L A VERDADERA - re · PDF filedose de los dedos, del tobil1o, y ... -Algún rayo, o a la...
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UNIVERSIDAD DE MEXICO 7
Por Alfredo LEAL CORTES
L A
VERDADERA
AQUELLA humedad de. la estrecha celda entumecía los pies,adentrábase sin sentir, apoderándose de los dedos, del tobil1o, y
al poco tiempo los dos presos sacudíanfuriosamente las extremidades; se levantaban a dar dos o tres vueltas, procurando permanecer cerca de la pared uno,mientras el otro daba cortos pasos.
Los habían metido hacía muchas horas,no sabían cuántas; en la parroquia l1amanan a misa mayor cuando por el cerrolos bajaron amarrados de los brazosen medio de cuarenta soldados.
-No sé nada.-Conque no, ¿eh ? ... A ver tú Ci-
priano, ya sabes, pásale la riata por la
entrepierna y hazle un columpio-o y lavoz se alegró.
La reata al ser pasada con fuerza enla viga apolil1ada rechinó, girtó con furiasu canto ladino y chirriante de poderosafuerza: parecía alegre de ser atirantada,desentumida; al jalarla y templarla lamano del soldado, zumbaba de fuerza,vibrante de odio.
Comenzó el sudor a correr en la piel
Florencia abrió los ojos, no distinguiÓnada y los volvió a.cerrar. "Fel'ipe, tr~ite
las vacas al corral . .. Mira la milpa, siaprovechamos ['agua levantamos muchomáiz . .. Vaya., ya ves, la Virgen siempreHaS !lace el 1II.ilagro, sino fuera por' Ellano te habías mejorado; le prol,/u/·í lt1/G
vela de cera lnuJl gruesa, ia más gordaque encuentr{',.. N o, si, 110, '1'/0 llegal'agua, ¿ qué haremos;" A sacar la. Virg{'n ... S e ve bOl1ita la procesión . .. queno se ólviden del violín. . . Los coh'eies,deben traer una gruesa C1Ial1do menos . ..Debe haber muchos que truenen reciopaque la Virgen sepa de quién son ...No, si, no, empezamos por el llano y terminamos por el ce,,:ro. ¡ Bueno! valió lacausada, l1wíiana tendn'/lIos agua, la, Virg{,1I malca HOS falld ... No te apures,gastamos nuestros centa:vitos, peoro túcrees, la Virgell lIecesita sacrificios paque ·vea q'uno hace fuerzas de sel'le de
voto. N o, SI" 110. ¡ N o! vieja, '/1.0 puede
D·ibujo.l' dr Julio Fidl'io.
-j Florencia, Florencia!
El grito retumbó en la celda y Florencia, suavemente, siguiendo los mismosmovimientos que cuando lo llamaba su
muj er para cenar, se levantó, hasta acer
carse a la cancela.
-A declarar, prontito.
Se abrió la reja. La oscuridad del pasil10 10 hacía ver prolongadamente largo.en viento frío le dió en la cara. Florencia aspiró -impulsado por la Costumbre- tratando de recordar el aire fresco
de la montaña, pero este viento era pe
gajoso, lleno de una humedad que sabía
a paredes viejas.
-¿ Conque este es el padre, eh ? Va-
111.0.s a ver. ¿ Cómo te llamas c .
-Florencia Verduzco.
--¿ Onde tienes las armas?
----',~ Cuáles armas?
-No te hagas del p ... porque te ya
piar, beato persignado... j Habla!
de Florencia. Una, dos, tres veces, susexo gritó humillado y dolido. Fué undolor horrible; toda su carne comprimiase, mientras en la entraña, en la sangre. caminaba rápida la dolencia. desCJuebrajando la voluntad. La lengua entumida, la ga¡:ganta seca; un abandono caíasobre todo su cueq.}Q para despertar másherido sobre el dolor ...
-¿Habló?-Nada, jefe.-Pa no perder tiempo, al rato, más
noche, me los truenan. Si hablan me los'dejas ir con la lengua mocha, si no losentierras sin miramientos.
Todo era más oscuro. Felipe habíapüesto la cabeza ele su padre sobre suspiernas y oía CJue la agitada respiracióninundaba la c('lela, (!t-vol\'ienc1o el eco,
monótonamente. un soniúo selllejantea un fuelle roto. A veces, los labios deFlorencia ·se movían para luego cerrarse
en un prolongado temblor.
fallar la. Virgen, ya verás, aluego ten
dremos agua . .. ¡ N o te lo dije! ¡ N o podía qll{'dar mal! ¡Gracias Virgellcita! . ..Cónlo es la gellte, todos los de allá de
la ciudá son unos endinos, malagradeci
dos, :va viste lo qlle d'icc el hijo de dOIl/Igustíll, que tIa cs milagro, qu{' ell 10.1'
!'criúd'icos ya'vía salido .. .,.
"Hubo muertos por la Soledá.· .. fü{'
1'011 los soldados qwienes hicieroll la 11Ia/allza . .. el padre dice que nos qllierenquitar a la Virgellcita; si es así Ella loscastigará . .. ¡ Qué feo está el capitáll de
los soldados! Ueqaron ayer cu la tar
de. .. tados venían 11IUY. ojerosos ...'mllcr/os dc sed se avalallzaroll sobre elen.lI/aro :v no dejaron nada . .. Pobl'eei/oPadrecito, alldaba re/e asttstado.. .scapu'rapor todos liOSO tras ... vino a. prl'.l/ulI/armc si 11/.1' lLa.bíall amenazado y si
estaba displ!es/o a alzarle ullas caja!l'gralldes 'Ca/liD de muer/o: dice qlle SOIl losnúlogros de la Virgen . . , E.mírbele fuer-
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te 111'ijo, macizo y no me haga muchoruido. .. el agui('ro de¡"e gu('dar hOl1dopo'que no se note . .. i Qlié pesadas estánlas (ajas, )! se oyel1 nfidos como de tubosde agua! P ónle unas lIIatas el1eillla po'que
110 se note .. ."La mano de Florencia se alargó hasta
tropezar con la pegajosa pared, luego palpó el bulto donde reposaba su cabeza ysupo que era la pierna de Felipe. El silencio era pesado, fino _hasta oirse loslatidos de aquellos hombres. Flürencio.al incorporarse, oyó un grito de su carne,que le acordó el dolor; estaba sudando.-j Hijo .. , a ti no te han llevado
p'allá adentro ... ! -escuchó su voz hue·ca y temhlorosa.
-No, padre.Mucl~os pies sonaban monorrítmica
mente.. acercándose' a la celda; cada pasoretumbaba invadiendo el silencio, hastaexpulsarlo de aquellas paredes, se ibanacercando; ahora sonaban virilmente.-j Esos de la Aguada! i El Padre y
el hijo! i ámonos!Florencia se levantó ayudado por Fe
lipe; cada' movimiento se reflejaba porsu carne, corría por toda la superficiede su cuerpo y estallaba en un grito que seapagaba en los labios mordidos por losdienfes. Los dos hombres se colocaronentre la escolta, y empezó su marcha.De nuevo surgió el compás de los pasos,ordenadamente. A un solo ritmo, el pisose estremecía, mientras, levemente, entrela retumbante marcha, se oía un suavearrastrar de cuatro pies.
La noche recogía el cansancio de loshombres. El cielo se había espesado, empujado por el viento y la lluvia. Estacaía y caía constantemente sobre la tierra.
El grupo atravesó la calle manchada
por los lunar~s de agua, hasta subir a dosvehículos viejos y ruinosos. A Florenciale asaltó el miedo; su carne, hambrientade paz y de descanso, se paralizó momentáneamente; anh.eló escaparse de ahí yquedar hecho un ovillo en un eterno siiC'ncio, rodeado de los callados pinos donde iba a cortar b leña.
Los moton:s zumbaron incansables deruido, iniciando el camino helado de lamuerte, mientras el agua caía, formandohilos de llanto en d parabrisas. Florencia no podía creel' que fuera su últimoviaje; pero allá, muy adentro, salía ungrito instintivo y zozobrante, y él, quesiempre confiaba en su instinto, se aferróa las oraciones.
-Oiga padre, nos van a tronar, j mejordígales lo que enterramos! -dijo Felipe.
Florencia, más que oir, adivinó laspalabras quedas y calmadas de su hijo.
-Si nos matan j qué sea como a loshombres!
"Virgeneita, tú no puedes fallarme . ..Esto')' dieie'lldo la verdad. ¡ Ah qué Padrerito! Si es mentira lo qlle usted dijova a cargar su eoncl'lIcia con los pecadosde estos hombres por haberme ator1llentodo, y' con nuestras muertes. No, si, no,110 puede ser . .."
-Madre, . ¡ sálvame! S anta.
'-¡ Báj cnse!La línea horizontal del muro crecía
con las sombras. El enorme cancel parecía hecho de gigantescas cuerdas que sonreían crueles ante los presos.
El grupo se adentró en el panteón,perdidos los rostros en la oscuridad. Lahora era imprecisa para Florencia y suhi j o. El tiempo se había desmoronado.
-Ya viene el milagro, hijo, la Virgencita no puede fallar.
UNIVERSIBAD DE MEXICO
-¿ Cómo, padre?- Felipe, sonrióamargamente.
-Algún rayo, o a la mejor el ángelgrandote que tenía una lanza allá en laiglesia ... "Sí, él va a, llegar y, los mataráa todos estos, pa'dejarnos libres . .. ¡Prroeparérete I'ronto que ya mero lle
gamos . .."-¡ Alto!, aquí junto a ese hoyo.La lluvia incansable repetía su música
~;obre el ala de los. sombreros. En la tierra se abría una bocaza estrecha, cuy:!vrofundidad probaba el oficial con subayoneta. .
-Está bueno de hondo."Virgencita, tú eres la Úlnica ,que sabes
que dije la verdá, no le 'he mentido anadir . .."-j Párense junto al pozo!_-Se lo dije, padre."Ya mero. ¡Dime si es la última hora!
de me 1t1:a seiial ¡ cualquie.m! pero
!,1'01l ..."
-¡ Preparen!Las dos figuras casi al unísono se aco
modaron el cuerpo y el sombrero.Rectos, asumieron una actitud de es
tatuas. El agua empezó a resbalar por suscaras, dura, dejando huellas sobr.e lasmejillas'! resbalándose' hasta el plieguede los labios, donde se fundían con lamuda oración.
"Pronto, la seiia.l, Virgencita, 1/0 puedo
irme dudando ..."-¡ Aaapunnteeen !Las rodillas de Florencia dejaron ele
temblar, ya nada podría moverlo, ¡nada 1,acaso ni la muerte.-j Fueeego .. ° !Rodó la vida; los cuerpos se mancha
ron de lodo mientras la tierra volvía ala tierra.
• Acaba de estrenarse en el "Lewisohn Stadium", de Nueva York,bajo la dirección de M. ThomasSherman, un concierto "para tapy orquesta". Es la primera vezque el chocar de las suelas contrael suelo según asegura el propiocompositor "repite o elesarrolla untema ri tmico· enuuciado por la orquesta". El hailarín fué DannyDaniels. .
• l_a buena calilla de Se- Tchonon, de Bertold Drecht, acaba derepresentarse en el festival deL;·on.
• Con motivo del estreno, en París, de Tea/ro de Somerset Maugham -representada hace años. yhoy, en México- se entabló unapolémica entre el traductor, MarcGilber\ Sauvajon y la Sociedad deautores. Así se sahe que, en 1952,se estrenaron 33 obras extranjeras,en .París; 37 en 1953 y qne 25han sido ya representadas en losseis primeros meses de este año.
•. Roberto Rosellini ha filmadolUOIIa en la hOf/ltl'ra, ele Paul Claudel, tal y como la mont,\ por vezprimera en N ápoles.
• La TOida. In/l'tN/uat, revistamensual edi tada en francés, porlos dominicos, publica, este mes deagosto, un artículo titulado "Alerla al clericalismo" en el que pone
en guardia a los católicos francesescontra un cierto "confesionalismo"en la apreciación de los prohlemaspolíticos, pr;incipalmente los quese derivan de la llegada al poder deMI'. Memles-France. Se declarapartidaria de las experiencias delnuevo primer ministro y en contrade "viejos prejuicios y reflejos arcaicos",
• A la nnclativa y bajo la direcci(lIl de M rs. Ellen Borden, Chicago cuenta desde ahora con un teatro al aire libre en el que sólose representará a Shakespeare; El.l'ul'iío de una lIoche de Vl'ratlO, LaTempes/ad, Enrique V, Romeo y
./lIlil'/a constituyen el repertorio dela primera temporada. Mrs. EllenBorden es la antigua esposa deMr. Adlai Ste\·enson.
• Tras varios y prolonJ2:ados meses de inactiv·idad David Lean yCarol Reed -los dos directoreshritánicos de más fama- hanempezado simultáneamente nuevasproducciones. Sir Carol Ree,1 filma una novela de \Vol i Mankowitz UlI lIijio por die::: cl'n/m'os.David Lean trabaja con 1,atherineHephurtl, en \·enecía.
• El "Festival de París" renni,o,lo mejor del teatro de muy diver-
sas naciones: doce compalllas dieron cincuenta representaciones, contal éxito que sus organizadores ylas autoridades parisinas piensanconverti rlo en certámen anual. Ala hora de las cuentas, la preferencia del público -por el importe delas entradas- se establece así:1talia, 1srael, España, Polonia,A lemania Oriental, Alemania Occideutal • y Gran Bretaña.
• Samia Gamal, que, en los tiempos ele Farouk, fué la hailarinapreferida en el palacio real, haregresado a El Cairo.
• Siete mil músicos de jazz sehan reunido en . ewport. Antes dela primera sesión el padre N 01'
mand O'Co11nor, uno de los organizadores, declarú qne el jazz nopodía convivir con la disciplinamilitar. Adujo, como prueha, elrepudio de las dictaduras más famosas de nuestro tiempo hacia esamúsica. Se ereará una escuela, uncentro de documentacilu1 y una 'discoteca.
• Mientras Pierre Fresna\' filmaen' Escandina\'ia una. peliéula deevadidos, Gina Lolobrígida acabúI_a. "O/lIana, de Alberto Moravia.bajo la dirección de Luigi Zampa.