La Cripta - Curtis Garland

77

description

Cuento de terror de la colección selección terror escrito por Curtis Garland

Transcript of La Cripta - Curtis Garland

Page 1: La Cripta - Curtis Garland
Page 2: La Cripta - Curtis Garland

Eldiluviosehizo torrencial, y lamagnitudde la tormentacobrócaracterescasi apocalípticos, en especial para quienes no estuvieran demasiadohabituadosaresidirenaquellapartedelpaís.

Lógicamente,muchas personas fueron sorprendidas fuera de casas, en elcumplimiento de sus labores profesionales, en desplazamientos o viajes,movidos por diversas circunstancias, favorables o no, e incluso por simpleplacerdeexcursionista.

Todosellossufrieronlasmolestasconsecuenciasdeuntemporalsemejante.Peroeso,sucedemuchasveces,yencualquierlugardelmundo.

Lo que no siempre sucede, es que un grupo de personas que jamás sevieronentresí,coincidanenunmismorefugio,intentandohuirdelafuriadeltemporal.Y loque,porfortuna,sucedemenosaún,esqueesaspersonas,agrupadasporunasimpley trivial jugarretadeldestino, seencuentrenconun refugio particularmente incómodo y extraño, como había de sucederaquel fin de semana, en plena furia de los elementos desatados, en lasproximidadesdeDurham,juntoalacarreteradeNewcastle.

Asíque,afindecuentas,huyendodelosrigoresdelatormentaquesacudíala regiónnortede Inglaterra…¿quién ibaahacer ascosaunedificio cuyapuertaabiertalesofrecíarefugiocontratodoello?

¿Quién vacilaría en cruzar aquella puerta de hierro, oscilante e invitadora,para sentirse confortablemente acogido, bajo un techo, entre unosmuros,aguardandoaquepasaralafuriadelatormenta?

Ciertamente,nadierechazólainvitacióncasual.

Nisiquieracuando,antesdecruzarelumbraldelsingularedificio,levantadoentre los rígidos árboles, supieron que se trataba de aquella clase deedificio.Eraunpanteónfunerario.

Page 3: La Cripta - Curtis Garland

CurtisGarland

LacriptaBolsilibros:SelecciónTerror-83

ePubr1.0T it ivillus07.04.15

Page 4: La Cripta - Curtis Garland

Títulooriginal:LacriptaCurtisGarland,1974Diseñodecubierta:Desilo

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2

Page 5: La Cripta - Curtis Garland
Page 6: La Cripta - Curtis Garland

Hay momentos en que, aun para el sereno ojo de la razón, el mundo denuestra tristeHumanidad, puede cobrar la aparienciadel infierno, pero laimaginación del hombre no es capaz de explorar con impunidad todas suscavernas. ¡Ay!, la torva legión de los terrores sepulcrales no puedeconsiderarse totalmente imaginaria, pero como los Demonios en cuyacompañía Afrasiab realizó su viaje por el Oxus, deben dormir, o nosdevorarán.Debemospermitirleselsueño,opereceremos.

EdgarAllanPoeElentierroprematuro

Page 7: La Cripta - Curtis Garland

PRÓLOGO

Había sido un invierno particularmente seco. Quizá demasiado, para tanhúmedasregiones.

Ciertoqueabundaronlasneblinasyloscielosnublados,peroraramentellegóallover,almenosdurantelosdosúltimosmeses.Yeso,enunaregióncomoaquélla,noeranormal,nimuchomenos.

Por ello, no sorprendió a nadie en demasía que, bruscamente, cambiara demodoradicalladecoración.Y,confirmandolosúltimosboletinesmeteorológicos,transmitidosporradioytelevisión,laslluviashicieransuapariciónentodalazonanortedeInglaterra.

Todossabíanentoncescómoacostumbrabaalloverenaquellossitios.Cuandomenos,todoslosnaturalesdelaregión.Noasílosforasterosque,habitualmente,sesorprendíandelasinclemenciaslocales.Perocuandoesosucedía,yaeratardepararectificar, y se veían obligados a arrostrar las consecuencias de su inexperienciaclimatológica.

Cuandoeltorrentedeaguacomenzóadesprendersedeuncielonegro,espesoytorvo,yelcentelleodelasdescargaseléctricasdesgarrólasnubes,lanzandocomouna feroz catapulta el bramido de sus estallidos contra la tierra, fue como si elmismoinfiernosedesencadenasesobrelaregióndeDurhamyNewcastle.

Eldiluviosehizotorrencial,ylamagnituddelatormentacobrócaracterescasiapocalípticos,enespecialparaquienesnoestuvierandemasiadohabituadosaresidirenaquellapartedelpaís.

Lógicamente, muchas personas fueron sorprendidas fuera de casas, en elcumplimientode sus laboresprofesionales, endesplazamientosoviajes,movidospor diversas circunstancias, favorables o no, e incluso por simple placer deexcursionista.

Todos ellos sufrieron las molestas consecuencias de un temporal semejante.Peroeso,sucedemuchasveces,yencualquierlugardelmundo.

Lo que no siempre sucede, es que un grupo de personas que jamás se vieronentresí,coincidanenunmismorefugio,intentandohuirdelafuriadeltemporal.Ylo que, por fortuna, sucedemenos aún, es que esas personas, agrupadas por unasimpleytrivialjugarretadeldestino,seencuentrenconunrefugioparticularmenteincómodoyextraño,comohabíadesucederaquelfindesemana,enplenafuriadelos elementos desatados, en las proximidades deDurham, junto a la carretera deNewcastle.

Unrefugiotaninquietantecomotodoloquelesrodeaba.Oquizámás.

Page 8: La Cripta - Curtis Garland

Y, sin duda alguna, mucho más inquietante de lo que jamás pensaron ellosencontrar.Peroeraunedificio,poseíauntecho,yademásfueelprimeroquevierontodosellos.

Quizápor eso, incluso lo acogieron engeneral con alivio, pese a su carácternada confortante ni alentador. Quizá por la misma virulencia con que el aguaazotabalaregión,yporlapeligrosidaddeseguirdeambulandobajolasdescargaseléctricas,todosellos,sinexcepción,aceptaronelrefugioqueselesofrecía.

Afindecuentas,vivíanenunaépocadondeciertaclasedeterroreshabíansidoya burlonamente rechazados, y en la que las gentes temen más a los peligrosmateriales,desupropiotiempo,comoelcáncer,el infarto, lacontaminaciónoelchoqueencarretera,pornohablardelaguerraodelterrorismo,quealostemoresinconcretoseintangiblesdeunhipotéticoMásAllá.

Asíque,afindecuentas,huyendodelosrigoresdelatormentaquesacudíalaregión norte de Inglaterra… ¿quién iba a hacer ascos a un edificio cuya puertaabiertalesofrecíarefugiocontratodoello?

¿Quiénvacilaríaencruzaraquellapuertadehierro,oscilanteeinvitadora,parasentirseconfortablementeacogido,bajountecho,entreunosmuros,aguardandoaquepasaralafuriadelatormenta?

Ciertamente,nadierechazólainvitacióncasual.Ni siquiera cuando, antes de cruzar el umbral del singular edificio, levantado

entrelosrígidosárboles,supieronquesetratabadeaquellaclasedeedificio.Eraunpanteónfunerario.

Page 9: La Cripta - Curtis Garland

PRIMERAPARTE

ELANFITRIÓN

Page 10: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOPRIMERO

Estabanasustadas.Lasdossesentíanterriblementeasustadas,paraserexactos.Semiraron entre sí, con unmutuo estremecimiento.Aunque eran de idéntico

sexo,encontraronciertocálidoalivioenapretujarselaunaalaotra,enunabrazotrémuloyexcitado.Inclusollegaronasentirsemásfuertesycapaces.

Enaquelmomento,pocoleshubieraimportadoencontrarseabrazadascadaunadeellasalgalándesussueños.Elmiedoerademasiadograndeparaquepudiesenpensar en tales banalidades. Sus ilusiones de jovencitas, habíanse eclipsadobruscamente,paradarpasoaunauténticoterrorquedominabatodossusimpulsos.

Unterrorjustificado.Unterrorquesóloellasentendían.—Espreciso.Gail…—musitóunadeellasenunhilodevoz—.Tenemosque

hacerlo…—No,no…—gimiólamuchacha,conangustia—.Siseenterase…Sinosdiera

alcance…¿quésucederíaMaggie?—Nolosé.Perocualquiercosaesmejorqueesto—murmuróMaggieconun

temblorostensibleensuslabioscarnosos,quepareciótrasladarseatodosucuerpo,joven y opulento, con el que parecía preocupada en proteger ardientemente elcuerpomásesbeltoymenudodelaatemorizadaGail.

—Estoy…estoymuyasustada.Maggie.—Claro. También yo—confesó la morena y rotundaMaggie, con un jadeo.

Miró en torno, muy abiertos sus oscuros ojos centelleantes—. Pero hemos devencer el miedo. No lograremos nada, si nos dejamos dominar por él. Ahora,menosquenunca,Gail.Esprecisosalirdeaquícomosea.Yahoramismo.

—¿Crees que será posible? ¿Iremos muy lejos? —dudó Gail, estremecida,apretandotemblorosamentelascarnosidadesdelaqueestabarepresentandoenestosmomentoselpapeldeprotectoraohermanamayor.

—Nosénada.Pero,cuandomenos,vamosaintentarlo.Esoesmejorquenada,compréndelo.Hayquearriesgarse.Jugárselotodoaunasolacarta,Gail.

—¿Haspensadoenloquepuedesucedernos?—dudóGail.—Por supuesto—rióburlonamenteMaggie, tratandodedominar sus temores

—.Lohepensadomuybien,yestoyfirmementedecidida.Creoquevalemáscorrertodaclasederiesgos,acontinuaraquí,enlaformaenqueestamos,Gail.

—Sitúlodices…—Pero¿quétepasa?—SesoliviantóbruscamenteMaggie,pegandosurostroal

de su compañera, con gesto enérgico, como tratando de inculcarle la misma

Page 11: La Cripta - Curtis Garland

combatividadydecisiónqueellasentíadentrodesíenaquellosmomentos—.¿Esqueahoravasavolverteatrás?¿Vasarenunciaralaluchaporlalibertad,acasopornuestrapropiavida?

—No,noeseso…—Gailseestremeció,mirandoentorno,alaoscuridaddelatardesombría,cargadadedensosnubarrones,presagiandoacasolluviaytormenta.Luego,oprimióunbrazodeMaggie,condedostemblorosos,inseguros—.Esqueme pregunto si será posible alcanzar lo que buscamos, si podremos… huir parasiempredeaquí,Maggie.

—Parasiempre,sí.Estoysegura.—NoesfácilburlaralaseñoraPilgrim…—Nadie es fácil de burlar, cuando no quiere ser burlado. Pero siempre se ha

intentado. En una prisión o en un lugar como éste, Gail. No siempre se haconseguido,esbiencierto.Perodatecuentadequeestavez,todonosfavorece.Eselfindesemana,laseñoraPilgrimsehaausentadoynovolveráhastamañanaporlanoche,sábado.Enesemomento,podemosestarmuylejosdelcolegio,enespecialsi lasuertenosayudaunpoco.Yentonces,ni laseñoraPilgrimninadielograrándarnosalcance,puedesestarbiensegura.

Lentamente, su propia confianza parecía ir contagiando a su joven y frágilamiga.Elfirmeabrazodelamásreciayvitaldeambasmuchachas,sehizoaúnmásapretado,comoelesfuerzodelatletaquevencelaúltimaresistenciadeunenemigovirtualmenteentregadoya.

Gailmiródenuevoenderredor,clavósusojosenelcielo,dondeunaespeciedezigzagueanteluzlívidarestallabalejanaentrelosnubarrones,yterminóinclinandolacabeza rubiasobreel sólido,macizoy robustopechodesuamiga,confesandoentredientes:

—Sí, Maggie. Lo haremos. Cualquiera cosa será mejor que seguir aquí, enpoderde la señoraPilgrim,eneste reformatorio terrible…¡Nosevadiremosestamismanoche!

Losojososcurosdelaexuberantemuchacha,centellearon.LabocacarnosadeMaggiedibujóunasonrisacomplacida.Besóasuamigaymurmuró:

—Perfecto,Gail.Esloquequeríayoquecomprendieras…Estoyseguradequeescaparemos lejos, muy lejos de aquí… Donde el Gobierno, la ley, la señoraPilgrimysusodiososesbirros…nuncanosalcancen.Nunca,Gailquerida…

Y,realmente,oyendohablaraMaggie,parecíaqueelaudaz intentode lasdosadolescentes internadas en el Reformatorio Juvenil Femenino de Durham, era lacosamásfácildelmundo.

Apesardelasiniestraaureolaquerodeabaalestablecimiento,yapesardelodio

Page 12: La Cripta - Curtis Garland

que la sola mención de la señora Pilgrim producía, no sólo entre sus obligadaspupilas,sinoenlavecindadtodadeDurham,dondeerabienconocidasucrueldadyla rigidezde susmétodosde reformamoraly social, aplicadosa lasdesdichadasjóvenesquecaíanensusmanos,entregadasporeljuezcorrespondiente.

Comounpresagiodequeno todo ibaaserapacibleenaquellaevasión,en ladistancia tamborileó el trueno. Y empezaron a caer los primeros y gruesosgoteronesde lluvia…Peroeso, evidentemente,noalteróennadael ánimode lasdosmuchachas.

***

—¿Estásegurodequeeslomejorparasuesposa?—Estoyconvencidodeello,doctorHawkins.—Yonoloafirmaríatanrotundamente,señorForrest.Lasaluddesuesposano

esdemasiadofirme.—Losé.—Unviajepuedeperturbarlamásaún.—No lo creo. Siempre le gustó viajar. Pamela nació en un buque, en pleno

océano.Creoqueesoinfluyóensusgustos.—No discuto lo que le guste o deje de gustar a la señora Forrest, sino la

convenienciaactualdeunviaje.Seríapreferibleesperarunosdíasy…—Doctor Hawkins, no trato de desmerecer su eficiencia profesional, pero

permítamerecordarlequeestaesunapequeñapoblación,ustedesunmédicoquenose ha especializado precisamente en enfermedadesmentales, sino que se limita aejercerlamedicinageneralenestalocalidad,yloqueyonecesitoparamiesposaesunneurólogoo,talvez,unpsiquiatra,alamayorbrevedadposible.

—Entiendomuybiensuspalabras,señorForrest—eltonodelmédicofueahoraseco, incisivo casi. Se irguió, con altivez—. Soy un simplemédico de pueblo, yustedbuscaaalguienmásimportante.Unespecialistadeciudad,porejemplo.

—Nohepretendidodecireso,doctor…—Perolohadicho.Bien,señorForrest.Notengonadaqueobjetarasusdeseos,

peroleadvertíyasobrelainconvenienciadesometeraviajesmolestosasuesposa,enlasactualescircunstancias.Siustedinsisteenlocontrario,essuresponsabilidad.Pero piense que la noche semuestra tormentosa, nome sorprendería que cayeraaguaaraudales,ylascarreterasdelaregiónseponenentoncescasiintransitables.

—Nosepreocupe.Paracuandoesosuceda,yaestarélobastantelejosdeaquí—

Page 13: La Cripta - Curtis Garland

resoplóelesposodelaenferma,acompañándolealapuertaconexpresiónhuraña.Elmédicoselimitóainclinarlacabeza,abandonandolaestanciacondisgusto,

trasunaúltimaojeadadepreocupaciónhaciael lechoocupadopor lapaciente,ellimpioyconfortablehotelprovinciano.

TrasmarcharseeldoctorHawkinsde lahabitación,Forrest regresópensativohastaellechodesuesposa.Contemplóelrostrodeella,pálidoeinmóvil,conlospárpadoscerrados,larespiraciónlentayprofunda…

—Vamos,Pamela—dijoglacialmente—.Hayquecontinuarviaje.Túlosabes.Ellaproseguíainmóvil,profundamentesumidaenaquellaespeciedesopordel

queeldoctorHawkinstampocohabíalogradoextraerla.Sinembargo,sumaridonoparecía preocupado por ello. Ni tampoco dispuesto a respetar el reposo de lahermosadamarubia,pálidayexánime.

Se inclinó hacia su esposa. Apoyó lentamente las yemas de los dedos en lassienes de Pamela. Empezó a dar unas fricciones pausadas, intensas, que hacíanvibrar extrañamente los dedos del hombre. Su mirada oscura, fría e intensa, seclavaba,casidolorosamente,enlosbajadospárpadosdeella.

Pamelaseagitó,incómoda,enellecho.Unararainquietudagitósurespiracióntambién.Ylasmanosseagarrotaronsobreelembozo,comosiensueñosempezaseasufrirunaalteraciónostensible,acasounapesadillaprovocadaporlamisteriosamanipulacióndesumarido.

—Escucha,Pamela—habló lentamenteForrest,con raraentonacióndevoz—.Escucha mi voz y entiende cuanto te diga… Escucha esto, Pamela. Dime si meescuchas.¿Meoyes?Responde.¡Responde,esunaorden!

Pamela semovió inquieta, febril.Una leve transpiraciónhaciabrillar la céreapielde su rostro.Temblóviolentamente.Sus labios también temblaban.Luego, sedespegarondificultosamente.Unavozapagada, trémula, sonóenel silenciode laalcobadehotel:

—Te…teescucho…Teescucho…Forrest entornó los ojos.Había algomaligno en aquella forma demirar a la

mujerquellevabasuapellidoyunaalianzadeorogemelaalasuyapropia.—Bien…Escucha,Pamela.Ynoteequivoques.Nocometaserrores.Noolvides

nada.Esimportante.Muyimportante…paramí.Laspalabraseranvertidasimplacablementeenlosoídosyentendimientodela

infortunadamujer,queparecíasufrirviolentamente,sometidaaaquellapresióndesuesposo,eneltranceenquesehallaba.

PeroForrest,inexorable,continuóduramente:—Pamela,necesito tudinero.Necesito ser libre.Esotramujer laquedeseoy

Page 14: La Cripta - Curtis Garland

conquienvoyaunirme.Túmeestorbas,¿loentiendes?Meestorbas,ydeseovertemuerta.Muerta,¿hasentendido?Repítelotúmismasientendiste.¡Repítelo!

—Sí…Muer…ta…Era una dócil repetición, casi patética, con una voz débil y sin voluntad,

brotandodeaquelcuerpovirtualmenteinconsciente,incapazdereacciónpropiadeningunaespecie.Eraunhermosoytristemuñeco,accionadoporunasutil,malévolavoluntad infinitamente superior a la suya, y quemantenía a suvíctimadominada,poseídaporsusingularpodermentalalservicio,sinduda,deunaideaperversayoscura.

—Bien, veo que lo entiendes perfectamente, querida —hubo una muecasardónicaenloslabiosdeForrest,quedejóasomarlosblancos,cuidadosdientesdeéste, engélida sonrisade insidia—.Ahora, escuchaesto:debesmorirpara sermeútil.Morir por timisma, claro está.Matarte yo, sería un grave error, porque unhomicidio me presentaría como primer sospechoso, ya que heredo toda tufortuna…yésta esdemasiadograndeparano justificaruncrimen.Lagente sabequenoteamodemasiado.Sabenalgunos,ocreensaber,queSybilsígozademispreferencias…yellameotorga lassuyas,aunquecon lacondicióndeser libreyunirme a ella en matrimonio. Lo haré. Pero con tu dinero, preciosa. Para esonecesitodeshacermedetiinteligentemente.Ahora,unmédicosabequeteencuentrasenferma.Sabequehasdeviajarcontuesposoenmalascondiciones.Moralmente,meacusaránderesponsabilidadentumuerte,porobligarteaviajar.Perosóloeso.El suicidio será sin lugar a dudas. ¿Lo entiendes, cariño? El suicidio, he dicho.Suicidio…Sí,cariño.Vasamatarte tú.Ydemodoclaro,ante testigos incluso.Tematarásdelantedetestigosqueloconfirmenluego.Bien,Pamela.Noloolvides.Yotediré,enlapróximasesión,cuándoycómodebesmatarte.Respondesientendistebien.¡Responde!

—Entendí…bien.Debo…matarme…Me…memataré…delantedetestigos…cuandotúlodigas…

Forrestsonriómásampliamente,conexpresiónmaligna.Seincorporó,pasandosusdedosporlassienesyfrentedeladamadormida.

—Estábien.Olvídalotodoahora.Olvídalocuandodespiertes…pararecordarlosolamente cuando yo te lo diga, Pamela. Descansa. Descansa tranquila… Nosiremosprontode aquí, no lodudes.Al lugar ideal paramatarte…Ahora, olvida.Olvida…Reposa.

Se puso en pie. Miró fríamente a la durmiente. Los ojos centelleaban, entrecodiciososyastutos.Avanzóhastalamaletaabiertaquereposabasobreunmueble,y comenzó a cerrarla con lentitud, reflexiva su expresión, como calculando de

Page 15: La Cripta - Curtis Garland

antemanolosresultadosdesubienproyectadocrimen.Uncrimenque,anodudar,podíaresultarperfectocuandosellevaseacabo.

YAustinForrestplaneaballevarloacabomuyenbreve.Enaquelviaje,yjustocuandotuvieralossuficientestestigosparaquelamuerteaparentementevoluntariadePamela,nodejaselugaradudas.

EllosupondríaparaAustinForrest,elesposodepodereshipnóticos,nosólolaimpunidad en su crimen, sino una fortuna aproximadademediomillón de librasesterlinas,quesuricaesposa,desolteraPamelaWesley,delosWesleydeGlasgow,dejaríacomoherenciaabsoluta,anombredesuesposo,yenausenciadecualquierhijoquepudieracompartirlasaneadafortuna.

Mediomillóndelibras,eraunbuenprecioparauncrimen.Un crimen que no tardaría en producirse. La araña había tendido ya sus

pegajosas redes. Lamosca, indefensa, pronto sería fácil presa del cruel arácnidohumano…

Page 16: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOII

Lamujersolitariadescendiódeltren.Lapequeñaestaciónprovincianaaparecíadesierta.Estabacomenzandoallover,

lanocheeraoscura,ysoplabaunfríoaire,húmedoycortante,quearrastróporelandénsolitariounashojasdediario,rasgadasysucias.

Ella contempló fríamente el lugar, sosteniendo en su enguantada mano elmaletín negro, tan negro como aquellos guantes y como aquel traje ceñido quelucíabajounaespeciedeabrigo-capadeenlutadotejidotambién.

Elcomplementodelsombreritonegro,ajustadoasusoscuroscabellos,dabaaladamaelaspectode llevarrealmente lutoporalguien.Susiluetaalta,esbelta,serecortó sobre el fondo de las luces de la estación y del faro delantero de lalocomotora, antes de que está arrancase, avanzando trepidante sobre las vías, alreanudarlamarcha.

Ladamadenegroechóaandar lentamente,agriadoelvuelode lanegracapacorta. Las piernas, enfundadas en medias de tono ahumado, hacían taconear loszapatoscharolados,sobreellargoandéndesierto.

Las puertas de iluminados vidrios empañados, quedaron también atrás, juntoconlaestación.Unapartaderoinmediatodiluíalaclaridadlechosadeunaltofocode laestación,proyectando la sombrade los fardosenesperadesercargadosenalgúnmercancías.

Elnombredelpuebloeravisibleenelcarteldelaestación:

SHELLEYGATE.

Shelleygate no era un lugar muy conocido, realmente. Hubiera sido difícillocalizarloinclusoenunmapabiendetalladodeInglaterraodeaquellaregióndeSunderland.

Sinembargo,teníaestacióndeferrocarril,aunquepocoimportanteyconescasotránsitodetrenesydeviajeros.Lamayoríadelosferrocarrilespasabanporallísindetenerse.Sólolosdecercaníashacíanunbrevealtoenellugar.

Ladamaenlutadafueelúnicoviajeroesanoche.YtampocoparecíadirigirsealapoblaciónmismadeShelleygate,situadaamenosdemediamilladelaestación.

Porelcontrario,surutateníapordestinolacarreterasecundariaque,paralelaala estación, se alejaba de ésta, en diagonal a la del pueblo propiamente dicho, enmediodeunadoblefiladealtosyoscurosárbolesfrondosos.

—¿Coche,señora?

Page 17: La Cripta - Curtis Garland

La dama de luto se detuvo en seco. No hubo brusquedad ni virulencia en suacción.Eracomosiesperasealgoasí.Selimitóaalzarlacabezaymirarhacialassombras,juntoaunadelashilerasdeárboles.

Alzó los ojos.Descubrió el viejo automóvil negro, destartalado y amplio. Elhombrequesesentabaalvolante,eradelgadoypálido.Parecíarealmentecansadodetodo.

—NovoyaShelleygate—dijoellaconvozfría.—Yotampoco—respondióelconductor.—¿Deveras?¿Adóndeva,entonces?—A cualquier sitio que usted diga, señora. Pero no a Shelleygate. Lo tengo

prohibido.—¿Prohibido? ¿Por qué?—La dama enlutada se aproximó calmosamente al

cochedealquilergrandeyoscuro.—Porque hay una exclusiva local, o algo parecido—masculló el chófer con

disgusto.Agitó unamano, expresivamente—.Nada particular, claro.Me da igualesa ruta que otra cualquiera, pero… no quiero líos con los exclusivistas locales.Acostumbranaestarprotegidosporloscaciquesdecadalugar.

—Estábien.Detodosmodos,novoyaShelleygate.Demodoquesucochemesirve.

—Mealegro.¿Adónde?—Acualquierlugar…enlarutahaciaSouthShields.—¿SouthShields?Hum,señora…Eslarutamenosagradablequeexisteentoda

laregión…Sóloque…—¿Qué?—Sóloque…estállenadecosassiniestras.Se abrió la portezuela, negra y grande, con un chirrido áspero. Los tacones

negrosdelamujerpisaronlaalfombradelcompartimentoposterior.Crujieronlosplieguesdesunegraropaalsentarse.

—¿Aquéllamaustedcosassiniestras?—Alasviejasmansionesabandonadas,lasabadíasenruinas,losdescampados,

losyermos,losmarjales…yloscementerios.—¿Cementerios?—Oh, sí. Proliferan por doquier. Siempre se ven tumbas, panteones, cruces,

cipreses…—Entodasparteshaycementerios.—Desdeluego.Peronocomoallí.—¿Cuálesladiferenciaentreunoscementeriosyotros?

Page 18: La Cripta - Curtis Garland

—Posiblemente el hecho de que sean cementerios… privados. Panteonesparticulares,fosasdelujo,queantesfueronjardinesopatiosdefincasseñoriales…Nosé.Medacierta impresióndesagradable saberqueconvivierondurante siglosenterosmuertosyvivos,separadossóloporunaverjaounadelgadatapia.

—Todosloscementeriossoniguales—fueelcomentariofríoydesinteresadodeladama—.Noencierranmásqueunacosa:muerte.

—¿Muerte?—Elchóferseencogiódehombros,poniendoenmarchaelmotor—.Bueno,aveces,notodoslossepultadosestánrealmentemuertos,señora.

—¿No?—Lascejasseenarcaronsobreunosojososcurosyenigmáticos,fijosen el rostro del rollizo chófer provinciano, reflejado en el retrovisor—. ¿Puedeexplicarmeeso?

—Desde luego, señora. Es fácil… Estamos precisamente en tierras a las quedieron nombre los miembros de la familia más rica y poderosa de la región,durantegeneracionesenteras.Merefieroa…alosShelley.

—Shelleygate…—recordóella,conlentitud.Apretóloslabiosdelgados,fríos,incoloroscasi.Bajólospárpados.Suspestañaseranlargas,sedosas,oscuras—.Sí,escierto.¿Tanpoderososeran?

—Auténticosseñoresdevidasyhaciendas—confirmóelautomovilista—.Pero,además, sufrían una enfermedad propia de otros tiempos. Y heredada de susantepasados.

—¿Quéenfermedad?—Catalepsia—dijoelchóferbrevemente,mientrasyarodabaelnegrocochede

alquiler.—Catalepsia…Entiendo—bajólacabezaladama—.Parecíanmuertos…,pero

noloestaban.—No,noloestaban.Esoserepitióvariasveces.YobligóalosShelleyatomar

medidas.—¿Medidas?¿Quémedidas?El coche rodaba rápidamente por la angosta carretera asfaltada, sinuosa. La

lluviaempezabaasermásintensa,charolandoennegrobrillanteelsuelo.—Unacripta—dijoelconductor—.Unacriptamuyespecial,señora…Enladistancia,tronófuertemente,rebotandoelsordoruidosobrelacapotadel

vehículo. Un centelleo súbito y deslumbrante, siguió a ese ruido, y casiinmediatamenterestallóuntruenoensordecedor,ahorasobresuscabezas.

Eltemporalestabayavirtualmenteencima.ElcocherodabarápidohaciaSouthShields.Solamenteseescuchó,dentrodelcochenegro,elcomentariorepetidodelconductor,anteelsilenciodesuviajera:

Page 19: La Cripta - Curtis Garland

—Sí,señora…Unacriptamuyespecial,paradecirlaverdad…Peroanteladecepcióndelconductor, ladamacontinuóensilencio.Solamente

rugíafueradelcoche,latormentasobreSunderland…Y,desúbito,lamujerchilló:—¡Pare!¡Pareelcoche!¡Mire,mireahí!…

***

Elautomóvilfrenóenseco.Chirriaronlosfrenos.Lasllantassedeslizaronsobreelasfaltomojado,como

los patines de un campeón sobre el hielo. Corrió un largo trecho, deteniéndoseprovidencialmente,conelchorrodeluzdesusblancosygrandesfaros,clavadoenlaformainerte,tendidaenplenaruta.

—¡Malditasea…!—farfullóelchóferdelcochegrandeyoscuro—.¿Quémildiablosdejaronahítendido?

—Si no me equivoco… un hombre —fue la respuesta glacial de su extrañaviajera.

Elchóferenarcólascejas.Seinclinósobreelvolante,apoyandosusmanosenél,paratratardeveratravésdelparabrisas,empañadoporlalluvia,lahumedadyladiferenciadetemperatura.Clavósusojosenelsuelodelacarretera.

—Unhombre…—jadeó—.¿Muerto?—Eso no puedo decírselo —replicó su viajera—. ¿Por qué no sale a

averiguarlo?—Infiernos, todas las cosas ocurren en noches así —se quejó el hombre,

soltandoenvozbajaunaseriedeinterjecciones.Elreflejodelosfaros,sobrelostrazosblancosdeunostroncosdeárbolpintadosdeesecolorparaserdistinguidosenlanoche,dioasunarizdebeodountonodeberenjena.

Abriólaportezueladelvehículo,asomandoalexterior,bajolagruesaypesadalluvia.Enlasproximidades,restallóeltrueno,mientrascentelleabalachispaenlasalturas.Eltemporalestabatanpróximo,queretumbabaferozsobreelpropiocoche.

—Ybien,¿quéocurre?—Seimpacientóladama,entantolalluviarepiqueteabasobreel techodelvehículoysobreelcuerpodelchófer—.Esehombre…¿quélepasarealmente?

—Noestámuerto,señora—manifestóelautomovilista—.Perosíherido…—Herido…—ellaabrió lapuertadeatrás, resueltamente—.Veamos.Hayque

llevarloaalgunaparte.

Page 20: La Cripta - Curtis Garland

—¿ASouthShields?—Adonde sea—afirmó ella, resuelta—. Vamos, si está vivo, sea cual sea su

estado,hayquetrasladarloenestecoche.Dejarloahí,supondríalamuerteparaeseinfortunado.¿Seleaprecianheridas?

—Alguna tiene. Veo sangre en su rostro, en sus manos, en sus ropas…—elchófer se irguió decidido—. Deje que lo haga yo, señora. Parece alto y fuerte.Costará trabajomoverlo.Perosiestámalheridoporalgúnaccidente,corremoselriesgodeacelerarsumuerte.

—Cualquiercosaserámejorquedejarlomorirenlacarretera,oarrolladoporotrovehículoquevengadetrás—replicóella—.Vamos,deprisa.Acabemosestodeunavez.

—Sí,sí,señora,comousteddiga…El fornido chófer se inclinó sobre el cuerpo yacente en la ruta. La dama

enlutada,sinpreocuparsedelaguaceroqueempapabarápidamentesuscabellosysucapaoscura,seaproximóasuconductor,decidida.Miróalcaído.

Comodijeraelchófer,eraunhombrealtoydereciafigura.Joven,sinduda.Unabrigo gris, ligero, deportivo, ofrecía manchas de barro y sangre en diversospuntos.Elcabelloempapado,eraoscuroyrebelde,tannegroconlalluvia,comoelaladeuncuervo.Elrostro,enjutoypálido,parecíaeldeundifunto.

—Tienerasguñosenlasienylamejilla—señalóellafríamente—.Esperequeleayudeaalzarlo.

—No,no,señora,nosemoleste.Yoloharé…El chófer se interrumpió.Le costaba trabajomover al caído. Sin embargo, la

súbitaayudadeladama,allanódificultades.Noeranadadébilsuviajera,sinotodolo contrario. Entre ambos, en perfectas condiciones, trasladaron al herido alinteriordelcoche,asucompartimentoposterior.Lotendieroncuanlargoerasobreelasiento.Elaguacorrióabundantesobreeltapizado.

—Yo subiré con usted en el asiento delantero —dijo ella—. Sigamos. Esehombrecreoquenecesitaunmédico.

—Sí,sí,enseguida,señora…—farfullóel taxista,volviendoasuasientoentresordas imprecaciones emitidas entre dientes—. Por Dios que resulta raro todoesto…

—¿Raro?Siemprepuedehaberunaccidentadoenunacarretera.—Esposible,peroestarutaespocofrecuentadaaestashoras,ymásdesdeque

hayobrasdedesvíoalaalturadeShelleyManor…—sequejóelchófer.—¿ShelleyManor?—repitióella,convozgrave.Lemirólargamente,mientras

seacomodabajuntoaella—.Shelleygate…yahoralaresidenciadelosShelley…

Page 21: La Cripta - Curtis Garland

—Estamos pasando cerca de sus tierras, señora —el chófer, de súbito, sepersignó—.Yesehombreaccidentado…Nosé,noloentiendo…

—¿Quéesloquenoentiende?—Queestuvieraprecisamenteaquí,enestacurva…—¿Lepasaalgoespecialalacurva?—Es el inicio de las propiedades de los Shelley, a ese lado —señaló a su

derecha,conaireaprensivo—.Ynoconozcoaesehombre.Esundesconocido,unforastero…

—Tambiényolosoy.¿Esosignificaalgoraro?—No, pero… ¿qué pudo pasarle, para yacer ahí, con manchas de sangre,

perdidoelconocimiento?El coche empezaba a arrancar, dificultosamente. La dama enlutada se inclinó

levemente sobre el respaldo del asiento delantero,mirando escrutadora el rostrolívidoeinmóvildeljovendesconocido.Luego,pensativa,miróantesí,hacíalarutabatidaporlalluvia,porlaqueelcochecomenzabaarodarnuevamente,conlentitudinicial,paraaumentargradualmentelavelocidadamedidaqueavanzabaporlacintadenegroasfaltobrillante.

Luego, de súbito, ya a plena marcha el vehículo, batiendo el agua en elparabrisas, lacaraapareció traselvidrio, comoalgo sobrenatural, colgadode lanada.

Los ojos desorbitados bailotearon ante la mirada despavorida del chófer. Lamujer enlutada no hizo sino musitar algo entre dientes, y por un alucinantemomento, aquel rostro fantasmal, surgido en la noche, flotó pegado al vidrio,malignamente.

El coche sedesvióde su ruta, susneumáticos aullaron sobre el asfalto, enunlargo patinazo lateral, y el vehículo se fue de frente contra un tronco de árbol,estrellándoseenélbrutalmente.

Elestrépitodevidrios,dehierrosretorcidos,semezclóconelchillidodeterrordelconductor,conunroncogemidodesuviajeraenlutada…yconunarara,aguda,hirienterisallegadadelanoche,delaoscuridad,delalluviaylatormenta,comoalgotraídoenalasdeésta,directamentedelinfierno.

El rostro espectral había desaparecido del parabrisas. Éste era solamente uncaosdevidriospulverizados,contrauntroncodeárbolenlacuneta…

Page 22: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOIII

Lasdosmuchachassedetuvieron,espantadas,enmediodelaarboleda.—Diosmío,Maggie…Tengomiedo…Muchomiedo…—Animo,Gail.Hayqueseguiradelante.—Nosé…Nosésipodréhacerlo…—Vayasiloharás.Ocurraloqueocurra,loharás.Nuncasevuelveatrás,Gail.

Esosignificaelcastigo,lasrepresalias,laangustia,eldolor,elmiedo…¡Hayqueescapardeunavezportodas!

—Escapar…PeroMaggie,¿haciadónde?—Desalentada,Gaildejósecaerjuntoa uno de los numerosos árboles de aquel bosque frondoso, sombrío, hostil. Losarbustoshabíanrasgadodespiadadamentesublusa,sufalda,susmedias…Mostrabaun aspecto lamentable, con el uniforme severo del Reformatorio de Durham,convertido en jirones sobre los muslos, los pechos y la espalda, dejando ver supálidaytersapieldemuchachavirginal—.No…nopuedomás.Maggie,querida…

—¡Vamos,arriba!—gritósuamiga,exasperada—.¿Estáslocaacaso?Levántatedeahí,ysigamoselcamino,paseloquepase.Estoessólounatormenta,unbosque,unterrenoabrupto…¡ynadamás!Volver,esalgopeor.Infinitamentepeor:es…ellátigo de la señora Pilgrim, es la celda de castigo, son las represalias… ¡elencierro!

Lapoderosamuchachamorena,levantócasienviloasurubiaamiga.Tambiénenellalosramajeshostileshabíanhechosuobradespiadada.Porlosrasgonesdesucamisa,asomabanlasprominenciasdeunossenosopulentos,comolohacíanporsudesgarradafaldalaexuberanciadesuscaderasymuslos.Peroellaresistíabienelazoteenloselementosadversos.Sumoralnoseresquebrajabafácilmente.

—No, no… —sollozó Gail, agotada casi—. Es mejor esperar, reposar encualquierescondrijodelbosque…

—¿Yesperaraquesalgaelnuevodía?—Maggiesoltóunarisotadacasiviril—.No,querida.Amanecerá,elcansanciohabráhechomellaennosotras,noshabremosdormidoprofundamente,nos sorprenderán loshombresde la señoraPilgrim, lospolicías de Durham… y su versión será la válida. Iremos derechas a la cárcel.Luego…vueltaalreformatorio.Yasufrirelcastigo.Continuaremoshuyendo,paseloquepase.

—Admirotuvalor,Maggie,peromesientovencida,incapaz…—Nadieesincapazdenadaquerealmentedeseehacer.Nadieestávencidohasta

que se ve morir. ¡Somos jóvenes, fuertes, dispuestas a ser libres! —La exigióMaggie—. ¡Adelante, Gail, siempre adelante, mientras quede algo de vida en

Page 23: La Cripta - Curtis Garland

nuestroscuerpos!Lohabíalogradoalfin.Gailsedecidió,irguiéndose.Dominósustambaleos.Se

aferróasulealamiga.Y,resuelta,siguióadelante.Conpasofirme,perolento.Sinembargo,lalluviaarreció.

Quizá para vencerla, para sobreponerse a toda adversidad. Poco más tardetambiéncorríaGailcomounalmaperseguidaporeldiablo.YMaggieasu lado,tirandodeella,comoguíavigorosa,caminodeningunaparte…

***

—¿Quéesloquesucede?¿Porquénosdetenemos?—Lo lamento, señor. Ha habido un desprendimiento de tierras. La vía está

interrumpidaenunaanchazona…—¿Cómo?—SeescandalizóAustinForrest,incorporándosesobresaltadoenel

asientodeprimeraclase—.Esoquieredecirque…quehabrádemoraenelviaje.—¿Demora?—Elinterventorsacudiólacabezaenfáticamente,conairetristey

apesadumbrado—.Algopeorqueeso,señor,segúnmetemo.—¿Quéquieredecir?—Tardaremosenpedirayudaalaestaciónmáspróxima.Ytambiéntardaránen

venirabuscarnossi,comome temo,el temporalofrece tambiénproblemasenelsentidoopuestodelavía,acausadeciertosdesperfectossufridosenlamismaconmotivodeotrorecientetemporal.Estaesmalazonacuandoeltiemposeponeasí,señor.Es posible que llegue el nuevo día…y continuemos paralizados aquí, a laesperadeuntrendesocorro.

—¡Elnuevodía!—ElasombroylainquietudasomaronalosojosdeForrest—.Pero…,perosisonsolamentelasdiezdelanoche…Almenostardaráelnuevodíaotrasdiezhorasenllegar…

—Con suerte, señor, estaremos en algún lugar habitado para el mediodía demañana,peronoantes.

—Esoesinconcebible.Presentaréunaquejalegalcontraelferrocarril,apelaréalosTribunales,siespreciso…

—Podrá hacer lo que guste cuando esté en una población, pero no antes demañana,señor.Amediodía—resoplóelinterventor,filosóficamente—.Créame:esmejorquesearmedepacienciayespere.

—¡Esperar!¡Miesposaestáenferma!¿Sedacuenta?Elinterventormiróaladamaenvueltaenunamantadeviajedeoscurodibujo

Page 24: La Cripta - Curtis Garland

escocés,enelrincóndelcompartimento.Hizoungestoelocuente.—Eso es doblemente penoso, señor. Pero es culpa suya que ella viaje en una

nocheasí,estandoenferma.Haremosloimposibletodos;sóloquemetemoqueesonoseasuficiente…Siquierequeatendamosasuseñoramientrastanto…

—No, gracias —cortó acremente Forrest—. Es todo. Gracias, interventor.Retírese,porfavor.

En silencio, con una cortés inclinación de cabeza, se retiró el empleadoferroviario.

Eltrencontinuabaparalizadoenlasvías,enaquellazonaoscuraeinhóspitadeSunderland.Y,porloqueparecía, lasituaciónibaaprolongarsedurantebastanteshorasmás,amenosqueseprodujeseunmilagro.

UnmilagroenelquenocreíaenabsolutoAustinForrest, solitarioviajerodeaquelcompartimentodelujo,juntoasuesposaPamela.

—Precisamenteahora…—mascullóconiraForrest—.Solosaquí…Sinnadiecerca, sin testigos… No, ésta no es la situación adecuada. No puedes morir,preciosa… Será en otra ocasión. Más adelante. Pero el tiempo apremia. Ahoranecesitamossalirdeaquí…

Seasomóalaventanilladelvagón.Lalluviacorríaporelvidriooscuro,comounvelollorosoentreélylanegranoche.Noeracapazdevernadaenelexterior.Sóloel reflejodel focodelanterode lamáquina,contraalgúnpromontoriode laruta, allá adelante. Sombras fantasmales e inconcretas bailoteaban,más allá de laventanilla,incapacesdedefinirse.

—Malditasea…—farfulló—.Noseveningunaluz,ningúnsitiohabitado…SevolvióaPamela.Miróasudormidaesposa,indeciso.Sedijoque,despuésde

todo, con dinero habría medio de ir a alguna parte, aun en estas circunstancias.Sunderlandnoeraundesierto,aunquedenocheycontemporallopareciese.Habríavehículos, alguien en las proximidades, capaz de trasladarles a alguna parte.Cualquier cosa sería mejor que permanecer una noche y, quizá, un día entero,dentrodeaquelmalditotren.

Su poder mental sobre Pamela, tenía sus límites. Si dejaba pasar demasiadotiempo, ella podría recuperarse, luchar contra sus órdenes… Era vital seguirteniéndolasometidaasuvoluntad.Habíamedidobiensutiempo,lashorasqueeracapaz de sostener la situación actual de su esposa. Alargar ese trance, podía serfunesto.AcasoPamelaserecuperaría,rechazandotodainfluenciaajena.Omoriría,vencida por la duración del estado en que se hallaba.Y su suerte no estaría nadaclara. Investigarían.Eso era loúltimoqueAustinqueríaque sucediera.Cualquierinvestigación,llegaríaaldescubrimientodequeél,ysóloélerabeneficiariodela

Page 25: La Cripta - Curtis Garland

muertedesuesposa.—No,no—musitó—.Demasiadopeligroso.Hayquesalirdeaquí,iraalguna

parteantesdequellegueelnuevodía…Pamelaserecuperaríaenmenosdediezodocehoras,esevidente.Yperderíamigranoportunidad.Yonosoyungeniodelahipnosis,despuésdetodo…

Resuelto, se incorporó en su asiento.Observó que en el exterior brillaba unatenueluznolejosdelferrocarril.Saliódelcompartimento,corrióalaplataforma,abriólaportezuela,asomandoalexterior.

Aquella luz se definió finalmente en la noche. Un sendero vecinal corría nolejosdelavía,trasunahileradeárboles.Laclaridadoscilanteveníadeallí.Eraunvulgarcarromato,elvehículodeuncampesino,tiradoporunosmuloscuyoslomosbrillabancomocharolenlanoche,empapadosdelluvia.

Austin Forrest tuvo una súbita idea.Miró tras de sí, al compartimento dondePameladormíasusueñoartificioso,cadavezmáspeligrososinoselasacabadeéldefinitivamente,cosaquecomplicaríaelplandesumarido.

Luego,decidido, salióalexterior.Hundiósuspiesenel fango,corrióbajo lalluviaysalvólabarreradeárboles,llegandojuntoalvehículotiradoporlosmulossometidosalfuerteaguacero.

Un vigoroso campesino montaba en el pescante, y miró con curiosidad aForrest,dejandodehablarconunodelosempleadosdelferrocarril.

—¿Seleofrecealgo,señor?—preguntóelhombre.—Sí—asintióAustincontonoseco—.¿Quiereganarseveintelibrasensóloun

pardehoras,amigo?—¿Veintelibras?—Losojosbrillaron,animados,enlarudacaradelcampesino

—.Claro,señor.¿Quédebohacerparaello?—Selodiréenseguida…

***

—¿Yquéhacemosahora,señora?Lapreguntadelchóferera lastimosa.Ella lemirólargamente,restañándosela

sangreque,débilmente,brotabadesulevecorteenlafrente.—Nosé—dijo—.Supongoquebuscarrefugioenalgunaparte.—¿Refugio?¿Aquí?—Sehorrorizóelhombre.—Imaginoquecualquiertechoserábueno—declaróella—.Llueveconfuerza.

Metemoqueestodurarátodalanoche.Elcocheestáinutilizado,hayunheridocon

Page 26: La Cripta - Curtis Garland

nosotros…¿Seleocurrealgomejor?—No,claro.Pero…—Pero…¿qué?—Nohaypuebloalgunocercano.Andarunpardemillasbajoesalluvia,noes

nada agradable. Ni siquiera seguro. Además, ese hombre necesita ayudainmediata…

—Por supuesto. Si no hay pueblos… ¿existen caseríos, fincas de campo,establosogranerosdonderefugiarse?Demomento,yhastaelnuevodía,esoseríasuficiente.

—Existen edificios, techos sólidos, pero… —el hombre tragó saliva,amedrentado,mirandoentorno.

—Acabemos—habló la mujer enlutada, mirándole fijamente—. ¿Qué ocurreconellos?

—Son…sonlastierrasdelosShelley.—Bien,¿yqué?—¿Preguntaustedeso,señora?¿Recuerdaloquemehizodesviarmeychocar?—Meparecióveralgoanteelparabrisas.Un…unrostrohumano,quizá…—Un rostro… ¿humano? —dudó el chófer, muy pálido, limpiándose de un

manotazo el agua que empapaba su rostro y sus cabellos—. Yo no diría eso,señora…

—¿Quédiríaentonces?—Que esa cara… surgió de la nada. No había nadie cerca del coche cuando

chocamos,¿lorecuerda?—Quizáseasustó,yescapóalvernoschocar.—No,no.Nohubonuncanadieaquí.Esacaraqueflotóenlanoche…eralade

unespectro.—¿Unespectro?—Enarcósuscejasdelgadaslaenigmáticamujerdeluto,con

susprofundosojosfijosenelchófer—.¿Quéclasedeespectro?—Algúnatormentadomiembrode…delosShelley.—¿PorquélosShelley,precisamente?—Porqueahí…justamenteahí…—elbrazodeltaxistasedirigiórectohacialas

arboledas sombrías, al lado opuesto de la carretera—… Ahí está la haciendamalditadelosShelley,consusleyendasdehorrorydemuerte…

—Vaya—suspiró la dama de luto,mirando en esa dirección—.Ya es algo…¿Los Shelley? Supongo que no todas sus propiedades serán simples ruinas sintecho…

—No…no—sepersignóelchófer—.Estálaviejacasasolariega…Ylacapilla

Page 27: La Cripta - Curtis Garland

abandonada.Y…—Essuficiente.Lacasaolacapillaseránuestrorefugio.¡Enmarcha,pronto!—Pero,señora,esperequelecuenteloque…—¡Nadadenada!—cortóella,tajante.Sedirigióhaciaelcocheincrustadoenel

troncodeárbol—.Vamos,ayúdeme.Llevaremosaesehombreconnosotros…—Y…¿Yquéharemos?—gimió,asustado,elconductor.—Refugiarnos. Esperar que pase el temporal —sonrió ella fríamente—. Es

mejorquepermaneceraquítodalanoche.Nosehablemás.Adelante,amigo…Porcierto.¿Cuálessunombre?

—Curley,CurleyClyde,señora…—Bien, Curley. Ayúdeme a llevar a este hombre. El también necesita refugio

urgente.MinombreesBaker.SeñoraBaker…RachelBaker,paraserexactos…—Bien, señoraBaker. La ayudaré gustoso. Pero seríamejor no ir a esa casa

solariegadelosShelley,porqueesoslugaresestán…—¿Malditos?—rióextrañamenteladama—.Bien,desafiemosaldiablo,entodo

caso.Esunanocheadecuadaparaello,afindecuentas.Peroparamí,elpeordiabloesesta tormenta,el frío, la intemperie.Seacomoseaesacasa,nopodráserpeorqueesto,Curley.

—No…noestéustedseguradeeso,señora—gimióelhombre.—¡Curley!—Está…,estábien—seapresuróamanifestar,iniciandolacargadelherido—.

Yavoy,yavoy,señoraBaker…Momentosmás tarde,cruzada lacarreterabajoelaguacero, los relámpagosy

lossordostruenos,cadavezmáspotentesyensordecedores,losdosocupantesdelautomóvil, con el tercer personaje entre sus brazos, se veían en pleno boscaje,próximosalaoscurasiluetadeunviejoedificiosinluces,reveladoporelcentelleodeslumbranteylívidodelosrelámpagos.

—Esa…esa es la casa solariega de losShelley…—musitó con supersticiosoterrorelhombrellamadoCurleyClyde.

La señoraBaker no respondió. Siguieron aproximándose al sórdido edificio,bajounacortinadelluvia.Supaso,conlacargadelherido,resultabahartolentoydificultoso.

Estabansóloaunascuantasyardasdeledificio,cuandounavozahogadasurgiódelabiosdelhombreinconscientehastaentonces…

—Porfavor…Déjenme…Trataré…trataredeirpormipropiopie…hastaellugaralqueustedesmeconducen…

Desúbito, en lanoche, restallódenuevo la luzdeun rayo,y le acompañóel

Page 28: La Cripta - Curtis Garland

fragorhorribledeltruenosobresuscabezas.Mezcladoconello,desdealgunaparteenlaoscuridad,llegó,repetido,elecode

la diabólica risa escuchada antes, cuando el coche se estrelló, tras la visiónalucinantedelrostrocolgadoenlaoscuridad…

LaseñoraBakerdejócaersuavementealherido.Curley,porelcontrario,chillócon terror, soltando al que portaban, y se precipitó hacia la oscuridad, en fugadesesperada.

Page 29: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOIV

MaggieyGailsedetuvieron,conbruscosobresalto.Unescalofríosacudiólarotundidadfísicadelamorenaymásfuertedeambas

muchachas. Quedóse mirando hacia las sombras inclementes de la noche, conexpresióndeterror.

—Diosmío…—musitó,dilatados,susoscurosojos.—Maggie…—jadeóGail—.Maggie,¿quéesloquesucede?¿Quésignifica…

esaespeciedecarcajadaquesonócercadenosotras?—¿Carcajada? —Maggie hizo un vivo esfuerzo, girando su cabeza hacia la

compañeramásdébilyasustadiza.Luego,moviólamismaensentidonegativo—.¿Estásloca?Nooínadadeeso.Sóloelviento,aullandoentrelaarboleda…

—Pero…túmismaparecisteasustada…—¿Yo? Me asusta la idea de caminar mucho tiempo con este clima, bajo

semejanteaguacero,yconrayoscayendotancerca,esoes todo.Nohaynadaquepuedaatemorizarme,despuésdeabandonaraquellacasasiniestra,Gailquerida.Nicreo que puedas asustarte tú tampoco por cosa alguna, tras lo que hemos vividoentreaquellosmuros.

—Bueno, yo… —Gail miró en torno, inquieta, temblorosa, con su carneestremecida, bañada por el torrencial alud de agua que descendía sobre ellas,adhiriendosusdesgarradas ropasalcuerpo—.Yonoséyaquépensar,Maggie…Casidaríalamitaddemividaporunlugarseco,cálidoyconfortable,bajotecho,fuesecualfuese,enestosmomentos…

—PeronoelhogardelaseñoraPilgrim,¿verdad?—Cielos,no…Esonunca—temblólamuchachaconpavor—.Seríacapaz…de

torturarnoslentamente,hastamorir…—Loharía,bienseguraestoy.¡Vamos,Gail!,adelante…—Tomódeunamanoa

suamiga,paradarleánimosaproseguirlafuga.Súbitamente, centelleó sobre sus cabezas la descarga eléctrica, con tan

virulencia y proximidad, queGail exhaló un chillido estridente.Maggie tuvoqueabrazarlacontrasí,paraalentarlay,alavez,sentiralientoellamisma,yelbramidodel truenoagitóa ambas, sacudiéndolas comoenun tremendoespasmoque, a suvez,agitótodoelbosqueenrepentinaconvulsión.

A la claridad fugaz de aquel estallido flamígero descendido del cielo torvo ysombrío, pudierondescubrir,muy cerca, la formade algo: un edificio nomenossombríoquelanochemisma.Pero,cuandomenos…eraunedificio.

Yhacia él, desesperadamente, se encaminó ahoraMaggie, roto en pedazos su

Page 30: La Cripta - Curtis Garland

valorpostrero,arrastrandoconsigoaGail.

***

Eraunaviejacasadedosplantas,sólidayamplia.Susmurosmostraban las huellas del tiempo y el abandono. Era anterior a la

épocavictoriana,ytodaella teníaalgodegóticoenlasolemnidaddesusformas,peseanoserningunaedificaciónexcepcional.

Enlasventanas,altasydesnudas,sedescubríapolvoyroturasquesalpicabaneloscuro fondo de los vidrios. Algunos postigos o contraventanas, se movían aimpulsosdelvientoode las ráfagasde lluvia,golpeando lúgubremente sobre lasparedesolasvidrieras.

Elporchedeentradamostrabahuellasdetotalabandono,tantoensuscolumnascomo en la resquebrajada techumbre, y hierbas silvestres crecían por doquier,apoderándoseimplacablementedelavacíacasa.

La puerta de entrada aparecía medio abierta, con la hoja de recia maderagolpeandodébilmente,aimpulsosdeltemporal,elmarcodelaabertura,sinencajarnunca totalmente,quizáporque la cerradura colgaba, rota, fracturada, impidiendosupestillocolgadoquepudieraajustarseenningúnmomento.

Quizá era el recuerdo de una fuga precipitada, o de un robo posterior alabandono.O,cuandomenos,deunallanamientodemorada,aprovechándosedesusoledadactual.

RachelBakercontemplótodoesocuriosamente,mientrasayudabaacaminaralhombrevacilante,deelevadaestatura,quesemovíaasuladoapoyadolevementeenella. Los fulgores de los frecuentes relámpagos cercanos, iluminaban de mododantescoeinquietantetodalaescena.

Ambosparecíanfascinadosigualmenteenlacontemplacióndellugar,aunqueelhombre heridomostrabamenos interés en ello, acaso preocupado por su propioestado.

—¿Quéleparecesiaprovechamosesacasadefantasmaspararefugiarnos?—indagóella,conraraserenidadenlavoz,dadaslasactualescircunstancias.

Elhombretuvounleveencogimientodehombros.—Pormí, no hay inconveniente—manifestó con voz seca, algo débil—.Este

lugar puede ser tan bueno como otro cualquiera. Cuandomenos, quizá conservepartedeltechointacto.Elsuficienteparaprotegerse.

—Estamosdeacuerdo,caballero—dijoellafríamente—.Adelante,pues,ocurra

Page 31: La Cripta - Curtis Garland

loqueocurra…—Nocreoquepuedasucedernadaespecial—parecíaqueseesforzabaélpor

darleasuvozciertotonodehumorismo—.Creoqueexistenlascasasembrujadas,peronolosbrujos.

Ellalemiródesoslayo.Laoscuridad,aexcepcióndelosdestellosdelaschispaseléctricas, era casi absoluta. Pese a ello, tenía tan cerca al hombre herido,ayudándole a caminar despacio, que descubrió el brillo oscuro de unos ojossombríosyprofundos,fijosenella.

—Esperemosqueseaasí,almenosporestavez—fueelúnicocomentariodeladamaenlutada,altiempoqueempujabalapuertaconunamanofirme.

Chirrió largamente la madera, deslizándose sobre un suelo polvoriento yoscuro.Elhombreheridohizounesfuerzo,soltándosedeellayponiendotambiénlapresióndeunadesusmanossobrelapuerta,hastaquelahizocrujirconmayorfuerza,abriendomayorabertura.Entraronenelmisteriosoedificioconresolución.Luego, apenas lo habían hecho, una fuerte corriente de aire les agitó,estremeciéndoles. Y la puerta volvió a encajarse tras de ellos, sumiéndoles entinieblas.

—Cielos…—susurróladama,pareciendoinquietaporvezprimera.—¿Leocurrealgo?—indagóél.—No,nada…—hablólaseñoraBaker—.Sóloque…mesobresalté.Élregresóatrás,sintiéndosesusfuertespisadassobreelsuelodelacasa.Abrió

la puerta de nuevo, tratando de encajarla demodo que quedase abierta, y dejaraentrarlaclaridadespasmódicadelosrelámpagos.

—Al menos, nos permitirá reconocer el terreno que pisamos —musitó elherido,convozqueibacobrandomayorenergíapormomentos.

Nocomentóellanada,limitándoseamirarenderredor,tratandodehabituarsusojosaaquellaoscuridadprofunda,quesólosealterabaconlosdestellosdeclaridadlívidadelexterior.

Comoimaginara,sehallabanenunampliovestíbulo.Unaescalerapartíahacialoalto,ampliayseñorial.Unalámparadecristalcolgabadeltecho,suciaymediorota,consusbrazoscolgandolamentablemente,unenormeespejocolorcaramelo,ofrecía grietas por doquier, como si alguien se hubiera divertido en golpearlorepetidamente.Miróasuspies.Lasraídasalfombras,fueronalgunavezdeunrojoespeso y acogedor. Ofrecían desgarrones y boquetes comomordeduras de ratas.Ciertos leves ruidos, allá al fondo, le confirmaron la idea de quehabía roedoresabundantesenelabandonadoedificio.

Elhombreestabaprobandolaluz,deespaldasaella.Manipulóvariasvecesla

Page 32: La Cripta - Curtis Garland

misma estérilmente.No se encendió luz alguna en la casa.Cuandomenos, no enaquelvestíbulo.

—Eradesuponer—comentóella.Élsevolvióamirarla.—Sí,eradesuponer—admitió—.Perovalíalapenaprobar,¿nocree?Ellameneóafirmativamentelacabeza.Estabacontemplandoaldesconocido.Eraalto,muyalto.Atlético,vigoroso.Parecíasegurodesí,ahoraquesehabía

rehechodesuinicialestadoenplenacarretera.Lasheridas,consangreseca,entresuscabellos,enmanosyrostro,seguíansiendounmisterio.Yélnohabíahecholamenoralusióntodavíaalmismo,paraesclarecerlo.

Lo cierto es que ninguno había hablado aún de sí mismo. Lo importante erasalvar las inclemencias del tiempo. Y, a juzgar por las apariencias, algo habíanlogradoenesesentido,alpoderserefugiarenlacasa.Quizádespuéshabríatiempoparatodo.

El rostro del desconocido era pálido, anguloso y firme. Los ojos oscuros,revelaban determinación y frialdad. Parecía inteligente y observador. Había algoinexplicable en él, que inspiraba confianza. Pero también cierta inquietud odesasosiego,comosinotodoenélestuvierademasiadoclaro.

La miró él. No era fácil saber lo que pensaba. Pero Rachel Baker, cuandomenos, no podía reprochar nada en ese sentido. También ella era una mujerinexpresiva,glacialyenigmáticadeexpresión,peseasuindudablebelleza,clásicayserena.

Los dos cruzaron sus miradas en silencio, a la claridad de los relámpagos.Luego,eljovensereunióconella,dandounosbrevespasos.

—¿Nosadentramosenlacasa?—seinteresóél.—Creoquepodemosintentarlo,cuandomenos—suspiróella—.Sihayalguna

salaconunviejoydestartaladosofá…mequedaréenella.—Yo me conformo con una silla —jadeo el hombre—. Algún sitio donde

reposarunpoco…ytratardelimpiaralgomisheridas.—Susheridas…¿Quélesucedióexactamente?¿Hasidovíctimadeunatropello,

señor…?—Taylor. Zachary Taylor—explicó él brevemente. Luego, negó despacio—.

No,nohasidoningúnatropello,señorita…—MinombreesBaker;RachelBaker.Ysoyseñora—rectificóellaconcierta

frialdad,mientrasiniciabalamarchahaciaelinteriordelacasa.—Señora Baker, nadie me atropelló—dijo calmoso Zachary Taylor—. Sólo

intentaronasesinarme…

Page 33: La Cripta - Curtis Garland

Avanzó,decidido,pasandojuntoaella,sinmáscomentarios.RachelBaker lemiró sorprendida, antesde seguirle decidida, hacia la amplia

puerta que,más allá del arranquede la escalera, conducía al interior de la plantabaja. Raídas, desbarradas y descoloridas cortinas, colgaban a ambos lados,completamenteinútilesva.

Repentinamente,élredujolamarchadesuslargospasos.Yellaescuchó,conunescalofrío,elcomentarioquepartiódesuslabios,amediotono:

—No diga nada, no aparente advertir nada, señora, pero… hay unos ojosmirándonos desde ahí dentro. Unos ojos humanos… uno de los cuales brillaextrañamente…

Ella dominó su desasosiego, para intentar mirar disimuladamente al oscurointeriordelacasamisteriosa.

***

—Losiento,señores.Noseguiréadelanteportodoelorodelmundo.—Pero… ¿se ha vuelto loco? —masculló con ira Austin Forrest—. ¿Qué

podemoshaceraquí,consemejantetemporal,enestosmomentos?—No sé, señor. Eso es cuenta suya. Pero si quiere hacerme ir más adelante,

perderásutiempo,créame.—Cuandomenos, podrá retroceder, ir a alguna otra parte que seamás de su

gusto —farfulló Forrest, encogido bajo el toldo del pescante de aquel carruajetirado por los dosmulos, obstinadamente parados enmedio del sendero, bajo eltorrentedeagua.

—¿Retroceder? Claro que lo haré, señor. Pero no creo que sea de su gusto.Volveréadondeestáel tren,ymequedaréallímismo,nolodude,esperandoquellegueeldía.

—¿Se ha vuelto realmente demente? —Se exasperó Forrest—. Eso no tienesentido…

—Lo que no tiene sentido es pensar que seguiré adelante. Ahí tiene a misanimales.Ellossonmuylistos.Sabenqueéstaestierradeldiablo,yquenosedebeavanzarmás.Regreso, señor.Y porDios que, con semejante noche, no vuelvo aaventurarmeenningunadireccióndondenohayagentecomoustedycomoyo.

—Esoes,precisamente, loquebusco:gente, lugareshabitados.Lepaguéparaquemellevaraaalgúnsitioasí,recuérdelo.

—Lorecuerdotodomuybien,señor.Peronohablamosdequeanduvieranlos

Page 34: La Cripta - Curtis Garland

Shelleypormedio.—¿LosShelley?¿Quiénessonésos?—Los quemoran esas tierras ante nosotros—se persignó el cochero—. Sus

cadáveres, mejor dicho. Porque todos o casi todos están muertos. Y sus almaspertenecen al diablo. No, nome aventuraré por ese terreno, señor. Por nada delmundo.

—Entonces,¿porquémetrajohaciaél?—Esoesloquemeasusta,señor.Yonoqueríavenirporaquí.Eltemporalestan

fuertequeequivoqueelsendero.Yesonomehabíasucedidonunca.Quieredecirquehayalgomaloenesteviaje,ynoquierocontinuarlo.Sidesearegresaraltren,regresemos.Estodoloquepiensohacer.

—Malditoestúpido—seenfurecióAustinForrest—.Pudohaberdichotodoesoantesdellegaraquí.Miesposaestáenferma,yalove.Noquierosometerlaamásdificultades,dadosuestado.Loqueellanecesitaesestarenunsitiobajo techo,aresguardodeltemporal,ybienatendida…Unlugardondehayagente,calor,luz…

—Gente,calor,luz…—elcocheromeneólacabeza—.PuedeintentarencontraralgodeesoencasadelosShelley,peronoleaseguroqueloconsiga.

—¿LacasadelosShelley?Creíoírledecirquesólohaydifuntosallí…—En el cementerio de la familia —habló el cochero, con aire inquieto,

señalandoanteellos,alaoscuridad—.Peroalgomásallá,alaizquierda,señor,sealzaelviejoedificioabandonado:ShelleyManor…

—¿Abandonado?—Se irritó Forrest—. Difícilmente habrá quien nos atienda,entonces.

—Oh,seguroquesí.Encontrarán,cuandomenos,alviejoVanEyck.—¿VanEyck?¿Quiénes?—El hombre fiel de los Shelley, un viejo criado que prometió cuidar de las

propiedadescuandoelúltimodelosShelley,Brian,desapareció,traslamuertedesus hermanos. Dicen que Brian Shelley enloqueció en alguna parte, y otrosaseguranquehamuertoenotrolugar,ysualmaquierereunirseconsushermanos,en lacripta familiar,peroesosonhabladuríasaunqueaveceshayaquienasegurehaberoídosusgemidosdedolor,deambulandopor laspropiedadesdelafamilia,comounánimaenpena…Enfin, señor,nomegustaesa tierrani sugente,esténvivos,muertos, dementes o sanos. Pero supongoque el viejoVanEyck atenderá,cuando menos, a su pobre esposa. E incluso quizá les procure alojamientorelativamente confortable, al menos hasta el amanecer. O hasta que amaine esamalditatormenta.

No añadió más. Ni se lo exigió Austin Forrest. Éste, resueltamente, bajó del

Page 35: La Cripta - Curtis Garland

pescante,tomóaPamelaenbrazos,ycomenzóacaminarhaciadondeleseñalabaelbrazodelcochero.

—Esallá,acosadecienyardas,señor—dijo—.Perdonequenomeaventureniunayardamás.Mismulosestántanasustadoscomoyo.LosShelleynosonsantodenuestradevoción.

—Malditolugareñosupersticioso…—refunfuñóForrestconira,cargandoconsumujer, camino de la oscura forma de la vieja casona—.Debería arrancarle elpellejoatirasyrecuperarmidinero…

Girólacabezacuandopercibióelrodardelcarruajeyelgolpeteodelaspatasde los animales en el terreno encharcado. El vehículo se alejaba definitivamente,iluminado por un destello cárdeno, violento, que también reveló las inquietantesformasdelacasaantiguadelosShelley.

LosForrestllegaronunosmomentosmástarde,empapadosambosdeagua,aloscuroporchedelacasa.Dentrodeella,sonóenesemomentounfemeninogritodeterror.

Page 36: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOV

—Noseasuste,porfavor.Notemannadademí…—¿Quién…quiénesusted?—MinombreesVanEyck.RoyvanEyck.—Esodicebienpoco.—LesdiráalgomáselsaberqueyosoyelsirvientedelosShelley.Suúltimoy

máslealsirviente,señores…Rachel Baker no repitió su instintivo grito de terror ante la súbita presencia

inesperadadelhombredelojodevidrio.Porqueenrealidad,esoeraloquehabíasucedido.Elraroreflejodeunsolitario

ojoen la sombra,noera sinoel resultadodeque la luzde los relámpagos,en laoscuranoche,sereflejaseenaquelgloboartificialdevidrioqueelviejosirvienteteníaenvezdesuojoizquierdo,vaciadoporalgúnaccidenteodolencia.

Ahora, a la claridad de la luz eléctrica, repentinamente encendida en la salatapizada y con los muros cubiertos de estanterías con viejos volúmenespolvorientos,elpersonajesiniestronoerasinolafiguracanosayencorvadadeunhombre de edad avanzada, de ropas oscuras y tristes, y de macilenta expresióncansada. Su mano rugosa sostenía con firmeza el respaldo de una silla mediodesvencijada,derojotapizadocarcomidomientrasseinclinabaanteellosenunfríosaludo.

ZacharyTaylorestudiólargamentealhombre.Luego,miródesoslayoaRachelBaker,aproximándoseaellalentamente.

—Enelvestíbulonohayluzeléctrica—dijo,sindejardeestudiaralsirviente.—Oh,engranpartede la casaocurre igual—se lamentóél—.Estoestácada

vezpeor.Nosepuedeatenderbienloqueseabandona,señor.—¿Ustedviveaquí?—Sí,señor.—¿Solo?—Completamentesolo,señor.—¿Porqué?Pareceabandonadoporcompleto.—LosShelleyloabandonaron.PeroelseñorPetermerogóundíaque,sialgo

sucedía,nodejasenuncalaviejacasa.Seloprometí.Yunapromesa…essiempreunapromesa.

—Hayvecesenquenotieneobjetoserfielaloquesepromete—señalóTaylor,seco—.Sinohaynadiequehabiteaquí,notienesentidopermanecerenlacasa.

—Esloqueustedsupone,señor.Peroyodebocontinuaraquí.Esperandoaque

Page 37: La Cripta - Curtis Garland

vuelvaelseñorBrian…—¿Brian?—El último de los Shelley. Dicen que enloqueció. Otros aseguran que ha

muerto.Yoconfíoenquevuelvaalgunavez.Tengoqueesperarsuregreso.—Nocreoquelegustesucasa,sivuelvealgunavez—señalóRachelBakercon

sequedad—.Estoyanosirve,VanEyck.Sutareaesinútil,amigomío.—Lacasaexiste.Esloquecuenta,señorita—sonrióelviejocriado,entornando

suojonormal,loquehizomásraroymalignoaquelotroinmóvil,fijo,vidrioso,carenteporcompletodeexpresión—.Lacasay…lacripta.

—¿Lacripta?—Zacharyleestudió,conrenovadointerés.—LacriptadelosShelley,señor—suspiróVanEyck—.Estádetrásdelacasa.

Esasíseconservaintacta,comoelprimerdía.Eslamáshermosacriptadelmundo.Pasomástiempoenellaqueenlacasa.

—¿Cómodice?—Seestremecióél.—Nolointerpretemal,señor.Esunacriptadiferentea todas,yaselodije.Se

puedevivirenella.Sehizoconesaintención.Lacuido,laconservocomoelprimerdía…Lacasaesdiferente.Notengoyafuerzaspara limpiarla toda.Lasratasyelpolvomevencen.Estoyviejo,algoenfermo,muycansado…Porfortuna,aúntengofuerzasparacuidardelacripta.Allínohaypolvo,niratas,niabandono…

Zacharyyladamaenlutadacambiaronunamiradarepentina,aprensiva.Luego,súbitamente,lavozsonóasusespaldasconenergía:

—¿Quéocurreahí?¿Hayalguienenlacasa?¿Quiéngritóantes?Se volvieron con sobresalto. Van Eyck, sin emoción alguna, miró hacia la

entrada.LosForrestestabanallí.Austinllevabaensusbrazosasuesposainconsciente.

Chorreabaaguahastaelsuelo.—Bienvenidos,señor—dijoapaciblementeVanEyck,comosiaquellofueralo

más natural del mundo. Se inclinó, cortés—. Es como en los viejos tiempos…Muchosinvitadoshayestanoche.NohayningúnShelleyparadarleslabienvenida,pero yo puedo hacerlo.Acomódense, por favor, en losmuebles que lo permitan.Creoquepuedo servirles bebida.E incluso algode alimentosquenohanpodidotocar las ratas, malditas sean… Mientras haya luz en la casa, incluso podránconsiderarsecomohuéspedesenunlugaracogedor…

Como si sus palabras fuesen premonitorias, la luz osciló, a impulsos de unadescarga eléctrica exterior. El trueno rebotó sordamente en la noche,mientras lalámparaeléctricadelsalónrecobrabasuestabilidadybrilloiniciales.

—No sé quiénes son ustedes, pero me alivia encontrar personas vivas y

Page 38: La Cripta - Curtis Garland

normales —resopló Austin Forrest, con tono de complacencia, dejando a suinconscienteesposaenunsillónquecrujiópeligrosamente,perosoportóelpeso—.Ella esmimujer, y está bastante enferma.Abandonamos un tren detenido por undesprendimientodetierras…ycreoquefuepeorelremedioquelaenfermedad.Lanocheesrealmentehorrible.

—En una noche así, murieron los señores—murmuró inesperadamente RoyVan Eyck con lúgubre tono—. Pobre señor Peter, pobre señora Belinda… porfortuna,enlacriptanoseescuchanlostruenos,nientralaluzdelrelámpagooelruidodelalluvia…

Hablaba de los difuntos como si pudieran sentir las inclemencias del tiempo.Forrest y Taylor cruzaron sus miradas, significativamente. Pero nadie comentónada.

—Habló antes de bebida, de alimentos…—recordó de pronto Rachel Baker,conservando la serenidad sorprendente de su voz y de su gesto—.VanEyck, ¿deveraspuedesernuestroanfitrión,aunquesóloseaporunashoras?

—Esté segura de ello, señorita—se inclinó, casi ceremonioso, como en unafiestasocialdesusenigmáticospatrones,losShelley,enunpasadomásbrillante—.Serésumejorymássolícitoanfitrión,puestoquelanocheleshatraídohoyaquí,consuinclemenciaNosemuevan,porfavor.Volveréenseguida…

Se ausentó, por una puerta del fondo. Arrastraba suave, perodesagradablemente,suspiescalzadosconzapatillasdefieltroprovistasdesueladegoma.Suspasosseperdieronenladistancia,enlalóbregacasona.

Zachary Taylor miró interesado a la señora Forrest. Parecía atraerle su rarapalidez, la tersura de su suave rostro, bajo el nimbo de rubios cabellos, ahoraempapadosporlalluvia.Miróalhogar,sinleñosnilumbre,perdidoentreelpolvodelasestanteríasdeviejosvolúmenes.

—¿Quélesucedeexactamenteasuesposa,señor?—seinteresó.—Es una rara dolencia tropical—se expresóAustin con vaguedad—.Hemos

vivido algunos años enÁfrica, y allí la contrajo. Está empeorando, y a veces lesucede esto. Cuando vuelve en sí, sufre graves depresiones, crisis largas ydifíciles… Me preocupa mucho. Especialmente, esta noche. Sin médicos, sin unlugaradecuadoparaella…

—Locomprendomuybien—suspiróTaylor, asintiendo—.Es de esperar quepronto pase lo peor de ese temporal… ¿Cree que recuperará el conocimiento enbreve?

—Es posible. Dentro de una hora o dos… Su sopor es siempre prolongado,comounatotalinconsciencia.Esperemosquetodovayabien,señor.

Page 39: La Cripta - Curtis Garland

Se presentaron mutuamente, con cortesía propia de una reunión social. PeroZacharyTaylorhablabaconunaespecialsequedadahora.RachelBakersedijoqueparecíapocopropicioasentirsimpatíaporelseñorForrest.O,cuandomenos,eralaimpresiónquesacabadesuactitudinstintivaparaelreciénllegado.

Momentosmástarde,trasotrabruscaoscilacióndelaúnicalámparaencendidaen el salón-biblioteca, reapareció Van Eyck con una bandeja de plata, bruñida ypulcra,quehacíafuertecontrasteconlamugreyelabandonodelasalaydelrestodelacasa.

Sobreella,veníaunabotelladecristaltallado,conteniendounlíquidodesuavecolorrubí,cuatrocopasdelmismocristalytalla,yunafuentecontapaigualmentedeplata,enlaquesindudahabíaalimentos.

—Escuantopudereunirparaustedes—hablóconapacibletonoelrarosirviente—.Puedenservirsevinoyemparedadosasugusto,señores.Mástarde,quizápuedaofrecerlesalgomás.

—De momento es mucho más de lo que podíamos pedir —sonrió Taylor,aproximándosealabandeja.

Momentos después, las copas eran vaciadas. El vino resultó excelente, y losemparedados,aunqueconpanalgoseco,resultaronapetitososyconfortantesparaelestómago.

Todossehabíanacomodadoenlosasientosmásadecuados,conaireexpectante.LaseñoraForrestseagitódébilmente,demostrandoquecomenzabaavolverensí,vigiladamuy de cerca por su esposo. El sirviente retiró los servicios utilizados,siempresilenciosoyeficaz.

RachelBakerseentreteníaenrevisarlosvolúmenesalineadosenlasestanterías.Trasunosminutosdededicarseaello,sevolviódeprontoaTaylor,conunodelospolvorientoslibrosenlamano.

—Esraro—señaló.—¿Raro?—Zacharyacudióhaciaella—.¿Aquéserefiere?—Estos libros… Todos los que he examinado, corresponden a un mismo

tema…—dejó el ejemplar en un estante, tomóotro de una estantería diferente, ymostróellomoaTaylor,trasquitarleelpolvoconunsoplo—.¿Love?Todossoniguales.Resultaalucinante,¿nocree?

Taylorleyóeltítulodellibro:Elmundodelosmuertos.Enarcólascejasymiróaladamadeluto,pensativamente.

—¿Enquésoniguales?—Entítulosycontenido.Hehojeadovarios:MásalládelaMuerte,Historiasde

ultratumba,Eldifunto,Cementerio,Aquellosquemurieron…yahora,ElMundode

Page 40: La Cripta - Curtis Garland

losMuertos.Seguroquesibuscamosmás,seguirálacoincidencia.—Feacoincidencia,diríayo—Taylorfruncióelceño,empezandoarevisarotra

estanteríaconatención.Levóenvozalta—:Tumbasolvidadas,Elféretro,Leyendasdemuerte…Cielos, qué horrible biblioteca.Aquí, todo parece realmentemuerto,señoraBaker.Inclusoesehombre…

—¿VanEyck?—Ellaenarcólascejas—.Estábienvivo.Inclusonoshaservidovinoyemparedados,queesmucho,dadalasituación.

—No digo que sea un espectro. Pero hay algo en él que recuerda todo esto:olvido,abandono,acasounrarotufodecementerio,unhedordemuerte…

—QuizáporquehabladelacriptaydelosShelleycomodealgofamiliar,llenodevidaydenormalidad—Rachelsacudiólacabeza,pensativa—.Curley,elchóferdelcoche,medijoquepadecíandecatalepsialosShelley.

—Catalepsia…Esunmaldeotros tiempos.ComoalgoescritoporPoe,diríayo.

—Pero existió ese mal. Los entierros prematuros producían sucesosescalofriantes. Dicen que los Shelley vivían obsesionados por esa idea, por elmiedoalafalsamuerteaparente.

—Evidentemente, la muerte les obsesionaba en muchos aspectos —señalóTayloralosvolúmenes—.Noesraroquesusmiembrosmuriesen…osevolvieranlocos.

—Yome pregunto cómo puede estar esta casa tan abandonada, tan vieja, tanmiserable…habiendounhombrequelahabiteycuidedeella—señalóderepenteAustinForrestenvozalta.

—¿Por qué dice eso? —Rachel se volvió hacia Forrest, que permanecíainclinadosobresuesposa,entantoéstaentreabríalentamentelosojos,conaparentefatigaydificultad.

—Oh,pornada.Perounacasahabitadanoseestropeatanto,notienetalaspectode…deabandonoyolvido.Elpolvo,lasratas,lacarcoma,lapolilla…Demasiado,parahaberunhombredeambulandoporaquídevezencuando.

—QuizáVanEyck se pase tiempo sin pisar la casa—señalóTaylor—.Hablóde…delacripta.Parecequehasidocontagiadodelamoralascosasmuertasquesentíansusamos.Sóloasíseexplicaqueunservivoelijacomolugarhabitualderesidenciaelinteriordeunrecintofunerario.

—Sicreyeraenloscuentosdeterror,señorTaylor,¿sabequédiríayo?—¿Qué,señorForrest?—Queesehombre,VanEyck…noexiste.Novive.Queessólounmuertoque

anda.Unsersalidodelatumba.

Page 41: La Cripta - Curtis Garland

Comosiesaspalabrashubieransidoescuchadasporalguien,secaptóderepenteunalaridodeterror,agudoyvibrante,enalgunapartedelacasa.Simultáneamente,seapagaronlaslucesdelsalón,dejándolessumidosenlatotaloscuridad.

Restalló sobre la casa un formidable estallido; un fulgor lívido, de colorcárdeno, penetró al parecer por los propiosmuros y el edificio, tras un temblorviolento,comenzóadesplomarse.

Page 42: La Cripta - Curtis Garland

SEGUNDAPARTE

LOSSHELLEY

Page 43: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOPRIMERO

Elparoxismodel terrorparaMaggieyGail, fue cuando, apenas alcanzadoelporche de la vieja casona, restalló en el cielo, sobre sus cabezas, la descargaeléctrica,ylachispafueacaerconbrutalvirulenciasobreelpropioedificio.

Sudoblechillidodeangustiayhorror,semezclóconelbramidodel impactoeléctrico, con el destello de las luces eléctricas al estallar… y poco después seahogabatodosonidoenelcaosproducidoporelrayo,mientraslacasacomenzabaaarder,conpartedesusmurosennegrecidosviolentamente.

Lasdosmuchachas, lanzadashaciaatráscon fuerzapor laondaexplosivadelrayo, salvaron afortunadamente sus vidas, al no ser heridas por la chispa. Lasllamaradas iluminaronrepentinamenteel lugar,conunaclaridaddantescaque,sinduda alguna, contribuiría a la superstición popular, en torno a las tierras de losShelley.

Maggieseincorporó,tambaleante,consusoscurosojosdilatados,sacandoasuamigaGaildelaampliacharcadondehabíancaído.Lasdosadolescentesparecíanahoraenteramentesinropas,yaqueéstas,hechasjirones,seadherían,empapadas,comounasegundapiel sobresucuerpo.Resultabaasíaúnmásnítidoelcontrasteentre las curvas plenas de lamorenaMaggie y la esbeltez de la rubiamuchachaamigasuya.

Abrazadasambas,ateridas,dominadasporelpavor,contemplaronalucinadaselincendioquedestruíalacasaderruidaporelrayo.

Y, para horror suyo, figuras vivientes comenzaron a abandonar el edificio enpeligro, como si la dantesca noche se animara de repente, en un aquelarre defigurasimposibles.

—No,nopuedeser…—musitóMaggieretrocediendo—.Haygente…Esacasaestabahabitada,Gail.

—¡Huyamos entonces, Maggie! —sollozó Gail—. Si nos ven, querráncapturarnos,entregarnosdenuevoalaseñoraPilgrim.

Dieronmediavuelta,intentandoalejarsealacarrera,alresplandordelincendio.—¡Eh,vosotras!—tronóunapotentevoz,aespaldasdeellas—.¡Deteneos!Esodioalasasuspies.Lasmuchachasaceleraronsucarrera.Peroempapadas

cómo iban, no podían moverse con demasiada agilidad. Un hombre, corriendopresuroso tras ellas, las dio rápido alcance. Dos fuertes manos aferraron a lasjóvenes,haciéndolasvolverelaterradorostrohaciaél.

—Esperad—jadeóZacharyTaylor—.Soisdosmuchachas,dosadolescentes…¿Qué diablos hacéis por aquí, con las ropas en ese estado? ¿De dónde salís

Page 44: La Cripta - Curtis Garland

vosotras?Miraronde cerca al hombre.Era joveny vigoroso. Inspiraba confianza.Pero

estaban demasiado asustadas para sincerarse. En vez de ello, mientras Gailsollozaba,Maggietratódejustificarse:

—Mi…mihermanayyo…estamosdeviaje…Elvehículoenqueviajábamoscon nuestros padres… sufrió un accidente. Ellos fueron en busca de ayuda. Nosasustamosconeltemporalynosalejamosdedondenosdejaronellos…viniendoapararaquí…Noconocemosestaregión,señor…

—Está bien,muchachas.De todosmodos, nopodéis andar corriendopor ahí,consemejantenoche.Vedloocurridoaesacasa.Unrayolahadestruidoenparte.Es peligroso deambular a la intemperie. Venid, buscaremos un refugio, todosreunidos.También a nosotros nos ha sorprendido el temporal en plenoviaje.Notenéisnadaquetemer,muchachas.Vamosya,calmadesosnervios.

Las llevaba consigo, sin que niMaggie niGail ofrecieran resistencia. Taylorresultabapersuasivoylesinspirabaciertaconfianzaque,hastaesemomento,nadiehabíaobtenidodeellas.

SereunieronconlosForrestyconRachelBaker,queestudióintrigadaaambasmuchachas,cambiandoluegounamiradainterroganteconZacharyTaylor.Éstenocomentónada.

Agrupados junto a unmuro que no era pasto de las llamas, todos esperabanalgo,porelcampo,bajoelaguacero,corríahaciaellosVanEyck,elviejocriado,arrastrando sus piernas con dificultad sobre los charcos. Parecía venir de unadepresiónqueelterrenoformabatraseledificio,yenlaquesobresalía,alaluzdelincendio, una estructura sólida, posiblemente un edificio, de no muy ampliasdimensiones.

—Cielos,hasidoterrible…—jadeóelcriado,muypálido,alreunirseconellos.Contemplóelincendio,congestopatético—.LacasadelosseñoresShelley…pastodel fuego. Bien, tal vez el señor lo haya querido así. Pero vengan, no puedenquedarsealaintemperieahora.Lalluviaesmuyfuerte,elvientoesfrío…ypuedencaernuevaschispaseléctricas.Venganconmigo,tienenquerefugiarsebajotechado.

—¿Existeeseotrotecho,VanEyck?—dudóTaylorceñudo.—¿Si existe? Por supuesto, señor. Ahí mismo, en esa hondonada… en el

cementeriodelosShelley.—¡Elcementerio!—SeerizaronloscabellosmojadosdeMaggie—.Diosmío,

no…—El cementerio…—repitió Taylor,más sereno.Miró al viejo criado—. ¿Es

queserefiereusteda…?

Page 45: La Cripta - Curtis Garland

—Sí,señor.AlacriptadelosShelley.

***

Lacripta.Eramejorquenada.Peronodejabadeserincómodo.Deproducirdesasosiego,

incluso en personas nada supersticiosas e impresionables, como parecían serRachelBaker,ZacharyTayloryelpropioAustinForrest.

En cambio,Maggie, Gail, y lamedio consciente señora Forrest, agrupadas aotrolado,parecíanangustiadasdehallarseenaquelrecinto.Apesardeque,comodijera el viejo sirviente, ni los truenos, ni la lluvia ni el viento eran audibles allídentro,traslossólidosmurosdelrecintofúnebre.

Era una cripta singular, ciertamente. Taylor la estudió con curiosidad,recorriendo pausado la forma circular del recinto. Los muros, extremadamentegruesos, les separaban del exterior.La puerta de entrada quedaba a un nivel alto,sobresuscabezas.Unaescaleradescendía,conunaverjapartiéndolaendos,hastaelfondodelacriptapropiamentedicha,dentrodelseñorialpanteóndelosShelley.

Enunlado,sealzabaunaespeciedealtarconunalosademármolblancoyunainscripción en latín. El resto del muro circular, lo cubrían diversas tumbas, connombres de los Shelley y diversas fechas, desde 1850 hasta el presente. La fechasobrelainscripciónenlatín,eralade1845,sindudaelañodesuconstrucción.

Lacripta teníamásdecienaños.Enella,unadocenalargademiembrosde lafamiliaShelley,habíanrecibidosepultura.Perotodoeso,conserimpresionante,nosesalíadelohabitual.

Losdetallesextrañosdelacriptaestabanenotrosaspectos.Porejemplo,existíaun tercer nivel, un sobre-sótano, con luz eléctrica, lo mismo que la cripta toda,procedentede lámparas con formade candelabros.Allí había asientos, unamesa,armariosempotrados,libros,eincluso…unacamaindividual.

—VanEyck.¿Usted…ustedhabitasiempreaquí?—preguntóTaylor,curioso—.¿Esésesualojamientoquizá?

—Sí,señor—asintióelcriadoconsencillez.—Bueno,almenosnosaledeunatumbaparaatenderalosvisitantes—resopló

Forrest, huraño—.Lo cierto es que lo pensé, al hablar de ello y caer justamenteentonceselrayo.

VanEycksevolvióaélconunasonrisaquedejóver susdientes,amarillosydesiguales.Elúnicoojovivo,brillóconalgomuyparecidoalaburla.

Page 46: La Cripta - Curtis Garland

—Mehalaga,señor—dijo—.YonosoyquiénparareposarjuntoalosShelley.Sólocuidosuúltimamorada,comoaelloslesgustaríaquelohiciese.

—Eh,¿sehanfijadoenesto?—SeñalóderepenteAustinForrest,parándoseanteuna de las lápidas murales—. Es la tumba de Belinda Shelley… Dice aquí: «…muertalanochedel27deoctubrede1963…».¿Sedancuentadelacoincidencia?

—Veintisietedeoctubre…—Taylorsemirósurelojcalendarioconcuriosidad—.Esprecisamentehoy,Forrest…

Hubounrarosilencio.Semirarontodosentresí,GailseabrazóaMaggieconmásfuerza.LaseñoraForresttuvounatisbodelucidez,yelevólacabeza,abriendounpocosusclarosojosdeaturdidamirada.Peronodijonada.

—Sí…Hoyhacediezañosya—asintiólentamenteVanEyck—.Diezañosya…Escuriosoqueustedeshayantenidoquereunirseaquíensemejantefecha…yqueelrayohayadestruidolaviejacasasolariega.

—¿Curioso?¿Porqué?—indagófríamenteRachelBaker.Se volvió hacia ella Van Eyck, con su único ojo pestañeando. La miró,

pensativo,comosilaserenidadinmutabledeladamafueradelaspocascosasquelograranimpresionarleenestemímelo.

—PorquePeteryBelindaShelley,cuandomurieronhacediezaños,emplazaronpara taldíacomohoyasusherederos.Hastaestafecha,precisamente,nadieenelmundo,absolutamentenadie,nisiquierasuhermanoBrian,podríarecibirunsolochelíndesuherencia.LafortunadelosShelley,depositadaenunBancodeLondres,solamentepodráserheredadaycobradaapartirdehoy,porelúltimosupervivientedelosShelleyqueexista.Fuelaúltimavoluntaddelosdosfallecidos.

—¿Porquéesavoluntad?—seinteresóTaylorvivamente.—Eslargodecontar,señor—suspiróVanEyck,dandounlentopaseocircular

porlacripta—.Peroesporqueellostemíanmorirasesinados.

***

—Asesinados…—Eso pensaban ellos cuando la muerte se acercaba. Y dejaron escrito el

testamento. Fuimos sus testigos el doctor Barrow y yo. El notario McCullenescribiólavoluntaddelosdoshermanos.

—¿Cómopudieronmorirelmismodíaambos?—LapreguntaeradeForrest.—Nadie lo sabe. Enfermaron misteriosamente. Se agravaron de repente. Y

murieron.

Page 47: La Cripta - Curtis Garland

—¿Quéclasedeenfermedad?—Unmaldesconocido,hereditario.UnShelleyloadquirióenlaIndia.Ytodala

familialoibaadquiriendo.Losmédicosnollegaronadefinirlo,peroeracomounameningitisrápidaymortífera…Llegabaunaparálisisprogresiva,hastamorir.

—Lesharíanlaautopsia,entalcaso—señalóTaylor,ceñudo.—¿Autopsia?Oh,no, señor.LosShelley eran amosy señoresde suvoluntad.

Nadie se opuso nunca a sus deseos. Formaba parte del deseo de la familia,expresado siempre en sus testamentos o últimas voluntades que jamás, fuese cualfuesesumuerte,selespracticaselaautopsia.

—¿Porquémotivoexigíantalcosa?—SeasombróForrest.—Catalepsia—tercióRachelBaker—.Temíanestarvivos,nohabermuerto…y

morir,sinembargo,bajoelbisturídelforense…enunaformabrutal.¿Eraeso?—Señorita, usted ha adivinado la verdad —suspiró el sirviente—. Así era.

Tambiénlacatalepsiaerahereditaria.Yporello,ClemenceShelley,creadordeestacripta, la hizo edificar en 1845, dotándola de cuanto precisarían ellos, una vezmuertos,parapodersobrevivir,sisumuerteerasóloaparente.

—¿Sobrevivir?¿Enunatumba?—dudóForrest,mirandoentornoconsorpresa.—Enunatumba,sí,señor—afirmóVanEyck—.Veaesto,sino…Seaproximóalaltardondereposabanloscandelabrosconlámparaseléctricas,

bajo la gran lápida en latín. Movió uno de los clavos o remaches dorados queadornabanunodelosángulosdelamisma.Lohizogirar.

Increíblemente,enesemomento,sucedióalgoquehizochillardeespantoalasdosmuchachasyhastaalaseñoraForrest.

LastumbasdelosShelley…seabrierontodasalavez.

***

—¡Maggie, tengo miedo! —chilló Gail, mortalmente pálida—. ¡Los muertossalendelastumbas!

Y se abrazó, frenética, a su amiga. Por vez primera. Maggie fue incapaz deayudarla o confortarla. Ella misma, víctima del pánico, cubría su rostro, consollozos de angustia, intentando evitar la contemplación de aquel horrorimprevisible.

En losmuros, las lápidas habían cedido, abriéndose silenciosamente, dejandovereloscurointeriordecadanicho,cuyasdimensioneseransuperioresalasdeunaventananormal.

Page 48: La Cripta - Curtis Garland

Zachary Taylor miró, fascinado, hacia las aberturas producidas donde anteshabía nombres de miembros de la familia, con fechas, epitafios o alusionesfunerarias.

Novioniunsoloataúd,nuevooviejo,dentrodeaquelloshuecosenlosmuroscircularesdelaextrañacripta.

Enelrecintofúnebre,nohabíanadie.Niuncadáver.Niunféretro.Nada.—VanEyck,debiócuidarsusacciones—mascullóForrest,irritado,acariciando

asuesposa,quesollozaba—.Ellaestáenferma.Lahaimpresionado.—Losiento,señor—hablóhumildementeelextrañocriado—.Comoverá,nada

hayquetemer.Nisiquierasevenlosféretrososusocupantes.—¿Dónde están? —Quiso saber Rachel Baker—. Imagino que no habrán

levantadoestacriptaparalosvivos,sinoparalosmuertos.—Exacto, señora. Pero es una cripta especial, ya se lo dije. Piense que les

obsesionaba, por encima de todo, la catalepsia. Si despertaban después demorir,querían poder salir de sus tumbas, no morir dentro de los ataúdes, arañando lamadera, destrozándose a sí mismos, en una segunda agonía definitiva y másespantosaquelapeorimaginable…

—¿Quépodíanhacerellosparaevitarlo?—Sialgúndifuntovolvíaalavida,víctimadelacatalepsia,lebastaríaaccionar

unresortesimilaraéste,señora.Elataúdseabriría,porunengranajeespecial,yelfalso difunto podría salir luego de su nicho, bien a esta nave central, bien a lagaleríacircular.

—¿Galeríacircular?¿Cuál?—SeinteresóTaylor.—Vengan conmigo —pidió ahora Van Eyck tranquilamente—. ¿Quién de

ustedessesienteconánimosdeconocerafondoestahermosacripta?—Yo—dijoTaylor,escueto.—Yyo—afirmóRachelBaker.—Bien.Síganmeentonces—miróalosForrest,alasmuchachas,conunamedia

sonrisasardónica—.¿Nadiemás?—No me moveré de aquí —rechazó Forrest—. Y no creo que las mujeres

deseenotracosa,conlaexcepcióndelamuyvalerosaseñoraBaker.Rachel lemiró sincomentarnada.Luego,VanEyckarrastró suspieshaciael

altar de las luces. Presionó otro resorte. El altar se deslizó hacia el suelo,quedándose solamente la plataforma demármol con las luces.Debajo de ella, seabríaahoraunapuertaconescaleradescendente.Habíaluzeléctricaenelinterior,encendidaautomáticamenteapenassedeslizólapuertadeentrada.

ZacharyylaseñoraBakercaminaronhaciaallá.Envezdeunafétidavaharadaa

Page 49: La Cripta - Curtis Garland

cerrado,asubterráneofúnebre,lesllegóolorafresco,aairerespirableylimpio.Intrigados,siguieronresueltamentealcriado.

***

Erasorprendente.Traslosreciosmuros,laexplicaciónmásclaraasureciedumbreyprofundidad.

No todo eramuro.El hueco entre la pared exterior y la interior, lo ocupaba unaancha galería circular, de dos plantas. En la superior, se alineaban armazonesmetálicos,herméticos.Dentrodecadauno,seadivinabalapresenciadeunféretro.

—Soninviolables.Ynodejanescaparhedoralguno.Perodesdedentro,puedenaccionarse,sielsepultadorecobralavida.Essugranventajaparauncataléptico.

—¿AlgunodelosShelleyutilizóelprocedimiento?—indagóTaylor.—No,ninguno—negó rotundamente el criado—.Creoque se equivocaronal

obsesionarseconsucatalepsia.Losque fueronaquísepultados, jamássalierondeahí.

La planta inferior, alineaba tras unas vidrieras amplias, botellas de vino, delicores,alimentosenconserva,medicamentos,tabletasdevitaminasodehidratos…

—Todocuantonecesitaríaunserhumanoalsalirdelataúd—dijoapaciblementeVan Eyck—. Ahí esperarían, con ciertas comodidades, a la visita inmediata a lacripta.Estaba señaladoque, invariablemente, unavez cada semana, despuésdeunfuneral, alguien pasara a comprobar si todo estaba aquí en orden. Cada ciertotiempo,losalimentosybebidaseransustituidosporotros.

Taylorsintióunasensaciónpocoagradableensuestómago.Faltabaunabotelladevino.Suhuecoeraostensible.Ytambiénunafuenteconteniendoalgo.

—Loquecomimosybebimos…¿Procedíadeaquí?—preguntóalsirviente.—Sí, señor—sonrió Van Eyck—. No debe sentir asco. Es para los muertos.

Peronadielotocajamás.Sonalimentossanos,buenasbebidas…—Losé.Essólo…unasensacióndeincomodidad.—Yonuncalasiento—rióentredienteselviejo—.Yduermoaquí,comoaquí,

leo aquí… rodeado demis señores. Este es un hermoso y tranquilo lugar, puedecreerme.

—Tranquilo…ysilencioso,supongo—mirólahileradeféretrosemplomados,con inscripciones de cada persona allí sepultada—.VanEyck, ¿por qué ha hechousteddelamuerteunmotivodevida?¿Loaprendiódesusamos?

—Sí,señor.Nosedebetemerlamuerte.Esunmododedescansar.Ellosnunca

Page 50: La Cripta - Curtis Garland

hacendaño,aunqueaveces…—¿Qué?—No, nada —Van Eyck agitó la cabeza—. No me haga caso. Soy un viejo

chiflado.Yvivoenunambientequeselesantojaráraro.Imaginocosas,esoestodo.Peroloquenoimaginé,eslodeestanoche…

—¿Estanoche?—Lallegadademisinvitados…Sabíaqueseríaanfitrióndegentequeveníaa

verme,avisitaralosShelleyensuúltimamorada.—¿Porquélosabía?—Eraunpresentimiento.Además,recuerde:hoysecumpleelplazo.—¿Y qué? Sólo existe Brian Shelley, ¿no es cierto? Y dicen que está loco o

muerto.Niunloconiundifuntocobraherenciaalguna,queyosepa.—YonohevistoaúnalseñorBrian.Ignorosimurióoenloqueció.Tengoaún

laesperanzadeverleestanocheporaquí.EncuantoalosShelley…nuncasesabesi,realmente,quedóélsolo.

—¿Qué quiere decir con eso?—Era ahoraRachelBaker la que se interesabaporlacuestión.

—Oh,nadaespecial,señora,pero…hayquiendicequeexistealguienmás.Unmiembro desconocido de la familia Shelley. Una persona que sería pariente dePeter,deBelindaydeBrian…yqueviviríalejos,muylejosdeInglaterra.

—¿Dónde,exactamente?—Zacharyenarcólascojas.—EnAsia,señor.UnhijodelseñorMalcolmShelley,queemigródelpaíspara

siempre,ynoquisosabernadadesu familia,ni reposasiquieraeneste sepulcro.Peroconlaleyenlamano,suhijoesherederolegal.Únicoheredero,si,comosedice,BrianShelleyestámuertoodemente.

—¿Esunhombretambién?—No,nodijeeso.Habléensentidogeneral.Nadiesabesieshombreomujer…

nilaedadexactaquetiene…siesquevive.¿Entiendenahora?Estanoche,puedenpresentarse aquí personas muy especiales. Brian Shelley, el hijo desconocido deMalcolmShelley…yporsupuesto,elseñorBrand.

—¿Brand?¿Quiénesél?—precintóRachel.—Terence Brand, que fue administrador de los Shelley, y actualmente es el

albaceatestamentariodelosmismos…Élnopuedefaltar,comotestigodelhechoprecisoparaentrarenposesióndelaherencia.

—¿Quéhecho?—El heredero o herederos, tendrán que estar forzosamente aquí esta noche,

hastaelamanecercomomínimo,ydesdelasdosdelamadrugadacomomáximo,o

Page 51: La Cripta - Curtis Garland

perderátododerechoaheredarlafortunadelosShelley.ZacharyTaylormirósurelojcuriosamente.—Son ya las dos menos veinte minutos, Van Eyck—informó—. Mucho me

temo que nadie venga ya. Porque supongo que ni los Forrest ni esasmuchachasempapadasdelluviapuedenformarpartedelosShelley.

—No,noseñor—convinoVanEyck,sacudiendolacabeza—.Estoysegurodeque cuando vea ante mí a un Shelley, por desconocido que sea, sabré que es susangrelaquecorreporsusvenas.

—Eso,encuantoalignoradoherederodeAsia.¿YBrianShelley?—Hacediezañosquenoleveo.Perosabréenseguidaquiénes,encuantoasome

poraquí,siesquerealmenteviveynoestáloco.Eneseinstante,unaescalofriantecarcajadasacudióelinteriordelacripta,con

tonosdemoníacos.Luego,seapagaronlasluces.Lasmujereschillarondeterror.Una voz espeluznante, histérica, aguda y delirante, sonó en alguna parte,

erizando los cabellos a Zachary y a la señora Baker, que instintivamente sebuscaron,oprimiéndosemutuamentelasmanos,confuerzayenergía.

—¡Aquíestoy,fantasmasmalditos!—aullólavoz—.¡HallegadoBrianShelleyalacriptadesusparientes!…

Page 52: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOII

Volviólaluz.En ciertomodo, era un alivio.Taylor y la señoraBaker corrieron a reunirse

con los demás, seguidos más trabajosamente por Roy van Eyck, que no parecíaimpresionado por nada de cuanto sucedía en derredor suyo, en aquel climaalucinante.

Maggie yGail ya no tenían ni fuerzas para sollozar. Con ojosmuy abiertos,clavabansusmiradasenlafiguradantescaqueemergíaenmediodelacripta,comounaaparicióndeauténticoaquelarre.

Si era realmente Brian Shelley, último miembro conocido de la familia, nopodíaserunhombrecuerdoninormal.

Alto,enfático,conloscabellosrevueltos,losojosdilatados,muybrillantes,labocacrispada,lasmanosengarfiadas,agitándosesincesar,seenvolvíaenunacapagris oscura, casi negra, y calzaba botas demontar, enfangadas hastamedia caña,bajo su pantalón de jinete. Había en él algo aristocrático, pero también algodecadente.Ymuchodedemente,deparanoico.

Reíadenuevoacarcajadas,yRachelBakerrecordólasrisasalucinantesdelacarretera,elrostrofantasmalsurgidoenlanochelluviosa,cuandochocaronconelcoche.Todoeso significabaalgo, sinduda.HabíavistoantesaBrianShelley, sinsaberlo.El locodeambulódurante toda lanocheen tornoa laspropiedadesde lafamilia,eraobvio.

MiróderepenteaZachary,conunchispazodeclarividencia.—Taylor,ustedhablódequeleagredieron,intentaronasesinarle.¿Nopudoser

eseloco?Estabaporallícerca,ahoralosé.—Puedequefueseél—Zacharymeneólacabeza—.Nopudeidentificarle.Me

atacaronporlaespalda.Yqueyosepa,nohabíarazónparahacerlo.Esaseríaunabuenaexplicaciónparaelasunto,nocabeduda,señoraBaker.

—¿Dedóndehasalidoestefantoche?—preguntóAustinForrest,disgustado—.Seapagaronlasluces,yalencenderse,estabaahí,dondeantesnohabíanadie.

—Oh,nosesorprendan—murmuróVanEyck,reuniéndoseconellos—.BrianShelley es el único, junto conmigo, que conoce a fondo todos los trucos de estacripta.Sabíapordóndeentrar,desdeelexterior,sinserdescubiertohastahallarseentrenosotros.Veanquésencillo…

Y mientras Brian seguía riendo con estridencia, dando paseos y agitando elvuelodesuampliacapa,elviejosirvienteseinclinó,mostrandoelsuelo.

Unadeterminadapresiónsuya,alzóunatrampacircular,enelpavimentodela

Page 53: La Cripta - Curtis Garland

cripta.Sedescubrióunoscuropasajesubterráneo.—Demodoquehizoporahísuentradateatral…—refunfuñóForrest,ceñudo.—Esoes—suspiróVanEyck, incorporándose—.Comunica con la campiñay

conlacasadañadahoyporelrayo.Habitualmente,noseutilizaesepaso.—Pero al amigo Shelley le gusta elmelodrama—comentó fríamente Rachel

Baker.Elaludidosedetuvo,mirándolaconhostilidad.Peronocomentónada,ysiguió

suspaseosabsurdos.Lasmuchachas.MaggieyGail,lemiraronconunamezcladetemorydeincertidumbre.

—Vanaserprontolasdos—señalóTaylor—.SólofaltaenlareuniónelseñorBrand,elalbaceatestamentario.Y,naturalmente…eldesconocidomiembrofinaldelosShelley.

—¡Mentira! —aulló violentamente, revolviéndose hacia él, Brian Shelley. Seaproximó,conojoscentelleantes,encaradosiempreaTaylor—.¡Noexisteningúnmiembro más de la familia Shelley! ¡Todo eso son paparruchas! ¡El hijo deMalcolmmurióenChina!¡Yeraunamujer,nounhombre!¡Estoysegurodeello!¡Sólo yo, Brian Shelley, heredaré esta noche a mis hermanosmuertos hace diezaños!¿Sehaenterado,estúpido?¡Solamenteyo!

Segolpeabaelpechofuriosamente.Teníadesencajadalaboca,lívidalafaz.Lasmuestrasdedesequilibrio,eranevidentes.ZacharyTaylorlecontemplóconfijeza,sin inmutarse. Iba a responder algo, cuando todosvolvieron a estremecerse en elinteriordelacripta.

Esta vez, una extraña voz, profunda y fría, inhumana, como surgiendo de lospropios muros de la cripta, se elevó en el silencio, sacudiendo a todos, con sutimbrechirriante,siniestro.

—¡Losmuertosnoquierenverturbadosureposo!¡MuertealosShelleyqueaúnvivenyprofanannuestrorecintosagrado!…¡Muerte!

—Muerte…Muerte…—repitióunextraño,profundo, espeluznante jadeo,queemergíadetodoslospuntosalavez.

Comosilosmuertosaunaseestuvieranalzando.Comosilosféretrosquelesrodeaban,másalládelosvacíosnichos,vomitaransufétidacargadeputrefacciónhumanahaciaellos.

Hubogritosdeterrorenlabiosfemeninos.BrianShelley,muypálido,miróentorno,conojosdesorbitados.

Y de nuevo las luces se extinguieron por completo, sumiéndoles en totaloscuridad.

Page 54: La Cripta - Curtis Garland

Estavez,elgritoagudoqueescapódebocadealguien,revelabaalgomásqueterrorfrenético.Eracomoelalaridodemuertedealguienquesevearrastradoalfondodeunasepultura,paraserenterradovivo.

Zachary Taylor, inmóvil en la oscuridad, tuvo la rara impresión de que algohorrible sucedía en la sombra, no lejos de él, dentro de la siniestra cripta de losShelley.

***

Tambiénunavezmás,laslucesvolvieron.Todo había sucedido brevemente. Apenas unos quince o veinte segundos de

oscuridad,queatodosleshabíanparecidounaauténticaeternidad.Yahora…Ahora,tododebíahabercontinuadoigual.Peronoeraasí.Zacharylanzóunaimprecación.Asulado,RachelBakerexhalóunlevegritode

angustiadasorpresa.Ytodos,despavoridos,contemplaronlaterribleescena.Ciertamente.BrianShelleyestabatotalmenteileso,pesealaamenazadelavoz

deultratumba.Perolamuertehabíacaídosobreelgrupodepersonasreunidasenelinteriordelacripta.

LavíctimaeralarubiaydelgadamuchachaGail.Yacíasinvida,alospiesdelaaterrorizada, incrédulaMaggie. Sobre un amplio charco de sangre. Con la bocaconvulsa,crispadaacasoenelúltimoalaridodehorroryagoníaquepudoexhalarenlaoscuridad.

De lado a lado de su cuello, el tajo había sido brutal, cercenando casi porcompletolagarganta.Aúnseagitabadébilmente,enespasmosestremecedores,consusojosdesorbitados.

Maggie,conunnuevogritodepánicoyhorror, sedesvaneció.LosbrazosdeZachary llegaron a tiempo de evitar que el cuerpo turgente de la adolescente,chocaracontralasbaldosasdelacripta.

—Diosmío…—dijoroncamenteTaylor,mientrasreteníaalamuchachacontrasí—.Unasesinato.Esunasesinato.Ynocreoquelosmuertostenganculpaenello.

***

—Unasesinato…Pero¿porqué,Taylor?

Page 55: La Cripta - Curtis Garland

Austin Forrest estaba demudado. Hacía su pregunta en medio de una fuertetensión. En un rincón, Rachel Baker se esforzaba por atender a la infortunadaPamelaForrest,presadeunafuertecrisisnerviosa.

Zachary terminó por cubrir con su propio abrigo el cuerpo estremecido,semidesnudo,delaopulentaMaggie,mientraséstanodejabadesollozar,yvolviólacabezahaciaForrest.

—No lo sé—contestó secamente—.Séde esto tanto comopueda saber usted.AmenazaronaBrianShelley,seoscurecieron las lucesy lavíctimafueesapobremuchacha.No logroentenderlo.Nisiquierapudohabererror.Estaba lejosdeesechiflado.

Repentinamente abatido y silencioso. Brian Shelley permanecía quieto en unextremo de la cripta, con la mirada perdida en los nichos abiertos. Van Eyck leestudiaba en silencio.Unpaño púrpura, procedente de las prendas de ceremoniasreligiosasofuneralesenlacripta,tapabasóloenparteelcadáverdelamuchacha.Seveíansuspiesylasangreenreguero.

—Noloentiendo,noloentiendo…—repitióForrestnuevamente—.Todoestoesabsurdo.Trágicamenteabsurdo.

—Perohacostadounavidahumana:ladeunamuchachaqueaúnnoerasiquieraunamujer.Pobreniña…—miróaMaggie—.Mepreguntosiseríaciertasuhistoria.

—Susropaspareceneluniformedealgúncolegiooacademia,diríayo—fueelcomentariodeForrest.

—Fuese como fuese, la asesinaron aquí dentro. El apagón duró poco tiempo.Todopareceindicarqueunodenosotrospudoserelculpable,Forrest.

—Cielos,¿unodenosotros?—Seescandalizóelotro—.¿Estásegurodeloquedice,Taylor?Esmuygraveinsinuaralgoasí.

—Dije que eso no es obra de difuntos, ciertamente —masculló Taylor conaspereza—.Ylorepito.LavozsonóparaasustarquizáaBrian.Oatodosnosotros.Luego,poralgunarazónoscuraqueignoramos,lamuchachafuelaagredidaporelmonstruodelaoscuridad.Lebastóunsolotajo,siconocíabiensuemplazamiento.Aunasídenotóunararahabilidadparamoverseenlaoscuridad.

—Comoloharíaunciego—susurróForrest.Receloso,miróaVanEyck—.Éltieneunojodecristal.

—Sí, todoslossabemos.Estuerto,peronociego—replicósecamenteTaylor.Observó que Maggie descansaba más tranquila, y se incorporó, encaminándosehasta Shelley y el viejo criado. Ambos le miraron: Brian con desconfianza yaprensiónVanEyckconfatalismo.

—¿Cómoseexplicaesto?—preguntóalcriado.

Page 56: La Cripta - Curtis Garland

—Deningunamanera,señor—suspiróVanEyck—.Notienesentido.—Esavoz,laqueamenazóaShelley…¿dedóndepudoproceder?—Loignoro.Todoesonoesobramía,aunqueresultesospechoso,señor.Yono

mataríaanadie,ymenosaunacriaturacomoésa.—Lecreo,VanEyck.PerodijeahoramismoaForrestqueunodenosotroslo

hizo.—¿Quépretende? ¿Acusarme amí?—farfulló repentinamente agresivoBrian

Shelley.—Yono acuso a nadie.No estaba usted solo aquí. Pudimos ser cualquiera de

nosotros.Loquequisierasaberesdóndesehabráocultadoelarmahomicida.Tienequeserunlargocuchillo,tintoensangre,además.

—Hemiradoyaenlosnichos,señor—explicóVanEyck—.Noencontrénada.—Alguien quiere destruir a todos los Shelley —sentenció Brian con ojos

demenciales—.Eseso.Seequivocaron,peroeseso.Eslavenganzadelosmuertos,nohayduda.

—Losmuertosnoempuñancuchillosparadegollaranadie—replicóZacharyTaylor—.Veamos…¿Existenotrassalidassecretasqueyonoconozca,VanEyck?

—No, señor. Si supone que alguien entró, mató a la chica y desapareció,supongo que lo haría por cualquier conducto de los que ya conoce usted. Perotendríaqueserunbuenconocedordelacripta.Ynopuedehaberninguno,estandoaquíelseñorShelleyyyo.

—Falta otra persona—le recordó Zachary—. La persona deAsia, el hijo deMalcolm…

—¡Falso!—aullóenfáticamenteBrian—.¡Noexiste!¡Nohaynadiemás!—Cálleseusted—seirritóTaylor—.Siesapersonaexiste,seríalógicosuponer

que tenía interés endeshacerse deusted…oustedde ella.Pero seguimos sin verclaroporquéfuelamuchachalaelegida.

—Talvez seamujer lahijadeMalcolm—sugirióVanEyck,pensativo—.Talvezfueseesaniña,ynosotrosnolosupiéramos.

Taylorfruncióelceño.Ibaareplicarnegativamente,cuandosefrotóelmentón,comentandodespacio:

—Bueno,nodejaríadeserunaposibilidadmás.RegresójuntoaMaggie.Seinclinóhaciaella.Laadolescentelemiróconojos

de terror.Sus senosasomaban sobreel abrigo.Cariñosamente,Zachary lacubriócomoloharíaunhermanomayor.

Maggie,muchacha—habló suavemente—.Estamos tratando de averiguar porquémataronatuamiguita.Nologramosentenderlobien.¿Loentiendestúacaso?

Page 57: La Cripta - Curtis Garland

Ellamovió negativamente la cabeza, con énfasis. De pronto, pareció advertiralgo.

Taylorsonreíaextrañamente,mientrasellarevelabatemor.—Loimaginaba—suspiró—.Noerahermanatuya,¿verdad?NegódespacioMaggie.Taylorpasóunamanopor lososcuroscabellosde la

muchacha.—Notemas.Nadievaahacertedaño.Teprotegeré,palabra.Peronecesitoquete

sinceres. Si no erais hermanas, la historia de vuestros padres es falsa también.Dime,¿quésucedióconexactitud?¿Dedóndevenís?

—Del…delreformatorio—sollozóMaggie.—Elreformatorio…Entiendo.¿Fugadas?—La señora Pilgrim lo regenta. Es cruel, feroz. Nos tortura y golpea. Tiene

unos esbirros iguales o peor que ella. No es un reformatorio, es un infierno.Resolvimosescapar.

—¿Lasdosjuntas?—Sí,lasdos.ÉramosmuyamigasGailyyo.—Comprendo.¿Sinfamilianingunadevosotras?—Sinfamilia,señor.—¿Porquéosinternaroneneseestablecimiento?—Bueno,Gailera…eraladrona.Perocreoqueeramásbienunaenfermedad.

Necesitabamédicos,nopalizasnitorturas.—Cleptómana,¿no?—MiróaMaggie,pensativo—.¿Y,tú?¿Cuálestupresunto

delito?Maggiedudó.Alfinselodijo,algoavergonzada:—Me…mellamaban…ninfómana…—sollozó.—Ya.Esotambiénnecesitaclínicas,noreformatorios,muchacha.Notemas.No

voyaentregartealaseñoraPilgrim.—¿De…deveras?—gimiólamuchacha,mirándoleconunaternurarepentina.—Sí—rápido,desviólamiradaTaylor—.Maggie,acabemosdehablartúyyo.

Gail… ¿podía ser familia de alguien importante? ¿De un Shelley, por ejemplo?¿Veníadelextranjero?

—¿Ella?Ohno,señor…VivíaenunsuburbiodeLondres.—Gracias, Maggie. Es bastante. Supongo que tú… tú no serás tampoco una

Shelley,pongamosporcaso.—Cielos.No.HenacidoenLiverpool.HevividoenBirmingham,enLeeds…—Essuficienteeso.Ahora,descansa.Sitesucedealgo,sialgotemes,avísame.

Estoyparaayudarte,muchacha.

Page 58: La Cripta - Curtis Garland

—Gracias, señor Taylor —seguía mirándole con ternura. Se incorporó, sinimportarle que el abrigo se deslizara sobre su torso. Buscó lamano de Zacharyparaoprimirla—.Nosealeje.Medaseguridadverleaquí.

Taylor se apartó rápido. No podía olvidar el motivo de que la muchachaestuvieseinternada.Erapeligrososentirseamableconella.

Se encontró conRachelBaker bruscamente. Ella venía pensativa, cruzando elcentrocirculardelacripta.

—PobreseñoraForrest…—comentó.—¿Quélesucede?—indagóTaylor—.¿Estápeor?Nosésiestápeordelohabitual,perolaveomuyenferma.Loraroesqueno

mepareceunmalnervioso.Le faltanmuchosde sus síntomas.Sinembargo, estádestrozada. Dice que desea morir, que sufre mucho, que no puede pensar, nirecordar,quesucabezaleduele,quesienteextrañosdeseos…

—¿Cómoporejemplo…?—Elsuicidio.—Bonitagaleríadepsicópatas tenemosaquí—comentóTaylor, ceñudo—.Un

demente,unaadolescenteenferma, laseñoraForrest…Perosinosufredepresiónnerviosa,¿aquévienetodoeso?¿Algúntumoracaso?

—He examinado un informe médico que lleva consigo entre sus cosas. Losresultadossontodosnegativos.Enteoría,notienenada,segúnlosmédicos.Peroesobvioqueseequivocanporcompleto.

—Sí, no hay duda —miró de soslayo a la infortunada mujer—. Lo que mepregunto es por qué sumarido la hace viajar con semejante estado de ánimo, enfechasasíentrenesnocturnos…yluegoabandonaelferrocarril,paraaventurarseenplenanoche.

—Nomegustaesehombre.—¿Forrest?No,tampocoamí.Peroporesonopodemosacusarledeasesinato,

señoraBaker.—Por favor, no me llame más señora Baker —suspiró ella, cansada—. Si

hemos de convivir aquí esta noche, como amigos y compañeros de infortunio,prefieroquemellameRachelsimplemente.Además,soyviuda.Deboirolvidandoquesoyunaseñora.Haceyacuatroañosdeello.Ymuchosdicenquepuedovolveracasarme.

—Yolaimaginésoltera—sonrióTaylor—.Esmuyjoven.Ymuyhermosa.—Gracias —fue ella algo seca al recibir el elogio—. Pero llámeme Rachel

solamente.Sinintentarcortejarme.—Nolointento,palabra.Ledijelaverdad.

Page 59: La Cripta - Curtis Garland

AustinForrestlesinterrumpióenesemomento,convozbrusca:—Creoqueserácuestióndeirenbuscadelapolicíadeunmomentoaotro—

avisó.—¿Lapolicía?—Taylorlemirófijamente—.Habráqueesperar.—¿Esperar?¿Aqué?—Alnuevodía.Aque ceda el temporal.Dos de nosotros irán entonces en su

busca.—¿Porquédos,precisamente?—Para vigilarse mutuamente. No podemos ausentarnos de aquí, en tanto la

policíanonosautorice.Recuerdequecualquieradenosotrospuedeserunasesino.—¡Esunaidearidícula!—Posiblemente.Peronodudequelapolicíalacompartirá,apenasconozcalos

hechos.—¿Yvamosaestarnosaquítodaestamalditanoche,conesecadáverahí?—Unomás,nocambiagrandementelascosas.Recuerdequeestamosrodeados

deellos,aunquenoseanvisibles.Esteeselreinodelosdifuntos,señorForrest.—Miesposanosoportaráestegolpe,estoyseguro.—Suesposadeberíaestarenunlugarseguro,noviajandoporahí.—Noesasuntosuyo,Taylor—seengallóForrest—.Nosemetaenloqueme

concierne.Entonces,nosequejedenada.Lolamentoporsuesposa,esosí.Ensuestado,no

comprendoporquélahacedesplazarseenviajesmolestos,contiempoadverso.—Lerepitoquenoleimporta.—Entonces,cállese.Seguiremosaquíhastaquelasautoridadesresuelvanalgo.

Estamosmezcladosenunasesinato,nosgusteono,yesoes loquenosobligaacomportarnosdeesemodo,seaonodenuestroagrado,Forrest.

—Parecehaberseerigidoustedeneljefedelgrupo.¿Legustadarórdenes?—No,peroalguiendebehacerlo,paraqueexistaunaciertadisciplinayorden.

Personalmente, impediré que cualquiera pretenda abandonar este recinto, aunqueseaporlafuerza.Yaestántodosadvertidos.

—Nomegustausted—mascullóBrianShelley,mezclándoseenladisputa.—Cállese,Shelley.Nadielepreguntósuopinión.—¡Yosoyquiendebemandaraquí!—chillóél—.¡Estacriptaesmía!—Espero que la disfrute largo tiempo, para usted solo… cuando no estemos

nosotrosaquí—replicóTaylor,conacritud—.Ahora,cierreelpico,oleobligaréaquelohaga.

Sorprendentemente, Shelley enmudeció, bajo la orden de Zachary Taylor. El

Page 60: La Cripta - Curtis Garland

silencioquesehizoenlacriptadurósolamenteunossegundos.De súbito, sonaronunosgolpesen suentrada.Todas las cabezas sevolvieron

haciaalláconsobresalto.

***

—Esél…HablabaRoy vanEyck, caminando a rastras hacia la puerta.Rachel preguntó,

tensa:—¿Él?¿Quién?—El señorBrand.TerenceBrand, el administrador de los Shelley. El albacea

testamentario.Llegaconunpocoderetraso.Peroesél,estoyseguro.Nadiecomentónada.Elcriadollegóalaentradasuperiordelpanteón.Abrióla

puertasólida,dehierroclaveteado.—Buenasnoches—entróunhombrealto,vestidodeoscuro,conmaletín.Desu

sombrerochorreabaelaguaalsuelo—.¿Cómovatodo,viejoamigo?—SeñorBrand…Pase,pase.Leestánesperando.—¿Cómo?—TerenceBrandclavósumiradaenelrecinto—.¿Todaesagente?—Yaseloexplicaré,señor.Notienenadaqueverconeltestamento…creoyo.—¿Crees tú?—Derepente, losojosclarosdeBrandseclavaronconsorpresa

enlaformacubiertaporelpaño.Lasangrehizoqueseledilatasenlaspupilas—.Cielos,¿quéeseso?

—Una…unamuerte,señor.Unasesinato,segúnparece…—¿Estásloco?¿Unasesinato?¿Quién?—Una muchacha, casi una niña. No tendría más de diecisiete años. La

degollaron.—Dios mío…—bajó el rostro, impresionado. Su alta figura se tambaleó—.

Pero¿cómopudosucedereso?¿Quiénlohizo,Roy?—Nadielosabe.Sefuelaluz.Alencendersedenuevo,lachicaestabamuerta.

UnavozhabíaamenazadoalosShelleypocoantes.PeroBriannosufriódaños.Lachica,sí…

—La chica… —Brand caminaba con firmeza hacia ellos, escudriñando susrostros uno por uno, hasta terminar su mirada azul pálida en la forma de lamuchachamuerta.Seestremecióvisiblementealañadir—:¿Sabenquiéneraella?

—Se llamaba Gail. No tenía familia —informó Taylor—. Escapó de unreformatorio,esoescuantosabemos.

Page 61: La Cripta - Curtis Garland

—Ya—el albacea testamentario de los Shelley arrulló el ceño, reflexivo—.Habíapensadoporunmomento…

—¿Qué?—indagóVanEyck,curioso.—No, nada—sacudió la cabeza TerenceBrand—.Una tontería tal vez…Oh,

veo que Brian está presente… De modo que era cierto: vivía, aunque bienescondido,lejosdeestaregión.Nadielehabíavistodespués.

—Nosólovivo,sinoquenoestoyloco,Brand,comodicenalgunos—alardeóconexpresiónmalévola—.Demodoquepercibirémidinero,viejozorro.

—Mecomplaceráqueseaasí.Perolosmédicosresolveránsobreeso,Brian.—¿Médicos?¡Estoymentalmentesano!—aulló.—No lo dudo. Pero hay que comprobarlo con certificados. La herencia es

cuantiosa.Tododebeestudiarsepreviamente,queridoBrian.Noespormivoluntad,sinoporladetuspropiosyqueridoshermanos.

—Misqueridoshermanos…¡Erantodosunbuenhatajodecerdos!—Cuidado—silabeóBrand,irónico—.Recuerdadóndeestás.Puedenoírte…—Losmuertosnooyen.Nihablan.—Noestésmuysegurodeeso.HayquiencreequelosShelleysoncapacesde

todo…aundespuésdemuertos.—Yonolocreo.—Allá tú—lamirada deBrand volvió a la figura de lamuchachamuerta—.

Perodelmodoquesea,noreportasuerteestarcercadeellos,deesoestoyseguro.—Brand,antes ibaadecirustedalgo,yoptóporcallar—eraZacharyTaylor

quienderepentehabíaelevadolavoz—.¿Sereferíaalamuchachamuerta?—Oh,yaledijequenoteníaimportancia.—Quizápensóustedporunmomentoquelaniñaasesinadapodíaserlahijade

MalcolmShelley,¿noescierto,señorBrand?TerenceBrand estudió a Taylor en silencio. En vez de responder, objetó con

otrapreguntaalgoseca:—Yusted…¿quiénes,señor?—No me conoce de nada. Mi nombre es Zachary Taylor, y estoy aquí

casualmente, como todos los presentes, con excepción de usted, Van Eyck… y,naturalmente,BrianShelley.

—¿Todosestabanaquícuandomataronalamuchacha?—Sí,todos.Hededucidoquepudoserunintrusoqueconocierabienlacripta,

para entrar y salir de ella en segundos, moviéndose en la sombra… o pudo seralgunodenosotros.

—Brillantededucción.¿Noseinclinaporningunadeterminada?

Page 62: La Cripta - Curtis Garland

—No,porninguna.—Paramataraalguien,tienequeexistirmotivo.¿Lohayenesto?—Aparentemente,no.Perohayquienmatasinmotivo.—¿Quién?—Unloco.La mirada de Brand, instintivamente, fue hacia Brian Shelley. Éste, asustado,

sacudiólacabezaconénfasis,dilatandolosojos.—¡No,infiernos!¡Nomemiresamí,Brand!¡Esmentira!¡Estoycuerdoybien

cuerdo!¡Yonomataríaanadie!¡Nosoycapazdehacerdañoanadie!—Creo que miente —silabeó fríamente Rachel Baker de repente—. Miente

usted,Shelley.—¿Qué…quédice,señora?—balbuceóBrian.—Ustedatacóaalguien.Ustedquisomataraunhombreestanoche.Yustednos

asustó al chófer Curley y a mí, situándose delante de nuestro coche y huyendoluego.

—¡Miente,miente!—chillóBrian,palideciendo.—Leatacóaél—señalóaZacharyconenergía—.Leatacó,Shelley.¿Yquiere

queledigaporqué?Porqueustedcreíaqueesehombredesconocidopodíaserelhijo de Malcolm Shelley, el heredero que le quitaría todo derecho a la fortunafamiliar.

—Vaya, sabe usted muchas cosas —sonrió Zachary, volviéndose a ella conexpresión irónicaysorprendidaa lavez—.Rachel,yaque tantohadescubierto…¿quéopina?¿SoyonosoyelhijodeMalcolmShelley?

—No,noloes.ElasesinodeGailibabienencaminado…enparte.Porquenosetratadeunhijo,sinodeunahija.Soyyo,Taylor.MinombredesolteraeraRachel…Shelley.

Page 63: La Cripta - Curtis Garland

TERCERAPARTE

ELASESINO

Page 64: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOPRIMERO

—Muyescondidolotuvo,Rachel…—Nodebíadehablarmientrasnosehallarapresenteelalbacea testamentario.

Me temíaalgosiniestroenestanoche. Inicialmente,dudéenvenir.Luego,elazarmismoencarrilólascosas,ytuvequehacerlo.PerotemíaalosShelley,asuinflujo.NomegustaserunaShelley,laverdad.

—Peroloes—suspiróTerenceBrand—.Supongoquepodráprobarlo.—Claro—asintióellaconfrialdad—.Tengotodoslosdocumentosenmipoder,

señorBrand.Peroantesquierodecirlealgo.—Bien.Dígalo.—Renuncioamifortuna.—¿Cómohadicho?—Dilató los ojos el albacea, antiguo administrador de la

familia.—Querenuncio.—¡Perfecto! Así, todo será para mí. Gracias, querida prima Rachel —rió

sardónicamenteBrian.—Cierraelpico—seirritóBrand—.Tulegalidadparaesaherenciaestaráenel

alerohastaquelosmédicosconfirmentubuenjuicio.Porotrolado,ellanopuederenunciarentubeneficio,amenosquelodispongaasípersonalmente.Desuparte.Rachelmismadebedecidirloquesehace.

—Quisieraquefueseaobrasdecaridad—suspiróella.—Altruista… —comentó Brand, perplejo—. Rachel, ¿sabe la fortuna que

supone…?—No sé.Ynome importa lomásmínimo.Nome lo diga.Estoy firmemente

decidida.—NoactúacomounaShelley,laverdad—confesóTerenceBrand.—EsquenosoyunaShelley,aunquellevesuapellido—replicóRachel.—¿Cómo?—MipadreeraMalcolmShelley,perosóloporhabermereconocidocomohija

suya,trasmorirmipadre.MimadresecasóconMalcolm,yalnotenerhijosdeesematrimonio,él insistióendarmesuapellidoparaheredara losShelleyalgúndía.Aceptó mamá… pero yo nunca estuve conforme con mi apellido. Aunque loimportanteesquenollevosangredetanextrañafamilia.

—Eso servirá para impugnar el testamento en lo referente a ella, ¿verdad,queridoBrand?—indagóagudamenteBrian.

—Vetealinfierno—seirritóelalbacea—.Ellamismarenunciaalafortuna,ya

Page 65: La Cripta - Curtis Garland

oíste.Demodoquenotemetasdondenotellaman.AunquenollevesangredelosShelley,tieneperfectoderecholegalaquedarseconlosuyo,sigusta.Queseríaeltotal,siemprequetúnocobrasestuparte.

Brian enrojeció vivamente de ira, y no supo qué decir. Rachel, altivamente,volvióasurincón.Taylorlasiguió.

—Admirable,amigamía—confesó—.Lafelicito.Esunahermosadecisión lasuya. Personalmente, los Shelley no me caen muy bien. Usted, sí. No podía serrealmenteunaShelley,afindecuentas.

—Gracias por sus palabras —Rachel le miró fijamente, con cierta frialdad.Luego, le preguntó envoz confidencial, súbitamente—:Yahemoshabladodemí.Ahora…halemosdeusted.Realmente.ZacharyTaylor,ustednoesunShelleycomocreíanalgunos,pero¿quiénesenrealidadyporquéestáaquí?

Zacharysemantuvosilencioso,fijasumiradaenella.Sonrió.Alfin,meneólacabezalentamente.

—Ustedesmuylista,¿eh,Rachel?—comentó.—Hable,seloruego.Esalgoquemepreocupadesdeelprincipio.¿Porquéle

atacóBrian?¿Quéhacíaustedcercadeestapropiedad?—Vigilar.—¿Vigilar?¿Aquiényporqué?—Vigilar,alaesperadeestanoche—sonrióZachary—.Nosabíaexactamente

loqueibaasuceder,peromiagenciaposeíaunadenunciadehacediezaños,yestanocheeraelmomentodeconfirmarla.

—¿Unadenuncia?¿Suagencia?Noentiendo…—PestañeóRachel.—Esfácil.Setratadeunaagencia…dedetectives.—¡Detectives!¿Ustedesun…?—Investigadorprivado.Dichoasí,suenamejor—Zacharyafirmó—.Sí,losoy.

Mitrabajoconsistíaenaveriguarlosucedidohacediezañosenestemismolugar,enlafincadelosShelley.

—¿Losucedido?Hacediezaños,murieronPeteryBelindaShelley…—Sí.Murieronambos.Peroantesdemorir,nosécómo,BelindaShelleyhizo

llegar unadenuncia hasta nuestra oficina enLondres… informandodeque ella yPeteribanaserasesinadosporalguien.Alguienquesabríaesperardiezaños,sierapreciso,arecogerelbotíndeesedoblecrimen.

—Cielos…¿Unasesinato?—Dos.Yelasesinoalaespera…—¿UnShelley?SóloestáBrianyyo.—¡Sóloustedes, sí!Peroella, en su informenomencionabaaningunode los

Page 66: La Cripta - Curtis Garland

dos,sinoa…asuesposo.AlhombreconquienBelindaShelleysehabíacasadoensecreto…yqueheredaríaeltotaldesufortuna,siaellalesucedíaalgo,demodoirremediable.

—¡Suesposo!¿SecasóBelinda?—Secasó…consupropioasesino.Cuandosupoeso,erademasiadotardepara

evitarlo.Apenasenviadasudenuncia,agonizó,yentróencoma,paramorir.Cuando Rachel iba a comentar algo, nuevamente se hizo la oscuridad en la

cripta.Yvariosgritosdeterrorresonaronenlastinieblas.

***

—Escúchame ahora, Pamela. ¡Mátate! ¡Cuando vuelva la luz, suicídate antetodos!Esunaorden.Esunaorden…

AustinForrestaprovechabasumomentoparaactuar.Aquelinstante,rodeadodetestigos, enun lugardantescocomo la criptade losShelley, sería espectacular elsuicidiodesuesposa.Lehabíaestadoinculcandoenvozbajalaideatrassometerlaa trancehipnóticodisimuladamente,mientras fingíaque la ayudaba a conciliar elsueño.

Ahora, cuando las luces volvieran, Pamela se mataría. Él mismo acababa deponerelarmamortalensusmanos,rápidamente,apenasnotólaoscuridad.Eraelinstanteadecuado.Ahora,onunca.

Sería ahora.Ya había perdido demasiado tiempo con su esposa, por culpa deaquellarara,insólitasituación.

Ahora,encuantovolvieralaluz…—¡Mátate,Pamela!—insistióenunmurmulloinaudible—.Esunaorden.—Esunaorden…—repitióella—.Memataré…Memataré…—Despiertaahora.¡Yactúa!—Fuelaúltimainstruccióndelhipnotizador.Luego,derepente,laluzvolvió,invadiendolaconfusiónenlacripta.Zachary Taylor emitió un rugido de ira. Se precipitó hacia donde yacía el

hombre.Era tarde. El cuchillo que antes degollara a la infortunada Gail, aparecía

hundido,hastalaempuñadura…enlagargantadeldesdichadoBrianShelley.Estabamuerto.Conlosojosdesorbitados,labocaabierta,vomitandosangre,el

cuelloatravesadobrutalmenteporunacortayafiladahojadeacerotintaensangre.—Diosmío…—gimióRachel,palideciendo—.Otravez…Van Eyck contempló la escena con mudo horror. Y en su rincón,

Page 67: La Cripta - Curtis Garland

repentinamente,PamelaForrestseincorporó,gritandoconangustia:—¡Debomorir!¡Debomorir!Rápidamente, sumano alzó el frasco hacia la boca. Cápsulas color verde, de

gelatina,cayeronentresuslabiosconceleridad.

***

Zacharyreaccionóconunaceleridadincreíble.Susreflejosfueroncasifelinos.Desentendiéndose del cuerpo sangrante de Brian Shelley, a quien nada podía

haceryaporayudarseprecipitósobrePamela.Comoporazaradverso,suesposoAustinestabapormedio,ycasi le impidió

llegar.Zachary leapartóconunempujónviolento,derribándole,ysaltócomountigresobrelaseñoraForrest.

—¡Aparteeso,señora!—aulló—.¡Notraguelaspíldoras!…Deunmanotazo,hizovolarelfrascoysuscápsulas,altiempoqueaferrabala

garganta de lamujer, apretando con furia rabiosa, como si fuese a estrangularla.Luego,introdujolaotramanoensuboca,provocándolelasnáuseas.

Hastacincocápsulasgelatinosas,deuntonoverdeoscuro,saltarondesuboca,impetuosamente.Elespasmolahizosoltar,mediodiluidaya,laprimeradeellos,apuntodecruzarsufaringe.

Luego, Zachary la lanzó atrás, contra la pared, mortalmente pálida, jadeante,casiasfixiada.Peroviva.Ysinmáscápsulas,alparecer,ensuestómago.

—¡Rachel! —llamó—. ¡Cuide usted de ella, pronto! No, Forrest, usted no.Apártese.Dejequeellalohaga.

—¡Esmi esposa!—gritóForrest, pálido, alterado, dominandodifícilmente suira.

—Nomeimportanada.Rachelcuidarádeellamientrastanto.Yo,recogerélascápsulas.

Se agachó, contando las que aparecían diseminadas, las que había vomitadoella…Leyóelcontenidoenlaetiqueta,yrespiróconalivio.

Nofaltabaunasolacápsula.Elnombredelproducto,eraeldeunmedicamentoaltamente tóxico, siera ingeridoen fuertedosis.Ydemuyrápidoefectosobreelcorazón.

—Diossealoado—musitó—.Salvamosunavida,cuandomenos,dentrodeestaorgíademuerte…

—¿Quesignificatodoesto,Taylor?—Seintrigó,muypálido,TerenceBrand.

Page 68: La Cripta - Curtis Garland

—Significaquehellegadoatiempodeevitarunextrañosuicidio.Antes,cuandoestuve atendiendo con Rachel a la señora Forrest, curioseé en su monedero. Losiento,señorForrest.Fuesimpleinstintoprofesional.Soydetective.

—Noteníaderecho…Estápasándoseensuactitud,Taylor.—Quizá, señor Forrest. Pero da la casualidad de que su esposa no tenía esas

píldorasantes,ensubolso.Yahora,derepente,apareceesefrascoyplaneamatarse.Esalgomuyraro,deverdad…

—No pretenderá acusarme también de eso. Ya le dije que está muy enferma,tienemaníasraras…

—Taylor, la señora Forrest parece en trance —dijo de pronto Rachel,volviéndose—. Tiene dilatadas las pupilas, habla entre dientes, repitiendomentalmente: «Tengo que matarme… Es una orden Es una orden… Tengo quematarme…».

—¡Hipnosis! —jadeó Zachary, volviendo vivamente sus ojos hacia AustinForrest—.Eseso…

—¿Qué nueva tontería se le está ocurriendo?—rechazó ásperamente Forrest.Perosucarateníaunalividezdemuerte.

—Señor Forrest, su esposa será conducida a un médico apenas salgamos deaquí.Bajomienteraresponsabilidad.Yunespecialistaenhipnosisserállamadopormí.Si sedescubre señal algunadehipnotismopracticado en ella para forzarla alsuicidio…susituaciónvaasermuydelicada,señorForrest…

—¡Maldito estúpido, entrometido y loco! —aulló Austin de súbito,precipitándosesobreél,exasperado,lívido.

Zacharylerecibióapiefirme.Disparósubrazosecamente,conunatremendacontundencia.ElpuñoalcanzóelmentóndeForrest.Luego,otroimpactolehirióelhígadoconvirulencia.

Forrest cayó redondo a sus pies, manchándose con la sangre del cuerpo deBrianShelley…

Page 69: La Cripta - Curtis Garland

CAPÍTULOII

Siguióunmomentodetensacalma.Rachel seguía cuidando de Pamela Forrest. Terence Brand contemplaba la

escena absorto, como si la sucesión vertiginosa de dramáticos sucesos, en aquelencierrodemuertey silencio, fuese capaz,de anular la capacidadde reaccióndetodoserhumano.

SóloZacharyTaylor,enmediodelcaosreinante,manteníaautoridad,firmezaydecisión. Tras una larga pausa, comentó despacio el albacea testamentario de losShelley:

—Bien,señores…Creoquese juntanaquídemasiadoshorroresestanochedepesadilla… Falsos suicidios, hipnosis criminal, asesinatos… ¿Cree que tambiénForrestmatóalachica,yahoraaShelley?

—No, no lo creo—suspiróZachary fríamente—.Son asuntos completamenteopuestos.NohaydudadequeForrestquisobuscarseunacoartada,deshaciéndosedesuesposaante testigos,ysinposibilidaddeserdemostrado jamáselasesinato.Peroesaocasiónaprovechadaporél,provinodeloqueaquíestásucediendoahora.Tememosque alguien, enteradodeque eraunamujer la herederade losShelley,planeó matar a la que podía ser, cometiendo su primer error. Luego hubierainsistido,detodosmodos,alsaberquiéneraella.ElhechodequeRachelrenuncieasu fortuna, no la salva del peligro, porque el asesinonecesita que ellamuera sinhaber firmado su renuncia, y así quedarse con todo: lo de Brian, asesinado enúltimolugar…ylodeRachelShelley.

—Temo no entenderle, Taylor —rechazó el albacea—. Muertos ellos, noquedaríaningúnShelleyconvida…

—Me temoque si—asintió lentamenteZachary—.Quedaría…elhombrequeengañóaBelindaShelley,casándoseconellaensecreto.Legalmente,elmatrimoniosiguesiendoválido,yél,portanto,herederodeesafortuna.

—¿Quédice?¿Unesposo?—Sí,señorBrand—TaylorsevolvióhaciaelsorprendidoVanEyck—.Amigo

mío, usted que conoció bien a los Shelley… ¿quién podría haber engañado aBelinda, hasta el punto de hacerla contraer matrimonio en secreto, con algúnpretextoválido,hacediezaños?

VanEyckpestañeó,perplejo.Luego,sumiradafuedirectamenteaalguien.—Él, por supuesto—dijo—. La señorita Belinda estaba loca por él…Estaba

mirandoaladministradoryalbacea,TerenceBrand.

Page 70: La Cripta - Curtis Garland

***

—¿Sehanvuelto todos locos?—jadeóTerence, lívidodesúbito—.¿Yo,viejoRoy?

—Si.Usted,señorBrand…Rápido, Zachary le arrancó de las manos su maletín. Lo abrió con energía,

tirandopapelespordoquier.Comoimaginaba,hallóundoblefondo.Tirodeél.Estabaocupadoportreshuecos,ysóloendoshabíaalgo:dosestiletesdelestilo

delutilizadoparamataraBrianyaGail.Faltabaeltercero.Enelhuecovacío,habíamanchasdesangreseca…

—Loimaginaba.Ustedsípodíallevarocultosloscuchillos…yconocíaafondolacripta,susentradas,salidas,lasluces…

Estavez,Brandreaccionóyasinpalabras.Sumanovolórápidaaporunodeloscuchillos, para atacar a Zachary y evadirse. Éste, veloz, le arrojó el maletín alrostro,yluegocayósobreél,hundiéndolelacabezaenelestómago,ypegandodellenoensuhígado.

Cuando Brand iba a recobrar el aliento, Taylor le martilleó el rostro y lagarganta con sus puños.Derribó al asesino.Antes de que éste se levantara, ya eldetective privado había alcanzado una de las dagas, apoyando su punta en lagargantadeladversario.

—Un movimiento, Brand, y es hombre muerto —avisó—. La justicia llegadespuésdediezaños.Miagenciasupoesperartodoestetiempo.Tienenlamáxima,queyocomparto,dequeelasesinosiempreacabapordelatarseasímismo,cuandonuevosobstáculosseinterponenentreélylarazóndesuscrímenes…

Alrededor de él, todos miraban con cierto alivio, lo que parecía ser,definitivamente,eldesenlacedelatrágicanocheenlacriptadelosShelley…

Page 71: La Cripta - Curtis Garland

EPÍLOGO

Habíadejadodellover.Lamadrugada,cercanoyaeldía,olíaahierbajugosa,ahumedad,yaairefríoy

limpio.Zachary Taylor lo respiró a pleno pulmón. Se apoyó en un árbol, evitando

miraratrás,alacriptafamiliarsalpicadadesangre.Anteél,VanEyckvigilaba,conlaayudadeRachelydeMaggie,adoshombres

fuertementeligados:AustinForrestyTerenceBrand.—Bien…—murmuróTaylor—.Eseldespertar.Lapesadillaquedaatrás…Rachellemiró,pensativa.Asintióconunadébilsonrisa.—LosShelleyseextinguen—comentó—.¿Quéseráahoradesudinero?—Nosé.¿Insisteendedicarloacaridad?—Sí.Enobrasbenéficas limpiaráalgode la sangrederramada.Nosería feliz

conesafortuna,Taylor.—Creoquehacemuybien.Esto terminará.VanEyck recibiráunpremioa su

lealtad de años, a su extraña devoción a los Shelley, vivos omuertos, peromuyespecialmentemuertos,yesperoqueesacriptaseclausureya,paraquenadievuelvaapasarenellalanoche.

—Cuandomenos,nosprotegimosdelalluvia—rióamargamenteVanEyck.—Sí, eso no puede negarse —convino Zachary, torciendo el gesto—. Pero

hubiera preferido mojarme hasta los huesos, de saber lo que sucedería. Ha sidotododemasiadoterrible…

Maggie se acercó a él. Tenía ya secas sus ropas, pero los jirones revelabandemasiadodesuopulenciafísica,peseasuextremajuventud.Sumiradateníaunararaexpresiónvidriosa,almiraraZachary.

—¿Va…vaadevolvermealreformatorio?—preguntó,asustada.—No, pequeña —negó Zachary Taylor—. Rachel te acompañará a un

establecimientomédico.Hablaremos con las autoridades sobre la señoraPilgrim.Novolverásallí,puedesestarsegura.Necesitascurarte,serunachicanormal.Yloserás.

—Gracias,señorTaylor…Hasidoustedtanbueno…Preferiríairconusted…—No,noespreciso.Noquieroqueveasenmísinoaunhermanoounpadre.

Asídebeser.Maggie.Eslaformadeempezar…acurarte,pequeña.—Sí…Sí, señor…Así lo haré—lemiró turbada—.Gracias otra vez…Seré

fuerte.—Así sanarás antes. Ánimo, Maggie. No todo el mundo es como la señora

Page 72: La Cripta - Curtis Garland

Pilgrim,porfortunaparatodos.Encontrarásgentebuena,cariñosaycomprensiva.Saldrásbiendetodo.Ahora…muchasuerte.

Se apartó de la adolescente. Lamirada de ella, al fin, revelaba una forma deafectoqueantesnoeracapazdesentirhaciaunhombre.Realmente,Zacharyhabíalogradoinculcarlealgonuevo.

—Creoqueesustedunaespeciedesantoconaureolaytodo—sonrióRachel,acercándoseaTaylormomentosmástarde.

—Nollegoatanto,cielos.Sólomesientounpocoprotectordelosdemás—rióZachary—.Peronopuedoolvidarqueaustedesaquiendeboalgo.

—¿Amí?—Sí. Me ayudó cuando estaba incapacitado, herido por ese loco de Brian

Shelley. Y me ayudó con sus pesquisas, sus observaciones… Es usted muyinteligente.Yunagranchica.Esperoquevuelvaaserfeliz.

—Sí,esperoqueotrohombrequiera terminarconmiviudedad—suspiróella—.Esocalmaráamuchasamigasmías,quemeestánaconsejando siempreen talsentido.

—No puede serle muy difícil. Una mujer como usted tendrá pretendientessobrados,estoyseguro.

—Peroamínotodosmegustan.Soydifícildecontentar.—Algún día aparecerá el que la contente por completo. Y no habrá más

problemas.—Yalohay.—Ah,vaya…¿Yél?¿Lacorresponde?—Pues…nolosé—suspiróRachel—.Tendréquepreguntárseloalgúndía.—Yoqueustedselopreguntaríaloantesposible.—¿Deveras?—Ellalemiró,muyfija—.Zachary…¿meamausted?

***

—Cielos,fuetanrepentino,Rachel…—Melimitéaseguirtuconsejo.Medijistequelohicieraloantesposible.—Pero… ¿cómo imaginar que era yo el elegido? Apenas nos conocíamos

entonces…—Unanocheenaquellacripta,eracomounaeternidad.Creoqueallíteconocímásquepudeconoceranadieenestemundo,querido.

Zacharyasintió,pensativo.Luego,tendióelperiódicoasujovenesposa.—Leeeso—comentó—.Yasehizojusticia…

Page 73: La Cripta - Curtis Garland

—¿TerenceBrand?—YAustin Forrest. Los dos. Brand pasará su vida entera en prisión. Forrest

sóloestaráenellaquinceoveinteaños.PeroyahananuladoelmatrimonioconlaseñoraForrest…yellahaencontradoaalguienconquienvaacasarse,olvidandoelpasado…

—Todoterminabien,Zachary…—Casi todo. Como en los cuentos de hadas, aunque en sus inicios fuera un

cuentodeterrorydesangre.Seincorporó.PasearonjuntosporeljardincillodelaviviendadelosTaylor.De

repente,Zacharysedetuvo,mirandoasuesposa.—¿Notearrepentistenuncadehaberrenunciadoaaquellafortuna?—Nunca, Zachary. Y menos aún al ser tu esposa. El dinero de los Shelley

hubierasidounaestúpidabarreraentrelosdos,estoysegura.—Sí,esposible.Nomehubieragustadounaesposamillonaria.—¿Lo ves?—Le abrazó calurosamente, besando sus labios dulcemente—. Es

maravilloso así, Zachary querido. Maravilloso. No quiero otra cosa. No quieronadamás…

***

Fuealañosiguientecuandorecibieronlavisita.Sorprendido,Zacharyleyólatarjeta:«SeñoresdeHoward».Hizo pasar a sus visitantes. La sorpresa creció de grado. Rachel, a su lado,

tambiénsesorprendió.EljovenHowarderaalto,rubioyamable.Teníaaspectodejugadordefútbol.LaseñoraHoward…habíasidodesoltera,simplemente…Maggie.—Cielos,chiquilla…—Zacharyseaproximóaella,estrechandosusmanoscon

calor—.¿Cómohasidoesto?—Todo fue bien, señor Taylor habló la muchacha, convertida ya en una

mujercitaesplendida,aunquesiemprealgorolliza.—¿Sanastetotalmente?—Totalmente.Dick conocemihistoria, no tema.Puedehablar con sinceridad.

Nos casamos hace sietemeses.Ya puede confiar enmí.Nome volveré loca porusted,señorTaylor…aunqueleguardounrecuerdollenodecariño.Ymealegraverque…losdossecasarontambién.¿Sabeunacosa?Aquellanoche…tuvecelosdeella.

Page 74: La Cripta - Curtis Garland

—¿Demí?—riódebuengradoRachel—.Esoesdivertido,Maggie…—Asíerayo.Unaenferma,simplemente—moviósumorenacabezaconénfasis

—.No volví jamás a reformatorio alguno. Trataronmi caso como usted dijo.Ytodo fue bien.He sabido que la señoraPilgrim terminó en prisión, y se cerró elreformatorio.

—Eso sí que es terminar bien absolutamente todo —rió Zachary Taylor—.Recibidmifelicitación,deverdad.Ygraciasporlavisita,Maggie…

Cuandosemarchaban,lamuchachabesóaZachary.Fueunbesoefusivo,perolimpio.

Luego,seausentaron.RachelsecolgódelbrazodeZachary,pensativa.—¿Sabesunacosa,querido?—manifestóconvozgrave—.Ahorasoyyoquien

empiezaatenercelosdeti…Esamuchachayanoesloqueera.Perosiseenamorantodasdeti,igualqueellaoyo…estoyarregladaconmiesposo…

Ambosrierondebuenagana.—Eresadorable—dijoél—.Realmenteadorable…inclusoestandocelosa.

***

Esafuelaextrañahistoriadeunacriptaydeunanochedetormenta.Una historia de sangre, pasiones, amor y odio. De ambición desmedida y

sacrificio honesto. De lealtades y de perversidad. De tensión y de angustia. Demuerteyderesurgir…

En la región, dicen que la cripta de los Shelley está ya cerrada y precintada.Brian fue el último en ser enterrado allí.De esemodo se cerró el ciclo, porqueRacheljamásaceptóserunaShelley.

Ymenosaún,aspiraratenerallísutumbaenelfuturo.Lacriptaeraya sóloun recuerdo.Una leyendade fantasmasyde sangre,que

habíaprovocadounosasesinatosatroces.Peroenlacripta,tambiénhubopersonasqueiniciaronunavidanuevaymejor.ComodecíaZacharyTaylor, todohabíaempezadosiniestramente,enunclima

dehorror,paraterminarapaciblemente,comoenloscuentosdehadas.Yeso,yaeraalgo.Enrealidad,quizáeramucho.Muchomás de lo que todos esperaron vivir durante aquella terrible noche de

angustiayterrorenelinteriordeunaextrañacriptaparaenfermosdecatalepsia…

Page 75: La Cripta - Curtis Garland

FIN

Page 76: La Cripta - Curtis Garland

LUISGARCÍALECHA.NacióenHaro(LaRioja)en1919.Con17añoseldestinolehizoalistarsecomoinfanteenelbandonacionalde laGuerraCivil.«Vanasercuatrodías»,ledijeron,«yconocerásmundo».Peroloscuatrodíasseconvirtieronen tres años de guerra y para rematar la faena, ya con el gradode teniente de laLegión, lomandaron alPirineo.EnLérida conoció a la que fue sumujerTeresaRoig.

Habíaquebuscarselavidaysedecidióaingresarenelcuerpodefuncionariosdeprisiones en la cárcel Modelo de Barcelona. El destino quiso que en la prisión,cumpliera condena uno de los grandes de la literatura «de a duro», FranciscoGonzálezLedesma,«SilverKane», conelquecomenzóa colaborar, enprincipiopor pura curiosidad. Pero la curiosidad se fue convirtiendo en pasión y elfuncionarioenescritor.

Laposibilidaddeganarselavidacomoescritorledecidenaabandonarsutrabajode funcionarioyconsagrarsealoficioalquededicó todos losdíasde suvidaenjornadasdedocehoras.

ClarkCarradosteníaquesacaradelanteasumujeryasuscuatrohijosysepusoalaheroicatarea.Alasseisdelamañanaenlamáquinadeescribirhastalahoradecomer.Siestaynuevasesiónhastalacena.

Sóloasípodíallegaraescribirlastresocuatronovelasalasemanaqueleexigían

Page 77: La Cripta - Curtis Garland

las editoriales—Bruguera,Toray—que imponían a su cuadra de escritores unascondiciones leoninas, de trabajo a destajo, sin sueldo, que convertían a los«escribidores»enauténticosestajanovistasdelaliteraturapopular.

TambiénhasidoautordeartículosdehumorparalostebeosCan-CanyD.D.T.,delaeditorialBrugueraydenumerososguionesparahistorietasdeHazañasbélicasydeaventuras.

GarcíaLecha, un hombre introvertido aunque alegre, se enclaustró en su casa dedondeapenassalía,construyófolioafoliounaobraliterariaenlaquefiguranmásde2.000novelasdetodoslosgéneros,oeste,cienciaficción,policiales,terror,etc.Utilizó los seudónimos de Clark Carrados, Louis G.Milk, Glenn Parrish, CaseyMendoza,KonratvonKasellayElmerEvans.

FallecióenBarcelonael14demayode2005.