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Suplemento de Diario El Oeste - Año 2 - N° 19 19 de agosto de 2013 L a vida de esta comunidad está íntimamente vincula- da con el cuidado de nuestro monumento natural: la Ballena Franca Austral. Mariano Van Gelderen, conocido popularmente como Rey de las Ballenas cuenta que en 1972, cuando llegó Jac- ques Cousteau con el Calypso, sólo se encontraban las Ba- llenas que estaban de paso dirigiéndose al Golfo San José, para aparearse y tener a sus crías. En ese momento, algunos de los buzos notaron el interés que ellas despertaban en los escasos turistas que visitaban el área y comenzaron a reali- zar excursiones esporádicas en sus embarcaciones, a las que luego adaptaron para el traslado formal de pasajeros. En 1973 aparecieron en el Golfo Nuevo, donde actual- mente se realizan los avistajes, las primeras cuatro hembras con crías que permanecieron durante toda la temporada. En ese mismo año se creó la primera empresa de Avista- je de Ballenas y actividades náuticas del pueblo, que en ese entonces no llegaba a los ochenta habitantes. Hoy, Puerto Pirámides cuenta con una población esta- ble, la única en Península Valdés, que busca la sustentabili- dad como forma de vida comunitaria y es visitada por miles de turistas de todo el mundo cada año. Un nuevo comienzo C O M A R C A LA Puerto Pirámides Su historia: L os pueblos indígenas, que antiguamente habitaron la Península Val- dés, pertenecieron a la raza patagónica denominada comúnmente tehuelche, que significa bravo, arisco. En 1779 Juan de la Piedra, toma posesión de la Península Valdés y de toda la Patagonia en el nombre de su majestad católica, comenzando la construcción de un fuerte al que dieron por nombre San José, saqueado y quemado por grupos indígenas en 1810. A las excelentes condiciones naturales se sumaron los atractivos comerciales: las salinas ubicadas en el corazón de la Península y los apostaderos de lobos marinos en las costas. Al principio la sal se transportaba hasta el puerto San José. En 1898 An- tonio Muno se asocia con Piaggio, Peirano y Ferro para realizar una explo- tación integral de las salinas, sin embargo las condiciones del puerto San José no eran óptimas. En el otro golfo, existía un puerto natural de aguas calmas. En la entrada de este puerto había un fiel testigo del paso de los siglos: una pirámide por acantilado. De ahí su nombre: Puerto Pirámides. El 14 de Julio de 1900 Ferro y Piaggio logran la aprobación del gobierno nacional y comienzan la construcción de un ferrocarril que uniría los 34 kilómetros entre la salina y el puerto. A partir de la primera guerra mundial la producción salinera comenzó a disminuir, el desarrollo de los frigoríficos ayudo a que la explotación de las salinas comenzara a cesar y Puerto Pirá- mides comenzó a ser abandonada. Luego de tres décadas arribaron a estas tierras nuevos pioneros con afán de desarrollarse aprovechando la naturale- za como recurso turístico empezaron a repoblar la zona [email protected]

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Suplemento de Diario El Oeste - Año 2 - N° 1919 de agosto de 2013

La vida de esta comunidad está íntimamente vincula-da con el cuidado de nuestro monumento natural: la Ballena Franca Austral.

Mariano Van Gelderen, conocido popularmente como Rey de las Ballenas cuenta que en 1972, cuando llegó Jac-ques Cousteau con el Calypso, sólo se encontraban las Ba-llenas que estaban de paso dirigiéndose al Golfo San José, para aparearse y tener a sus crías. En ese momento, algunos de los buzos notaron el interés que ellas despertaban en los escasos turistas que visitaban el área y comenzaron a reali-zar excursiones esporádicas en sus embarcaciones, a las que luego adaptaron para el traslado formal de pasajeros.

En 1973 aparecieron en el Golfo Nuevo, donde actual-mente se realizan los avistajes, las primeras cuatro hembras con crías que permanecieron durante toda la temporada. 

En ese mismo año se creó la primera empresa de Avista-je de Ballenas y actividades náuticas del pueblo, que en ese entonces no llegaba a los ochenta habitantes. 

Hoy, Puerto Pirámides cuenta con una población esta-ble, la única en Península Valdés, que busca la sustentabili-dad como forma de vida comunitaria y es visitada por miles de turistas de todo el mundo cada año.

Un nuevo comienzo

C

OMARC

ALA

Puerto PirámidesSu historia:

Los pueblos indígenas, que antiguamente habitaron la Península Val-dés, pertenecieron a la raza patagónica denominada comúnmente tehuelche, que significa bravo, arisco.

En 1779 Juan de la Piedra, toma posesión de la Península Valdés y de toda la Patagonia en el nombre de su majestad católica, comenzando la construcción de un fuerte al que dieron por nombre San José, saqueado y quemado por grupos indígenas en 1810. A las excelentes condiciones naturales se sumaron los atractivos comerciales: las salinas ubicadas en el corazón de la Península y los apostaderos de lobos marinos en las costas. 

Al principio la sal se transportaba hasta el puerto San José. En 1898 An-tonio Muno se asocia con Piaggio, Peirano y Ferro para realizar una explo-

tación integral de las salinas, sin embargo las condiciones del puerto San José no eran óptimas. En el otro golfo, existía un puerto natural de aguas calmas. 

En la entrada de este puerto había un fiel testigo del paso de los siglos: una pirámide por acantilado. De ahí su nombre: Puerto Pirámides. 

El 14 de Julio de 1900 Ferro y Piaggio logran la aprobación del gobierno nacional y comienzan la construcción de un ferrocarril que uniría los 34 kilómetros entre la salina y el puerto. A partir de la primera guerra mundial la producción salinera comenzó a disminuir, el desarrollo de los frigoríficos ayudo a que la explotación de las salinas comenzara a cesar y Puerto Pirá-mides comenzó a ser abandonada. Luego de tres décadas arribaron a estas tierras nuevos pioneros con afán de desarrollarse aprovechando la naturale-za como recurso turístico empezaron a repoblar la zona

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El micro-clima de la Península Valdés brinda la posi-bilidad de disfrutar sus playas durante varios meses al año. Al ser una región semidesértica, las lluvias son

escasas y muchos los días soleados. Aunque es una región de vientos, por estar en una bahía protegida la cantidad de días aptos para la navegación es mucho mayor a la de otras regiones patagónicas. Si bien los meses de mayo a agosto son fríos, desde septiembre hasta abril el clima es muy favorable, lo cual diferencia a esta zona del resto de la Patagonia.

Las Playas son muchas, varían sus dimensiones de acuer-do al régimen de mareas diarias que oscila de 40 m a 300 m o más de acuerdo a la característica propia.

Puerto Pirámides:Es la playa propia del pueblo, enmarcada por tamariscos

y médanos, desde donde se embarca a hacer paseos náuticos en verano, avistajes de lobos marinos y diferentes especies de aves, ocasionales avistajes de delfines y en temporada se

realizan los avistajes de ballenas, único lugar de Argentina habilitado para este encuentro con los gigantes del mar.

Piedra Guacha:Es una playa a continuación de la punta Olazabal con

dirección este, a la cual se puede acceder caminando por la costa , está enmarcada por unos enormes acantilados y es la primera de las playas cercanas.

Los Molinos:A continuación de Piedra Guacha a un kilómetro aproxi-

madamente se observa  el retiro de los acantilados y un an-gosto valle en donde se encuentra la vieja estructura de los primitivos molinos de viento que abastecían de agua a la localidad de Puerto Pirámides, es una zona muy tranquila, ideal para disfrutar de unos mates al atardecer.

Las Cuevas:Esta es la playa que cierra la enorme bahía con unos acan-

tilados bajos en donde la oscilación de la marea y el paso del

tiempo crearon unan serie de cuevas de diferentes tamaños, desde este mágico punto se contempla la puesta del sol en el mar.

PardelasEsta es una playa más alejada, unos 16 km desde Puerto

Pirámides, se accede por el camino de ripio que lleva al reco-rrido por la península, y en una entrada a la derecha se obser-va el cartel que indica Pardelas 11 km. Al llegar a un cruce, hacia la izquierda se accede a la playa, de canto rodado, es un área ideal para acampar y chapotear y snorkelear en el agua, hacia la derecha se llega a un lugar llamado la escalerita don-de se practica buceo y se puede ver el islote de Pardelas, y ha-cia la izquierda se llega por la restinga hasta playa Colombo.

Colombo:Es una extensa playa de arena de varios kilómetros en

forma de bahía, a continuación de Pardelas. La amplitud de marea en este lugar es muy grande, creando una playa in-mensa o extremadamente delgada según sea el momento de la marea.

Sol y PlayaS

Avistaje de Fauna Marina

En embarcaciones a motor, en Kayak, caminando por la costa, en bici desde los acantilados, podrás recorrer el litoral adyacente a Puerto Pirámides y contemplar la gran va-riedad de mamíferos y aves que con-viven con nosotros en esta Reserva Natural. 

Excursiones a la Península

Excursiones y traslados en Penín-sula Valdés 

Tours personalizados de vida silvestre, en la Comarca Península Valdés, interpretando los distintos ecosistemas, visitando las reservas de Pingüinos de Magallanes, Lo-bos Marinos de un pelo y Elefantes Marinos. En tour privado de hasta 4 pasajeros, con guía especializado bilingüe.

actividadeS recreativaS

Algo de historiaEl 25 de septiembre, fue declarado como “Día Nacional de

La Ballena” por el Senado de la Nación. Se festeja todos los años en Puerto Pirámides. 

A pesar que en español la llamamos  Ballena Franca  , el nombre en inglés the Right Whale -cuya traducción literal es la Ballena indicada o correcta- le fue dado por ser ideal para ser cazadas. Luego de muerto, el animal flota en el agua y su curiosidad y actitud tranquila permite una aproximación sin problemas. Esta característica hizo que fuera diezmada duran-te años por las flotas balleneras que operaban en los mares del sur. 

A partir de la prohibición de cazar a esta especie impuesta por la Comisión Ballenera Internacional la población comen-zó a recuperarse lentamente y en 1971 la presencia de las Ba-llenas Francas en Península Valdés ya había sido notada por los buzos que extraían mariscos en el Golfo San José (al este de Península): Mariano van Gelderen, Jorge Schmid, Carlos Veloso, R. Bengoa, Norberto Fages, Picallo, Brandimarte en-tre otros. 

No obstante su recuperación hoy sigue en peligro: la falta de una legislación internacional adecuada y de la sanción de la propuesta de crear un santuario natural para esta especie en el Atlántico Sur no crean las condiciones para una recuperación plena. 

La incidencia de las urbanizaciones costeras, la interacción con otras especies (como las gaviotas que lastiman su lomo), el tránsito de buques, las redes de pesca o la modificación de los ecosistemas marinos, mantienen a la ballena franca en una situación de debilidad extrema que hay que superar. Reparar una crueldad histórica cometida contra una especie que ha sido amigable desde siempre para con la humanidad.

Características para reconocer a esta especie:

La característica principal de esta ballena es la presencia de callosidades en la cabeza, que son engrosamientos de la piel colonizados por de parásitos externos (ciámidos o piojo de la ballena), que les confiere una apariencia rugosa y un color amarillento. El tamaño, forma y distribución de las callosida-des permite la identificación individual. Otra particularidad que permite diferenciar a esta especie de otras ballenas es que no tiene aleta dorsal. La cabeza es grande en proporción al cuerpo (representa un tercio del largo total de la ballena) y tiene una gran boca de curvatura exagerada.

Color: Su color es negro o casi negro con parches blancos

irregulares en la zona ventral y a veces en el costado del cuerpo o en el lomo. También se encuentran animales de un gris más claro y en algunos casos casi blancos, salpicados de un motea-do oscuro. Los ballenatos presentan un color bastante más claro que los adultos.

Comportamiento:Como el resto de las ballenas, la Franca austral realiza dos

migraciones al año: una migración trófica o alimentaria hacia áreas muy ricas en zooplancton cerca de la convergencia antár-tica; y una migración reproductiva hacia aguas más templadas y costeras, calmas y refugiadas de las condiciones meteoroló-gicas adversas que presenta el mar abierto y que serían riesgo-sas para las crías. 

A diferencia de los delfines que tienen una estructura so-cial de lazos estrechos, las ballenas no forman manadas sino que más bien se desplazan en forma solitaria. En la zona de apareamiento y crianza se las observa en pequeños grupos de cópula generalmente menores a 6 individuos que luego de la cópula se dispersan, o bien en unidades madre-cría, relación que concluye posteriormente al destete durante la siguiente migración reproductiva de la madre. 

Salta con frecuencia, también permanece largo rato con la cola fuera del agua, golpea la superficie con las aletas y cola provocando explosiones de espuma de mar. Son muy curio-sas, suelen asomarse verticalmente en una posición conocida como “de espio”

Alimentación:La dieta se compone principalmente de Krill antártico.

También come larvas de diversos invertebrados, larvas de pe-ces y organismos del fondo. Si bien durante muchos años se creía que en la zona de reproducción las ballenas permanecían en ayuno, hoy – gracias a las observaciones realizadas por los capitannes de avistaje y al análisis de muestras de materia fecal - se comprobó que durante su permanencia en los Golfos de la Península Valdés las ballenas se alimentan de zooplanton (lar-vas de bogavante, copépodos y algunas especies de krill pre-sentes en la zona) como así también de organismos de fondo. 

Profundidad máxima registrada para esta especie: 184 mts Apnea máxima registrada: 50 minutos en áreas de alimen-

tación (en la zona de reproducción rara vez las inmersiones superan los 10 minutos)

A diferencia de los delfines que son odontocetos  (tienen dientes) las ballenas pertenecen al suborden de los  mistice-tos que comprende pocas especies de gran tamaño, siendo la más grande de todas la Ballena Azul que puede medir más de 30 metros de largo. Las ballenas difieren de los otros cetáceos en varios aspectos, pero la diferencia más obvia es que no tie-nen dientes sino barbas.

Las barbas son de un material flexible llamado queratina (el mismo material del que están hechas nuestras uñas y nuestro cabello), con el borde exterior liso y el interior deshilachado en fibras semejantes a la crin de los caballos. 

Las barbas penden del maxilar superior y son excelentes fil-tradoras que permiten retener el alimento en la filtración del agua de mar.

La Ballena Franca austral tiene entre 220 y 260 barbas re-partidas a ambos lados del maxilar superior y las de la zona central pueden medir hasta 1,80 mts de largo.

Las ballenas francas se exhiben permanentemente. A dife-rencia de otras ballenas, esta especie pasa mucho tiempo en superficie mostrando su cola, aletas y más frecuentemente su espalda. Sin embargo, como un iceberg, es difícil poder ima-ginarnos completamente la forma de una ballena cuando sólo vemos una pequeña parte de su cuerpo.

Reproducción:Gestación: 12 meses. Nace una sola cría que es amamanta-

da durante un año y pasa alrededor de dos años más cerca de su madre luego del destete. 

Las hembras alcanzan la madurez reproductiva entre los 12 y 15 años, cuando alcanzaron un tamaño de 12,5 mts de lar-go. Los machos adquieren la madurez sexual a la misma edad, pero alcanzan la madurez física necesaria para reproducirse bastante más tarde. 

La temporada reproductiva en Península Valdés se extien-de desde mayo a diciembre, y la mayor cantidad de cópulas se producen durante la primera mitad de la temporada, con su pico máximo en septiembre. La cópula es precedida por un cortejo de gran actividad durante el cual varios machos rodean a una misma hembra, cuya actitud por lo general es evitar el asedio sexual colocándose panza arriba. Frente a esa actitud, dos o más machos cooperan uniendo fuerzas y estrategia para obligar a la hembra a girar hasta quedar con la panza hacia abajo para que de este modo uno de ellos pueda copularla. 

Los nacimientos: tienen lugar principalmente entre Agos-to y fines de Octubre. La leche de ballena es grasosa y viscosa en consistencia, ya que tiene más del 50 % de grasa y 12 % de proteínas lo cual permite que el ballenato crezca entre 2 y 3 cm diarios, duplicando su tamaño al finalizar la lactancia, al cabo de un año. 

Se calcula que una hembra tiene una cría cada 3 años. La mortalidad perinatal es de alrededor del 20%. 

Si bien aún no se sabe a ciencia cierta, se calcula que las Ballenas Francas pueden viven alrededor de 60 años, aunque existen especulaciones de que podrían vivir hasta 100 lo cual hasta hoy no ha sido comprobado

BallenaS, un viaje utóPico

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También conocido como: Pingüino de Magallanes, Pájaro Niño, Pájaro Bobo, Pájaro Asno, Pingüino Patagónico o Pin-güino Común. 

Características para reconocer a esta especie:

Los Pingüinos son aves perfectamente adaptadas a la vida acuática marina dentro de bajas temperaturas. Por tal motivo su cuerpo tiene forma de huso originado evolutivamente para un mejor desplazamiento en el agua, resultando una forma corpó-rea altamente hidrodinámica. 

El pico de los Pingüinos es achatado verticalmente, muy fuerte, largo y curvo en su extremo. Estas características, hacen que sea una excelente herramienta para apresar su alimento. 

Como otras aves el interior de su pico está adaptado para poder regurgitar el alimento transportado para sus crías. 

En el paladar posee “rugas (arrugas) palatinas” cuya disposi-ción favorece el avance del alimento capturado hacia el esófago y evita que la presa se escape. 

Las alas de los Pingüinos son cortas, muy aplanadas y fuer-tes. Con ellas son incapaces de levantar vuelo en el aire; pero su desplazamiento en el agua es realmente un vuelo acuático más que natación. Por ello su esternón es también muy poderoso, además de ser un escudo para soportar los golpes de zambulli-das desde alturas considerables. 

En el agua, esas alas son verdaderas hélices que impulsan al Pingüino a velocidades de hasta 45 kilómetros por hora. Le per-miten -utilizando sus patas como timón- realizar maravillosas y rápidas acrobacias, tan necesarias para la captura de su alimento como para poder huir de sus predadores.

Descanso, cosmética y mudaLas aves no reproductoras se agrupan debajo de los arbustos

a descansar a la sombra.A fines de enero y febrero, grupos de juveniles nacidos la

temporada anterior, pasan casi dos semanas en tierra donde mudan su plumaje juvenil por el de adulto.

Todos los pingüinos mudan una vez por año y durante ese tiempo permanecen en tierra sin alimentarse.

Los pingüinos utilizan gran parte de su tiempo en la cosmé-tica de su plumaje, frotándose con el pico, limpiando las plumas

para mantener la estructura de la misma y así contribuir a la im-permeabilidad.

Ciclo reproductivoLos machos son apenas más grandes que las hembras y po-

seen picos más largos y anchos. El macho pesa alrededor de 4 a 5 Kg y mide 45 cm. Alcanzan la madurez sexual a los 4 o 5 años los dos sexos. 

Cada año a fines de agosto, principio de setiembre comien-zan a llegar los machos y luego lo hacen las hembras; los machos acondicionan los nidos ya construídos años anteriores.

Nidifican hasta aproximadamente 800 metros de la costa, pero accidentes naturales hacen que su caminata desde el mar pueda ser de más de un kilómetro.

Las hembras ponen generalmente dos huevos a comienzos de octubre y tras 40 días de incubación compartida con el ma-cho nacen los pichones.

Ambos sexos defienden el nido y alimentan los pichones con peces, como anchoítas y calamar. Los pichones nacen cubier-tos de plumón gris oscuro, el cual pierden en febrero cuando mudan a plumaje juvenil. En este momento se independizan realizando sus primeras incursiones al mar en busca de alimento

Pingüinos de Magallanes

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A la Orca se las llama también balle-nas asesinas. Sin embargo, son delfines. Son los delfines de mayor tamaño. Son mamíferos, y por lo tanto tienen sangre caliente, respiran aire y paren a sus crías.

Las orcas están presentes en todos los océanos del mundo, si bien se las suele encontrar cerca de las plataformas continentales. Existen registros en la Antártida, Argentina, Islandia, Japón, Kamchatka (Rusia), Noruega, Nueva Zelanda, Nueva Guinea, Norte Améri-ca (Pacífico) y Reino Unido. Aún así, a la fecha no hay proyectos de investiga-ción que hayan identificado poblaciones numerosas en ninguna de estas áreas.

La orca es un cetáceo dentado (Odontoceti) como lo son otros del-fines, las marsopas, los cachalotes, etc. Poseen ente 10 y 13 pares de dientes cónicos que encastran situados en las mandíbulas superior e inferior, suman-do un total aproximado de 48. Como ocurre con los árboles, el número de anillos en los dientes indican la edad del individuo.

Las orcas macho alcanzan un tama-ño máximo de aproximadamente 9,8 m (32 pies) y un peso de 9-10.000 kg (9-10 ton). 

Las hembras son más pequeñas; su tamaño llega a los 8,5 m (28 pies) y su peso oscila entre 6.500 y 7.500 kg (7- 8 ton). 

Las crías nacen con un tamaño aproximado de 2,4 m (8 pies) y un peso de alrededor de 180 kg (400 libras).

Las orcas presentan dimorfismo sexual, o sea, los dos sexos presentan diferencias de forma y tamaño. Estas diferencias comienzan a aparecer a la edad de 10-15 años. Una característica distintiva es la aleta dorsal, que en los machos adultos puede llegar a medir casi 2 metros (6 pies) y presenta una forma triangular. La aleta dorsal de las hembras suele alcanzar un tamaño pro-medio de 1 m (3 pies), y es curva como la de un delfín.

En la actualidad, se considera que existe una sola especie de orcas, aunque el aislamiento geográfico puede haber creado distintas razas y poblaciones. Por ejemplo, en el Noroeste del Pacífico, en las costas de Washington, Columbia Británica y Alaska, existen dos tipos de orcas diferenciados denominados “Transeúntes” y “Residentes”.

Estas dos clases de orcas comparten el mismo océano, pero no se mezclan, y difieren en cuanto a sus hábitos sociales, distribución, dieta y en cierta forma in-cluso su apariencia física. Además, existe un tercer tipo de orcas denominado las “Costeras”. Estas orcas ocasionalmente se aventuran en esta zona y tampoco se mezclan con las otras orcas.

Divisiones similares en “tipos” de or-cas se han hallado en otras áreas como en la Antártida, donde existen el “Tipo A”,  “Tipo B”  y  “Tipo C”. Cada uno se distingue por su pigmentación. La orca “Tipo A” es como una típica orca blan-ca y negra, pero las orcas “Tipo B” y

“Tipo C” son grises y blancas. La “Tipo B” tiene además manchas post-oculares grandes, mientras que las de “Tipo C” poseen manchas post-oculares inclina-das hacia arriba. Existe cierta evidencia sobre que estos distintos tipos de orcas pueden ocupar distintos habitats (por ej. cerca del hielo, o en aguas abiertas), y cazar distintas presas (por ej. pingüinos y focas, o peces).

Reproducción:Las hembras pueden comenzar a re-

producir a la temprana edad de 11 años. Las jóvenes hembras en edad de madu-ración suelen convertirse en “niñeras” a fin de prepararse para la futura respon-sabilidad de ser madres. A lo largo de su vida, una hembra puede llegar a tener de 4 a 6 crías, y dejan de reproducir aproxi-madamente a la edad de 40 años, aun-que existen excepciones. El período de gestación ronda los 17 meses.

Los machos comienzan a madurar a la edad promedio de 12-14 años. A este período lo caracteriza el rápido creci-miento de la aleta dorsal. A medida que la aleta dorsal crece, comienza a estirar-se y pierde su curvatura anterior. A este crecimiento se lo denomina “brote”. El crecimiento de la aleta dorsal y del cuer-po continúa hasta alrededor de los vein-te años de edad.

Las orcas son animales muy socia-bles. En algunos casos viven en grupos familiares pequeños. No poseemos cer-tezas acerca de los grupos que habitan el área de Península Valdés, ya que no se han efectuado estudios genéticos que confirmen las observaciones de campo.

la orca Características

de esta especie

Los pinnipedos son mamíferos marinos perfectamente adaptados a la vida en el medio acuático pero, a diferencia de los cetáceos, pueden vivir también en tierra firme. Estas espe-cies permanecen un período alimentandose en mar abierto y un período en la costa para reproducirse, mudar su pelaje y descansar. 

En la Península Valdés se encuentran apostaderos de dos especies de pinnipedos:

Lobo marino de un peloEl Lobo Marino de un pelo posee una fisonomía más leo-

nina. Los machos adultos tienen una cabeza robusta, con una densa melena que cubre también el cuello y parte del pecho, de allí el nombre de leones marinos. Alimentación: peces, calamares y crustáceos Profundidad máxima registrada: 120 mts Apnea máxima registrada: 8 minutos Color:  La coloración de los adultos varía desde pardo hasta

marrón claro amarillento. Los recién nacidos son de color negro hasta la primera muda, que ocurre al mes de vida, en la que adoptan un color pardo oscuro. 

Elefante marinos del Sur Perteneciente a la familia de los Focidos (focas)Los elefantes marinos permanecen durante la mayor parte

del año alimentándose en aguas profundas y los períodos que pasan en la costa - sin alimentarse - son para mudar el pelaje y para reproducirse. La muda anual ocurre entre la primavera y el verano. Dura pocos días durante los cuales se desprenden grandes parches de piel que pueden observarse entre los cantos rodados de los apostaderos. 

Los machos presentan una prosbosis o trompa que se desa-rrolla completamente a los 8 años de edad y que le confirió el nombre de elefante marino. Esta trompa es inflada exhalando aire que queda retenenido por acción muscular. Los ojos son muy grandes, lo que le permite captar luz cuando bucean a grandes profundidades.

Los machos adultos comienzan a llegar a los apostaderos reproductivos en Agosto, y las hembras en Septiembre. Los machos compiten agresivamente para convertirse en el macho dominante o “alfa” del haren, y las peleas implican contacto físico. Es común ver en los cuellos de los machos adultos las cicatrices producidas por los dientes de otros machos durante estas peleas por el dominio del haren.

Los harenes varían en número desde pocas hembras hasta más de cien. El mayor registrado fue de 130 hembras para un

solo macho. Durante el período de reproducción, que puede durar unos 3 meses, los machos vigilan permanentemente su haren intentando evitar que otro macho copule a alguna de sus hembras. Como no se alimentan, los machos pueden perder hasta 12 kg diarios. 

A la semana de su llegada, las hembras paren sus crías a las que amamantan durante unos 25 días con una leche muy energética que produce en el cachorro un aumento de peso de aproximadamente 5 kilos diarios mientras que la madre, en ayuno, pierde alrededor de 9 kilos por día. Al momento del destete, el peso inicial del cachorro habrá aumentado un 300%. 

Luego del destete, los cachorros pasan por un período de ayuno en la costa que puede variar entre 30 y 90 días, tras lo cual se aventuran en el mar en busca de conseguir su primer ali-mento sólido. Esta es una etapa muy crítica para los cachorros, ya que durante este período se produce una gran mortandad.

Los machos alcanzan la madurez sexual a los 5/6 años, pero sólo comenzarán a reproducirse a partir de los 10 años. Si so-breviven, porque más del 90% de los machos morirá antes de llegar a reproducirse.

Las hembras tienen una vida reproductiva de unos 15 años, alcanzando la madurez reproductiva cuando tienen alrededor de 5 años de edad. Se cree que viven hasta los 20 años, mientras que los machos no pasarían los 15.

Pinnípedos