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Lakatos y la reconstrucción metodológica de la escuela austríaca.

Por Gabriel J. Zanotti (Universidad Austral).

1. Introducción.

La escuela austríaca de economía se encuentra hoy oculta en y por el plano político. Quienes no son liberales clásicos la ignoran -en todos los sentidos del término- y quienes lo son la utilizan políticamente. No nos estamos quejando amargamente de ello: es natural y comprensible. Sin embargo, sería deseable una consideración más desapasionada de la escuela austríaca y de sus posibilidades metodológicas actuales. Todas las escuelas de pensamiento económico tienen una interacción con lo político, pero ello no debe hacernos olvidar que la hermenéutica básica de una escuela pasa por su planteo epistemológico. Tanto quienes aceptan como quienes rechazan la escuela austríaca no entienden cabalmente de lo que están hablando si no se detienen en el punto anterior. Cuando nos referimos a la Escuela austríaca de economía, nos estamos refiriendo fundamentalmente a Menger, Mises, Hayek y Kirzner. La lista no es excluyente; simplemente hemos enumerado a sus autores básicos a efectos de evitar malentendidos (que provienen precisamente, la mayor de las veces, del ámbito político, e incluso del político-partidario). El objetivo de la presente ponencia será no sólo un rescate de los diversos planteos específicamente metodológicos de la escuela austríaca, sino una reconsideración de ellos de acuerdo a ciertos cánones lakatosianos, como una propuesta de solución a ciertos interrogantes en los cuales la escuela se encuentra estancada. 2. Breve resena histórica del problema. 2.1. Menger.

La escuela austríaca nace a partir de un problema metodológico. Sobre una base aristotélica, Menger pretende establecer una ciencia económica universal, válida para todo lugar y tiempo, deductiva y a priori

1, lo cual es contestado agriamente por Schmoller, quien desde la escuela histórica alemana sostenía

exactamente lo contrario2. La polémica era un típico caso de inconmensurabilidad de paradigmas,

imposible de solucionar en su momento. Hoy, con buena voluntad, podríamos interpretar a la posición de Menger como la simple afirmación de que toda descripción de un caso singular es theory-laden

3,

respuesta que ninguna de las partes hubiera aceptado en su momento. Ahora bien: en el libro específicamente metodológico de Menger se plantea el problema típico de todos los esquemas a priori (problema que, en sí mismo, no “refuta” al apriorismo en sí, como veremos después): para deducir las “exact laws” de la teoría económica es necesario presuponer una serie de supuestos de ningún modo evidentes que consiguientemente debían, de algún modo, ser testeados. Menger fue conciente del problema y propuso una solución casi popperiana para la época

4, pero su

solución fue y es problemática para los austríacos: proponía conocimiento perfecto por parte de los sujetos actuantes en el mercado, presupuesto cuyo rechazo es cuasi definitorio de la escuela austríaca hoy

5, y dejaba pendiente el eterno problema del testeo empírico en ciencias sociales, considerado

innecesario e imposible por Mises6 y cualitativamente posible por Hayek

7, como veremos, pero siempre

problemático para una línea de pensamiento alejada del positivismo cuantitativista en relación al problema de la base empírica

8.

2.2. Mises.

El apriorismo de Mises es clásico: no afirma simplemente que el planteo de la teoría es a priori del testeo empírico -lo cual, en cualquier epistemología post-popperiana, es obvio- sino que la ciencia económica es a priori en el sentido de que parte de categorías a priori de la acción, introspectivamente verdaderas, y deduce consecuencias necesarias a partir de ellas, siendo el testeo empírico de esas consecuencias tan imposible como innecesario

9. Por supuesto, Mises mismo afirma que la ciencia económica debe recurrir a

condiciones del mundo real, pero ello en nada invalidaría el carácter totalmente a priori de la economía10

. Debemos aclarar que, despues de todo el debate Popper-Kuhn-Lakatos-Feyerabend sobre la base empírica

11, los planteos de Mises contra el testeo empírico pueden ser vistos hoy como tal vez

exagerados pero de ningún modo infundados. Ya dijimos que toda observación singular es theory-laden, esto es, cargada de teoría, y por ende el testeo empírico, tanto en ciencias sociales como naturales, se enfrenta hoy con un inexorable problema hermenéutico. Los planteos misianos pueden haber sido exagerados pero no ridículos, como Blaug los presenta

12.

2.3. Hayek.

En 1935 Hayek presentaba ya otro planteo que lo distanciaba de su maestro Mises. Que los individuos aprendan de sus errores en el mercado, presupuesto indispensable para deducir la tendencia del mercado al equilibrio, es una hipótesis auxiliar que convierte a la economía en una ciencia empírica

13.

Qué hacemos entonces con el testeo empírico consiguiente? Hayek no dio una respuesta sistemática sino hasta 29 anos después: las “pattern predictions”, o predicciones de modelo con información incompleta

14.

Fue, en nuestra humilde opinión, la respuesta más elaborada que desde la escuela austríaca se dio al problema, desatendida totalmente por la obsesión política de muchos libertarios -que necesitan al apriorismo absoluto de Mises como un instrumento de certeza absoluta para sus propuestas concretas- y también por una dificultad en sí misma comprensible: ubicar la respuesta hayekiana en el debate epistemológico actual anteriormente referido. 2.4. Machlup. F. Machlup, discípulo de Mises en su famoso privat seminar de Viena, aportó en 1955 un esquema metodológico con el cual se adelantaba unos 10 anos, en cierto modo, a Lakatos. Para Machlup, cualquier conjunto de fundamental assuptions de una teoría es a priori, pero se testea indirectamente y de

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modo global en la operatoria completa del sistema cuando éste es aplicado a un caso singular15

. Una de las cuestiones importantes de este planteo es ese “modo global” en el cual se produce una humilde “ilustración” empírica del modelo. Porque ello se acerca notablemente a la noción lakatosiana de núcleo central que sólo puede ser momentáneamente abandonado en su totalidad cuando el programa de investigación es regresivo. 2.5. Kirzner.

I. Kirzner, el economista de la escuela austríaca reconocido hoy como más serio en los EEUU, tiene un aporte que se ha hecho clásico hoy en la escuela: la alertness empresarial, la capacidad de advertir oportunidades de ganancia en el mercado, y superar así la ignorancia ignorada de la mayor parte de los sujetos actuantes en el mercado

16. Con ello Kirner sintetiza dos nociones básicas para deducir la

tendencia al aquilibrio en el mercado a partir del supuesto de conocimiento disperso: la noción de riesgo e incertidumbre en Mises

17 y el referido factor aprendizaje en Hayek

18. Ahora bien, surge entonces la clásica

pregunta metodológica: ese supuesto, es a priori, o evidente, o qué es? Es una hipótesis auxiliar? Es entonces compatible con el proyecto epistemológico de Mises? O más bien con Hayek o Machlup? Kirzner no da respuesta clara a estos interrogantes. 3. Lakatos.

Lakatos es hoy un clásico en la epistemología. Sus SRP19

se han hecho famosos, fundamentalmente por haber incorporado a la racionalidad popperiana el aferramiento al paradigma clásicamente descripto por Kuhn

20. En ciencias sociales, ha permitido elaborar y/o justificar con comodidad el planteo a priori del

núcleo central de los modelos en tanto estén especificadas las hipótesis auxiliares que lo harían teoréticamente progresivo. El impacto de Lakatos en el paradigma económico neoclásico fue significativo

21. No tanto así en la

escuela austríaca, excepto por un clásico intento de M. Rizzo22

y un desconocido pero en nuestra opinión excelente intento -conciliatorio entre la escuela austríaca y la neoclásica- por parte de O. Cornblit en nuestro país

23.

El intento de Rizzo falla, en nuestra opinión, por no especificar con claridad el conjunto de hipótesis auxiliares y diferenciar lo universal de lo singular. Es allí donde se concentrará nuestra propuesta

24.

3.1. Nuestra interpretación. 3.1.1. Lo general y lo singular.

Primero, hay que diferenciar entre un núcleo central general, universal, a priori de espacio y tiempo, de condiciones iniciales singulares que permitan su aplicación a un caso concreto. Estas últimas serán hipótesis auxiliares singulares, mientras que en el núcleo central referido se deberán distinguir, a su vez, un sub-núcleo central de hipótesis auxiliares universales no deducibles de ese núcleo central. 3.1.2. La praxeología, la alertness y el maximization principle.

El núcleo central de la escuela austríaca puede tener así un sub-núcleo central constituído sin dificultad por la praxelogía de Mises, con un axioma central -la acción humana como un intento deliberado de pasar de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria- y sus consecuencias deductivamente inferidas, donde cuestiones tan importantes como utilidad marginal, interés originario -básicas para tesis centrales de la escuela- son por ende teoremas de ese sub-núcleo central. Hemos detallado esto en otra oportunidad

25.

La alertness y el principio de maximización monetaria quedan colocadas en el sistema como hipótesis auxiliares, obviamente no deducibles de la praxeología, colocadas así como “conjeturas a priori” del sistema. Esto resolvería el problema pendiente del status epistemológico de tales presupuestos, al mismo tiempo que resolvería el problema de antropología filosófica que se plantea cuando no se las supone conductas conjeturales y contingentes por parte del ser humano, sino necesarias y definitorias de su conducta racional. A esto hay que agregar otras hipótesis auxiliares: sociológicas -como la ley de división del trabajo- e institucionales, tales como la libertad de entrada al mercado y ausencia de regulaciones. Estas últimas son muy importantes hoy en la escuela austríaca como cierto neo-institucionalismo propio de la escuela

26.

Del conjunto de leyes praxeológicas e hipótesis auxiliares se deduce un conjunto de leyes económicas, a priori de su testeo en una situación concreta. Esas leyes se distribuyen temáticamente en teoría del mercado y precios, cambio indirecto, y factores de producción, sin distinción entre macro y microeconomía y unificadas -como una teoría unificada- por las leyes de utilidad marginal y preferencia temporal, lo cual es coincidente, globalmente, con la cuarta parte del tratado de economía de Mises

27.

3.1.3. Las condiciones iniciales.

Este núcleo central universal debe aplicarse -siguiendo los cánones clásicos del método popperiano, y que Machlup reinterpretara como assumed conditions- a una situación concreta, distinguiendo, como Machlup senala, principalmente tres: tipo de mercado, tipo de política económica, tipo de instituciones jurídicas. Esta noción de “aplicación” es epistemológicamente crucial. Fue adelantada por Mill en su momento

28, y

permite entender que el núcleo central del sistema sea perfectamente “a priori”, sin por ello excusarlo de tener algún tipo de testeo empírico. Claro, esto a su vez abre otro problema: ese testeo empírico. En Lakatos, ello significa que el SRP es empíricamente progresivo. Pero ello, cómo se sabe? 3.1.4. Las pattern predictions y el tema hermenéutico.

En primer lugar, las predicciones que emergen del conjunto de ese núcleo central más las condiciones singulares históricas no son predicciones específicas, cuantitativas, sino globales. Eso es lo que quiso decir Hayek con sus pattern predictions. Por ejemplo, si un economista austríaco observa que en un

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mercado creditcio X hay un aumento de oferta monetaria por parte del estado, podrá predecir una crisis, sin especificar exactitudes cuantitativas. Si esa crisis “no se observa”, ello será una anomalía para el núcleo central. Pero hemos puesto “no se observa” entre comillas porque es en este punto donde el problema hermenéutico se vuelve crucial. Cómo “observar” en ciencias sociales, si ya en ciencias naturales los juicios singulares están cargados de teoría? (Y, por ende, padecen el mismo problema). Ante la casi imposibilidad de contestar esta pregunta, los misianos ortodoxos estarían de parabienes. Sin embargo, nosotros dejamos dos caminos planteados: a) en ciencias sociales se puede conocer la finalidad objetiva de las interacciones sociales, dada la racionalidad de los sujetos actuantes. No podemos desarrollar esto ahora, sino sólo dejar planteado nuestro optimismo de que, como ya hemos dicho

29, las

ciencias sociales tienen una “posibilidad fenomenológica” que les facilita el camino a la resolución del problema de la theory-ladenness de sus observaciones singulares. B) Después del debate Lakatos-Feyerabend

30, la resolución de la progresividad empírica o no de un SRP pasa por la noción de riesgo del

investigador31

y, según nosotros, por la prudencia científica y consiguiente honestidad intelectual del investigador

32. Será por esto último que es tan importante, a nuestro juicio, la reinterpretación que Hennis

hace del value-free de Weber, citada por R. Crespo33

. Un investigador, por un lado, debe estar libre de compromisos partidarios que le quiten libertad intelectual, pero, a la vez, selecciona la relevancia de sus problemas según una escala de valores (value-ladenness). En la dificilísima armonía entre ambos

factores se da la honestidad intelectual del investigador. Si después de Feyerabend, quien explícitamente ha rechazado el período relativista de su pensamiento

34,

nos encontramos con que toda la respuesta al interrogante sobre la progresividad o regresividad empírica de un programa es “seamos honestos”, no nos sorprendamos. Si la racionalidad algorítmica, sabiamente rechazada por Kuhn

35, debe ser reemplazada por una racionalidad prudencial, humilde, no nos

sorprendamos ni nos desanimemos. Tal vez hemos re-encontrado la esencia de la ciencia toda vez que los factores contingentes aparecen. ____________________________________ Notas : 1. Ver Menger, C.: Principios de economía política; Unión Editorial, Madrid, 1983. 2. Ver Cachanosky, J.C.: “La escuela austríaca”, Libertas, Nro. 1, 1984, pp. 181-217, y la introudcción de F.Hayek de

1935 a Principios de economía política, op. cit. 3. Ver Foss, W. N: “On Austrian and Neo-Institucionalist Economics”, en Austrian Economics in Debate, edited by

Willem Keizer, Bert Tieben y Rudy van Zijp, Routledge, London and New York, 1997. P. 259. 4. Menger, C.: Investigations Into The Method Of The Social Sciences [1883], Libertarian Press, Inc., Grove City, PA,

1996, apéndice V, p. 200. 5. Ver al respecto Kirzner, I.: “The Entrepreneurial Role in Menger’s System”, en Atlantic Economic Journal, Vol. VI,

Nro. 3, 1978. 6. Mises, L. Von: La Acción Humana, tratado de economía[ 1949], Sopec, Madrid, 1968, parte primera, cap. II. 7. Hayek, F.A. von: The Theory of Complex Fhenomena” [1964], en Studies in Philosophy, Politics and Economics,

University of Chicago Press, 1967 (Midway Reprint, 1980). 8. Sobre el problema de la base empírica, ver Popper, K.: La lógica de la investigación científica [1934], Tecnos,

Madrid, 1985, cap. V. 9. Ver Mises, op.. cit. 10. Mises, L. Von: Epistemological Problems of Economics [1933], New York University Press, 1981, y The Ultimate

Foundation of Economic Science [1962], Henry Regnery Company, Chicago, 1963. 11. Ver al respecto el comentario de Habermas, J., en Teoría de la acción comunicativa,I, Taurus, Madrid, 1987, p.

156. 12. Blaug, M.: La metodología de la economía; Alianza, Madrid, 1985, p. 113. 13. Hayek, F. A. Von: “Economics and Knowledge” [1935] en Individualism and Economic Order, University of Chicago

Press, 1948; Midway Reprint 1980. 14. Ver nota VII. 15. Machlup, F.: “The Problem of Verification in Economics”, Southern Economic Journal, vol. XXII, Nro. 1, 1955.

Reproducido en Machlup, F.: Methodology of Economics and Other Social Sciences, Academic Press, 1978. 16. Kirzner, I.: The Meaning of Market Process; Routledge, 1992. 17. Mises, La Acción Humana, op. Cit., caps. VI y XV. 18. Hayek, F.A. von: op. cit. 19. Lakatos, I.: La metodología de los programas de investigación científica [1965]; Alianza, Madrid, 1983. Sus

“programas científicos de investigación” son abreviados generalmente “SRP” (Scientific Research Programs). 20. Kuhn, T.: La estructura de las revoluciones científicas [1962]; FCE, 1971. 21. Ver Backhouse, R.E.: “The Lakatosian Legacy in Economic Methodology”, y Hausman, D.: “Kuhn, Lakatos and the

Character of Economics”, ambos en New Directions in Economic Methodology, edited by R. Backhouse; Routledge, 1994. Boland rechaza la utilización metodológica de Lakatos y Popper, sobre la base de su distinción entre el “Socratic Popper”, dialogante, y Popper el metodólogo (en su “Scientific Thinking Withouth Scientific Method: Two Views of Popper”, en op. cit.).. Pero la metodología de Popper “es”, en última instancia, diálogo crítico, y ese diálogo es el único que puede flexibilizar aún más la metodología lakatosiana frente la objeción de Feyerabend (cuándo abandonar un programa?). En ese sentido, Boland tendría razón.

22. Rizzo, M.: “Mises and Lakatos: A Reformulation of Austria Methodology”, en I. Kirzner (comp): Method, Process, and Austrian Economics: Essays in Honor of Ludwid von Mises, Lexington Books, 1982.

23. Cornblit, O.: “Laissez-faire, realidad y modelos económicos”, en Libertas, Nro. 1, 1984. 24. Propuesta cuyos detalles más específicos se encuntran en nuestro libro Epistemología da Economia; Pontificia

Universidade Catolica do Rio Grande Do Sul, Porto Alegre, 1997. 25. En nuestra tesis “Fundamentos filosóficos y epistemológicos de la praxeología”, Libertas, Nro. 13, 1990. 26. Ver Foss, W.N., nota iii. 27. Ver Mises, op. Cit.

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28. Mill, J.S.: “On The Definition of Political Economy; and on the Method of Investigation Proper to it”, cap. V de Essays on Some Unsettled Questions of Political Economy [1874]; August M. Kelley Publishers, Clifton, 1974.

29. En nuestro art. “Hacia una fenomenología de las ciencias sociales”, Derecho y Opinión, 1997, Nro. 5, pp. 611-622. Universidad de Córdoba, Espana.

30. Una buena síntesis de ese debate, que se extiende en casi todas las obras de ambos, se encuentra en Lakatos, I., y Feyerabnd, P.: Sull’orlo della scienza; Rafaello Cortina Editore, Milano, 1995.

31. ver Lakatos, La metodología de los programas de investigación científica, op. Cit., p. 152. 32. En nuestro art. “Investigación científica y pensamiento prudencial”, en Acta Philosophica, vol. 6 (1997), pasc. 2, pp.

311-326. 33. Ver Crespo, R.: La economía como ciencia moral; Educa, Buenos Aires, 1997, cap. VI. 34. Feyerabend, P.: Killing Time; University of Chicago Press, 1995, cap. 12. 35. Kuhn, T.: “Objetividad, juicios de valor y elección de teoría” [1973], en La tensión esencial, FCE, 1996.