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AGUILAR, TUSTA Y CABALLERO, ARACELI

(COORDINADORAS)CAMPOS DE JUEGO DE LA CIUDADANÍAEDICIONES DE INTERVENCIÓN CULTURAL EL VIEJO TOPO, ESPAÑA, 2003, 276 PP.

Esta obra plantea la necesidad de redefinir losconceptos de ciudadano y de ciudadanía, por-que es indudable que ambos se han transfor-

mado a lo largo de la Historia Universal.Ser ciudadano de la Roma Imperial no es lo

mismo que serlo en la Francia de Robespierre o enel actual mundo globalizado.

En tal virtud, para la comprensión de los temascontemporáneos de la teoría política, deben quedarmuy claras las cargas conceptuales de tales términos,en la inteligencia de que se desempeñan en diversoscampos de acción, dentro del concepto de la vidasocial, es decir, en el terreno de la economía, el de-recho, la política, etc.; de aquí el título del libroCampos de juego de la ciudadanía.

Si cambia el marco, el escenario, los actores ysu relación entre ellos, es claro que no estamos pre-senciando la misma obra, o ésta en su versión ori-ginal, luego debe asimilarse el conocimiento de unarealidad diferente y en algunas ocasiones hasta dia-metralmente opuesta. En consecuencia, el contex-to político-social de las organizaciones anterioresya no funge precisamente como directrizorientadora para la comprensión del fenómeno es-tatal contemporáneo.

Así, en la Revolución Francesa, se divulgó eltérmino de ciudadano(a), para significar el accesode todas las personas a un conjunto de libertadesy de derechos que les habían sido negados por losgrupos de poder; en tal caso, ciudadanía equivalíaa igualdad. Sin embargo, con el devenir de losmovimientos liberales propios de los siglos XIX y

XX, los derechos fundamentales de la ciudadanía se hanextendido a todos los hombres y su violación se consi-dera motivo de ofensa universal; de aquí la nuevaconcepción de «derechos humanos».

Lo anterior es sólo un ejemplo de cómo debenadecuarse en cada etapa histórica los conceptos alu-didos, porque presentan peculiaridades sustenta-das dentro del campo específico de una realidadconcreta.

Además, hay que añadir en el tiempo actual, elfenómeno de la globalización que ha puesto en cri-sis la conceptuación tradicional del estado-nación,así como el desarrollo incontenible de la tecnologíay de la comunicación, que conlleva a la formaciónde una nueva cultura y desde luego de unaconcientización más dinámica y universal, en don-de se ven seriamente cuestionados los fundamentosregionalistas que hasta hace poco sustentaban la vidasocial de cualquier pueblo.

Con esta inquietud de replanteamiento del pa-pel que juega modernamente el «ciudadano del mun-do», un grupo de escritores destacados en diversoscampos de las ciencias humanísticas, se dio a la tareade presentar sus diversos comentarios sobre el par-ticular, con la elaboración de las partes constitutivasde la obra en comento, a través de la cual se obser-van sus inquietudes, aportaciones, tendencias y con-formación intelectual.

En la parte introductoria, las coordinadoras ha-cen una crítica severa al fenómeno globalizador, ymanifiestan que: «Ha cambiado el espacio donde sejuega la organización de la convivencia pública...,

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los límites y la definición de lo público y lo priva-do... la legalidad que regula papeles sociales y políti-cos, derechos y deberes de los sujetos....» (p. 8). Poresa razón, ya no concuerdan los conceptos tradicio-nales con la realidad vigente.

Ha cambiado la función del «saber», y hoy seestima más el «saber social», esto es, se cuestiona elsimple saber intelectual, tan prestigiado en otrostiempos, a cambio de resaltar el valor del saber com-prometido, que equivale a poner el conocimiento alservicio de los grandes y prioritarios problemas delas personas.

Igualmente, la crisis y los conflictos sociales, quese manifiestan en cualquier comunidad y en todotiempo, ahora se perciben de manera diferente y segestionan también con técnicas que no eran usualesni útiles en otras épocas; es claro que los sondeos deopinión o las presiones de mercado con fines políti-cos no afectaban las decisiones tomadas, para bien opara mal, por los jefes de gobierno, hasta fechas re-lativamente recientes.

De la misma manera, en lo político, las «reglasdel juego» han cambiado y la concepción de Estadotan sugerente en otros momentos, hoy se ve empa-ñada frente al poder que ejercen los grandes intere-ses económicos de nivel internacional, mismos quehan generado una realidad política sui géneris, por-que a través del voto ciudadano elegimos a quienesno deciden lo relevante; en cambio, no elegimos niconocemos ni contamos con un mecanismo eficazde control a quienes sí deciden todo aquello que afec-ta de manera trascendente la vida económica, social,política y jurídica de un país.

Por otro lado, contar o no con un empleo remu-nerador, determina mayores o menores perspecti-vas sociales e incluso jurídicas, dado que es diferenteestar incluido o excluido en el régimen de la seguridadsocial vigente.

Por ello, si se toma en cuenta la asimilación deun juego, sus jugadores y sus reglas específicas, al cam-biar todo esto, el juego es otro y sus perspectivas yposibilidades también son diferentes. Lo anterior leda sentido a la obra y sirve de enlace y coherenciaentre los diferentes artículos que la conforman.

Sin embargo, cabe señalar que en algunos artícu-los se podría haber logrado una mayor profundiza-ción y, sobre todo, los autores debieron en cada caso,manifestar abiertamente su posición frente al proble-

ma tratado, esto hubiera permitido al lector puntosde vista referenciales para afrontar, en su personalreflexión, motivos de polémica y de concordancia.

También se debe destacar que si bien haycondicionantes que cambian con el transcurso deltiempo, existen igualmente valores fundamentalesque sustentan a las sociedades y que deben defender-se, con el derecho y la razón, frente a cualquier po-sición pragmática.

Las coordinadoras son Tusta Aguilar, maestraen Ciencia, Tecnología y Sociedad, experta en temá-tica educativa, vinculada a la educación interculturaly de desarrollo, radicada actualmente en Madrid, yAraceli Caballero García es periodista española es-pecializada en temas ambientales, de participaciónciudadana y de relaciones Norte-Sur.

El libro contiene los siguientes artículos:«El espacio» de Julio Alguacil Gómez, profesor

asociado de Sociología en la Universidad Carlos IIIde Madrid, con más de medio centenar de artículosy obras colectivas. En esta condición resalta la im-portancia del contorno espacial, ciudad o campo, enla conformación de un nuevo concepto de ciudada-no, desde luego ajeno ya a la noción de ciudad-esta-do de la Antigüedad. El enfoque es interesante, es-pecialmente cuando alude a la paradoja del hombrecitadino solitario, aunado al fenómeno migratorioe industrial donde se crea el «no lugar», es decir,donde el sujeto es extraño al territorio cuyos pobla-dores le son ajenos y hostiles, porque el mismo esincapaz de asimilarse a su nuevo entorno.

«Legalidad: Explorando la nueva ciudadanía»,artículo en coautoría con Joaquín Herrera Flores,director del Programa del Doctorado en DerechosHumanos y Desarrollo, de la Universidad Pablo deOlavide de Sevilla, en donde es profesor de Filoso-fía del Derecho y Teoría de la Cultura, además deque funge como presidente de la Fundación Ibero-americana de Derechos Humanos, de la que escoeditor de su Anuario, y Rafael Rodríguez Prieto,doctor en Filosofía y Derecho, con estudios enBolonia, Utrecht, Rosario y Buenos Aires, y maes-tro de diversas cátedras en la Universidad de Sevilla.

El artículo presenta, como encabezado, una fra-se de Madijgéne Cissé que dice: «La ciudadanía esuna cuestión moral, ¿qué es un ciudadano, aparte deun ser que habita en la ciudad?» (p. 45). Los autoresinician su análisis que resalta el fenómeno migrato-

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rio-cultural, que evoluciona de la cultura regional ala multiculturalidad, lo que provoca fenómenos deinclusión y exclusión con sus necesarias consecuen-cias de marginación y violencia. En el texto se in-siste en la carencia de un método de investigaciónadecuado a esta nueva realidad de patología social,lo que genera una interpretación errónea que a lavez se concatena con otros aspectos de investigacióny crítica, que por lo mismo ya no son confiables. Poresa razón, entrelazan los métodos histórico, filosó-fico y evolutivo, y por medio de ellos demuestrancómo la concepción de ciudadanía ha cambiado, decuando implicaba un «nosotros», como grupo enbúsqueda y defensa de sus derechos, a la individuali-zación egoísta y dividida que hoy cunde de maneravisible, por lo que entes como el sindicato, la fami-lia, la Iglesia, etc., se enfrentan a severas críticas enun estado de franca crisis social.

Por eso, sugieren los autores, hay que buscarnuevos espacios de manifestación que sirvan paraconvertir en positivas las inquietudes que presentauna sociedad plural y cambiante; tales espacios sonlos debates internacionales, las organizaciones nogubernamentales, el debate público, las consultaspolíticas y muchos más, los que en este estudio seclasifican, critican y presentan en forma accesible yorganizada.

«Un saber apropiado para participar» de dosautoras, la coordinadora Tusta Aguilar y CarmenGonzález Landa, maestra de la Facultad de Educa-ción de la Universidad Complutense de Madrid. Seplantea en este artículo el problema del saber, comoconocimiento intelectual y el saber relacionado conel nuevo panorama de las necesidades del hombreante la sociedad, destaca que no deben tomarse deci-siones políticas trascendentes si éstas no están rela-cionadas estrechamente con la realidad social; por lomismo ambas profesoras pugnan por desarrollar,frente a una ciudadanía pasiva, defensiva y abstrac-ta, otra activa, ofensiva-creativa y concreta, movimien-to en el que están comprometidos los intelectuales.

«Comunicación y ciudadanía» de JavierMalagón, experto en comunicación social y analistaespecializado en relaciones Iglesia-sociedad. Es unartículo breve pero que propicia la reflexión ante elconocido problema de la influencia de los mediosmasivos de comunicación, que patrocinados y pro-movidos por los grandes consorcios internaciona-

les, llevan al público al extremo del «no pensar», dela total enajenación, lo que ha venido a constituir lapeor consecuencia de la globalización porque con-vierte al sujeto en objeto, dentro del consumismoirracional.

«Este mundo es un conflicto» de Pedro SáenzOrtega, profesor investigador, miembro del Cen-tro de Investigación para la Paz, en Madrid. Detrásde este título que pudiera parecer superficial, se es-conde una profunda indagación referente al papeldel ciudadano, dentro de una sociedad en conflicto,por eso ahonda en conceptos como identidad, di-versidad, individualidad, colectividad, integración,disidencia, igualdad y diferencia. A la vez, sugiereestablecer una educación que prepare a los hombrespara enfrentar la conflictiva social y recuperar lamemoria histórica, misma que será un verdaderovalladar para no perder la identidad cultural que tantoha enriquecido la Historia Universal y es fruto de lainagotable creatividad humana.

«La buena vecindad» de Araceli Caballero, coor-dinadora de la obra, quien de manera ágil y amenaenfrenta el análisis de la convivencia, es decir, de co-existir con personas de diferentes orígenes e interesesy con ideologías económicas políticas y sociales en-contradas. Pugna por cambiar el sentido de la tradi-cional frase de que el hombre es el lobo del hombre,por el de un hombre solidario y responsable.

«Poder y ciudadanía» de Manuel Montañés Se-rrano, sociólogo y antropólogo urbano, catedráticoen Segovia y en la Universidad Complutense deMadrid, quien de manera general, pero directa, pre-senta al lector el problema que implica el desempeñodel poder y el lograr el consenso ciudadano, esto es,que no son equivalentes los términos vencer y con-vencer, y que el poder sólo legitima y justifica cuan-do se sustenta en la credibilidad y la confianza.

«Trabajo e identidad ciudadana» de AndrésAganzo Toribio, sociólogo y psicólogo social, quienhace un interesante estudio, en donde resalta la estre-cha relación entre los índices de empleo, desempleo yproductividad, con la concepción y alcance de la ciu-dadanía. En cuadros comparativos ilustra de maneraadecuada el artículo descrito y el lector puede teneruna visión objetiva al respecto. También presentasugerencias para desarrollar el bienestar de los traba-jadores, así como el aprovechamiento del tiempolibre, como conquista laboral contemporánea.

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«La propiedad es una relación social» de JoséIgnacio Aguilar García, miembro del Consejo Mu-nicipal de la Vivienda en Sevilla, quien enfoca suestudio con la definición de la propiedad como unarelación social, puesto que el poder que se ejerce demanera excluyente sobre una cosa (concepto propiodel Derecho Romano), implica enfrentar una ver-dadera red de relaciones económicas, sociales y polí-ticas dentro de la comunidad.

«Historia: Memoria-identidad» de CarmenLlopis Plá, licenciada en Geografía e Historia de laUniversidad Complutense de Madrid y profesora einvestigadora en diversas instituciones académicas deenseñanza superior, quien hace un recorrido de ca-rácter histórico con base en las diferentes posturasideológicas y doctrinas económico-políticas que han

* Maestro en Derecho, profesor investigador del CCJE.

originado la evolución del hombre y que explicanen gran medida la problemática del mundo actual.

Como puede observarse, cada artículo resultauna verdadera aportación y presenta una gama deprobabilidades para el análisis y la discusión, de talmanera que a los interesados por los temas políticosy sociales, especialmente a quienes deben tener, porrazones profesionales, muy claros los conceptos deciudadano y ciudadanía, sus campos de expresión ydesarrollo en el mundo de nuestros días, esta obrales resultará de especial interés, porque si se concuerdao no con sus autores, lo cierto es que se obtiene deella una amplia información y un motivo de seriareflexión que vendrá a ampliar su visión acerca de lavida democrática, su realidad y futuro en un mun-do conflictivo, globalizador y cambiante.

Rodolfo Orozco Martínez*