un escritor, verdad?
- Fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español.
-Ah.
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-“Hay que darle sentido a la vida por el hecho mismo de que la vida carece de
sentido”, de Henry Miller.
-¿Quién fue, profe?
- Un novelista estadounidense.
-“Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”,
Leonardo da Vinci.
-El inventor.
-Más bien polímata.
-¿Polímata?
-Sí, un polímata, que quiere decir que conoce, comprende o sabe de muchos
campos, sería un individuo que destaca en diversas ramas del saber; en el caso
de Leonardo fue pintor, anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor,
escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
-¿Nomas?
-ja, ja, ja... ¿quieren más?
-Es broma, profe.
-“Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que
sueñan solo de noche”, de Edgar Alan Poe.
-De él leí El Cuervo en la secundaria, profe.
-Sí, fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense. Tiene
varias obras.
-¡Ah!
-“Hay algo más importante que la lógica: es la imaginación”, de Alfred Hitchcock.
-El productor.
-Así es. “Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la
vida”, esta es de Pablo Neruda.
-Escritor.
-Escritor y Premio Nobel de Literatura en 1971.
-¡Ah!
-“A veces hablamos mucho y decimos poco. Para expresar más, conviene pensar
más”, Honorato de Balzac.
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-Otro escritor, ¿verdad, profe?
- Novelista francés representante de la llamada novela realista del siglo XIX.
-Ah.
-“Ni una inteligencia sublime, ni una gran imaginación, ni las dos cosas juntas
forman el genio; amor, eso es el alma del genio”, de Mozart.
-Gran compositor.
-Así es. Muy grande: su obra consta de 626 opus, o sea creaciones.
-Vaya, son bastantes.
-Más si consideras que vivió apenas 35 años.
-¿35 años? Vaya.
-“Cuando hay una tormenta, los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan
más alto”, de Mahatma Gandhi.
-El líder de la independencia pacífica de India, verdad profe?
-Así es.
-¡Profe, el timbre!
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Despedida
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-Bueno, muchachos y muchachas, el timbre ha sonado, espero les haya gustado
esta plática que aunque tomó de pretexto las leyes matemáticas que hemos visto
y usado en clase buscó generar reflexiones que alcancen por entero nuestra vida.
-A mí sí me gustó profe. Incluso aquí tomé unos apuntes tratando de resumir las
lecciones de las tres leyes.
-¿Podrías leernos ese resumen?
-Claro que sí, profe. De la ley de la uniformidad resumí que veamos por donde lo
veamos, la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión se requieren para
alcanzar eso que llamamos éxito.
-Muy bien.
-De la ley conmutativa escribí que la constancia, la disciplina, el esfuerzo y la
pasión, si bien se requieren para el éxito, no necesariamente deben existir de
inicio todas y completas y que una te puede llevar a otra, lo importante es iniciar y
trabajar las cuatro poco a poco.
-Así es.
-De la ley asociativa puse que, relacionado con las acciones relativas la
constancia, la disciplina, el esfuerzo y la pasión no hay que sobrecargarnos
pretendiendo con ello hacer más o más pronto ya que sólo tendríamos un
desgaste innecesario.
-Ándale.
-Y de la ley disociativa puse que uno debe ser capaz de entender y priorizar las
acciones que realmente se requieran para trabajar la constancia, la disciplina, el
esfuerzo y la pasión a efecto de no desmenuzar las mismas en acciones
innecesarias que difieran nuestro andar hacia las metas.
-Excelente. Muy bien. Hiciste un muy buen resumen.
-¡Un punto, un punto, un punto!
-Más que un punto, si aplican lo que hemos reflexionado hoy sacarán un 10… un
10 en su vida. Les agradezco el tiempo compartido en este curso y espero volver a
verlos, más delante, y cada vez más cerca de sus metas, de su éxito y de la
totalidad como personas de excelencia que están llamados a ser. Hasta luego.
-¡Hasta luego, profe…. y gracias!
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Acerca del autor
Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
• Licenciado en Contaduría Pública y Maestro en Administración con
acentuación en Finanzas por el Instituto Tecnológico de Sonora; Doctor en
Ciencias (Sc.D.) en el Área de Relaciones Internacionales Transpacíficas por la
Universidad de Colima.
• Socio Director de Consultoría Independiente (Formación • I & D • Consultoría
en las áreas de Consultoría Empresarial • Liderazgo Emprendedor • Gestión
Universitaria), se ha desempeñado además como Auditor Interno en la
entonces Secretaría de la Contraloría General de la Federación y como
Director y Secretario de Desarrollo Económico del Municipio de Cajeme.
• Académico Certificado por la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas
de Contaduría y Administración, A.C.
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• Premio Nacional de Contaduría Pública a la investigación obtenido
consecutivamente en sus ediciones 2002-2003 y 2004-2005 por el Instituto
Mexicano de Contadores Públicos.
• Miembro de la Asociación de Profesores de Contaduría y Administración de
México, A.C.
• Consultor de Negocios Acreditación por el Sistema Nacional de Consultores
de la Secretaría de Economía y Consultor de Negocios Certificado por la
Norma Conocer.
• Diplomado en Desarrollo del Potencial Humano por el Instituto Tecnológico de
Sonora.
• Nivel Superior: Maestro Distinguido, Responsable de Programa Académico,
Líder de Cuerpo Académico, Director Académico, Miembro de Consejo
Directivo, y profesor, tutor y asesor nacional e internacional en licenciatura,
maestría y doctorado.
• Escritor con 30 libros en su haber (muchos en descarga gratuita) en las áreas
de liderazgo emprendedor, consultoría empresarial y gestión universitaria, así
como más 500 artículos publicados en las áreas de consultoría empresarial
(más de 50), liderazgo emprendedor (más de 200) y gestión universitaria (más
de 220), autor de más de 515 videos publicados en las áreas de consultoría
empresarial (más de 72), liderazgo emprendedor (más de 210) y gestión
universitaria (más de 180 ) y educación superior (más de 30); Tallerista y
Conferencista a nivel nacional e internacional con una oferta de más de 40
temas en consultoría empresarial, más de 306 en liderazgo emprendedor y
más de 90 en gestión universitaria.
www.rocefi.com.mx
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Liderazgo Matemático
Primera edición
Es una obra editada y publicada por Gecko Publishing, S. de R.L.M.I.
Diciembre de 2015