La Republicana Num. 5

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La Republicana Num. 5

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  • EnEro 2014 - nmEro 5, Apoyo: 1

    EditorialLa Repblica no nos va a caer del cielo

    ni ser producto de un acto de fe

    que se asienta en el paro estructural, la generalizacin del trabajo precario, la destruccin de los sindicatos, el incre-mento de la represin policial y la des-aparicin del Estado de Derecho. Ya se ha avanzado un importante trecho en su implementacin durante estos dos primeros aos de la legislatura, pero todava no se ha culminado, ni la si-tuacin se ha vuelto irreversible.

    La izquierda tiene en estos momen-tos una inmensa responsabilidad hist-rica, la responsabilidad de impedir que se consume el desastre social que plani-fica la derecha espaola. La responsa-bilidad de organizar la alternativa pol-tica capaz de desalojar del gobierno al Partido Popular y poner en marcha un proyecto de futuro poltico y econmi-co en el que los trabajadores sean los verdaderos protagonistas de su destino.

    El desnimo, la desesperacin y la resignacin de amplios sectores de la ciudadana tienen su

    Nuestro pas se encuentra en un mo-mento extraordinariamente difcil, en una coyuntura histrica trascendental. El gobierno del Partido Popular, que invoca demaggicamente los intereses de Espaa y presume de patriotismo, acta en realidad al servicio de los inte-reses de la oligarqua espaola y de las instituciones financieras de la Unin Europea. Es un gobierno que traicio-na a su propio pueblo, condenndolo al paro y a la miseria. Los brutales re-cortes econmicos estn deteriorando gravemente las condiciones de vida de los sectores populares y destruyendo los fundamentos del progreso social y econmico del pas, al desmantelar los servicios pblicos y socavar la investi-gacin cientfica.

    El programa del Partido Popular, ocultado celosamente a los ciudada-nos en las elecciones de 2011, tiene como objetivo implantar en Espaa un nuevo modelo econmico y social

    "En los trances duros, los seoritos invocan la patria y la venden. El pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva" (Antonio Machado)

    SE NOS HA IDO UN COMPAERO Y UN

    AMIGOGERMN COPPINI

    Madrid, 25 de diciembre de 2013. Hoy se nos ha ido un compaero y un ami-go, Germn Coppini. Vayan por delante, nuestras condolencias a su mujer, Elvira, y a sus hijos y familiares.

    Mas, tambin, Germn es parte de no-sotros. La familia de Republicanos, la fami-lia republicana, pierde uno de sus mejores hijos. Porque, y sobre todo, adems de excelente msico, parte de la historia de la msica pop, ha sido una persona com-prometida con su pueblo, con la causa del progreso, de la justicia, de la Repblica. Ejemplo de artista entregado, ese tipo de artista que sale del pueblo, se funde con l, que expresa con sus canciones sus anhelos, preocupaciones e intereses. Su actitud fue y ser ejemplar. Cunta ne-cesidad de artistas como l, de hombres como l!

    Germn era afiliado de Republicanos. Siempre, con la humildad que le caracte-rizaba, estaba ah cuando se le llamaba, en los actos y movilizaciones, en las ci-tas electorales, en las lu-Pasa a Pgina 2 Pasa a Pgina 2

  • 2origen en la falta de esa alternativa, de un referente que les devuelva la ilu-sin y les saque de su pesimismo. El nico camino es la formacin de un bloque poltico y social republicano que plantee de forma clara la ruptura poltica con la monarqua y la Cons-titucin de 1978. La unidad de la iz-quierda en torno a la ruptura poltica es una necesidad vital. Algunos pasos ya se han dado en esta direccin, pero no son suficientes. La izquierda de este pas, ya sea por personalismos es-triles, incapacidad terica o ceguera poltica, no est a la altura de la cir-cunstancias. Es indispensable dejar a un lado viejas rencillas histricas, as-pectos ideolgicos secundarios y unir-nos sobre la base de un programa de mnimos: ruptura con la monarqua, defensa de los servicios pblicos, re-forma fiscal, regeneracin democr-tica y justicia, verdad y reparacin para las vctimas del franquismo. O logramos esa unidad o la derecha nos aplastar.

    REPUBLICANOS tiene que re-doblar sus esfuerzos en este sentido. Por un lado, crear tejido social repu-blicano estando en la lucha a pie de calle, acercndose a los problemas de la gente, a sus necesidades diarias; y, por otro, tratar de formar alian-zas y acuerdos con otras fuerzas de izquierda de cara a las prximas convocatorias electorales. Todos los afiliados deben ser conscientes de

    la gravedad del momento e implicarse activamente en la lucha poltica. RPS no es un club social donde se paga la cuota y de vez en cuando se asiste a una charla. Somos un partido que lucha por la Repblica y eso significa una compromiso, dedicarle un tiem-po a la actividad poltica. Y significa tambin un reforzamiento de la dis-ciplina, sin la cual ningn proyecto poltico puede fructificar. Tenemos una tctica y una lnea poltica que deben ser aplicadas y defendidas p-blicamente. Ningn afiliado puede actuar al margen del partido. Los r-ganos de direccin deben actuar de forma contundente y sin dilaciones contra aquellos elementos que ponen en peligro nuestro trabajo. Aqu no necesitamos florituras retricas, sino trabajo constante, firmeza poltica y claridad de ideas.

    La Repblica no nos va a caer del cielo ni ser producto de un acto de fe. La Repblica hay que construir-la da a da con nuestro sacrificio y nuestro esfuerzo. Compaeros y com-paeras de REPUBLICANOS: tene-mos por delante una misin titnica que cumplir, un camino difcil y lle-no de dificultades, pero si actuamos con audacia y firmeza lograremos acabar con esta pandilla de crimina-les que nos gobierna y hacer realidad la III Repblica. Vamos a destruir esta monarqua corrupta y poner en pie la patria republicana.

    chas, Era una constante en las manifestaciones del 6-D y del 14-A, y en tantas otras. Se present en nuestras listas, por Madrid, en las ltimas Elec-ciones Generales. En anteriores citas electorales siempre acuda para poner su granito de arena, para reforzar la campaa y darla un toque de color, m-sica, de alegra. Recordamos en estos momentos, con orgullo, su actuacin en un acto histrico, el acto unitario del pasado 18 de mayo en el Audito-rio Marcelino Camacho de CCOO. Con su msica, su sentimiento y su fuerza nos puso a todos la piel de gallina e infundi fuerzas para seguir luchando.

    Sentimos un profundo dolor por tu prdida. Siempre estars con nosotros, Germn, porque tu ejemplo seguir vivo.

    Comisin Permanente de la Federacin Republicanos

    EDITORIALviene de pgina 1

    Se nos ha ido un compaero y un amigo, Germn Coppiniviene de pgina 1

    Novedad editorial:La Guerra nacional revolucionaria del pueblo espaol contra el Fascismo(Anlisis crtico, revisado y corregido)

    Pedidos a Aurora 17 : [email protected]

  • 3Normalmente cuando hablamos de represin nos referimos a las brutales cargas policiales, detenciones de manifestantes o ac-tos similares. Sin embargo ese es solo un aspecto de la represin.

    Los recortes econmicos y sociales llevados a cabo por ste y anteriores gobiernos monrquicos son tambin otra forma de represin. Ser vctima de un ERE y que vendan la empresa; condenarte al paro sin percibir ninguna ayuda; despedirte a pre-cio de saldo pese a que llevas muchos aos trabajando; trabajar casi cuarenta aos para que te queda una esmirriada jubilacin; echarte de tu casa porque no te alcanza para el pago de la hipo-teca; aumentarte lo que pagas por la luz, gas o transportes; pagar unos impuestos abusivos; sentir el deterioro de la sanidad o educacin pblicas; que tus hijos solo puedan comer una sola vez al da; ver cmo tu pensin encoge a niveles alarmantes; ser un joven cualificado y no tener salidas laborales; ser mujer y no poder decidir sobre tu cuerpo; ser migrante y ser vctima de la xenofobia institucional cmo calificarlo? Solo como repre-sin.

    Todos y cada uno de los ejemplos anteriores son represin. Toda represin conlleva un acto violento y todo anterior son formas violentas de deteriorar los ms elementales derechos humanos, sindicales y polticos.

    Rajoy, su partido y su equipo ministerial estn llevando a sabiendas este tipo de represin a niveles insostenibles para la mayora de la poblacin. Sus orgenes franquistas les delata. Con sus leyes, medidas econmicas y reformas institucionales estn convirtiendo el estado en un inmenso campo de concen-tracin dnde los poderosos, corruptos, polticos mediocres y mentirosos y la extrema derecha campan a sus anchas con total impunidad.

    La finalidad es clara: contener, detener o castigar con vio-lencia actuaciones polticas o sociales que entran en contradic-cin con sus intereses y de quienes representan y cuya mxima expresin, no lo olvidemos, es la monarqua de Juan Carlos, heredera del franquismo.

    Pero este orden de cosas adems de ser insostenible, tiene que tener una contundente repuesta popular que haga cambiar la correlacin de fuerzas y darle la vuelta a todo este turbio pa-norama. Se impone, es necesaria una unidad popular amplia y dotada de claros objetivos polticos que hoy pasan por reivindicar la III Repblica y derrocar la Monarqua.

    Debemos organizarnos, participar de forma unitaria en todas las luchas, extender la solidaridad con los ms dbiles; no ser impasibles ante todas estas tropelas. El pueblo llano lo tiene cada da que pasa mas claro. Los partidos y organizaciones de izquierda tambien deberan tenerlo: aquellos que no sean gene-rosos y anden esa senda unitaria, tendrn un final catastrfico ms pronto que tarde, porque ser el Pueblo quin los deje en la cuneta de la Historia para su vergenza y responsabilidad.

    El tiempo apremia. Lo que no nos afecte hoy, nos afectar maana y maana puede ser muy tarde para poder cambiarlo.

    __________________1. Represin: Acto, o conjunto de actos, ordinariamente desde el poder, para contener, detener o castigar con violencia actuaciones polticas o sociales. (Diccionario de la lengua espaola (DRAE), edicin 22., publicada en 2001)

    Recortes sociales: otra forma de represinG. Gonzlez

  • 4Ley de seguridad ciudadana, la mordaza del puebloM. lvarez

    La seguridad ciudadana se ha ido de Espaa. Ha huido, nos ha abando-nado, la han expulsado y en su lugar se ha colocado una impostora que no ha hecho ms que vejarnos desde el momento en que lleg. El Ministerio de Interior, presidido por Jorge Fer-nndez Daz (PP), ha sido el artfice de esta ley aprobada ya por el Conse-jo de Ministros y que derogar la de 1992 cuando entre en vigor en 2014. Una ley hecha por y para la protec-cin, no de los ciudadanos, sino de los polticos y hay pruebas manifies-tas de ello.

    Desde que el Partido Popular en-tr en el Gobierno en el ao 2011, las protestas no han hecho ms que aumentar de forma profusa. Y no es de extraar. Los indignados han esta-do saliendo a las calles para procla-mar su dignidad y los derechos que el presidente Mariano Rajoy (y otros) ha arramblado a travs de la polti-ca de recortes y con la que colegios, hospitales y hogares se han visto des-valijados. Casi tres aos de imparable desgaste econmico para las familias ms pobres y las de clase media que nunca mejora. Mientras, salen a la luz casos de corrupcin cometidos por aquellos que nos exigen apretarnos el cinturn, mentiras como las de las empresas rating que engordaron la deuda pblica, bancos que han sido rescatados con el dinero del Estado (Bankia, Novagalicia, CatalunyaBanc, Banco de Valencia), etc. Y finalmen-te se ha llegado a una crisis total e in-aguantable. Por ello, nos vemos en la obligacin de hacer un vasto anlisis de los que est ocurriendo.

    Si la situacin ya era insostenible, ahora ser insufrible. Con el An-teproyecto de ley orgnica de pro-teccin de la seguridad ciudadana los recortes han llegado a la voz del pueblo que, por evitar una cuantiosa multa, muchas veces preferir quedar-se afnica. Para empezar, se le otorga a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FCS) el poder de multar a los pre-suntos infractores sin la necesidad de que se celebre un juicio, pues desapa-recen las FALTAS [] De este modo,

    ciertos comportamientos dejan de ser sancionables en el mbito pe-nal y pasan a serlo en el mbito admi-nistrativo. Esto significa que aquel que segn un polica haya cometido una infraccin, ser multado sin que lo regule un juzgado. Teniendo en cuenta el (mal) trato que ejercen los antidisturbios en las manifestaciones y el gran nmero de posibles infrac-ciones que estipula la ley, esta me-dida tiende un camino de rosas a la represin. Aunque hay que reconocer que deja espacio al sentido del humor cuando asegura que impedir la apa-ricin de conductas ilegales, violentas y vandlicas cuando son las porras lo que utilizan como micrfono con-tra los ciudadanos cuando quieren disolver una manifestacin pacfica, algo cuya legalidad es notoriamente cuestionable. As como cuando dice que utilizar medios que dificulten la identificacin ser considerado grave y no tienen en cuenta la ile-galidad de ocultar el nmero de placa por parte de los antidisturbios.

    Como decamos, las infracciones son numerosas. Entre las considera-das como muy graves, las cuales acarrean multas que van desde los 30.001 a los 600.000, se encuentra la convocatoria por cualquier medio o asistencia a cualquier reunin o ma-

    nifestacin desde que haya finalizado la campaa electoral hasta la finali-zacin del da de la eleccin. Esto se traduce en que los partidos polticos podrn embaucar a los votantes con sus fraudulentas campaas hasta el momento de la votacin sin que los ciudadanos puedan denunciarlo p-blicamente. Tambin sern conside-radas muy graves las reivindicaciones no comunicadas en lo que llaman infraestructuras crticas. Estas son, entre otras, las alimentarias, la industria nuclear, sistema financiero y tributario e instalaciones de salud, lugares punteros para las protestas - recordemos la ocupacin de fincas llevada a cabo por el parlamentario andaluz de IU Juan Manuel Snchez Gordillo y las cuales no interesan a la cpula del poder. Acaso est emer-giendo la dictadura de debajo del fan-go? Parece que s. De hecho su nunca ha estado enterrada.

    En un principio, dentro de este tipo muy graves- estaban incluidas las protestas no notificadas en las instituciones gubernamentales, pero incluso el comisario de derechos hu-manos del Consejo de Europa lleg a decir quiero que alguien me con-venza de que una multa de 600.000 euros por manifestarse delante de las instituciones gubernamentales sin autorizacin, es equilibrada, moti-vo por el cual tuvieron que bajar la infraccin de muy grave a grave, aunque esto siga siendo evidentemen-te desproporcionado. Se ha impues-to atrozmente la mano del dictador como juez y parte que decidir cun-do y en qu circunstancias podremos reivindicar contra l mismo. Su som-bra ha oscurecido el presente. Y sobre todo, con mayor seguridad quedarn ensombrecidos los hogares de los des-ahuciados, pues la nueva ley recoge como infraccin grave desde 1.001 hasta 30.000 - los actos de obstruc-cin que pretendan impedir a cual-quier autoridad, empleado pblico o corporacin oficial el ejercicio legtimo de sus funciones, el cum-plimiento o la ejecucin de acuerdos

  • 5o resoluciones administrativas o judiciales y, por lo tanto, muchos de los desahucios para-lizados por la fuerza del pueblo fenecer sin apenas haberlo intentado coaccionada por el terror de estado.

    Y si el gobierno puede legalmente ultrajar-nos de forma continua, nosotros seremos mul-tados por cometer infracciones leves de 100 a 1.000 - por ofender a Espaa, instituciones, smbolos De modo que quemar una bandera como smbolo de libertad tambin estar veta-do. Y si el gobierno puede afanar y dejar que se hundan en la pobreza nuestros hospitales y escuelas, nosotros seremos sancionados por daar bienes inmuebles con multas desorbi-tadas. As como publicar imgenes de las FCS porque, segn dice, este acto puede atentar con-tra su intimidad, imagen y seguridad, lo que sin duda alguna es una medida que pretende colocar una banda negra sobre todos los ob-jetivos y que as, al otro lado de la cmara, la polica baile al son del terror, el terror en su estado ms puro.

    Entre otras de las penalizaciones que nos llaman la atencin, se encuentra aquella que multa a quienes en el periodo de cinco aos hayan perdido y solicitado tres o ms veces la documentacin personal. La irracionalidad del sistema ya nos es incognoscible. El nego-cio del garrote les est siendo muy favorable porque con nuestros derechos encerrados en crceles gubernamentales emprenden y conti-nan con el negocio de la austeridad asimtri-ca, el pueblo pierde, los dspotas ganan (como hasta ahora, solo que ms excesivo si cabe) y colmarn las urnas de votos y las voces de quie-nes ms ignoran de palabrera esperanzadora que no hace ms que despotricar sobre un fu-turo incierto. Si bien, nuestro presente en un tiempo fue el futuro de ese pasado liderado por Gonzlez, Aznares, Zapateros, etc., quienes se encargaron de pintar deliberadamente este lien-zo de llantos en el que nos encontramos ahora. Pero los aos son indomables y despus de casi cuarenta aos vemos cmo la frase Viva Fran-co comienza a brotar en la parte superior del cuadro, dominando una estampa de patraa y engaos en la que, s, nosotros estamos, pero o bien ciegos, o bien atados de pies y manos, o bien silenciados por el descomunal ruido de la mentira dominante. Si nuestra mejor arma es la lucha e intentan acallarla con estas leyes, qu nos queda? No rendirnos nunca. De lo contrario, olvdense, porque estaremos cavan-do nuestra propia tumba.

    Por la III Repblica. Ya es hora de que ganen los buenos.

    Estas son, en resumen, las principales infracciones que contempla la nueva ley:

    INFRACCIONES MUY GRAVES (multa de 30.001 a 600.000 euros):

    -Convocatoria y asistencia a manifestaciones con finalidad coactiva e inobser-vancia de la legislacin electoral desde que haya finalizado la campaa electoral hasta el fin de la votacin. -Perturbacin muy grave del orden en actos pblicos, deportivos, culturales, espec-tculos, oficios religiosos u otras reuniones numerosas.-Reuniones o manifestaciones no comunicadas o prohibidas en lugares que tengan la consideracin de infraestructuras crticas como centrales nucleares o aeropuertos-Fabricacin, comercio y tenencia ilegal de armas y explosivos no catalogados.-Celebracin de espectculos pblicos o actividades recreativas quebrantando la prohibicin o suspensin ordenada por la autoridad.-Deslumbrar con dispositivos tipo lser a conductores de tren, metro o pilotos.

    INFRACCIONES GRAVES (Multa de 1.001 a 30.000 euros)

    -Concentraciones no comunicadas ante instituciones del Estado como el Congreso, el Senado, los Parlamentos autonmicos o los altos tribunales, aunque no tengan actividad y cuando se perturbe la seguridad ciudadana.-Perturbacin grave del orden en actos pblicos, deportivos, culturales, espectcu-los, oficios religiosos u otras reuniones numerosas.-Alterar el orden pblico encapuchado o con cualquier elemento que dificulte la identificacin.-Desrdenes graves en va pblica o provocar incendios que representen un peli-gro para las personas o bienes.-Obstruir a la autoridad en la ejecucin de sus decisiones administrativas o judi-ciales, como en los desahucios.-Obstaculizar gravemente la actuacin de los servicios de emergencia en el des-empeo de sus funciones.-Desobediencia o resistencia a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones y la negativa a identificarse.-Perturbacin del orden en campaa electoral.-Manifestaciones y reuniones sin autorizacin o que infrinjan la ley de reunin y la negativa a disolver las acordadas por la autoridad. -Portar, exhibir o usar armas de modo negligente o temerario o fuera de los luga-res habilitados para su uso.-Ofensas o ultrajes a Espaa, a las comunidades autnomas y entidades locales o a sus instituciones, smbolos, himnos o emblemas, efectuadas por cualquier medio.-La prostitucin y la demanda de sus servicios en las proximidades de zonas infantiles, como parques o colegios, o en lugares donde se ponga en peligro la seguridad vial.-Fabricacin, comercio y tenencia ilegal de armas reglamentarias, explosivos cata-logados y material pirotcnico.-Obstruir inspecciones y controles reglamentarios en fbricas, locales y estableci-mientos.-Justificar el terrorismo, la xenofobia y la violencia contra la mujer, como la exhibi-cin de fotos de terroristas.-Uso de uniformes policiales o de servicios de emergencia sin autorizacin.-Falta de colaboracin con la Polica en la averiguacin o prevencin del delito.-Actos que atenten contra la indemnidad sexual (libre de padecer dao) de los menores.-Consumo y tenencia de drogas en lugares pblicos y su tolerancia.-El botelln, cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana y no est autorizado.-Las cundas o taxis de la droga.-El cultivo de drogas.-Forzar o inducir a menores al consumo de alcohol o drogas.-Los daos graves a mobiliario urbano como marquesinas, papeleras o contene-dores, as como los actos vandlicos a servicios pblicos, adems de obstaculizar la va pblica con vehculos, contenedores o neumticos.-Escalar como accin de protesta en edificios pblicos.

    INFRACCIONES LEVES (100 a 1.000 euros):

    -Manifestaciones y reuniones que infrinjan la ley de reunin.-Exhibicin de objetos peligrosos con nimo intimidatorio. -Amenazar, coaccionar, vejar e injuriar a los agentes de las fuerzas de seguridad cuando estn velando por el mantenimiento del orden pblico y la grabacin y difusin de sus imgenes que atenten contra el derecho a su honor o su imagen y que puedan poner en peligro su seguridad o la de la intervencin policial.-Injurias o calumnias a travs de cualquier medio de difusin a las instituciones, autoridades, agentes y empleados pblicos, as como su falta de respeto. -Realizar o incitar actos que atenten contra la libertad sexual.-Deslumbrar con dispositivos tipo lser a las fuerzas de seguridad.-La ocupacin de cualquier espacio comn, pblico o privado y la colocacin de tiendas de campaas o tenderetes sin permiso en la calle.-Perder tres veces o ms el DNI en un plazo de 5 aos y la negativa a entregar este documento cuando se acordara su retirada.-Los daos leves a mobiliario urbano como marquesinas, papeleras o contenedo-res, as como los actos vandlicos a servicios pblicos, por ejemplo, las pintadas y los grafiti.-Prctica de juegos o deportes en lugares no habilitados cuando haya riesgo para las personas.-Entorpecer la circulacin peatonal.-Escalar a edificios o monumentos o lanzarse desde ellos.-Retirar las vallas de la Polica que delimitan permetros de seguridad.

  • 6En algunos medios de comuni-cacin digitales se han publicado al-gunos artculos en relacin con las movilizaciones habidas despus del verano, calificndolas de fracaso y que este se iba a extender a las que se convoque prximamente, pues la poblacin esta agotada de las mismas. Ante tales afirmaciones debemos ser cautos, se deben valorar en su justa medida, pues si tomamos al pie de la letra estas opiniones pueden ser cau-ce para llevar a la frustracin a los ciudadanos ante las movilizaciones que se avecinan en el horizonte ms prximo.

    Este fracaso se refera a dos casos muy concretos y determinados. La primera ocurri con la marcha contra la Monarqua convocada en Madrid el fin de semana del 28 de septiembre. Sus organizadores, la Coordinado-ra 25-S era el referente. No lograron arrastrar a un nmero importante de ciudadanos a pesar de reclamar el Jaque al Rey, por los innumerables casos de corrupcin que afectan al en-torno del monarca.

    El segundo fracaso se refera en concreto a la movilizacin convocada para el da 5 de octubre bajo el lema Fuera mafia, hola democracia, cuya organizacin corra a cargo del entor-no prximo al 15 M. Hay que reco-nocer que la cita apenas congreg en torno a un millar de personas.

    No podemos valorar el fracaso sin ms, debemos y tenemos que buscar las causas e intentar solucionarlas. En las mismas concurren algunos puntos que deben tenerse muy en cuenta, los cuales merecen ser enumerados.

    Los convocantes, son organizacio-nes que pretenden desde su inicio ser lo contrario a una estructura organi-zada tradicional, se basan en el movi-miento asambleario y en difundir sus mensajes va Internet. Si en principio, es bueno buscar puntos de encuentro, entre intereses distintos, mediante reuniones, no podemos estar perma-nentemente sumidos en la asamblea por la asamblea, pues esto distrae, y a parte de distraer a las personas,

    lo transmite a muchas organizacio-nes que termina abandonando por falta de perspectiva. Se requiere que alguien organice para que todo em-piece a funcionar, de acuerdo a unas reglas mnimas. La difusin no puede circunscribirse exclusivamente va In-ternet, como si este fuera un dios que nos va a resolver todo. Es un grave error, es una herramienta til pero en su justa medida, no podemos olvidar-nos de la propaganda a pie de calle, el contacto personal, la explicacin di-recta con el ciudadano, en los centros de trabajo, de estudio, en las fbricas, etc. Sino caeremos irremediablemen-te, en lo que tanto crtica este movi-miento, en el interiorismo de las orga-nizaciones tradicionales, me refiero a una estructura cerrada en su casa con un ordenador que pretende abarcar el todo, pero sin ser parte del mismo.

    Es imprescindible poner rostro. La gente cada vez exige con ms fuerza saber quin se encuentra detrs de una convocatoria, de un acto. No podemos escondernos como el buen ladrn enmascarado, pues detrs de muchas mscaras, no se encuentran precisamente el hroe, sino el villano amparado en ese anonimato, que pre-tende imponerse como lo nuevo, lo plural, lo diferente.

    Por eso insisto, no a la moviliza-cin por la movilizacin. El ciuda-dano, necesita un fin, un objeto que marcarse, sin l estaremos caminan-do hacia el fracaso y lo que es peor a la desmovilizacin. Las propuestas

    enunciadas al principio, que podran haber resultado atrayentes, no calaron precisamente por su falta de concre-cin, es decir, el fin al que llegar por medio de esa movilizacin, por eso mucha gente no respondi al llama-miento.

    Quisiera terminar con un mensaje positivo, cuando estos puntos se in-vierten, se produce la movilizacin y el apoyo mayoritario de la poblacin. Lo que digo se puede demostrar en las dos ltimas convocatorias habidas en Espaa, una la huelga de la edu-cacin en la Comunidad Balear y la otra la de repulsa a la ley Wert. An siendo sectoriales y con presupuestos ideolgicos determinados, han sido un xito de convocatoria y de partici-pacin. Por qu?, Pues sencillamente porque hubo unos convocantes con rostro (sindicatos, partidos, organiza-ciones de estudiantes, asociaciones de padres). Se saba quin eran los mis-mos, se les identific plenamente en ruedas de prensa, actos, mtines, etc. Y por ltimo haba un fin, aunque como he dicho ms arriba todava insuficiente polticamente, pero al menos claro, tumbar la LOMCE y al ministro Wert.

    Por eso confo que si caminamos con acierto, las prximas convocato-rias sern un xito, solo falta el con-tenido poltico e ideolgico con ma-ysculas y ese no puede ser otro que la ruptura con el actual marco consti-tucional y el avance hacia el modelo republicano.

    Manifestacin, como instrumento, no como finJos Javier Dava Herranz

  • 7Cmo es posible que en nuestro pas, con los actuales niveles de paro y miseria, no se hayan producido ex-plosiones sociales? Cmo se explica que la protesta se mantenga en unos lmites aceptables para las clases do-minantes? Socilogos, politlogos, periodistas, historiadores, militantes de izquierda y muchos ciudadanos se hacen esta pregunta e intentan encontrar una respuesta. Son, desde luego, muchas las variables y facto-res que se conjugan y entrelazan en la explicacin del mantenimiento de la paz social, pero hay un factor que nos parece especialmente relevante: el MIEDO.

    Amplios sectores de sociedad es-paola tiene miedo o, mejor dicho, una variedad de miedos, dependien-do de la edad, la posicin social o el nivel cultural. El miedo a quedarse sin trabajo, al desahucio, a descen-der de status; miedo al inmigrante, al pobre, a perder el pequeo negocio y proletarizarse; miedo a una guerra civil, a la vuelta a una dictadura, a la represin policial. Muchos y dife-rentes miedos se filtran por los poros de la sociedad espaola y atenazan a millones de ciudadanos. Miedos pla-nificados y difundidos por la derecha para mantener a la gente en sus casas y paralizar a los ciudadanos.

    Mientras este miedo que inmovili-za no sea vencido, el cambio poltico en nuestro pas no se producir. Esta es, por tanto, una tarea prioritaria de la izquierda, una tarea pedaggica que debe ser acometida urgentemen-te. Hay que explicar a los ciudadanos que la situacin econmica no va a mejorar, que los derechos perdidos no se van a recuperar ni los hospitales privatizados volvern a ser pblicos mientras se mantenga el actual siste-ma poltico. No hay un futuro digno

    para la mayora de los espaoles con la monarqua y la actual Constitu-cin, porque son las piezas clave de un modelo poltico que ampara la corrupcin y perpeta el poder de la oligarqua.

    Si queremos puestos de trabajo bien remunerados, buenos servicios pblicos, un sistema fiscal justo y tener soberana nacional, hay que luchar, correr efectivamente unos riesgos y afrontar unos sacrificios in-evitables. Lo que no vale es quejarse en la barra de un bar y quedarse en casa esperando que las cosas cambien por s mismas. El miedo a perder lo poco que se tiene es natural, tiene su lgica, pero solo sirve para perpetuar el desastre social. Esto es lo que debe plantear la izquierda y, por supuesto, ofrecer una alternativa poltica por la que merezca la pena luchar. El mie-do, la resignacin y la desesperacin pueden vencerse cuando la perspecti-va de cambio real es visible para los ciudadanos.

    La historia nos ofrece muchos ejemplos. En febrero de 1936 la iz-quierda forj el Frente popular y

    venci en las elecciones. Trabajadores, campesinos, clases medias e intelec-tuales votaron a la izquierda porque sta fue capaz de ofrecer una salida poltica, un programa de cambio, una alternativa clara a la derecha fascisti-zada. Las organizaciones obreras y los partidos republicanos progresistas supieron ver el peligro del fascismo y fueron capaces de forjar un instru-mento poltico para vencerlo. Las ma-sas entendieron tambin ese peligro y se unieron en torno al Frente Popular. Vencieron el miedo que les inculcaba la derecha y se atrevieron a construir un mundo mejor.

    Este es el ejemplo que debe tomar la izquierda. Unirse en torno a un programa de ruptura poltica, unirse en torno a un proyecto republicano, a un programa de cambios estructurales para nuestro pas. Debemos construir un bloque social republicano que sea el referente poltico para millones de ciudadanos. Entonces veremos como el miedo comienza a cambiar de ban-do y se instala en las filas de la oli-garqua.

    Vencer el miedoCarlos Hermida

  • 8Vuelta al exilioI. Vargas(Jvenes Republicanos Valencia)

    Los jvenes de hoy en da nos enfrentamos a un sin futuro. El amplio abanico de posibilidades que nos debera envolver est en el cubo de la basura de cualquier restaurante de comida rpida. Durante estos lti-mos tiempos nos hemos enfrentado a diversos cambios educativos enfoca-dos a ganar el ranking de peores leyes educativas donde la finalidad de stas siempre es convertir la educacin en un privilegio que tan solo unos pocos podrn permitirse.

    El primer puesto se lo dedicamos a la LOMCE (Ley Orgnica en Mejo-ra de la Calidad Educativa) que supo-ne un retroceso temporal hacia la dic-tadura franquista donde los alumnos con ms recursos podrn ascender en los niveles educativos sin ningn tipo de problema mientras que los que apenas puedan pagarse esta educacin quedarn destinados a ser mano de obra barata, con una educacin me-diocre que adems les hace ignorantes para no tener que preguntarse el por-qu de su situacin.

    Esto se consigue con una educa-cin bsica modificada para que haya un fcil acceso a FP a los alumnos con menos recursos que estn enfoca-dos a trabajos precarios, con prcticas no remuneradas, con jornadas inten-sas o apenas unas cuantas horas a la semana, sin contrato muchas veces o con contratos que estn fuera de la realidad; y dan las gracias si reciben algo a cambio. Durante los cursos de la educacin primaria y secundaria los alumnos se enfrentan a exmenes de aptitud - recuerdan las revlidas de los tiempos del to Paco? - dnde podrn ser discriminados por la di-reccin del centro si consideran que el nivel no es el suficiente para el centro educativo. Se recompensar a aquellos centros con ms nivel en-tre sus estudiantes, con una mayor financiacin. Adems, la direccin del centro pasar a no ser ms que un equipo administrativo, es decir, un gestor de los recursos econmicos del centro, dando prioridad a que el

    instituto sea eficiente. Atan cabos? Exacto. Se producirn centros gue-to (centro con pocos recursos y cada vez ms marginales) dnde alumnos con menos recursos econmicos (con condiciones sociales que dificultan su estudio: ambiente incmodo en casa para poder estudiar, tener que compa-ginar trabajo con estudios, incapaci-dad de concentrarse por lo problemas familiares).

    Si alguno de estos pequeos estu-diantes salva su paso por la ESO se enfrenta a un bachiller concertado, s: ms pagos y menos becas. Si supera el ltimo examen de obtencin del t-tulo de bachiller podr escoger a qu universidad ir y tendr que hacer una prueba de acceso para cada universi-dad a la que tenga opcin de entrar. Esta reforma cede la potestad a la uni-versidad para escoger la dificultad y el tipo de prueba bajo criterios de esta misma, y por lo tanto, para escoger el alumnado que desea.

    La universidad! Parece todo per-fecto porque ya puedes estudiar lo que deseas y enfrentarte a ese mundo universitario que muchos desean ex-plorar. Pues frena. Durante la estan-cia en la universidad tendrs muchos obstculos, la mayora econmicos. El aumento de tasas que cada vez es mayor y el recorte de becas te lleva di-recto al mundo laboral, el de la explo-tacin. Trabajar para pagar unos es-tudios que no sabrs jams si tendrs tiempo de preparar... y cuidado! si re-

    pites alguna asignatura ir subiendo progresivamente su precio cada ao que te matricules en ella.

    Si despus de todo consigues sacar adelante la carrera te vers envuelto en el maravilloso mundo laboral del parado espaol: joven, sin experiencia o experiencia de camarero, sin dine-ro o endeudado buscando trabajo de lo que ha estudiado para poder empezar a vivir su vida con 30 aos. Pero no hay problema, segn muchos miembros del gobierno, es una buena oportunidad para abrir nuevos hori-zontes y buscar trabajo fuera, explora en pases donde s quieran realmente valorar su trabajo. O te exilias o te exilian.

    Qu futuro nos espera? Si no lu-chamos ahora: nada. Debemos orga-nizarnos, luchar, alzar el puo, salir a la calle y que vean que no tenemos miedo de nada ni de nadie. Hay que buscar una alternativa a este rgimen oligrquico donde mandan los mer-cados, donde el poder poltico est a las rdenes de las lites econmi-cas y salen favorecidos unos pocos, mientras que el resto de ciudadanos tenemos un futuro ennegrecido. De-bemos romper de una vez con la fal-sa transicin que nos ha llevado a este punto de desigualdad social, lu-char unidos por una tercera repbli-ca popular, realmente democrtica y federal, dnde exista el derecho a una educacin gratuita, laica y de calidad.

  • 9En nombre de la CrisisElia Escribano

    Hemos tenido que acudir al dic-cionario para entender el significado de palabras envueltas en sus eufemis-mos. Palabras, palabras y palabras que

    en nombre de la crisis intentaban e intentan maquillar con argumentos hipcritas la cruda realidad punitiva a la que estamos sometidos siempre los mismos, pero nosotros: los traba-jadores, los jubilados, los estudiantes, los profesionales, los funcionarios, los parados, en definitiva, los ciuda-danos de a pie, los que conformamos la mayora de esta Sociedad. Esos mismos que nos reunimos con los amigos o familiares, en bares o cafs, que vamos a los mercados o a gran-des superficies, los que esperamos pa-cientemente en la parada del bus o en el consultorio mdico. Esos mismos, que al escucharlas nos hemos aunado para proferir el mismo comentario Huy! Que habr querido decir el gobierno con esas palabras. Pala-bras que sin saber su significado ya nos parecan y parecen algo negativo, aunque el gobierno pretende y pre-tenda que nos sonaran y nos suenen a msica celestial.

    De un sentimiento exacerbado, por la actitud de este gobierno que pretende y pretenda enmascarar con eufemismos su torticera poltica, ha aflorado entre nosotros un paroxismo insulto a la inteligencia

    Para entender esos eufemismos, nosotros tuvimos que traducirlos a un lenguaje coloquial, campechano, inteligible para todos. Esas maravi-

    llosas palabras que empleaban y em-plean con sutileza lingstica, como queriendo dulcificar y distorsionar la realidad social, relegndonos a un ostracismo sin parangn.

    Hemos escuchado de todo refor-mas o ajustes para meter tijere-tazos a los derechos sociales. Al resca-te a los bancos, con dinero pblico, ellos lo denominan apoyo finan-ciero. Cuando te despiden ellos di-cen vamos a optimizar recursos. A la subida de IRPF de la nmina de los trabajadores dicen recargo tem-poral de solidaridad. A la recesin la llaman tasa de crecimiento ne-gativo. Hasta cuando nuestros jve-nes y menos jvenes han de buscar oportunidades laborales en otros pa-ses, en vez de hablarnos de flujos emi-gratorios a consecuencia del paro tan elevado que est padeciendo este pas, ellos hablan de movilidad exte-rior como si esto no fuera con ellos. No hay que olvidar la ocurrente fra-se cuando se refieren a la no subida de salarios los salarios en Espaa estn moderando su crecimiento. Hemos tenido eufemismos para todo; modificacin de la estructura del sistema impositivo que es nada

    ms y nada menos que la subida del IVA. Indemnizaciones en diferi-do; desaceleracin econmica en vez de crisis; ticket moderados

    sanitarios para implantar el copago sanitario, y lo mejor de todo, la exter-nalizacin de los servicios pblicos para obviar la palabra privatizacin.

    Esas privatizaciones, porque son eso, que no nos engaen con eu-femismos, pri-va-ti-za-cio-nes de los servicios pblico que las venimos padeciendo en primera persona, en nuestros hijos, en nuestros padres, en nuestros vecinos.

    Son insaciables, son usureros de lo pblico. Se atreven con todo, no tienen ni quieren tener sensibilidad social porque eso implica que haya un equilibrio social ms equitativo y justo en el reparto de la riqueza na-cional. Eso no les va. El gobierno del PP prefiere aplicar el lobbismo o ami-guismo privatizando lo pblico para enriquecerse unos pocos, o hacer ca-ridad o beneficencia para lavarse sus conciencias.

    Eso mismo, tambin, est suce-diendo en el Organismo pblico de la vivienda de Madrid (IVIMA). Obras ingentes destinadas no a los ciudada-nos con unas necesidades reales, sino destinadas a fondos buitres con plena desvergenza y despilfarro de lo p-blico, haciendo aicos el artculo 47

  • 10

    de nuestra Carta Magna que dice: Todos los espaoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes pblicos pro-movern las condiciones necesarias y establecern las normas pertinen-tes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilizacin del suelo de acuerdo con el inters general para impedir la especulacin.

    El Instituto pblico de la vivien-da de Madrid naci en 1984 en un contexto de apoyo a la vivienda so-cial, pero todo esto dista mucho de la realidad. Ante la incredulidad de algunos y la indignacin de muchos de sus trabajadores, el IVIMA, actual-mente, est sufriendo una diseccin que le est dejando sin contenido.

    A principios del 2013 el IVIMA gestionaba un parque de 23.000 vi-viendas. En slo nueve meses el IVI-MA gestiona 16.800 viviendas. Qu ha pasado en solo nueve meses? Pues bien; de esas 23.000 viviendas; 2.935 (32 promociones del plan joven) se vendieron de forma directa a los fon-dos buitres por 201 millones de euros a la empresa GOLDMAN SACHS-AZORA, pero ya se sabe que el mo-dus operandi de estos fondos buitres es la compra de activos a precios ms reducidos. Estos fondos oportunistas estn empezando a tener poder e in-fluencia en el mercado inmobiliario espaol. Se vendi a precio de ganga ya que al IVIMA le cost 284 millo-nes de euros hacer esas viviendas.

    No hay que ser muy talentoso para saber que ese dinero proviene de todos los impuestos recaudados a los madrileos y se supone que la finalidad de estas viviendas era para realojar a personas con verdaderos problemas econmicos. Y yo me pre-gunto, esta operacin no est incu-rriendo en una malversacin de di-nero pblico? Supongo que la justicia algo tendr que decir al respecto a los contenciosos-administrativos que se han interpuesto. Pero tambin he-mos de alegrarnos de la fallida venta de 1.500 viviendas que queran hacer efectiva, con el mismo procedimien-to, el pasado mes de septiembre. Qui-zs esas viviendas resultaban ser ms cochambrosas y las ganancias iban a ser menos suculentas y por eso no hubo puja alguna.

    Otra merma en el patrimonio del IVIMA es la cesin de 1000 viviendas a Critas. (Convenio de colaboracin firmado por el IVIMA con la Funda-cin de Caridad el 27 de noviembre de 2012) lo que les importa es exhibirse pblicamente con un populismo ba-rato que raya la zafiedad olvidndose de su verdadero cometido porque mientras, que por una parte, el IVI-MA ejecut ms de 300 desahucios por impago durante el ao 2012, por la otra, entrega viviendas a Critas re-cuperadas de sus propios desahucios. Vaya dicotoma, la poltica social que debera ejercer el propio IVIMA se la da a Critas para que desempee esa labor. A pesar de que existen alre-dedor de 3500 solicitudes baremadas por el propio IVIMA, ahora ser la Fundacin de Caridad la encargada de escoger, segn su nico y excluido criterio, quienes son los beneficiarios de esta vivienda, segn queda estipu-lado en el citado convenio. Tambin se les ha cedido 1.300 viviendas al ins-tituto de realojamiento e integracin social (IRIS). Hasta ahora se cedan las viviendas a este Organismo a cam-bio del pago de un alquiler. El IVIMA ha dejado de ingresar 2.712.000 euros por este concepto.

    Otra impudicia desgarradora es el traspaso de dinero pblico a lo priva-do en los derechos de superficie. En el presupuesto para 2014 hay previsin de pagar por este concepto 43.500.000 euros.

    Pero an hay ms, se han adjudica-do a empresas privadas para rehabili-tar viviendas vacas mediante contra-tos menores porque de esta manera, y sin obstculo alguno, pueden elegir discrecionalmente al adjudicatario. Mientras tanto los propios trabaja-dores del rea de mantenimiento del

    IVIMA estn parados. Este ao el n-mero de viviendas a reparar han sido de 422 de las cuales se han adjudicado a empresas privadas 190 con un pre-supuesto de 1.750.000 euros. Es todo un despropsito a propsito para jus-tificar, quizs, una optimizacin de recursos de los empleados p-blicos. Si tiramos de hemeroteca, ve-remos que hay muchas empresas que han hecho caja con el IVIMA como es el ejemplo de la constructora de Enri-que Ortz, imputada en el caso Brugal y en el sumario Grtel, recibiendo en el ao 2005 hasta 4,7 millones de eu-ros para la construccin de 80 vivien-das en Valdemoro, o de la empresa FCC implicada en el caso Grtel que fue adjudicataria para la realizacin de 60 viviendas en Vallecas, o de la empresa Sacyr Vallehermoso presente en los papeles de Brcenas que reci-bi la concesin por 20 aos para la explotacin de viviendas en el Barrio de Usera.

    El trasvase de lo pblico a lo privado en la gestin tambin est avalado por el macrocontrato de 7,3 millones de euros que este organismo ha dado este ao a la empresa Conur-ma , nombrada en el sumario de la trama Grtel, para desarrollar funcio-nes del rea de administracin. Que curiosa coincidencia el Apoderado de esta empresa se llama y se apellida igual que el Exviceconsejero de Inmi-gracin de la Comunidad de Madrid imputado en el caso Grtell, Carlos Clemente Aguado.

    Con todo este panorama a ritmo de comparsa restringida estn sa-queando el Instituto de la Vivienda de Madrid. Es desolador ver que en nombre de la Crisis tengan un che-que en blanco para aniquilar todo lo que huela a pblico.

  • 11

    Aspectos organizativos de Republicanos (I)Agustn Canales

    Desde un punto de vista poltico y social, el individuo solo no es nada; unido, asociado, lo es todo. Slo des-de la asociacin de individuos, expre-sada en distintas formas de organiza-cin, es que nos podemos plantear determinadas metas, conseguir ciertos objetivos, llevar a trmino determina-das luchas. De otro modo no es po-sible.

    De ah la importancia en s de lo colectivo, de la organizacin. De ah la importancia de las organizaciones de clase, ya sean sindicales o polticas. De ah la importancia de Republica-nos, como organizacin que tiene por fin la construccin de la III Repbli-ca, de trabajadores de toda clase.

    Pero para conseguir tal fin es pre-ciso que nuestra organizacin funcio-ne eficazmente; disponer que sus ele-mentos y mecanismos se conjuguen

    armnicamente. Estableciendo un smil, que el reloj disponga de todas las piezas y mecanismos que las co-necten, y que la maquinaria est bien engrasada.

    El reloj Republicanos tiene que mejorar esos mecanismos y estar ms engrasado. Tenemos algunas deficien-cias organizativas y de funcionamien-to que debemos superar para dar las horas en punto. Si persisten se resen-tir el conjunto de la organizacin y se obstaculizar la aplicacin prctica de la poltica de Republicanos, lo que ir en detrimento de la propia organi-zacin y, por ende, de la causa repu-blicana, la causa del pueblo.

    Debemos, en primer lugar, mejo-rar el trabajo de coordinacin y di-reccin en cada territorio. Para ello es preciso que se creen (recordemos los

    acuerdos de la Asamblea General Ex-traordinaria de 25 de mayo), donde no estn creados, comits territoriales de direccin y, donde los haya, fun-cionen como verdaderos rganos de coordinacin y direccin, que coor-dinen a los distintos ncleos de su zona, que garanticen la integracin de los nuevos afiliados en un colec-

    tivo de Republicanos, que impulsen, con distintas iniciativas, los acuerdos y decisiones de la Asamblea General y del Comit Federal y las orientacio-nes de la Comisin Permanente, de forma que all donde est una organi-zacin de Republicanos, un afiliado, se oiga la misma voz.

    En segundo lugar, tiene que me-jorarse la coordinacin, relacin y comunicacin de los territorios con la federacin y esto es algo que com-pete tanto a los rganos de direccin federal como a los territoriales. Am-bas piezas son fundamentales. Sin esa coordinacin nos fallara lo anterior, y esa voz de la que hablbamos antes no se oira o se oiran varias.

    Para asegurarnos de ello tenemos que superar cierto ensimismamiento regional y/o local, que dificulta esa

    coordinacin de los distintos niveles de organizacin. Debemos tener claro que el de Republicanos es un proyecto estatal que, conjuntamente, tiene que dar respuesta a las exigencias de una lucha general. Este ensimismamiento nos limita en un doble sentido. Por un lado, como decimos, obstaculiza que llegue a todos los ncleos y militantes las directrices y orientaciones de los rganos de direccin federales y que, por tanto, podamos actuar como una sola organizacin, en una misma di-reccin y sentido; que se lleven y apli-quen las mismas consignas centrales all donde estemos, sin menoscabo de la iniciativa y autonoma que deben tener las distintas organizaciones de Republicanos. Por otro lado, impide compartir, con otras organizaciones del partido, aleccionadoras experien-cias de movilizacin y lucha locales

    y regionales, y que las conozcan, con todas las lecciones e informaciones que entraan, los rganos federales de direccin. Las conclusiones de esas luchas son ricas y necesarias aporta-ciones para la elaboracin continua de una acertada tctica poltica gene-ral..Cada afiliado, cada ncleo, cada organizacin territorial debe preocu-parse e interesarse no slo por las luchas propias, de su zona, sino las de otros compaeros y lugares y, en definitiva, por la del conjunto de la organizacin. El de la coordinacin, pues, es una de las insuficiencias a vencer. En la medida que lo hagamos pondremos a Republicanos en dispo-sicin de desplegar un trabajo ms vasto y eficaz; en disposicin para ser una mejor herramienta de lucha de nuestro pueblo.

  • 12

    Resolucin final del I Encuentro Estatal de cargos pblicos por la Repblica

    Los CARGOS PBLICOS reuni-dos en este Encuentro en el Ateneo de Madrid, provenientes de todo el Esta-do y pertenecientes a distintas fuerzas polticas, MANIFESTAMOS nuestra repulsa contra este sistema que agre-de a las personas y pone en tela de juicio el cumplimiento de los valores ms fundamentales de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos, sumando en la pobreza ms absoluta a la mayora ciudadana; despojndo-la de sus derechos bsicos, limitando las libertades y cizallando cualquier elemento de participacin democr-tica. Un rgimen que, adems, est sustentado en el modelo bipartidista, monrquico y neoliberal salido de la transicin; que se encuentra agotado, corrupto y sin capacidad de dar res-puesta a las reivindicaciones de ms democracia, justicia, igualdad y liber-tad.

    Reclamamos un nuevo modelo de Estado, una sociedad nueva, que, aqu y ahora, no puede ser otra sino en clave de Repblica. Una REP-BLICA federal, laica, participativa y solidaria; con una economa al servi-cio de las personas y en defensa del medio ambiente; como alternativa de ruptura con el modelo actual; donde la ciudadana sea el sujeto principal de cualquier accin de gobierno, del signo que sea, con sus derechos y obli-gaciones constitucionalizados y exigi-bles por ley.

    Para construir esta alternativa, consideramos necesario impulsar la ms amplia participacin; con alian-zas polticas, sociales y ciudadanas, por un PROCESO CONSTITUYEN-TE REPUBLICANO orientado a Crear conciencia cvica, Contenidos programticos y Poder poltico ciu-dadano que combine la lucha insti-tucional con la movilizacin social, exigiendo el Derecho a decidir sobre la forma de Estado.

    Con este objetivo, los Cargos P-blicos aqu reunidos, tomamos en consideracin las siguientes PRO-PUESTAS DE ACCIN, como ms significativas, para desarrollarlas y

    ampliarlas all donde ejercemos nues-tra funcin pblica; a la vez que en las organizaciones, colectivos y en el conjunto de la sociedad. As, nos pro-nunciamos por,

    1) Defender los contenidos de la DECLARACIN que acompaa a la convocatoria de este Encuentro, como elementos bsicos de referencia de la propuesta que propugnamos; apun-tando a la necesidad, tambin, de impulsar un nuevo Proceso Constitu-yente a nivel europeo.

    2) Apoyar la lucha contra la im-punidad del franquismo, por lo que supone de justicia para con sus vc-timas, adems de como palanca de ruptura con el modelo constitucional heredado, y de avance por la Rep-blica.

    3) Republicanizar la actualidad, con denuncia del rgimen monrqui-co, con pedagoga en la accin diaria, sumando voluntades en todo tipo de foros.

    4) Apoyar las reivindicaciones so-ciales y las luchas sectoriales, vincu-lndolas con la alternativa republica-na como modelo que ofrece el marco transversal ms idneo para garanti-zar su defensa. Porque todo est co-nectado.

    5) Sumar municipios a la causa republicana, coordinando sus actua-ciones.

    6) Promover mociones y actua-ciones institucionales de contenido netamente republicano, como forma efectiva para dinamizar el Proceso Constituyente.

    7) Visualizar seas de identidad republicana, en la frmula de toma de posesin del cargo, conmemoran-do el 14 de abril y otras fechas sig-nificativas, en el callejero municipal, en las mareas tricolor; Potenciar la

    participacin ciudadana, con con-sultas para la toma de decisiones, la transparencia de la gestin pblica; Respetar el laicismo en la educacin y las instituciones, sacando del espacio comn los smbolos, la financiacin y los privilegios confesionales.

    8) Defender lo pblico, contra los lobbies y la privatizacin de los bie-nes y servicios pblicos.

    Finalmente, Convocar un segun-do Encuentro Estatal de Cargos P-blicos por la Repblica, en fecha por definir, para evaluar la situacin del Proceso Constituyente y establecer nuevas iniciativas.

    Por ltimo, llamamos a la ciuda-dana a Participar en los actos y ma-nifestaciones del 6 de Diciembre que se celebran por toda la geografa para denunciar la Constitucin monrqui-ca de 1978 y la conmemoracin ofi-cial que de la misma se realiza en esa fecha.

    El pueblo espaol ya tom en sus manos la bandera de la Repbli-ca cuando en 1931 inund las calles de pueblos y ciudades abriendo las puertas al cambio poltico-social y a la esperanza. Ahora es el momento preciso y necesario para abrirlas de nuevo. ESTE PRONUNCIAMIEN-TO ES NUESTRO COMPROMISO como Cargos Pblicos reunidos en este Encuentro.

    VIVA LA REPBLICA !!!

    Madrid, 1 de Diciembre de 2013

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    Declaracin del I Encuentro Estatal de cargos pblicos por la Repblica

    LA REPBLICA NO SLO ES NECESARIA,

    SE HA CONVERTIDO EN ALGO IMPRESCINDIBLE

    La situacin actual de crisis que sufrimos supone una agresin en todo orden a la ciudadana que pone en tela de juicio el cumplimiento de los valores universales expresados en la Declaracin Universal de los Dere-chos Humanos.

    Desde nuestra funcin y respon-sabilidad como Cargos Pblicos, en pueblos, ciudades, Comunidades Autnomas, en el Congreso, Sena-do y Parlamento Europeo, donde ejercemos labores de representacin democrtica en puestos de toma de decisiones, elevamos nuestra voz para MANIFESTARNOS CONTRA ESTE ORDEN ESTABLECIDO, contra este sistema descarnado, que, sin ningn tipo de contemplaciones, suma en la pobreza ms absoluta a la mayora ciudadana en beneficio de una mino-ra, despojndola de sus derechos ms bsicos, a la vez que limitando liber-tades y coartando cualquier elemento de participacin democrtica.

    Un sistema que consideramos ago-tado, injusto y con graves carencias democrticas:

    Por un bipartidismo producto de una deficiente representatividad que, adems, no puede ofrecer ya sino ms pobreza, ms injusticia y ms corrup-cin, con el vaciamiento, cuando no incumplimiento, del actual modelo constitucional.

    Porque los derechos sociales re-cogidos en la Constitucin se han convertido desde el principio en pa-pel mojado. As ocurre, entre otros, con el derecho al trabajo (art. 35) y el derecho a una vivienda digna (art. 47), resultando un sarcasmo que a la vez se afirme que los poderes pbli-cos realizarn una poltica orientada al pleno empleo y que impedirn la especulacin del suelo.

    Porque es un rgimen monrqui-co corrupto y con ilegitimidad de origen, con un Jefe del Estado no ele-

    gido sino puesto por el dictador Fran-co, como institucin arcaica carente de los ms elementales supuestos de-mocrticos.

    Un rgimen que permite que per-manezca de forma vergonzosa sin re-solver la impunidad del franquismo para con sus vctimas, negndoles la verdad, justicia y reparacin.

    Una administracin de Justicia que no cumple con el derecho de todos los ciudadanos a una justicia rpida, justa y efectiva, en lugar de la desigualdad ante la ley, la impunidad, los indultos selectivos y la ausencia de una separacin real de poderes.

    Una poltica educativa, en la cul-tura y en los medios de comunicacin que no estn orientadas al pleno desa-rrollo de las personas, la inteligencia y el disfrute, sino en crear sbditos, ms que ciudadanos libres, mediati-zados por un pensamiento uniforme.

    Porque su modelo econmico es incapaz, por su propia naturaleza, de ofrecer una vida digna a los millones de trabajadores en desempleo, a los miles de ciudadanos que son desahu-ciados, a los jvenes que trabajan en precario y con sueldos basura, a los jubilados que sobreviven a duras pe-nas con pensiones de miseria, etc.

    Porque las reivindicaciones de los diferentes pueblos a su derecho a

    decidir en un marco de mejor convi-vencia no encuentran solucin en el actual Estado de las autonomas.

    Porque las libertades democrticas y al derecho de opinin, expresin y manifestacin estn siendo seriamen-te limitados y reprimidos.

    Porque la poltica exterior que se distingue por el sometimiento a los intereses de Estados Unidos, con el abandono del pueblo saharaui y palestino, la presencia de bases y la OTAN, los gastos militares, la cola-boracin en las guerras imperialistas de agresin contra Iraq, Afganistn y Libia, etc. Tambin con la limitacin al ejercicio de la justicia universal.

    Estos y otros rechazables elemen-tos que caracterizan al rgimen actual y a las polticas que lo sustentan hacen que nosotras y nosotros, como Cargos Pblicos, queramos presentar con esta Declaracin una PROPUESTA PARA CREAR UNA SOCIEDAD NUEVA, formada por mujeres y hombres due-os de su destino, que pueda ofrecer un futuro prximo en mejores condi-ciones de ser vivido. Esta propuesta, aqu y ahora, no puede ser otra que la de un firme LLAMAMIENTO POR LA REPBLICA.

    Una Repblica como RUPTURA CON EL MODELO MONRQUI-CO Y NEOLIBERAL SALIDO DE

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    LA TRANSICIN, que establezca un modelo de estado ms democrtico, de ms libertad e igualdad, donde la ciudadana sea el sujeto principal de cualquier accin de gobierno y don-de sus derechos y obligaciones estn constitucionalizados y exigibles por ley, teniendo como base los siguientes fundamentos:

    La Declaracin Universal de los Derechos Humanos, con la igualdad entre mujeres y hombres en su digni-dad, como punto de partida irrenun-ciable en la construccin del nuevo ordenamiento jurdico al servicio de los pueblos para satisfacer las necesi-dades de las personas.

    Un Estado federal donde partien-do de la igualdad de derechos y debe-res, con solidaridad y cohesin social, respete el derecho a decidir para los pueblos que as lo quieran ejercer.

    Un Estado laico en sus institucio-nes y en la sociedad que garantice el ejercicio de la libertad de conciencia de todos los individuos y la separa-cin entre iglesias y Estado, con una educacin que sea pblica, laica, uni-versal, gratuita y de calidad, y una cul-

    tura al servicio de la inteligencia, la igualdad y la libertad.

    Una Democracia radical y partici-pativa donde la ciudadana disponga de cauces para su efectiva participa-cin en lo pblico, con respeto a su voluntad a travs de un sistema elec-toral justo y otros instrumentos de in-tervencin y control ciudadano. Esta democracia es incompatible con una monarqua donde el Jefe del Estado es hereditario.

    Un Estado solidario y por la paz, con una reforma fiscal que establezca la aportacin a lo comn segn las ca-pacidades de cada cual, que permita la

    distribucin social de la riqueza para cubrir las necesidades bsicas de lo pblico y de las capas sociales ms ne-cesitadas. Una poltica exterior basada en la paz y la legalidad internacional para la resolucin de conflictos y la cooperacin entre los pueblos.

    Una Economa al servicio de las personas, el inters general y la de-fensa del medio ambiente, con ser-vicios pblicos de salud, educacin, servicios sociales, pensiones, que tiene que estar excluidos de su priva-tizacin como garanta de satisfacer

    derechos para todas las personas con una equitativa distribucin social. Establecer una banca pblica, acome-ter la reforma agraria, establecer una renta bsica como derecho universal de ciudadana, con acceso a medios de comunicacin, etc. El derecho a la vivienda y a un trabajo de calidad, con proteccin contra el desempleo, permitiendo disfrutar de condiciones para una vida digna.

    La tica y la Racionalidad como criterio de funcionamiento y admi-nistracin; eficacia, transparencia y sobriedad en lo pblico; establecien-do un cdigo tico de comportamien-

    to del Cargo Pblico basado en la honestidad. Contra el consumismo desaforado y con erradicacin total y penada de todo tipo de corrupcin como lacra inasumible en el modelo de sociedad que defendemos.

    Los Cargos Pblicos que suscribi-mos esta Declaracin manifestamos nuestra firme intencin de impulsar un PROCESO CONSTITUYENTE REPUBLICANO para la construc-cin de esta propuesta que est abier-ta sobre estos y otros elementos a la participacin de todas y todos para

    llenarla de contenido, promoverla y defenderla.

    La sociedad espaola ya lo hizo una vez cuando en 1931 la bandera tricolor inund las calles de pueblos y ciudades abriendo la puerta al cam-bio poltico y social, y a la esperanza. Ahora hay que abrirla de nuevo, afir-mando con rotundidad que NO RE-NUNCIAMOS A NUESTRO FUTU-RO, a un futuro de libertad, igualdad y solidaridad, de ms justicia y ms democracia, como ser el que consiga-mos con nuestro compromiso por la REPBLICA que propugnamos.En Madrid, a 1 de Diciembre de 2013

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    Elecciones Europeas: MANIFIESTO por una amplia candidatura unitaria de ruptura con el Rgimen

    Ante las Elecciones al Parlamento EuropeoMANIFIESTO

    Por una amplia candidatura unitaria de ruptura con el Rgimen

    Lejos de lo que dicen los voceros del Gobierno y del Rgimen seguimos inmersos en una profunda crisis agudizada por sus polticas econmicas neoliberales. Los recortes y reformas del Gobierno del PP perpetan la crisis, disminuyen los sala-rios y el poder adquisitivo de la inmensa mayora de la poblacin, desincentivando el consumo. Sus polticas aumentan el paro y lo hacen crnico. Estn generando grandes bolsas de pobreza y exclusin social y llevando al hambre a decenas de miles de nios. El Gobierno de Rajoy es el gobierno de la crisis, del paro, el hambre y la corrupcin. Mientras, los bancos y grandes empresas siguen engordando sus bolsillos. La oligarqua, a travs de sus gobiernos, agentes e instituciones polti-cas, est llevando a cabo su programa econmico y poltico: disminuir los salarios de los trabajadores, todas las prestacio-nes sociales, precarizar el escaso trabajo, cercenar los derechos laborales, debilitar al mximo las organizaciones de clase de los trabajadores, desmantelar y privatizar los servicios pblicos y sociales, eliminar libertades y derechos democrticos bsicos,, en definitiva, aumentar la explotacin y opresin de la mayora social y trabajadora. Quieren llevarnos al siglo XIX. Todo con el objetivo de aumentar sus beneficios.

    Vivimos unos momentos en que la polarizacin social y poltica se agudiza. Las organizaciones fascistas actan im-punemente. El populismo reaccionario se hace fuerte. El Gobierno, en los ltimos meses, est llevando a cabo una serie de medidas y leyes archirreaccionarias para reprimir y criminalizar la protesta social y poltica, como la Ley de Seguridad Ciudadana, la reforma del Cdigo Penal, la Ley de Seguridad Privada, desmantelando la anorxica democracia, y son la antesala de formas fascistas de gobierno, de poder. Sus propias normas, de las que se dotaron en la llamada Transicin, les estorban y se las saltan. Si la lucha contra la crisis no se canaliza por la izquierda lo har por la derecha. Estamos en un momento histrico. Y en esta situacin la izquierda sigue, lamentablemente, dbil y dispersa, sin capacidad de respuesta real. Slo podr conjurar esos peligros y defender los intereses de los ciudadanos, de los sectores populares, si apuesta firme y coherentemente por la unidad.

    Ante la dramtica situacin que vive nuestra gente, nuestros pueblos, las organizaciones, partidos y gentes de izquier-da, progresistas, no podemos permanecer impasibles. Es necesaria y urgente la unidad de la izquierda. Slo as podremos parar el golpe y despus de agrupar fuerzas pasar a la ofensiva contra ese puado de oligarcas antisociales. Pero para avanzar, para emprender un programa que alivie la situacin de la mayora social, un programa de progreso y contra la Troika, es imprescindible que la unidad se base en la ruptura con el rgimen monrquico, bastin de la oligarqua, de las castas reaccionarias, nido de especuladores y corruptos.

    Las Elecciones Europeas de mayo de 2014 ofrecen un espacio inmejorable para avanzar y fraguar esa unidad que los sectores ms avanzados del pueblo reclaman. Los firmantes de este manifiesto apostamos por y hacemos un llamamiento a la creacin de una amplia candidatura electoral, de las distintas fuerzas de izquierda, nacionalistas y estatales, sobre la base de la ruptura con la Monarqua y la Constitucin de 1978, que permita ir desbrozando el camino de progreso que necesita la inmensa mayora de la poblacin, que d esperanzas a nuestro pueblo y confianza en sus propias fuerzas. Es hora de trabajar honrada y consecuentemente por la unidad, de dar los pasos necesarios hacia la creacin de una alianza electoral rupturista. No tenemos todo el tiempo del mundo. No es hora de ensimismamientos sino de amplitud de miras, de actuar con valenta, con espritu constructivo, de ser generosos, vencer miedos e inercias y abrirse al trabajo conjunto de los distintos sectores y sensibilidades de la izquierda. Por nuestra gente, por nuestros pueblos: Por una alianza electoral unitaria y de ruptura!

    Madrid, enero de 2014, Federacin de Republicanos (RPS) FIRMA EL MANIFIESTO EN NUESTRA WEB: www.federacion.republicanos.info

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    MADRID: Hospital de villalba 100% pblico La Comunidad de Madrid mantiene cerrado el Hospital de Villalba, que continuar cerrado al menos durante 2014, pagando 1.000.000 de euros mensuales en concepto de mantenimiento, mientras recortan plantillas (400 trabajadores en el hospital Puerta de Hierro), eliminan camas y alargan las listas de espera. Este es su verdadero modelo de gestin austera: construir hospitales y mantenerlos cerrados haciendo que todos los ciudadanos paguemos el negocio de las multinacionales con sede en los parasos fiscales.

    SALAMANCA: Alcaldesa de Pastores iza la bandera republicana en consistorio y la retira la G. Civil horas mas tardeLa alcaldesa de Pastores (Salamanca), Pilar Salazar miembro de Republicanos (RPS), ha sustituido en el edificio consistorial la bandera oficial del Reino de Espaa por la tricolor de la II Repblica, como apoyo a un en-cuentro de cargos pblicos organizado hoy en Madrid por la Junta Estatal Republicana (JER).

    SEGOVIA: manifiesto unitario ante la celebracin del 6 de diciembreLas organizaciones Colectivo Republicano Antonio Machado, GERS, IU, Republicanos (RPS), Segovia de iz-quierdas, Yesca firman un manifiesto conjunto ante la celebracin del 6 de diciembre contra la constotucipn monrquica del 78 y por la III Repblica

    SAN SEBASTIAN: una manifestacin rechaza la Constitucin porque no garantiza los derechos de las personasColectivos republicanos de Gipuzkoa se han manifestado esta maana en San Sebastin para expresar su recha-zo a la Constitucin de 1978 y reivindicar un nuevo proceso constituyente que culmine con la III Repblica.

    HUESCA: Actos de Homenaje a Fermn Galn Rodrguez y ngel Garca HernndezCon motivo de Homenaje a Fermn Galn Rodrguez y ngel Garca Hernndez , se han celebrado en Huesca unos actos conmemorativos a dicho evento en el cual se ha hecho una concentracin-almuerzo en el monu-mento a Fermn Galn y ngel Garca y celebrado una manifestacin recorriendo el centro de la ciudad con una bandera de unos 9 metros de larga al frente de la manifestacin

    GALICIA: Republicanos de Galicia desenmarcara al colectivo M.R.A GallaeciaLos ataques fascistas y homfobos, realizados por cuatro energmenos respondiendo a las siglas de Movi-miento de Resistencia Ariana, grupsculo heredero de los Ultreia ( reconocidos en su poca por el NSDAP del tirano Adolf Hitler ), son contnuos en las noches gallegas,. Para RPS - Galicia, toda esta oleada de violencia responde al resentimiento y lo nico a lo que aspiran es a mantener este rgimen, pero eliminando libertades democrticas, como ha pasado en pocas pasadas con Franco Bahamonde, por ejemplo.

    MSTOLES: Comunicado de apoyo conjunto a los trabajadores del barrio de Gamonal (Burgos)La UJCE, El Militante, Sindicato de Estudiantes, Socialismo Mostoleo y Republicanos han firmado conjunta-mente un manifiesto de apoyo a las luchas de Gamonal.

    NOTICIAS TERRITORIALESMURCIA: xito de la Marcha de Mareas del 23-NOchenta mil personas participaron en una inusual marcha de ocho Mareas (sectores profesionales y otros colectivos afectados por la crisis). La marcha se desarroll dentro de la ms absoluta normalidad, siendo los lemas ms coreados por la multitud: Que se vayan! y Gobierno dimisin! REPUBLICANOS-RPS Regin de Murcia estuvo muy activa a lo largo de la manifestacin, portando banderas tricolores, cantando lemas por megafona, y repartiendo folletos de propuestas de salida de la crisis, orientadas hacia la III Repblica.

    CASTILLA-LEN: Comunicado de Republicanos: Gamonal: ejemplo de Unidad y LuchaAnte los sucesos que se estn produciendo en el barrio burgals de Gamonal, Republicanos de Castilla y Len queremos expresar nuestra solidaridad con sus vecinos, con sus asociaciones, y nuestro firme apoyo a su lucha.

    ALACANT Republicanos en apoyo a la huelga indefinida de limpieza y recogida de basurasRPS Alacant apoya la huelga indefinida de limpieza y recogida de basuras convocada por el comit de empresa de UTE Alicante, ante el atropello que quiere hacer dicha empresa de no firmar un nuevo convenio colectivo y aplicar la reforma laboral.

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    El atentado a Carrero Blanco pill totalmente desprevenido a EEUU

    El prximo 20 de diciembre [de 2013] se cumplirn 40 aos del aten-tado que acab con la vida de Luis Carrero Blanco. El que ostentara en 1973 el cargo de presidente del Go-bierno estaba llamado a perpetuar el rgimen de Franco, uno de los moti-vos que ETA esgrimi en un comu-nicado para reivindicar la autora del asesinato. La versin oficial habla de que tres miembros de la banda terro-rista accionaron el dispositivo que mat al almirante y a los otros dos pasajeros del Dogde 3700 que salt por los aires y acab en la azotea de la residencia de los jesuitas de la iglesia San Francisco de Borja. Pero, entre lo mucho dicho y escrito sobre el aten-tado, caben teoras conspirativas de todo tipo. Desde la participacin de la CIA y EEUU y de los servicios se-cretos de otros pases hasta una conju-ra de altos cargos del propio rgimen franquista.

    El supuesto respaldo estadouni-dense es lo que mayor fuerza ha co-brado con el paso de los aos, idea que an persiste. Pero lo cierto es que en los Cables de Kissinger recopilados por Wikileaks no hay ningn indicio de la supuesta colaboracin de la in-teligencia de EEUU en el atentado. El cuerpo diplomtico, a juzgar por las notas enviadas, tampoco alert de la existencia de un comando de ETA en Madrid, a pesar de que la explosin se produjo a escasos metros de su emba-jada y un da despus de que el secre-tario de Estado abandonara Espaa tras una visita durante la cual hasta la agenda de actos a los que iba a asistir Kissinger era clasificada con el sello de SECRETO por temor a un aten-tado... contra el jefe de la diplomacia estadounidense.

    El embajador norteamericano de la poca, Horacio Rivero, avis de la muerte de Carrero Blanco al De-

    partamento de Estado en un escueto cable diplomtico no confidencial: La embajada ha confirmado que el presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, ha muerto al llegar al hospital tras una explosin mientras viajaba en su coche. El mensaje fue enviado hora y media despus del atentado. Dos guardaespaldas que acompaa-ban al primer ministro (sic) tambin han sido asesinados. La explosin ha ocurrido a una calle de la embajada en torno a las 09.30. El personal de la embajada ha odo el sonido de una explosin.

    Segn el contenido de las comuni-caciones, el atentado pill por sorpre-sa a la embajada, pero, entre el caos informativo de los primeros momen-tos, el primer cable, casi telegrfico, ya apuntaba dos circunstancias. El texto hablaba de asesinato cuando en la prensa an se comentaba la po-sibilidad de que el siniestro pudiera haberse producido por un escape de gas. Y, por otro lado, el embajador concluye con un comentario final: Las circunstancias no han sido veri-ficadas exactamente. Indudablemen-te, habr especulaciones asociando la explosin con el juicio a Los 10 de

    Carabanchel programado para hoy. No es de extraar que en plena Gue-rra Fra la obsesin de EEUU con cualquier cosa que sonara a comunis-ta apareciera en todas partes.

    A lo largo de aquel 20 de diciem-bre, la legacin estadounidense en Madrid envi en total 12 cables de los que se han desclasificado, cinco sobre la muerte de Carrero Blanco. De lejos, el ms largo de ellos es en el que se informa de la suspensin temporal del proceso judicial contra los posteriormente encarcelados diri-gentes de CCOO, que el embajador Rivero parece insistir en conectar de alguna forma con el atentado. Y aun-que, como se reconoce en otro de los cables, se trate del primer asesinato de un alto miembro del Gobierno en tres dcadas, en ningn momento se muestra una especial preocupacin por el escenario poltico siguiente al magnicidio. Si acaso aparecen un par de breves comentarios sobre la apa-rente calma en las calles, que siguen atestadas de compradores navideos, y el nerviosismo entre los grupos opositores: De acuerdo a una fuen-te de la oposicin, sus lderes estn extremadamente preocupados tras

    Los Cables de Kissinger' no evidencian que la CIA estuviera al corriente de los preparativos del coman-do de ETA. Los informes apenas le otorgan relevancia y se centran en los posibles sucesores, entre los que obvian a Arias Navarro, y en el juicio a Los 10 de Carabanchel'

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    la muerte de Carrero Blanco y creen que puede haber una dura represin contra las actividades opositoras. Se especula sobre que se realizarn nu-merosos arrestos.

    Un da despus del atentado, Ri-vero envi un mensaje, esta vez s de carcter confidencial, en el que reali-zaba una recopilacin de los posibles sucesores de Carrero Blanco despus de que el vicepresidente Torcuato Fer-nndez-Miranda asumiera el poder de forma interina. Se hablaba, aparte del propio Fernndez-Miranda, del exministro de Informacin Manuel Fraga; del extitular del Ministerio de Trabajo Jos Antonio Girn de Velas-co; del presidente de las Cortes y del Consejo de Regencia, Alejandro Ro-drguez Valcrcel; de Raimundo Fer-nndez-Cuesta, miembro destacado de la dictadura desde que finalizara la Guerra Civil; del general Manuel Dez-Alegra; y del ministro de Asun-tos Exteriores, Laureano Lpez Rod. Curiosamente, Arias Navarro no apa-reca por ningn lado.

    En ese mismo cable, Rivero expli-

    caba que la ausencia de Franco en el funeral de Carrero Blanco se debi a una gripe, o bien porque quiso evitar mostrar su emocin en pblico. El nombre de ETA no se mencion has-ta la madrugada del 20 al 21, cuando el Departamento de Estado se hizo eco de una informacin de la agencia Reuters que recoga la reivindicacin de la banda. Esta nota lleg a la sede de las Naciones Unidas en Ginebra y a la Casa Blanca.

    Carrero estuvo muy simptico. Y parece estar bien de salud, coment el embajador a cuatro meses del aten-tado. Antes de la muerte del almiran-te no hubo ningn informe secreto de EEUU que alertase de la Operacin Ogro --nombre en clave utilizado por ETA--. S que recogan, por ejemplo, el ataque que sufri en junio de 1973 su hermana, Mara Dolores, por un ve-cino perturbado de 73 aos que dis-par contra ella porque crea que le quera expulsar de su piso para que su hija lo pudiese ocupar. Despus de indicar que la seora Carrero se encontraba hospitalizada, pero no en

    estado grave, Rivero sugiri a Nixon que enviase un mensaje de nimo, que incluso le redact, al presidente del Gobierno espaol. Pero el manda-tario estadounidense, en pleno escn-dalo Watergate, no pareca estar por esa labor, ya que fue su segundo, Spi-ro Agnew, el que finalmente lo envi.

    Las teoras conspirativas sostienen que la CIA, por omisin y no por ac-cin, estuvo detrs de la muerte del al-mirante. Pero si los servicios secretos de EEUU hubieran dispuesto de esa informacin no se habran desclasi-ficado documentos que lo probaran. Sin duda, Washington, de estar al co-rriente de la presencia de terroristas muy cerca de su sede diplomtica, ten-dra como prioridad proteger la vida de Kissinger. Carrero estuvo muy simptico durante nuestra conversa-cin. Y parece estar bien de salud, fue el comentario final del embaja-dor estadounidense en un informe que envi casi cuatro meses antes del atentado, seguramente totalmente ig-norante de que no le quedaba mucho tiempo de vida.

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    Mandela y la falsificacin de la historiangel Guerra Cabrera

    (http://www.rebelion.org) La hipocresa de Estados Unidos

    y sus aliados se ha podido corroborar en toda su magnitud al proclamar la Asamblea General de la ONU el 18 de julio como Da Internacional de Nel-son Mandela, fecha del natalicio del legendario dirigente sudafricano. Lo ejemplificaba esplndidamente el in-sustituible corresponsal de La Jornada en Estados Unidos, David Brooks, al contrastar los encendidos elogios de ocasin a Mandela de la secretaria de Estado Hillary Clinton con el tes-timonio de un veterano de la lucha contra el apartheid en ese pas, quien recordaba que el prestigioso lder y su organizacin, el Congreso Nacional Africano (CNA), fueron mantenidos en la lista oficial de terroristas por el gobierno estadunidense nada me-nos que durante toda la presidencia de Bill Clinton, aos despus de que Mandela fuera electo presidente de Sudfrica (1994). Pretenden que ol-videmos el apoyo econmico, polti-co y militar a los racistas blancos de Washington y sus aliados de la OTAN y, por supuesto, de Israel, que dot a Pretoria del arma nuclear por encargo de la Casa Blanca.

    Mandela, por cierto, no fue el pa-cifista descafeinado inventado por la mafia meditica sino, desde su juven-tud, un recio combatiente por la libe-racin de su pueblo que cuando vio ahogados en sangre por el rgimen de minora blanca sus intentos de luchar por medios pacficos no vacil en en-cabezar y organizar la Umkhonto we Size (La lanza de la Nacin, en len-gua xosa), brazo militar del CNA que realiz riesgosas y audaces acciones armadas hasta que el apartheid entr en fase agnica. Tampoco su excarce-lacin obedeci a ningn milagro ni el fin del odioso rgimen se consigui simplemente mediante un dilogo y unas elecciones, como afirma hoy la fbula meditica. El dilogo y las elecciones fueron la conclusin de un prolongado ciclo de lucha del pueblo negro y de algunos blancos revolucio-narios o progresistas de Sudfrica

    entre ellos lderes veteranos del CNA como Joe Slovo, presidente del Par-tido Comunista de Sudfrica cuya ltima etapa va de los aos 20 a los 90 del siglo XX, reprimida sin piedad por los racistas blancos. La lucha con-tra el apartheid experiment un gran impulso y levant una enorme solida-ridad internacional a tenor de la des-colonizacin de frica y, por ltimo, de la liberacin de las colonias por-tuguesas y el ascenso de la SWAPO (por su sigla en ingls), movimiento de liberacin de la entonces colonia sudafricana de Namibia

    En este panorama se inserta otro dato fundamental que omite o falsea la historia oficial: las acciones inter-nacionalistas de la revolucin cubana en frica. stas se extienden de tal manera en tiempo y espacio que slo refiero sintticamente lo relacionado con este artculo. A solicitud del go-bierno de Agostinho Neto, del Movi-miento Popular para la Liberacin de Angola, La Habana envi en 1975 un contingente de tropas que destroz el plan de Estados Unidos, la Sudfri-ca racista y el Zaire de Mobutu para tronchar la flamante independencia y saquear en grande a ese pas. Una vez derrotada la invasin de Sudfrica, de los mercenarios europeos y las faccio-nes angolanas a su servicio, quedaron en Angola suficientes fuerzas cuba-

    nas para preservar su soberana. Sin embargo, en 1988, despus de cons-tante incursiones sudafricanas a terri-torio angolano y una grave amenaza militar de los racistas, nuevamente a pedido de Luanda cruz el Atlnti-co una fuerte agrupacin de fuerzas cubanas, con aviacin de combate, tanques y artillera pesada, que en la batalla de Cuito Cuanavale, librada muy al sur del territorio angolano, infligieron una derrota aplastante a los racistas, los forzaron a retirarse a sus bases y avanzaron hacia Namibia. Como escribi el subsecretario de Es-tado Chester Crocker a su jefe George Shultz: el avance cubano en el su-roeste de Angola ha creado una din-mica militar impredecible.

    Lo impredecible era que la accin de las fuerzas cubanas en cooperacin con las angolanas y namibias haba obligado a Estados Unidos y a los racistas sudafricanos a sentarse en la mesa de negociaciones y a aceptar la independencia de Namibia. El fin del apartheid se habra prolongado quien sabe hasta cundo sin la derrota del ejrcito de Pretoria en Cuito Cuana-vale y la amenaza de insurreccin del pueblo negro de Sudfrica inspirado por sta. Nelson Mandela lo dijo as: Cuito Canavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro pas del flagelo del apartheid .

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    Zapatismo: veinte aos despusLuis Hernndez Navarro

    (http://www.jornada.unam.mx) En las lites mexicanas soplan ai-

    res similares a los que corran hace 20 aos. Al igual que hoy le sucede a Enrique Pea Nieto, Carlos Salinas de Gortari se senta entonces invencible. Su proyecto para reformar Mxico de manera autoritaria y vertical avanzaba sin mayores obstculos, y se publicita-ba como la superacin de mitos y ata-vismos histricos. Haba puesto ya los cimientos de un poder transexenal. Sus ndices de aprobacin en la opinin pblica se encontraban por las nubes.

    Las reformas al artculo 27 cons-titucional, que privatizaron el ejido y abrieron el paso a la concentracin de la tierra en el campo, se aprobaron sin mayores contratiempos. Lo mismo su-cedi con la modificacin del artculo 130, que concedi derechos polticos al clero. Al firmar el Tratado de Libre Co-mercio de Amrica del Norte (TLCAN) se anunci una era de abundancia, pro-greso y bienestar.

    El salinismo se crea eterno. No haba ms reformas que la suyas. No tena frente a s una oposicin capaz de resistir su embate. El Partido de la Revolucin Democrtica (PRD) per-di abrumadoramente las elecciones intermedias de 1991, y ms de 300 de sus militantes fueron asesinados. En los vertederos polticos se discutan asuntos como el de cambiar el nombre del pas, argumentando que los orga-nismos financieros internacionales lo identifican como Mxico, y el TLCAN fue firmado con este nombre.

    El surgimiento del Ejrcito Zapatis-ta de Liberacin Nacional (EZLN) en enero de 1994 trastoc drsticamente ese panorama. Descarril el proyecto trasexenal del salinismo, dinamit el presidencialismo autoritario, puso en el centro de la agenda pblica la cues-tin indgena, desenmascar como una farsa el proyecto gubernamental de combate a la pobreza, abri espacios para que una amplia variedad de fuer-zas polticas y ciudadanas bloqueadas polticamente se expandieran, oblig la ciudadanizacin del Instituto Federal Electoral (IFE), sent las bases para la reforma poltica de 1996, acab con el reinado de los dos bloques poltico-cul-

    turales hegemnicos y oxigen el deba-te pblico sobre el destino del pas.

    El alzamiento zapatista gan, en muy poco tiempo, una enorme legiti-midad social, que le fue reconocida po-ltica y jurdicamente, primero en los Dilogos de la Catedral, y despus en la Ley para el Dilogo, la Conciliacin y la Paz digna en Chiapas. Esa adhesin a su causa no fue ajena a los devastadores efectos de las reformas modernizado-ras del salinismo entre amplios secto-res de la poblacin. Muchos damnifica-dos vieron a los insurgentes como sus vengadores. Los rebeldes justificaron el levantamiento armado, en parte, en la contrarreforma al 27 constitucional y la firma del TLCAN.

    El surgimiento del zapatismo no fren el ciclo de reformas neoliberales, pero sus promotores se vieron obliga-dos a retardarlas. Aunque hizo evidente una crisis de representacin poltica en la que la sociedad no cabe en el rgi-men, y fue un factor real para empu-jar la alternancia poltica, no tuvo la fuerza suficiente para limitar la parti-docracia. Tampoco pudo ocupar un lugar permanente en la mesa poltica nacional.

    Esto fue palpable en al menos tres ocasiones distintas. Primero, en 1996, con el incumplimiento gubernamental de los acuerdos de San Andrs y la fir-ma de los acuerdos de Barcelona, me-diante los cuales se pact una nueva re-forma poltica que propici un reparto real del poder entre los tres principales partidos. Esta negociacin reforz el monopolio partidario de la representa-cin poltica, dej fuera de los espacios institucionales a muchas fuerzas po-lticas y sociales no identificadas con estos partidos, y conserv prcticamen-te intacto el poder de los lderes de las organizaciones corporativas de masas.

    Segundo, en 2001, en lo que es el antecedente del actual Pacto por M-xico, PRI, PAN y PRD votaron unifi-cados en el Senado una caricatura de reforma indgena que convirti en letra muerta los Acuerdos de San Andrs, ce-rrando la posibilidad de que el EZLN y sus aliados se insertaran en la vida poltica nacional de otra manera.

    Y, tercero, a mediados de 2005 y a lo

    largo de 2006 el zapatismo impuls, a travs de la otra campaa, una iniciati-va poltica no partidaria, no electoral, que puso en el centro la participacin popular para promover, desde abajo y a la izquierda, un proceso de cambios polticos de corte anticapitalista. El proyecto fue bloqueado por la repre-sin gubernamental a los habitantes de San Salvador Atenco y la incompren-sin de la izquierda institucional.

    A pesar de estos bloqueos, el EZLN sigue siendo una vigorosa fuerza trans-formadora y una indiscutible referen-cia para un amplio archipilago de or-ganizaciones sociales del pas. Sin pedir permiso, los alzados se gobiernan a s mismos, ejercen justicia, se encargan de la salud y la educacin de su poblacin, y ejercen el derecho a la autodefensa. Hace apenas un ao, el 21 de diciem-bre de 2012, mostraron su msculo al movilizar, en silencio, 40 mil bases de apoyo, de manera ordenada y discipli-nada. En agosto, 2 mil simpatizantes provenientes de casi todas las entidades de la Repblica asistieron a la escuela zapatista, una formidable experiencia pedaggica. Al terminar el evento, cen-tenares de representantes de los pueblos indios de todo el territorio nacional efectuaron, junto con la comandancia rebelde, la ctedra Juan Chvez, un mo-mento central en la reconstruccin del Congreso Nacional Indgena.

    A 20 aos de su irrupcin pblica, el zapatismo sigue siendo una novedad poltica dotada de un enorme vigor. Lo que es profundamente original en esta fuerza, escribi el ensayista Toms Segovia, es que, no obstante ser una re-belin armada, sigue teniendo fielmen-te los rasgos de una protesta social y no los de una revolucin poltica. Esa protesta ha puesto en entredicho la le-gitimidad del poder. Ha evitado con-vertirse en partido poltico y quedar atrapado entre las redes de la poltica institucional.

    La rebelin zapatista se reivindica a s misma desde la soberana popular, y no reconoce intermediarios para su ejercicio. Es expresin genuina de una sociedad que reflexiona sobre s misma y sobre su destino, que se da sus propias normas y, al hacerlo, se autoinstituye.

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    PGINAS DE CULTURAMARCOS ANA (2013): Vale la pena luchar. Madrid: ESPASA LIBROS. 224 pgs. ISBN: 9788467039801

    Vale la pena luchar, de Marcos Ana, autor de obras como Decidme cmo es un r-bol o Poemas de la prisin y la vida, constituye una nueva aproximacin al tema de la crisis por una voz lcida y autorizada, que clama en medio de esta crisis generada por el desarrollo despiadado del capitalismo. Vale la pena luchar, clasificado en la materia poltica nacional, es un manual contra la injusticia, escrito por un hombre sencillo con una vida apasionante y apasionada que cruza toda la historia del siglo xx. Marcos Ana se define a s mismo como poeta. Naci en un pequeo pueblo salmantino, en 1920, en el seno de una familia de jornaleros. Afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas y, ms tarde, al Partido Comunista, formaciones en las que ocup puestos dirigentes, durante la Guerra Civil combati en las filas del ejrcito republicano. Fue apresado tras la contienda y condenado varias veces a muerte. Ha sido el preso poltico que ms tiempo permaneci en las crceles franquistas; fue liberado en 1961. Marcos Ana tiene noventa y tres aos de edad, setenta de vida. La diferencia la marcan los veintitrs que pas en las crceles. Lejos del odio y de la venganza, Marcos Ana rescata hoy los valores que siempre le han mantenido de pie, la unidad y la fuerza de las ideas para hacer frente a esta crisis econmica y moral. Asiste indignado al robo de muchos de los derechos que a tantos compaeros suyos le costaron la vida, al descrdito poltico, a la corrupcin en el poder, al desmantelamiento de los servicios sociales pblicos, al olvido del pasado reciente o al hondo calado de la pobreza en muchas familias. As levanta su voz de nuev