Las Debilidades

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LAS DEBILIDADES

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LAS DEBILIDADES

Todo SER HUMANO, incluyendo LOS HIJOS DE DIOS, tenemos que APRENDER A VIVIR con nuestras DEBILIDADES y SABER ENFRENTARLAS EN FORMA CORRECTA desde LA PERSPECTIVA DE DIOS Y SU SANTA PALABRA.

«Pero TENEMOS ESTE TESORO EN VASOS DE BARRO, para que LA EXCELENCIA DEL PODER SEA DE DIOS, y no de Nosotros».

2 CORINTIOS 4:7

HAY UN «PERO» CON EL CUAL TENEMOS QUE APRENDER A VIVIR. Y ES ESTE PASAJE PARTE CON ESA PALABRA

Es precisamente el «PERO» DE NUESTRAS DEBILIDADES, de NUESTRAS FRAGILIDADES e INSIGNIFICANCIAS.

Luego sigue diciendo: «TENEMOS ESTE TESORO». ¿CUÁL TESORO?... El Tesoro de la GRACIA, de la REVELACIÓN, de la SALVACIÓN, de la COMUNIÓN con DIOS. ¿DÓNDE ESTÁ ESTE TESORO?...

ESTÁ EN VASOS DE BARRO… Y por si no lo sabía, ESO SOMOS USTED Y YO: VASOS DE BARRO

Y si hay algo que puede ayudar a mantenernos firmes y victoriosos en la vida cristiana es precisamente reconocer ese aspecto de nuestra identidad:

“…EL SER VASOS DE BARRO…”

Es común cuando el cristiano fracasa que haya olvidado que es un vaso de barro.

¡¡¡PROHIBIDO ESTACIONAR EN LAS DEBILIDADES!!!

«Estas son las Generaciones de Noé: Noé, VARÓN JUSTO, era PERFECTO en sus generaciones; con DIOS caminó Noé».

Génesis 6:9.

1) «Varón justo».

2) «Perfecto en sus generaciones».

3) «Con Dios caminó Noé».

Noé caminó con Dios

«Mas estableceré Mi Pacto contigo, y entrarás en el ARCA Tú, tus Hijos, tu Mujer, y las Mujeres de tus Hijos contigo».Génesis 6:18

«Dijo luego JEHOVÁ a Noé: Entra Tú y toda tu casa en el ARCA, porque a Ti he visto JUSTO delante de MÍ en esta generación»

Génesis 7:1

«BENDIJO DIOS a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra».

Génesis 9:1

«Y BEBIÓ del vino, y se EMBRIAGÓ, y ESTABA DESCUBIERTO en medio de su tienda».Génesis 21:9

«Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años. Y fueron los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió». Génesis 9:28,29…

Que «después» de nuestras debilidades, ¡todavía hay oportunidades! Que después de nuestras caídas, ¡todavía hay posibilidades! Que después de nuestros fracasos y después de las experiencias más decepcionantes... ¡todavía hay esperanza!

«Elías era HOMBRE SUJETO A PASIONES SEMEJANTES A LAS NUESTRAS, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el Cielo dio lluvia, y la Tierra produjo su fruto».

Santiago 5:17

ELÍAS ERA HOMBRE SUJETO A PASIONES; ES DECIR, A TODA ESA CLASE DE APETITOS QUE LOS SERES HUMANOS ENCONTRAMOS EN NUESTRA NATURALEZA.

«ORÓ FERVIENTEMENTE»

EL DESEO DE DIOS, más bien, [a] es LEVANTARNOS DE NUESTRAS DEBILIDADES, [b] es LIBERARNOS DE LO QUE NOS TIENE SUJETOS, [c] es FORTALECERNOS EN NUESTRAS FRAGILIDADES, [d] es RESTAURARNOS DE NUESTROS QUEBRANTOS.

En el momento que envió a Jesús a la Cruz, determinó hacer algo respecto a nuestra debilidad, de allí en adelante no estaríamos abandonados, él siempre nos sostendría.,

«No os dejaré huérfanos» (Juan 14:18).

Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.Joel 3:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.2 Corintios 12:10

«VIENDO, PUES, EL PELIGRO, SE LEVANTÓ Y SE FUE PARA SALVAR SU VIDA, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y, DESEANDO MORIRSE, dijo: Basta ya, oh JEHOVÁ, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres».

Reyes 19 : 3-4

«Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, ESO HAGO. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la Ley es buena. DE MANERA QUE YA NO SOY YO QUIEN HACE AQUELLO, SINO EL PECADO QUE MORA EN MÍ».

Romanos 7:15-24

« Y yo sé que EN MÍ, ESTO ES, EN MI CARNE, NO MORA EL BIEN; PORQUE EL QUERER EL BIEN ESTÁ EN MÍ, PERO NO EL HACERLO. Porque NO HAGO EL BIEN QUE QUIERO, SINO EL MAL QUE NO QUIERO, ESO HAGO. Y SI HAGO LO QUE NO QUIERO, YA NO LO HAGO YO, SINO EL PECADO QUE MORA EN MÍ

Así que, QUERIENDO YO HACER EL BIEN, HALLO ESTA LEY: QUE EL MAL ESTÁ EN MÍ. Porque SEGÚN EL HOMBRE INTERIOR, ME DELEITO EN LA LEY DE DIOS; PERO VEO OTRA LEY EN MIS MIEMBROS, QUE SE REBELA CONTRA LA LEY DE MI MENTE, Y QUE ME LLEVA CAUTIVO A LA LEY DEL PECADO QUE ESTÁ EN MIS MIEMBROS. ¡MISERABLE DE MÍ! ¿QUIÉN me librará de este CUERPO DE MUERTE?» ROMANOS 7:18

¿CÓMO EVITAMOS ESTACIONARNOS EN LAS DEBILIDADES?

TOMEMOS PLENA CONCIENCIA DE NUESTRAS DEBILIDADES

«Pequé contra Jehová»

SOMOS PROCLIVES A INTENTAR SACAR LA PAJA QUE ESTÁ EN EL OJO DEL HERMANO, AUN CUANDO EN EL NUESTRO HAY UNA VIGA DE GRAN TAMAÑO (MATEO 7:3-4).

TOMEMOS PLENACONCIENCIA DE NUESTRAS DEBILIDADES

«Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían de los cerdos, pero nadie le daba. Y VOLVIENDO EN SÍ. Dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!». SUMIDO EN UNA DURA SITUACIÓN, DE REPENTE ESTE JOVEN COBRA ESPERANZA, «Y VOLVIENDO EN SÍ»

Decide ENFRENTAR SUS DEBILIDADES Y MALAS DECISIONES. Es como si POR FIN SE HUBIERA VISTO A SÍ MISMO. Eso es TOMAR CONCIENCIA DE NUESTRAS DEBILIDADES.

LA BIBLIA, AL DESCRIBIR UNA DE LAS CONDICIONES ESPIRITUALES MÁS LAMENTABLES DEL SER HUMANO, HABLA de

LA CONCIENCIA CAUTERIZADA

«Eso no me parece». «No estoy de acuerdo». «Él no es quién para decirme qué hacer».

«Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí». Salmo 51: 3

¡ESO ES TOMAR CONCIENCIA DE LAS DEBILIDADES PROPIAS!

«Yo reconozco mis rebeliones». En otras palabras… «He registrado mi vida, la he mirado por todos lados y en todas sus facetas, porque quiero rectificar ALGUNAS ÁREAS»…

Levantémonos a enfrentar responsablemente nuestra conducta imperfecta

Levantémonos a enfrentar responsablemente nuestra conducta imperfecta

«Me levantaré e iré a mi Padre, y le diré: Padre, [a] he pecado contra el Cielo y contra Ti. [b] Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; [c] hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su Padre».