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LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS DEL DOCENTE UNIVERSITARIO EN EL

TEMA DE LAS TICs APLICADO A LA FORMACIÓN EN MEDICINA

FRANCISCO ALBERTO MONTOYA BLANCO

Bioingeniero

Ensayo como opción parcial para la obtención del título de Especialista en Docencia Universitaria.

YOLANDA M. GUERRA Post Ph.D.

Tutor

UNIVERSIDA MILITAR NUEVA GRANADA

FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

ESPECIALIZACIÓN EN DOCENCIA UNIVERSITARIA

Bogotá, 20 de Noviembre de 2020

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Introducción.

Desde finales de los años 60, el desarrollo de ejercicios militares acompañados de la

implementación del semiconductor y el desarrollo de la electrónica, impulso el desarrollo

vertiginoso del software, llegando a la consumación de la inteligencia artificial, Apps, Arcade y

muchas otras herramientas de características móviles. Para la docencia el concepto herramientas

informáticas ingreso generado retos sobretodo en la forma de ver las cosas, es decir, se planteó la

posibilidad de salir del aula presencial en donde se trabajó con tiza y marcador, saltando al

contexto virtual en donde la herramienta informática es un lápiz y pizarrón de funcionalidad y en

donde el espacio de clase puede variar según el gusto del estudiante.

De esta misma forma, las ciencias de la salud (entre ellas la medicina) no quedaron

exentas de tal desarrollo y ahora, en el siglo XXI, se ven necesitadas en generar un cambio en su

cultura en los procesos de enseñanza-aprendizaje, no solo al interior de la academia sino también

en del contexto médico-hospitalario, teniendo muy en cuenta lo dinámico del sector y el gran

aporte que la tecnología hace en este sector.

Cultura sanitaria creada a través de siglos de aprendizaje, con inicios en formas empíricas

y en donde solo a partir del siglo XIX los elementos tecnológicos influencian directamente el

actuar médico, la incursión de las ayudas diagnósticas en especial de los tubos generadores de

rayos X, renueva el modo de ver al ser humano ahora de una forma no invasiva, pero con cierto

nivel de riesgo.

Es de este modo en donde la tecnología aporta de modo revolucionario queriendo

convertir el actuar médico en algo más que una propuesta de camilla, fonendo y tensiómetro.

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Hablamos ahora de un periodo post-sistemas. La denominada salud móvil (mHealth de su

abreviatura en inglés) se enfoca en los servicios de teleasistencia, telemedicina y

telerehabilitación, es decir, la salud a través de la pantalla de computador, pero ¿Cómo hacer de

estas herramientas algo útil, agradable, de fácil acceso e incluyente? La respuesta la presentan las

herramientas informáticas condensadas en la web, en su versión 2.0 y en la dirección de las 3.0,

todas con el enfoque exigido por el entorno clínico-hospitalario que trabajan en la búsqueda del

llegar de forma ágil y dinámica como lo exige el entorno. Pero ¿Qué tan competente debe ser el

docente universitario en el tema de las TICs aplicado a la formación en medicina?

La formación a distancia o e-learning en el sector de la sanidad ha facilitado la forma en

que se comparte el conocimiento de alto nivel en las diferentes especializaciones médicas y ha

permitido el interactuar con investigadores y ponentes en temas de punta a nivel global de una

forma fácil y continua. En este contexto, la herramienta informática contribuyo a este

acercamiento, desde las herramientas de edición de videos como el prezi-video llegando a las

grandes bibliotecas audiovisuales como YouTube, cambiaron la forma de aprender, de apropiar

conocimiento apoyados en el concepto del saber hacer y sobretodo que mi conocimiento está en

el de los demás, pero, esto no es garantía que el personal médico asistencial sea competente al

momento de ejercer la docencia.

La historia clínica digital nos lleva a otro nivel. Como extrañar el viejo sistema en donde

la tramitología era el vademécum de la diligencia médica, en el cual se sometía el paciente al

papeleo, a la espera y ante todo al castigo de tener una condición de enfermo.

Los grandes bancos de datos a nivel mundial aportan ideas todos los días a diferentes

procesos de investigación que se ejecutan de forma paralela a nivel mundial. Los análisis

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basados en infográmas, mapas mentales y conceptuales aportan día a día nuevas formas de ver y

adoptar los conceptos facilitando el actuar del acto enseñanza-aprendizaje.

Según Sanidad Privada “En su conjunto, las TIC juegan y jugarán un papel determinante

en el contexto médico hospitalario, además de mejorar la calidad asistencial aportando valor en

la seguridad del paciente y que van a suponer un ahorro en el consumo de recursos con reducción

de los errores médicos, evitando morbilidades asociadas a tratamientos no adecuados, y

mejorando la asistencia mediante una medicina basada en la evidencia científica y el análisis

masivo de datos para la toma de decisiones adecuadas en cada caso” (Sanidad Privada, Número

83, 2016). Es decir, la internet sumada a las herramientas informáticas pueden ser un factor de

ahorro y de acierto en el contexto hospitalario, de gran impacto en las economías emergentes y

en donde el alcance sanitario es todo un desafío para los gobiernos locales, los cuales se han

caracterizado por no tener mucha continuidad en sus planes de gobierno, en donde el sector salud

es considerado la “cenicienta” y está en el orden de caridad o no es prioridad dentro de las

políticas de estado.

Los anteriores no colocan en duda el nivel de competencia de nuestro personal médico,

por el contrario, enaltece su recursividad, espontaneidad y capacidad de sobreponerse al

problema, aunque esto no necesariamente nos dice que son competentes en su faceta como

docentes y que sean idóneos en el uso de la herramienta informática.

El principal problema que se puede mencionar es que en términos generales los médicos

carecen de buena comunicación, pedagogía y didáctica para con sus pacientes, es decir, al

enfermo y su acompañante generalmente no le es claro que es lo que ocurre, que es lo que se va a

hacer o para donde vamos ante la situación disfuncional de nuestro cuerpo. Es momento

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entonces de involucrar en este sentido al personal que trabaja en el entorno salud con un sentido

humanístico desde el actuar pedagógico y didáctico, que es lo que se debe informar y como

informarlo al paciente de modo concreto y puntual sin perder de vista su contexto humano.

Recientemente, el sector médico en nuestro país ha sufrido constantes críticas por parte

de entidades de tipo privado o estatal basados en la anterior premisa lo que abre espacios a la

sospecha e inclusive se ha llegado al argumento que en Colombia se realizan procedimientos

médicos con el fin de incrementar el lucro de forma innecesaria, o sea, se presume que ante la

patología que se presenta, se efectúan exámenes y demás que no atacan principalmente el

problema. Esto puede atribuirse a la mala comunicación que se presenta y que se fundamenta en

procesos didáctica de mala ejecución, es básico, al trabajador de la salud le cuesta en muchos

casos dar a entender con claridad una idea a su entorno social (colegas y pacientes) lo que no

debería ser una medida de su nivel de competencia en el ejercicio de sus funciones como médico.

El personal en salud desconoce el buen uso de los recursos que los sistemas colocan a su

disposición. Actualmente la internet ha dotado a la humanidad de recursos en la web que hacen

más fácil los actos de enseñanza-aprendizaje haciendo esto más colaborativos, entretenidos,

basados en la praxis y en donde la experiencia toma un sentido de alta importancia al momento

de crear conocimiento, pero ¿en qué momento el profesional de la salud hace uso de estos? Está

claro que durante la atención al paciente de forma presencial es difícil, de forma virtual o en el

ambiente de la telemedicina puede darse este espacio, pero no se hace ¿Por qué no se ejecuta

tampoco en este aspecto? En su actuar como docente ¿se ejecuta?

El sistema de salud es cambiante, evoluciona con gran rapidez en todos los sentidos y la

apropiación de conocimiento debe ir a la par. De este modo, la inclusión de nuevas herramientas

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como el Canva, google forms, prezi y prezi video, se vuelven tan indispensables como las

mismas actividades al interior del consultorio o quirófano pues estos ya hacen parte del proceso

de aprendizaje. Un aprendiz en medicina disfruta una sesión en Google Meet en donde en primer

plano pueda ver observar un procedimiento de características invasivas realizado al otro lado del

mundo. Sin la necesidad del desplazamiento, con la ventaja de poder revisar una y otra vez la

grabación de la sesión y de poder concluir en compañía de colegas en un acto de aprendizaje

colaborativo.

Los ambientes colaborativos han estado y estarán siempre presentes en el aprendizaje de

las artes de la salud y están directamente relacionados con la buena calidad y el servicio que

prestan los profesionales en Colombia.

Los escenarios en donde los actos de enseñanza-aprendizaje se ejecutan, potencian las

capacidades interdisciplinarias entre los diferentes actores del sector salud. Un profesional con

poco tiempo de práctica puede interactuar con un experto en el tema haciendo tomar validez al

concepto “mi conocimiento está en los demás” y en este escenario, la herramienta informática

cumple un papel esencial apoyando a la didáctica del curso.

El admitir la inexperiencia en determinada área del conocimiento por parte del

profesional de la salud es un acto de nobleza y hace parte de la renovación en la mentalidad hacia

el contexto pedagógico y didáctico dentro de un enfoque hacia la prestación de un buen servicio

con calidad hacia paciente. Se es consciente que la ejecución de procesos académicos, ejecutados

de forma reiterativa, en donde se motiven las capacidades creativas, reflexión, análisis y

comunicación fortalecen el sistema de salud pero la duda surge con respecto a si estos actos

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cuentan con un buen enfoque en el marco de la pedagogía y la didáctica que se necesitan en la

actualidad.

¿Que esperar de un proceso de enseñanza-aprendizaje en el entorno medico hospitalario?

¿Cómo medir el impacto de un proceso enseñanza-aprendizaje en el ambiente medico

hospitalario y su influencia en la calidad del servicio? ¿Qué tipo de proceso enseñanza-

aprendizaje brindar, con qué tipo de pruebas, autoevaluación y retroalimentación se debe

acompañar?

Los anteriores son interrogantes que deben plantearse al momento de realizar procesos de

enseñanza-aprendizaje al interior de las empresas del sector salud, evaluando el nivel de

competencia del profesional encargado y como punto de partida para la inclusión de las TICs

como herramienta dentro de los procesos formativos en donde se dará espacio a la elaboración de

conciencia crítica como elemento estructural de la calidad en los servicios que se prestan.

En este ensayo, desde el concepto de competencia y dando prioridad al saber hacer

(praxis), basados en una corta encuesta que fue efectuada durante el mes de octubre de 2020, en

centro hospitalario de la ciudad de Cali del sector Oftalmológico en donde se presta servicios a

cuatro EPS reconocidas y con cobertura a nivel nacional, se determina que tan relevantes son las

herramientas informáticas para el docente del sector salud. Se indaga sobre su aplicación actual

en un contexto teórico y práctico con dos visiones, la del docente y la del aprendiz.

En el sector hospitalario se labora bajo el paradigma que los actos de enseñanza son parte

de la estrategia para la prestación de servicio con calidad (a pesar de que la ley colombiana no es

concreta en este sentido), de forma independiente a los presupuestos, las ideas políticas e

inclusive a efectos corruptos con los que se enfrenta Colombia. Quiere decir esto que, no hay una

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política de estado que obligue a las instituciones prestadoras a propender o motivar a sus

colaboradores a estar constantemente ligados al sector educativo ya sea en calidad de docentes o

de aprendices. Recientemente esto quedo en evidencia ante la llegada de la pandemia, la falencia

de profesionales especializados en materias como la infectología, epidemiología o intensivistas

quedo de manifiesto y surgieron soluciones improvisadas para el problema.

A pesar de lo anterior, los pocos espacios académicos pueden carecer de elementos

propios de los procesos de enseñanza aprendizaje toda vez, que estos no se realizan solo al

interior de los colegios y universidades, por el contrario, es en los centros de salud en donde se

efectúan con mayor frecuencia. Dicho lo anterior, se debería verificar que nivel de competencia y

pertinencia hay en esto espacios toda vez que muchos de estos no hacen parte de la academia o

no hacen parte de un estudio titulado pero, si son parte fundamental y complementario del

servicio que se presta. Podemos mencionar algunos tropiezos que se presentan en estos espacios

los siguientes puntos:

Diseño de seminarios y talleres que no responden a una necesidad real.

Programas que se toman como respuesta a una necesidad especifica provisional.

Mal diagnóstico inicial en los diferentes escenarios en donde se imparte el

conocimiento.

Asignar personal a talleres, seminarios o capacitaciones poco o nada competentes

al tema.

El no contar con un sistema de evaluación y autoevaluación con la suficiente

madures que permita medir el impacto real conseguido en el personal y en general

en la prestación de servicio.

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Desconocer el saber-hacer posterior a la ejecución del acto educativo.

No hacer seguimiento y control a los contenidos de los cursos que se realizan.

Llegar a considerar que estos procesos son la única acción a realizar como plan de

mejora del servicio prestado.

La no inclusión de herramientas informáticas adecuadas dentro de los procesos

formativos ejecutados de forma presencial o virtual.

Es este último punto el que cuenta con gran interés dado el desconocimiento que puede

haber en el sector sobre el tema lo que lo convierte en un punto subestimado para el docente en

el sector médico.

Tesis

Todo docente universitario debe manejar las competencias en el tema de las TICs

particularmente aplicado a la formación en medicina.

Desarrollo Argumentativo

Al aprender sobre procesos de aprendizaje en su marco teórico siempre hablaremos de

creación de ambientes educativos basados en teorías conductistas, la que toman como base el

comportamiento del ser y es sobre este mismo que se quiere incidir a través del conocimiento a

tal punto de podemos generar un cambio al interior del individuo. También, el lector encontrará

contextos teóricos basados en teorías cognitivas asociadas a procesos mentales propios de los

actos educativos. Finalmente, conceptos constructivistas en los cuales el conocimiento adquirido

durante el periodo de primera infancia es fundamental y forma (al estilo de piedras) los cimientos

sobre las cuales se edifica toda una estructura de conceptos e ideas que conformaran el

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andamiaje del conocimiento, generalmente estos “cimientos” son adquiridos por el ser de los

progenitores en un proceso de imitación o por transmisión genética.

Todos los escenarios mencionados han aplicado durante décadas y han estructurado la

forma en que entendemos se realiza la apropiación del conocimiento, pero, en ninguno de los

mencionados, se incluyeron los conceptos de desarrollo tecnológico que vivimos en el siglo XXI.

En lo últimos 50 años la humanidad, durante la post-guerra, ha avanzado en el sentido

tecnológico mucho más que en toda su historia, de forma que no solo debe considerarse como

rápida, también caótica y de gran dinámica, cambiando no solo culturas o formas de vida,

también las formas en que puede trasmitirse el conocimiento.

Vivimos la era digital con grandes ventajas y desventajas. Si al día de hoy surge algún

sistema operativo, App o herramienta informática es muy probable que dentro de pocos días o

meses se pueda contar con una mejora, ya sea una corrección o un complemento de la haga más

versátil y funcional. Es en este punto en donde el profesional debe apalancarse en los procesos de

autoformación sobretodo en el área de las TICs, para nuestro caso particular en su calidad de

estudiante o docente de colegio o institución universitaria en el sector salud.

EN EL PRINCIPIO.

La incertidumbre surge desde las características de la formación que se imparte en el

pregrado. Actualmente los programas académicos no consideran en mayor proporción y nivel de

importancia la formación en una materia especifica que tenga como contenido la implementación

y el uso de las herramientas informáticas, esto puede considerarse como un vasto error pues

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como ya se mencionó, la gran incursión de la tecnología en el sector lo hace necesario e

indispensable.

Es de mencionar que las instituciones de educación superior deberían trabajar más en

conceptos que de forma incluyente contemplen a los estudiantes cibernautas, trabajando en este

nuevo contexto cultural y egresando al mercado laboral profesionales con mayor nivel de

competencia en este aspecto. Trabajar en conceptos en donde el aula física no hace parte

indispensable del contexto educativo y en donde las bases de datos constituyen bibliotecas de uso

continuo para el profesional médico.

Para lograr la formación integral de un individuo es preciso contar con docentes que

manejen todas las competencias (argumentativa, investigativa, comunicativa) y especialmente las

TICs. El profesional en el área de la salud debe demostrar que es competente, no solo que cuenta

con un conocimiento teórico, sino que tiene la capacidad de aplicar el mismo en un contexto real,

que tiene capacidad de adaptarse a la dinámica de las circunstancias, eso es ser competente, pero

ahora no solo dentro de su conocer médico, es necesario que lo haga también dentro del ámbito

de la informática y en especial de las TICs.

El egresado de los colegios y universidades debe conocer herramientas digitales que le

permitan darse a entender, expresar su conocimiento y que, dentro de un contexto didáctico, sepa

seleccionar y dar uso adecuado a la misma, esto con el ánimo de cumplir un objetivo específico,

satisfacer una necesidad de formación que se convierta en una fortaleza dentro del proceso de

prestación de servicio. Se debe recordar, que los actos de enseñanza al interior del sector

hospitalario son frecuentes y se presentan de forma intra o extramural, en contextos sociales,

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económicos y culturales propios de nuestro país haciendo de las actividades de promoción y

prevención en salud algo de características bastante particulares.

El proceso de enseñanza-aprendizaje que contribuye a la formación integral de un

individuo y que como tal requiere de un currículo, didáctica, pedagogía y procesos de

evaluación, debe tener efectos multiplicadores en la comunidad y requiere de un docente líder.

Según datos recopilados en Clínica de la ciudad Cali en el mes de octubre de 2020, la dirección

médica de este establecimiento, incorpora en promedio dos herramientas digitales de

características ofimáticas, las que generalmente son Word y Power Point, pero al indagar sobre la

que se utiliza para los espacios en su actuar docente, se desconoce totalmente la existencia de

algún tipo de herramienta diferente que pueda aportar algún tipo de innovación y efectividad al

proceso educativo. Es decir, los actos educativos impartidos por nuestros médicos, son

exactamente los mismos que fueron utilizados durante su formación, no han sido renovados y

están ligados directamente con la presencialidad.

Al indagar sobre su interés en conocer y manejar algún tipo de herramienta ofimática, en

todos los casos manifestaron tener interés por hacer algún tipo de curso a modo complementario

o especialización en el área de la docencia, pero, no lo consideran fundamental al momento de

ejercer su actuar profesional como docentes.

También, se preguntó sobre qué tan válido para ellos son los modelos de estudio basados

en competencias, el 100% manifestó estar de acuerdo, aunque en el mismo porcentaje, no

lograron definir de forma adecuada en que consiste esta modalidad de estudio y manifestaron

haber escuchado la frase gracias a los estudiantes que realizan su internado o prácticas en esta

institución.

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Dadas las anteriores respuestas queda entonces en evidencia la calidad de los procesos de

enseñanza-aprendizaje al interior de los centros médicos y sus posibles consecuencias en la

calidad y oportunidad del servicio que se presta en Colombia. La medicina hospitalaria es la

especialidad médica encargada de la atención de las personas en los centros médicos destinados

para ello, en ese orden de ideas, el profesional de la salud debe estar en la obligación de realizar

procesos de alta calidad e incurrir en diferentes estrategias -entre ellas las didácticas- en lo que al

menos sería un intento por mejorar los procesos de transmisión del conocimiento a los demás

profesionales de la salud.

De igual forma, se abordó a dos tecnólogos practicantes con preguntas sobre su

percepción acerca de las herramientas informáticas. Para estos estudiantes, la respuesta fue

concreta al mencionar que consideran que el aprendizaje es para toda la vida y que no está

alejado del contexto laboral adicional, que el uso de las herramientas informáticas y su

implementación en su actuar como profesional inculcado a lo largo de sus estudios más recientes

fue mínimo y que su centro de formación, del cual próximamente egresarán, da más importancia

al aprendizaje de una lengua extranjera en todos los casos que al uso de las herramientas

ofimáticas.

En su ejercicio profesional, el medico está obligado a interactuar con el paciente sobre los

procedimientos que se hacen -o se dejan de hacer- sobre su humanidad, esto requiere de una

habilidad comunicativa basado en principios definidos como bioéticos (la justica, la

beneficencia, la autonomía y la no maleficencia) pero al parecer, este precepto, solo aplica de

forma directa o en primera persona. ¿No se incurre tácitamente en el quebrantamiento de estos

principios al no realizar actos de enseñanza de forma adecuada y al no utilizar herramientas

informáticas que faciliten el proceso? Al parecer, la respuesta es no.

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Es en ese proceso de comunicación las herramientas informáticas pueden brindar al

profesional de la salud una ayuda, haciendo que su mensaje sea claro y contundente al momento

de crear sinapsis en el estudiante e inclusive en el paciente: se asienta la información suficiente

como para tomar una decisión acertada, viable en todos los aspectos y dentro de un contexto

ético valido.

Sin embargo, la sola utilización de algunas herramientas informáticas en el proceso de

brindar información al aprendiz y al paciente no es, en sí mismo, garantía de transmisión y

entendimiento. Es allí en donde la formación en didáctica es para el profesional de la salud un

arma valiosa, que cumplen con el objetivo dentro de un proceso en el cual, el médico es

realmente un docente con múltiples aprendices de transito constante en su actuar profesional.

Este ensayo no propone alguna tendencia hacia una herramienta informática particular

pero, si desea dejar en claro que las mismas pueden ser usadas por el sector de la sanidad en su

labor profesional como docente, acompañando al papel que juega la didáctica en los escenarios

de transmisión del conocimiento, facilitando el “correr” la frontera actual mediante la

apropiación del mismo.

Herramientas Tecnológicas

Cuando se alude a la tecnología, se piensan en varios aparatos provistos, en mayor o

menor grado, de programas o “software” que permiten la realización de tareas de una manera

más eficiente.

En ese entendido, las herramientas tecnológicas se entienden como aplicaciones o

programas, a las cuales se pueden acceder -muchas veces de manera gratuita- y que facilita el

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acceso a información. Y en donde, dichas herramientas tecnológicas poseen varios niveles de

uso, dependiendo de las necesidades propias de cada persona, que para el caso es llamado

usuario.

Las características para que un programa pueda ser una herramienta tecnológica deben ser

que responda puntualmente a una tarea demandada, simplificar la tarea que de otra manera sería

más compleja de realizar, su resultado sea satisfactorio, y consuma menos recursos (económicos

y humanos) que cuando se hace de manera manual.

En ese orden de ideas, las herramientas tecnológicas se encuentras divididas en cinco

subtipos, a saber: procesadores de texto, presentaciones multimedia, diseño de fotos, diseño de

folletos y hojas de cálculo.

Procesadores de texto: es el programa que permite la digitalización de textos, de diferentes

extensiones y que contienen correctores de ortografía, y en algunos casos de la sintaxis. Además,

permite la inserción de imágenes y sonidos en ellas. La herramienta más usada es el procesador

de texto Word.

Presentaciones multimedia: son las herramientas que permiten insertar texto, imágenes, sonidos,

organigramas, videos, entre otros. Con el fin de crear ayudas digitales que soporten la exposición

de un tema específico. La herramienta de presentación multimedia más usada es PowerPoint

Diseño de fotos: es la encargada de la edición, en términos generales, de fotografías con el

objetivo de mejorarla o realizar cambios que no sean perceptibles como superposiciones

posteriores a la toma de la imagen. La herramienta más utilizada es Photoshop.

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Diseño de folletos: es la herramienta que permite hacer tarjetas, volantes, invitaciones, hojas de

vida, folletos, por mencionar algunos, en un entorno más dinámico que si se realizara sobre otra

herramienta tecnológica. La más usada es Publisher.

Hoja de cálculo: este tipo de herramientas tecnológicas permite realizar operaciones matemáticas

-simples y complejas- de manera automática mediante la formulación de operaciones en una

interfaz dividida en filas y columnas. La herramienta más utilizada es Excel.

De acuerdo con lo anterior, se deduce que el desarrollo de herramientas tecnológicas

busca, en algunos casos, simplificar operaciones mecánicas que de otra manera causarían

cansancio debió a su carácter repetitivo, y en otros casos, brindar ayudas para la edición posterior

de un documento (bien sea texto, imagen o video) sin que implique volver a realizar el

documento de nuevo.

Se ha logrado comprobar que el uso de las herramientas informáticas de forma adecuada

impulsa el desarrollo al interior del estudiante de aptitudes particulares tales como la capacidad

de búsqueda, de selección de material idóneo apoyado en su propio análisis, esto confluye en una

formación ideal para la síntesis de ideas y conceptos propios, los que al postre serán necesarios

para el desempeño profesional. A medida que el tiempo y el uso se intensifica, la capacidad de

reflexión y autocritica se pueden ver incrementadas haciendo del factor competitivo un valor

agregado al constructivismo apasionado que surge en su vida profesional.

El impacto sobre la forma de ser de los profesionales en el área de la salud también puede

incluirse como parte de los valores agregados dentro del uso de los ambientes virtuales y el uso

continuo de las herramientas informáticas. Se es más comunicativo y abierto a la discusión lo

que facilita en gran medida los procesos de enseñanza (e inclusive las relaciones paciente-

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médico) en donde los conceptos, la sustentación de los mismos siempre estarán estrechamente

ligados al debate en pro del crecimiento académico.

Didáctica

La educación nace con la misma aparición del hombre como ser pensante. Desde que se

nace, el ser humano está en un continuo proceso educativo en el cual va entendiendo el mundo,

poco a poco, y con el pasar de los días, los pensamientos se van volviendo más complejos hasta

llegar a la etapa de madurez intelectual en la cual se puede llegar a deducciones complejas por

medio de la asociación de saberes aprendidos durante el proceso educativo y la propia vida.

Ahora bien, la didáctica juega un papel preponderante en el aprendizaje significativo del

ser humano. La importancia de la didáctica se basa en generar en los estudiantes estímulos

intelectuales, que necesita el cerebro, para que el proceso de aprendizaje sea efectivo y no solo

sea un proceso de repetición en el cual se aprendan los conceptos por un periodo de tiempo corto

y después se olvide la lección.

Cuando se identifican los estímulos, que son singularidades en cada estudiante, se hace

más fácil el proceso de adquisición de los conocimientos y los saberes significativos. Lo que

implica que ese -o esos- estudiante logrará asociar lo visto en clase con la vida real y de esa

manera su recordación y aprehensión es más efectiva.

El docente juega un papel importante porque es el encargado de identificar esos estímulos

en los estudiantes para que los aprendizajes de los alumnos no sean vanos o, peor aún, no

comprendan la importancia de la lección compartida en la clase. Es ahí en donde el docente tiene

que ser un sujeto activo y proponer diferentes didácticas con el fin de despertar en los alumnos la

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chispa necesaria para que comprendan y guarden la lección aprendida, no con el fin de repetirla

en un futuro, sino con el objetivo de ponerla en práctica cada vez que lo necesiten en sus vidas

aun saliéndose del área específica del conocimiento.

Es desde Comenio que la didáctica se considera como el discurso más interno a la

Pedagogía, y la enseñanza el punto central de esa disciplina naciente. Él afirmaba que todo debía

ser enseñado a partir de los sentidos y revelado en el mundo tangible a los estudiantes para que

interiorizaran la información.

Es así como, su formulación sobre el porvenir y conocimiento del estudiante se basó en la

transmisión de conocimientos relevantes para el tiempo presente y el futuro. Es decir, los

conocimientos no deberían ser estáticos en el tiempo, e intangibles sino todo lo contrario para

que el estudiante pudiera interiorizar su utilidad.

El concepto de neurodidactica toma mayor validez con el uso de las herramientas

informáticas. La creación de cadenas de conexión (sinapsis) al interior del cerebro se ve

intensificada gracias al uso de las mismas, estas se derivan en primera instancia gracias a los

procesos repetitivos en edad temprana, los cuales serán recurrentes en el actuar profesional e

inducen al médico en un nuevo concepto cultural: el ciber. Ahora, podemos hablar de una

cibercultura y de una ciberdidactica propia de los procesos académicos que se desarrollaran en

las aulas virtuales y en los cuales el docente en el sector médico debe incursionar haciendo de la

herramienta tecnológica un elemento vital y generando el real cambio de cultura que necesita el

sector hospitalario para llegar a más sectores, de forma incluyente, con economía y calidad.

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El médico como maestro del paciente y del estudiante

La profesión del médico implica una relación estrecha entre salud/enfermedad y paciente.

Es por ello que, el profesional de la salud debe ser una persona que comprenda que su actuar en

sociedad está atravesado por variables sociales, personales y psicológicas de otros individuos, en

este caso pacientes.

Es desde esa posición de poder que, el médico se transforma en un maestro al cual se le

exige que transmita conocimientos de la manera más sensible posible hacia el paciente -que para

dichos efectos se transforma en estudiante- con el objetivo de ser comprendido en su función de

garante de salud.

A partir de ese momento, el médico debe hacer uso de sus capacidades comunicativas

para expresar, de la manera más sencilla posible, las alternativas y las consecuencias en cada

toma de decisión autónoma por parte del paciente.

En ese escenario la didáctica, y más explícitamente el planteamiento de Comenio sobre la

función de la imagen para hacer agradable y facilitar la enseñanza entra a jugar un rol

importante.

Las herramientas tecnológicas pueden brindarle al profesional de la salud una ayuda en la

consecución de transmisión de la información, de manera que, el paciente responda mejor a

incentivos visuales que a la mera acción comunicativa, que algunas veces confunda más el

panorama de lo que lo aclara.

Es la vocación lo que le permite al médico anteponer su sentido de lo ético sobre sus

saberes profesionales, y es por ello que su reflexión debe llevarlo a entender que cuando un

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paciente no comprende totalmente el procedimiento, las alternativas y las consecuencias de un

tratamiento, sus conocimientos técnicos no se pueden imponer sino por el contrario, debe recurrir

a métodos más efectivos de transmisión de la información, y dadas las facilidades que implica la

utilización de herramientas tecnológicas hoy en día, se convierten en un apoyo potenciador de

transmisión de información de manera más directa y fácil de comprender.

Conclusiones

Dado los anteriores argumentos se puede afirmar que todo docente universitario debe

manejar las competencias en el tema de las TICs particularmente aplicado a la formación en

medicina. Está en evidencia la falencia y es reflejo de la buena o mala calidad del servicio que se

presta en Colombia en la actualidad, lo que sumado a otro tipo de problemática, convierten al

servicio de salud de nuestro país en sector paquidérmico ante la necesidad.

La situación surge en las instituciones o colegios de educación superior en donde se

imparte formación en salud, queda comprobado que actualmente los procesos de enseñanza-

aprendizaje del área son los mismos que han sido empleados durante décadas, técnicas apartadas

en muchos casos de los avances tecnológicos y que son el punto de partida de una política tácita

excluyente, es decir, hay sectores poblacionales por fuera del sistema debido a circunstancias

propias de su contexto, que podrían ser amparadas bajo modelos tecnológicos utilizados en el

siglo XXI pero, que el profesional en salud se niega a utilizar dada la resistencia al cambio que

reside en este personal.

Debe ser prioridad para el estado reconsiderar los criterios de evaluación en el contexto

académico donde se incluya la implementación de TICs, en particular la articulación de las

herramientas informáticas en los eventos de enseñanza.

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La resistencia de la que se hace mención tiene su origen en las instituciones a las cuales

hacemos referencia, pues al dejar por fuera esto elementos didácticos, el profesional en salud no

los considera relevantes y se aferra a la técnica utilizada con el argumento ha funcionado el

sistema así durante décadas no debe ser modificado. Este punto implica un proceso de des-

aprendizaje en donde se pueda superar el miedo a lo desconocido propio del actuar humano,

dejar atrás algunas teorías o fundamentalismos lo que inicialmente supone un quebrantamiento

de la norma didáctica establecida pero no debería afectar el contexto pedagógico del sector salud.

El profesional en salud actual carece de argumentos critico-constructivo aportantes al

momento de hacer reformas de fondo en el contexto de los sistemas y en particular sobre los

procesos de docencia (seminarios, diplomados, congresos) relacionados con la intervención del

uso de las herramientas informáticas.

Debemos mencionar que como toda regla siempre cuenta con la excepción, es decir,

algunos profesionales de la salud conscientes de esta necesidad han decidido inscribirse en

especializaciones o maestrías en docencia, buscando no solo mejorar su pedagogía, de forma

paralela, incluir los procesos humanísticos tan necesarios en la actualidad y el uso e

implementación de herramientas informáticas de acuerdo a su necesidad y contexto.

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Referencias

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