La Mujer en La Cultura Árabo-musulmana - Asma Lamrabet

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  • La mujer en la cultura rabo-musulmana*

    Asma Lamrabet

    Definir la cultura musulmana es realmente muy difcil debido al hecho de que es

    tremendamente diversa. Hace 15 siglos que se propag el Islam desde la Pennsula

    Arbiga hasta el norte de frica de un lado, e Indonesia del otro. La cultura musulmana

    es diferente segn los pases, regiones, costumbres y tradiciones donde se injert el

    Islam. La cultura rabe tiene como lazo de unin el idioma rabe, pero no siempre la

    religin del Islam (los rabes representan menos del 20% del mundo musulmn y entre

    aquellos rabes hay muchos cristianos y una minora de rabes de religin juda), y

    dentro de esta cultura rabe existen diferentes modelos: la cultura de la Pennsula

    arbiga y la del Golfo Prsico, la cultura del medio-oriente: Palestina, Lbano, Siria... La

    cultura rabe-mediterrnea, como Marruecos, Tnez, Libia, Egipto... Para ilustrar esta

    complejidad basta dar el ejemplo de Marruecos, donde conviven desde muchos siglos

    seis culturas: una berebere los berberes son los habitantes nativos de Marruecos y

    hasta ahora tienen su idioma y sus tradiciones, una cultura africana del Sahara, una

    cultura rabe de los que vinieron desde Arabia y el Yemen con la conquista del Islam

    , una cultura andaluza y juda esas dos culturas nacieron en Marruecos despus de la

    Reconquista espaola y una cultura mediterrnea.

    Al lado de la cultura rabe-musulmana conviven otras culturas tambin

    musulmanas pero muy diferentes las unas de las otras: la cultura musulmana africana

    sub-sahariana, la cultura musulmana de Turqua, la cultura musulmana persa de Irn, la

    cultura musulmana asitica: Indonesia, Pakistn, Malasia, India, Bangladesh,

    Afganistn..., la cultura musulmana de las ex-repblicas soviticas, la cultura musulmana

    europea de los Balcanes.

    Frente a esta extensa y compleja diversidad cultural, delimitar UNA SOLA cultura

    musulmana es de verdad imposible, lo que las une es la religin y el culto del Islam. Eso

    es muy importante para el entendimiento de las dificultades que pueden surgir en la

    lectura de la religin. Saber discernir entre los problemas inherentes a la cultura y

    aquellos de atributo religioso constituye una etapa primordial y necesaria para la

    comprensin de la civilizacin islmica, porque si el Islam es UNO en su aspecto religioso

    del culto, es la interpretacin de su filosofa espiritual la que va ser diferente segn la

    matriz cultural del origen.

  • El Islam como religin

    El Islam es una de las tres religiones monotestas del mundo. Me van a permitir

    insistir sobre un hecho muy importante: es una religin nueva. El Islam es la continuacin

    del mismo mensaje de espiritualidad de las otras dos religiones monotestas: el judasmo

    y el cristianismo. Estas religiones sagradas son recogidas en el Corn e integradas en

    un mismo proceso: el reconocimiento y la adoracin del Dios nico, de sus mensajes y

    de todos sus mensajeros. Allah es Dios en rabe, el mismo Dios, no es un Dios aparte,

    el cristiano rabe cuando reza lo llama Allah. La palabra Islam quiere decir en rabe

    someterse a Dios. Todo musulmn cree en un Dios nico y misericordioso, en todos

    sus profetas desde No, Abraham, Moiss, Jess y Mohammed, este ltimo es, para los

    musulmanes, el ltimo mensajero de Dios en la tierra. Todos esos profetas son iguales

    para el musulmn y sus mensajes han sido los mismos. Ser musulmn es tambin creer

    en los ngeles, el da del Juicio Final, el paraso y el infierno.

    Los musulmanes tienen dos referencias en la religin: la primera es el Corn, su

    libro sagrado, y la segunda, la tradicin del profeta, que es una compilacin hecha de

    manera minuciosa por los sabios musulmanes sobre hechos y dichos del profeta que

    explican el contenido del Libro sagrado.

    En el culto del Islam destacamos los rituales del culto que fundan sus pilares y

    la conducta social. Los pilares del Islam son el verdadero cimiento de esta religin, puesto

    que representan el verdadero lazo que une a los pueblos musulmanes y sobre el cual

    nunca ha habido ninguna divergencia. Esos pilares son cinco: el testigo de que Dios es

    nico y Mohammed su ltimo profeta, el rezo cinco veces al da, el impuesto sobre las

    ganancias anuales que se debe dar a los pobres y necesitados, el ayuno del mes del

    Ramadn y la peregrinacin a la Meca una vez en la vida para los que pueden hacerlo.

    La conducta social es mudable segn el contexto, el tiempo y las tradiciones locales de

    cada regin, lo que explica por qu el Islam se adapta fcilmente dentro de culturas tan

    diferentes como la de frica, Asia o los Balcanes.

    El Islam como civilizacin

    Hace 15 siglos que naci la civilizacin del Islam. En el siglo sexto y despus de

    haber luchado contra los guerreros rabes paganos de Arabia, el mensaje del Islam,

    apenas 70 aos despus de la muerte del profeta, lleg hasta Occidente a travs de la

    tierra espaola y Sicilia hasta los Pirineos franceses, pasando por el Medio Oriente,

  • frica del Norte, y del otro lado hasta Irn, India e Indonesia. Sera muy largo hablar de

    todo lo que ha dado la civilizacin rabe-musulmana a la civilizacin, del legado que el

    Islam dej como patrimonio a la humanidad. Basta recordar algunas contribuciones de

    esta civilizacin al Occidente en las reas de las ciencias, de la medicina, de la literatura,

    de la filosofa, de la astrologa o de la arquitectura. El descubrimiento del lgebra y los

    logaritmos en las matemticas, de la ptica en la oftalmologa, de los sistemas de

    irrigaciones en la agricultura... Y como dijo el islamlogo Claude Cahen: Y sea lo que

    sea, el Occidente no puede olvidar que ha aprendido a pensar con Avicena y Averroes,

    y que incluso la catedral de Puy en plena Francia no sera lo que ahora es sin la mezquita

    de Crdoba. Mientras Occidente estaba en plena oscuridad de la Edad Media, la

    civilizacin rabe-musulmana estaba iluminada, y ciudades como Crdoba, Sevilla,

    Bagdad, Damasco, El Cairo o Ispahn se enorgullecan de sus instituciones de cultura

    superior y de sus universidades, donde se enseaba filosofa, derecho, medicina,

    astronoma e historia. La gloria de esta civilizacin es una realidad histrica plenamente

    demostrable, y todos los historiadores son unnimes a la hora de reconocer que son los

    rabe-musulmanes los que han civilizado Europa. Hay que recordar que en el ao 1224

    la Universidad de Npoles, donde estudi el venerado Santo Toms de Aquino, tena

    toda una coleccin de manuscritos islmicos, entre ellos los mltiples comentarios de

    uno de los pensadores ms famosos del mundo rabe-musulmn: Averroes.

    La mujer en el Corn y en la historia del Islam

    Los derechos de la mujer en el Corn

    El Corn en primer lugar se dirige a todos los seres humanos sin discriminacin

    de raza, color o sexo. Es, ante todo, un himno a la belleza de la creacin de Dios, a su

    grandeza, un llamado a la paz y al amor entre los pueblos de esta tierra, a la justicia

    social y a la lucha contra el mal y la difusin del bien.

    Primero quiero destacar el hecho de que en el Corn no hay ninguna mencin

    de Eva como la responsable del pecado original, ms bien algunos versculos muestran

    que es Adn quien sucumbe a las sugestiones de Satn. Por lo tanto, la responsabilidad

    es compartida por los dos. Despus Dios les perdon, y el Islam no conoce la enseanza

    de la herencia de este pecado como se ve en la lectura de las otras religiones.

    En el Corn, cuyos textos son del sptimo siglo, se definen de manera clara todos

    los derechos de la mujer como ser humano entero, independiente y libre. Desde el punto

  • de vista de los derechos humanos, el Corn demostr que la mujer y el hombre son

    iguales, creados de la misma esencia, y no como se crey en un tiempo de la historia de

    la humanidad cuando algunos telogos se preguntaban si ella tena alma (Concilio de

    Macon en el ao 581).

    La mujer en el Corn tiene derechos civiles: libertad de culto, derecho a elegir a

    su futuro marido nadie puede obligarla a casarse con alguien que ella no quiere,

    derecho a divorciarse si el marido la maltrata, derecho a mantener su apellido paternal

    este mismo derecho estaba dentro de las reivindicaciones de la lucha de las mujeres

    feministas en los aos sesenta en Occidente.

    Derechos sociales: el derecho a la enseanza que ms que un derecho es una

    obligacin, ya el Corn insiste en que los creyentes, mujeres y hombres, deben lograr el

    conocimiento, el saber y la educacin porque la ignorancia es un pecado, y como dice el

    Corn los ms sabios son los ms cercanos a Dios, el derecho al trabajo y el derecho

    a participar en todas las actividades sociales.

    Derechos polticos: hace 1400 aos que la mujer en el Islam tiene el derecho a

    votar, lo que en Occidente se consigui muy tarde. Por dar un ejemplo, en Francia la

    mujer no ha adquirido el derecho de voto hasta 1945. El derecho a acceder a cargos

    polticos o militares muchas mujeres fueron en la poca de la revelacin combatientes

    contra los paganos y politestas de la Meca.

    Derechos econmicos: unas de las leyes indiscutibles en el Islam es que la

    mujer tiene el derecho a una independencia econmica total y absoluta. El hombre no

    tiene ningn derecho sobre la propiedad o el trabajo de la mujer. De acuerdo con el Islam,

    una mujer casada no est bajo el control del marido en lo que concierne a sus relaciones

    comerciales y sus ingresos. Ella es perfectamente libre e independiente en la ejecucin

    de sus asuntos mercantiles, lo que est en contraste con la prctica usual en Europa

    hasta el comienzo del siglo XX.

    Mujeres citadas en el Corn

    El Corn relata historias de muchas mujeres en la historia de la civilizacin que

    han dejado sus huellas para la eternidad, mujeres creyentes y devotas, mujeres msticas,

    piadosas, mujeres madres y mujeres rebeldes contra las injusticias, todas ellas elegidas

    por Dios para dar ejemplo a la humanidad. Pero una sola mujer es nombrada en el Corn

  • con su nombre propio, y es notoriamente la preferida de Dios: Mara, la virgen madre de

    Jess. Todo un captulo del Corn viene con su nombre y es consagrado a su hermosa

    historia: La delgada palmera cargaba dtiles dulces para ella y cuando se agarraba en

    sus dolores de parto, su hijo recin nacido daba prueba de su pureza. Mara, la

    silenciosa y abnegada alma, altamente honrada en el Islam, descrita en muchos

    versculos cornicos de una manera tan bella: Mara, Dios te ha escogido, te ha

    purificado y te ha exaltado sobre todas las mujeres de la creacin, Y Dios presenta otro

    ejemplo a los que creen, el ejemplo de Mara, que acept la verdad de las palabras de

    su Seor y fue de las verdaderamente devotas, Y recuerda a Mara que guard su

    castidad, y luego insuflamos en ella algo de nuestro espritu e hicimos de ella y de su hijo

    un signo de nuestra gracia para toda la humanidad. As es ella, Mara, en el Corn, la

    elegida de Dios.

    Tambin se narran en el Corn otras historias de mujeres, como la de la reina de

    Saba, descrita como un modelo de sabidura, con inmenso poder poltico, que gobernaba

    a su pueblo con inteligencia y un sentido extremo de la justicia. La historia cornica relata

    la maravillosa leyenda del poder espiritual de la princesa inspirada por Dios y su amor

    por el profeta Salomn, gracias al cual encuentra ella la fe. Adems, en el Corn leemos

    la historia de la mujer de Abraham, esa mujer que Dios dej como emblema para uno de

    los rituales de la peregrinacin a la Meca. Junto a su hijo Ismael estuvo corriendo siete

    veces en un lugar del desierto, buscando agua para su sediento hijo e invocando a Dios,

    hasta que una fuente de agua pura empez a brotar, y desde ese momento hasta hoy

    en da se hizo inagotable y se la conoce como la fuente de Zamzam en la Meca. Este

    es el motivo por el que los peregrinos musulmanes caminan siete veces a este lugar

    santo y beben de esta agua pura.

    Otra mujer que Dios dio como ejemplo es la creyente esposa del faran, que salv

    al pequeo Moiss. Ella es el modelo de la mujer creyente que adopt y protegi al futuro

    profeta a pesar de las crueles disposiciones de su marido, y de este modo Dios le

    prometi el paraso.

    La madre del profeta Moiss es tambin descrita en el Corn como una mujer muy

    abnegada a quien Dios solicit dejar a su hijo en el ro y que despus recuper gracias

    a su clemencia.

  • Tambin el Corn relata la historia de pasin y amor de una mujer con el profeta

    Joseph (YUSSUF), quien es descrito en la revelacin como la encarnacin de la belleza.

    Aunque su nombre no es citado en el Corn, ella es conocida en la literatura islmica

    como Zulaika, una mujer espiritual que pasa su vida en dura penitencia y en interminable

    anhelo. La historia de Zulaika y Joseph ha inspirado a muchos poetas y escritores del

    mundo islmico. As lo describe un mstico en el siglo IX, Yusuf Arrazi: Mientras que

    Zulaika adoraba a Joseph, cada da estaba ms hundida. Cuando abandon su

    adoracin, le devolvi Dios juventud y belleza. Cuando el amante avanza, el amado

    retrocede, pero cuando el amante est satisfecho slo con el amor, entonces se acerca

    el amado. En otro cuento se dice que Zulaika fue alcanzada por una flecha. Cuando

    gote la sangre en la tierra, escribi en muchas partes Yussuf, Yussuf, porque este

    nombre siempre lo ha repetido constantemente y flua como sangre en sus venas. As

    se convierte esta mujer en la personificacin del alma humana que, como el Corn dice,

    es incitada al mal, pero que con una continua lucha interior, purificada por el sufrimiento

    y finalmente como alma en paz, puede regresar con su Seor.

    Mujeres en la tradicin del profeta

    No hay ninguna duda sobre el hecho de que la revelacin cornica fue una

    verdadera revolucin en el modo de vida de los rabes beduinos de Arabia y sobre todo

    en la nueva concepcin que tena el Corn de la mujer. Esta mujer rabe que estaba

    viviendo en las peores condiciones, sin derecho a respirar, ha visto cambiar su vida de

    una manera increble. El profeta mismo ha sufrido mucho para cambiar la mentalidad de

    esos rabes tremendamente duros con las mujeres, hay miles de dichos del profeta

    donde se destaca su ternura, bondad y amor por ellas. Siempre deca a sus compaeros:

    Las mujeres son iguales a los hombres, los mejores entre los dos son los ms piadosos

    o el mejor de vosotros es quien es el mejor con su esposa. Un da, un hombre vino a

    preguntar al profeta: Quin tiene ms derecho a ser tratado con la mejor cortesa y el

    mejor respeto?, y el profeta dijo: Tu madre, el hombre pregunt: Y quin despus?,

    Tu madre, respondi otra vez el profeta. De nuevo el hombre pregunt: Y quin

    sigue?, Tu madre. El hombre pregunt por cuarta vez: "Y quin despus?, "Ahora tu

    padre", dijo el profeta. Basta recordar el ms famoso dicho del profeta: El paraso est

    en los pies de las madres.

    Antes de terminar con la poca de la revelacin cornica que representa un

    periodo de cambios radicales muy importantes, voy a citar solamente a dos mujeres

  • porque sera muy largo citar a todas aquellas que han hecho la historia del alba del Islam

    . El primer ejemplo es una mujer que ha dejado sus huellas para siempre en la historia

    del Islam, porque esta historia fue en gran parte la suya. Ella es Aicha, la mujer del

    profeta, la ms culta, la ms distinguida, que ha transmitido a generaciones de sabios

    musulmanes su sabidura, su conocimiento y su sentido poltico. Ella vivi mucho tiempo

    despus de la muerte del profeta, y su casa era como un centro de referencia en las

    ciencias religiosas. Los visitantes venan de todas las regiones del mundo islmico para

    preguntarle, para tomar sus consejos, y ningn hecho de la historia islmica poda ser

    justo si ella no daba su aprobacin. Se dirigi al campo de batalla a los 42 aos al frente

    de un ejrcito porque quera mostrar su desaprobacin a un acto poltico.

    El segundo ejemplo es el de la biznieta del profeta (Sakina Bent Elhussein), mujer

    muy independiente, muy educada, inteligente, que se destac por su lucha histrica por

    las libertades de las mujeres, y quien antes de casarse exiga que en su contrato de

    matrimonio se estipulara entre muchas otras cosas que no obedecera al marido y que

    no le permitira casarse con otra mujer. Gracias a ella se confirm este derecho de la

    mujer a notificar todas sus condiciones en el contrato de matrimonio.

    As eran las mujeres formadas en la escuela del verdadero Islam, cultas,

    orgullosas, fervientemente creyentes e incansables luchadoras, libres e independientes.

    Todo lo contrario del estereotipo de la mujer musulmana sometida, inculta y sombra de

    las sombras que nos muestran hoy como la referencia absoluta e irrevocable de la mujer

    rabe-musulmana.

    Los problemas de la mujer rabe-musulmana

    Ahora bien, hemos visto que nada en el Corn, ni en la tradicin del profeta, ni en

    la historia del Islam, justifica un mnimo perjuicio a la mujer. Entonces, por qu esta

    imagen de una mujer humillada, oprimida, tiranizada por el Islam est tan generalizada

    y tan sistematizada en el mundo? Se trata de mitos o de realidades? Pienso

    sinceramente que los dos existen, hay un parte de mito y leyenda sobre la mujer rabe-

    musulmana que se ha difundido de manera injusta y hay una realidad amarga que existe

    pero que no es tan dramtica como suelen mostrar los medios de comunicacin y que

    no corresponde siempre al anlisis occidental.

    Antes de echar la culpa a los dems debemos empezar por lo nuestro y preguntar:

    Por qu esa contradiccin entre el contenido verdadero del Islam y la realidad de los

  • musulmanes? Por qu en la prctica la evolucin del reconocimiento de los derechos

    de la mujer es un poco paradjica? Mientras en la tradicin occidental no se ha

    reconocido por mucho tiempo la igualdad a las mujeres, que luego han obtenido avances

    jurdicos y sociales muy significativos, en algunos de los pases de tradicin islmica las

    mujeres que gozaban de este status desde la revelacin del Corn han visto una

    involucin y, algunas veces, una regresin de sus derechos. Las explicaciones pueden

    ser muy largas, pero yo apuntara primero el hecho de que el freno al desarrollo de la

    mujer en algunas partes del mundo musulmn est ligado a una cierta lectura del Islam

    hecha por algunos Sabios Hombres por supuesto que tenan una cultura misgina y

    que reproducan las tradiciones ancestrales machistas, pensando que estaban en el

    camino justo del Islam. Hay que destacar una problemtica muy importante: los hombres

    musulmanes estaban dispuestos a vivir el Islam como una revolucin de las relaciones

    en la vida pblica y un profundo cambio de las jerarquas polticas y econmicas, pero

    no queran que el Islam cambiara nada en las relaciones entre los sexos. El machismo

    es la nica estructura humana que ha resistido a los valores del Islam!! Por otra parte,

    durante la historia del mundo rabe-musulmn, hay un periodo que ha empeorado la

    situacin de la mujer junto con la del hombre, y es el de la colonizacin, que ha querido

    secuestrar las races histricas de ese mundo e imponer sus lenguas, modelos y valores.

    Y como siempre los vencidos asumen la historia escrita por los vencedores, la

    tragedia de la mujer rabe musulmana en algunas partes del mundo islmico es que ha

    perdido con la colonizacin cultural e ideolgica sus referencias legtimas y con ello su

    alma.

    Hay que destacar el hecho de que la manera occidental de ver algunos problemas

    de la mujer en el mundo rabe-musulmn ha sido siempre caricaturizada y a veces

    satrica Y es que la visin occidental del Islam en general ha sido desde siempre

    distorsionada, siempre fue una visin donde prevalecen poder, prepotencia y ambiciones

    de dominacin. En la poca medieval los occidentales notaban que el Islam era una

    religin de libertinaje y ahora es una religin de integristas y fundamentalistas. Siempre

    el miedo, el temor al otro, ha caracterizado las relaciones entre ambas partes,

    alimentadas por la ignorancia se ha ordenado una reticencia y un rechazo histrico a la

    civilizacin rabe-musulmana desde las Cruzadas y la Reconquista, pasando por el

    imperio otomano, hasta el da de hoy. Con este tipo de visin, la de la mujer rabe-

    musulmana fue desde siempre la ms espantosa: recordemos todas esas historias

    fantsticas transmitidas por esos incansables orientalistas y que siempre muestran los

  • mismos retratos trgico-cmicos al final: harem, mujeres con velos, danza del vientre,

    sometidas a un emir implacable, desptico La mujeres eran siempre encarceladas en

    palacios suntuosos, pasando sus vidas como esclavas, cautivas del poder rabe-

    musulmn.

    Todos estos clichs estereotipados perduran hasta el da de hoy. Jams un

    historiador occidental habla de las mujeres escritoras, msticas, jefes de estado,

    fundadoras de universidades, que han hecho la historia islmica. Es que nos es

    extico, pero tambin esa es la prueba del machismo universal. No hace falta recordar

    que la misoginia es la cosa mejor compartida en el mundo, en todas las culturas y a

    travs de la historia humana cuntas veces la mujer fue objeto de humillaciones, de

    ofensas y de ignominias. En todas las lecturas de las religiones hay un acuerdo sobre la

    inferioridad de la mujer, su eterna acusacin de pecadora, de imagen de Satn y de bruja

    malfica. Las condiciones de las mujeres en India, China, en muchos pases de

    Latinoamrica (en Chile el 50% de las mujeres sufren de violencia conyugal), suelen ser

    a veces ms terribles y preocupantes, pero no tienen el impacto especial que se le da a

    la mujer rabe-musulmana. Un ejemplo: en los Estados Unidos, cada nueve segundos

    una mujer es golpeada por el marido o el amigo. Las cifras de la violencia contra las

    mujeres en Europa, Estados Unidos o Latinoamrica son escalofriantes, pero acaso se

    dice que esta violencia est justificada por la Biblia? Por qu en el mundo rabe o

    musulmn es siempre la culpa de la religin y no del hombre? Acaso el hombre rabe-

    musulmn no es de la misma estructura humana? Aunque se sabe que la misoginia es

    universal, las denominaciones sern siempre diferentes, porque existe el machismo

    latino, mediterrneo, siciliano, espaol, asitico, pero cuando hablamos de pases rabes

    o musulmanes se habla de machismo islmico. Jams hemos odo hablar del machismo

    de Sicilia, de Grecia, de Espaa, como catlico, pero el machismo de Marruecos, Egipto

    y Lbano, que son muy mediterrneos tambin, ser eternamente islmico.

    Quiero terminar insistiendo en el hecho de que la mujer rabe-musulmana no es

    la vctima del Islam. Ella es la vctima de multitud de factores que hacen de ella, como

    de todas las mujeres del mundo, la primera vctima de la sociedad. Ella es, ante todo, la

    vctima de los poderes del hombre machista, de la pobreza, de algunas tradiciones y

    costumbres regionales, de las injusticias socio-polticas, de las condiciones de vida cada

    da ms difciles sobre todo para ella. La mujer rabe-musulmana puede parecer

    diferente al occidental, con su mentalidad, su manera de vestirse, su manera de ser, de

    ver el mundo. Pero ella tiene el derecho a la diferencia y al respeto. La mujer rabe-

  • musulmana tiene la legitimidad de reivindicar sus derechos segn sus referencias, de

    conseguir la modernidad de acuerdo con su identidad, sin dejar de ser rabe o

    musulmana para que el mundo occidental la reconozca o la acepte. La mujer que sea

    rabe, musulmana, cristiana, europea o americana es, ante todo, un ser humano creado

    por Dios, con este sentido exclusivo del sacrificio, del amor, de la paciencia, de la bondad

    infinita Y como todas las mujeres de este mundo, ella tiene las mismas aspiraciones,

    las mismas esperanzas, los mismos sueos de vivir en paz, de amar, de proteger a sus

    seres queridos y de vivir como ser humano libre y digno. Gracias.

    * Texto pronunciado por la autora en una conferencia en Santiago de Chile.

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