LÍBRANOS DEL MALIGNO Propio 7 · Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en...
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LÍBRANOS DEL MALIGNO
Propio 7
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ENTRADA
P: ¡Aleluya! Santo Dios, levanta nuestras cargas,
R: pues tu yugo es ligero. ¡Aleluya!
CANTO INICIAL
Tan cerca de mí, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar: Jesús
está aquí.
Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí,
y que sólo a él le interesarán, él es mi amado y suyo soy.
INVITACIÓN-ENCENDIDO DE LA LLAMA
Nos reunimos en el nombre de Jesús de Nazaret. Somos llamados
en adoración como bienamada comunidad. Somos llamados a
dejar de lado las distracciones y las ansiedades, para poder sentir
nuevos florecimientos y ser así renovados. Somos llamados a
buscar y compartir consuelo para las heridas que nos afligen.
Somos llamados a desear más amor, más justicia y vida más
abundante. Somos llamados a la verdad, la misericordia, la
humildad y el coraje. Contestemos a esta llamada con el sí de
nuestras vidas.
Que esta luz que ahora encendemos, nos inspire a usar nuestros
dones y talentos, para sanar y no para herir, para ayudar y no
para impedir, para bendecir y no para maldecir, para servirte a ti,
Espíritu de amor, compasión y perdón.
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ORACIÓN
Creador y amante de nuestras almas: enséñanos a soltar
nuestras cargas y a aceptar tu amor. Que tu amor sea la más
profunda realidad de nuestras vidas, y que ofrezcamos amor
auténtico hacia los demás. Amén.
ALABANZA Cántico de la bondad de Cristo (Anselmo de Canterbury)
P: Jesús, como una madre tú recoges a tu pueblo;
R: eres dulce con nosotros como madre con sus hijos.
P: A menudo, lloras por nuestros pecados y nuestro orgullo,
R: y con ternura nos alejas de los odios y el perjuicio.
P: Nos consuelas en nuestra pena, y vendas nuestras heridas,
R: en la enfermedad nos cuidas, y con leche pura nos alimentas.
P: Jesús, en tu muerte encontramos la vida eterna
R: en tu sufrimiento y angustia nos concedes la paz.
P: La desesperación se hace esperanza por tu dulce bondad
R: y con gentileza nos consuelas en el miedo.
P: Tu calor da vida a los muertos,
R: tu tocar hace justo al pecador.
P: Señor Jesús, en tu misericordia, sánanos;
R: en tu amor y ternura, renuévanos.
P: En tu compasión, tráenos tu gracia y tu perdón,
R: y que tu amor nos prepare para la belleza del cielo.
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CELEBRACIÓN DEL PERDÓN
P: Reconozcamos con sencillez nuestros errores y pecados al Dios
del Universo.
R: Dios de misericordia, reconocemos que a veces hacemos daño
en lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer. No te hemos
amado con todo el corazón; no hemos amado a nuestro prójimo
como a nosotros mismos. Sincera y humildemente nos
arrepentimos. Por amor de Jesús, ten piedad de nosotros y
perdónanos; así tu voluntad será nuestra alegría y andaremos por
tus caminos de paz. Amén.
P: Mas ahora, en este momento, Dios fiel y misericordioso, pasas
por nuestras vidas repartiendo perdón, curando heridas,
restaurando cuerpos maltrechos, borrando nuestras
infidelidades y fortaleciendo espíritus desfallecidos.
Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que
todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para salvarlo por medio de él.
¡El Señor perdone vuestros pecados y os guarde en la vida eterna!
R: Creamos en este evangelio y vivamos en paz. Amén.
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MEDITACIÓN
Eleva el pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada
te turbe. A Jesucristo sigue, ven, no desmayes; y venga lo que
venga, nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo? Es cosa vana, nada tiene de estable,
todo se pasa. Aspira a lo celeste que siempre dura; fiel y rico en
promesas, Dios nunca muda.
Confianza y fe viva mantenga tu alma, el creyente que espera todo
lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus
furores quien a Dios tiene.
El que de Dios el reino busca con ansia todo lo demás tiene, nada
le falta. Id, pues, bienes del mundo, id, dichas vanas: aunque todo
lo pierda mi Dios me basta.
Teresa de Ávila
CANTO
Cristo Jesús, oh fuego que abrasa, que las tinieblas en mí no
tengan voz. Cristo Jesús, disipa mis sombras. Y que en mí solo
hable tu amor.
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BIENAVENTURANZAS Mateo 5,3-12
«Dios bendice a los que confían totalmente en él, pues ellos
forman parte de su reino.
Dios bendice a los que sufren, pues él los consolará.
Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra
prometida.
Dios bendice a los que desean la justicia, pues él les cumplirá su
deseo.
Dios bendice a los que son compasivos, pues él será compasivo
con ellos.
Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán
a Dios.
Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo,
pues ellos serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son maltratados por practicar la justicia,
pues ellos forman parte de su reino.»
Dios os bendecirá cuando, por causa mía, la gente os maltrate y
diga mentiras contra vosotros. ¡Alegraos! ¡Estad contentos!
Porque vais a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron
también a los profetas que vivieron antes que vosotros.
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AFIRMACIÓN COMUNITARIA
El amor es la doctrina de esta comunidad, la búsqueda de la
verdad es su sacramento y el servicio es su oración.
Habitar juntos en paz, buscar la verdad con libertad y servir a la
humanidad juntos, a fin de que todas las almas puedan crecer en
armonía con lo divino.
Esto es lo que pactamos unos con otros.
Amén.
LUZ ALEGRANTE Phos hilaron
Luz alegrante, claridad pura del sempiterno Padre celestial,
Jesucristo, santo y bendito:
Ahora que hemos llegado al ocaso del sol, y nuestros ojos miran
la luz vespertina, te alabamos con himnos, oh Dios: Padre, Hijo,
y Espíritu Santo. Digno eres de ser alabado en todos los tiempos
con voces gozosas, oh Hijo de Dios, Dador de la vida; por tanto te
glorifica el universo entero.
CANTO
La tiniebla ya no es tiniebla ante ti, la noche como el día ilumina.
LA TIERRA PROMETIDA
"Bien, no sé qué sucederá ahora; hay días difíciles por venir. Pero
no es importante para mí ahora, porque he subido a la cima. Y no
me preocupo. Como cualquier otra persona, me gustaría tener
una vida larga, en que la longevidad tenga su lugar. Pero eso no
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me preocupa ahora. Sólo quiero hacer la voluntad de Dios. Él me
permitió subir a la cima de la montaña. Y desde ahí pude ver la
Tierra Prometida. Puede que no llegue ahí con ustedes. Pero
quiero que sepan esta noche que nosotros, como pueblo,
llegaremos a la Tierra Prometida. Y estoy feliz esta noche; no estoy
preocupado por nada; no tengo temor a ningún hombre. Mis ojos
han visto la gloria del advenimiento del Señor".
M. L. King, último discurso
CANTO
1. Hemos de triunfar, hemos de triunfar, hemos de triunfar al fin.
Estribillo:
Oh, dentro del ser tenemos fe; hemos de triunfar al fin.
2. Juntos marcharemos, juntos marcharemos, juntos de la mano
al fin.
3. La verdad será, la verdad será nuestra libertad al fin.
4. Hemos de vivir, hemos de vivir, en amor y paz al fin.
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ORACIÓN
He aquí, Señor, tienes una vasija vacía que requiere ser llenada.
Llénala Señor.
Mi fe es débil; fortaléceme. Mi amor se ha enfriado; devuélveme el
calor y el fervor para que mi amor pueda alcanzar a mi prójimo.
Mi fe no es firme y fuerte; a veces dudo y no puedo confiar en ti.
Oh Señor, socórreme. Fortalece mi fe y mi confianza en ti. En ti
he sellado todos los tesoros que poseo. Soy pobre; tú posees toda
la abundancia y tienes misericordia de los pobres. Soy pecador;
tú eres justo. El pecado abunda en mí; en ti abunda la plenitud
de la justicia. Por tanto, permaneceré contigo, de quien puedo
recibir pero no dar. Amén.
Martín Lutero
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
LECTURA Isaías 66,5-13
LECTURA Salmos 42-43
LECTURA Gálatas 3,23-29
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CANTO
Cristo, Cristo Jesús, identifícate con nosotros,
Señor, Señor mi Dios, identifícate con nosotros,
Cristo, Cristo Jesús, solidarízate,
No con la clase opresora que exprime y devora a la comunidad,
Sino con el oprimido, con el pueblo mío sediento de paz.
CANTO
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya…
ACLAMACIÓN DEL EVANGELIO
P: Lámpara es a mis pies tu palabra
R: Luz en mi camino
LECTURA Evangelio según Lucas 8,26-39
REFLEXIÓN
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CANTO
Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro,
Tan cierto como la mañana se levanta,
Tan cierto como que este canto lo puedes oír.
Lo puedes notar a tu lado en este mismo instante,
Lo puedes sentir muy dentro de tu corazón,
Lo puedes notar en ese problema que tienes,
Jesús está aquí y si tú quieres lo puedes sentir.
CREDO
Creemos en Dios, que nos ama y nos pide amarnos unos a otros.
Así es nuestro Dios.
Creemos en Jesús, que ama y libera a las personas oprimidas.
Anhela un mundo donde todos podamos vivir juntos en paz. Así
es Cristo Jesús.
Creemos en la Santa Ruah, que nos mantiene obrando hasta que
todo esté bien y sea verdadero. Así es el Santo Espíritu.
Queremos ser la iglesia, la casa acogedora que recuerda a las
personas quién es Dios porque nos amamos.
Esto es lo que creemos. Amén.
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ORACIÓN COMUNITARIA
(Momento para presentar nuestras peticiones y acciones de
gracias.)
Dios de amor, te damos gracias por las promesas y el amor que
nos has concedido en Cristo Jesús nuestro Señor;
R: A Cristo sea la alabanza y la gloria contigo, oh Madre y Padre,
con la Santa Ruah, ahora y por siempre. Amén.
CANTO
Maranatha, maranatha, maranatha, maranatha.
MESA FRATERNA DEL SEÑOR
RECORDATORIO
Amados en Jesús, la Cena que estamos por celebrar es una fiesta
memorial, de comunión y de esperanza. Nos acercamos para
tener comunión con el propio Cristo quien nos ha prometido estar
con nosotros por siempre, hasta el fin del mundo.
Cuando partimos el pan, él se manifiesta a nosotros como en
verdadero Pan del cielo que nos fortalece para vida eterna.
En la copa de la bendición, él se acerca a nosotros como la Vid en
quien debemos permanecer si queremos dar frutos.
Nos acercamos con esperanza, creyendo que este pan y esta copa
son una promesa y muestra de la fiesta de amor en la cual
estaremos cuando su reino venga en su plenitud, cuando con
rostros descubiertos lo veamos, hecho como en su gloria.
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Por su muerte y resurrección Cristo ha logrado por nosotros el
Espíritu vivificante que nos une a todos en un cuerpo, debemos
por ello recibir esta Cena en verdadero amor, teniendo presente
la comunión de los santos. Que cada uno se examine a sí mismo
y decida libremente participar de esta Cena.
CELEBRACIÓN DE LA PAZ
Unidos a nuestras hermanas y hermanos de todo el mundo que
son perseguidos por causa de Jesús, a quienes luchan por la
justicia, la igualdad y la libertad, a los explotados, a los
inmigrantes, a los refugiados, a los presos, a las prostitutas, a los
enfermos, a quienes son odiados por su orientación sexual o
identidad de género, a todas las personas que sufren…oramos a
nuestra Madre-Padre Todocariñoso, como Jesús nos enseñó:
Padre nuestro…
Jesús nos dice: paz a vosotros, y siguiendo su ejemplo nos
saludamos con el abrazo de paz.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
P: Te damos gracias, Señor, porque te has manifestado a lo largo
de la historia entre los pobres, oprimidos y marginados, dándonos
un claro ejemplo de tu presencia entre ellos, de cercanía llena de
amor.
R: Te has manifestado en tu Hijo, Jesús; mostrando así tu rostro
humano. A través de Cristo nos envías al mundo a trabajar por la
humanidad, a realizar tu Reino entre nosotros.
P: Nos cuesta dar testimonio de nuestra fe, decir que somos
discípulos comprometidos y vivir nuestro compromiso en misión
permanente, pero queremos intentarlo una y otra vez.
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R: Por ello, te alabamos, porque eres Madre y Padre, Creador y Dios
de bondad, y unimos nuestras voces para proclamarte como la
Única Santidad.
Santo, santo, santo, Señor Dios del Universo:
llenos están los cielos y la tierra de tu amor.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
R: Un día enviaste tu Espíritu Santo, la Santa Ruah, sobre la
primera comunidad cristiana y con esa fuerza salieron a proclamar
la Buena Noticia, sin temores, sin prejuicios, con el entusiasmo y
la alegría que da el tenerte como Madre y Padre.
P: Envía ahora ese mismo Espíritu, que por su fuerza transforme
estos dones que hemos traído ante tu mesa, en el cuerpo y la
sangre de Jesús el Mesías, nuestro hermano mayor en la fe, y por
quien somos hijas e hijos tuyos.
Juntos proclamamos el misterio de nuestra fe:
R: ¡Cristo ha muerto!, ¡Cristo ha resucitado!, ¡Cristo vendrá!
P: así como este grano ha sido recolectado de muchos campos en
un solo pan, y estas uvas de muchos campos en una sola copa,
permítenos, oh Señor, que toda tu iglesia pueda pronto reunirse
de todos los rincones de la tierra en tu reino.
R: ¡Sí, ven, Señor Jesús!
(SILENCIO)
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UN NUEVO MANDAMIENTO
R: Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Así
como yo os amo, también debéis amaros unos a otros. Si os amáis
unos a otros, todo el mundo se dará cuenta de que sois mis amigos.
(SILENCIO)
R: Por Cristo, con Cristo y en Cristo, a ti Dios Madre y Padre
Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda
gloria, por los siglos de los siglos. Amén
(SILENCIO)
Mientras estaban comiendo, Jesús tomó un pan y dio gracias a
Dios. Luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Tomad,
esto es mi cuerpo.»
Después tomó una copa llena de vino y dio gracias a Dios. Luego
la pasó a los discípulos, y todos bebieron de ella. Jesús les dijo:
«Esto es mi sangre, y con ella Dios hace un nuevo pacto con
vosotros. Esta sangre servirá para que muchos puedan ser salvos.
Será la última vez que yo beba este vino con vosotros. Pero
cuando estemos juntos otra vez en el reino de Dios, entonces
beberemos del vino nuevo.»
CANTO
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de
Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
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ORACIÓN
Te alabamos y agradecemos Señor, que nos has alimentado en tu
mesa. Agradecidos por tus dones y conscientes de la comunión
de los santos, te ofrecemos nuestras vidas por el bien de la
humanidad.
CANTO
Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante, solo Dios basta.
ORACIÓN
Dios grande y bondadoso, danos corazones puros para que te
veamos, corazones humildes para que te escuchemos, corazones
de amor para que te sirvamos, corazones de fe para que vivamos
en ti, corazones reverentes para que te adoremos, en este lugar y
en el mundo, por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN
El Señor os bendiga y os guarde,
Os muestre su rostro y tenga misericordia de vosotros,
Os mire benignamente y os conceda la paz. Amén.
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EXTINCIÓN DE LA LLAMA
Extinguimos esta llama pero no la luz de la verdad, el calor de
comunidad o el fuego de nuestro compromiso. Éstos los
llevaremos en el corazón hasta que estemos juntos otra vez.
CANTO FINAL
Amén, amén, amén, amén, amén. ¡Aleluya!
SALIDA
P: ¡Aleluya! Santo Dios, levanta nuestras cargas,
R: pues tu yugo es ligero. ¡Aleluya!
¡Cristo rompe nuestras cadenas!