LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

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Publicaciones del Instituto Nacional de Previsión. LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA Diez años de actuación social y económica. (Separado de los núms. 89 y 90 de los «Anales del Instituto Nacional de Previsión».) Madrid, enero 1931: Imprenta y Encuademación de los Sobrinos de la ! , ___ _ Sucesora de M. Minuesa de los Ríos. Miguel Servet, 13.—Teléf. 70710

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Publicaciones del Instituto Nacional de Previsión.

LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

Diez años de actuación social y económica.

(Separado de los núms. 89 y 90 de los «Anales del Instituto Nacional de Previsión».)

Madrid, enero 1931: Imprenta y Encuademación de los Sobrinos de la ! , ___ _

Sucesora de M. Minuesa de los Ríos. Miguel Servet, 13.—Teléf. 70710

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1931 — Núm 279 .

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Su fundación y organización.

La Caja de Ahorros ha cumplido los diez años de vida. Se creó por acuerdo de la Excma. Diputación, adoptado en sesión celebrada el 31 de marzo de 1920, al apro­bar una moción presentada por el Diputado D. Jesús R. Villachica, concediéndole su patronato y garantía.

Una Comisión laboró sin descanso, para organizar sus servicios, logrando que se inaugurasen el 18 de enero de 1921.

Su objeto quedó clara y concretamente definido en el Estatuto que regula su actuación, y es el siguiente: "Recibir y hacer productivas las economías que se le confían, principalmente las de las clases menos acomodadas; facilitar el crédito personal y corporativo, y dedicar sus beneficios al establecimiento, fomento y ayu­da de instituciones sociales de Beneficencia y de utilidad pública, en el desarrollo de la cultura y riqueza vizcaínas; inspirar, administrar y proteger a los organis­mos de Seguro o de mutualidad social." Su programa es amplio, y el éxito superó a las esperanzas optimistas de sus iniciadores. La Caja Vizcaína ha alcanzado un desarrollo insospechado. Es una de las instituciones de Ahorro popular más jóve­nes de España, y ocupa entre ellas uno de los puestos preeminentes.

Las causas de esta prosperidad radican en la significación y prestigio de la Cor­poración que la dio vida; en su actividad, gracias a 'la que se han instaurado en Vizcaya provechosas y fecundas obras sociales; a la administración austera de las economías que se le confían, y a la popularidad de todas sus actuaciones. Otra ra­zón muy significativa explica el crecimiento verdaderamente extraordinario de esta institución, y es la de que Vizcaya sentía la necesidad de tener su Caja, sentimiento y anhelo que habían sido recogidos ya en otras fechas por los Diputados D. Ale­jandro de Larrea y D. Santiago de Ugarte. El país supo responder a las resolucio­nes de su Diputación, depositando en la Caja sus economías, favoreciéndola con sus entusiasmos y alentándola con sus incondicionales adhesiones.

La Caja se rige por un Estatuto aprobado por la Diputación, y su administra­ción está encomendada a una Junta de Patronato, integrada así:

Presidente: Excmo. Sr. Marqués de Villafranca del Castillo, Presidente de la Diputación.

Presidente de la Comisión permanente: D. Valeriano Balzola, Diputado. Vocales: D. Alejandro de Larrea, Diputado; D. Emiliano de la Hormaza, Dipu­

tado; D. Juan Gardoqui y Mandalúniz, Diputado; D. Rafael Muñoz, Diputado; Excmo. Sr. Conde de Aresti, vecino; D. Nicolás Bengoa, vecino; D. Julián Claudio Lecanda, vecino; D. Gabino de Orbe, vecino, y D. José J. Sautu, vecino.

Consejero vitalicio: D. Aniceto de Dúo, que fué el primero y único Consejero-Delegado de la Caja.

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Un Reglamento determina el régimen interior de Ja institución, que está or­ganizada así:

Director: D. José de Gainzarain y Corres. Subdirector: D. Antonio de Echevarría y Gana. Secretario: D. Fernando de Gorostidi. Cajero: D. Jesús Torre. Contador: D, Pablo de Juaristi. Previsión: D. Timoteo de Ureullu. Secretariado social: D. José de Posse y Villelga.

Un personal muy competente y celoso, verdaderamente seleccionado, presta sus servicios en las diferentes Secciones de la institución.

La Caja Vizcaína practica el Ahorro en todas sus modalidades. Cuida de implantar y administra los Seguros sociales, en sus variadas formas. Su Secretariado social cumple elevadas finalidades orientadoras y directrices

en la acción pública vizcaína en materia social, ancho campo en el que caben am­plias modalidades de actuación, esencialmente popular.

Oficinas y Sucursales.

Las primeras Oficinas de la Caja estuvieron instaladas en el Palacio de la Di­putación. Pero sus actividades adquirieron tan rápido desarrollo, el movimiento de sus operaciones fué tan intenso, que pronto hubo que pensar en su ampliación, hasta que la fortuna deparó la adquisición de su actual edificio social, enclavado en el lugar más céntrico de Bilbao, en el que se han montado sus Dependencias del modo más perfecto.

Muy pronto buscó la expansión de sus actividades fuera de Bilbao, situándose en los principales pueblos del Señorío, y el éxito de estas Sucursales fué tan desta­cado, tan insistente el llamamiento de los pueblos, que a ellos se fué, procurando atenderlos en su justa demanda.

La organización actual de sus Servicios en Bilbao comprende las Oficinas cen­trales y dos Subcentrales, en los cascos viejo y nuevo, y en los pueblos cuenta con las siguientes Sucursales: Amorebieta, Aracaldo, Arrigorriaga, Baquío, Baracaldo, Bermeo, Bérriz, Carranza, Durango, Elorrio, Erandio, Ermua, Galdácano, Guer-nica, Gordejuela, Larrabezua, Las Arenas, Lequeitio, Marquina, Miravalles, Mun-guía, Muncada, Murelaga, Ochandiano, Ondárroa, Orduña, Orozco, Ortuella, Plen-cia, Portugalete, San Julián de Musques, San Miguel de Basauri, Sestao núm. 1, Sestao núm. 2, Sondica, Sopuerta, Trucíos, Ubidea, Valmaseda, Villaro, Yurre y Zalla.

La custodia y administración de las Sucursales está generalmente encomendada al benemérito Cuerpo de Miñones, que realiza una labor digna de los mayores elo­gios, dirigido y alentado por sus prestigiosos Jefes y Oficiales. Por su laborar sin tregua en la implantación del Régimen obligatorio de los retiros obreros mereció ser llamado por el ilustre D. José Maluquer la milicia de la previsión.

El arraigo de la Caja en los pueblos vizcaínos, la movilidad e importancia de sus operaciones y la necesidad de atenderlas cumplidamente ha impuesto, muy gus­tosamente, la construcción de edificios, en los que las Sucursales se han instalado debidamente.

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El proceso de su desarrollo.

La prosperidad de la Caja Vizcaína se manifestó desde el primer año de su fun­dación. Por ello, bien puede asegurarse que nació para satisfacer una necesidad.

Y no debe extrañar que cada anualidad se signifique por un avance importante en el desarrollo de sus operaciones, que está expresado en las siguientes cifras, que representan los saldos de Ahorro y Previsión en 31 de diciembre de cada año:

A Ñ O S Pesetas.

1921 9.587.478,47 1922 13.689.297,62 1923 18.334.019,16 1924 25.619.521,84 1925 42.459.352,36 1926 57.748.061,97 1927 70.699.961,05 1928 86.017.717 1929 103.607.058,58 1930 115.228.472,22

Ahorro.

Vizcaya es la provincia española que ofrece mayor potencia en el desarrollo del Ahorro popular.

En las estadísticas que expresan la vitalidad de las instituciones de Ahorro ad­ministrado por las Cajas benéficas, encontramos datos que nos revelan el valor que alcanza 'la práctica de esta gran virtud social en el viejo Señorío de Vizcaya.

Hay en él 270.781 libretas abiertas, con un saldo, en 31 de diciembre de 1929, de 259.663.950 pesetas. Y, teniendo en cuenta su población, resulta que por cada cien habitantes vizcaínos hay 66,12 libretas, y un capital de 634,02 pesetas por ha­bitante. Vizcaya ocupa el primer lugar en la prelación del ahorro individual y el segundo en el del número de libretas. Guipúzcoa está al lado de Vizcaya, antece­diéndola en este puesto y siguiéndola en aquél.

En esta gran obra, la Caja Vizcaína ha tomado una participación intensa. Nació para practicar el Ahorro, y a esta función consagra su activa propagan­

da, estimulando su práctica por todos los medios que están a su alcance. Inscrita en el Registro especial de entidades de Ahorro que se lleva en el Mi­

nisterio de Trabajo, por Real orden de 8 de marzo de 1931, ajusta su actuación a Jas normas del Estatuto del Ahorro y a los preceptos del Reglamento que regula el alcance y significación de sus operaciones, practicando las siguientes:

Ahorro libre, en libreta ordinaria. Ahorro libre, en operaciones a plazo, de seis meses, uno y dos años. Operaciones de ahorro a la vista, para Corporaciones. Consignaciones sin interés. Ahorro forzoso. Para cada modalidad tiene la Caja organizados sus servicios. Comienza por facilitar una libreta general a todos los nacidos en Vizcaya, con

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la imposición inicial de una peseta, que se eleva a cinco cuando los nacidos son expósitos.

Estas libretas llevan, en castellano y en euzkera, un programa sintético, que sirve de ordenación a las madres en el cuidado y atenciones de sus hijos.

Las libretas generales llegan a las casas de las familias vizcaínas a los pocos días de haber tenido la fortuna de ver aumentada su descendencia. Son un estímulo y un aliciente para el ahorro, ya que lo inician a favor del recién nacido.

Se canjean por libretas ordinarias cuando se realiza una primera imposición. Para el ahorro libre, la Caja tiene unas libretas con interesantes máximas, fo­

mentadoras del ahorro y de la previsión, expositoras claras de los graves peligros del alcoholismo y de los funestos daños de la tuberculosis.

La Diputación de Vizcaya tiene establecido para sus empleados el ahorro for­zoso, una modalidad interesante que tiende a constituir a favor de sus funciona­rios un pequeño capital para eventualidades de vejez, invalidez prematura o muerte.

En 31 de diciembre de 1930 había 975 cuentas de ahorro forzoso en vigor, cuyo saldo era de 2.008.879,08 pesetas.

Los empleados provinciales ahorran obligatoriamente el 3 por 100 de sus suel­dos, y la Diputación bonifica sus imposiciones con otro 3 por 100.

El total de los saldos de ahorro en 31 de diciembre último era de 93.764.838,72 pesetas.

La Caja propaga la práctica del ahorro por todos 'los medios que están a su al­cance, y estimula su desarrollo. En los primeros años concedió importantes premios a Jos imponentes, que se adjudicaron mediante sorteo.

Desde que se estableció con carácter internacional la Fiesta del Ahorro, la so­lemniza, dedicando quince mil pesetas anuales a beneficiar las libretas ordinarias en las que durante el año se efectúa, por lo menos, una imposición en cada mes sin verificar reintegro alguno.

Esta modalidad da excelentes resultados. lia sido recibida con la mayor acep­tación por parte de un crecido número de imponentes de ahorro ordinario, y lo demuestra el hecho de que en la adjudicación de premios, en el Día del Ahorro, en 1930 participaron 2.923 libretas, que representan a otros tantos imponentes que durante un año han efectuado imposiciones constantes, por lo menos una cada mes, sin efectuar reintegro.

P rev i s ión . Precedentes.

Una de las finalidades definidas y concretas de la Caja de Ahorros Vizcaína, una de las aspiraciones más hondas para la que se creó, fué la de iniciar, aplicar y administrar, dentro del territorio de su provincia, los Seguros sociales, en su varie­dad de formas.

La vida de trabajo intensamente desarrollada en Vizcaya, las ansias legítimas de sus obreros de encontrar una fórmula económica que les ofreciera medios de cu­brir y remediar sus angustiosas situaciones al producirse, con frecuencia, sus ries­gos personales, y las reiteradas instancias formuladas por la representación patro­nal, impulsaron a la Caja a incluir en su programa de actuación la implantación intensa y técnicamente organizada de la previsión social, que tan acentuadas pros­peridades alcanzaba en otras zonas de actividad industrial y de significados avan­ces legislativos.

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Nació la Caja Vizcaína para cumplir esta aspiración, y a ella concentró sus iniciativas y trabajos desde el momento mismo de su constitución.

Y fué una grata coincidencia: al mismo tiempo que la Caja fundaba y planeaba su obra, el Instituto Nacional de Previsión ultimaba, en el desarrollo de gestiones laboriosas y fecundas, la implantación del primero y fundamental Seguro social: el establecimiento del Régimen 'legal de retiros obreros.

El Instituto, que ha sido celoso cumplidor de su programa desde su fundación, tuvo hondas preocupaciones por Vizcaya, ya que, por conocer esta provincia y ha­ber palpado sus necesidades sociales y económicas, sabía el interés intenso que la representación de sus Corporaciones y de las organizaciones obreras y patronales tenían en llegar a un régimen de previsión que, al menos, cubriese los más graves riesgos personales de los trabajadores. Para responder a estos anhelos, el Instituto había establecido en Vizcaya, a partir del año 1912, una Delegación, que puso en manos de dos jóvenes y prestigiosos Letrados: D. Luciano de Zubiría y D. Ignacio de Barandiarán.

Esta Delegación desarrolló en aquella provincia una labor intensa y provechosa. Obra suya fué la fundación de las primeras Mutualidades escolares.

A su propaganda se debieron los primeros contratos de aplicación del Régimen de libertad subsidiada, concertados por numerosos trabajadores, deseosos de cons­tituir sus pensiones, y con importantes entidades patronales.

A su acción se debió la divulgación inicial, que realizó con gran fruto, como preámbulo obligado del retiro de vejez.

Cuando el Instituto Nacional de Previsión recibió el encargo de preparar !a Ley de los Retiros obreros y se constituyó la Ponencia nacional que abordó aquel estudio, fueron formándose en las más significadas zonas españolas, Colaboracio­nes regionales y provinciales, cuyo informe se solicitó para conocer sus orientacio­nes y tendencias, a fin de que la Ley proyectada, respondiera a un verdadero estado de opinión y se promulgase rodeándola del vigor de la realidad impuesta por la vo­luntad coincidente de 'los que habían de cumplirla y de aquellos a quienes había de beneficiar.

Vizcaya tuvo esa Colaboración, que quedó constituida así: Presidente: D. Ramón de la Sota y Aburto, Presidente de la Diputación. Vocales: D. Mariano de la Torre, Vicepresidente de la lima. Comisión provin­

cial; Rvdo. P. Luis Chalbaud, sociólogo; D, J. Benito Marco Gardoqui, Abogado; D. Juan U. Migoya, Abogado; D. Luis de Basterra, Arquitecto; D. José de Posse y Villclga, publicista; D. Hilario Rodríguez, obrero de la U. G. de T.; D. Juan de los Toyos, obrero de la U. G. de T.; D. Ramón de Madariaga, sociólogo; D. An­tonio P. de Sasía, Director del Banco Urquijo Vascongado; D. Juan Urresti, de Solidaridad de Obreros Vascos; D. Ignacio Barandiarán, Asesor técnico.

Esta Ponencia deliberó ampliamente sobre temas y consultas que se formularon desde Madrid sobre las bases y anteproyecto de la Ley de Retiros obreros.

Estos trabajos coincidían a su vez con una interesante información abierta por D. Ramón de la Sota, como Presidente de la Diputación, sobre la forma práctica de organizar en Vizcaya los Seguros sociales, y a ella aportaron su valiosa iniciativa significadas personalidades y las organizaciones obreras y patronales.

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El Congreso Vasco de Pamplona.

Otro hecho de importancia se registró en aquellos momentos. La Sociedad de Estudios Vascos convocaba la celebración de su II Congreso en la ciudad de Pam­plona y sometía a su estudio temas de extraordinario interés.

Dos problemas absorbieron los trabajos de aquel memorable Congreso: ense­ñanza y cuestiones económico-sociales, y entre éstas hubo una Sección exclusiva­mente dedicada al estudio de los Seguros.

Sus sesiones tuvieron lugar en 'los días 18 al 25 de julio de 1920, y se produjo •la gratísima circunstancia de que entre los ponentes de los temas propuestos se encontraban elementos que colaboraban en la organización de la Caja de Ahorros Vizcaína.

Las Mutualidades infantiles, Seguro dotal y militar fueron estudiados con toda su autoridad y prestigio por D. José de Gainzarain, que entonces era Subdirector de la Caja Vizcaína.

Seguro de vejez e invalidez permanente. Seguro de supervivencia, viudedad y orfandad fué examinado por la competencia del Vicepresidente del Consejo de aquella Caja, su iniciador, D. Jesús R. Villachica.

Y la conferencia general sobre la Forma en que en el País Vasco pudieran or­ganizarse los Seguros sociales de modo que se desarrollaran con garantía de per­manencia y unidad de orientación fué pronunciada por el Consejero de dicha Caja D. José de Posse.

Otra nota de elevada significación se ofreció en aquel Congreso: A parte de sus deliberaciones, precisamente a las que afectaban a los temas de

Seguros sociales, asistió el que con tanta justicia ha sido calificado de Apóstol de •la Previsión española, D. José Maluquer, el hombre que ha ofrecido todas sus ac­tividades y hasta su propia vida por esta gran obra. Acompañado del prestigioso D. Federico Shaw, de perdurable recuerdo, concurrió a los trabajos del Congreso, escuchó los Informes de los ponentes, mantuvo con ellos estrecho contacto y esbo­zó los planes y orientaciones de la obra acometida por el Instituto Nacional de Previsión, que iban a culminar en la Ley del Retiro obligatorio.

Esta concurrencia tan significativa tuvo tan gran valor, que acaso pudiéramos calificar de decisiva para ulteriores negociaciones, que dieron por resultado la com­penetración íntima entre el Instituto y las Cajas de Ahorros provinciales, precisa­mente en la función que a éstas les corresponde en el establecimiento, aplicación y administración de los Seguros sociales.

El Sr. Maluquer, con su espíritu práctico y su ideología descentralizados, supo inspirar una orientación tan saludable, tan recta, a la Previsión española, que hoy constituye uno de sus mayores éxitos, al haber encontrado una serie de cola­boraciones regionales autónomas a esta labor, todas ellas engarzadas en la fun­ción del Instituto, con el que se mantiene algo más que una relación social, y con el que une algo más íntimo que un vínculo económico; hay con él una vida de relación estrecha, íntima, cordial y afectiva, que permite acometer un programa de labor intensa, conjunta, altamente productiva.

Aquellas reuniones amigables celebradas en Pamplona, aquellos cambios gratos de impresión mantenidos sobre la eficacia de los Seguros sociales, fijaron puntos de partida tan fundamentales, que más tarde han rendido la eficacia de su provecho­so resultado.

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Las primeras actuaciones.

Terminado el Congreso Vasco de Pamplona, la Caja Vizcaína siguió laborando por su inmediata inauguración, pensando siempre en que su actuación en los Se­guros sociales había de ser una de sus fundamentales aspiraciones, y el Instituto Nacional de Previsión, ultimando la Ley de los Retiros obreros, cuya implanta­ción era inminente.

La Caja Vizcaína, que había sido declarada entidad benéfica por Real orden de 19 de enero de 1921, estrechó su vínculo de relación con el Instituto de un modo legal, reconociéndosela como entidad similar y colaboradora por Real orden de 14 de junio del expresado año; es decir, que la Caja de Ahorros provincial recibía 3a investidura de colaborar en la gran obra del Instituto Nacional de Previsión en los momentos en que iniciaba sus actuaciones y a muy pocos días de la fecha fijada para implantar el Régimen legal de retiros obreros.

El 24 de julio de 1921 comienza la obligatoriedad del Régimen, y desde esa fe­cha la Caja Vizcaína inicia, sin descanso, su labor para afiliar a la gran masa tra­bajadora de Vizcaya a fin de que participe en los extraordinarios beneficios de Ja Ley.

Por todos los pueblos de Vizcaya se esparcen los Bandos promulgadores de la Ley, que se colocan en los pórticos de los Ayuntamientos, en los atrios de los tem­plos, en las puertas de fábricas y talleres y en los domicilios de las organizaciones patronales y obreras.

La Ley tiene una gran divulgación, y no sólo no encuentra resistencia, sino que aparece rodeada de un ambiente de aceptación grata y favorable.

A los tres meses, Vizcaya tenía ya más de 1.700 patronos inscritos y cerca de 50.000 obreros afiliados. Estas cifras merecieron un elogio fervoroso del venerable General Marvá, Presidente ilustre del Instituto. El hecho más significativo de este éxito está en que el promedio de recaudación mensual obtenida en 1921, primer año de implantación del Régimen, es de 90.077,96 pesetas, cifra que por sí sola evidencia la labor realizada y el éxito obtenido.

Otra prueba interesante podemos ofrecer para testimoniar el ambiente favora­ble con que Vizcaya recibió el Régimen obligatorio de retiros obreros, y está en la importancia y número de patronos que se anticiparon voluntariamente al Régi­men obligatorio a favor de sus obreros para poder disfrutar de las bonificaciones del Estado, elevadas en un 25 por 100.

Bien merecen darse a la publicidad los nombres de estos patronos, que dieron tan vivo ejemplo de adhesión al Seguro social que se implantaba por ministerio de la Ley. Fueron los siguientes:

S. A. de Dinamita y Productos Químicos, D. Marcelino Ibáñez de Betolaza, S. A. Hidroeléctrica Ibérica, Sres. Delclaux y Compañía, S. A. Basconia, S. A. de Industrias y Ferrocarriles, Almacenes Generales de Papel, S. A. La Papelera Es­pañola, La Constructora Naval, Unión Eléctrica Vizcaína, Sres. Hijos de Mendi-zábal, S. A. Tubos Forjados, Ferrocarriles de La Robla, Ferrocarril de Triano, Sres. Rochelt e Hijos, Tranvías y Electricité, S. A. Siemens Schuckert, S. A. Eche­varría, S. A. Franco-Belga.

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La Semana de Previsión.

Otro acontecimiento social de alto relieve vino a unirse a la obra que en Viz­caya estaba desarrollando su Caja provincial para afirmar la implantación del pri­mer Seguro social obligatorio. Lo brindó, con exquisita delicadeza, el propio Insti­tuto Nacional de Previsión al señalar Bilbao como lugar para la celebración de la Semana de Previsión.

No hay que ponderar su importancia, precisamente por ser el momento culmi­nante en que se ponía en vigor la nueva Ley. Del 14 al 21 de septiembre de 1921 duraron los trabajos de esta interesante Asamblea, a la que acudieron destacadas personalidades de la Previsión española, significadas representaciones obreras y pa­tronales, entre las que se significaron Jas de Vizcaya.

El Ministro de Trabajo honró la Semana presidiendo su inauguración. Sus tra­bajos encerraron gran valor práctico, entre los que destacan los relativos a la re­glamentación del Consejo de Patronato, constitución de la Comisión paritaria pa-tronal-obrera, fijación de la cuota mínima en la aportación obrera voluntaria para recibir la pensión en caso de invalidez prematura, y principalmente la implantación del recargo sobre los derechos de transmisión de herencia entre parientes lejanos, proyecto que, convertido en Ley, ha ofrecido los recursos precisos para conceder las bonificaciones extraordinarias, que se van poniendo en manos de los afiliados al cumplimiento de los sesenta y cinco años.

Por cierto que, al adoptarse las conclusiones de la Asamblea, quedaron a salvo los derechos que corresponden a las Diputaciones vascas y navarra en relación con su régimen económico. Estas Diputaciones, celosas de mantener sus facultades, y la Asamblea, fiel a reconocer su autonomía, determinaron que en los territorios de sus respectivas provincias, ellas fijarían la manera de arbitrar los recursos que fue­ran necesarios para la concesión de las bonificaciones que se concediesen a los obre­ros que, estando afiliados en sus Cajas, desarrollasen sus trabajos dentro de sus respectivos territorios, declarando que sus obreros no habían de percibir bonifica­ción menor que la que diera directamente el Instituto en el resto de España.

Hubo, en 'la sesión de clausura, dos notas de relieve, que merecen destacarse: una la ofreció, con su autoridad, el Presidente del Instituto, General Marvá, al expresar su satisfacción por la perfecta inteligencia mantenida entre el Instituto Nacional de Previsión y las Diputaciones vascongadas y navarra en la afirmación del régimen federativo de actuaciones autónomas, regionales, de previsión, y la otra fué brindada por el Presidente de la Diputación vizcaína D. Fernando Jáure-gui, que se congratuló en rendir su asentimiento a estas manifestaciones, que habían tenido una expresión viva en 'las conclusiones adoptadas por la Semana de Pre­visión.

Más tarde, con fecha 11 de abril de 1923, quedó firmado, entre el Instituto Na­cional de Previsión y la Caja de Ahorros Vizcaína, el convenio que determina, de modo claro y preciso, el enlace que existe entre ambas organizaciones, se reconoce a ésta su autonomía y se fijan las normas para practicar el reaseguro en el Régimen obligatorio de retiros obreros, así como las que han de tener efectividad en la apli­cación del mutualismo escolar y Régimen de 'libertad subsidiada.

El convenio está firmado por el General Marvá, como Presidente del Instituto, y D. Fernando Jáuregui, como Presidente del Consejo de la Caja, por serlo de ia Diputación, y el portador del documento fué D. José Maluquer, que quiso así honrar a Vizcaya.

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Diez años de actuación.

En el proceso de la aplicación del Régimen obligatorio de los retiros obreros en Vizcaya registramos los siguientes hechos:

La inmediata aplicación de la Ley. Su aceptación por parte de patronos y obreros, que se refleja en su colabora­

ción activa y en la ausencia de toda confabulación organizada para ofrecer resis­tencia a su fiel cumplimiento.

El incremento constante registrado en la afiliación y recaudación. No tenemos la pretensión de creer que en Vizcaya el cumplimiento de la Ley

del Retiro obrero haya llegado al límite absoluto de su perfección. Hay, y así ha de acontecer siempre, ocultaciones y morosidades; pero aquéllas son pequeñas y éstas se vencen fácilmente.

Para hacerse cargo del volumen de la recaudación, debemos pensar en que la Caja Vizcaína actúa en una provincia que, si bien se significa por la potencia de su industria, es muy pequeña en territorio y población.

Hay además un sector de trabajo muy importante que queda al margen de esta Ley, que está en su población aldeana, en los cultivadores de sus tierras, que no realizan un trabajo asalariado y que, por lo tanto, no reúnen las condiciones lega­les exigidas para ingresar en el retiro obligatorio.

Vizcaya tiene hoy más de 7.500 cuentas patronales, y pasan de 80.000 las cuen­tas vivas de sus obreros.

El proceso de la afiliación y recaudación, desde la implantación del Régimen, detallado por años, es el siguiente:

PRIMER GRUPO. — PREVISIÓN

AÑOS

1927

1930 ,

Número efectivo de

titulares.

44.833 18.235 11.222 12.901 10.85U

7.825 16.087 10.213 15.141 12.752

160.059

Cuotas medias patronales.

450.389,82 1.465 200,16 1.492.506,86 1 667 356,01 1 670.074,14 1.658 780,79 1 735 385.06 1 855.483,99 2.030.370,18 2 170.149,33

16.195.696,34

Promedie mensual de

recaudación.

90.077,96 122 100,01 124.375,57 138 946,33 139.172,84 138.231.73 144.615,42 154.623,66 169.197,51 180.845,77

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SEGUNDO GRUPO. — CAPITALIZACIÓN

AÑOS

1922

1926

1929

TOTALES. . . .

Número efectivo de ti­

tulares.

9.564 1.748

777 866 682 569

1.600 420 556 484

17.266

RECAUDACIÓN

Cuotas medias patronales.

99.681,80 292.404.99 267.228,93 287.916,95 261 280,61 244 428,96 281 322,83 206 060.49 194 643,71 178.595.92

2.313.565,19

Imposiciones vo­luntarias.

967,55 2 .613,25 6.375,40 9.819,65

11.923,10 11.542,40 32.947,20 18.979 20.063,10 18.435,45

133.665,10

PROMEDIOS MENSUALES

De cuotas me­dias.

19.936,36 24.367.08 22.269,07 23.993,07 21.773,38 20.369,08 23.443,56 17 171,70 16.220,30 14.882,99

De imposiciones voluntarias.

193,31 217,77 531.28 818,30 993,59 961,86

2 745,60 1.581,58 1.671,92 1.536,28

Es interesante el hecho de que, habiéndose obtenido tan elevada recaudación, sean muy pocas las denuncias que la Inspección ha tenido que formular ante el Juzgado, y que no se produjera el caso de una sola multa impuesta ante infracción que ofreciera resistencia reiterada.

La Inspección desarrolla un trabajo intenso, porque singularmente se registra el hecho del atraso en el pago de Jas cuotas, pero, ante sus requerimientos, se efec­túa el pago de lo debido sin llegar a resoluciones violentas, que encierran una obli­gada enseñanza, que es represión en quien las provoca y ejemplo para las demás.

Una parte de este éxito recaudatorio está en el sistema de cobro a domicilio, que la Caja, de acuerdo con la Inspección, tiene establecido para Bilbao y pueblos de las márgenes de su ría.

Este cobro, realizado por el Cuerpo de Miñones, no tiene el carácter de una función recaudatoria de conminación, sino un servicio prestado gratuitamente en beneficio del patrono.

Tan señalado está este carácter, que son muchísimos los patronos que lo soli­citan y no pocos los que se enojan cuando se dilata y llega hasta ellos el requeri­miento inspectivo.

Los patronos importantes, los que cuentan en sus industrias los obreros por centenares, realizan el pago con plena regularidad, y pudiéramos afirmar que con la perfección mayor. Tienen sus oficinas, llevan su fichero, y hasta su propio mode-laje, y todos los meses, el mismo día, liquidan sus cuotas.

Todos lo hacen por la cuota media. La cotización es más irregular en los trabajos que se caracterizan por la even­

tualidad de sus fechas, de modo especial los de construcción y los mineros, en las épocas duras y penosas del invierno, en las que, por ser trabajos a cielo abierto, •la violencia y la persistencia de las lluvias imponen la paralización del trabajo con desgraciada frecuencia.

Page 13: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

— 13 -

El régimen de mejoras.

Los obreros vizcaínos van teniendo un interés acentuado en la eficacia del Re-gimen. No hay aquella indiferencia, mantenida por la ignorancia, de los primeros años. El personal afiliable y afiliado reconoce todo el valor del sistema y le presta su colaboración activa.

Cada día es mayor el número de trabajadores que acude a la Caja y a la Ins­pección a conocer el estado de sus cuentas, a saber si el patrono cumple o no con sus deberes de afiliación y cotización.

Es más frecuente la intervención de las organizaciones obreras en pro del Ré­gimen, que se manifiesta en actos de propaganda oral y escrita, en sus consultas interesantes sobre la aplicación de la ley, en la colaboración que rinden a la Ins­pección en su obra de fiscalización, en su recomendación efusiva a los afiliados para que hagan sus aportaciones voluntarias y mejoren 'los derechos mínimos que la ley les concede.

En el grupo de Previsión son ya 2.436 las libretas abiertas, y sus imposiciones alcanzan cuantía importante.

En el de Capitalización, las imposiciones voluntarias hechas por los afiliados ascienden a 133.665,10 pesetas.

El proceso y desarrollo de aquéllas es el siguiente:

LIBRETAS ABIERTAS Y RECAUDACIÓN ANUAL POR IMPOSICIONES VOLUNTARIAS

DESDE LA IMPLANTACIÓN DEL RÉGIMEN

AÑOS

1921 1922

1924

1926

1930.

Número de

libretas abiertas.

27 6

1.181 125 394

98 66

315 116 108

2.436

Imposiciones.

1.125,10 1.630,60

19.084,89 24.329,57 27.650,84 25.160,68 25 806 03 28.078,83 29.782,93 28.907,31

211.556,78

Promedio mensual de

recaudación.

225 02 135,88

1.590,40 2.027,46 2.304,23 2.096,72 2.150,50 2.339,90 2.481,91 2.408,94

Clasificación de las l ibretas.

De capital-herencia . De pensión temporal De pensión adicional

(55-65) (60-65)

Pesetas.

1.237 76

337 786

T O T A L 2.436

Page 14: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

14 —

Dest ino de las i m p o s i c i o n e s . Pesetas.

P a r a capital-herencia..

De pensión temporal . .

P a r a pensión adicional.

(55-65) (60-65)

74.374,77 13.939,12 69.552,14 53.690,75

TOTAL 211.556,78

Procedencia de las i m p o s i c i o n e s .

De los asegurados. De los p a t r o n o s . . .

TOTAL

Los pagos realizados de capitales-herencia son éstos:

152.560,49 58.996,29

211.556.78 .

AÑOS

1924 1925 1926 1927 1928 1929 , 1930 ,

TOTALES

Número de siniestros.

3 2

12 11

7 6

14

55

Pagos.

71,36 119,49

1.185,02 1.637,57 1.011,48

901,68 4.489 26

9.415,86

Son seis los trabajadores que están cobrando su pensión vitalicia por invalidez prematura.

U n e j e m p l o .

La S. A. Cristalería Española ofrece un ejemplo de colaboración y estímulo en la aplicación del Régimen de mejoras entre sus empleados y obreros. Quiere que su personal sea previsor, que se prepare para recoger una buena suma de derechos, muy superiores a los que la ley concede.

Para ello hizo un llamamiento a sus trabajadores, anunciándoles que estaba dis­puesta a bonificar con un 50 por 100 sus aportaciones voluntarias personales.

Los consultados respondieron adhiriéndose al sistema, ofreciendo la aportación

de sus modestas economías, y, para llegar a su mayor eficacia, se dictaron unas

normas. La Cristalería d a :

.

15 pesetas por cada imposición de 2,50 a l mes. 18 - . _ 3 -21 - — 3,50 -24 _ 4 _

Page 15: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

— 15 —

Es decir, que aporta la fábrica el 50 por 100 de la imposición mensual. Estas imposiciones tienen la siguiente aplicación: Una peseta mensual para la

formación de un capital-herencia. Con arreglo a la edad de cada afiliado, la canti­dad mensual necesaria para constituir una peseta de pensión temporal a los sesen­ta años.

Si, hechas estas aplicaciones, queda alguna cantidad, se destina a la constitución de una pensión adicional a la obligatoria.

Las imposiciones personales de los afiliados al grupo de Capitalización se hacen en igual forma, y son aplicadas a acrecentar el fondo de ahorro en las libretas que aquéllos tienen abiertas.

La Cristalería Española aspira a que todos sus obreros, aun los mayores de cuarenta y cinco años, disfruten, como mínimum, de la peseta diaria de pensión, y para ello desembolsa la cantidad necesaria para comp'letar el capital constituido en la libreta de capitalización, más Ja bonificación extraordinaria para constituir la pensión de peseta diaria vitalicia.

Creemos que no han de ser muchos los que hoy realicen obra semejante a la de esta entidad patronal. Por ello, bien vale la pena de divulgar su ejemplo, para que sea un estímulo y, al mismo tiempo, un tributo de admiración que se le rinde..

Los Premios Maluquer.

El Instituto ha creado los Premios Maluquer para los obreros previsores. Me­rece un aplauso esta iniciativa, que sirve para perpetuar nombre tan esclarecido y es un aliciente ofrecido a 'los trabajadores para que fomenten, en beneficio propio, la Previsión, imponiéndose un pequeño sacrificio económico.

Los obreros de Vizcaya han acudido a los concursos organizados por el Insti­tuto en 1930 y 1931. En el primero se concedieron 20 premios, y en el segundo, 13. El total de cada año era de 50.

Realmente, 4a participación de los trabajadores vizcaínos ha sido extraordina­ria. El primer año se llevaron el 40 por 100 de los premios, y en el segundo, el 26 por 100. Por su parte, la Caja Vizcaína ha creado, en 1930, premios propios, que llevan también aquella denominación. Si alguien podía y debía llamarlos Malu­quer era la Caja Vizcaína, que nunca sabrá agradecer bastante al gran amigo la delicadeza de sus bondades. Y en estos momentos estudia las solicitudes presenta­das, para su adjudicación.

El año en que se celebraron las magnas Exposiciones de Barcelona y Sevilla, el Instituto y sus Cajas iniciaron la constitución de bolsas de viaje, para que los obreros previsores admirasen aquellos certámenes.

La Caja Vizcaína concedió ocho para la Exposición de Barcelona y cuatro para la de Sevilla, que se adjudicaron en público concurso entre los obreros, uniéndose a 'la gran expedición organizada por el Instituto y sus Cajas colaboradoras.

Los pagos .

El Retiro obrero está en plena efectividad. Los afiliados, al cumplir sus sesenta y cinco años, van percibiendo los capitales

constituidos en sus libretas, proporcionándoseles un auxilio económico, que va au­mentando de año en año.

Page 16: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 16 —

Toda la eficacia del Régimen está en que los trabajadores disfruten de los bene­ficios y comiencen a ser sus partícipes, porque en ello radica la mejor propaganda y divulgación del sistema.

La indiferencia y la apatía del trabajador se vence con la realidad de los dere­chos que se conceden a los que van cumpliendo los sesenta y cinco años, que, al recibir sus capitales, se convierten en apologistas de la Ley, que les proporciona algo muy interesante, en lo que no habían pensado.

Es indudable que la intensa reacción que se observa entre el elemento trabaja­dor, en sus organizaciones y en sus propias familias, se ha forjado en la entrega de los beneficios del Régimen.

Las Cajas y el Instituto sienten íntima complacencia cuando ven llegar a sus Oficinas a los afiliados que han cumplido la edad de retiro y ponen en sus manos el capital a que tienen derecho, y sienten verdadera pena cuando, a pesar de su pro­paganda, queda alguno que no se presenta a recoger lo que le pertenece.

Esta efectividad del Régimen es asimismo una satisfacción para el elemento pa­tronal, porque ve cómo se van reintegrando a los afiliados, a sus obreros, los ca­pitales, principalmente constituidos por sus cotizaciones.

La Caja Vizcaína ha tenido un especialísimo interés en que todos los obreros, al cumplir su edad, recojan su capital, y para ello ha hecho la máxima divulgación de los nombres de aquellos a quienes corresponden. Precisamente a fines del pasado año, recogiendo una feliz iniciativa del Patronato de Previsión Social, facilitó a las Sociedades patronales y obreras la lista de los afiliados a quienes correspondía percibir la bonificación extraordinaria, y estas organizaciones han hecho una difu­sión tan completa, que pudo llevar a conocimiento de numerosos trabajadores, aun a aquellos que se habían alejado de Vizcaya, el derecho que les correspondía, apre­surándose a hacerlo efectivo.

He aquí la relación de los pagos efectuados por la Caja Vizcaína desde la im­plantación del Régimen:

ANOS

1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930

TOTALES. . .

I'or falleci­miento.

» 830,19

6.443,53 18.385,20 31 884,01 32.963,49 38.356,12 50.939,85 67.334,08 54.369,24

301.505,71

Por invalidez.

» 85,49 72,47

800,37 1.752,22 3 960,45 4.308,35 2.470,41 6.361,45 2.744,42

22.555,63

POR CUMPLIMIENTO DE LA EDAD

Saldos en

las líbrelas.

» »

1.147,47 1.948,29

39.166,08 38.223,25 37.960 68.695,88

124.401,01 175.174,02

486.716

DE RETIRO

Bonificación extra­

ordinaria.

» » » »

95.200 78.500 72.350

103 600 165.600 190.400

705.650

i'or transfe­rencias

cedidas, etc.

» 20,63 »

3.383,52 406

1.249,66 116.842,36

1.585,80 4.333,13 2.743,09

130.564,19

ToTAl ES.

» 936,31

7.663,47 24.517,38

168.408,31 154.896,85 269.816,83 227.291,94 368.029,67 425.430,77

1.646.991,53

Page 17: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 17

RESUMEN DE LAS PENSIONES Y CAPITALES-HERENCIAS CONSTITUIDOS

EN VIZCAYA

ANIVERSARIOS

Scptbrc Julio

— — — — — ._. —

.1921 a 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929

TOTALES

junio 1922. — 1923. — 1924. — 1925. — 19-'6. — 1927. — 1928. — 1929. — 1930.

RÉGIMEN OBLIGATORIO

Pensión vitalicia desdo los 65 aflos.

303.362.81 767.126,35 809 036,89 843.435,51 841.946,16 819.754,65 847 863.80 873.569,32 938.153,34

7.044.248,73

Pensión vita­licia

desde los 65 años.

667,13 28 524,67 33.259,24 46.991,20 29.326,27 28 173,14 40.384,91 21.199.53 24.239,16

252.765,25

RÉGIMEN Dlí MI-JORAS

PENSIONES '

55-ÍÍ5 años.

84,63 256.22 237.60 426,54 341,84 368,42 687,57 626,09 575,58

3.604,49

rEMPORAI.ES

60 65 años.

» 980 76

5 685,96 6.049.04 5 669,50 5.551,73 5.162,34 4.736,09 4.686,56

38.519,98

Capilal-heroncia a cobrar on caso do fallecimiento antos

do los 66 años.

» 2.078,97

18 663,55 37 436,11 41 632,31 41.687,51 42 279,84 46.706,13 49 018,31

279.502,73

Las bonificaciones extraordinarias.

Las Diputaciones vascas y navarra, por razón de su régimen económico, que­daron en libertad de arbitrar los recursos necesarios para el pago de las bonifica­ciones extraordinarias que se conceden en el resto de España con el producto del recargo sobre las herencias entre parientes lejanos, comprometiéndose a que los obreros de sus respectivos territorios no quedasen en condición inferior a los de territorios no concertados.

La Diputación de Vizcaya ha cumplido fielmente su compromiso, y ha entre­gado a la Caja Vizcaína las cantidades necesarias para el pago de las bonificaciones.

Los pagos satisfechos por este concepto son los siguientes:

AÑOS

1921-23. 1924 . .

1926 1927 ,

Número de bonilicacioncs.

343 219 212 287 277 263 206

1.807

Su importe en pe­setas

120 050 87.600 84.800

114.800 110.800 105.200

82.400

705.650

Page 18: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 18 -

El subsidio de maternidad.

Vizcaya, no obstante la intensidad de su vida industrial, no ofrece coeficiente muy elevado de trabajadoras que desenvuelven sus actividades en fábricas y ta­lleres. La mujer rural vizcaína vive apegada a su caserío, y en el cultivo de las tierras y en el cuidado de su ganado ejercita una ruda faena, pero está al margen del Régimen.

Al prepararse los trabajos estadísticos para el estudio del Seguro de Materni­dad, Vizcaya dio un contingente de 6.483 obreras como afiliaciones vivas en el Ré­gimen obligatorio de Seguro de Vejez. Los municipios de mayor contingente eran Bilbao, Baracaldo, Arrigorriaga y Güeñes. Las industrias más concurridas eran 'las textiles, alimentación, hierro y demás metales y del vestido.

La feliz iniciativa de establecer el subsidio de maternidad, como paso de avance hacia el Seguro maternal, fué acogida en Vizcaya con gran complacencia, y produjo dos beneficios que se han reflejado en las demás Cajas, principalmente en el interés de las beneficiarías, que se apresuraron a reclamar el fiel cumplimiento de la Ley para participar del subsidio.

He aquí la relación de los pagos hechos por cuenta del Estado:

AÑOS

1928

Número (le subsidios.

37 286 281 268 239 251 264 279

1.905

Pagos

1.850 14.300 14.050 13.400 11.950 12.550 13.200 13.950

95.250 •

Ante la implantación del Seguro obligatorio de Maternidad, la Caja Vizcaína tiene realizados los estudios necesarios para fundar las instituciones protectoras del niño y de la madre que se estimen necesarias. Actualmente subvenciona las or­ganizaciones mutualistas femeninas que principalmente practican el Seguro ma­ternal y de viudez.

La administración del Régimen.

La aplicación y administración del Régimen se lleva en Vizcaya por la Caja de Ahorros Provincial, como similar y colaboradora del Instituto. El Consejo ad­ministrativo del Retiro obrero está constituido por el de la Caja, reforzado por el Vocal Diputado D. Mario Basterra, el representante patronal D. Cirilo Gana y el delegado obrero D. Pedro Villar, los dos últimos, del Consejo regional de Trabajo.

No hay para qué ponderar sus actuaciones. La misma eficacia del Régimen en aquella provincia demuestra el celo, el interés puesto en el desarrollo de sus fun­ciones administrativas. Una de las más plausibles está en la determinación del plan de inversiones sociales, que forma nota destacada en la actuación de aquella Caja.

Page 19: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

— 19 —

Entre esas inversiones, han alcanzado su máximo desarrollo las dedicadas a la construcción de casas baratas y escuelas.

Otro organismo tiene el Retiro obrero que labora activo y lleno de entusias­mo por su mayor eficacia, en estrecha y cordial relación con la Caja: es el Patro­nato de Previsión Social.

A él se han llevado 'las más variadas representaciones, para que de esta manera pueda intensificar su propaganda y conocer las necesidades y aspiraciones de los elementos que están afectados por el cumplimiento de esta Ley. Su constitución es Ja siguiente:

Presidente: D. José Joaquín Sautu, Consejero de la Caja. Vicepresidente: D. José de Torre, del Centro Industrial de Vizcaya. Vicepresidente: D. Juan José de Basterra, de Solidaridad de Obreros Vascos. Secretario: D. Pedro Villar, de la Unión General de Trabajadores.. Vicesecretario: Srta. María Rosa Urraca Pastor, de Acción Católica de la Mujer. Vocales efectivos: D. Cirilo Gana, Vocal patrono de 'la Delegación regional del

Trabajo; D. Marcos Sáinz, de la Federación de Sindicatos 'libres; D. Joaquín Mena Sarasate, Abogado, Director de la Escuela de Altos Estudios Mercantiles; D. Nico­lás Gaminde, experto contable; D. Gabino de Orbe, ex Alcalde de Bilbao, y D. Igna­cio García Zabaleta, sociólogo.

Vocales suplentes: D. Plaviano Tavera, del Círculo Mercantil; D. Ramón de Elguezábal, de la Asociación de Navieros; D. Arturo Gutiérrez, de la Asociación de Empleados de Oficina, y D. Diego Berguices, de la Asociación libre de Em­pleados.

El Patronato de Previsión Social de Vizcaya, identificado con el Régimen de modo absoluto, presta su colaboración valiosa para alcanzar su aplicación más efectiva. La representación obrera y patronal se distingue por su acción de propa­ganda, y ha prestado, con su intervención, grandes beneficios a los avances que se registran constantemente.

Ha emitido interesantes informes, pidiendo la ampliación del Régimen para los asalariados que ganen hasta 6.000 pesetas, interviniendo con gran éxito en su apli­cación a los trabajadores a domicilio, logrando que las organizaciones obreras pon­gan en sus domicilios sociales carteles exaltadores de los derechos que correspon­den a los afiliados, estampando en los recibos de sus Agrupaciones lemas divulga­dores de las excelencias de la Previsión, resolviendo dudas y solucionando dificul­tades; logrando ponerse en comunicación constante con los trabajadores y sus fa­milias para que les alcance la eficacia del Régimen, prestando su ayuda efectiva a la obra que se acomete para llegar a la máxima aplicación de 'la Ley, iniciando la creación de los Premios Maluquer.

La actuación del Patronato merece un elogio efusivo por su interés, por su compenetración con el Régimen, por sus felices iniciativas, por el espíritu social que anima todas sus resoluciones.

Régimen de libertad subsidiada.

El espíritu previsor de Vizcaya se manifiesta en el número e importancia de las operaciones hechas en el Régimen de libertad subsidiada al contratar pensio­nes vitalicias de vejez, la mayoría a capital reservado.

Estas operaciones encierran una excepcional importancia para las clases mo­destas que quedan al margen de los beneficios de la Ley de Retiros obreros.

Las libretas abiertas y la recaudación anual realizada por la Caja Vizcaína desde que practica este Régimen están detalladas en el siguiente cuadro:

Page 20: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

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Page 21: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 21 —

El número de pensionistas y la pensión anual de disfrute, por años, es esta:

AÑOS

1930

Número de pensionistas.

4 15 25 27

317 129

517

Pensión anual.

1 460 5.312,49

10.441 49 10 488,30

111.855,43 39 665 16

179.225 87

Los pagos realizados por la Caja Vizcaína desde que practica el Régimen, que van adquiriendo importantes proporciones, están comprendidos en este cuadro:

AÑOS

1925

1927

Por pensiones vencidas.

608,20 3.804,53 8.230.10

16.451,99 59.935,09

132.579,80

221.609,71

Por capitales reservados.

» 16.181,59 14 *28,34 9.556,50

26 303 68 9 048,92

75.719,03

Por rescisiones y convenciones.

» 1.224,63

14 346,18 1 239,13 7.186,25 5.201,06

29.197,25

Por transferen­cias cedidas.

» »

13.661,55 » »

13.661,55

TOTALES.

608,20 21 210,75 37 204 62 40.909,17 93 425 02

146 829 78

340.187,54

Y he aquí el resumen de las pensiones y capitales reservados constituidos en Vizcaya:

Page 22: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 22 —

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En relación con las Cajas de Álava y Guipúzcoa, ha concertado la Caja Viz­caína las pensiones de vejez del Montepío Diocesano Vascongado, intensificándose la protección a los Sacerdotes ancianos.

Una de las bases de este concierto establece que la Caja Vizcaína bonificará las aportaciones voluntarias hechas por el Clero de esta provincia, cuyas pensiones están concertadas en el Régimen de libertad subsidiada.

El mutualísmo infantil en Vizcaya.

Su iniciación y desarrollo.

Las primicias del mutualísmo infantil, en su doble forma, escolar y catequista, fueron obra en Vizcaya del Instituto Nacional de Previsión, singularmente alenta­das por los trabajos de su Delegación en Bilbao.

La primera Mutualidad infantil vizcaína comenzó a funcionar el 1.° de enero de 1911, y la formaron los Hijos de los obreros de Altos Hornos, alumnos de la es­cuela sostenida por esta Sociedad, en Baraca'ldo.

Más tarde, en 5 de octubre de 1912, se fundó la de "Mercadillo", en Sopuerta, en una Escuela Nacional, dirigida por un maestro benemérito, a cuyo nombre prestigioso se rindió el debido homenaje: D. Homobono Domínguez. Esta Mutua­lidad fué la primera de España en recibir, por sus merecimientos, la Hucha de Honor, creada por S. M. el Rey.

En Bilbao, las primeras Mutualidades escolares se organizaron en las Escuelas Nacionales de Zorroza y Cervantes, y comenzaron a funcionar el 1.° y 20 de no­viembre de 1914.

Una provechosa propaganda esparció por Vizcaya la semilla fecunda de 'la pre­visión infantil, que germinó espléndida, cuidada por el Instituto, hasta que de ella se hizo cargo la Caja Vizcaína.

A partir de 1923, el desarrollo del mutualísmo infantil adquiere proporciones insospechadas, que se mantienen en la plenitud de su vigor, de tal manera, que puede afirmarse que aquella provincia acaso sea la que ofrezca, en su proporción relativa, una mayor prosperidad en la vida mutualista infantil, no sólo por la cifra de Mutualidades y mutualistas, que alcanza elevadas proporciones, sino porque las cotizaciones hechas por los niños y jóvenes que las constituyen asciende a can­tidades verdaderamente respetables, que anualmente registran un mayor creci­miento.

Y es que la Caja Vizcaína concentra sus mayores afectos en esta obra y pone en su prosperidad los mayores entusiasmos.

Verdad es que encuentra, para el desarrollo de su labor, colaboraciones decidi­das, voluntades enérgicas, que se entregan al gobierno de sus Mutualidades, pen­sando en el gran bien social y económico que producen a sus afiliados, los niños de hoy, los hombres de mañana, que, al llegar a la edad del tránsito de la vida, cuando generalmente el hombre se independiza y la mujer cambia de estado, tie­nen constituido su modesto capital dota'l, que ofrece medios de hacer frente a eventualidades y gastos que en no pocas ocasiones constituyen honda preocupación para una familia modesta.

Los maestros, en las Mutualidades escolares, y los sacerdotes y religiosos, en las catequistas, pueden ser proclamados como verdaderos apóstoles del mutualísmo

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infantil, al que brindan la fineza de su trabajo activo, manifestado en una admi­nistración ejemplar.

Otra razón poderosa ha influido cerca de la Caja Vizcaína para acentuar su propaganda: la de que el Estado otorga bonificaciones verdaderamente extraordi­narias a las imposiciones hechas por los mutualistas, y piensa en atraer a Vizcaya la mayor suma de estas bonificaciones, que se satisfacen con cargo al Presupuesto, proporcionando un gran bien económico a la provincia, que ve aumentar el pe­queño caudal ahorrado por sus niños con las aportaciones del Poder público.

No hay pueblo en Vizcaya que no tenga, por lo menos, una Mutualidad. Cerca de cincuenta mil niños y jóvenes forman en este gran ejército mutualista,

que tienen la virtualidad de ser activos cotizantes, muchos de ellos, después de abandonar sus escuelas y sus catecismos, es decir, en plena juventud. Y entonces es cuando se acrecienta y agiganta la función educadora del mutuaiismo, que ya no es la acción obligada y rígida del niño que, por mandato del padre y por re­comendación efusiva del maestro, ahorra unas pesetas. Es la resolución volunta­ria y libre del pequeño obrero, del aprendiz, que sabe distraer de su modesto jor­nal unos ahorros, que van a parar a su libreta.

La acción difícil y espinosa del mutuaiismo surge precisamente en 'la edad post­escolar, cuando el niño rompe el nexo de relación con su maestro. Vizcaya la está extendiendo intensamente, con gran beneficio para la obra magna de la previsión, orientada a fines y aspiraciones más amplias y perfectas.

Sus finalidades.

Las Mutualidades infantiles vizcaínas satisfacen cuatro finalidades: Ahorro ordinario, dote infantil, socorro de fallecimiento y socorro de enferme­

dad. De todas ellas, la obligada es la dote, ya que constituye 'la esencia del mutua­iismo. Las otras se practican voluntariamente, y pueden ejercitarse conjunta o aisladamente.

El socorro de fallecimiento, que consiste en el pago de 25 pesetas al producirse Ja muerte del mutualista, se contrata con la cuota inicial, y abonada una sola vez, de 50 céntimos.

El socorro de enfermedad da derecho a un subsidio de 50 céntimos por día de enfermedad durante el primer mes y de 25 en los dos siguientes para los afiliados menores de catorce años, que cotizan a razón de 5 céntimos por semana. Y a un subsidio de peseta diaria en el primer mes de enfermedad y 50 céntimos los dos siguientes para los afiliados mayores de catorce años, que cotizan 10 céntimos por semana.

Este socorro ha alcanzado un gran éxito, y viene a formar como una incipiente Mutualidad de socorro de enfermedad, constituida por millares de niños. Su efi­cacia está demostrada con estas cifras: la recaudación contabilizada en 1930 alcan­zó 33.511,10 pesetas, y los pagos hechos a los niños enfermos ascendieron a 22.544.

Este socorro tiene su administración propia y su fondo de reserva especial. El ahorro ordinario disfruta del estímulo de un interés elevado. La Caja satis­

face el 4 1/2 por 100 anua'l, y el saldo de sus imposiciones puede llegar a 1.000 pesetas.

En la dote infantil, independiente de las bonificaciones que concede el Estado, la Caja otorga las suyas, como premio y estímulo a las imposiciones realizadas.

La colaboración activa que prestan sacerdotes y maestros se premia por la Caja

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con modestas recompensas, que otorga anualmente en el día en que se celebra la Fiesta del Ahorro. Pueden servir de ejemplo los premios concedidos a los Direc­tores de las Mutualidades el 31 de octubre de 1930. El total de su importe ascendió a 16.950 pesetas, repartidas en 336 premios.

A los niños, la Caja subvenciona las excursiones que realizan en la temporada de verano.

Reserva a los afiliados a sus Mutualidades un número importante de becas, y establece otras, limitadas a los hijos de los Maestros directores.

Éstos participan en los premios que anualmente establece la Comisión Nacio­nal del Mutualidad Escolar del Ministerio de Instrucción pública, y se han conce­dido por el Instituto algunas Medallas de la Mutualidad como recompensa a servi­cios extraordinarios.

La situación de las Mutualidades infantiles en Vizcaya, en 31 de diciembre de 1930, es la siguiente:

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Cotos Sociales de Previsión.

La feliz iniciativa de los Cotos Sociales de Previsión ha tenido su repercusión en Vizcaya.

La Caja Vizcaína ha fundado dos Cotos, uniéndolos a dos espléndidas y bien organizadas Mutualidades escolares, que funcionan en 'las escuelas de barriada de Pando y Torcachas, del Municipio de Carranza.

Están emplazadas en extensos terrenos, cedidos graciosamente para este fin por el Municipio de Carranza, situados en las proximidades de las escuelas.

La Caja acotó los terrenos y realizó por su cuenta las plantaciones forestales. Los niños las cuidan, y, cuando llegue el momento de su aprovechamiento, los be­neficios que rindan han de ser íntegramente destinados a reforzar las pensiones constituidas por 'los mutua'listas.

El Sindicato agrícola de Begoña, una de las más vigorosas organizaciones cons­tituidas por labradores, que en todo momento ha merecido una especial ayuda de la Caja Vizcaína, tiene su Coto agrícola forestal.

Lo constituye un terreno, cedido para este fin por el Ayuntamiento, de la extin­guida Anteiglesia de Begoña.

En él hay una parte dedicada a huerta, y el resto, a repoblación forestal. Se abonan los gastos de las plantaciones, y 'los labradores sindicados rinden gratuita­mente su trabajo.

El aprovechamiento de la huerta y monte se destina a los organismos previso­res que mantiene el Sindicato.

La Obra del Homenaje a la Vejez.

El Homenaje general.

Nació en Vizcaya con la Caja de Ahorros Vizcaína. Cuando esta institución inauguró sus Oficinas, quiso conmemorar este suceso

tan significativo, y organizó el primer Homenaje, concediendo dos pensiones vita­licias, que fueron entregadas, en actos de tierna emoción, a la más anciana y al más viejo.

Desde aquella fecha, los Homenajes han venido celebrándose brillantemente, regidos por su Junta de patronato, sometidos a normas dictadas por un Regla­mento cuidadosamente preparado, extendiendo la acción de su influencia bienhe­chora por todos los pueblos de Vizcaya.

Hoy es una de las obras que encuentra más ambiente popular, que es acogida con la mayor reverencia, que brinda el poder de su protección a los más viejos, a los que, por serlo, son los más necesitados de la tutela económica que se les ofrece al dar cumplimiento a un elevado precepto de justicia social. Y no es de extrañar que Vizcaya sienta hondas ternuras por sus viejos y ofrezca sus mayores entu­siasmos por esta obra. Su espíritu tradicional ha mantenido vivo y palpitante el respeto y la veneración a los ancianos. Precisamente ellos habían tomado partici­pación directa y activa en el gobierno del Señorío en la época de sus libertades forales.

Por eso no puede sorprender que en aquella provincia haya encarnado íntima-

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mente la Obra del Homenaje a la Vejez, que se la proteja con efusión y que me­rezca el aplauso fervoroso de todo el pueblo.

El Homenaje a la Vejez, con su fiesta, sentida y palpitante, ha desfilado por los principales pueblos vizcaínos. Un año se celebró en la Basílica de Begoña, ponien­do a los ancianos bajo la protección de la excelsa Patrona de Vizcaya. Otro se rin­dió en la foral Guernica, y fueron los viejecitos los que acudieron a la Casa de Jun­tas, y allí se reunieron, bajo el árbol de las tradiciones vascas. Otros han tenido lugar en pueblos eminentemente trabajadores, hasta que, en 1929, se tuvo la for­tuna de celebrarlo en Bilbao, concurriendo a él el Gobierno en pleno, presidido por el Excmo. Sr. D. Miguel Primo de Rivera.

En este año, el Gobierno ofreció a la Obra nacional del Homenaje una consig­nación de millón y medio de pesetas, que el Instituto Nacional de Previsión dis­tribuyó entre las regiones españolas en proporción a sus aportaciones.

Ese auxilio económico del Estado, tan importante, permitió en este año dar al Homenaje, principalmente a la cifra de pensiones vitalicias concedidas, una im­portancia extraordinaria, tanta que quizás no vuelva a repetirse, si es que no se renueva la protección del Estado.

Fué para la Caja de Ahorros Vizcaína un reconocido honor y una singular dis­tinción la de que el Gobierno en pleno se trasladase a Bilbao y aquí presidiera una fiesta tan popular y tan emocionante.

Innecesario es decir que a todos los actos que en honor de los viejos se han ce­lebrado en Vizcaya se ha unido el Instituto Nacional de Previsión. En todos ha estado representado por dignas y prestigiosas personalidades, y en no pocas oca­siones ha ofrecido su colaboración económica.

Dos actos populares organizó la Caja Vizcaína, en pueblos eminentemente ru­rales, en honor de sus centenarias.

De las viejecitas pensionadas, dos tuvieron la fortuna de cumplir los cien años, y 'la Caja se creyó obligada a rendirles un homenaje especial de cariño y venera­ción. Uno se celebró en la Anteiglesia de Morga, y el otro, en la de Amorebieta.

Se tuvo la gran fortuna de que a los dos pudieran acudir las centenarias, que reunieron en torno suyo una nutrida corte de hijos, nietos y biznietos.

El siguiente cuadro da idea completa del proceso de esta obra:

CONCURSO

1921 1923

1925 1926 1927 1928 1929

SOLICITUDES PRESENTADAS

Hombres.

13 64 97

129 141 135 149 702 364

Sumas íc

Mujeres.

29 144 197 263 289 307 312

1.217 826

TOTAL

42 208 294 392 430 442 461

1.919 1.190

PENSIONES CONCEDIDAS

Hombres.

1 10 19 28 27 26 24

134 29

298

Mujeres.

1 20 23 32 33 29 28

134 29

329

TOTAL

2 30 42 60 60 55 52

268 58'

627

Page 32: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 32 -

Esta obra se ha nutrido singularmente de las consignaciones dedicadas por la Caja Vizcaína de los beneficios que obtiene en la administración de las economías que se le confían.

A sus aportaciones se han sumado las del Instituto y las de Corporaciones y particulares, destacando las realizadas en 1929, año en el que contribuyeron con elevadas cantidades la Diputación y los Ayuntamientos, entidades y particulares.

He aquí el detalle de las cantidades invertidas, y su procedencia:

COSTO DE LAS PENSIONES E IMPORTE DE DONATIVOS Y GASTOS

Pemiones.

Pesetas.

2.325 22 541,86 38.891,01 61.323.15 64.878.12 64 524,49 60.441,13

349.491,22 76.574,36

740.990,34

Donativos.

Peseta*.

» 3.200

» 1.000 1.000

50 125 » 285

Gastos,

Pesetas.

432,85 5.987.05 8.015 80 7.661.75

736.35 1.933,40 1.957,15

21.459,50 866,75

5.660 ! 49.050,60

TOTAL

Pesetas.

2.757,85 31.728,91 46.906 81 69.984,90 66.614,46 66.507.89 62 523,28

370.950 72 77.726,11

795.700,94

PROCEDENCIA DE LAS CANTIDADES UTILIZADAS

Caja.

Pesetas.

2.757,85 31.728.91 46.906,81 66.895,18 64 255.97 66.507,89 62.523,28 81.404,59 60.707,25

483.687.73

Instituto.

Pesetas.

3.089,72 2.358,50

177.581,95 10.000

193.030,17

Entidades y particulares.

Pesetas.

111.964,18 7.018.86

118.983,04

Debe destacarse el hecho de que la Caja ha satisfecho los gastos que han pro­ducido los Homenajes, sin permitir que se invirtiera el fondo destinado a pensiones en otra finalidad que no fuera a favor de los ancianos.

En el mes de marzo de cada año se anuncia el público concurso, acudiendo a él los ancianos, presentando su documentación. La adjudicación se realiza después de obtenidos 'los necesarios asesoramientos.

El Homenaje al marino.

En 1927 quedó establecida la Obra del Homenaje a la Vejez del Marino, con­forme a bases dictadas por la Caja Central de Crédito Marítimo, hoy Instituto Social de la Marina.

La Caja Vizcaína, que es delegada de aquel organismo, se encargó de organi­zar estos Homenajes y dedicarles una ayuda económica especial.

La Junta de Patronato, que preside el digno Comandante de Marina de Bilbao, de la que forman parte Autoridades y representaciones de entidades y negocios marítimos, regula este Homenaje, que cada año adquiere mayor prosperidad. Su celebración tiene lugar en .los pueblos costeros, de donde procede el núcleo princi­pal de ancianos pensionados.

Estos Homenajes dedicados a los trabajadores del mar ancianos, marinos y pes­cadores, van adquiriendo mayor relieve, porque a ellos se van sumando valiosas colaboraciones. Las de este año han destacado extraordinariamente por las sub-

Page 33: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

venciones concedidas por las Corporaciones, entidades y particulares. Entre éstos debe consignarse una nota altamente simpática, ofrecida por -los tripulantes de los buques de la matrícula de Bilbao. En cada barco, aun aquellos- que estaban nave­gando, se organizó el día del Carmen una suscripción, a la que han contribuido desde el Capitán hasta el más modesto de los tripulantes. Esta colaboración es va­liosa, no sólo por que ha representado una importante cantidad, sino porque re­fleja una aportación profesional muy sentida hacia los compañeros que han ago­tado su vida en los rudos trabajos del mar.

El proceso de este Homenaje es el siguiente:

CONCURSOS Solicitudes pre­sentadas.

230 141

42 228

PENSIONES

Vitalicias.

20 16 13 26

75

CONCE"IDAS

Temporales.

23 33 29

101

186

Las cantidades invertidas y su procedencia son las siguientes:

COSTO DE LAS PENSIONES E IMPORTE DE DONATIVOS Y GASTOS

Vitalicias.

Pesetas.

36.813,62 30.823.09 26.030,95 52.291,26

145.958,92

Temporales.

Pesetas.

8.395 12.045 10.355 36.804,10

67.599,10

Gastos.

Pesetas.

3.906,70 943 »

5.083,55

9.933,25

TOTAL

Pesetas.

49.115,32 43.811,09 36.385,95 94.178,91

223.491,27

PROCEDENCIA DE LAS CANTIDADES UTILIZADAS

Caja.

Pesetas.

16.296,50 15.943 12.809,42 15.000

60.048,92

Instituto.

Pesetas.

10.000 10.000 13.015,48 10.000

43.015,48

Entidades y partieulare».

Pesetas.

22.818,82 17.868.09 10.561.05 69.178,91

120.426,87

El Homenaje en Burdeos. .

La Obra del Homenaje a la Vejez se ha internacionalizado. España, no sólo quiere practicarla dentro de su territorio, sino que lo lleva

a tierras extranjeras, donde también hay ancianos españoles muy necesitados. La Caja Vizcaína se encargó de organizar el Homenaje en Burdeos. En aquella gran ciudad hay una población española nutridísima. Sobre ella

ejerce una saludable acción protectora, manifestada en obras de cultura y previ­sión, el Solar Español. A su frente, siendo alma de su organización, está el Revé-

Page 34: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 34 ,

rendo P. Garamendi, de cuyo apostolado admirable ha de ser poco cuanto se diga en su elogio.

La Caja Vizcaína, teniendo en cuenta que entre aquella nutrida colonia de emi­grantes hay muchos vascos, presta su apoyo, social y económico, al Solar, encon­trando una colaboración efusiva y una ayuda económica valiosa en el Instituto Nacional de Previsión y en las Cajas provinciales de Ahorros de Álava y Gui­púzcoa.

El desarrollo de los Homenajes a la Vejez celebrados en Burdeos está consig­nado en el siguiente cuadro:

CONCURSOS Pensiones concedidas.

14 7

21

COSTO DE LAS PENSIONES E IMPORTE DE DONATIVOS Y GASTOS

Pensiones.

Péselas.

25.038,40 15.386,93

40.425,33

Donativos.

Pesetas.

447

447

Gastos.

Pesetas.

167,62

167,62

TOTAL

Pesetas.

25.038,40 16.001,55

41.039,95

El Homenaje a los ancianitos españoles residentes en Burdeos constituye todos los años un acontecimiento y da lugar a una fiesta, en la que se desborda el senti­miento patrio.

Una nueva obra de previsión social.

Surge en Vizcaya una obra de significado alcance social y previsor. La inicia un grupo de Sociedades de Socorros mutuos, y la recoge con los mayores entusias­mos la Caja Vizcaína. Se trata de una gran Federación de Mutualidades constitui­das para realizar una serie de finalidades complementarias de las que cumplen las Sociedades de Socorros mutuos y que, por falta de medios, no pueden cumplir.

Esta Federación establece el Seguro de clínica y consultorio, fallecimiento e invalidez prematura.

La orientación que marca esta organización responde a una apremiante necesi­dad, sentida principalmente por la clase media, para la que constituye una honda preocupación el tener que acudir a una intervención quirúrgica y a un especialista.

Destaca por su importancia el Seguro de clínica y consultorio, que se organiza principalmente a base familiar, ya que sus beneficios llegan al asegurado, su esposa e hijos, si viven en su domicilio y a su costa; a los padres, siempre que vivan a sus expensas, y a las hermanas.

El Seguro de clínica, aparte de la cuota de entrada, exige la mensual de 1,50 y 0,75, según sea familiar o individual.

Cuando se haga uso de la clínica se ha de satisfacer por estancia 3,50, y por gas­tos de operación no se ha de cobrar más de 25 pesetas. Los derechos del consulto­rio son de 0,50 por la primera consulta y 0,25 por 'las sucesivas en un mismo tra­tamiento.

Un suplemento de cuota reduce los derechos de estancia en la clínica. El Seguro de fallecimiento llega hasta las 1.000 pesetas, y el de invalidez con-

Page 35: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 35 -

cede pensiones de 50 y 100 pésalas mensuales, según sea la cuota de 0,25 ó 0,50 pese­tas al mes.

Esta iniciativa ha tenido muy favorable acogida. La Caja Vizcaína le presta su asesoramiento técnico y su ayuda económica.

Se trabaja activamente en su organización, y se han recogido ya numerosas adhesiones.

Esta nueva obra destaca por su beneficio a favor de la clase media, que en Viz­caya es tan nutrida, y que, por su condición económica, es la más necesitada de protección y asistencia social, ya que vive al margen de todas las instituciones benéficas, cuyos servicios no le alcanzaban generalmente.

La obra de casas baratas.

La acción cooperativista.

Entre las obras sociales acometidas por la Caja de Ahorros Vizcaína, ninguna destaca tanto por su importancia y significación como la que afecta a la construc­ción y fomento de la casa barata.

Vizcaya padeció agudamente toda la gravedad del problema de la vivienda. Sus pueblos industriales sintieron acrecentarse considerablemente, atrayendo una po­blación numerosa, parte de ella arrancada a la entraña del campo vizcaíno o procedente de otras regiones españolas. Al crecimiento insólito de estos munici­pios no respondió una edificación intensa de viviendas higiénicas y de rentas econó­micas, y por ello, el mal de la falta de un hogar digno produjo funestos estragos.

A poco de constituirse la Caja, y cuando tomaban incremento sus operaciones, surgió la primera Cooperativa de construcción, formada por un grupo de esforza­dos obreros tranviarios.

Pensaron edificar para cada familia una casa, acogiéndose a la legislación pro­tectora que entonces estaba en vigor. Ofrecían la aportación de sus modestas eco­nomías y de su trabajo personal como medio de desgravar el coste de las edifica­ciones proyectadas.

La aspiración parecía irrealizable, un sueño. Un día llegaron hasta la Caja Vizcaína, exponiendo sus proyectos. Se les escu­

chó con suma complacencia, y pareció que había en aquella empresa algo tan no­ble, tan legítimo y tan social, que no podía ni debía acogerse con frialdad y me­nosprecio.

Se meditó serenamente la iniciativa, y se encontró realizable. La Caja brindó su ayuda económica y social. Así se constituyó y vivió la primera Cooperativa de casas baratas en Vizcaya. Así comenzó la actuación de aquellas instituciones, en las que realmente se ha especializado, desarrollando una labor tan activa y provechosa, que puede asegurarse que en torno de ella gira toda la magna labor que Vizcaya ha hecho en pro de 'la solución del problema de la vivienda.

Se construyeron las cuarenta casas de los tranviarios, enclavadas en el alto de Cruces, término municipal de Baracaldo, y aquellas edificaciones fueron una reve­lación y un pregón que llegó a herir íntimamente el ánimo de numerosos obreros que laboraban en aquellas recias factorías del hierro y que sufrían todos los estra­gos de un subarriendo abusivo, hacinados en hogares de deplorables condiciones higiénicas.

"Lo que han hecho los tranviarios, obreros como nosotros—se dijeron estas

Page 36: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

— OD —

masas obreras—, ¿por qué no hemos de hacerlo nosotros?" "Si ellos han llegado a tener sus casas a fuerza de ahorro y de trabajo, ¿por qué nosotros no hemos de lo­grar lo que ellos han -logrado, y que hoy constituye la felicidad de su vida?"

Esta consideración, tan humana, tan justa, inspirada en tan elevado propósito, fué la que exaltó a escogidos núcleos de obreros, en su mayoría empleados en Altos Hornos, y 'los alentó a formar nuevas e importantes Cooperativas.

Y todas acudieron adonde tenían que acudir, a la Caja de Ahorros Vizcaína, en busca de dos cosas que les eran indispensables para convertir en realidad sus propósitos: dinero y consejo.

Y las puertas de la Caja se abrieron con efusión y con cariño, acogiendo a estas falanges de hombres dispuestos a los mayores sacrificios por tener su casa.

Así se propagó la obra cooperativista. Una o dos que en los instantes de su fun­dación no acudieron a la Caja en busca de una orientación para sus proyectos, tu­vieron que solicitarlo más tarde, acaso arrepentidos, encontrándolo siempre efusivo y cordial.

Actuaciones de la Caja.

La actuación de la Caja de Ahorros Vizcaína en relación con esta obra puede concretarse en tres interesantes modalidades:

1.a Acción tutelar y de consejo, encaminada a preparar los proyectos de las en­tidades constructoras, de modo que pudieran acogerse a los beneficios de la Ley.

2.a Cooperación económica, realizada por medio de préstamo, concedido direc­tamente a las entidades constructoras o por medio de la Comisión de viviendas de la Excma. Diputación.

3.a Acción tutelar, que se desarrolla cerca de las Sociedades cooperativas, des­pués de terminada la construcción de sus viviendas, para que se cumplan ordena­damente los preceptos de la Ley, se mantenga estrecha su relación con el Ministe­rio de Trabajo y satisfagan los compromisos de pago contraídos con el Estado, haciendo los reembolsos debidos a los préstamos que se les han otorgado.

El cumplimiento de estas funciones está concentrado en el Secretariado social de la Caja de Ahorros Vizcaína, que lleva sobre sí el constante trabajo de mantener esa triple acción, acrecentada con la labor que impone la Secretaría de la Comi­sión de viviendas de la Exorna. Diputación, que en él está vinculada.

Más de cuarenta Sociedades cooperativas de construcción actúan hoy en Viz­caya, unas con sus barriadas terminadas y otras con sus proyectos en marcha. Todas han acudido y acuden al Secretariado social de 'la Caja Vizcaína en busca de consejo y dirección.

La mayoría *de estas Sociedades, desde sus primeros pasos, desde el momento mismo de su constitución legal, han mantenido estrecha relación con el Secretaria­do, que ha preparado sus proyectos para que, reuniendo las condiciones de Ley, merecieran su protección; y, sin duda alguna, por esta eficacísima intervención, las Cooperativas vizcaínas tuvieron la fortuna -de ser las que inaugurasen la entrega de los auxilios del Estado, ya que la primera escritura se firmó en el Palacio de la Diputación por el Ministro Sr. Aunós, y que participasen de la tan efectiva pro­tección legal dispensada por el Decreto-ley de 10 de octubre de 1924.

Todo el modelaje, complicado y difícil, que exige la Ley ha sido preparado por la Caja. Todas las dudas surgidas y las dificultades presentadas han sido satisfac­toriamente resueltas.

Page 37: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

— 37 —

Y todos estos servicios, tan amplios, desarrollados en el ambiente más efusivo, se han prestado gratuitamente. Personal apto y material abundante ha sido puesto por la Caja a disposición de las entidades constructoras para su servicio.

Toda la obra de construcción abordada desde 1923 a 1930 ha encajado plena­mente dentro de la Ley y de las disponibilidades del Estado. Todas las Socieda­des cooperativas a las que la Caja Vizcaína concedió su préstamo han recibido Jos auxilios del Estado. Sólo una falta de recogerlos; pero los tiene ya declarados y en vías de tramitación.

Los préstamos para casas baratas.

Por ello, la Caja ha podido invertir en esta obra social cantidades muy eleva­das, que en casi su totalidad han sido canceladas al recibir los auxilios del Estado ias entidades constructoras.

Su dinero ha tenido una provechosa movilización, que ha servido, no sólo para edificar numerosas viviendas higiénicas y económicas, sino que ha dado trabajo y actividad industrial a Vizcaya, atrayendo hacia esta provincia un caudal conside­rable de la consignación que el Estado dedicó a esta obra.

El siguiente cuadro detalla los préstamos concedidos por la Caja de Ahorros Vizcaína a las Sociedades cooperativas de casas baratas. Sus cifras expresan la im­portancia de la ayuda económica ofrecida, y evidencia cómo estas operaciones, realizadas con el carácter de inversiones sociales, han tenido una solvencia absoluta.

La casi totalidad de los préstamos están ya cancelados. Queda pendiente el de una Cooperativa, que está muy próxima a recibir los

auxilios del Estado, y los saldos que ofrecen las demás entidades están garantiza­dos con los primas de construcción concedidas por la Excma. Diputación de Vizcaya.

SOCIEDAD COOPERATIVA DE CASAS BARATAS

Obreros tranviarios •

Obreros de Altos Hornos.-

El Hogar Futuro

Empleados de oficina

Obreros de C n s t r ó j a n a . . . . Obreros del Ferrocarri l de

DOMICILIO

S. Martín Basauri.

Bilbao

Número de

casas edifica­das.

40 33 40 30 50 82 31 80 32 74 37 30

54 100

50 11 30

Préstamo concedido por la

C. A. V.

Pesetas.

255.834,70 250 000 325.000 205.000 350.000 550 699 205 000 786 000 235 000

2.151 326,21 14.000 23.000

121.000 135.000 70.000

3.000 569.114,83

Cantidades amortizadas.

Peseras.

194.926,64 250.000 325.000 205.000 350.000 550 699 205.000 786.000 235 000

1.459.221,72 9 660,16

23.000

121.000 135.000

70.000 3.000

438.432,32

Page 38: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

38 —

SOCIEDAD COOPERATIVA DE CASAS BARATAS

DOMICILIO

Baracaldo

Arrigorriaga . . . . Bilbao

OHftfles .

TOTALE

Número de

casas edifica­

da*.

44 30 32 3.J. 30

112 18 25

1.128

Préstamo concedido por la

C. A. V.

JPcsetas.

165.000 56.589

275.078,98 300.000 344.457 839 770,16 299.133,31 250.000

8.779.003,19

Cantidades amortizadas.

Pesetas.

165.000 2.563,56

275.078,98 300.000 344.457 775.951,22 299.133,31

»

7.523.123,91

Las viviendas colectivas.

Respecto a la edificación de casas colectivas, también la Caja ha ofrecido su apoyo económico y social.

Destaca el préstamo otorgado a la S. A. de Construcciones baratas, que ha cons­truido una barriada de 33 casas, con 232 pisos de una renta media de 30 pesetas mensuales. Esta Sociedad se constituyó por un grupo de bilbaínos que, inspirados en elevados ideales, quiso colaborar a la solución del problema de la vivienda. Es la primera edificación de casas baratas acometida en Vizcaya. La Caja le tiene con­cedido un préstamo de 99.485,31 pesetas, sujeto a las normas sociales de interés y amortización.

La Junta de Habitaciones baratas municipales de Bilbao, una de las más plau­sibles organizaciones constructoras, que ha levantado dos magníficos barrios, de 95 y 265 habitaciones, que se presentan como modelo, solicitó y obtuvo de la Caja un préstamo de 190.000 pesetas, que fué seguidamente cancelado. Además adquirió 807 obligaciones del Empréstito municipal de casas baratas, por un valor nomi­nal de 201.750 pesetas, de las que se han amortizado 31.

Ha prestado 100.000 pesetas para la construcción de un grupo de casas económi­cas edificado en Arrigorriaga, proyecto emprendido por la Federación libre de obreros papeleros.

Y destaca entre estas obras una muy curiosa, acaso única, acometida en Bara­caldo, en uno de los momentos más difíciles y graves, cuando se había despertado el ansia inmoderada de vender las casas por pisos. Seis casas, ocupadas por 120 fa­milias, fueron anunciadas en venta, y para lograrla con mayor facilidad se fraccio­naron por pisos.

Fácil se comprende la tragedia que se produjo en las familias que las ocupa­ban. Era el momento álgido de la actividad industrial, cuando las factorías meta­lúrgicas llegaban a su máxima producción. En Baracaldo no había posibilidad de encontrar un piso libre, ni aun pagando elevado precio. Metalúrgicos eran casi todos los ocupantes de estas viviendas, y en colectividad acudieron a la Caja.

Mostraron la situación de su vida, llenos de angustia, y la Caja les oyó con­movida, dispuesta a prestarles su protección. Pero no quería ser propietaria de estas casas, y, en el deseo ferviente de buscar una solución práctica, se ideó la cons-

Page 39: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 39 -

titución de una Sociedad cooperativa de inquilinos, en la que cada uno llegase a ser propietario de su piso.

Se exigió una aportación inicial, y se dictó un Reglamento. La Sociedad se llamó "Iris de Paz". Las casas se adquirieron por la Caja. En ellas se realizó una radical reforma, que las transformó, mejorando sus condiciones higiénicas. En todo se invirtieron 614.871,70 pesetas.

Los pisos han sido dados a sus inquilinos mediante contrato de promesa de venta, que se ha de realizar cuando termine la amortización del capital invertido.

El Reglamento establece unas Ordenanzas cuidadosamente estudiadas, y una Junta de inquilinos regula su aplicación inexorable. Hoy pasa ya de las 94.000 pe­setas el fondo constituido para amortización, pagándose con escrupulosa puntuali­dad las rentas, que representan el interés del capital y la cuota de amortización prevista.

Nuevos servicios.

Las Sociedades cooperativas que han terminado la edificación de sus barriadas, habitadas ya por los beneficiarios, siguen manteniendo estrecha relación con !a Caja Vizcaína.

A ella acuden en busca de un consejo y de una orientación cuando se suscita algún conflicto o surge alguna dificultad.

A ese Secretariado van constantemente para regularizar su situación ante la Ley y mantener las relaciones que deben sostener con el Ministerio de Trabajo.

Pero aun hay otro servicio interesantísimo: el de pago de los reembolsos que deben hacer al Estado por los préstamos concedidos.

Trimestralmente, cada Cooperativa tiene que hacer efectiva en la Delegación de Hacienda de Vizcaya la cuota que les ha sido señalada para pago de intereses y amortización del préstamo.

Muchas de estas Cooperativas tienen sus domicilios fuera de Bilbao. De acuerdo con la Caja, han delegado en ella los pagos, evitando así las moles­

tias y gastos que habrían de significar los desplazamientos de sus comisionados, la preocupación que representa el tener que estar pendientes de una fecha para cum­plir una obligación.

Las Cooperativas y sus beneficiarios, unas veces individualmente y otras colec­tivamente, entregan en las Oficinas centrales o Agencias de la Caja sus rentas men-sualmente. Estas aportaciones ingresan en una cuenta que cada Cooperativa tiene abierta para reembolsos al Estado.

A la fecha del vencimiento, cada trimestre, la Caja, en uso de la autorización que se 'le ha concedido, hace entrega en la Delegación de Hacienda de la cuota se­ñalada. El pago .realizado se comunica al Instituto de la Pequeña Propiedad, don-ve van a parar estos ingresos, y a la Cooperativa.

Recientemente, el Instituto ha dado muy acertadas órdenes respecto a la efec­tividad de los pagos.

Esas normas pudieran ser un poco complicadas para las Cooperativas, en su casi totalidad constituidas por modestísimos obreros.

La Caja Vizcaína ha negociado con el Instituto para que se le autorice a fin de realizar directamente los pagos en nombre de aquellas entidades, y es de justicia hacer constar que esta oferta ha sido favorablemente aceptada.

Por lo tanto, 'las Sociedades cooperativas descansan completamente en los serví-

Page 40: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- Í O -

cios de la Caja, que da cumplimiento fiel a sus obligaciones económicas. Veintisiete

Cooperativas de casas baratas han hecho esta delegación. Lo propio hacen los socios de las Cooperativas que han desvinculado sus vi­

viendas. Todos han solicitado de la Caja de Ahorros Vizcaína la prestación gra­tuita de este servicio, que se les ha concedido gustosamente.

Otra interesante labor realiza la Caja Vizcaína que ha merecido entusiastas elo­gios del Ministerio del Trabajo. Anualmente celebra un concurso entre los bene­ficiarios de casa barata para conceder premios, por valor de 7.500 pesetas, que se distribuyen entre los que las sostienen en mejor estado de conservación e higiene.

Una cifra elevada de solicitantes acude a estos concursos. Una Comisión técnica visita las casas y las inspecciona, haciendo las propuestas de recompensas, y una Junta, que preside el Excmo. Sr. Ministro de Trabajo, hace la concesión.

Desde 1928 vienen adjudicándose premios, que oscilan entre 500 y 50 pesetas. Este concurso encierra una gran virtualidad. Por él, y para alcanzar sus recom­pensas, los beneficiarios extreman el cuidado, limpieza y orden de sus casas, e in­troducen en ellas importantes mejoras.

Este estímulo, la noble emulación suscitada entre los cooperativistas y el ansia legítima de mejorar su casa, impulsan a la realización de obras, en su mayoría desarrolladas con el esfuerzo personal de los beneficiarios, que en muchos casos han producido verdadera transformación de las viviendas.

Las barriadas de casas baratas de Vizcaya aumentan de año en año su valor. Algunas brindan el ejemplo de sus huertos y jardines, que es donde nos demuestra el gusto y la delicadeza quien los atiende.

La obra del caserío vasco.

Vizcaya siente hondamente el problema del campo. Toda su vida rural gira en torno al caserío, que guarda el espíritu tradicional

de aquel pueblo y conserva vivo el cultivo de su idioma. Los hombres jóvenes abandonan el campo, y sus brazos vigorosos se entregan a

las actividades industriales en fábricas y talleres, enclavados principalmente en las villas.

Gran culpa de ello está en que el caserío cierra sus recursos a un límite exiguo de beneficios; a que las tierras no ofrecen trabajo para tantos brazos como hay en las fecundas familias aldeanas; a que no se intensifican las pequeñas industrias de­rivadas de la agricultura y de la ganadería; a que la labor es ruda, penosa y poco lucrativa; a que el mismo hogar no satisface las justas exigencias de quienes quie­ren vivir en las condiciones de holgura y suficiencia que impone la vida contem­poránea; a que la villa arrastra con los atractivos de su bullicio, el encanto de su libertad y hasta con la seducción de su vicio.

Vizcaya aun no ve sus caseríos despoblados, pero siente el dolor de la despo­blación de su campo, que abandonan vidas vigorosas, y padece el mal grave de tener, en su territorio limitado—220.640 hectáreas—, una gran parte de él—98.000 hectáreas—sin dedicarlo a un adecuado cultivo. Por ello tiene planteados intere­santes problemas, que afectan a la entraña de su vida rural, concentrada en el caserío.

Hacen falta nuevos caseríos, enclavados en las tierras que hoy no rinden el fruto apetecido.

Page 41: LA CAJA DE AHORROS VIZCAÍNA

- 41 -

Hay que hacer desaparecer los viejos caseríos, los caseríos ruinosos y antihi­giénicos.

Hay que convertir a los inquilinos de los caseríos en propietarios, realizando así la laudable función difusora de la propiedad, que tan alta significación social encierra, ya que estabiliza la familia, uniéndola a 'la tierra, y convierte el caserío en un verdadero patrimonio familiar y estimula su cuidado y el de sus tierras, ya que el casero trabaja para sí, movido por el ansia noble y legítima de mejorar su con­dición, rompiendo el pernicioso quietismo de los aldeanos, que principalmente en­carna en el hecho de ser arrendatarios e inquilinos de la casa y de sus tierras.

La Diputación de Vizcaya inició en 1919 'la obra de protección al caserío vasco, desarrollando una acción altamente beneficiosa, que encontró en la Caja de Aho­rros Vizcaína el elemento económico que le era necesario para la concesión de préstamos a los inquilinos que habían de adquirir la propiedad de sus caseríos.

Ese régimen se amplió y perfeccionó en 1929, dictándose un Reglamento inte­resantísimo, que abarca amplias finalidades, que pueden concretarse así:

Construcción directa de caseríos por la Diputación.—Anualmente se rifan dos caseríos de 25.000 pesetas, con sus tierras, en combinación con un sorteo de la Lotería nacional. La Caja de Ahorros Vizcaína cuida de la organización y venta de billetes.

Construcción de nuevos caseríos.—La Diputación subvenciona la edificación de nuevos caseríos con primas directas del 20 por 100 de su coste, cuando se constru­yen en terrenos incultos. Facilita los planos y dirección técnica, y la Caja propor­ciona los préstamos, que no han de rebasar del 70 por 100, y por el plazo máximo de veinte años, cuyos intereses son bonificados por la Diputación con el 1 por 100 anual.

La Diputación subvenciona la reconstrucción de caseríos derruidos por la ac­ción del tiempo, o de nuevas viviendas que se levanten en terrenos que no estén totalmente roturados, facultando a los Ayuntamientos para que puedan conver­tirse en entidades constructoras, dando carácter de preferencia cuando se trata de edificar una barriada, de mayor eficacia para el plan de repoblación.

Higienización de caseríos.—La Diputación concede premios de 250 a 500 pesetas a las obras que se ejecuten en los caseríos y tiendan a mejorar las condiciones hi­giénicas de las viviendas y de los establos.

Adquisición de caseríos por sus arrendatarios.—De todas estas obras plausibles, acaso la que más destaque es la que convierte en propietario del caserío y de sus tierras al inquilino.

A ella ofrece su ayuda incondicional y efusiva 'la Caja Vizcaína. Para optar a estos auxilios, es condición precisa: Ser vizcaíno; llevar en arrendamiento el caserío, sito en Vizcaya, por un espa-

- ció de tiempo no inferior a veinte años. No ser propietario de caserío, ni de finca rústica ni urbana, salvo de tierras

sueltas o contiguas a los pertenecidos del caserío que se trata de adquirir, cuyo va­lor no exceda de 5.000 pesetas.

Tener convenido con el propietario del caserío su justo precio, que debe coin­cidir con el de tasación técnica o haciéndose la valoración por hombres buenos.

El precio del caserío adquirido, con sus tierras y monte, no podrá exceder de 30.000 pesetas.

La productividad de las tierras ha de ser bastante para que pueda atender a las necesidades de su vida el casero y su familia, después de satisfechas las obli­gaciones económicas que ha de contraer. •

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Si el caserío fuera de dos viviendas, han de estar separadas e independientes. El préstamo que se otorga puede elevarse hasta el 90 por 100 del valor del

caserío y sus tierras, y la garantía ofrecida a esta operación es la hipotecaria, más la de la Diputación.

El nuevo casero está obligado: A destinar el caserío a vivienda suya y de su familia, con exclusión de todo

otro destino, quedando, por 'lo tanto, prohibido el subarriendo. A no instalar en él establecimiento público, no pudiendo vender más que los

productos de su huerta, corral o establo. A trabajar la tierra con su familia directamente, sin poderla arrendar, ni aun

para explotación agrícola. A no vender ni permutar los terrenos sin autorización de la Caja Vizcaína, a

fin de que no se destruya la unidad del caserío. Se fijan normas complementarias respecto a las transmisiones, tendiendo siem­

pre a vincular la familia en el caserío y aplicar íntegramente los rectos y saluda­bles principios forales de la troncalidad.

El préstamo concedido devenga el 5 por 100 de interés anual, que se satisface a la Caja Vizcaína.

En la primera etapa de aplicación de este régimen, la Diputación concedió una bonificación anual del 4 por 100, que ha quedado reducida al 3 por 100, destinada a la amortización.

Por este sistema, el nuevo casero sólo tiene que satisfacer el 5 por 100 de inte­rés anual sobre el capital prestado, adquiriendo la propiedad del caserío y sus per­tenecidos en el término de veinte años.

Con arreglo a estas bases, la Caja Vizcaína concedió cincuenta y nueve présta­mos a otros tantos inquilinos de caseríos, que los han adquirido en propiedad, con sus tierras y montes.

El capital prestado asciende a 974.323,46 pesetas, que se ha de amortizar en veinte años como máximo, contados a partir de la fecha de su entrega.

La anualidad mínima que satisfacen en total los adquirentes de los caseríos es de 43.509,58 pesetas, completándose con la consignación que en sus presupuestos hace la Diputación para el abono del 4 y del 3 por 100, que satisface como sub­vención.

La magnitud de la obra realizada está reflejada en los siguientes datos: Los cin­cuenta y nueve caseríos adquiridos ocupan las superficies:

Metros cuadrados.

Edificios y antuzanos 18. 020 Terrenos de labrantío 1.447.543 Monte, arg-omal y arbolado 2.130.412

TOTAL DE S U P E R F I C I E . . 3 .595.975

La mayor parte de los caseríos están habitados por familias numerosas. Algu­nas llegan a los diez hijos.

Son curiosos los antecedentes de ocupación de los caseríos por las familias ad­quirentes.

Todos rebasan en mucho los veinte años de permanencia exigidos como míni-

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mum por el Reglamento; no son «pocos los que llevan tres generaciones ocupándo­los, pasando de los cien años, y hay alguno que alcanza los ciento ochenta años de vida constante, no interrumpida.

La influencia de esta obra se ha manifestado en todo su vigor rápidamente. Se refleja en 'la transformación que experimentan el caserío, sus tierras y montes.

El caserío alquilado se deja generalmente en el abandono. El inquilino no lo cuida, porque no es suyo. El amo no gasta en él, porque la renta es poca. Y los caseríos van desmoronándose por la acción destructora del tiempo. Cuando el ca­sero es el propietario, ya no regatea lo que ha de invertir en la mejora de su hogar. Lo cuida y 'lo higieniza. Sabe que es suyo, y que los gastos que realiza son para él y para sus hijos, sin temor a una orden que lo despida o le suba la renta.

Lo mismo acontece con las tierras. Cuando son arrendadas, se cultivan con el esfuerzo y el sacrificio obligado. Cuando son propias, se pone en ellas una mayor abnegación, porque se sabe que cuanto se invierte, aun cuando sea mucho, rinde su productibilidad, que nadie ha de estorbar.

Por ello se ha visto la acción social y económica que el régimen de protección al caserío vasco ha producido en Vizcaya, que no sólo ha fomentado el desarrollo de la propiedad, estabilizando Ta familia aldeana, sino que eleva su bienestar y mejora el rendimiento de su industria agrícola y ganadera, con importante benefi­cio económico para el casero y para la colectividad.

Protección a la Agricultura.

Una de Jas fuentes de la riqueza vizcaína está en el cultivo de su tierra, en el fomento de su ganadería y en la explotación de sus montes.

La vida rural es la vida del casero, que tiene su tradicional hogar esparcido por el ámbito de esta provincia, que, para explotar su suelo, tiene que realizar un tra­bajo duro, ingrato, porque son pocos y estrechos sus valles fértiles, obligándole a escalar, en cultivo rudo, las escarpadas laderas de sus montes.

Más de 19.000 familias agrícolas tiene Vizcaya. En cada una estabiliza su vida el aldeano. La Caja Vizcaína quiso vivir, desde su fundación, unida al campo y en comunicación constante con sus cultivadores.

Llevó hasta las más aisladas aldeas el germen de su propaganda, y llegó a lo alto de los montes para acercarse al casero, en el deseo de fomentar en su voluntad la práctica suave y tranquila del ahorro y la realización de aspiraciones previso­ras, encauzadas hacia la satisfacción de sus necesidades y el remedio para sus ries­gos personales y materiales.

Quiso elevar su cultura agraria y ganadera y fomentar la práctica de pequeñas industrias familiares, íntimamente relacionadas con el cultivo del campo y en las que encuentran ocupación altamente .lucrativa el casero y sus familiares.

Para ello fundó la Cátedra ambulante de Agricultura. Adquirió hermoso coche automóvil; lo dotó de completo laboratorio de análi­

sis, material cinematográfico, y la Cátedra rodó por las carreteras de Vizcaya, rin­diendo su provechosa propaganda hasta que fué cedida al Servicio agrario de la Diputación.

Uno de los riesgos más frecuentes, cuyas consecuencias sufre el casero vizcaíno, es el de la mortalidad de su ganado. Ya funcionan en Vizcaya numerosas Herman­dades, inspiradas en un espíritu tradicional, que ofrecen medios de evitar los ma­les económicos de esa mortalidad. Pero ello no basta. Había que pensar en algo

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más perfecto, que cubriera los riesgos de modo amplio, y se proyectó la fundación de la Caja de Reaseguros. Obra de la Caja Vizcaína fueron los estudios necesarios para la reglamentación y establecimiento de la Caja, que está funcionando con gran satisfacción de los modestos ganaderos vizcaínos.

Esta Caja cumple dos finalidades interesantes: completa la obra que ya reali­zan las Hermandades en cuanto a las indemnizaciones satisfechas por el ganado asegurado, y realiza una elevada función preventiva, especialmente encaminada a mantener con todo rigor el cuidado del ganado, a fin de corregir las deficiencias higiénicas, que causan un alarmante aumento de mortalidad.

La vida agraria y su mejoramiento se alcanza por medio de organizaciones sin­dicales, que prestan a los aldeanos importantes beneficios, principalmente en sus compras y ventas colectivas.

Esos Sindicatos agrícolas, domiciliados en los principales pueblos de Vizcaya, se entrelazan y relacionan mediante una Federación, que recoge sus fuerzas socia­les y económicas.

La Caja Vizcaína presta su ayuda a los Sindicatos agrícolas y a su Federación, concediendo préstamos, que principalmente se invierten en la construcción de edi­ficios sociales, en compras colectivas de abonos, maquinaria, semillas y maíz, cuan­do se importa a precio de tasa.

Pesetas.

El total de los préstamos otorgados pa ra es ta finalidad a los Sindicatos y Federación asciende a la suma d e . . 904 571,44

Cantidad amortizada 540.958,77

Saldo en 31 de diciembre 363.612,67

• La Federación de Sindicatos transfirió a la Caja Vizcaína el Ahorro agrícola,

que hoy viene desenvolviéndose en esta institución. La Caja Vizcaína presta su ayuda económica a la obra del caserío vasco, la

más fundamental de cuantas se realizan a favor dej labrador, y que aparece rese­ñada con capítulo aparte.

Y ofrece su colaboración, reflejada en importantes donativos, a la celebración de Concursos agrícolas y ganaderos, organizados por los Ayuntamientos y por la Federación de Sindicatos.

Protección a los pescadores.

Tiene Vizcaya una sufrida y abnegada clase pescadora, agrupada en torno a sus tradicionales Cofradías.

Muy cerca de cinco .mil familias viven de la pesca, industria llena de riesgos y aventuras, que se fomenta en los pueblos del litoral vizcaíno y que se mantiene con una flota de pequeñas embarcaciones, compuesta de doscientos vapores, más de doscientas cincuenta motoras y trescientos botes.

La vida del pescador es muy precaria. Escasamente llega a doscientos los días de trabajo, y en ellos sufre el duro

daño que produce la pesca de arrastre, acometida por embarcaciones de más porte,

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entregadas al desarrollo de una industrialización intensa en la explotación de la riqueza del mar.

El pescador vasco tiene una psicología especial, formada por la naturaleza mis­ma de su trabajo y el ambiente en que desarrolla su vida.

El riesgo constante a que está sometido le aleja de las preocupaciones que asal­tan o otros trabajadores, más propicios a su defensa y más ufanos en laborar por su mejoramiento.

Toda 'la vida del pescador, así como toda la actividad de su trabajo, gira en derredor de sus históricas Cofradías, organizaciones profesionales, que en un tiem­po tuvieron una fuerza poderosa, un impulso prepotente, que les valió el recono­cimiento de facultades y derechos, prerrogativas y concesiones, otorgadas por Pon­tífices y Reyes.

La Caja Vizcaína, al desarrollar su actuación social, tuvo que brindar la efica­cia de su protección y la influencia de su ayuda a estas instituciones, que cumplen elevada misión y satisfacen fines mutualistas. Cuatro principales modalidades al­canza la protección que dispensa a los pescadores:

Concesión de préstamos a tipo de interés reducido a las Cofradías, principal­mente para la realización de compras colectivas, que son necesarias para el soste­nimiento de su industria: redes, raba, carbón, gasolina

En las épocas precarias y aflictivas, cuando el pescador está en situación ver­daderamente angustiosa porque le faltan todos los elementos económicos de vida, las Cofradías dan sus tradicionales misericordias, repartos hechos a sus asociados, que vienen a tener el concepto de anticipos, reintegrables con el valor de la pesca vendida.

Para estos repartos, la Caja ha hecho numerosos anticipos. •

Pesetas.

El total de los préstamos hechos a las Cofradías y pes­cadores es de 973.117,10

Importo de las amortizaciones 849.641,16

Saldo de los préstamos en 31 de diciembre. 123.475,94

La Caja fomenta las finalidades mutualistas de las Cofradías. Gracias a sus iniciativas, se van constituyendo en los puertos vizcaínos Socie­

dades cooperativas de compraventa colectiva, consagradas a la adquisición de car­bón, gasolina, anzuelos

Estas Cooperativas se constituyen con un escogido núcleo de pescadores, que aportan un capital fundacional. Con su garantía, la Caja les abre el crédito nece­sario para la realización de sus compras.

La administración de estas organizaciones cooperativistas se lleva directamente por la Caja, por medio de sus Sucursales, y siempre gratuitamente. Estas Coope­rativas están rindiendo un gran beneficio a los pescadores. Por un lado, obtienen un abaratamiento en el precio de los artículos, que venden a sus asociados en muy favorables condiciones.

Por otro, alcanzan un beneficio o ganancia, que sirve para constituir un fondo de reserva, que aumenta de año en año y que mejora la situación de la colecti­vidad y la pone en condiciones de acometer más amplias y perfectas formas de previsión y cooperativismo.

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Otra protección está en la entrega de donativos y subvenciones y en la orga­nización de suscripciones populares para las víctimas de naufragios y desgraciados accidentes.

Puede asegurarse que no hay siniestro marítimo que no encuentre en 'la Caja su proteccción más decidida.

Estas colaboraciones han consistido, unas veces, en la entrega directa de dona­tivos a las familias de las víctimas; otras, en la constitución de pensiones, y hasta ha habido momentos en los que, por ser tan difícil la situación de las Cofradías, no han podido dar sus obligados socorros a los ancianos, y la Caja se ha encar­gado de ellos transitoriamente, hasta que aquéllas han tenido recursos para cum­plir sus deberes.

Los pescadores vizcaínos van muchos veces con sus embarcaciones a otras zo­nas de trabajo. Pescan y venden la pesca en otras provincias, principalmente en Guipúzcoa, Santander y Asturias.

El producto de la pesca vendida fuera de Vizcaya se extiende en un recibo, que se llama chantel.

Estos chánteles eran negociados por los pescadores en el mismo puerto en que los recibían, y por esta operación se cobraba una elevada comisión. No han sido pocos los abusos que en este orden se han cometido, con grave daño para los tan limitados intereses de los pescadores. La Caja ha organizado el servicio de des­cuento de esos chánteles.

Su proceso está reflejado en las siguientes cifras:

Año 1927. Chánteles negociados por valor de 179.686 pesetas. — 1928. — — 274 056 — — 1929. — 412.058 — — 1930. — — 350.099,59 —

Se percibe una pequeña comisión, que se entrega íntegramente a las Cofradías a las que pertenecen los pescadores, para sus finalidades previsoras.

En esta labor prestan su ayuda activa y desinteresada las Cajas colaboradoras de Guipúzcoa, Santander y Asturias, a las que se debe rendir un tributo de gratitud.

Por todos estos servicios mereció cla Caja Vizcaína ser considerada como enti­dad delegada del Instituto Social de la Marina.

Oficina de Información municipal.

Mantiene la Caja de Ahorros Vizcaína una relación constante y afectiva con los Ayuntamientos del Señorío, y muchos de ellos han sido favorecidos con la con­cesión de sus préstamos para la realización de sus obras y proyectos.

Fué deseo de la Caja estrechar la vida de relación entre las prestigiosas Corpo­raciones municipales y aquella institución, y para ello proyectó la creación de un servicio, que ha producido gran provecho.

En el Secretariado Social se ha establecido una Sección dedicada especialmente a colaborar con los Ayuntamientos en el desarrollo de las gestiones que sean preci­sas realizar, en la tramitación de asuntos administrativos, dentro y fuera de Vizcaya.

Este servicio suprime o aminora las dificultades, molestias y gastos de frecuentes viajes que Jos comisionados o funcionarios de los Municipios tienen que realizar para cuidar de la tramitación y resolución de sus asuntos.

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Esos gastos y molestias se acrecentaban cuando tenían que desplazarse fuera de Bilbao, singularmente a Madrid, gravándose así los presupuestos municipales. El servicio quedó establecido a partir de julio de 1928. Es completamente gratuito, y abarca las siguientes modalidades:

Presentación, gestión y despacho de los asuntos de los Ayuntamientos en cual­quiera oficina y dependencia oficial: Gobierno civil, Diputación provincial, Delega­ción de Hacienda, Jefatura de Obras públicas, etc.

Acompañar a los comisionados de los Ayuntamientos en las gestiones que se crea preciso realizar cerca de 'las expresadas oficinas públicas.

Informar a los Ayuntamientos del estado de sus asuntos que tengan tramitación oficial.

Evacuar cualquier consulta no profesional que se formule en relación con la Administración municipal.

Poner a disposición de los Ayuntamientos la oficina, con su material y personal apto, para la redacción de cualquier escrito oficial; 'lugar de reunión para sus co­misionados, de tal suerte que el Secretariado Social sea para los Municipios viz­caínos su propia oficina, Centro de información y de consulta para todos sus asun­tos y gestiones administrativas.

Gestionar en Madrid, en las dependencias oficiales del Estado, la tramitación y resolución de los asuntos que se encomienden.

Formar un archivo, para ofrecerlo, con todos sus datos y antecedentes, a los Ayuntamientos, a fin de facilitarles aquellos que puedan afectar al régimen interior de sus servicios, ordenanzas, tarifas

El servicio no pudo tener más favorable acogida por parte de los Municipios vizcaínos. En muy efusivas comunicaciones expresaron a la Caja su gratitud por la que calificaban de feliz iniciativa.

Y los hechos han respondido a las esperanzas. La mayoría de los Ayuntamientos han utilizado los servicios de esta oficina, que

ha despachado los más varios asuntos, destacando entre ellos los relativos a la cons­trucción de escuelas, abastecimiento de aguas, servicios de higiene, urbanizaciones y saneamientos, repoblaciones forestales, régimen tributario

Las consultas han sido abundantes, interesantes y todas ellas satisfactoriamente contestadas.

Se ha facilitado a los Municipios, por medio de numerosas circulares, el cono­cimiento de disposiciones que afectaban a problemas de palpitante interés colectivo.

Se ha mantenido estrecha y cordial la relación de los Municipios con la Exce­lentísima Diputación.

Se han efectuado centenares de pagos, por cuenta y orden de los Ayuntamientos, en las oficinas del Estado, de la Diputación, etc.

Y se ha tenido la satisfacción de acudir a importantes reuniones celebradas por las Delegaciones municipales de los cinco distritos de Vizcaya, cuyas Comisiones de Alcaldes acudían a esta Oficina a deliberar sobre trascendentales problemas, a la que han testimoniado su gratitud en efusivos votos de gracias.

Justo es el consignar aquí que muchas veces, cuando la urgencia de la gestión lo ha requerido, se ha acudido a distinguidos y bondadosos funcionarios del Insti­tuto Nacional de Previsión, quienes han puesto todo su interés y su competencia en servir nuestros encargos, al transmitirles una gestión municipal.

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Préstamos para obras públicas.

La relación constante y muy afectiva que la Caja vizcaína ha mantenido desde su fundación con 'los Ayuntamientos se ha estrechado, por ser esta institución la que ha favorecido con su ayuda económica a aquellas Corporaciones, para que pu­dieran acometer sus proyectos de transformación y mejora de sus respectivos Mu­nicipios.

Por ello puede afirmarse que la Caja Provincial es la Caja de los Ayuntamien­tos de Vizcaya.

Obras de 4a más variada significación y alcance, todas ellas encaminadas a sa­tisfacer cumplidamente las necesidades de sus administrados y a cumplir el ansia noble de su engrandecimiento, han sido acometidas por los Municipios vizcaínos, y, en su mayoría, ha sido aquella institución la que ha ofrendado los medios para convertir en realidad sus proyectos.

Destacan entre ellos los relativos a la construcción de escuelas, de tan elevada significación, preferida siempre por las inversiones sociales, hechas con los recursos que facilita el Régimen obligatorio de Retiro obrero.

Treinta y nueve préstamos se han concedido para la construcción de escuelas o reforma y ampliación de las ya existentes.

Se han levantado hermosos edificios escolares en pueblos de importancia, para responder a las exigencias de su población, y se han edificado modestas escuelas de barriada, esparcidas y diseminadas por los pueblos rurales vizcaínos, entre sus gru­pos de caseríos, alejados de los núcleos de población ciudadana, a los que se ha llevado por la Diputación el germen de una enseñanza elemental que redime de su analfabetismo a su vecindario, principalmente labrador.

Y, como ampliación de enseñanza, no han faltado los préstamos para la cons­trucción de edificios, en los que se han- instalado muy bien organizadas Escuelas de Artes y Oficios.

Saneamientos, abastecimiento de aguas, construcción de mataderos, urbanizacio­nes y ensanches, operaciones desarrolladas por 4a unificación de las deudas muni­cipales, con gran beneficio en el tipo de interés y en las primas de amortización; edificación de mercados, erección de Casas Consistoriales, reparación de caminos y hasta construcción de modestos frontones, se han acometido en los pueblos de Viz­caya con los préstamos otorgados.

Todos ellos se han hecho al 5 por 100 de interés anual y por plazos de amorti­zación muy variados, proporcionales siempre a su cuantía y a las disponibilidades del Municipio.

El total de operaciones realizadas asciende a 75.

Pesetas.

Los préstamos concedidos suman 11.085.445,73

Cancelados totalmente, por valor d e . . . . . . 1.046.879,75 Cancelaciones parciales 803.622,32 Saldo actual de los expresados préstamos . . 9.234.943,66

La Caja ha contribuido activamente a los empréstitos emitidos por el Ayunta­miento de Bilbao, singularmente los de 1928 y 1929, para obras públicas y abaste-

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cimiento de aguas de la capital, ascendiendo el valor de las obligaciones que tiene en cartera a 1.168.704,02 pesetas.

Tomó parte activa en el empréstito emitido por la Diputación de Vizcaya, no sólo cuidando de su organización, sino también suscribiendo, para su Cartera, una buena suma de obligaciones, que ascienden a 1.872.582,50 pesetas, a cuya cifra de­ben sumarse 33.093,85 pesetas de obligaciones de carreteras provinciales.

Estos datos bastan para demostrar la participación directa que la Caja Vizcaína presta a los servicios públicos de su provincia, colaborando con la Diputación y los Ayuntamientos en sus obras y servicios.

Es de justicia el consignar el hecho, altamente consolador, que enaltece y pon­dera la administración de las Corporaciones públicas vizcaínas, de que todas son fieles cumplidoras de sus obligaciones económicas.

Los intereses se pagan a sus vencimientos, y las amortizaciones se satisfacen con plena regularidad.

Algunos importantes Ayuntamientos han encomendado a la Caja Vizcaína la prestación del Servicio de Tesorería, que se realiza gratuitamente y con ventaja grande para aquellas Corporaciones.

Los servicios provinciales.

Se fundó la Caja de Ahorros Vizcaína para servir a Vizcaya, para responder al anhelo de sus clases populares, que deseaban tener una institución que recogiera y administrase sus economías, las hiciera productivas y devolviera al pueblo, en obras y servicios sociales y de interés colectivo, el fruto económico de esa admi­nistración. La Diputación dio vida a la Caja, la dotó de un capital fundación y la concedió su garantía. Por ello, entre la Caja y la Corporación provincial viz­caína, de tan sólidos prestigios, existe una relación íntima, estrecha.

La Caja vive para servir los intereses de la Provincia y brinda con verdadera complacencia la actuación de sus organizaciones a la Corporación que la adminis­tra. De ahí la razón de ese enlace mantenido entre la Diputación y su Caja, que se traduce en la prestación de una serie importantísima de servicios, que la Caja desarrolla con toda actividad, poniendo máximo celo, porque sabe que así sirve a su Diputación y Vizcaya.

Por su parte, la Diputación encuentra en la Caja una institución que le alivia y auxilia en numerosas faenas. Para desenvolverlas tiene la Caja un Negociado especial de Servicios provinciales, que en una relación constante con las Oficinas provinciales cumple la misión que se le encomienda.

Es muy difícil concretar el alcance de todos los servicios prestados; pero hemos de hacer un esbozo de esta función para que así se vea la labor que representa.

Caminos.—Pago a todo el personal de las carreteras provinciales fijo y even­tual, así como el abono de las liquidaciones de contratistas y abastecedores.

Obras públicas.—Pago de nóminas al personal del Ferrocarril de Triano, Funi­cular de La Reineta y Draga "Euskalerria".

Instrucción pública.—Pago de haberes a los maestros de barriada. Servicios agrícola y forestal.—Pago de haberes al personal fijo y eventual de

granjas, repoblación forestal, etc. Miñones.—Pago de nóminas del Cuerpo de Miñones. Clases pasivas.—Pago de pensionistas y jubilados de la Excma. Diputación Manicomio de Zaldívar. Sanatorio de Corliz. Escuela de Ingenieros.—La Caja

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lleva el Servicio de Tesorería de estas instituciones, realizando todos sus pagos y contabilizándolos.

Cupones y amortizaciones.—-Cuida de los empréstitos provinciales y se hace cargo del pago de cupones y amortizaciones.

Expósitos y maternidad.—-Lleva el servicio de Tesorería de esta Institución, re­cibiendo las subvenciones de la Diputación, cuidando de su contabilidad y realizan­do los pagos debidos, incluso el de nodrizas, en toda Vizcaya.

Cobros.—Realiza por cuenta de la Excma. Diputación numerosos cobros, entre ellos los de las suscripciones al Boletín Oficial, Imprenta provincial, patentes de automóviles, impuestos sobre el sacrificio de reses, tasas y cánones, etc., asi como los extraordinarios que encarga Tesorería.

Vereda.—Por medio del beneméto Cuerpo de Miñones y de las Agencias y Su­cursales de la Caja, se presta el servicio de vereda, por el que la Excma. Diputa­ción envía toda su documentación a sus respectivas dependencias y a los interesa­dos residentes en los diferentes pueblos de Vizcaya.

Estos servicios y otros muchos más que se le encomiendan son realizados por la Caja, poniendo en ellos iodo su interés, parque sabe que con ello sirve a la pro­vincia y a su Diputación, colaborando modestamente al desarrollo de su función administrativa.

La organización paritaria.

Cuando en Vizcaya comenzó a funcionar la Organización Corporativa, los pri­meros Comités acudieron a la Caja Vizcaína, solicitando su ayuda económica para desenvolver sus actividades. Les faltaban recursos para instalarse y actuar, y la Caja se los concedió, mediante préstamos que se han cancelado al disponer de me­dios de vida propia.

Al iniciar su actuación económica, los Comités tropezaron con grandes dificul­tades para el cobro de las cuotas que debían ser satisfechas por los patronos. Los Comités acudieron a la Caja solicitando la actividad de sus Sucursales y la gestión de sus Agentes para realizar el cobro de sus recibos.

La Caja, que nunca olvida su función social, atendió los requerimientos hechos y se prestó a ello gratuitamente.

Los Comités paritarios de Comercio, Alimentación, Despachos y Oficinas, Pana­dería, Marinería y Peluquería, obtuvieron préstamos para desarrollar sus funciones.

Los de Despachos y Oficinas, Cámara Hostelera, Comercio, Alimentación, Side­rurgia, Metalurgia y derivados, Transportes terrestres, Marinería, Molinería y Pa­nadería, encomendaron el cobro de recibos.

Por Real orden de 17 de julio de 1930 se concertó, entre el Ministerio de Tra­bajo y las Diputaciones Vascas, una fórmula para el sostenimiento de los Comités paritarios en cada provincia, fijándose a la de Vizcaya el cupo de 225.000 pesetas anuales hasta 31 de diciembre de 1951.

La Diputación pone en manos de la Caja de Ahorros Vizcaína, que actúa como Caja provincial, delegada de la Confederación Española de Cajas de Ahorros bené­ficas, la cantidad necesaria para que ésta, a su vez, la entregue a los Comités paritarios.

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Un servicio de giros a África.

A poco de fundarse la Caja Vizcaína estalló la campaña de Marruecos. A sus tierras fueron movilizadas numerosas fuerzas, entre ellas, el Regimiento de Gare-llano, de guarnición en Bilbao.

Anticipándose a los deseos de las familias que tenían sus hijos en Marruecos, la Caja estableció un servicio, que rindió extraordinario beneficio. Ella cuidó de enviar a las zonas de Melilla, Ceuta y Larache las cantidades recibidas de las fami­lias para los movilizados en África.

Se presta gratuitamente, y su mayor ventaja está en que se ponen en manos de los militares las cantidades giradas.

Los años 1921, 1922 y 1923, los envíos fueron numerosos y alcanzaron elevadas sumas.

Después ha seguido manteniéndose a favor de los soldados de haber, a quienes ha correspondido prestar su servicio militar en tierras africanas. Las cantidades recibidas en la Caja ascienden a 377.894,94 pesetas, y la mayor parte de los envíos fueron de pequeñas sumas, procedentes de familias modestas. Este hecho hace destacar aún más su beneficio.

El giro mutual provincial.

El Reglamento de la Caja Vizcaína, aprobado por la Superioridad, estableció sus bases. El servicio ofrece gran utilidad práctica, singularmente para las clases obreras, labradores, industriales y mercantiles.

El giro mutuo provincial está establecido entre la Central, Sucursales y Agen­cias de la Caja. Se desarrolla intensamente para el envío de pequeñas cantidades, ya que el límite máximo que admite es de 500 pesetas, para responder así a su finalidad principal, que no es otra que la de dar facilidades a los residentes en Vizcaya, para la remisión de modestas sumas.

Labor cultural.

La más importante cooperación que la Caja presta al desarrollo de la cultura en Vizcaya está en la concesión de préstamos para la edificación, ampliación y re­forma de los edificios escolares.

Difunde la enseñanza por medio del cinematógrafo ambulante, que pasa reco­rriendo principalmente las escuelas, exhibiendo sus películas instructivas y edu­cadoras.

Tiene un amplio programa de concesión de becas, a favor de los alumnos aven­tajados de las escuelas, cuya situación no les permite disponer de medios econó­micos propios para seguir la profesión o carrera para la que destacan sus aficiones.

Anualmente concede dos premios de 500 pesetas a los mejores alumnos de las escuelas de barriada, niño o niña, para que completen su enseñanza profesional.

Un sintético Reglamento regula la concesión de becas, siendo las concedidas hasta la fecha las siguientes:

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CARRERAS N

.

úmcio (le bocas.

3 9 3 2 2 2 2 1 2 5

31

Importe en pesetas.

750

250 750 750 750 750 750

250 750 400

Como condiciones preferentes se estiman para ser favorecidos con las becas ser mutualistas o hijos de maestros o imponentes de la Caja.

Este año consigna 5.000 pesetas para la concesión de becas, que se han de con­ceder a los jóvenes obreros o hijos de obreros que deseen adquirir el título de Peritos mecánicos, electricistas, aparejadores, en las Escuelas Superiores de Trabajo.

Otra modalidad desarrollada por la Caja para fomento de la cultura está en su obra de fundar Bibliotecas circulantes.

En el pasado año se han creado diez, en otras tantas escuelas de barriada. Constan de un mueblo-tipo, confeccionado expresamente para esta finalidad,

y un número considerable de libros seleccionados, cuyo texto se ajusta a las con­diciones especiales de la localidad donde la Biblioteca se establece. Hay en todas ellas una escogida sección religiosa, literaria y amena; una selección científica, y algo de oficio o profesión, que se ajusta a la peculiaridad de los trabajos más prac­ticados en el lugar en que se establece; marina y pesca, en las escuelas de los puer­tos; agricultura, ganadería e industrias derivadas, para las enclavadas en los pue­blos rurales; metalurgia, electricidad, construcción, en las que han de radicar en poblaciones de más intensidad industrial.

Los libros de estas Bibliotecas se destinan tanto a los alumnos como a sus familias.

La Caja hace donativos de Jotes importantes de libros a las Bibliotecas circu­lantes que sostienen las Organizaciones obreras, Cooperativas e Instituciones de cultura.

Protección al emigrante.

Por Real orden del Ministerio de Trabajo, de 28 de marzo de 1928, fué reco­nocida la Caja de Ahorros Vizcaína como Institución protectora del emigrante, acogiendo la Junta Central de Emigración con viva satisfacción tan humanitaria y patriótica colaboración en pro de su tutela y protección. Los fines que en este orden realiza la Caja, por medio de su Secretariado social, son los siguientes:

Propagar y extender los preceptos de la legislación española de emigración a fin de que sean fielmente cumplidos y aplicados.

Aconsejar a los emigrantes de Vizcaya y orientarlos a fin de evitar toda emi-

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gración injustificada o peligrosa y laborar por que la que se realice sea dentro de las condiciones exigidas por la Ley.

Ofrecer los servicios gratuitos de la Caja de Ahorros Vizcaína a cuantos emi­grantes de Vizcaya se propongan abandonar España para facilitarles informes y antecedentes, así como su ayuda en la preparación de la documentación que les sea precisa, de acuerdó con la Inspección de emigración del puerto de Bilbao.

Facilitar referencias de la legislación reguladora del movimiento emigratorio e inmigratorio, que particularmente afecte a Vizcaya, así como realizar aquellas gestiones que se le encomienden para conocer la situación y destino de nuestros emigrantes.

Gestionar gratuitamente para nuestros emigrantes la aplicación de las Leyes protectoras y la concesión de los auxilios que se conceden, poniendo a los emi­grantes en relación con los organismos e instituciones que ejercen sobre ellos su protección y tutela.

Ponerlos en relación directa con las Asociaciones patrióticas y benéficas e Ins­tituciones regionales creadas en los países de inmigración, para utilizar de ellas sus servicios a favor de nuestros emigrantes, para mantenerlos unidos, con es­trechos vínculos afectivos y económicos, con las familias y el país de origen.

Fomentar entre los emigrantes el ahorro y la previsión, procurando encauzar sus economías .hacia España, a fin de darlas adecuada inversión.

Colaborar eficazmente al desarrollo de todas aquellas otras iniciativas que pro­ponga la Dirección general de Acción Social.

No es Vizcaya la provincia que dé mayores contingentes a la emigración es­pañola. No obstante, el vizcaíno emigra y marcha generalmente a tierras ameri­canas, llevando su espíritu emprendedor, su laboriosidad incansable, su tradicio­nal espíritu. El vasco es muy apreciado y estimado en aquellas Repúblicas, cuyos apellidos se han injertado ya en la raza de aquellos pueblos, llegando a los puestos más preeminentes en la gobernación del Estado.

La corriente emigratoria no es desbordante; pero continúa hacia unas orien­taciones determinadas y con unos destinos fijos.

Hay pueblos que la fomentan más activos, porque los mismos intereses están ligados ya a negocios y empresas implantadas en aquellos países.

Las restricciones impuestas a la inmigración por el Gobierno norteamericano cerró las puertas de entrada en aquella gran Federación, a la que iban muchos vizcaínos a desarrollar principalmente sus actividades agrícolas y ganaderas.

La Oficina de la Caja de Ahorros Vizcaína presta en este orden un valioso servicio.

Ha podido evitar emigraciones, inspiradas en buenos deseos, pero desdichada­mente orientadas.

Ha preparado la documentación legal para muchos emigrantes. Ha logrado dar con el paradero de vizcaínos, alejados hace muchos años, cuyas

familias ignoraban su destino. Y entre las gestiones desarrolladas con pleno éxito destacan dos muy difíciles,

que le fueron encomendadas por las familias de emigrantes fallecidos en los te­rritorios de Estados Unidos de América y Estados Unidos mejicanos.

Gracias a sus gestiones incesantes pudo salvar las pequeñas fortunas dejadas por estos emigrantes, puestas ya en manos de sus modestos herederos.

El servicio se completa con la formación de un censo interesante de emigran­tes vizcaínos, que recoge datos de valiosa orientación social y económica.

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Pago de subsidios a las familias numerosas.

Establecido el Régimen de protección a las familias numerosas por Decreto-ley de 21 de julio de 1926, el Secretariado social de la Caja de Ahorros Vizcaína ofreció seguidamente sus servicios a los benefioiarios, orientándoles con sus con­sejos, solucionando sus dudas, resolviendo sus dificultades y preparando el mode-laje necesario para la tramitación de los expedientes.

Esta intervención bienhechora obtuvo un gran éxito. Centenares de expedientes fueron preparados rápidamente, poniéndose los tra­

bajadores vizcaínos en condiciones de participar de los importantes beneficios con­cedidos por el Estado.

Una relación constante y provechosa se ha seguido manteniendo con los benefi­ciarios, sirviendo el Secretariado social de elemento de enlace con los muy diligen­tes y atentos funcionarios del Ministerio de Trabajo, encargados de este servicio.

El vínculo de relación con los benefioiarios se estrechó aún más cuando la Caja de Ahorros Vizcaína solicitó y obtuvo, en junio de 1929, la autorización necesaria para realizar el pago de los subsidios, por cuenta del Estado, poniendo su importe en manos.de los favorecidos con esta concesión en sus propios domicilios, evitán­doles así gastos y molestias, que supieron agradecer íntimamente. En septiembre de 1929 se inició el pago directo por Ja Caja.

Es muy interesante conocer la cifra y valor de los subsidios satisfechos desde aquella fecha, hasta 31 de diciembre de 1930, que están reflejados en el siguiente cuadro:

BENEFICIARIOS PADHES D E

8 hijos. 9 — .

10 — . 11 — . 12 - . 13 — . 14 — . 15 — .

98,55 147,90 197,25 246 60 295,95 369,95 493,35 591,90

Subsidios pa­yados.

562 297 130 49 25

4 4 1

Importe total de los subsidios.

55.385,10 43.926,30 25 642,50 12.083,40

7.398,75 1.479,80 1.973,40

591,90

Total de subsidios, 1.072, por valor de pesetas 148.481,15

Vizcaya ocupa uno de los lugares preferentes en la concesión de los subsidios, y esto se ha conseguido gracias a la difusión y propaganda que del Régimen de pro­tección ha desarrollado la Caja y a su activa labor orientadora que se ha ejercido también cerca de numerosos Ayuntamientos a los que se ha facilitado el modelaje necesario.

Y si importantes han sido estos servicios para los beneficiarios que por primera vez solicitaron y obtuvieron la protección del Estado, aun se ha acentuado más en las anuales renovaciones, que tienen que tramitarse, para que la concesión no ca­duque.

El Secretariado social ha estado siempre alerta para que ningún derecho se per­diera y así pudiese llegar a Vizcaya el máximum del proteccionismo legal.

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La Oficina laboratorio de Orientación profesional.

Creó el Estado el Servicio de Orientación y Selección profesional, dando vida intensa a los Institutos de Madrid y Barcelona.

Para satisfacer las justas aspiraciones de la enseñanza profesional, reorganizada con la promulgación de su Estatuto, se inició la fundación de una serie de Oficinas laboratorios, situándolos en aquellas poblaciones cuya actividad industrial era más destacada para que ofrecieran la influencia de sus provechosas finalidades.

La Caja de Ahorros Vizcaína, al conocer estas felices iniciativas y respondiendo a sus anhelos de favorecer los intereses productores de su territorio, se brindó a ins­talar y sostener la Oficina laboratorio de Orientación de Bilbao, situándola en el hermoso edificio destinado a Instituto de educación y rehabilitación de inválidos del trabajo, al que había de ofrecer también sus servicios en el momento en que iniciara sus actuaciones.

Otra interesante razón pesó en el ánimo de la Caja para prestar su ayuda a esta obra social.

La Sociedad de Estudios Vascos organizó uno de sus memorables Congresos, el celebrado en Vitoria el año 1926, dedicándolo exclusivamente al estudio de la en­señanza profesional en el País Vasco y al examen y debate de los problemas que plantea la Orientación profesional. Aquella Asamblea, a la que acudieron las figu­ras más destacadas de esta especialización, adoptó conclusiones prácticas, encamina­das a iniciar los Servicios de la Orientación profesional en estas provincias, en las que la vida industrial, en sus varias modalidades, alcanza espléndido desarrollo, pero que está necesitada de mayores perfeccionamientos, depuraciones técnicas y administrativas, que deben encontrar realización en una amplia y adecuada aplica­ción de la organización científica del trabajo.

La Caja Vizcaína quiso responder a esos propósitos al mismo tiempo que ofre­cía a la industria el servicio de una institución que está reportando resultados alta­mente positivos en aquellas nacionalidades que la mantienen, convencidos de su eficacia.

Dos médicos jóvenes y prestigiosos, D. César A. Figuerido y D. A. de Moneo, fueron designados para actuar al frente de los Laboratorios psicotécnico y fisioló­gico, y la Caja les encomendó su instalación, no reparando en medios económicos para que fuera lo más completa y respondiesen plenamente a sus necesitados.

En ellos se ha reunido el más moderno y escogido material especializado, adqui­rido allí donde se sabía que era mejor producido.

La Sección social y estadística quedó dotada de modelaje cuidadosamente estu­diado adaptado a las especiales condiciones de Vizcaya.

La Oficina-laboratorio rinde ya muy positivos resultados. Por ella desfilan los alumnos de la Escuela de Trabajo de Bilbao, sometiéndose

a las prácticas y reconocimientos que se imponen para su ingreso en aquel centro de enseñanza.

Han sido objeto de reconocimiento los jóvenes que cursan en las Escuelas de Artes y Oficios, enclavadas en.los principales pueblos industriales.

Man sido examinados los que van a cursar en la Escuela Superior Industrial de Santander.

Se han desarrollado interesantes investigaciones cerca de grupos de escogidos alumnos de las Escuelas nacionales de Bilbao.

Se ha acometido un importantísimo estudio de investigación y estadística de

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ios accidentes del trabajo que se producen anualmente en Vizcaya, recogiendo en gráficos de gran valor y enseñanza los resultados obtenidos.

En estos momentos se prepara una investigación para conocer el estado social de los diferentes oficios y profesiones de Vizcaya, el porvenir que ofrecen al traba­jador, cualidades que de él requieren, prosperidad o crisis que en ellas se producen.

Este estudio, al que aportan su valiosa colaboración patronos y obreros, ha de enterrar un gran valor práctico y servirá de punto de partida a trabajos más per­fectos de orientación y selección profesional, que asimismo ha de completarse con la fundación de una Bolsa de Trabajo para oficios calificados.

Recientísimos acuerdos adoptados por el Excmo. Ayuntamiento de Bilbao han venido a dar mayor realce a las actuaciones de esta Oficina.

Por ello es requisito indispensable para aspirar a plazas de conductores de ve­hículos de motor, del Municipio, el que los interesados posean certificados de la Oficina de Orientación y Selección profesional de Bilbao, con la calificación mínima de normal.

Y que cuándo se autorice alguna línea de autobuses urbanos se incluirá, entre las condiciones a que habrá de ajustarse cada concesión, la de que no se podrá uti­lizar servicios de conductores que no reúnan idéntico requisito y calificación que el marcado para los chóferes municipales.

Otro importante Ayuntamiento, el de San Miguel de Basauri, ha adoptado la resolución de exigir el certificado expedido por la Oficina de Orientación profesional, que ha de reconocer a Jos aspirantes a las plazas vacantes.

En los actuales momentos, las Organizaciones profesionales de conductores de automóviles están desarrollando una incesante campaña encaminada a que se im­ponga la obligatoriedad del reconocimiento por la Oficina de Orientación como con­dición precisa para obtener el "carnet" de conductor.

Para satisfacer cumplidamente a estas peticiones, que responden a un plausible estado de opinión, mantenido enérgicamente por las mismas Organizaciones profe­sionales, se ultima la instalación de nuevos y curiosos aparatos que han sido preci­samente preparados para la selección de chóferes.

El Instituto de educación y rehabilitación de inválidos del trabajo.

La intensidad de la vida industrial vizcaína y el propio carácter de sus activi­dades productoras causan con desgraciada frecuencia numerosos accidentes del tra­bajo. La estadística ha elevado éstos,-en el año 1929, a la suma de 13.065. Muchos de ellos ocasionan incapacidades, dejando a los trabajadores que las padecen im­posibilitados físicamente para poder desarrollar su actividad.

Otras incapacidades son congénitas, y no pocas proceden de enfermedades y mutilaciones no causadas en el trabajo.

El hecho triste es que Vizcaya tiene una cifra elevada de lisiados, muchos de ellos niños y jóvenes, y otros adultos, en el vigor de la vida.

Para ellos pensó la Diputación crear una Institución protectora que los rehabi­litase para el trabajo, fundando una escuela y talleres de aprendizaje, aprobando una moción presentada por el diputado D. Indalecio Prieto.

En 1912 comenzó a desenvolverse esta iniciativa, preparándose el edificio donde había de instalarse, pero no llegando a culminar en una realización práctica.

La Caja de Ahorros Vizcaína recogió aquel primitivo proyecto y lo ha amplia-

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do, encaminando sus trabajos a la fundación de un Instituto de educación y reha­bilitación de inválidos del trabajo.

Cuidadosamente atiende la Caja a la instalación de Jos interesantísimos .-Servi­cios que ha de reportar.

Sus talleres están terminados y abarcan los oficios más '.práctico? hacia los *|u<? pueden orientarse los rehabilitados. Ssjfy y"* t j

Están terminadas las Salas de Mecanoterapia y Fisioterapia^ Qübrftfxécen^ya los más modernos aparatos, preparados especialmente para el tratamiento-de traba­jadores inválidos.

Actualmente se renueva y transforma la disposición interna del edificio, que tiene que acomodarse a la función amplísima y provechosa a que ha de dedicarse.

Sanatorio marítimo de Plencia.

La Diputación de Vizcaya tiene un Sanatorio ejemplar, situado en la playa de Górliz. Esta admirable Institución presta sus servicios gratuitos a los niños pobres pretuberculosos. Sus extraordinarios prestigios se han difundido y propagado, mereciendo los más efusivos elogios, ofrecidos por las más significadas y valiosas personalidades médicas.

Su instalación, su régimen, el valor de sus médicos, la atención cuidadosa de su Junta de damas, sirven para que los niños acogidos a la influencia de su trata­miento disfruten de los beneficios de una rápida curación.

Pero este Sanatorio, con ser excelente, no llegaba a satisfacer una necesidad hon­damente sentida en Vizcaya por una clase social muy numerosa, que también sufre los efectos de estas dolencias peligrosas y tristes.

La clase media vizcaína, la gente modesta que vive de un sueldo limitado, venía clamando por una Institución protectora para sus hijos. Górliz no les daba entrada, porque lo prohibía su Reglamento, dado el carácter de obra benéfica, y el aloja­miento de estos niños en un Sanatorio privado era la ruina de sus familias, que no podían soportar la carga económica del pago de sus estancias y operaciones.

La Caja de Ahorros Vizcaína atendió solícitamente este clamor y le puso inme­diato remedio.

Sobre hermosa playa, a muy corta distancia del Sanatorio de Górliz, se levanta el Sanatorio Marítimo, que sostiene la Caja Vizcaína, cuyo fin principal es atender las necesidades de la clase media mediante la fijación de tarifas muy limitadas para las estancias de los niños enfermos.

La inauguración solemne de esta Institución se celebró con asistencia de las prestigiosas delegaciones de las Cajas populares de Ahorros, reunidas en Bilbao con ocasión de su Asamblea anual; representaciones del Instituto Nacional de Previsión y sus Cajas colaboradoras, presididas por el Excmo. Sr. Ministro de Trabajo y Pre­visión y Director general de Acción Social.

El Sanatorio Marítimo de Plencia tiene magníficos solariums sobre el mar, amplias terrazas y galerías, resguardadas de los vientos del Norte, organización espe­cial para enfermos acostados que tienen que hacer vida de playa, salas de operacio­nes aséptica y séptica, baños de luz artificial, sol de altura, radiografía y cuantos adelantos y perfeccionamientos se han aconsejado por la ciencia médica para esta clase de dolencias, en las que está recomendado el clima de mar y los baños solares.

El acierto de su.fundación quedó patentizado seguidamente. El Sanatorio pronto se vio animado por la concurrencia de numerosos niños en-

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fermos, que han sentido la acción benéfica de su tratamiento, reflejado en muy os­tensibles mejorías y en radicales curaciones.

El Sanatorio Marítimo de Plencia no es una Institución cerrada a los vizcaínos. Como es justo, para éstos tiene una tarifación de preferencia; pero admite niños de todas las regiones españolas.

A su frente está el Dr. D. Luis de Larrínaga, de cuya ponderación baste decir que es el Director del Sanatorio de Górliz.

Propaganda.

La Caja de Ahorros Vizcaína desarrolla una propaganda metódica ordenada, exclusivamente dedicada a dar a conocer sus obras, sus instituciones y la forma como desenvuelve sus actividades.

Esa propaganda, principalmente se realiza por medio de su revista Vizcaya So­cial, cuyo primer número coincidió, el 31 de octubre de 1925, con la primera fiesta del Día del Ahorro, organizada para dar cumplimiento a los acuerdos adoptados en el Congreso Internacional del Ahorro, celebrado en Milán.

Esta revista encierra una significación algo más elevada que aquella que pu­diera tener sa se circunscribiera a divulgar la obra de la Caja; es una revista que tiene un cierto carácter educador, y en ella alternan las enseñanzas de la previsión, con la instrucción profesional y el desarrollo de una labor de cultura social, que se quiere mantener, precisamente para evitar que su prosa quede contenida en la apo­logía de propias iniciativas.

Se edita trimestralmente, y sus millares de ejemplares se esparcen por toda Viz­caya, llegando a los más apartados lugares. No hay para qué decir que las Organi­zaciones obreras y patronales, las Autoridades, Jos establecimientos más frecuenta­dos por el público, reciben Vizcaya Social, que tampoco falta en las Asociaciones fundadas en tierras americanas, allí donde se encamina la emigración vizcaína.

Cuatro hermosos carteles, que son obras de Arte debidas al prestigioso pincel de Alberto Arme, sirven para divulgar por Vizcaya el Homenaje a la Vejez, la protección a la Maternidad, la Obra del Casería Vasco y la colaboración ofrecida a los pescadores.

Estos carteles se exhiben en todos los pueblos de Vizcaya siempre que la Caja tiene que anunciar una de sus empresas predilectas.

El Régimen legal del Retiro obrero se ha difundido y propagado por medio de numerosos carteles, proclamas y hojas. Pero de modo especial se ha cultivado la propaganda del Régimen de mejoras, mantenido por medio de un pequeño folleto que a millares invadió las fábricas y talleres.

El Sanatorio Marítimo de Plencia tiene su folleto especial, divulgador de su obra, así como tiene los suyos, muy interesantes, Iá Oficina laboratorio de Orien­tación profesional.

La Obra de Casas baratas está comprendida en un magnífico libro titulado La Excma. Diputación de Vizcaya y el problema de la vivienda, que es un relato do­cumentado y gráfico de la labor desarrollada en este orden.

También merece mencionarse el folleto que sobre el tema Casas para pescadores contiene la conferencia pronunciada en la Asamblea de pesca vasca por el señor Posse y Villelga.

Ha editado una cartilla de maternología y dos preciosos y delicados cuadernos de puericultura.

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El Himno al Árbol y el Himno a la Previsión, lujosamente impresos, se ponen en manos de los maestros y se llevan a Centros de cultura musical para su ejecución.

Tiene publicados cuadernos propagadores de enseñanza agrícola, empleo de abo­nos, avicultura y cuidado del árbol.

Ha editado magníficos álbumes en los que recoge la reproducción fotográfica de las Instituciones sostenidas por la Caja, así como los edificios que se han levan­tado con sus préstamos, escuelas, casas

Llevó su obra a la Exposición de Sevilla, haciendo una instalación propia en el Palacio de las Diputaciones Vascas, que mereció la más alta recompensa, el Gran Premio, y colaboró a las hechas en Sevilla y Barcelona por el Instituto.

Uno de sus actos más importantes y significativos fué la celebración del Gran Certamen Nacional Pedagógico-Social, solemnizado en Guernica el año 1923, al que concurrieron las más prestigiosas firmas de la Previsión española. Y son innume­rables las hojas y folletos publicados en diferentes momentos dedicados a mostrar toda la labor de esta Caja en sus variadas modalidades.

Exposiciones y Congresos.

Aparte de la concurrencia de la Caja de Ahorros Vizcaína en las Exposiciones de Barcelona y Sevilla, se ha complacido en presentar su obra social y previsora en el Congreso Internacional de la Cooperación, celebrado en Gante el año 1924, participando en algunas de sus interesantes deliberaciones.

Más tarde, acudió a la Exposición de la Vivienda, organizada en Madrid por el Ministerio de Trabajo.

Tomó parte activa en el I Congreso de Casas baratas de Barcelona, donde pre­sentó su labor en pro de la solución de este grave problema, y fué ponente en la Asamblea de Cajas de Ahorros y de Previsión, convocada a iniciativa del Ministe­rio, para proponer normas prácticas que remediasen el problema de la vivienda.

Prestó su colaboración a los Congresos vascos de Pamplona, Guernica y Vito­ria, desarrollando temas de palpitante interés y presentando en aquella villa una completa instalación.

Adherida al I Congreso Internacional del Ahorro, de Milán, asistió al convo­cado en Londres, exhibiendo una película cinematográfica que ofrece la contem­plación de las barriadas de casas baratas a las que ha aportado sus préstamos y su actuaoión social.

Y no ha dejado de prestar, siempre que las circunstancias así lo han requerido, sus informes, orientaciones y trabajos, en numerosos Congresos y conferencias de alta significación social, previsora y benéfica.

La Caja Vizcaína se honra perteneciendo al Instituto Internacional del Ahorro, a cuya gran obra colabora con la mayor eficacia y entusiasmo.

Las inversiones sociales.

Una de las características más atrayentes de la Caja de Ahorros Vizcaína está en sus inversiones sociales.

La Caja ha destinado a esta finalidad un gran caudal de sus ingresos, cuidando siempre de satisfacer dos condiciones fundamentales: su plena garantía y su fina­lidad social, radicante en el fin que satisfacen y en la calidad de los servicios pres­tados.

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— 60 •-

Estas inversiones se han diversificado en las siguientes modalidades: Construcción de casas baratas y económicas. Adquisición de caseríos para que pasen a ser propietarios sus inquilinos. Edificación de escuelas. Realización de obras municipales. Fines culturales y beneficiosos. Fomento de la cooperación y sindicación agraria. Desarrollo de las Cofradías de pescadores. Ayuda a la cooperación de consumo. El progreso de estas inversiones es paralelo a la prosperidad de la Caja y está

representado por las siguientes cifras, que expresan el total de los capitales in­vertidos:

AÑOS Peseta*.

1921 661.700 1922 2.411.449,34 1923 3.959.504,17 1924 5.1J3.459,06 1925 7.171.751,07 1926 8.902 655,36 1927 12.366.257,79 1928 16 825.749,49 1929 22.427.708,21 1930 24.650.134,08

El carácter de estas inversiones está en la movilidad de los fondos que a ellas se dedican. Es, por lo tanto, un capital que sobrepasa hoy los 24 millones de pesetas, que se ha invertido en formaoión de riqueza, aumento de prosperidad económica e intensificación de trabajo.

Es una forma de devolver al pueblo su capital, haciéndolo reproductivo y con­sagrándolo a un servicio, á una necesidad, a aspiración colectiva y social.

Gran parte de ese caudal está ya reintegrado por medio de las cancelaciones, to­tales o parciales, de los préstamos otorgados. Tal sucede con los de casas baratas, que, no obstante haber alcanzado elevada cifra, la Caja se ha reintegrado casi to­talmente.

La parte principal del capital destinado en estas inversiones sociales procede de la recaudación del Retiro obrero. Por ello el dinero que se obtiene de la cotiza­ción patronal se dedica, en la proporción reglamentaria, a dar actividad productora a nuevas modalidades de la vida social, dentro siempre de una absoluta garantía, porque estas finalidades sociales, calificadas así por su fin, están siempre rodeadas de la máxima solvencia.

La C a r t e r a .

Una de las hondas preocupaciones de la Caja Vizcaína está en sus inversiones para dar a su capital un rendimiento normal, en medio de una absoluta garantía. Innecesario es afirmar que vive totalmente alejada de todo espíritu especulativo. Hace sus compras de valores pensando siempre en constituir una cartera de máxi­ma solvencia.

Una norma interesante ha seguido, desde su fundación, y ha sido la de publi­car, al término de cada ejercicio, su cartera, valorándola al precio de cotización en 31 de diciembre.

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61

De esta manera la Caja ofrece anualmente a la publicidad una relación deta­llada de sus inversiones en valores.

Como ha de ser interesante conocer su desarrollo, damos a la publicidad sus cifras totales, debiendo observar que la valoración está hecha con arreglo a la coti­zación del 31 de diciembre de 1930:

AHORRO

'

VALORES NOMINAL

51.124.100 17 878.050

1.080 000 2.236 000

72.318.150

1.360.250 7.186.250

8.546.500

80.864.650

EFECTIVO

41.093.020,83 13.575780,35 1.006.594,16 1.954.838,18

57.630.233,52

3.440.080 10.241.768,50

13.681.848,50

71.312.082,02

CAPITALIZACIÓN

Fondos públicos Obligaciones de ferrocarriles, ídem varias

Totales.

• 300.000 176.000

62.000

538.000

266.550 150.581,65 58.590

475.721,65

RETIRO OBRERO

Fondos públicos Obligaciones de ferrocarriles, ídem varias

Totales.

7.523.500 1.068.000

39.000

8.630.500

6.941.759,17 860.336,47

36.885

7.838.980,64

LIBERTAD SUBSIDIADA

1.473.000 252.000

96.000

1.821.000

1.358.360,75 198.125,55 90.720

1.647.206,30

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— 62

Inversión de los beneficios.

En la administración de las economías que se entregan a la Caja de Ahorros Vizcaína se obtiene anualmente un beneficio, una utilidad, de la que parte importan­te va a reforzar sus fondos de reserva, para poder atender cumplidamente los ries­gos y eventualidades que puedan producirse, y la otra se dedica al sostenimiento de Instituciones, a la realización de obras e iniciativas propias, a subvencionar Or­ganizaciones benéficas, sociales, Centros de cultura que tienen un reconocido pres­tigio y realizan un beneficio de carácter colectivo.

Puede afirmarse que no hay en Vizcaya Organización pública o privada, de sig­nificación benéfica y de aspiración general, que no reciba la ayuda económica de la Caja Vizcaína.

Anualmente, cuando se aprueban los balances del ejercicio y se obtiene la realidad de un beneficio, el Consejo y la Dirección de la Caja proponen su distri­bución.

Hospitales, Manicomios, Casa de Misericordia, Instituciones de anormales, Sa­natorios infantiles, Colonias escolares, Fomento de bibliotecas, becas, desarrollo de la riqueza agraria, intensificación del cooperativismo en todas sus formas, in­tensificación del ahorro, desarrollo del mutualismo infantil. Organismos de previ­sión y de seguro, protección a la maternidad y otras muchas finalidades reciben la cooperación económica de la Caja para el desarrollo de sus elevados fines.

La Caja devuelve al pueblo vizcaíno parte importante de las utilidades que ob­tiene, pensando en que es su accionista y que, por lo tanto, él es quien debe par­ticipar en los beneficios obtenidos.

Es muy difícil concretar en cifras la magnitud de esta labor, y por ello sólo mencionaremos, a título de información, las más significadas por el carácter de la inversión dada. Son las siguientes:

Donativos y subvenciones a Instituciones be­néficas , 382.932,93

Fines culturales 127.846,91 Fomento de la Cooperación, en sus diferentes

formas 339.817,49 Protección a Instituciones de Previsión. 446.478,86 Homenaje a la vejez, general y del marino . . 551 508,21 Fomento del ahorro 407.101,45 Protección al emigrante. 36.742,70 Protección a Institutos filiales 177.630,64

TOTAL 2.470.059,19

Es decir, que la Caja de Ahorros Vizcaína ha hecho derramar sobre el territorio de su provincia, en beneficio de sus clases sociales más modestas, muy cerca de dos millones y medio de pesetas.

Y esta cifra alcanza hasta el 31 de diciembre de 1930, porque para el año en curso se destinan 800.287,40 pesetas a una variedad interesantísima de finalidades, que encuentran su cabida en los conceptos genéricos que hemos mencionado.

Y aun cuando estas cifras encierran la extraordinaria importancia de su cuantía, nos atreveríamos a afirmar que acaso no sea lo más que haga la Caja Vizcaína,

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porque por encima de esta inversión de sus beneficios están sus obras sociales, sus instituciones de protección y sus servicios, prestados siempre a beneficio de las cla­ses modestas, en condiciones de gratuidad, que representan para los favorecidos una ventaja indirecta de elevada significación y cuantía.

El hecho es que la Caja Vizcaína devuelve al pueblo, en obras, instituciones, servicios y subvenciones, una parte interesante de los beneficios que obtiene cada año en la administración de las economías que se le entregan, para que den su ren­dimiento a favor de los imponentes.

Y así queda cumplida una de las fundamentales aspiraciones que presidieron a la fundación de la Caja.

El Balance de la Caja de Ahorros Vizcaína.

Como síntesis de este relato y compendio de toda una labor ímproba, fructífera y brillante, insertamos el Balance de la Caja, que expresa su situación en 31 de diciembre de 1930.

£i, mejor que ningún otro documento, refleja y dice lo que es esta institución y hasta dónde alcanza la magnitud de su obra.

En sus cifras puede leerse el valor de sus operaciones y la significación de todas sus garantías. Es el resumen de diez años de vida.

Bien vale la pena de darlo a conocer, porque es el testimonio, convertido en cifras, del paso triunfal de esta gran institución, que es honra de Vizcaya.

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C A J A D E A H O

Situación en 31 de

A C T I V O Caja y Bancos CRÉDITOS DISPONIBLES: Disponibilidades en nuestra cuenta corriente con

Bancos Tesorería de Previsión Inmuebles ídem, instalaciones y bienes de obras sociales

Cartera de valores:

Fondos públicos Obligaciones de ferrocarriles ídem de Empresas de electricidad y minas Obligaciones de Empresas varias Acciones de Bancos ídem de Empresas varias

P rés t amos y créditos:

Con garantía de valores ídem id. hipotecaria ídem id. corporativa ; ídem id. colectiva ídem id. escrituraria y personal •. ídem id. diversas Anticipos sobre créditos

Instituto Nacional de Previsión

Deudores diversos:

Cooperativas de Casas baratas por cuenta de la Excma. Diputación de Viz­caya

DIPUTACIÓN DE VIZCAYA: Por bonificaciones a libretas de capitalización... Subsidios de maternidad y de familias numerosas por cuenta del Instituto

Nacional de Previsión y Ministerio del Trabajo Corporaciones y Cooperativas por anualidades vencidas Diversos Cupones, amortizaciones e intereses al cobro Mobiliario e instalaciones Depósitos, fianzas y timbres provinciales Subvenciones de la Excma. Diputación

Cuentas de orden:

Pólizas de crédito con garantía de valores ídem id. con garantías colectiva y corporativa ídem id. Con garantía hipotecaria Valores por liberar

NOMINALES

Depositarios de valores Depósito <áe valores en custodia y garantía

49.659.690.75 14.784.824,02 1.006.594,16 2 141 033,18 3.440.080 10.241.768,50

435.967,11 11.335 593,57 10.019.000,68

583 020,82 114.685,87 887.016.71 502.743,91

251.589,28 65.600

30.337,40 59.650,50 67.409,30

417.000 1.112.246,30

70.000 1.625.250

36 664.325 17.105.554

PESETAS

1.587.339,90

18.550.200 1.314.138,38 9.609.576,74

500.000 .

81.273.990,61

23878.028,67 180.240,06

474.586,48 1.669.549,43

270.010 2.466,60

1.500 000

3.224.496,30

144.034.613,17

53 769.879

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65

R R O V I Z C A

diciembre de 1950.

P A S I V O

Fondo de dotación _ Reservas complementarias

ídem contingentes ídem afectas a inmuebles y bienes de obras sociales Fondo para fluctuación de valores ídem para depreciación de inmuebles ídem para atenciones extraordinarias ídem para gastos y atenciones sociales

A c r e e d o r e s a l a v i s t a :

Acreedores diversos Cupones de depositantes, sumas a disposición, servicios provinciales, etc .

Libretas al portador Cuentas de Tesorería de Asociaciones, Corporaciones y Centros oficiales.. ídem del Régimen de Previsión Consignaciones, depósitos para adquisición de inmuebles, etc

A c r e e d o r e s a p l a z o m a y o r :

Libretas de ahorro ordinario ídem fd. infantil ídem de capitalización para la ancianidad Imposiciones a plazo Mutualidades infantiles (imposiciones en tramitación)

R e s e r v a s t é c n i c a s :

Para seguros obreros Para dotes infantiles Para rentas inmediatas Del Régimen de libertad subsidiada Mutualidad de Previsión

I m p o s i c i o n e s e n t r a m i t a c i ó n :

De seguros obreros De dotes infantiles Del Régimen de libertad subsidiada

P o n d o s e n d e p ó s i t o :

Para obreros de edad indeterminada Fondo regulador de la cuota media ídem para socorro de enfermedad y fallecimiento , ídem para socorro a marinos ancianos

B A N C O S . - P o r límites de créditos

C u e n t a s de o r d e n :

Créditos concedidos con garantía de valores jaem id. con garantías colectiva y corporativa aem Id. con garantía hipotecaria

Liberación de valores ,

I T O H I K A I E S

Valores nuestros en depósito Depositantes de valores en custodia y garantía

3.000.000 1.000.000

30.288,82 1.024.342,68

2.139.572,64 6.157.423,48 1.314.138,38 1.272.656,94

38.891.035,42 997.384,85

2.725.552,05 40.134 314,62

250.281,64

13.470.605,70 1.395.424,19

150.478,86 1.925.070,04

413.186.26

1.020.786,14 151.133,46 35 065,76

118.004,99 2.583 599,79

58.666,53 24.090,48

417.000 1.112.246,30

70.000 1.625.250

36.664.325 17.105.554

PESETAS

4.000.000 315.088,83 500.000 136.811,79 87.157,59

150.000 787.754,94

1.054.631,50

10.883.791,44

82.998.568,58

17.354.765,05

1.206.985,36

2.784.361,79 18.550.200

3.224.496,30

144.034.613,17

53.769.879

197.804.492,17