LA MINGA - La Jornada · de cerca el proceso de lucha de las orga-nizaciones indígenas peruanas...

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Suplemento mensual. Número 140. Diciembre 2008 LA MINGA De Colombia en adelante ¿Qué quieren los indios de América? por Norma Aguilar, de la CAOI Las organizaciones hablan: “O mandan obedeciendo, o se van” / “No queremos TLC ni guerra” La Minga Social y Comunitaria tiene vida propia De Cundinamarca a Bogotá: imágenes y crónica de Pablo Pérez ¿Quién gobierna la República Unida de la Soya? GRAIN Ecuador: La Conaie da un paso más y acota al gobierno de Correa Los preparativos: poema laguna-pueblo de Leslie Marmon Silko MARCHA INDÍGENA COLOMBIANA, OCTUBRE-NOVIEMBRE 2008. FOTOS: PABLO PÉREZ

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Suplemento mensual. Número 140. Diciembre 2008

LA MINGA

De Colombia en adelante¿Qué quieren los indios de América? por Norma Aguilar, de la CAOI

Las organizaciones hablan: “O mandan obedeciendo, o se van” / “No queremos TLC ni guerra”

La Minga Social y Comunitaria tiene vida propia

De Cundinamarca a Bogotá: imágenes y crónica de Pablo Pérez

¿Quién gobierna la República Unida de la Soya? GRAIN

Ecuador: La Conaie da un paso más y acota al gobierno de CorreaLos preparativos: poema laguna-pueblo de Leslie Marmon Silko

MARCHA INDÍGENA COLOMBIANA, OCTUBRE-NOVIEMBRE 2008. FOTOS: PABLO PÉREZ

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Están por todas partes del continente,reclamando y denunciando, exigiendoser vistos después de más de 500 añosde invisibilidad forzada. Y vaya que loestán logrando. Desde hace más de unadécada, sus voces emergen. En México,Ecuador, Bolivia, Colombia, Perú, elmovimiento indígena se convierte cadavez más en actor político protagónicodel Abya Yala.

Ahora mismo, este año, el ambienteestá más que movido en la región andina:la reacción fascista de la oligarquía boli-viana en alianza con el imperio al triunfodel presidente Evo Morales en el referen-do revocatorio de agosto pasado; la pre-sión de los pueblos ecuatorianos paraincluir sus propuestas en la nuevaConstitución; la Minga Indígena yPopular de Colombia y la brutal represióncontra ella desatada por el gobierno deÁlvaro Uribe; la rápida respuesta de lospueblos peruanos al paquete legislativoemitido por el gobierno de Alan Garcíapara implementar el TLC firmado conEstados Unidos, que arrasa los derechoscolectivos y busca aniquilar a las comuni-dades; la presencia e informe de AmnistíaInternacional reclamando respeto de losderechos indígenas en Chile y la aproba-ción del Convenio 169 de la OIT en esepaís sin “declaración interpretativa”.

Como instancia representativa de lospueblos de la región, la CoordinadoraAndina de Organizaciones Indígenas,CAOI, ha estado presente en todas estas

movilizaciones, no sólo contribuyendode manera significativa a ampliar lascorrientes de solidaridad internacionalcon ellas sino participando directamen-te, por ejemplo, en la convocatoria alEncuentro Internacional de Solidaridadcon Bolivia, reunido en Santa Cruz de laSierra en octubre pasado, y como partede la Comisión Internacional deGarantes en Cali los primeros días denoviembre.

La sede de la CAOI está en Lima, Perú.Por ello la organización acompaña másde cerca el proceso de lucha de las orga-nizaciones indígenas peruanas contra elpaquete legislativo del TLC, cien decre-tos cuya derogatoria es el punto centralde sus demandas de respeto a sus dere-chos colectivos. Pero no están solas, hanlogrado articular un espacio de unidad yconstrucción de propuestas con el con-junto del movimiento social y lo handenominado Movimiento Cumbre delos Pueblos (MCP).

El MCP ha realizado las cumbresmacro regionales del Sur en Puno y delCentro en la comunidad campesina deRancas, pionera en la resistencia a laincursión violenta de la minería en susterritorios. Y, finalmente, se reunió enasamblea nacional el 12 de octubre,fecha más que simbólica para el movi-miento indígena, la misma que acordóiniciar movilizaciones nacionales el 20de octubre.

Estas movilizaciones se iniciaron enel sur, en Cusco, donde lograron el com-promiso del gobierno de someter a con-sulta de las comunidades todo proyectominero que solicite concesión en susterritorios. Otra demanda específica aten-dida fue la suspensión de la ejecución dela hidroeléctrica Sallca Pucará, hasta queuna comisión técnica internacional pre-sente los estudios de impacto ambiental ysocial a las comunidades de la zona.

El movimiento indígena está logran-do presencia y conquistas importantes.¿Pero es esto todo lo que quieren?¿Basta con ampliar el reconocimiento desus derechos en las legislaciones nacio-nales e internacionales, sobre todo en elcontexto de una crisis global del modeloeconómico que parece irreversible?

No, no basta. Los pueblos y sus orga-nizaciones somos cada vez más cons-cientes de que el modelo económicoimpuesto desde la invasión europea alAbya Yala y profundizado en las dosúltimas décadas con la globalizaciónneoliberal, así como los Estados unina-cionales que las repúblicas heredaron dela Colonia, no ofrecen siquiera unaopción de bienestar social: su modeloproductivo de saqueo de los bienesnaturales es más bien el motor delcalentamiento global que ya amenaza alplaneta con una hecatombe.

Los pueblos indígenas decidieronpasar de la resistencia a la construcción

del poder. Porque saben que mientrassubsistan los modelos de economía y deEstado actuales, la crisis, la exclusión ylas desigualdades seguirán profundizán-dose, y junto con ellas se profundizarála criminalización de la protesta social(militarización, judicialización, deteni-dos, desparecidos, torturados, asesina-dos). Por eso es que, desde sus raíces,desde sus principios y prácticas ances-trales de reciprocidad, equidad y com-plementariedad, levantan la opción delBuen Vivir como garantía de supervi-vencia para la humanidad, junto con laconstrucción de Estados plurinacionalescomunitarios.

El Buen Vivir y los Estados plurina-cionales comunitarios reúnen todo loque los pueblos indígenas tienen y ofre-cen: economía redistributiva, sistemaspolíticos propios, con autoridades que“mandan obedeciendo”, identidad coneducación, salud y justicia intercultura-les, lenguas propias, espiritualidad, ves-timenta, armonía entre los hombres ycon la madre naturaleza.

En la IV Cumbre Continental dePueblos y Nacionalidades Indígenas delAbya Yala (Puno, Perú, mayo del 2009),continuarán avanzando en su articula-ción y en la construcción colectiva deuna nueva forma de poder.

Norma Aguilar pertenece a la Coordina-dora Andina de OrganizacionesIndígenas (CAOI)

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en memoria de Othón Salazar (Alcozauca, 1924-Tlapa, 2008)

Los movimientos indígenas de América,como lo acaba de reiterar la Minga Social yComunitaria de Colombia, tienen vida pro-pia, historia y memoria, fuerza y dignidad.La razón está de su lado. Muchos son ya losaños de lucha, avances y retrocesos, derro-tas y victorias. No nacieron ayer los movi-mientos, mucho menos los pueblos que losconforman.

En la hora del colapso del capitalismocomo hasta ahora lo conocíamos, enBolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile,Guatemala, Honduras y México se cocinanalternativas desde los pueblos; verdaderas,en primer lugar, porque dicen verdades enun universo mediatizado por la mentirapolítica y el crimen establecido. Los múlti-ples y diversos movimientos americanos delcolor de la Tierra avanzan y retroceden,aprenden, desaprenden, escarmientan acontracorriente. Viven a lo largo del tiempo.Duran.

En México parecieran coexistir, en unescenario nacional complejo, las resisten-cias en cadena de maestros, pueblos indíge-nas, colonos urbanos, adelitas petroleras yestudiantes, con la paramilitarización abier-ta en Oaxaca (ver Santo Domingo Ixcatlán),Chiapas y Guerrero; la instauración parale-la de la “ley del narco”; una “guerra” decre-tada por el gobierno “contra” los delincuen-tes, que para las luchas populares se traduceen criminalización de sus movimientos; lacrisis de arriba, que se pretende “cobrar” alos de abajo. Tal vez por ello pareciéramosatravesar un momento de dolor, confusión ypilas de cadáveres decapitados ante los sue-ños incumplidos del mercado partidario.

No hace mucho, los indígenas deColombia y Perú parecían postrados. Claro,Perú tendrá siempre el beneficio de la dura-ción milenaria, como todas las grandesnaciones indias del continente. En Co-lombia, la sociedad dominante daba porestadística, cultural y políticamente aniqui-lados (o en vías de) a esos pueblos que justoahora, en octubre y noviembre, pusieron labota sobre el tablero de ajedrez del sistemapolítico, a la manera del zapatismo deChiapas, y con su palabra y su guardia indí-gena dieron la vuelta a las páginas peores desu historia.

Semanas después de concluida la marchade la Minga, la prensa internacional infor-ma que siete funcionarios de la alcaldía de

Jambaló, en Cauca, “fueron rescatados por300 miembros de la guardia indígena”,horas después de que “presuntos guerrille-ros” se los llevaran. Con el sorpresivo res-cate, “la rigidez y autoridad que ejerce laguardia indígena en los territorios nativosdel departamento del Cauca se pusieron demanifiesto”.

Según la redacción de El País, EmigdioVelasco, del Consejo Regional Indígena delCauca, “explicó que los secuestrados, tam-bién nativos, se movilizaban por una carre-tera rural cuando fueron interceptados porhombres fuertemente armados y encapu-chados que dijeron ser de las FuerzasArmadas Revolucionarias de Colombia(FARC)”.

Uno de los secuestrados se comunicó porcelular e indicó que los llevaban hacia laCordillera Central. Testimonios citados porel diario español indican que “desde los res-guardos de Quichaya, Jambaló y Pioyá seorganizaron los guardias indígenas con bra-zaletes y bastones de mando”. La presión dela guardia obligó a que el grupo armadodejara libres a los secuestrados.

Como “dato clave”, la información des-taca que esa misma guardia es la se encargódel orden durante las marchas “aborígenes”(sic) en Cali y Bogotá durante octubre ynoviembre.

Ante la cerrada inutilidad de los sistemaspolíticos y económicos en países comoMéxico, Colombia, Perú o Guatemala, lospueblos reivindican su legitimidad por lavía de los hechos. Traen un soplo de airefresco a naciones cuyos Estados “democrá-ticos” se asfixian entre el chantaje del cri-men organizado y su obediencia a la dicta-dura global del mercado, la cual se resque-braja en medio del desorden y el cinismo delos grupos de poder en las casas de gobier-no, las doctrinas de “seguridad”, la compra-venta electoral de los “profesionales” y elpredominio de los “señores de la guerra”,que por acá se llaman capos, gobernadores,y uno que otro es presidente, como GeorgeW. Bush y Álvaro Uribe. Aunque los aguar-da el basurero de la historia, tienen aprendi-ces que quisieran seguir sus pasos.

En nuestros países hay minga para rato.

diciembre de 20082

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Bermejillo • Fotografía y Diseño: YuririaPantoja Millán • Caligrafía: Carolina de laPeña • Retoque fotográfico: AlejandroPavón • Asesoría técnica: Francisco del Toro

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lo: 6372, del 12 de agosto de 1992. Certificadode licitud de contenido: 5052. Reserva de títulode la Dirección General del Derecho de Autor:515-93. Registro provisional de Sepomex: 056-93. No se responde por materiales no solicitados. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV. Av.Cuitltáhuac 3353, Col. Ampliación Cosmopolita,México, DF.

Los preparativos

Leslie Marmon Silko

Un borrego muertojunto a la carretera.

El vientre abiertotripas y vida se esparcen en la arena.

El cuerpo recibe atención cuidadosa.Mira las largas alas negras

los ojos resplandecientes.Solemnes y gordos los cuervos se juntan

para hacer los preparativos.

Jalar de la piel la lana.Desprender la carne del hueso

el tendón del músculo.Unos días más

se dicen entre sí.Unos días más y habremos terminado.

Huesos, huesos.Que el viento pula los huesos.Y ya estuvo.

Leslie Marmon Silko, escritora, narradora, poeta, polemis-ta e historiadora laguna-pueblo, nació en Albuquerque,Nuevo México, en 1948. Su lengua originaria es elkeresan (hopi), y sus narraciones más conocidas,Ceremonia (1977) y Almanaque de los muertos (1992).Este poema procede de Cuenta historias (Storyteller,Arcade Publishing, Nueva York, 1981).

Traducción del inglés: HB

Cuentan que en la ciudad de Bogotá, cuando alguien ha terminado de insultar con amplitud a otra persona,por ejemplo en un incidente de tránsito, si de verdad

quiere sonar ofensivo, remata su discurso con un “¡no sea indio!”.

Pues ahora resulta que en Colombia, pese a la arrogancia uribista, nada es más digno y admirableque ser indio. La Minga salió a las carreteras, atravesólos campos, llenó de voces las ciudades. Entre octubre y noviembre de 2008, los pueblos originarios tomaron la palabra y desafiaron al gobierno, que los reprimió de inmediato y se arrepintió demasiado tarde, pues ya había pateado el hormiguero. Desafiaron a los

medios de comunicación, a la guerrilla deteriorada, a los poderes criminales, a las clases dominantes,

a los partidos políticos, y dijeron “¡basta!”. De guerras ajenas, despojo, racismo,

genocidio desarrollista.Ojarasca presenta un mosaico de imágenes

y testimonios del fenómeno indígena colombiano, cuyos ecos colectivistas y liberadores se proyectan con

fuerza sobre el nuevo presente continental.

¿Qué quieren los indígenas?Norma Aguilar

LA MINGADe Colombia en adelante

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Cali, 27 de octubre. Más de 50 delegados deregionales indígenas de Colombia, definieroncontinuar caminando la palabra en un encuentrode diversidades por las regiones del país, conrumbo a Bogotá, en el marco de la Minga deResistencia Social y Comunitaria.

En las deliberaciones, donde participaronregionales de Chocó, Valle, Córdoba, Risaralda,Huila, Nariño, Cesar, Antioquia, Quindio, Caucay delegados de la Organización NacionalIndígena de Colombia (ONIC), se alertó frente alespectáculo mediático montado por el presiden-te Uribe, con el cual se pretendió hacer creer a laopinión pública que los indígenas habían incum-plido la cita pactada, desconociendo que más de45 mil personas iniciaron el debate público conuna silla vacía: la silla del presidente.

Esta versión fue ratificada por BlancaChancoso, Marcial Arias, Miguel Palacín, PedroNuny, y Manuel Ramiro Muñoz, delegado deBaltasar Garzón, en el informe de la comisióninternacional de garantes, entregada el día dehoy, 27 de octubre, donde se relatan aspectos de“...la concentración de la Minga que sesionó enel parque del Centro Administrativo Municipal,sin la presencia del presidente Uribe, colocandouna silla vacía en medio de las autoridades indí-genas y de la comisión de garantes, simbolizan-do de esta manera la espera”. Expresaron tam-bién “que fueron vanos las gestiones y esfuerzosde la comisión mediadora conformada pormiembros de la iglesia y altos personeros de lasNaciones Unidas representantes en Colombia,gobernador y Alcalde de Cali”.

Expresa el escrito que “Sorpresivamente, elpresidente Uribe aparece sobre el puente peato-nal, para entablar el supuesto diálogo”, y que“megáfono en mano, continuó el conversatoriocon los transeúntes que pasaban en ese momento,y no eran integrantes del Minga de los pueblos”.

Con varias reuniones de emergencia, tantodel orden regional como macro regionales ynacional, la Minga de la Resistencia Social y

Comunitaria definió continuar el proceso en doslíneas de acción, una primera, retomar el proce-so de solidaridad con la comunidad indígena deLa María Piendamó que continúa invadida, alla-nada y con comunidad desplazada por las fuer-zas del Estado; y una segunda en el sentido deavanzar desde las diferentes regiones hasta lacapital del país, en un encuentro de diversidadesque se unirá con otros sectores sociales en laperspectiva de construir el país que queremos lasmayorías populares.

Una nueva amenaza sobre los pueblos indíge-nas, con un nombre que debe ser ficticio, relacio-na los procesos indígenas con la guerrilla, ratifi-ca la mentalidad racista que promueve el gobier-no nacional y defiende su programa político sinindios. El panfleto también recuerda con morbo-sidad que si no se respeta al presidente se inicia-rá (o continuará) una campaña de exterminiocontra los indígenas.

Situaciones como las actuales: un gobiernoque miente, unos amigos suyos que amenazansubrepticiamente, una fuerza pública que invadey desplaza indígenas sin motivo ni proceso jurí-dico alguno, y unos medios de comunicaciónque limitan la información a las versiones oficia-les, justifican el debate nacional propuesto conel presidente Uribe, el cual requiere de un dise-ño de tiempos y temas concertados, con unamoderación neutral, la garantía de su emisión endirecto por el canal institucional, con presenciade las personas y los sectores participantes en laMinga de Resistencia Social y Comunitaria,quienes definirán el sitio donde se debe desarro-llar la actividad. La seguridad del evento estaráa cargo de la guardia indígena.

Vamos caminando la palabra por Colombia,avanzamos para mejorar, pues la Minga tienemucho de profundidad y tiene espiritualidad,hoy está unida la madre naturaleza, el aire y elviento nos acompañan.

Minga de la Resistencia Social y Comunitaria

Ramón Vera Herrera. A fines de agosto, se habíanreunido en Manizales y en Bogotá unos mil repre-sentantes o comuneros de los principales pueblosindígenas y afrodescendientes de Colombia esqui-vando la guerra que se les instaló como forma degobierno y que los mantuvo apartados cuandomenos diez años. De ese urgente reencuentro nacióla sincronía y el reconocimiento necesarios pararetejer relaciones borradas, rotas o desbaratadas porlos “señores de la guerra” como los pueblos insistenen llamar al gobierno, al narco, a la guerrilla y losparamilitares (ver Ojarasca 137).

Es así que en octubre comenzó una movilizaciónverdaderamente nacional de poblaciones indígenasy afrodescendientes que fue reprimida de inmediatocon gran brutalidad. Pero la represión por parte delas fuerzas policiaco-militares de Uribe al plantónque había bloqueado la Vía Panamericana en LaMaría Piendamó (ver Ojarasca 138) fue más un aci-cate que un aplastamiento. La idea de la Minga de laResistencia Social y Comunitaria creció y se convir-tió en una multitudinaria marcha que de diferentesrincones fue llegando a Bogotá para protestar porlos años de guerra sucia, asesinato y desaparición.Por los 3 millones de desplazados. Por las 100 milminas anti-personal acechando en alguna parcela,sendero o matorral. Por ese 10 por ciento de lapoblación carcelaria total de 55 mil personas queestá ahí por razones políticas. Por las fumigacionescon glifosato y por los incendios o robos de suscosechas. Por el racismo rampante. Porque saben(han llegado a entenderlo con más detalle que losfuncionarios del gobierno y los sabidos académi-cos), que de lo que se trata es de erradicarlos, inva-dir sus territorios ancestrales, imponer nocivos pro-gramas de desarrollo, predar petróleo, oro, plata,esmeraldas y metales raros, y fomentar la dependen-cia hacia Estados Unidos y su modelo mediante untratado de libre comercio que ahondará el poder delas transnacionales, corporativizará aún más la cade-na alimentaria, de la siembra al comercio al menu-deo, criminalizará las semillas nativas, invadirá decombustibles agroindustriales y transgénicos, roba-rá biodiversidad, saberes y recursos genéticos, con-dicionará los apoyos haciéndolos indignos, privati-zará aún más la tierra y romperá los antiguos encla-ves indígenas extremando la expulsión a las ciuda-des y al extranjero, para mayor poder de paramilita-res y narcotraficantes.

En la movilización, los cabildos y comunidadesestuvieron dispuestos a dialogar de cara al país ente-ro con el presidente Uribe, pero éste no pudo enca-rar la enorme autoridad moral que lo increpaba. Contodo, “caminó la palabra”, como la misma Mingainsiste en calificar su acción, y los pueblos se pre-sentaron ante la sociedad descreída que en muchoscasos respondió fraternalmente.

Transcurridos los días, la Minga —que acá lla-maríamos tequio, manovuelta o faena comunal—,arroja una serie de aprendizajes organizativos quehabrán de dar fruto en todo el continente. El 21 denoviembre, en la plaza Bolívar en Bogotá, cuandoLa Minga dio por cerrado el ciclo que le dio alientoa la movilización, declaró:

La Minga Social y Comunitaria tiene vida pro-pia, pero quienes la propusimos y la proclama-

mos tenemos que compartir el trabajo de sucrianza para que llegue a su edad madura ycamine sus propios pasos que son de todas ytodos. Asumimos con estas palabras el compro-miso doble y simultáneo de proteger la Mingasiendo parte de ella, pero también el de dejarlaen libertad para que camine en la dirección quele demos nosotras y nosotros, porque lo que yaexige ese ser que nació y que quiere vivir, esaMinga de los Pueblos, es mucho, pero muchomás de lo que podemos ofrecerle desde nues-tras capacidades particulares. Nos desborda yes eso lo que nos entusiasma y nos preocupa.No hay costumbre de Minga. Ésa es una verdady un desafío.

Desde la Minga de los Pueblos, es una horade la verdad. Convocamos la movilización con-ciente y el aporte generoso de nuestras capaci-dades y trabajo para proteger y promover lalucha por la vida y la dignidad en Colombia. Oconfrontamos un orden establecido para poner-lo en evidencia y resistirlo, o actuamos dentrodel mismo y ayudamos a consolidarlo. No cam-biará el orden con esta movilización que hoyculmina una etapa en un largo camino, peroesta Minga de los Pueblos sí es para cambiarlo.

El desafío consiste en tener la sabiduría quenos permita compartir el sentido y no sacrifi-carlo mientras obtenemos logros concretos enel proceso hacia su transformación y hacia launidad y coordinación entre los pueblos.

Hoy proclamamos y entregamos la Mingade todas y de todos para confrontar el modelode desarrollo que nos impone la codicia, paraderrumbar leyes que nos despojan y nos roban,para establecer la resistencia y la solidaridadcomo mecanismo concreto para defendernos deun Estado secuestrado que nos persigue, parahacer cumplir la palabra que ha costado sangre,para tejer un camino en que todas y todos deja-mos de ser nadie al servicio de esos pocos paraconvertirnos en gestores de sociedades dondela justicia, la libertad y la defensa de la MadreTierra sean realidades y principios…

La rebeldía es un derecho que vamos a ejer-cer sin autoritarismos sectarios ni imposicio-nes… Por ahora hay que sumar fuerzas, recur-sos y capacidades para lograr unos mínimos deconvocatoria y acción frente a un régimen y aun modelo al que le decimos BASTA! en laspalabras y en los hechos desde todas las luchasy dolores. Que ese BASTA! sea firme, concre-to y suficiente. No volveremos a pedirleaudiencia a nadie, porque nosotras y nosotros,la Minga de los Pueblos, somos el país y laautoridad. Los que nos representan nos mandanobedeciendo, o se van.

La Minga VIVE, QUE VIVA LA MINGA!Por una Colombia de los pueblos sin dueños,todo el saber, todo el dolor, toda la experiencia,todas las palabras, todas las abuelas y losrecuerdos. Vamos a vivir porque nos cansamospara siempre del dolor, de la muerte y de lacodicia de quienes nos roban la paz.

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“O mandan obedeciendo, o se van”

LA MINGA LA MINGA

Dos comunicados ejemplares

“El aire y el viento nos acompañan”

Octubre 29. Por fin al presidente Uribeparece que le va a tocar ir a la asambleaen La María y con La Minga, o por lomenos esperamos que ese sea el caso yque después de la violenta agresión con-tra una protesta pacífica, el uso indebi-do e injustificado de un asalto militararmado, el asesinato de por lo menosdos indígenas en La María y los más de100 heridos, la fabricación de unencuentro y de un falso acuerdo entresus ministros y los líderes indígenas, lapresentación de un montaje para justifi-car todo lo anterior, el incumplimientode la cita en Cali, la manipulación decifras sobre tierras indígenas, la asisten-cia tardía al CAM en Cali donde vociferóprovocaciones a los pocos que queda-ban allí y a quienes no les permitían irsepara que el Presidente tuviera público yla recurrente distorsión de la agendapara presentarla como un problema deindígenas, de tierras y del Cauca, des-pués de todo esto, pues, ojalá fuera cier-to que va a escuchar respetuosamente laagenda de cinco puntos. Lo dudamos ycon razón.

De todos modos, en estos días, andaexigiendo que el ejército respete losderechos humanos y dando de baja ofi-ciales involucrados en falsos positivos.Claro que se trata de encubrir 6 años depromover y ordenar violaciones siste-máticas de derechos humanos por partedel ejército, la policía y los paramilita-res, sin siquiera expresar condolencias

una sola vez a sus víctimas o familiares,aunque fuera para encubrir estos críme-nes atroces. No creemos que se nosvaya a olvidar jamás el que luego de lamasacre de San Éde Apartadó, saliera aacusar a las víctimas que incluían niñosdegollados. Su ejército fue condenadopor la CIDH, pero él nunca mostró elmenor remordimiento. De modo queesto no puede ser mas que una fabrica-ción mediática de sus múltiples y trans-nacionales asesores para mejorar laimagen de un Presidente que el mundoreconoce como el conductor de una tira-nía construida a sangre y fuego para lastransnacionales.

Si el Presidente va a La María, ojalásea a atender a la Minga y no solamen-te a los indígenas. Si va allí, ojalá sea enpresencia de medios de comunicacióndel mundo entero que transmitan laagenda de los pueblos. Ojalá la eviden-cia se presente. Ojalá se sepa que el TLCfue impuesto contra los pueblos y queno lo queremos. Que las leyes se pasancontra los pueblos y que esto es ilegal,injusto e inaceptable y por ello debenderogarse de inmediato. Que la tiraníase ejerce desde el Estado y por lo tantolos pueblos merecemos y requerimosverificación de los hechos y proteccióninternacional, porque nuestro propioEstado es un peligro, el mayor peligroque enfrentamos. Que, finalmente,deben crearse las condiciones para quelos pueblos y procesos y nuestras orga-

nizaciones podamos construir una agen-da nuestra, tejida desde nuestro dolorconstante y recurrente para que acáhaya democracia. Ojalá, que esto seadicho por voceros y voceras de todoslos pueblos que hemos hecho la Mingade los pueblos.

Con permiso opinamos, que si esto noes así, que si se manipulan las agendas,que si se trata solamente de tierras yderechos indígenas, que si las voceríasno representan a los pueblos, pues mejordejemos constancia de que los puntosestán planteados, la agenda ha sido lapalabra nombrada y que pase lo quepase, ésta sigue siendo la agenda nonegociable y permanecerá hasta cuandosea abordada. Acá dejamos constancia.

Con permiso opinamos que si LaMinga y el Gobierno nos encontramosen La María, será dos días antes de laselecciones de los EUA, es decir, elmomento para darle a conocer a los pre-sentes y ausentes, que venga quienvenga, no queremos TLC, ni guerra, nileyes para entregar el país a transnacio-nales, ni un modelo de desarrollo paraellos que nos sigue matando a nosotros.Por eso opinamos, con permiso, que eldomingo la cita es de La Minga de losPueblos con el Mundo.

Cordialmente invitadas e invitados. Ustedes deciden si respetan o no.

Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN)

“No queremos TLC ni guerra”

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Los tibios intentos de las frá-giles democracias latinoa-mericanas por poner algún

límite al poder económico dominan-te generado por dos décadas de glo-balización y neoliberalización eco-nómica han encontrado en los últi-mos meses un topetazo contundenteen la perversa alianza de grandesterratenientes con las agrocorpora-ciones que están actuando de mane-ra brutal en todos los países delCono Sur.

No se trata aquí de hacer un jui-cio sobre los gobiernos democráti-cos de la región, ni de evaluar sucapacidad de transformación de larealidad o su compromiso con lospueblos latinoamericanos. Dejamosesto para los pueblos que desde suspropios procesos van respondiendoy creando espacios para responder yconstruir nuevas realidades.

Sin embargo creemos que no esposible pasar por alto algunoshechos, unos notoriamente públicosy otros que apenas ocupan algunascolumnas en los medios; todos apa-rentemente desconectados entre sípero profundamente ligados en unaraíz común que es la someter a lospueblos, controlar su agricultura ysu alimentación ocupando y destru-yendo sus territorios.

Un hilo común atraviesa todasestas noticias y se fortalece comometáfora aleccionadora de las pre-tensiones de estos sectores: la soya[soja] transgénica y su invasión deterritorios en el Cono Sur que desca-radamente Syngenta bautizó hacealgunos años como la “RepúblicaUnida de la Soja”.

Así, el lockout patronal de losterratenientes soyeros de laArgentina iniciado en marzo y queahora vuelve por más mostró lasenda de lo que luego en Bolivia seconvirtió en una feroz agresión car-gada de odio, desprecio por la vidahumana y racismo contra los pue-blos originarios.

Allí aparece en escena como unode los principales dirigentes de laMedia Luna el presidente delComité Cívico pro Santa Cruz,Branco Marinkovic que “casual-mente” resulta ser uno de los gran-des productores de soya de la región.

En estos días y en pleno recambiodemocrático que llenó de esperanzasal pueblo paraguayo, el país se vetambién brutalmente conmocionado

por la represión contra campesinosque incluso llevó a la muerte al cam-pesino Bienvenido Melgarejo y conlos grandes terratenientes anuncian-do que van a recurrir a las armaspara defender sus latifundios.

En Uruguay y en medio de sua-ves presiones gubernamentales paraestablecer restricciones sobre elincremento de las áreas para el culti-vo de soya con la creación de unaPlan de Producción Agrícola tam-bién los grandes soyeros hicieron oírsu voz y sembraron de amenazas losgrandes medios. Otras noticias noocuparon grandes titulares de losdiarios durante los últimos meses,pero sin embargo muestran el tras-fondo de quienes preparan los esce-narios para el futuro de nuestraregión.

Ni bien culminó el lockout enArgentina, Monsanto se presentóante las autoridades nacionales ofre-ciendo la pronta puesta en el merca-do de una “nueva” soya transgénicaresistente esta vez al glifosato y pro-ductora de toxina Bt. Su intención es“retornar” al mercado argentinosiempre que se le garantice su“seguridad jurídica”. Esto significagarantizarle el cobro de regalías porla patente de esta soya.

Pero Monsanto llegaba en elmismo momento con su propuestade la nueva soya transgénica aBrasil, que desde sus autoridades yase ha rendido a los transgénicos y haconvertido a la Comisón Técnicanacional de bioseguridad, conocidacomo CTNBio, en una puerta deaprobación automática de todo losque las corporaciones desean.

Mientras tanto Uruguay levantóla moratoria a la aprobación de nue-vos transgénicos y abrió así las puer-tas para el ingreso de los “nuevos”transgénicos de Monsanto. No escasual que la soya transgénica apa-rezca en todas estas noticias: es sim-plemente un instrumento del controlcorporativo de la agricultura y elcontrol territorial que llega de lamano de las agroempresas y suspatrones, los grandes productores ylas corporaciones transnacionales.

Por supuesto que cada uno de estosactores tiene mecanismos de accióndiferenciados: las corporacionespermanecen silenciosas y hacen susnegocios mientras invierten enormessumas en publicidad en los mediosmasivos de comunicación de manerade tenerlos siempre a su favor y quenunca se publiquen en ellos los

cuestionamientos públicos que reci-ben. También ellas son quieneslogran los apoyos de Estados Unidosen aquellos casos en que se necesitala intervención política directa obajo las sombras.

En cambio los grandes producto-res soyeros son los que hacen el tra-bajo sucio con distinto grado de bru-talidad, pero siempre brutalmentedemuestran su desprecio por la viday la dignidad humana para consa-grarse al único dios que conocen: elDios Dinero. Entonces ellos sí pue-den cortar rutas, desabastecer ciuda-des, asesinar campesinos o dividirun país.

La República Unida de la Soyapermanece con sus murallas altas ysu reino de especulación y muerte enel poder. Parece ser que detrás de larecién iniciada caída del muro finan-ciero del capitalismo global tambiénempiezan a caer las murallas de estaRepública. Los pueblos están listospara seguir haciéndose cargo de susvidas y su alimentación.

GRAINPresentamos una versión resumida.

Para consultar la versión completaver: A Contrapelo, GRAIN, octubre2008http://www.grain.org/articles/?id=45

diciembre de 2008 7

Afines de octubre, la asambleaextraordinaria de la Confe-deración de nacionalidades

Indígenas del Ecuador, Conaie, quereunió en Tena, provincia de Napo, a300 delegados de 14 nacionalidades, 18pueblos y a las organizaciones regiona-les filiales de Conaie (Ecuarunari,Canaice y Confenaie), resolvió“demandar al presidente de la repúblicay a sus ministros por hechos asociablesal genocidio contra los pueblos libresde Tagaeri y Taromenane, suscitados enel área de su territorio ancestral y conti-nuar con los procedimientos legales enel Sistema Interamericano”. Estademanda queda acompañada por ladenuncia de violaciones de los dere-chos fundamentales de las nacionalida-des y pueblos del Ecuador “a conse-cuencia de las políticas económicas yextractivistas que ponen en peligro lacontinuidad de nuestras poblaciones”.

Lo interesante es que tras estademanda y en apego al “marco jurídicodel Estado plurinacional vigente, laConaie se constituye en el gobierno delas nacionalidades y pueblos Indígenasde Ecuador”, gobierno conformado porConsejos de Gobiernos Regionalesjunto con Confenaie, Ecuarunari yConaice, “y un parlamento integradopor los presidentes de cada nacionali-dad y pueblo”.

Otro punto interesante es el de “des-autorizar a Pachakutik en las accionesinconsultas”, toda vez que Pachakutikfue hasta hace poco un instrumentooccidental (un partido político) que sesuponía insertaría a los pueblos y nacio-nalidades en el sistema político y suclase asociada. Con este resolutivoPachakutik debe ahora “contar conplena participación y autorización delas nacionalidades y pueblos indígenaspara las decisiones de interés general ynacional”.

El punto número 6 de su declaraciónes digno de comentario: “Convocar a launidad nacional a todos los sectoressociales” para instalar una Asamblea delos Pueblos que “fiscalice el trabajo dela Comisión de Legislación y elEjecutivo”.

Los puntos 8 y 9 también se dirigena impulsar ese autogobierno de factoque le toma la palabra a los marcoslegislativos abiertos por la nuevaConstitución y así la Conaie exige algobierno nacional: “respeto a las orga-nizaciones de las nacionalidades ypueblos indígenas del Ecuador, comotambién a sus dirigentes, ya que comoecuatorianos gozamos de las garantíasconstitucionales como el resto de ciu-dadanos”. Su exigencia se precisa enel inciso 9 al exigir también: “respetoa la institucionalidad de las institucio-nes públicas de las nacionalidades y

pueblos, con autonomía y financiamien-to correspondientes, las mismas que soncreadas mediante Ley Orgánica por elCongreso Nacional, en 2007”.

En realidad, todo lo anterior preparapara los puntos más profundamentetransformadores, de ser aprobados:rechazar el modelo extractivista (quetiene al país sumido en la lucha contralas mineras y las petroleras), descrimi-nalizar la protesta social y ponerle altoa la persecución de quienes justamenteluchan contra ese modelo en sus regio-nes, rechazar el proyecto de EjeMultimodal Manta-Manaos (que cruza-ría prácticamente toda la Amazonia),declarar persona non grata a la embaja-dora estadunidense en Ecuador por losinformes que señalan “el aterrizaje ennuestro país de un avión [estaduniden-se]… antes de los hechos lamentablesde Angostura” [el ataque colombiano aterritorio de Ecuador].

En este bloque, el punto centralentonces es el inciso 15 que a la letradice: “Exigimos al gobierno total res-peto con base a la ConstituciónPolítica, Tratados y Convenios Inter-nacionales a los territorios de las nacio-nalidades y pueblos del Ecuador de laexploración y explotación que seexpresan a través de todas las conce-siones mineras, hídricas, hidrocarburí-feras, de bosques, páramos, manglares,reservas de biósfera y parques naciona-les, invasiones, y adjudicaciones

dolosas de los territorios ancestralescomo el caso playas de Cuyabeno,Chachis-Ceiba, Awa, etcétera”.

Finalmente, dichas propuestasimpulsan también la fiscalización delgobierno “porque en sus dos años degestión no se conoce el destino correctode los recursos del alto precio del petró-leo y otros” y que se proceda a archivarla ley minera “por inconstitucional”hasta que se instale la nueva AsambleaNacional y se priorice una ley de Aguasy Biodiversidad impulsada por la propiaConaie, que días después desembocó enuna marcha multitudinaria.

Al presentar dicha Ley, MarlonSanti, presidente de la Conaie, “cues-tionó fuertemente las políticas extracti-vistas del gobierno, especialmente enmateria petrolera y minera e hizo públi-co su rechazo al discurso del presiden-te Rafael Correa Delgado quien demanera reiterada ha pretendido, sinéxito, estigmatizar al movimiento indí-gena y a sus dirigentes, calificándoloscon epítetos y términos asociables aexpresiones de racismo contemporá-neo y discriminación”, de acuerdo aotro comunicado de la Conaie.

Y el comunicado continúa: “El pre-sidente del Consejo de Gobierno de laConaie, considerado el GobiernoIndígena, criticó la visión de democra-cia desde el poder que reconoceríaderechos en función del número dequienes lo reclaman y no en la obliga-ción de garantizarlos para todos. La

obligación del Estado es garantizarderechos para todos y todas. Un presi-dente no gobierna en función de núme-ros ni cantidades, sino de derechos”.

En la marcha, y en sintonía con laMinga colombiana que iba marchandoa Bogotá por las mismas fechas, la mul-titud proveniente de diversos rinconesde Ecuador enfatizó que la Consti-tución ecuatoriana debe respetarse, yaque establece que “el agua es un dere-cho humano fundamental”.

Entonces los asambleístas deAlianza País (el partido del presidenteCorrea) “fueron llamados a la coheren-cia y los presentes respondieron con unrotundo NO cuando uno de los asam-bleístas pregunto si el país era detodos”. [La consigna principal deCorrea y de su partido ha sido queahora el país “es de todos”.] Por suparte, Humberto Cholango, presidentede la Ecuarunari, anunció también ladeterminación de defender el agua y nopermitir que se privaticen éste y ningúnotro recurso estratégico”.

Todo esto vuelve a colocar a Conaiecomo un actor crucial en el escenariogeneral ecuatoriano y perfila el hori-zonte de las luchas futuras que el movi-miento indígena dará en los próximosmeses acotando el actuar y el quehacerdel gobierno de Rafael Correa y deline-ando la cancha dónde debería respon-derle al pueblo.

(RVH)

diciembre de 20086

CONFEDERACIÓN DE NACIONALIDADES INDÍGENAS DE ECUADOR

Un paso adelanteTERRATENIENTES Y CORPORACIONES ALIADOS PARA DEMOLER LAS DEMOCRACIAS

¿Quién gobierna la República Unida de la Soya?

Page 5: LA MINGA - La Jornada · de cerca el proceso de lucha de las orga-nizaciones indígenas peruanas contra el ... productivo de saqueo de los bienes naturales es más bien el motor del

Fusagasugá. La Universidad de Cundinamarca esgrande para estar situada en una ciudad tan chica comoFusagasugá, “la capital de las flores”, que desde elviernes aloja a la Minga indígena en su marcha haciala capital. Sus edificios de ladrillo rojo tienen viejasevidencias de la actividad política del estudiantado,con imágenes del Che y Fidel estencileadas en susparedes y sobre el edificio más alto la leyenda “lasrevoluciones no fueron hechas por los oprimidos sinopor los concientes”.

Por eso no es de extrañarse que al dirigirse la Mingaa esta ciudad, aunque el rector se negó terminantemen-te a recibirla, los estudiantes abrieron las puertas y losbrazos a los manifestantes.

Llegaron el sábado desde Tolima 25 chivas (camio-nes muy coloridos que se usan como transporte en lospueblos pequeños), entre aplausos de estudiantes eindígenas. El domingo esperan 40 más antes de mar-char el lunes a Soacha.

La guardia indígena se toma muy en serio su traba-jo, usando sus tradicionales bastones (cada quien tieneel suyo, y lo consideran más una entidad que un obje-to) como barrera infranqueable. “A ése requísalo bien”le instruyen al guardia al ver mi abultada mochila.“Soy fotógrafo, por eso cargo estas cosas, vengo deMéxico” explico. Al escuchar acerca de mi origen deinmediato los ojos del jóven se iluminan por debajo delsombrero “¡Si es zapatista es bien recibido! ¿Usted eszapatista hermano? ¿Conoce a Marcos?”

Los recintos de la universidad dan la impresión deser un caos, nada más alejado de la realidad en este pue-blo de todos los pueblos que se levanta y camina cuan-do es necesario. Una tubería pro-visional en un declive se usa comoregadera para sacarse un poco elpolvo del camino, en cada campa-mento hay sancocho, frijoles,arroz y huevos para el hambriento,y el inevitable “tinto” (café) parael que quiere calentarse un poco.Los muchachos juegan dominó yajedrez en mesas improvisadas ose arman un par de equipos paraechar una cascarita que me hacepensar en un torneo insurgenteindígena americano.

Mientras camino me van pre-sentando a la Minga en sí, sonmiembros de un gran número depueblos en el interior de Colom-bia rebelándose por el olvido delgobierno, el derecho a sus tierrasy en contra del TLC, la misma his-toria en otras tierras. “¿A ustedescomo les fue como el tratado delibre comercio?” me pregunta unode los recién llegados de la pro-vincia de Tolima.

“Es que hemos visto los videos de lo que hacenustedes, por eso yo siempre tengo un no se qué por ira México” me cuenta un muchacho de acaso 13 añosque casualmente porta “la verde”, la camiseta de nues-tra selección. “Yo pienso que allá Chiapas ha de sertodo re bacán con todo lo que han logrado”. No sé quéresponder, sólo le aseguro que cualquier minguero

sería recibido por los zapatistas como el hermano quees. En las juntas políticas se discuten tres temas: dere-chos humanos, territorios y acuerdos. Los representan-tes participan animadamente contando de las condicio-nes en su tierra.

En las mesas de discusión están unidos indígenas yafrocolombianos y se espera que se sumen los indíge-nas que han formado cabildos urbanos a causa de lamigración a la capital. Los estudiantes apoyan abierta-mente al movimiento. Por la calle se puede escucharque desde los autobuses la gente grita y aplaude a laMinga, o va hasta el campamento a donar comida yabrigos. A pesar de la desconfianza en el sindicalismo,hay un par de centrales obreras que se unirán también.

Casi al final del día me doy cuenta que de todo loque investigué antes de llegar al campamento me faltóun detalle importantísimo, cuando me encuentro expli-cando los modos de gobierno de las comunidades de laSierra de Juárez en mi Oaxaca y hablo de la tradicióndel tequio. “Es el trabajo que hacen todos en bien de lacomunidad, lo que ayuda a que se mantenga unida ysaludable” les digo. “Mire usted”, es la respuesta son-riente, “eso exactamente es la Minga”.

Soacha. Los vítores son los constantes “¡Arriba laminga popular! ¡Abajo Uribe!”. O cuando nos rebasauna chiva de compañeros se gritan entre ellos“¡Patachuma!” Desde la caseta hasta Soacha hay diezkilómetros, ahí se detienen las chivas y los mayores,médicos tradicionales, llevan a cabo un ritual pidien-do por las aguas, esas mismas aguas que el gobiernoquiere regular.

En la plaza principal de Soacha la minga es recibi-da por muchas personas de la localidad, banderas delejército de la paz, del Partido Comunista, un grupo demúsica y danza folklórica juvenil. En el estrado, AidaQuilcué confirma que la intención de esta Minga no esque la vea el gobierno, sino que la vean los colombia-nos.

De Soacha a la Universidad Nacional son pocoskilómetros pero la distancia pareciera ser una de lasmás largas. En la memoria colectiva de la Minga per-manecen los muertos y heridos en los enfrentamientoscon la policía en La María el 15 de octubre. Hace sólouna semana la policía montada cargó contra los com-pañeros de las últimas filas de la marcha.

Bogotá. Esta vez la marcha es totalmente urbana. Lascaras de los espectadores son más de curiosidad que deapego. A diferencia de Cali, en Bogotá las problemáti-cas de los pueblos indígenas se ven muy lejanas.

Al principio de la marcha aún se temía una posiblerepresión, pero ya bastante están trabajando losmedios hablando solamente de los escándalos de laspirámides financieras como para que aparte haya unescándalo de represión en el corazón mismo de lacapital colombiana.

El último día la marcha pareciera que no quierecomenzar para que no se acabe la Minga. Ahora loscampamentos tardan mucho más en levantarse, eldesayuno se toma con calma.

Al llegar al centro no hay oposición de la policía ylas calles están despejadas. Uribe salió a Perú un díaantes de la reunión de cooperación económica de Asia

Pacífico para entrevistarse conBush y al mismo tiempo noencontrarse con la Minga. Elterritorio está libre para llegar alcorazón de Colombia. Cuandopor fin se cruza la última cuadralos mayores se adelantan a lamarcha y elevan los brazos enun último ritual con los ojosanegados en lágrimas. Casi 500kilometros de marcha que termi-nan aquí y ahora, cuando se des-ata una fuerte lluvia (“Tatawala”, el padre trueno) que noimpide que la plaza se llene ytodos se queden a escuchar laspalabras de los líderes del movi-miento. Se repite que está mingacaminó la palabra por la descon-fianza que da la palabra escrita,aquella que es la primera igno-rada por el gobierno.

A las participaciones localesse añaden las de representantesde los pueblos indígenas deEcuador, Perú y Bolivia. Se ter-

minó la marcha, se caminó la palabra y se logro quefuera escuchada, si no por el presidente, sí por el pue-blo. Impera la certeza de que los 500 kilómetros mar-chados no fueron suficientes.

Pablo Pérez

diciembre de 20088

Los indios llegaron ya(Pasajes de la marcha colombiana)

LA MINGA

El fotógrafo mexicano Pablo Pérez acompañó la Minga colombiana durante octubrey noviembre de 2008. Suyas son las imágenes este mes en Ojarasca. Publicamos

también algunos pasajes de su testimonio personal de la histórica movilización

MARCHA INDÍGENA COLOMBIANA, OCTUBRE-NOVIEMBRE 2008. FOTOS: PABLO PÉREZ