Kike Fdz de Pinedo Portavoz de Bildu Gasteiz “Si queremos salir de este pozo, tenemos que cambiar el modelo socio-económico” Gasteiz, 17 de enero de 2013. El Ayuntamiento de Gasteiz vive en la actualidad una situación insostenible con el alcalde Maroto al frente. Los recortes son una constante, la destrucción de empleo es crónica, y tampoco hay dinero para nuevas inversiones. El protagonismo de las y los vecinos del municipio es testimonial, y los cauces de participación son absolutamente deficitarios y la sensación de frustración y el desapego hacia la política es generalizado. Como portavoz del grupo de Bildu en el Consistorio de Gasteiz, ¿Qué análisis hace de la situación, cuáles cree que son los motivos? - Son diversos y vienen desde legislaturas atrás. Los sucesivos gobiernos de PNV, PP, y PSE han desarrollado un modelo económico y social que ha fracasado. Fundamentalmente estaba basado en la venta de suelo público con el objetivo de generar ingresos que se tradujeran en inversiones. Ahora, con el estallido de la burbuja inmobiliaria todo

eso ha saltado por los aires y el castillo de naipes se ha desplomado, arrastrando también al consistorio. Tanto PNV, como PP y PSE han compartido durante decenios ese modelo y ahora no saben qué hacer. No tienen alternativas. - ¿Bildu sabe qué hacer? - Lo que tenemos clarísimo es que si queremos salir de este pozo es imprescindible cambiar ese modelo socio-económico. Para el grupo municipal de Bildu es una prioridad cambiar esos esquemas. La desfachatez es tal que con la gestión de Maroto hemos llegado a un punto en el que el 83% estamos sojuzgados, vía decreto, al 17% de las y los votantes de Gasteiz, que son los que representa el alcalde y su partido, el PP. Hay múltiples ejemplos que demuestran que con el actual regidor el municipio ha vivido un retroceso democrático intolerable. Aunque reconocemos que es complicado, en Bildu Gasteiz estamos trabajando para encontrar algún tipo de resquicio legal que obligue a Maroto a presentar un proyecto presupuestario que está prorrogado. El presupuesto es la principal herramienta para jerarquizar el gasto, y nosotras y nosotros estamos convencidos de que el dinero público hay que gastarlo en cobertura social y generación de empleo. - En los últimos meses del 2012, manifestaron que veían cercano un pacto PP-PNV para sacar adelante el presupuesto. A finales de año, la cosa se enfrió, ¿en qué punto está este asunto, ven factible que Maroto encuentre un socio? - Entonces ya dijimos que estábamos convencidos de que PP y PNV estaban negociando. El tiempo nos dio la razón, y ellos mismos lo acabaron reconociendo. Es algo natural; la derecha, ya sea vasca o española, en esencia, más allá de pequeños matices, comparte un mismo modelo económico y social. El entendimiento inicial se rompió, pero vemos movimientos, mensajes cruzados de cortejo, y por eso creemos que van a volver a entenderse. No descartamos en absoluto noticias en este sentido en próximas fechas. Entonces lo que habrá que dejar claro es que el que le compre el proyecto a Maroto, a pesar de que intente figurar como el salvador de algunas partidas o convenios determinados, será el responsable subsidiario de la aniquilación de todo un modelo. Gasteiz no era perfecta, pero ahora es un desastre y con el PP no va a ir a mejor. - ¿Contemplan una moción de censura contra Maroto? - Bueno, nosotras y nosotros siempre hemos dicho que nuestros 6 votos están a disposición del cambio de este modelo fracasado, pero hay que tener en cuenta dos condiciones. Por un lado, para una moción de censura hacen falta 14 votos. El PNV, que tiene 6 concejales, ya ha dicho públicamente que “los alcaldes los pone y los quita la ciudadanía”. El PSE, que también tiene 6, argumenta que “Maroto debería hacer algo gravísimo” para materializar una acción de este tipo. Resumiendo, ninguno de los dos tiene intención de embarcarse en una moción de censura, y sin ambos grupos, las cuentas no salen. Por otra parte, si quieren que Bildu participe, se tiene que dar un

acuerdo previo acerca del nuevo marco económico y social. Esto no se trata tan sólo de un cambio de cromos de alcalde del partido A, por el alcalde del partido B, se trata de abrazar un nuevo modelo. Si no se dan ambas condiciones, no hay posibilidad de una moción de censura. - Habla de un déficit democrático en el Consistorio con Maroto al frente, y argumenta que hay múltiples ejemplos de ello, ¿nos puede decir cuáles son? - A Maroto lo que realmente le gusta es gobernar a su antojo, sin que nadie le moleste, y a oscuras. En el debate sobre tasas e impuestos, constatamos que se niega a recaudar más para luego poder meter la motosierra de los recortes que maneja la ideología política de su partido usando la excusa de que no hay dinero. Gobierna vía decreto y lo realmente grave, que también, no es que la oposición no podamos debatir los presupuestos. Lo realmente grave es que los perjudicados son las y los gasteiztarras, que cuando más lo necesitan, están siendo abandonados a su suerte. Maroto, irresponsablemente, está generando un peligrosísimo caldo de cultivo de frustración en el municipio. Los consejos territoriales y sectoriales no sirven para nada gracias al PP, cuyos concejales van a las reuniones con sus vecinos a contar su libro, aguantar el chaparrón, y pasar el mal trago lo antes posible. Y así, claro, hay asociaciones que han abandonado estos cauces de participación. ¡Pero si hasta Cuerda se ha marchado del Consejo Social! - En este sentido, existe la sensación de que estos argumentos y estos debates no salen de sus despachos, de que no hay cauces directos de comunicación con las y los vecinos. ¿Bildu está haciendo algo en ese sentido? - Sí, es otra de las cuestiones estratégicas para el grupo municipal, y más teniendo en cuenta el desastre actual de una participación ciudadana que el PP no se cree. Este jueves 17 hemos convocado una asamblea abierta en Aldabe para escuchar a la gente y explicarles la situación que vive su Ayuntamiento. Además, entre otras iniciativas estamos organizando unas jornadas para mediados de febrero precisamente con el objetivo de mejorar en ese sentido.