La Psicolinguistica y La Aplicacion

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    L PSICOLINGUISTIC L PLIC CION

    DEL METODO CONTEXTU L

    EN L DI LECTOLOGI

    TATIANA SLAMA CAZACU

    UNEVERSID D E BUC REST

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    1

    Se sabe q ue el trmino psicolingstica se puso e n circulacin

    e n 1953, al publicarse los trabajos d e u n simposium (Ind iana University).l

    partir de este ao, la denominacin se difundi, conociendo lo que se

    suele llamar un a suerte feliz . Pe ro su utilizacin n o coincide siempre

    con la clara conciencia del sentido que expresa, y adems son pocos los

    intentos de definirlo y de establecer exactamente cul es el objeto, cules

    'los mtcdos de este dominio aparecido en el lmite entre psicologa

    y

    la

    lingstica y que, desde cierto punto de vista precedi, por las inten-

    ciones y determinados estudios de algunos investigadores, la aparicin del

    nombre.

    1 1

    Tratando de definir el objeto y, en general, la metodologa de

    la psicolingstica -de la que no podrem os dar aq u detalles-: hemos

    precisado que sta se ocupa de las modificaciones producidas en el mensaje,

    durante el acto concreto de la comunicacin, debido

    a

    la existencia d e u na

    relacin entre el emisor y el receptor, as como a la situacin en que

    s

    hallan stos (teniendo aqu el trmino de situacin u n sentido amplio,

    no slo d e ambiente, sino tambin d e estado psquico, d e intervencin del

    pensamiento, d e las motivaciones, de los conocimientos d e la persona y d e su

    concepcin, de la dinmica psquica general y momentnea, de la capacidad

    de memorar las formas lingsticas, los rasgos determinados de la per-

    tenencia a cierto medio, etc).

    En la comunicacin humana, el cdigo lo emplea alguiel-z y cualquier

    mensaje es obligatoriamente relacionado con una persona que le produjo

    y que es un emisor de un estado psquico especial, determinado por la

    situacin en que se halla (la misma idea se puede desarrollar con respecto

    al receptor). Creemos que sera un disparate aislarse de manera artificial

    el mensaje del qu e lo produjo (la persona particular o por lo menos el

    1. Ch. OSGOOD,T. SEBEOK (ed.), Rsyckolingz~istics, Indiana Univ. Baltimore, Waverly

    Press, 1954; 2. ed. 1965.

    2.

    Nos permitimos remitir a los estudios en que liemos discutido ms ampliameiite estos

    problemas; Introd~~ceren psiholingvistica, Ed. Stiintifica, Bucarest, 1968; La r~tthodologie psy-

    cholinguistique et quelques-unes de ses applications (coinunicacin a la Conferencia de liii-

    gstica rumana, Bucarest, 1964), en Rev. roum. iing. , 1965, nms. 1-3, pp. 309-316; en

    extenso tambin en Studii si cercetari lingv. ,

    1965, n.o

    1, pp. 131-147, en Linguistics ,

    1966, n.O 24, p p 51-72. Para algunas precisiones introductoras, q ue no hacemos ms aqu,

    vase tambin Sur les rnpports entre la stylistique et la psyckolinguistique, Rev. roum. iing. ,

    1967, n.o 4,. pp. 309-330; Psiholingvistica si aplicarea metodei dinamic-contextuale dialecto-

    iogie, St. si cercet. lingv. ,

    1968, n.0 2, pp. 83-96, Dynamic-contextual method rz socio-

    linguistics (Abstract) en The World Congress of Sociology -Vama, sept.

    1970-

    Romanian

    Sociological Abstracts , Bucarest, Centrul de docum. a l Acad., 1970, p p 104-105; en extenso (en

    minano) en Fonetica si dialectologie , Bucarest,

    Ed.

    Acad., 1971, pp. 233-244.

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    3 Tatiana Slum Cazacu

    hombre en general) o que lo percibe-, o descuidar al final (porque la

    separacin momentnea es, claro est, necesaria para algunos niveles de la

    investi acin lingstica, para facilitar un anlisis cientfico o una abstraccin,

    descui ar al final por consiguiente, el hecho de que el mensaje procedi

    de una fuente determinada que es dirigido hacia un determinado xecep-

    tor O

    p p o

    de receptores)).

    La p s i c o l i n r c a estudia la lengua en su funcionamiento, intentando

    discernir el re ejo en los mensajes de las diversas situaciones en que se

    hallan los emisores y los receptores, seres vivos, con particularidades gene-

    rales del psquico humano con rasgos especficos de cada persona.

    1.2. La

    metodologa que preconizamos en la psicolingstica incluye

    de una parte los mtodos generales, comunes tambin a otras ciencias -la

    observacin, el experimento, el anlisis de los datos- y de otra arte abarca

    un complejo de procedimientos que nosotros llamamos el mt

    o

    dinmico-

    contextual , cuya aplicacin consideramos que se puede extender igualmente

    a la investigacin lingstica propiamente dicha. El mCtodo dinmico contex-

    tual implica en primer lugar la consideracin dinmica de los fenmenos,

    en su desarrollo, y en segundo la necesidad de tener en cuenta, en el estudio

    de la comunicacin, del

    contexto

    (tanto del ambiente general, como de

    la situacin concreta en que se hallan los interlocutores, y de los conjuntos

    discursivos, de secuencia, en que se integra cada componente de la expresin

    verbal). Es necesario que el rincipio del nexo con el contexto se aplique

    tanto durante la recopilacin los hechos, como en su interpretacin, en el

    modo en que se comenta cada fenmeno en la lengua.

    2.

    La dialectologa tiene numerosos puntos de contacto con la psicolin-

    gstica y nos parece extrao el hecho de que, sin embargo, de una parte en

    esta rama de la lingstica no se discutieron casi en absoluto las posibles

    necesarias relaciones con la psicologa y la sicolingstica, de otra parte

    la psicolingstica actual no

    se

    preocup dichas relaciones.

    2 1

    Los puntos de contacto aparecen a desde una confrontacin entre

    los objetos de los dos dominios. El objeto

    d

    la psicolingiistica lo constituye

    la lengua en sus realizaciones concretas, los mensajes, el habla; la psicolin-

    gstica puede estudiar su objeto mediante el anlisis del acto de la co-

    municacin y lo discierne mejor durante la comunicacin oral, dialogada.

    Al mismo tiempo, la psicolingstica, atenta al sistema lingstico indi-

    vidual, intenta discernir el modo de cmo se constituye ste, del sistema

    de la lengua, de cmo se producen modificaciones en el primero bajo

    influencias -permanentemente posibles- del segundo, cmo se confron-

    tan mutuamente los interlocutores con res cto a los cdigos que poseen.

    La dialectologia llega, claro est, a d finir unos dialectos como siste-

    mas extraindividuales; el dialecto se convierte al final en un concepto,

    una abstraccin que -aunque constituye una variedad de una lengua ,

    3 .

    La afirmacin de que el dialecto se confunde con la lengua 2.

    Hariars,

    Str~tc t i t rn l lira

    guistics

    Chicago-hndon, Univ. of Chicago Press

    [1951],

    p. 9) resulta no obstante forzada; ella

    puede justificase slo si

    se

    toma en consideracin el carlcter de generalidad

    y

    de relativu

    abstractizaciu del dialecto o sea si se habla de lengua en la acepcin de edice en

    general.

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    o una variedad asociada con un rea geogrfica- por su carcter general

    rebasa lo particular de cada individ~o.~s una variedad relativamente fija,

    o una unidad abstracta de la variacin de la

    variable.5

    Por cierto que la concepcin que est a la base de la dialectologa no

    tiene solamente implicaciones metodolgicas, pero puede determinar toda

    la investigacin en este dominio. Una comprehensin esquemtica

    de

    la

    aplicacin del estructuralismo dentro de la dialectologa que lleva

    algunas veces a deformaciones a la largo de la recogi a de los datos.

    C.

    RED RD

    lamaba la atencin acerca de la dificultad de distinguirse en

    el acto, sobre el terreno , los contrastes pertinentes y las variantes com-

    binat~rias,~e modo que se realice la generalizacin necesaria aun desde

    la

    fase

    de la grabacin de los hechos; las ,ms de las veces, tal generalizacin

    resulta falaz. Para mantenerse al nivel de una investigacin cientfica obje-

    tiva, la dialectologa tiene que ponerse primeramente en contacto con

    hechos individuales de habla

    parole)

    y consignarlos, a lo largo de las en-

    cuestas, por consiguiente, en

    u

    forma en que los percibi sin hacer seleccio-

    nes arbitrarias. Ulteriormente es necesario, empero, llegar a la generaliza-

    ci6n que permite contornear el dialecto ; precisamente por esto es de

    especial importancia el modo de desarrollo de la primera etapa, de contacto

    directo con los hechos.

    Segn nuestra opinin, es errneo -contrario a las normas de la gene-

    ralizacin cientfica cuya realizacin no es posible partindose de uno o de

    pocos casos o hechos particulares- que se haga inferencias concernientes

    a un dialecto a base de los datos obtenidos por la investigacin de un solo

    hablante. La elevacin a la generalizacin no nos parece fundada ni siquiera

    por el conocimiento mediante autoanlisis del propio sistema dialectal,

    traducida en metalenguaje por el lingista que hace el estudio res

    ectivo

    -aunque este procedimiento puede invocar el mtodo preconiza por

    muchos lingistas que trabajan en

    el

    dominio de las gramticas genera-

    tivas o transformacionales-. Pero la necesidad de alcanzar la generalizacin

    no excluye la necesidad del contacto inicial con lo particular. (El problema

    es nicamente de la eleccin del nmero de casos con validez estadstica,

    por el cual el salto hacia la generalizacin sea legitimado.)

    Para llegar a conocer un dialecto, para establecer los rasgos del sistema,

    4.

    Cf.

    R.

    Rosnis, General linguistics.

    An

    inhodzlctmy s~trvey,London, Longmans [1964,

    ed. 4, 19671, pp. 51, 57. El dialecto no se confunde con el idiolecto. Por consiguiente estimamos

    extremista el punto de vista de L. GAUCHAT or ejemplo, de que la dialectologa tendria pour

    but essentiel, de dcouvrir la part de l'individu dans l'volution du langage cf. W.

    DORO-

    SZEWSKI, Le structzlralisme linguistique et les tzbdes de gogrnphie dialectale, en Reports for the

    VIIIth. Int. Congr. Ling. (Oslo, 1957), vol.

    11

    Oslo, Oslo Univ. Press, 1957,

    p.

    245). El

    objetivo general

    y

    h a 1 de la dialectologa no tiene que confundirse con las etapas que traspasa

    la investigacin y en las cuales es cierto que el individuo desempea un papel fundamental.

    5.

    l

    fin

    y

    al cabo se puede llegar tambin al desideratiim de la dialectologa estruc-

    tural, de tomarse en consideracin

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    tal vez ms que en cualquier otra rama de la lingstica (con excepcin de

    la estilstica), es necesario tomar contacto al menos con algunos sistemas

    individuales, con hechos de habla coloquial, con hechos orales, con el

    emisor cuyo sistema dialectal individual o conocimientos sobre el sistema

    general deben ser sorprendidos a lo vivo . Estamos e n plena psicolings-

    tica

    -y

    quiz ms, en plena psicologa, que impone las condiciones elemen-

    tales de una investigacin de esta ndole-.

    El dialectlogo deb e recoger los hechos por e l contacto directo con el in-

    formador, que es utilizado tanto como emisor como rece tor (el modo

    de cmo percibe l mismo los mensajes en dialecto o e n lengua lite-

    raria, etc.). S e plantean problemas con respecto a la manera de provocar el

    habla real

    (no

    alterada por la presencia del que hace la encuesta o de otros

    factores) e n dialecto, d e la captacin d e las formas verdaderamente usuales

    y frecuen tes o de las olvidadas, menos frecuentes, menos disponibles para

    el respectivo informante y de establecer que tienen este valor), problemas

    de penetracin en el lengua je interior del sujeto -all donde s confrontan

    los diversos sistemas que posee

    o

    qu e slo conoce )

    ellos se puede transformar a veces en meta-lenguaje-,

    y establecer cmo se modifica el mensaje, cmo se

    sujeto con respecto a su propia habla, en funcin d el cambio d e la situacin.

    El dialectlogo deb e percibir todas las variables

    y

    controlar la situacin,

    debe aislar s610 la variable dependiente - e l hech o en cuestin- destacn-

    dolo del factor ambiente, como un verdadero psiclogo que arregla las

    condiciones obligatorias del experimento. Adems del objeto, la dialecto-

    logia

    se

    aproxima a la psicolingstica tambin por los mtodos que debe

    utilizar, e igualmente por muchos problemas que estudia o que debera

    estudiar.

    2 2

    Claro que la dialecto1 a no se confundir nunca c on la psico-

    lingstica, aunque opera con e1Tabla

    p r o l e ) :

    ella debe llegar de hecho a

    establecer las estructuras sin variabilidad intern a relativamente uniformes

    y procede median te la acumulacin de los mensajes para constituir los te-

    soros , las colecciones, los inventaria en su reparticin territorial, con el

    fin de establecer su distribucin. Ella

    s

    preocupar slo de pasada de lo

    que le interesa directamente en este campo de investigacin al psicolingista

    (las modificaciones del mensaje causadas por la relacin de comunicacin,

    los fenmenos de interferencia d e los sistemas en la conciencia de los hablan -

    tes, la interpretacin que kstos dan a los hechos de lengua, etc.). Sin em-

    ba'rgo, existen aspectos de la teora dialectolgica y de la investigacin en

    este do minio qu e tienen implicaciones psicolingiisticas directas - q u e es

    necesario tener en cuenta- o e n las cuales la psicolingstica puede ofrecer

    soluciones tiles.

    3.

    La recoleccin de hechos

    es generalmente necesaria en la lingstica;

    en dialectologa es la condicin de existencia del dominio respectivo. La in-

    7 Cf. J CULOUPEKAspects o f t?ce dalect and t s shtdctrrre, Travaux lingiiistiques de

    Prague (Les probletnes d u cenh e et de la priphrie da systhme de

    la

    l a n g t ~ e ) ,Praga, Academia,

    1966 p 2 8 5 .

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    ves t igacin en e l te r ren~,~l conocimiento directo del dialecto, su estudio

    como sistema en formacin , el continuo sondeo de su dinmica especial

    en la conciencia de los hablantes -aspectos esenciales e n la investigacin

    dialectolgica- hacen necesario el contacto9 con los portadores de1 dia-

    lecto: los sujetos hablantes (o -de bera estudiarse ms tambin esta

    hip-

    tesis- los oyentes).

    3 1

    Sin embargo, por lo general, en la metodologa de la dialect.ologa

    se sigue una lnea que lleg6 a ser tradicional, en que el principio lunda-

    mental lo constituye el cuestionario (en torno al cual gira la mayora de

    los debates, tendiendo a su

    mejoramiento),1 cuestionario aplicado en las

    condiciones qu e permiten el empleo de una lista de preguntas , es decir,

    habitualmente, fuera d e las situaciones

    redes ll de cmunicacin espontnea

    y

    provoc d

    determinada por

    l s

    circunstuncius.

    Si nos referimos slo a este aspecto, la perspectiva de la psicolingllstica

    puede servir para m ejorar el mtodo habitual d e la recopilacin de los hechos,

    es decir, en

    la

    a licacin del cuestionario . A un e n los casos en qu e la

    dialectologfa mo rna in ten ta apartar las inconsecuencias d e los resultados

    obtenidos sobre la base de los cuestionarios a travs de la recogida de textos

    -c on st ituy en do archives fonogrmicos o recolecciones de textos tlialec-

    tales, destinadas a completar los datos ( sobre todo en lo q ue concic. rne a

    la morfologa, a la sintaxis, al lxico y, en general, al estilo hablado )-1

    8. Cf. tambin S. SAPON (Contribucwn metodolgica a la encuesta dialectal, Boletn de

    filologa , 1961, 20, nms. 1-2 (Lar Actas del

    X

    Corrgreso Internacional de Lingstica

    y

    Filo-

    loga Romnicas, Lisboa, 1959).

    9. Acerca del cual, en general -a pesar de hacerse crticas de detalle o sea ms o menos

    in

    petto - hay pocas discusiones de principios

    (tal

    problema no constituy, por ejemplo, el

    objeto de ninguna comunicacin de la seccin Dialectologie et gographie linguistique,

    en

    Acta

    da* Xo Congrds It~t. e Ling. et Philol. Roinancs (Strasbourg, 1962), vol. 111 Pars, Kiincksieck,

    1965).

    10. Por ejemplo; P. GARDETTE, e questionnnire dcs atlas linguistiques rgionacx de France

    (vers un nortveau questionnaire lexicologique), Bull. Fac. Lettres Strasbourp (Colloque de

    dialectol. romane), 1957, 35, nm. 5, pp. 253-260;

    E.

    SCEI~LE,Les enquetcs du Glossaire

    des

    pntois de la Suisse romande, pp. 324 y sigs., etc. Incluso en trabajos en que el problema xnetodo-

    lgico se debate ms ampliamente y adquiere resoluciones interesantes (conio:

    A

    DAUZAT, .

    S -

    GUY L'Atlas linguistique de la Gascogne, Le fransais modeme , 1951, 19, niim. 4, pp. 241-

    263), no se supera empero el mtodo del cuestionario .

    11. Adems de otros inconvenientes, como es, por ejemplo, el cansancio del informante

    sometido a estos cuestionarios (cf. tambin E C O M P A ~ S , propos des qtcestionnaires dialecto-

    logiques, en Commanications et rapports du 1 7 Congres Int. de Dialectologie Gnrale, cit.,

    p. 43).

    12. Teste dialectule din Oltenia (bajo la redaccin de B. CAZACU), ucarest,

    Ed.

    Acad.,

    1967, p. XVIU. Vanos trabajos tilas plantean el problema del metodo necesario en las graba-

    ciones para estos archivos ; S. POP (red.), Instituts de phontique c t Archives phonographiqzies,

    VII, Loiivain, Commission d'enquete ling., 1956; R. BRUNNER, nsere Heimatsprache az ~fGram-

    mophon. Ein Beslcch im Phonogramma~chiv der Universitat Ziirich, Zrich, 1958; E. ZWVRNER,

    Das Lautdenkmal und die Lautbibliothek, Mutterspracbe , 1959, pp. 326-331; A. BA D~A

    MARGARIT, La Voz de la Tierra , Laagues et parlers d'Espagne en disques, Plan et mtr't7iodes,

    en Actas (IX Congr. Int. Ling. Romnica), Lisboa, 1961, pp. 43-49; H.-J. SCIIXDLICX;

    R. GROSSE, Tonbandazlfnaltme der deutschen Mundarten iri der dewtschen Dcmokrutisclien

    Republirc, Biul. fonograficzny (Poznan),

    V,

    1962, pp. 89 y sigs., etc. G. REDARD op.

    cit.

    p. 254) subrayaba la necesidad de que, en la aplicacin del principio de Giiliron -la en-

    cuesta directa1'-, se supere el cuestionario, por grabarse materiales 'Lespontneoc , para

    actualizarse el vocabulario latente del informante y recogerlo en su expresin libre ; pero

    en qu modo precisamente, en qu sitiiaciones, etc.? En general, las discusiones relativas a

    mtodos se detienen sobre todo en los aspectos tcnicos o en el contenido de los textos , etc.,

    mas sin subrayar suficientemente las implicaciones psquicas de tales grabaciones. En el impor-

    tante debate de E. Z w m ~ ~ i rLe magntqhone aa service de la recherche lingrhistiqnre, en

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    quedan em ro algunos aspectos metodolgicos que, por una parte, no han

    r

    ecibido to ava una resolucin satisfactoria (la modalidad misma de poner

    al informante en la situacin ptima de comunicacin), y, por otra parte,

    tendrn que suponer siempre la toma en consideracin de los principios

    psicolingsticos.

    Los medios de establecer un contacto eficaz con el sujeto, la actitud de1

    aue hace la encuesta frente a ste. la organizacin de las condiciones de

    grabacin (poner el sujeto en una situacin natural,

    y

    en que no se sienta

    molesto por la presencia de unas personas que le escuchan de modo cr-

    tico . tomando en consideracin su dis~osicin . etc.) son asr>ectos meto-

    dolgicos para los que el lingista-dialec;610go, que realiza sea la encuesta

    para los Atlas , sea la grabacin de textos, no puede ignorar el contacto

    con la vsicolin9stica.

    UnAaspect; esencial lo representa

    la

    wwd lid d L

    cont cto con

    el

    sujeto, la va por la cual se realiza mejor la comunicacin con el y se adquie-

    ren mejor las informaciones. On n'a peut4tre pas, jusqu'ici, tenu suffisam-

    ment compte de ce facteur moral, qui pourtant conditionne en grande partie

    la spontanit et I'authenticit des rsultats l ( Tal vez, hasta ahora, no se

    haya tenido suficientemente cuenta de este factor moral que, sin embargo

    condiciona en gran parte la espontaneidad

    y

    la autenticidad de los resul-

    tados

    .

    El problema de la relacin del dialectlogo-investigador con el sujeto

    es en primer lugar

    de

    naturaleza psicolgica y psicolingstica; de

    la

    misma

    naturaleza es tambin el roced di miento tcnico Dor el cual se realiza este

    contacto: (mediante conveisacin libre o guiada &r una ordenacin, siguien-

    do un esquema fijo, provocando un monlogo (en que se fuerza la obtencin

    de unas formas aisladas o, al contrario, se deja libre su desarrollo contextual),

    o provocando unas rplicas como elementos de dilogo entre el investigador

    el informador, mediante diloe0 entre ellos (as como se procede en cl

    metodo clsico ), o entre los miembros de la colectividad lingstica res-

    pectiva, mediante dilogo en condiciones artificiales, o en condiciones natu-

    rales de actividad, de trabajo, etc.? Cada una de estas pre untas debera

    constituir uno de los procedimientos de la investigacin dia ctolgica, sin

    excluirse las dems, porque cada una puede descubrir ciertos aspectos de

    la dinmica modificativa de los mensajes dependientes de la situacin, que

    Tenilunces rtozdvellcs n matiere de reckcmlze Ziltgristique, L'kducation en Europe, Stxasbourg

    (Conseil de l'Europe, 1964, pp. 7-52), por ejemplo, se discuten ampliamente los problemas

    de mktodo se precisa la necesidad de que la lingstica estudie las variaciones individuales; a

    pesar de subraPrsc el papel de la situacin, no se toma empero en consideracin precisamente

    la situacin psquica del informante (p. ej. - e n la p. 32- si los informantes piensan en

    10 que dicen, o s61o repiten cualquier texto). Si algunas veces se llama la atencin acerca

    de unos aspectos observados

    de

    modo emprico, no siempre las soluciones propuestas son

    justificadas desde cl punto de vista dc la psicologa cientfica o del de la psicolingstica;

    p ej. L. ZABROCIU (Buts e t tiiches de l'enregistvemerzt

    de

    la pnrole kzcnzni~tc, Biul. fonogm-

    inny (Poznan),

    111

    1960, pp. 3-14) releva toda una serie de factores que pueden pertur-

    bar 13 grabacin y que son de orden psicolgico- mas propone, entre otras cosas, utilizarse

    las personas criusadas -puesto que de este modo aparece el sistema ms automatizado (p. 6 ,

    oniitikndose

    empero relevarse el carcter facticio y

    aun peligroso de

    las

    grabaciones realizad:;~

    en tales circunstaiiclris-.

    13

    A. DBUZAT;

    .

    SGUY, p. cit. p. 244.

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    PsicoZingst~

    y

    dialectologl

    3 7

    son necesarios al conjunto de la teora dialectolgica y de los materiales

    (los "tesoros") que se constituyen mediante las investigaciones.

    El problema no puede ser solucionado slo por el establecimiento de un

    determinado tipo de preguntas,14 o por la contestacin a la pregunta si es

    ms til que en la aplicacin de los cuestionarios se utilicen preguntas abs-

    tractas o que se presenten las imgenes de los objetos que se d e n ~ m i n a n . ~ ~e

    los anlisis -algunas veces crticos- de los diversos procedimientos falta

    habitualmente subrayar o discutir profundamente el aspecto negativo fiinda-

    mental: la ~rovocacin de unas r~ licasen situaciones artificiales, en el

    curso de unLnuwllogoen presencia de los objetos, mientras que el lenguaje

    real es slo a veces una contestacin monologada a los estmulos visuales

    concretos, epresentando contestaciones en dilogo, es decir, estimulos ver-

    bales que son las rplicas de los interlocutores, en el acto vivo de la comu-

    nicacin.

    3.2.

    Un aspecto psicolingstico importante y

    que

    no puede ser ignorado

    consiste en modificar el mensaje con arreglo a la situacin: y el dialectloge

    investigador obtiene mensajes, hechos de habla, de un sujeto, pesto en

    situaciones determinadas.

    La variacin de las respuestas en dependencia de la situacin fue obser-

    vada por algunos dialectlogos (pero sin sacar suficientemente consecue~ncias

    tericas

    y

    metodolgicas), como por ejemplo A. HORNING, ue subrayaba

    que el sujeto no repite nunca de manera itdntica una palabra.15 Durante

    una investigacin concerniente a la relacin entre la comunicacin

    y

    el

    trabajo, he constatado en numerosas situaciones este hecho. Por ejenipIo,

    grabando en una cinta magnetofnica una exclamacin del jefe de equipo

    que conduca al tractorista entre los surcos de maz: /Disminuye os inteuva-

    los , no he podido obtener ni la misma entonacin y tampoco el mismo orden

    de palabras, cuando he pedido que repita este mensaje.17

    Los hechos, claramente,

    se

    desnaturalizan, si la situacin en que s

    recogen es artificial: si

    se

    desarrolla slo un dilogo artificial y molesto con

    el que hace la encuesta, si un trmino se obtiene por fuerza (medianfe el

    cuestionario que no da la posibilidad de verificarse tambikn su frecuencia

    en el habla de la respectiva persona, o su valor funcional, las situaciones

    en que se hace utilizable, etc.), si (en el caso de los cuestionarios con "im-

    genes" -vase PLIM

    de S. SAPON- el sujeto no puede descifrar ni per-

    ceptualmente la imagen de un objeto por el cual se exige la denomina-

    cin etc.

    14 El establecimiento de unos estndares objetivos para la recogida del m:iiteriaJ

    (propuesto en Annual rneetings o the Modem Language Associa&m, Riew York City, 1954;

    cf. P LAZARESCU,e+nurques w l'ernploi da P i M dnns les eizql~Iesdialectales, Revue iroum.

    de linguist. , 1966, 1 1 , n.o 1, p.

    8 5 )

    no resuelve por s solo el problema por consiguiente --for-

    mulado en la misma ocasin-, de la necesidad de desanoliarse una tcnica objetiva para re-

    coger los datos (cf. ibid.,

    p.

    86).

    15.

    P ej., S. SAPON,A pictorial linguistic interviezv manual, Columbus (Ohio), Ohio State

    University, 1957. Vase tambitn la aplicacibn de este procedimiento y su discusin en P LAZA-

    Rsscu, O?. cit.

    16. Cf. R GSZLL, Les enquttes de dialectologie rmaize dJAdolphe Horning, Bull. Fac.

    Lettres Strasbourg , cit., p. 307.

    17. Cornurzicnren rz procesul muncii, Biicarest, Ed. Stiintifica, 1964, p. 205; cf. tambin

    p.

    23

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    9/16

    38 Tatia na Slmza Cazacu

    (Corresponden verdaderamente los hechos, de tal modo consignados,

    con el habla dialectal real,

    y se

    puede establecer finalmente un esquema

    del sistema dialectal, con grados funcionales bien contorneados desde e l punto

    de vista jerrquico? Claro que la estadstica de la aparicin de formas id&-

    ticas para ms hablantes puede ofrecer un argumento en el mantenimiento

    de cierto esquema, construido a base de estos procedimientos. Pero:

    qu

    valor tiene esta estadstica, que carece de matices, de valores funcionales

    reales, de indicaciones exactas sobre la significacin que cada forma tiene

    en la dinmica actual o dle las diversas situaciones? Ms que en el pasado

    se

    siente Iioy en la dialectologa la necesidad de superar el mtodo de simple

    inventario y el basado en procedimientos de valores inciertos), para que

    se profundicen problemas como las interpretaciones y el papel de varios

    sistemas en la conciencia de los hablantes, la dinmica de las smosis ent re

    las formas dialectales y las de la lengua literaria en sujetos de varias edades,

    en diversas situaciones, el valor de una forma dialectal o de otra adoptada

    de la lengua literaria, etc.

    La perspectiva psicolingstica sobre los problemas de la dialectologa

    no significa slo adoptar en su enfoque un punto de vista especial, que per-

    mita e l conocimiento de determinados aspectos o su

    profundiz cin

    tambin

    desde otro ngulo. De hecho, en este caso, la psicolingstica indica un

    camino absolutamente necesario, un modo de proceder en la investigacin

    dialectolgica, del qu e n o se puede prescindir sin desnaturalizar los hechos

    estudiados. Si el dialectlogo se basa en su investigacin sobre datos rece

    gidos directamente de los sujetos, si viene en contacto en el fenmeno vivo

    del habla,

    y

    en el fondo con todos los procesos psquicos que ocurren en el

    mom ento e n que es recogido el material d e habla dialectal (o d e apre-

    ciacin subjetiva - d e l hablante- sobre el dialecto), deben sacarse todas

    las consecuencias. Es decir, es necesario que al abordar la investigacin se

    tenga en cuenta los conocimientos de psicologa, se adopten las medidas

    que toma el psiclogo cuand o hace observaciones sobre un proceso s uico

    y

    es preciso, en este caso, tener en cuenta toda la situacibn que pueBe leter-

    minar modificaciones e n e l mensaje -lo qu e lleva a la psicolingstica-.

    Pero ciertamente que el habla es modificada por la situacin en que

    est puesto el sujeto por el dialectlogo qu e aplica u n cuestionario, siendo

    l mismo ms o menos ajeno a la localidad, ms o menos desprendido del

    tema dado de la comunicacin ( las preguntas siendo de hecho un m arco,

    talon n, un a cosa estndar objetiva extrnseca a la lnea de u na conver-

    sacin hab itual), o ms menos hb il para saber acercarse al interlocutor,

    comprenderlo, conocerlo en varias determinaciones que pudieron influir en

    lo qu e dice. U n cambio esencial e n la metodologa habitual sera si n o la

    sustitucin del cuestionario (qu e conserva su necesidad, porque ofrece

    un medio rpido, marcado, confortable por su fijeza y capaz de dar fcil-

    mente datos que no pueden ser clasificados en los inventarios ordinarios),

    por lo menos la com letacin y la corroboracin de los resultados de este

    cuestionario con los o tenidos por

    ro ed di mi en tos

    ms prximos a la comu-

    nicacin normal.

    La grabacin del dialecto hablado

    en

    situaciones ordinarias e vida d e

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    10/16

    la comunidad respectiva, de la terminologa y de las formas que aparecen du-

    rante el dilogo familiar, de la comunicacin impuesta por la actividad, por

    el trabajo real, familiar, comn, podra contribuir a la recoleccin de un

    material indito o a la profundizacin de algunos aspectos.18

    Adems, durante el habla espontnea s pueden observar ms fcil

    y correctamente los temas sobre los cuales debe insistir la investigacin

    dialectal y los que a veces o bien faltan

    l

    del cuestionario demasiado general

    (cuando se trata de cierta localidad), o bien, por el contrario, ocupan uri es-

    pacio demasiado grande (ciertas preguntas --con las que se gasta el tiempo-

    no son necesarias en la respectiva localidad).

    Hay algo ms: este procedimiento se hace tambin absolutamente ne-

    cesario como un correctivo de algunos procedimientos artificiales, que corren

    el riesgo de desnaturalizar los datos. Es imposible la creacin artificial dc: las

    motivaciones profundas que aparecen en las situaciones de vida, que deter-

    minan, de cierto modo, los mensajes, la seleccin de algunos trminos, de

    formas determinadas que dirigen el balance entre los diversos sistemas

    coexistentes en la conciencia del hablante o del oyente (a su vez determiriado

    or otros mviles, cuando se halla en esta ltima hipstasis). Una investiga-

    p.

    cion dialectolgica no puede ser completa, si no penetra en la intimidad de

    esta dinmica: pero esto es imposible realizarse mediante el cuestionario ha-

    bitual e incluso mediante la conversacin del que hace la encuesta coni los

    diversos suietos. El estudio del habla dialectal es~ontnea. n sus contextos

    naturales

    s

    imprescindible; pero, para realizarlo: el dialectlogo debe

    pro-

    ceder con precaucin, de la misma manera que el psiclogo se abstiene de

    molestar el desarrollo normal del proceso observado.

    De otra parte,

    se

    podra aplica; un cuestionario basado en un prin-

    cipio radicalmente distinto del utilizado habitualmente: no en las condi-

    ciones artificiales (que guardan este rasgo, cualesquiera modificaciones

    se

    les hicieran), sino en situaciones naturales, en el curso de la actividad real.

    El mtodo Worter und Sachen (palabras y cosas) podra sustituirse por

    el mtodo de las palabras y cosas en el marco de la accin (comprendiendo

    uor

    a al abras

    no slo la terminolo~a . sino todo el coniunto discursivo

    I 1

    -aunque sea elptico, completado por gestos, etc.- que aparece durante

    la actividad respectiva). Debido a eso, aparecera otro correctivo de la meto-

    dologa comn, a saber el estudio ms completo del dialecto en toda la com-

    plejidad de su estructura gramatical (que s sorprende difcilmente mediante

    los cuestionarios aue hacen sondeos en la conciencia sobre el sistema o in-

    cluso mediante 1 grabacin de textos en que de costumbre un sujeto

    hace una exposicin narrativa).

    e otra parte, las grabaciones completas, en la dinmica de la actividad

    (o de la vida cotidiana), podran ser el corolario que mencionbamos antes,

    como absolutamente imprescindible en la investigacin dialectal.

    La

    gra-

    bacin durante el trabajo, por ejemplo, de todo el conjunto contextual

    1 8 Para el fundamento terico, as como para el mtodo y los resultados obteni2os en

    este sentido, remitimos a: Comun ica ~ea n procesul muncii, ed . cit., p.

    285

    sig.; La rnthodiologie

    psycholinggziistiqtre,

    cit ;

    Introdticere On psiliolingvistica, ci t. , pp. 194

    y

    sigs.

    19

    Cf. tambin

    A

    DAUZAT

    S ~ G U Y

    p. cit.,

    p.

    250.

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    11/16

    (no slo e l contexto verbal f raseolgi~o~~ino tambin la entonacin, los

    gestos, la conducta, la situacin, etc., raras veces incluidos en las notas dia-

    lectolgicas ) pu ede conducir al conocimiento real de los hechos dialectales,

    de su funcin, de su valor, del modo en que se seleccionan, de las situa-

    ciones que atraen una u otra forma, de las influencias mutuas entre los ha-

    b lan te~ ,d e la seleccin d en tro (del diasistema y de la smosis entre varios

    sistemas (el dialec tal -con sus diversos niveles-, el de la lengua literaria,

    eventualmente un habla local ms, un argot, etc.).

    Generalmente, la comprensin ms amplia del procedimiento del dilogo

    odra descubrir aspectos interesantes. Es un principio psicolingstico fun-

    $amental e l que establece la variacibn del m ensaje e n funcin d e la situacin

    de los interlocutores. El sistema lingstico -explcito en el habla, o impl-

    cito e n el lenguaje interior del receptor- aparece cristalizado en hipstasis

    distintas, segn el hablante narra un hecho durante el monlogo o da una

    rplica, en el dilogo con una determinada o cualquier persona, o segn

    una persona sea receptor o emisor, segn s hal la en un grupo que con-

    versa -y de que puedan formar parte interlocutores con sistemas lings-

    ticos variados- dialoga con u n solo interlocutor, etc.

    La utilizacin como mtodo de la comparacin del dilogo entre inter-

    locutores que pertenecen a la misma comunidad dialectal o entre un sujeto

    que habla de manera habitual en dialecto y el investigador q i ~ e leva la

    conversacin en la lengua literaria o una persona que la lleva en un habla

    levemente distinta (de otra aldea, por ejemplo), o en tre personas pertenecien-

    do a la misma generacin y las de generaciones diferentes, podra dar resul-

    tados interesantes no slo para la psicolingstica, sino incluso para la dia-

    lectologa.

    4. Este mtodo dinmico-contextual que registra los hechos de lengua

    en su conjunto contextual y en el transcurso de la actividad, puede servir

    ulteriormente tambin a la interpretacin de los hechos.

    Sin recurrir a diversos datos o explicaciones qu e la psicolingstica puede

    ofrecer, a determinados principios metodolgicos, que sta se propone, la

    d ialecto loga ~ u e d e onvertirse en una mera operacin de catalogacin, que

    ella misma corre el riesgo de ser falaz, de ocultar las formas realmente utiliza-

    das, etc.

    4 1

    E n la interpretacin d e los hechos recogidos, as como en la misma

    bsqueda o e n el p lanteamiento d e los problemas, la dialectologa no puede

    prescindir de la relacin entre la conciencia de los hablantes (o de los re-

    ceptores) y los mensajes, o entre los mensajes espontneos recogidos en la

    comunicacin y metalenguaje. De aqu aparece la posibilidad de estudiar

    20.

    Lo que se ha realizado, algunas veces, bajo la forma de apuntar las frases; p. ej.,

    E

    SCHULII

    @p.

    cit., p. 327), que las nienciona como la partie la plus originalc et la plus

    vivante du glossaire .

    21.

    Aun

    las grabaciones de archivos fonogrmicos (efectuadas por los cquipos rumanos,

    como tambien por los austracos, alemanes, etc.) no consignan acostumbradamcnte los gestos,

    la conducta (aun cuando se propone,

    p.

    ej., apuntar '

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    12/16

    Psicolingstica dialectologa

    4

    varios problemas interesantes: el de la comparacin del sistema individual

    O colectivo de una localidad, con el utilizado en otra localidad, el del estudio

    o del grado de conciencia de la coexistencia del sistema regional con el de

    la lengua comn

    y

    su reflejo en el metalenguaje, o la influencia de la situa-

    cin en que se halla el hablante sobre la seleccin de unas formas de ilino u

    otro sistema, la apreciacin de las formas odas en otra localidad o de los

    miembros de otra generacin de la misma localidad, o el olvido de unas tr-

    minos o formas regionales (en el caso de los desplazamientos a otras regiones

    o por la integracin en otro medio de trabajo o en otra actividad que iniplica

    el empleo de la lengua literaria, etc.), o, al contrario, el mantenimiento de

    estos trminos, incluso en casos de t ransplanta~in;~~aparece la posibilidad

    de estudiar los motivos de distribucin distinta, en la misma localidad, de

    relacin entre el sistema regional y el de la lengua comn (la influencia de

    la edad, el modo particular en que

    s

    asimilan los conocimientos escola-

    res por varias personas, etc.).

    Un problema fundamental en que va implcita la interpretacin psi-

    colin istica en la dialectologa es el de la relacin entre lo que expres

    el ha

    y

    ante y lo que

    s be

    ste que expresa el mismo o los dems.

    Por esto son importantes tanto la situacin en que se efecta la gra-

    bacin y que debe permitir rovocar de manera natural del habla espon-

    tnea

    y

    de las observaciones de metalenguaje, como de la posibilidad de

    diferenciar el metalenguaje del habla espontnea), como tambin la eleccin,

    desde este punto de vista, del sujeto. Algunos dialectlogos (como por ejem-

    plo A.

    DAUZATJ. SGUY

    expresan la opinin de que el mejor sujeto

    seria el maestro o el cura que conocen tambin el habla de la localidad.23

    Tal vez verdaderamente semejantes sujetos tienen conocimientos dialectales

    a un grado superior de conciencia, ellos pueden expresarse ms fcilniente

    en el metalenguaje

    y

    al mismo tiempo es posible que ellos posean un campo

    lxico ms amplio, un vocabulario disponible ms rico. Si semejante sujeto

    puede ser considerado el ms neto -como lo caracterizan los autores-- es,

    sin embargo, dudoso que sea al mismo tiempo el ms autntico . Probable-

    mente que en el habla espontnea, no ser ste el ms autntico , sinal mu-

    chos de los que son inhibidos (a veces sin parecerlo) ante el cuestionario. Claro

    est que el problema queda difcil: la relacin entre la expresin en dia~lecto

    y la posibilidad de relatar en el metalenguaje (eventualmente, a su vez

    un metadialecto) plantea no slo dificultades de observacin consciente del

    habla propia

    y

    del habla de los dems, sino tambin la capacidad de dominar

    el metalenguaje. Un corolario de este aspecto es la concepcin sobre la

    lengua, habla, dialecto (la cual se refleja a veces en expresiones cristalizadas)

    en la comunidad respectiva -concepcin que puede ser profundizada slo

    con medios de interpretacin psicolingstica-

    y

    etnolgica, sociolgica, etc.

    22 S. PUSCARIU

    Considrations sur le systerne pkontiqzse et phonologiqzcc de

    l

    ilangzie

    romaine, en Etudes de linguistiqtte roumaine, Cluj-Bucarest, 1957, p. 235) relataba p. ej. el

    caso de los ninos de edad escolar venidos del campo a Cluj, ,q ue pronunciaban las p:~labras

    nuevas, aprendidas en la ciudad -como geafztn cartera - segun el modelo del sistema de su

    habla; jeantu, segn j hielo .

    23

    A. DAUZAT, . S ~ G U Y ,

    p. cit., p. 249.

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    13/16

    4 2

    La perspectiva psicolingstica puede sugerir tambin la investi-

    gacin de algunos problemas que apenas han sido el objeto de las preocupa-

    ciones en dialectologa, relacionados con la dinmica de la evolucin indi-

    vidual

    del dialecto, pero considerando no obstante el desarrollo individual

    tpico en una comunidad. Por esta va se lle ara a englobar el estudio

    del desarrollo del lenguaje infantil en el plano las investigaciones dialec-

    tales: las etapas del estudio del dialecto y de la lengua comn, la relacin

    existente en los nios entre la motivacin

    y

    el estudio de la lengua comn,

    la formacin comparativa de los sistemas fonemticos de los nios que

    viven en un medio con peculiaridades regionales y de los que estudian

    desde el principio el sistema de la lengua literaria, etc. En esta

    dullectologt

    ontogentiua se enmarcaran tambin otras investigaciones concernientes a

    la dinmica por edades del dialecto -no en el sentido de unos simples

    inventarios de las formas de varias generaciones, sino en el del descubrimiento

    de las condiciones que determinan esta dinmica, la proporcin y el valor

    de diversas formas en los nios preescolares, escolares, jvenes antes y

    despuks del servicio militar, etc.), adultos que tienen varias ocupaciones, fun-

    ciones, que se trasladan o no a otros lugares, etc., es decir, puestos en rela-

    cin con varias situaciones que modifican su experiencia de vida) y viejos

    sedentarios o no, viviendo aislados o con representantes de otras genera-

    ciones, etc.)-.

    4 3

    Problemas ms o menos semejantes adems de los especficos

    en todo caso diferentes) ~ u e d e n studiarse tambin en relacin con el

    bilingismo bajo el aspecto de la coexistencia o de la interferencia de

    algunos sistemas, y no de su estudio)?*

    Desde este punto de vista, un aspecto psicolingstico interesante es

    l

    de las interferencias -fenmeno psicolingstico- de los dos sistemas para-

    lelos del mismo hablante

    y

    de aqu, entre otras cosas, fenmenos de conta-

    minacin 5

    O

    de integracin en

    el

    sistema que es ms fuerte).z6

    Generalmente, uno

    de

    los ms interesantes problemas en el estudio

    psicolingstico del bilingismo no es -segn observa tambin W MAC-

    K E Y - ~ ~

    2

    bien

    que

    conoce

    la persona respectiva cada lengua, sino

    de

    qu ?no utiliza

    los dos sistemas por lo tanto el peso de cada sistema, los

    cruces entre ellos, el nivel de conciencia de algunas reglas o

    de

    automati-

    zacin de algunas estructuras fijas, etc.).

    El estudio del bilinaismo en los nios prueba el papel jugado por la

    pregnancia igual de

    amios sistemas o por el orado mayor de pregnancia de

    uno de stos en la conciencia de los sujetos. Bn un sujeto en que ninguno

    24.

    Si

    algunos aspectos del bilingismo son comunes con los estudiados por

    l a

    dialectc-

    logia, otros aspectos implican lazos psicolingisticos tambikn con el problema del aprendimiento

    de los idiomas (entre otros aspectos, en relacin con la edad ptima cuando el nio puede

    ser puesto simultineamente en contacto con los dos idiomas).

    25.

    Hemos discutido ms ampliamente este aspecto en Observatii si ccrcetari experimentale

    cu privire la co>itaminari, St. si cercet. ling. , 1956, nms. 3-4, pp. 207-233).

    26. Por ejemplo, los rumanos que viven en algunos lugares de los Estados Unidos

    rumanizan a menudo palabras inglesas; tirtcltcrie ( carniceria ), grocerie ( abacera ), etc.,

    cL.

    H.

    MENCKENhe American lartguage, ed. IV, h'ew York, Knopf, 1943, p. 654.

    27 W. MACKCY,

    The meusurcrraeat of bilingzral behavior, Ganad. j. psychol. , 1966,

    7

    nm. 2 p. 76 .

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    14/16

    de estos sistemas no es definitivamente realizado, pueden ocurrir fcilmente

    contaminaciones mutuas.28 J

    S A D L O ~ ~

    elata, por ejemplo, a base de una

    amplia investigacin, el caso de los nios polacos de Francia, cuyo sistema

    lingstico est influido por el fran&s

    (W.

    LEOPOW ambin, en alernn-

    ingl~).~ uando las lenguas respectivas se hablan al mismo tiempo en cir-

    cunstancias semejantes y por personas de una importancia afectiva idntica,

    algunos autores sostienen que las lenguas ya no se contaminan, sino son

    aprendidas en proporcin igual, paralelamente, sin preferencias o niodi-

    ficaciones. Es el caso del nio de

    J

    RONJAT~'or ejemplo, cuya madre

    le hablaba en alemn, y el adre en francs, o un caso semejante de un

    niio rumano, cuya madre le Kaba acostumbrado con alemn, mientras que

    los dems le hablaban en rumano (evidentemente la importancia afectiva

    mavor de la madre era contrarrestada Dor la intervencin-de ms personas,

    en&e ellas el padre, con el cual el ni& estaba en contacto menos frecuente

    que con la madre). En el ltimo caso es interesante sealar el hecho de que el

    niio, rodeado de varias personas, se diriga a la madre siempre en alemn

    y a los dems en rumano, sin ningn acento extranjero en ninguna de

    las dos lenguas.

    4 4 Problemas interesantes, con implicaciones semejantes, plantea tam-

    bin el estudio del

    argot:

    entre otras cosas, es de inters la investigacin sobre

    la estratificacin. en la conciencia del hablante. de los diferentes niveles, de

    los diversos fragkentos del sistema argtico y di1 de la lengua comn o shbre

    las situaciones que motivan el empleo de unos trminos argticos, o el cam-

    bio de la estratificacih, la obnubilacin aparente de ciertas formas, etc. Pero

    hay tambin aspectos especficos, como los de las causas peculiares del em-

    pleo de trminos argticoc

    y

    al mismo tiempo del mecanismo por el cual

    stos se crean -aspectos en que la perspectiva psicolingstica es tambin

    absolutamente necesaria-.

    4 5

    Menos sealada de costumbre, la relacin entre la etnografh y

    etnologh

    o

    antropologa de

    una parte y la lingstica de otra (sobre todo

    con la dialectologa) tiene tambin implicaciones psicolingsticas (adems de

    las, claro est, ms acentuadas, sociolingsticas). En un estudio reciente,

    C

    CALAME-GRIAULE~~xpone las prcticas y la teora de la poblacin

    africana Dogon, con respecto al habla, mencionando tambin la necesidad de

    un anlisis psicolgico del pensamiento de la tribu re~pectiva.~~as relaciones

    28

    Por ejemplo, una nia italiana de dos aos y seis meses, al quedarse ms tiempo

    -algunas semanas,

    y

    el tiempo tena que aumentar junto con el avance en edad-- e:i una

    familia donde se hablaba solamente rumano, hablaba despus italiano, con acento rumano;

    al volver en e l ambiente italiano, ocurra el fenmeno inverso.

    29.

    J. ,SADLO, Influetzces phontiques fratzcaises su le langnge des enfants polonuis en

    Frunce, Paris, Picart, 1935, p. 141.

    30.

    Cf. tambin el caso de los nios estudiados por W.

    LEOPOLD

    (Ein Kind lerni zwei

    Sprachen, en Spracliforum , 1957,

    H.

    3-4, pp. 249

    y

    sigs.; Patterning in children's langzcage

    learning, Language learning , 1953-1954, 6, p p 12 y sigs.; Speecl~development of a billngzcal

    clzild, Evanstoii, Northwestern Univ. Press, 1949, p p 174

    y

    sigs., 183, 184), entre los cuales pre-

    domina ora un idioma (el alemn), ora el otro (el ingl4s).

    31. J.

    RONJAT

    Le dveloppement du langage obse~vchez un elrfant bilingue, Chainpion,

    Pars, 1913.

    32.

    Vase, ms recientemente, el trabajo documentado de G. CALAME-GRIAULE,tlanologie

    et langage. La parole claez les Dogon, Gallimard, Pars, 1965.

    33.

    Ibid., pp.

    y

    sigs.

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

    15/16

    interdisciplinarias con la psicolingstica pueden ser profundizadas y ge-

    neralizadas sobre el plano terico, que puede ofrecer sugestiones en la

    metodologa general de la etnologa: es importante, por ejemplo, que se

    analice desde el p unto de vista psicolingstico lo qu e es - e n un a deter-

    minada colectividad estudiada etnogrfica

    o

    etnolgicamente- la inmisin

    entre la conducta y el lenouaje, la relacin en tre las costumbres y e l sistema

    lin*stico e n funcin de 8eterminantes como la motivacin o la mentalidad.

    la Gpac idad d e justificar d e manera consciente esta relacin que, finalmente;

    se mantiene a un grado dbil de consciencia), y tambin el reflejo en el

    sistema lingstico de algunos procedimientos especficos de pensamiento,

    de m entalidad e n general, o a n m s, el reflejo d e ala concepcin sobre el

    habla en el modo de organizar los mensaies. etc.

    i

    5.1. Las observaciones presentadas anteriormente no proceden de la

    intencin de hacer una crtica de todos los mtodos y procedimientos co-

    rrientes utilizados e n la dialectologa. lo sumo, algunos aspectos ha n sido

    recalcados para poner mejor de relieve ciertas lagunas

    y

    sobre todo para

    preparar el ferreno necesario al debate del tema de las relaciones entre la

    dialectologa y la psicolingstica.

    Lo esencial es q u e cualquier procedimiento se aplique de manera correcta,

    bien fu ndam entada o razonada) y con la conciencia d e que n o es el nico

    justificado.

    5 2

    Evidentemente, hoy es difcil hacer abstraccin en cualquier do-

    minio de la ciencia, de sus implicaciones interdisciplinarias. Pero no ha

    encajado suficientemente en los hbitos metodolgicos de la investigacin

    en diversas ciencias la superacin del estadio declarativo de reconocimiento

    del principio mencionado, para pasar a su aplicacin en la investigacin y

    sobre todo precisar el lugar donde existen puntos interdisciplinarios y donde

    pueden o deben adoptarse puntos de vista ms complejos que los de este

    wlanteamiento.

    En la dialectologa se puso d e relieve hace mu cho tiempo la relacin

    con la geografa, con la

    sociologa, con la historia. Se ha observado menos

    el contacto con la psicologa

    y

    psicolingstica,

    y

    tanto menos se ha puesto

    de manifiesto la necesidad d e este contacto.

    Todo dialectlogo que dirige bien la encuesta emprende primero una

    iniciacin en la geografa e historia de la regin, en las particularidades

    demogrficas y sociolgicas de la comunidad respectiva. Algunas veces el

    dialectlogo -al tener qu e operar con una nom encla tura cspecial- llega

    a ser u n especialista tambin e n ornitologa, botnica o en la tcnica de

    la elaboracin del camo, etc. U n a iniciacin general parece superflua, ante

    cualquier investigacin de la dialectologa, e n psicologa en la problem-

    tica de los afectos, de la motivacin, del pensamiento, de los mecanismos del

    lenguaje) e incluso en psicolingstica. Sin embargo, la investigacin dia-

    lectolgica es el dominio lingstico que

    se

    acerca, como lo mencionaba, en

    mayor medida, a la investigacin psicolgica.

    Los subrayados

    ue hemos hecho con respecto a la proximidad del do

    minio del objeto o l e la metodologa o de la roblemhtica, n o tienen corno

    blanco la psicologizacin de la investigacin ialectal, es decir, no quieren

  • 5/20/2018 La Psicolinguistica y La Aplicacion

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    Psicolingstica y dialectologu 5

    imponer la psicologia y slo la psicologa en cualquier aspecto de la dia-

    lectologa: sera una actitud tan errnea como la

    e

    ignorar completamente

    las relaciones naturales con la psicolingstica y de rechazar la aceptacin

    del hecho normal de qu e en cualquier investigacin dond e

    se

    trata del

    hombre

    y

    se trabaja con l, tienen que existir -pues tomarse e n consiciera-

    cin tambikn fenm enos psquicos-. Querer prescindir de eso, sera como

    si alguien quisiera conducir un coche prescindiendo de su motor.