LA MANDRAGORA Nº 9 - AÑO 2 #23

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I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 1 L a M aN d r ag o R a Año II ~ Nº 9 (Febrero, 2.002) del «LEÓN FELIPE»

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Resvista del IES León Felipe de Benavente (Zamora)

Transcript of LA MANDRAGORA Nº 9 - AÑO 2 #23

I. E. S. León Felipe - Benavente

Pág. 1

La MaNdragoRa Año II ~ Nº 9 (Febrero, 2.002)

del «LEÓN FELIPE»

La Mand ragoRa OPINIÓN, ACTUALIDAD

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 2

Esto va dirigido a esa ¿persona? que escribió un artículo en el pasado número (nº 8) de La Mandrágora decla-rando que éramos lesbianas y que una de nosotras se declaraba a la otra.

Pues bien, desde esta Revista, donde se publicó, queremos dejar claro que quien firmaba ese artículo no lo escribió, y que su forma de querer no va por ese lado. A esa ¿persona? y sólo a esa ¿persona?, le queremos decir que cuando le apetezca escribir algo, que se mire a sí mismo/misma, se describa y firme con su nombre, y que no ande jodiendo la vida de los demás.

Sandra y Marlén

PEDIMOS DISCULPAS

La Mandrágora pide disculpas a Marlén por haber publicado fir-mada con su nombre una carta que ella no escribió. Debimos haber comprobado la autenticidad de la misiva, pero no tenemos medios y confiamos en la responsabilidad y la honradez de las personas. Sin embargo, alguien se burló de todos nosotros. Sentimos el daño causa-do tanto como despreciamos la vacía y aburrida vida del patán ñoño que utiliza falseándolo el nombre ajeno. Es muy grave firmar con el nombre de otra persona para causarle daño. Revela una mente rastrera y envidiosa, además de ser una estafa. Es, asimismo, humillan-te. Si llegamos a saber quién eres (nos referimos a tu identidad, por-que miserable ya sabemos que lo eres un rato), tendrás tu bien me-recido oprobio público, como públi-co ha sido el daño que has causa-do.

De ahora en adelante, La Man-drágora sólo publicará aquellas confesiones o declaraciones perso-nales cuya identidad esté acredita-da, sean entregadas en mano o en las cuales no aparezcan nombres propios identificables.

Marlén, te pedimos otra vez disculpas.

Un saludo a todos. La Mandrágora

DISGUISED FATE A Chinese story tells about an

elderly farmer who had a horse to help him work the land. One day the horse ran away to the moun-tains. When his neighbours heard the news, they came to sympa-thize with him and they moaned the farmer’s loss. He replied: “Bad luck? Good luck?, Who knows?”.

A week later the horse came back bringing a herd of wild horses with him. Then the neighbours congratulated the man on his fortune. He told them: “Good luck? Bad luck?, Who knows?”.

When the farmer’s only son was trying to break in one of the wild horses he fell off it and broke his leg. Everybody thought it was a misfortune for the family. Eve-ryone but the farmer who just said: “Bad luck? Good luck?, Who knows?”.

Several weeks later the army came into the village and they recruited all the healthy young men. When they saw the farmer’s son’s injured leg, they let him stay at home.

Was it good or bad luck? Who knows?”.

For anything looking an annoy-ance at first sight might be a disguise of the good, and that looking good might be the evil in the end. And so, the wisest thing to do is to let God decide what good or bad luck is, while we hope that things will go well for those who work and love.

This is a translation from one of the tales in Ligero de Equi-paje, (Travelling Light), an amusing book by Carlos G. Vallés about the teachings of Tony de Mello.

“In memory of my dear cousin, who loved and worked in the kindest way”.

PEPA

AMIGOS, PRECIADO TESORO Aprovechando que hace un mal día y que la

inspiración ha llegado a mí, voy a redactar mis pri-meras palabras en La Mandrágora.

Escribiré sobre algo que conozco, quizá lo más importante en mi vida: la AMISTAD.

Cuando no cuentas con amigos los buscas y los valoras más, pero, por el contrario, cuando los tienes no les das la importancia que realmente se merecen.

Si recuerdas, cuando eres pequeña una amiga es aquella que no te despierta si te duermes en mitad de un capítulo de los Pitufos y te enseña a romper los rosales de la vecina. Pero también es ésa con la que compartes tus muñecos aunque te haya roto la nueva barbie Hawai que te regalo tu tía la de Suiza.

Al ir creciendo las cosas cambian, y es cuando verdaderamente distingues entre una buena amiga y la que no lo es, o al menos eso intentas.

Es muy difícil encontrar un buen amigo, por eso, se dice que el que tiene un amigo tiene un tesoro. Frase a la que pongo muy alto.

Por supuesto, puedes decir “Yo no necesito amigos”, pero cometerás un grave error. Estar solo a veces está bien, pero sentirse solo es otra cosa, no se lo aconsejo a nadie. Sólo piensa en cómo sería una vida sin amigos.

Un buen amigo es aquel que está ahí en lo bue-no y en lo malo; cuando algo no demasiado bueno me pasa, mis amigos lo notan; cuando me entristez-co, lo notan. Sólo puedo decir que si algún día los perdiera, que lo dudo, mi vida no sería igual, mi mundo se volvería gris, no puedo expresar con pala-bras lo mucho que me importan. Podrán pasar 100 años, pero aseguro que si no es en vida, será en muerte, me tendrán ahí para la eternidad y para lo que sea.

En una palabra: gracias. Sólo pido a la gente que lea esto que valore a sus amigos y que les dé todo el cariño que se merecen y un poco más.

Este mensaje va dirigido a todos aquellos que significan algo para mí, a aquellos que de alguna manera u otra han tocado mi vida, a todos aquellos que me hacen sonreír cuando realmente lo necesito, a aquellos que me hacen ver el lado bueno de las cosas cuando estoy deprimido. Y a todos aquellos a quienes deseo hacerles saber lo mucho que aprecio su amistad.

Les deseo lo mejor, no sólo a ellos, sino tam-bién a todo lector, pues, aunque no sea una persona importante para mí, lo será para otro.

SIDNEY

La Mand ragoRa CREACIÓN LITERARIA

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 3

MIKRA (Historias de una adolescente)

9.- (...continúa) “Autobús con destino Madrid ubicado en la

dársena número cinco efectuará su salida en cinco minutos”, eso fue lo primero que pudimos oír nada más poner el pie en la estación.

—¡Ey, tía! —grité. —¿Qué? ¿Qué pasa? —Guy me contestó

desubicada. —Tía, los billetes, joder, no los hemos pillado

aún —puffff, ni acordarme de los billetes en los días anteriores, quizás ha sido todo muy precipita-do y sea verdad eso de que las prisas matan.

—Bueno.... tranquila, aún hay tiempo nena —Guy intentó tranquilizarme aunque ella también ahora padecía en la incertidumbre y las prisas.

—Ya, si tiempo hay, lo que no habrá serán bi-lletes...

Nos miramos las dos y como si de algo telepá-tico se tratase nos abalanzamos sobre la taquilla de los Alsa.

—Por favor, billetes para Madrid? —Para qué día? —Para hoy a las 9:45, el que sale dentro de

cinco minutos. —Pufff —el taquillero nos miró y comprobó en

el ordenador. Todo muy mecánico. Así, como suele funcionar el mundo. Todo actos mecáni-cos—. Imposible, va completo. Pero si tenéis mucha prisa, hay uno que sale desde Salamanca dentro de tres horas.

Ja, qué risa. Yo ya no paré de hablar en aquel mismo instante. Traté de inventarme excusas y argumentos para que el taquillero impasible nos hiciera a modo de milagro un par de huecos en aquel autobús, “el de las 9:45”. Tenía que ser ése, no otro, ni el siguiente ni el maldito bus que “...sale desde Salamanca dentro de tres horas” con tanto retintín. El trabajador observaba sin mudar el gesto mientras negaba con la cabeza.

Guy me debió encontrar también un poco ace-lerada y me colocó la mano en el hombro para indicarme que lo diera por imposible. Lo perdía-mos.... y eso es algo que no podía consentir. “El de las 9:45”, ése.

—Tía déjalo. Cogeremos el siguiente. —No, joder. Tiene que ser ése. —Déjalo tía, en serio, qué más da esperar

unas cuantas horas más —unas cuantas horas más eran ni más ni menos que 7 horas, y para entonces demasiadas personas andarían pisán-dome el culo—. Vamos a sentarnos.

(continuará) .- MIKRA

HOTEL REÚMA 7.- (...continúa)

¿De qué podía haber muerto el tal Aní-bal?, me pregunté en silencio.

—Se pasaba el día entero nadando y sumergiéndose en la piscina —contestó la ancianita como si me hubiera leído el pen-samiento. Desde luego si toda la velada iba a ser igual, una cosa telepática, sin que ella me diera oportunidad para abrir la bo-ca, tardaría yo poco en dormirme. –En parte algunos clientes tenían razón cuando nos recomendaban podar algunos pinos para que el sol llegara a las aguas de la piscina. Pero es que a Aníbal le fascinaba tanto el hervidero de luces y sombras sobre las teselas del fondo de la piscina... De-masiadas horas a remojo, mira que se lo advertí. Un día apareció todo pálido y tiritando. Sin decir palabra se descalzó los zapatos -dijo mirando al zócalo- los dejó en esa esquina y se fue directo a la cama. Se tapó hasta la cabeza y al poco se quedó quieto como un muñeco. Ay, hijo, las co-sas en el mundo un día se quedan quietas para siempre y ya está.

Guardó silencio unos instantes durante los que el viento jugó con los visillos de las ventanas. Por no dormirme retomé la char-la hablando de Leopardi, y continuamos con Dickens, Flaubert, Kafka, Unamuno...

-Ah, y Truman Capote, amo a Capote, especialmente uno de sus relatos, en el que, en mitad de la noche, un individuo extraviado —me comentó la ancianita son-riendo irónica y cómplice, al tiempo que me guiñaba un ojo— se encuentra con una señora mayor en una casa apartada del resto del mundo.

Nos entusiasmamos al sacar a colación alternativamente, los cuentos que más nos fascinaban de las Mil y Una Noches. Sen-cillamente delicioso. Wenceslao no podía imaginarse que su ruindad me llevara a conocer a una criatura tan deliciosa. Mien-tras ella hacía de Scherezade, me invitó a saborear un exquisito tabaco en una pipa, fascinante al tacto, que había pertenecido al señor Aníbal. Hacía diez años que su dueño había muerto... ¿cómo, entonces, mantenía aquel delicioso tabaco su aroma? Rodeado de anillos azulados que ascendí-an lentamente hasta el techo, intenté re-cordar el tiempo que hacía que no mante-nía con nadie una conversación tan nutriti-va y cordial. Contra todo pronóstico en una persona de su avanzada edad, ella desple-gaba un pensamiento, tan alegre, coral y sugestivo... tan abierto y vivo. Me sorpren-dió gratamente, mostrando en sus comen-tarios una inteligencia de formación clásica, de la que, a la vez, se desprendía cierto aire selvático, inocente, casi infantil. Hablamos fluidamente horas enteras y de todo un poco: deportes (a mi Aníbal lo co-nocí practicando piragüismo y natación), pensiones (no me da para mucho, aunque sí para coleccionar poquito a poquito, la biblioteca de Babel), religión (católica, cla-ro, a ver qué remedio; sólo que ya he olvi-dado el aspecto de las iglesias; llevo años limitándome a levantarme al amanecer, sentarme de rodillas frente a la pared, y no hacer nada). ¿Me entiende, no? -preguntó enarcando el gesto de un monje budista que sonriera como un monaguillo de ba-rrio—. Los hábitos de Aníbal que no me

abandonan. ¡Qué delicioso releer, senta-da al sol, los cuentecitos de Benedetti que mi marido dejó en su biblioteca...

Charlamos, oh sí, amparados por el fuego charlamos hasta que los ojos, rarí-simo en mí, se me fueron cerrando sin remedio. Hasta que la pipa se apagó defi-nitivamente y los troncos en el hogar ron-roneaban como gatos de fuego converti-dos en brasas. Al percibir mi cansancio, desvió la conversación de inmediato.

-Discúlpeme, joven. Creo que nos ha llegado la hora de deslizarnos hacia el mundo de los sueños, no sin antes envol-vernos en sábanas bien calentitas. De modo que acompáñeme —dijo levantán-dose y yo la acompañé de buen grado. La seguí a lo largo de los pasillos lóbre-gos, convencido (y acertaba) de que me conducía la habitación que llamaba de los invitados. Nada extraordinario, justo en-cima de su dormitorio en la planta de aba-jo.

-Si necesita algo durante la noche, zapatee el suelo y yo subiré enseguida.

-Nada de eso, señora, qué disparate. Como algo absolutamente natural me

ayudó a quitarme el batín y arrebujarme entre las limpísimas sábanas. Por último me arropó como sólo una persona en toda mi vida lo ha hecho. Me contempló dul-cemente mientras sonreía. Luego dio las buenas noches y se retiró. Fuera, conti-nuaba diluviando, pero dentro de las sá-banas, mis pies descalzos, se enroscaban calentitos el uno en el otro como gazapos. Aquello era lo único importante en el mun-do. Y a Wenceslao que le zurcieran. Antes de descender a lo largo del tobogán del sueño, repasé sin poner voluntad en ello, las peripecias del día: me vi tomando el polvoriento autobús -ya entonces debí sospechar algo-, la tarde cayendo sobre la cuneta y los pueblos donde las farolas comenzaban a encenderse. Luego aquel tramo de carretera y el partido de fútbol en la radio del conductor. El estómago levan-tisco y el vómito inminente cuando apare-ció el desvío hacia aquella comunidad, la cual sólo existía tal vez en las fábulas más olvidadas y en las peores pesadillas. Y el asunto de los perros que, aún bajo la lluvia, seguían ladrando a lo lejos con un eco de bestias del infierno. Y yo empa-pado, sin la copia del original y en mitad de la oscuridad más profunda, entre pinos y matojos. Y entonces la luz en la oscuri-dad, el fanal prodigioso del hotelito. Luego lo más agradable de la peripecia (la chi-menea, la ropa seca, las infusiones y la charla con la ancianita), difuminándose entre la imaginación y el sueño; todo, como extraído de un cuento de hadas, especialmente mis pies calientes, dos animaluchos inocentes, entre las sába-nas. Por fin las aguas del sueño cubrieron mi rostro y su espuma imprevisible fue deshilando todo en mi conciencia. Cuan-do volví a abrir los ojos, un sol radiante atravesaba los visillos de la ventana. Co-mo si hubiera intuido que acababa de aterrizar, ella apareció poco después, con una bandejita plateada sobre la que apa-recía un surtido de tostadas y mermelada, mantequilla, huevos, zumo de naranja y café muy aromático. (continuará)

EVA Mª FERNÁNDEZ

La Mand ragoRa CREACIÓN LITERARIA

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 4

LA OSA MAYOR, LA OSA MENOR Y EL DRAGÓN

En el cielo se dibujan un dragón, una Osa y su hija. ¿Nunca os habéis parado a pensar por qué están ahí? ¿Por qué están dispuestas de esa forma? Pocos conocen la his-toria, pero afortunadamente un sabio cangrejo me lo susu-rró al oído en agradecimiento un día que lo encontré perdi-do por las calles de mi ciudad y decidí devolverlo al agua. Así comienza la historia:

"Hace mucho, mucho tiempo, cuando el cielo no era más que una enorme bóveda de pizarra, negra como el tizón, vivía en las montañas una gran Osa. Esta Osa era de color plateado, pues así era el color de los osos antes de que el hombre pisara la tierra, pero un plateado tan brillan-te que cuando se ponía al Sol nadie era capaz de mirarla sin entrecerrar los ojos. Era hermosa, pero no sólo eso, también era increíblemente sabia y fuerte, y por ello era la reina de la montaña. Todos los seres sin excepción la res-petaban como su líder y protectora ante el peligro. Con el tiempo la Osa concibió una pequeña Osita tan plateada como ella. Todos en la montaña estaban encantados con la criaturita ya que era alegre y juguetona. Siempre estaba jugando entre las flores, bañándose en el río, persiguiendo a las mariposas y haciendo sonreír de ternura a todo el que la veía.

Un día, el Dragón de Plata, señor del Valle del Agua que lindaba con la montaña, decidió dar un paseo por los lími-tes del valle. Hemos de decir que el Dragón de Plata era el ser más vanidoso que podía encontrarse en todo el mundo y ante todo estaba orgulloso de sus escamas de plata. Es por eso que cuando vio a la Osita jugando en un río, no pudo evitar que el brillo del pelo de la criaturita hiciera que su corazón se llenara de envidia. Voló trazando unos círcu-los en torno a ella y a cada vuelta que daba mayor era la rabia y la envidia que sentía. Estaba a punto de abalanzar-se sobre la Osita para devorarla cuando llegó su madre, la Osa. Entonces fue el colmo para el Dragón de Plata, dos criaturas con una piel más brillante que la suya era ya de-masiado. Pero el Dragón se guardó de hacer nada porque había oído hablar de la legendaria fuerza de la Osa, por eso se retiró a su cubil en la Fosa del Fuego para idear un plan con el que acabar con la dicha de la Osa.

Un día la Osita estaba jugando cuando vio algo brillante en el cielo que llamó su atención. Poco a poco el Dragón de Plata se perfiló en el cielo. La Osita lo siguió con la mirada con gran interés mientras el Dragón se acercaba y se po-saba cerca de ella. Entonces el Dragón de Plata le dijo:

—Hola Osita, tu madre la Osa me ha dicho que te reco-ja, sube a mi lomo e iremos a verla.

La Osita en un principio se mostró reacia ya que su madre le había repetido hasta la saciedad que nunca fuese con desconocidos. Pero si lo mandaba su madre ya no era un desconocido y además le hacía mucha ilusión eso de volar. Así que sin rechistar se subió al lomo del Dragón y se fueron volando.

En la cueva de la Osa estaban reunidos los represen-tantes de todas las familias de la montaña. El asunto era urgente, la Osita había desaparecido y no se sabía nada de su paradero. Los Lobos habían rastreado toda la montaña y no habían descubierto la menor pista. Los Topos habían recorrido sus túneles preguntando a los seres del mundo subterráneo si sabían algo, pero nada. Y los Halcones no habían visto nada desde las alturas.

Finalmente un sapo entró en la cueva y torpemente se dirigió a la Osa:

—Ilustrísima Señora de la Montaña. Soy un mensajero del Dragón de Plata, señor del Valle del Agua. Mi señor os informa que tiene cautiva a vuestra hija en su cubil de la Fosa del Fuego. Si queréis recuperarla deberéis ir allí y entregarle vuestra piel a cambio de vuestra hija.

Un gran revuelo se organizó en la cueva. Todos los representantes de las familias de la montaña se ofrecían para organizar una partida de rescate y darle una lección a ese presuntuoso dragón. La Osa les agradeció a todos su ofrecimiento, pero lo rechazó. Era ella la que debía ir a

cimiento, pero lo rechazó. Era ella la que debía ir a en-contrarse con el Dragón de Plata.

Tras una dura y peligrosa marcha, la Osa llegó al cubil del Dragón de Plata. En realidad era un agujero en la pared del valle de un río de lava al que se accedía por una estrecha cornisa. Tras acostumbrarse a la oscuridad vio a su hija al fondo del cubil, encogida por el miedo, y a su lado al Dragón de Plata, quien exhibía una amplia son-risa de triunfo. La Osa fue la primera que habló:

—Aquí me tienes, ahora deja ir a mi hija. El Dragón se rió y contestó: —Pobre ilusa. No puedo permitir que haya nadie en el

mundo con una piel más lustrosa que la mía. Ni tú ni tu hija escaparéis jamás de aquí, porque vuestros hijos se-guirán teniendo esa piel de plata más brillante que la mía.

Diciendo esto se lanzó sobre la Osa. Entablaron una lucha sin igual que duró siete días con sus siete noches. Y en ningún momento la lucha se inclinó del lado de ningu-no. Pero los Dragones son criaturas mágicas por lo que la Osa comenzó a sentirse débil después de tanto tiempo de pelear. Sabiéndose perdida, decidió salvar a su hija de las garras del Dragón dando su vida. Reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban se abrazó al Dragón y saltó con él al río de lava.

La Osita se quedó sola y comenzó a llorar la muerte de su madre, y sus lágrimas eran de plata. Fue entonces cuando Dios tomó las lágrimas de la Osita y le dijo, no te preocupes, porque podrás ver a tu mamá todas las no-ches en el firmamento. Y con las lágrimas dibujó a su madre la Osa Mayor, peleando con el Dragón, para sal-varla a ella, la Osa Menor. Y quiso Dios que todo el mun-do pudiera ver la escena para que aprendiesen que siem-pre hay almas nobles que luchan contra la envidia y es por ello que convirtió las lágrimas en estrellas

Iziel

Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я Ỹ Я

La Mand ragoRa

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 5

HAIKUS

Hecha luz, el agua reverbera

en la cal

Bosque sombrío detrás del frescor verde

de los abetos

En la penumbra, los pálidos trigales;

lagos lunares

Recuerdo súbito, rayo oscuro en la luz:

me pesa el alma

¡Ah! Ver distinto, ni mejor ni peor, ver como dios.

OFELIA

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MI ESPERANZA

Viva por la esperanza de tenerte muero por ganas de con mis ojos verte. Dura es mi vida queriéndote tanto mientras tú con otra estás disfrutando. Ojalá Dios quiera que un día mirando a mi cara tu boca sonría, con dulce mirada dirigida a mis ojos tú beses mis labios mientras me sonrojo y con dulce voz me digas al oído: “Que sepas que te quiero y que no te olvido”.

DHIBHI ........................................................................

VIVIENDO CONTIGO A veces me pregunto cómo será la vida a tu lado, viviendo contigo, estando en tus brazos; contigo mi amor riendo y llorando. Besando tu boca, cogiendo tu mano, contigo mi vida ya siempre a tu lado.

DHIBI

≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈ ≈

CRÍTICAS Hace un tiempo atrás mi corazón lloró sin cesar. Palabras con fin asesino, rumores fuera de lugar me atravesaron sin parar. Gente que por detrás le gusta fusilar, que se dedica a criticar sin dejar de dañar. Gente inculta, gente desamparada, gente huérfana, gente que miente, gente. El desprecio que dan a los autores hace que me trague mis temores. El veneno que suministran sin crueldad, el veneno que hace que muera de verdad, ese veneno disfrazado de palabra, que no es más que el acto de criticar sin más. Si pudiera irme a un lejano lugar donde la gente no hable sin pensar, donde el poeta pueda trabajar, donde la crítica se muera sin cesar.

JUST ₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪

FOREVER

Jamás en mi vida te olvidaré, pues olvidar es algo que contigo no sé. Sentimiento apasionado que en mí se ha despertado el día enl que al fin he vuelto a tu lado... Lugar del cual nunca debí haberme alejado... u obviamente, no sin llevarte a mi lado. Ilusión y esperanza de vivir, pero siempre... siempre, siempre, junto a ti.

NEHELA (dedicado a 2ND) ₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪

EL PUENTE

Bajo el puente de mi pueblo vive un pobre desgraciado con su baúl y su perro y su hijo mal criado. La riada se ha llevado los cuerpos desmembrados y aunque nadie se ha acordado el puente solo ha llorado.

RMS

₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪

La Mand rago Ra opinión, dibujo, humor

I. E. S. León Felipe – Benavente Pág. 6

VAYA LÍO

-Tuve la desgracia de casarme con una viuda que tenía una hija; mi padre era viudo, y para mayor des-gracia, se enamo-ró de la hija de mi mujer, de manera que mi esposa era suegra de mi padre, y al mismo tiempo era mi yerno. Al poco tiempo tuvo mi padre un varón que era mi her-mano, pero era nieto de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermano. Al correr el tiempo mi mujer trajo al mundo un varón, y como era hermano de mi madre, era cuña-do de mi padre y tío de su hijo; mi mujer era suegra de su propia hija, y yo, en cambio, padre de mi ma-dre; mi padre y su mujer son mis hijos y además soy mi propio abuelo.

Fdo: ¿?

C R E A C I Ó N L I T E R A R I A Y O P I N I Ó N La Mand rago Ra

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 7

RETIRADA. AVANCE. BATALLA. EPITAFIO

1.RETIRADA Maldito sino, tras buscar durante décadas en manan-

tiales inexistentes me haces encontrar una fuente perfecta, limpia y la escondes tras una muralla infranqueable.

¿Sabes?, la palabra imposible no sacia mi sed y tú, repugnante destino, me haces morir agonizando ante el agua clara; ¿por qué?; sé que te gusta la venganza, sé que añoras maltratar a quien te reta; ¿por qué por una sola vez no abandonas tu vanidad y me dejas, aunque sólo sea, probar de un imposible?

Tus ojos malditos se clavan en mis pupilas y tu sonri-sa irónica deja languidecer una única palabra, en tus crue-les labios... venganza.

2.AVANCE (Contestación a retirada) Sí, Destino y yo también somos viejos amigos. Muy a

pesar conozco hace tiempo su sonrisa fría, fría con ese frío tan agudo. La siento ahora... cómo corta el aire que toca mi nuca... ¡y le gusta tanto practicar la agonía! Sé que hoy está aquí de nuevo para invitarme a jugar (sí aquí siento su silbante aliento). Me prueba, me lleva, me empuja, me hiere.

Creo que voy a volverme. Creo que esta vez seré capaz de imitarle y proponerle un reto. Nos conocemos bien y hoy no voy a dejarle ganar.

De nada importa que me humille hoy, quizá le saque la lengua (descarada), o tal vez me conforme con que no me vea llorar.

Pero quiero que sepa que tengo ya afiladas las ar-mas (seré rápida, inteligente, divertida y locuaz) y brillante la armadura (él mismo me la dio cuando éramos cómplices y me dejaba rodar por las colinas de su jardín... me dijo que estaba hecha de un material especial y encerada con felicidad). Estrenaré su regalo en la batalla (él también me enseñó a aprovechar las oportunidades). En su espejo de metal veré la derrota... veré cómo su sonrisa pide clemen-cia y su fina boca gime implorando otra oportunidad.

3.BATALLA. (Contestación a avance) Le hice caso, miré de frente al cruel demonio, me reí

en su cara y tomé las armas dispuesta a la batalla; enton-ces, fue él quien entre carcajadas estridentes señaló la di-ferencia, evidente, de fuerzas. Mas no temblé, no di ni un paso atrás, fijé mis ojos dispuesta a atacar. En el primer golpe caí inconsciente al suelo, allí entre un mar de sangre que brotaba de mis párpados se elevó una gran coraza pa-ra protegerme. Ahora sí puedo decir: "no volveré a permitir que alguien toque mi corazón y así nadie podrá arrancár-melo".

En fin, perdí, perdí la batalla, perdí la guerra, perdí el alma, sin embargo quiero agradecerle, señor, que me ani-mara a participar, quiero decirle: "muchas gracias por en-señarme a empuñar la daga", pues aunque he muerto en las trincheras, esta guerra me ha hecho sentir con vida y merece la pena haber muerto por la sensación de estar vi-va.

4.EPITAFIO. Señorita, hoy la vi con una luz especial, limpia, sere-

na, clara, arrebatadora. Hoy su luz me llenó de vida. ¡Era tan tenue y delicada la llama del fuego apagado, de las brasas abandonadas!

Soy sincero, bella dama, sus ojos estaban llenos de valentía, no de resignación, de cálida fiereza, de sabiduría.

Hoy, señorita, era la mujer más bonita que jamás he visto. Me alegro mucho de que sea usted capaz de amar.

Me admiran sus generosas maneras, su empuje... la digni-dad de su boca.

Envidio de usted su delicadeza y su voz llena de ma-tices. Él no supo caer ante tanta belleza, pero ¿qué iba a hacer usted al lado de alguien sin oídos para escuchar sus tenues susurros ni manos para poder hundirse en su piel? (A nadie le gusta un sordo que además es manco.)

Y... ¿sabe, señorita, que me he dado cuenta de que la quiero? No sé cómo ha pasado... sólo necesitaba decír-selo: la quiero.

Me bastaría ser correspondido con una sonrisa, con esos ojillos a medio abrir que entredejaban ver la luz de su alma.

Clarisse

B.S.O. En los últimos meses, la banda sonora de Ar-

gentina no tiene más instrumentos que cazuelas y demás cacharros de cocina.

Argentina es ahora mismo un país dividido en dos grupos, en dos únicas clases sociales: pobres (cada día más pobres) y ricos. Los ricos son tan só-lo los pocos que han podido mantenerse en el sillón del poder, son los mismos que ahora no pueden es-capar de un pueblo, unido en un mismo grito que clama justicia, aunque justicia signifique sólo un trabajo con el que poder alimentar a la siguiente generación.

Se está viviendo la historia de poderosos derro-tados, uno tras otro, con simples cucharas de ma-dera blandidas por manos que, en apariencia y sólo en apariencia, son débiles, pero que no pierden el ímpetu y la esperanza de encontrar soluciones al caos financiero que están viviendo.

Es la historia de un pueblo que, en ocasiones, no encuentra otra salida que la de despedirse de su familia y de todo lo conocido para marchar en bus-ca de un futuro más claro. Tal cómo les pasó a mu-chos españoles hace unos años, cuando la situación en España les empujó a marcharse lejos y llegar a acogedores puertos de Argentina.

Puede que hoy nietos de esos españoles o ga-llegos, como allí nos llaman, estén iniciando el viaje de regreso que sus abuelos no pudieron realizar. Argentinos que pese a que miren hacia delante con una sonrisa en los labios rodeados de nuevos luga-res y nuevas gentes, llevan en el corazón la imagen de su hermosa patria y en sus oídos suena la me-lancólica y eterna voz de Gardel.

RIZZO

La Mand ragoRa cómic, GRAFFITI, opinión

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 8

Dibujo: Jesús Salvatierra Huerga (G-Sús) // Guión: Alfonso Martinez Mateos (KPO)

14F: LISTO PARA SENTENCIA Es una práctica habitual y aceptada en nuestro instituto el reparto de claveles para celebrar del día de

San Valentín. Después de un análisis razonado llego a la conclusión de que no es una actividad apropiada para un centro de enseñanza.

Razones para la conclusión de este análisis: - Con el reparto de claveles, en primer lugar, se fomenta el consumismo, una práctica

indebida en un centro de enseñanza, y que ya es estimulada bastante por los comerciantes. Tengamos en cuenta que los actos del día de San Valentín son una invención de los ingleses introducida en España por el presidente de Galerías Preciados (actualmente El Corte Inglés).

- Se interrumpe el normal desarrollo de un día lectivo, ya que las clases se alteran, tanto para las personas que reparten los claveles, como a las personas que le son repartidos. Debemos tener en cuenta que el reparto de claveles se hace en horario de clase pudiéndose hacer en los recreos, pero, claro está, eso no interesa ya que de esa manera no se perdería clase.

- Se altera la convivencia normal entre los alumnos, ya que el reparto de claveles se aprovecha en muchos casos para ofender a los demás.

- Es un acto discriminatorio, ya que se permite este tipo de actividad y no otras que tienen el mismo fin, que no es otro que el lucrativo, en este caso de los alumnos que van a la excursión de fin de curso, únicos beneficiarios de la recaudación.

Después de este pequeño análisis, donde aparecen algunas verdades del día de San Valentín, nos

damos cuenta de que todos los puntos expuestos son verdaderos, y la única manera de solucionar este problema es proponiendo al Consejo Escolar su eliminación para los próximos años.

PEDRO

La Mand ragoRa

del LEÓN FELIPE

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RECOPILACIONES

Las guerras seguirán mientras el color de la piel

siga siendo más importante que el de los

ojos.

El único medio de vencer la guerra es evitarla.

MI patria es el mundo; mis

hermanos todos los hombres.

No hay mayor cobardía

que la riqueza.

Ser cautivo no es la cuestión. La cuestión es

no rendirse.

La justicia llevada al extremo es una extrema

injusticia.

La violencia es miedo a las ideas de los demás y poca

fe en las propias.

La voluntad recia y dura, cuando se empeña,

convierte las montañas en llanuras.

Cuando el orgullo camina delante, vergüenza y daño

van detrás.

Los espartanos no preguntaban cuántos eran los enemigos, sino dónde

estaban.

PK2

Se toma todo en serio

menos a sí mismo.

Él sólo es condenable cuando calla. Pero

cómo anhela callar y, sin embargo, seguir con

vida.

¿Podríamos aún tener esperanzas para el

pasado?

I. E. S. León Felipe - Benavente

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POESÍA: SOPHIA DE MELLO BREYNER Antología Poética (Texto bilingüe) Col. La Rama Dorada Editorial Huerga&Fierro, Madrid, 2000

MULTICINES

BENAVENTE Programación a partir del

22 de Febrero: Sala 1: «AMOR CIEGO» (Co-media). Sala 2: «OCEAN`S ELEVEN» (Acción). Sala 3: «PRINCESA POR SOR-PRESA» (Comedia); «VANILLA SKY» (Suspense ) Sala 4: «13 FANTASMAS» (Terror). Laborables: 8,30 tarde y 11 noche. Sábados: 8 tarde, 10,30 no-che y 12,50 noche. Domingos: 5 y 8 tarde y 11 noche.

Sorteamos entradas para el cine entre todos los alumnos del Ins-tituto. Se lo comunicaremos per-sonalmente a los agraciados.

NOVELA:

OHRAN PAMUK La casa del silencio

429 págs., Metáfora Ediciones, Madrid, 2001

El novelista turco nos sorprende con una interesante y pausada narra-ción en la que Fatma vive atrapada en su pasado y en los recuerdos de un tiempo ¿mejor? Rara vez sale de su cuarto si no es para vocear a su criado Recep —hijo ilegítimo de su difunto marido— o para visitar las tumbas de sus familiares en el cementerio.

Poco después de su matrimonio con Selâhattin se habían muda-do a Cennethisar, no lejos de Estambul. En este lugar, al lado de la costa, había hallado el ambiente ideal para sus veleidades y aspira-ciones intelectuales... «He descubierto la muerte, Fatma,... Yo soy el primero en haberla descubierto en Oriente». Y cada día iba empe-ñando una nueva joya del patrimonio de la esposa, ya que había que comer y los rendimientos de la futura enciclopedia que vendría a llenar un vacío en todo el Oriente, tardaban en llegar.

En los veranos la casa se ve animada por la llegada de los nietos: Faruk —amante del raki en botella y algo escritor—; Metin —niñato que se junta con una buena panda y que aspira a irse para USA—; Nilgün —la joven cuyo idealismo será casi mortal—. El resto del tiempo la casa duerme silenciosa, a no ser que los bastonazos de Fatma logren algún eco. Incluso en los días de más ajetreo en la casa, la abuela permanece al margen; nada sabe de los ires y venires de los nietos.

Es de destacar en la narración la simultaneidad superpuesta de la acción o el juego de los “tempos” narrativos en toda la amplia gama imaginable. Todo ello mecido por el ritmo tranquilo con el que se marca el fluir de la acción.

TOMAS N. MARTÍNEZ

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CRÍTICA MUSICAL:

KE RULE Blue Jungle

Zero Record, 2000 Desde Euskadi nos llega esta banda de reggae cargada de ritmos jamaicanos. Puro

reggae en español. “Blue Jungle” es su cuarto y último lanzamiento conocido hasta la fecha. Aunque los orígenes de Ke Rule se remontan a 1993, fue en 1996 cuando lanzaron su primer trabajo en forma de maqueta, “Siéntelo”.

Sus letras siempre positivas transmiten un mensaje de no resignación, a la vez que llaman a la solidaridad, la paz y claman por las libertades personales. Dejando a un lado la pachanga, se centran en ritmos más pausados que incitan al baile. Entre sus propósitos destaca el lograr el reconocimiento como mejor banda reggae de España y dar el salto al mercado internacional. Pero sin duda, su reconocimiento entre los amantes del reggae ya ha sido logrado.- Discografía: MALI

- “Siéntelo”, 1996 - “...Rock, Roots, Reggae”, 1997 - “Explosión Vibes”, 1998 - “Blue Jungle”, 2000

La Mand rago Ra E J E R C I C I O S M A T E M Á T I C O S , D I B U J O , A U T Ó G R A F O , A G E N D A . . .

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág.11

EJERCICIOS MATEMÁTICOS:

Ejercicio 1.- La comida de la cabra. Una cabra está atada mediante una cuerda de 9 metros en el vértice de una tapia rectangular de 6 x 4 metros. ¿Qué superficie máxima puede pastar ?

Ejercicio 2.- Las bolas de billar. Se tienen doce bolas de billar numeradas del 1 al 12. Una de ellas —no se sabe cuál— pesa diferente a las otras. ¿Cómo podríamos determinar con sólo tres pesadas en una balanza de brazos iguales cuál es la defectuosa y si es más pesada o ligera que las otras?

(soluciones, en el próximo número)

El grandísimo escritor leonés LUIS MATEO DÍEZ, que estuvo en Benavente hablando de la importancia que la narración oral tiene en su obra, nos regaló “su amistad

para siempre”.

NOTICIA El servicio territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León en Zamora ha fallado los premios del XVII Certamen de Cuen-tos Navideños, al que se presentaron 313 jóvenes en distintas categorías.

En la categoría de jóvenes de entre 14 y 18 años el primer premio se otorgó a Leticia Martínez Fernández (alumna de Bachillerato de nuestro Instituto) por su trabajo ‘La ilusión de la Navidad’.

Desde La Mandrágora una grandísima enhorabuena a la ga-nadora, que ya el año pasado se alzó con el 2º Premio de Prosa en el XXV Concurso Literario «León Felipe».

A G E N D A PROTECCIÓN CIVIL DE BENAVENTE: continúa el pro-

grama de Primeros Auxilios que imparte el voluntariado de Protección Civil a los alumnos del Primer Ciclo. Desde al 10 de enero hasta el 7 de marzo para 1º ESO A/B/C. Desde el 11 de abril al 23 de junio para 2º ESO A/B/C.

VOLUNTARIOS DEL «PROYECTO HOMBRE»: continua-rán impartiendo, en hora de Tutoría, una serie de charlas sobre drogadicción. 2º ESO A.............21 de febrero. 2º ESO B y C.......28 de febrero.

CAMPAÑA DE AYUDA AL PUEBLO SAHARAUI: La “Aso-ciación Zamorana con los Niños del Sahara” expondrá la situación en la que se encuentra el pueblo saharaui en los campos de refugiados: a los alumnos de 2º de Bachi-llerato el viernes 15 de febrero en la hora de «Aprender a conocernos», y a 1º de Bachillerato los próximos días 26 de febrero y 5 de marzo. Asimismo, os recordamos que esta Asociación organiza la «Caravana Humanitaria» de Castilla y León que tras-ladará vuestra ayuda solidaria (alimentos no perecede-ros, juguetes o material escolar, que podéis dejar en conserjería) a los campamentos de refugiados.

BIBLIOTECA: Continuará en los próximos meses la exposi-ción dedicada a informar de las actividades relacionadas con «Salamanca, capital cultural europea del 2002».

CONCURSO DE PINTURA MURAL: Destinado a los alum-nos del Primer Ciclo de la ESO, tiene como objetivo de-corar el patio interior del IES. Las mejores propuestas, que podéis entregar al profesor de Plástica, será selec-cionadas por el Departamento de Dibujo.

SALIDA DIDÁCTICA A MADRID: Alumnos de 1º y 2º de Bachillerato viajarán a Madrid el 22 de febrero para ver el Museo Reina Sofía, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología y asistir a la representación de la obra de tea-tro «Carta de Amor» de Fernando Arrabal. Serán acom-pañados por los profesores Isabel Beltrán y Salustiano Fernández.

Las colaboraciones para La Mandrágora podéis dejarlas en el buzón de Biblioteca.

También tenéis el siguiente «buzón electrónico»: [email protected]

Y si queréis consultar la revista en internet: http://centros5.pntic.mec.es/ies.leon.felipe2

Si disponéis de ordenador os agradeceríamos que vuestros textos fueran entregados en disquette o vía correo electrónico.

La Mand ragoRa

COLABORA:

I. E. S. León Felipe - Benavente

Hecho por ISABEL MARTÍNEZ

Niño de cualquier parte, niño de un mundo que no quiere niños sino mano de obra barata, pareces pensar o dormir, tal vez soñar... Te resistes a la desesperación, pues para llegar a ella es necesario haber tenido alguna esperanza y tú desconoces esa palabra, como muchas otras. La calle toda te da un techado frío y, alguna vez, zapatillas rotas, aunque hoy no ha habido suerte.

—La pobreza es estética aunque no ética —afirma uno poseído de rigor lógico y facundia verbal. —Es estética hasta que se viene a vivir a tu barrio —puntualiza sencillamente otro.

El-del-fín