La iglesia colonial y su influencia en la sociedad

Nombres: Cristian Araneda María Paz Vega

Valentina LealFelipe López

Temas:

- La Iglesia

- Dominicos, Franciscanos y Jesuitas

- La acción de la Iglesia

1. La Merced

2. San Francisco

3. La compañía de Jesús

- La expulsión de los Jesuitas

La Iglesia

La institución religiosa tuvo un papel muy importante en la colonización americana. Los Reyes Católicos y su sucesores estuvieron obligados a promover la evangelización.

Desde los comienzos de la época de la conquista, los sacerdotes venían dispuestos a evangelizar a los indígenas y convertirlos al cristianismo, el fin espiritual de la colonización.

Dominicos, Franciscanos y Jesuitas En clero, en época, comenzó a aumentar

considerablemente. Sólo en Santiago a mediados del siglo XVII, existiendo 200 religiosos.

Los dominicos y los Franciscanos comenzaron una labor misionera cerca de los pueblos indígenas utilizando la persuasión, para convencerlos.

Los Franciscanos fueron los primeros en llegar a Chile, se encontraban los agustinos, los mercedarios y los Jesuitas.

La acción de la iglesia

En el plano religioso, en el Chile colonial la base de la organización eclesiástica eran los obispados de Santiago y Concepción. Desde tempranos años se contó con diversas órdenes religiosas: La Merced, San Francisco y La compañía de Jesús. Una de las principales tareas de la iglesia fue la conversión de los indios.

El jesuita Luis de Valdivia tomó como una empresa personal la protección de los indígenas contra los abusos de soldados y encomenderos. Los primeros seis jesuitas del grupo de Luis de Valdivia dieron el ejemplo y su acción evangelizadora costo la vida de los primeros mártires.

Expulsión de los jesuitas

Teólogos jesuitas habían hecho suya la teoría populista del poder, según la cuál el pueblo recibía la soberanía de Dios y voluntariamente la depositaba en el rey, quién podía ser destituido por el propio pueblo en defensa de sus derechos cuando aquel se convertía en tirano, transgrediendo las leyes. Los Borbones, sustentaban que el rey recibía el poder directamente de Dios. Esta discrepancia, provocó que se les despidiera de los reinos absolutistas Europeos. Carlos III decretó su expulsión en 1767. En Chile le correspondió aplicar el decreto al gobernador Antonio de Guill y Gonzaga. Los 352 jesuitas que vivían en el reino partieron al destierro el 26 de agosto. Sus bienes, fueron confiscados y sacados a remate.

FRANCISCANOS

JESUITAS

LA IGLESIA LA MERCED

LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO